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1) A finales del Heládico medio los griegos estaban en su fase de civilización.

El aumento de
la población permitió incrementar la productividad, generando un excedente de bienes que
sería utilizado para expandir el comercio exterior, fortaleciendo el poder económico y
político de las autoridades. Muchos dependían de las elites, arrendando tierras que
pertenecían al palacio. Gracias al aumento de la agricultura las elites se fueron
desarrollando y enriqueciendo en este periodo.
Cuando la expansión de comercial se consolido (hacia el 1600 a.C.) los micénicos
adoptaron el sistema administrativo palacial de economía redistributiva utilizado por los
minoicos; incluso utilizaron el mismo tipo de escritura que utilizaban los cretenses para
llevar el inventario de su economía, solo que adaptándolo a su idioma. Los palacios
minoicos estaban formados por un sinfín de habitaciones, dependencias residenciales,
talleres y almacenes apiñados en torno a un gran patio central. El rey probablemente
ejerciera un control notable de la asignación y el uso de las tierras que pertenecían al
palacio.
Hacia el 1500-1450 a.C. los micénicos, aprovechando el conocimiento que tenían de
Creta, invadieron la isla, asumiendo el gobierno de los palacios. Esto permitió un aumento
de las importaciones de Grecia, pero para la mayoría de los cretenses no hubo diferencias
notables, solo cambiaron los reyes de los palacios a quien debían rendir tributos.
La metalurgia era una manufactura destacada del reino, las cantidades de bronce que
recibían demuestra que la producción industrial superaba con creces las necesidades del
consumo local. El sector textil y la metalurgia eran las dos grandes exportaciones de la
economía palacial; a ella podemos sumar el del aceite de oliva, el vino, las pieles, el cuero y
sus productos derivados. Las manufacturas de alta calidad como la cerámica pintada, la
orfebrería y otros objetos suntuarios competían con el comercio internacional de artículos
de lujo. A pesar de que estas exportaciones le permitían tener una relación comercial muy
activa con todo el continente, parte del poderío económico micénico seguía siendo
generado por la piratería.
En el continente, los griegos construyeron sus palacios sobre las mismas estructuras
creadas por los micénicos antiguos, aunque eran más pequeños y menos lujosos, tenían una
función defensiva mucho mayor que los palacios usados por los minoicos, con altas y
gruesas murallas. Debido al alto costo de creación y mantenimiento que tenían, los palacios
eran también muestra del poderío económico y militar del rey.
Dentro de los palacios la mayor autoridad era el “Wanax” (amo o señor), quien le seguía
en jerarquía era el “Lawagetas”, quien aparentemente ocupaba el rol de comandante
supremo del ejército, después había un grupo de personas de alto rango llamados
“Telestai”, que recibían la misma cantidad de tierras que los lawagetas, se desconoce su
función, pero se cree que eran sacerdotes o escribas, seguidos de los “Hequetas”
(miembros del sequito) probablemente recibían este título altos oficiales del ejército. En un
rango inferior se encontraba el título de “Korete”, quizás correspondía al gobernador de una
comarca. Por ultimo había un grupo grande de oficiales que tenían el título de “Pasireu” y
se encargaban de la administración de las aldeas y ciudades. Mientras que estos oficiales
vivían en edificaciones bastante grandes y podían acceder a objetos considerados de lujo, la
mayoría del pueblo vivía en casas pequeñas, en condiciones similares a sus antepasados.

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Funcionarios del palacio registraban los tributos sobre la producción y el ganado que
cobraban a los campesinos. Los hombres de las aldeas pagaban sus tributos, contribuían
con su trabajo al mantenimiento del palacio y servían al ejército. Las mujeres, además de
ayudar en el campo y realizar trabajos domésticos, trabajaban en la rama textil del palacio.
El poderío de las elites se puede apreciar con el descubrimiento de tumbas y fosas de
familias privilegiadas, que eran adornadas con ajuares fúnebres, armas de bronce y
cerámicas. En otras fosas se encontraron no solo armas, sino también centenares de
objetos de oro. La riqueza de las tumbas muestra el desarrollo de poder de las clases
dirigentes de Micenas. Hacia el 1500 a.C. las elites micénicas adoptaron un nuevo tipo de
tumbas, los tholoi, esta fue la máxima realización de arquitectura micénica, grandes
cámaras de piedra en forma de colmena horizontal, en el seno de un talud. El tholoi
representa la mayor prueba de ostentación de la clase alta micénica.

2) Para muchos la segunda mitad del siglo VII a.C. es considerado al comienzo de la época
arcaica. El comercio difundió los productos griegos más allá de los límites conocidos. La
literatura y el arte florecieron y se inventaron nuevos tipos de expresión artística. La
economía hasta entonces mayoritariamente ganadera paso paulatinamente a ser
predominantemente agrícola.
Para este momento ya hacía mucho tiempo que las familias de los caudillos se habían
adueñado de las mejores tierras, mientras que la mayoría de la población seguía viviendo
en zonas pequeñas o moderadas con una poca cantidad de ovejas y cabras. Esto, sumado a
la costumbre de heredar las tierras repartiéndolas en partes iguales entre los hijos, género
que las parcelas correspondientes a cada uno sean cada vez más pequeñas y muchos
optaran por emigrar en busca de nuevas tierras fértiles. Las nuevas colonias creadas por
estas emigraciones incrementaron el comercio a larga distancia. Para comienzos del siglo
VII a.C. los griegos habían recuperado su rol protagónico en el comercio del Mediterráneo y
el Egeo.
El aumento de las desigualdades económicas causó una gran mísera y provocaron
tenciones entre los ricos y pobres. Las guerras entre demos también se hicieron frecuentes.
La inestabilidad política en ese entonces dio paso a un nuevo tipo de autoridad, el tirano,
este tipo de gobierno genero más disturbios, a esto se le denomino época oscura.
A pesar de todos estos problemas, la época arcaica fue un periodo en el que
aumentaron la seguridad y prosperidad, al final de esta etapa los estados griegos habían
hecho grandes progresos de cara a la solución de sus problemas internos y sus ciudadanos
vivieron juntos en relativa paz y armonía.
La forma de gobierno de la ciudad-estado surgió durante el siglo VIII a.C. la polis era una
zona geográfica que corresponde una ciudad y sus territorios adyacentes que constituyen
una sola unidad política capaz de autogobernarse. Los órganos gubernamentales primarios
eran la asamblea de varones en edad de combatir y el concejo de ancianos. En el 700 a.C.
luego de realizar unos cuantos tramites imprescindibles surge la información política formal
del demos y la creación de un gobierno cultural.

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Unificación política: En el siglo IX comenzó el proceso de unificación que acabo entre el
750 y 700 a.C. utilizando la religión para fomentar la unidad, los templos de los dioses y
héroes fueron construidos en áreas rurales para unificar el centro con las aldeas. La capital
constituía el punto cultural del estado, todos los miembros de la polis, tanto los que vivían
en la capital como los que vivían en las zonas rurales, se identificaban con el nombre de la
capital.
El sinecismo es el proceso por el cual cada ciudad, población o aldea, acepto tener un
solo centro político. En algunos casos la unificación fue voluntaria y pacífica, pero en otras
se recurrió a la fuerza. El poder de los basileus locales se redujo o bien desapareció. La
decisión de los basileis fue gobernar conjuntamente. Las familias poderosas subdividieron el
poder en magistrados de duración limitada, de esta forma las familias de clase noble
controlaban la ciudad-estado.
Forma de gobierno: En la unión política, los basileis (caudillos locales y jefes de comarca)
fueron los planificadores de los nuevos gobiernos centrales, el rango del basileus supremo
perdió poder, las funciones ejercidas por el basileus fueron repartidas entre varios
magistrados. La importancia del concejo de ancianos aristocráticos se incrementó mientras
que las de la asamblea del pueblo disminuyo.
Las ciudades se vieron obligadas a luchar por la adquisición de tierras, pues a medida que
incrementaba la población escaseaba la tierra.
El control central se encontraba en mano de terratenientes quienes decidieron acabar
con el poder del basileus supremo y gobernar colectivamente. Estos aristócratas optaron
por mantener su independencia haciendo un pacto de cooperación y subdividiendo las
esferas del poder (administrativo, militar, religioso, judicial) de duración limitada y no
tenían carácter hereditario. Este tipo de gobierno lo llamaban oligarquía. Estos oligarcas se
llamaban a si mismo aristoi (los mejores) cada ciudad-estado desarrollo su propio sistema
de magistratura de acuerdo a sus necesidades. Los estados más grandes, como Atenas,
necesitaban más oficiales y las pequeñas necesitaban menos. A medida que fue
aumentando la población y la complejidad de las polis, fueron añadiendo nuevos
magistrados con funciones más específicas, como tesoreros o súper intendentes de las
obras publicas. En general no existía una jerarquía entre los cargos, aunque en muchos
estados había un magistrado principal que era considerado administrador en jefe, esos
magistrados supremos recibían el nombre de “archons” (en Atenas y Grecia central) o
“prytanis” (Corinto y polis de Jonia). Archon significaba mandatario. La duración de los
cargos era de un año y no podían ocuparse de nuevo hasta que no pasara una cantidad de
años predeterminada. El centro de poder de las ciudades-estados primitivas residía en el
consejo, sus miembros eran magistrados de mayor cargo que formaban parte cuando
cesaban de su cargo. El consejo gozaba de una supervivencia natural sobre arcontes y
magistrados.
En la mayoría de las polis el título de “Basileus” pasó a ser aplicado a los magistrados
encargados de asuntos religiosos. En algunos casos (sobre todo en los estados dorios) se
conservó la forma de caudillaje tradicional en la edad oscura.
Ante la insuficiencia de tierras fértiles y con el fin de buscar nuevas fuentes para
proveerse del metal necesario, los griegos comenzaron con un proceso de colonización. La

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ciudad madre elegía entre los colonos a su líder fundador, quien recibía el título de “oikiste”
y se encargaba de repartir tierras en la nueva colonia. Los colonos renunciaban a la
ciudadanía en la ciudad madre para formar una nueva polis independiente, a pesar de que
seguían manteniendo sus lazos religiosos y familiares.

3) Los conflictos internos (stasis) que se generaron en la etapa previa al arcontado de Solón
pueden dividirse en dos vertientes: una horizontal de luchas entre facciones de familias
nobles con fuerte arraigo territorial, que se disputaban la obtención de honores y la
supremacía dentro de sus polis, y una vertical referido a la enorme desigualdad en el
reparto de tierras, que generaba que un grupo minoritario de familias ricas (aristoi) tuvieran
en su poder la mayoría de las tierras que eran mejores para el cultivo y tenían la posibilidad
de diversificar la producción entre sus tierras, mientras que las familias menos beneficiadas
solo disponían de pequeñas parcelas o campos alejados en los que podían cultivar. Estos
problemas se hacían más notables a medida que iba aumentando la población.
Muchas familias se encontraban en la necesidad de arrendar tierras a los ricos como
aparceros a cambio de una parte de la cosecha, mientras que otras hipotecaban sus
posesiones y tenían que entregar una cantidad de cosecha establecida previamente como
pago de la deuda. Para los más pobres era muy fácil endeudarse ya que un año malo
significaba que debían endeudarse más para poder cultivar al año siguiente y una sucesión
de años malos podía hacer que pierdan las tierras y sean sometidos a condiciones de
esclavitud, ya sea dentro de su polis o fuera de ella. Si bien existía la esclavitud antes del
siglo VI (cuando se limitó o en algunos casos se abolió la servidumbre por deudas) los
grandes terratenientes habitualmente preferían utilizar como mano de obra a los
labradores que se encontraban endeudados.
Se calcula que más de la mitad de la población, sin pertenecer al sector más rico,
tampoco dependía de este, ya que podían mantenerse sin la necesidad de endeudarse.
Dentro de cada clase social existían diferentes niveles de riqueza, sobre todo en este grupo
intermedio donde había algunos que podían llevar una vida relativamente cómoda,
mientras otros apenas podían subsistir sin endeudarse. Los ciudadanos pertenecientes a
este grupo intermedio también se veían perjudicados por la distribución de las tierras y al
igual que los de las clases más bajas reclamaban una redistribución de las mismas. Los
aristócratas perpetuaban sus privilegios económicos contrayendo matrimonio solo con
quienes pertenecían al mismo grupo social.
Otro motivo de conflicto era el accionar de los magistrados encargados de impartir
justicia, a quien se los acusaba de ser muy fáciles de corromper y favorecer siempre a las
familias ricas.
Aunque todas las familias de los tres grupos económicos eran considerados ciudadanos,
solo podían participar en los asuntos políticos, judiciales y militares los hombres adultos
mayores de 18 años, aunque la plena participación seguía estando reservada a la oligarquía.
Las mujeres, al igual que extranjeros residentes y los antiguos esclavos no tenían derechos
de ciudadanía, a pesar de ser considerados personas libres.

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En el ejército hoplítico podemos ver la importancias que le daban los ciudadanos al bien
común dentro de su polis, poniéndolo por delante incluso de su propia vida. En este tipo de
formación tanto aristócratas como los labradores más acomodados y artesanos (quienes
podían costear los gastos del armamento) peleaban en igualdad de condiciones y gracias a
la forma del escudo cada guerrero protegía a quien formaba a su lado. Esta igualdad en el
campo de batalla debilitaba la idea de superioridad de los aristócratas y junto con esto el
derecho que tenían a ejercer el control político. Esto género que los hoplitas no
pertenecientes a la aristocracia no pongan resistencia a la toma de poder por parte de los
aspirantes a tiranos.
Las rivalidades entre las familias aristocráticas, que habían existido en toda la historia
formativa de las polis, se agravaron durante los siglos VII y VI, generado guerras civiles que
podían durar varias generaciones y afectaban a la buena marcha del estado. Esta situación
hacia que los golpes de estado ejercidos por los tiranos sean apoyados por los ciudadanos,
sobre todo los ex - hoplitas. Para hacer estos golpes de estado los tiranos necesitaban
hombres y recursos, que habitualmente procedían de aristócratas excluidos del círculo
dirigente de la polis. Los ciudadanos más humildes también apoyaban los golpes dirigidos al
grupo que los explotaba.
Muchas de las medidas tomadas por los tiranos hicieron que las polis progresaran,
alcanzando niveles económicos muy superiores a los existentes. También tendieron a
mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos más humildes y los del sector medio de la
sociedad, limitando el poder y los beneficios de la oligarquía gobernante.
Uno de los tiranos más destacados de esta época fue Solón, durante su régimen se
tomaron medidas como cancelar la esclavitud por deudas, permitiendo volver a su polis a
aquellos que habían sido vendidos al extranjero. Al cancelar sus deudas volvió a darles a los
campesinos más pobres el control sobre ellas. Creo una clasificación económica de los
ciudadanos, lo que se llamo “organización timocrática”, dividiendo a los ciudadanos en 4
clases censitarios según la cantidad de hectáreas de las que disponían. Al tomar el poder, el
también tirano, Pisistrato afirmo las medidas favorables al sector más pobre del demos que
había tomado Solón, sumándole la creación de un fondo creado por impuestos a los
grandes terratenientes que se utilizaba para asistir a los campesinos, para que no tengan
nuevamente que caer en el endeudamiento y para organizar festividades religiosas que
fomentaban la unidad del demos.
Las tiranías, a pesar de intentarlo, nunca lograron convertirse en dinastías legando el
poder a sus hijos y ninguna duro más de 3 generaciones, la mayoría se terminaron en la
primera o segunda generación.
Al ser derrocados los tiranos, en la mayoría de los casos, el poder volvió a manos de las
aristocracias, pero ya debilitadas no podrían quitar a los ciudadanos pobres los beneficios
otorgados por los tiranos, ni negar a los hoplitas que no pertenecían a la aristocracia el
derecho a interferir en las decisiones públicas.

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4) Al mismo tiempo que los griegos habían creado sus ciudades estado y perfeccionando su
sistema político, en Oriente, el imperio persa se había convertido en la potencia más grande
conocida hasta esa época.
En este imperio el poder político estaba en las manos de una sola persona, el monarca,
sus súbditos le rendían tributo, pagaban impuestos y debían arrodillarse en señal de
sumisión, a cambio eran protegidos de los intrusos.
Durante el reinado de Darío I, Persia intento que Atenas (al igual que otras polis del
mundo griego) pase a formar parte del imperio, rindiéndole tributo a su rey. Esto desato la
batalla de Maratón, en la que Atenas pudo repeler al ejército persa y salir victoriosa. Estos
acontecimientos hicieron que los atenieses reflexionen sobre la importancia de un mando
militar eficaz. Los estrategas, encargados de acciones militares, comenzaron a considerarse
más importantes que los arcontes (que tenían responsabilidades jurídicas). Esto también
debilito el poder del Consejo de Areópago, que estaba compuesto hasta entonces por
antiguos Arcontes, y comenzó a completarse con individuos elegidos por sorteo. También
decidieron que los generales de las fuerzas armadas no podían elegirse por ese método,
generando que los hombres más ambiciosos se postularan para el generalato (strategia),
considerado en ese momento el cargo con más autoridad.
El sucesor de Darío fue su hijo Jerjes, quien también intento invadir Grecia, logrando que
muchos estados se sometieran a su poderío. Los atenienses, persuadidos por el general
Temistocles, y para hacer frente al poder persa, decidieron destinar las ganancias obtenidas
en las minas de Laurion para construir naves de guerra más eficaces que recibieron el
nombre de trirremes. Para poder sustentar económicamente ese proyecto también se le dio
participación a nuevas polis, formando lo que se conoce como Liga Helénica. La creación de
la flota le dio más participación a los thetes, quienes no habían tenido los medios para
participar en el ejército hoplita, pero si participarían como remeros en las naves. Seria esta
flota la que derrotaría finalmente a los persas en la batalla de Salamina. La participación en
la guerra fue decisiva para que los campesinos comiencen a participar en las decisiones
públicas.
El papel protagónico de Atenas en estas batallas la colocarían en un lugar de superioridad
dentro del mundo griego. Aliándose con los jonios, pero sin la participación de Esparta (a
quien acusaban de ser favorable a los intentos de colonización persa) organizarían una
confederación de ciudades para liberar el Egeo de los persas. Arístides fue el gran
organizador de esta confederación, a la que los historiadores llamaron Liga de Delos, por la
isla en la que se acordó guardar el tesoro recaudado con los aportes de las ciudades unidas
en la liga. Llegando al acuerdo de que cada polis que se incorpore colaboraría aportando
una cantidad de dinero o naves, en base a sus posibilidades, ese fondo común recibió el
nombre de phoros y en principio sería destinado, además de para construir naves, para
pagar a quienes remaban en la flota.
Atenas, al mando de Cimón, dirigiría las campañas para expulsar a los persas de los
lugares que aun ocupaban en el Egeo. Dominando los territorios que eran arrebatados a los
persas, esclavizaban a sus habitantes (esto genero un aumento considerable en la
comercialización de esclavos) y establecieron cleruquías (parcelas de tierra cultivadas por
ciudadanos atenienses) donde podían establecerse los thetes que no disponían de tierras

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en la ciudad de Atenas. Las campañas contra los persas afianzaban el dominio ateniense,
permitiéndole dominar los mares, sometiendo a las poblaciones periféricas y convirtiendo a
la polis en una comunidad capaz de vivir de los productos externos. Atenas se convertiría en
un imperio, obligando al resto de los estados a unirse a la liga y contribuir al phoros, al
mismo tiempo las contribuciones se iban convirtiendo en aportes en metálico más que en
barcos y los fondos eran controlados por Atenas. En el año 454, argumentando que la isla
de Delos era vulnerable a ataques de piratas y persas el tesoro de la liga fue trasladado a
Atenas. El uso de estos fondos genero que incluso los ciudadanos atenienses mas pobres
tuvieran autonomía económica, y pudieran participar más activamente en las decisiones
políticas, ya que podían sobrevivir sin la necesidad de los aristócratas, recibiendo pagos por
distintas actividades públicas (esos pagos recibirían el nombre de misthos). Por otra parte,
las clases dominantes ven compensadas las pérdidas de poder político dentro de Atenas,
con las ganancias que las acciones de la flota y su dominio de tierras en el exterior
proporcionaban, además que aumentaban sus posibilidades de ser tenidos en cuenta como
estrategos y probablemente eran menos los recursos que debían destinar para financiar
actividades en Atenas.
El pago del tributo para la liga afectaba directamente a las oligarquías de las ciudades
aliadas. Atenas fomentaba la democracia en las polis aliadas, para ganarse el favor del
pueblo de esas ciudades, que veían en el modelo democrático una forma de liberarse de la
presión social. En realidad el consenso social ateniense era posible, en gran parte, gracias a
explotación que el imperio ejercía sobre sus pueblos aliados. Las oligarquías solicitarían
apoyo a Esparta y Corinto para poder enfrentar al imperio ateniense, sentando las bases
para la guerra del Peloponeso.

5) Para poner fin al poder de la aristocracia, Clístenes reformo la constitución ateniense.


Abolió las 4 tribus jónicas (phylai) y creo 10 nuevas tribus. Para la creación de esas nuevas
tribus dividió el Ática en 3 zonas geográficas (ciudad, costa e interior) y a estas las subdividió
en diez tercios (trittys) cada una, formadas por varias unidades ya existentes llamadas
demos (aldeas o distritos del Ática). El número de demos de cada trittys podía variar según
sus dimensiones. Cada nueva tribu estaría formada por tres trittys (una de cada zona). Para
intentar debilitar las lealtades familiares y fortalecer las políticas, los individuos ya no se
identificarían con el nombre de su padre, sino el de su demo.
Basado en estas nuevas tribus se creó el Concejo de Boulé, formado por cincuenta
miembros de cada tribu que se elegían anualmente por sorteo. Este consejo de 500
bouletas reemplazaría al consejo de 400 miembros creados por Solón y se encargaría de
elegir los temas que debían discutirse en la asamblea del pueblo (ekklesía). Debido al
elevado número de miembros participantes en la boulé se decidió que cada tribu ejerciera
el mando durante una décima parte del año, durante este periodo los 50 miembros que
tenían el mando recibían el nombre de prytáneis (refiriendo al periodo de tiempo que
duraba su presidencia).
Los arcontes seguirían teniendo funciones administrativas y la duración de sus cargos
seguiría siendo la misma, pero se creó un colegio de magistrados que acabarían teniendo

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más poder que el arconte. Para el año 487 a.C. el puesto de arconte se elegiría por sorteo
entre un gran número de candidatos presentados por los diferentes demos, igual que se
hacía con los miembros de la boulé.
El ejército se reorganizo en base a las nuevas tribus y cada una elegía un comándate de
infantería, uno de caballería y sobre ellos un jefe general que recibía el cargo de strategoí,
estos podían ser reelegidos una cantidad de veces indefinida. Ante los acontecimientos
ocurridos en las guerras médicas y al contar con la ventaja de no tener limitaciones de
tiempo, el puesto de estratego pasaría a ser el más prestigioso de Atenas. Este no era
elegido por sorteo, sino que se votaba en asamblea.
Los miembros de los tribunales populares encargados de impartir justicia (diskatéria)
también eran elegidos anualmente por sorteo. Cualquier ciudadano mayor de 30 años podía
ser elegido como jurado en los discaterios. El número de dicastas asignado a cada caso
variaba entre 201 y 501 (cantidad impar era para evitar empates). El elevado número de
jurados era para implicar a la mayor cantidad de ciudadanos en la toma de decisiones e
impedir sobornos, las sentencias del tribunal eran inapelables. La cantidad de jurados podía
incluso ser mayor para casos de naturaleza política e incluso podían ser juzgados por la
asamblea.
En la asamblea podían participar todos los ciudadanos varones mayores de edad (las
mujeres y los esclavos no tenían derecho a voto en estas asambleas). Esta asamblea seria
quien tendría el poder decisivo en las cuestiones referidas a la promulgación de leyes,
asuntos de guerra, decisiones económicas y legislativas de la polis. También eran los
encargados de elegir a los diferentes cargos institucionales. Los miembros de la boulé al
igual que a los arcontes y dicastas eran elegidos por sorteo y a los funcionarios con más
prestigio como los strategoí eran elegidos por votación. Más tarde hacia el 354, con el
surgimiento de problemas económicos, se creó una “Comisión de fondos de festejos” que
adquirió una función de control sobre toda la administración del estado, los miembros de
esta comisión también eran elegidos por votación y su cargo podía ser renovado
(posiblemente eran elegidos por periodos de 4 años). Estos cargos demuestran que a pesar
de privilegiar la participación de todos los ciudadanos en los asuntos públicos, para las
funciones consideradas más sensibles reconocían la importancia de los expertos.
A pesar de que todos los ciudadanos tenían derecho a participar de las asambleas, había
muchos factores que hacían que no todos ejerzan ese derecho. Uno de los impedimentos
más importantes para participar en la vida pública era la falta de tiempo o de recursos que
no le permitían consagrar su atención a los asuntos públicos. Si bien los pobres no tenían
negado el acceso a un cargo en la polis, para acceder a un cargo de liderazgo serio, como
estratego o retor en la asamblea y en los tribunales de justicia debían participar
activamente durante varios años, y para esto los recursos económicos resultaban
necesarios, ya que había que disponer de cierto nivel de riqueza para poder dedicar tiempo
a asistir a las reuniones, sobre todo considerando que las reuniones, que comenzaron
siendo mensuales, pasarían a ser semanales. Esto hacia que muchos campesinos estuvieran
más interesados en cultivar su tierra que en participar de la vida pública. En el año 452 a.C.
Pericles dispuso el pago de un obalo para quienes participaban en las asambleas, pero igual
no era mucho comparado con los sueldos que esa época. Otro factor importante fue el

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lugar donde residían los ciudadanos, ante la imposibilidad de trasladarse para asistir a las
reuniones la mayoría de los participantes eran pequeños comerciantes y artesanos de la
ciudad. Si bien el saber leer y escribir podían considerarse una ventaja para participar, al
darle la oportunidad de enterarse por sí mismos de los temas a tratar en el día, no se
consideraba un factor importante, ya que el conocimiento político y estar informado sobre
asuntos públicos no estaban ligados a una educación formal, ya que la sociedad seguía
siendo esencialmente oral.
A pesar de los factores en contra muchos ciudadanos humildes participaban en las
asambleas y muchos eran elegidos como funcionarios, sobre todo en los puestos que se
elegían por sorteo, al considerar que todos los ciudadanos eran competentes para
desempeñar esos cargos.
La política se lleva a cabo a través de figuras destacadas de la aristocracia, que así se
sentían solidarias con el pueblo, pero era llevada a cabo por los nuevos instrumentos
representados por la política a través de la persuasión. Protágoras enseñaba que en la
democracia todos podían participar, pero el adiestraba a los jóvenes para hacerse ilustres
en la ciudad a través de la participación política que les permitía “hacer más fuerte el
razonamiento débil”.
Hacia 430 muchos ciudadanos ricos que se sentían a gusto trabajando (o utilizando) el
sistema democrático experimentaron un sentimiento de marginación. Los miembros de las
familias acomodadas decidían abstenerse de participar en la vida pública de las polis, sobre
todo porque sus puntos de vistas político no encontraban mucho apoyo.

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