En un contexto histórico este producto ocupa un papel crucial en el desarrollo de las

sociedades respecto a la higiene y limpieza, aunque no es posible precisar cuándo tuvo

sus primeros inicios, sin embargo, existen indicios que datan del año 2500 a.C., en la
población de Sumeria, según escritos encontrados en una tabla de arcilla con escritura
cuneiforme, da a entender la forma en que lavaban la lana por medio de una mezcla de
agua, aceite de acacia y un álcali cumpliendo las funciones del jabón. Después en el año
1500 a.C., se le daba el uso a una mezcla similar (grasa animal, aceites vegetales, sales
alcalinas y cenizas) con el fin de curar infecciones de la piel. En términos etimológicos la
palabra jabón procede del latín “saponem”, resulta de una práctica realizada en la
montaña Sapo, en donde se sacrificaban animales cuya grasa fundida, era arrastrada
junto con las cenizas y barro hasta las orillas del Tiber.

Posteriormente el jabón tuvo sus inicios en la industria debido a los trabajos científicos
acerca de álcali y carbono con calor (Nicolás Leblanc,1787); a partir de esto se descubrió
la glicerina la cual fue llamada “olsus” (Scheele,1783), luego esto conllevo al químico
francés Eugene Chevreul a explicar la saponificación, afirmando que “El jabón es la sal
metálica de los tres ácidos grasos”.

Por otro lado, la biodegrabilidad de los jabones es un componente importante en su

composición química, debido a los problemas presentados después de la segunda guerra
mundial respecto a los residuos que generaban los jabones hechos a base de petróleo
(los alquilbencensulfanatos (ABS)) en aguas potables y de mar. Por lo cual se originó una
discusión alrededor del mundo sobre este tema, concluyendo en una legislación que exige
a los fabricantes en la industria de jabones y detergentes, comprobar la biodegrabilidad de
sus productos.

(Resolución No. 0689 de 2016)

"Por la cual se adopta el reglamento técnico que establece los límites máximos de fosforo
y la biodegradabilidad de los tensos activos presentes en detergentes y jabones, y se
dictan otras disposiciones”.

artículo 7: "Serán válidos igualmente, como documentos soporte de declaración de

conformidad de primera parte, en relación con el cumplimiento del requisito de
biodegradabilidad, los resultados de ensayo de laboratorio realizados directamente sobre
los tenso activos que serán utilizados en el proceso de formulación de los detergentes y
jabones objeto de la presente resolución, siempre y cuando los mismos se realicen en
laboratorios acreditados por el Organismo Nacional de Acreditación ONAC o que hagan
parte de los acuerdos de reconocimiento multilateral suscritos por este organismo y
conforme a los métodos señalados en el literal b) del presente artículo” (Ministerio de
Salud y Proteccion Social, 2017)

En conclusión, el concepto que define al jabón es:” sustancia solida o liquida que
mezclada con agua es utilizada con fines domésticos, industriales y personales”. Este
compuesto simple, surge como producto de una reacción química entre un componente
graso y un compuesto alcalino (NaOH y KOH). Para finalizar, el jabón ha contribuido no
solo a mejorar la calidad de vida, sino también a salvaguardar la salud general de la
población mediante su implementación en la higiene.