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El acceso al consumo, uso y beneficios que brinda el agua es un derecho que tienen las
personas para su bienestar y vida digna. Pero también la producción de alimentos
requiere de cantidades variables de agua, al igual que la actividad industrial y rural, sea
agrícola, pecuaria o forestal. En la actualidad, su disponibilidad se encuentra amenazada
y su eventual escasez representa un serio desafío para los países del mundo. Sobre el
punto, es oportuno recordar que el próximo 22 de marzo se celebra el Día Mundial del
Agua: una fecha que debe servir para reflexionar y pasar de las buenas intenciones a la
acción sustentable en el cuidado y uso del vital recurso. (Ing. Agr. Fernando Díaz
Shenker)*
/ ABC Rural
El agua es un líquido clave para la vida y bienestar de las personas, plantas y animales.
Sin embargo, el continuo incremento de la población mundial y la creciente
urbanización han ocasionado un aumento en su demanda.
De este modo, la relación entre la disponibilidad de agua y su uso y consumo se vuelve
cada vez más crítica por la sobreexplotación de este recurso; el agotamiento de sus
reservas y la contaminación del agua por residuos, el vertido de desechos químicos de
industrias y de los hogares, principalmente. Lo que ocurre con el lago Ypacaraí, la bahía
de Asunción, el arroyo Mburicaó y otros es un ejemplo contundente de lo expuesto.
El acceso al agua potable continúa siendo uno de los principales retos definidos en los
Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), redactados por la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) en el 2000. Precisamente, el ODM 7, que busca garantizar la
sostenibilidad del ambiente, tiene como una de sus metas: “Para el año 2015, reducir a
la mitad el porcentaje de personas que carezcan de acceso sostenible al agua potable y
servicios básicos de saneamiento”.
Estas deficiencias son las que provocan la aparición de enfermedades por parásitos
(anquilostomiasis, ascariasis); bacterias (cólera, salmonelosis); virus (hepatitis); además
de otras causadas por el vertido de desechos y sustancias químicas.
EN PARAGUAY
Esto se agrava por el mal uso y pérdidas del recurso; las modificaciones a los cauces
hídricos; el drenado de los humedales por la ganadería y cultivos agrícolas (arroz); la
contaminación misma del agua.
CONCLUSIÓN
Cada país debe contar con agua potable para el consumo y la producción. Esto implica
una gestión racional, planificada y sostenible de un recurso que cada vez se vuelve más
estratégico para el bienestar de las personas y las pretensiones económico-productivas
de las naciones. Paraguay tiene ventajas comparativas en cuanto a la disponibilidad del
agua, pero debe mejorar su gestión y preservación volviéndolas más eficientes.
Pero es responsabilidad de cada ciudadano usar racionalmente el vital líquido; así como
de los gobiernos, la de asegurar su provisión responsable; la calidad de vida depende de
su buen uso.