Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
y la industria
Dr. Carlos Loup Reyes (*)
CULTIVO RACIONAL DE MBOCAYÁ
Sería interesante impulsar un “Plan Nacional del Mbocayá” para establecer cultivos
racionales de cerca de500 a1000 ha alrededor de cada industria. Y, al mismo tiempo,
densificar y racionalizar áreas, donde existen los “mbocayaty” (cocotales) silvestres, a
fin de establecer nuevas industrias para el aprovechamiento de los frutos, acciones con
los que será factible generar un ingreso aproximado de USD 60 millones al año, para
unas 20.000 familias involucradas en el proyecto, a razón de una hectárea por familia.
De esa forma, se podrá abaratar el costo de la materia prima, al tiempo de aumentar el
ingreso para cada campesino. Además, propiciará que la industria nacional pueda recibir
materia prima de buena calidad y rendimiento óptimo. Incluso, será posible introducir
en el mercado internacional aceites con precios competitivos, otorgando tranquilidad y
confianza al mercado comprador, por asegurarle una provisión constante y continua. Por
otra parte, la producción de biodiésel, a partir del aceite de coco, representa otra
interesante opción para el mercado nacional, cuyo potencial puede ser aprovechado por
las industrias dedicadas a este rubro.
PRECIOS Y PERSPECTIVAS
Actualmente, el campesino pide G. 20.000 por cada cajón de coco entregado, pero su
posibilidad de cosecha es de apenas 30 cajones por familias rurales. Esto significa que
su ingreso será 12 veces más de lo que hoy obtiene con recolecciones silvestres,
aplicando un trabajo fácil, liviano y descansado, que inclusive los niños y abuelos
pueden realizar. Con relación a la escasa colocación por hectárea, lo que le da un
ingreso directo, incluso con este alto precio, de G. 600.000 por año/ha. En ese sentido,
se debe considerar que ese precio pretendido es muy alto para las industrias, porque les
quita competitividad en el mercado internacional y, también, les genera una importante
crisis con posibles cierres de fábricas.
Sin embargo, la solución propuesta es que con el cultivo racional del coco, en un
sistema “al tres bolillo”, con una separación en forma intercalada de4 m entre plantas, el
agricultor podrá tener unas 725 plantas por hectárea. Estas a partir del sexto año
aproximadamente permitirán cosechar unos 700 cajones de coco al año, en una hectárea,
los que vendiendo a G. 10.000 por cajón, que es la mitad del pretendido, hará ingresar
unos G. 7.000.000 por zafra a pequeñas del carozo; a nivel industrial se puede obtener
entre otros, carbón activado que tiene buen precio y alta demanda. Con el cultivo
racional del mbocayá, la parcela desarrollada puede aprovecharse con cultivos
asociados de renta o consumo familiar, también con plantas medicinales mientras se
esperan los cinco años en que comienzan a fructificar las plantas de mbocayá cultivadas.
En cuanto al costo de implantación, asciende a unos 1.000 USD/ha, incluyendo el costo
de los cultivos asociados, dos por año.