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Estos apuntes quieren acercarse al español hablado por una de las minorías lingüísticas
más débiles de España, ya asimilada casi por completo a la comunidad mayoritaria, a la
hispanohablante.
Olivenza fue, hasta los años cuarenta, de mayoría lusohablante y minoría hispanohablante.
Pero la generación de la época empezó a enseñar a sus hijos, nacidos a partir de los cincuenta, a
hablar en español. En rasgos generales, la españolización empieza en la misma familia, donde
con- vive la lengua de los mayores con la de los jóvenes. A esto se añade la presión española de
la escuela, la Administración, la Iglesia, los señoritos... y tenemos igualmente una lengua
prestigiosa (de ricos y jóvenes) y otra sin prestigio (de pobres y viejos), sin olvidar a la
comunidad hispanohablante de las clases populares. A partir de aquí, el proceso es imparable.
Y mucho más entre los que emigraron, aunque los lusófonos siguen expresándose en su lengua, a
pesar de vivir lejos de la tierra, salvo excepciones (las de quienes renegaron del portugués). Hoy
se estudia portugués en la escuela primaria, pero como lengua "extranjera" (!), y habiendo de
renunciar el alumno al inglés y al francés.
En cuanto a los contactos entre las gentes de un lado y otro del Guadiana, han disminuido
considerablemente desde el estudio de Matias (años sesenta y setenta), y la situación de diglosia
ha cambiado desde que se publicara la gramática de Vázquez Cuesta & Mendes da Luz, en favor
del español.
Aquí se pretende describir el español oliventino, que presenta lusismos y rasgos del habla
extremeña leonesa meridional, leonesa porque al oeste de la vía de la Plata se extendió ese
dialecto (y se corresponde con la Extremadura leonesa), y meridional por compartir la Baja
Extremadura tantas isoglosas con las vecinas hablas de Andalucía. Pero si el andaluz es tan
diverso, el extremeño (por llamarlo así) lo es aún más. Podríamos considerar una franja de norte
a sur, paralela a la del gallego-portugués, de Asturias a Huelva, como el ámbito sensu lato del
español leonés (que ya no "romance leonés", dialecto histórico del latín hispánico).
2. FONÉTICA Y FONOLOGÍA
La entonación
La entonación oliventina es aún más exclamativa y de tono más elevado que la extremeña
en general. Hay una conciencia de "caída, dejarse caer" o de "cantar", que el hablante sabe
propia y característica de la comarca, siendo más acusada en Olivenza que en las aldeas. Se
advierte más en las interrogativas que en las enunciativas, sobre todo en las parciales: ¿Y
ento(n)ce(s), cuándo viniste? (esp. norm. ¿Cuándo has venido?). En cambio, en español
normativo la entonación distintiva es más propia de las totales.
Con frecuencia los no habituados a escuchar esta melodía confunden a los oliventinos con
mexicanos, argentinos o gallegos.
Características fonéticas. Distinción fonológica
Señalamos aquí los rasgos fonéticos que apartan al español oliventino del normativo. Las
transcripciones fonéticas son anchas (casi fonológicas) y en AFI (Alfabeto Fonético
Internacional).
Una de las diferencias fonéticas más notables, aunque sin pertinencia fonológica, entre
español y portugués es la articulación de la s. La "dental fricativa sorda predorsal y convexa",
"fricativa predorsodental sorda" o "predorsoalveolar sorda" es la s /s/ del portugués normativo, si
bien en el norte (y en gallego) se da la española normativa /s-/. Por el contrario, la norma
española prefiere esta "alveolar fricativa sorda apical y cóncava" o "fricativa apicoalveolar sorda",
cuando la meridional es precisamente la portuguesa. Olivenza es un enclave en cuanto a la s.
Pero entre ambas realizaciones hay una gradación que va del seseo con /s/ a la distinción entre /s/
y / /. El seseo se da más en las generaciones mayores, entre los bilingües, entre los menos
cultos, y la distinción entre los más jóvenes, más escolarizados y monolingües. Es mucho más
frecuente, aun con la presión de la escuela, el seseo. Se explica por lusismo: no se da en los
alrededores hispanohablantes (Badajoz, Cheles, Valverde de Leganés, Alconchel...).
3. MORFOLOGÍA
El verbo
No se usa el pretérito perfecto compuesto, en cuyo lugar está la forma simple, que abarca
el sentido de ambos, como en portugués y leonés. Probablemente es lusismo.
Subjuntivo. Formas fuertes en la primera persona del plural, por analogía con las demás
(retrotracción del acento): váyamos, vuélvamos. Apenas existe la segunda del plural vosotros,
sustituida por ustedes. Otras formas analógicas: presente de subjuntivo de estar y dar (estea,
esteas, estea, estéamos, estean; dea, deas, dea, déamos, dean); el primer caso puede ser
lusismo (esteja, estejas, esteja, estejamos, estejam).
Tratamiento de persona
No habiendo tradicionalmente segunda del plural, como hemos visto, se emplea ustedes,
que concuerda con la tercera. El sistema, ya en regresión, es: yo, tú, él, nosotros, ustedes, ellos.
Y ustedes ¿a qué escuela andan? (esp. norm. Y vosotros ¿a qué escuela vais?). Es lusismo.
En singular, la forma usted es la de respeto, y las personas que gozan de cierta posición
social (curas, médicos, maestros, abogados...) reciben el tratamiento de don / doña y el nombre
de pila, y no el de señor / señora o doctor / doctora y el apellido.
Partículas
entonces. En español no tiene este valor que, lejos de ser adverbial, podemos llamar de
énfasis. Vid. entonación. ¿Y ento(n)ce(s), cuándo viniste? (port. Então quando é que vieste?)
sino 'más que' (port. senão). Está nervioso, no hace sino morderse las uñas. De uso
más frecuente que en español normativo.
Interjecciones
Hay expresiones que surgen espontáneamente y quedan fuera del ámbito de la sintaxis, las
interjecciones (como el imperativo y el vocativo). A menudo son intraducibles. Casi siempre han
perdido su valor semántico original. Aquí son expresiones portuguesas que sazonan las
conversaciones en español.
Credo! Para Vázquez C. & M. da Luz, significa 'Vade retro!', pero su uso es más
amplio. Se utiliza con un sentido de '¡Caramba!', algo así como la locución catalana Déu n'hi do!,
de difícil traducción. A menudo esta interjección va seguida de Tal é!, de similar valor.
Olha lá! (literalmente, '¡Mira!'). Sólo la entonación puede darnos su sentido, a veces de
des- precio, otras de admiración o asombro, o como llamada de atención...
Régimen verbal
andar (con valor más atributivo que en español normativo) 'estar, ir'. Hoy no ando muy
católico. ¿Todavía andas a la escuela? (con el régimen de ir); andar alrededor de 'ir detrás
de' (port. andar à roda de / em volta de).
copiarse por 'copiarse de' (port. copiar por). En la escuela yo siempre me copiaba
por ti.
hablar en 'hablar de' (port. falar em). Ahora mismo estábamos hablando en ti.
quitar / sacar (confusión). En portugués, tirar puede tener ambos sentidos. Lusismo
sintáctico-semántico. Este año me quito el carné de conducir. ¡Sácate de ahí! Algo similar
ocurre con quedar por dejar. Quedamos las bicis en esa curva.
querer [algo][a alguien] 'querer [algo] [de alguien]'. ¿Qué me quieres? (=¿Qué
quieres de mí?)
saber. Uso sin complemento directo, pero no estrictamente intransitivo, típico del
portugués. Ya sé (port. Já sei), esp. norm. Ya lo sé. ¡Sé allá! (port. Sei lá!), esp. norm. ¡Yo qué
sé!
Construcción nominal
todo, -a, -os, -as (no precediendo al nombre). ¿Cómo quedó allá la gente toda?
El artículo determinado. Generalmente, delante de los nombres propios de persona
(considerado vulgarismo en español y normativo en portugués) y omitido delante de los ríos
(rasgo extremeño): v.g. Guadiana (fem.) por el Guadiana. Y se intercala entre el nombre
personal y un número que lo determine: v.g. nosotros los dos (port. nós os dois). También en el
verano (port. no Verão), a las veces por a veces (port. às vezes), etc.
al pie de 'al lado de' (port. ao pé de). Aunque se da en español clásico (como en el
Quijote), lo considero lusismo, ya que en portugués sigue viva la expresión.
dar larga [a algo o a alguien] 'dejar ir, dejar escapar, dejar salir' (port. dar largas a).
Le di larga a un galápago que cayó en la tarrafa.
p'ahí 'por ahí' (port. para aí, pra aí). Construcción portuguesa y aféresis española.
por casa de 'a causa de, por culpa de' (port. por causa de).
todavía encima 'y encima' (port. ainda por cima). Todavía encima de que vengo a
verte me tratas así.
Tematización portuguesa
ahí es que... / ahora es que... Se da muchísimo más que en español normativo: Ahora
es que viene ella o Ahora viene ella (port. Agora é que vai ser ela), esp. norm. Ahora sí que
viene lo bueno.
Respuesta-eco portuguesa
5. LÉXICO Y SEMÁNTICA
Lusismos propios del español oliventino. Se trata de palabras portuguesas más o menos
españolizadas fonológica y morfológicamente (en el caso de los lusismos léxicos). Las escribo
como aparecerían en un diccionario español (general o dialectal). Cuando coexisten varias
formas, se dan en la entrada.
arañón 'arañazo' (port. norm. arranhão, port. oliv. aranhão). Cf. port. norm. aranhão
'araña grande'.
franganito 'pollito' (en el sentido del port. franganito 'rapazinho empertigado, com
ares de homem').
fudurento 'gruñón' (port. fedorento 'hediondo, maloliente'). Se emplea con este sentido
tam- bién en portugués (fedorento) y en español canario (hediondo). La voz española, también
en Olivenza (con h aspirada).
mela 'tizón (enfermedad)' (port. mela). Este año el melonar no vale nada, cayó la
mela.
mermelada 'dulce de membrillo, carne de membrillo' (port. marmelada). La voz
mermelada es lusismo en español, pero sólo conserva su valor generalizado. En español
oliventino, como en portugués, se emplea para ambos significados.
ogarzo, saragazo 'sargazo (?)' (port. sargaço (?), port. oliv. saragaço, ogarço).
pegañar 'reñir, discutir, molestar' (port. peganhar); pegañoso 'que pegaña, pegajoso'
(port. peganhoso), tanto literal como figuradamente. ¡Qué pegañosos son, no dejan en paz al
abuelo!
pica-peixe [pika'pe: i] (voz portuguesa) 'martín pescador'. Cf. esp. extr. picapez.
rabacero, arrabacero (port. rabaceiro 'que gosta de toda a fruta'). En sentido figurado,
ya en portugués, 'pillo, tunante, juerguista'. No es malsonante.
rafero 'goloso' (port. norm. rafeiro 'cão ou designativo de cão de certa raça própria
para guarda'); port. oliv. rafe(i)ro, port. norm. guloso. Voz propiamente oliventina.
senara 'mies' (port. seara). Este año, con la sequía, las senaras no crecieron.
sonso 'soso' (port. norm. insonso, port. oliv. sonso). Cf. port. norm. sonso, que significa
'in- disimulado' y es un españolismo (de zonzo).
tarrafa, tarraya 'esparavel, tarraya' (port. tarrafa). Los pescadores emplean las dos
voces subrayadas.
entallarse 'pillarse los dedos' (port. entalar). Ya me entallé (esp. norm. Me he pillado
los dedos). Figuradamente: Ya te entallaron pa(ra) trabajar.
frijón 'judía' (port. feijão). Otras variantes: fréjol, frejón (esp. leonés), fríjol (esp.
americano), frijol (esp. americano). Puede ser un cognado de los romances castellano, leonés y
gallego-portugués. La forma oliventina también se da en español andaluz.
maltés 'maleante, juerguista' (port. maltês); en Olivenza, sólo con este sentido restringido
(también en portugués oliventino). Lo mismo ocurre con maltesería (port. maltesaria) y
malteseo (forma propiamente oliventina).
avellana 'cacahuete'.
cansino 'que cansa, pesado, molesto'. En Olivenza coexiste con temoso y pegañoso.
cerillo 'cerilla'.
corcha 'corcho'.
chobo 'zurdo'.
machar 'machacar'.
modorro 'tonto'; en Olivenza, también madorro.
morgaño (Extremadura, Aragón) 'araña' (port. norm. aranha, port. oliv. morganho,
aranhol(i)). Cf. port. norm. aranhol 'agujero de arañas'.
Voces sinónimas que pertenecen a alguna de las normas cultas del español (se señala la
más usada en Olivenza).
alacrán / escorpión. En el sur de la península Ibérica, las voces árabes (port. lacrau,
alacrau, cat. alacrà); en el norte, las latinas (port. escorpião, cat. escorpí).
alcoba / dormitorio.
amolarse / fastidiarse.
balón / pelota.
cochera / garaje.
comercio / tienda.
culebra / serpiente.
chico / pequeño.
chocho / altramuz.
chozo / choza.
dulcería / pastelería.
escardillo / sacho.
escuela / colegio.
frigorífico / nevera.
galápago / tortuga.
loza / vajilla.
maestro / profesor.
porrón / botijo.
temoso / pesado / molesto. Cf. port. teimoso, de más uso que en español, y el verbo
teimar.
6. COROLARIO
G. Salvador, "Lusismos", in Enciclopedia lingüística hispánica (II), Madrid 1967, pp. 239-
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