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Nombre: Edwin Jesús Martín Estrada

RFC: MAEE960614552
CURP: MAEE960614HYNRSD00
Número de registro:
Entidad federativa: Yucatán
Nivel educativo al que aplica: Educación primaria

La convivencia ¿Un requisito indispensable para mejorar la educación en México?

Introducción

Hablar de convivencia, implica distintas maneras de verla a partir de las

perspectivas por donde se mire. Uno puede verla, como aquella reunión donde los

presentes tienen una excelente relación, existe un ambiente repleto de valores y

comunicación de ideas donde se cumplan los requisitos necesarios para entenderse unos a

otros y se pueda crear esa aura positiva. De esta manera, y visualizando todo lo que ocurre

en las aulas del país, es preciso abordarla desde el ámbito educativo, particularmente en la

educación básica, donde día a día, surgen nuevas experiencias y dudas en cuanto al trabajo

que se está ubicando en relación a esta competencia que deben surgir en los alumnos.

Tocarla y ponerle un margen de acción bastante amplio y estratégico, debería tener impacto

importante en cuanto a la gestión docente para ubicar principios, metodologías y métodos

que, en un lapso de tiempo establecido, den resultados efectivos y reales en todos los

marcos educativos que existen en el país, teniendo alumnos que puedan sobresalir en

aspectos sociales no solo en la escuela, si no en el contexto, donde se demuestra lo

adquirido dentro del aula.


Desarrollo

Las nuevas políticas educativas, se han ido organizando para contemplar a la

convivencia como una de las competencias que el alumno debe alcanzar al finalizar la

educación básica, la cual los haga un ciudadano que pueda relacionarse adecuadamente con

los demás, que sepa resolver cualquier situación con los demás de una manera colectiva y

armoniosa, para lo cual se necesita ponerle reflector a la situación. Trabajarla no solo

aborda el hecho de convivir como tal, sino que también pone hincapié a distintos conceptos

que van de la mano con el logro integro de esta. Se necesita una excelente autorrealización

del alumno, que sepa conocerse así mismo para que pueda tolerar a los demás. De igual

manera Ortega (2006) menciona

En el centro educativo, la convivencia se entiende como el entramado de relaciones

interpersonales que se dan entre todos los miembros de la comunidad educativa, y

en el que se configuran procesos de comunicación, sentimientos, valores, actitudes,

roles, status y poder (p.19).

Con ello podemos entender que ubicar a este concepto como un eje esencial para la

mejora continua de la educación traería consigo beneficio para los docentes del país y para

los alumnos, facilitando el trabajo y brindando puntos esenciales para otros temas de
importancia actual, como lo son el trabajo colaborativo y la educación socioemocional que

es un eje que se aprende desde grados inferiores en educación básica.

De la misma forma, debemos enfocarnos y analizar que, en los tiempos actuales, el

tema sobre los valores y la convivencia es algo controversial, dicho así porque se está

atravesando una crisis como sociedad, donde la violencia, la falta de moral y criterio ante la

vida de los demás está cada vez peor, incluso basta con leer cualquier noticia de hoy en día

y no faltará algo relacionado a esta temática. Las personas cada vez son más apáticas a los

demás integrantes de este planeta y el raciocinio que se tiene como un gran potencial no se

usa para lo que realmente se fue dado. Aunado a esto, existe la globalización que logra

infiltrar en todos los ámbitos sociales todo lo que pasa en el mundo, lo que provoca que en

las aulas también se concentre esta temática.

Como docente, se necesita estar comprometidos para poder afrontar los retos sobre

la convivencia escolar, que tendrá que abordar un aglomerado de conceptos que forman

parte de esta, teniendo que ser meticulosos en las estrategias que se buscan implementar y

que, a su vez, puedan tener el impacto deseado en los alumnos a los que se tiene al cargo.

Tal como menciona la Secretaria de Educación Pública (SEP, 2016) “enseñar y aprender a

convivir constituye uno de los pilares de la educación, por lo que la escuela como parte de

su función social puede contribuir decididamente a consolidar este aprendizaje, a través de

un proceso intencionado y sistemático” (p. 3).

Con esto se afirma que la escuela da la responsabilidad como actores de la misma de

construir un plan de acción que pueda mostrar en los alumnos esa convivencia formativa en

todos los aspectos tanto físicos como emocionales y sociales, así como educativo que les

permita desarrollarse como tal en sus ambientes de aprendizaje y esparcimiento, dotado de

los elementos que lo hacen plenamente humano y que les permita comunicarse de cualquier
manera con sus semejantes, pudiendo crear un adecuado intercambio de pensamientos,

acuerdos, actitudes e incluso toma de decisiones que también terminen desembocando en

un ambiente de aprendizaje donde el trabajo colaborativo y la integración no sea un

problema serio como lo es actualmente y se elimine el egocentrismo y el rezago de alumnos

en las aulas.

Con esto se podrá cumplir con ese perfil que busca tener la educación del México

actual en los alumnos, donde en su apartado referente a las habilidades socioemocionales y

proyecto de vida menciona que el alumno como sujeto debe estar preparado para la vida en

sociedad, tal y como lo menciona la SEP (2016)

Debe tener capacidad de atención. Identifica y pone en práctica sus fortalezas

personales para autorregular sus emociones y estar en calma para jugar, aprender,

desarrollar empatía y convivir con otros. Diseña y emprende proyectos de corto y

mediano plazo (por ejemplo, mejorar sus calificaciones o practicar algún

pasatiempo (p.26).

No existe negación alguna sobre la tarea que se debe cumplir como forjadores de

seres propicios para enfrentar la sociedad, de cumplir al pie de la letra todas las

características respectivas de un docente, desde el ser analíticos, de poder observar a lo que

enfrenta y ser decididos a lo que se debe hacer ante cualquier problemática, para dar un

salto hacia la investigación y reflexión acerca de la metodología y el programa que seguir

para lograr erradicar o disminuir el ya mencionado conflicto que tienen las aulas, así como

lo menciona Guillen (2014):

El buen profesor disfruta de su profesión, se responsabiliza de la misma y asume su

enorme trascendencia, reflexiona sobre las prácticas educativas partiendo de la base


de que el aprendizaje es un proceso complejo, se adentra en el futuro a través de una

formación continua y comparte (p.12).

Debemos propiciar el buen trato, eliminar el bullying y violencia creciente que

impacta a todos los sectores de la población, y que, con el anterior punto de vista, deja más

claro y preciso que es con la convivencia la mejor forma de disminuir la situación de

seguridad que enfrenta el país y la mejor opción de englobar todas las características de una

digna educación y respeto a los derechos de nuestros alumnos.

Conclusión

Vivimos en una situación social actual en el país de extrema alerta, donde no se

puede encontrar una paz y donde no podemos estar tranquilos ni siquiera en las escuelas,

donde los alumnos todos los días sufren situaciones que rompen con la convivencia que se

espera lograr en la educación básica actual, como una competencia propia para lograr

aprendizajes y tratos colectivos alrededor de las diferentes esferas sociales. La convivencia

puede enfatizar de manera sutil en un periodo de tiempo determinado en esa lucha

constante que el docente como principal responsable del aprendizaje, ejerce para planear,

modificar, evaluar y potenciar el aprendizaje de una manera continua y que pueda

visualizarse en los alumnos ese deseo de pertenecer a un grupo con todas las adecuadas

características que lo enmarcan y que pueda fortalecer habilidades y actitudes en cuanto a

las relaciones, intercambio de ideas, propuestas y experiencias. Así pues, a la larga, entablar

una correcta relación entre el aprendizaje y la educación basada en los valores y la

convivencia, sin duda tendrá frutos en la vida contextual y dejaremos de padecer aquellas

infecciones sociales que han dejado deterioros en todos los ámbitos que emanan del país.
Para finalizar, propongo y defiendo la idea de que todos los profesores debemos denotar ese

compromiso fundamental que es parte de nuestra labor en relación a la formación y

moldeamiento de seres humanos dignos para salir y enfrentarse al mundo, con todas esas

herramientas y competencias que se necesitan, así como el elemento reflexivo de nuestra

práctica para forjar estas metas.

Referencias bibliográficas
Muñoz Olivero, Juan Ariel, Villagra Bravo, Carolina Pilar, & Sepúlveda Silva, Segundo

Edgardo. (2016). Proceso de reflexión docente para mejorar las prácticas de

evaluación de aprendizaje en el contexto de la educación para jóvenes y adultos

(EPJA). Folios, (44), 77-91.

Recuperado de:

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S012348702016000200005&l

ng=en&tlng=es

Ortega, R. (2005). La convivencia: un modelo de prevención de la violencia. En la

convivencia en las aulas: problemas y soluciones. Madrid:Ministerio de Educación.

Recuperado de:

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2240750

SEP (2016). Aprendizajes clave para la educación integral. Educación básica. México:

SEP.

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