Ausencia

de Creatividad l

En esta ocasión abordaremos sobre la necesidad de la creatividad como fuerza motora para el
desarrollo de ideas y habilidades, como importante alternativa para el desarrollo personal; de
cómo esta siendo apabullada y socavada en nuestro sistema académico y social y como cada
vez más la gente es menos creativa y más cautiva del sistema, destruyendo en mucho su
naturaleza humana de pensar y reflexionar; una buena definición de la creatividad es la que
nos da Ken Robinson “Ser creativo suele implicar jugar con las ideas y divertirse: placer e
imaginación. Pero la creatividad también tiene que ver con el trabajo muy centrado en ideas
y proyectos, para darle la mejor forma posible y, a la vez, emitir juicios críticos sobre cuál es
el trabajo mejor y por qué. En todas las disciplinas, la creatividad se sirve también de la
destreza, los conocimientos y el control. No se trata solo de tener libertad, sino de
centrarse”. Nuestro sistema educativo se ha convertido en un cementerio de ideas; en nuestra
etapa académica nuestra creatividad es opacada y en ocasiones eliminada todo a cuenta de la
globalización y del enfoque académico incentivado por este sistema industrializado que solo
busca proveer de mano de obra calificada a la industria, desconociendo y opacando las
habilidades que tiene cada persona; la educación se ha convertido en un sistema cada vez más
apático y alejado de las necesidades de los estudiantes, se trata a los mismo como simple
maquinas en busca de información que casi siempre no es de calidad, también es muy
estructurada y lo que logra es saturar a los estudiantes, muchos de ellos no terminan siquiera
la preparatoria, las cifras son menos alentadoras cuando se trata de la universidad, son cada
vez menos los que tienen la oportunidad de llegar allí.

Nuestro sistema educativo está mal diseñado, no entrega las suficientes herramientas a los
estudiantes para que enfrenten los retos del hoy y del futuro; el sistema educativo fue creado
y desarrollado para solventar las necesidades de una época anterior, con lo cual el mundo
reclama y necesita una transformación de fondo, donde se tengan en cuenta a todos los entes
de la sociedad y donde exista una participación activa de la comunidad académica, es
necesario derribar las barreras en las que se encuentra la educación sumergida en la cual el
sistema educativo es visto como una fuente de mano de obra para la industria y se convierta
en una fuente de desarrollo personal y incubadora de creatividad.

Según datos recopilados por la UNESCO, la cantidad de personas que en los próximos 30 años
obtendrán una titulación universitaria superara el total bruto desde el principio de la historia.
Estos datos nos reflejan la situación actual del mercado laboral, en el que predomina un
canibalismo cada vez más acérrimo y perturbador en el que los profesionales se ven presas de
empresarios y las necesidades del sistema, a todo esto sumémosle el hecho que es poco
probable, diría que casi imposible concebir un empleo para toda la vida o por lo menos
garantizarlo para un largo periodo, como solía ocurrir con nuestros padres; de hecho es muy
normal cambiar de empleo, todas situaciones socaban en la confianza de las personas.

La industria de la educación se asemeja cada vez más a una cadena de montaje, donde cada
estudiante es organizado con sus pares definidos por criterios establecidos, tales como edad,
nivel económico, nivel académico, entre otros; la jornada es organizada en unidades de tiempo
estándar y los cambios dentro del horario están marcados por la campana o por el timbre. La
enseñanza se basa en la división del trabajo, como en una línea de producción los estudiantes
van de un aula a otra a recibir la enseñanza de profesores distintos y especializados en
contenidos diferentes. En esta misma línea de producción están establecidos los parámetros y
contenidos necesarios para alcanzar ciertos niveles, dejando de lado las necesidades reales de
los estudiantes y relegando en ellos el desarrollo de habilidades artísticas y culturales que
aporten en ellos un enfoque más humano y real de la vida; “Picasso dijo en cierta ocasión que
todos los niños nacen artistas; el problema es seguir siéndolo al hacernos mayores”

Ahora bien, muchos procuran por su cambio, entre ellos políticos, catedráticos, empresarios,
comunidad en general, en fin; cada uno genera un mundo de propuestas e ideas que en
muchas ocasiones ni siquiera son escuchadas y que en muchas otras son planteadas solo en
busca de un beneficio para unos pocos, todo esto conlleva a que a la final el debate se
desvanezca generando pequeños cambios que no aportan en la esencia y que a la final
terminan agrietando más el sistema académico; para nadie es un secreto que detrás de
nuestro sistema educativo se mueve una lucrativa industria que es cada vez más sólida y que
siempre está atenta a proteger sus intereses; esta industria lo que menos le importa es el
bienestar de los estudiantes y sus familias, para ellos simplemente son clientes que consumen
sus productos y servicios; ya no es extraño ver a los chicos iniciando a edades cada vez más
tempranas, creando nuevas necesidades para ellos y sus familias; a la final el problema en si no
es la edad sino el contenido y el tipo de educación que se le está entregando a nuestros niños;
pues lo que menos se enseña es a desarrollar la creatividad, pensar y que sean capaces de
afrontar situaciones reales de la vida, no se generan herramientas, solo se llena nuestras
cabezas de conceptos preestablecidos y que en muchas ocasiones no sirven para nada; muy
bien lo dijo el científico Rodolfo Llinas “La educación debe hacerse tan tempranamente como
sea posible. A los niños hay que enseñarles a pensar, a que generen sus propias soluciones.
Hay que enseñarles a que entiendan, pues el saber se pierde. ¿Acaso usted recuerda los
afluentes del Caquetá? ¿Los estudió? Es inmensa la cantidad de cosas que aprendimos pero
que no sabemos porque no tuvieron contexto. En la educación le queman a uno el cerebro. A
los niños hay que enseñarles a pensar, es decir, enseñarles en contexto “.