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Facultad de ciencias de la Salud

Carrera de Fonoaudiología.

Trastornos de la audición y
del equilibrio.

INTEGRANTES: Lorena Cuevas.

Karen Buholzer.

Aracely Gillibrand.

Darlyn Obreque.

Diego Vásquez.

DOCENTE: María Victoria D.

FECHA DE ENTREGA: 27 agosto 2019


Introducción

La evaluación auditiva se realiza a través de una serie de exámenes que nos permiten determinar el
grado de pérdida auditiva, además de la localización de este, se puede realizar mediante distintas
pruebas, ya sean objetivas o subjetivas, entre las más conocidas podemos mencionar la audiometría
tonal, pruebas supraliminares, acumetria fónica e instrumental entre otras.

Se debe tener en cuenta que no basta con realizar una prueba, si no que resulta necesario la
aplicación de diferentes exámenes que abarquen de una forma mucho más amplia y especifica el
problema auditivo con el fin de llegar a un pronóstico más acertado.

Las personas con claros problemas en la percepción del sonido tienen a evidenciar síntomas en
común, como lo es elevar la intensidad de la voz, girar la cabeza hacia la fuente sonora privilegiando
el oído menos afectado, distorsiones en el mensaje escuchado, lo cual lleva a que las relaciones
interpersonales no se realicen de una manera adecuada.

Estos exámenes por realizar serán necesarios cuando se sospeche de alguna pérdida auditiva, en el
caso de un infante, la madre suele referir que el menor no la escucha, lo cual podría llevar a que el
menor presente una alteración en la adquisición y desarrollo del lenguaje, viéndose afectado el
proceso comunicativo en sí, lo cual podría llevar a que el menor curse con episodios de ansiedad
desencadenando que este tienda al aislarse del resto, ya sea, en el ámbito escolar u familiar.

En el caso del adulto mayor, este manifestara su problema de audición, lo que afectara directamente
en su diario vivir, la comunicación no será tan efectiva con su entorno, por ende, este evitara lugares
con mucha gente, tendrá preferencia por quedarse en la casa, evitando así, todo contacto con gente
ajena a su círculo más cercano; pudiéndose así desarrollar algún cuadro depresivo, lo cual traerá
más complicaciones en sí, a sus actividades de la vida diaria.
Audiometria pedriatica

 Audiometría de reforzamiento visual

Esta técnica se usa para niños entre los 6 meses y 3 años de edad. Se condiciona al niño a girar la
cabeza al escuchar sonidos, reforzando esta respuesta mediante estímulos visuales. Se escoge
principalmente un juguete iluminado, como puede ser un animalito que se mueva y se ilumine junto
con la presentación del sonido.

Procedimiento

1) Se coloca las cajas con los estímulos visuales y los altavoces a ambos lados del niño, una a
la derecha y otra a la izquierda aproximadamente a 1 metro.
2) En el centro permanece el niño sentado encima de las rodillas de su madre/padre. El bebé
debe estar alerta, contento y tranquilo. La sala del examen debe estar insonorizada y sin
estímulos visuales que distraigan su atención.
3) Un ayudante (padres) deben de mantener la atención visual del niño con un juguete no
sonoro.
4) El examinador condiciona al niño al sonido: Es decir, lo que se quiere conseguir es que una
vez que el niño reciba el estímulo sonoro. Este debe de responder adecuadamente girando
la cabeza o los ojos hacía el lado en el que se le envía un refuerzo positivo, que será la
iluminación de un objeto. Así se pueda observar si el niño llega a percibirlo.
5) El proceso es: Enviar sonidos de intensidades fuertes aleatoriamente a un oído y a otro.
6) Una vez que ya está condicionado, se enviarán estímulos sonoros disminuyendo la
intensidad hasta que el niño no perciba la sensación auditiva.
7) Donde no se percibe el estímulo sonoro se establece el umbral de percepción a
determinadas frecuencias. Esto se observa porque el niño deja de girar la cabeza o el ojo
hacía el estímulo visual.
 Audiometría de juego.

Esta técnica se usa en niños de 2 a 4 años (cuando no se puede hacer una audiometría standard). La
prueba se convierte en un juego y se le pide al niño que haga algo con un juguete (por ejemplo,
tocar el juguete) cada vez que oiga un sonido. Esta prueba requiere la participación activa del niño.

Los sonidos pueden ser presentados a través de los altoparlantes del salón o de audífonos. Al niño
se le enseña hacer una tarea de juego, como dejar caer un bloque o colocar un vaso en una torre en
respuesta al sonido. Inicialmente se le condiciona a un sonido que es lo suficientemente alto para
ser escuchado con facilidad. Luego el nivel alto de sonido se reduce para identificar el nivel más
suave al que el niño responde consistentemente. El juego se puede cambiar con frecuencia para
mantener la atención del niño por un período de tiempo más largo.

 Audiometría comportamental.

La audiometría de observación conductual se realiza a niños entre los 0 a 2 años de edad. Los
instrumentos musicales a utilizar dentro de la evaluación deben estar calibrados entre el rango de
250Hz a 8000Hz, estímulos de tono puro de campo libre y búsqueda de voz con umbral controlado.

El evaluador observa cambios en el comportamiento del niño cuando este se enfrenta al estímulo
sonoro. Para cada edad, se debe esperar un tipo de reacción, ya sea, que el niño busque y ubique la
fuente de sonido, observando además los movimientos faciales o corporales y las respuestas a
órdenes simples, entre otros. Esta técnica sugerirá el grado de pérdida auditiva del infante y el
comportamiento auditivo en relación con sus pares.
Simulación auditiva

Se define “simulador”, como el sujeto que no presenta una pérdida auditiva e intenta manifestar
dicha condición, por motivos tales como: en niños, obtención de atención y en adultos,
principalmente para obtener algún tipo de indemnización. Por las características anteriores,
detectar a una persona simuladora representa un mayor desafío.

Se va a sospechar de simulación, cuando existan inconsistencias entre la observación clínica y los


resultados de las pruebas, también cuando exista discordancia entre los umbrales tonales y verbales
y, por último, cuando haya discordancia entre exámenes subjetivos y objetivos.

Disimulación auditiva

Corresponde a un sujeto que presenta realmente una pérdida auditiva de grado variable y que, por
diversas razones, ya sean laborales y/o emocionales, disimula su pérdida auditiva.

Pruebas audiometricas para la detección de personas simuladoras/disimuladoras


 Audiometrías seriadas u obtención de umbrales en diferentes ocasiones: Este método es el
más simple para descubrir simuladores, consiste básicamente en tomar a lo menos tres
audiometrías en días diferentes. Si se encuentran variaciones en las curvas de más de 10
dB., posiblemente estaríamos en presencia de un paciente simulador.
 Prueba de Lombard: Esta prueba consiste en la regulación de la propia voz, la cual se obtiene
por el reflejo cocleofonatorio. De forma refleja, adecuamos la intensidad de nuestra voz a
la del ruido ambiental denominado “retroalimentación cocleorecurrencial”. Se le pide al
usuario que lea un texto en voz alta a una intensidad constante. Posterior eso, se procede
a aplicar un ruido enmascarante de banda ancha que va aumentando paulatinamente de
intensidad. Si el paciente no percibe estos aumentos de intensidad y comienza a elevar la
intensidad de su voz al leer, confirmaría que el sujeto escucha adecuadamente. Si el
paciente es sordo este fenómeno no ocurre y el paciente seguirá leyendo a la misma
intensidad de voz.
 Prueba de Stenger: Se basa en que, enviando el mismo sonido en ambos oídos de forma
simultánea, con una discrepancia de intensidad de 10 dB HL, solo se distingue el sonido en
el oído que recibe mayor intensidad. Es decir, la mayor intensidad, enmascara la audición
del lado contrario. Se utiliza para simulaciones unilaterales o asimetrías mayores a 20 dB.
La prueba consiste en entregar un estímulo sonoro de 10 dB sobre el umbral del oído sano
y la misma intensidad en el oído hipoacúsico. Los resultados son, (-) si el paciente percibe el
estímulo solo en el oído sano y (+) si el paciente no percibe el estímulo sonoro.
 Prueba de Carhart: Esta prueba contrasta la audiometría convencional con la audiometría
vocal. Una vez realizada la audiometría convencional se realiza la logoaudiometría. La lista
de palabras se envía al oído con intensidad superior al umbral. Luego se va disminuyendo
de a 5 dB. y se extiende la prueba hasta que el usuario no responda de manera correcta. El
simulador no se da cuenta que la intensidad va disminuyendo porque sigue respondiendo
en forma correcta a las palabras habiendo una disparidad entre ambas mediciones.
 Prueba de Azzi: En esta prueba se utiliza la propia voz del paciente como ruido
enmascarante, en donde ésta, es retrasada unas décimas de segundos. El usuario procederá
a leer un texto delante de un micrófono conectado a una grabadora, la cinta grabada pasa
al reproductor con un retraso de 0.15 segundos y es devuelta a los auriculares que el sujeto
lleva. En un paciente que presenta una real pérdida auditiva, la devolución de su propia voz
no le impide seguir leyendo, en cambio, el simulador comenzara a tartamudear y le resultara
imposible continuar la lectura ya que sus propias palabras lo van a confundir.
 Prueba de Doerfler –Stewart: El ruido de fondo artificialmente añadido, enmascara la
percepción de la voz humana si sobrepasa los 15 dB HL por encima del umbral auditivo. Esta
prueba se utiliza principalmente para descubrir simuladores que manifiestan hipoacusias
parciales. En relación al procedimiento, primero se realiza una logoaudiometría normal,
luego se repite la misma, pero con un ruido enmascarante en el mismo oído, elevando la
intensidad en 10 dB, cada vez, hasta que el usuario responda. El punto en que el paciente,
deje de oír, restando los 15 dB aproximadamente, será el umbral de pérdida auditiva real.
Para esta prueba, se requiere de un audiómetro que permita realiza la logoaudiometría y
aplicar enmascaramiento en el mismo oído, al mismo tiempo.
Evaluación en trabajadores expuestos a ruido

La pérdida auditiva inducida por ruido afecta principalmente la capacidad del individuo para
interactuar tanto en el trabajo como socialmente, impactando directamente en su calidad de vida,
ya que, induce dificultades permanentes en la comunicación y en las relaciones interpersonales,
provocando aislamiento social. Agravando aún más la situación, sobre el 20% de los afectados,
sufren tinnitus, lo que aumenta su problema de hipoacusia. Según la Organización Panamericana de
la Salud (OPS) 5 , existe una prevalencia promedio de hipoacusia del 17 % para América Latina en
trabajadores con jornadas de 8 horas diarias, durante 5 días a la semana con una exposición que
varía entre 10 a 15 años.

Pruebas a realizar en trabajadores expuestos a ruido.

Audiometría de base: Consiste en el examen que permite determinar los umbrales de audición
aéreos en el rango de frecuencias de 500 Hz a 8000 Hz, en terreno o cámara audiométrica. Esta
audiometría debe ser realizada dentro de 60 días de iniciada la exposición ocupacional a ruido a
niveles iguales o superiores al Criterio de Acción.

Audiometría de seguimiento: Es el examen que permite determinar en forma periódica los umbrales
de audición aéreos en el rango de frecuencias de 500 Hz a 8000 Hz, en terreno o cámara
audiométrica.

Los resultados se deben comparar con el audiograma base o con la última audiometría de
seguimiento o de confirmación, según corresponda. Si estos resultados muestran un descenso de
15 dB o más, que implique la presencia de hipoacusia, en al menos una de las frecuencias evaluadas
de cualquiera de los dos oídos o una curva audiométrica alterada, el trabajador deberá ser derivado
a una audiometría de confirmación. La periodicidad de las audiometrías de este tipo, ordenada
según niveles de seguimiento, se definirá de acuerdo a la magnitud de la exposición ocupacional a
ruido.

Audiometría de confirmación: Corresponde a una audiometría efectuada en cámara audiométrica


que debe ser realizada para confirmar la variación de los resultados obtenidos en la audiometría
seguimiento. Esta audiometría, incluye umbrales auditivos aéreos para el rango de frecuencias de
250 Hz a 8000 Hz y óseos entre 250 Hz y 4000 Hz. Este tipo de audiometría debe ser realizada dentro
de los 30 días luego de efectuada la audiometría de seguimiento. Si se confirma el cambio en los
umbrales auditivos pesquisada en la audiometría de seguimiento, el trabajador debe ser derivado
al médico de salud ocupacional quien realizará una evaluación médica con el fin de determinar si
corresponde a una HSNL.

Audiometría de egreso: Tiene por objetivo determinar la presencia o no de hipoacusia en el


trabajador con respecto al momento de ingreso a la empresa. Se realiza a los trabajadores que dejan
de estar expuestos ocupacionalmente a ruido a niveles iguales o superior al Criterio de Acción,
porque se desvinculan de la empresa o porque son cambiados de puesto de trabajo. Esta
audiometría se realizará siempre que el trabajador no tenga una última audiometría realizada en
cámara audiométrica, del programa de vigilancia de la salud auditiva, en un período no mayor a un
año.

 Prevención

a) Mejorar la ubicación y disposición de los puestos de trabajo, procesos productivos y fuentes


generadoras de ruido, a través de la consideración de aspectos arquitectónicos y constructivos del
área de trabajo. El ruido se transmite no sólo de forma directa, sino que también lo hace por medio
de reflexiones (rebotes), modificando el nivel de ruido que finalmente recibe el trabajador.

b) Se recomienda adquirir maquinaria que cuente con información especificada por el fabricante
con respecto a los niveles de emisión de ruido de la misma (potencia acústica (WA)), seleccionando
maquinaria de baja emisión de ruido al momento del diseño de una nueva empresa, cambio de
tecnología o modificación de un proceso productivo.

c) Las vibraciones generadas por la maquinaria se pueden transmitir a través de las estructuras,
propagándose a distancias considerables y transformándose en una fuente generadora de ruido
para trabajadores alejados de éstas. Debido a lo anterior, y en caso de ser necesario, se debe
seleccionar maquinaria que cuente con aislación mecánica de vibraciones, o en su defecto,
implementar tales dispositivos en aquellas que no dispongan de éstos.

d) Elaborar procedimientos respecto del uso correcto y mantención de las maquinarias,


considerándose las instrucciones del fabricante. La emisión de ruido generada por éstas, depende
de su modo de utilización y su mantenimiento. Es fundamental capacitar al trabajador en su uso
correcto.
Conclusión

Con este diagnóstico el audiólogo o especialista será capaz de recomendar la mejor solución, ya sea
para, usar un aparato auditivo o seguir un tratamiento médico.

Se debe evaluar a los niños para tener en cuenta el nivel de pérdida auditiva del infante, de este
modo realizar un tratamiento adecuado según la patología y necesidad del usuario. Se debe tener
en cuenta el ámbito familiar y educativo, dado que podemos realizar recomendaciones para el
trabajo del niño en aula y en el hogar.

Se debe evaluar a personas expuestas a ruidos para tener una valoración de los resultados arrojados
en los exámenes realizados por el profesional idóneo. Según los resultados de estos, se debe realizar
tratamiento médico u fonoaudiológico según corresponda.

En pacientes simuladores se debe tener mucho cuidado dado que este tipo de usuarios tiende a
realizar esto con el objetivo de obtener algún tipo de indemnización o credenciales de discapacidad
que les otorga el gobierno. Para evitar este tipo de eventualidades debemos tener en cuenta los
resultados obtenidos a través de la observación clínica y pruebas audiometricas, si existiera alguna
contradicción entre exámenes estaríamos frente ante un posible paciente simulador.

En usuarios disimuladores evaluamos la audición para obtener resultados verídicos del estado
auditivo de la persona. La disimulación del usuario puede traer grandes consecuencias ya sean de
forma personal, u otras que pueden afectar a sus colegas. Estos usuarios tienen como objetivo que
sus déficits auditivos no sean detectados por el profesional encargado de tomar las muestras de los
exámenes, de este modo conservar su puesto de trabajo.

Las pruebas anteriormente señaladas, deben ser utilizadas por el profesional con el propósito de
obtener la audición real del paciente y dar un diagnóstico fidedigno. Siendo estas, complementadas
con metodologías creativas por parte del profesional.

Demostrar que un paciente está simulando su pérdida auditiva no es fácil, por esto, antes de aplicar
las pruebas, es indispensable que él profesional logre empatía con el paciente, con el fin de
distender el ambiente y disminuir la ansiedad del sujeto a examinar. Además, explicar claramente
el objetivo de la prueba y realizar un hincapié en la importancia de la cooperación, se obtendrán
resultados más fidedignos.
Bibliografía

Barajas del Rosal, C. (2001). Simulación y disimulación en otorrinolaringología. En


https://www.radoctores.es. Recuperado el día 24 de Agosto del 2019 de:
https://www.radoctores.es/doc/1V5N2-barajas-otr.pdf

Gardilcic Venandy, N. (2012). Audiometría y pruebas supraliminares. En http://repositorio.unab.cl.


Recuperado el dia 24 de Agosto del 2019 de:
http://repositorio.unab.cl/xmlui/bitstream/handle/ria/1232/Gardilcic_N_Audiometr%C3%ADa%2
0y%20Pruebas%20Supraliminares_2012.pdf

Goñi González, A., & Gaynes Palou, E. (2012). Hipoacusia laboral por exposición a ruido: Evaluación
clínica y diagnóstico. En https://www.insst.es. Recuperado el día 24 de Agosto del 2019 de:
https://www.insst.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/201a3
00/ntp_287.pdf

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