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DEDICATORIA
Muchas gracias.
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CAJA DE RESONANCIA
Magister en artes.
Preparado por:
c.c. 71619014
Universidad de Antioquia
Facultad de artes
Medellín, Colombia
2015
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Tabla de contenido
I. Presentación 3
II. Justificación 4
III. Referentes principales y secundarios 5
III. 1. La voz inmadura (adolescencia) 5
III. 2. Primera experiencia teatral 6
III. 3. Beckett y el innombrable 6
III. 4. El referente ideológico-religioso 7
III. 5. Referentes actuales (Los más cercanos) 8
III. 6. Otras ideas (algunas preguntas) que aportan
al desarrollo del tema 9
III. 7. Referentes directos de la maestría 10
I. Presentación
Este informe expone las razones por las que se propone abordar el tema de
la voz en relación con las memorias particulares y profesionales. Incluye además
los referentes y motivaciones propios del proyecto y se constituye en una reflexión
escrita sobre el ejercicio escénico que se ha nombrado “Caja de resonancia”, del
cual se describen los referentes que motivaron su creación entre los que se erige
el cuerpo como soporte donde se genera el trabajo vocal.
II. Justificación
voces. Sonoridades que surgen de la resonancia a través del cuerpo para que la
voz explote, no desde la técnica —de la voz aprendida— sino desde la que se
transforma en creación. Aquí aparecen las motivaciones para desarrollarla y los
elementos necesarios para que el espectador capte sus sentidos.
Surge una pregunta: ¿cómo hacer visible la voz con el apoyo del cuerpo
como soporte sin que este se vea? Este ejercicio fue la primera entrega realizada
en el auditorio Harold Martina. Me ubico, y desde allí comienzo a emitir sonidos
relacionados con la propuesta sonora. Al final, los comentarios aportaron la
necesidad de la presencia del cuerpo, pues como soporte del sonido es necesario
que se vean las circunstancias en las que se encuentra y cómo va desarrollando la
ejecución, creando una relación directa con el espectador-participante. Después
de este ejercicio se retoma lo anterior y se lleva a cabo una segunda entrega en
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1- Padre-madre: la tradición.
Las emociones están implicadas en la voz junto con los sentimientos, los
cuales se develan al momento de producir el discurso oral.
V. Marco teórico
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• Cicely • Dario Fo
Berry
El grammlot, juego
con la voz para
Los usos de la voz
generar con el
desde la
cuerpo unos gestos
comprension de las
que comunican
intenciones.
junto con el sonido
de la voz.
Análisis de las
Habla acerca de la
formas sonoras a
importancia en el
partir de las
teatro de otros
palabras, detrás de
recursos que
las cuales se
pueden no ser
esconde algo más
dramáticos.
que un significado.
• Pablo • Hans-Thies
Garrofe Lehmann
Cicely Berry:
Los ejercicios propuestos por Berry se basan en un trabajo corporal intenso que
apunta, en primer lugar, a la adquisición de resistencia. Luego, estimulando la
imaginación de los actores, ella fomenta la búsqueda, siempre placentera, de
articular en escena las diversas dimensiones del lenguaje (…) (incluyendo poesía
y humor), sin solemnizarlo: ‘desarrollé una forma de trabajar el lenguaje a través
de su corporalidad: usamos el movimiento corporal junto con el lenguaje para
definir la resistencia intrínseca al lenguaje’ (Berry, 2006: 321).
“Es mucho lo que vehicula el sonido de las palabras” (Berry, 2011: 322).
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Son las palabras las que nos construyen y, a la vez, muestran lo que somos o lo
que ocultamos cuando alcanzamos a leer dentro de ellas a través del sonido.
La voz, en tanto objeto, nos conduce, es el instrumento del poder. Pero la voz se
lee cuando en lugar de obedecer, que es tomar la delantera en una audición,
tomamos distancia. Todo lo que se dice gira alrededor de algo que no es dicho,
pero se escribe con voz o mirada (2007: 107).
La ideología se lee igual que las palabras y para poderlo hacer Garrofe
pregunta: “¿Qué quieren obligarnos a hacer con todos esos discursos? ¿Qué
quieren que hagamos una vez sabido eso?” (2007:108).
Se entiende que la letra está muerta mientras no se haga oír, sin el sonido vital del
aire expirado no tienen sentido que algo que está escrito sea válido. Y para ello se
recurre a los mecanismos que incluyen lo comunicativo, lo imaginativo y lo
pulsional:
…la voz es el vehículo por el cual nos llega el deseo del otro. Por un lado, la voz
hace pasar una escritura de la memoria del vehículo social; luego, la letra del
discurso es el vehículo de las leyes no escritas —lo que situamos como escritura
del deseo puro—. Por otro lado, la voz en el fantasma encanta, adormece,
sugestiona. No siempre del Otro nos llega la ley, también puede llegarnos la
música. Si del otro nos llega la voz, tenemos el goce. La voz (…) que ordena
gozar, sacrificarse finalmente para el deseo del Otro. En cambio, si nos llega la
música del inconsciente, tenemos el amor, fundado en la resonancia de dos
saberes inconscientes (Garrofe, 2007: 110-111).
Todo puede tener una dimensión política a través de lo artístico ya que, algo es
político no por su contenido sino por cómo es presentado. Así, discute la noción de
teatro político como aquel que plantea problemáticas de la vida pública e intenta
producir un efecto, ya que esto conlleva a la reproducción ideológica o al tratamiento
de temas políticos de manera superficial al servicio del entretenimiento (2013: 258).
No se trata de hacer teatro político, se trata de mostrar la política a través del arte,
lo que los sujetos muestran de la vida pública, tratar de producir un efecto, no de
llevarle la ideología al espectador como una moraleja, sino buscar mostrar lo no
evidente y elegir qué posición tomar, no se trata, como lo dice Lehmann, de
entretener.
Y para hacerlo más claro Lehmann lo plantea del siguiente modo: “…el
teatro no debe transmitir una enseñanza, sino producir significado en el momento
mismo en que acontece” (2013: 259).
Y, por último, está Dario Fo, quien, en su libro Manual mínimo del actor,
plantea: “Cada actor deberá experimentar con atención hasta dar con la técnica
que le es más idónea y ventajosa” (1998: 215).
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Todo lo anterior, para comprender que cada actor tiene su propia caja de
resonancia, sus matices, habla de acuerdo a sus necesidades y las desarrolla
dependiendo de sus intenciones. Además hay que tener en cuenta la sonoridad
propia, que también es capaz de captar sus propios impulsos para lograr un
trabajo vocal sincero. Y que por supuesto el actor entra en relación con otras
subjetividades, con otras cajas particulares de resonancia, es decir con
espectadores diversos y no con un público general.
Y continúa Fo: “El órgano que hay que trabajar para obtener una buena
sonoridad es el abdomen (…) la sonoridad se produce sobre todo por la presión
que se ejerce en el abdomen y en todos los músculos del aparato vocal…” (1998:
316).
La boca, como parte del sujeto, produce la voz y tiene en su interior cavidades
donde suenan las letras al paso del aire. Allí mismo se forman las palabras que
definen lo que sentimos, cuya materia, el pensamiento, se vuelve sonido cuando
articulamos las frases; pero esos discursos son solo palabras; si las dejamos de
lado aparece de nuevo el sonido, vibración que nos define, nos identifica y, al
mismo tiempo, combinado con letras (los símbolos), nos describe de un modo u
otro a través de las palabras.
“Y si la memoria del ser penetra por el oído es porque esa memoria, el líquido
del tiempo que se conserva en el interior del alma, es en su esencia una voz”.
(Pardo, 1992:70) Esa memoria constituye, en este caso, las voces que quedan y
se reproducen constantemente, la mayoría de las veces, inconscientemente. Esas
voces poco a poco van definiendo al sujeto en su modo de ser, pensar y
comportarse delante de quienes lo miran y a quienes mira y escucha, en un
intercambio constante.
que se tienen para ello se deben ejercitar para producir la música y la relación con
el lenguaje es porque solo quien conoce los signos y los valores es capaz de
componer una melodía.
Y para para relacionar el lenguaje con la música dice “…hay en el lenguaje una
especie de música” (11), que se puede interpretar. El sonido de la voz puesto en
las palabras es música ya que es sonido articulado y se relaciona con la misma
música que, cuando no tiene letra, es sonido igual que la voz.
Y allí mismo escribe refiriéndose a la voz: “Tus palabras son música, dicen los
amantes (…) Lo prueba el hecho de que luego les damos cualquier sentido, a las
palabras” (11). Así, el sentido que tiene la frase anterior se interpreta no solo
desde el significado de los signos sino desde lo que el amante pretende expresar;
ya no son las palabras, es el sonido, aunque tenga palabras.
…una serie de cuestiones se aclara a partir del estudio de la voz, en su relación con
la música y con la letra. La voz como fundamento de la moral, en tanto no hay moral
ni religión sin obediencia, palabra que proviene del obaudire que en latín significa
oír. La voz como aquello con lo que el hombre sabe hacer lo llamamos política” (16).
Aquí el autor plantea que “obedecer” tiene su origen en la palabra latina obaudire y
se traduce como obediencia. Escuchar es ser obediente y, al hacerlo, no se
admite la réplica y por ende se condiciona el comportamiento; la escucha pasiva
(obediencia ciega a las normas) es importante dentro de los cánones de la
comunicación. Para aclarar lo anterior se hace mención al latín como lengua de
donde surgen muchos de los términos empleados en las ramas de la ciencia, la
filosofía, el derecho; como lengua que tiene vigencia y fue sinónimo de un gran
poder que todavía conserva.
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Para clarificar lo expuesto en el párrafo anterior, son útiles las palabras del
Garrofe en el siguiente texto: “Un hecho esencial de cualquier acto de palabra es
que el emisor recibe del receptor su propio mensaje en forma invertida” (Garrofe,
51). Dicho en relación con el mundo sonoro que nos ocupa, quien recibe nos
permite resonar en él. En otros que a su vez resuenan en nosotros.
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“Factores que condicionan la voz: (El) ambiente (todo lo que rodea al sujeto y que
incluye): (El) Oído (su capacidad para captar la sonoridad, aquí si de las palabras);
(La) Agilidad física (para poner en el cuerpo y mostrar de dónde proviene la voz);
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(La) Personalidad (que el sujeto agrega para dar, en cierta manera una presencia
al sonido); (La) Imagen de la propia voz (es decir, lo que se ve en la voz y cómo la
capto a través del sonido) 1 (Berry, 2006: 17 - 19).
1
Lo que está entre paréntesis en este párrafo fue agregado por el autor del trabajo.
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A partir de la exploración del sonido de la voz, se puede notar que esta hace
parte de un mundo sonoro particular del cual se puede echar mano para la
experimentación en diferentes áreas, como en el caso de la música, ejemplo que
se atestigua con Claron MacFaden y el “Aria” de John Cage —cuya potencia vocal
está cifrada en lo musical que sale a otro ámbito de la interpretación, la teatralidad
de las palabras y el cuerpo en la escena y fuera de ella— junto con Cathy
Berberian en sus intervenciones, en donde hay una teatralidad evidente en la
manera cómo se usa el cuerpo y en los gestos para la elaboración e intervención
musical.
Al mismo tiempo, las artes visuales —en relación con la definición del lugar
del público no como espectador pasivo que mira desde lejos sino como el que
acompaña en el mismo espacio la acción no performática que tampoco es
teatral— se podrían denominar con la acepción de “arte relacional”. La puesta en
escena misma puede definirse como la concreción de términos, creación de
situaciones y dramaturgia de elaboración de contenidos fijados que se pueden
transformar partiendo de lo que se quiere decir y de lo que capta el público en el
desarrollo del producto.
situación, como parte del momento presente, para resolverla. Luego, se rompe la
cuarta pared que da seguridad. Los espectadores en el espacio se mueven
siguiendo cada momento de la acción presente, en la cual no hay pausas. La
ilusión del personaje desaparece, él no fue creado según la elaboración de unas
líneas textuales, la acción se desarrolla en el azar.
Entonces surgen las preguntas: ¿cómo interpretar el texto con las vocales o
las consonantes? ¿De dónde surge la motivación para comenzar a producir el
sonido? Porque la interpretación ya no tiene aquí ningún sentido, se trastoca el
significado y pierde fuerza la palabra misma saliendo a flote el sonido como tal.
1. El de la cabeza.
2. El de la lengua en la garganta.
3. El que se ubica encima del estómago y
4. El último, que está más abajo en el suelo pélvico.
Según este autor, la respiración comienza en la cabeza, pasa a la garganta,
va al pecho y baja hasta el punto más bajo en la pelvis, el periné.
Por último se encuentra el texto de Foucault, Las palabras y las cosas, donde él
propone:
Tercer ejercicio (entrega): en el cuarto piso del centro cultural, el espacio del
galpón. Antes de iniciar se observa el espacio, se necesitan 3 sillas. Cuando se
organizan casi siempre quedan de un modo simétrico. Se hace la prueba varias
veces y no se alcanza a definir que no queden, aún, en orden aleatorio. Después,
entre ires y venires, es necesario ubicar una cuarta silla desde donde el sujeto
observa qué es lo que sucede, se erige como testigo mudo del acontecer. De este
modo, se rompe la simetría y surge un elemento interesante que consiste en hacer
un silencio desde donde este sujeto observa la silla 1, después la silla 2, mira la 3
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IX. Bibliografía
Fo, Dario. (1998). Manual mínimo del actor. España: Colección Skene. Estrella
Navarra.
Olson, David R. & Torrance, Nancy. (2013). Cultura escrita y oralidad. España.
Gedisa.
“Samuel Beckett play "Not I" 1973”. Recuperado el 6 de octubre de 2014, de:
https://www.youtube.com/watch?v=ZhzssmWVbr4