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Introducción
La atención al paciente en la etapa posquirúrgica se lleva a efecto, una vez
que ha sido concluida su intervención quirúrgica, para ser trasladado de la
sala de operaciones a la sala de recuperación post-anestésica, el inicio de
esta etapa se considera al ser ingresado a la sala de recuperación post-
anestésica (PAR) o unidad de cuidados postanestésicos (PACU). Su ubicación
es dentro de las instalaciones del quirófano, o bien con acceso directo a la
misma. En la etapa posquirúrgica la atención de la enfermera (o) se centra,
en torno a la valoración integral del paciente y su vigilancia continua, con el
propósito de proporcionar una asistencia de alta calidad profesional,
iniciando por la identificación de complicaciones potenciales y su tratamiento
oportuno, incluyendo la atención a sus familiares, sin olvidar otorgar la
atención al paciente con capacidad, seguridad y calidez. Es indispensable que
el personal del área de recuperación tenga contacto (comunicación) con el
paciente y sus familiares antes de que el paciente ingrese a la sala de
operaciones.
Hemorragia
La hemorragia es el escape copioso de sangre de un vaso sanguíneo, la cual se puede presentar durante la
cirugía o en las primeras horas posteriores a ésta, y primeros días después de la misma.
Manifestaciones clínicas
La gran mayoría de las trombosis venosas profundas son asintomáticas.
Dolor o calambre en la pantorrilla o en el muslo, que evoluciona hasta presentar una tumefacción dolorosa
en toda la pierna.
Fiebre ligera, escalofrío y transpiración.
Hipersensibilidad notable sobre la cara anteromedial del muslo.
La flebotrombosis puede presentar coagulación intravascular, sin datos de inflamación notable.
En la trombosis venosa profunda la circulación distal puede estar alterada si existe inflamación importante.
ADVERTENCIA
No se debe pasar por alto una molestia o dolor ligero en la pantorrilla. El peligro inherente en la
trombosis femoral es que puede desprenderse un coágulo y producir un émbolo pulmonar.
Acciones de enfermería
Mantener la hidratación adecuada del paciente en la etapa post-operatoria,
evitando así la hemoconcentración.
Colocar medias antiembólicas, en el periodo pre-operatorio
(preferentemente) o vendaje de miembros inferiores.
Propiciar la deambulación temprana, de no ser posible, realizar ejercicios
pasivos de las piernas.
Evitar cualquier dispositivo, como correas oropa ajustadas que pudiesen
limitar la circulación.
Evitar la fricción o masaje de pantorrillas o muslos. Asimismo, la colocación
de cojines o rollos para la pantorrilla en los pacientes con riesgo por el peligro
El movimiento de piernas
de hacer presión en los vasos que se localizan bajo la rodilla.
es bueno para evitar el
Evitar la colocación de catéteres intravenosos en las extremidades inferiores.
dolor o calambre que se
Instruir al paciente para que evite estar de pie o sentado o cruzar las piernas presenta en las trombosis
durante periodos prolongados. venosas.
Valorar los pulsos periféricos, el llenado capilar y la sensación en las
extremidades inferiores.
Verificar la presencia de signo de Homan: Dolor en la pantorrilla al realizar la
dorsiflexión del pie. El 30% de los pacientes con trombosis venosa profunda
presentan este signo.
Aplicar pantalón neumático durante la etapa trans-operatoria y en el post
operatorio, a los pacientes con mayor riesgo (con él se aplican presiones de
20 a 35 mmHg desde el tobillo hasta el muslo, con el cual se aumenta el riego
sanguíneo y se mejora la circulación.
Iniciar tratamiento con anticoagulantes por prescripción médica.
Complicaciones pulmonares
Los antecedentes que predisponen a una complicación pulmonar pueden ser: Infección de vías respiratorias
superiores, regurgitación o aspiración de vómito, antecedentes de tabaquismo intenso, enfermedades
respiratorias crónicas y obesidad, entre otras.
Atelectasia
La atelectasia ocurre las primeras 48 horas posteriores a la cirugía, en la que existe una expansión
incompleta del pulmón o una parte del mismo, se atribuye a la falta de respiraciones profundas periódicas.
Éste puede ocurrir cuando un tapón de moco cierra un bronquiolo, lo que provoca que se colapsen los
alveolos que se encuentran distales a dicho tapón, dando como resultado la disfunción respiratoria. Los
signos que se pueden manifestar son: Taquipnea leve a intensa, taquicardia, tos, fiebre, hipotensión,
disminución de los ruidos respiratorios y de la expansión torácica del lado afectado.
Broncoaspiración
Es causada por aspiración de alimentos, contenido gástrico, agua o sangre en el sistema traqueobronquial.
Se debe considerar que los anestésicos y los narcóticos deprimen el sistema nervioso central, originando la
inhibición del reflejo nauseoso y tusígeo. Una broncoaspiración abundante tiene una mortalidad del 50%.
Los síntomas dependen de la gravedad de la broncoaspiración, por lo general aparecen datos de atelectasia
inmediata a la broncoaspiración, taquipnea, disnea, tos, broncospasmo, silbilancias, ronquidos, estertores,
hipoxia y esputo espumoso.
Neumonía
La neumonía es una respuesta inflamatoria en la cual el gas alveolar queda reemplazado por material
celular. En los pacientes post-operatorios por lo general el agente etiológico son por gramnegativos debido a
la alteración de los mecanismos de defensa bucofaríngeos. Los factores predisponentes incluyen:
Atelectasia, infección de vías respiratorias superiores, secreciones abundantes, broncoaspiración, intubación
o traqueostomía prolongada, tabaquismo, deterioro de las defensas normales del huésped (reflejo tusígeo,
sistema mucociliar, actividad de macrófagos alveolares).
Los síntomas que se advierten son: Disnea, taquicardia, dolor torácico pleurítico, fiebre, escalofríos,
hemoptisis, tos, secreciones espesas verdosas o purulentas y disminución de los ruidos respiratorios en el
área afectada.
Acciones de enfermería
El 50% de las infecciones de herida quirúrgica se presentan durante la primera semana del post-operatorio y
el 90% se diagnostica a los quince días. La infección de herida quirúrgica continúa siendo una de las
complicaciones postoperatorias más frecuentes; aumenta el riesgo del paciente y en ocasiones nulifica el
objetivo de la cirugía, aumenta la estancia hospitalaria, la utilización de antibióticos y material de curación
en grandes cantidades, así como el costo de tiempo médico y enfermeras (os) a su cuidado, además del
riesgo que corre el paciente de adquirir otras infecciones intrahospitalarias. Sin olvidar los gastos propios del
paciente, las consecuencias psicológicas de un padecimiento prolongado y doloroso se hacen más presentes.
Por esto se debe mantener una vigilancia epidemiológica adecuada de las infecciones de herida quirúrgica,
con fines de control y prevención de las mismas.
Clasificación
La clasificación de las heridas se hace de acuerdo al grado de contaminación bacteriana según Altemeier y
colaboradores:
Limpia Tipo 1
Cirugía electiva no traumática.
Cierre primario de herida sin drenajes.
Sin evidencia de inflamación o de infección.
Limpia
Cirugía electiva o de urgencia.
Contaminada Tipo II
Cambios macroscópicos de inflamación. Sin evidencia de infección.
Incisión controlada de vías digestivas, genitourinarias, respiratorias u orofaríngeas.
Puede haber “ruptura menor” de las técnicas asépticas.
Colocación de drenajes y llevar a cabo ostomías.
Contaminada Tipo III
Cirugía de urgencia (traumatismo, enfermedad inflamatoria aguda).
Salida de contenido gastrointestinal.
Incisión de vías biliares, genitourinaria, respiratoria u orofaringe con infección presente.
“Ruptura mayor” de la técnica aséptica.
Incisión con presencia de inflamación no purulenta.
Sucia con tejido Tipo IV
Cirugía de urgencia (traumatismo, enfermedad inflamatoria aguda) desvitalizado, cuerpos extraños
retenidos, contaminación fecal, bacteriana o ambas por perforación de víscera hueca.
Inflamación e infección aguda, con presencia de pus detectada durante la intervención quirúrgica.
Causas
Exposición prolongada de los tejidos durante la cirugía, obesidad mórbida, la edad avanzada, anemia y
desnutrición, tienen relación directa con la infección.
El agente infeccioso que más comúnmente se ha aislado es el Staphylococcus aureus, seguido por S.
epidermidis, E. coli, P. aeruginosa, Enterobacter, Klebsiella y Proteus.
Los factores que afectan la extensión de una infección incluyen:
a) Localización, naturaleza y condiciones de la herida.
b) Respuesta inmunológica del paciente.
c) Presencia de aporte sanguíneo adecuado a la herida, grado de espacio muerto o hematoma.
d) Presencia de cuerpo extraño o tejido desvitalizado.
e) Estado prequirúrgico del paciente como edad avanzada, presencia de infección, diabetes no controlada,
insuficiencia renal, obesidad, terapia con corticosteroides, inmunosupresores, antibioticoterapia
prolongada, anemia, deficiencias nutricionales, desequilibrio hidroeletrolítico.
Manifestaciones clínicas
Enrojecimiento, tumefacción, excesiva hipersensibilidad en el área de la herida (dolor).
Estrías rojas en la piel cercana a la herida y olor fétido.
Secreción purulenta de la incisión o de algún drenaje colocado en el tejido subcutáneo o de aponeurosis si
se trata de infección de la herida quirúrgica profunda.
Ganglios linfáticos dolorosos e inflamado en la región axilar o inguinal o cercanos a la herida.
Fiebre de 38ºC que va en aumento, igual que la intensidad del dolor.
Presencia de absceso o evidencia de infección observada durante los procedimientos diagnósticos.
ADVERTENCIA
La presencia de febrícula transitoria se debe a necrosis hística, hematoma o cauterización. La
fiebre e hipertermia sostenida pueden ser el indicio de cuatro complicaciones post-operatorias
frecuentes como: atelectasia (en el transcurso de las 48 horas post-operatorias), infecciones de
heridas (entre 5 a 30 días posteriores); la infección de vías urinarias ( 5 a 8 días posteriores) y
tromboflebitis (entre 7 y 14 días posteriores).
Acciones de enfermería
Respetar las reglas establecidas para realizar la intervención quirúrgica (tema contenido en este manual).
Recordar que cuando la herida tenga exudado, fibrina, grasa o tejido muerto, sus bordes no deben suturarse
por cierre primario, sino que se debe esperar a suturar para un cierre secundario.
Llevar a cabo las técnicas de asepsia estricta cuando se realice la curación de la herida quirúrgica.
Vigilar y documentar el volumen, características y localización del drenaje de la herida. Asegurarse que los
drenes están funcionando adecuadamente.
Atención de herida quirúrgica infectada
El cirujano retira uno o más puntos de la herida, separa los bordes y examina en busca de infección
utilizando las pinzas de hemostasia.
Se toma cultivo de la secreción y se envía a laboratorio para estudio bacteriológico.
Para la curación de la herida se recomienda utilizar un antiséptico a base de cloroxidante electrolítico de
amplio espectro antimicrobiano, el cual ha demostrado su efectividad contra bacterias grampositivas y
gramnegativas ácido resistentes, hongos, virus y esporas. Además la acción antimicrobiana se desarrolla a
un pH similar al fisiológico, lo que preserva los tejidos de agresiones químicofísicas.
Según las condiciones de la herida se deben realizar irrigaciones durante la curación con solución
especializada, utilizando una jeringa asepto. Se puede insertar un dren o taponear la herida con gasa estéril
o bien aplicarse apósitos húmedos.
Administrar antibióticos por prescripción médica.
Acciones de enfermería
Permanecer con el paciente para tranquilizarlo y notificar al cirujano de inmediato.
Si están los intestinos expuestos, cubrirlos con apósitos estériles y humedecidos con solución para irrigación.
Vigilar los signos vitales y valorar si hay presencia de choque.
Conservar al paciente en reposo absoluto.
Dar instrucciones al paciente para que flexione lentamente sus rodillas y colocarlo en posición semifowler
para disminuir la tensión sobre el abdomen.
Preparar al paciente para intervención quirúrgica y reparación de la herida.
Manifestar al paciente que su herida recibirá el tratamiento adecuado; intentar mantenerlo tranquilo y
relajado, sobre todo mantener la calma.
Apendicectomía
¿Qué es una apendicectomía?
Una apendicectomía es una cirugía para extraer el apéndice cuando se infecta. Esta afección se llama
apendicitis. La apendicectomía es una cirugía de emergencia común.
El apéndice es un saco delgado que está conectado con el intestino grueso. Se encuentra en la esquina
inferior derecha de su abdomen. Si usted tiene apendicitis, se le debe quitar su apéndice de inmediato. Si no
se trata, su apéndice puede estallar. Esa es una situación de emergencia.
Existen dos tipos de cirugía para extraer el apéndice. El método estándar es una apendicectomía abierta. Un
método más nuevo y menos invasivo es la apendicectomía laparoscópica.
Apendicectomía abierta. Se hace un corte (incisión) de unas dos a cuatro pulgadas (5 a 10 cm) de
largo en el ángulo inferior derecho de su abdomen. Se extrae el apéndice a través de la incisión.
Apendicectomía laparoscópica. Este método es menos invasivo. Eso significa que se hace sin una
incisión grande. En cambio, se hacen entre uno y tres cortes diminutos. Se inserta un tubo delgado y
largo llamado laparoscopio en una de las incisiones. Tiene una cámara de video diminuta e
instrumentos quirúrgicos. El cirujano observa un monitor de televisión para ver el interior de su
abdomen y guiar los instrumentos. El apéndice se extrae a través de una de las incisiones.
Durante una cirugía laparoscópica, es posible que su proveedor decida que es necesaria una apendicectomía
abierta.
Si su apéndice estalló y se extendió la infección, es posible que usted necesite una apendicectomía abierta.
Una apendicectomía laparoscópica puede causar menos dolor y cicatrización que una abierta. La cicatriz
difícilmente sea visible una vez que sane independientemente del tipo de cirugía.
Ambas operaciones tienen un riesgo bajo de complicaciones. Una apendicectomía laparoscópica requiere una
hospitalización más corta, menos tiempo de recuperación y tiene menores probabilidades de infección.
Recientemente algunos estudios han sugerido que el solo uso de antibióticos intravenosos podría curar la
apendicitis sin la necesidad de cirugía. Estos resultados todavía generan controversias y la apendicectomía
sigue siendo el tratamiento de referencia.
Sangrado
Infección de la herida
Infección y enrojecimiento e hinchazón (inflamación) del abdomen (si el apéndice estalla durante la
cirugía, es decir, si se presenta peritonitis)
Es posible que usted tenga otros riesgos individuales. Recuerde hablar con su proveedor de atención médica
sobre cualquier preocupación que tenga antes de la cirugía.
Se le pedirá que firme un formulario de consentimiento para dar su permiso para la realización de la
cirugía. Lea el formulario atentamente y haga las preguntas que necesite si algo no está claro.
Su proveedor le hará preguntas sobre sus antecedentes de salud. También le hará un examen físico.
Es para asegurarse de que su estado de salud sea bueno antes de hacerle la cirugía. También es
posible que necesite hacerse análisis de sangre y otras pruebas de diagnóstico.
No debe comer ni beber nada en las ocho horas anteriores al procedimiento. Esto generalmente
significa dejar de comer y beber a partir de medianoche.
Asegúrese de que su proveedor tenga una lista de todos los medicamentos (recetados y de venta
libre) y todas las hierbas, vitaminas y suplementos que usted está tomando.
Es posible que le den un medicamento para ayudarle a relajarse (sedante) antes de la cirugía.
Diga a su proveedor de atención médica si usted:
Se le pedirá que se quite las joyas u otros objetos que podrían interferir con la cirugía.
Se le pedirá que se quite su ropa y se le entregará una bata para que se la ponga.
Se hará bajar un tubo por su garganta para ayudarle a respirar. El anestesiólogo revisará su
frecuencia cardíaca, su presión arterial, su respiración y su nivel de oxígeno durante la cirugía.
Apendicectomía abierta
Se hará un corte o incisión en la esquina inferior derecha de su abdomen.
Sus músculos abdominales se separarán y se abrirá la zona abdominal.
Si su apéndice estalló o se rompió, se lavará su abdomen con agua salada (solución salina).
El revestimiento de su abdomen y sus músculos abdominales se cerrarán con puntos. Es posible que
le coloquen un tubo pequeño en la incisión para que salgan líquidos.
Apendicectomía laparoscópica
Se hará una incisión diminuta para el tubo (laparoscopio). Es posible que se hagan más cortes para
que se puedan usar otros instrumentos durante la cirugía.
Se usará gas de dióxido de carbono para hinchar su abdomen para que se puedan ver con facilidad
su apéndice y otros órganos.
En el hospital
Después de la cirugía, le llevarán a una sala de recuperación. Su equipo de atención médica vigilará sus
signos vitales, como su frecuencia cardíaca y su respiración. Su recuperación dependerá del tipo de cirugía
que se haya hecho y del tipo de anestesia que se haya administrado. Una vez que su presión arterial, pulso y
respiración estén estables y que usted esté despierto y alerta, le llevarán a su habitación en el hospital.
Una apendicectomía laparoscópica se puede realizar de manera ambulatoria. En ese caso, es posible que le
den el alta para volver a su casa desde la sala de recuperación.
Recibirá medicamentos calmantes según sea necesario. Puede ser que reciba la receta o puede ser que se
los dé una enfermera. O tal vez se la administre usted mismo por medio de un dispositivo conectado a su vía
intravenosa (IV).
Es posible que tenga un tubo plástico delgado insertado por su nariz hasta dentro de su estómago para
permitir la salida de los líquidos del abdomen y el aire que usted tragó. Ese tubo se extraerá cuando sus
intestinos estén funcionando normalmente. Usted no podrá comer ni beber hasta que le quiten el tubo.
Le pedirán que se levante de la cama a las pocas horas de la cirugía laparoscópica o al día siguiente después
de una operación abierta.
Es posible que le permitan tomar líquidos unas horas después de la cirugía. Probablemente podrá ir
incorporando lentamente alimentos más sólidos.
Programe una visita de control con su proveedor de atención médica. Esto será alrededor de dos a tres
semanas después de la cirugía.
En su hogar
Una vez que esté de vuelta en su casa, debe mantener la incisión limpia y seca. Su médico le dará
instrucciones sobre cómo bañarse. Si se usaron puntos o grapas quirúrgicas, se quitarán durante una visita de
control en el consultorio. Si se usaron cintas adhesivas, se deben mantener secas. Se suelen caer solas en
unos pocos días.
La incisión y sus músculos abdominales pueden doler, especialmente después de períodos largos de estar de
pie. Tome un calmante siguiendo las instrucciones de su proveedor. La aspirina u otros calmantes pueden
aumentar su riesgo de sangrado. Tome únicamente los medicamentos que haya aprobado su proveedor.
Si le hicieron una laparoscopia, es posible que sienta dolor debido a la presencia de gas de dióxido de
carbono que todavía está en su abdomen. Ese dolor puede durar algunos días. Debe ir aliviándose con el
paso de los días.
Probablemente su proveedor querrá que usted camine y se mueva un poco. Sin embargo, evite las
actividades cansadoras. Su proveedor le dirá cuándo puede volver a trabajar y retomar sus actividades
normales.
Llame enseguida a su proveedor de atención médica si presenta algo de lo siguiente:
Fiebre o escalofríos
Vómitos
Próximos pasos
Antes de aceptar hacerse la prueba o el procedimiento, confirme si sabe lo siguiente:
Laparotomía
(intervención quirúrgica)
Cavidad abdominal
CIE-9-MC 54.1
MeSH D007813
Aviso médico
La laparotomía es una cirugía que se hace con el propósito de abrir, explorar y examinar para
tratar los problemas que se presenten en el abdomen. Existen dos tipos de laparotomía, la
simple y la exploratoria.
Algunos problemas del interior del abdomen se pueden diagnosticar con exámenes no
invasivos, como la radiografía o la tomografía axial computarizada, pero muchos requieren
cirugía para "explorar" el abdomen y obtener un diagnóstico preciso.
Mientras el paciente se encuentra bajo anestesia general o anestesia regional, el cirujano
realiza una incisión en el abdomen y examina los órganos abdominales. El tamaño y
localización de la incisión depende de la situación clínica. Se pueden tratar a las áreas
afectadas y tomar muestras de tejido (biopsia).
Incisiones quirúrgicas de la pared abdominal anterior:
Supra umbilical.
Pararectal superior derecha e izquierda.
Subcostal.
Infra umbilical.
Pararectal inferior derecha e izquierda.
McBurney.
Pfannenstiel.
Las enfermedades que se pueden descubrir por una laparotomía exploratoria son, entre otras:
Aunque la causa más frecuente de obstrucción de intestino delgado son las bridas y adherencias
(65%-75% de los casos), casi ningún paciente que recibe una laparotomía, presenta una
obstrucción intestinal por este motivo (el 3%, para ser exactos, el 1% durante el primer año después
de la intervención y el 0.59% en la primera semana del postoperatorio).
Se da la circunstancia de que entre el 60% y el 80% de los casos, se resuelve sin intervención
quirúrgica, pero el resto precisa cirugía (adhesiolisis o enterolisis) para resolver la obstrucción, lo
que a su vez, genera adherencias y conlleva más riesgo de obstrucción.
Se estima que el riesgo de obstrucción por bridas tras adhesiolisis, es del 12%, de los cuales, la
mayoría se resuelven sin intervención (66%). No obstante pueden precisar cirugía algunos
pacientes, y en ellos el 18% puede volver a presentar obstrucción.
Los factores de riesgo para volver a presentar obstrucción por bridas, son:
Este grupo de pacientes, constituiría el grupo de riesgo "diana" para implementar medidas de
prevención, del tipo barreras antiadherenciales.
Desde el punto de vista de la prevención de las bridas y adherencias, se han estudiado distintas
estrategias encaminadas a evitar la formación de las mismas y por supuesto, para evitar las
consecuencias deletéreas del los síndromes adherenciales, especialmente la obstrucción intestinal
En relación con los aspectos técnicos de la cirugía, tan solo se han confirmado eficaces para reducir
la incidencia, tres actitudes:
Resumen
Este texto completo es una transcripción editada de una conferencia dictada en el Curso de Instrumentistas
Quirúrgicos, realizado en el marco del LI Congreso del Capítulo Chileno del Colegio Americano de
Cirujanos, en Santiago, entre el 2 y el 5 de Mayo de 2007.
Introducción
La técnica quirúrgica de laparotomía contenida se describió por primera vez en Francia, en 1978; consiste en
dejar la cavidad abdominal comunicada al exterior, con el fin de realizar revisiones quirúrgicas de dicha
cavidad las veces que se estime necesario. El objetivo principal de esta técnica es prevenir la formación de
focos sépticos múltiples y evitar el daño de la pared abdominal por cierres sucesivos de ella.
Hay diferentes formas de ejecutar esta técnica quirúrgica. Está la que se realiza con puntos totales de
Ventrofil, más moltoprén para protección de las vísceras; también se puede utilizar mallas totales de Marlex o
Dexon, puntos totales con bajada de suero o con trozos de drenaje de látex, o la bolsa o lámina de polietileno
que se sutura al borde de la aponeurosis o de la piel, también conocida como bolsa de Bogotá. Esta bolsa se
utilizó por primera vez en 1984 en el Hospital San Juan de Dios de Bogotá, Colombia, en un paciente con
trauma abdominal y estallido hepático que se había intervenido varias veces por reinfecciones y hemorragias
y cuya pared abdominal no se había podido cerrar, por edema excesivo de las vísceras y por carecer de los
implementos necesarios para efectuar este cierre; el cirujano Oswaldo Borraes utilizó una bolsa de suero
transparente y resistente, con muy buen resultado. Posteriormente se utilizó este método en víctimas de la
guerrilla colombiana y, años más tarde, el cirujano estadounidense Feliciano visitó ese hospital y adoptó el
uso de la bolsa. En el Hospital Parroquial de San Bernardo se utiliza esta técnica desde hace diez años; la
primera vez se utilizó en una paciente con pancreatitis necrohemorrágica grave, en la cual el edema de las
vísceras impedía efectuar el cierre.
La bolsa de Bogotá tiene varias ventajas clínicas: permite el drenaje permanente de la pared abdominal,
porque no queda herméticamente cerrada; previene la evisceración, porque las vísceras quedan contenidas en
esta bolsa plástica; favorece la ventilación del paciente, ya que reduce la presión intraabdominal y evita el
ascenso del diafragma; facilita el cierre natural de la pared, ya que ésta se lesiona menos; previene las heridas
y escaras secundarias a los puntos totales o a las grapas que se utilizan para contener la pared abdominal;
previene el síndrome compartimental, ya que facilita la expansión y disminuye la presión intraabdominal; y
conserva la piel y la aponeurosis en mejores condiciones para un cierre diferido.