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Introducción
Desde 1978, la Declaración de Alma Ata refiere que "la atención primaria de salud es
la asistencia sanitaria esencial basada en métodos y tecnologías prácticos,
científicamente fundados y socialmente aceptables, puesta al alcance de todos los
individuos y familias de la comunidad", por tanto representa un contacto directo
entre el sistema de salud y las familias, un elemento fundamental para reconocer que
la salud de las personas debe ser integral, asegurando la participación activa de las
familias y comunidad en la planificación, organización, ejecución y control de la
APS3.
Algunos artículos señalan que una de las problemáticas generales a escala mundial,
en las familias, es el envejecimiento poblacional, y el incremento de las
enfermedades crónicas no transmisibles, que a largo tiempo pueden producir un
deterioro funcional en las personas mayores. Esta situación trae como consecuencia
una dependencia en las actividades de la vida diaria: obliga a las familias a asumir
funciones y a convertirse en cuidadores informales, afectando su funcionalidad
familiar5-8.
Por otra parte, programas realizados con familias con niños y adolescentes reportan
la necesidad de reivindicar a los hijos 10. Hay estudios que indican que los niños y
adolescentes presentan diversas conductas de riesgo, responsables de la morbi-
mortalidad en los menores, entre los cuales se destacan: el consumo de drogas, el
embarazo precoz, las infecciones de transmisión sexual, que implican un deterioro
considerable en la salud. Estos factores afectan la calidad de vida, la inserción en la
sociedad y gran parte de las enfermedades crónicas no transmisibles del adulto11.
Un estudio plantea que la falta de apoyo de los servicios sociales y de salud a las
familias, además de falta de autocuidado en la familia con personas que padecen
enfermedades crónicas y niños que requieren de una atención especial, se
convierten en una carga que amenaza el bienestar y la calidad de vida de las familias,
por el desequilibrio de la salud y de las finanzas de la familia entera, lo que repercute
en su la funcionalidad12.
(Los colombianos reconocen que las familias son una fuente clave de apoyo ante la
incertidumbre; para el 53% de ellos la unión familiar y la presencia de la familia
extensa es el producto de la necesidad de supervivencia y de la tradición17. En las
familias extensas existe algo así como "un alto grado de cooperación" que "en casos
de emergencia" genera un fuerte sentimiento de solidaridad que aprieta las ramas de
parentesco. Por encima de los conflictos entre sus miembros, "salva a esta molécula
social de su desintegración el fuerte funcionalismo que para la sobrevivencia
individual éste representa". )Lo que sugiere que las familias extensas, para los
abuelos, generan más bienestar19 en su dinámica interna de la vida cotidiana, y que
sus miembros se sienten más satisfechos y saludables, posiblemente porque las
relaciones dentro de la familia son más intensas que en cualquier grupo de la
sociedad20. Sienten a la familia como fuerte proveedora de actuaciones de bienestar,
que brinda apoyo en el plano emotivo, estimulando el sentido de pertenencia y la
estima personal21,en este tipo de familias se ve el cuidado mutuo, y cada miembro
se siente incorporado de manera agradable, satisfecho y esto permite que se
establezca una relación positiva con los demás miembros. De esta forma se
mantiene una balance positivo en lo que da y recibe de ella21.
Ese párrafo anterior me parece muy redunante. Me parece que podrias decir con tus
palabras el papel de la familia y ser más preciso. Pondría por ejemplo, en los países
de america latina se considera fundamental el rol que cumple la familia. Por ejemplo
en Colombia……… y ahí pondría lo que te señalé entre los paréntesis rojos
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-
71072016000300011
Resumen
Otro punto importante sobre APS ES EL QUE HACE REFERENCIA A LOS SECTORES
MÁS DESFAVORECIDOS .Hace 30 años, la atención primaria de salud se presentó
como un conjunto de valores, principios y enfoques destinados a mejorar el grado
de salud de las poblaciones desfavorecidas. En todos los países, se ofrecía una
manera de mejorar la equidad en el acceso a la atención de salud y la eficiencia en la
manera en que se usaban los recursos. La atención primaria de salud adoptó una
visión holística que iba mucho más allá del limitado modelo médico. Reconocía que
muchas de las causas básicas de la mala salud y de la enfermedad escapaban al
control del sector de la salud y, por lo tanto, debían abordarse a través de un enfoque
amplio que abarcara a toda la sociedad. De ese modo cumpliría varios objetivos:
mejorar la salud, disminuir la morbilidad, aumentar la equidad y mejorar
enormemente la eficacia de los sistemas de salud.
Hoy en día, los sistemas de salud, incluso en los países más desarrollados, no
alcanzan esos objetivos. Aunque se han realizado notables progresos para mejorar
esta problemática: luchar contra la enfermedad y alargar la vida, las personas no
están satisfechas con los sistemas de salud que existen en todo el mundo. Una de
las mayores preocupaciones se refiere al costo de la atención médica. Se trata de
una preocupación realista, ya que 100 millones de personas caen en la pobreza todos
los años al costear la atención sanitaria. Un número aún mayor de personas no puede
acceder a ningún tipo de atención sanitaria.
En el Informe sobre la salud en el mundo, la OMS propone que los países basen sus
decisiones relativas al sistema de salud y al desarrollo de la salud en cuatro
orientaciones normativas amplias e interconectadas. Estas cuatro orientaciones
representan los principios básicos de la atención de salud:
Cobertura universal: para que los sistemas sean equitativos y eficientes, todas las
personas deben tener acceso a la atención de salud de acuerdo con sus necesidades
e independientemente de su capacidad de pago. Si carecen de dicho acceso, las
desigualdades en materia de salud producen décadas de diferencias en la esperanza
de vida, no sólo entre países, sino dentro de los países. Estas desigualdades plantean
riesgos, en particular brotes de enfermedades, para todos. Ofrecer una cobertura
para todos constituye un desafío económico, pero actualmente la mayoría de los
sistemas se basa en pagos directos, que es el método menos equitativo y eficaz. La
OMS recomienda sistemas de mancomunación de fondos y de prepago, como los
planes de seguro. Brasil comenzó a trabajar para lograr la cobertura universal en
1988, y ahora llega al 70% de la población.
Servicios centrados en las personas: los sistemas de salud pueden reorientarse para
responder mejor a las necesidades de las personas a través de puntos de prestación
de servicios integrados en las comunidades. Cada una de las 17.000 “casas de salud”
de la República Islámica del Irán presta servicio a unas 1 500 personas, siendo
responsables del acusado descenso de la mortalidad de las dos últimas décadas, en
las que la esperanza de vida pasó de 63 años en 1990 a 71 años en 2006. La estrategia
de atención primaria de salud de Nueva Zelandia, que se puso en marcha en 2001,
hace hincapié en la prevención y la gestión de las enfermedades crónicas. Las
“policlínicas” cubanas han contribuido a que los cubanos gocen de una de las
mayores esperanzas de vida (78 años) de los países en desarrollo del mundo. El
Programa de Salud Familiar del Brasil proporciona una atención de calidad a las
familias en su domicilio, en las clínicas y en los hospitales.
Es posible avanzar en todos los países. Ahora, más que nunca, existen
oportunidades para empezar a cambiar los sistemas de salud y convertirlos en
atención primaria de salud en todos los países. Las dificultades difieren en países
con distintos niveles de ingresos, pero también existen aspectos comunes. Se gasta
más dinero que nunca en salud y se tienen más conocimientos para abordar los
problemas sanitarios mundiales, incluso mejores tecnologías médicas. Actualmente
también se reconoce que las amenazas y oportunidades en materia de salud son
comunes en todo el mundo. La ayuda es importante para algunos países, pero la gran
mayoría del gasto sanitario procede de fuentes nacionales. Incluso hoy en día, en
África, el 70% de los recursos destinados a la salud procede de fondos nacionales.
Así pues, la mayoría de los países tiene la capacidad necesaria para comenzar a
avanzar hacia los beneficios de la atención primaria de salud y beneficiarse de ellos.
http://www.who.int/whr/2008/summary/es/
Ya hemos señalado antes que los sistemas sanitarios que están centrados en la APS
son más efectivos y eficientes que aquellos otros en los que las prioridades en
términos de recursos y organización se dirigen hacia la atención especializada
hospitalaria. También apuntábamos que el desarrollo de la APS no tiene
necesariamente que implicar una disminución importante de los gastos del sistema
sanitario. La APS contribuye a una mejor racionalización de las decisiones
económicas y planificadoras, lo que se traduce en un cociente más favorable entre
resultados y costes. Barbara Starfield es la autora que más ha contribuido al análisis
de las repercusiones que tiene sobre los distintos sistemas sanitarios el desarrollo
de la APS. Estas repercusiones no sólo —o principalmente— atañen al ámbito
económico, sino que se extienden a la mejora de la calidad de la atención, los
indicadores de salud y la satisfacción de la población con la sanidad del país. El
análisis de los principales elementos característicos de la atención primaria (primer
contacto, longitudinalidad, integralidad y coordinación) permite medir con cierta
precisión estas contribuciones. El desarrollo de un sistema sanitario centrado en la
APS, al favorecer la redistribución de los recursos y mejorar la accesibilidad
universal a éstos, puede contribuir también de forma decisiva a potenciar la equidad
de la atención de salud y permitir corregir la distribución desigual de la carga de
enfermedad en los distintos estratos socioeconómicos de la población: es bien
conocido que son las personas de nivel socioeconómico inferior las que tienen una
mayor morbilidad. En un estudio realizado por Barbara Starfield en 1994 se
compararon doce países occidentales industrializados y se demostró que aquellos
en los que el sistema sanitario estaba más fundamentado en la APS existían mejores
niveles de salud en combinación con menores costes económicos (fig. 1.3). También
se ha constatado, en estudios realizados en Estados Unidos, que en aquellos lugares
con mayor densidad de médicos de atención primaria en relación con otros
especialistas era menor la tasa de mortalidad ajustada por edad. En otro análisis en
cincuenta estados norteamericanos se comprobó que diversos indicadores vitales
eran mejores cuanto menor era el número de habitantes por médico de atención
primaria y la cantidad de otros especialistas. Disponemos de muchos estudios que
comparan la calidad y los costes de la atención en consultas ambulatorias que
prestan los médicos de familia y enfermeras con la de otros especialistas. En la
mayoría de ellos no se evidencian diferencias significativas en la calidad y, por el
contrario, sí que existen en relación con la cantidad de exploraciones
complementarias solicitadas o con la complejidad y el coste de los tratamientos
prescritos, menores en las consultas de estos profesionales de referencia. Con
relación al papel de los profesionales no médicos en el seno de los centros y equipos
de APS existen cada vez más evidencias de que pueden ser incluso más efectivos y
eficientes que los médicos para la atención de diversos problemas agudos y
crónicos, sin disminución de la calidad asistencial. Estas contribuciones de la APS a
la mejor efectividad y eficiencia del sistema sanitario se potencian en aquellos
contextos organizativos que permiten altos niveles de autonomía de los equipos y de
cada profesional tanto en la planificación y gestión de los centros como en la de las
propias agendas de trabajo individuales. Diversos estudios, entre ellos algunos
realizados en Cataluña, demuestran que cuando los miembros de los equipos son
los responsables máximos de la planificación y gestión de los recursos y gozan de
un grado elevado de autonomía, mejoran algunos de los resultados de la atención
prestada así como la motivación y la satisfacción profesional.
Longitudinalidad y continuidad
Esto, que ha sido una clara percepción para agencias y empresas ligadas a la producción,
no parece haberse efectivizado con suficiente fuerza y sistematización en las instituciones
prestadoras de servicios de salud. "Teóricamente se podría plantear que las diversas
actividades que bajo el rubro de Educación Continua se han llevado a cabo en América
Latina, han estado ligadas a los servicios de salud de manera permanente, progresiva y
dinámica. Sin embargo, la realidad ha venido mostrando otro panorama; en 1975, un grupo
de expertos reconoció la carencia de actividades que impulsaran la educación continua en
las instituciones asistenciales "a causa de que el sector salud no ofrece los elementos
condicionantes y facilitadores del proceso". (Por supuesto, hoy en día se reconoce la
existencia de otros factores que en ese entonces eran limitantes para el desarrollo de
acciones educativas; para el caso, las directrices políticas que definen las prioridades, son
causa importante de tal limitación). Aún hoy, a pesar de la política internacional trazada
hace 10 años por los países miembros de la Organización Mundial de la Salud —tendiente
a alcanzar la meta Salud para Todos en el Año 2000— es evidente la ausencia de procesos
permanentes de Educación que coadyuven al logro de dicha decisión política."
Una lista de las razones más frecuentes que han llevado a desarrollar programas de EPS
incluye las siguientes situaciones y justificativas:
Instauración de nuevos programas y acciones por los servicios de salud.
Causa/Origen:
Político
Sanitario
Causa/Origen:
Es coherente y consistente argumentar que la EPS debe estar articulada con la puesta en
marcha de proyectos político-sanitarios. Sin embargo, enfatizar unilateralmente este factor
puede llevarnos a:
• Deducir las acciones de EPS desde las decisiones "centrales" y nunca desde la práctica,
contribuyendo a aumentar la fractura entre las directrices y la efectiva realización cotidiana.
El otro orden de razones planteado espera que la EPS cumpla el papel de colaborar para
la actualización y/o recuperación del conocimiento técnico profesional.En esta línea de
pensamiento, Mejía (1986) concibe la educación continua como "el conjunto de
experiencias que siguen a la formación inicial y que permiten al trabajador mantener,
aumentar y mejorar su competencia.
3. Memoria. Hay una inexorable "tasa de olvido" que tiende a menguar competencias
pertinentes.
Todo lo anterior ha llevado a estimar grosso modo que sin educación continua, una alta
proporción de la competencia inicial es incongruente o se ha olvidado, de cinco a siete años
después de la formación inicial".
Parece claro que la EPS puede brindar un significativo aporte en estesentido. Sin embargo,
restringir sus objetivos a la acción "compensatoria" de deficiencias cognitivas o de
destrezas, limita notablemente su eficacia.
Cabría preguntarse:
Las respuestas afirmativas a estos interrogantes nos llevarán a concluir que las razones
más frecuentes para implantar procesos de EPS en los servicios de salud, se asientan en
la visión de que los cambios deseados para las instituciones se logran básicamente desde
la acumulación de la información y se direccionan eficazmente desde la difusión de
informaciones y políticas.
Otros aportes, en cambio, (sin ignorar los enfoques anteriores) incorporan otras cuestiones.
Ellos se orientan hacia el cambio de la práctica técnica y de la práctica social al mismo
tiempo. Esta corriente resalta los aspectos de promoción humana del trabajador y del
trabajo en equipo, la reflexión crítica'sobre la práctica y la estimulación del compromiso por
transformar la realidad.
Entre ellos pueden mencionarse los aportes de Haddad cuando define a la EPS como:
"Un proceso permanente que promueve el desarrollo integral de los trabajadores de salud,
utilizando el acontecer habitual del trabajo, el ambiente normal del quehacer en salud y el
estudio de los problemas reales y cotidianos, como los instrumentos y situaciones más
apropiadaspara producir tal aprendizaje". Roschke y Casas (1987) sustentan, dentro de
esta, perspectiva que los
"• Sustentarse en el análisis del contexto político, socio-económico yde salud de cada país,
en función de la transformación que se esperapara responder a los principios de equidad y
justicia social que demanda la meta social de Salud para todos en el año 2000.
Las enfermeras salubristas ya formaban parte del equipo de salud pública a comienzos del
siglo XX. Se atribuye a Lillian Wald haber acuñado el término “enfermera sanitarista” como
una descripción de las enfermeras que trabajaban para promover la salud y prevenir las
enfermedades en grandes concentraciones de inmigrantes pobres en la ciudad de Nueva
York.
Muy poco tiempo después, las publicaciones que mencionaban a las enfermeras como
parte del personal imprescindible para un organismo sanitario las consideraban esenciales.
Por ejemplo, en 1922, el comité relativo al ejercicio profesional del Departamento de Salud
Municipal, determinó cuál era la fuerza laboral necesaria en un departamento de este tipo
que atendía a una población de 100.000 habitantes.16 Como jefe de cada departamento
estaría un oficial de salud, apoyado por un auxiliar administrativo y dos taquígrafos. Las
enfermeras se destacaron y se recomendó que 30 de ellas llevaran a cabo las funciones
preventivas en salud pública. También se sugirió dotar de más enfermeras a los centros
clínicos, a razón de una enfermera por cada 2.000 a 2.500 personas de población atendida.
Aunque muy pocos departamentos llegaron a tener el personal necesario, esta proporción
muestra la dirección que tomaba la salud pública.
En las Américas, no se conoce la supuesta proporción de enfermeras salubristas con
respecto a la población. Sin embargo, la proporción de enfermeras por número de
habitantes varía considerablemente, desde el mínimo de 1,7 enfermeras por 10.000
habitantes en Honduras, hasta 98 por 10.000 en Canadá;17 por ende, es razonable suponer
que la proporción de enfermeras salubristas también varía ampliamente. Durante muchos
años, las enfermeras de los Gobiernos Miembros de la OPS han colaborado para divulgar
la función que desempeñan en la salud pública. Aunque estas actividades son anteriores al
trabajo actual sobre las funciones esenciales, son perfectamente compatibles con las
actuales. Por ejemplo, la labor de las enfermeras salubristas de las áreas rurales en Chile
hacen hincapié en el trabajo en equipo, en el diagnóstico de la situación sanitaria general
de una comunidad, en la atención especial a la promoción de la salud, la vigilancia
epidemiológica de las enfermedades transmisibles, la educación de la comunidad y la
coordinación con las instituciones locales.
En los Estados Unidos varias organizaciones de enfermería han emitido declaraciones para
describir la enfermería de salud pública21 las cuáles, en general, resultan de la
colaboración entre las principales asociaciones nacionales que representan a la enfermería
de salud pública, entre otras, la Asociación de Enfermeras Estadounidenses, la Asociación
Estadounidense de Salud Pública, la Asociación de Educadores de Enfermería de Salud
Comunitaria y la Asociación de Directores Estatales y Territoriales de Enfermería (ASTDN).
La declaración más reciente es la de Scope and Standards of Public Health Nursing Practice
(Alcance y normas para el ejercicio de la enfermería de salud pública),22 que describe a la
enfermería de salud pública como la práctica para la promoción y la protección de la salud
de las poblaciones utilizando conocimientos tanto de las ciencias de enfermería como de
las sociales y las de salud pública. En el Anexo D figura el gráfico de ASTDN, preparado
para ilustrar la interrelación del trabajo de enfermería básica con el nuevo modelo de las
actividades de salud pública. El gráfico ha resultado eficaz para ayudar a las enfermeras
salubristas a comprender cómo se inserta su labor dentro del campo de la salud pública.
En los Estados Unidos, como en cualquier otra parte, el personal de enfermería no cuenta
con todas las competencias necesarias para organizar, administrar y prestar los servicios
esenciales de salud pública. Ha habido poco acceso a la educación continua, al bachillerato
o a los programas de maestría que pudieran seguirse sin descuidar el empleo o los
compromisos familiares.
las enfermeras salubristas empleadas actualmente, para así poder instaurar los
mecanismos que permitan impartir eficazmente los contenidos educativos necesarios a la
tan dispersa fuerza laboral de enfermería.
• Establecer con claridad las diferencias y las similitudes entre la atención individual al
paciente y la enfermería dirigida a la población.
• Describir la historia y las perspectivas actuales del ejercicio de la enfermería de salud
pública.
Muchos de éstos, son conceptos comunes a todas las disciplinas de salud pública y pueden
divulgarse en entornos interdisciplinarios, si los estudiantes están preparados para trabajar
en colaboración y respetando tanto las diferencias como las semejanzas. Sin embargo, los
modelos interdisciplinarios para la prestación de servicios esenciales de salud pública están
mal concebidos y carecen de una comprensión clara de la división del trabajo potencial.
Aun más, cuando se aplican, a menudo no funcionan eficazmente debido a la tensión que
generan entre las diferentes disciplinas participantes. Los líderes de cinco disciplinas de
salud pública de los EUA han preparado un programa básico de estudios que debería
entregarse a todos los administradores de salud pública, profesionales de salud ambiental,
educadores sanitarios ,enfermeras y médicos. Este programa incluye muchos de los temas
estipulados en el programade estudios de enfermería descrito anteriormente, a saber:
La enfermería tiene ciertas funciones que son esenciales para la salud pública, entre ellas
se pueden mencionar las siguientes:
Deberías poner algo para cerrar el marco, como por ejemplo cual es tu postura a partir de
lo que has puesto de marco teórico