Sie sind auf Seite 1von 63

RESTAURACION RESTITUCION CONSOLIDACION 26.01.

2019

Pr. Eugenio Zamorano


PRIMERA PRESENTACIÓN O INTRODUCCIÓN

¿Por qué si le entregaste tu vida a Jesús, y el prometió una vida abundante, no


siempre estás viviendo en plenitud? ¿Por qué si él ha cambiado tu vida, muchas cosas
de tu pasado reaparecen una y otra vez en tu presente, atándote, condicionándote,
entristeciéndote?.

La salvación en Cristo es un proceso de sanidad integral, no es un evento, sino un


proceso que abarca tu pasado, tu presente y tu futuro.

Primero el Señor obró en tu pasado y fuiste perdonado de tus pecados y faltas y


rescatado del poder del diablo y en el presente, estas siendo santificado y el proceso
se extiende a tu futuro donde serás plenamente liberado y glorificado.

Como consecuencia de la interpretación errada del pasaje de 2ª de Corintios 5:17


que dice: “El que está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí
todas son hechas nuevas”, se ha interpretado que está ya todo hecho y no hay nada
más que hacer. Esto ha traído frustración, confusión porque esta enseñanza no
coincide con sus vidas.

Si la salvación fuera solo un evento, ya nadie pecaría, nadie tendría dolor ni


sufrimiento y nadie tendría asuntos del pasado sin resolver.

Hay que observar bien este versículo y poder ver que lo primero que dice es referido
a una permanencia y no a una acción puntual “EL QUE ESTA EN CRISTO”. Lo segundo
que dice es que la transformación de viejo en nuevo es algo continuo. Mejor sería
entenderlo así este pasaje “Las cosas viejas van pasando, he aquí todas van siendo
hechas nuevas”.

Estar en Cristo es mucho más que una decisión de fe, es más bien lo que dice el
apóstol Pablo “Ya no vivo yo, más vive Cristo en mí”, todo lo que le entregamos a
Cristo ha sido cambiado en nuestra vida, debemos entender que solo lo que le
entregamos al Señor es sanado, restaurado. Así por tanto lo que no es asumido no es
restaurado. Por eso muchos buenos hermanos siguen perseguidos por cosas de su
pasado, porque nunca las expusieron a la acción redentora de Cristo.
Si bien cada uno de nosotros un día le entregó la vida a Cristo y nacimos de nuevo,
nacer no es la vida. Nacer es el comienzo de la vida. El nacimiento en verdad es un
evento pero la vida es un proceso. Un proceso que implica pasado presente y futuro.
Las cosas de tu pasado: heridas, traumas recuerdos insanos, complejos, ataduras,
hábitos que conscientemente no hayas entregado a Cristo, no pueden ser asumidos
por su obra redentora y por tanto todavía están necesitados de redención, de
sanidad.

De este modo al ir tomando conciencia de cuestiones de nuestro pasado que están


sin resolver, a medida que el Espíritu Santo nos las va revelando, entramos en el
proceso de transformación, y entonces sí, las cosas viejas son cambiadas por el
poder del Señor. Esto no sucede automáticamente, sino como todas las cosas en la
vida cristiana, sucede a partir de la ministración de los unos hacia los otros. Esta es la
inmensa riqueza del cuerpo de Cristo, lo que dice el apóstol Santiago “orad unos por
otros, para que seáis sanados “ (5.16)

Necesitamos ser restaurados tanto en el plano espiritual como en el psicoemocional


de aquellas cosas que nos afectaron y cuyos efectos siguen condicionando nuestras
vidas en el presente.

La restauración de nuestra vida respecto al pasado resulta esencial para vivir bien. La
mayoría de nosotros hemos sido ministrados en distintas áreas de nuestra vida pero
quizás hay cosas que aun necesitan ministración, pues no estás viviendo una vida
plena, aunque has pasado por liberación y sanidad interior sigues sin experimentar
plenitud y siempre estás necesitando ser ministrado en sanidad y liberación, pero
aun así no vives esa vida abundante que Jesús prometió. Puede haber distintos
grados de frustración en tu vida por no alcanzar la total plenitud, pues no hemos
cerrado todo el ciclo de los tres niveles de sanidad que son la restauración en
relación a tu pasado, la restitución en relación con tu presente y la consolidación de
tu futuro.

Quizá tu experiencia de vida cristiana ha sido hasta hoy una mezcla de enorme
gratitud al Señor por todo lo que ha hecho en tu vida, y un sabor amargo porque la
plenitud prometida todavía no es realidad, a tal punto que te has resignado a pensar
que ésta la vivirás en el cielo, y si bien esto es cierto, también es cierto que es
absolutamente posible para todos, vivir una vida plena aquí y ahora.
No nos resignemos, Cristo Jesús tu Señor, ya hizo todo para que puedas vivir en
plenitud.

Necesitamos profundizar en qué consiste la sanidad integral, la cual nos llevará a vivir
una vida de plenitud.

La sanidad integral implica restauración, restitución y consolidación; podemos verlo


claramente expresado en 2ª de Crónicas 24.4; Joas decidió restaurar la casa de Dios.
Así también nosotros debemos decidir restaurar nuestra casa espiritual que es
nuestra propia vida donde habita Dios. En el versículo trece de este mismo capítulo
observamos la triple dimensión a la que estoy haciendo mención “Hacían, pues, los
artesanos la obra, y por sus manos la obra fue restaurada, y reconstituyeron la casa
de Dios a su antigua condición, y la consolidaron”.

Restauración tiene que ver con trabajar con lo pasado, con lo que quedó dañado de
lo vivido. La restitución tiene que ver con el presente, poder empezar a vivir en el
presente con todo aquello que en el pasado no pudimos, con todo lo que en el
pasado nos fue quitado y la consolidación tiene que ver con el futuro.

Significa colocar en el presente las bases, para que en nuestro futuro podamos vivir
con toda la bendición de Dios

RESTAURACIÓN

Implica primeramente la decisión (como Joas), luego actuar con diligencia y


convertirla en acción. Cada uno de nosotros debe poner diligencia en la reparación, la
reconstrucción y la sanidad de nuestras vidas

Lo primero a reparar son las grietas: rupturas, brechas, vacíos, goteras, filtraciones
(como hizo el rey Joas 2ª de reyes 12:5, 6, 7, 8,12 y 22:5) si observas que en tu vida
hay grietas, rupturas en tus relaciones, rupturas en relación con tu pasado entonces
tu vida necesita sanidad. Si en ti hay brechas entre lo que siempre soñaste y lo que
estás viviendo, tu vida necesita ser atendida. Si percibes que hay filtraciones de cosas
del pasado que todavía siguen infiltrando tu vida y dañándote en el presente,
entonces precisas restauración. Si vienen a tu vida esas goteras, esos recuerdos que
una y otra vez caen sobre tu cabeza, no es algo que te meta en una crisis, es apenas
una gotera, pero por lo constante te afecta, te daña, entonces es preciso que lo
resuelvas. Si en tu vida hay vacíos en tu interior, agujeros que todavía no llenaste, no
te dejes estar, necesitas reparar tu vida. Si algo de todo esto te toca, entonces
necesitas restauración.

La palabra hebrea para restauración es ARUKAH Y significa restaurar en profundidad,


sanar integralmente. Viene de una raíz que significa alargar, estirar. Por tanto la
sanidad que Dios quiere hacer en tu vida, tiene que ver con una restauración en
profundidad. Dios Desea estirar todo, lo que ha causa del dolor, ha quedado
contraído, arrugado (pensemos que Dios está preparando una Iglesia sin mancha ni
arruga, ni cosa semejante). Las arrugas de tu rostro, primeramente aparecieron en tu
alma, a causa del dolor. Ciertamente necesitamos ARUKAH, estirar, trabajar en
profundidad para que las grietas desaparezcan.

Tu vida es casa de Dios. Hay cosas en tu vida que fueron destruidas, a causa de
personas que te hirieron y a causa de situaciones, experiencias traumáticas que te
golpearon. Tu vida fue pensada por Dios, así es que antes que fueras concebido toda
tu vida estaba consagrada a Dios, pero hubo cosas que te fueron quitadas (carencias)
y también hubo cosas que tu mismo malgastaste, a causa de tu pecado y
desobediencia.

No subestimes las grietas, las brechas se van abriendo, las filtraciones y goteras se
van haciendo más grandes, los agujeros y vacíos se van profundizando y terminan
afectando negativamente tu vida, tu matrimonio, tu familia. Podemos despertar un
día hastiados por todo, pues no pusimos atención a reparar las grietas. Dale atención
a tu vida de modo que se produzca una profunda e integral sanidad de tu pasado y
que éste no sea un obstáculo para recibir todo lo que Dios tiene para ti.
SEGUNDA PRESENTACIÓN

“Los cabos sueltos nunca se pueden atar hacia adelante. Pero si se pueden atar hacia
atrás” (Steve Jobs, creador de Apple)

Si vivimos con cabos sueltos es algo extremadamente peligroso, como andar con una
bomba de tiempo entre las ropas.

Cinco nudos para atar tus cabos sueltos

Llamamos cabos sueltos a experiencias dolorosas de nuestra vida que siguen


molestándonos y dañándonos. Son situaciones que están ahí sin resolver. Esas
heridas, esos recuerdos dolorosos sin sanar todavía sangran y reflotaran en nuestras
vidas en el momento menos esperado y terminan destruyéndonos.

Primer nudo: Tomar conciencia

Podemos hacer un paralelo entre una nación y una persona necesitada de sanidad y
esto lo encontramos en Daniel 10:1 “En el año tercero de Ciro rey de Persia, fue
revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera y el conflicto
grande “ Aquí vemos que la primera reacción de Daniel fue TOMAR CONCIENCIA
(primer nudo) , que la palabra era verdadera y que el conflicto en su vida y en su
nación era grande- No tapó el asunto , ni trató de ocultarlo o negarlo. Ahora cada
uno de nosotros si nos damos cuenta que nuestra necesidad de sanidad es real,
tomemos conciencia de cuales son aún los cabos sueltos que quedan, que aspectos
tienes que trabajar, para que el conflicto entre lo que deseas vivir y estás viviendo,
no se agrande, ni se agrave, sino por el contrario se resuelva. NO NIEGUES LO QUE
ESTA MAL, sé lo mas riguroso que puedas contigo mismo, no para castigarte, ni
deprimirte, si no sé riguroso para todo lo contrario, ver nuestros errores debe ser
estimulante, porque lo peor que nos puede pasar, es que haya algo que no funciona
en nuestra vida y no saber por qué y seguir en el tren que nos lleva a la destrucción,
negando nuestra realidad y lo que vendrá. Si somos rigurosos con nosotros mismos y
vemos claramente los errores que hemos cometido, estamos en el comienzo de la
solución de las cosas y eso debe ser tremendamente estimulante y alentador.
Segundo nudo: SABIDURIA

El mismo versículo de Daniel dice, “pero él comprendió la palabra y tuvo inteligencia


en la visión”.

Oremos a Dios diciendo “Señor dame inteligencia en la visión”, necesitamos cambiar


nuestra visión, nuestra manera de ver la realidad, nuestra vida o esas áreas de
nuestra vida que no han funcionado, necesitamos ver diferente (INTELIGENCIA EN LA
VISION). No es un asunto de capacidad intelectual, sino de tener los ojos de Dios,
aprendamos a ver cada aspecto de nuestra vida de una manera nueva, con los ojos
de Dios.

Tercer nudo HUMILLACION

“En aquellos días yo, Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas”

Este proceso de conciencia y cambio de comprensión es maravilloso, pero también es


doloroso, porque es tomar conciencia que debo cambiar, que hice mal las cosas, que
cometí errores, que las cosas no salieron como pensé, que no hice caso a las
personas que me aconsejaron, que no tomé suficientemente en cuenta la palabra de
Dios, que no alcancé lo que soñé. Esto duele y mucho. Por no querer enfrentarlo,
preferimos negarlo.

Daniel lo enfrentó y se humilló. Muchas veces por orgullo, por no reconocer que nos
equivocamos, por no dar nuestro brazo a torcer, perdemos la oportunidad de la
restauración, de la restitución y de la consolidación. Dejemos atrás el orgullo y
humillémonos delante de Dios, aunque el proceso sea doloroso. Si bien la
humillación es dolorosa, es el trampolín para obtener la victoria, porque el Señor da
gracia y exalta a los humildes y humilla a los soberbios. Digámosle al Señor yo quiero
recibir tu gracia y me humillo para que me exaltes-

El versículo 3 dice que Daniel realizo un tipo de ayuno para exponerse delante de
Dios, para que él le muestre qué debía cambiar y para que su poder lo cambie. Es una
señal de dependencia y deseo de cambio. Ayuno para que Dios me cambie.

“Apartémonos y ayunemos con una oración en nuestros labios “Señor qué debo
cambiar para que tu propósito en mi vida se concrete, para que los cambios que mi
vida necesita se hagan una realidad”.
Cuarto nudo: DEDICACION

Daniel tuvo que pasar un proceso de 21 días de ayuno y guerra espiritual.

Debemos dedicar tiempo y perseverancia al proceso de cambio, lo que ha estado allí


toda tu vida no va cambiar instantáneamente, porque además en el proceso vamos a
enfrentar oposición. Si tenemos palabra de Dios nos mantendremos firmes en medio
de la oposición (verso 13) “Mas el príncipe del reino de Persia, se me opuso durante
21 días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y
quedé allí con los reyes de Persia”. Ciertamente habrá oposición porque al diablo le
interesa mantenernos con cabos sueltos en nuestras vidas, con situaciones sin
resolver, con heridas sin sanar, con sabores amargos. Pero si estoy conectado al cielo,
desde el cielo se va a movilizar todo el ejército celestial en nuestra ayuda.
Pongámonos manos a la obra.

Este cuadro nos ayudará si lo hacemos y lo usamos.

Toma una hoja y divídela en 7 partes

1) Cabos sueltos: escribe aquí las cuestiones que están sin resolver en tu vida. En
todas las áreas, porque todo tiene que ver con todo, y a veces algo que parece
afectivo es un obstáculo para lo material y viceversa
2) Mis errores: anotemos aquí lo que hicimos mal y que nos han afectado y se
encuentran sin resolver
3) Consejos no atendidos: Cuales son los consejos que otras personas nos dieron
y que no tomamos en cuenta
4) Cambios: si no te decides a cambiar no habrá cambios en ti. Estos cambios
tienen que ver con las equivocaciones cometidas, pero también con otros
cambios que son necesarios, porque lo probado hasta ahora no ha funcionado.
5) Pasos: ¿de qué manera vas a encarar esos cambios. Seamos concretos y
específicos.
6) Fecha: A esas acciones de cambio, tiene que ponerle fecha de cumplimiento,
de otro modo nunca ocurrirán.
7) Evaluación: No dejemos de evaluar constantemente como vamos marchando
en los cambios
Quinto nudo: CONFIANZA

El verso 7 dice “Y solo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que
estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor y huyeron y se
escondieron.

Confrontarnos con lo que nos viene pasando, sin ver lo que Dios va a hacer hace
que uno se llene de miedo y prefiera esconderse. Pero solo Daniel tuvo visión de
Dios y de lo que Dios haría aunque él también tembló ante la visión (Leer
versículos 11 y 12).

Si Dios te pone en este proceso, no temas. Desde el primer día que te dispongas a
entender lo que te ha pasado y a humillarte ante la presencia de Dios, tus
palabras serán oídas y a causa de tu oración el Señor se manifestará en tu vida, no
temas, puedes confiar plenamente en que Dios está contigo y te irá mostrando,
revelando lo ocurrido y lo que vendrá.

Si nos decidimos a enfrentar nuestros cabos sueltos van a haber momentos en


que nos quedemos sin fuerzas, como Daniel en el verso 16. Pero cuando esto
ocurre no estás solo, allí aparecerá el Señor hablándote como en el verso 19.

Él no nos pone en este proceso para exigirnos ni para presionarnos, sino para que
disfrutemos los cambios que traerán bendición a nuestras vidas. Por eso él nos
dice LA PAZ SEA CONTIGO, éL quiere reemplazar los cabos sueltos por Shalom
(que es bienestar completo), bienestar integral, bendición completa en todas las
áreas de nuestra vida.

Dios nos dice: “No desmayes, tu fuerza no son tus recursos, sino los que yo te doy, la lucha
que tuviste o estás teniendo no es para aplastarte, sino para levantarte. Hoy estás cansado y sin
fuerzas, porque hay muchos cabos sueltos, pero yo te traje aquí para comenzar a atarlos, a
resolver lo que está pendiente.

Hoy estás agotado porque piensas que llegaste a tu techo, pero el Señor te dice “tu techo es solo
tu piso de lo que viene para tu vida. Yo soy el Señor y te estoy haciendo crecer en cada lucha, a
nuevos niveles de fe, de batalla, de oración, de revelación, de perseverancia de discernimiento,
de sabiduría. Te estoy introduciendo a un estilo de vida donde más y más lo sobrenatural
invadirá tu vida natural. Brotará una sabiduría especial que yo te estaré dando. Dios te está
levantando para atar los cabos sueltos. Por lo tanto no te canses, corrige tu fuente de poder y
prepárate para la victoria extraordinaria que Dios tiene para tu vida. “Porque yo estoy contigo,
nunca te dejaré, ni te abandonaré. Yo he permitido la lucha que estás enfrentando. Porque sé
que el enemigo de tu vida no tiene ninguna posibilidad de vencerte si te levantas en fe,
dependencia y confianza en mí. Porque estás a punto de entrar en un lugar de mayor poder en la
batalla. Y aunque muchas cosas no fueron como habías imaginado, aquí estas, no te rendiste y
ahora estás en mis manos y si bien el atar cabos sueltos te produce temor, yo te aseguro que te
sacaré de toda circunstancia y de toda situación en victoria, y aunque la lucha en la que
estuviste fue dura, ya no tiene poder para vencerte, porque hoy has llegado a entrar a un nivel
diferente.

No ores para que el diablo te deje en paz, yo te ordeno que persigas a tus enemigos y los
destruyas, quiero que recuerdes que te di autoridad, y sobretodo quiero que uses esa autoridad,
porque te di armas que son poderosas en mí para derribar las fortalezas del diablo. Yo pongo en
tus manos el arco de bronce. Pero antes yo soy tu fortaleza, tu refugio, tu torre fuerte.

Quiero que entres en un nivel de constancia, no de altibajos, sino de permanencia. No te basarás


en tus recursos, ni te apoyarás en las circunstancias. Las personas dejarán de tener tanto peso
en tu vida. Estoy fortaleciendo tu vida, sobre la base de una estrecha confianza en mí y de una
persistente relación conmigo. No te preguntes si podrás, no temas por los ataques y obstáculos,
son solo oportunidades de crecimiento “

TERCERA PRESENTACION

Clamor por Restauración

Tarea: esta semana estudia y ora el salmo 80 de Asaf que habla de restauración y
completa la tarea de la hoja de papel dividida en 7 partes

El salmo 80 de Asaf es un gemido testimonial, un clamor, un gemido colectivo,


pero también individual. Es el clamor del que se siente mal porque reconoce su
pecado, su situación y con desesperación pide, clama, gime y repite el pedido una
y otra vez, orando por una restauración en su vida, este debe ser el clamor del
pueblo de Dios hoy en forma colectiva e individual. Sientes que tu relación con
Dios perdió vigor y frescura y que percibes a Dios como distante. Sientes que la
cerca que guardaba tu vida se ha debilitado, que la total protección de Dios no
está contigo y tus circunstancias, los vallados de protección se aportillaron. Es el
clamor del que siente que le van arrancando las uvas, las cosas hermosas de su
vida cristiana, aquellas cosas que realmente vivieron, no que se la contaron.

Es el clamor del que siente que el puerco y la bestia del campo entraron a destruir
la viña, porque el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar, pero
como las defensas están caídas, los vallados aportillados, las cercas derribadas,
entonces no sabe qué hacer. Es el clamor del que ha intentado orar por todo esto,
pero percibe a Dios lejano, que no escucha y si Dios no escucha, entonces la
comida, la bebida, la vida es nada más que lágrimas. Es el clamor del que siente
que a causa de su situación el enemigo de su vida se burla y escarnece. Por eso
Asaf levanta este clamor: OH DIOS RESTAURANOS HAZ RESPLANDECER TU
ROSTRO Y SEREMOS SALVOS, HAZ QUE VOLVAMOS A SER LO QUE FUIMOS.
MIRANOS CON BUENOS OJOS Y ESTAREMOS A SALVO. OH DIOS RESTAURANOS.

Este no es el pedido de un inconverso. Es el clamor de quien recuerda cómo Dios


lo rescató, cómo Dios había echado fuera al enemigo de su vida. Es el clamor
desesperado de quien sabe que Dios ya le mostró todo su amor, liberándole y
salvándole. No es la petición de un cristiano inmaduro, inestable. Es el clamor de
un creyente que experimentó como Dios lo plantó y arraigó sus raíces. No se trata
del pedido de un cristiano pasivo. Es el clamor de un hijo de Dios que recuerda
que su vida tenía fruto, que su obra para el Señor se extendía con bendición. No
es el pedido de un cristiano centrado en sí mismo. Es el clamor de quien recuerda
que su vida servía para dar sombra a los demás, para proteger y cubrir a los
débiles, a los necesitados, para dar la palabra de aliento al caído.

No es solo un pedido, es el lamento, el gemir, el clamor de quien ha


experimentado a Dios, de quien ha gustado su amor, de quien ha sido salvado y
liberado por él. De quien echo raíces y creció en su vida espiritual y dió fruto y fue
de bendición para otros. OH DIOS, RESTAURANOS. HAZ RESPLANDECER TU
ROSTRO Y SEREMOS SALVOS. HAZ QUE VOLVAMOS A SER LO QUE FUIMOS.
MIRANOS CON BUENOS OJOS Y ESTAREMOS A SALVO. OH DIOS RESTAURANOS.

Este es uno de los pasajes de la escritura donde hay una acumulación de nombres
y atributos de Dios (4) y (19) donde dice Jehová Dios de los Ejércitos; en hebreo
son tres nombres Jehová, Elohim, Sebaot.

Es el clamor de quien sabe que Dios es la esencia de la vida misma, el que da vida,
por eso en el verso 18 dice: vida nos darás.

Elohim simboliza el poder, la excelencia, y la majestad de Dios. Es el clamor de


quien sabe que Dios es el Señor, el Rey Sebaot, Dios de los Ejércitos, capitán de
los ejércitos cósmicos, de los ejércitos celestiales, angelicales. Es el clamor del que
sabe que Dios es su pastor y por eso le reclama ser pastoreado. Es el clamor del
que sabe que Dios es un Dios cercano por eso en el verso 1 le pide que lo escuche,
de quien sabe que Dios es Santo y le pide que resplandezca su rostro, de forma tal
que su luz ilumine, es quien sabe que Dios es un salvador no uno que viene a
condenar, por eso en el verso 2 le pide: despierta tu poder… ven a salvarnos,
quien sabe que Dios es un Dios de misericordia (3 y 4). Hermanos amados
identifiquémonos con este clamor, hagámoslo nuestro.

Asaf pide que la medida con que sea medido no sea su justicia sino su amor y
misericordia.

Digámosle hoy a Dios SEÑOR VUELVE AHORA, REGRESA, MIRAME CON BUENOS
OJOS, TEN CONSIDERACION DE MI , VUELVE A VISITARME, YO SOY LA PLANTA QUE
TU PLANTASTE CON AMOR, YO SOY EL RENUEVO QUE AFIRMASTE PARA TI, NO TE
OLVIDES DE MI, SINO SEA TU MANO SOBRE MI Y DAME VIDA . OH DIOS
RESTAURANOS, HAZ RESPLANDECER TU ROSTRO Y SEREMOS SALVOS, HAZ QUE
VOLVAMOS A SER LO QUE FUIMOS, MIRANOS CON BUENOS OJOS Y ESTAREMOS A
SALVO, OH DIOS RESTAURANOS, RESTAURANOS.

La restauración de parte de Dios no es solo una promesa, sino una realidad


(Zacarías 8:3) Restaurar significa reparar.

¿Qué se rompió en tu vida que hoy necesita ser restaurado? ¿Sueños, proyectos?
¿Tu hogar?. Este es el poder del evangelio, son las buenas nuevas de la segunda
oportunidad y de la enésima oportunidad, pero sobre todo del poder de Dios para
restaurar nuestras vidas.

Restaurar significa volver a poner en pie. Muchas veces los golpes de la vida, las
heridas que otros nos producen, las desilusiones nos postran y nos paralizan. El
Señor siempre quiere que nos volvamos a poner en pie. Este es el principio para
avanzar, para crecer. Como al paralítico al que Jesús dijo: Levántate, toma tu
lecho y anda. Primero levántate, toma tu lecho, carga lo que te cargaba, gobierna
sobre lo que te gobernaba ¿Cuál es tu lecho en que permaneciste postrado?
¿Qué es lo que hasta hoy te ha cargado? ¿Una desilusión, una herida, un fracaso?.

En nuestras vidas está el poder del Espíritu Santo, el mismo poder que levantó a
Jesús de los muertos.
Haré hoy una declaración de restauración sobre nuestras vidas:

Amado Jesús te pido que lo que está roto sea restaurado. Matrimonios, hogares,
relaciones, sueños, proyectos, sujétense a la promesa de Dios “Yo he restaurado a
mi pueblo”. Al que está tendido, postrado, paralizado, imposibilitado, le digo,
LEVANTATE TOMA TU LECHO LEVANTATE Y ANDA. Carga lo que te cargaba,
gobierna en el poder del Espíritu, en el nombre de Jesús-

Hay una exigencia de parte de Dios en cuanto a tu santidad: en el hablar, en el


juzgar y pensar de los demás. Debe haber de nuestra parte una fuerte
determinación ante Dios, él no espera que seas perfecto, él espera que seamos
íntegros. Seguro que nos vamos a equivocar, pero él espera que seamos de un
solo corazón, sin dobleces, sin dualidades. De una sola pieza.

Comprometámonos ante Dios a vivir en integridad bajo el temor de Dios

TERCERA PRESENTACION

La importancia de la liberación y sanidad interior

Por qué podemos ser restaurados, las fuentes del dolor, clave de la ministración
de restauración, la importancia de ser restaurados.

Los dos pilares de la restauración: Ser perdonados, Perdonar

¿Cómo sería tu vida hoy si tu pasado hubiera sido diferente?

¿Cómo te sentirías hoy si de niño no hubieras sido desatendido por un papá


ausente?

¿Cómo sería tu vida afectiva si de pequeño no hubieras experimentado rechazo?

¿Cómo sería tu capacidad de abrirte y expresar sentimientos, si desde niño no te


hubieran dicho que los hombres no lloran?.

¿Cómo sería tu capacidad de disfrute de tus logros si no hubieras tenido un papá o


una mamá perfeccionista?.

¿Cómo te sentirías frente a situaciones que hoy te llenan de temor y de ansiedad,


si no hubieras experimentado abandono?.
¿Cómo sería tu capacidad de conocerte a ti mismo y de identificar lo que te pasa,
lo que te duele o molesta, si tus padres hubieran tenido el tiempo, la paciencia o
la sabiduría para preguntarte cómo te sentías o qué era lo que te molestaba?.

¿Cómo sería tu relación con tu pareja, y tu capacidad para aceptar las


imperfecciones de tu pareja, si de niño no hubieras sentido que debías ser
perfecto para merecer amor?.

¿Cómo sería tu capacidad de escuchar a los otros, si de pequeño experimentaste


que nadie te escuchaba?.

¿Cómo seria hoy tu seguridad personal si te hubieran amado con un amor


incondicional?.

¿Cómo hubieras desarrollado tu capacidad de amar y ser amado, si no hubieras


sido abusado, traicionado?.

¿Cómo sería tu capacidad de toma de decisiones si hubieras recibido afirmación y


aceptación?.

¿Cómo sería tu relación con la autoridad, si no hubieras tenido un padre


autoritario?.

Cuando viajamos en el tren del pasado, la primera estación que encontramos se


llama papá y mamá. La mayor parte de nuestros conflictos y sufrimientos
proviene de nuestros cinco primeros años de vida y están relacionados con
nuestros padres.

La madre es la fuente de amor, protección, nutrición y cuidado.

El padre es fuente de valorización, de estima, de direccionamiento, de disciplina y


fuente de orientación.

Cuando no hemos tenido padres sanos, experimentamos rechazo, abandono,


desamor y nuestra personalidad es insegura, temerosa, tenemos sentimientos de
inferioridad, autoestima baja, adicciones, resentimientos, perfeccionismo.

El pasado ya pasó pero muchas veces sus efectos continúan sobre nuestras vidas.
Por eso es importante saber de dónde venimos y sanar ese pasado, restaurando
nuestras vidas. Muchas veces queremos negar el pasado, pero aflora, porque todo
lo oculto se manifiesta. Por eso la negación nunca es una solución, sino por el
contrario complica más la vida. Pero lo importante es que no tenemos necesidad
de ocultar, ni de taponar nuestro pasado, pues la maravilla de Jesús es que él
sana nuestro pasado y restaura por completo nuestras vidas.

La psicología nos puede ayudar pero no sana nuestro pasado porque es una
disciplina humana y es limitada, no así Jesús que no está determinado por el
tiempo ni por el espacio ni por la materia. Él va a nuestro pasado y lo sana. Todo
cristiano tiene que ser ministrado en sanidad interior y liberación, porque todos
tenemos limitaciones, dolores, heridas, recuerdos, ataduras. Abrirnos es una
actitud inteligente, cerrarnos es de necios, debemos abrirnos, exponer nuestra
herida, renunciar a nuestros temores, odios, inferioridades, perfeccionismos para
así ser restaurados por Jesús.

Las fuentes del dolor:

1) Experiencias traumáticas de la vida, pérdidas de seres amados muy cercanos,


accidentes que provocan gran temor y afectan nuestra estructura mental y
emocional. Esto nos puede producir miedo intenso, sentido de incapacidad de
ejercer control u horror, cuando esto sucede el diablo viene y ataca tu vida y
penetra en ti un espíritu de temor que persigue a la persona el resto de su
vida, hasta que pueda ser liberada y restaurada.
2) Relaciones dolorosas: Infidelidad, abandono, rechazo, traición, desprecio,
maltrato, abusos físicos, sexuales, emocionales.
Esto sucede cuando alguien significativo en mi vida, que me brinda soporte
emocional me lastima y el dolor se convierte en hostilidad e incluso odio. Los
sentimientos negativos envenenan nuestra vida y se produce en nosotros una
espiral satánica.
Cuando no perdonamos se instala en nosotros el rencor, el que nos incapacita
para perdonar. Empiezo a desear lo malo para el que me hirió, y luego el deseo
de venganza. Hacer algo que dañe al que me dañó y se forma una cadena de
rencor-odio y luego se cae en depresión, pues la depresión espiritualmente
hablando, es ira introyectada (sin resolver) y termina por enfermar a la
persona.
Debemos saber manejar nuestro enojo según el consejo bíblico
“AIRAOS PERO NO PEQUEIS” enójate pero no te lo guardes, hay que saber
canalizar sabiamente el enojo QUE NO SE PONGA EL SOL SOBRE VUESTRO
ENOJO, NI DEIS LUGAR AL DIABLO”. Es decir podemos enojarnos, pero
tenemos que resolver inmediatamente el enojo, en lugar de almacenarlo en
nuestro interior. Y la manera de hacerlo es perdonando, porque cuando no lo
hacemos damos lugar a Satanás que termina atando nuestras vidas. Así por
tanto la persona que tiene odios, resentimientos, amargura necesita
liberación, para experimentar restauración en su vida.

3) La tercera fuente de dolor son las carencias, tanto físicas como afectivas. El
abandono, el rechazo experimentado, la falta de cuidado y negligencia
maternas, pueden provocar hipersensibilidad, inseguridad, inconstancia,
rechazo, baja autoestima, incapacidad para amar y ser amado sanamente. Las
carencias materiales provocan un sentido permanente de desprotección, de
amargura, de rebeldía, sentimiento de inferioridad, autocompasión, falta de
valía. También necesitamos ser ministrados sobre estas carencias.

4) La cuarta fuente de dolor es el pecado, los responsables de esta fuente somos


nosotros mismos. Significa desobedecer a los principios establecidos por Dios,
con las consecuencias dolorosas que esto produce, significa rebelarnos a la
voluntad de Dios, perdiendo tiempo y oportunidades, golpeándonos contra las
paredes de la vida con el consiguiente sufrimiento. Nuestro pecado puede
manifestarse espiritualmente con prácticas idolátricas y de ocultismo,
sometiendo de este modo nuestras vidas a autoridades espirituales satánicas
que oprimen, lastiman, matan y roban. Aquí también se necesita liberación.
También el pecado puede tener una manifestación emocional, como envidias,
celos, raíces de amargura, contiendas. Debemos renunciar a estas cosas para
ser restaurados. También el pecado se manifiesta en prácticas sexuales no
permitidas por la palabra de Dios, abortos, adulterio, fornicación,
masturbación, etc.
EL AMOR Y EL PODER DE DIOS PROVEEN SOLUCION A LAS CUATRO FUENTES
DE DOLOR. Cuando confrontamos con el amor de Dios a la fuente de dolor que
es el pecado, la persona experimenta que Dios salva al pecador y cuando
ejercemos autoridad en el nombre de Jesús, las personas son libres de sus
ataduras.
Cuando hemos tenido experiencias traumáticas que nos han hecho sufrir y
somos confrontados con el amor restaurador de Dios, experimentamos
consuelo y sanidad. El poder de Dios en el nombre de Jesús quiebra los yugos
de temores y echa fuera esos espíritus que gobiernan con limitación y miedo la
vida de tanta gente.

La restauración no es todo lo que la sanidad integral implica, es la primera de


las tres dimensiones y tenemos que pasar por la ministración de liberación y
sanidad interior, para luego poder avanzar hacia las otras dos dimensiones que
harán de nosotros personas plenas y disfrutar lo que Jesús dijo: Yo he venido
para que tengan vida y vida en abundancia.

CUARTA PRESENTACION

Los dos pilares de la restauración

Estos dos pilares son bien conocidos por nosotros, pero lamentablemente no
todos tienen bien afirmados estos dos pilares que son ser perdonados y
perdonar. Esto no es novedad para ninguno. Sin embargo Jesús nos enseñó
que hiciéramos una oración diaria: “el pan nuestro de cada día dánoslo hoy” y
también esta oración diaria incluye: “Y perdónanos nuestras deudas, como
también nosotros perdonamos a nuestros deudores”.
Pidiendo perdón y perdonando.
Considerando que la oración modelo del Padre Nuestro es tan corta, el hecho
que contenga estos dos pilares de la restauración, implica que Jesús le asigna
suma importancia para una buena calidad de vida.
1) Ser perdonados

“Si tu dispusieres tu corazón, y extendieres a él tus manos; si alguna iniquidad


hubiere en tu mano, y la echares de ti, y no consintieres que more en tu casa la
injusticia, entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte, y
nada temerás; y olvidarás tu miseria, o te acordaras de ella como de aguas que
pasaron. La vida te será más clara que el mediodía; aunque oscureciere, será
como la mañana. Tendrás confianza, porque hay esperanza; Mirarás alrededor,
y dormirás seguro. Te acostaras, y no habrá quien te espante; y muchos
suplicaran tu favor. Pero los ojos de los malos se consumirán, y no tendrán
refugio; y su esperanza será dar su último suspiro “( Job:11:13-20).
En este pasaje vemos lo maravilloso que es vivir sin cabos sueltos. Es la
posibilidad que vivas con el rostro en alto, limpio de manchas del pasado.
Sentirte fuerte, que vivas sin temor de nada. Que vivas habiendo olvidado
definitivamente tus miserias, o que te acuerdes pero como aguas que pasaron
y jamás volverán. Que puedas mirar hacia adelante, sabiendo que la vida te
será más clara que el mediodía. Vivir con confianza y esperanza. Que puedas
dormir seguro, sin temores, sin angustias. Vivir con el favor de Dios sobre tu
vida, que sea evidente a los demás.
Esto es el resultado de vivir sin cabos sueltos y Dios nos dice cómo.
Primero disponer tu corazón, si tu corazón está dispuesto, Dios también está
dispuesto a perdonar y limpiar tu vida. Dispuesto a echar de ti toda iniquidad,
aquí la palabra hebrea para iniquidad es AVEN, que significa jadear, esforzarse
inútilmente y por extensión ídolo. El pecado es el esfuerzo inútil, vano, de
querer alcanzar cosas, resolver frustraciones, por la vía contraria a la que Dios
quiere, es aquello a través de lo cual quieres alcanzar satisfacción,
gratificación, resolución de tus frustraciones, de tus cabos sueltos y que no
coincide con la voluntad de Dios. Y cuando eso se convierte en algo continuo
en tu vida, se convierte en un ídolo.
Es tiempo de dejar ese jadeo inútil. Tiene que haber en tu vida una
determinación a no consentir más que la iniquidad, el pecado more en tu vida.
O habita Dios o ese jadeo vano que es finalmente un ídolo.
Si dispusieres tu corazón; el Señor nos dice: “EXTIENDE A MI TUS MANOS” y
cuando vamos a él, pasa lo que dice Miqueas 7:18-19
“¿Qué Dios como tú que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente
de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en
misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras
iniquidades y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.”
Justamente Miqueas significa ¿Qué Dios como tú?
Cuando vamos a Dios, con sinceridad, con disposición del corazón, nos
encontramos con alguien que nos perdona, que olvida, que no retiene el
enojo, que se deleita en misericordia y que le da resolución completa a nuestro
pecado, porque sepulta nuestras iniquidades y echa en lo profundo del mar
todos, todos nuestros pecados.

Dios perdona nuestros pecados, no porque haga la vista gorda, sino porque el
cargó con esos pecados sobre sí mismo, sobre su hijo Jesucristo y lo castigó a él
por nuestros pecados, porque él actúa con justicia.
¿Quién como Dios? ¿Qué juez da su vida por el delincuente?. Por eso nosotros
amamos a Jesús, lo reconocemos como nuestro Señor, porque nos ha amado
tanto que dió su vida por ti y por mí, para que nosotros podamos vivir
perdonados. Y cuando nosotros vamos a Jesús y lo reconocemos como el que
manda en nuestra vida y le pedimos perdón por nuestros pecados, él perdona
nuestros pecados y los olvida. Y él no retiene el enojo, no respira enojo contra
ti, sino que respira aliento de vida sobre ti (ira: af: nariz) y agrega que se
deleita en misericordia. Su placer es amarnos y perdonarnos. El sepulta
nuestros pecados, la palabra hebrea para sepultar significa: pisar, conquistar.
Es decir Dios pisa sobre tus pecados y los conquista. ¿Quién COMO DIOS?.
Necesitamos tener muy bien afirmado este pilar para nuestra restauración.
Mirando hacia adelante sabiendo que la vida te será más clara que el
mediodía. Viviendo con confianza y esperanza. Durmiendo seguro, sin
temores, sin angustias. Con el favor de Dios sobre nuestras vidas de modo que
todos lo puedan ver.
2) Perdonar

El segundo pilar de la restauración es perdonar, el cual está en el Padre


Nuestro, y nuevamente nos muestra su importancia y lo diaria que debe ser
nuestra revisión, porque constantemente nos hieren, nos lastiman, nos
ofenden, nos defraudan, nos decepcionan. La revisión debe ser permanente.
Nosotros somos responsables de edificar este pilar, por tanto debemos ser
sinceros. Muchas veces nos cuesta ser canales de misericordia y perdón para
los que lo necesitan porque nuestras emociones están involucradas en el
asunto y a veces nos sentimos heridos, otras decepcionados o defraudados y
mientras más uno ama a la persona que lo hirió más cuesta perdonar.
Sabemos que tenemos que perdonar, sabemos que tenemos que involucrarnos
activamente en la restauración de esa persona, pero nos cuesta, por eso
necesitamos de Dios.
Nuestra tendencia es medir los comportamientos de los demás con la vara de
la justicia. Pero esa no es la vara con que Dios me mide a mí, si fuera así
estaríamos perdidos. Dios aplicó la vara de la justicia a Cristo. Como nosotros
estamos en Cristo somos medidos con la vara de misericordia y en su
misericordia él ha determinado que seamos justificados por Cristo.
Amados, miremos a los demás con la vara de la misericordia también.
Si somos perceptivos a la voz de Dios, cada vez que nos sentemos en la silla de
la justicia para medir a los otros oiremos su voz que nos dice SAL DE MI SILLA,
porque él es el único juez y no yo y me dice:
“no juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis,
seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido” (Mateo7:1-2)
Ciertamente nuestra reacción deberá ser salirnos de su silla de justicia, porque
quiero ser medido con misericordia y no con justicia.
Necesitamos revelación de lo que significa la misericordia de Dios para con
nosotros; solo así tendremos poder para perdonar, para restaurar y para vivir
en santidad.
En mateo 18 Jesús enseña como tenemos que perdonar, a esa persona que
amamos y nos lastimó, a esa persona que tanto admiramos y nos defraudó.
Pedro le pregunta ¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra
mí? ¿Hasta siete?. La respuesta de Jesús es hasta setenta veces siete, es decir,
siempre y termina la enseñanza con una parábola (Mateo 18, 23-35).
Lo que en realidad el rey le dice ¿No viste acaso mi misericordia? ¿Cómo
experimentaste mi misericordia y no fuiste capaz de perdonar? Cuando él no
perdonó a su consiervo, estaba diciendo, yo no necesito misericordia. Se sentó
en la silla del rey y juzgó a su consiervo. Cuando nosotros no perdonamos y
restauramos al hermano, somos siervos sentados en la silla del rey. Pero
nosotros tenemos un rey que se hizo siervo para perdonarnos y mostrarnos
misericordia. Nuestra capacidad para perdonar y nuestro poder para restaurar
viene de la revelación de la misericordia de Dios y de su gracia. Necesitamos
tener permanentemente una visión renovada de su misericordia, para no
sentarnos en la silla de Dios.
PERDONANOS NUESTRAS DEUDAS, COMO TAMBIEN NOSOTROS
PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES. Así que, según yo perdone, así seré
perdonado y además mi perdón a los demás, debe ser igual a la manera que
yo quiero ser perdonado por Dios.
Señor perdóname, como yo perdono. SEÑOR YO QUIERO QUE ME PERDONES,
OLVIDES, NO RETENGAS TU ENOJO, TE DELEITES EN MISERICORDIA, SEPULTES
Y PISOTEES MI PECADO Y LO TIRES A LO PROFUNDO DEL MAR. En cambio
nosotros sabemos que tenemos que perdonar y lo perdonamos pero no
olvidamos, lo perdonamos pero no sepultamos, no tiramos a lo profundo del
mar. Es decir no lo mato afuera, pero lo mato adentro de mi corazón.
Practicamos vudú psicológico. Tengo un muñequito en mi corazón con la
imagen de quien me dañó y le voy clavando alfileres con mis recuerdos y mi
falta de misericordia. Lo perdono, pero le pongo condiciones ¿Y si Dios me
pone las mismas condiciones?.

Ciertamente la palabra restauración en el reino de Dios es maravillosa, pues es


la palabra puente que liga el amor incondicional de Dios con nuestra condición
humana de hombres y mujeres que fallamos y caemos.
Este proceso se basa primeramente en que a causa de la realidad negativa de
nuestra falla, necesitamos restauración y esto requiere de disponer nuestro
corazón, extender nuestras manos a él, de lo contrario jamás viviremos en paz,
seguros y felices.
En segundo término debemos perdonar, como deseamos ser perdonados.
Cuando no perdonamos, el pasado doloroso sigue presente. En lugar de
restauración, experimentamos resentimiento una y otra vez (re-sentir: volver a
experimentar el mismo dolor). La única salida es perdonar a quien te lastimó o
decepcionó. Del mismo modo como Dios lo hace con cada uno de nosotros.

OREMOS
“Gracias Señor Jesús porque la esencia del evangelio es la restauración.
Primeramente me confieso como pecador, no me justifico sino que me
arrepiento, para que tú me justifiques. No me comparo, no miro la paja en el
ojo ajeno, sino que me someto a tu misericordia y en relación con los demás,
me salgo de tu silla de juicio, para ser misericordioso como tú lo eres conmigo,
en el nombre de Jesús amen”.

Cuando eres capaz de pedir perdón y de perdonar, entonces la restauración en


tu vida alcanza un nuevo nivel, llega hasta donde duele y penetra a lo profundo
de nuestro ser.
QUINTA PRESENTACION

RESTITUCIÓN

La restitución tiene que ver con tu presente: poder empezar a vivir en el


presente con todo aquello que en el pasado no pudimos, con todo aquello que
en el pasado nos fue quitado. Dios nos vuelve a colocar en la posición que
perdiste, te restituye, te vuelve a dar lo que te fue quitado.
La Biblia dice que estamos completos en Cristo (Col. 2:10) Pablo dice (1
corintios 3:21) que todo es nuestro, pero sin embargo, tu realidad indica que
hay cosas que perdiste. La vida, las circunstancias, las personas, el diablo, nos
robaron cosas, tiempo, sueños, amores, proyectos, bienes. En Cristo lo tienes
todo y sin embargo te sientes saqueado, pisoteado, despojado.
Así se sentía el pueblo de Israel.
Según Isaías 42:22 “Más este pueblo saqueado y pisoteado y todos ellos
atrapados en cavernas y escondidos en cárceles; son puestos para despojos y
no hay quien libre; despojados y no hay quien diga RESTITUID”. El pueblo de
Dios en vez de pararse y dar la orden de restitución, anda escondiéndose en las
cárceles, abiertos al despojo, quejándose en lugar de recuperar lo perdido.

Aquí vamos a aprender a dar la orden de restitución y Dios nos va a restituir no


solo lo que perdimos, sino aún más.

¿En qué consiste esta segunda dimensión de nuestra sanidad integral


denominada restitución?

Se refiere a la acción de Dios a nuestro favor, en relación a lo que era tuyo,


conforme a su voluntad y lo perdimos o nos fue tomado o robado. De manera
tal que te sea devuelto en mayor cantidad o calidad. No solo vamos a
recuperar lo que perdimos sino mucho más.
Los cristianos nos desalentamos en los momentos de tribulación, porque
desconocemos la doctrina de la restitución. Pero si conocemos este principio
de Dios, vamos a enfrentar las pruebas con fortaleza.
Vamos a la escritura: Zacarías 9:12 “Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de
esperanza; hoy también os anuncio que os restaurare el DOBLE”. Dios no solo
restituye lo que perdiste, sino en mayor cantidad y calidad.
¿Qué le paso a Job? “Y Dios aumento el doble todas las cosas que habían sido
de Job” (42:10) EL DOBLE TODAS LAS COSAS.
Pero no solo se trata de cosas o de bienes. Tal vez sufriste mucho en la vida,
humillación, abandono, rechazo. Isaías 61.7 nos dice: “En lugar de vuestra
doble confusión y de vuestra deshonra, os alabaran en vuestras heredades; por
lo cual en sus tierras poseerán DOBLE HONRA, y tendrán perpetuo gozo”.

Si hay alguna cosa que experimentamos que nos fue quitada o que hayamos
perdido, podemos tener la experiencia de Eliseo que cuando estaba perdiendo
a Elías su padre espiritual, porque sabía que iba ser arrebatado por el Señor y
sentía que su ministerio solo se terminaba, Dios le dió una doble porción del
espíritu y del ministerio de Elías. Y Eliseo hizo más milagros y señales que el
mismo Elías.
Doble en cosas, doble en dinero, doble en honra y en gozo, doble en ministerio
y en unción. Dios restituye el doble de lo que perdiste o te robaron. Y Dios no
restituye solo lo que perdiste sino en mayor cantidad y calidad.
¿Quieres el doble de lo perdido o de lo robado? Pides poco. Porque el doble es
el mínimo. La ley establecía que la restitución fuese 7 veces más. Ana cantaba
que cuando Dios restaura “los hambrientos dejaron de tener hambre y hasta la
estéril ha dado a luz siete “(1ª Samuel 2.5)
¿Te hirieron, te lastimaron, y ves todo negro, todo oscuro y estás necesitado
de restauración? Dice Isaías 30.26 “Y la luz de la luna, será como la luz del sol,
y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare
Jehová la herida de su pueblo, y curare la llaga que éll causó”. ¿Cuánto? Siete
veces.
Y Jesús dice MAS DE SIETE “De cierto os digo que no hay ninguno que haya
dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o
tierras por causa de mí y del evangelio, que no reciba CIEN VECES MAS ahora
en este tiempo; casa, hermanos hermanas, madre, hijos, tierras, con
persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna”(Marcos 10. 29 y 30)
El doble, siete, cien veces más. Dios nos restituye en cantidad y calidad.
Nosotros nos desalentamos en los momentos de tribulación, porque
desconocemos la doctrina de la restitución. Si sabemos que lo que nos está
siendo quitado nos será devuelto en mayor cantidad y calidad, podremos
enfrentar las pruebas con fortaleza.
Joel 2.25 Nos dice “Restituirá aún los años que nos comió la oruga, el saltón, el
revoltón y la langosta”. Dios nos restituye devolviéndonos más cantidad y
calidad lo que nos fue quitado.
Crónicas 24.13 “Y restituyeron la casa de Dios a su antigua condición”, aquí se
usa en hebreo la palabra mathkuneth, que significa que la restitución es en la
misma proporción original de medida, numero o ingredientes.
¿Cuál es la proporción? ¿Por qué algunos doble, otros 7 veces, otros cien?
Porque la restitución es en la medida original. Algunos estamos viviendo en la
mitad de lo que Dios quiso darnos originalmente, otros viven en una séptima
parte, y otros en una centésima parte. Pero Dios quiere restituirte a la
proporción original, la que él pensó para ti, en lo material, en lo familiar, en lo
espiritual, en todo.
Por eso hay que tomar autoridad sobre el diablo y dar la orden de restitución.
Como vimos en Isaías 42 “El pueblo de Dios vive saqueado, robado, huyendo,
escondiéndose en cuevas, en oprobio, porque no hay quien dé la orden de
RESTITUCION”. Pero nosotros dejaremos de escondernos y daremos la orden
de restitución.

Reiteramos:
¿Cómo recibir restauración?
1) Pídele a Dios restauración
2) Ponte en armonía con Dios. Si hiciste algo pecaminoso en esa área de tu
vida donde perdiste o diste lugar a que te fuera quitado, ahora arrepiéntete
y cambia. No pidas que Dios restituya tu matrimonio sin antes abandonar el
adulterio o todo tipo de perversión sexual, no pidas que Dios restituya tus
finanzas, sin antes ser honesto y fiel en tus diezmos y ofrendas. No pidas
que Dios restituya tu vida afectiva, sin antes renunciar a los resentimientos
y odios.
3) Si dañaste a alguien, primero restituye, para poder recibir la restitución.
Zaqueo y toda su familia fue salvada, cuando Zaqueo dijo que devolvería
cuadriplicado lo que había estafado. Sean cosas materiales, emocionales,
ministeriales, restituye para que te sea restituido.
4) Da la orden: RESTITUID.
Isaías dice que el pueblo está mal porque no hay nadie que dé la orden de
restituid. Ejerzamos la autoridad que Jesús nos ha dado
Demos la orden al diablo que vomite lo que se robó, Dios le sacará de su
vientre lo que nos saqueó-
Cuando ejercemos la autoridad dada por Dios y experimentamos el poder
de la restitución en su nombre, superamos el conformismo y la resignación.
Abandonemos la costumbre de “espiritualizar las derrotas “y la victoria
sobre el enemigo se hace palpable. Le ganamos en lo concreto, y el triunfo
de Cristo en la cruz se actualiza y se hace cotidiano. La amargura se va y el
gozo de los más que vencedores nos llena en lo profundo.

SEXTA PRESENTACION

Pasos para la restitución

Como ya hemos visto, la restitución tiene que ver con el presente. Poder
empezar a vivir en el presente con todo aquello que en el pasado no
pudimos, con todo aquello que en el pasado nos fue quitado.
La restitución es un acto de combate espiritual, porque el diablo es quien
nos ha robado. Tenemos que entrar en el territorio del hombre fuerte, para
arrebatar lo que nos quitó.
¿Qué sucede cuando no experimentamos restitución?
En primer lugar permanecemos en situaciones de limitación y en segundo
lugar cargamos con el oprobio. Queda en nuestras vidas un estigma
psicoemocional que nos determina.
Gedeón pudo vencer porque rompió con un patrón mental de limitación, de
derrota, de fracaso, se atrevió a la pelea espiritual de la restitución. Así
sucede con muchos buenos cristianos que están bajo el poder del
determinismo.
En tercer lugar las personas que no experimentan restitución tienen una
mentalidad de derrota, se han acostumbrado a la derrota y esa derrota se
convierte en una cosmovisión, en una manera de aproximarse a la vida y a
la realidad, se convierte en una mentalidad. La derrota que fue inicialmente
una experiencia de fracaso en su vida, deja de ser un punto, un suceso y se
convierte en algo permanente, en una mentalidad.
En cuarto lugar la persona que no ejerce autoridad reclamando restitución,
desarrolla temor a lo que viene, es tomada por un espíritu fatalista que le
lleva a tener expectativas pesimistas, vive con una interrogante en su
cabeza ¿Cuándo será el próximo ataque, el próximo golpe?.
En quinto lugar, se anida en su corazón amargura contra Dios.
Como no le fue restituido lo que le pertenecía, experimenta una sensación
de injusticia y también de desprotección. Y si Dios ha sido injusto y no me
protege , entonces me lleno de amargura.
En sexto lugar, la persona que no comprueba en su vida la restitución, vive
encerrada en cuevas de depresión, ejerciendo el rol permanente de víctima.
En séptimo lugar la persona sufre también debilidad espiritual. Al sentir que
Dios no está atento a nuestro clamor, la fe se enfría, la comunión con Dios
se aleja, el fuego del Espíritu se apaga. Se debilita la fe y la relación con
Dios.

Ciertamente las consecuencias de la no restitución son graves. Pero por


otra parte todos los creyentes podemos comprobar la restitución y sus
efectos al recibirla :
Primero : salimos de la limitación, porque nos es dado lo que no teníamos a
causa de la pérdida o el robo.
Segundo: nos liberamos del estigma del oprobio. Esa marca psicoemocional
desaparece. Cuando hablamos de nuestro pasado, no hacemos referencia a
algo que nos determine, sino de algo que hemos podido superar.
Tercero: la restitución es una victoria, y esa victoria nos anima a creer que
obtendremos otras victorias en el futuro. Y se empieza a construir en
nosotros una mentalidad de triunfo.
Cuarto: podemos mirar el futuro, libres de temor, sabemos que aunque
tengamos que pasar por nuevas situaciones de perdida, el mismo Dios que
nos restituyó en esa ocasión, nos volverá a restituir. De esta manera la
restitución no solo nos devuelve lo perdido en el pasado, sino que nos
restituye el futuro.
Quinto: sentimos que nuestra vida tiene cobertura, que si en el futuro
tendremos que pasar por alguna perdida, no es porque Dios no nos guarde
o se haya olvidado de nosotros, sino que esas experiencias serán
oportunidades para vivenciar el poder de Dios.
Sexto: ya no asumimos el rol de víctimas. No nos metemos en las cuevas de
depresión, sino que sabemos que si perdemos algo , nos será restituido en
mayor calidad y mayor cantidad. De este modo asumimos nuestro
verdadero rol de ser más que vencedores en Cristo Jesús, ya no más
víctimas.
Séptimo: podemos vivir confiadamente, nuestra vida se hace fuerte.
Sabemos que tenemos un Dios que nos cuida y protege, y que cuando
permite que pasemos por alguna pérdida, lo hace para darnos aún más,
para que entremos en un nuevo nivel, algo mayor y mejor.

CREER aunque parezca locura.


LIDERAR dominar sobre lo que te ha dominado.
PACTA CON DIOS tienes que pactar con Dios que vas a someterte a sus
principios en el área que sea de tu vida.
EJERCE AUTORIDAD da la orden de restitución.

Restitución como sistema

Ejemplo Bíblico: Génesis 26


Dios le habla a Isaac y le dice que no se vaya a Egipto porque él lo va a
prosperar en medio de la crisis. Isaac da el primer paso de la restitución: LE
CREE A DIOS
Luego da el segundo paso: LIDERÓ sobre la situación, dominó sobre la crisis
que lo estaba dominando, activó su fe.
Dio el tercer paso: PACTÓ con Dios, versículos 12-14. Cuando siembras, no
solo plantas una semilla para la cosecha que esperas, sino que estas
pactando con Dios y el resultado para Isaac es que Dios lo bendijo, fue
enriquecido, fue prosperado y engrandecido hasta hacerse muy poderoso.
Dió el cuarto paso: Ejerció AUTORIDAD sobre las fuerzas satánicas de
pobreza, hambre y necesidad (versículos 17-18)
El enemigo había cegado los pozos, Isaac volvió a abrir los pozos y le puso el
mismo nombre con que los había llamado Abraham.
Este era un ejercicio de autoridad “estos pozos no son de los filisteos, mi
padre Abraham los cavó y los nombró” así estoy restituyendo mi herencia.
Isaac era solo hijo de Abraham Tu eres Hijo de Dios y si hijo heredero y
coheredero con Cristo.
Isaac experimento restitución porque dió los cuatro pasos: creyó, lideró,
pactó y ejerció autoridad..

La restitución forma parte de tu discipulado como hijo.


Esta tiene sentido de parte de Dios en la medida que te ayude a cumplir tu
propósito, pues el centro de nuestra vida es el PROPOSITO. Todo lo
provisto por Dios para nosotros se enmarca en que se cumpla su propósito
en nuestra vida.
El propósito único para el cual fui creado, es el centro de mi razón de ser en
esta vida. La restitución es para cumplir ese propósito.

La provisión es pro- visión. Es lo que Dios te da para que puedas cumplir su


visión para tu vida y la restitución es una forma de provisión. Debemos
asegurarnos de estar cumpliendo nuestro propósito en la tierra y así
tendremos siempre asegurada la provisión.

La restitución ocurre invisiblemente

Una vez que dimos en fe la orden de restitución, debemos enfocarnos en


vivir naturalmente, pues de manera invisible y natural Dios se encargara de
procesar los hechos y las personas necesarias para nuestra restitución. Orar
con fe por restitución implica que una vez que lo hicimos estamos en paz y
sabemos que ya es seguro, que ya lo tenemos y entonces seguimos
viviendo normalmente.
No quieras determinar lo que Dios tiene que hacer, ni como, déjalo a él.
Ocúpate de hacer tu parte: creer, dominar, pactar con Dios y ejercer
autoridad, y luego descansa , pues cuando menos lo esperes Dios te va
sorprender.
La restitución viene de Dios no de personas

El que está detrás de todo robo es Satanás; según el libro de Job, tenemos
que darle la orden que vomite todo lo que devoró y así él no puede usar lo
que te robó cuando le das la orden, pero no te lo va a devolver. Es Dios el
que te lo da y el usa, a veces, la misma persona y la misma situación que el
diablo usó para quitarte y otras veces usa otras personas y otras
situaciones.

La restitución es un proceso personal

Nunca debemos compararnos con otros pues corremos peligros:


Primero: perdemos nuestra singularidad. Dios tiene algo para tu vida que es
único, singular, tiene planes perfectos para ti y no son los míos, son los
tuyos. Tiene bendición con nombre y apellido. Hay bendición y
multiplicación, herencia para tu descendencia, para ti, que puedes perder
por mirar al otro.
Segundo: podemos perder el rumbo por tratar de hacer lo que otros hacen,
por mirar a los otros podemos perder nuestro rumbo, nuestro propósito.
Tercero: podemos desanimarnos porque nos topamos con las
mezquindades de los otros.
Cuarto: podemos caer en la envidia, muchas veces no recibimos lo que Dios
quiere darnos porque vivimos comparándonos con las bendiciones que Dios
le da a los otros y envidiándolos.
Quinto: si nos pasamos comparándonos con otros, le estamos poniendo un
techo a la bendición. No la limites a lo que Dios le dió a otro.
Solo ocúpate en bendecir, ama cada día más, da cada día más, comparte
cada día más. Enseña todo lo que sabes. No te guardes nada. Que la
bendición te vendrá también de la mano de Dios.
La restitución requiere un orden sistemático

Hay algunas condiciones para tener en cuenta para la restitución:


Lo esencial es que vivas bajo el Señorío de Cristo, sino el diablo hace lo que
quiere.
Segundo: que no le debas nada a nadie y menos a Dios.
Malaquías 3: 8-11
Ponte a cuenta con Dios para que él le quite la autoridad al devorador, lo
reprenda y te restituya todo. Tampoco le debas a la gente. Restituye. No
solo cosas , sino en todo, si le debes honra a tus padres no esperes que te
vaya bien. Si le debes amor, interés, presencia a tus hijos, eso es un techo
en tu vida para la bendición de Dios. Si tus hijos son unos huérfanos de ti
no esperes que Dios te trate a ti como hijo.
Si le debes acuerdo a tu matrimonio. Miremos lo que dice 1ª Pedro 3:7.
La orden de restitución es una oración.
No te olvides de exterminar causas que te llevaron a perder lo que perdiste,
a malgastar tu vida, porque si no lo haces seguirás siendo robado.
Hoy es el día de reabrir el pozo espiritual en tu vida, aquel que los enemigos
taparon con tierra y con basura y la plenitud de Dios brotará nuevamente
en tu vida . REABRE EL POZO.

SEPTIMA PRESENTACION

Los peores días de tu vida

1ª Samuel 30 nos cuenta la historia de uno de los peores días en la vida de


David y podemos ver su reacción ante esta situación. Los amalecitas se
llevaron cautivos a todas las mujeres y los hijos y prendieron fuego a Siclag.
El pueblo lloró hasta que le faltaron fuerzas (4) y además su propio pueblo
lo quería apedrear pues lo hacían responsable de la situación
En el verso 6 dice que David se angustió mucho, pero termina diciendo
“más David se fortaleció en Jehová su Dios.
Del mismo modo nosotros en los peores días de nuestra vida debemos
fortalecernos en Dios, apoyándonos en él.
Los peores días de tu vida, son los días marcados en rojo en el calendario de
Dios para manifestarte su gracia y poder. Como ocurrió en el final de la
historia de David (1ª sam 30:18-20)
En los peores días Dios te mostrará su gloria y poder para restituirte,
porque nos ama. Esos días de dolor, de quebranto, de pérdida, esas
experiencias de menoscabo, aquellas circunstancias que te han hecho
llorar, hasta que no te queden fuerzas para seguir llorando, cuando te
quisieron apedrear injustamente, o directamente te apedrearon los que
más querías.
Los peores días que el enemigo determinó para destruirte, para arruinarte,
para maldecirte, para lastimarte de por vida, para herirte de muerte, Dios
los convierte en momentos favorables. Él te restituye para otorgarte el
doble de bendición.
Que todo lo negativo no te angoste sino,por el contrario, fortalécete en
Dios, ensánchate. Si crees en Dios y su palabra, no te quedes en la angustia
y resignación, porque Dios convierte lo negativo del pasado, en bendición
para tu futuro.
Los peores días no definen tu identidad, sino tu reacción ante esas
pérdidas, ante esos fracasos, ante esos golpes es lo que define tu identidad.
Vemos la identidad de David en sus reacciones: No cayó en la negación,
asumió la realidad, no espiritualizó por medio de la negación, lloró y lloró
hasta que no tuvo más fuerzas. Y cuando el pueblo lo quiso apedrear se
angustió mucho. Tampoco la situación lo convirtió en un depresivo; Lloró,
se angustió, pero inmediatamente se fortaleció en Dios. No asumió la
actitud de un autocompasivo, no lloró por los rincones. Salió a convertir la
pérdida en victoria. No se identificó como un perdedor y vencido. Se
ensanchó, se proyectó hacia adelante. Asimismo sucede con nosotros;
nuestro pasado no puede definir nuestra identidad y nuestro futuro.
Tu identidad y tu futuro están determinados por tu actitud hacia tu pasado.
Por eso no te quedes congelado en tu pasado. No permitas que lo ocurrido,
que lo que viviste te defina y te convierta en un negador, en un depresivo,
en un autocompasivo, en un perdedor. No te obsesiones con lo pasado. No
te aferres al ayer.
Ejemplo de cómo pescan las águilas.
El canal National Geographic presentó un programa que mostraba cómo
hacen las águilas para atrapar peces en los lagos. Vuelan muy alto sobre el
lago, y su visión es tan aguda, que localizan con facilidad al pez que quieren
pescar; al verlo, doblan las alas hacia atrás y se lanzan directamente hacia él
a gran velocidad; al llegar al agua, extienden las alas, abren las garras,
agarran al pez y vuelven a la playa.
En ese programa mostraron una película que presentaba un hecho poco
común. Un águila se sumergió para atrapar al pez, pero el pez era muy
grande. Al comenzar a levantar el vuelo, el águila hacía un esfuerzo muy
grande. El pez era pesado y ella no lograba soportar su peso.
Dándose cuenta de que no podía con su presa, trató de soltar al pez, pero
sus garras habían penetrado tan hondo en sus carnes, que no podía sacarlas.
Luchó mucho, pero no tuvo éxito; comenzó a caer al lago, ahogándose,
porque no pudo librarse de la caza que había atrapado.

Muchas veces a nosotros nos pasa lo mismo, nos aferramos a cosas que
pueden ser peligrosas. Nos obsesionamos con el dolor, con la pérdida, con
cosas que terminan siendo demasiado pesadas y grandes para nosotros. Al
principio pensamos que tenemos el control y que podremos apartarnos del
sentimiento de fracaso, de dolor, cuando lo deseemos. Pero sin darnos
cuenta eso se transforma en nuestra cadena. Infructuosamente tratamos
de soltarlo y nos damos cuenta que estamos demasiado agarrados.

No te quedes agarrado del pescado del dolor. La restitución no significa que


Dios te devolverá ese negocio que se fundió, ni ese noviazgo que destruyó
tu vida, ni esa amistad que te condujo a apartarte de Dios. RESTITUCION
NO ES ESO.
Restitución es que Dios te dará en mayor cantidad o calidad lo que te fue
robado, quitado, lo que perdiste. No el mismo negocio, sino una posibilidad
mayor de prosperar que la que viviste. No la misma relación enfermiza, sino
la posibilidad de amar sanamente. No la misma amistad destructiva,
manipuladora, sino una verdadera amistad que te nutra, que te enriquezca,
que te potencie.
Determínate: Hoy voy a soltar el pescado, hoy miro a lo nuevo y mejor de
Dios y lo tomo. No eres un derrotado, ni un fracasado, ni un frustrado. Tu
identidad no está definida por lo vivido sino por quien eres en Cristo, más
que vencedor en El. Y tu futuro no es igual a tu pasado, sino que Dios tiene
cosas maravillosas para tu futuro, cosas mejores, mayores, más gloriosas y
poderosas.

El poder de la restitución

El versículo 18 dice: “ Y LIBRO DAVID TODO LO QUE LOS AMALECITAS


HABIAN TOMADO”. El vocablo hebreo es natzal
Que significa arrebatar. No le pidas permiso al enemigo, arrebata lo que te
pertenece. Tampoco esperes que te lo venga a dar. Tendrás que ir.
Dice el relato que David consultó a Dios y Dios le dijo : Síguelos
(radaf, que significa persíguelos). Porque los vas a alcanzar y arrebatarás. El
Reino de los cielos lo arrebatan los valientes. Hay una acción de violencia
espiritual. De saber que detrás de las personas, detrás de las circunstancias
de la vida, detrás de las situaciones detrás de los acontecimientos, hubo
alguien que vino a tu vida para robar , matar y destruir. Pero Dios te ha
dado autoridad para pisar sobre serpientes y escorpiones, para atar aquí en
la tierra, y desatar. Es el momento de dejar de lado la fe tímida, la fe
dubitativa y arrebatar. PEGA EL ZARPASO.
“y libró (arrebató) David todo lo que los amalecitas habían tomado, y
asimismo libertó David a sus dos mujeres, Y NO LE FALTO COSA ALGUNA ,
chica ni grande, así de hijos como de hijas, del robo, y de todas las cosas que
les habían tomado; todo lo recupero David”
Aquí dice TODO y esto no es cuestión de ambición, sino de no dejarle al
enemigo lo que nos pertenece. No le faltó nada ni chico ni grande.
Aquí opero la restitución que implica mayor cantidad y calidad, no solo
recuperó lo que había perdido, sino que obtuvo un botín mayor.
Sus peores días se convirtieron en días de victoria, de ver la mano de Dios y
de arrebatar aún más de lo que había perdido.
Con nosotros pasará lo mismo. Tus peores días pueden llegar a ser a partir
de hoy, días no solo de recuperación, sino de restitución, es decir de
victoria maravillosa, de crecimiento, de asombrarte viendo la mano de Dios.
Días de aumento, de avance, de crecimiento, de progreso.
La Salvación es el mayor ejemplo de restitución de lo perdido, no importa lo
que hayas perdido en el pasado, ni lo más grande, ni lo más pequeño. Estas
situaciones no pasan desapercibidas para Dios. Dios conoce la aflicción de
los peores días, sabe lo que es perder. Nada menos que perdió a su hijo
Jesús. Pero cuando la muerte dijo “está todo perdido”, cuando Satanás hizo
fiesta por la sangre derramada, el Padre tomó esa sangre y en lugar de
perder una vida, la usó para ganar a toda la humanidad, a ti y a mí. Aquella
situación terminal de muerte la convirtió en inicial, en resurrección,
exaltación y dominio. No solo para su hijo Jesús, sino para nosotros, a
quienes nos sentó juntamente con Cristo en lugares celestiales.
Amados Decretemos que el Señor nos da la capacidad de recuperar “todo”
y todo es todo, Para David significó restitución familiar, esposas e hijos.
Restitución material, restitución emocional. De ser derrotado por el
enemigo a luego derrotarlo.
Restitución de autoridad.
Decreto restitución para nuestras vidas en todo, en todo, en todo, pero solo
en todo lo que creas. Dios dice te restituyo todo, Dios dice quiero que no
pierdas ninguna cosa, Dios dice no hay cosas insignificantes, porque no
quiero que le dejes nada al enemigo, Dios dice no hay cosas demasiado
grandes como para que yo no pueda restituirte, Dios dice síguelos,
persíguelos, alcánzalos, ARREBATA. Te he dado autoridad en el nombre de
mi hijo Jesús, Ejércela y vive en plenitud.
OCTAVA PRESENTACION

Poniendo fundamentos para el futuro


Pensemos:
¿Cómo era tu vida hace diez años?
¿Cuál era tu condición espiritual?
¿Eras feliz?
¿A qué te dedicabas?
¿Cuál era tu posición económica?
¿Con quién vivías?
¿Estabas cumpliendo tu propósito en la vida?
¿Te sentías pleno?

Pensemos ahora:
¿Cómo te gustaría que fuera tu vida dentro de 5 años?
¿Cuál será tu condición espiritual?
¿Serás feliz?
¿A qué te vas a dedicar?
¿Cuál será tu posición económica?
¿Con quién vivirás?
¿Estarás cumpliendo tu propósito en la vida?
¿Te vas a sentir pleno, realizado?

Para que en el futuro puedas vivir conforme a tus deseos, hoy tienes que
poner los fundamentos. El futuro no viene solo, el futuro no aparece. El
futuro es el resultado de tus decisiones, acciones y omisiones del presente.
Del mismo modo, lo que vives hoy es en gran medida el resultado de tus
decisiones, acciones y omisiones del pasado.
Por esta razón es preciso que en el presente pongas buenos fundamentos.
El Gran problema de miles y miles de cristianos que han pasado por
restauración, sanidad interior, liberación, ES QUE NO CONSOLIDAN SU
FUTURO, es decir, no ponen fundamentos sólidos para no necesitar una y
otra vez liberación y de ese modo viven en consejería y ministración de
sanidad interior.
No cometamos el mismo error. Pongamos buenos fundamentos que nos
permitan hoy consolidar nuestras vidas, de manera tal que podamos tener
un futuro como Dios y nosotros queremos.
Por esto la sanidad integral y permanente tiene una triple dimensión:
- Eres restaurado en aquellas cosas del pasado que lastimaron tu vida, de
forma tal que no te sigan condicionando.
- Te es restituido en el presente todo aquello que en el pasado has
perdido o te ha sido quitado.
- Finalmente debemos consolidar nuestra vida colocando fundamentos
para disfrutar de un futuro maravilloso.

CONSOLIDACIÓN

Utilizaremos como fundamento bíblico para consolidar 1ª crónicas 28: 9-13


Dios eligió a Salomón para que le edificara el templo en Jerusalén. A través
de David Dios le entregó los planos de todo lo que tenía que edificar.
Dios te ha elegido para que edifiques tu templo que es tu vida. Lo tienes
que hacer tú. En tu vida ocurrirán cosas maravillosas, porque Dios quiere
que tengas un futuro maravilloso.
Tu eres llamado a diseñar tu vida y futuro, del mismo modo que un artista
diseña su obra, como un arquitecto proyecta y dirige la construcción de un
edificio. No hay obra de arte más grande que la vida de un hijo de Dios.
Puede ser que no tengas el don de pintar, esculpir, dibujar, pero todos
tenemos el don de la creatividad en relación a nuestra propia vida. Dios te
llamó y te eligió para edificar tu vida, para ponerle fundamentos sólidos a tu
futuro ATESORANDO PARA SI BUEN FUNDAMENTO PARA LO POR VENIR ,
QUE ECHEN MANO DE LA VIDA ETERNA ( 1ª tim 6:19)
Eres tú el que tiene que atesorar , asegurar un buen fundamento
Para lo que viene, nadie lo va a atesorar por ti, por eso Pablo le dice “echa
mano de la vida eterna”. La vida eterna no es la vida en el más allá, sino
que es la vida en Cristo desde aquí y por toda la eternidad. Es la vida que
resulta del propósito de Dios en todas las áreas de una vida.
Echa mano a esos cimientos, de tal manera que pongas buen fundamento
para lo que viene para tu vida.
No podemos dejar de considerar el contexto en que vivimos. Por mucho
tiempo la estabilidad era la norma, pero hoy la norma es el cambio. Por
tanto resulta indispensable que cada uno se haga responsable de su propia
vida, lo que implica el desafío de diseñar y planear tu vida, en medio de una
cultura donde la mayoría de las personas viven sin objetivos y sin planes.
Para entender mejor esto les comento que en el año 1800, el conocimiento
demoró un siglo en duplicarse. Pero luego tardó 50 años en duplicarse y
para los años 70 la duplicación del conocimiento se producía en 20 años y
para los ochenta en 10 años y hoy se duplica cada 4 años, así, por tanto, el
progreso se acelera exponencialmente.
En esta egocultura, el individuo es responsable de su propia vida y todos en
este mundo de constante cambio debemos ser diseñadores de nuestro
destino. Nosotros que tenemos a Cristo lo haremos bajo su gobierno y la
guía del Espíritu Santo. Pero tendremos que hacerlo cada uno.
Saber que uno es responsable y puede diseñar su propio futuro es
tremendamente emocionante y amenazante al mismo tiempo. Es un
tremendo desafío y privilegio. Es el desafío de ser aprendiz por toda la vida
y mantenerte al día siempre. Pero es también un privilegio ser capaz de
mantenerte aprendiendo siempre, para estar en forma, estar siempre al día
para vivir tu vida con excelencia .
Es un privilegio ser capaces de ser creativos y diseñar nuestras propias
vidas. Pero es un desafío saber que tienes que planificar tu vida y futuro. Es
un desafío y un privilegio hacerte responsable de tu propia vida. “EN LA
EGOCULTURA DE NUESTRO TIEMPO, EL INDIVIDUO TIENE QUE SER ACTOR,
CONSTRUCTOR, DIRECTOR Y PRODUCTOR DE SU PROPIA BIOGRAFIA”.
Primero porque Dios te lo dice y porque la realidad actual te lo exige.

Una nueva comprensión de la fe

Tu futuro ¿Depende de Dios o depende de ti?

Siempre las verdades de la palabra de Dios tienen otra verdad, que


aparentemente va en la dirección contraria, pero que hace que nuestra vida
esté equilibrada. Una de las verdades es que nosotros somos responsables
de nuestra vida. Esto es el resultado del libre albedrío. Dios nos creó con
libertad y eso significa que somos responsables de nuestra vida, de la toma
de decisiones. Así, por lo tanto, esta verdad nos muestra que una gran parte
de tu futuro será el resultado de tus decisiones de hoy. Por eso es que
debemos poner buenos cimientos.
La otra verdad es que, cuando nos sometemos a Dios, nuestro futuro está
en sus manos y él nos ayuda.

Mi futuro ¿Depende de mí o de Dios?

David le dice a Salomón que no tema, que Dios estaría con él para edificar
el templo. Pero también David hizo y le entregó a su hijo los planos.
AQUÍ HAY UNA TENSION: Dios estará, Dios te ayudará, pero tú tienes que
hacer los planos.
Por años los cristianos han vivido sin planos, pero David le dió planos de
todos los edificios y éstos eran conforme a las instrucciones precisas de
Dios. Detalles y más detalles, no era cualquier edificio, no era como saliera,
HABIA PLANOS.

Por años los cristianos encararon el futuro sin planos, pensando que tenían
que ser pasivos, esperando en Dios, producto de una mala comprensión de
lo que es esperar en Dios.
Esta mala comprensión ha llevado a generaciones enteras a no cumplir sus
propósitos sobre la tierra, a vivir en necesidad, a vivir vidas familiares por
debajo de lo que Dios quiere.

La palabra plano es la palabra diseño. Dios es un Dios de diseños.


Ezequiel tiene un versículo que precede al retorno de la gloria de Dios y al
tremendo capítulo de las agua salutíferas. Es cuando Dios le dice al profeta
“Hazles entender el diseño de la casa” le está diciendo: si ustedes quieren
que mi gloria descienda sobre ustedes, deben saber que yo soy un Dios de
diseños.
Dios tiene diseños para tu futuro

Jeremías 29: 11-14


Dios tiene planes de bienestar para tu vida, porque quiere darte un futuro
maravilloso y uno piensa por tanto que Dios se encargará, pero surge la
pregunta: ¿Por qué dice que lo busquemos? y que si lo buscamos de todo
corazón se dejará encontrar. Porque el quiere revelarnos esos planes ¿Para
qué?.
Para que nosotros tengamos esos planes y vivamos nuestra vida
ajustándola a ellos.

En Habacuc dice que pongamos en papel la visión que él nos da para


nuestro futuro, los planes que él nos revela. ESCRIBE LA VISION EN TABLAS,
por lo tanto no podemos vivir un día más sin planes para cada área de
nuestra vida. Pero esos planes tienen que ser el resultado de la dirección de
Dios.
Debemos tener varios retiros en el año, en los cuales busquemos la
dirección de Dios y salgamos en cada retiro con revelación de Dios y con un
plan.
Tenemos que poner ese plan por escrito y orar por éste diariamente.

Hay tres razones esenciales del por qué tenemos que orar:

Primero:
Para someterlo a la bendición de Dios, porque si el plan es de Dios requerirá
de sus milagros.
Segundo:
Para internalizarlo en tí, de manera de no cambiar de planes, que te puedan
llevar a objetivos diferentes a los que buscas.
Tercero:
Evaluar cómo vas en el cumplimiento de tus objetivos.
Tú eres la locomotora que tira el tren de tu vida. Pero Dios es el maquinista
de la locomotora, el que guía tu proceso de aprendizaje permanente,
trabajo permanente, y recreación y descanso equilibrados, tu vida familiar,
todo, absolutamente todo.
Sobre todas las cosas cree que Dios, el maquinista, conduce el tren de tu
vida a un futuro maravilloso. Por eso no temas ser la locomotora, No temas
hacerte responsable. No temas poner fundamentos sanos porque te espera
un futuro de plenitud.

NOVENA PRESENTACION

El Gran Fundamento

Anteriormente vimos que David le dijo a Salomón que Dios lo había elegido
para que edificara el templo (1 Cr 28:9-13).
David le dijo cual había de ser el fundamento:
RECONOCER A DIOS Y SERVIRLE.
Hoy, para nosotros, la condición para tener un futuro maravilloso se basa
en que nuestro FUNDAMENTO sea Jesús como Señor de todas las áreas de
mi vida.
La consolidación de tu vida implica poner el gran fundamento para tu
futuro y para eso Jesús tiene que ser el Rey, el Señor, el amo, el centro, el
eje, el núcleo de tu vida. La piedra fundamental, el cimiento LA PIEDRA DEL
ANGULO
(Efesios 2 :19-22).
Si visualizamos nuestra vida como el templo del espíritu y que nosotros
somos elegidos para edificar ese templo, entonces resulta fundamental que
reconozcamos a Jesús como la piedra del ángulo- La piedra más importante
en una construcción es la piedra angular. Antiguamente esta piedra se
ponía primero pues ella determinaba las dimensiones del edificio y a través
de ésta se unían las paredes. La piedra del ángulo es la piedra fundamental
del cimiento Y ES TAMBIEN EL CENTRO DE TU VIDA.
Muy fácilmente nosotros perdemos el centro y al perderlo nos
desbalanceamos. Lo que nos hace vivir balanceados es que estemos
apoyados en la piedra angular, que estemos en Cristo.
ESA ES NUESTRA IDENTIDAD pero cuando te alejasdel fundamento, del
centro, te desdibujas y pierdes fácilmente tu identidad y te desequilibras.
QUIEN ERES???
Tu identidad no es lo que tu haces, tu identidad no es lo que dicen de ti los
demás, tu identidad no es la imagen que proyectas
TU IDENTIDAD ES CRISTO EN TI” Ya no vivo yo, más vive Cristo en mi” Cada
vez que dejas de estar en Cristo, es porque estás tratando de afirmar algo
en tu vida que no es tu verdadera identidad. Muchos persiguen logros para
afirmar su identidad, para sentirse que valen, que son importantes, pero
cada vez que lo hacen se salen de su centro y se desbalancean. Los logros
son importantes pero no determinan tu identidad, no vas a llegar a ser,
porque tú ya eres en Cristo. Cada vez que hagas algo para lograr la
valoración de los demás te vas a desequilibrar.
Por más buenas que sean las demás cosas nunca tienes que perder de vista
cuál es tu eje, tu fundamento, tu piedra del ángulo, porque sin darte cuenta
te corres de tu eje, te desbalancearas.
La mayoría vive sin saber sobre qué están afirmados, qué es lo principal en
sus vidas, lo que jamás podrían sacrificar y por eso viven desequilibrados,
llevados de un extremo a otro en la vida, descompensados
emocionalmente, desbalanceados entre su trabajo y su familia,
desmesurados materialmente, desarmonizados físicamente. NO SABEN
CUALES SON SUS PRIORIDADES, NO SABEN DEFINIRSE A SI MISMOS, NO
SABEN QUIENES SON
¿Quién eres? ¿Cuál es tu esencia? Muchos no saben quiénes son y te dicen
lo que hacen, pero no quienes son realmente . Algunos se identifican por lo
malo, por ejemplo: “soy adicto”. Esos son comportamientos, no es tu
identidad.
En tu camino hacia el futuro, muchos te van a definir por lo que hiciste en
algún momento de tu vida, pero eso fue solo lo que hiciste y en una etapa
de tu vida, no en toda la vida. Si tú dejas que tu identidad sea definida por
los demás, muy probablemente te definirán por tus errores. Ya te tienen
estigmatizado. Tú eres el que fracasaste, el que te equivocaste, pero no, ese
no eres tú.
Tu identidad no es lo que dicen de ti ¿Te viste alguna vez tratando de
agradar a todos, solucionándole la vida a todos, pretendiendo que todos te
quieran?. Eso es una locura.
Si quieres tener un futuro maravilloso, como Dios quiere, tienes que
hacerte cargo de definir tu centro, tu identidad, porque esa es nuestra
responsabilidad, debes determinar cuál es la esencia de tu identidad, cuál
es tu fundamento, cuál es tu piedra angular, tu prioridad, tu eje, tu centro,
tu núcleo.
“ESTO ES LO QUE YO SOY, ESTA ES MI ESENCIA”
“YO SOY, LO QUE DIOS DICE QUE SOY, PUEDO HACER TODO LO QUE DIOS
DICE QUE PUEDO HACER, PUEDO TENER Y LOGRAR TODO LO QUE DIOS
DICE QUE PUEDO TENER Y LOGRAR”.
Que nunca más los otros definan tu centro, tu cimiento, tu identidad.
“MI IDENTIDAD ES CRISTO, MI IDENTIDAD ES LO QUE DIOS DICE QUE SOY Y
SI NO TE GUSTA CHAO”.
No debemos entregarle poder a los demás para definirnos, la biblia dice
que El Señor es el único digno de recibir la honra, la gloria y el poder. Si le
entregaste el poder a las personas, a las circunstancias, debes virar y
entregarle al único que tiene el poder para definir tu vida, porque te hizo,
porque te diseñó para un propósito. No le entregues el propósito de tu vida
a nadie más, no le entregues el futuro de tu vida a nadie más.
CUANDO NO ME QUIERAS MODIFICAR, CUANDO NO ME QUIERAS Cambiar
lo que Dios dice que soy, estoy dispuesto para ti
Si tu vida no está parada en el centro vas a vivir desbalanceado
psicológicamente, descompensado emocionalmente, desarmonizado
físicamente, desmesurado materialmente, desequilibrado espiritualmente.
En sube y bajas continuos en la vida.
¿Quién eres?.
Tienes que poder decir este es mi centro esta es mi piedra angular, porque
de eso depende tu futuro.
La madurez es el resultado de vivir en balance y esto solo se logra si
encuentras el centro. Los hermanos que viven vidas desbalanceadas no es
que sean malos, es que no han sabido mantenerse en el centro, no han
sabido definir cuál es su piedra angular, cuál es el fundamento sobre el cual
afirmarán sus vidas.
Si no encuentras tu centro, tu vida será siempre un ascensor y te vas a
desgastar.
Lo periférico, lo secundario no puede ser tu centro. No puedes vivir
corriendo por los márgenes de la vida, tienes que vivir en el centro. Cuando
te desbalanceas, vivirás cansado, agobiado, frustrado. Lo grave es que crees
que lo que te tiene así es algo que está en el costado. Que no te alcanzó
para pagar las deudas, que tu jefe en el trabajo no te reconoce. NO, NO,
NO, Esos son los márgenes. El problema de fondo es que te corriste del
centro, por eso te endeudaste, por eso vives frustrado, por eso te peleaste
con tu esposa, esposo, por eso es que gastas siempre de mas. Te vas a cada
rato al extremo, porque perdiste el centro
Pero hay una piedra angular sobre la cual pararte. Tienes que estar parado
sobre algo que no se mueva. Tu no puedes ser el centro, eres muy inestable
para ser el centro.
Quizás te has convertido en un religioso que vive pidiendo magia para
resolver tus problemas marginales. Debes primero establecer tu centro y
ese es que Jesús Sea el Señor de todo.

DECIMA PRESENTACION

Las presiones externas y las internas

Externas:

Estas siempre van a existir.


Si tienes un bote lo puedes meter en el agua y subirte y no habrá ningún
problema. El problema viene cuando el agua se empieza a meter en el bote.
Dios le dice a Jeremías
“conviértanse ellos a ti y no tu a ellos”. Esto sucede cuando las cosas
exteriores se meten en tu interior. Debemos vivir influenciando al mundo,
pero no dejándote influenciar por la manera de vivir contraria a Dios.
“este Jesús es la piedra reprobada por los edificadores, la cual ha venido a
ser cabeza del ángulo”. Nosotros, que somos los edificadores no podemos
rechazar la piedra del ángulo. Jesús dijo: o edificamos sobre esa piedra
angular o la piedra angular caerá sobre nosotros y nos despedazará (Mt
21.44).
Podemos entender mejor el asunto de las presiones externas al examinar lo
que pasa cuando volamos en avión y la cabina está presurizada y no hay
problemas pero cualquier falla hará que la presión se meta al interior del
avión y se pierde la presurización.
Del mismo modo las presiones externas se te vienen encima y te están
aplastando.
Las presiones no son solo las cosas visiblemente pecaminosas, sino todo
aquello que te saca del centro que es Cristo, que devora tu dicha, que te
muerde en tu equilibrio, que se come tu paz, te consume tu tiempo, te
mete en una vorágine. Devora tus fuerzas, tus energías, tus ganas, tu
entusiasmo, tu dinero, tus recursos.
Por causa de las presiones externas no tienes futuro, pero Dios dice que si
tienes futuro, pero tienes que poner el fundamento, el centro de ese futuro
que hay que edificar. Porque tú eres el elegido por Dios para edificar el
templo de tu vida. Tienes que tener cuidado de mantener presurizada tu
vida. Y no se trata solo de problemas, es como con los aviones, cuanto más
alto vueles, mayor es la presión. Pero como hijos de Dios estamos llamados
a volar alto, muy alto, por tanto hay que tener siempre cuidado, pues
mientras mas alto, mayor es la presión. Por tanto cuando te toque lidiar con
las presiones externas que vendrán en tu camino futuro es necesario que
sepas que las presiones no son solo problemas sino también pueden serlo
las bendiciones, mientras mas bendecido, mayores las presiones.
Porque a medida que haya mas progreso y avance , habrá mas
responsabilidades, mas gente te va requerir, mas demandas y la vida se
hará mas difícil.
Ahora que tienes el autito la cosa se complica, tienes que pagar seguro,
permiso circulación, revisión técnica, el mantenimiento, el estacionamiento,
las multas, el combustible. Y cuantas mas cosas le agregas a tu vida, mas
complicada se hace Y cuanto mas logras, mas necesitas .
Los jóvenes por eso no solo tienen miedo a perder, sino también a ganar.
Porque no pueden soportar la presión del éxito. Por esta razón a los jóvenes
les cuesta asumir desafíos, porque saben que vienen mayores presiones y
quieren huir.
No hay que huir, porque fuimos diseñados por Dios como un águila para las
alturas. No se trata de que no crezcas, de que no progreses. Tu tienes que
avanzar y crecer. Pero tienes que hacerlo sabiendo manejar las presiones
externas, porque habrá lobos que te quieran devorar, que te quieran
instalar un estilo de vida, una dependencia de las cosas, una exclusividad
que solo Dios puede exigir.
Para poder crecer y no colapsar con las presiones externas es necesario que
te pares sobre la piedra angular. Que no te salgas del centro.
Cristo es tu identidad.

Las presiones internas:

Esta es una lucha muy diferente, porque ese enemigo interior está
conectado a mí. T.D. Jakes dice: “a los lobos externos hay que matarlos,
porque sino los lobos te matan a ti”. Hay que matar cualquier influencia
mundana que nos quiera sacar del centro, pero no se puede matar aquello
a lo cual uno está ligado. Porque la lucha no es con el exterior, sino con tu
hijo, por ejemplo, y a tu hijo aunque te den ganas no lo puedes matar. La
lucha puede ser con tu propia profesión y no la puedes matar, con tu
negocio, con tu matrimonio. La presión sube y sube y ya estás a punto de
explotar, como una olla a presión. Te estás cocinando porque la cosa se
puso mas y mas difícil. No le ves la salida, y como en una olla a presión, la
tapa está bien cerrada.
No lo puedes compartir con nadie y tu cabeza está a mil y no puedes
dormir y te levantas cansado como si no hubieras dormido ni descansado y
no es un problema físico, sino la presión. Son las cosas de las que no puedes
hablar, son tus secretos, ese tumor que está en tu cuerpo y nadie sabe, tu
situación económica que nadie sabe.
La presión interna crece cuando no tiene como salir fuera y va a destruir el
futuro maravilloso que Dios tiene para ti, pero eso no ocurrirá porque ahora
estamos poniendo un buen fundamento.
Si no la sacas fuera va a crecer y crecer y de nuevo podemos ver que no son
solo problemas, sino también bendiciones. Porque cuando crezcas y
avances, corres el riesgo en que caen la mayoría de los exitosos. Creen que
ellos solos pueden, que no necesitan a nadie, que siempre lo han logrado Y
no hablan, se cierran como la olla a presión, se meten dentro de ella y
cierran la tapa por dentro y lo que sigue es que implosionan por la presión.
Tenemos que entender que no se trata de no crecer, sino de no
desbalancearse. Estás sobre fundamentos equivocados y ya no puedes
apagar el celular, ya no puedes tomar un día libre, porque no disfrutas de tu
familia, porque estás corriendo detrás de identidades marginales, porque
todo eso se supone que te da valía. Pero tu identidad verdadera es tu
centro, tu esencia y tu yo está en peligro, ya no percibes la presencia del
Espíritu Santo, perdiste el centro, y cuando te vas al borde, estás al borde
del abismo.
Los famosos muchas veces se suicidan estando en lo más alto de sus
carreras, porque no pueden soportar las presiones, porque no tienen
centro.
En Apocalipsis 2 Jesús le escribe a la Iglesia de Efeso y la felicita por las
obras y el trabajo arduo y la paciencia , una iglesia fiel que resistió a los
malos, que enfrentó a los nicolaitas y a los falsos apóstoles. Habían hecho
todo bien, pero Jesús le dice: TE DESBALANCEASTE, PERDISTE TU CENTRO.
“Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete, y has las primeras
obras, pues sino vendré pronto a ti y quitaré tu candelero de su lugar, si no
te hubieres arrepentido.
¿QUE PASO?????????
“Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor”
Dios te dice: estás muy ocupado pero te olvidaste de mí. Trabajas
arduamente pero ya no tienes una relación profunda conmigo. Antes yo era
el primero, te la pasabas hablando conmigo, relacionándote conmigo, pero
ahora no, ni oras. Te levantabas hablándome, manejabas hablándome,
tenías una relación conmigo, pero ahora tienes una religión. Estas muy
ocupado como para mí,, pero la vida te está matando y te ocupas de todo y
de todos menos de mí.
Estás agotado porque ya no tienes una relación. Por eso eres una olla a
presión que no se abre con nadie. Perdiste el centro y estás desbalanceado.
Lo que pasa es que ya no tienen una relación profunda. Han perdido el
centro. YO VOY A BENDECIRTE EN TU FUTURO, Y HARE COSAS
MARAVILLOSAS, PERO TENGO QUE SABER QUE SOY TU SEÑOR, TU
PRIORIDAD, QUE VAS A BUSCAR MI ROSTRO, QUE VAS A DESPERTARTE
HABLANDOME A MI, CONTANTOME TUS COSAS.
Manejarás hablándome a mí, no estoy diciendo que no vayas a trabajar,
sino que en el transcurso te relaciones conmigo. Que cuando las presiones
de la vida te quieran desbalancear te apartes y me busques y me cuentes lo
que te está pasando, porque yo soy el fundamento del edificio de tu vida,
el apoyo, el cimiento, la base, la piedra del ángulo. Yo soy el todo. Sin mí
nada puedes hacer. Tú hablas de mí, pero no me hablas a mí. Tu hablas por
mí, pero no me hablas a mí. Vuelve a conectarte conmigo.
Estás ocupado en las cosas secundarias, dice el Señor, pero yo quiero que
vuelvas al centro. El centro es que me ames, me hables, te relaciones
conmigo, que vuelvas al primer amor, que tengas una relación conmigo que
funcione permanentemente.
RECUERDA DE DONDE HAS CAIDO. El gran problema de esta caída , es que si
hubiera sido de golpe nadie se olvidaría pero la caída es gradual. Nadie lo
sabe, pero fuiste cayendo, cayendo gradualmente.
Por las responsabilidades, por las ocupaciones, por las decepciones,
gradualmente te fuiste distanciando de mí. No es que dejaste de creer, pero
perdiste el primer amor, el centro, el fundamento. Estás muy ocupado para
ocuparte de mí. Por eso es que estás parado en los extremos.
Desequilibrado.
Estás cansado, agotado, frustrado. Si no cambias tu futuro será igual hasta
que implosiones porque estás cambiando la relación con Dios y
cambiándola por relaciones con otras personas. Y estás demandando de las
personas, de tu esposo, de tu esposa, de tus hijos, lo que solo Jesús te
puede dar. Entonces te pones intolerante, porque no te dan lo que solo
Jesús puede darte. Y dices: “Ya no me hace feliz”.
¿Desde cuándo una persona te puede hacer feliz?, acaso ¿NO ERA JESUS EL
QUE TE DABA LA VIDA ABUNDANTE Y LA FELICIDAD.
Tu cuerpo se está enfermando y tu salud deteriorando, porque perdiste el
centro, porque te apoyas en otro fundamento, equivocado, porque no estás
apoyado en la piedra del ángulo.
“Yo era el fundamento, yo era el cimiento, la sustancia de tu vida, dice el
Señor, sin mí como piedra del ángulo, no esperes un futuro bueno y lo que
quiero es que te arrepientas y cambies. Vuelve a poner el fundamento,
vuelve al primer amor, a ponerme a mí como el centro, el eje de tu vida.
Tu caída fue gradual, pero si te vuelves a mí con amor, relacionalmente,
entonces yo restauraré todo. Yo no soy un detalle en tu vida, ni un invitado
en tu casa, ni una ayudita, SOY EL SEÑOR, EL REY, EL CENTRO, EL
FUNDAMENTO, LA PIEDRA DEL ANGULO, YO SOY EL TODO, YO SOY LA VIDA.
La única manera de relacionarse conmigo es de todo corazón, con toda tu
alma, con todas tus fuerzas, con toda tu mente, con todo tu ser, todos los
días”.
Si no salimos del centro podemos ser consumidos por la angustia y la
ansiedad, algunos piensan incluso en quitarse la vida, otros cruzan la línea
de la moralidad y están en cosas que ni siquiera disfrutan plenamente, son
como recreítos en medio de la frustración acumulada, son una válvula de
escape de las presiones.
Lexotanil (ansiedad, estrés), Robotril (ansiolítico, fobias y pánico) son
medicamentos que toma la gente para anestesiar el dolor. Anestesiar lo
que no pueden arreglar.
EL PECADO ES FRUSTRACION SIN RESOLVER Y BUSCAMOS RESOLVERLA
POR UNA VIA EQUIVOCADA.
El pecado es la manera en que intentamos buscarnos un recreo, un alivio,
pero jamás lo encontramos allí. Es un escape que nos conduce mas a los
márgenes, a los extremos, al desbalance.
Es lo que ponemos en el lugar de la relación que solíamos tener con Dios.
Algunos volvieron a lo que habían dejado, cuando conocieron a Cristo
(dame un cigarrillo dame un trago). Otros tratan de llenar vacíos: “Necesito
una aventura amorosa para sentirme joven, vivo, porque me estoy
muriendo, necesito esas imágenes para fantasear una realidad diferente”.
No son las drogas, ES EL VACIO.
Buscad primeramente el Reino, el reinado, el señorío, la centralidad, el
fundamento, el cimiento de Dios, y todas las cosas maravillosas que Dios ha
pensado para tu futuro, te serán añadidas.

“Sansón no se durmió en los brazos de Dalila, porque ella era linda, sino
porque estaba cansado. No tenía un lugar donde apoyar la cabeza y
descansar. En cambio Jacob apoyo su cabeza sobre una piedra, y la llamó
casa de Dios, Betel, porque Dios es el único lugar en quien podemos
apoyarnos. El fundamento, la piedra del ángulo.
Si hoy te vuelves a tu primer amor, entonces todas las promesas de Dios
para tu futuro, se cumplirán en tu vida. Vendrán las presiones externas, los
enemigos, los lobos, pero todos caerán a tu costado. Vencerás las presiones
internas también. Tu futuro es maravilloso. Dice el Señor: Vuélvete al
primer amor, yo soy tu fundamento. Vuelve a acercarte a él en amor,
vuelve a tu centro, porque en tu verdadera identidad está tu plenitud.

UNDECIMA PRESENTACION

Identidad y Servicio

Crónicas 28.9-10
Para David, el fundamento del futuro de Salomón era SERVIR A DIOS CON
CORAZON PERFECTO Y CON ANIMO VOLUNTARIO.
Si queremos consolidar nuestro futuro, tenemos que poner nuestras vidas
en la piedra del ángulo. Jesucristo es la piedra angular. Unos confiesan con
su boca a Jesús como Señor, pero no alcanza con la simple confesión, otros
comprenden que esto no alcanza y para ellos el Señorío de Cristo significa
obediencia, y esto es mejor, porque hay un esfuerzo por ajustar la vida a la
voluntad de Dios, y si así lo hacemos la vida será mucho mejor porque los
principios de la palabra de Dios tienen fuerza propia. Cualquiera que
aplique esos principios a su vida verá buenos resultados. Sin embargo hay
creyentes obedientes, con buenos resultados pero insatisfechos. Hacemos
el esfuerzo por obedecer, pero no lo disfrutamos.
Hay muchos creyentes obedientes pero no están plenamente satisfechos.
Estas dos cosas: confesar y obedecer son insuficientes, Los judíos son
practicantes de los principios y tienen éxito y se destacan porque los
principios tienen fuerza propia pero Jesús vino para que todos tengamos
una vida de plenitud. Vida plena aquí y ahora y también para la eternidad.
Deberíamos sentirnos como “un pez en el agua”.
Usamos este dicho para decir que alguien está pleno, cuando en su vida
cotidiana puede expresar su propia identidad, porque su identidad es nadar
y el agua es su hábitat donde puede expresar su propia identidad. El pez no
nada como una actividad en su vida, su esencia es nadar, por lo tanto nada.
No se esfuerza por nadar, aunque al nadar tiene que hacer un esfuerzo,
pero no es forzado, es algo natural de su ser.

Por tanto en tu vida debes reconocer tu identidad. El señorío de Cristo es


tu identidad, tu esencia, lo que jamás podrías sacrificar sin perder tu
propia sustancia, tu centro, tu eje .

Es tu identidad lo que hace que puedas vivir focalizado, centrado,


balanceado en tu vida.

Como es mi identidad voy a estar confesándolo como Señor a cada rato,


cómo no confesarlo si es mi esencia y como es mi identidad le obedezco,
pero no como un esfuerzo forzado, obligado. Las fuerzas para obedecerlo
cuando soy tentado, cuando soy atraído a salirme del agua, vienen de mi
identidad, es decir, vienen del que es mi Señor, porque tu identidad y la
mía es una persona: JESUCRISTO

Mi identidad es CRISTO “Ya no vivo yo, Cristo vive en mí” porque yo estoy
muerto y él es el que vive en mí, por eso lo confieso y le obedezco. Porque
Cristo que vive en mí manifiesta su vida.

Cristo es mi identidad, mi esencia. Cuando perdemos nuestra esencia nos


desbalanceamos.

Cada vez que hagas algo para ser reconocido, para sentirte alguien
importante te estarás desbalanceando espiritualmente, desequilibrando
emocionalmente, desarmonizando físicamente, descontrolando
materialmente, desordenando las prioridades. Estarás descontento con
todo, estarás caminando por los márgenes y alimentando tu insatisfacción.

Vas a vivir agotado porque estás corriendo detrás de identidades


marginales, creyendo que las cosas de la vida son las que te tienen así, pero
no, lo que pasa es que te corriste del centro.

Oye pez: no es el agua lo que te agota, es cuando te sales del agua que te
empiezas a asfixiar.

Pero no son los extremos las sendas para nosotros sino el centro. Tenemos
que encontrar nuestro centro, afirmar nuestra esencia y hacerlo
permanentemente porque muy fácilmente nos descentramos, nos salimos
de nuestra esencia y nos podemos ver llevados de aquí para allá, por las
personas, por las tendencias del mundo.

Por eso tenemos que volver a nuestro centro, a nuestro primer amor, a
nuestra esencia.

Cuando te pregunten quien eres tu tu respuesta deber ser : Ya no vivo yo


Cristo vive en mi

Cuando te pregunten ¿Cómo estás?: responde: EN CRISTO.

Cuando te pregunten ¿Dónde estás?: “ Sentado en lugares celestiales,


juntamente con Cristo”.

En Cristo está mi identidad, en Cristo está mi autoridad, en Cristo está mi


felicidad, en Cristo está mi todo. Esa es mi esencia, mi identidad, mi primer
amor. Puedo sacrificarlo todo, menos mi esencia Cristo.

En el caso del pez, nadar es el resultado natural, la acción lógica de su


identidad.

No es lo que hago lo que define mi identidad, nado porque soy pez, mi


identidad define lo que hago, así es que disfruto de nadar porque soy pez.

También yo disfruto de confesar a Cristo, de compartirlo con otros, de


servir, de obedecer. De dar, porque mi identidad es Cristo Y si el
fundamento de tu vida es Cristo, lo natural es servirle, no es una obligación,
es tu identidad.

El servir a Dios no es un asunto de hacer cosas, sino de nuestra identidad.

Cuando vemos el servicio como lo que hacemos para Dios, es como darle
algo a Dios y Dios no necesita nada de nosotros.

Esta visión del servicio conduce al orgullo, al verlo así parece que nosotros
le estamos dando una ayudita a Dios y se la damos cuando queremos y
cuando no queremos dejamos de dársela. Esto no debe ser enfocado así.

Jesús dijo: YO NO VINE PARA SER SERVIDO, SINO PARA SERVIR Y DAR MI
VIDA EN RECATE POR MUCHOS.
Dos cosas: El no necesita que tú lo sirvas y él define su identidad SOY UN
SIERVO Y EL REDENTOR.

Y COMO TU Y YO estamos en Cristo, nuestra identidad está definida por él.


Yo ya no vivo mas, vive Cristo en mí, así es que mi identidad es la de Cristo
y el definió su esencia como la de siervo, por tanto yo también lo soy. Esa
es mi identidad. Yo no sirvo porque Dios lo necesite, sino porque esa es mi
esencia y cuando dejo de servir, me corro de mi centro que es Cristo, mi
esencia.

Cuando eso sucede dejo de ser una persona que da y empiezo a buscar
recibir, empiezo a esperar de los demás, pongo la responsabilidad de mi
felicidad en personas, asumo una mentalidad de acreedor permanente,
desarrollo espíritu de autocompasión y de poca tolerancia a la frustración.

Cuando veo que los demás no responden a mis expectativas, me


desbalanceo, me desequilibro otra vez. Por eso hay tantos cristianos
desequilibrados, porque le han entregado el centro de sus vidas a otro,
como se llame. Ponemos otras personas en el centro y entonces sufrimos
desilusiones y empezamos a caminar por los márgenes, buscando lo que
solo puedes encontrar en el verdadero centro de tu vida. Así terminas
amargado, molesto, intolerante con las personas, porque las pusiste en el
lugar de Dios. Cuando te defraudan, te frustras, porque ellos no fueron lo
que esperabas

¿Cuándo vamos a saber que la gente es gente y que hace cosas de gente?

Pero si mantienes a las personas en el lugar de personas y no de Dios,


entonces vas a poder amarlas, sin adorarlas, sin apoyarte en ellas. Porque
tu verdadero apoyo es la piedra del ángulo. Cristo es el fundamento de tu
vida. Tú tienes que decir: Yo amo al Señor, por él vivo y por él muero, no
soy nada sin Jesús , él es el todo de mi vida.

Si Cristo es tu identidad, tú eres un siervo.

Por tanto ahora entendemos que el servicio no es un asunto de cosas por


hacer, sino de identidad y cuando esto no es así empiezan las distorsiones.
Por eso hay gente que sirve en un ministerio, se cansa y lo deja, porque el
servicio es una tarea y no su identidad. Yo no me puedo agotar de ser
quien soy, pero si me puedo cansar de hacer cosas. Por eso hay personas
que sirven en un ministerio y creen que le están haciendo un favor a Dios, a
la Iglesia, a la gente.

Por eso hay gente que se llena de orgullo cuando sirve. Sirven en algo pero
no son servidores. Por eso hay personas que se enseñorean de las personas
a la cuales sirven, se vuelven mandones, autoritarios, porque hacen cosas,
ejercen liderazgo, pero no son siervos. Por eso hay personas que necesitan
reconocimiento cuando sirven, incluso hay algunos que lo hacen para
recibir reconocimiento, porque hacen cosas, pero no son siervos.

Hay personas que uno siempre tiene que estarles recordando y rogándole
que hagan lo que se comprometieron a hacer, porque ellos lo hacen por ser
buenas personas, como un favor, lo pueden dejar de hacer cuando quieren
porque para ellos su identidad no se ve comprometida por la inconstancia
con el incumplimiento, porque no se han definido a sí mismos como
siervos. No lo sienten como una fuerte contradicción de su esencia.

Por eso hay hermanos que son absolutamente indiferentes a que la gente
se salve o no, a que sufran o no, a que puedan conocer a Cristo o no. Si tú
vas a servir a Cristo así, es mejor no hacerlo.

Se sincero contigo mismo y con tus lideres al decirles:

MI IDENTIDAD NO ES LA DE CRISTO, YO NO SOY UN SIERVO.

Pero si tu identidad es Cristo, tú eres un siervo y como esa es tu esencia lo


haces naturalmente, no por obligación, lo haces con alegría, porque es la
forma de expresar tu esencia. Es como para el pez, nadar.

Lo haces con excelencia, porque la manera en que lo haces refleja tu ser.

Lo haces, aunque nadie se entere, sin buscar reconocimiento, no pides


nada a cambio, porque es algo inherente a ti, innato. No necesitas que te
estén insistiendo, lo haces con humildad y generosidad porque la humildad
y el dar son características de tu esencia, es decir de Cristo.

Como no tenemos clara nuestra identidad podemos elegir servir o no,


porque en el mejor de los casos, servir es hacer cosas, no la expresión de
mi ser, de mi esencia y así puedo elegir hacer o no hacer. No podemos
elegir ser o no ser, pero si hacer o no hacer

Nos encontramos motivando a la gente para servir y dándole


reconocimiento, porque sino se sienten sin estímulo, poniendo títulos y
cargos para inflarlos y lograr que sirvan. Esa no es la iglesia de Jesucristo.

Basta de evangelio adulterado, basta de cristianos falsificados, basta de


técnicas de motivación para que hagan lo que no les sale, porque no son.

Servir debe ser la expresión de tu esencia, de tu centro, de Cristo viviendo


en ti. Si el siervo vive en ti no tienes alternativa, debes vivir sirviendo.

Dios quiere gente legítima. Que vivan a Cristo. Cristo en ellos, Cristo, Cristo,
Cristo. Gente consistente con su identidad. Por eso David le dice a su Hijo
Salomón que sirva a Dios con corazón perfecto y ánimo voluntario. No
falsificados. Gente legítima que expresa lo que son en Cristo..

Así es que si él es tu identidad, tu esencia, naturalmente se va a expresar a


través tuyo: sirviendo y produciendo redención, salvación, libertad,
sanidad, bendición en los demás. Dentro de ti y de mí está el Soberano de
la historia y del universo. Estamos muertos, pero Cristo vive en nosotros . El
entró en mi vida y puso su naturaleza divina en mí.

Servimos porque es nuestra identidad. Cristo en mí, la esperanza de Gloria.


DUODECIMA PRESENTACION

CONSOLIDACION

Siete columnas

PROPOSITO

PASION

PERSONAS

PLANIFICAR

PRIORIDADES

PERSISTIR

POTENCIAL

En las últimas exposiciones hemos estado poniendo el fundamento. La


piedra del ángulo, sobre la cual vas a edificar el templo del Espíritu que es
tu propia vida, porque cada uno de nosotros somos responsables de
edificar. Tú eres la locomotora, pero Jesucristo es el maquinista. Por eso la
piedra del ángulo es Jesucristo, no meramente como un salvador, no solo
como una confesión de fe, ni siquiera como alguien a quien obedecer. Sino
que tu mueres, para que viva Cristo en ti . Y si él vive, entonces tu vida es la
de un siervo, un agente para redimir, para rescatar a muchos.

Este edificio de tu vida que tienes que consolidar en tu futuro tiene 7


columnas:
PROPOSITO

Edificar el templo del Espíritu que es nuestra vida, implica crecimiento.


Cuando la Biblia nos habla de ésto, el desafío que nos presenta es que
crezcamos en todo. Dios espera que tú crezcas en todo en Aquel que es la
cabeza, que es Cristo.

Hay una falsa comprensión cristiana, que va en contra del deseo de crecer,
de avanzar, de ascender. Se piensa que cuanto mas uno está estancado,
empobrecido y limitado es mas humilde y por tanto es mas espiritual, por
esta razón hemos desarrollado una mentalidad no orientada a las metas,
debido a ello, no podemos alcanzar el desafío permanente de Dios de
crecer continuamente en todo.

El apóstol Pablo decía “prosigo a la meta”, su vida era una vida orientada a
metas, a proseguir, a avanzar, a extenderse, a crecimiento ¿Cuál era su
meta? EL PREMIO DEL SUPREMO LLAMAMIENTO EN CRISTO “ No que lo
haya alcanzado ya , ni que sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro
asir aquello para lo cual fui también asido, por Cristo Jesús, Hermanos, yo
mismo no pretendo haberlo alcanzado; pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús” ( filipenses 3. 12-14).

Fuimos tomados por Cristo para algo que nosotros debemos tomar,
alcanzar y que todavía no hemos alcanzado. Cristo nos alcanzó no solo
para salvarnos, si así fuera, ya está, lo lograste.

Piensa por un momento:

Sería Pablo salvo cuando escribió esto, por supuesto que si, así es que no
estaba hablando de salvación, porque él decía que no había alcanzado
aquello para lo cual había sido alcanzado por Cristo.

Había algo mas que alcanzar para Pablo. Así también nosotros fuimos
alcanzados por Jesús, para ser salvos y algo mas. Y ese algo mas aún no lo
alcanzamos.
Para alcanzar ese algo mas debemos extendernos hacia el futuro a fin de
alcanzarlo.

Me extiendo hacia el futuro ¿Para qué? para alcanzar algo ¿Qué es? Una
meta, un premio ¿Qué premio, premio a qué?. Es el premio del supremo
llamamiento ¿A qué fuimos llamados? ¿Cuál es nuestro propósito en la
vida?.

Tu vida tiene que extenderse a lo que está por delante, al futuro y tienes
que tener meta, premio. ESE PREMIO ES EL CUMPLIMIENTO DE TU
LLAMAMIENTO, DE TU PROPOSITO EN LA VIDA-

PROPOSITO es la intención original para lo cual fuiste creado, propósito es


lo que Dios pensó para ti y que lo motivó para crearte. Fuiste creado para
hacer algo que Dios tiene en su mente, que solo tú puedes hacer. Por eso
tú eres tan único , tus huellas digitales son irremplazables. Hay algo que
Dios quiere hacer que solo tú puedes hacerlo.

Cuando tú entiendes esto, que eres singular y no te quedas solamente en


eso, sino que entiendes por qué Dios te hizo único, entonces tienes una
VISION . Cuando Dios te creó, te creó para algo. Eso se llama propósito.
Propósito entonces es una vislumbre de tu fin, de tu destino. Una visión de
la razón de ser de tu vida.

Sin un propósito tú no puedes tener éxito en la vida y mucho menos un


futuro maravilloso. Tú no puedes tener éxito si no sabes a donde vas. El
propósito te da un destino. La visión te da una meta para llevar a cabo, un
destino a donde ir. Cuando no tienes esto entonces tu vida va para
cualquier lado.

La visión es el mapa del propósito de Dios. Si tienes el mapa entonces


sabrás por donde ir, con quien tienes que estar. Pero si no conoces tu
propósito entonces te pierdes y te ves obligado a seguir el método de
prueba, error, dolor. Cuando no sabes lo que Dios quiere para tu vida, para
qué te pensó antes de la fundación del mundo, para qué te creo.

Si no sabes a donde ir entonces cualquier ruta te va llevar, no importa cual


tomes, total no sabes a donde vas.
Cuando sabes a donde vas, entonces sabes que ruta tomar y te disciplinas a
ti mismo para tomar el camino adecuado y por mas que hayan otras rutas
que sean buenas no serán correctas, porque no te llevan al destino.

El propósito te ayuda a determinar lo que es correcto para tu vida, no solo


lo que es bueno (todo me es lícito pero no todo me conviene). Yo puedo
hacer lo que quiero, pero no todo me será beneficioso para mi vida.

Todo lo que interfiera con el sueño de Dios para tu vida, por bueno que
sea, no es correcto para tu vida.

El propósito de Dios es la primera columna para que tengas un futuro


maravilloso y la manera de conocer el propósito es yendo a él. El que
conoce el propósito de algo es quien lo fabricó. Por eso tienes que buscar a
Dios. Si no conoces tu propósito, si no tienes la visión de lo que Dios quiere
para tu vida, vas a perecer en la frustración, en la mediocridad, en el
fracaso. Pero conocer y vivir para el propósito para el cual fuimos creados
llenará nuestras vidas de plenitud.

TRIGESIMA PRESENTACION

PASION

“Sin darme cuenta, mi pasión me puso entre las carrozas reales de mi


pueblo” ( cantares 6:12)

Las personas que transitan la vida en carroza real, son la gente que tiene
PASION POR DIOS Y POR LO QUE HACEN. La pasión por Dios te sienta al
lado del Rey, en su presencia, la pasión por lo que haces te coloca en las
carrozas reales delante del pueblo.

Jesús también enseñó diciendo: “ El reino de los cielos es semejante a un


tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de
nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel
campo”.

El campo es la vida. El tesoro es el propósito en la vida. Dice que ese tesoro


es el Reino de Dios. Fuiste creado por Dios, y al hacerte Dios, te hizo único.
La razón por la cual Dios te hizo diferente a los demás es que tu propósito
es único.
El Señor agrega: “ Porque donde este vuestro tesoro, allí estará también
vuestro corazón”. Es decir, cuando encontramos la finalidad de nuestra vida
y el propósito para el cual Dios nos hizo, entonces se desatará en nosotros
una pasión, un denuedo por vivir.

Lo que sucede con mucha gente es que no tiene pasión. Nos levantamos en
la mañana como podemos, usamos una grúa para mover los pies,
esperamos que los ángeles nos cepillen los dientes, y empezamos el día sin
pasión.

Pasión es un deseo más fuerte que la muerte. Es energía creada por un


propósito y sentido para la vida. Es un compromiso que va mas allá de la
oposición, significa que todo lo que viene en tu contra no te podrá detener
en la concreción del sueño.

Quizás ese es tu problema, no encontraste todavía algo por lo cual vivir,


por lo cual dar la vida, que te llene de pasión, que nada lo pueda detener,
que te den ganas de empezar el día.

Aquello para lo cual tú fuiste creado, es lo único que te puede satisfacer y


eso, cuando lo descubres, empeña toda tu vida. Estas destinado para eso.

Nuestro fundamento es Jesús y él dijo: “Por esta causa yo vine al mundo”

¿Encontraste tú la tuya? Cuando dijo por esta causa yo he venido al


mundo, estaba diciendo esta causa me hizo nacer. ¿Por qué causa tú
naciste? ¿Por qué causa te despiertas cada mañana?.

Cuando tú sabes para qué vives, eso te hace alguien muy peligroso. Todo lo
que los demás puedan decir, llegó tarde. Ya no te pueden manipular, ya no
te pueden frenar, te van a criticar, pero hay algo mas fuerte.

Tal vez te puedes identificar con lo dicho anteriormente y puedes darte


cuenta que a tu vida le falta pasión, porque no tienes propósito. Dios tu
creador, sabe bien para que te creo. Tiene definido el propósito de tu vida
y te lo quiere mostrar para que tu alcances el fin que persigues: Que tu vida
sea feliz.

El te dice como descubrirlo:“ Porque yo se los pensamientos que tengo


acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para
daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis y vendréis y oraréis a mí, y
yo oiré ; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro
corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová”.

Dios nos está diciendo: Búsquenme y yo no voy a jugar a las escondidas.


Búscame y me dejaré hallar, pero búscame de todo corazón y seré hallado
y te voy a revelar el propósito para tu vida, entonces tendrás una visión
clara de para qué vivir, una pasión fortísima inundará tu corazón y cada
día, aunque te cueste despegar los ojos, vas a tener unas ganas enormes de
vivir ese día y de avanzar en el cumplimiento del sueño de Dios para tu
vida.

Búscalo de todo corazón y se dejará hallar . Porque para nosotros hay una
carroza real esperándonos. dejemos de arrastrarnos, encendamos el motor
de la pasión y levantemos vuelo.

La Escritura dice: Amarás al Señor tu Dios con TODO TU CORAZON, CON


TODA TU ALMA, CON TODAS TUS FUERZAS, CON TODA TU MENTE. Nos
está hablando de PASION. La palabra pasión no se usa mayormente en las
escrituras pero se usa la palabra denuedo.

PERSONAS

Para ese futuro maravilloso, para el cumplimiento de tu propósito en la


vida, vas a necesitar personas. Debes tener mucho cuidado con las
personas de las que te rodeas en tu vida.

Consideraciones:

Primero, tu identidad es Cristo, solo él es el centro. Las personas nunca


deberán ocupar el lugar de Dios en tu vida. No adores personas, solo
ámalas.

Segundo, tu identidad es Cristo. El es un siervo, así es que tú eres un siervo.


Si estás pendiente de lo que la gente te de , dejaste el centro y te volverás
intolerante e insatisfecho. Debes estar pendiente de darle a las personas.
Dale a tu esposa, dale a tus hijos, dale a tus padres, dale a tus amigos, dale
a tus hermanos en Cristo, dale a todo el que se te cruce por el camino,
porque tú eres un agente de bendición. Bendice y serás bendito y porque
eres bendito, bendice.

La bendición no es una cosa en tu vida, es una manera de vivir.

Tercero, el Reino de Dios es una avenida de dos manos. De lo que tú tienes


que preocuparte es de manejar para tu dirección, es decir, el cumplimiento
de tu propósito. Mientras lo haces en esa dirección, bendice a todos, a
todos los que se te crucen. No como una estrategia, sino como una
expresión de tu esencia. Si lo haces, jamás te faltará nada, jamás te faltará
nada. Jamás te faltará amor, jamás te faltará ayuda, jamás te faltarán
recursos. Créelo, así es el Reino. Porque Dios se encargará de que la otra
mano de la avenida funcione bien. Dios usará gente que viene por la otra
mano, para bendecir tu vida. Porque él dice dad y se os dará.

Cuarto, las personas no solo vienen en la dirección contraria, y tienen que


ser objeto de bendición. También tendrás personas en tu misma dirección.
Allí debes tener cuidado en la selección de las personas que van en tu
dirección. Me refiero a la gente que formará parte de tu círculo íntimo. Tu
pareja, tus amigos, tus socios. Debes aprender a seleccionar.

Jesús caminaba por la vida y bendecía a todos. Pero a la hora de formar su


círculo íntimo, seleccionó a 12, y luego dentro de los doce, aun un círculo
mas pequeño de tres.

Jesús hizo algo mas. En los momentos claves de su vida, cuando tenía que
dar pasos de fe, echó fuera a la gente que no lo impulsaba al cumplimiento
de su propósito.

Ojo, es muy importante. Es una columna en la edificación de tu futuro, la


selección de personas. Sigue bendiciendo a todos, pero marca distancia de
los que no te movilizan a una vida mas profunda en Dios, de aquellos que
no te animan a la fe, de los que te contaminan con hábitos equivocados. A
los que te hacen abortar el propósito de Dios para tu vida. Ten cuidado con
quienes te sientas. Así lo advierte el salmo 1. Con las personas que pasas o
pierdes el tiempo. Siéntate con aquellos que en la ley de Jehová está su
delicia. Porque el que tiene esa compañía será como árbol plantado, firme,
junto a corrientes de agua. Es decir, bendición, plenitud. Será alguien que
da fruto a su tiempo y cuya hoja no cae.

Quinto, como las personas no son nuestro centro, nuestro fundamento,


sino Dios, entonces son las enseñanzas de Dios, son sus principios, son sus
cosmovisiones, las que seguimos. No las tradiciones. No las enseñanzas de
nuestra formación o de nuestros maestros, que no coinciden con Dios y su
palabra y que ya sabemos que nos conducen al fracaso.

Sexto, no hagas de las personas tu motor, pues tu motor es Cristo. Tu


motor es Dios y la motivación tienes que encontrarla dentro de ti mismo.

Ya no necesitas que nadie te motive o te halague y cuando te reconocen


mucho o te halagan mucho al menos sospecha si no te quieren manipular.

Tu motor es Cristo y tu motivación está dentro de ti.

Séptimo, rodéate de personas que te acerquen mas a Dios. No personas


que te dicen: “Camina hacia donde yo quiero”, sino personas como RUTH
que le dijo a su suegra Noemí, “ a donde quiera que fueres iré yo, te
apoyare, te sostendré”.

PLANIFICAR

Otro mal hábito de los creyentes es la falta de planes, pero tú planifica. Esa
es tu tarea. Buscar a Dios y planificar. David le dijo a Salomón que Dios lo
ayudaría en todo, pero junto a esa palabra de fe y de ánimo le entregó los
planos del edificio. Tienes que tener un plan para los próximos años ¿Hacia
dónde vas? ¿ Cuáles son tus metas en la vida?.

Un plan es un puente que te conduce desde donde hoy estás y hacia


donde tú quieres estar. Ese plan tiene que estar escrito. ESCRIBE LA VISION
EN TABLAS”, le dijo Dios a Habacuc. Un plan que no está escrito, no es un
plan.

No necesitas ser un experto en planeamiento estratégico, basta con una


hoja con cuatro columnas. En la primera columna un objetivo para cada
área de tu vida, en la segunda columna una fecha de cumplimiento. En la
tercera como lo vas a alcanzar. Y la cuarta es para la evaluación.

Ten esa hoja dentro de tu Biblia y ora por el plan todos los días. Evalúa
cómo vas cumpliendo tus metas todos los días.

Algunos no quieren hacer un plan porque no quieren confrontarse con la


frustración del no cumplimiento de sus metas. No temas, la mayoría de tus
metas se van a cumplir, vas a crecer, te vas a fortalecer en la vida y
aquellas metas que no alcances, no es para frustrarte sino para revisar si tu
meta es correcta o no y si tu manera de alcanzarla es correcta o no, si tu
tiempo para alcanzarla es correcto o no. Alguien dijo: si no planificas, estás
planificando fracasar.

Das könnte Ihnen auch gefallen