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INTRODUCCIÓN.

Si tomamos como base 2 Corintios 5: 17 - 20, resultará sencillo establecer claramente


ciertos principios básicos en torno al tema de la evangelización. Fue Dios mismo quien
tomó la iniciativa en el plan de salvación de la humanidad. Después de la caída del
hombre, descrita en los primeros versículos del capítulo tres de Génesis, se menciona
en el versículo quince la simiente de la mujer (Cristo), quien habría de salvar la
humanidad; la determinación de salvar la humanidad no obedece a la conducta del
hombre, sino que es pura iniciativa divina. Por lo tanto, la salvación no es un logro del
ser humano; es una expresión de la gracia y el amor de Dios; sin embargo, no debe
negarse la parte activa de cada individuo en el proceso de salvación, que consiste en
arrepentimiento, conversión y aceptación de la gracia divina. Todo sacrificio y pago por
el pecado lo realizó Jesucristo, y el hombre se convirtió en feliz receptor de la
misericordia. De allí las palabras de Pablo: “todo esto proviene de Dios”.

La reconciliación es una experiencia: es importante destacar que la reconciliación con


Dios precede al ministerio de la reconciliación. Alterar este orden ha traído crisis y
confusión a muchos. Toda tarea ministerial nace de una experiencia personal con Dios.
Erróneo suponer que alguien que no ha conocido personalmente a Jesucristo sea capaz
de conducir a otro hacia el conocimiento de Cristo. Es imposible dar lo que todavía no
se tiene; La intensidad de la experiencia personal con Dios determinará la intensidad del
ministerio. El mismo Señor enseñó que a quien más se le perdona, más es capaz de
amar. Sólo podrá vivir para Cristo y servir con pasión aquel que haya experimentado un
encuentro con Él. Toda persona que contempla el ministerio de Pablo admira su
dedicación y duro trabajo. Para entender la razón de su entrega y agradecimiento, basta
con leer su testimonio: “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los
cuales yo soy el primero”. No cabe duda de que la experiencia con Dios siempre debe
preceder al ministerio. Es un hecho que toda forma de expresión religiosa será
superficial sino nace de una relación íntima con Dios. El evangelismo como forma de
vida no es el producto de un programa, sino de una vivencia. La declaración de Jesús
en Mateo 4: 19 “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” deja claro el
proceso. Primero es necesario ir a Él, y el resultado de ese encuentro es ser convertido
en pescador de hombres, ganador de almas, o lo que es lo mismo un evangelista o
reconciliador. Primero debemos acercarnos a Dios, para entonces poder acercarnos
eficazmente a las personas
PREPARANDONOS PARA COMPARTIR EL EVANGELIO
El Evangelio una definición: (del griego εὐ, «bien» y αγγέλιον, «mensaje») es según la
fe cristiana la buena noticia del cumplimiento de la promesa hecha por Dios a Abraham,
Isaac y Jacob de que redimiría a su descendencia del pecado por medio de la muerte
de su Hijo unigénito Jesús, quien moriría en expiación por el pecado de toda la
Humanidad y resucitaría al tercer día para dar arrepentimiento y perdón de los pecados
a todo aquel que crea en él. David profetizó que Jesús resucitaría al tercer día sin ver
corrupción; David murió y su cuerpo vio corrupción y la tumba de David está en el Monte
Sión, pero Jesús resucitó al tercer día cumpliendo la profecía de su resurrección y su
tumba está vacía y es conocida como el Santo Sepulcro. Este es el evangelio que
predicaban los primeros discípulos de Jesús.

Buenas noticias, ¿de qué? …. de salvación;

Hay dos preguntas que necesitamos contestar para poder llegar a una definición aún
más completa del evangelio.

¿Qué es evangelismo?
Se conoce como evangelización el acto de predicar el Evangelio de Jesús, es decir, de
difundir el cristianismo. Por extensión se aplica también a cualquier tipo de proselitismo,
sea éste religioso o no. (Mateo 28: 18 - 19; Marcos 16: 16 - 17; Juan 20: 21 - 23; 1
Corintios 15:1 - 4; 2 Timoteo 2: 2)

¿Por qué son buenas noticias?


Al comunicarle el mensaje del evangelio a un incrédulo se le brinda la oportunidad de
que reconozca que es pecador y que por eso necesita ser salvo de las consecuencias
eternas del pecado. Después recibirá libertad por el sacrificio de Jesús y una nueva
vida, mientras espera para encontrarse nuevamente con el señor. (Romanos 3:23-24; 6:
23 / Hebreos 9:27-28 / 2 tesalonicenses 1:7-9).

OBJETIVO GENERAL
1. Recordar la importancia y el porqué de evangelizar, En la medida en que vayamos
aprendiendo a evangelizar de manera adecuada y eficaz.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Comprender el significado real del evangelio y su contenido.
2. Dar a conocer los requerimientos básicos para servir de una manera agradable ante
Dios conforme a como lo hizo Jesús.
3. Instruir en la utilización de herramientas y técnicas para la presentación del evangelio
teniendo en cuenta la situación del mundo actual.
LA RECONCILIACIÓN ES UN MINISTERIO
La palabra ministerio es uno de esos términos que ha sido mal interpretado. Para
muchos, ministerio es un título, un hábito, una profesión o alguna otra cosa que implica
reconocimiento. En la biblia el oficio ministerial implica función, trabajo, provecho. La
reconciliación es un ministerio universal; Todo creyente ha sido llamado a reconciliar a
las personas con Dios. Cualquiera sea la circunstancia del creyente (si eres un hombre
que sirve a Dios de tiempo completo, si estás en tu trabajo, en tu escuela o universidad
o en medio de tu familia.) debes tomar la posición de reconciliador con Cristo. Esto le
permitirá comprender la voluntad de Dios en determinadas situaciones.

Todos somos evangelistas. O se es evangelista, o no se es nada «Deja que los


muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios» lo dijo Jesús en
(Lc. 9:60).

Veamos Cuatro Llamados Bíblicos a Convertirnos en Reconciliadores:

➢ en Marcos 16: 5 Jesús les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a
toda criatura. podemos identificarlo como el llamado de arriba, que viene de lo alto. no
es una sugerencia divina ni un consejo, es un mandato. considere lo siguiente: por qué
esperar un llamado cuando ya se ha recibido un mandato. en cuanto a la tarea
evangelizadora de la reconciliación, no hay nada que esperar. solo se requiere
obediencia.

➢ identificamos otro llamado, al cual podemos referirnos como el llamado de


adentro. en romanos 1: 14, pablo utiliza una palabra con profundo contenido de
revelación, y es el término deudor. el apóstol siente un enorme compromiso con el
pueblo. no solamente Dios lo llama también su conciencia lo impulsa. todo reconciliado
con Cristo experimenta una deuda con aquellos que aún no han conocido
personalmente al salvador. es una motivación que nace de la gratitud por haber tenido
el privilegio de recibir esta gracia inmerecida. le adeudamos a la humanidad el mensaje
de la reconciliación con Dios. Principalmente adquirimos conciencia de la necesidad
existente en nuestro mundo de hoy, sobre la base de nuestra propia experiencia de
conversión, a la vez que descubrimos el mensaje claro de la Palabra de Dios, que así lo
expone. El hombre está perdido, y por ello necesita conocer el mensaje de la salvación.
«Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios» (Ro. 3:23).
En 1 corintios 9: 16 Pablo utiliza de nuevo otra expresión reveladora allí dice: “porque
me ha sido impuesta necesidad” una vez más, es un llamado que nace de adentro. Las
entrañas se le conmueven al apóstol, y grita ante la necesidad de compartir las buenas
noticias de salvación con todo aquel a quien alcance su voz. Esta es la declaración de
un hombre que no espera otra recompensa por predicar el evangelio que no sea el
privilegio mismo de ser portador del más maravilloso de todos los mensajes
“reconciliaos con Dios”.
➢ el llamado de afuera: es la voz de los perdidos que claman por auxilio. en
Mateo 9: 36 leemos que Cristo tuvo compasión por las almas perdidas. Jesús fue
conmovido por la desolación de un pueblo sin Dios. no los miro como a simples
pecadores desobedientes y rebeldes. los vio desamparados y dispersos. Jesús sintió un
llamado que brotó del estado espiritual del pueblo, era un llamado de afuera debemos
entender que la necesidad espiritual apremiante es un llamado. Allí donde hay una
necesidad, hay un ministerio que realizar. Jesús fue capaz de interpretar ese llamado y
responder a él de inmediato. el contraste entre lo grande de la mies y la escasez de los
obreros motiva un llamado a la oración.

➢ por último, el cuarto es el llamado de abajo en Lucas 16: 19 - 31, el Señor


Jesucristo relata la experiencia de un hombre rico y el mendigo lázaro. sin entrar en
detalles, desde el mismo infierno aquel rico clamaba no sólo por sí mismo, sino también
por sus familiares que habían quedado con vida. él deseaba hacer algo por ellos, pero
le era imposible. la pregunta que sugiere esta historia es: ¿cuántas personas estarán
hoy en el infierno recordando a sus familiares y deseando que algún mensajero se les
acerque con la palabra de Dios? sin pretender sensacionalista ni cruel, pero utilizando
esta historia como base, se puede decir que hay un llamado de abajo, que nos
concientiza sobre la realidad del infierno y de que miles de almas pasan a la eternidad
sin salvación. si los otros llamados no nos mueven a una acción inmediata y urgente,
quizás este podría hacerlo. de modo que el quehacer de la reconciliación con Dios es un
ministerio urgente en su naturaleza.
LA RELACIÓN DE DIOS CON EL HOMBRE EN LA LABOR
EVANGELÍSTICA.

Aunque realmente Dios no nos necesita en esta labor, no obstante determina utilizar a
sus hijos como herramientas útiles en sus manos: «Porque nosotros somos
colaboradores de Dios» (1 Co. 3:9).No somos imprescindibles, pero a Dios le ha placido
otorgarnos el gran privilegio de colaborar con Él. Es un acto de gracia divina. El Espíritu
Santo y la Palabra impresa son los agentes primarios en la evangelización. El testimonio
de sus hijos, personal y verbal, son los medios que Dios desea utilizar.

La Reconciliación es tarea Divina: La reconciliación es una tarea divina y se debe


realizar al estilo de Dios. Cristo no está solo en la tarea de reconciliación sino que: “Dios
estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo…” (2Cor. 5: 19). Con esta frase queda
claro que la participación de Dios el Padre en la salvación del hombre no es pasiva.
También se destaca la segunda parte del versículo que añade un concepto altamente
revelador: “... no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados…”. El pasaje explica
lo que Dios hizo y cómo lo hizo. La evangelización no puede ser selectiva. Dios desea
que todo hombre se salve. En el proceso de reconciliación con Dios, los obreros del
señor de la mies tampoco podemos ser selectivos. Los tipos de pecado, la abundancia o
gravedad de ellos no deben alterar nuestra disposición a dar una palabra de
reconciliación al necesitado. Los listados y los archivos de pecado tampoco contribuyen
a la reconciliación con el Creador. Al dirigirnos a un alma que desea salvación es
necesario comunicarle que así como Dios no toma en cuenta sus pecados, nosotros
tampoco.
El resultado de la evangelización es en todo una labor divina: «...y el Señor añadía cada
día a la iglesia los que habían de ser salvos» (Hch: 2:47). El Espíritu Santo es el agente
efectivo en la evangelización: «Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de
justicia, y de juicio» (Jn. 16:8). El poder espiritual está contenido en la Palabra: «Porque
la palabra de Dios es viva y eficaz» (He. 4:12).

La Reconciliación es labor de embajadores: Finalmente, la tarea de la reconciliación


es una labor de embajadores. Un embajador no es nativo de la nación donde ejerce su
función. No se espera que Él eche raíces allí; todo lo contrario, se sabe que el
embajador un día regresara a su país de procedencia. Tampoco debe el embajador
adoptar las costumbres del país donde sirve, sino que debe ser digno representante de
las costumbres, el idioma y la cultura en general del país que lo envía. Como
embajadores del Reino, Los hijos del rey no pueden adoptar los valores terrenales sino
representar el pensamiento del Reino. Si somos embajadores de Cristo. Entonces
debemos imitar su estilo de vida. Jesús es el reconciliador por excelencia, y nosotros
embajadores suyos. Por lo tanto, hemos de conducirnos a la altura de esa noble tarea y
vivir para reconciliar vidas con Él.
- El hombre es el instrumento en manos de Dios, con el cual desea trabajar: «Así que,
somos embajadores en nombre de Cristo» (2ª Co. 5:20).
- Dios busca nuestra colaboración: « ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?» (Is.
6:8).
- Por nuestra parte se requiere entrega y decisión: « ¡Heme aquí, envíame a mí!» (Is.
6:8).
¿Qué nos motiva?
Si aceptamos que no hay efecto sin causa que lo produzca, entonces, ¿por qué
evangelizamos? ¿Qué es lo que nos debe motivar a hacerlo? Nuestra motivación ha de
corresponder principalmente a un acto de gratitud y adoración a Dios, resultante de
nuestra salvación personal y buena relación con el Salvador.

Dios mismo; El amor de Dios en nosotros nos provee de una conciencia


evangelizadora, que nos lleva a amar naturalmente a los demás. Una evangelización
exenta de amor no resulta efectiva, porque el amor verdadero para poder evangelizar,
proviene de Dios. «El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor» (1Jn.
4:8). La evangelización es producto del amor de Dios, el cual impregna nuestra
conciencia. Por lo tanto es un acto natural y espontáneo, y en ninguna manera
obligatorio.
PREPARANDONOS CONFORME AL ESPÍRITU

La verdad es que los resultados de la evangelización dependen de la acción del


Espíritu Santo más que de nuestras habilidades y destrezas. Sin embargo, el Espíritu
Santo desea utilizar al cristiano para esta santa labor, y por ello es importante la
comunión espiritual con Dios, y como resultado de la manifestación del fruto del Espíritu:
Amor, gozo, paz, paciencia…. (Gá. 5:22).

La comunicación verbal y el testimonio práctico han de ir acompañados de una vida de


plenitud espiritual.

Jesús colaboró con el Espíritu santo:


Jesús escuchó al Espíritu Santo, Marcos 1:9 -12; le obedeció y se sometió a su control y
su ministerio. Viajo donde el Espíritu señaló e hizo lo que el Espíritu le indicó

¿Por qué es tan importante esto?


Jesús era y es Dios, pero cuando nació dejó atrás su poder divino. Fil 2: 6-7. Escogió
venir como un bebé frágil, no como un comandante, un negociante rico o un político.
Jesús vivía como un hombre limitado e igual que nosotros pasó frío, hambre, sed, gozo
y tristeza. También ministraba como un hombre pero el secreto era que conoció el poder
del Espíritu, igual que nosotros podemos y debemos hacer. Luc. 4: 18.

Jesús superó tentaciones satánicas:


En el desierto, Jesús era débil y tenía hambre cuando Satanás le tentó usar a su poder
y volver las piedras en pan. Luego Satanás le tentó con evitar el sufrimiento de la cruz;
finalmente le tentó promoverse, pero Jesús se negó en cada ocasión. Escogió ser fiel a
Dios y sus propósitos y Satanás se fue derrotado. Marcos 1: 13, Mateo 4: 1-11.

Jesús puso prioridad en el predicar:


- Dijo que trajo buenas nuevas.
- Dijo que el Reino de Dios estaba cerca
- Dijo que el tiempo ha llegado.
- Dijo que la gente debía arrepentirse y creer en el evangelio, Marcos 1,14.

A menudo testificamos a Jesús calladamente y con hechos de amor pero eventualmente


alguien tiene que desafiar a la gente para que se arrepientan.

Jesús comprendió el tiempo de Dios:


Jesús trabajó hasta que tenía treinta años pero cuando Herodes encarceló a Juan para
Él era la señal de Dios y supo que había llegado su tiempo. Así mismo deberíamos
vigilar para que entendamos cuando Jesús está a la puerta. Entendemos los tiempos
cuando fijamos nuestros ojos espirituales en la palabra profética de Dios, la Iglesia e
Israel, y el otro en los eventos globales, Mar 13: 28-36, Mateo 16: 1-3

- Noé supo el tiempo e hizo un arca.


- Moisés supo los tiempos, y llevó al pueblo de Dios a la tierra prometida.
- Daniel supo el tiempo, y oró para acabar el exilio del pueblo de Dios.
- Dios supo el tiempo, y envió a Jesús.
- Jesús supo el tiempo, y predicó.
- Jesús llamó a otros a ayudarle.

No hizo todo por sí mismo, Mar. 1: 16-20. Otros oyeron la llamada de Cristo y sin retraso
le obedecieron, dejando todo para seguir a Jesús. Así se aumentó el número de obreros
y compartieron el trabajo.

● Primero estaba solo Jesús.


● Después, eran Jesús y 12 más.
● Después, eran Él, 12 y 3.000 más.
● Los 3.000 se hicieron 5.000 judíos.
● Después la gente de otras naciones se juntó al movimiento.
● Después el evangelio llegó a África, Asia, y aún más allá.

Jesús demostró el poder de Dios:


- Echó fuera un demonio, Mar. 1: 25.
- Sanó una fiebre de malaria, Mar. 1: 31.
- Sanó a muchos y echó fuera los demonios, Mar. 1: 33; 39.
- Sanó a un leproso, Mar. 1: 42.

Cada vez que Jesús demostró el poder de Dios, que es el amor y compasión de Dios en
acción, corrían la voz, Mar. 1.28, 45, tanto que un día un pueblo entero vino a verle,
33,37.

Jesús se dedicó a la oración:


Jesús sólo hizo lo que vio a su Padre hacer antes, Juan: 5.19. Se apartó de la gente con
el fin de escuchar a su Padre. A veces hizo tiempo antes del día o a su fin, igual oró
toda la noche; oraba en privado y en público. Por eso, era normal que supiera lo que
debía hacer. Marcos 1: 35.

Jesús se dedicó a la gente:


Tenía la oportunidad de quedarse en un solo lugar y volverse famoso, pero eligió ir
adelante a los pueblos cercanos para predicar allí también, Mar 1: 37-39. Jesús amó a
la gente, hasta la gente más difícil de amar como el endemoniado, la mujer enferma y el
leproso. Jesús se dedicó a alcanzar más y más personas con el amor de Dios y la gente
lo sabían. Total que la gente vino a Él de todas partes, y todavía vendrán para recibir la
misma atención. Jesús era un hombre que ministro en el poder del Espíritu Santo. Jesús
dice que alguien que tiene fe en Él puede hacer lo mismo, incluso cosas aún más
grandes por el mismo poder del Espíritu Santo.

Unas preguntas a considerar:


1. ¿Ha tenido la experiencia de conocer a Cristo y realmente nacer de nuevo?
2. ¿Tiene planes para alcanzar la gente que le rodea?
3. ¿Cómo es su dedicación a la oración?
4. ¿Ministra usted los dones del Espíritu Santo?
5. ¿Dice que sí al llamado de Jesús?
6. ¿Ve que ahora es el tiempo de Dios?
7. ¿Busca oportunidades para predicar?
8. ¿Está venciendo las tentaciones de Satanás cada día, por medio de la
oración, la palabra y por tomar decisiones santas?
9. ¿Recibió usted al Espíritu Santo cuando creyó por primera vez y todavía se
llena de Él en cada día?
10. ¿Tiene usted seguridad de salvación y vida eterna?
LLEGÓ LA HORA DE PRESENTAR EL EVANGELIO

Algunos impedimentos:
- FACTORES INTERNOS.

1. Ignorancia. En cuanto a esta responsabilidad como cristiano. No sabemos cómo


hacerlo, no tenemos ningún método para presentar el evangelio. No nos hemos
preocupado por aprender.

2. Miedo. Nos asusta intentar hablar a una persona. Miedo de que nos pregunten algo
que no podamos contestar. Pensamos que se van a enojar las personas a quienes
hablemos.

3. Indiferencia. Hay cristianos a quienes no les importa el asunto.

4. Mala experiencia. Cuando se ha intentado antes predicar el evangelio y ha recibido


rechazó algunos creyentes tienden a desistir de servir a Dios de esta manera.

5. El desánimo (es inútil, la gente no escucha –falta fe–): hay que renovar nuestra
confianza en la Palabra y en su poder.

6. Carencia de plenitud espiritual una vida carnal, la falta de fe, la tibieza espiritual, la
pérdida de fervor y de visión espiritual.

7. Desconocimiento de los puntos básicos del plan de la Salvación.

- FACTORES EXTERNOS.

1. La actividad del Diablo (no la vemos pero es una realidad): (1 P. 5:8).

2. La pasividad de la propia iglesia para con el creyente. Falta de concienciación,


actividades.

3. La sociedad materialista (vivimos en buena medida influidos y condicionados por


ella).

4. La crítica o vituperio del mundo (el rechazo de los no creyentes).

- A la reacción adversa, la bienaventuranza de Jesús: «Bienaventurados sois cuando


por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros,
mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos...» (Mt.
5:11,12).
HERRAMIENTAS ÚTILES PARA LA EVANGELIZACIÓN:
Estudios bíblicos y cursos acerca del cristianismo.
El mejor recurso para el evangelismo es la Biblia misma. Conteniendo todo lo que una
persona necesita para entender y vivir el mensaje del Evangelio, la Biblia es
fundamental para el evangelismo. Los estudios bíblicos en grupo o individuales permiten
a la persona que estás evangelizando introducirse profundamente en la búsqueda y el
aprendizaje de lo que la Biblia expresa. Las clases de introducción de resumen de la
biblia, tales como el Alpha Course ofrecido por muchas iglesias, son herramientas para
las personas que exploran el cristianismo, o para nuevos creyentes. Los evangelistas
instan a los participantes a traer y discutir las preguntas y dudas que tenga acerca de la
fe.

Materiales impresos
Los folletos, panfletos y extensiones de la Biblia son herramientas de evangelismo. El
objetivo de estos recursos debe proporcionar una presentación corta, simple y directa
del mensaje del Evangelio. Se pueden utilizar cuando el tiempo es limitado o cuando el
deseo es llegar a muchas personas en un área. Las extensiones y folletos pueden ser
un punto de partida para iniciar una discusión más profunda sobre la fe. Estos
materiales son fáciles de entender y adecuados para uso con personas de baja
educación y alfabetización, así como pueden ser repartidos a mucha gente en poco
tiempo, tal como en el caso del evangelismo en la calle.

Testimonios personales.
Mientras que un converso debe entender el mensaje bíblico de la salvación, los seres
humanos son atraídos naturalmente a las historias. Un creyente no necesita tener un
testimonio elaborado o dramático acerca de cómo llegaron a la fe en Cristo para
compartir un testimonio eficaz. Un relato honesto de cambio personal y de fe
compromete a no creyentes y proporciona un elemento de fe personal. Las memorias y
las biografías cristianas también sirven como testimonios eficaces y herramientas
evangelistas. El ejemplo del endemoniado gadareno es aleccionador: «Vete a tu casa, a
los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido
misericordia de ti» (Mr. 5:19).

El contacto.
(Puede ser planeado o casual) 1. El casual con personas en las calles, en los sitios
públicos o las visitas que nos llegan a nuestro hogar. 2. El planeado puede tomar
semanas y meses. Las siguientes preguntas pueden proveer la introducción necesaria: •
¿Que cree usted que se necesita para que una persona sea feliz? • ¿Que cree usted de
la vida después de la muerte? • ¿Que se necesita para impartir seguridad a una
persona?
Apologética.

La apologética es el estudio de los argumentos en contra de la fe cristiana. Los recursos


de apologética son herramientas útiles de evangelismo porque ayudan a responder a
las preguntas y dudas de los incrédulos con respuestas bien razonadas y reflexivas. Los
recursos de la apologética cristiana se presentan en libros, DVD y cursos en línea.

EN CUANTO A LA ACTITUD Y NUESTRAS PALABRAS.

Tratando con diferentes tipos de personas.


- En cualquier caso se requiere tranquilidad de espíritu, convicción personal, y una
buena forma de expresarte.

- Intentamos adaptar la evangelización a las diferentes capas sociales, y a las edades.

- El Mensaje central no varía, pero hay distintas formas de exponerlo, dependiendo de


los oyentes: ateos, agnósticos, católicos, testigos de Jehová, homosexuales, prostitutas,
personas en pandillas….etc. todo aquel que esté separado de Dios a causa del pecado.
para lo cual es necesario que definamos la palabra pecado.

Pecado: los Griegos y los hebreos comparten el significado de pecado como: errar el
blanco o desviarse del blanco unos grados, esto quiere decir que el pecado es todo
aquello que no atina con lo que es la voluntad de Dios observemos el pecado original y
resúmase todo en la desobediencia a Dios, para lo cual no hacer lo que Dios nos envía
a hacer también es pecado, (Santiago 4: 17).

Una actitud Correcta.

En todo se requiere una actitud correcta para con los demás. Hay formas que son
impropias (por ejemplo complejo de conquistador>, no resulta una forma adecuada).

1. No tratar de convencer, ni discutir. Sí es preciso mostrar celo o fervor, pero no


contención. Vemos el ejemplo de Pablo en el Areópago de Atenas (Hch. 17:22,23), y
cómo aprovechó la oportunidad.

2. Expresar una preocupación sincera por su vida, el estado de su alma y


circunstancias personales (los demás no son ingenuos y detectan rápidamente nuestras
intenciones).

3. Sobre todo no pretender convencer a nadie.

4. Saber escuchar a los demás... hasta un límite.

5. Destacar una virtud de la persona, como método de acercamiento personal.

6. Transmitir serenidad: sólo exponemos (respeto a las ideas de los demás), no


imponemos.
7. Hay diferencia entre aprovechar la ocasión, y aprovecharse de la ocasión. Hemos de
aprovechar todo momento y ocasión. Durante el año también hay momentos adecuados
y fechas señaladas (Navidad: regalar un calendario, junto con un folleto); invitaciones
de la iglesia…

8. Su estado de ánimo debe demostrar que Jesús ha hecho algo en usted y transmitir el
gozo de salvación que debe haber en nosotros.

9. tenga cuidado con lo que transmite su rostro y su cuerpo en general, si usted utiliza
sus manos a la hora de expresarse sea precavido para que con sus gestos no presente
una sensación de señalamiento o ataque.

Haciendo una transición de tema.

El mayor problema es introducir el tema de Cristo. La transición indirecta es la mejor.


Hacer la pregunta directamente ¿Es usted cristiano?, es probable que produzca rechazo
de la persona. Hay que hacer que la persona se sienta cómoda hablando cosas
espirituales. El uso de preguntas indirectas ayudará a la persona a hablar con mayor
libertad. Observe y analice un tema de interés para la persona a la que usted planea
compartirle el evangelio, es muy importante que usted esté actualizado de las cosas que
suceden alrededor de usted, puede ser en el contexto local o nacional. pues esto es
algo en lo que podrá buscar la opinión de la persona y le será ocasión para hablar de
Jesús. Al hablar con la persona use su nombre. • ¿Quisiera usted saber lo que la Biblia
dice acerca del camino a la salvación?

La presentación de Cristo.

Hay ciertas verdades bíblicas, que usted establece en la mente del individuo. No
apresure la conversación. Después de haber recibido permiso para usar la Biblia,
presente los cuatros pasos para la salvación! El primer paso es reconocer que Dios le
ama y quiere darle vida y paz. (Juan 3:16)! El segundo paso es reconocer que el
pecado nos separa de Dios (Rom. 3:23)! El tercer paso es reconocer que Cristo pagó el
precio por nuestros pecados (Juan 14:6)! El cuarto paso es reconocer que somos
pecadores y pedir a Dios que nos perdone (Juan 1:12)! Debemos conocer de
memoria estos textos bíblicos y no titubear a la hora de citarlos.

Una decisión de fé.

La razón por la cual muchas personas se vinculan a una iglesia y luego se regresan a
su anterior forma de vivir es porque empiezan a seguir una religión y no a Jesús, las
congregaciones actuales tienen millones de adeptos que para nada les interesa
compartir de Jesús y el motivo es lógico nunca le han conocido, muchos cuando llegue
la hora de encontrarse con Jesús se extrañaran y se llevaran una sorpresa al darse
cuenta de que era necesario tener una relación con él y un arrepentimiento genuino.
Por tanto Como regla, yo no guío a nadie en “la oración del pecador”. Simplemente le
hago saber que es necesario y le muestro cual es el modelo a seguir, aconsejo que la
persona lo haga en intimidad con Dios. Pues no es bíblico—la Biblia nunca nos manda
que lo hagamos. Si alguien que conoces comete adulterio contra su esposa, ¿lo guiarás
a donde su esposa para decirle a tu amigo: "Repite después de mi: Lo siento mucho,
nunca debí dormir con esa mujer"? Nunca harías tal cosa y no deberías hacerlo con un
pecador. Si alguien te dice que quiere orar en ese momento, puedes decirle: "Ora tú y
luego yo oraré por ti”. No obstante, no es muy probable que la persona vaya a querer
orar contigo porque es algo sumamente personal entre él y Dios. Piénsalo. ¿Querrías
que alguien estuviera escuchando tu confesión ante Dios? En cualquier caso, no le des
a la persona la seguridad de que ya es salva—que ya tiene la salvación. Esta es obra
del Espíritu Santo. Dile que lea su Biblia y que obedezca lo que lee. Con el paso de
tiempo su conversión se revelará, si fue verdadera o falsa. La teología tiene que guiar
nuestra metodología. Si Dios salva a alguien, Él no necesita de nuestra ayuda para
“cerrar el asunto”.

El seguimiento.

Se debe establecer contacto con la persona para explicarle lo que sucede después de
entregar su vida a Jesús y resolver las preguntas que puedan surgir. Se debe visitar
inmediatamente después hasta que la persona se una a la iglesia. Si no se convirtió a
Cristo se le debe dar seguimiento en la medida que la persona lo pida y lo permita

EVANGELISMO UNO A UNO.

El evangelismo uno a uno, también conocido como discipulado, implica trabajar con otra
persona para ayudarles a aprender lo que significa conocer a Cristo y vivir como un
cristiano. La persona siendo discipulado puede ser nueva en la fe o no creyente. El
discipulado puede tomar muchas formas. Conlleva la reunión con una persona para
tomar un café y estudiar un libro de la Biblia, tener conversaciones intencionales sobre
la fe, o modelar el cristianismo con su propia vida. El evangelismo discipulado puede ser
una relación formal o informal que a menudo se extiende por muchos años.

Algunos tienden a pensar que se evangeliza a una persona simplemente con el hecho
de hablarle acerca de Jesús, pero la verdad es que la evangelización no consta de un
sólo paso sino qué es un proceso en el que guiado por el Espíritu Santo aquel que sirve
a Dios enseña con dedicación cada una de las cosas que ha hecho Dios para salvar su
alma. El hecho de compartir una palabra también se le puede llamar una siembra para
lo cual es necesario que le hagamos un seguimiento para lograr que la misma de frutos,
el proceso no termina cuando la persona empieza a congregarse, sino hasta el
momento en que veamos que camina firmemente con el señor y que al igual que
nosotros su amor hacia Dios lo lleva a testificar a todo aquel que le rodea.

también podemos regar donde otros ya han sembrado o viceversa sembrar y otros
serán los que regaran y cosecharan las almas para el señor, con esto me refiero a
aquellas ocasiones donde tienes la oportunidad de compartir a una persona algo muy
general acerca del evangelio y dejar la puerta abierta para que en el momento que Dios
tenga reservado para dicha persona cada palabra qué le has entregado será recordada,
el Espíritu Santo se encargará de convencer y redargüir de justicia de juicio y de
pecado.
Conforme a lo dicho por Jesús de lo más cercano a lo más lejano.

Llegados a este punto, hacemos bien en no dejar en el olvido todos los aspectos
mencionados, sino que es menester ponerlo en marcha cuanto antes. Y para ello
observaremos en primer lugar cuáles son aquellas áreas, lugares o personas, que
podemos alcanzar.

* Pensamos en aquellos a los que todavía no les hemos hablado de Cristo: Amigos,
compañeros de trabajo, familiares, vecinos, conocidos... Hemos de ser inteligentes y
aprovechar las ocasiones especiales que nos surjan durante el día para tal propósito, y
también durante el año, como ya mencionamos.
* Observamos necesidades en nuestro propio barrio (primero Jerusalén...), otras zonas
necesitadas o pueblos fuera de la ciudad, utilizando las herramientas adecuadas para
realizar una evangelización acorde con los principios inalterables de la Palabra de Dios.

Puntos que debemos tener en cuenta.

1. Hemos de intentar ofrecer una explicación lo más razonable posible de nuestra fe:
«Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia
ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros» (1 P. 3:15).

2. Conociendo y memorizando el plan de la Salvación (memorizando los versículos


claves): exposición central del Evangelio.

3. El Evangelio tiene una presentación progresiva: Dios –Biblia –hombre –pecado –


condenación –Jesucristo –Salvación...

4. Adquiriendo la costumbre de evangelizar.

5. Estar entre el mundo: Jesús fue amigo de publicanos y pecadores. Los cristianos son
personas sociales, no raras. Ejemplo: el Evangelio hace al hombre más humano (el ser
humano está desestructurado), no más religioso o fanático.

6. Conocer las respuestas a preguntas tópicas: Por qué Dios permite el sufrimiento, la
maldad, las guerras, el hambre...

7. Saber manejar la Espada (la Biblia) para poder: defendernos (apologética) y


presentar adecuadamente el Evangelio, desde un planteamiento natural, y sobre todo
desde la experiencia personal.

8. Saber dirigir a la persona en el paso de la conversión a Dios (la oración del pecador).
Presentamos el evangelio y este puede ser salvación para el que cree o
condenación para el que lo rechaza.

- Por otro lado la evangelización, vista como elemento de juicio, tiene el propósito de
que a la final todo incrédulo quede sin excusa: «Para dar retribución a los que no
conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo» (2 Ts. 1:8).
- En el Juicio final se determinará el pago por los pecados, en mayor o menor medida,
para todo aquel que rechaza hoy la oferta de gracia por medio de Jesucristo. Sin la
realidad de un Juicio final, comprendemos que esta vida resultaría finalmente en un
completo absurdo. Pero, el injusto no saldrá indemne de su injusticia, a no ser que se
arrepienta y reciba el perdón de Dios a través de Cristo, pues no en vano pagó por
nuestros pecados con su muerte en la Cruz.
-La predicación de Jesús incluyó estas dos grandes enseñanzas: salvación o
condenación: «Recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca
se apagará» (Mat. 3:12).

EVANGELISMO A GRAN ESCALA.


El evangelismo a gran escala que tiene un amplio alcance y un impacto duradero más a
menudo se logra a través de una plantación de la iglesia. Una iglesia establecida,
observando una área de necesidad en la que no existe una iglesia, puede optar por
plantar una iglesia hermana en esa región. Una planta de la iglesia da a la gente un
lugar de adoración y compañerismo y asegura la mejor educación y discipulado de
nuevos creyentes. Una planta de iglesia también presenta los ministerios y actividades
de divulgación que sirven a las necesidades humanitarias de la comunidad. La planta
de iglesias es la herramienta más eficaz para la evangelización.

Trabajar en Equipo.
- Somos un cuerpo espiritual (manos, pies: distintas funciones en la evangelización):
«Sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular» (1 Co. 12:27).
- Una iglesia «evangélica» que no «evangeliza» incurre en un grave contrasentido.

El estado espiritual de la iglesia.

- Hemos de tener muy presente que el estado de la iglesia influirá positiva o


negativamente.
1. Una iglesia renovada espiritualmente, evangeliza: «Transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento» (Ro. 12:2).
2. La tibieza espiritual es enemigo de la evangelización: «Por cuanto eres tibio... te
vomitaré de mi boca» (Ap. 3:16).
3. Practicar la unidad y el amor en la iglesia, o resulta una contradicción para el
incrédulo: «En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos
con los otros» (Jn. 13:35).
HERRAMIENTAS ÚTILES PARA LA EVANGELIZACIÓN COLECTIVA.

Otras herramientas dependen más bien de las formas de comunicación:

1. Estrategias eclesiales: construir puentes hacia la sociedad, no muros. Crear diversos


servicios sociales, actividades de primer contacto, ayuda, orientación... «Teniendo favor
con todo el pueblo» (Hch. 2:47).

2. Células de estudio bíblico: en las casas, en la iglesia, reuniones «ágapes».

3. La evangelización debe impregnar el espíritu de todos los cultos en la iglesia: la


adoración, el partimiento del pan, la predicación, la comunión fraternal...
* Otros Medios de difusión: encuestas, actos evangelísticos en el barrio o en la iglesia
(actividades con niños, obras teatrales, conciertos musicales, pases de películas, etc.),
campamentos, retiros, recursos de Internet, cursos bíblicos, prensa local, carta de
presentación de iglesia, buzoneo, radio, medios audiovisuales... otros medios de
difusión.

Predicamos de Cristo ¿y luego qué?

La Búsqueda del discípulo.


A veces predicamos una evangelización parcial (la salvación del alma), pero el
llamamiento de Jesús no fue solamente para hacer convertidos, ni mucho menos
prosélitos: «Por tanto, id y haced discípulos» (Mt. 28:19). Seguir a Jesucristo y poner en
práctica sus enseñanzas, es uno de los propósitos de la evangelización.

El proceso de evangelización continua al interior de la congregación debemos


convertirnos en un iglesia que consolida con amor, que nuestra actitud sea de unidad,
como está escrito, que seamos un cuerpo gobernado por una sola mente qué es la de
Cristo. Debemos empezar a interesarnos por conocernos y por compartir como
hermanos, derribar toda división todo muro que se pueda presentar entre nosotros, por
qué un reino dividido no prosperará lo dijo Jesús. Así cuando hayan de venir las almas
que Dios pondrá a nuestro cuidado sabremos qué hacer.

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