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MAESTRIA EN EDUCACIÓN
ALUMNA:
Uno de los problemas más grandes del sector educativo: las brechas sociales y
regionales. El acceso y ejercicio del derecho a la educación es menor para los grupos
vulnerables, especialmente las regiones rurales.
La Internacionalización de Estándares.
La tendencia a extender el alcance de los estándares es global. En educación, los
estándares se están haciendo internacionales. Apresurar esta tendencia es el impulso en
favor de estándares internacionales en matemáticas y ciencia. Esto está ocurriendo no
sólo porque las evaluaciones internacionales en estas asignaturas han sido
administradas a estudiantes en muchos países desde mediados de los años sesenta,
sino también porque estas materias son verdaderamente internacionales en su cobertura.
Los sistemas numéricos operan exactamente del mismo modo sin importar la raza,
el género, la etnia, o la religión de la persona que realiza la operación matemática. Los
principios de la ciencia tampoco están culturalmente determinados. Aunque la ciencia es
vulnerable a las batallas religiosas (especialmente las relacionadas con los orígenes del
mundo), las operaciones de la ciencia son las mismas en todas partes: las leyes de
gravedad y movimiento no difieren en los distintos territorios. La validez de las ciencias
biológicas, la ciencia geográfica, y las ciencias físicas son independientes de la identidad
de quienes se relacionan con su uso o estudio. Por lo tanto, las matemáticas y la ciencia
enseñadas en un país moderno no son o no debieran ser notoriamente diferentes de las
matemáticas y ciencia enseñadas en otros países modernos. Las evaluaciones
internacionales de matemáticas y ciencia plantean precisamente las mismas
interrogantes a estudiantes de la misma edad en todo el mundo, con la expectativa de
que debieran haber estudiado el mismo material.
Educación insuficiente.
En la educación media superior sólo se tiene una unidad escolar por cada 1,000
jóvenes.
A escala nacional la cobertura de educación para adultos sólo alcanza el 5.4% de
la población potencial.
En el paso de la educación secundaria a la media superior se pierden cerca de 2
millones de alumnos matriculados en escuelas públicas.
El 25% de las plantillas docentes en primaria y secundaria están incompletas.
En promedio hay 34 alumnos por cada profesor en la educación secundaria (la
media para los países de la OCDE es 13 por cada docente).
La tasa neta de escolarización pasa de 98.4% en primaria y se reduce a 62% en
preparatoria.
Alrededor de 95,000 estudiantes asisten a una institución en un inmueble
adecuado.
En el país el 2 de cada 10 alumnos de educación básica no cuentan con mobiliario
básico, la cifra se dispara a 7 de cada 10 en preparatoria.
En la educación primaria sólo 4 de cada 10 escuelas cuentan con computadoras
e internet para alumnos.
En la educación secundaria sólo 23% de las unidades tiene infraestructura
adecuada y bebederos.
En México 3 de cada 100 instituciones de todos los niveles no tiene sanitarios.
En primaria 2 de cada 10 estudiantes recibió los libros de texto gratuitos hasta la
tercera semana del ciclo o incluso después.
Educación desigual.
Uno de los problemas más grandes del sector educativo: las brechas sociales y
regionales. El acceso y ejercicio del derecho a la educación es menor para los grupos
vulnerables, especialmente las regiones rurales. Aquí algunas cifras importantes:
Otro de los factores determinantes en el desarrollo social es la calidad educativa. Con los
resultados de la última prueba PISA (Programa Internacional para la Evaluación de
Estudiantes), observamos los altos retos que tiene México, con una puntuación por
debajo del mínimo en todas las áreas (matemáticas, ciencias y comprensión lectora) y
uno de los peores puntajes de todos los miembros de la OCDE. Aquí algunas cifras
importantes:
De acuerdo con el Coneval, la educación es además una de las vías más efectivas para
lograr cerrar brechas de desigualdad y garantizar otros derechos sociales a los grupos
vulnerables.
La educación nacional afronta tres grandes desafíos: cobertura con equidad; calidad de
los procesos educativos y niveles de aprendizaje; e integración y funcionamiento
del sistema educativo. Estos son asimismo, los retos que señala el Plan Nacional
de Desarrollo y que encuentran su expresión en tres principios fundamentales: educación
para todos, educación de calidad y educación de vanguardia.
Sin embargo, el rubro de indicadores de evaluación se establece hacia los otros en lugar
de quien brinda el servicio; pues se busca la satisfacción del beneficiario, incluyendo la
satisfacción de los padres de familia en relación con los resultados de la educación
básica, y la de los empleadores respecto a los estudiantes y egresados de educación
media superior y superior. Pero no se manejan los indicadores de evaluación de los que
educan.
Precisar con exactitud cuáles son las causas que han motivado el bajo nivel de
aprendizaje del alumnado en México, pareciera operación sencilla; sin embargo, dado
que no existe en el país una cultura de evaluación apropiada, es decir que cumpla con
los parámetros para establecer la credibilidad de lo que los instrumentos de evaluación
aplicados a los alumnos y maestros arrojen, aquéllas que se han realizado hasta la fecha,
están lejos de reflejar la situación real que prevalece en las aulas. Por consiguiente y
dada su importancia, este es el tema que en este trabajo refiere.
Ahora bien, una de las concepciones más amplias y generalizadas que versan
sobre el concepto de evaluación es aquella que entiende el proceso como una actividad
que ejercen los profesores sobre sus alumnos. Para todos es conocido que para
los docentes, evaluar es una actividad contemplada como obligación institucional y se
abocan a su práctica porque tienen que informar ya que "no les queda más remedio";
para otros en cambio es aceptada con cierta complacencia dado que es una medida que
les permite ejercer presión sobre los alumnos y mantener el orden en el aula.
Pocos son en realidad los docentes que utilizan los resultados de las evaluaciones para
mejorar su actuación frente al grupo. Por su parte, el alumno rechaza todo tipo de
evaluación, ya que su práctica le resulta odiosa y frustrante, provocando que estudie
solamente con la finalidad de aprobar el examen.
Al respecto cabe señalar que existen numerosas investigaciones sobre la evaluación del
alumno, en contraste con la escasez de estudios sobre otros elementos que intervienen
en la enseñanza tales como la evaluación de los docentes, los materiales, los programas
y las organizaciones escolares por nombrar unos cuantos. Una investigación sobre el
rendimiento de los alumnos, arrojará datos muy valiosos pero radicalmente diferentes a
los que aportaría otra investigación relativa a los conocimientos y métodos empleados
por los profesores. De ahí la importancia de evaluar todos y cada uno de los componentes
del sistema escolar.
Recomendación:
Los estados y los distritos deberían crear informes para colegios y distritos en
forma individual. Estos informes debieran proporcionar información relevante a los
padres, a los estudiantes y al público en general. Debieran incluir información acerca de
desempeño del estudiante en general, tasas de deserción escolar y años de estudio,
calificaciones de profesores, recursos, infraestructura, programas que se ofrecen, y
patrones de selección de cursos por parte de los alumnos. Dicha información ayuda a
establecer índices de desempeño escolar y a determinar si hay necesidad de recursos o
mejoramientos.
Bibliografia.
Concejo Educativo de Castilla y León. (2004) El trabajo cooperativo, una clave educativa. Disponible en
www.concejoeducativo.org