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Fase 3 Elaborar resumen y generar estrategias.

Antropología Psicológica

Grupo: 403018_18

Presentado por

Aldair José Ferrer – 1041892868

Yaneth Angélica Bedoya – 28986253

Tutora: Dilma Hernández

Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD

Escuela de Ciencias Sociales Artes y Humanidades

Programa Psicología

Julio – 2019
Introducción

En este momento la humanidad vive un proceso de cambios que constituyen una fase de

modernización y globalización en la que la misma humanidad busca entender al ser

humano y la cultura de otros pueblos en su diversidad pluralidad y diferencia. Es

importante reconocer que el proceso histórico que vive la humanidad brinda a esta ciencia

nuevas posibilidades para pensar en la multiplicidad de otras problemáticas, escenarios,

actores, que debe interpretar desde la teoría y la metodología partiendo desde sus propias

exigencias, siendo así un instrumento que aporta a la compresión de la complejidad de la

unidad y la pluralidad de las sociedades humanas.

La antropología nos permite entender la unidad y diversidad del ser humano, desde esta

perspectiva podemos llegar a tener una visión holística y sistémica de la sociedad y ver la

cultura como un instrumento adaptativo y construido por el ser humano que le permitió

superar su condición meramente biológica y pasar de una adaptación genética a una

adaptación cultural haciendo posible su proceso evolutivo, esta construcción hace posible

que las sociedades puedan tejer diversas tramas de sentido que dirigen su forma de estar en

la vida. La antropología tiene la tarea de posibilitar que todos los sectores puedan ejercer el

derecho a tomar sus propias decisiones siendo reconocidas y respetadas por todos.
Resumen

Psicología Cultural una aproximación conceptual e Histórica al encuentro entre

mente y cultura

La perspectiva racionalista de la ilustración se caracteriza por defender los modelos

basados en la observación, argumentar a favor de la misma naturaleza interna y mental de

todos los hombres, explicar las diferencias humanas sobre la base de la doctrina o el ideal

del progreso (Braudel, 1980, Jahoda, 1992/1995; Jahoda & Krewer, 1997). La Psicología

Transcultural centrada, fundamentalmente, en el estudio de los universales cognitivos y las

diferencias en éstos generadas por las condiciones ecológicas, sociales, culturales e

históricas de vida. Su línea de argumentación está centrada, en el estudio de los universales

cognitivos y las diferencias en éstos generadas por las condiciones ecológicas, sociales,

culturales e históricas de vida. En cuanto a los aspectos metodológicos, el modo de

obtención de los datos es a través de estudios comparativos. Los principales abanderados de

la Psicología Cultural, como son los casos de J. Bruner o de M. Cole, empezaron sus vidas

como investigadores en el seno de la Psicología Transcultural; o el mismo E. E. Boesch

reconocido por muchos como el pionero de la Psicología Transcultural en Alemania

(Eckensberger, 1990).

La cultura como construcción social

En este capítulo el autor nos recalca la importancia de ver la cultura desde otra

perspectiva, donde la entendamos como una construcción especialmente humana, resultante

de la acción social. Esta construcción se hace desde la cotidianidad y de manera colectiva,


donde la cultura se transfiere de un individuo a otro y de una generación a otra, es por esta

razón que la cultura es aprendida por medio de la interacción social.

Al caracterizarla como “construcción” social, no decimos que la cultura es una

invención arbitraria o artificial, sino que es el producto de acciones sociales concretas

generada por actores sociales igualmente concretos y en procesos históricos específicos. Si

vemos la cultura como una construcción social presente en la diversidad de la sociedad

humana, serio equívoco entenderla al margen de la misma sociedad y de los sujetos sociales

que la construyen, puesto que la cultura es posible, porque existen seres concretos que la

construyen desde su propia cotidianidad como respuesta a la dialéctica transformadora de la

realidad y de la vida. De ahí la importancia de estudiar los procesos sociales e históricos

que nos acerquen a los actores constructores de cultura y a los procesos de construcción,

deconstrucción y revitalización de sus creaciones culturales.

La rebelión romántica contra la ilustración

Defiende la necesidad de utilizar métodos evolutivos o históricos. Critica su defensa

de la doctrina del progreso y la perspectiva racionalista del hombre y de su evolución que

ésta implica. Siguiendo a Albano (1986) y a Berlin (1976). Los autores más representativos

de dicho movimiento, G. Vico y J.G. Herder, estos autores comparten tres pilares básicos

de sus respectivas teorías, las cuales han sido muy importantes en la sicología Cultural.

Ambos diferían en la noción de cultura de la Ilustración. Vico y Herder asumen una idea de

cultura en plural que supieron concretar en la existencia de culturas específicas, a las que

denominaron “naciones” y “pueblos” respectivamente.

Estrategias conceptuales para entender la identidad, la diversidad y la diferencia


En este capítulo el autor nos recalca como los seres humanos construimos un segundo

medio ambiente, que no es nada más y nada menos que la cultura y como esta cultura

permitió al ser humano diferenciarse de las demás espacies, posibilitándolo a vivir en

sociedad y en armonía con la naturaleza. Según el autor, el mundo cultural se encuentra

superpuesto al mundo natural, ya que este último no le otorga al ser humano todo lo

necesario para vivir, provocando esto que los individuos construyan su propio mundo. La

cultura se distingue de la naturaleza por su referencia axiológica (con relación a los valores)

y teológica (a los fines) que los humanos construyen a partir de ella.

La cultura tiene su origen en la naturaleza humana lo que hace que la que esta y la

naturaleza sean interdependientes, así que en el momento en que los individuos creen la

cultura deben tener en cuenta que al trasformar la naturaleza nos transformamos a nosotros

mismos; ya que la cultura moldea no solo los aspectos externos de nuestras conductas, sino

también la vida interna del individuo. De esta manera el autor nos deja ver que cada cultura

construye, define, selecciona y enfatiza determinadas conductas emocionales y establece

ciertos sentimientos sobre uno mismo, sobre los otros y sobre la realidad del mundo.

Potencialidades humanas y capacidades territoriales, Sendas para el posconflicto en

Colombia.

El posconflicto

En Colombia, una situación de guerra por más de 40 años, en el marco del conflicto

armado vivido hace ya algunas décadas, se ha comenzado a visualizar lo que se ha llamado

el posconflicto, definido éste como la fase que viene después de la firma definitiva de los

acuerdos de paz, pero que en algún sentido es deseable construir durante el conflicto, y que
supone una recomposición de la sociedad que incluye asuntos como la desmovilización de

los actores armados, la seguridad ciudadana, la reinserción y el desarrollo de los acuerdos

de paz, generado una mayor creatividad y un mayor arrojo por parte de los actores sociales,

tanto públicos como privados, originando acciones y comportamientos de solidaridad y de

necesidad de Paz.

El proceso de posconflicto abre el telón para una nueva escena que se espera guíe y

sostenga un estado de transición social, política, cultural y económica, en un período de

tiempo en el cual se superan los conflictos armados, sea parcial o totalmente.

Desde la opinión pública, se tiene mayor claridad en que la firma de acuerdos con los

grupos armados no significa el fin de la violencia pero sí podría enfocar al país hacia un

cambio de mentalidad, de imaginarios, de sistema de creencias, para reducirla, aprender a

superarla y alcanzar nuevas oportunidades que ampliarán el agendamiento público también

a nuevas posibilidades, pendientes por décadas y el fin de un conflicto armado, puede

presentarse por la vía negociada o por vía victoria, derrota armada, según la tendencia

global.

Según Ugarriza (2013) los retos, Y temas estratégicos o caminos del posconflicto deben

contener un alcance sociopolítico y territorial, la estabilidad política que se aborda en un

proceso de postconflicto debe posibilitar que los ciudadanos legitimen los mecanismos

legales para priorizar, implementar, evaluar alternativas de solución sobre el agendamiento

público, de acuerdo a la perspectiva de Angelika Rettberg (2002), detalla los componentes

o retos, reconocidos también como temas estratégicos para la preparación del posconflicto

en Colombia
1) Apoyo a recuperación posconflicto: Atención humanitaria a víctimas del conflicto.

Retorno y apoyo de poblaciones desplazadas. Desmovilización/reintegración de

excombatientes. Desminado.

2) Reconstrucción de infraestructura Temas económicos: Restauración de capacidad de

manejo económico. Generación de recursos para el postconflicto. Narcotráfico. Papel del

sector privado.

3) Temas políticos y de administración del Estado: Adecuación y fortalecimiento de

instituciones estatales. Ordenamiento territorial. Instituciones políticas para compartir el

poder

4) Temas judiciales: Restauración o consolidación del Estado de derecho. Justicia

transicional.

5) Comisiones de la verdad Temas sociales: Procesos sociales de perdón y reconciliación.

Grupos sociales vulnerables. Fomento al resurgimiento y consolidación de la sociedad civil.

6) Temas militares: Estrategia de seguridad para el posconflicto. Organización de las

Fuerzas Armadas y de la Policía. Gasto militar y posconflicto.

7) Temas internacionales: Recursos para apoyar la construcción de paz y el posconflicto.

Facilitación, mediación y verificación. Derecho Internacional Humanitario.

En el tema de postconflicto se busca armonizar, abordando dos sendas estratégicas en

las políticas institucionales, las sendas y principios que representan legitimidad, estabilidad

política, promoción de prácticas deliberativas, ciudadanías empoderadas, gobernabilidad y

Paz. Dos campos identificados como esenciales y de relevancia tanto desde el enfoque

normativo, institucional y sociocultural, denominados sendas del posconflicto.


Surgidas desde el modelo top-Down, pero que, proyectadas bajo los principios de

endogénesis, contextualizada y de trópico, representan una alternativa para el retorno de la

Colombia de la raza cósmica.

La construcción de paz. (Peacebuilding “top-down”)

El modelo Top-down asume la implementación, de las decisiones del Gobierno o

políticas públicas, desde la administración pública, en la cual ésta se reconoce como el

principal actor y quien ejecuta las decisiones públicas, del centro a la periferia, no permite

delimitar cambios en la política o procesos de aprendizaje, utilizada en los países en vía de

desarrollo , donde no hay canales suficientes de participación y la sociedad civil está poco

organizada, (Ordoñez-Matamoros, 2013); por su parte, el modelo Botton-up, no valida la

jerarquización ni centralización de las decisiones, la ciudadanía junto a la administración

pública actúan coordinadamente desde la situación problemática, promociona la

participación ciudadana desde la construcción de consensos, pero, según Ordoñez,

predomina en países desarrollados donde la sociedad civil aporta organizadamente.

Charbonneau, B y Parent, G. (2012) afirma que desde el método “top down” el concepto

de Construcción de Paz incluye uno de los puntos clave o senda del postconflicto, pero

antes, es preciso identificarlo también como proceso institucional, existe una amplia

discusión acerca de los enfoques “top-down” y “bottom-up” que se orientan en diferente

dirección frente a la preocupación por implementar el proceso de construcción de paz

“Peacebuilding”, pero se ignora que ambos enfoques pueden aportar significativamente al

proceso, y es lo que se pretende exponer antes de abordar las sendas del postconflicto.
Los procesos de Construcción de Paz dependen de la consolidación del posconflicto, así

sea en algunos territorios, regiones o municipios. La construcción de paz según Angelika

Rettberg (2012) es un proceso en el que las acciones y escenarios, principalmente

institucionales e institucionalizadas, buscan evitar la recaída en el conflicto armado

propiciando el reconocimiento de las causas del conflicto y atendiendo o superando las

consecuencias de este.

Los principales escenarios de construcción de paz en Colombia se fortalecen a raíz de la

formulación e implementación (top-down) de la ley 1448 del 2011, con la cual se

estructuran los fundamentos de la atención a víctimas, se reconocen los hechos

victimizantes, se priorizan las rutas de atención, los enfoques de derechos y diferencial,

entre otros, la restitución de tierras y restablecimiento de derechos, así como las bases para

la reintegración y la reconciliación social.

Según Rettberg (2012) uno de los atributos que toman forma dentro del proceso de

construcción de paz, más allá del cese bilateral del fuego y la reducción de homicidios por

el conflicto armado son: el DDR (desarme, desmovilización y reintegración de

excombatientes), la reconciliación, la atención a población vulnerable, la construcción de

memoria y verdad, la justicia transicional y la reparación, la prevención de la violencia y el

crimen, la reforma de las Fuerzas Armadas y de Policía, la reconstrucción y el desarrollo

económico, la estabilización política y la participación del sector privado, la sociedad civil

y la comunidad internacional.

Reconciliación social y las potencialidades humanas


La reconciliación nunca puede fundarse sobre la base de la impunidad y el olvido. Ese

camino puede conducir al reinicio del conflicto que se creía superado. Pero la

reconciliación es tan necesaria como lo son la verdad, la memoria sobre lo ocurrido -para

aprender las lecciones que de ello se derivan- y el ejercicio de múltiples fórmulas de

justicia en favor de las víctimas. Conocer la verdad puede resultar perjudicial si luego se

abandonan los procesos de justicia y reconciliación. En esos casos, limitarse a develar la

verdad puede servir para atizar el rencor y el deseo de venganza de aquellos que esperaron

justicia inútilmente la verdadera justicia es el arte de dar lo justo o hacer dar lo justo a un

individuo, basándose en los principios del arte del derecho, sin tener ningún tipo de

discriminación o preferencia hacia ninguna persona.

Las personas deben ser tratadas sin ninguna discriminación o preferencia, ya que así se

estaría dando una justicia falsa, ya que no sería “dar a cada uno lo suyo “, sino “dar a él lo

que le toque”, dependiendo de su clase social o raza.

La Justicia debe ser sucesora del derecho, ya que no puede practicarse la justicia sin un

derecho que defender o pedir, solo así podría haber una justicia justa o verdadera.

La justicia también debe estar basada en un conjunto de reglas y normas que establecen un

marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo

y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones.

Sabemos que el ser humano es el único ser vivo inteligente capaz de lograr cualquier

cosa, siempre y cuando se lo proponga y tenga la iniciativa para comenzar a superarse.

Sabemos también que el potencial humano son todas aquellas características ya sean

personales o materiales que pueden ser fortalecidos y ellos nos ayudarán a tener un devenir

más provechosos, a tener una vida más digna y lograr nuestras metas.
El problema del perdón en el posconflicto colombiano; interrogando, desde algunos

datos y acercamientos empíricos el proceso de reinserción social de excombatientes. Sin

embargo, el perdón, como acto unilateral, como don, no puede ser considerado

un fenómeno político, y desarrollar, a partir de allí, lecturas que consideren a los acuerdos

de paz, y a los programas de reinserción social y de excombatientes como políticas del

perdón, sería anular su naturaleza desinteresada, trivializar su sentido y profundidad:

reducirlo a ser un elemento más en una relación social de intercambios. De manera que, en

cierto sentido, hablar del perdón como objeto de programas sociales de reconciliación sería

desconocer su condición de acto fundamentalmente libre, azaroso, imposible de ser

aprehendido por política estatal alguna.

No obstante, en el análisis que más adelante se presenta persiste la pregunta ¿tiene el

acto de perdonar (o de no hacerlo), en el contexto de una postguerra una lógica

independiente a los procesos de reinserción social de excombatientes, a los procesos

sociales de paz y reconciliación? Si seguimos el planteamiento de Derrida, sería necesario

admitir que el perdón no puede relacionarse con categorías jurídicas tales como amnistía,

condonación, o absolución, pues en su esencia está el no ser normalizado ni normatizado,

tener un carácter extraordinario, que rompe con el curso de la historia. No puede haber

entonces “políticas del perdón”. Pero creo que la relación con el perdón no necesariamente

tiene un carácter positivo; es igualmente soberano y unilateral el no perdonar.

Decir imperdonable es hacer uso de la potencia de perdonar, es tomar posición frente al

perdón. El análisis del perdón y su imposibilidad se torna aún más complejo si con

él pensamos la idea de “crímenes contra la humanidad”, los cuales, apoyados en la


sacralidad de la vida humana, rompen todos los límites de los modelos de justicia

occidental.

Pues si bien este tipo de crímenes, fueron definidos y tipificados a partir de los juicios de

Núremberg y la convención de Ginebra, su nacimiento tardío no les impidió definirse como

crímenes cuyo perdón y castigo superan las justicia y la temporalidad humanas; superan la

justicia y la temporalidad humanas; pues se los define como imprescriptibles, traspasando

los límites del tiempo y el espacio; de manera que sus responsables deberían ser

perseguidos y castigados hasta el fin de la tierra y de los tiempos. Pero ¿qué pasa cuando

los autores de estos crímenes “inasibles” negocian su perdona y deben ser reconocidos e

incluidos en la comunidad donde los cometieron? Si el perdón es ante todo un acto

unilateral, ¿qué papel juega este en la negociación pacifica de una

guerra, más precisamente ¿cuál es la importancia del perdón o del no-perdón en los

procesos de resocialización de excombatientes, y fundamentalmente, en los procesos de

reconfiguración del poder? En la sociedad occidental, la compleja relación entre el perdón

la reconciliación y la reconfiguración del poder, ha sido conjurada, o resinificada - sin

resolverse- mediante la creación de modelos de justicia y paz, apelando a la necesidad de

aplicación de justicia, al esclarecimiento de la verdad, y la completa reparación de las

víctimas; instancias necesarias para poder desarrollar, paralela o posteriormente, proceso de

reinserción de excombatientes y de reconciliación social.

Creo que el proceso de la reconciliación, en los términos y condiciones de una

posguerra, es reconocido socialmente como una forma (desacralizada) del perdón, y es a

partir de allí que éste puede ser aprehendido: ser objeto de investigación sociológica.

En este escenario, en ese nivel (telúrico, demasiado humano), y con estas preguntas resonan
do defondo nos moveremos en este texto al hablar del proceso de reinserción de

excombatientes paramilitares en Colombia.

Charles Villa-Vicencio (2006) concluye que se trata de la creación de una relación ética

para abordar los conflictos destinando a la justicia retributiva gran relevancia. Por lo tanto

Las negociaciones políticas que afectan y definen la continuidad de un conflicto armado

interno, moldean a su vez las características de una “nueva institucionalidad” de posguerra,

en la que, al menos potencialmente, se asiste a la reconstrucción social y material del

estado.

Actualmente en Colombia, se desarrolla un Programa de Reinserción a la Vida Civil de

cerca de 31.000 Excombatientes de grupos paramilitares (PRVC). Este proceso ha sido

interpretado por distintos analistas desde dos miradas opuestas: Por un lado, como el

triunfo de la paz negociada y la recuperación del monopolio de la fuerza por parte del

gobierno nacional; y por el otro como la institucionalización de órdenes de facto locales,

conseguidos a partir del monopolio de la economía y la violencia en diversas zonas del

país. Consiente de la enorme distancia teórica y política que existe entre ambas lecturas, y

de la importancia de construir y defender el pensamiento crítico en Colombia, propongo en

este trabajo hacer una contribución que complejice ambas miradas.


Conclusiones

Es claro que los diferentes escenarios que tiene la antropología para sus

elaboraciones teóricas, metodológicas, pero sobre todo para su praxis, hoy como

nunca tenemos la posibilidad de construir y trabajar en una antropología

comprometida con la vida, que no se limite solo a estudiarla y conocerla, sino que

aporta fundamentalmente a su transformación, una antropología que contribuya a la

construcción de sociedades interculturales, de una nueva civilización y de una nueva

humanidad.

La psicología cultural surgió y se desarrolló por la insatisfacción de muchos

investigadores de la psicología transcultural y por el deseo de algunos antropólogos

de entender a las personas como un individuo. En la psicología cultural las

personas modifican el ambiente afectando de esta manera su conducta y la forma en

como la cultura influye en la mente de los seres humanos. El interés de la psicología

cultural es la relación entre mente y cultura.


Referencias bibliográficas

Cubero, M. & Santamaría A. (2005) Psicología Cultural una aproximación conceptual e

Histórica al encuentro entre mente y cultura. Recuperado de

http://www.redalyc.org/pdf/799/79902303.pdf

Bastidas, L. (2015) Potencialidades humanas y capacidades territoriales: sendas para el

postconflicto en Colombia. Universidad de Nariño. DESBORDES - Revista de

Investigaciones de la Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades - UNAD

Recuperado dehttp:

//http://hemeroteca.unad.edu.co/index.php/desbordes/article/view/1867/2082

Guerrero, P. (2002). Estrategias conceptuales para entender la identidad, la diversidad y la

diferencia. Ed. Abya Yala. Recuperado de

http://repository.unm.edu/bitstream/handle/1928/10559/La%20cultura%20estrategias%2

0conceptuales.pdf

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