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INFIERNO HORIZONTAL

Autora:
Ana Carrasco Conde
Nacida en España, madrileña de adopción, es una filósofa española, especialista en
idealismo alemán y romanticismo, filosofía de la historia, historia conceptual e
historiografía. Su investigación y sus intereses se centran en el mundo clásico griego y
en la Alemania de los siglos XVIII y XIX. Ha profundizado en el mal, lo monstruoso, lo
grotesco y el terror, además de investigar los desarrollos e influencias del idealismo
alemán en el pensamiento contemporáneo. También ha profundizado en el concepto de
Conciencia Histórica y memoria a través de las relaciones entre arquitectura y filosofía.
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Estructura del libro:
Parte 1. Infierno vertical:
Capítulo 1. Descenso al averno
Capítulo 2. El castigo
Capítulo 3. El dolor del otro
Parte 2. Verticalidad
Capítulo 4. Descenso
Parte 3. Infierno horizontal
Capítulo 5. Infiernos
Capítulo 6. El sufrimiento
Capítulo 7. El dolor propio

PARTE 2: VERTICALIDAD
CAPÍTULO 4. DESCENSO
“Se percibe que la vida misma es el infierno, que no es preciso bajar al averno para
sentirse en él, que la puerta al mismo se encuentra en el corazón humano”
I. EL INTERIOR DE LA TIERRA
“El centro de la tierra guarda un secreto, pero no el del otro mundo, sino el de la base y
sustrato de éste. Si en éste se encuentra fuego o hielo, nada tiene que ver con el infierno,
sino con la disposición geológica del planeta”

II. LA EXPEDICIÓN
“La meta no consiste en acceder a una verdad espiritual inaccesible para muchos, sino a
un conocimiento científico del que pueden darse pruebas y que puede ser transmitido al
mundo”
III. EL GUÍA Y EL EXPLORADOR
“Abandonado a su suerte, encapsulado y clausurado en sí mismo, curvado sobre sí, ya
no hay salida alguna, de ahí que en el total abandono no sea la fuerza de su yo quien le
haga salir de su auto clausura y le haga abrirse al mundo, sino la ayuda de los otros, que
le rescatan, dándole de nuevo otra posibilidad para que quiera”

SIMILITUDES
LA DIVINA COMEDIA/ INFIERNO
HORIZONTAL: Viaje al centro de la
tierra
Protagonista Explorador
Retos Físicos y psíquicos
Acceso al interior de la tierra/inframundo Pasar por cuevas, pozos, agujeros, grutas
y cráteres
Herramienta Guía

DIFERENCIAS
LA DIVINA COMEDIA INFIERNO
HORIZONTAL
Infierno Lugar simbólico (Infierno Vida misma (Infiero
vertical) vertical)
Mundo subterráneo Infierno/averno Centro de la tierra:
Corteza, manto y núcleo
Fango/agua/fuego/hielo Castigo Parte del paisaje
Meta Espiritual Científica
Herramientas Apoyo y protección divina Brújula, agua, víveres
PARTE 3: INFIERNO HORIZONTAL
CAPÍTULO 5. INFIERNOS
Peter Weiss (1916 -1982), fue un dramaturgo, novelista, pintor, artista gráfico y cineasta
experimental alemán con nacionalidad sueca adoptada.

Pregunta de Weiss (1965)


¿El infierno continúa siendo el justo lugar de castigo para aquéllos que lo han merecido
y el paraíso el lugar de descanso y paz para los inocentes?
“Weiss muestra sólo un mundo, el único que existe, sólo un espacio en el que conviven
cielo e infierno y en donde no sólo las faltas quedan a veces impunes y el débil nunca es
reconfortado, sino donde el infierno de algunos se alza como el paraíso de unos pocos,
donde el dolor convive con el placer si es que no nace grotescamente de él, donde ya no
hay fronteras ni territorios, ni tampoco castigos o recompensas”

“No hay un traslado posible, porque sólo hay un plano: la tierra puede ser el infierno,
pero también el paraíso…. No hacen falta, pues, viajes ni descensos, porque el infierno
anida dentro del alma de quien vive o experimenta una situación concreta”
“El infierno se lleva dentro y abre las simas del alma de quien lo sufre
independientemente de dónde se encuentre. Por lo dicho, si el infierno existe no es ya
lugar de castigo, sino de sufrimiento, es la experiencia, sin razón ni merecimiento del
dolor, un estar en el lugar equivocado, una vivencia a veces injusta que arrastra a una
víctima que, ahogada por la angustia, queda convencida de una culpabilidad que no
merece, es un sentimiento que ahoga y aprisiona, es el vértigo plomizo que desgarra el
alma, la náusea, la desesperanza sin fondo, la sofocación de sí, la condena en vida, la
tristeza infinita, el infierno en la tierra, es la perforación sin salida, incansable y
monótona del dolor hasta su última forma: el desfondamiento del yo”

I.

EL DESENCADENANTE
Desencadenante: Que origina o provoca un suceso/ Traslado con el que se empuja a la
víctima hasta su abandono/ Situación que va haciendo caer poco a poco a aquél que la
experimenta.
“El infierno como tal no es, por tanto, el geométrico campo de concentración, ni la
lógica disposición de sus barracones, tampoco la violencia de los guardias y los presos
entre sí, sino que aparece como consecuencia de una transformación operada en el
interior del que experimenta las condiciones extremas de una situación que puede ser
terrible e incluso monstruosa… Si el infierno no es un lugar, sí hay, en cambio, un lugar
para el infierno: uno mismo”

El inicio del cambio para Wilde será la prisión, la vergüenza y la traición.

II. SENTIRSE EN EL INFIERNO


¿Cómo se sabe que se está en el infierno?
“Este sentimiento, independiente del lugar en el que se encuentra la víctima, se
vertebrará en torno a tres elementos asociados a la concepción vertical: la percepción
del dolor y del sufrimiento, físico o psicológico, la percepción del tiempo y, finalmente,
la percepción de una imposibilidad de escape”
A) La percepción del dolor
“De la tierra ya no podrán brotar nuevas flores, no habrá posibilidad de recuperación o
de curación: la densa capa del dolor inicial penetra poco a poco en el corazón hasta
oscurecerlo y corromperlo sin remedio”
B) La percepción del tiempo
“El tiempo del dolor siempre se alarga, siempre parece transcurrir más lentamente,
siempre parece durar una eternidad”

C) Percepción de una imposibilidad de escape


“Se espera, se espera que pase algo que salve o que condene, pero que permita pensar
que el tiempo no trae consigo siempre lo mismo”

III EL SUPERVIVIENTE
“Es diferente hablar del dolor del otro a tratar de expresar el propio dolor. Del infierno
sólo puede dar testimonio quien ha sido arrastrado a él y lo ha vivido en propias
carnes… El superviviente no es testigo del infierno, sino de su infierno. Por eso
tampoco hay ahora guías. No son necesarios. Los caminos seguros han desaparecido y
sólo queda la narración de un camino incierto que sólo puede ser hollado por aquél que
lo recorre”

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