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SEMINARIO MAYOR LOS SAGRADOS CORAZONES

HISTORIA DE LA IGLESIA MODERNA


GIOVANNI PASTUZÁN ROSERO

EL MONACATO EN EL RENACIMIENTO

En el medioevo surgieron algunos fenómenos culturales que afectaron varios ámbitos de la vida y
desarrollo humano, uno de ellos y de gran significación, fue El Renacimiento. Pero ¿qué era, de qué
trataba? A continuación, una breve explicación de la página Blogspot:

El Renacimiento era un entusiasmo primero cultural y luego, lingüístico y artístico por la


Antigüedad clásica griega y romana, que además asumía también sus ideas y valores; produjo
pronto una impregnación paganizante en el modo de pensar y de vivir de ciertas gentes. Un sentido
de “mundanidad laica” promovió la primacía de la realidad temporal y de la vida terrenal. La
cosmovisión renacentista era diametralmente opuesta a la medieval: frente al Teocentrismo de
antes, ahora el hombre fue el gran protagonista, la medida de las cosas y el patrón de todos los
valores. Se puede decir que el Renacimiento es el ámbito cultural y vital donde florecerá tanto el
humanismo como la primera burguesía de las ciudades, así como los movimientos místicos como
reacción a una racionalización crítica de la Teología nominalista (Dominguez, 2018, p. 4).

Este renacimiento afectó de manera peculiar a la Iglesia, puesto que ésta, a pesar de tener en teoría
y doctrina los ideales cristianos, no se vio libre de la “mundanidad” anteriormente mencionada. Los
papas, en su gran mayoría, se dedicaron a buscar el bien personal y las ostentosidades propias de un
burgués. La Iglesia cayó en un gran relajamiento espiritual; lo irónico del asunto, es que no hace
mucho, una parte de la Iglesia buscaba la perfección cristiana por medio de la mística y la ascesis. Este
grupo eran los mojes, los cuales desde el siglo XII, ya venían perfeccionando y organizando de forma
clara su estilo de vida; para el siglo XV, ya se contaba con varios monasterios y ordenes religiosas de
gran prestigio y santidad.

En la alta Edad Media, los monasterios representaron un factor de importancia decisiva en la


configuración de los países europeos, en su vida social y cultural. Ayudaron a construir una
sociedad nueva cuando los bárbaros y los romanos se fusionaron en una sola comunidad. Los
monasterios construidos en lugares deshabitados vieron cómo se formaba una ciudad a su
alrededor, llegándose a ellos campesinos que empezaron a tomar una fuerza notoria. En las
bibliotecas se copió y guardó todo el acervo literario latino. El monacato influyó en la vida
moderna porque fueron los monjes quienes conservaron y fundaron las grandes bibliotecas con
todo el cúmulo de épocas antiguas, así como el arte, la enseñanza, etc.[CITATION Con18 \p 144 \l
9226 ]

Ni los monjes se vieron libres de las seducciones que les ofrecía el mundo material, los gruesos
muros de las fortificadas abadías no lograron contener el avance de la corrupción y simonías eclesiales.
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Pero al fin de cuentas, todo sucede por algo, y en esta cuestión, no podemos hacer a un lado el designio
divino. Sabemos que la Iglesia ha estado caminando desde sus orígenes entre luces y sombras. Y
muchas veces, de las más amargas experiencias, surgen los más destacados logros. Para el siglo XVI,
algunos monjes y frailes, se dieron cuenta del relajamiento en el cual se estaba cayendo, y esto renovó
en ellos el deseo de volver a las antiguas fuentes, en las cuales habían nacido los grandes ideales (ahora
olvidados) que los hicieron nacer.

En varias comunidades religiosas y monasterios, surgieron hijos e hijas de Dios que se esforzaron
en mostrar que sí es posible llevar una vida conforme al Evangelio, y, aunque su vida fue como un
nadar contra corriente, lograron crear un clima de renovación y reestructuración. Algunas de las nuevas
comunidades que surgieron, tenían la característica de descalzarse los pies como signo de austeridad y
mortificación, que los llevará a recuperar lo que por ambición y descuido habían perdido. Un claro
ejemplo de esto fue la reforma del Carmelo (Carmelitas descalzos), y así otras comunidades más,
franciscanos, agustinos, etc.

En síntesis, el Renacimiento fue una época en la historia, que afectó el corazón mismo de la
Iglesia, pero que, no logró interrumpir de manera permanente su palpitar, pues la fuerza vital viene del
mismo Señor Jesucristo. Hay un refrán popular que dice: “Quien no conoce la historia de su gente, está
condenado a repetir los mismos errores”. Bien podemos aprender de esta experiencia y decidirnos a
buscar, en lo profundo del corazón, los deseos y motivaciones que nos lleven a reestructurar y
revitalizar nuestro compromiso cristiano.

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Referencias
Dominguez, J. (15 de Marzo de 2018). Textos de historia de la Iglesia. Obtenido de Textos de historia de la
Iglesia: http://textoshistoriadelaiglesia.blogspot.com.co/2007/10/1-la-iglesia-y-el-
renacimiento_09.html

Fortes, C. (15 de Marzo de 2018). Revista del Centro de Investigación de la Universidad La Salle. Obtenido de
Revista del Centro de Investigación de la Universidad La Salle:
http://ojs.dpi.ulsa.mx/index.php/rci/article/view/480/884

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