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TESIS
TESIS
Por:
Los Títulos de
Abogado y Notario
Asesor
M.A. Josué Felipe Baquiax
Revisor de Fondo
Msc. Raúl Estuardo López Rodríguez
Dedicatoria:
INDICE
pág.
Introducción 1
CAPITULO I
EL DEBIDO PROCESO 3
1. El debido proceso 3
1.1 Generalidades 3
1.2 Definición 4
1.3 Principios del debido proceso 4
a) El derecho a la justicia 4
b) El principio de igualdad 7
c) Justicia pronta y cumplida 8
d) El derecho a la legalidad 8
e) El debido proceso y el derecho de defensa en general 9
f) Principio de congruencia de la sentencia 10
g) Clases de congruencia 11
1.4 El momento democrático y el debido proceso como derecho fundamental 12
1.5 Un derecho fundamental y de carácter internacional para todos 15
1.6 La Declaración Americana de los derechos y deberes del hombre 15
1.7 La Declaración Universal de Derechos Humanos 15
1.8 El Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos 16
1.9 La Convención Americana sobre Derechos Humanos. 16
1.10 Aspectos esenciales del debido proceso 16
1.11 La aplicación del debido proceso en la doctrina de la Corte de
Constitucionalidad de Guatemala. 17
CAPITULO II
La interpretación jurídica 21
1. Objeto 21
2. Elementos 22
3. Clases de interpretación 22
3.1 Según el sujeto 23
a) autentica 23
b) Judicial 23
c) Doctrinal 23
d) Administrativa 23
3.2 Según su resultado 24
a) La interpretación declarativa 24
b) La interpretación extensiva 24
c) La interpretación restrictiva 25
3.3 Según el método 25
a) Método gramatical 25
b) Método lógico 26
c) Método sistemático 26
d) Método histórico 26
e) Método teleológico 26
f) Método empírico 26
4. Ética 27
5. Interpretación legal en Guatemala 27
CAPITULO III
Proceso Ordinario
1. Aspectos generales y casos de procedencia 29
2. Trámite 30
2.1 Preparación del juicio ordinario 30
a) La conciliación 30
b) Pruebas anticipadas 31
2.2 Fase de Introducción del juicio ordinario 31
a) La demanda 32
b) Emplazamiento 32
c) Excepciones previas 33
d) Allanamiento 33
e) Rebeldía 34
f) Contestación de la demanda 34
g) La reconvención 34
2.3 La Fase probatoria 34
a) Apertura a prueba 35
b) Plazo de prueba 35
c) Carga de la prueba 36
d) Medios de prueba 36
e) Práctica de la prueba 37
f) Valoración 44
2.4 La fase de decisión 45
a) Vista 46
b) Auto para mejor fallar 46
c) Sentencia 46
3. Medios de impugnación 47
3.1 Aclaración y ampliación 49
3.2 Revocatoria 49
3.3 Reposición 49
3.4 Nulidad 50
3.5 Apelación 50
3.6 Ocurso de Hecho 50
3.7 Casación 51
CAPITULO IV
La Sentencia 52
CAPITULO V
La motivación de la sentencia 54
1. La sentencia Jurisdiccional 54
2. Clases 55
3. Motivación de las sentencias 57
4. Significado 57
5. Contenido 59
6. Función creadora del Juez 60
7. Regulación legal 62
8. La sentencia en la legislación guatemalteca 65
8.1 Formación interna de la sentencia 65
9. Redacción 70
9.1 Requisitos de la parte resolutiva 72
10. La sentencia en segunda instancia 72
CAPITULO VI
Motivación de las sentencias en el derecho comparado 74
1. Anteproyecto del Código Procesal General 74
2. Argentina 75
3. Common Law 77
4. Costa Rica 81
5. España 83
5.1. Doctrina constitucional 87
5.2. Línea jurisprudencial del Tribunal Supremo 89
6. México 90
7. Nicaragua 91
8. Perú 92
8.1. Jurisprudencia Constitucional 93
9. Uruguay 95
10 Venezuela 96
CAPITULO VII
Vicios más comunes en la motivación de la sentencia 98
1. Falta de motivación 99
2. Motivación aparente 101
3. Motivación defectuosa 104
3.1 Respecto de la afectación al principio de identidad 104
3.2 Se incurre también en una motivación defectuosa al afectarse al principio de
no contradicción cuando se afirma y se niega una misma cosa de un mismo
objeto. 106
3.3 Por otro lado, se producirá una afectación al principio lógico de tercero
excluido cuando sólo pueden existir dos decisiones válidas excluyentes entre
sí, sin que quepa la opción de una alternativa distinta. 107
4. Responsabilidad de funcionarios y empleados públicos 108
5. Requisitos de la motivación de la sentencia 112
CAPITULO VIII
Presentación y Discusión de Resultados. 115
CONCLUSIONES 117
RECOMENDACIONES 119
BIBLIOGRAFIA 120
Resumen
Realizar esta investigación tuvo como objetivo dar a conocer la importancia que tiene la
argumentación de la sentencia en el Juicio Ordinario Civil, ya que como se ha podido
observar en la extensa lectura de varios procesos que se han ventilado en la vía
ordinaria civil, que la mayoría de los operadores de justicia le restan demasiada
importancia a la argumentación de las resoluciones emitidas en los juzgados a su
cargo, provocando en muchas ocasiones serios agravios a los usuarios del sistema
judicial guatemalteco, esto debido a que dichas resoluciones judiciales son en varias
ocasiones susceptibles de impugnación, precisamente por carecer de una correcta y
adecuada argumentación. La metodología utilizada fue una monografía, y se pudo
arribar a la conclusión que la mayoría de las sentencias y resoluciones emanadas por
los jueces, en los juicios que se ventilan y tramitan en la vía ordinaria de materia civil en
Guatemala, carecen y se encuentran faltos de razonamientos validos, convincentes y
lógicos. Esto debido a lo que ya se ha mencionado en el presente resumen de la
investigación; ya para concluir y abrochar el presente, sugiero que se tome en cuenta
que una recomendación primordial, consistiría en velar por que las resoluciones
judiciales se han emitidas en una forma clara, precisa, congruente, pero sobre todo bajo
una estricta y adecuada argumentación jurídica.
INTRODUCCION
La sentencia es una de las etapas mas delicadas para el operador de justicia porque a
través de la misma debe resolver un conflicto sometido a su consideración acogiendo la
pretensión de una de las partes cuando fuese procedente o denegándola, por lo que es
necesario motivar la resolución con razonamientos válidos, convincentes y lógicos,
observando que se cumplan con los requisitos de forma y de fondo conforme al
ordenamiento jurídico, porque su no observancia es violación al debido proceso, esto
con la finalidad de robustecer el Estado de Derecho en donde se observen, apliquen y
cumplan las garantías individuales y sociales.
El tema es sumamente importante porque las resoluciones judiciales deben ser claras,
precisas y congruentes, por lo que dicha actividad debe desarrollarse de manera
técnica con la finalidad que gobernantes y gobernados adecuen sus actuaciones
apegadas a derecho, en la consecución de la seguridad jurídica como valor inherente al
ser humano.
Por la delicada función del operador de justicia es necesario que el Estado a través del
Organismo Judicial realice procesos transparentes de elección y nombramiento de
operadores de justicia que cumplan con los fines enmarcados en Convenios
Internacionales aceptados y ratificados por Guatemala, la Constitución Política de la
República de Guatemala y las leyes ordinarias, ya que de no cumplirse con los mismos
se incurre en responsabilidad por parte de los funcionarios y empleados públicos que
están ejerciendo los cargos, con solidaridad con el Estado al cual cumplen sus
1
funciones, por lo cual es imperiosa la necesidad de evitar dichas responsabilidades
hacia con los particulares, por lo que es indispensable que el Estado asuma dicho
compromiso ya que su responsabilidad puede evitarse teniendo a personas idóneas
para cumplir con tales fines, de ahí la imperiosa necesidad de conocer ha profundidad
el tema.
Finalmente el estudio del tema contiene un enlace teórico, práctico y académico, lo cual
constituirá su riqueza, aspecto fundamental en los procesos de enseñanza superior y
en el actual contexto de las universidades modernas, teniendo como destinatarios a
estudiantes de Derecho, operadores de justicia y abogados litigantes.
2
CAPÍTULO I
1. EL DEBIDO PROCESO
1.1 Generalidades
1 Arazi, Roland, Derecho Civil y Comercial, 2da. Edición, Buenos. Aires. 1995. Pág. 111.
3
presentar alegatos, de usar medios de impugnación contra resoluciones judiciales,
entonces se estará ante una violación inconstitucional del debido proceso.
1.2 Definición:
El debido proceso consiste en la observancia por parte del tribunal, de todas las normas
relativas a la tramitación del juicio y el derecho de las partes de obtener un
pronunciamiento que ponga término, del modo más rápido posible, a la situación de
incertidumbre que entraña el procedimiento judicial e implica la posibilidad efectiva de
ocurrir ante el órgano jurisdiccional competente para procurar la obtención de la justicia,
y de realizar ante el mismo todos los actos legales encaminados a la defensa de sus
derechos en juicio, debiendo ser oído y dársele oportunidad de hacer valer sus medios
de defensa, en la forma y con las solemnidades prescritas en las leyes respectivas.
a) El derecho a la justicia
En la base de todo orden procesal está el principio y con él, el derecho fundamental a la
justicia, entendida ésta como la existencia y disponibilidad de un sistema de
administración de un conjunto de mecanismos idóneos para el ejercicio de la función
jurisdiccional del Estado. Dentro de ese concepto se pretende declarar el derecho
controvertido o restablecer el violado, interpretándolo y aplicándolo imparcialmente en
los casos concretos; lo cual comprende, a su vez, la existencia de un conjunto de
órganos judiciales independientes especializados en ese ejercicio, la disponibilidad de
ese aparato para resolver los conflictos que origina la vida social en forma civilizada,
4
eficaz y el acceso garantizado a la justicia para todas las personas, en condiciones de
igualdad y sin discriminación.
En ese sentido, el debido proceso tiene, ante todo, dimensiones programáticas, no por
esto menos vinculantes jurídicamente, que exigen la existencia, suficiencia y eficacia de
un sistema judicial y procesal idóneo para garantizar ese derecho fundamental a la
justicia, que no es más que una consecuencia del monopolio del poder asumido por el
Estado y la más importante manifestación del derecho de petición, que en la
Convención Americana sobre Derechos Humanos se consagra en el artículo 25
conforme el cual:
1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso
efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución Política de la
República de Guatemala, la ley o la presente Convención, aún cuando tal violación sea
cometida por persona que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.
5
El derecho general a la justicia tiene también otras implicaciones aún más
inmediatamente visibles, las cuales pueden, a su vez, efectuar el sistema de
administración de la justicia en sí, o el derecho de acceso a la justicia para todas las
personas.
En lo que respecta a lo segundo (acceso por igual a la justicia), además del genérico
derecho de petición contemplado en el artículo 25 de la Convención Americana, hay
una serie de atributos complementarios entre los cuales tenemos los principios
generales de igualdad y de justicia pronta cumplida.
b) El principio de igualdad
Este principio, es una manifestación particular del principio de igualdad de los individuos
ante la ley. Su fórmula se resume en el precepto audiatur altera pars (óigase a la otra
parte). Oír a la otra parte es la expresión de lo que se denomina bilateralidad de la
audiencia.
6
Este principio consiste en que, salvo situaciones excepcionales establecidas en la ley,
toda petición o pretensión, formulada a la parte contraria para que pueda ésta prestar a
ella su consentimiento o formular su oposición, debe ser oída.
―Lo que este principio denomina igualdad no es una igualdad numérica, sino una
razonable igualdad de posibilidades en el ejercicio de la acción y de la defensa. Las
pequeñas desigualdades requeridas por necesidades técnicas del proceso, no
quebrantan el principio.‖2
Para Eduardo Pallares, ―el principio de igualdad consiste en que las partes deben de
tener en el proceso un mismo trato, se les debe dar las mismas oportunidades para
hacer valer sus derechos y ejercitar sus defensas, siempre de la inevitable desigualdad
que produce la condición de actor y demandado.‖3
2
J. Couture, Eduardo, Fundamentos del derecho procesal Civil, Ediciones Desalma, Buenos Aires. 1977.
Pág. 185
3
Citado por Arrellano García, Carlos, en su libro Teoría General del Proceso, Décima Edición, Editorial
Porrua, México, 2001. Pág. 34
7
La Corte Interamericana ha tenido la oportunidad de analizar el principio del plazo
razonable, el cual se deduce de los artículos 7.5 y 8.1 de la Convención Americana.
Según dicho Tribunal, el principio tiene como finalidad impedir que los acusados
permanezcan largo tiempo bajo demanda y asegurar que ésta se decida prontamente.
De acuerdo con el Tribunal Interamericano, se deben tomar en cuenta los siguientes
tres elementos para determinar la razonabilidad del plazo en el cual se desarrolla el
proceso:
La complejidad del caso;
La actividad procesal del interesado; y
La conducta de las autoridades judiciales.
8
Por último, las exigencias de la ley procesal han de tener garantizada la eficacia
material y formal, al punto de que en esta materia las violaciones a la mera legalidad se
conviertan automáticamente en violaciones al debido proceso.
La audiencia previa es vital, en todo tipo de proceso, para que la persona perjudicada
tenga la oportunidad de defenderse de las afirmaciones (independientemente de su
naturaleza) que en su contra realiza el actor, antes de que se emita una resolución final.
La omisión de estas garantías generalmente deviene en nulidad de lo actuado,
dependiendo de la gravedad de la omisión. Un precedente importante en esta materia
es el caso Ruíz Mateos contra España en el que el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos declaró la violación del artículo 6.1 del Convenio Europeo de Derechos
Humanos, por estimar que se había violado el justo procedimiento de la cuestión de
inconstitucionalidad. En este caso se violaron los principios de igualdad procesal y de
contradicción, ya que en el procedimiento ante Tribunal Constitucional español no se
concedió el trámite de audiencia al demandante, cuando en litigio civil el Estado si se le
había concedido al demandado.
9
f) Principio de congruencia de la sentencia.
En cuanto al fondo, las sentencias deben decidir, en forma congruente, todos los puntos
controvertidos. La congruencia significa que el juzgador debe analizar y resolver todos
los puntos que las partes han sometido a su consideración y que debe resolver sólo
esos puntos. En otras palabras, el juzgador debe limitarse sólo a los puntos
controvertidos y las cuestiones planteadas, pero resolverlos todos, sin dejar alguno
pendiente.
La congruencia es una correlación o comparación entre dos elementos. Si esta idea
está comúnmente admitida, no existe la misma unanimidad a la hora de precisar cuales
son exactamente los dos términos a comparar, encontrándose concepciones que
aluden simplemente a las pretensiones de las partes y a la parte dispositiva de la
sentencia, en general, junto a otras más modernas que precisan más explícitamente
esos dos elementos, tanto el referido a la actividad procesal de las partes como el de la
sentencia.
g) Clases de congruencia
4
Gómez Lara, Cipriano, Teoría General del Proceso, Décima Edición, Editorial OXFORD, cuarta
reimpresión, MÉXICO D.F. 2006. Pág. 331 y 332.
10
a) Congruencia por omisión de pronunciamiento.
Atiende al requisito de la sentencia que puede enunciarse como exhaustivo, por cuanto
se refiere a la necesidad de resolver todos los puntos litigiosos que hayan sido objeto
de debate.
En general se refiere a sobrepasar los límites que vienen marcados por las peticiones y
las alegaciones de las partes. Es dentro de esta verdadera incongruencia donde se
procede a distinguir tipos de la misma, y principalmente:
Con lo que suele hacerse referencia a los casos en que el fallo de la sentencia otorgue
más de lo pedido y con ello se está partiendo del presupuesto de que la sentencia
puede otorgar como máximo todo lo pedido, pero no lo que no fue pedido.
Palabras con las que suele aludirse tanto a que la sentencia conceda lo no pedido
como a que lo conceda o lo deniegue por causas distintas de las alegadas, con lo que,
en realidad, se está haciendo referencia bien a las peticiones de las partes, bien a las
causas de pedir (causa petendi). ―5
En materia civil el juez no puede dejar de resolver una controversia aún cuando no haya
norma exactamente aplicable, por laguna legislativa, pues, mediante los métodos de
integración del derecho, puede inclusive crear una norma basada en la analogía, en la
razón o en los principios generales del derecho.
5
Montero Aroca, Juan y Chacón Corado, Mauro. Manual de Derecho Procesal Civil Guatemalteco,
volumen dos. Tercera edición. Editorial Magna Terra Editores. 2004. Pág. 212 al 214.
11
Pero así como el tribunal debe resolver todos los problemas, en virtud del principio
dispositivo, sólo debe juzgar las cuestiones planteadas por las partes.
Quizás esta nueva realidad pueda ser difícil de aceptar en su plenitud en Latinoamérica
porque, desde la llegada de Cristóbal Colón, el continente americano ha vivido entre el
sueño y la realidad, ha vivido en divorcio entre la buena sociedad que deseamos y la
sociedad imperfecta en la que realmente vivimos. Hemos persistido en la esperanza
utópica porque fuimos fundados por la utopía, porque la memoria de la sociedad feliz
está en el origen mismo de América, y también al final del camino, como meta y
realización de nuestras esperanzas. Sin embargo, el derrumbe de las utopías
totalitarias y de las formas de gobierno autoritarias es real en esta región y ofrece
oportunidades de consolidación de la democracia. En este nuevo contexto el debido
proceso puede desarrollarse con mayor fuerza.
6
Hoyos Arturo, El debido Proceso, 2ª. Impresión, Editorial Temis S.A. Colombia, 2004. Pág. 1
12
destacar la función del derecho consistente en proveer mecanismos para el manejo y
solución de los conflictos en la sociedad. La forma tradicional en que esta función se ha
desarrollado en el sistema jurídico es el de la administración de justicia por el órgano
judicial, aunque puede advertirse en muchos países, industrializados y en desarrollo
que tienen cierta insatisfacción con el desempeño de los tribunales de justicia por
razones de su lentitud, los costos de los procesos, el deseo de intimidad respecto de
ciertos temas, la no adecuación de las normas procesales respecto de ciertas materias
y, excepcionalmente, por la incapacidad de ciertos funcionarios.
Aquí se estudia una institución que está incluida dentro de un género más amplio
conformado por las garantías constitucionales del proceso que ―son aquellas que
integran el sector jurídico y forman parte de todas las normas consagradas expresa o
implícitamente en los preceptos de la Carta Fundamental que se dirigen hacia la
realización de una justa y rápida impartición de la justicia, en todas las ramas del
enjuiciamiento.‖7
Como este derecho fundamental cumple ante todo una función garantista de otros
derechos fundamentales, es adecuada su designación como garantía.
7
Hoyos, Arturo, Op. Cit. Pág. 2
8
Citado por Hoyos, Arturo. En su Op. Cit. Pág. 4
13
Hay quienes consideran al debido proceso como un principio general del derecho,
común a la tradición occidental, y con fuerza normativa incluso a falta de un texto
jurídico positivo que lo consagre.
―Kart Larenz, considera al debido proceso como uno de los dos principios procesales de
un Estado de Derecho, el otro es la imparcialidad del juez. Se refiere al primero como el
principio de contradicción o el principio de audiencia y lo vincula con el respeto a la
persona humana, a la que debe darse ocasión de manifestarse antes de que otra
persona tome una decisión en un asunto que concierne a la primera. Este jurista
atribuye tal relevancia a este principio que sostiene que él debe regir también en la
actuación de la administración pública y como principio moral fuera de la esfera del
derecho‖.9
9
Op. Cit. Pág. 5
14
han sido elevados a la categoría de disposiciones internacionales, al ser consagrados
por diversos convenios tanto regionales como universales.‖10
Establece que toda persona puede concurrir a los tribunales para hacer valer sus
derechos. Asimismo debe disponer de un procedimiento sencillo y breve por el cual la
justicia lo ampare contra actos de la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de
los derechos fundamentales consagrados constitucionalmente (Art. XVIII-Derecho de
Justicia).
Contiene varias disposiciones, entre ellas aquella que establece que toda persona tiene
derecho a un recurso efectivo (Art. 8); a no ser arbitrariamente detenido, preso ni
desterrado (Art.9); a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e
imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de
cualquier acusación contra ella en materia penal (Art.10); a que se le presuma inocente
mientras no se prueba su culpabilidad (Art. 11).
Establece que los países firmantes se comprometen a garantizar a toda persona, cuyos
derechos o libertades reconocidos por el Pacto se hubieran violado, un recurso efectivo,
que podrá presentar ante las autoridades competentes en condiciones tales que no se
pueda frustrar el derecho que se protege (Art. 2 apartado 3, incisos a, b y c). El artículo
9º tutela los derechos a la libertad y a la seguridad personal, procurando evitar las
detenciones arbitrarias o el juicio ilegal. El artículo 14 focaliza especialmente el punto
que consideramos en el acápite, diciendo:
1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda
persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un
10
Citado por Hoyos, Arturo en su Op. Cit. Págs. 10 y 11
15
tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la
determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil.
1.9 La Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa
Rica).
Esta Convención fue ratificada por Guatemala y en su artículo 8º establece que:
―1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden
civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
―Uno de los aspectos esenciales del debido proceso legal, es el derecho o garantía de
defensa o de audiencia, el cual no puede desvincularse de la acción procesal, puesto
que la misma tiene carácter bilateral, y no podemos concebir actualmente esta última si
no se ejercita a través de un procedimiento que permita la adecuada defensa de las dos
partes, puesto que la propia acción implica no sólo el inicio sino la continuación del
proceso hasta sus últimas etapas, incluyendo la ejecución, con excepción de la de
carácter penal. Podemos afirmar, agrega, que el debido proceso concebido como
derecho de audiencia o de defensa en juicio, comprende en sus aspectos procesales
numerosas instituciones relacionadas tanto con las partes como con la jurisdicción,
puesto que, en este último sentido, no puede existir una adecuada defensa en un
proceso que se siga ante tribunales de excepción, o cuando carezcan de independencia
o imparcialidad.‖11
11
Fix Zamudio, Héctor. El Debido Proceso legal en el Derecho Constitucional e Internacional; versión
mecanográfica; julio de 1986, pág. 7.
16
1.11 La aplicación del debido proceso en la doctrina de la Corte de Constitucionalidad
de Guatemala.
judiciales, entonces se estará ante una violación de la garantía constitucional del debido
proceso.‖12
No debe olvidarse que este principio va más allá de las fases del proceso ya que éste
conlleva el respeto a los derechos conferidos a las partes dentro de cualquier clase de
proceso y esto lo hace evidente al preceptuar: ―Sin embargo, cabe hacer énfasis en el
hecho de que dicho principio no se agota con el sólo cumplimiento de las fases que
conforman los procesos (cualquiera sea su índole), pues es necesario que en cada una
de ellas se respeten los derechos que la ley confiere a las partes de acuerdo al derecho
que ejercitan. De ahí que en la sustanciación de un proceso, bien podrían consumarse
todas las etapas necesarias para su tramitación pero, si en una o varias de ellas se
12
Gaceta No. 54, expediente 105-99, sentencia: 16-12-99.
17
impide o veda a las partes el uso de un derecho, ello se traduce en violación del
derecho al debido proceso.‖13
Con base a lo expuesto es necesario referir qué derechos son aquellos que garantiza el
cumplimiento del debido proceso, lo cual hace con buen tino la CC al exponer que:
―Esta disposición constitucional garantiza el derecho de defensa y establece el derecho
de audiencia, da oportunidad que surja el contradictorio necesario y permite el acceso a
la jurisdicción que habrá de dirimir o resolver el conflicto de intereses que se hubiere
suscitado entre personas determinadas.‖14
Ante la importancia evidente de cumplir y hacer efectiva la garantía del debido proceso,
por lo que ésta representa, la CC advierte: ―Los derechos de audiencia y al debido
proceso reconocidos en el artículo 12 de la ley fundamental, al provenir de una norma
general prevista en la parte dogmática, deben tener plena observancia en todo
procedimiento en que se sancione, condene o afecten derechos de una persona.
Tienen mayor relevancia y características en los procesos judiciales pero su aplicación
es imperativa en todo tipo de procedimientos, aún ante la administración pública y
Organismo Legislativo y cualquier otra esfera de actuación, toda vez que, por actos de
poder público, se afecten derechos de una persona. Tales derechos abarcan la
potestad de ser oído, de ofrecer y producir medios de prueba y de rebatir las
13
Gaceta No.59, expedientes acumulados Nos. 491-00 y 525-00, sentencia 16-06-00. Pág. 106.
14
Gaceta No. 61, expediente No. 551-01. Sentencia 19-09-01.
15
Gaceta No. 61, expediente No. 712-01, Sentencia 19-09-01.
18
argumentaciones deducidas, y el pronunciamiento definitivo de conformidad con la ley.
Su observancia es vital por cuanto determina la protección de los derechos de la
persona y fortalece la seguridad jurídica… En caso semejante, refiriéndose a la garantía
constitucional de audiencia, esta Corte ha expresado que `Se trata, en cada uno de los
procedimientos que leyes de diversa índole han previsto, de satisfacer la exigencia de
oír adecuadamente a quien la denuncia afecte, a fin de llevar a cabo el iter procesal,
porque es la audiencia la que legitima la labor de ponderación del asunto que la
autoridad deba decidir, salvo, desde luego, frente al silencio del obligado a responder,
que puede obrar como tácito asentimiento del hecho por el cual se le cuestiona… Este
derecho de la persona ha sido virtualmente la principal preocupación de esta Corte en
el ejercicio de su competencia en amparo, habiéndose establecido su doble condición
de derecho propio y garantía de otros derechos. El desarrollo jurisprudencial ha ido
perfilando los alcances de este derecho y, en particular, en lo que al caso examinado
concierne, la garantía de audiencia. Pasados doce años de análisis constante por esta
Corte de los elementos que integran al debido proceso, debe considerarse consolidado
el principio de que la audiencia prevista en las leyes procesales es no sólo fundamental
sino elemental…
19
de la defensa jurídica, el cual se origina desde la oportunidad de audiencia que se da a
las partes, con el objeto de que se alegue lo que consideren pertinente respecto de la
imputación que se le formula.‖16
16
Gaceta No. 57, expediente No. 272-00, sentencia: 06-07-00. Pág. 121.
20
CAPITULO II
LA INTERPRETACION JURIDICA
1. Objeto
El objeto principal de la interpretación lo forman las leyes. Porque el espíritu de la ley no
es la voluntad del legislador, sino la voluntad de la ley es considerada
independientemente de su autor.
Entonces no se puede aislar los hechos como objetos de la interpretación, o como dice
el autor Nino Carlos: ―La ciencia del derecho, para ser una verdadera ciencia y no
agotarse en un mero acarreo de materiales variables, debe ocuparse de esa estructura
21
-de elementos históricos y contingentes- ésta consiste en un armazón conceptual que
subyace a todo orden jurídico‖.17
2. Elementos
El objeto de una ciencia, materia o disciplina es aquello de lo que se ocupa o sobre lo
que recae. Así, dado que la interpretación se ocupa o recae sobre el derecho, resulta
obvio que es el derecho el objeto de la Interpretación. El Derecho que es objeto de la
interpretación, a su vez, puede provenir bien de una norma jurídica, de la costumbre o
de los principios generales del Derecho.
3. Clases de interpretación
Para encontrar el sentido de la norma, como aquello que se debe encontrar,
desentrañar, descubrir o develar a través de la interpretación jurídica. Sentido
expresado en su acepción más amplia, es decir, se pretende expresar no simplemente
hacia qué extremo dentro una misma dirección apunta una norma sino en general cuál
es el alcance y el significado cierto y cabal de la norma jurídica y quien debe encontrar
ese sentido, es el intérprete como elemento subjetivo.
17
Nino, Carlos. ―Algunos modelos metodológicos de ciencia jurídica.” Distribuciones Fontamara, S.A,
1993, Pág. 16.
22
Es así como la interpretación para su estudio se clasifica de la siguiente manera:
b) Judicial
Llamada también jurisdiccional (jurisprudencial), es la realizada por el juez al aplicar
una norma al caso concreto, generalmente se da al momento de dictar sentencia. En
este sentido Alvarez Gardiol expone: ―es la que realiza el órgano jurisdiccional, como
previa a la aplicación de la norma general en su paso a la singularidad de lo concreto,,
que debe resolver y que se refiere tanto al sentido de los hechos de comportamiento
regulados por la norma; interpretación esta cuyo instrumento es la sentencia.‖20
c) Doctrinal
Llamada también científica, es la que realizan los tratadistas, los profesionales del
Derecho, etc. de un tema específico. ―La interpretación doctrinal es aquella
interpretación del derecho que se realiza en las ciencias jurídicas en general y en la
dogmática jurídica en particular.‖21
d) Administrativa
Cuando los órganos administrativos ejecutan o resuelven un acto administrativo, deben
fundamentarlo en normas legales.
18
Álvarez Gardiol, Ariel. “Manual de Introducción al Derecho”. 2ª. edición revisada. Editorial Juris.
Rosario –Pcia. de Santa fe, Argentina, 1995, pág. 172-173.
19
Vázquez, Rodolfo. Interpretación jurídica y decisión judicial. 1ª edición. Distribuciones Fontamara S.A.
México D.F. 1998 Pág. 152.
20
Álvarez Gardiol, Ariel. op. cit. Pág. 172.
21
Vázquez, Rodolfo. op. cit. Pág. 152.
23
3.2 Según su resultado22
a) La interpretación declarativa
Cuando reproduce el texto de la ley, presentándolo en textos claros, precisos y
concisos. Esta clase de interpretación es también conocida como Interpretación estricta,
y se presenta cuando al interpretar el operador jurídico se ciñe a lo que establece la
norma, limitándose a aplicarla a los supuestos estrictamente comprendidos en ella.
b) La interpretación extensiva
Cuando el intérprete da mayor alcance de la ley, debido a que el legislador expresó
menos de lo que debía expresar. En esta lo que hace el intérprete es extender el
alcance de la norma a supuestos no comprendidos expresamente en ella, por
considerar que habría sido voluntad del legislador comprender en la norma a aplicar
tales supuestos. El tratadista Werner Goldschmidt afirma: "Si resulta que la norma en su
sentido lingüístico usual se queda a la zaga de la voluntad auténtica de su autor, hay
23
que ensancharla para que llegue a alcanzar aquél."
22
Álvarez Gardiol, Ariel. op. cit. Pág. 205-207.
23
Goldschmidt, Werner. ―Introducción Filosófica al Derecho.” Editorial Desalma sexta Edición. Buenos
Aires, Argentina 1983. Pág. 101.
24
c) La interpretación restrictiva
El intérprete reduce el alcance de la ley, en virtud de que el legislador se excedió en el
texto, es decir expresó más de lo que debía expresar. En esta se restringe el alcance
de la norma apartando de ella determinados supuestos que se encontrarían incluidos
de acuerdo con la redacción de su texto, pero que se entiende que no fue voluntad del
legislador comprenderlos dentro de éste.
Cuando las palabras expresan más de lo que se quiso expresar, hay entonces que
restringir o limitar la aplicación de la regla únicamente en los casos no comprendidos en
la letra.24
a) Método gramatical
El método gramatical, también conocido como literal, es el más antiguo y es exclusivo
de las épocas anteriores a la Revolución Francesa en que existía alguna desconfianza
en el trabajo de los jueces, razón por la cual éstos se encontraban obligados a ceñirse
al sentido literal de la ley. Lo anterior tiene asidero legal en el ordenamiento jurídico
guatemalteco en el artículo 11 de la Ley del Organismo Judicial que establece: ―…Las
palabras de la ley se entenderán de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia
Española, en la acepción correspondiente, salvo que el legislador las haya definido
expresamente‖.
b) Método lógico
El método lógico es aquél que utiliza los razonamientos de la lógica para alcanzar el
verdadero significado de la norma.
24
García Maynez, Eduardo. ―Introducción al Derecho”. Editorial Porrúa, México. Pág. 69-72.
25
Villegas Lara, René Arturo. ―Temas de introducción al estudio del Derecho y de Teoría General del
Derecho”. 4ª. edición. Editorial universitaria-Universidad de San Carlos de Guatemala. Guatemala 2004.
Pág. 225.
25
c) Método sistemático
Para este método el ordenamiento jurídico se compara a un complejo organismo
viviente y coordinado en sus elementos; es un todo orgánico, un sistema completo y
complejo que no admite contradicciones.
d) Método histórico
Es el que pretende interpretar la norma recurriendo a sus antecedentes, como las
ideas de sus autores al concebir o elaborar los proyectos, los motivos que propiciaron la
redacción y emisión de la ley, informes, debates, entre otros.
e) Método teleológico
Es el que pretende llegar a la interpretación de la norma a través del fin de la misma,
buscando en su espíritu, que es la finalidad por la cual la norma fue incorporada al
ordenamiento jurídico.
f) Método empírico
Este es el método atribuido a la Escuela de la Exégesis en sus inicios, el cual consistía
en investigar empíricamente la voluntad del legislador; es decir las palabras de la ley y
la intención del legislador como hechos; el recurso a obtener todo lo concerniente a la
ley como dato empírico.
26
4. Ética
Es esencialmente indispensable que las partes en ―En el proceso de interpretación las
partes deben aplicar la buena fe, la probidad, no solo como una regla moral sino que
como una norma positiva que debe tener su reconocimiento en un conjunto de
soluciones particulares y con sanciones para los casos de infracción‖.26
Es por ello que el artículo 17 de la Ley del Organismo Judicial, establece que los
derechos deben ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe y el artículo 66 de
la misma ley otorga al juez la facultad de ―compeler y apremiar por los medios legales a
cualquier persona para que esté a derecho‖ y ―para rechazar de plano bajo su estricta
responsabilidad, los incidentes notoriamente frívolos o improcedentes, los recursos
extemporáneos y las excepciones previas extemporáneas sin necesidad de formar
artículo o hacerlo saber a la otra parte.
Por lo que las partes, los abogados y el juez, al momento de interpretar el ordenamiento
jurídico deben ajustar su conducta al principio de buena fe y no en artimañas para
lograr una solución favorable a sus intereses en perjuicio de la administración de
justicia.
26
Álvarez Mancilla, Erick Alfonso. ―Teoría General del Proceso.” Editorial VILE Guatemala 2005. Pág.
174.
27
d) En el ámbito jurisdiccional, al impartir justicia e interpretar la ley, se hará conforme a
la constitución Política y los valores y normas del ordenamiento jurídico del país.
e) Las normas se interpretarán conforme al Diccionario de la Real Academia española,
en armonía con todo el ordenamiento jurídico‖.27
Las reglas que señalamos se encuentran en diversas normas de leyes que ya fueron
citadas. Ahora bien, puede haber casos en que las normas de las leyes aplicables a un
caso concreto sean obscuras, ambiguas o contradictorias; o bien no exista una
específica para ese caso. Ante tales circunstancias, la Ley del Organismo Judicial en su
artículo 10, párrafo segundo, establece:
El Conjunto de una ley servirá para ilustrar el contenido de cada de sus partes, pero los
pasajes obscuros de la misma, se podrán aclarar, atendiendo al orden siguiente:
a) A la finalidad y espíritu de la misma;
b) A la historia fidedigna de su institución;
c) A las disposiciones de otras leyes sobre casos o situaciones análogas;
d) Al modo que parezca mas conforme a la equidad y a los principios generales del
derecho.
27
Villegas Lara, René Arturo. En su op. cit. Pág. 173.
28
CAPITULO III
Proceso ordinario
Con respecto a esto dice Nájera Farfán ―Esta declaración de voluntad es resultado de la
actividad cognoscitiva del Juez sobre los hechos y derechos afirmados o negados por
las partes.‖ De manera que la pretensión de que el Juez conoce, se encuentra en
estado de controversia y, para satisfacerla, despliega un juicio lógico-jurídico, que
construye con el análisis y evaluación de los hechos que aquellas le proporcionan y que
él habrá de subsumir en la regla de derecho que sea aplicable. Los trámites del juicio
ordinario son los más largos y complejos que los otros juicios de conocimiento, en virtud
que las cuestiones que se debaten en juicio ordinario, son cuantitativa y
cualitativamente más importantes que las que se debaten oralmente o en los juicios
sumarios.
El juicio ordinario:
Se destaca por su generalidad, que consiste en que en él se discutan cuantos
asuntos no estén expresamente previstos para tramitarse en otra clase de
juicios. Esta regla de generalidad aparece regulada en el artículo 96 del Código
Procesal Civil y Mercantil: ―las contiendas que no tengan señalada tramitación
especial en este Código, se ventilarán en juicio ordinario‖
29
Es subsidiario, porque es modelo para los demás procesos de conocimiento, sus
reglas deben aplicarse en los demás procesos siempre que en ellos haya
incurrido el legislador en omisión o silencio.
Es el de mayor cuantía, en virtud que todo asunto que sea de mayor cuantía,
debe ser cuestionado en esa clase de juicio, en una de las lecciones anteriores
se estudió lo referente al monto actual de las cuantías.
2. Trámite
Para el tratadista guatemalteco Mario Efraín Nájera Farfán, el procedimiento del juicio
ordinario se desenvuelve o realiza a través de tres etapas sucesivas y de efectos
preclusivos de: Introducción del juicio ordinario; prueba y decisión-
A cada una de las citadas fases corresponde determinados actos o trámites y estos a
su vez, son los que generan los distintos estados del proceso.
30
promovido el proceso, como lo expone Chacón Corado y Montero Aroca ―..Se dice que
la conciliación puede realizarse en cualquier estado del proceso, lo que está
suponiendo que el proceso ha de haber comenzado para que el intento de conciliación
sea posible, esto es, que no cabe antes del inicio del proceso. Es así evidente que la
conciliación no prepara el juicio‖.
Más que requisito, el objeto de esta prueba es el hacer constar el estado o condiciones
del bien de que se trate y no el privar de su tenencia o goce a quien lo poseyere, a
menos que hubiere motivos suficientes para temer su pérdida o deterioro de continuar
en su poder, o que la acción a intentarse sea de naturaleza real o persiga la
reivindicación del bien mueble o semoviente, y que la exhibición se enderece contra
quien lo sepa
31
del juicio, todo esto se hace por el actor en la demanda y por el demandado en la
contestación de la misma; de manera que los actos más importantes de esta fase lo
constituye la demanda, el emplazamiento y la contestación de la demanda.
a) La demanda. El tratadista Hugo Alsina expone que por ―demanda se entiende toda
petición formulada por las partes al juez, en cuanto traduce una expresión de voluntad
encaminada a obtener la satisfacción de un interés‖, o bien ―El acto procesal por el cual
el actor ejercita una acción solicitando del tribunal la protección, la declaración o la
constitución de una situación jurídica….. Y sea, en efecto, la naturaleza de la acción
deducida, la demanda será de condena, declarativa o constitutiva‖. Con respecto a la
demanda se debe tener presente dos aspectos importantes:
La demanda debe reunir los requisitos de forma y fondo que la ley específica.
En la Ley de Partida citada por Nájera Farfán se le define como: ―El llamamiento que
hacen a alguno que venga ante el juzgador a hacer derecho o cumplir su
mandamiento, y es la raíz o comienzo de todo pleito‖
32
El Código Procesal Civil y Mercantil lo preceptúa en los artículos 111 y 112: ―presentada
la demanda en la forma debida, el juez emplazará a los demandados, concediéndoles
audiencia por nueve días comunes a todos.
Se debe tener presente que el emplazamiento tiene un doble carácter:
Esta figura aparece regulada en el artículo 115 del Código Procesal Civil y Mercantil.
33
f) Contestación de la demanda. ―Es el escrito mediante el cual la parte emplazada
responde a las pretensiones o petitorio de fondo formulado por la parte actora‖ o bien
como expone Manresa y Navarro –citado por Nájera Farfán- ―Es la respuesta que da el
demandado confesando o contradiciendo la demanda del actor, o proponiendo
excepciones que la enerven o inutilicen‖ La contestación de la demanda, debe
realizarse dentro de los nueve días del emplazamiento, y en cuanto a sus requisitos, se
debe estar a los mismos que para el escrito de la demanda. Si hubiere excepciones
perentorias, la contestación de la demanda es el momento oportuno para hacerlas
valer, salvo las nacidas con posterioridad Nájera Farfán expone que hay tres tipos de
oposición por parte del demandado:
34
mismos efectos materiales y procesales asignados a la demanda; como ésta puede
ampliarse o modificarse en tanto no haya sido contestada, con cuyo acto, y en su
defecto acusada la rebeldía, se cierra y precluye la fase del contradictorio y se abre a
prueba.
a) Apertura a prueba. Es el acto por el cual, el Juez resuelve que el proceso se abra a
prueba, y sobre cuyo particular dispone el artículo 123 del Código Procesal Civil y
Mercantil: ―Si hubiere hechos controvertidos, se abrirá a prueba el proceso por el
término de treinta días‖. En la práctica judicial la apertura de prueba necesita gestión de
parte, atendiendo al principio dispositivo.
35
Existe la posibilidad de fijar un plazo extraordinario de prueba, generalmente
para que las partes puedan producir las pruebas a recibirse fuera de la república,
plazo que no puede exceder de 120 días.
c) Carga de la prueba. De conformidad con el artículo 126 del Código Procesal Civil y
Mercantil: ―Las partes tienen la carga de demostrar sus respectivas proposiciones de
hecho:
36
Esta enumeración es cerrada o excluyente y por lo tanto, no es admisible ningún otro
medio de prueba que pudiera existir, que anteriormente no aparece citado. (Artículo 128
del Código Procesal Civil y Mercantil).
Algunos de los requisitos generales a todos los medios de prueba son que:
Declaración de partes.
Definición:
El testimonio de una de las partes se llama confesión, a diferencia del de los
terceros que constituye la prueba de testigos.
La confesión puede ser tanto del demandante como del demandado.
La confesión es el testimonio que una de las partes hace contra sí misma, es
decir, el reconocimiento que uno de los litigantes hace de la verdad de un hecho
susceptible de producir consecuencias jurídicas a su cargo. (Alsina)
Confesión es cualquier declaración o manifestación de las partes que
desempeñe una función probatoria, es decir que tienda a convencer al juez de la
existencia o inexistencia de un dato procesal determinado. (Guasp).
Naturaleza Jurídica:
37
Como un contrato: No es contrato privado, pues como afirma Guasp la
vinculatoriedad de los litigantes no se produce por su consentimiento, sino por la
necesaria sumisión que deben al pronunciamiento judicial
Como un acto de renuncia.
Como un negocio de fijación de hechos.
Para Guasp, es un medio de prueba. Es un tipo especial de prueba, aquella
prueba que se obtiene mediante declaraciones o manifestaciones de las partes
que tienden a formar la convicción judicial. Son declaraciones de conocimiento.
Fundamentos:
Jurídico: Desde el momento que por el sólo hecho de la confesión, la ley obliga
al Juez a tener por cierto el hecho confesado.
Lógico: Porque siendo mas los que dicen la verdad que los que faltan a ella,
debe admitirse que el hecho confesado es cierto.
Psicológico: Por ser natural que nadie reconozca una situación jurídica que le es
desfavorable sino cuando es la expresión de la verdad.
Elementos:
La capacidad del confesando o elemento subjetivo.
El objeto de la confesión o elemento material.
La voluntad de quien la presta.
Clasificación de la confesión:
Por el lugar: judicial o extrajudicial.
Por el origen: espontánea o provocada.
Por el modo: expresa o tácita.
Por la forma: verbal o escrita.
Por el contenido: simple, calificada o compleja.
Por sus efectos: divisible o indivisible.
Aspectos practicos:
La confesión debe ser ante juez competente. Artículo 98 y 130 CPCYM.
38
La confesión extrajudicial carece de valor probatorio. Artículo 139 CPCYM.
Las posiciones son el medio para producir la confesión,
Las posiciones son proposiciones afirmativas en las que el sujeto activo de la
confesión sostiene ciertos hechos y reclama del confesante una adhesión a su
veracidad o falsedad. Artículo 133 Del CPCYM.
El acto de contestar las posiciones se llama absolución.
Citación: Para ordenar la citación es necesario que se haya presentado la plica
que contiene pliego de posiciones, el cual queda bajo reserva en la secretaría del
tribunal. Artículo 131 Del CPCYM.
El principal efecto de la incomparecencia del absolvente, es el de producir en su
contra la ficta confesión, que significa prueba plena, mientras no se la destruya
rindiendo prueba en contrario. Artículo 131 del CPCYM. Otros casos de ficta
confesión: Artículos 135 y 138 CPCYM.
Diligenciamiento. Artículos 134 y 135 del CPCYM.
Preguntas adicionales. Artículo 136 CPCYM.
Documentación. En acta. Artículo 137 CPCYM.
Incomparecencia por enfermedad. Artículo 138 CPCYM.
Valor probatorio: Plena prueba. Artículo 139 CPCYM.
Confesión sin posiciones. Artículo 141 CPCYM.
Juramento decisorio. es una forma de ponerle fin al litigio, debiéndose aceptar
como verdaderos los hechos jurados, aún cuando favorezcan a quien presta el
juramento y perjudiquen al que lo solicitó. No se toma en cuenta ninguna otra
prueba. En Guatemala no se toma en cuenta el juramento decisorio por el
decaimiento de los valores religiosos y morales, restándole credibilidad.
Juramento indecisorio o indeferido: En éste quien lo solicita, sólo se obliga a
estar en lo que le sea favorable, pero se reserva aportar otras pruebas.
Juramento supletorio: Es el que defiere el juez a una de las partes, en aquellas
circunstancias en que un crédito o perjuicio se encuentra debidamente
comprobado, pero no resulta justificado su importe.
Declaración de Testigos:
39
Es una prueba circunstancial, porque el testigo generalmente conoce los hechos
de modo accidental, ocasional y no de propósito.
Es una prueba viviente, porque el testigo relata los hechos que conoce, que
fueron percibidos por sus sentidos.
El testimonio es una declaración de ciencia, del conocimiento que el testigo tiene
de ciertos hechos. No es declaración de voluntad porque no se pretende crear o
modificar situaciones determinadas.
Testigo es toda persona capaz, extraña al juicio, que es llamada a declarar
sobre hechos que han caído bajo el dominio de sus sentidos. Artículos 143 y
144 CPCYM.
Los testigos deben ser propuestos por la parte a quien interese la prueba. No se
admiten testigos voluntarios.
Existe un deber general de testimoniar, siendo el deber de comparecer ante el
órgano jurisdiccional (el juez puede hacer uso de los apremios) y el deber de
declarar. Artículo 142 CPCYM. (APREMIOS: Son las medidas coercitivas que
aplican los tribunales, para que sean obedecidas sus providencias, a las
personas que han rehusado cumplirlas. Artículos 179 y siguientes de la LOJ)
Secreto profesional. Es una excepción al deber general de declarar.
Naturaleza jurídica: El testimonio es una prueba procesal.
Objeto del testimonio: La declaración de un testigo debe versar sobre hechos, es
decir todo acontecimiento susceptible de producir efectos jurídicos provenga de
la naturaleza o del hombre.
Interrogatorio. Artículo 145 CPCYM.
Diligenciamiento. Artículos 146, 147, 148, 149, 150 y 151 CPCYM.
Careos. Artículo 152 CPCYM.
Declaraciones especiales. Artículo 153, 154, 155, 156 CPYM.
VALOR PROBATORIO. Sana crítica. Artículo 161 CPCYM.
Tachas. Artículo 162 PCYM.
Dictamen de Expertos:
40
Perito es el técnico que auxilia al juez en la constatación de los hechos y en la
determinación de sus causas y efectos, cuando media una imposibilidad física o
se requieran conocimiento especial en la materia. Alsina.
Perito es la persona que sin ser parte, emite con la finalidad de provocar la
convicción judicial en un determinado sentido, declaraciones sobre datos que
habían adquirido ya sea de índole procesal en el momento de su captación.
Guasp.
Objeto de la Pericia: Versa sobre datos procésales con respecto a los cuales el
juez necesita cierta apreciación o enjuiciamiento. Debe ser producido a instancia
del juez o a petición de la parte a quien interese que se lleve a cabo, pero en
ambos casos es el juez quien encarga a los peritos llevar adelante el examen.
Facultades de los peritos: No hay disposición especial en el CPCYM que
establezca hasta donde llegan las facultades de los expertos, debido a que se
trata de apreciaciones técnicas que quedan fuera del control de las normas
jurídicas.
Fases para llegar al dictamen: A) Preparatoria: Es trabajo de investigación. B)
Examen propiamente dicho: C) Dictamen: Que resume los trabajos y
conclusiones de los expertos.
En el dictamen se hace el relato de las actividades desarrolladas para arribar a
las conclusiones que el dictamen tiene que expresar, a fin de que el juez esté en
capacidad de percibir claramente cuáles son los antecedentes del dictamen.
Diligenciamiento: Artículos 165, 166, 167, 168 y 169 del CPCYM.
Fuerza probatoria: Artículo 170 CPCYM.
Reconocimiento Judicial
41
siendo que la diligencia sólo sirve para ilustrar al Juez. Para Guasp es una
auténtica prueba procesal por la función que desempeña y que tiende a
convencer al juez de la existencia o inexistencia de datos procésales
determinados.
Oportunidad de la prueba. Artículo 172 CPCYM.
Objeto: Artículo 173 CPCYM.
Documentación: En acta. Artículo 176 CPCYM.
PRUEBA DE DOCUMENTOS:
42
Para aportar los medios científicos, las partes pueden aportarlas previa
certificación de su autenticidad por el secretario del tribunal o por un notario.
Artículo 192 CPCYM.
PRESUNCIONES:
43
es la prueba, 2) La premisa mayor es una máxima de experiencia, y 3) la conclusión es
la afirmación de la existencia o de la inexistencia del hecho que se pretendía probar‖
Para valorar la prueba se puede estar en un sistema libre de: sana crítica y legal o
tasado.
En el sistema de la prueba legal o tasada lo que la ley hace es establecer la máxima de
la experiencia en la propia norma, e imponerla al juez en el momento de la valoración
de la prueba.
En el sistema libre o de la sana crítica, la ley deja al juez que aplique las máximas que
éste ha adquirido por su experiencia en la vida, (ejemplo:‖es más fácil que se produzca
un incendio por cortocircuito originado por cables viejos sin protección que por cables
nuevos protegidos‖. ―Un neumático nuevo tiene mejor agarre que uno desgastado‖ ―Los
niños cruzan la calle imprudentemente‖), y en el caso que la máxima no sea común,
sino especializada, le permite servirse de la prueba pericial (por experto o perito).
En el caso del Código Procesal Civil y Mercantil, conviven dos sistemas de valoración:
Pruebas de valoración legal. El mismo artículo 128 permite la existencia del ―texto en
contrario‖ de la valoración conforme a la sana crítica, y esos medios de prueba son: la
declaración o confesión y los documentos públicos – autorizados por notario o
funcionario público en ejercicio de su cargo -.
Pruebas conforme a la sana crítica. El artículo 128 del Código Procesal Civil y Mercantil
establece la norma general de la valoración: ―Los Tribunales, salvo texto de ley en
contrario, apreciarán el mérito de las pruebas de acuerdo con las reglas de la sana
crítica.
En cuanto al sistema de valoración que se utiliza en cada uno de los medios de prueba
en el Código Procesal Civil, a continuación se presenta un cuadro, que facilitará la
ubicación de cada uno de ellos:
44
2.4 La fase de decisión.
Es aquella durante la cual se dice que el Juez adquiere el dominio del proceso y decide
sobre el fondo del litigio; se desarrolla a través de los actos denominados vista, y
sentencia.
El artículo 196 del Código Procesal Civil y mercantil dice: ―concluido el término de
prueba, el Secretario lo hará constar sin necesidad de providencia; agregará a los autos
las pruebas rendidas y dará cuenta al juez. El juez, de oficio, señalará día y hora para la
vista dentro del término señalado en la Ley Constitutiva del organismo Judicial;
oportunidad en la que podrán alegar de palabra o por escrito, los abogados de las
partes y éstas, si así lo quisieren. La vista será pública, si así se solicitare‖
a) Vista. Señalar vista es fijarse por el juez día y hora para que, por encontrarse el
proceso en estado de resolver, las partes tengan la oportunidad de alegar, antes de que
se dicte sentencia, lo que sobre el derecho debatido estimen conveniente.
b) Auto para mejor fallar. El artículo 197 del Código Procesal Civil y Mercantil lo regula,
en el cual los jueces pueden acordar:
Estas diligencias se practicarán en un plazo no mayor de quince días. Contra esta clase
de resoluciones no se admitirá recurso alguno. Las partes no tendrán, en la ejecución
de lo acordado, más intervención que la que el Tribunal les conceda.
c) Sentencia. Dispone el artículo 198 del Código Procesal Civil y Mercantil ―Efectuada la
vista, o vencido el plazo del auto para mejor fallar, se dictará la sentencia conforme a lo
dispuesto en la Ley Constitutiva del Organismo Judicial‖, conforme la Ley del
Organismo Judicial en el artículo 142, debe dictarse dentro de los quince días después
de la vista.
45
La sentencia se puede definir como el acto procesal del juez o tribunal en el que decide
sobre la estimación o desestimación de la pretensión ejercitada por el actor, con base
en su conformidad o disconformidad con el Ordenamiento Jurídico.
Partiendo de la necesidad de motivar las sentencias, se explica el por qué del contenido
del artículo 147 de la Ley del Organismo Judicial, pues una parte del mismo atiende a
esa motivación; dicha norma establece los requisitos que la sentencia debe cumplir y la
forma de redacción y debe integrarse con el artículo 143 en el que se establecen los
requisitos generales de todas las resoluciones.
46
g. y se analizarán las leyes en que se apoyen los razonamientos en que descansa
la sentencia.
Parte resolutiva o fallo. Por último la sentencia contendrá las decisiones expresas y
precisas, congruentes con el objeto del proceso.
Firmas. Debe contener la firma completa del juez y la del secretario que autoriza la
resolución.
3. Medios de impugnación.
Uno de los efectos de carácter jurisdiccional de la sentencia, es el privar al Juez de toda
facultad o poder para conocer sobre la cuestión resuelta, de manera que deja de tener
jurisdicción sobre el proceso. Su ingerencia se limita a servir de medio para que éste se
curse al tribunal superior que, por su jerarquía, deba conocer de las inconformidades
que contra el fallo se haya denunciado por cualquiera de las partes.
Se debe tener claro que en todos los ordenamientos jurídicos, se admiten medios de
impugnación contra las resoluciones judiciales, tanto contra las interlocutorias, como lo
son los autos y los decretos, como contra las definitivas. En el proceso civil
guatemalteco, solo se admite dos instancias, como lo expone el artículo 211 de la
constitución Política.
Existen una serie de instrumentos que, a pesar de que con relación a ellos se utiliza la
palabra impugnación o recurso, no pueden ser considerados científicamente como tales
medios, como sucede con:
47
b. La enmienda del procedimiento.
c. El juicio ordinario después del juicio ejecutivo.
3.2 Revocatoria. Es un remedio del que conoce el mismo órgano jurisdiccional que dictó
la resolución impugnada, y procede contra los decretos, aunque los decretos son
revocables de oficio por el tribunal que los dictó.
3.3 Reposición. Es un remedio del que conoce el propio órgano judicial que dictó la
resolución que se impugna, y procede únicamente contra los autos originarios de las
Salas, y contra las resoluciones dictadas por la Corte Suprema de Justicia que infrinjan
el procedimiento de los asuntos sometidos a su conocimiento, cuando no se haya
dictado sentencia.
48
Trámite: La reposición se encuentra regulada tanto en el Código Procesal Civil y
Mercantil como en la Ley del Organismo Judicial, y el problema que ofrece es que hay
diferencia en los dos cuerpos de leyes en cuanto al plazo (especialmente de la
interposición).
Como se indicó en el caso de la revocatoria, se estima que este asunto debe resolverse
a favor de la norma dictada después (en el tiempo) es decir a favor de la Ley del
Organismo Judicial.
3.5 Apelación.
Es el recurso mediante el cual, el Tribunal de Apelación que corresponda, está obligado
a examinar la sentencia de primera instancia, a efecto de corregir la injusticia o vicios
de nulidad que el recurrente le atribuya, dictando, de ser el caso, la que considere
ajustada a derecho.
De conformidad con el artículo 602 del Código Procesal Civil y Mercantil, el recurso de
apelación procede en contra de los autos que resuelvan excepciones previas que
pongan fin al proceso, sentencias definitivas dictadas en primera instancia, autos que
pongan fin a incidentes que se tramitan en cuerda separada.
Trámite de la apelación.
49
resolución impugnada no puede modificarse en el sentido de perjudicar aún más al
recurrente; ahora con relación al fondo del asunto, el tribunal puede:
3.6 Ocurso de Hecho. Se trata de un recurso, el cual persigue que se admita el recurso
de apelación, que el Juzgado de Primera Instancia declaró inadmisible.
3.7 Casación.
Es el recurso extraordinario, que hace posible el examen de la sentencia de segundo
grado por la Corte Suprema de Justicia, para determinar si en ella se ha hecho correcta
aplicación de las leyes, que el recurrente estima infringidas.
50
La casación procede contra las resoluciones dictadas por los tribunales de segunda
instancia, en los juicios ordinarios de mayor cuantía que se refieran a sentencias o
autos definitivos, teniendo como excepción que las partes, por convenio expreso, hayan
decidido someter sus controversias a juicio sumario; o en el caso de los sumarios
mercantiles de valor indeterminado o cuya cuantía supere los Q.2,000.00
51
CAPITULO IV
LA SENTENCIA
Es preciso señalar que los conceptos de jurisdicción, como función y como poder; de
procedimiento, como actividad en la que la función se desarrolla; de derecho procesal
como conjunto de normas que tal función y por consiguiente tal actividad regulan, son
los supuestos indispensables de nuestro estudio. Tiene lugar esto por dos motivos.
Ante todo por la estrechísima conexión lógica que une a las diferentes instituciones
procesales, debido a la íntima relación existente entre los diferentes elementos del
procedimiento, es decir parte de un todo encaminado a un fin único, que por su posición
en el conjunto adquieren carácter y notoriedad. Después, por la particular posición de la
sentencia en el conjunto del procedimiento; el cual en el periodo de prueba encuentra
en la sentencia precisamente el acto final, al que todos los demás tienden a su fin
inmediato, y en el periodo de ejecución se presenta frecuentemente como actuación de
lo declarado en la sentencia, que constituye, por tanto, el titulo y determina los limites:
de manera que la sentencia es siempre el punto final del procedimiento de prueba y
muchas veces el punto de partida del procedimiento ejecutivo.
Aludido lo anterior se puede intentar la determinación del concepto de sentencia, que
precisamente se deriva directamente de jurisdicción y de procedimiento. La función
jurisdiccional civil, por la naturaleza misma del fin a que tiende, comprende tres diversas
funciones que dan lugar a tres diversos procedimientos. En tanto, como los obstáculos
a la satisfacción de los intereses tutelados por el derecho, que con la función
jurisdiccional se trata de eliminar, pueden depender de incertidumbre o inobservancia
de la norma a seguir en el caso concreto, es claro, que la jurisdicción civil se
desarrollara ante todo por la determinación del derecho, en el caso especial mediante la
aplicación de la norma al caso concreto, luego con la realización forzosa del interés que
la norma tutela, en el caso concreto. Esta segunda función implica además una tercera,
relacionada con ella. la realización del interés que la norma tutela puede ser
comprometida en el intervalo de tiempo necesario para la prueba y la realización, por
cambios en el estado de hecho existente. Por lo que será preciso además proveer a la
52
conservación de este estado de hecho durante el tiempo necesario para la prueba y la
realización forzosa. Por consiguiente, la función jurisdiccional se divide en tres
funciones distintas: la función de acreditar el derecho del caso concreto, mediante la
aplicación a este de las reglas generales; la función de la realización forzosa del interés
que la norma tutela; la función de conservación del estado existente, en espera del
acreditamiento y de la realización. Y en relación con estas tres diversas funciones, tres
diversos procedimientos, en los cuales se subdivide el procedimiento civil: el
procedimiento de prueba, el procedimiento de ejecución forzosa y el procedimiento de
aseguramiento o conservación.
A esta última de las tres funciones mencionadas se refiere la sentencia, que es el acto
con que tal función se realiza. Por tanto, puede decirse que sentencia: Es el acto por el
cual el Estado, por medio del órgano de la jurisdicción destinado para ello, que en este
caso seria el juez del ramo civil, aplicando la norma al caso concreto, indica aquella
norma jurídica que el derecho concede a un determinado interés.
53
CAPITULO V
La motivación de la sentencia
1. La sentencia jurisdiccional
Las sentencias se constituye en la decisión definitiva de la instancia, sin importar la
materia sobre la cual se pronuncia, así, respecto de la demanda y de las excepciones
de fondo contra las pretensiones contenidas en aquélla, o bien de la acusación penal,
formulada por el Ministerio Público para los delitos de naturaleza pública o por el
particular para los delitos privados, así como de los recursos de casación.
28
Devis Echandía, Hernando: Compendio de Derecho Procesal; T. I., 6ª. Ed., Edit. ABC., Bogotá,
Colombia, 1978, pág. 409.
54
Juez consiste en deber juzgar: Este es su ser". Esta tesis pretende ser una "verdad de
razón", fundada en la "evidencia eidética".29
2. Clases
Las sentencias pueden ser de tantas clases como los procesos, es decir, declarativas o
dispositivas; de conocimiento o ejecutivas; declarativas, de declaración constitutiva o de
condena; represivas o preventivas; singulares o colectivas; contenciosas o de
jurisdicción voluntaria.
Dos tesis se han formulado sobre la naturaleza de la sentencia: una sostiene que es un
juicio lógico y otra que es un acto de voluntad. En realidad, las dos tesis contemplan
aspectos diversos de la sentencia y lejos de excluirse se complementan.
Pero no se trata, dice Devis, de un acto de voluntad del juez, sino del Estado a través
de aquél. Él considera la sentencia como un mandato y juicio lógico del juez para la
declaración de la voluntad del Estado, contenida en la norma legal que aplica en el caso
concreto. Aunque también la Corte colombiana ha dicho que es ―un juicio, una
operación de carácter crítico, indispensable para concretar la voluntad abstracta de la
ley‖.30 Para él, el juez no crea el derecho, sino que lo declara o reconoce, de acuerdo
con los hechos de donde se origina y con la norma legal que lo regula.
Sin embargo, desde el un punto de vista metodológico, se distinguen entre dos tipos de
sentencias: sentencias declarativas y sentencias normativas. El carácter declarativo o
normativo de la sentencia está ligado a la naturaleza del problema planteado; las
sentencias declarativas corresponden a las controversias que versan sobre un
problema de clasificación, mientras que las sentencias normativas resuelven problemas
normativos.
En otras palabras, se puede decir que las sentencias declarativas son las que ponen fin
a un proceso que versa sobre un problema de clasificación; lo llamaremos proceso
declarativo. Los problemas normativos dan lugar a procesos normativos; les
corresponden las sentencias normativas.
29
Cossio, Carlos, La Plenitud del Ordenamiento Jurídico, cit. Pos., Cfr. a Alchourron, Carlos E. Y Eugenio
Bulygin, en ―Introducción a la metodología de las ciencias jurídicas y sociales; 1ª. Reimp., Edit. Astrea,
1987, pág. 209.
30
Op. cit., pág. 410.
55
Los procesos declarativos que pueden ser controvertidos o voluntarios, pueden
considerarse como preguntas dirigidas al juez de la forma "¿El caso individual
pertenece al caso genérico?" Sólo son respuestas adecuadas a tales preguntas las
afirmaciones de la forma " pertenece o no pertenece". Por lo tanto, las sentencias
declarativas contienen un enunciado de la forma "El caso individual pertenece al caso
genérico o su negación.
En los procesos normativos que son siempre controvertidos la discusión versa sobre el
status normativo de una conducta del demandado. El actor afirma que el demandado
tiene la obligación de realizar una acción (positiva o negativa) y pide que el juez le
ordene que realice esa acción. El demandado sostiene que no tiene tal obligación y
pide al juez que rechace la pretensión del actor. (En el proceso penal la situación es
similar: la acusación sostiene que el acusado ha realizado una acción calificada como
delito y pide que se le aplique la sanción correspondiente. Esta analogía nos permite
prescindir en lo sucesivo del proceso penal.)31
Las sentencias declarativas son enunciados de la forma "i pertenece a q" o "i no
pertenece a q" (donde "i" es un caso individual y un caso genérico). Estas sentencias no
contienen normas. Pero eso no quiere decir que no puedan tener efectos normativos.
Tenemos que distinguir entre dos clases de efectos normativos de una sentencia: a)
Cuando la sentencia contiene una norma (que califica una acción como obligatoria,
prohibida o permitida), diremos que tiene efectos normativos primarios. Tales efectos se
originan en la sentencia misma. b) Cuando una norma (distinta de la sentencia) enlaza
a esta última, determinadas consecuencias normativas, diremos que la sentencia tiene
efectos normativos secundarios. Los efectos secundarios no se originan en la
sentencia, la cual sólo funciona como hecho condicionante de ciertos efectos (que son
normativos en virtud de alguna otra norma).32 Ahora bien, las sentencias declarativas
suelen tener efectos secundarios, pero como no contienen normas, carecen de efectos
normativos primarios. Como ejemplos típicos' de sentencias declarativas podemos
mencionar las que homologan un concordato, declaran el divorcio, declaran la validez
31
Alchourron y Bulygin, op. cit., pág. 206.
32
Alchourron y Bulygin, op. cit. Pág. 207.
56
de un testamento o la nulidad de un contrato, la prescripción de una obligación,
etcétera.
Mientras que el contenido de las sentencias declarativas son proposiciones que
admiten (afirman) o rechazan (niegan) una de–terminada clasificación de un caso
individual, las sentencias normativas contienen normas que regulan lo que debe o
puede hacerse en el caso en cuestión. Por consiguiente, las sentencias normativas tie-
nen efectos normativos primarios, además de los secundarios.
4. Significado
La actividad procesal del juez culmina en la sentencia o fallo judicial. En la sentencia el
juez expresa su decisión con respecto a la pretensión o pretensiones planteadas.
Motivar una decisión judicial equivale a proporcionar argumentos que la sostengan.
Aparentemente por tanto, la obligación de justificar una decisión queda satisfecha
simplemente presentando una sentencia en la que se recoja una fundamentación
jurídica, un razonamiento que conduzca a la decisión tomada.
Para algunos autores, la relación que liga a los argumentos que motivan la decisión con
la decisión misma es sustancia, en el sentido de que ésta es efectivamente obtenida a
partir de esos argumentos; para otros, sin embargo, esa relación es meramente formal,
es decir, que la motivación ofrecida en la sentencia no tiene por qué ser necesariamen-
te reconstrucción o expresión del razonamiento que efectivamente ha llevado a adoptar
57
la decisión, sino, únicamente, una racionalización ex post para cumplir con la obligación
de justificar las decisiones judiciales.33
Dice el autor Ezquiaga, que si a través de un estudio en el que se pretenda analizar las
decisiones de un órgano judicial podría abordarse a partir de dos materiales distintos.
Por un lado, intentando reconstruir los procesos psicológicos que efectivamente han
conducido al juez a su decisión; y, por otro, tomando como objeto de análisis el material
decisional, es decir, los argumentos ofrecidos por el aplicador judicial en la motivación
de su decisión. Pero, en primer lugar, una investigación del primer tipo no tendría
sentido como algo autónomo de la segunda para aquéllos que aprecian una relación
sustancial entre motivación y decisión, a no ser como un medio de confirmación de sus
tesis. Y, en segundo lugar, el material psicológico es la mayoría de las veces
inaccesible y difícil de analizar. En definitiva, el estudio del razonamiento justificativo
partiendo de los argumentos ofrecidos en la sentencia puede o no coincidir con el
proceso psicológico seguido por el juez para adoptar la decisión, pero, en cualquier
caso, el decisional, además de ser el único material accesible, es el único que en estos
momentos permite un control institucional sobre la labor del juez.34
Por otro lado, la finalidad del deber constitucional de fundamentar las sentencias se ha
de referir a aspectos muy diferentes, por cuanto hay que mencionar:
La relación de vinculación del juez a la ley y al sistema de fuentes del Derecho, de
conformidad con los arts. 2 y 3 de la LOJ.
El derecho constitucional del justiciable a exigirla, que se entiende incluido en el
derecho a la tutela judicial y que, además, se relaciona con el derecho a ejercitar los
recursos que procedan y, sobre todo, con el derecho a oponerse a decisiones
arbitrarias, y el interés general de la comunidad en el conocimiento de las razones que
determinan la decisión.
Se trata, pues, de una acumulación de razones que podrían ordenarse si se tuviera en
cuenta que:
33
Sobre el particular, véase a Argumentos Interpretativos y postulados del legislador racional: Por:
Francisco Javier Ezquiaga, en el libro colectivo: "Interpretación jurídica y decisión judicial"; Edit.
Coyoacán, S.A., México, 1998, pág. 161.
34
Op. cit., pág. 162.
58
a) La exigencia de motivar debe relacionarse más con la función jurisdiccional y el
sometimiento en el ejercicio de la misma al imperio de la ley o, en otros términos, al
sistema de fuentes del Derecho establecido, aparte de que es el medio para que la
sociedad conozca cómo se ejerce por sus jueces el poder que se les ha conferido.
5. Contenido
El contenido de la motivación ha de atender a los hechos, determinando cuáles se
estiman probados, tanto con base en una norma legal de valoración (prueba tasada)
como conforme a la sana crítica, y al derecho, es decir, a las leyes, doctrina y principios
aplicables al caso. Estas exigencias pueden entenderse cumplidas teniendo en cuenta
que:
1.º) La motivación escueta o breve, si es suficientemente indicativa, no equivale a
ausencia de la misma, pues no se trata de identificar motivación con extensión de
los antecedentes de hecho y de los fundamentos de derecho, y ni siquiera es
preciso que se haga exhaustiva descripción del proceso intelectual que conduce
al juez a decidir en un determinado sentido.
59
razonamiento expresado, pues lo importante es que quede excluido el mero
voluntarismo o la arbitrariedad del juzgador.
En este sentido, habría que tener presente que no todas las motivaciones son iguales
(es decir, que no es lo mismo dar razones que dar «buenas razones», que no dar
ninguna razón) y que no son irrelevantes los argumentos ofrecidos por el órgano judicial
en la sentencia. De éstos va a depender tanto el control por parte del tribunal
jerárquicamente superior, como las expectativas ante futuras decisiones del mismo juez
ya que, de alguna forma, los argumentos ofrecidos en un caso van a vincularle para
casos sucesivos, entrando a formar parte (sobre todo si han sido formulados por el
tribunal jerárquicamente supremo de una organización judicial) tanto del discurso
jurídico–práctico como del jurídico–teórico.
60
Sobre el particular expresa el autor Vicente Fernández35, que cuando se habla de
función creadora del juez se suele incurrir en confusiones o excesos. La escuela
exegética, como una reacción contra la arbitrariedad y el despotismo, creyó eliminar
toda intromisión judicial cuando ratificaba la sentencia de Montesquieu: "El juez sólo es
la boca que pronuncia las palabras de la ley, seres inanimados que no pueden moderar
ni la fuerza ni el rigor de ella". Pero se equivocaba, como se equivocan quienes
consideran que la interpretación de la voluntad del legislador, en cuanto estricta
interpretación, nada añade a la ley y que, por el contrario, el juez la reproduce de modo
servil. No son pocas las sentencias en que lucen más las ideas del magistrado que las
del legislador, todo con la profunda convicción del primero, quien cree haber
interpretado fielmente el precepto legal. En realidad salvo raras excepciones, no existe
interpretación estricta de la ley; "Es imposible –escribe Heck– conseguir una eliminación
plena del factor individual de la valoración personal del juez. En tales casos los ideales
vitales del juez intervendrán en la decisión. También la complementación coherente y
dependiente de la norma puede considerarse como actividad creadora del derecho". Así
no existe una ciencia de la interpretación que no deja nada al subjetivismo del juez,
pues si la ley es la misma para todos, ¿por qué hay fallos diferentes y contradictorios
relativos a una ley? "Cada sentencia tiene su marca –escribe Lorenzo Carnelli– porque
ningún juzgador se despoja enteramente de sus hábitos, inclinaciones y preferencias
que gravitan sin quererlo y sin saberlo, en su decisión". Y el profesor Carlos A.
Ayarragaray dice en su separata "Con motivo del «Hecho Notorio»", de Lorenzo Car-
nelli: "El juez, vuelvo a decirlo, no es una máquina de calcular Carnelli había observado
ya que en el fondo siempre está el <yo> irreductible, que define y decide; pero un <yo>
humano, vale decir, con pasiones, sin duda nobles; con preceptos, sin duda legítimos,
depósito íntimo de cultura que forjó en el yunque de la experiencia" Ciertamente la
llamada interpretación es una función creadora, porque siendo distintas las
interpretaciones también son distintos los pensamientos. Los hechos, la historia, no son
nada si no se los interpreta. Por la interpretación el mundo de la cultura habla, y con
más claridad y fuerza en la medida que el intérprete lo estimula con su talento.
35
Cfr. Fernández, Alberto Vicente en: "Funcion Creadora Del Juez"; Edit. Abeledo–Perrot, Buenos Aires,
Argentina, 1980. Págs. 69–78.
61
7. Regulación legal.
En el ordenamiento jurídico guatemalteco, a diferencia de otras legislaciones, no es en
la Constitución Política en donde se regula la exigencia de la fundamentación y
motivación de la sentencia. Sin embargo, de acuerdo con los principios que informan el
debido proceso legal, creemos que si bien el artículo 12 constitucional no lo establece
expresamente, pero lleva implícito que debe motivarse el fallo, pues el mismo establece
que ―la defensa de la persona y sus derechos son inviolables. Nadie podrá ser
condenado, ni privado de sus derechos, sin haber sido citado, oído y vencido en
proceso legal ante juez o tribunal competente y preestablecido. Ninguna persona
puede ser juzgada por Tribunales Especiales o secretos, ni por procedimientos que no
estén preestablecidos legalmente‖, puesto que debe decirse (razonarse o motivarse) la
decisión que toma el juez o tribunal. Lo anterior ya ha sido interpretado positivamente
por la Corte de Constitucionalidad en numerosos fallos.
En cambio, la Constitución española exige que las decisiones judiciales sean motivadas
así lo establece el Art. 120 en su inciso 3º. Las sentencias serán siempre motivadas y
se pronunciarán en audiencia pública. Ello es, además, una exigencia del derecho a la
tutela judicial efectiva (art. 24.1 de la Const. española). Así lo ha resuelto el Tribunal
Constitucional en su sentencia 78/1986, donde dijo: "La tutela judicial efectiva supone
que los recurrentes han de obtener una decisión fundada en derecho, ya sea favorable
o adversa. Tal decisión fundada en derecho requiere, ante todo, que la resolución
judicial se infiera de la Ley y explique adecuadamente de qué manera esta diferencia es
aplicable al caso concreto respecto del cual se juzga. En este sentido, no es suficiente
con que el juez afirme en términos generales que el responsable de un delito también lo
es civilmente, invocando para ello el texto del art. 19 del Cód. Penal español. Por el
contrario, es preciso que la sentencia judicial contenga una determinación del daño
causado por el delito, de la misma manera que si la acción civil hubiera sido ejercida en
forma independiente de la penal siendo necesaria además una estimación razonada de
la cuantía alcanzada por dichos daños. Es obvio que el criterio del juez no tiene por qué
coincidir con la pretensión del dañado, pero sí es necesario que la eventual
discrepancia sea razonada en la sentencia. Por otra parte, es requisito impuesto por el
derecho a la tutela judicial efectiva que la sentencia determine singularmente los sujetos
62
que resulten civilmente responsables, según la reclamación efectuada por la víctima del
daño, decidiendo al tiempo sobre la extensión efectiva de la respectiva responsabilidad,
o los motivos para no hacerlo».
También en la sentencia. 55/1987 se encuentran puntos de vista que completan esta
concepción: "Es jurisprudencia reiterada de este Tribunal la de que la tutela judicial
efectiva, que reconoce y consagra el art. 24 de la Const. española, se satisface
primordialmente mediante una por sentencia de fondo que resuelva las pretensiones
controvertidas y que se encuentre jurídicamente fundada, lo que es aplicable, en línea
de principio, tanto a la primera instancia de un proceso como a la segunda cuando ésta
exista. Los términos en que se encuentra concebido el art. 24 de la Const. española
han de entenderse integrados, en este sentido, con lo que dispone el art. 120 de la
propia Const. española, que exige la motivación de las sentencias. El problema
planteado en este recurso, que hay, por consiguiente, que resolver, reside en deter-
minar cuándo puede considerarse que una sentencia se encuentra motivada
suficientemente para entender cumplido y satisfecho el derecho fundamental que la
Constitución establece. Es perfectamente claro, y ha sido reiterado en multitud de
ocasiones por este Tribunal, que la exigencia constitucional deducida de la conexión del
art. 24 y el art. 120 no significa, como es lógico, el triunfo de las pretensiones o de las
razones de quien solicita el amparo. Tampoco es precisa la interna corrección desde el
punto de vista jurídico, de la fundamentación de la sentencia, pues ello convertiría a
este Tribunal en una especial forma de casación del ajuste de la sentencia con la
legalidad, lo que está notoriamente fuera de su jurisdicción. Asimismo es cierto que la
citada conexión entre los arts. 24 y 120 no impone una especial economía en el
desarrollo de los razonamientos y que una motivación escueta y concisa, no deja, por
ello, de ser tal motivación, sin que al Tribunal, por las mismas razones antes dichas, le
sea permitido enjuiciarla".
"La exigencia de motivación de las sentencias judiciales -añade la sentencia- se
relaciona de una manera directa con el principio del Estado democrático de derecho
(art. 12 de la Const. española) y con una concepción de la legitimidad de la función
jurisdiccional, apoyada, esencialmente en el carácter vinculante que tiene para ésta la
Ley (art. 117.1 de la Const. española). Precisamente de ello se deduce la función que
63
debe cumplir la motivación de las sentencias y, consecuentemente, el criterio mediante
el cual se debe llevar a cabo la verificación de tal exigencia constitucional. La Constitu-
ción española requiere que el Juez motive sus sentencias, ante todo para permitir el
control de la actividad jurisdiccional. Los fundamentos de la sentencia se deben dirigir,
también, a lograr el convencimiento, no sólo del acusado, sino también de las otras
partes del proceso, respecto de la corrección y justicia de la decisión judicial sobre los
derechos de un ciudadano. En este sentido deben mostrar el esfuerzo del Tribunal por
lograr una aplicación del derecho vigente libre de toda arbitrariedad. Por otra parte, la
motivación de la sentencia es una exigencia sin la cual como es generalmente reconoci-
do se privaría, en la práctica, a la parte afectada por aquélla del ejercicio efectivo de los
recursos que le pueda otorgar el ordenamiento jurídico. sólo si la sentencia está
motivada es posible a los tribunales que deban entender en el trámite de algún recurso,
controlar la correcta aplicación del Derecho y al Tribunal Constitucional, en el caso del
recurso de amparo por la vía del art. 24.1 de la Const. Española, si el Tribunal de la
causa ejerció la potestad jurisdiccional 'sometido únicamente al imperio de la Ley', de la
forma en que lo establece el art. 117.1 de la Const. española. Una verificación de esta
naturaleza sólo es posible si la sentencia hace referencia a la manera en que debe
inferirse de la Ley la resolución judicial y expone las consideraciones que fundamentan
la subsunción del hecho bajo las disposiciones legales que aplica. De otra manera, la
sentencia no podría operar sobre el convencimiento de las partes ni de los ciudadanos,
ni podría permitir el control correspondiente a los tribunales que todavía pudieran
intervenir por la vía de los recursos previstos en las leyes".36
36
Tomado del libro de Bacigalupo Enrique: ―Técnica de resolución de casos penal‖; Edit. Hammurabi
S.R.L., Buenos Aires, 1990; págs. 64 a 68.
37
Para esta parte cfr. El libro de Montero Aroca, Juan y Mauro Chacón Corado: "Manual de Derecho
Procesal civil Guatemalteco"; Edit. Magna Terra, Guatemala, 1999, págs. 210 a 212.
64
8.1 Formación interna de la sentencia
La sentencia es el resultado de, por un lado, una operación intelectual y, por otro, un
acto de voluntad, y ello hasta el extremo de que sin una u otro carecería de sentido. Si
la potestad jurisdiccional emana de la soberanía popular y se confía a los jueces y
magistrados, dicho está que sus decisiones comportan siempre el ejercicio de un poder
constituido, desde el que se explican tanto el efecto de cosa juzgada de las sentencias
como el que se conviertan en título para la ejecución. Al mismo tiempo, y atendido que
la potestad jurisdiccional se ejerce siempre con sometimiento pleno al imperio de la ley
y que todos los poderes están sometidos a la Constitución y al resto del Ordenamiento
jurídico, el acto de voluntad no puede ser arbitrario, sino que ha de estar basado en una
operación intelectual vinculada a lo que la misma Constitución entiende por ejercicio de
la función.
A esa operación se está haciendo referencia cuando se habla de la formación interna
de la sentencia, por medio de la que se trata de explicar el iter del razonamiento que ha
de conducir a un juez ha tomar la decisión que es facultad suya, en cuanto que está
atribuida a su potestad jurisdiccional. La cuestión es obviamente compleja pues
requiere nada menos que exponer, en palabras de Calamandrei, ―el esqueleto lógico
del razonamiento que el juez realiza‖.
Ese camino lógico se ha venido explicando tradicionalmente como un silogismo en el
que la premisa mayor es la ley (la norma concreta), la premisa menor los hechos
probados y la conclusión el fallo o decisión del juez, pero esta explicación se ha
desechado por simplista, aunque a la misma se suele seguir haciendo referencia en
ambientes que no han asumido los adelantos de la ciencia jurídica.
65
llegara a constatarse que esa norma no existe, no sería necesario continuar con el
razonamiento pudiendo, sin más, resolverse desestimando la pretensión.
Esta situación no será común que se presente en la práctica, pero debe aquí
recordarse que el art. 80 del Código Civil dice que la promesa de matrimonio no
produce obligación de contraerlo, por lo que si la petición de la demanda era ésta no
será preciso seguir (sin perjuicio de que esta petición posiblemente debería de haber
conducido al rechazo in limine litis de la demanda). También convendría no olvidar que
en algún país se han formulado demandas pidiendo que se condenara al presidente de
la República a cumplir su programa electoral.
66
existencia de los hechos mismos, para lo cual puede estarse a dos operaciones
distintas:
1.º) Se tratara, ante todo, de constatar qué hechos no precisan de prueba para que
queden fijados para el juez en el proceso, con lo que habrá de estarse a la existencia
de hechos no controvertidos (los hechos que han sido admitidos expresamente por el
demandado) y de hechos notorios.
2.º) Deberá atenderse después a los hechos controvertidos, es decir, a los que
necesitan de prueba, lo que presupone que debe examinarse la prueba practicada y
respecto de la misma distinguir tres operaciones:
a) La interpretación de cada uno de los medios de prueba, operación que consiste en
determinar el resultado que se desprende de cada uno de ellos.
Se trata, pues, sin atender al valor probatorio, de establecer qué es lo que el testigo ha
dicho, cuál es la conclusión a la que llega el dictamen pericial, qué es lo que realmente
se dice en el documento, etc.
c) La aplicación de las normas procesales que facultan al juez para estimar tanto
existente un hecho por no haber sido negado de modo expreso por la parte sobre la
que recae la carga de su pronunciamiento, como la ficta confessio en sentido estricto.
Las operaciones relativas a los hechos que hemos referido hasta aquí deben repetirse
en este momento respecto de las excepciones perentorias opuestas por el demandado.
Para éste no podrá ni siquiera cuestionarse el juez si su petición está o no protegida por
el Ordenamiento jurídico, dado que el demandado pedirá, en todo caso, su absolución,
pero sí es perfectamente posible que, aun estimando que estos tres primeros pasos
67
han sido superados por el actor, deba de dictarse sentencia absolutoria porque haya de
estimarse una excepción perentoria opuesta por el demandado, respecto de la que lo
primero será examinar si los hechos afirmados por el mismo han de estimarse
existentes.
38
Cfr. Alvarez Gardiol, Ariel: "Manual de Introducción al Derecho"; 2ª. Edición revisada, Edit. Juris,
Argentina, 1995, pág. 213.
68
La determinación de la consecuencia jurídica, dentro lógicamente de la congruencia,
puede en ocasiones no suscitar problemas por tratarse de una especificación para el
caso concreto de la norma general, y así puede consistir en condenar al demandado a
pagar el precio de la cosa comprada que no pagó en su momento, fijando la cantidad
exacta, o en condenarlo a entregar la posesión de la cosa reivindicada.
Ahora bien, no siempre la consecuencia jurídica está completamente determinada en la
ley, sino que ésta en alguna medida debe ser especificada por el juez en atención a las
circunstancias del caso. Un supuesto claro es el del art. 1438 del Código Civil; en las
obligaciones con cláusula de indemnización si la obligación ha sido cumplida en parte,
imperfectamente o con retardo, procederá la reducción proporcional de la cantidad
indemnizatoria que fijará el juez, si las partes no se pusieren de acuerdo.
La finalidad del deber constitucional de fundamentar las sentencias se ha de referir a
aspectos muy diferentes, por cuanto hay que mencionar:
1) La relación de vinculación del juez a la ley y al sistema de fuentes del Derecho, de
conformidad con los arts. 2 y 3 de la LOJ.
2) El derecho constitucional del justiciable a exigirla, que se entiende incluido en el
derecho a la tutela judicial y que, además, se relaciona con el derecho a ejercitar los
recursos que procedan y, sobre todo, con el derecho a oponerse a decisiones
arbitrarias, y
3) El interés general de la comunidad en el conocimiento de las razones que
determinan la decisión.
Se trata, pues, de una acumulación de razones que podrían ordenarse si se tuviera en
cuenta que:
69
razones por las que su pretensión u oposición ha sido estimada o desestimada y, al
mismo tiempo, le posibilita el control por la vía de los recursos.
9. Redacción
La Ley del Organismo Judicial -LOJ- (Dto. 2-89 del Congreso), es la que regula los
requisitos que deben observar los jueces y magistrados para dictar sentencia en
materia no penal (civil, mercantil, familia, contencioso-administrativo, etc.), desde la
primera instancia hasta casación, en los artículos 147 a 149.
Partiendo de la necesidad de motivar las sentencias se explica el contenido del art. 147
de la LOJ, pues una parte del mismo atiende a esa motivación. El artículo establece los
requisitos que la sentencia debe cumplir, la forma de la redacción, y debe de integrarse
con el art. 143, en el que se establecen los requisitos generales de todas las
resoluciones.
a) Encabezamiento
Todas las resoluciones han de iniciarse haciendo mención del grado y número y clase
del Juzgado, del lugar en que se dictan y de la fecha (art. 143).
70
interpuestas. Se trata aparentemente de dejar constancia en la sentencia de lo que las
partes adujeron.
2.º) Mucho más interés tiene la mención de ―los hechos que se hubieren sujetado a
prueba‖, pues la misma debe entenderse en el sentido de que se ha de distinguir entre
hechos que no han resultado controvertidos (que son los admitidos por las dos partes) y
hechos controvertidos (sobre los que existe controversia entre las partes).
3.º) De los hechos controvertidos debe hacerse luego mención de ―cuales de los hechos
sujetos a discusión se estiman probados‖, lo que puede hacerse, bien por medio de la
aplicación de las reglas legales sobre prueba, bien mediante aplicación de la sana
crítica.
4.º) Se expondrán, por fin, las doctrinas fundamentales de derecho y principios que
sean aplicables al caso y se analizarán las leyes en que se apoyen los razonamientos
en que descansa la sentencia.
a) Parte resolutiva o fallo
Por último la sentencia contendrá las decisiones expresas y precisas, congruentes con
el objeto del proceso. Aunque esta parte requiere tratamiento más detallado.
b) Firmas
Tratándose de la sentencia de primera instancia, debe contener también la firma
completa del juez, y la del secretario que autoriza la resolución.
71
b) Decisiones precisas: Puede concebirse como un aspecto del anterior requisito, pero
por sí mismo significa la posibilidad, tratándose de sentencias de condena, de que se
pueda pasar directamente a la ejecución sin necesidad de operaciones intermedias (lo
cual tiene la única excepción de las sentencias ilíquidas del art. 150 de la misma LOJ).
72
CAPITULO VI
Artículo 212. Forma y contenido de los decretos y autos dictados fuera de audiencia.
Toda resolución judicial dictada fuera de audiencia llevará necesariamente el nombre
del tribunal que la dicte, el número de identificación del proceso, los nombres de las
partes, el lugar y fecha en que se pronuncia, su contenido, la firma del juez o de los
magistrados, en su caso, y del secretario. La resolución judicial que rechace una
petición deberá razonarse y expresar el fundamento legal, bajo pena de nulidad.
73
d) Las doctrinas fundamentales de derecho y principios que sean aplicables al caso, y
se analizarán las leyes en que se apoyen los razonamientos en que descanse la
sentencia; y,
e) La parte resolutiva, que contendrá decisiones expresas y precisas, congruentes con
el objeto del proceso, y se pronunciará sobre la condena en costas. En los juicios que
se reclame suma determinada de dinero no existe vicio de incongruencia si la sentencia
otorga un monto menor de lo pedido.
213.3 Los autos se ajustarán, en lo posible, a lo establecido para la sentencia y deberán
ser siempre fundados en ley.
Como puede evidenciarse que en los autos y sentencias se exige que las mismas
deben contener razonamientos fundados en que descansa la resolución, lo cual
equivale a motivar el porque se emite la resolución correspondiente, lo cual es acertado
porque a través de dichas argumentaciones se evita la arbitrariedad, lo cual es propio
de un Estado democrático de Derecho respetuoso de los derechos y garantías
inherentes a todo ser humano.
2. Argentina
La exigencia de una motivación suficiente de las sentencias proviene de la legislación
constitucional, incluyendo los pactos internacionales suscritos por cada nación. Así, el
artículo 17 de la Constitución Nacional Argentina establece que la propiedad es
inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de
sentencia fundada en ley. El artículo 18, ordena que ningún habitante de la Nación
puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, y
dentro del artículo 33 se ha incluido el debido proceso como garantía constitucional no
enunciada.
74
sentencias que pronuncien los jueces y tribunales letrados serán fundadas en el texto
expreso de la ley.
La Constitución de la Provincia de Córdoba establece: Los magistrados deben resolver
las causas... con fundamentación lógica y legal. Es decir que ―... parece haber
suficientes elementos de juicio como para permitir aseverar que las sentencias argenti-
nas, sea en juicios penales, de derecho de propiedad o de prestación de servicios
personales, deben fundarse en ley, es decir, que deben mencionar el derecho positivo
en el cual se apoyan. Y tal pauta se extiende, por natural analogía, a las que versen
sobre cualquier ámbito del mundo jurídico‖39
39
Sagüés, Néstor Pedro. ―Derecho procesal constitucional…”, Tomo 2, Pág. 236.
75
A pesar de esa exigencia de fundar las sentencias, se han creado juicios por jurados
que establecen reglas para sentenciar diferentes, cediendo el principio de
fundamentación en virtud de ellas. El jurado tiene facultades de fallar de acuerdo a su
libre convicción y el legislador no le proporciona regla ninguna para que aquél evalúe
las pruebas aportadas, dejando que juzgue en la forma que le indique su conciencia.
Ello implica que, aun cuando se está dentro de este sistema romano-germano, la
legislación autoriza, en determinados casos, a sentenciar sin necesidad de expresar
dicha fundamentación.
Además, hay otros supuestos: como por ejemplo en un divorcio por mutuo
consentimiento (art. 236 Código Civil) las partes exponen ante el juez las razones que
justifican su pretensión y 'la sentencia se limitará a expresar que dichos motivos hacen
moralmente imposible la vida en común, evitando indicar cuáles son los hechos
aducidos' (de todos modos, no hay aquí eximición de fundamentación normativa). Al
respecto, que en tal hipótesis la exención del deber de motivación se compadece con la
índole del proceso, que tiende a disminuir la controversia entre las partes y
salvaguardar el decoro conyugal. En conclusión, la doctrina de la obligatoriedad de la
fundamentación de las sentencias es hoy un principio general, que esporádicamente
registra dispensas o excepciones.
Salvo esas excepciones, y como está dicho, en argentina el sistema del corpus juris, la
motivación de las resoluciones judiciales es una exigencia de la legislación
constitucional.
3. Common Law
Según el sistema dentro del cual se encuentre el juzgador, tendrá necesidad o no de
motivar la sentencia. En el aspecto jurídico se encuentran sistemas como el anglosajón
(del Common Law), sistemas romanistas (del Corpus Juris) y algunos países que
imponen sistemas intermedios o mixtos.
76
En cuanto al sistema intermedio, existen algunos países que lo han adoptado entre los
que destacan: Israel, Quebec, Filipinas y Puerto Rico, quienes mezclan matices del
Common law y del derecho continental.
En los primeros se va del principio normativo al caso particular. En el Common law, del
caso particular resuelto se infiere el principio normativo aplicable a los casos
posteriores. La esencia del case law, su espíritu, es la vida jurídica misma en su
realidad actual.
El hecho de que el juzgador sea distinto del legislador, afirmación que provocó los
primeros esbozos de doctrina y según la cual el juez era un mero descubridor de la que
77
ya -aunque fuera potencialmente- existía con anterioridad a la sentencia, ha sido
arrasado totalmente de las modernas concepciones realistas o sociológicas del derecho
según las cuales el juez es creador de la sentencia judicial y creador, por lo tanto, de
formas de normación jurídica.
Analizada así las diferencias esenciales entre los dos principales sistemas, es menester
adentrarse en el sistema anglosajón.
La doctrina del Common law consiste, dice el autor citado, en aplicar la razón a la
experiencia, partiendo del supuesto de que la experiencia suministra el fundamento
más satisfactorio para los standards de acción y principios de decisión.
78
derecho español, que rigió hasta comienzos del siglo XVIII en que se aplicó el derecho
francés hasta la cesión del Estado por Francia a los Estados Unidos en 1803. Sin
embargo, el Código de 1808, elaborado por una comisión codificadora designada por el
Gobierno Federal para someterlo a la decisión de los pobladores locales, fue de
influencia netamente francesa.
Todo esto crea la gran dificultad de que en Estados Unidos no se aplica solamente un
derecho, sino tantos derechos como Estados tiene la Unión, y si bien todos esos
derechos están vinculados por una misma raíz genética, cual es el Common law inglés,
mantienen su estricta autonomía, que es frente de no pocas dificultades.
Además, en el Common law, la ―piedra angular es el juicio por jurados, 'cuyo origen se
pierde en la noche de la antigüedad‖41, siendo utilizado tanto en el fuero penal como en
el civil. Este juicio se atiene a la regla de la oralidad y el jurado (formado por ciudadanos
comunes) debe expedirse respecto a la culpabilidad o inocencia, sin que exista norma
alguna que le exija fundamentación.
40
Álvarez Gardiol, Ariel. op. cit., Pág. 164 a 172.
41
Gaviola, Carlos A. ―El poder de la Suprema Corte de los Estados Unidos.‖ Tipográfica Editora
Argentina, Bs. As., 1965, Pág. 9.
79
unanimidad de votos; de lo contrario, y vencido el plazo para expedirse sin que ello
acontezca, se deberá realizar un nuevo juicio. Por ello, se ha sostenido
tradicionalmente que en este sistema las sentencias no deben ser motivadas.
En consecuencia, se debe concluir que, por la modalidad del juicio y la tradición jurídica
del sistema anglosajón, las sentencias no tienen obligación de ser motivadas.
4 Costa Rica
En dicho país centroamericano lo relativo a las resoluciones está plasmado en el
capitulo IV sección primera referida a las providencias, autos y sentencias 42, de la
siguiente forma:
Artículo 153.- Requisitos y denominación. Las resoluciones de los tribunales deben ser
claras, precisas y congruentes; deberán expresar el tribunal que las dicta, el lugar, la
hora, el día, el mes y el año en el que se dicten, y se denominarán:
a) Providencias, cuando sean de mero trámite.
b) Autos, cuando contengan un juicio valorativo o criterio del juez.
c) Sentencias, cuando decidan definitivamente las cuestiones debatidas mediante
pronunciamiento sobre la pretensión formulada en la demanda.
d) Autos con carácter de sentencia, cuando decidan sobre excepciones o pretensiones
incidentales que pongan término al proceso.
42
Gerardo Parajeles Vindas. ―Colección Códigos de Costa Rica”, Código Procesal Civil con anotaciones
sobre acciones de inconstitucionalidad y espacios para anotaciones en cada artículo, Editorial
Investigaciones Jurídicos, año 2007. Pág. 65.
80
Artículo 155.- Requisitos de las sentencias. Las sentencias deberán resolver todos y
cada uno de los puntos que hayan sido objeto del debate, con la debida separación del
pronunciamiento correspondiente a cada uno de ellos, cuando hubiere varios. No
podrán comprender otras cuestiones que las demandadas, ni conceder más de lo que
se hubiere pedido. Se formularán con los siguientes requisitos:
a) Los nombres y calidades de las partes y sus apoderados, y el carácter con que
litiguen.
b) En párrafos separados y debidamente numerados que comenzarán con la palabra
“resultando”, se consignará con claridad un resumen de las pretensiones y de la
respuesta del demandado.
En el último “resultando” se expresará si se han observado las prescripciones
legales en la substanciación del proceso, con indicación, en su caso, de los defectos
u omisiones que se hubieren cometido, y si la sentencia se dicta dentro del plazo
legal.
Las sentencias de segunda instancia deberán contener un extracto lacónico y
preciso de las sentencias anteriores.
c) También en párrafos separados y debidamente numerados que comenzarán con la
palabra “considerando”, se hará:
Un análisis de los defectos u omisiones procesales que merezcan corrección,
con expresión de la doctrina y los fundamentos legales correspondientes.
Un análisis sobre incidentes relativos a documentos cuya resolución deba
hacerse en el fallo.
Un análisis sobre la confesión de rebeldía, cuando la parte no compareció a
rendirla dentro del proceso.
Una declaración concreta de los hechos que el tribunal tiene por probados,
con cita de los elementos de prueba que los demuestren y de los folios
respectivos del expediente
Cuando los hubiere, una indicación de los hechos alegados por las partes,
de influencia en la decisión del proceso, que el tribunal considere probados,
con expresión de las razones que tenga para estimarlos faltos de prueba.
81
Un análisis de las cuestiones de fondo fijadas por las partes, de las
excepciones opuestas y de lo relativo a costas, con las razones y citas de
doctrina y leyes que se consideren aplicables.
d) La parte dispositiva, que comenzará con las palabras “por tanto”, en la que se
pronunciará el fallo, en lo que fuere posible, en el siguiente orden:
a) Correcciones de defectos u omisiones de procedimiento.
b) Incidentes relativos a documentos.
c) Confesión en rebeldía.
d) Excepciones.
e) Demanda y contrademanda, y en caso de que se acceda a todas o a algunas de
las pretensiones de las partes, se hará indicación expresa de lo que se declare
procedente.
f) Costas.
Queda prohibido declarar procedentes uno o varios extremos, refiriéndolos únicamente
a lo dicho en alguno o algunos de los considerandos, y en las de segunda instancia
resolver tan solo con remisión a las consideraciones de las de primera instancia, pues
el superior debe dar también las razones correspondientes.
5. España
La motivación es calificada como un proceso lógico, y es un instrumento que sirve de
enlace para demostrar que unos hechos inicialmente presuntos han sido realmente
realizados y que conllevan la solución del caso y también como garantía del justiciable
de que la decisión tomada no lo ha sido de manera arbitraria encuentran respaldo en
diferentes disposiciones de dicho ordenamiento jurídico.
Inicialmente cuando se establece que todas las personas tienen derecho a obtener la
tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses
legítimos sin que en ningún caso pueda producirse indefensión, también en el apartado
2º cuando establece que todos tienen derecho ...a un proceso público sin dilaciones
indebidas y con todas las garantías; pero es sobre todo y de manera más clara y
82
evidente el artículo 120 en su apartado 3º quien protege la motivación, cuando afirma
que las sentencias serán siempre motivadas y se pronunciarán en audiencia pública.
Asimismo el apartado tercero del artículo 11 de la misma ley también establece que los
Jueces y Tribunales de conformidad con el principio de tutela judicial efectiva deberán
resolver siempre sobre las pretensiones que se formulen y sólo podrán desestimarlas
por motivos formales, cuando el defecto fuese insubsanable o no se subsanare por el
procedimiento establecido en las leyes.
83
motivados y contendrán, en párrafos separados y numerados, los antecedentes de
hecho y los fundamentos de derecho en los que se base la subsiguiente parte
dispositiva o fallo.
El artículo 245 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, establece que se denominarán
sentencias las resoluciones judiciales, que decidan definitivamente el pleito o causa, en
cualquier instancia o recurso, o cuando según las leyes procesales deban revestir esta
forma. La sentencia constituye un acto trascendental del proceso, pues éste en su
conjunto, cobra sentido, en función de este momento final. Es la culminación del juicio o
silogismo jurídico que comienza con la demanda. El trabajo del Juez al sentenciar
consiste en resumir todos los elementos del proceso (motivación) y sentar la conclusión
jurídica (fallo). La sentencia es un silogismo o juicio lógico dentro del cual la norma
constituye la premisa mayor, los hechos del caso la premisa menor y el fallo la
conclusión.
La sentencia exige una forma determinada, es decir de un cierto formalismo. La forma
viene determinada en el artículo 372 de la Ley de Enjuiciamiento Civil y también ha
incidido en su regulación la Ley Orgánica del Poder Judicial al suprimir de la motivación
la necesidad de los resultandos y considerandos (Art.248.3)
84
Encabezamiento
Motivación (constituida por los antecedentes de hecho y fundamentos o
razonamientos jurídicos).
Fallo
El encabezamiento es la parte inicial de la sentencia donde se consignan los datos que
la individualizan en relación con un proceso determinado (lugar en que se dicta, la
fecha, el nombre del Juez o Magistrados, nombres, domicilios y profesión de los
litigantes, nombres de sus Abogados y objeto del pleito).
Respecto a la motivación es el auténtico núcleo duro de la sentencia y se divide en dos
partes:
Antecedentes de hecho
Fundamentos de Derecho
En los antecedentes de hecho debe consignarse y con la concisión máxima posible las
pretensiones de las partes y los hechos en que las funden que hubieran sido alegados
oportunamente y que estén enlazados con las cuestiones que hayan de resolverse. En
la práctica los hechos se exponen resumidamente en la demanda y en la contestación
así como las peticiones de una y otra parte. También debe recogerse en estos
resultandos un resumen de la prueba practicada de una forma objetiva expresando el
resultado arrojado por cada medio de prueba, pero sin adelantar todavía ninguna
conclusión valorativa. En el último resultando se consignará si se han observado las
prescripciones legales en la sustanciación del juicio, expresándose en su caso los
defectos u omisiones que se hubiesen cometido. La ley pretende con esto que se
realice por el Juez un autocontrol de las reglas procedimentales.
Por lo que respecta a los fundamentos de Derecho y según el artículo 372 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, después de los resultandos la sentencia debe apreciar los puntos
de Derecho fijado por las partes, dando las razones y fundamentos legales que se
estimen procedentes para el fallo que haya de dictarse y citando las leyes o doctrinas
que se consideren aplicables al caso. En el caso de que se hubieran cometido fallos en
la sustanciación del juicio que merezcan una corrección deben apreciarse al final de los
fundamentos jurídicos. Los fundamentos de derecho son la verdadera motivación de las
85
sentencias civiles y donde verdaderamente se recoge la doctrina legal aplicada por los
Jueces y Tribunales. Aquí es donde el Juez debe sentar los hechos que estima
probados según los resultados de las pruebas y utilizando para ello las reglas jurídicas
pertinentes. Sobre estos hechos jurídicos establecidos es sobre los que se debe aplicar
la norma jurídica que estime aplicable.
43
Ruiz Lancina, María José. ―Ensayo sobre la motivación de las sentencias en la nueva ley de
enjuiciamiento civil”. Origen noticias jurídicas. S.E. España. Diciembre 2002. Pág. 7.
86
pretensiones válidamente deducidas en juicio, no se infringe el artículo 24.1
Constitución española, aunque no se haya pronunciado el Tribunal sobre todas las
alegaciones concretas no sustanciales.
87
5.2 Línea jurisprudencial del Tribunal Supremo44
El Tribunal Supremo en aplicación del artículo 359 de la Ley de Enjuiciamiento Civil de
1.881 hace referencia al principio de congruencia de las sentencias para ello es preciso
confrontar su parte dispositiva con el objeto del proceso, limitado por sus elementos
subjetivos (partes) y objetivos de manera que la adecuación debe entenderse tanto a la
petición como a los hechos esenciales que la fundamentan.
También es digna de mención la regla "iura novit curia" por la que los tribunales no
tienen la obligación de ajustar sus razonamientos jurídicos que les sirven para motivar
sus fallos a las normas aducidas por las partes por lo que pueden basar sus decisiones
en fundamentos jurídicos distintos siempre que no se altere la acción ejercitada.
44
Ruiz Lancina, María José. op. cit. Pág. 8.
88
6. México
En el sistema jurídico mexicano, la motivación y fundamentación de los actos no es
exclusiva de los órganos judiciales, si no que se extiende a toda autoridad. Es así como
la ley suprema preceptúa que: ―Nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad
competente que funde y motive la causa legal del procedimiento‖45 consagrando así el
derecho de todo gobernado a que cualquier acto de autoridad, además de emanar de
una autoridad competente, entrañe la obligación para ésta, de motivar y fundamentar
sus resoluciones, lo que debe ser entendido en el sentido de que la propia autoridad
está obligada a expresar los preceptos o principios jurídicos en los que se funde su
actuación y los motivos o razonamientos que lleven a la autoridad a aplicar ese principio
jurídico al caso concreto.
7. Nicaragua
El Código de Procedimiento Civil de la República de Nicaragua47, en su artículo 424
establece: Las sentencias deben ser claras, precisas y congruentes con la demanda y
con las demás pretensiones deducidas oportunamente en el juicio, haciendo las
declaraciones que ésta exija, condenando o absolviendo al demandado y decidiendo
todos los puntos litigiosos que hayan sido objeto del debate. Cuando éstos hubieren
sido varios, se hará con la debida separación el pronunciamiento correspondiente a
cada uno de ellos.
45
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Artículo 16.
46
Gómez Lara, Cipriano. ―Teoría General del Proceso”. Décima edición. Oxford. México 1973. Pág. 332.
47
Código de Procedimiento Civil de la República de Nicaragua, Nicaragua, Editorial Bitecsa, Edición
2006, pág. 62.
89
El artículo 434 establece: La fórmula de los autos, decretos, providencias ó proveídos
se limitará a la determinación del juez o tribunal sin más fundamentos ni adiciones que
la fecha en que se acuerden, y serán firmados por el Juez o Presidente de la Sala o
Tribunal y autorizados por el secretario respectivo. También puede cualquier
magistrado ser comisionado de palabra por el Presidente para dictarlos y autorizarlos.
90
Además en los requisitos de la sentencia no se exige de manera contundente que las
mismas deben ser argumentadas si bien exige las consideraciones de hecho y de
derecho, pero el cumplimiento de la misma en ningún momento sustituye a la
motivación, lo cual no es correcto en Estados Democráticos de Derecho respetuosos
del debido proceso.
8. Perú
Esta obligación y derecho ha sido reconocido en el ordenamiento jurídico peruano,
concretamente en el artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política que establece
Artículo 139°.— Son principios y derechos de la función jurisdiccional: La motivación
escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos, con
mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos en los que se sustentan; por
lo cual como se evidencia ha sido considerado como un derecho y principio de la
Función Jurisdiccional.
Así como en los artículos 50 inciso 6 establece Art. 50°.- Deberes- Son deberes de los
jueces en el proceso: Fundamentar los autos y sentencias bajo sanción de nulidad,
respetando los principios de jerarquía de normas y de congruencia.
Art. 121°.— Decretos, autos y sentencias.— Mediante los autos el Juez resuelve la
admisibilidad o el rechazo de la demanda, o de la reconvención, el saneamiento,
interrupción, conclusión y las formas de conclusión especial del proceso, el concesorio
o denegatorio de los medios impugnatorios, la admisión, improcedencia o modificación
de medidas cautelares y las demás decisiones que requieran motivación para su
pronunciamiento. Mediante la sentencia el juez pone fin a la instancia o al proceso en
definitiva, pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada sobre la cuestión
controvertida declarando el derecho de las partes o excepcionalmente sobre la validez
de la relación procesal.
91
de derecho que sustentan la decisión, la que sujeta al mérito de lo actuado y al
derecho. La resolución que no cumpliera con los requisitos antes señalados será nula,
salvo los decreto que no requerirán (...)‖ Todas estas ultimas normas están reguladas
del Código Procesal Civil peruano, que lo regulan como un deber de los jueces, así
como un requisito de validez de las resoluciones judiciales.
48
El Tribunal Constitucional peruano, por ejemplo, se ha pronunciado de la siguiente manera en un
proceso de amparo que fue materia de su conocimiento vía recurso extraordinario:
Que, se ha vulnerado el derecho de defensa y al debido proceso en virtud que no ha podido establecerse
la causa justa debidamente comprobada que amerita su separación del servicio diplomático y que el cese
del accionante carece de motivación y razonabilidad y, por ende, agravia los derechos constitucionales,
invocados (refiriéndose al debido proceso y al deber de motivación) que debe tenerse en cuenta.
Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 1 de septiembre de 1997, Exp. No, 731-96-AA/TC) Lima,
Tomado de Jurisprudencia del Tribunal Constitucional. T. (11, Periodo 97-98, Ed. Gaceta Jurídica. Lima, l
999, Págs., 228-229,
49
La Corte Suprema del Perú, se ha pronunciado expresamente en el sentido que la verificación de la
corrección en el razonamiento lógico empleado por el juzgador para resolver un caso concreto, también
llamado control de logicidad, es una de sus atribuciones en materia casatoria, Textualmente ha señalado:
Sexto,- Que, mediante el control de logicidad se examina el razonamiento que realizaron los jueces
inferiores para conocer si fue formalmente correcto desde el punto de vista lógico, de ello se deriva que,
no sólo la sentencia tiene que ser fundada sino que debe ser, en primer lugar, bien fundada, formal y
lógicamente, esto es, que se muestre el itinerario del razonamiento para que se pueda controlar (por las
partes y por el juez superior) si éste (el razonamiento) ha sido correcto y ha observado las leyes del
pensar (.,,)
CAS. No, 3 l 07-99- LA LIBERTAD, Resolución de fecha 22 de junio de 20()(), Publicada en El Peruano el
1 de septiembre de 2000.
92
de administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley, pero también
con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa de los
justiciables.50
Por otro lado, la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de esa República ha
declarado textualmente lo siguiente:
Tercero.- Que, conforme a lo establecido en el inciso cuarto del artículo ciento veintidós
del Código Procesal Civil, toda resolución debe contener la expresión clara y precisa de
lo que se decide u ordena, respecto de todos los puntos controvertidos; Cuarto.- Que,
dicho mandato guarda consonancia con la exigencia constitucional de la motivación,
entendiéndose que ésta constituye un elemento eminentemente intelectual, que
expresa el análisis crítico y valorativo llevado a cabo por el juzgador, expresado
conforme a las reglas de la logicidad y comprende tanto el razonamiento de hecho
como el de derecho en los cuales el juzgador apoya su decisión51.
9. Uruguay
En el país suramericano lo relativo a la misma está regulado en el capitulo V referido a
las resoluciones Judiciales, sección I forma y contenido,52 establece:
Artículo 197. Forma de la sentencia: El tribunal estudiará por si mismo los procesos,
dictará personalmente la sentencia y la suscribirá. Cuando se pronuncie en audiencia
se insertará en el acta respectiva. La sentencia contendrá la fecha y la identificación de
los autos, con mención de las partes intervinientes y demás elementos que surjan de la
carátula del expediente.
50
Sentencia del Tribunal Constitucional. Expediente No, 1230-2002-HC/TC-Lima,
51
Casación No.- 1102-00- Lambayeque. Ejecución de Garantías 18-07-2000. Publicada en El Peruano el
30 de octubre de 2000.
52
Colección Códigos de la República Oriental del Uruguay, Código General del Proceso, Edición a cargo
de Emma Stipanicic, agosto 2003, pág. 55.
93
Le seguirá la exposición de las razones jurídicas en cuyo mérito se aplica el derecho y
se concluirá con la parte dispositiva, que se redactará en términos imperativos.
10. Venezuela
En dicho territorio lo relativo a la sentencia está regulado en el titulo V con el epígrafe
de la terminación del proceso en el capitulo I referido a la sentencia53, establece:
Que las mismas se pronuncian en nombre de la República de Venezuela, y por
autoridad de la ley, conforme el artículo 242 del Código de Procedimiento Civil. Además
en dicho Código se plasma el contenido de la sentencia, requisitos de forma y es así
como el artículo 243, establece que toda sentencia debe contener:
1º. La indicación del Tribunal que la pronuncia.
2º. La indicación de las partes y de sus apoderados.
3º. Una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha quedado planteada
la controversia, sin transcribir en ella los actos del proceso que constan en autos.
4º. Los motivos de hecho y de derecho de la decisión.
5º. Decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y a las
excepciones o defensas opuestas, sin que en ningún caso pueda absolverse de la
instancia.
6º. La determinación de la cosa u objeto sobre que recaiga la decisión.
53
Yury Naranjo C. ―Código de Procedimiento Civil titulado, acotado y esquematizado‖. Ediciones librería
Destino. Caracas- Venezuela. Pág. 100.
94
modo contradictoria, que no pueda ejecutarse o no aparezca que sea lo decidido; y
cuando sea condicional, o contenga ultrapetita.
95
CAPITULO VII
54
Calamandrei, Piero. ―Casación Civil Ediciones Jurídicas Europa-América.‖ Buenos Aires. 1959, Pág.
107.
96
Por lo anterior y como preliminarmente ha sido afirmado se puede sostener que el
grado mínimo para que una motivación sea correcta, desde la perspectiva de la lógica
formal, implica el respeto a los principios lógicos clásicos como son el de identidad o
congruencia, no contradicción, tercero excluido y razón suficiente. Contrario sensu, una
decisión que no cumple con este requisito de validez, es decir, que presenta lo que en
doctrina se denomina unánimemente como errores in cogitando, podrá ser declarada
nula, con la consecuente necesidad de que dicho acto procesal vuelva a ser emitido.
En términos prácticos y precisos se puede advertir y analizar que los defectos más
comunes en el razonamiento lógico, que han sido clasificados por la doctrina y que
concuerdan con la realidad nacional, son los que a continuación se desarrollarán:
1. Falta de motivación
Como señala Raúl Eduardo Fernández, ―este supuesto se refiere a aquellos casos en
los cuales la motivación de la resolución está totalmente ausente.‖55 Además De la Rua
agrega: ―Es la ausencia de una exposición de los motivos que justifiquen la convicción
del juez, en cuanto al hecho y las razones jurídicas que determinan la aplicación de una
norma a ese hecho, comprendiendo todas las cuestiones sometidas a decisión.‖56
55
Fernández, Raúl E. ―Los Errores In Cogitando en la Naturaleza del Razonamiento Judicial.‖ Ed.
Alveroni. Córdoba. 1993. Págs. 115 y ss.
56
De la Rua, Fernando. ―La casación penal‖. Ediciones de Palma, Buenos Aires, Argentina, 2000. Pág.
112.
97
hecho‖ ―El juez en la sentencia que termina el proceso que ante él se tramita, debe
condenar a la parte vencida al reembolso de las costas a favor de la otra parte.‖
Algunos operadores de justicia son del criterio que, en estos casos, se esta frente a
pretensiones accesorias legales, por lo que la decisión que se emita sobre ellas, no se
necesitará motivación alguna.
Por lo indicado, resulta clara la necesidad de motivación respecto de por qué se ordena
el pago de las costas o por qué se ha procedido a su exoneración, así como cuáles son
los aspectos que debe contener y por qué, ya que la sola invocación a la frase condena
de costas o asumiendo cada parte sus costas del proceso, no permite, en lo absoluto,
conocer cuál es la motivación que hubo detrás de esa declaración; situación que se
agrava particularmente cuando la sentencia declara fundada en parte la demanda,
supuesto en el cual no se puede afirmar que existe claramente una parte vencedora y
otra vencida, lo que constituye precisamente el sustento de tal condena.
98
parte vencida‖57 como puede evidenciarse no se indica los motivos por los cuales se
condena, lo cual conlleva a la arbitrariedad.
2. Motivación aparente
En este caso, se vulnera el principio lógico de razón suficiente, aún cuando se hace de
la manera más sutil, toda vez que lo argumentado no es, ni puede ser, el sustento real
de la decisión adoptada. La misma es una fachada para cumplir con la formalidad y
pretender sostener que la decisión tiene motivación; sin embargo, de la lectura y
análisis de la misma se puede advertir que ésta, en ningún caso, constituye la razón de
lo resuelto.
Raúl Fernández en este sentido afirma que: ―El grupo de decisiones que corresponden
con esta parte de la clasificación son verdaderamente peligrosas pues se presentan
como actos jurisdiccionales a prima facie fundados, pero que si no nos detenemos en lo
que es la caparazón de los mismos, sino que procuramos adentrarnos en la
racionalidad y razonabilidad de la fundamentación descubriremos que en verdad no
tienen fundamento.‖58
Así por ejemplo de los casos mas frecuentes de estos errores in cogitando, son:
Cuando se ordena el pago de una indemnización por daño a la persona, porque el ser
humano es el fin supremo de la sociedad.
Evidentemente esta afirmación no reviste el mayor análisis. Que el ser humano sea el
fin supremo de la sociedad, no implica que siempre deba ordenarse el pago de una
indemnización por daño a la persona, pues para ello deberá demostrarse
necesariamente la existencia de un daño cierto que vulnere, por ejemplo, el proyecto de
vida del demandante, por una causa además imputable al demandado. Esta no sería
más que una elucubración retórica más no el sustento de ninguna decisión menos aún
de la que pretende ordenar el pago de una suma de dinero a favor de una de las partes.
57
Juzgado de Primera Instancia de Trabajo y Previsión Social y de Familia de Totonicapán, expediente
89-2007, oficial quinto. Sentencia de fecha 6-6-2007. Pág. 4.
58
Fernández, Raúl E. op. cit. Pág. 117.
99
Cuando se ampara una pretensión bajo el argumento de que basta con leer el dictamen
pericial que obra en autos, así como valorar de manera conjunta los medios probatorios
admitidos en autos, de conformidad con lo establecido en el artículo 127 del Código
Procesal Civil y Mercantil, para determinar que la pretensión demandada debe ser
declarada fundada.
En este caso estaremos frente a una resolución con una motivación aparente por
remisión. En efecto, es imprescindible tener en cuenta que en el sistema procesal civil
guatemalteco en materia impugnatoria, es muy escueta pero debe hacerse de esa
forma como un deber del recurrente expresar los vicios o errores que considera que
afectan la resolución cuestionada, así como la precisión del agravio que dicha decisión
le causa. Ya que esta exigencia tiene un doble propósito: i) por un lado, restringir las
posibilidades de solicitar una nueva revisión de un acto procesal sólo a quienes se
sienten agraviados y estén en aptitud de demostrar la existencia de vicios en el mismo;
y ii) por otro lado, delimita el ámbito de competencia del órgano jurisdiccional que actúa
en grado, es decir que revisa la decisión impugnada. En consecuencia, lo que
corresponde al órgano revisor es pronunciarse respecto del sustento (vicio o error y
agravio) invocado en el recurso de apelación.
Desafortunadamente muchas resoluciones emitidas por los órganos jurisdiccionales
han sido sostenidamente erróneas, pues se ha considerado que la sola invocación del
mandato legal contenido en la norma bajo análisis, legitima la motivación efectuada
volviéndola válida y correcta.
100
Evidentemente la sola invocación de una norma positiva, no permite al justiciable
conocer la corrección del razonamiento seguido por el juzgador para emitir su decisión,
en este caso en grado, menos aún, podrá conocer a ciencia cierta si analizó los vicios
denunciados en la apelación interpuesta, ya que la sola expresión por sus fundamentos,
confirmamos, no le permite, en modo alguno, saber por qué no le mereció mérito el
sustento de su recurso.
Como se puede apreciar, a primera vista podía sostenerse que la sentencia parecería
fundada, pero al tratar de verificar su contenido y contrastarlo con lo resuelto,
apreciamos que el sustento dado, no es tal, pues no puede ser considerado la razón de
lo decidido.
101
requiere de pruebas suficientes porque la ley no requiere de pruebas suficientes al
momento de construir una sentencia.
3. Motivación defectuosa
Se presenta en aquellos casos en los que formal o externamente existe un texto
redactado que pretende hacer las veces de motivación; sin embargo si se procede a
una lectura mínimamente cuidadosa es posible advertir que tal motivación es
intrínsecamente incorrecta, en tanto afecta los principios lógicos de identidad o
congruencia, no contradicción o de tercero excluido.
102
resolución cuya revisión se solicita, lo que a su vez delimita la competencia del órgano
revisor en cuanto a los términos de su pronunciamiento, si el recurrente impugna una
resolución, sea auto o sentencia, invocando la existencia de determinados vicios,
corresponde que el A-quem se pronuncie respecto de todos ellos, y no respecto de sólo
algunos de ellos ni mucho menos sobre otros no invocados; en caso contrario, se
presentaría un vicio en la motivación que afectaría el principio de congruencia, el mismo
que incluso podría dar lugar a la declaración de nulidad de la resolución si este error en
el sustento de la decisión hubiese sido precisamente la razón de lo decidido.
c- Cuando la parte resolutiva no guarda correspondencia con los hechos alegados por
las partes y los que son el sustento de la sentencia.
Nótese que en este caso, no nos estamos refiriendo a aquellos supuestos en que los
que el juzgador varía la calificación jurídica atribuida por las partes a los hechos
invocados.
Por ejemplo, si se presenta una demanda desahucio y desocupación por ocupación
precaria de los demandados, y éstos contestan alegando ser propietarios del bien por lo
que sí cuentan con título para poseer, la sentencia deberá pronunciarse
específicamente respecto de si los demandados pueden continuar poseyendo el bien, lo
que dependerá de si efectivamente son o no propietarios, pero lo que no podrá ocurrir
es, por ejemplo, que la sentencia se pronuncie deduciendo la existencia de un contrato
de comodato que ninguna de las partes ha invocado y que excluiría la precariedad.
60
Juzgado de Primera Instancia Civil y Económico Coactivo de Totonicapán, expediente 234-2006, oficial
segundo. Sentencia de fecha 16-06-2007. Pág. 17.
103
3.2 Se incurre también en una motivación defectuosa al afectarse al principio de no
contradicción cuando se afirma y se niega una misma cosa de un mismo objeto.
Respecto de este es pertinente indicar que, normalmente es entendido por los órganos
jurisdiccionales como la otra cara del principio de identidad o congruencia, y es en esa
medida que este tipo de vicios sí son admitidos como afectaciones al derecho a una
debida motivación.
104
c- Cuando la valoración de los medios de prueba explicitada en la sentencia no es
correspondiente con la decisión emitida. Lo anterior ocurre cuando la sentencia tiene
como sustento principal un medio de prueba, una pericia o un documento por ejemplo,
con los que supuestamente se ha creado convicción respecto del fallo adoptado: sin
embargo, en la misma sentencia se declaran fundadas las oposiciones y las tachas
interpuestas contra estos mismos medios probatorios, con lo cual, pese a que al juez no
estaba en aptitud de haberlos tornado válidamente en consideración al momento de
decidir, los utilizó como sustento de su resolución, con lo que indudablemente afectó el
principio de no contradicción e invalidó su sentencia.
3.3 Por otro lado, se producirá una afectación al principio lógico de tercero excluido
cuando sólo pueden existir dos decisiones válidas excluyentes entre sí, sin que quepa
la opción de una alternativa distinta.
a- Por ejemplo, se afectaría este principio en un proceso de nulidad de una
compraventa se declara que el contrato es nulo pero sólo para el vendedor y no para el
comprador, a pesar de ser litisconsortes necesarios.
b- Asimismo, se estará frente a una decisión viciada por adolecer de este error in
cogitando al determinarse que es nulo el matrimonio contraído por un ya casado pero
sólo respecto de éste, mas no de la cónyuge que no tenía tal impedimento para
celebración de este acto.
105
Motivar es entonces: 1) la invocación de la norma o del microsistema de normas
aplicable y 2) el razonamiento que legitime la subsunción de los hechos del caso en
ello... no es la voluntad inicial del legislador la nota decisiva, porque la ley una vez
nacida, una vez que se desprende de la matriz gestamente del legislador, adquiere
desarrollo y plenitud, por las nutrientes culturales que en el decurso de su vigencia va
recibiendo de la realidad social de cada tiempo. Cuando las sentencias se apartan de la
motivación suficiente o yerran en la decisión, entran en el terreno de las causales de
arbitrariedad de las sentencias.
106
sirve también para que cada cual o el público en su conjunto vigilen si los tribunales
utilizan arbitrariamente el poder que les ha sido confiado.
107
Aunado a esto se debe tener presente la existencia de la Ley de Probidad y
Responsabilidades de Funcionarios y Empleados Públicos (Decreto 89-2002 del
Congreso de la República) que en su artículo 9 establece lo referente a la
responsabilidad civil de los funcionarios y empleados públicos de la siguiente manera:
―Genera responsabilidad civil la acción u omisión que con intención o por negligencia,
imprudencia, impericia o abuso de poder, se cometa en perjuicio y daño del patrimonio
público, independiente de la responsabilidad penal que se genere. Los daños y
perjuicios provenientes de la responsabilidad civil se harán efectivos con arreglo al
Código Civil y demás disposiciones legales vigentes sobre la materia, salvo que la
acción civil se decida dentro de la acción penal en forma conjunta‖.
Merece especial atención la responsabilidad civil de los jueces y magistrados, la que se
deducirá ante el Tribunal Inmediato Superior, y si los responsables fueren magistrados
de la Corte Suprema de Justicia, se organizará el Tribunal que deba juzgarlos conforme
los artículos 77, 78 y 79 de la Ley del Organismo Judicial. Cuando se trate
responsabilidad de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia no cabe más
recursos que los de aclaración, ampliación y reposición, en todos los demás casos la
resolución es apelable. En este sentido es de advertir que la conformación del tribunal
encargado de juzgar a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, después que
estos han incurrido en responsabilidad, es violatorio al artículo 12, de la Constitución
Política de la República de Guatemala, porque no seria un tribunal preestablecido.
108
Como puede evidenciarse el incumplimiento del deber de motivar es una obligación que
se exige a los administradores de justicia para que se logre la seguridad jurídica que el
Estado debe brindar a sus habitantes, ante tales deficiencias se puede concluir que las
sentencias contienen errores que son comunes en los que destacan: a) Falta de
motivación; b) Motivación aparente; y c) Motivación defectuosa. Lo cual se evidencio
con el análisis de las sentencias emitidas por los operadores de justicia en los
diferentes procesos analizados en su oportunidad ya que carecen de argumentación
fáctica y jurídica, porque en las mismas se encontraron los errores más comunes
durante el proceso de motivación, lo cual comprueba la hipótesis de trabajo que
consistía en establecer ¿Cuáles son los errores más comunes en el proceso de
motivación de las sentencias emitidas en procesos de conocimiento civil?.
Expresa
El juez no puede suplirla por una remisión a otros actos, o a las constancias del
proceso, o reemplazarla por una alusión global a la prueba rendida. ―Al imponer la
necesidad de motivar el pronunciamiento, la ley exige que el juzgador consigne las
razones que determinan la condena o la absolución, expresando sus propias
argumentaciones de modo que sea controlable el iter lógico seguido por él para arribar
a la conclusión.‖61
Clara
La motivación además debe ser clara. En la sentencia el objeto del pensar jurídico debe
estar claramente determinado, de manera que produzca seguridad en el ánimo de
quienes la lean. ―Bien se ha afirmado que los jueces deben expedirse en un lenguaje
llano que permita la clara extensión de su pensamiento, para que éste pueda ser
61
De la Rua, Fernando. op. cit. Pág.119.
109
aquilatado y comprendido por los demás, aún por legos.‖62 Pero el defecto de claridad
solo producirá la nulidad cuando por la obscuridad de los conceptos empleados no se
pueda inferir el pensamiento del juzgador. El vicio se refiere no a cualquier frase o
expresión no suficientemente asertiva, sino aquellas por las cuales se fijan los hechos y
conclusiones fundamentales, de modo que si ellas dejan dudas sobre las pruebas
utilizadas, el hecho o la conclusión, no se puede saber si la decisión se funda en la
certeza del juez o bien en una sospecha o mero arbitrio suyo.
Completa
La exigencia comprende a todas las cuestiones fundamentales de la causa, y a cada
uno de los puntos decisivos que justifican cada conclusión. El tribunal está obligado a
considerar todas las cuestiones esenciales o fundamentales que determinan el fallo. En
este sentido, cualquier aspecto de la indagación susceptible de valoración propia,
asume individualidad a los fines de la obligación cuando omita la exposición de los
motivos sobre un punto de la decisión.
¿Qué debe entenderse por punto o extremo decisivo de la resolución? Tales son los
que constituyen las cuestiones fundamentales sometidas a la decisión del juez, o sea,
los aspectos constitutivos de la especie legal o tipo legal de cuya aplicación se trata, es
decir, los hechos principales de la causa, y el derecho a ellos aplicable.
Esto implica que los hechos secundarios queden excluidos; la obligación de motivar
alcanza también a ellos en cuanto comprende el iter a través del cual, partiendo de los
hechos secundarios (o dependientes), el juez llega a la conclusión sobre el hecho
principal. El punto de referencia será siempre éste, como elemento integrativo de la
figura penal. El error sobre el hecho secundario será relevante sólo en la medida en que
repercuta o influya sobre el principal.
―La motivación, para ser completa, debe referirse al hecho y al derecho, valorando las
pruebas y suministrando las conclusiones a que arribe el tribunal sobre su examen,
62
De la Rua, Fernando. op. cit. Pág. 120.
110
sobre la subsunción del hecho comprobado en un precepto penal, y sobre las
consecuencias jurídicas que de su aplicación se derivan.‖63
63
De la Rua, Fernando. op. cit. Pág. 121.
111
CAPITULO VIII
112
Por ultimo el tesista a modo de sugerencia concluye en que seria de gran importancia
que las autoridades de la Universidad Rafael Landivar, mas específicamente las de la
facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, incluyeran como un punto de suma
importancia en los programas de los cursos de derecho procesal, lo relacionado a la
motivación de las sentencias, ya que para el abogado en formación seria de suma
importancia conocer todo lo relacionado al tema aludido.
113
CONCLUSIONES
5. Los errores más comunes que cometen los titulares de los órganos
jurisdiccionales en el proceso de motivación son: a) Falta de motivación; b)
Motivación aparente; y c) Motivación defectuosa.
114
7. En Guatemala la obligación de emitir resoluciones fundadas en ley, se realiza
conforme a interpretación del artículo 29 de la Constitución Política de la
República de Guatemala, que ha realizado la Corte de Constitucionalidad.
115
RECOMENDACIONES
1. Que las distintas universidades del país a través de las facultades respectivas
implementen dentro del pensum de estudios cursos referidos a la motivación de las
resoluciones judiciales.
116
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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