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Juan y Marta eran una pareja joven que se tenían un gran amor, a pesar de no estar

casados ya usaban cada uno un anillo en símbolo de la futura unión que estaba planeada
a darse, ya vivían juntos y eran realmente felices. Al cabo de un tiempo Marta empezó a
sufrir de mareos y dolores de cabeza, aveces se desmayaba sin motivo alguno, y sufría de
fiebres constantes, esto preocupaba mucho a Juan, así que decidieron ir al medico y saber
un diagnostico de la enfermedad.
Para sorpresa de ambos, al parecer Marta tenia una extraña enfermedad de la sangre, la
cual la estaba consumiendo, ya que lucia demacrada y sumamente delgada, el doctor no
le daba muchas esperanzas, pero había un tratamiento que podía servir al menos en
alargar sus días, se trataba de cada cierto tiempo cambiar su sangre por medio de
transfusiones, y por suerte, Enrique tenia el mismo tipo de sangre que ella, así que sin
pensarlo aceptó inmediatamente en ayudar a su amada.
-No te preocupes, yo te cuidaré y saldremos de esto juntos…decía Juan
-Lo se Juan, no te preocupes, yo te amo y te prometo que siempre estaremos juntos….no
importa que pase.
Con estas palabras Marta calmaba un poco a Juan, y asi estuvieron por un tiempo, el iba
siempre que era necesario la transfusión de sangre. Un día Juan estaba solo en casa, y
lloraba por el temor de llegar a perder a su muje, y rezaba porque un milagro sucediera,
ese día salió al hospital como siempre para la transfusión, pero estando en su auto, recibió
una llamada de la enfermera diciéndole que Marta había entrado en crisis, y necesitaban
que llegara los mas pronto posible, él se desespero y rompió en llanto, pero había
demasiado trafico y no iba a llegar a tiempo de ninguna forma, bajo del auto y decidió
correr hasta el hospital, pero para cuando llego, su mujer había fallecido.
Juan no podía soportar tanto dolor, y maldijo todas sus creencias porque no lo habían
ayudado, salio caminando sin rumbo, y solo pensaba en las palabras de Marta, y pensó
que si por las buenas la había perdido, entonces recurriría a lo malo para recuperarla. Alex
era un satanico espiritista muy conocido por practicar brujería, Juan cegado del dolor, le
pidió ayuda a este brujo.
-Haré lo que sea para recuperar a mi mujer, no me importa perder mi alma, o dar mi vida
por la de ella, dígame si hay alguna forma de que vuelva a estar a mi lado -le dijo de forma
agitada-.
-Lo que me pide, es algo de la magia negra mas poderosa que conozco, claro que le
puedo ayudar, pero tal vez no como usted desea exactamente -le respondio-.
-No importa, dígame que debo hacer -le replico Juan.
-Esta bien, antes de enterrarla, debe mutilar el dedo en el cual lleva el anillo que
representaba su unión, córtese el dedo, ocultelo dentro de una tela negra junto con el
anillo, sumérjalo en sangre de chivo, y diga esta oración, luego sin que nadie sepa,
ocultelo dentro del ataúd de su mujer.
-Así lo haré…
Juan siguió paso a paso las instrucciones del brujo, y no le importó cortarse el dedo. Tres
días después del funeral de Marta a eso de las 11:00 pm, Juan estaba en casa aun
llorando sin consuelo por ella, pero alguien tocó a su puerta, él se asomó por la ventana, y
allí estaba, vestida toda de blanco, Él desesperadamente corrió a abrir la puerta con
deseos de verla, pero al abrir, no había nadie, solo una suave brisa ingreso a su casa, el
se deprimió al ver que solo fue su imaginación.
En los días siguientes, él también empezó a sentir los mismos síntomas que Marta, pero
había una diferencia, su brazo izquierdo se sentía pesado, y le dolía mucho, su mano y
sus dedos se estaban empuñando poco a poco, como si sujetara algo, sus ojos tenia
enormes ojeras, su cuerpo estaba delgado, muy delgado, y aunque comiera de vez en
cuando, se sentía cada vez mas y mas débil, algo mas pasaba, de ese lado izquierdo, su
cuerpo se estaba inclinando, como si se jorobara, la gente lo veía en las calles y casi no lo
reconocía.
Juan estaba tan obsesionado con volver a Marta, que su enfermedad no le importaba, y
regresó donde el brujo, a preguntarle porque su mujer no había regresado a su lado aun.
-Usted me engañó, lo único que hizo fue enfermarme, ahora yo estoy muriendo y mi amor
no ha llegado…. Le dijo con tono fuerte
-Cálmese señor, entiendo su molestia, sin embargo veo que todo a salido a la perfección,
ustedes estarán siempre juntos como me lo pidió, veo que de su lado izquierdo esta muy
inclinado, y le debe pesar mucho, haga esto, hoy a las 11:00 pm, parece frente a su espejo
de cuerpo entero, y tómese una foto con su celular, claro si aun le quedan fuerzas…
Juan no comprendía muy bien que le quiso decir el brujo, pero esperó a la hora señalada,
y así lo hizo, sus manos temblaban de lo débil que estaba y apenas podía sostener el
celular, pero al tomar la foto y luego verla, vio su cara que era como la de un cadáver, su
cuerpo totalmente doblado del lado izquierdo, su mano empuñada, y sus venas se le veían
casi afuera de la piel. Pero había algo mas en ese lado izquierdo, y por ese motivo estaba
doblado, allí estaba Marta, sujetándolo fuertemente del brazo, agarrándolo con su mano
derecha, mientras con la izquierda y las dos piernas gateaba en el piso, sus ojos eran
blancos, su piel muerta, su aspecto infernal, y de su boca salia una especie de apéndice,
de la cual le succionaba la sangre, quitandole poco a poco la vida, esta ya no era su mujer,
tal vez era un demonio, tal vez ella se había convertido en otra cosa al no descansar en
paz, Juan lloraba mientras rompía el espejo de un golpe, para luego caer al suelo y morir.
Días después, encontraron el cadáver de Juan en su habitación, era como ver alguien que
tenia meses de muerto, aunque apenas tenia un par de días, los forenses tomaron fotos
del cuerpo doblado, y no entendían porque tenia esa deformación, pero al revelar fotos,
vieron a alguien mas a su lado izquierdo.

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