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¿Comer insectos como alternativa de

proteína saludable? Un estudio


defiende su valor nutritivo
Ciencia
20 Jul 2019 - 4:29 PM
- Redacción Ciencia - EFE

Un grupo de científicos de la universidad de Teramo


(Italia) realizó una investigación sobre el nivel de
antioxidantes presentes en insectos y arácnidos.
Encontraron que ingerir saltamontes o gusanos de
seda tiene un valor nutritivo similar al del consumo
de zumo de naranja o aceite de oliva.

Los grillos tendrían menos grasa total y más sodio que el pollo, la carne y la res.Pixabay

Una investigación sobre el nivel de antioxidantes presentes en insectos y


arácnidos, elaborada por un grupo de científicos de la universidad de
Teramo (Italia), defiende el valor nutricional de estos. Se estima que
alrededor de 1.900 insectos son comestibles. (Lea: ¿Podrá competir la
proteína de insecto contra la carne y el pollo?)
Mauro Serafini, investigador principal del estudio y profesor de Nutrición
Humana de la Universidad de Teramo, le explicó a la revista Frontiers in
Nutrition que "los insectos comestibles son una excelente fuente de
proteínas, ácidos grasos poliinsaturados, minerales, vitaminas y fibra".
Por ejemplo, encontraron, que ingerir saltamontes o gusanos de seda tiene
un valor nutritivo similar al del consumo de zumo de naranja o aceite de
oliva. O que los grillos contienen un alto nivel de antioxidantes.

Para la elaboración del estudio, publicado en la revista Frontiers in


Nutrition, el equipo de investigadores testó una serie de insectos y animales
invertebrados considerados comestibles, en los que analizaron sus niveles
moleculares, tanto en lo que se refiere a contenido como a
actividad. Serafini aclaró que para tener "una perspectiva, usando los
mismos parámetros sobre la capacidad de antioxidantes, realizamos
pruebas en el zumo de naranja fresco y el aceite de oliva, dos alimentos
habituales cuyo efecto antioxidante en los humanos es de sobra conocido".
El análisis se realizó con restos de animales secos diluidos en agua arrojó
que un saltamontes aporta 559 kilocalorías por cada 100 gramos; un
gusano de seda 487 kilocalorías; una tarántula 450 y una hormiga negra
329. (Puede leer: Hamburguesa de grillo, una apuesta pionera en Bélgica que
no despega en Europa)
De acuerdo con el científico, la aportación de su investigación es que "hasta
ahora" nadie había comparado "en términos de aportación de
antioxidantes" el valor nutritivo de este tipo de seres vivos con el de otros
alimentos más "clásicos", como el aceite de oliva o el zumo de
naranja. Serafini reconoce que es necesario profundizar en este estudio para
aclarar cuál es el impacto real de este tipo de molécula en los seres
humanos.
"En un futuro podríamos adaptar nuestros regímenes alimentarios al
consumo de insecto para aumentar el nivel de contenido de antioxidantes",
concluyó el científico, cuyo propósito es encontrar vías para reducir la huella
medioambiental del ser humano.
El primer laboratorio espacial chino
regresa a la Tierra
Ciencia
19 Jul 2019 - 12:47 PM
Con información de EFE y Europoa Press

Tiangong-2 cayó hoy de forma controlada luego de


haber estado en órbita por más de 1.000 días y de
haber permitido la realización de proyectos pioneros
como el crecimiento de una planta de arroz en el
espacio.

Tiangong-2 cayó hoy a la Tierra a las 13:06 UTC (8:06 a.m. hora colombiana)Tomada de
Twitter

Después de estar en órbita por más de mil días, el módulo espacial chino
Tiangong-2 cayó hoy a la Tierra de forma controlada. A las 13:06 UTC (8:06
a.m. hora colombiana) ingresó de forma exitosa en la atmósfera luego de
haber permitido la realización de varios proyectos pioneros en el
espacio. (Lea La mañana que inició la conquista de la Luna)
El Tiangong-2, que estaba diseñado para operar, en principio durante solo 2
años, hizo posible, entre otras cosas, el primer reloj atómico de enfriamiento
de átomos funcional en el espacio y un sistema que permitió, por primera
vez, que el arroz y la planta “arabidopsis thaliana” crecieran hasta la
madurez fuera de la Tierra. (Lea Un programa de TV invitó a hablar de
cuántica a personas que no tenían ni idea de ciencia)
Con un peso de 8,6 toneladas y una carga total de 600 kilos, este laboratorio
espacial también ha llevado a cabo funciones de acercamiento y
acoplamiento con la nave tripulada Shenzou y la nave de carga Tianzhou, así
como funciones de reabastecimiento de combustible propulsor en órbita y
experimentos como los anteriormente citados.

Como informó la Agencia Espacial Tripulada de China (CMSA), el regreso del


módulo fue exitoso. Luego de fragmentarse en pequeños pedazos, cayó de
forma segura en un punto marítimo del Pacífico Sur.

Tiangong-2, que fue puesto en órbita el 15 de septiembre de 2016, es


considerado el primer laboratorio espacial chino. Estaba equipado con un
módulo para experimentos y con un módulo de recursos. Tenía una longitud
de 10,4 metros y un diámetro de 3,35 metros.

El programa Tiangong busca el establecimiento de una estación permanente


china, y su siguiente fase será el lanzamiento entre 2020 y 2022 de un tercer
módulo preparado para orbitar al menos una década alrededor de nuestro
planeta.

A 21 grados celsius ascienden las


temperaturas en el Polo Norte
Ciencia

16 Jul 2019 - 8:27 PM

- Con información de AFP


El termómetro alcanzó el domingo los 21 grados
Celsius en Alert, la localidad habitada más al norte
del planeta y estableció un "récord de calor absoluto"
para el verano boreal. El promedio de temperatura
para este mes solía estar alrededor de los 3 grados.

Fotografía tomada en Alert en octubre de 2004.AFP

"Es impresionante desde el punto de vista estadístico, es un ejemplo entre


cientos y cientos de otros récords establecidos por el calentamiento global".
Con esas palabras, Armel Castellan, meteorólogo del Ministerio de Medio
Ambiente de Canadá, resumió a la agencia AFP lo que acaban de registrar en
la localidad habitada más al norte del planeta. Alert, como es llamada, está a
tan solo 900 km del Polo Norte y acaba de ser noticia por registrar un
récord: allí el pasado domingo se presentó la temperatura más alta hasta el
momento en época de verano boreal: 21 grados Celsius.

“Este es un récord absoluto, nunca lo habíamos visto antes", dijo Castellan.


Según el, las altas temperaturas que se registran en el norte "son totalmente
devastadoras", sobre todo porque "hemos tenido temperaturas mucho más
cálidas de lo habitual durante una semana y media".

A lo que se refiere es que, además de los 21 grados, ya ha habido altos


registros. El 15 de julio hubo 20 grados y este martes 16 de julio 17. Lo peor
es que, dice, la temperatura aún puede subir más.

El récord anterior de 20 grados centígrados se estableció el 8 de julio de


1956, pero desde 2012 ha habido varios días con temperaturas de entre 19 y
20 grados en esta estación a orillas del Océano Ártico

Usualmente, en julio el promedio diario en Alert, que fue una base militar
para la intercepción de comunicaciones rusas, es de 3,4 grados y la
temperatura media máxima es de 6,1 grados.

Este fenómeno se registró al mismo tiempo que la Cruz Roja Internacional y


la Media Luna Roja presentaron en la ONU una guía dirigida a municipios
para protegerse de las olas de calor con recomendaciones.

Estas medidas, que se detallan en un documento de 80 páginas, incluyen la


necesidad de proporcionar espacios verdes cuando se construyen nuevos
barrios urbanos o recrear está áreas en los existentes, así como establecer
áreas cerradas a los vehículos.

Según estas organizaciones, unos 5.000 millones de personas viven en zonas


en las que se puede prever un calor extremo con días o semanas de
antelación.
Desde que inició el siglo, varios episodios de calor extremo provocaron la
muerte de decenas de miles de personas en todo el mundo, especialmente en
2015 en India y en 2003 en Europa.

El regaño de 250 científicos a los


periodistas
Ciencia
18 Jul 2019 - 8:35 PM
Sergio Silva Numa / @SergioSilva03

En una carta, decenas de investigadores hacen un


llamado de atención a la manera en que los medios se
están acercando a la ciencia. Advierten que hay
asuntos sobre los que hay consenso tras años de
estudios y que no merecen cuestionamientos. La
efectividad de las vacunas y el rol del humano en el
cambio climático, algunos de ellos.

Los científicos hacen un llamado para los periodistas no incluyan opiniones en temas sobre los que
hay consenso.Pixabay

Esta semana todos los medios de comunicación dedicaron un espacio


para conmemorar los 50 años de la llegada del hombre a la Luna. Algunos,
con la ayuda de científicos, hicieron grandes especiales recordando cómo se
había gestado esa hazaña. Astrofísicos, astrónomos, físicos, diseñadores,
programadores y periodistas interesados en hacer divulgación de la ciencia
se unieron para presentarle a la audiencia los detalles de lo que ocurrió hace
cinco décadas.

Sin embargo, otros medios prefirieron eludir la evidencia y dejarse llevar


por las teorías de conspiración sobre el alunizaje, siempre atractivas, pero
siempre mentirosas. Un popular programa de noticias en una emisora, por
ejemplo, insistió en recoger opiniones el 16 de julio con el hashtag
#LlegamosONoLlegamos. “Hoy se conmemoran 50 años desde que el
hombre llegó a la luna, sin embargo hay muchos que creen que esto fue un
montaje. ¿Usted de qué lado está?”, trinó su director.

Días atrás, el programa Más allá de Red+ también le había apostado a


hacerle propaganda a la pseudociencia en un capítulo en el que dos invitados
que poco sabían de ciencias de la salud hablaban de una extraña categoría
llamada “Medicina cuántica”. Varios científicos colombianos criticaron con
dureza a su director por hacerle publicidad a los charlatanes que usan
términos sofisticados para confundir y aprovecharse de la audiencia. “Una
vergüenza”, escribió uno de ellos en Twitter.
Estos dos ejemplos se repiten con frecuencia en los medios de comunicación.
Programas de televisión sobre estudios con conclusiones sospechosas;
artículos que dedican grandes espacios a los negacionistas del cambio
climático, a las terapias homeopáticas y a los movimientos antivacunas son
otros de los casos que muestran el gran abismo que suele haber entre el
periodismo y la ciencia.

Las consecuencias pueden ser desastrosas. La mejor muestra fue lo que


sucedió en Colombia con la vacuna contra el virus del papiloma humano
(VPH), culpable del cáncer de cuello uterino. Tras los informes de los
comunicadores que culpaban sin argumentos a la vacuna de algunos
desmayos en Carmen de Bolívar, las tasas de vacunación se desplomaron. A
finales de 2018 no llegaban ni siquiera al 20%. Fue, como tituló este diario
en septiembre de 2016, una “tragedia informativa”, donde había un principal
culpable: los periodistas.
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Por todo esto es que no parece descabellada la carta que publicaron varios
científicos en medios franceses. Agrupados en un colectivo llamado No Fake
Science, han recopilado firmas de 250 científicos para hacer un llamado
sobre un problema que los inquieta: “el tratamiento actual de la información
científica en los medios de comunicación”.

“No Fake Science está alarmado por las consecuencias perjudiciales que un
mal manejo de la información científica por parte de los medios puede tener
en términos de salud pública, ecología o economía”, dicen en su página web.

La carta, publicada por medios como Le Soleil, La Libre y L’Opinion, es


contundente. “Nosotros, científicos, periodistas y ciudadanos interesados
lanzamos un grito de alerta sobre el tratamiento de la información científica
en los medios de comunicación (…) Solicitamos a los medios que los temas
científicos puedan retornar a todos sin la distorsión sensacionalista, ni
ideológica”, escriben en los primeros párrafos.

Más adelante, apuntan: “Los periodistas tienen una gran responsabilidad ya


que, tanto de la libertad que tienen como de la calidad de la información
entregada, depende de la calidad del debate público y de las opciones que se
deriven. El método científico, por su parte, permite producir un
conocimiento confiable que puede servir como base de reflexión para
políticas públicas”.
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Su gran inquietud es que los periodistas no están trabajando de la mano de
los científicos y, por el contrario, están omitiendo consensos a los que ha
llegado la ciencia tras años de investigación para darle paso a las opiniones.
Explican su punto con un ejemplo: “No es deseable dar tanto peso a un hecho
científico debidamente establecido como a su negación. Sería impensable,
por ejemplo, que después de quince minutos de un sujeto en la estación
espacial internacional, demos quince minutos de antena a los seguidores de
la Tierra plana”.

A sus ojos, hay, entre todos los temas inquietantes, unos verdaderamente
preocupantes sobre los que hay consenso científico. En el área de la salud,
dicen, es claro el beneficio de la vacunación y la falta de evidencia de la
eficacia de los productos homeopáticos.

Para el caso de la agricultura, mencionan dos puntos: “El hecho de que un


organismo sea genéticamente modificado no representa en sí mismo un
riesgo para la salud”. “En las exposiciones laborales y alimentarias actuales,
las diversas autoridades responsables de evaluar el riesgo asociado con el
uso de glifosato consideran poco probable que presente un riesgo
carcinogénico para los humanos”.

Finalmente, se refieren a un tema sobre el que, dicen, no debería haber


dudas: “El cambio climático es real y principalmente de origen humano”. “La
energía nuclear es una tecnología de baja emisión de CO2 y puede contribuir
a la lucha contra el cambio climático”.

Su última conclusión resume su postura: “Pensemos juntos en cómo dar a la


ciencia el lugar que merece”, indican. “Por un debate público sereno y
racional, por el bien de nuestra vida política, para nuestros conciudadanos”.

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