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G.E.M. DE STE.

CROIX: LA LUCHA DE CLASES EN EL MUNDO ANTIGUO


CAP II: CLASE, EXPLOTACIÓN Y LUCHA DE CLASES
Definición de “clase”, “explotación” y “lucha de clase”
Una clase (fundamentalmente una relación) es la expresión social colectiva del hecho de la explotación. Se entiende por explotación a
la apropiación de parte del producto del trabajo ajeno: en una sociedad productora de bienes de consumo es la apropiación de la
“plusvalía”. Una clase es un grupo de personas de una comunidad que se identifica por su posición en el sistema global de producción
social, definida ante todo con arreglo a sus relaciones (según el grado de posesión o control de ellas que tenga) con las condiciones de
producción (medios y el trabajo de producción) y con otras clases.
Los individuos que conforman una determinada clase pueden ser total o parcialmente consientes o no de su propia identidad y de sus
intereses comunes como clase. Un rasgo esencial de una sociedad de clases es que una o varias clases minoritarias sean capaces de
explotar, en virtud del control que ejerzan sobre las condiciones de producción, a otras clases más numerosas, y de ese modo constituir
una clase superior económica y socialmente.
Croix, utiliza el término lucha de clases para la relación fundamental existente entre las clases, que implica fundamentalmente
explotación o resistencia a ella.
CAP IV: LAS FORMAS DE EXPLOTACIÓN EN EL MUNDO GRIEGO ANTIGUO Y EL PEQUEÑO PRODUCTOR
INDEPENDIENTE
Explotación “individual directa” y explotación “colectiva indirecta”
*La forma de explotación individual directa implica la explotación amo-esclavo y las demás formas de trabajo no libre, así como el
trabajo asalariado.
*La explotación colectiva indirecta es llevada a cabo a través de diversos órganos estatales.
Todas las personas pertenecientes a las clases explotadas que fueran de condición servil o cuasi servil (incluido los siervos por deudas),
así como los jornaleros, colonos y deudores, se veían sometidos a la llamada explotación directa por miembros individuales de la clase
de los propietarios. Por otra parte, las formas de explotación indirecta las aplicaba el estado en beneficio colectivo (principalmente) de
la clase de los propietarios, sobre todo a costa de personas de condición libre y que eran pequeños productores independientes:
comerciantes, artesanos independientes, etc.
La “explotación indirecta colectiva” adoptó tres formas principales: 1) contribuciones, en dinero o en especie; 2) servicio militar
obligatorio; o 3) prestaciones obligatorias humillantes.
El campesinado y sus aldeas
1. Los campesinos (principalmente labradores) poseen, sean o no sean de su propiedad, los medios de producción agrícola que los
mantienen; se procuran su propia subsistencia mediante sus esfuerzos productivos, y colectivamente producen más de lo que necesitan
para su propia subsistencia y reproducción.
2. No son esclavos y, por consiguiente, no son legalmente propiedad de otro; pueden ser siervos o siervos por deudas o no.
3. Las condiciones en las que ocupan la tierra pueden ser muy variadas: pueden ser propietarios francos, arrendatarios, o colono por
voluntad.
4. Trabajan sus tierras esencialmente como unidades familiares, mediante el trabajo de la familia, aunque ocasionalmente haciendo un
uso limitado de esclavos o trabajadores asalariados.
5. Normalmente se encuentran asociados en unidades mayores que la sola familia, habitualmente en aldeas.
6. A los trabajadores subordinados (como los artesanos, obrero de construcción y de transporte, e incluso los pescadores) que surgen
entre los campesinos y se quedan entre ellos, pueden también considerarse campesino.
7. Sostienen a las clases superpuestas que los explotan en mayor o menor medida, especialmente los terratenientes, prestamistas,
habitantes de las ciudades y los órganos del estado al que pertenezcan, dentro del cual pueden gozar o no de derechos políticos.

POMEROY: LA GRECIA PRIMITIVA


El país griego
Grecia geográficamente ocupa la parte Meridional de la Península Balcánica, que se adentra en el Mediterráneo Oriental. Su territorio
abarca las islas que circundan el continente por el este y por el oeste, extendiéndose más allá de las islas de Creta y Rodas. Todas estas
regiones están definidas por barreras geográficas como amplias llanuras, masas montañosas que dividen al país en numerosas planicies
costeras, altiplanicies y pequeños valles. Además presenta diferentes cualidades en cuanto al clima, tierra, suelos de pastizales y de
bosque. Necrópolis
Las llanuras son aptas para el desarrollo de la agricultura, mientras que las montañas producen solo vegetación silvestre y en algunas
partes es apta para agricultura y pastoreo. De las montañas se extrae la madera, que era utilizado como combustible y sobre todo para la
construcción y fabricación de barcos. El agua es el recurso más preciado en Grecia. Durante toda la antigüedad, las aguas de mar egeo
unieron a los griegos con Oriente Próximo y con Egipto en el ámbito comercial, cultural, político y militar. Grecia carece de materias
primas. La necesidad del comercio ultramarino para la adquisición de materias primas, especialmente el bronce, obligó a los griegos
desde los primeros momentos de su historia a volver sus ojos hacia el mar y ponerse en contacto con las civilizaciones más antiguas del
este y del sur.
Con referencia a las actividades económicas, los principales cultivos fueron los cereales (como el trigo, la avena y cebada), frutas (higo),
verduras, legumbres (guisantes y habas), olivo y la vid. En el ámbito de la ganadería se criaba bovinos (utilizado para carne, leche, piel
y trabajo), mulas (animal de carga) y caballos (principal símbolo de riqueza). También utilizaban la miel de abeja como edulcorante.
En cuanto a la comunicación la vía más cómoda era la marítima, que durante toda la antigüedad, las aguas del mar Egeo unieron a los
griegos con el Oriente Próximo y con Egipto en el ámbito comercial, cultural, político y militar. Lo que se conoce de Grecia antigua
llegó en forma de mitos o relatos, que eran transmitidos oralmente de una generación a la siguiente. Tal es el caso por ejemplo de la
Guerra de Troya, que era uno de los principales mitos de Grecia.
Fuentes para la historia de la Grecia Primitiva
El conocimiento de lo que había ocurrido anteriormente llegó en forma de los antiguos mythoi (relatos), transmitido oralmente de
generación en generación durante siglos. La principal leyenda del pasado griego era el mito de la Guerra de Troya, el asedio al que fue
sometida durante diez años la ciudad, situada al noroeste de la gran Anatolia, por un gran ejercito de griegos al mando de Agamenón,
rey de Micenas, importante ciudad del Peloponeso. Para los griegos de época posterior, los principales depósitos de conocimiento en
torno al mundo de la Guerra de Troya eran la Ilíada y la Odisea, poemas atribuidos a Homero. Estos, fueron compuestos cinco siglos
después de la guerra de Troya, en torno a 750-700 a.C.
Grecia en la Edad de Piedra
Los humanos habitaron Grecia por lo menos desde el paleolítico medio (55000-30000 a. C.). Éstos vivían principalmente de la caza y
la recolección, utilizando herramientas de piedras finalmente talladas, como así también de madera y hueso. Ya a comienzos del neolítico
(6500-3000 a. C.), los hombres aprendieron a cultivar los cereales, plantas silvestres y a domesticar animales, inaugurando la economía
agrícola y ganadera. Probablemente la organización social era muy sencilla, donde había división del trabajo por sexo y edades y
predominio del hombre sobre la mujer. Donde había una jefatura de carácter temporal, según la necesidad del momento. Con el tiempo
esa posición se convierte en una especie de cargo al hombre que demuestre ser más idóneo.
Bronce Antiguo (3000-2100 a. C.)
El Bronce Antiguo se caracteriza por la tecnología de la fundición y elaboración del cobre, otro siguiente paso importante consistió en
añadir al cobre un 10% estaño y producir bronce, mucho más duro. Los que tenían acceso al bronce eran las familias que poseían mayor
excedente. Esto los alejó de la masa de la población, surgiendo la necesidad de la aparición de obreros especializados y talleres locales
y aceleró el comercio del cobre y el estaño. Con la expansión de la economía, el crecimiento los asentamientos, se incrementó la riqueza,
el poder y la autoridad de los lideres convertidos en jefes hereditarios con carácter vitalicio. Un gran poblado griego de la edad del
bronce antiguo fue la ciudad de Lerna, en Argólida. Lerna floreció desde más o menos 3000 hasta aproximadamente 2100 a. C., cuando
fue destruida.
Bronce Medio (2100-1600 a. C.)
Tras la destrucción, Grecia entró en una fase de estancamiento cultural que los historiadores relacionan con la incursión de un pueblo
nuevo en el centro y sur de Grecia continental. Pueblo intruso que hablaba una forma de griego muy primitiva, que finalmente, sustituyó
a las lenguas egeas no indoeuropeas. Los historiadores denominan esta fase intermedia como periodo Helénico Medio (1900-1580 a.C).
Los primeros hablantes griegos
Los indoeuropeos, se dedicaban al pastoreo y a la agricultura y conocían la metalurgia y otras técnicas, como la cerámica o la fabricación
de vestidos. Estaban organizados en clanes de carácter patriarcal y patrilineal. Reconocían a una divinidad suprema llamada Zeus; y
eran un pueblo guerrero con sistema jerárquico de autoridad. La cultura de la población nativa y los recién llegados fueron fusionándose
en una sola cultura de lengua griega. En esta época se produjo avances en la metalurgia y comenzaron los contactos con la civilización
de Creta y Oriente Próximo.
La Sociedad y Cultura Minoica
Arthur Evans llamo a la civilización de Creta “minoica” por el rey Minos, el rey mítico de Cnosos. Hacia el 1700 a.C, sus primeros
habitantes, un pueblo de lengua y origen desconocido, se establecieron en las zonas central y oriental de la isla, donde había llanuras
fértiles, y se dedicaron a la agricultura y a la ganadería. Con el aumento de la población y el incremento de la producción, los príncipes
asumieron poderes considerables y Creta pasó a convertirse en un país de pequeñas ciudades-reinos. El auge político y cultural de Creta
probablemente deba atribuirse a su inclusión a comercio internacional.
Economía palacial
El palacio era el núcleo de la sociedad. La imponente residencia del soberano y sus subordinados de alto rango era, al parecer, el centro
político y administrativo y el núcleo de la actividad económica, de las ceremonias oficiales, y de los ritos religiosos de todo el reino. El
tipo de economía que se desarrolló en torno al Cnosos y los demás palacios Cretenses se denomina economía redistributiva. Su centro
el rey y el palacio, probablemente ejercía un control notable de asignación y el uso de las tierras circundantes, buena parte de las cuales
pertenecían directamente al palacio. El producto de las tierras, las explotaciones agrícolas y ganaderas privadas, iban a parar al mismo
palacio, donde se almacenaba. Estos productos y materias primas permitían al rey y a sus séquitos alimentarse y además subvenir a las
necesidades de los trabajadores del rango inferior del complejo palacial. Estas reservas también se utilizaban para redistribuir a la
población en épocas de hambruna, sin embargo el principal uso que hacia el rey de su excedente era el comercio exterior, para obtener
otros bienes. Utilizaron la escritura para fines administrativos. Hacia 1900 a. C. los cretenses desarrollaron un sistema de escritura
pictográfica, en el que un determinado dibujo simboliza una idea. Hacia el 1800 la este sistema evoluciono y se convirtió en una escritura
lineal.
Las Clases Sociales
Se pueden analizar a través de los restos arqueológicos, donde se ve las diferencias en los niveles de vida. Los miles y miles de labradores
y artesanos corrientes vivían en pequeñas aldeas y eran enterados con ajuares fúnebres muy escasos, en tumbas sencillas. En cambio,
solo la familia de rango elevado disfrutaba de una riqueza grandísima y de unos modos de vida más lujosos, beneficios de los tributos y
de la fuerza del trabajo extraído del pueblo. A la cabeza se encuentra el rey, que era la encarnación del estado, comandante supremo en
la guerra, legislador y juez, lo que es más importante es el representante del país y del pueblo ante los dioses. Por debajo de los labradores
y los servidores del palacio de condición libre estaban los esclavos, que no son considerados personas, sino una propiedad.
La Cultura, el espíritu del arte en los palacios es serenos y feliz. Su objeto era hacer del palacio un lugar lleno de belleza y encanto. En
cuanto a la cerámica, así como la orfebrería y la elaboración metales y el marfil se caracterizan por una destreza técnica y artística
similar.
Bronce Reciente (1600-1200 a. C.)
Los Micénicos (1580-1150)
Los micénicos fueron quienes derrotaron a las fuerzas cretenses, saqueando algunas ciudades y palacios, matando a sus mandatarios y
apoderándose de Cnosos y de otros centros y asumieron el gobierno en lugar de sus antiguos príncipes.
La conquista micénica data aproximadamente de 1500-1450. Existe además indicios de que hacia 1500 a. C. las exportaciones del Egeo
experimentaron un fuerte retroceso, mientras que las micénicas aumentaron; y en varias islas del archipiélago de las Cicladas pueden
apreciarse con claridad influencias culturales micénicas.
A partir del siglo xv podemos hablar ya de una cultura minoica-micénica, de una dinámica fusión de las dos civilizaciones, que se vio
ulteriormente enriquecida por el continuo influjo procedente del Oriente Próximo y Egipto. Los Micénicos desarrollaron un sistema de
escritura pictográfico para llevar el inventario de la economía a partir de 1900 a. C. estos, adoptaron la escritura lineal A cretense para
representar su lengua, el griego, y la utilizaron para el inventario de sus palacios.
Mundo Micénico Antiguo (1600-1400)
Lo que se tiene de la primera etapa de la civilización micénica, se basa en las tumbas y ofrendas enterradas con los cuerpos de los
difuntos. Primeramente desarrollaron los recintos funerarios que reciben el nombre “tumbas fosa”, porque los cadáveres eran depositados
en pozos rectangulares bastante hondos y tallados en la roca. Donde se encontraron gran cantidad de ajuares fúnebres, esto depende de
la cantidad de riqueza que poseía cada persona. Poco después de 1500, adoptaron un nuevo tipo de tumba, llamadas de thólos. Eran
grandes cámaras de piedras en forma de colmena, excavada en horizonte en el seno de un talud. El thólos representaba la mayor
ostentación de la clase alta micénica.
Micénico Reciente (1400-1200 a. C.)
Los centros micénicos estaban ubicados en lo alto de una colina y fortificado por altas gruesas murallas, que brindaban defensa al palacio
y refugio a los habitantes. El centro de principal interés para los micénicos era el megarón, centro ceremonial del palacio, la utilizaban
para la celebración de banquetes y juntas, y para recibir a las visitas.
En cuanto a la expansión política o militar de Grecia, a lo máximo que llegó fue a la formación de pequeños reinos regionales bajo la
égida de una sola ciudad.
La administración de un reino Micénico
En lo alto de la pirámide se hallaba el Wánax (señor o amo), a continuación venían los lawagétas (comandante del ejército), después se
encontraban los teléstai (sacerdotes), le siguen los hequétas (miembros del sequito) y finalmente los funcionarios de rango inferior que
estaban a cargo en zonas periféricas. Con respecto a los labradores y ganaderos vivían en aldeas rurales, mientras que casi todos los
especialistas en cualquier tipo de artesanía se concentraban en las capitales comarcales y en las poblaciones de mayor tamaño. Se
enviaban regularmente funcionarios a las zonas rurales para que realizaran inspecciones, y los tributos sobre la producción y los ganados
cobrados a los individuos y a las aldeas eran meticulosamente registrados. Los hombres de las aldeas cuidaban sus campos, pagaban sus
tributos, contribuían con su trabajo al funcionamiento del palacio, y servían en el ejército. En cuanto a las mujeres, estas, ayudaban en
el campo, y realizaban tareas domésticas, algunas realizaban trabajos para el palacio en el tramo textil. Los esclavos ocupaban el lugar
más bajo en la sociedad, estos, eran propiedades muy valiosas, tanto como productores como en su calidad de bienes destinados a ser
vendidos y producir un rendimiento.
La manufactura y el comercio
Las actividades industriales como, el sector textil y la metalúrgica eran las dos grandes exportaciones de la economía palaciega. A ellas
podríamos añadir el aceite de oliva, el vino, las pieles, el cuero y sus productos derivado. Las manufacturas de alta calidad, como, la
cerámica pintada, la orfebrería, y otros objetos santuarios competían en el comercio internacional de artículos de lujo. Los palacios
importaban otras cosas de las carecía Grecia, como el cobre, el estaño, el oro, el marfil, el ámbar, los tintes, y las especias, así como
otros productos exóticos.
Religión: Los cultos se realizaban con el fin de mantener armonía entre la sociedad humana y los dioses. La relación de los agricultores
con los inmortales gira entorno a la perpetuación de la fecundidad de la tierra y de los animales. Para conservar la relación con los
inmortales, los hombres hacen ofrendas, sacrificio de animales y a veces humanos. Honraban a sus dioses con precesiones, músicas y
danzas.
 El culto minoico tenía lugar en cuevas y en santuarios situados en las montañas.
 Los micénicos construían santuarios en los centros de la población, donde el megarón constituía el principal escenario.
Los principales dioses de la religión griega son: Zeus, Hera, Poseidón, Hermes, Atenea, Artemis, Apolo, Ares y Dioniso.
La Importancia de la guerra: los reyes Micénicos eran los comandantes en jefe de sus ejércitos. El ejército estaba estratificado
socialmente, los oficiales procedían de la aristocracia, mientras que las tropas estaban formadas por labradores y artesanos. El palacio
dirigía todas las operaciones militares. Las armas ofensivas eran espadas y puñales de bronce, lanza, arco y flecha.
Con respecto al carro, este no se utilizaba con fines bélicos igual a Oriente Próximo, sino más bien como prestigio que confería.
El fin de la cultura Micénica
En Torno a 1200 a. C., casi todos los palacios, desde el Iolco en Tesalia al sur del Peloponeso, fueron atacados, saqueados e incendiados
por unos invasores. Toda esta destrucción fue creciendo en espiral, hasta el punto de que a finales siglo XII prácticamente no queda
huellas arqueológicas de la gran civilización y cultura micénica. Micenas o Tirinte, pronto fueron ocupadas de nuevo e incluso gozaron
de un breve resurgimiento, pero todas esas recuperaciones duraron poco. Micenas sucumbió a otro ataque en torno a 1150 y no volvió
a recuperarse. Estas destrucciones provocaron además grandes movimientos de población con destino a otras zonas más seguras.

GARCÍA IGLESIAS: EL COLAPSO DEL MUNDO MICÉNICO


Causas del hundimiento Micénico:
*La tesis doria y sus dificultades: la explicación tradicional adjudica el colapso del mundo micénico a los dorios, que irrumpen en el
escenario y provocan su quiebra. Se piensa esto por las formas dialectales dorias que persistieron, ya que la mayor parte del Peloponeso,
donde estuvieron los más importantes centros colapsados está ocupada en época posterior por hablantes de dorio. Pero, los arqueólogos
han señalado las dificultades arqueológicas de tal invasión, pues no hay evidencia de irrupción ni de nuevos asentamientos, y afirman
que la llegada de los dorios al Peloponeso ocurrió un par de siglos más tarde.
*Teoría de los Factores Internos: esta teoría afirma que la caída del mundo micénico se da debido a factores internos: como guerras
sin cuartel entre palacios (quema de recursos, ruptura de las relaciones y revueltas civiles), agotamiento del suelo cultivable,
empobrecimiento de la población por excesiva presión fiscal y una inmoderada exigencia de trabajo obligatorio.
*Explicación por causas Naturales: teoría que otorga a los fenómenos naturales como causa del derrumbe micénico. Son las tesis de
cambio climático, de catástrofes sísmicas y de las motivaciones patológicas. Pero estas tesis no son del todo aceptada, porque, no se está
seguro si ocurrió verdaderamente un cambio climático (lluvias y vientos que provocaron el empobrecimiento de los recursos y después
una serie de hechos desencadenados, como despoblación, saqueo, revueltas civiles, etc.), del mismo modo sucede con la teoría de la
catástrofe sísmica (destruyendo cultivos y salinizó la tierra, arruinando la ganadería y los poblados), ya que no se entiende como una
enorme erupción en el Egeo ha podido conmover y paralizar la Grecia continental, sin perturbar la vida en las islas más próximas.
*La Tesis de los Pueblos del Mar: afirma que el colapso Egeo se produjo por invasiones de los pueblos del mar (piratas). Pero hay que
señalar que las destrucciones de los centros micénicos han tenido lugar con frecuencia lejos de la costa, por lo que no valen las
formulaciones de que los pueblos del mar fueron los responsables directos.
*Hacia una explicación compleja para un fenómeno complejo: está la posibilidad de que la caída se produjo por causas múltiples
(fenómenos desencadenados), con sus múltiples efectos que terminarían constituyéndose en causas. Se advierte que los pilares
fundamentales de la estructura micénica eran: la sociedad dominante, el nivel de población y el fácil suministro de cobre y estaño para
fabricar bronce; se advierte que quebrados los tres pilares, con las consiguientes consecuencias en los diferentes sectores, el sistema que
articulaba la vida de los principados no podría sobrevivir. También se añade, insuficiencia de las regiones montañosas como protección
ante ataques por tierra, los movimientos sísmicos, sequias, las presiones desde el norte de los pueblos del mar, o la ruptura del comercio
exterior. Este cuadro de circunstancias son intentos de explicación compleja al complejo fenómeno del colapso micénico.

MITOLOGÍA Y LITERATURA EN EL MUNDO GRIEGO (CARLOS GARCÍA GUAL)


El Mito: es una narración o un relato tradicional, memorable y ejemplar, paradigmático, de la actuación de personajes extraordinarios
(el mundo griego, dioses y héroes) en un tiempo prestigioso y lejano.
El mito puede definirse por:
 Una narración.
 Tradicional, se heredan
 Memorable, habita en la memoria colectiva y no en la individual.
 Ejemplar o paradigmático
 Pasado prestigioso y lejano
En el mito, los personajes tienen nombre propio y siempre están inserto en una red narrativa cultural. También se caracteriza por ser
lineal, lo que permite una segmentación y un análisis. Pero éste va sufriendo variantes más cuando se incorpora a la tradición escrita y
literaria.
Mitología: en primer lugar, es la colección de mitos o una especie de red de relatos míticos interconectados. Y en segundo lugar, es el
estudio científico de esos mitos.
Grecia tiene una mitología básica y tradicional, que son las obras de Homero (la Ilíada y la Odisea) y de Hesíodo (Teogonías). Homero
habla acerca de dioses y héroes, pero de la época heroica, mientras que Hesíodo cuenta los orígenes del mundo, la aparición de los
dioses. En el mundo griego, la mitología está asociada a la religión, pero los guardianes de los mitos son los poetas. El poeta, es alguien
que pone su obra por escrito y sabe que hay otros escritos que le preceden, por lo que no tienen que contar la versión canónica. Esto es
lo que caracteriza a la literatura griega, que utiliza constantemente los mitos, pero que se permite cambios sin tocar la estructura
fundamental.

LA EDAD OSCURA DE GRECIA Y EL RENACIMIENTO DEL S. VIII (1150-700 a.C)


Hacia el 1100 a.C los centros palaciales se hallaban en ruinas; y lo mismo ocurría con las demás ciudades griegas. Los modelos de
integración social y política surgidos de la destrucción de los palacios abrieron el camino a un nuevo tipo de gobierno estatal, la ciudad-
estado (pólis), surgido en el s. VIII.
Fuentes para la edad Oscura:
Se denomina edad oscura, por la oscuridad en el terreno arqueológico. Las únicas fuentes con la que se cuenta son de la última etapa de
la edad oscura, y son los poemas homéricos, la Ilíada y la odisea (750-720 a.C). Aunque narran hechos acontecidos en los días gloriosos
del periodo micénico, poemas no describen la sociedad revelada por los restos materiales de esta época o por las tablillas de lineal B.
Antes bien, el trasfondo social de los relatos homéricos encaja con la imagen que ofrece la arqueología de la edad oscura. Los dos
poemas de Hesíodo ofrecen rica información acerca de la vida y el pensamiento griego en torno al año 700 a.C, época de su composición.
La Teogonía presenta, junto con los poemas homéricos, un cuadro global de las primitivas creencias religiosas de los griegos. El otro
poema de Hesíodo, Los trabajos y los días, que refleja las relaciones sociales y económicas de su época, será fuente importante para la
etapa arcaica.
Decadencia y Recuperación (1150-900 a.C)
La ausencia casi total de objetos de artesanía caros constituye la prueba más evidente de la decadencia griega a partir del 1200 a.C. la
cerámica que data aproximadamente de 1125-1050 (punto máximo de decadencia) se denomina submicénica, ya que todavía presentas
carácter micénico, aunque con una calidad inferior, pues el barro está muy poco preparado, las vasijas son más pequeñas, están peor
moldeadas, y poco cocidas. En todo el mundo griego, los niveles de población habían descendido enormemente. La causa de este
descenso no se entiende muy bien, pero tiene que ver con el hundimiento del sistema redistributivo y el empobrecimiento económico
generalizado que afecto a Grecia a comienzos de la edad oscura. En la edad oscura, desaparecieron los palacios y su organización política
y centralizada. El poder del Wánax (rey) y sus pequeños ejércitos de oficiales, escribas, operarios que habían sostenido el sistema
redistributivo desaparecieron. La desaparición de los sistemas políticos y económicos y de la alta cultura que los acompañaba no
significa, que Grecia cayera en un estado de primitivismo, ya que todo lo que revestía importancia para las familias y las aldeas continuó
ininterrumpidamente. En cuanto a lo económico, siguieron cultivando y fabricando con los mismos métodos y equipos que antes. Se
conservaron las artes y técnicas básicas de los alfareros, los tejedores, los herreros, los carpinteros, pero a un nivel inferior. Se cree que
desapareció la demanda de incursiones de metal o pasta de vidrio azul, así también, el arte de la escritura. En lo que respecta a la religión,
los modos de venerar y aplacar a los dioses mediante la plegaria, el sacrificio y las ofrendas continuaron de la misma manera, solamente
que el culto dejó de estar centrado al palacio, y se dispersó por todas las aldeas. Probablemente, cambiaran también las ideas en torno
a la naturaleza y el carácter de los dioses.
Un signo de recuperación es el dominio del difícil proceso de fundición y elaboración del hierro, con el que se producirían herramientas
y armas más pesadas que las de bronce y que se conservan afilados por más tiempo. A partir de 1050, surgieron pequeñas industrias
siderúrgicas en toda la Grecia continental e Insular. Aparece un nuevo estilo de cerámica llamado protogeométrico (1050-900), que, se
originó en el Ática y se difundió rápidamente por las demás regiones. Los vasos dan una sensación de equilibrio, orden y simetría, que
fueron resultado de las mejoras técnicas realizadas. Los alfareros desarrollaron un torno más rápido que les permitía mejorar la forma
de los vasos. Además, la preparación del barro era mejor y conseguía un brillo más fino. A partir del 1000 a.C, la población comenzó a
aumentar lentamente; las aldeas micénicas abandonadas renacieron; aparecieron nuevos asentamientos; mejoraron las comunicaciones,
tanto entre las diversas regiones de Grecia como entre y Oriente; el comercio exterior, se reanudó, por más que a unos niveles reducidos.
La Sociedad de la Edad Oscura Primitiva
Con la ruptura de los complejos palaciales, los centros y las aldeas se vieron en una situación de independencia política y económica.
En aquellas comunidades autosuficientes, las funciones gubernamentales y la jefatura eran sencillas y se desempeñaban directamente.
Lo más probable es que Grecia volviera a conocer el gobierno de los jefes locales.
El basileús
En las sociedades homéricas, el basileús es el jefe político y militar de un asentamiento y de las tierras circundantes. En la edad oscura,
designa a un hombre, con unos poderes mucho menores que los del rey, siendo un hombre de gran talla y de suma importancia en su
comunidad.
Resurgimiento (900-750 a.C)
El progreso material se aceleró en torno a 900 a. C. Los vasos descubiertos en las tumbas, constituyen el principal índice de cambio y
desarrollo. La evidencia de proliferación de dibujos geométricos marca la aparición del geométrico como un periodo nuevo. Este estilo
geométrico (900-700 a.C) se divide en tres fases: Antiguo, medio y reciente.
*Antiguo (900-850 a. C): los alfareros introdujeron nuevas formas y motivos ornamentales en sus repertorios. Sustituyeron los círculos
y semicírculos por otros más lineales y angulares, como el meandro, el zigzag, el triángulo y el sombreado.
*Medio (850-750 a. C): las decoraciones lineales son cada vez más complejas. Los recipientes son cada más grande y más ambiciosos.
A comienzo del siglo VIII los pintores empezaron representar nuevamente a seres vivos. Primeramente pintaban animales y pájaros, y
a partir 760-750 aparecen decoraciones de figuras humanas y comienza a predominar los elementos pictóricos. Las decoraciones
ocupaban la mayor parte del vaso.
*Reciente (750- 700 a. C) los artesanos griegos comenzaron a construir artículos de lujo, destinada al consumo interno. Evolucionó el
mercado, se pudo importar materias primas (como el bronce). En el siglo IX ya se puede hablar de tumbas ricas y ostentosas, las casas
estaban mejor construidas y son más confortables.
Las transiciones estilísticas de la cerámica fueron sutiles e innovadoras, comenzaron las representaciones de los mitos griegos, pintados
en vasos o talladas en objetos de metal. En cuanto a la arquitectura, la aparición de templos monumentales demuestra que hay un
resurgimiento de esta civilización, además de la aparición de murallas defensivas de piedra y ladrillo. También debe incluirse en las
artes, el alfabeto y la escritura que tuvieron influencia de Cercano Oriente.
Homero y la Poesía Oral
Los dos grandes poemas épicos, la Ilíada y la Odisea, no fueron producidos hasta el periodo geométrico reciente, y constituyen la
culminación de una larga tradición oral que se remontaría a varios siglos antes del VIII. Los poemas épicos son relatos bastante largos,
que cuentan una historia en verso y eran cantados o recitados ante el público. Ésta dos composiciones homéricas son la obra literaria
más antigua de Europa. Los análisis lingüísticos modernos de estos poemas sitúan su composición entre el 750 y 720 a.C, siendo la
Ilíada unas cuantas décadas anteriores a la Odisea. Las diferencias cronológicas de estas obras han llevado a muchos estudiosos
modernos a preguntarse si la Ilíada y la Odisea son obras de un mismo autor o de dos poetas distintos. También, hubo sospechas de que
hubieran sido compuestas oralmente y no por escrito. Entonces surgió la teoría de que los poemas fueron confeccionados varios siglos
más tarde, a partir de una serie de canciones o baladas breves que contaba las hazañas de los antiguos héroes.
La Ilíada y la odisea cuentan la guerra de Troya, pero la primera concentra su acción en unos cuarenta días del último año de la guerra,
y la odisea relata el regreso de un de los caudillos, Odiseo, a su patria. El mito de la Guerra de Troya habla acerca de que, Paris, el hijo
del rey Príamo de Troya, seduce y se lleva a esta ciudad a la bella Helena, esposa de Menelao, rey de los espartanos. Para vengar la
ofensa, Menelao y su hermano, Agamenón, wánax de micenas, reúne una gran hueste de guerreros aqueos, que se trasladan a Troya y
destruyen la ciudad tras un asedio de diez años.
La sociedad a finales de la Edad Oscura (Homérica):
La sociedad homérica es parecida a la sociedad de caudillaje, es decir, sociedades de guerreros.
*El caudillaje en los textos homéricos: una distinción fundamental, radica en que, a diferencia de wánax de la edad del bronce, el jefe
supremo ejercía solo un control limitado sobre los distintos distritos de su demos (se refiere tanto a una entidad territorial como a las
personas que la habitan). Los jefes locales, aunque subordinados a él, eran fundamentalmente independientes.
*Los caudillos y sus seguidores: como es habitual en las sociedades de caudillaje, el cargo y el título de basileús pasa de padres a hijos.
Pero la herencia no basta; el caudillo joven debe, además, ser competente en el desempeño de su papel, que es dirigir al pueblo en la
guerra y en la paz. Los dos requisitos principales de la soberanía eran la destreza en el campo de batalla y la persuasión. Las categorías
de un caudillo se miden por el número de guerreros que le siguen. El caudillo que no demuestre ser un buen guerrero verá pocos hombres
dispuestos a seguirlo. Todos los basileús, tanto locales como supremos, poseen su propio sequito personal. Los hombres que acompañan
a un caudillo son llamados por este y se llaman entre si hétairoi (compañeros). Por lo general, un jefe recluta a sus seguidores celebrando
un gran banquete, en el que demuestra que es un gran caudillo, y con el que estrecha los lazos existentes entre sus seguidores y él.
El pillaje constituye una forma de vida en la sociedad homérica. El caudillo está obligado a arriesgar su vida combatiendo al frente de
su hueste; a cambio de su soberanía, el demos está obligado a rendir al basileús honores y ofrecerle regalos materiales. La reciprocidad
que gobierna todas las relaciones sociales es la clave de la relación entre el soberano y el demos. El basileús no puede permitirse el lujo
de no mostrase generoso y liberal del mismo modo, los caudillos homéricos ofrecen constantemente regalos y festines a sus iguales y a
los personajes importantes.
El Gobierno a finales de la Edad Oscura: había un consejo, llamado boulé, formado por los jefes locales y el caudillo supremo, en
cuya gran sala (megarón) se reunían para definir la política de todo el demos. El basileús supremo presidia las discusiones y llevaba la
voz cantante en ellas, pero habitualmente escuchaba los consejos de los ancianos, como se denominaba a los miembros de la boulé. Sus
decisiones eran presentadas a la asamblea del pueblo, llamada ágora o “reunión”, a la que asistían los jóvenes en edad de combatir y los
ancianos. Se produce entonces un debate abierto, que generalmente concluye en un acuerdo. Ante cada propuesta los integrantes del
demos hacían saber su decisión por aclamación, mediante murmullo o guardando silencio. El objetivo de la asamblea era alcanzar el
consenso, tanto entre los jefes como entre éstos y el pueblo.
Además de la función de jefe político y militar, el basileús desempeñaba un papel religioso y judicial en la vida de la comunidad. Su
única obligación religiosa, era presidir los sacrificios públicos ofrecidos a los dioses. Cuando elevaba sus plegarias a los dioses en un
sacrificio era el portavoz del pueblo. En esta sociedad, la única ley era la costumbre, es decir, las tradiciones de la comunidad en relación
con lo que estaba bien o estaba mal en determinadas situaciones. El consejo, la asamblea y el tribunal de justicia constituyen todos los
órganos existentes en homero, pero eran suficientes.
Relaciones exteriores: la hospitalidad era un medio imprescindible para mantener las relaciones con el exterior durante la edad oscura;
era la relación de reciprocidad en virtud de la cual los huéspedes estaban obligados a ofrecerse mutuamente protección, alojamiento, y
ayuda cuando uno se traslada al demos de otro. Esa relación se transmitía de generación en generación entre las familias de xénoi
(huésped). La hospitalidad comportaba a menudo la celebración de un generoso banquete y, a veces, la ejecución de algún espectáculo
musical. Al término de la visita, el anfitrión entregaba a su huésped un valioso regalo de despedida, que se entregaba como garantía de
que, cuando el huésped visitara el demos de su amigo, recibiría a cambio la misma protección, hospitalidad, y un regalo del mismo
valor.
Valores Sociales y Ética: el código de conducta de los varones homéricos gira en torno a la guerra. La palabra agathós (bueno) señala
las cualidades de valentía y destreza en la guerra y en los ejercicios atléticos. La palabra opuesta, kakós (malo), significa cobarde, o poco
diestro o inútil en el campo de batalla. En una sociedad en la que todos los hombres en buenas condiciones físicas combaten en defensa
de su comunidad, todos están obligados a comportarse con valentía. Otras normas tradicionales de conducta dicen que el “varón bueno”
honre a los dioses, mantenga sus promesas y juramentos, y sea leal con sus amigos y compañeros de armas. Debe ser, hospitalario, y
respetar a las mujeres y a los ancianos. Los hombres homéricos no sólo son fieros en la guerra, sino también salvaje en la victoria:
saquean e incendian las aldeas que capturan, matan a los varones supervivientes, incluso a los niños, y violan y esclavizan a las mujeres
y a las niñas. Los varones tienen un fuerte espíritu de competitividad, con el objetivo ganar honra y respeto, es decir, el reconocimiento
público de la propia valentía y de los propios actos. La adhesión a la ética competitiva (ser siempre el mejor y destacarse sobre los
demás) inducia a los hombres a realizar grandes hazañas y contribuía a mantener la posición de caudillo.
Esclavitud: la esclavitud no tenía nada de malo para los griegos. Ser esclavo era algo horrible, pero poseer un esclavo era estupendo.
Era un producto colateral de la guerra y del pillaje. Una persona se convertía en esclava cuando era capturada o raptada, esto es, en un
botín humano.
Religión: los dos rasgos básicos del culto homérico son el politeísmo, esto es, la adoración de numerosos dioses y diosas; y la forma
rituales de honrar a los dioses: con sacrificios y plegarias, procesiones, músicas, danzas e himnos. La religión griega era formal, ritualista,
y colectiva, no privada ni meditativa. Los dioses olímpicos, eran los descendientes del universo físico, los dioses encarnaban las fuerzas
de la naturaleza. Pero los griegos desarrollaron una concepción antropomórfica de sus divinidades, y las presentaban como hombres y
mujeres idealizados con poderes especiales para dominar y dirigir la naturaleza. Estas poderosas divinidades tienen el mismo aspecto
que los humanos y piensan como ellos. Sus poderes son superiores y el hecho de que sean inmortales y eternamente jóvenes, y no estén
sujetos al dolor, sitúa a los dioses a una distancia infranqueable de los mortales. Los mortales son juguetes de los dioses, que disputan
entre sí por el destino que pueda correr un individuo o un grupo.
Comunidad, Familia y Economía a finales de la Edad Oscura
Las aldeas griegas eran comunidades permanentes, fuertemente cohesionadas. La supervivencia de la aldea dependía de la cooperación
de todas las familias. Los diversos asentamientos existentes en el territorio de un demos se hallaba así mismo unido por lazos de
parentesco y de interdependencia. La unidad social más pequeña y fundamental era la familia (Oikos); la familia era el centro de la
existencia de la persona; la principal preocupación de todos los miembros era su conservación, su independencia económica, y su
condición social. El significado primero de la palabra Oikos es “casa”, término que para los griegos significaba no solo la morada
propiamente dicha, sino también la familia, la tierra, el ganado, y todas sus propiedades y bienes, incluidos los esclavos. El Oikos era la
familia nuclear formada por el padre, la madre y los hijos. La sociedad era patrilineal y patriarcal. El padre era la autoridad suprema
primero por costumbre y después por ley. Todos los miembros de un Oikos realizaban una parte del trabajo. Los hijos de los basileús
cuidaban sus rebaños y vacadas, la principal riqueza de su familia, y además trabajaban en el campo y en otras tareas de la casa. El
principal recurso de cualquier familia, tanto en las aldeas como en las ciudades, era la parcela de tierra, propiedad de la familia desde
tiempo inmemorial. Los principales Oikos disponían de una mano de obra numerosa, mientras que una familia media contaba sólo con
un esclavo o jornalero, o a lo sumo dos, que compartían con ellos la carga del trabajo. La mayor diferencia entre las familias ricas y
pobres radicaba, en el número de animales que poseía cada una. El principal valor del ganado, era la provisión de carne que suponía
para la celebración de banquetes, lujo que solo la minoría podía permitirse. La riqueza en animales era, por consiguiente, la riqueza de
prestigio. La forma más prestigiosa de adquirir animales era el pillaje.
El final de la Edad Oscura (750-700 a.C)
Fue durante el S. VIII cuando la sociedad griega experimentó una transformación rápida. Algunos cambios, por ejemplo, las
innovaciones introducidas en el arte y la cultura, fueron fruto de la aceleración de los modelos de crecimientos existentes. Un factor de
cambio de primera magnitud fue el aumento generalizado de la población. Según cierta teoría, el aumento de la población se relaciona
con el paso de una economía predominantemente ganadera a otra predominantemente agrícola; las nuevas tierras de cultivo estuvieron
acompañadas de unos métodos más intensivos de cultivo destinados a incrementar el rendimiento y la variedad de la cosecha. Pero, las
diferencias cada vez más notables en el reparto de las tierras empezaron a tener serias consecuencias. Un primer indicio de la escases de
tierra fue la emigración emprendida, a partir de la segunda mitad del s. VIII, por importantes cantidades de gente desde la Grecia
continental e insular hacia el sur de Italia y Sicilia. El problema de la escasez, no consistía en que no había tierras, sino más bien en que
las tierras más productivas estaban en manos de una minoría de familias.
El Comercio
La colonización en sus primeros momentos tuvo que ver con la ampliación de los contactos con Oriente Próximo y la Europa occidental.
El comercio marítimo a larga distancia fue incrementándose lentamente durante los s. X y IX, pero experimentó una expansión
considerable entre el s. VIII. Las importaciones de cobre y estaño, hierro y oro se incrementaron considerablemente desde finales del s.
VIII, y también las de materiales raros y costosos como el marfil, el ámbar, los tintes, y los objetos realizados con ellos. A cambio los
griegos exportaban grandes cantidades de cerámica fina y objetos de metal manufacturados, y probablemente también productos de lana,
pieles de vacuno, y cuero. Los productos manufacturados habían sido principalmente la cerámica y las herramientas de metal, como las
hachas y las puntas de lanza de hierro, y algunos artículos de lujo de fabricación local destinados a los más ricos. Una gran variedad de
productos locales se destinaban al trueque. Al igual que en el comercio con el extranjero, el principal medio de transporte era el marítimo.
Los principales beneficiarios de este comercio fueron los grandes terratenientes, que podían producir considerables excedentes para el
mercado y podían afrontar los costes y soportar las pérdidas de los largos viajes por mar.
El Alfabeto y la Escritura
Los helenos copiaron algunas letras del alfabeto fenicio, una escritura semítica septentrional, para representar los fonemas consonánticos
de la lengua griega. La escritura se difundió rápidamente por todo el mundo griego, no en forma única, sino en diversos alfabetos
epicóricos, con variaciones en forma de algunas letras según los lugares. El alfabeto griego de veinticuatro letras supuso un gran avance
respecto al complejo sistema del silabario lineal B, compuesto de ochenta y siete signos. La lectura y escritura de este nuevo alfabeto
era accesible a todo el mundo y su aprendizaje no era complicado.
Arte y arquitectura
En los vasos, la representación de animales y personas se hacen de repente habituales a partir del 800 a.C. Pero la principal novedad
decorativa fue la reaparición, de las escenas de grupos que contaban algún tipo de historia, como batallas, naufragios, funerales y desfiles
de carro. Las formas geométricas estáticas se convirtieron en meros marcos decorativos del relato pictórico, que enseguida pasaría a
cubrir la mayor parte del vaso. Otra innovación artística fue la representación de escenas del mito griego, pintadas en vasos o talladas
en objetos de metal. En cuanto a la arquitectura, comienzan a aparecer templos monumentales de gran tamaño; y las espesas murallas
defensivas de ladrillo y piedra.
Panhelenismo
El s. VIII fue testigo además de la aparición de santuarios y fiestas religiosas que no tenían un carácter meramente local, sino que eran
“panhelénicas”, y que atraían a devotos de todo el mundo griego. Estos santuarios y fiestas celebraban y reforzaban la idea de que los
griegos, independientemente de su origen, pertenecían a un único grupo cultural que tenía en común una misma herencia, una misma
lengua, unas mismas costumbres y una misma religión. Los santuarios más antiguos eran los de Zeus y Era en Olimpia, el de Apolo y
Ártemis en Delos, y los oráculos (centros en los que se hacía profecías divinas) situados en los templos de Zeus en Dodona y de Apolo
en Delfos. Los devotos que acudían a estas fiestas participaban en los ritos y sacrificios colectivos a los dioses, en algunos santuarios
participaban también en los certámenes atléticos.
La resurrección de los héroes
Hay una serie de actividades que gira en torno a la recuperación del mundo heroico de los antepasados de la edad del bronce, numerosas
tumbas descuidadas durante la edad oscura, empezaron a recibir ofrendas votivas, indicio de que sus anónimos habitantes eran venerados
como “héroes”. A finales del s. VIII aparecen otros tipos de culto, ya no celebrados en las tumbas, sino en santuarios erigidos en honor
al personajes heroicos de leyendas (como el de Menelao, Agamenón, etc.). El impulso que se oculta tras el culto a los héroes era la idea
de que los grandes hombres y mujeres de la época heroica tenían después de muertos la facultad de proteger y ayudar a las personas. Al
igual que los dioses, recibían sacrificios de animales y otros honores divinos, aunque a una escala menor.

LA POLIS Y LA EXPANSIÓN COLONIAL GRIEGA S. VIII A.C (DOMINGUEZ MONEDERO)


"La polis es una comunidad "micro-dimensional”, jurídicamente soberana y autónoma de carácter agrario, dotada de un lugar central
que les sirve el centro político, social, administrativo y religioso que están bien, frecuentemente, su única aglomeración" (Duthoy)
La polis introduce en la historia una concepción nueva: la posibilidad para una serie de individuos de dotarse de sus propios instrumentos
de gobierno y urbanización a todos los niveles. El poder se hallaban en los ciudadanos. Sólo en casos excepcionales (tiranías) era uno
solo quien ejercía el poder.
También, puede ser considerada como una estructura que surge al servicio de unos intereses determinados, de tipo económico y los
beneficiarios directos son los aristoi. Implica la existencia de un centro en el que residen los órganos de gobierno y el santuario de la
divinidad tutelar. La polis necesita un territorio del que extraer los medios de vida, principalmente agrícolas. Es necesario un
ordenamiento jurídico no escritas en un primer momento y sólo conocidos y aplicadas por los aristoi producto más de la costumbre que
de una reflexión abstracta.
La polis surge cuando surge idea del ciudadano, cuando individuos se consideran relacionados entre sí por un vínculo común ajeno a
ellos pero que mismo tiempo les define como miembros de un mismo círculo. La polis es un equilibrio porque los ciudadanos deben
sacrificar algo su propia libertad en beneficio de un fin común, aceptando una forma de gobierno, unas normas, un marco territorial
renunciando posiblemente a una serie de aspiraciones personales. Pero, la idea del "ciudadano" implica la del "no ciudadano". No todos
los habitantes de un territorio determinado van a ser considerados sujetos de derechos y deberes al mismo nivel que aquellos que se
conviertan en ciudadanos. Desde su inicio, la polis es restrictiva, se configura como un conjunto de personas que participan de un centro
común y en cuyas decisiones todos participan, de acuerdo con la calidad de cada uno. La exclusión de toda una serie de individuos al
inventar idea de la igualdad o semejanza entre todos aquellos que si forman parte plenamente del estado
La formación de la polis significa elección de un lugar desde el cual dirigir el conjunto de los territorios, en las cuales se ubicarán las
rudimentarias instituciones políticas y religiosas iniciales.

LA GRECIA ARCAICA 700-500 A.C. siglo VII y VI (POMEROY)


Fuentes para el estudio de los siglos VII y VI
La mayor parte de la información que se tiene procede de escritos de historiadores posteriores, que tuvieron acceso obras y documentos
más antiguos. Pero sus relatos fueron escrito muchos años después de que ocurrieran los acontecimientos y a menudo sus informaciones
son poco fiables, pues sus conocimientos se basan en gran medida en leyendas transmitidas oralmente. También se tiene datos
proporcionados por la arqueología, como restos arquitectónicos o templos monumentales.
La formación de la Ciudad Estado (polis)
La forma de gobierno correspondiente a la ciudad-estado surgió durante el s. VIII. La polis, se convirtió en la organización social y
política característica de los griegos, hasta por lo menos, la época romana. ¿Qué es una ciudad-estado? Significa una zona geográfica
que comprende una ciudad y sus territorios adyacentes, y que constituye una sola entidad política capaz de autogobernarse. Dentro de
la comunidad territorial (demos) existía una identificación colectiva y un culto colectivo de los mismos dioses. Los órganos
gubernamentales primarios de la ciudad-estado, la asamblea de varones en edad de combatir y el consejo de “ancianos”, aparecen ya
firmemente asentados en los reinos homéricos. Lo único que tuvieron que hacer las comunidades de demos del 800 a.C para convertirse
en las polis-estado del año 700 a.C fue realizar la unificación política formal del demos y la creación de un gobierno central.
La unificación política (sinecismo)
El sinecismo, sería el proceso en virtud del cual cada ciudad, poblado o aldea de un demos aceptó tener un solo centro político. El
sinecismo adoptó diversas formas, según las dimensiones territoriales: el sinecismo de un demos pequeño, formado por una sola ciudad
y los campos circundantes, en los que podía haber unas cuantas aldeas secundarias. El sinecismo de los territorios regionales, esto es,
aquellos que contenían varias ciudades y aldeas importantes además de la capital.
El Éthnos
Aparte de las ciudades-estados, había grandes regiones del país que tenía una forma distinta de organización política. La palabra para
designar a esas regiones era éthnos. El éthnos era un territorio regional y un pueblo (demos) que carecían de un único centro urbano,
que no tenía un gobierno central ni una unión política formal. Cada éthnos tenía una conciencia muy fuerte de constituir un solo pueblo
que ocupaba un territorio concreto. La población estaba unida por el culto a sus propios dioses. Disponían de instituciones para tomar
decisiones comunes y para actuar como unida. Pero no había ninguna ciudad que ejerciera de capital.
El gobierno de las ciudades-estados primitivas
Los pasos que condujeron al establecimiento de la ciudad-estado fueron obra de la aristocracia terrateniente que surgió en el s. VIII. La
unificación no sería posible sin la voluntad de los basileús locales, este mismo grupo minoritario fueron los planificadores y artífices de
los nuevos gobiernos centrales. Para esto, el cargo de basileús supremo fue abolido o drásticamente reducido; las funciones
gubernamentales ejercidas hasta entonces por el basileús fueron repartidas entre varios magistrados; la importancia del consejo de
“ancianos” aristocrático se incrementó, mientras que la de la asamblea del pueblo disminuyó. El control central se hallaba en manos de
los grandes terratenientes que tenían buenos motivos para intentar conservar su poder económico y político. La decisión fundamental
tomada por los basileús fue acabar con la posición del basileús supremo y ponerse a gobernar colectivamente.
Cada ciudad-estado desarrolló su propio sistema de magistratura en consonancia con sus necesidades y con sus circunstancias peculiares.
Los nombres más comunes de los magistrados supremos eran árchon (mandatario) y prýtanis (presidente). A mediados del s. VII, la
duración de los cargos en su mayoría eran de un año, y no podían ocuparse de nuevo hasta que pasara un número de años fijado de
antemano. El verdadero centro de poder de las ciudades-estados primitivas residía en el consejo. El consejo aristocrático se encargaba
de diseñar la política y de redactar las leyes de la polis.
Pervivencia de los basileús durante la época arcaica
Por lo general el título de basileús quedó reservado a un magistrado anual o a un miembro del colegio de los magistrados. Sus
responsabilidades o las de la junta de basileús variaban. Estos mayormente se ocupaban de asuntos religiosos y judiciales, sobre todo en
los asuntos relacionados con la religión, tales como el homicidio. Los espartanos fueron los que mantuvieron durante más tiempo el
sistema de caudillaje. En la forma de gobierno espartano había dos basileús de carácter hereditario y vitalicio que reinaban a la vez.
Además, los espartanos elegían una junta anual de cinco magistrados, los éphoroi (supervisores), encargado de vigilar que los basileús
reinaran con arreglo a la ley, y llevarlos ante los tribunales si no lo hacían.
El movimiento colonizador
La aparición del sistema de la polis coincidió con los movimientos migratorios griegos. Dicha emigración se inició a mediados del s.
VIII y se prolongó más de doscientos años. Las causas primordiales de esta expansión fueron dos: la búsqueda de fuentes de
aprovisionamiento de metal, capaces de satisfacer necesidades cada vez mayores de los griegos, y la esperanza de conseguir las tierras
suficientes para poder llevar una vida de ciudadanos en las nuevas polis, debido a la imposibilidad de obtenerlas en la madre patria. La
decisión de fundar una colonia sería una de las primeras acciones políticas de la polis. La ciudad-madre debía escoger el emplazamiento
de la colonia, obtener la aprobación divina, hacer los planos del nuevo asentamiento, y elegir al fundador. Los ciudadanos que emigraban
hacia la colonia renunciaban a su ciudadanía en la metrópoli. La documentación arqueológica indica además, que el movimiento
colonizador tuvo dos fases: la primera se inició a mediados del s. VIII y se dirigió a Italia y el Mediterráneo occidental; la segundo dio
comienzo aproximadamente un siglo después y se concentró en la costa septentrional del Egeo y el mar Negro. El movimiento
colonizador ha sido considerado un proceso de difusión de la vida y la cultura helénica, como las instituciones panhelénicas.
Las divisiones económicas y sociales en las polis primitivas
El movimiento colonizador es una prueba de la desigualdad en el sistema de posesión de la tierra que existía en Grecia. No obstante, no
todas las familias pudieron emigrar y, a medida que la población seguía creciendo, las tierras iban haciéndose más escazas. Fruto de
todo ello fue la ampliación de la distancia social y económica existente entre las familias aristocráticas y el resto de la población. Los
ricos terratenientes, eran los únicos merecedores, según ellos, de ser llamados hoy agathoí, “los buenos”, en virtud simplemente de su
pertenencia a una familia ilustre y acaudalada, y calificada de hoy kakoí, “los malos”, a cuantos no habían nacido en el seno de la nobleza
terrateniente.
La ciudadanía
La ciudadanía, que los griegos de época posterior definían como “la participación en la vida pública de la ciudad, se consideraba un
status estratificado, determinado por la condición social y económica de la persona, y también por sexo. Entre los varones, la
participación en las responsabilidades y los derechos cívicos (derecho a votar y a hablar en la asamblea, a ocupar un cargo público, a
actuar como jueces, y a combatir en el ejército) estaba dividida de forma muy desigual, se basaba en unos criterios fundamentalmente
económicos. En las ciudades-estados primitivas sólo los hombres ricos y de noble cuna disfrutaban de todos los privilegios cívicos. Los
ciudadanos que no eran nobles y poseían una fortuna modesta se hallaban excluidos de los cargos públicos, y los más pobres ni siquiera
podían votar en la asamblea. La historia política de la época arcaica es la lucha de las clases media y baja por la consecución de una
participación igualitaria en el gobierno de la polis. A parte de los más pobres, a las mujeres, aunque sean libres, también se les los
derechos de ciudadanía, a los extranjeros residentes y a los esclavos.
Esclavos y siervos
Los esclavos eran personas capturadas o compradas y consideradas una propiedad desde el punto de vista jurídico. El incremento masivo
de la esclavitud se produjo en el s. VI, cuando las reformas y las medidas políticas introducidas limitaron o abolieron la servidumbre
por deudas (labradores libres endeudados), obligando a los ricos a utilizar a los esclavos como mano de obra en sus campos.
El descontento de los inferiores y el comienzo de los cambios sociales
En el s. VII, todos los grupos situados económicamente por debajo del cerradísimo circulo de los autodenominados agathoí, comenzaron
un movimiento de protesta contra los excesos de la aristocracia, este movimiento, estaba compuesto mayoritariamente por grupo
intermedio de los labradores independientes, sobre quienes menos control tenía la oligarquía.
El ejército hoplita
Durante la época arcaica, los griegos introdujeron una serie de cambios fundamentales tanto en el armamento como en la táctica militar.
A partir de ahora, los encargados de librar la batalla fueron un tipo de soldados de infantería pesada llamado hoplitas, dispuestos en
formación de filas apretadas llamadas falange. Las armas ofensivas y defensivas evolucionaron también; tras el choque inicial, cuando
ya no había espacio para golpear con la lanza, el hoplita usaba su arma secundaria, la espada corta. Como protección, los hoplitas
utilizaban el casco, el peto (coraza), y las espinilleras rodilleras. Pero el elemento más innovador, fue el escudo llamado hóplon. Este,
era lo bastante grande como para cubrir al hombre situado a la izquierda de su portador, permitiendo a los hoplitas luchar hombro con
hombro gracias a la protección que cada uno le proporcionaba el escudo del compañero que tenía alado. El éxito de la guerra dependía
de que los soldados mantuvieran su puesto en la formación. Rehusar el combate comportaba el desprecio de todo el demos; de ese modo,
los soldados solían aguantar a pie firme. Finalizada la guerra, cada bando daba sepultura a sus muertos y los hombres regresaban a su
patria para seguir labrando sus campos o ejerciendo sus oficios. Sin embargo, no todos los ciudadanos combatían en la falange. Como
el hoplita debía costearse las armas y la armadura, que eran caras, los más pobres quedaban descalificados y servían en la tropa de
infantería ligera.
El ejército hoplítico y la polis
En el ejército hoplítico es donde se observa con claridad la ideología de la polis, según la cual el ciudadano es esclavo del bien común.
La valentía demostrada en el campo de batalla seguía siendo la máxima virtud, pero también se había convertido en un valor colectivo:
ya no consistía en la heroicidad de un solo campeón, sino en el hecho de mantener el puesto en la falange. Las diferencias de fortuna o
de nacimiento desaparecen en la falange.
Los tiranos de la época arcaica
Apenas se habían liberado los aristócratas del puesto de basileús cuando surgió un nuevo tipo de gobierno de un solo hombre, el týrannos
(tirano). Termino que se utilizaba para designar a los gobiernos de un solo hombre que se hace con el poder mediante un golpe de estado
y lo ejerce de manera ilegítima. Las tiranías fueron siempre de corta duración, dos o tres generaciones. Los tiranos, además de perecer
a la elite, se habían distinguido por los grandes servicios prestados a sus respectivas polis. Las rivalidades existentes entre los aristócratas,
pese a canalizarse hasta cierto punto en la simple competencia por la obtención de los cargos y el control del consejo, se agravaron
particularmente durante los s. VII y VI a raíz de las luchas por el poder desencadenadas entre estirpes. Los griegos denominaban a los
conflictos formales entre diversos grupos de una misma ciudad-estado stasis (postura). Para acceder al poder, los aristócratas,
necesitaban recursos y hombres. Una fuente potencial eran los aristócratas excluidos de la polis (clase dirigente).
Bajo la tiranía, muchas polis progresaron y alcanzaron niveles desconocidos: los grandes programas de construcción y embellecimiento
convirtieron a las capitales en auténticas ciudades. Además, los tiranos fomentaron el comercio y la artesanía; institución de cultos y
fiestas religiosas que celebraban la unidad de la polis, aparte de contribuir a reforzarla, y apoyaron todo tipo de actividades culturales,
rivalizando en traer a artistas, arquitectos, poetas y pensadores de toda Grecia. Finalmente, los tiranos eran derrocados y asesinados o
exiliados junto a sus familias
Arte y arquitectura
Con el desarrollo de la ciudad-estado, las diferencias estilísticas entre las diversas polis se hicieron más notables. Donde más se puede
observar este fenómeno es en la cerámica. En corinto se erigió el principal centro comercial, estos inventaron una técnica nueva llamada
de “figuras negras”, que les permitía reproducir los detalles más diminutos. Hacia el 530, los atenienses inventaron a su vez un nuevo
estilo, llamado de “figuras rojas”, que era una inversión de la técnica de las figuras negras. La cerámica pintada de los siglos VII y VI
solía representar episodios de la mitología y de la leyenda heroica. A finales del s. VI se añadieron escenas de la vida cotidiana, en su
mayoría basadas en las actividades de los varones jóvenes de la clase alta. Las imágenes más habituales son las relacionadas con el
atletismo, la equitación, y las fiestas dedicadas a la bebida, así como las escenas de escuela, clases de música y los cortejos homosexuales.
Las mujeres suelen aparecer en calidad de criadas y flautistas, o en figara de damas de alta sociedad.
La manifestación artística que dio más fama a los griegos fue la escultura monumental en mármol y en bronce. Las estatuas de bronce
de grandes dimensiones empezaron a producirse, estas eran de dos tipos, el kouros (hombre joven) desnudo y la kóre (doncella) vestida.
Otro género de escultura arcaica es el de los relieves que representan escenas mitológicas, tallados en los frontones de forma triangular
y en los entablamentos de los templos de finales del s. VI. En la época arcaica, el ágora se convirtió en plaza del mercado y espacio
público de la ciudad, y por consiguiente, de toda la ciudad-estado.
La poesía lirica
Los poetas, a diferencia de Homero, volcaron su talento en otros géneros poéticos, que se conoce como poesía lírica. Esta trata de temas
relacionados a cualquier tipo de situación de la vida privada y colectiva. Estos poemas, alcanzaron una forma no ya local, sino
panhelénicas. A todos y a cada uno de los diversos géneros agrupados habitualmente bajo el nombre de lírica les correspondía un
esquema métrico, una temática, una ocasión, un tono, y un acompañamiento musical especifico. Al igual que la poesía épica, la lírica
era cantada y se ejecutaba en el curso de un espectáculo. La poesía coral y algunos tipos de poesía monódica eran ejecutados en pequeñas
fiestas privadas. Algunos poetas líricos importantes son: Simónides, Baquílides y Píndaro, cuyas carreras se desarrollaron durante
principalmente el s. V.
La filosofía y la ciencia
Al igual que la poesía lírica, la filosofía surgió con el inicio de la época arcaica. Los primeros filósofos, algunos de los cuales fueron los
primeros prosistas griegos, se llamaban presocráticos para distinguirlos de los discípulos de Sócrates. La diferencia entre presocrático y
socrático radica, en que los primeros centran su atención sobre todo en la estructura y la evolución del universo físico, mientras que los
segundos se interesarán más por la ética y por el papel que desempeñan los seres humanos en las relaciones que mantienen entre sí y
con la sociedad en general.
El cosmos: el cielo visible
Los griegos las estrellas y los cinco planetas que podían ver a simple vista. Los labradores con esto, sabían cuando era el momento de
realizar sus faenas estacionales por posición de las constelaciones. Cuando los griegos se hacían a la mar, fijaban su posición por la de
los cuerpos celestes.
La búsqueda de los orígenes
Los milesios (de Mileto) fueron los primeros en abandonar las explicaciones sobrenaturales o religiosas de los fenómenos naturales,
buscando una causa física de los mismos.
Relaciones entre los estados
Cuando los estados (VII-VI) empezaron a quedarse sin tierras, intentaron ampliar sus fronteras, esto dio lugar a enfrentamientos, por lo
general en torno a esos territorios fronterizos. En consecuencia, se crearon enemistades entre las ciudades-estados. Las guerras
territoriales comenzaban en la patria madre difundiéndose hasta las colonias.
Pero también existían alianzas diplomáticas entre las ciudades-estados, esto se daba con los tiranos, que se encargan de dirigir las
relaciones con plena autonomía, estableciendo pactos de amistad o alianzas matrimoniales con otros tiranos o con los aristócratas más
encumbrados. La diplomacia personal quedó institucionalizada a través de la “proxenía”, en virtud de la cual un residente de una ciudad-
estado actuaba representante semioficial de los intereses de la otra. Los estados comenzaron a firmar tratado por escritos, en los que se
prometían amistad y no agresión durante un tiempo determinado.

ESPARTA
Esparta fue durante la época arcaica y clásica una de las ciudades más poderosas del mundo griego. Cabe destacar que coincidían con
las demás polis griegas en varios aspectos, tales como la religión politeísta, sociedad patriarcal, mano de obra servil y la agricultura
como base de la economía, la ley era respetada y el valor del guerrero premiado. El estado espartano se entrometía en la vida cotidiana
de sus ciudadanos.
Los ilotas y la jerarquía social
Para asegurar el dominio de la llanura de Laconia, sus habitantes fueron reducidos a la condición de ilotas (esclavos), sometidos con
carácter hereditario al estado espartano. El resto de los habitantes de Laconia, que ocupaba la zona situada alrededor de la ciudad de
Esparta, se convirtieron en periecos (los que viven alrededor de Esparta), a diferencia de los ilotas, los periecos eran libres, aunque
estaban obligados a servir en el ejército. Estos no tenían derecho a participar en el gobierno; y muchos trabajaban como agricultores,
artesanos y mercaderes. Esparta conquistó a Laconia y Mesenia, pasando a ser la mayoría población, ilotas del estado espartano.
El sistema espartano
El sistema espartano podría ser calificado de totalitario, pues afectaba a casi todos los aspectos de la vida del individuo, incluso hasta,
cómo llevar el pelo, la decisión de contraer matrimonio y con quién, la decisión de tener hijos o no.
Educación y crianza
El ideal espartano de hombre era comportarse con valor y destreza en el combate, no darse a la fuga ni rendirse, sino aguantar a pie
firme y dar la vida por la ciudad. El espartano tenía la obligación de prestar servicio militar hasta los sesenta años y para ello debía
mantenerse en buenas condiciones físicas. El proceso de formación de guerreros invencibles comenzaba desde el momento mismo de
nacer, pues el estado arrogaba el derecho de determinar si un recién nacido podía vivir o no. Todos los niños recibían la misma educación
bajo la supervisión del estado. A partir de los siete años, los niños abandonaban el domicilio familiar para ser educados en grupos
llamados rebaños, con el fin de aumentar la conformidad, la obediencia, la solidaridad del grupo, y la destreza militar. En Esparta
antigua, se alentaba también a la competitividad a través de certámenes atléticos y otras manifestaciones de excelencia, aunque también
se consideraba fundamental el espíritu de cooperación, que inspiraba en el individuo.
Cómo ser buena espartana
Del modo que los niños eran adiestrados para convertirse en guerreros valientes, las niñas eran educadas para parir futuros soldados
robustos. Las espartanas eran las únicas griegas cuya crianza estaba prevista por el estado y que efectivamente eran educadas a expensa
del estado. Las espartanas hacían ejercicio al aire libre y estaban bien alimentadas. Su única obligación social era parir hijos. Aunque,
cualquier otra griega, sabían tejer, estaban eximidas, lo mismo que los espartanos, de la obligación de realizar cualquier trabajo
doméstico o crematístico.
Sexo y matrimonio
La imposición vigente, de que los hombres casados siguieran viviendo en cabañas hasta los treinta años significaba que las parejas no
vivían juntas ni siquiera en tiempos de paz. No obstante, las relaciones sexuales en el marco del matrimonio eran fundamentales para la
procreación de ciudadanos guerreros. El único fin del matrimonio es la procreación.
Homosexualidad y pederastia
Las relaciones eróticas entre personas del mismo sexo eran consideradas potencialmente positivas desde el punto de vista pedagógico
tanto entre hombres como entre mujeres, siempre y cuando la atracción física no fuera lo primordial. En el mundo griego, la norma era
la educación por sexo separado, y los hombres y las mujeres de edad adulta realizaban a menudo la función de “maestros” o guía
informales de los miembros más jóvenes de la comunidad.
Demografía y Economía Espartana
A diferencia de otros estados griegos, la ausencia del comercio y la colonización limitaron el crecimiento de la población, pues no tenían
colonias a las que en un momento dado pudieran exportar la población a la estuviera en condiciones de sostener en el suelo patrio. La
xenofobia limitó el número de la población espartana, además, este pueblo no contraía matrimonio con extranjeros, ni admitieron a
muchos ciudadanos de origen no espartano.
Disminución de la Población Espartana
Esparta era el único estado griego en el que el infanticidio de los varones recién nacidos estaba institucionalizado. El problema se agravó
debido a la falta de las prácticas matrimoniales, las mujeres se casaban al llegar la pubertad y la oportunidad de mantener relaciones
conyugales era escasa, ya que sus esposas dormían en los escuadrones. A esto se le debe sumar que las mujeres conocían el control de
natalidad, lo que supuso un elevado rango social. Sumado a esto, muchos soldados morían en batalla; y los únicos considerados dignos
de inscribir sus nombres en las lapidas eran los soldados caídos en el campo de batalla y las mujeres que morían de parto. El problema
de despoblación se vio también acelerado por las catástrofes naturales, los problemas económicos y la emigración de los hombres.
Los Ilotas y el Sistema Espartano
El sistema económico espartano permitía a sus ciudadanos que dedicaran todo el tiempo y sus energías a la defensa y prosperidad de la
polis. Los espartanos se llamaban así mismos Homoi (iguales, del mismo estatus), la igualdad económica era un ideal ilusorio.
Aunque los ilotas no eran libres, no eran como los esclavos de las otras ciudades griegas, ya que pertenecían al estado y no a los
individuos particulares. Vivian en familias estables en la parcela que les asignaba el estado, y no podían ser vendidos fuera de Esparta;
además de proporcionar sustento al propietario debía servir en las tropas auxiliares. Los ilotas no tenían ninguna obligación con sus
amos, se les permitía vender excedentes en el mercado y acumular para sí. Estaban obligados a vestir un vestido primitivo que los
identificaba.
El gobierno Espartano: El sistema espartano estaba compuesto por elementos monárquicos, oligárquicos y democráticos.
La monarquía dual
El poder estaba repartido por dos hombres, a la cabeza de gobierno estaba dos reyes. Cada uno pertenecía a una de las dos grandes
familias, la de los Agíadas y la de los Euripóntidas. La sucesión era hereditaria y recaía sobre el primer hijo varón nacido después de
subir al trono. Los reyes rivalizaron y colaboraban entre sí, era un modo de control del poder y de esta manera Esparta no estaría sin
líder, uno de los reyes actuaba como jefe supremo de las fuerzas armadas y el otro supervisaba los asuntos internos y asumía en mando
militar en caso de que su colega muriera. Los reyes se consideraban descendientes de Zeus por su hijo Heracles. Ejercían la función de
sumos sacerdotes y presidian los sacrificios públicos en nombre de Esparta.
Gerousia (consejo de ancianos)
Los reyes compartían sus funciones judiciales con los demás miembros de la gerucia, consejo de Gerontes (ancianos) compuesto por 28
varones de sesenta años (cuando finalizaban el servicio militar) que ejercían este cargo vitalicio; este cargo era elegible, pero sus
miembros eran personas ricas e influyentes (elementos aristocrático y oligárquico). La elección se llevaba adelante mediante la
aclamación en la asamblea. Este grupo de hombres tenía la particularidad de aprobar o no las propuestas, podían decretar el
aplazamiento; también hacían de tribunal en casos de homicidios, traición y otros delitos.
Los Eferos (supervisores)
Eran ciudadanos varones mayores de treinta años, este grupo estaba formado por 5 integrantes, vigilaban a los reyes y representaban el
principio de legalidad. Como los espartanos no poseían leyes escritas era necesario disponer de funcionarios que cumplan esa tarea.
Juraban cada mes fidelidad a los reyes, siempre y cuando se comportaban conformes a las leyes. Tenían la facultad de procesarlos y de
deportarlos. Los Eferos ejercían un control absoluto sobre la educación de los jóvenes. Estaban a cargo de la krypteía (policía secreta),
una fuerza reclutada entre los jóvenes y encargada de controlar a los ilotas. Presidian además la gerucia y la asamblea, y se encargaban
de tratar con las legiones extranjeras. Tenían también poderes judiciales en materia de derecho civil y en los casos relacionaos con los
periecos.
La asamblea
Era el órgano más democrático del gobierno espartano, pertenecía a todos los ciudadanos varones mayores de 30 años, se reunían una
vez al mes coincidiendo con la luna llena y lo hacían al aire libre. Aquí los ciudadanos escuchaban propuestas y no debatían, rechazaban
o aceptaban las propuestas.
Constitución de Esparta
Esparta tenía reyes y la firme ideología de igualdad económica entre los ciudadanos varones, fomentaba el espíritu de igualdad. El poder
estaba en manos de la gerucia, los 5 Eferos fueron teniendo más poder sobre los reyes y asumieron la política y la dirección. El gobierno
se limitaba a un grupo de personas ricas.
La liga del Peloponeso
Excepto con Mesenia, Esparta procuró establecer con los demás estados del Peloponeso unas relaciones de alianza y no de conquista.
Hacia el 510-500, se creó la organización de Esparta y sus aliados o la “liga del Peloponeso”, encabezada por Esparta. Formaban parte
de la liga todos los estados del Peloponeso excepto Argos y Acaya. Semejante alianza protegía a los lacedemonios de los invasores
extranjeros. El objetivo de la liga era protección mutua. Cada estado debía contribuir con tropas en caso de guerra y juraba “tener los
mismos amigos y enemigos y seguir a los lacedemonios donde los llevasen”. No se pagaba tributo alguno, excepto en tiempos de guerras.
Además, Esparta no dictaba la política de organización, ni podía obligar a sus miembros a ir a la guerra si éstos se oponían a ella. El
gobierno de la liga era bicameral (parlamentario), y estaba formado por la asamblea de los espartanos y el congreso de los aliados, en el
que cada estado tenía un voto. Sólo los lacedemonios podían convocar una reunión de la liga y sólo ellos ejercían como generales de
sus fuerzas armadas. La liga siguió existiendo hasta el 360, cuando Corinto y otros estados miembros se vieron obligados a abandonarla
tras la derrota de Esparta por los tebanos.

DESARROLLO DE ATENAS Y LAS GUERRAS MÉDICAS


La época arcaica primitiva
Los atenienses atribuían la unificación del Ática a su gran héroe Teseo, al que los mitos relacionaban con un compañero, el héroe dorio
Heracles. Según esa versión ateniense del sinecismo, Teseo, basileús de Atenas y caudillo supremo del Ática, creó una unidad política
por aclamación, aboliendo los gobiernos de las ciudades y aldeas e instaurando un gobierno único con sede en Atenas.
El primitivo gobierno ateniense fue estrictamente aristocrática. A finales del siglo VIII cuando los caudillos de Ática sustituyeron el
cargo del basileús supremo por tres magistrado que se repartieron el entre si el poder y recibieron colectivamente en nombre de arcontes.
El polémarchos era el jefe supremo del ejército, compuesto por unidades procedentes de toda el Ática. El cargo principal, que
comportaba el mayor prestigio y poder era el de arconte, que se encargaba de supervisar todos los asuntos públicos, presidir el consejo
y la asamblea y juzgar los asuntos de carácter religioso. A comienzos del siglo VI otros seis magistrados judiciales, que dieron lugar a
la formación del colegio de los nueve arconte. Los nueve arcontes eran elegidos por un año entre candidatos ricos, llamado eupatridas
(los buenos padres). Los arconte, actuaban en concordia con el consejo, que se reunían en la colonia (págos) consagra al dios de la
guerra, Ares, y que por eso se llamaban consejo del areópago. Como en el resto de Grecia, también en el Ática las unidades sociales
básicas se agrupaban en asociaciones de parentescos amplias, como las tribus, fratrías y estirpes. Cada familia ciudadana pertenecía a
una de las cuatro tribus y a una división más pequeña de la misma llamada fratría (hermandad).
La conjura de Cilón
Aproximadamente en el año 632 Cilón que había obtenido la victoria en los juegos olímpicos, aprovecho su relación con Teágenes,
tirano de la vecina Megara, para poder apoderarse de la acrópolis e intentar convertirse en tirano. Pero fue sitiado por los valerosos
labradores hoplitas de la ática, por lo que resolvieron refugiarse en el altar de Atenea. Y posteriormente Cilon escapo con su hermano.
Dracón y la primitiva legislación ateniense
A casi todo lo que se sabe de las leyes de Dracón tiene que ver con el homicidio. La finalidad de dicha legislación era sustituir a la
familia y el parentesco por el estado como árbitro de la justicia en los casos de homicidios voluntarios e involuntarios. Dracón traslado
al gobierno la facultad de juzgar ese tipo de litigios, esto quiere decir que eran los magistrados quienes dictaban las sentencias
correspondientes.
Las leyes de Dracón reducía la autoridad de la familia, también limitaba las oportunidades que tenía un magistrado de acomodar sus
decisiones a los lazos sociales y profesionales que pudieran tener con una de las partes en el litigio. Las leyes de Dracón no resolvían
todas las tenciones, seguían permitiendo la esclavización por deudas costumbre que para entonces se había convertido en el principal
motivo de quejas de los pobres. Además, puso las leyes por escrito, en torno al 620. Se sabe muy poco de las leyes de Dracón, excepto
que eran muy severas, previendo la pena de muerte incluso para los delitos menores.
Las reformas de Solón
La legislación de Solón fue promulgada a comienzo del s. VI, y pone de manifiesto su deseo de fortalecer la frágil base agrícola de la
economía ateniense añadiéndola una pujante actividad comercial. Solón fue un aristócrata con fama de sabio, que redacta unas leyes
aliviando el sufrimiento de la mayoría de los pobres, sin destruir por completo los privilegios de la mayoría rica.
La primera medida tomada por Solón tenía por objeto enderezar la dolorosa situación de los habitantes más pobres de la ática. Y se
puede resumir en las siguientes:
*La abolición de la esclavitud por deuda. Esta medida se denominó seisáchtheia, “sacudimiento de carga”.
*Rescató a los esclavos vendidos fuera del Ática y los recoloco como ciudadanos libres
*Facilitó el comercio con otros estados sustituyendo el sistema egineta por el euboico. Por consiguiente la moneda se valorizo un 50%
*Fomento el cultivo de olivo y declaro ilegal la exportación de grano
*La instauración de la obligatoriedad de enseñar unos oficios a todos los niños.
*Concedió al concejo del areópago la facultad de inspeccionar los medios de vida de cualquier ciudadano y de castigar a los que se
descubriera que carecían de ellos.
*Establecimiento de una constitución en la que la participación del individuo en el proceso político dependía de su renta. Las clases
fueron divididas en función de la riqueza de su producción agrícola. La nueva clase de los pentakosiomédimnoi (productores) de
quinientos médimnoi (barriles) de lo que fuera (valía tanto el aceite, como el olivo el grano). Por detrás de ellos venían los hippeís
(caballeros, o sea, los que podían permitirse el lujo de mantener un caballo con el que prestar servicio en la caballería), cuya renta se
situaba entre los 300 y los 499 medimnos; luego venían los zeugítai, esto es, los que poseían una yunta de bueyes y tenían una renta de
entre 200 y 299 medimnos, y por último los thetes, los pobres (labradores y jornaleros sin tierras) que producían menos de 200 medimnos.
Los miembros de la primera clase podían ser elegidos para desempeñar cargos de temías (tesorero de la ciudad), el arcontado y las demás
altas magistraturas. Los seugitas, podían competir con las dos clases superiores en el desempeño de cargos más bajos; y los thetes sólo
podían participar en la asamblea.
*creó el consejo de los cuatrocientos, formado por cien individuos de cada una de las cuatro phylai ateniense. Este organismo se
encargaba de preparar los asuntos que se presentaban en la asamblea.
Las leyes de solón fueron escritas en una plancha de madera axones y colocadas en el ágora, donde todos pudieran verlas.
Los organismos de la democracia de Solón
La ekklesia: tenía cuatro funciones principales
*Llevar a cabo las órdenes ejecutivas (decretos, decisiones de hacer la guerra o no, concesión de ciudadanía)
*Elegir algunos funcionarios
*Legislar
*Juzgar delitos y crímenes políticos
Boulé (el consejo de los 500)
En Atenas se llamaba Boulé al consejo del Areópago, hasta que Solón creó el consejo de los 400. Clistenes amplió el número, llegando
a 500. Éstos se elegían anualmente por sorteo entre los ciudadanos mayores de 30 años
Dikastéria (los tribunales)
Cargo anual electo por sorteo entre ciudadanos mayores de 30 años.
La toma del poder por Pisítrato
En el año 560, Pisítrato tras conquistar en puerto Nicea (Megara), da un golpe de estado y sus aliados provenían desde las montañas (los
pobres) y los sectores pobres de la población urbana. La asamblea le otorgo que formara una guardia personal, con la cual se apoderó
inmediatamente de la acrópolis. Luego de cinco años de gobierno, los partidos de la llanura (ricos) y de la costa (pescadores y artesanos)
se unieron contra Pisítrato y lo derrocan. Pero Megacles (cabecilla de los de la costa) decidió aliarse con Pisítrato y establecerlo
nuevamente en el poder con la condición de que contrajera matrimonio con su hija. Sin embargo, esta alianza no duro mucho, y decidió
derrocarlo por segunda vez.
En la segunda vuelta, durante su destierro que duró aproximadamente del 555 al 546 a.C, logró reunir una fuerza de mercenarios con
dinero obtenido del oro y plata de las minas del pangeo. Con la ayuda financiera de Lígdamis de Naxos y la caballería de Eretria,
desembarcó en Maratón y derrotó a sus adversarios en la batalladle palene. A partir de ahí gobernó a Atenas más de diez años, hasta su
muerte en el año 527.
La Política de Pisítrato
Pisítrato al igual que solón fomentó el desarrollo del comercio y la agricultura, proporcionado tierra y préstamos a los más necesitados.
También el comercio llevó aparejada una política exterior ambiciosa, a través de alianza en la zona central del Egeo. En esta misma
época, Atenas acuñó sus primeras monedas de plata (conocidas como lechuzas). Este tirano puso en práctica programas de obras
públicas, que proporcionaba puestos de trabajo a gente que necesitaba con urgencia. De esta manera convertía a la ciudad en un centro
cultural de primera orden. Las oportunidades de trabajo provoco el aumento de la población en la capital. Pisítrato fomento el arte y la
religión de Atenas, acrecentando su fama.
Reforma de Clístenes
Clístenes fue un reformador que decidió acabar con el poder de las familias ricas (menos la suya). Para ello, abolió las cuatro antiguas
tribus (phylai) y creo diez nuevas. Primero, dividió el ática en tres áreas geográficas: la ciudad, la costa y el interior; y procedió a
subdividir a cada zona en diez trittys o tercios, formada por varias unidades ya existentes llamadas demos. Después, tomó una trittys de
cada área geográfica y con las tres formó una tribu: cada tribu tenía tres trittys, una por cada área, formada por un numero irregular de
demos. Sobre la base de las nuevas diez tribus se creó un nuevo organismo, el consejo (boulé) de los quinientos, formados por cincuenta
miembros, elegidos anualmente por sorteos en cada una de las diez tribus. La boule sustituyo al viejo consejo de los cuatrocientos
asumiendo sus funciones probuleutica y gestionando los asuntos financieros exteriores. Los arcontes seguían teniendo las mismas
obligaciones administrativas, pero se creó un nuevo colegio de magistrados. Se reorganizo el ejército sobre la base de las diez tribus, de
modo que cada una elegía un taxíarchos (comandante de infantería), un hipparchos (comandante de la caballería), y lo que es más
importante, un estrategós (general en jefe). A diferencia de los arcontes, los strategoí podían ocupar su cargo consecutivamente tantas
veces como quisiera. Clistenes no tenía poderes extraordinarios en sus decisiones, debido a que dichas decisiones debían ser aprobadas
por la asamblea.
La reforma de efialtes (Julían galleo)
A partir de Efialtes, el consejo del areópago es desplazado y sólo ejercerá funciones judiciales, mientras que la asamblea, el consejo y
los tribunales cobrarán impulso, efectivizándose el poder popular. Así, la asamblea comenzará actuar como el cuerpo político soberano
sin restricciones. Con esta reforma surge la democracia radical.

LA ASCENSIÓN DE PERSIA (POMEROY)


La sublevación Jonia
Aristágora (tirano de Mileto), convenció a los persas de que se unieran a él con el fin de someter a todo el archipiélago de las Cicladas
y quizá de pasar a la Grecia continental. Al fracasar su plan, Aristágora, consciente del descontento de los jonios, decidió probar fortuna
en sentido contrario y unirse a su revuelta. Tras renunciar el puesto de tirano y aceptar un cargo institucional, se propuso derrocar a los
tiranos de las demás ciudades Jonias. La desafortunada rebelión de los Jonios terminó con una gran derrota frente a las costas de Lade,
en 494. Mileto fue derrotada; sus mujeres y niños fueron esclavizados, y los varones deportados a la desembocadura del Tigris. No
obstante, la capital del imperio persa en occidente, Sardes, fue incendiada en el curso de la sublevación. Darío, no estaba dispuesto a
olvidar el incendio de Sardes, pero tampoco los griegos olvidarían la destrucción de Mileto.
La invasión de Grecia por Darío
Darío, envió a Occidente a su yerno, Mardonio, al frente de un gran ejército. Aunque Mardonio logró restablecer el prestigio de Persia
en el norte de Grecia, conquistando Tracia, Tasos y Macedonia, pero la flota naufragó y Mardonio se vio obligado a regresar. Darío
preparó enseguida otra expedición, con la intención de cruzar el Egeo, evitando los traicioneros del norte. El primer objetivo de Darío
era castigar a Atenas y Eretria por el papel que habían desempeñado en la rebelión de Jonia. En el verano de 490, su flota llegó a Grecia,
comandada por su sobrino Artafernes y por el medo Datis. Es posible que éstos llevaran consigo veinte mil hombres, uno de los cuales
era el anciano Hípias, el antiguo tirano de Atenas, al que pretendían restablecer como tirano de su ciudad natal y como vasallo de Persia.
Al término de un asedio, Eretria fue traicionada desde el interior y entregada a los persas. Estos, incendiaron sus templos en venganza
por la destrucción de Sardes y deportaron a la población. De Eretria, los persas pasaron a Maratón; entonces, la asamblea de los
atenienses votó enviar inmediatamente sus tropas a Maratón. Entonces Atenas pidió ayuda a Esparta.
La batalla de Maratón
Los persas, disponían de fuerzas más versátiles, con caballería, arqueros y tiradores, pero las tropas atenienses, formadas
fundamentalmente por hoplitas, disponían de armamentos más pesados. Entonces, en septiembre del año 490, a las órdenes de Milcíades,
los atenienses, ayudados por algunos plateos, bajaron de la colina. A pesar de su superioridad numérica, los persas no fueron capaces de
resistir la disciplina y la resolución de los hoplitas que combatían en la defensa de su libertad. Además, los griegos contaban con mejores
armaduras y con unas lanzas más largas. En su huida hacia las naves, muchos persas quedaron empantanados en las marismas. Los
espartanos llegaron tarde para tomar parte del combate.
Al parecer, después de la batalla de Maratón, en Atenas surgió la importancia de crear un mando militar eficaz.
La invasión de Jerjes y la construcción de trirremes en Atenas
En el 484, los griegos se enteraron de que los persas (al mando de Jerjes) estaban construyendo grandes cantidades de navíos en todos
los puertos del imperio, desde Egipto hasta el mar Negro. Jerjes envió ingenieros y operarios al Helesponto, donde construyeron un
puente de barcos, y al norte de Grecia, donde abrieron un canal en el Atos, para evitar naufragios.
Las naves construidas por los atenienses con la riqueza que les acarreó la plata del Laurion (mina de plata) fueron trirremes, un tipo de
buque de guerra ligero, rápido y muy manejable, provisto de tres filas de remos. Aunque las naves de remo habían sido diseñadas
originalmente sólo para transportar a los soldados al teatro de las operaciones, en el s. V la guerra por mar había evolucionado de tal
forma que la embestida se ha convertido en una táctica fundamental de cara a la victoria. Mientras los atenienses se afanaban en construir
navíos, los heraldos de Jerjes llegaron a Grecia exigiendo la tierra y el agua, y muchos estados se la dieron. Atenas y la liga del
Peloponeso tuvieron que tomar iniciativa y en 481 convocaron conjuntamente en Corinto un congreso para organizar la defensa de
Grecia. Los treinta y un estados que estaban decididos a ofrecer resistencia a los persas constituyeron la Liga Helénica. El mando
supremo de las fuerzas terrestres y navales se concedió a Esparta. Tras una expedición fallida en Tesalia, estacionaron sus tropas en el
paso de las Termópilas. A instancia de Temístocles, los atenienses evacuaron el Ática y esperaron el final de la guerra en la isla de
Salamina y en Trezén.
La batalla de las Termópilas
Leónidas se dirigió a las Termópilas con unas fuerzas bastante escasas. El contingente (casual) focense, se encargó de defender el camino
oculto que iba por la cima de las montañas, por si Jerjes descubriera. Y lo descubrió, un griego traidor reveló la existencia del camino y
condujo hasta él a una de los generales de Jerjes, Hidarnes, junto con las tropas de choque llamada los inmortales. Entonces, Leónidas
despachó al grueso de sus tropas, y solo permanecieron en sus puestos los tebanos, los tespieos, y trecientos espartanos. Los leónidas
defendieron el paso con heroicidad y cayeron combatiendo.
La batalla de Salamina
La victoria de las Termópilas abrió el camino hacia el centro de Grecia a los persas, cuya confianza se fortaleció al saber que había
matado a un rey de Esparta. Rápidamente, trasladaron sus fuerzas a Atenas. Los persas incendiaron la Acrópolis. Según parce, Jerjes
fue engañado e inducido a entrar en acción por un mensaje enviado por Temístocles, en el que le comunicaba que estaba de su parte y
le instaba a atacar inmediatamente antes de que los griegos, desmoralizados, se dispersaran y regresaran cada uno a su patria. Al
conseguir que el enfrentamiento se decidiera en el estrecho, Temístocles llegó a sacar el mayor provecho de las naves griegas, más
ligeras y manejables, y superar así los pesados navíos persas. A la caída del sol, los persas habían perdido doscientas naves y con ella la
batalla. En vez de reconocer la locura cometida al decidir atacar, Jerjes reaccionó ante la derrota ejecutando a sus capitanes fenicios,
acusándolos de cobardía, y privándose así en el futuro del apoyo naval de Fenicia. Jerjes se retiró con su armada a Persia para
salvaguardar el Helesponto y dejó a Mardonio en Grecia, donde en la primavera de 479 se enfrentó al ejército helénico más numeroso
reunido nunca en un campo de batalla. En la ciudad de Platea, Mardonio acabó sus largos años al servicio de Persia, donde se libró una
batalla capitaneada por el espartano Pausanias, que acabó con la vida de Mardonio.

Cap. VI: LAS RIVALIDADES DE LAS CIUDADES-ESTADOS GRIEGAS Y EL DESARROLLO DE LA DEMOCRACIA


ATENIENSE
La época clásica se inicia posteriormente a las guerras Médicas, donde Grecia obtiene la victoria sobre el Imperio Persa, aunque los
persas no sufrieron una derrota definitiva a manos de las fuerzas europeas hasta que fueron conquistados por Alejandro Magno (334-
323 a.C); Los griegos para impedir nuevas invasiones persas, formaron una alianza, la Liga de Delos, capitaneada por Atenas, cuyo
poderío naval fue fundamental para ganar la guerra. Por otra parte, durante las décadas posteriores a la derrota de Jerjes, Atenas se
convirtió en un centro cultural de primer orden, se erigieron enormes edificios públicos, tales como el Partenón.
Las Consecuencias de las Guerras Médicas y la Función de la Liga de Delos
Se sabe que después de su victoria sobre los persas en Platea en 479, los aliados griegos erigieron en Delfos un monumento compuesto
por tres serpientes, en los cuerpos de estas estaban escrito los nombres de los treinta y un estados griegos que se levantaron contra los
persas. Los primeros estados grabados eran Esparta y Atenas.
*La liga de Delos
En el 477, los representantes de Atenas y de varias docenas de estados se reunieron en Delos y prestaron un juramento que los vinculaba
a una organización destinada a combatir los persas. Los estados miembros firmaron un tratado con Atenas por el que se comprometían
a suministrar anualmente barcos o dinero para realizar operaciones de hostigamiento contra Persia, y al mismo tiempo a respetar la
autonomía interna de las distintas polis de la alianza. La política a seguir debía ser trazada por la asamblea de la liga (en la que cada
polis tenía un voto, independientemente de su tamaño). No obstante, su ejecución correspondía a un alto mando ateniense, encargado
además de controlar el tesoro. Los objetivos de la liga eran, poner freno al poderío persa, conseguir botín como compensación por los
daños sufridos durante la guerra, y la pura venganza. Cada estado debía contribuir con el tesoro de la liga. Algunos contribuían con
barcos, otros con metálicos.
*De la Liga de Delos al imperio ateniense
Hubo estados que quisieron abandonar la liga, tales Naxos, pero los atenienses impidieron su defección haciendo uso de la violencia.
La negativa de los ateniense a permitir que los demás estados permanecieran al margen de la Liga, unida a la progresiva conversión de
tributo en aportaciones en metálico y no en barcos, fue dejando cada vez más claro a todo el mundo que Atenas dominaba el mar y que
estaba transformando la alianza en un imperio.
Temístocles defendía la rivalidad con Esparta y el desarrollo de la democracia, mientras que Cimón era favorable a los lacedemonios y
se oponía a una mayor democratización. Hacia 460 espartanos y atenienses se unieron contra Temístocles, los espartanos aportaron
prueba que demostraban que Pausanias y él mantenían una correspondencia desleal con el rey de Persia. Entonces, Temístocles se acogió
al sucesor de Jerjes, Artajerjes. Murió en Persia unos diez años después.
*Nuevos conflictos en Atenas: la caída de Cimón y las reformas de Efialtes
Después de deshacerse de Temístocles (quien lucho al mando en guerras Medicas), los ateniense no les quedo más que Cimón; este
último, gracias a su reputación de buen soldado, siguió gozando de gran autoridad en la asamblea ateniense incluso cuando se abrió paso
a la coalición capitaneada por Efialtes, cuyo objetivo fue romper con Esparta y seguir con la democracia.
[“Durante algunos años, Efialtes y sus socios habían venido atacando algunos miembros del consejo aristocrático, es decir el consejo
del Areópago. A partir de este jurista surge la “Democracia Radical” ya que la asamblea adquiere poder y libertad de acción,
transformándose en un cuerpo gubernamental soberano y colocando al pueblo ante la posibilidad de utilizar los espacios públicos.
Desplazó al areópago, otorgó poderes plenos a la asamblea, la boule y los tribunales. El pueblo recuperaría el principio de democracia
creada por Clístenes. A partir de Efialtes el areópago ejercerá funciones judiciales”] (Julián Gallego). A la muerte de éste, Pericles
asumió el liderazgo del grupo político. Pericles, sería el político más destacado de Atenas desde aproximadamente 461 hasta su muerte
en el 429, siendo repetidamente para el colegio de los diez estrategos.
La Primera Guerra (No Declarada) del Peloponeso (460-445)
El periodo comprendido entre el 460 y 445, se llama a veces primera guerra del Peloponeso, una confrontación no declarada entre las
ligas atenienses y espartana que, consistió en una serie de batallas separadas a menudo por largos intervalos de paz.
*Intervención de Atenas en Egipto y el traslado del tesoro de la liga a Atenas
El imperio de Atenas había alcanzado por tierra su máxima extensión. Decidido a continuar las operaciones contra Persia, Pericles
persuadió a los atenienses de que enviaran naves a Chipre, donde esperaban infligir daños a la flota fenicia, y a Egipto, que se había
sublevado contra el rey Artajerjes. Pero casi todos los atenienses fueron asesinados por los persas. Mientras tanto, en 454, los atenienses
trasladaron el tesoro de la Liga de Delos de esta isla, vulnerable tanto a los ataques de los piratas como de los persas, a la propia Atenas.
*Breve intervalo: Atenas en paz con Persia y Esparta
Al regresar de sus diez años de destierro en 451, parece que Cimón llegó a un acuerdo con su rival, Pericles; reanudaría sus esfuerzos
para hacer la guerra a Persia y firmar la paz con Esparta, pero no intervendría en las cuestiones de política interior que intentara promover
Pericles. En 451, Cimón negoció una tregua de cinco años entre Atenas y Esparta y abandonó la alianza que Atenas mantenía con Argos.
Atenas firmó un tratado de paz con Persia, llamado la paz de las Calias. Lo cierto es Atenas y cesaron las hostilidades por esta época.
La paz con Esparta vino en 445, cuando el imperio terrestre de Atenas se vino abajo. En 446, justo cuando expiró la tregua de cinco
años firmada con Esparta, Eubea se sublevó. Mientras Atenas intentaba sofocar la rebelión de Eubea, los megarenses aprovecharon la
situación para hacer defección y mataron a la guarnición ateniense. Cuando Pericles regresó de Eubea al Ática, el país había sido invadido
por el rey Plistoanacte de Esparta. Pero, Pericles logró persuadir a rey de Atenas para que volviera a su país.
*La Paz de los treinta años
El tratado de paz firmado entre Esparta y Atenas en 445 recibió el nombre de los treinta años, aunque no duraría la mitad. Atenas, no
estaba en condiciones de dictar los términos del acuerdo y, éstos le obligaron a devolver todo su imperio terrestre, quedándose sólo con
Naupacto y Platea. No obstante, su imperio marítimo quedó libre de las injerencias de Esparta, y el tratado especificaba además que
ninguno de los dos estados debía inferir en los asuntos de los aliados del otro; los estados neutrales eran libres de unirse a un bando o a
otro; y los conflictos debían ser determinados por arbitraje.
Pericles y el desarrollo de la Democracia Ateniense
*La asamblea ateniense
Pericles fue electo varias veces estratego, y en ese tiempo la asamblea se reunía cada diez días al aire libre en lo alto de una colina
llamada la Pnix. Durante la primera mitad del siglo V, los hijos de padre y madre ateniense eran inscriptos en su demos como ciudadanos
a la edad de 18 años, pero en 451, Pericles limitó la ciudadanía a quienes fueran hijos de padre y madre ateniense, esta medida era contra
la aristocracia. Medida que acarrearía consecuencias, como limitar el matrimonio fuera de la polis y tenciones con los extranjeros. En
toda Grecia, los obstáculos a los matrimonio entre los ciudadanos y extranjeros intensificarían las tendencias patrioteras de la polis. Esta
exigencia supuso la eliminación de una importante fuente de parentesco entre las polis y el fomento de un sentido de pertenencia, que a
menudo daría lugar a guerras.
Sólo los prytáneis (cincuenta miembros de la boulé a los que correspondía presidir el estado cada mes) tenían el privilegio de convocar
la asamblea de los ciudadanos, aunque a veces lo hacían los estrategos. En la asamblea, los generales tenían el privilegio de ser los
primeros en hablar, por orden de edad, algunos hablaban en forma espontánea; otros acudían a la asamblea unas notas o con textos
escritos. Los oradores debían estar preparados por si sus comentarios eran interrumpidos periódicamente por las rizas del público. Una
vez concluido el debate se procedía a votar a mano alzada.
[“Para el siglo V la asamblea podía votar y someter a juicio todos los procesos importantes, no existía limitación en cuanto a las veces
que se podían reunir. Los ciudadanos que asistían eran libres de sentarse donde quisieran, podían formar grupos regulares u
ocasionales con quienes tuvieran afinidad política. Este sistema limitaba a los grupos elitista a controlar las mayorías. Era necesario
que los ciudadanos estuvieran en la asamblea, ya que no existía ninguna posibilidad de una representación de quienes no asistían a las
reuniones ni ejercían sus derechos cívicos. La base de la toma de decisiones era la asamblea por medio de la participación directa.
En la asamblea la práctica principal de decisión era el debate, cada fuerza política buscaba privilegio mediante la capacidad
persuasiva, con argumentos sostenidos en un medio abierto a un público de iguales. En la asamblea democrática, la oratoria es el
medio por el cual se hacían escuchar las diferentes voces que pretendían intervenir en el debate”.] (Julián Gallego)
*Los magistrados atenienses
En el terreno político los generales ejercían el poder solo en virtud del respeto que suscitaran. A la muerte de Pericles, la carrera política
y la militar comenzaron a separarse y empezó a ser habitual que un individuo fuera o militar o político.
*El sistema judicial y la remuneración estatal de los servicios prestados al estado
Con Pericles comienza formarse el gobierno llamado “Demokratia”, esto es, un gobierno en que los krátos (“poder”) estaba en manos
del demos (“pueblo”), este término denominaba de ciudadanos varones en su capacidad de electores de la asamblea, y de jueces jurados
en los tribunales de justicia. Pericles introdujo una medida por la que debía pagarse una compensación por actuar como juez en un
jurado. Con el paso del tiempo, los atenienses empezaron a cobrar por ser miembro de la boulé e incluso por asistir a la asamblea.
La Literatura y arte
Durante el s. V, numerosos poetas, pintores, arquitectos y escultores de talento extendieron las tradiciones del s. VI a lo largo y ancho
del mundo griego, mientras que en Atenas, la derrota de los persas vino marcada por la introducción de una serie de innovaciones en el
dama trágico que éste pasó a constituir una nueva forma de expresión artística.
*La poesía Lírica
La poesía lírica fue la precursora de la tragedia, y sus cultivadores están entre los autores más notables de todo el s. V. Simónides sus
(556-468), es recordado como el poeta de las guerras Médicas. Simónides y Baquílides (sobrino del anterior) compartieron el interés
por el género llamado epinicio, esto es, las odas compuestas epi-niké (“por una victoria atlética”). Píndaro, además de tratar temas de
victorias atléticas, supo elaborar sus poemas a base de sugestivos mitos de dioses y héroes del pasado.
*Nacimiento de la tragedia: Esquilo
Esquilo, fue el primero de los célebres poetas trágicos de la Atenas del s. V. Con el trágico Esquilo hubo innovaciones con respecto a
la tragedia, ya que anteriormente (en tiempos de Pisítrato) se añadió un actor encargado de dialogar con el coro; Esquilo añadió un
segundo actor. Esto permitió que la representación del conflicto fuera real y que la tragedia pasara del cuadro vivo al reino del verdadero
drama. Al mismo tiempo, el drama siguió profundamente vinculado con la poesía y el verso siguió siendo el vehículo de la tragedia y
la comedia durante toda la antigüedad. Todos los papeles de la tragedia eran representados por hombres, el uso de máscaras facilitaba
el engaño. Se suponía que la tragedia debía ser heroica y grandiosa, alejada de lo trivial y lo mundano. Los argumentos solían ser
tomados de la mitología de la edad del bronce, pero, podían hacerse acepciones con acontecimiento extraordinarios, como las guerras
Médicas. La gran creación de esquilo es la trilogía llamada la Orestíada, que trata el tema de la dificultad suprema que comporta concebir
y obtener un orden social y religioso justo.
*Las artes plásticas
Los pintores y escultores griegos sintieron la misma fascinación que los trágicos por lo humano y lo divino. Durante el s, V, el drama y
las artes plásticas revelan un poderoso instinto de organizar el mundo siguiendo los dictados de la armonía, el equilibrio y la producción.
Al igual que la tragedia, la pintura y la escultura alcanzaron las altas cotas. Un medio popular para la expresión de la pintura fue la
cerámica, que se manifestó en una gran variedad de tamaños y formas. Durante estas décadas las artes prácticas fueron perdiendo su
carácter estático y el movimiento adquirió más importancia. Probablemente, la escultura de bulto redondo que da una sensación más
dramática del movimiento que está a punto de producirse sea el llamado Discóbolo (lanzador de disco) del escultor ateniense Mirón.
Al igual que la tragedia, el interés primordial de los relieves escultóricos son los temas mitológicos basados en los conflictos que mesclan
a los dioses mortales en complicados escenarios. Las estelas funerarias constituyen también una de las manifestaciones más importantes
de la escultura en relieve.
A diferencia de la escultura, la pintura podía plasmar tanto escenas mundanas de la vida diaria como representar hazañas dimensiones
épicas.
La Economía Griega
Los esclavos, al igual que las mujeres, constituían un grupo silenciado; aunque era muy numeroso. Grandes cantidades estaban
empleados en las industrias artesanales. Los oficios solían depender del sexo. Los hombres trabajaban en las fábricas de espadas,
escudos, muebles, cerámicas y otros objetos manufacturados, mientras que las mujeres acostumbraban ocuparse de la industria del ramo
textil.
*La agricultura y el comercio
En cuanto a la Agricultura y el Comercio, los griegos siguieron ganándose la vida con la agricultura, pero, era el comercio lo que unía
a los estados que bordeaban los mares, y las rutas fueron fundamentales para el intercambio de ideas. La generalización del uso de la
moneda, en su mayoría de plata, facilitó el desarrollo del comercio, y Atenas obligó a sus aliados a usar la suya. El comercio de Atenas
se vio impulsado por la necesidad de grano con el que alimentar a la población. Una de las principales fuentes era la región del mar
Negro, que suministraba también pieles, ganado vacuno, pescado, estaño y esclavos. A cambio los atenienses suministraban vino y
aceite. Con Egipto, el vino y el aceite eran cambiados por papiro, marfil, vidrio, esclavos. También hacían el comercio con Cartago,
Sicilia, Corinto, entre otros.
*Los metecos en la Atenas del s. V
Los metecos también desarrollaron un papel definitivo en la economía, eran artesanos y empresarios procedentes de todos los rincones
de Grecia. No tenían derecho a voto ni a ocupar cargos públicos, estaban obligados a vivir en casas de alquiler, aunque no eran víctimas
de restricciones sociales.
Cap. VIII: LA GUERRA DEL PELOPONESO
Con la guerra del Peloponeso, la tranquilidad del ciudadano-guerrero y el papel que éste desempeñaba en la polis se vendrían abajo, y
la moralidad y piedad convencionales habrían de hacer frente a muchos desafíos. No obstante, serían muchos elementos que
permanecieran inalterable: la polis como la unidad política, la primacía de la agricultura, las rivalidades entre las ciudades-estados, y el
culto a los dioses olímpicos. Esta guerra, fue un conflicto entre las ciudades estados de Atenas y Esparta con sus respectivos aliados, a
causa de intereses comerciales, ya que Atenas era quien capitaneaba el comercio; además, se diferenciaban en el sistema político, Atenas
tenía un gobierno democrático y Esparta uno de corte aristocrático; también, había una disputa por la hegemonía de Grecia.
La Guerra de Arquidamo (431-421)
Por ello en el 431-421 se produjo La guerra de Arquidamo, donde Esparta invade el Ática, y donde Pericles realiza estrategias para
ganar la guerra, tratando de convencer a los ciudadanos a abandonar sus tierras, llevándose consigo los pocos enseres, y se mesclaron
con la población urbana dentro de los muros largos que unían Atenas con el Pireo. Entonces, Arquidamo (rey espartano) invadió el Ática
con sus tropas, pero nadie le salió al encuentro. Cuando los Peloponesios regresaron a sus tierras, el ejército ateniense asoló el territorio
de Megara (ciudad aliada de Esparta). En el año siguiente, una horrible peste abatió sobre la población de Atenas. Los atenienses
desmoralizados por la peste y por no poder salir al campo de batalla decidieron destituir a Pericles e incluso ponerle una multa. Al ver
que los otros atenienses no dirigían bien la guerra, reestablecieron en su puesto a Pericles. Pero cayó víctima de la peste y murió.
*Cleón
Cleón le sucede a Pericles, al principio siguieron adelante con el plan de evitar los combates políticos, pero con el paso del tiempo
cobraron ánimo y se enfrentaron a los peloponesios en el campo de batalla con resultados incierto. Por otra parte, en los debates políticos
aparece el término: “demagogos” y “demagogias”, términos que significa literalmente “dirigente del pueblo”. Entre los individuos
identificados como demagogos destaca Cleón. Este, era un orador público de talento, que se había convertido en un personaje influyente
en la vida de Pericles. En el 429, los espartanos arrasaron Platea, pero se vieron recios a invadir el Ática a causa de la peste. Cleón vence
a los espartanos en la batalla de Esfacteria, y trata de liberar a Anfípolis y pierde la vida en batalla. Posteriormente se firma el Tratado
de Nicias (421 a.C) que establecía, la paz por cincuenta años y la devolución de los territorios tomados y liberación de todos los
prisioneros de guerra.
*Batalla final
En el 405, Lisandro (espartano) tomó por asalto la ciudad de Lámpsaco, en el Helesponto, y estableció una base allí. Entonces, los
generales atenienses Canón y Filocles anclaron su escuadra en el canal de Egospótamos. Cinco días después, Lisandro dio la señal de
ataque aprovechando que la tripulación de las naves atenienses había bajado a tierra a buscar provisiones. Por consiguiente, los
espartanos arrasaron el campamento ateniense. La victoria de los espartanos en Egospótamos supuso para Atenas quedar aislada de su
principal fuente de aprovisionamiento de grano. A finales del otoño, Lisandro zarpó victorioso rumbo al Pireo. Durante la travesía aceptó
la rendición de los antiguos aliados de Atenas y sustituyó sus gobiernos democráticos por oligarquías respaldadas por Esparta.
Al final Atenas se salvó. Entonces los atenienses firmaron un acuerdo, según términos impuestos por los lacedemonios: Atenas no solo
debía convertirse en aliada de Esparta, sino que debía derribar los muros largos y las fortificaciones del Pireo, y entregar todas sus naves,
excepto doce. Debía permitirse además el regreso de los desterrados, en su mayoría individuos de tendencias oligárquicas.
Los Treinta Tiranos (404-403)
Lisandro estableció por todo el Egeo “decarquías”, esto es, colegios de diez magistrados pro-espartanos, con el objeto de que los antiguos
aliados de Atenas fueran gobernados con arreglo a los principios oligárquicos y sirvieran a los intereses de los lacedemonios. La
asamblea ateniense, no tuvo más remedio que acceder a las exigencias de Lisandro y ratificar que el nuevo gobierno fuera dirigido por
un colegio de treinta magistrados (los treinta). Los treinta tiranos no establecieron la “constitución de los antepasados”, aunque abolieron
órganos del gobierno democrático, como los tribunales populares y nombraron una nueva boulé de quinientos miembros de tendencias
antidemocráticas. Para defenderse de cualquier sublevación popular, solicitaron a Lisandro una guarnición de setecientos soldados y un
harmoste (comandante de la guarnición) espartano. Se rodearon además de trescientos guardias armados de porras y crearon un
organismo de diez miembros encargados de vigilar el Pireo.

Cap. IX: LA CRISIS DE LA POLIS Y LA ÉPOCA DEL CAMBIO DE HEGEMONÍAS


Después a la guerra, en el s. IV, los griego siguieron labrando la tierra, tejiendo y luchando, y la ciudad-estado con conciencia política
continuó siendo la unida primaria de gobierno durante varias generaciones. En muchas polis los problemas económicos provocados por
la guerra exasperaron los conflictos de clases ya existentes y desencadenaron sangrientos enfrentamientos civiles, aunque la democracia
ateniense se vio curiosamente libre de stasis. En el s. IV los pensadores desarrollaron el dialogo y el tratado filosófico.
La Grecia de la Posguerra y la Lucha por la Hegemonía
Después de la guerra los estados griegos encontraron un nuevo enemigo, Esparta. Con el tiempo, la política exterior agresiva de Esparta
desencadenaría un contraataque que pondría fin a la imbatibilidad de los lacedemonios. En el 395, sus antiguos aliados se unieron contra
ella. La consiguiente guerra acabó en el 387.
Los nuevos imperialistas de Esparta
Los espartanos de posguerra intentaron establecer oligarquías en todos los estados en que fue posible, recurriendo a la intervención
militar en caso de necesidad. Los tebanos se negaron a prestar ayuda a sus aliados espartanos. Esto desencadenó frecuentes guerras entre
Esparta y Tebas. En cuanto al exterior, con la muerte de Ciro, las perspectivas de amistad con Persia se desvanecieron y en su lugar se
desencadenaría la guerra. Mientras Agesilao (rey espartano) y sus hombres combatían en Asia menor, los espartanos continuaron
perdiendo simpatías entre sus aliados de la Grecia continental debido a sus injerencias en los asuntos internos de muchos de ellos.
Después se diez años de la guerra del Peloponeso, las antiguas aliadas de Esparta, Tebas y Corinto, se mostraron dispuestas a entablar
relaciones amistosas con su vieja enemiga, Atenas, en contra de Esparta. Persia suministró gran oro para quitarse de encima a Agesilao.
La guerra de Corinto (395-387)
Esta guerra desarrollada mayormente en el Istmo, supuso el enfrentamiento de Esparta con una coalición formada por Atenas, Tebas,
Corinto y Argos. La principal consecuencia fue la muerte de Lisandro. Los persas consiguieron lo que pretendían: Esparta ordenó a
Agesilao regresar de Asia. En los combates hoplíticos se añadió un nuevo elemento importante, las tropas de infantería ligera, provistas
de armamentos muy heterogéneos, en las que había arqueros, honderos y lanceros.
Esparta, Atenas y Tebas
Irritados al ver que los lacedemonios no castigaban a Esfodrias (general espartano que atacó el Ática sin autorización) y arrepentidos de
haberles dejado marchar, los ateniense se aliaron con los tebanos apelando al principio de mutua protección frente a Esparta. Todos los
aliados, afirmaba el decreto, seguirán siendo independientes y autónomos, disfrutando de las formas de gobierno que deseen, sin admitir
en sus territorios guarniciones ni magistrados ajenos y sin pagar tributo. A los atenienses se les prohibía la adquisición de tierras en los
territorios aliados. La política de la confederación debía ser controlada por dos organismos con el mismo peso, la asamblea ateniense
(ekklesia) y la asamblea de los aliados (synédrion). Todas las propuestas debían ser aprobadas por ambos organismos. Los atenienses,
retenían el control sobre las operaciones militares. Por último, se estableció un sistema de syntáxeis (contribuciones) para financiar las
operaciones de la liga. Al mando del general ateniense Cabrias, la confederación no tardó en obtener una victoria naval sobre los
lacedemonios en Naxos. En 375, Esparta, Atenas y Tebas firmaron la paz común, que reconocería la existencia de la nueva liga ateniense.
Sin embargo, las hostilidades no tardaron en romperse de nuevo y continuaron hasta que en el 371 se realizó otro intento de conseguir
una paz común. Esta vez las ambiciones de Tebas hicieron fracasar las negociaciones de paz, entonces el rey espartano Cleómbroto
invadió Beocia con diez mil hombres. La fuerza de choque de la formación tebana estaba compuesta por un cuerpo de elite llamado
escuadrón sagrado, 150 parejas de hoplitas elegidos. El batallón sagrado y las nuevas tácticas tebanas salieron vencedores, pese a que
fueran numéricamente inferior a los espartanos. Después de esta guerra (guerra de Leuctra) los lacedemonios quedaron debilitados, y
muchas ciudades se volvieron democráticas. Después, aunque las tropas ni fueron capaz de tomar Esparta, asolaron Laconia. Pero lo
más importante es que consiguieron la liberación de Mesene en la cima del monte Itome. Varias comunidades arcadias se aliaron con
Acaya, Élide, Atenas y Esparta contra Tebas. Tebas (Epaminondas) se dirigió hacia el sur y decidió tomar Esparta por sorpresa, guerra
que acabó en la coalición de la llanura de Mantinea (362) con la victoria Tebana, aunque murió Epaminondas, quien aconsejó en los
últimos suspiros que firmaran la paz.
La Ley de la Democracia en Atenas
Los tribunales (dicasterios) populares constituían un elemento fundamental de la democracia ateniense. En la Atenas del s. IV los
dicasterios, y no la asamblea, eran los árbitros supremos de la política, además eran los árbitros de la ley. Y por supuesto, los dicasterios
se utilizaban también para juzgar los casos relacionados con cuestiones de derecho privado y de derecho penal.
El funcionamiento de los dicasterios
Todos los varones mayores de treinta años podían ser elegidos para actuar como jurados en los dicasterios, cada año eran elegidos por
sorteo los dicastas (jueces) entre los candidatos que se presentaban voluntarios. El número de dicastas asignados a un determinado caso
variaba de los 201 a los 501 individuos (el número impar de miembros impedía el empate). El elevado número de jueces tenía por objeto
en parte implicar a la mayor cantidad posible de ciudadanos en la toma de decisiones, y en parte también impedir los sobornos.
Vista de los casos
Como en siglo V, seguía vigente el Areópago, pero además de éste, aparecen cuatro instancias encargadas de los procesos por asesinato.
El tribunal del Paladión, que se utilizaba para los casos de homicidios sin premeditación; el Delfinion, para los de homicidios
justificados; el Pritaneo, que se encargaba de los casos de asesinos no identificados y de aquellos y de aquellos en los que la muerte de
la persona hubiera sido causada por un animal o un objeto; por último, aquellos que ya habían sido condenados al destierro por homicidio
y eran juzgados por un nuevo asesinato debían presentar su caso en un barco frente a la costa de Freatón, para no contaminar con su
precedencia la tierra del Ática. La gravedad de las acusaciones determinaba la cantidad de tiempo asignado a la vista del caso, y los
minutos se medían por medio de un reloj de agua.
La Democracia en Atenas en el S. IV
La democracia cambió en muchos terrenos tras la restauración de 403, sobre todo por lo que se refiere a la constitución de diversos
colegios de nomothétai (“creadores de leyes”) creados para aprobar y revisar la nueva legislación. Pero los principios fundamentales
siguieron siendo los mismos. Todos los varones adultos tenia teóricamente los mismos derechos a participar en el gobierno
independientemente de su condición social y de su prestigio; las mujeres y los esclavos estaban excluidos, y para los residentes
extranjeros y sus hijos era muy difícil llegar a convertirse en ciudadano. Sólo tenían derecho a voto los hijos de padre y madre
ciudadanos. Hacia el S. IV los cargos públicos eran accesibles a todo el mundo, muchos tetes y zeugitas fueron seleccionados para
ocupar cargos elegidos por sorteo (como por ejemplo la pertenencia a la boulé); también para que todos asistan se creó una nueva técnica,
poco antes del 400 se sustituyó el pago de tres óbolos a quien asistiera a las sesiones. Además, en la asamblea seguía teniendo importancia
la oratoria y el debate para el funcionamiento del sistema democrático.
La stasis
Comienza una stasis en mucho de los estados en los que había grandes concentraciones de pobres, ya que fueron consumidos por las
discordias civiles. Esta discordia interna se vio agudizada por las tensiones existentes entre las polis. No todas las ciudades eran
desgarradas constantemente por la stasis ni fueron debilitadas por la guerra entre las polis.
Los trabajadores marginados en la economía
En cuanto a la agricultura, siguió siendo la base de la economía, pero la devastación causada por la guerra impulsó la emigración a las
ciudades. También, en este siglo aparece la banca (cambio fundamental), donde los propietarios confiaban los bancos a sus esclavos
para que la administren, e incluso les permitían realizar viajes con grandes sumas de dinero, estos generalmente sabían leer y escribir.
La Filosofía y la Polis
La filosofía se desarrolló con la polis y la sobrevivió cuando Filipo de Macedonia puso fin en 338 a la libertad de las ciudades-estados
independientes. La mayoría de los textos de teoría política que se conservan fueron escritos en Atenas democrática. Las principales
obras fueron escritas por intelectuales profundamente críticos con el gobierno democrático. Platón se dedicaría a escribir diálogos y
Aristóteles tratados filosóficos.

Cap X: FILIPO II Y LA ASCENSIÓN DE MACEDONIA


Las polis griegas lograron mantener su independencia hasta casi el último tercio del s. IV a.C; cuando una amenaza, ya no proveniente
del imperio persa, sino del reino de Macedonia (situado al norte de Grecia, en el sudeste de Europa) que conquistó toda Grecia. Esta
conquista se debió en parte a las divisiones internas y a las tensiones económicas que impidieron el desarrollo de una política coherente
en Atenas. Sin embargo, también se le atribuye el éxito a las dotes militares y diplomáticos del personaje (Filipo II) que accedió al trono
de Macedonia en el 359.
Fuentes para la historia de Macedonia
*Teopompo de Quíos (s. IV a.C): los cincuenta y ocho libros de Filípicas
*Plutarco, Estabón, y varios oradores atenienses, entre ellos Esquines, Hipérides y sobre todo Demóstenes.
*Descubrimientos arqueológicos: restos de la antigua capital (Egas), y la necrópolis real adyacente, el santuario de Zeus en Dión, y una
necrópolis de la época arcaica.
La Macedonia Primitiva
Durante toda la época arcaica y las primeras décadas del periodo clásico de Grecia, los reyes de Macedonia ejercieron su poder sobre
un reino caracterizado por una inestabilidad crónica. Rodeados por Tesalia al sur y por Tracia y la Liga Calcídica al este, Peonia al norte,
e Iliria y Epiro al oeste, los reyes de Macedonia se vieron obligados a librar duros combates para mantener alejados a sus enemigos
externos.
La Sociedad y la Monarquía Macedónica
La monarquía era la institución básica en la sociedad macedónica, los reyes eran autócratas, y eran quienes efectuaban todos los
nombramientos, el que concedía tierras y privilegios; era además, el único que representaba Macedonia en los asuntos exteriores. Los
tratados y las alianzas se firmaban personalmente con él, y los aliados extranjeros le prestaban apoyo a él y a su familia, sin aludir en
ningún caso del pueblo macedonio. El rey podía nombrar a su propio sucesor. Los reyes macedonios se pasaban la vida rodeados de sus
compañeros, los nobles macedonios que formaban su sequito personal. Los escogían entre esos compañeros a sus consejeros más íntimos
y a los miembros de su guardia personal. En la guerra, los compañeros servían en un cuerpo escogido de caballería al mando directo del
rey.
Los predecesores de Filipo II
Macedonia, protegida de los ataques de tracios y peonios por el poderío persa floreció durante esta época. A consecuencia de todo ello,
los sucesores de Amintas, Alejandro I, Perdicas II y Arquelao, supieron sacar provecho de la derrota y la expulsión de Europa de los
persas durante la decada de 470 y extendieron su territorio por el noroeste, incorporando la zona montañosa de la Alta Mesopotamia, y
por el este, hasta dominar la zona comprendida entre los ríos Axios y Estrimón, rica en plata. Los reyes macedonios del s. V utilizaron
las riquezas conseguidas para alcanzar un doble objetivo, a saber su reconocimiento como griegos y la helenización de la vida de la
corte real. Los lazos comerciales y culturales cada vez más estrechos establecidos entre macedonia y Atenas, no impedirían que de
tensiones entre ambas. La expansión macedónica hacia el sur de Tracia supuso una amenaza para el control que ejercía Atenas sobre
sus aliados del norte del Egeo y sus deseos de asegurarse el acceso a las ricas minas de oro del Pangeo. Atenas respondió al avance de
Macedonia aliándose con sus rivales tracios, y apoyando de forma encubierta a diversos pretendientes al trono macedónico.

El Reinado de Filipo II
Filipo asumió el poder en 360, Macedonia se hallaba rodeada de enemigos por todas partes. Como los tracios y los atenienses deseaban
que otros subieran al trono, Filipo convenció a estos que abandonaran a los pretendientes al trono macedónico. En esta rápida sucesión,
se apoderó de las ciudades griegas del golfo de Terma y del sudoeste de Tracia, así como la del monte Pangeo y sus minas de oro.
Las reformas de Filipo II
De la mano de Filipo II (accedió al trono en el año 359) las políticas unificadoras son consumadas mediante una serie de reformas
básicamente militares que hacen al ejército macedonio un ejército renovado mediante la introducción de avances técnicos (una serie de
máquinas de asedio) y tácticos, otorgando gran importancia a la caballería. Filipo II con estas reformas, convirtió al país en la principal
potencia militar del sudeste de Europa. Una gran importancia tuvo las catapultas de torsión, mucho más potentes y la creación de un
cuerpo escogido de ingenieros militares. Pero la reforma más importante, fue la reorganización de la infantería macedónica. Filipo II
creó una nueva falange provista de armamentos uniformes, cada soldado de la falange llevaba un casco de metal, un pequeño escudo y
una espada corta, su principal arma era una lanza larga. En el 366 a.C Filipo había ya consolidado la unificación y estaba en condicione
de intervenir en los asuntos interno de las ciudades griegas, y con estas nuevas tácticas y armamentos Filipo venció a los griegos.
Filipo, Atenas, y la paz de Filócrates
Debido a los intereses que los atenienses tenían en la Calcídica, la tensión de sus relaciones con Filipo de los primeros años del reinado
de éste. En el 359, Filipo convenció a Atenas de que retirara el apoyo que prestaba a su rival, Argeo, con la de promesa devolverle
Anfípolis. Dos años más tarde, en el 357, el propio Filipo ocuparía Anfípolis tras un breve asedio. Las relaciones empeoraron un año
más tarde, cuando Filipo conquistó también a las demás ciudades aliadas que le quedaban a Atenas en Macedonia, Pidna y Metone, así
como Potidea. De ese modo, eliminó los principales centros de influencia ateniense en la Calcídica y en la costa del golfo de Terma. La
política exterior de Atenas se vio constreñida por una importante innovación política introducida durante la decada de 350. Hasta esta
época, el excedente de los presupuestos anuales de estado había sido canalizado hacia un fondo dedicado habitualmente a los gastos
militares. Pero Eubulo (405-335), el político ateniense más destacado de esta época, convenció a sus conciudadanos de que aprobaran
una ley en virtud de la cual todos los excedentes pasaban a formar parte del tesoro Teórico. Pate de esos fondos debía emplearse en
proyectos tales como la reparación de las calzadas y de las fortificaciones. El resto del dinero se repartía entre los ciudadanos atenienses.
Durante la administración de Eubulo, los ingresos del estado aumentaron considerablemente, circunstancia que permitió a los atenienses
construir nuevas trirremes y mejorar el estado de los muelles de los puertos y de las fortificaciones.
Aparece un gran orador, Demóstenes. En su famosa primera filípica expone sus nuevas tesis atacando vigorosamente a Filipo; al mismo
tiempo, insta a sus ciudadanos a votar a favor de la creación y el mantenimiento de una poderosa fuerza naval. Durante el verano 346,
el político Filócrates se encargó de negociar la paz con Filipo. Pero este al poco tiempo fracasó. Entonces, los atenienses aceptaron la
paz planteada por Filipo, donde Atenas renunciaba públicamente a sus pretensiones sobre Anfípolis, admitía que sus aliados focenses y
tracios quedaban excluidos de la protección del tratado, y acordaba que tanto ella como lo que quedaba de la Segunda Confederación
Ateniense se convertirían en aliados perpetuos de Filipo y sus descendientes.
Consecuencias de la paz de Filócrates
Al firmar la paz de Filócrates, los atenienses reconocían la primacía de Filipo en la Grecia septentrional y central. A finales del verano
de 338 se libró la batalla de Queronea, en Beocia, sólo estaban allí para enfrentarse a Filipo las tropas de Atenas, Tebas y la Liga Beocia;
y unas cuantas unidades procedentes del Peloponeso. Poco es lo que se sabe de la batalla aparte de estos dos hechos: las bajas de los
griegos fueron numerosas, y el golpe definitivo lo asestó la caballería de los compañeros del rey, al mando del heredero de Filipo,
Alejandro. Murieron mil atenienses y otros dos mil fueron capturados; el famoso Batallón Sagrado de los Tebanos fue aniquilado. La
victoria de Filipo sobre sus adversarios griegos fue total.
La Dominación de Grecia por los Macedonios
Los cautivos tebanos y beocios en general no fueron liberados sino tras un pago de rescate muy alto; los líderes políticos tebanos fueron
ejecutados o desterrados (esto se debió a que Tebas fue siempre una aliada de Persia, lugar en vista para atacar por parte de Macedonia),
se estableció una guarnición macedonia en la Cadmea, la acrópolis de la ciudad; y, por último, se arrebató a Tebas la posición que había
venido ocupando como presidente de la Liga Beocia. En cambio, los cautivos atenienses fueron liberados sin rescate, y los cuerpos de
los caídos fueron escoltados hasta la ciudad por una guardia de honor capitaneada por Alejandro y Antípatro, el general más fiel de
Filipo. A Antípatro y Alejandro les fue concedida la ciudadanía ateniense, y se estableció un culto en honor de Filipo en uno de los
gimnasios de la ciudad.
La Liga de Corinto
Excepto los espartanos, que se negaron a asistir, todos los grandes estados griegos enviaron delegados a Corinto para conocer de primera
mano los planes de Filipo. La pieza clave del nuevo orden era el establecimiento de una alianza, llamada tradicionalmente Liga de
Corinto, pero a la que Filipo denominaba simplemente “los griegos”. La finalidad de esa alianza era doble: el mantenimiento de una paz
común en Grecia y la venganza de la invasión de 480 y otras agresiones contra los griegos perpetradas por los persas. Además, se
impulsaba a emprender una campaña conjunta contra los persas, cuyo primer objetivo residía en la liberación de las ciudades griegas
asentadas en la costa del Asia Menor. Esto fue llevado a cabo por el hijo y sucesor de Filipo, Alejandro III (Alejandro Magno), ya que
éste fue asesinado (336) en Egas por un miembro de su guardia personal llamado Pausanias.
CAP XI: ALEJANDRO MAGNO
Fuentes para el reinado de Alejandro Magno
Aparte de Alejandro contar con ingenieros y técnicos varios, es su sequito había un historiador oficial (sobrino de Aristóteles:
Calístenes), así como poetas y eruditos encargados de celebrar sus conquistas y describir sus descubrimientos realizados a lo largo de
sus campañas. Escritos de personajes que participaron en sus expediciones, como: El almirante Nearco, el filósofo cínico Onesícrito, y
el futuro rey de Egipto, Ptolomeo I. Los historiadores modernos reconstruyen la vida de Alejandro a partir de las cinco biografías suyas,
a saber, las historias universales de Diodoro (S. I a.C) y Pompeyo Trogo (S. I a.C), la segunda de las cuales sólo se ha conservado en
una versión resumida realizada en el S. II d.C. por un autor llamado Justino; La Historia de Alejandro de Quinto Curcio Rufo (S. I d.C),
La Vida de Alejandro Magno de Arriano (S. II d.C).
Consolidación del Poder
Alejandro fue confirmado en el puesto de árchon de Tesalia y de hegemón de la Liga de Corinto que había ocupado su padre, y se
ratificó el apoyo de los griegos a la guerra contra Persia. La primera gran campaña de Alejandro por el norte lo llevó hasta las orillas del
Danubio. Derrotó a los tribalos; incursionó la orilla opuesta del Danubio contra el territorio de los getas, sometiendo el resto de las tribus
tracias. Concluyó además un tratado de amistad con un grupo de galos. Después de asegurar la frontera norte, Alejandro se dirigió al
sudoeste, Iliria, con el fin de enfrentarse a un viejo enemigo de Filipo II, el rey Clito. Infligió una contundente derrota a Clito que acabó
por fin con la amenaza que los ilirios habían constituido para la frontera occidental de macedonia durante el reinado de sus antecesores.
En Grecia los tebanos se revelaron (porque pensaban que Alejandro había muerto en el norte), entonces la ciudad fue arrasada y sus
habitantes fueron vendidos como esclavos. Alejandro se abstuvo de destruir los templos y la casa del poeta tebano más ilustre, Píndaro,
a cuyos descendientes perdonó la vida. Por segunda vez, la Liga de Corinto reconoció a Alejandro como caudillo y ratificó su apoyo a
su política.
La Invasión de Asia
Durante la primavera de 334, una vez asegurada su posición en Macedonia, Alejandro cruzó el Helesponto y pasó a Asia al frete de sus
tropas. Además de las tropas macedonias, en el ejército había unidades especiales de infantería ligera procedentes de Iliria y Tracia, y
aliados griegos entre soldados de infantería y de caballería. También contaba con casi doscientas naves griegas. Para mantener su
Autoridad en Macedonia y Grecia, Alejandro se había visto obligado a dejar en Europa con Antípatro a casi la mitad de sus tropas
macedonias.
La batalla de Gránico
Los persas se enfrentaron se enfrentaron a Alejandro junto al rio Gránico, en el noroeste de Anatolia. Alejandro ordenó atacar
inmediatamente. Los persas casi lograron matar Alejandro, pero Clito, hermano de su nodriza, lo salvó. La infantería persa, que no había
participado en el combate, huyó y abandonó a los mercenarios griegos que formaban el núcleo central de su ejército. Alejandro mandó
matar a todos, excepto unos dos mil, que fueron enviados de cadenas a trabaja en macedonia. Mientras tanto, las tropas de Alejandro
avanzaban rápidamente hacia el sur bordeando la costa occidental de Anatolia. En la rápida sucesión fueron cayendo en manos de
Alejandro las satrapías de Lidia, Caria y Licia. En 333, Alejandro había llegado a Gordio, la capital del antiguo reino de Frigia, en el
centro de Anatolia.
Reacción de los Griegos
Alejandro, dijo a los representantes de las ciudades griegas y bárbaras que se le habían rendido que debían obedecer al nuevo sátrapa
macedonio y pagarle a él el mismo tributo que habían venido pagando a los persas. También, mantuvo en vigor el sistema de satrapías
existentes en otros lugares de Anatolia. La grave fiebre que contrajo Alejandro y que lo pusieron al borde de la muerte retrasó la partida
del ejército macedonio de Anatolia hasta el verano del 333.
La batalla de Iso (333)
Tras recuperarse de su enfermedad, Alejandro dirigió sus tropas hacia la región costera de Siria, Palestina, y Egipto. Alejandro esperaba
poner fin a las operaciones navales de los persas en el Egeo privando a la flota persa de sus bases en Siria y Fenicia. Alejandro decidió
enfrentase a los persas en Iso, al norte de Siria, en una estrecha llanura costera limitada por el Amanus hacia el este y por el mar hacia
el oeste. Al impedir a Darío desplegar completamente sus fuerzas, la elección de este campo de batalla neutralizó la importante
superioridad numérica que tenían los persas sobre los macedonios. El ataque directo de Alejandro y su caballería contra el centro de las
líneas de Darío obligó a éste a abandonar a sus hombres y a emprender la huida. De esta manera Alejandro obtuvo la victoria de Iso.
De Iso a Egipto: La Conquista del Mediterráneo Oriental (332-331)
Mientras Darío huía hacia el este, Alejandro reanudó la marcha hacia el sur bordeando la costa de Siria. La mayoría de las ciudades de
la costa Siria y Fenicia se rindieron. Sólo Tiro y Gaza opusieron resistencia. Percatándose de que la actitud de los tiros suponía un
rechazo a su autoridad, el macedonio prolongó el asedio casi ocho meses. En el 332 cayó la misma suerte Tebas. La caída de Gaza
supuso la eliminación de último obstáculo entre Alejandro y el mayor premio alcanzando durante esta primera fase: Egipto.
Alejandro en Egipto
En Egipto, el último sátrapa (Mazaces) se rindió sin presentar combate. A diferencia de la mayoría de los pueblos del antiguo Oriente
Próximo, los egipcios nunca aceptaron la dominación persa. Los egipcios acogieron de buena gana a Alejandro y a sus macedonios
cuando recorrieron el Delta camino a la antigua capital del país, Menfis, donde el soberano celebró su victoria con juegos al estilo griego
y un sacrificio a Zeus. Al mismo tiempo, Alejandro intentó ganarse la simpatía de la población del país horrando públicamente al buey
Apis, la encarnación viva de Ptah, el principal dios de Menfis, y otras divinidades egipcias. En Egipto, consultó al famoso oráculo de
Zeus-Amón y fundó Alejandría, la primera y la más importante de las ciudades que estableció. (Permaneció seis meses en Egipto). En
el momento culminante de la visita el sumo sacerdote del oráculo lo saludó llamándolo hijo de Amón, los griegos identificaban a Amón
con Zeus. Los historiadores han supuesto que los egipcios vieron en él a su libertador de la tiranía Persa y que él actuó en consecuencia.
Fue coronado faraón en Egipto. Alejandría fue fundada como polis griega, cuya ciudadanía se hallaba limitada a los griegos y a los
macedonios. En Egipto, Alejandro, mantuvo el cobro de tributo persa. Los naturales del país y los griegos sólo ejercían la autoridad
civil. El poder militar siguió en manos de oficiales macedonios.
De Alejandría a Persépolis: el Rey de Asia
A las pocas semanas de la fundación de Alejandría, el monarca macedonio abandonó Egipto decidido a buscar un enfrentamiento
definitivo con Darío III. Entonces, Darío, decidió evitar la confrontación, ofreciendo la mano de su hija mayor, la cesión de todos los
territorios situados al oeste de Éufrates, y un enorme rescate por su familia. Pero Alejandro no aceptó la oferta de Darío. Finalmente el
331 de octubre se enfrentaron los dos ejércitos en Gaugamela, al sur de Mosul.
La batalla de Gaugamela (331)
Darío nuevamente escapa del campo de batalla. Pero por lo demás, el corazón del imperio persa estaba ya al alcance de Alejandro. Las
tres capitales más occidentales del imperio persa (Babilonia, Susa y Persépolis) cayeron en manos de Alejandro, mientras que Darío y
su séquito más fiel buscaban refugio en el este de Irán. Durante su estancia en la ciudad (Babilonia), Alejandro ofreció sacrificios al
principal dios local, Marduk, y ordenó la reconstrucción de su gran zigurat, el Esagila, que los persas habían destruido como castigo de
la sublevación del viejo reino.
La destrucción de Persépolis
Persépolis, era el lugar de actos y ceremonias del reino, entre ellos la fiesta de año nuevo y la presentación ritual del tributo ante el gran
rey por parte de los súbditos del imperio. El mensaje que Alejandro decidió enviar era el de la venganza por la destrucción sufrida hacia
siglo y medio por los templos de Atenas en el curso de las guerras Médicas. Un día antes que Alejandro abandonara Persépolis (abril de
330) los macedonios prendieron fuego a los palacios de la ciudad.
El Camino Allanado hacia la India: Alejandro en Asia Central
Una vez asegurado el dominio de Persia y Media, Alejandro acabó con los últimos vestigios de la cruzada helénica despidiendo a las
tropas griegas que aún quedaban. Todo lo que necesitaba era capturar a Darío y poner fin al linaje aqueménida.
La muerte de Darío (330)
Darío fue asesinado, por un grupo de sátrapas orientales capitaneado por Beso, el sátrapa de Bactria. El asesinato de Darío dio a
Alejandro la oportunidad de asumir inmediatamente el papel de su sucesor y el de defensor de la legitimidad aqueménida frente a los
regicidas. Alejandro, conquistó además, Bactria y Sogdiana.
Descontento entre los macedonios
Cansados, los soldados ya se mostraban recios a seguir adelante a medida que se internaban en Asia. Alejandro empezó a tomarse en
serio la posibilidad de que se organizara conspiraciones contra él y actuó en consecuencia. Asesinó a todos los sospechosos que pudieran
causar una posible rebelión.
La India y el final del Sueño
Alejandro llegó a la india. Taxiles, rey de Taxila, solicitó ayuda a Alejandro contra sus vecinos del este, Abisares, rey de Kashmir, y
sobre todo Poro, cuyo reino comprendía todas las tierras situadas entre los ríos Jhelum Chenab. Cuando Abisares se sometió, Alejandro
se dirigió contra Poro a comienzos del 326.
La batalla del Hidaspes (326)
Los dos ejércitos se enfrentaron junto al rio Hidaspes. Como resultado, Alejandro aniquiló todas las tropas enemigas. Después de la
batalla, a medida que el ejército avanzaba hacia el este por el Punjab, la moral de las tropas iba cayendo en picada. La crisis estalló
cuando Alejandro llegó al río Hífasis, el actual Beas. Agotados por los constantes combates y la inacabable temporada de lluvia
monzónicas, aterrorizados por rumores que empezaron a circular acerca de otro gran valle fluvial ocupado por grandes reinos que
poseían miles y miles de elefantes de guerra, e incapaces de creer que algún día lograran regresar a su patria, los soldados de amotinaron.
Al final Alejandro se rindió, derrotado por su propio ejército, y se avino a regresar al Indo, donde ya había ordenado la construcción de
una gran flota.
El final de la campaña
El avance de Alejandro por Oriente llega a su fin y empezaron los preparativos para el regreso a su patria. Tres sátrapas macedonios
gobernaron el valle del Indo desde sus estribaciones más septentrionales hasta la desembocadura del río con el respaldo de fuertes
destacamentos de tropas mercenarias.
Regreso a Occidente
Alejandro abandonó la India con destino a Persia a finales de agosto de 325.
Reorganización del imperio
El regreso de Alejandro de la India desencadenó una serie de sublevaciones en todo su vasto imperio. Las fuentes antiguas sostienen
que el alboroto se debió al destierro del carácter del rey.
La muerte en Babilonia
El 29 de mayo, Alejandro cayó enfermo en el transcurso de una fiesta en casa de uno de sus oficiales, y murió el 10 de junio de 323, a
los 33 años de edad.
CAP XII: LOS SUCESORES DE ALEJANDRO Y LA COSMÓPOLIS
ÉPOCA HELENÍSTICA (323-30 A.C)
La época helenística ocupa los tres siglos que van desde la muerte de Alejandro Magno en 323 a.C. a la muerte de Cleopatra VII de
Egipto en 30 a.C. La prematura muerte de Alejandro supuso que sus herederos directos no tuviesen edad necesaria como para afrontar
la tarea de gobernar el imperio.
Lucha por la Sucesión
La supervivencia del imperio exigía que se eligiera rápidamente un nuevo monarca, pero no existía ningún heredero indiscutible.
Alejandro en su le lecho de muerte había entregado su sello de sucesión a su principal ministro, Perdicas. Este último propuso que no
se tomara ninguna decisión hasta que naciera el hijo de Roxana (esposa de Alejandro). La guardia personal de Alejandro y la caballería
apoyaron la propuesta de Perdicas, pero la infantería macedonia no. Entonces se amotinaron y exigieron que Arrideo (deficiente mental.
Hermanastro de Alejandro) fuera nombrado rey. Cuando al poco tiempo Roxana dio a luz a su hijo, el recién nacido y Arrideo fueron
proclamados reyes con los nombres de Alejandro IV y Filipo III. Los repetidos intentos de los “sucesores” de mantener unido el imperio
fracasaron debido a las coaliciones que fueron haciendo sus rivales. Cuando por fin en el 280 murió el murió el último de ellos, el
imperio se desvaneció. En su lugar se veía los primeros atisbos (previsiones) de un nuevo sistema político que sería dominado por tres
reinos gobernados por sendas dinásticas macedonias: la de los Ptolomeos, cuyo reino comprendía Egipto, Palestina, Libia y Chipre; la
de los Seleúcida, cuyo territorio abarcaba la mayor parte del Oriente Próximo y Medio; y la de los Antigónidas, que reinaban en
Macedonia y en el norte de Grecia.
La Regencia de Perdicas
Después de abandonar los planes de conquista (porque los soldados se sentían agotados) de Alejandro, Perdicas actuó con rapidez para
dar forma a su regencia. El primer punto del orden del día era nombrar nuevos titulares de las satrapías del imperio: Capadocia fue
asignada a Éumenes; Egipto a Ptolomeo; Tracia a Lisímaco; y la mayor parte de Anatolia occidental a Antígono Monoftalmo. Otra
actitud de Perdicas, fue que el imperio debía ser gobernado en nombre de los reyes por tres hombres: Antípatro, el estratego de Alejandro
en Europa; Crátero, mariscal de campo en el reinado de Alejandro; y Perdicas. Apenas comenzó la regencia cuando la posición de
Perdicas comenzó a derrumbarse. Estallaron varias revueltas en el extremo occidental y oriental del imperio. Los colonos y las
guarniciones helénicas de Asia central fueron los primeros en sublevarse. En el 323, los colonos y soldados griegos de las guarniciones
dejadas (en Bactria) por Alejandro, al tener noticia de su muerte se amotinaron y emprendieron el regreso a la patria. Pitón, miembro de
la guardia real, cortó el paso a los rebeldes y aplastó la revuelta, obligando a los supervivientes a regresar a sus puestos en Bactria. Al
mismo tiempo que se produce la sublevación de los griegos de Bactria, se produce también con los griegos Europeos. Los cabecillas de
la rebelión fueron Atenas y Etolia. Una decada de reformas económicas diseñadas y ejecutadas por el aristócrata Licurgo, había
restaurado la potencia fiscal y naval de Atenas. Con los nuevos recursos financieros de los que disponía, Atenas contrató un ejército de
mercenarios y movilizó la fuerza naval más poderosa organizada por la ciudad desde la época de la guerra del Peloponeso. La victoria
ya casi estaba en la mano de los griegos, Antípatro escapó de Lamia y aplastó los rebeldes griegos en Cranón, Tesalia, en 322 (Guerra
Lamíaca 323-322). Entonces, Antípatro que no hubiera más sublevaciones. La Liga de Corinto fue disuelta y con ella fue eliminado
cualquier vestigio de la ficción de que los griegos eran aliados y no súbditos. El castigo más severo cayó sobre Atenas, los grandes
pilares de la democracia ateniense fueron abolidos. Más de la mitad del conjunto de los ciudadanos, no cumplía con los requisitos
económicos necesarios para obtener el derecho de ciudadanía y los perdieron.
La muerte de Perdicas
A la muerte de Perdicas, Antípatro lo sustituyó como regente de los reyes, y volvieron a dividirse las satrapías. Ptolomeo y Lisímaco
estaban muy firmes para destituirlos. No obstante, los parientes y aliados de Perdicas fueron sustituidos por individuos carentes de lazos
que los unieran con el anterior regente.
La Supremacía de Antígono Monoftalmo
Antígono alcanzó la supremacía en Asia rápidamente. En poco menos de un año logró acabar con los aliados de Perdicas que aún
quedaban en Anatolia, expulsó a Éumenes de su satrapía de Capadocia. Con la muerte de Antípatro, precipitó el comienzo de un nuevo
raund del combate librado por los sucesores de Alejandro. El hijo de Antípatro, Casandro, se negó a aceptar el nuevo regente de los
reyes elegido por su padre, Poliperconte, y huyó a reunirse con Antígono. Antígono, Casandro, Ptolomeo y Lisímaco formaron
inmediatamente una alianza contra el nuevo regente. La lucha duraría tres años y acabaría con el hundimiento completo de la causa de
la monarquía tanto en Europa como en Asia. Casandro pasó a ser el nuevo dueño de Macedonia y no tardó en consolidar su poder. El
rey niño y su madre, Roxana, fueron confinados en Anfípolis, para no aparecer nunca más en público. Casandro intentó legitimar su
poder casándose con la hermanastra de Alejandro, Tesalonice.
La libertad de los griegos
Los griegos querían la independencia de sus polis, y los monarcas macedonios no habían encontrado la manera de resolver el problema
de conciliar de independencia de los griegos con el mantenimiento del control de las ciudades situadas en sus territorios. Antígono
declaró el apoyo a la libertad de los griegos cuando llevara a cabo la invasión de macedonia que tenía proyectada. Pero la invasión
nunca se materializó. Antes de que pudiera pasar a Europa para enfrentarse con Casandro, Ptolomeo infligió (ocasionó) una derrota total
en Gasa (312) a su hijo Demetrio, que se había quedado guardando el flanco sur de su padre. Ptolomeo ayudó a Seleuco a regresar a
Babilonia, desde donde empezó a incitar a los demás sátrapas orientales a que hicieran la defección. Entonces, Antígono no tuvo otra
opción que firmar la paz con sus antiguos aliados, y así lo hizo en el 311. En tratado figuraba que Casandro debía permanecer como
estratego en Europa hasta la mayoría de edad de Alejandro IV, Antígono seguiría como estratego en Asia, Ptolomeo y Lisímaco
conservaban sus satrapías y las ciudades griegas recuperaban su libertad.
La última jugada de Antígono
La paz de 311 no fue una verdadera paz, sino una manera de tregua en la lucha entre Antígono y sus amigos, que ambos bandos utilizaron
para rehacer sus fuerzas. Tras un intento fallido de expulsar de Babilonia a Seleuco (que no estaba incluido en la tregua), Antígono se
vio obligado a firmar la paz con él en el 308. En el 307, Demetrio, intervino en Grecia al frente de una importante fuerza expedicionaria
con el mandato de “liberar a las ciudades griegas”. El éxito fue inmediato. Demetrio expulsó de Atenas a Demetrio de Fálero, nombrado
gobernador por Casandro en 317, que tuvo que huir a Egipto, y restauró el gobierno democrático de la ciudad. Contando con una base
segura en Grecia, Demetrio pasó a Chipre en 306, donde no tardó en socavar el poder que tenía Ptolomeo en la isla, concentrando la
mayor parte de sus esfuerzos en la ciudad de Salamina. Cuando la victoria llegó a oídos de Antígono y de sus soldados en Siria, las
tropas proclamaron a Demetrio y a Antígono reyes de Macedonia. Las pretensiones de Antígono y Demetrio de ostentar el título de rey
y su actitud agresiva dieron lugar a la alianza de sus enemigos (alianzas contra Antígono) y marcaron la reanudación de la lucha por el
control del legado de Alejandro que se había interrumpido con la paz de 311.
El Doloroso Parto del Nuevo Orden (301-276)
Tras la muerte de Antígono, se produjo la división de sus territorios asiáticos entre sus enemigos. Asia fue dividida entre Lisímaco y
Seleuco.
El Lugar de la Polis en la Cosmópolis
La polis siguió constituyendo el marco básico de la vida de la mayor parte de los griegos. Antiguas polis como Atenas, Siracusa y Éfeso
experimentaron un crecimiento y una prosperidad notable. Al mismo tiempo, la incidencia de la guerra entre las polis desapareció casi
por completo, y la solución pacifica de los conflictos internacionales a través del arbitraje se convirtió en algo rutinario. Se creó las ligas
Etolia y Aquea, que a diferencia de las ligas enfrentadas de Atenas y Esparta de la época Clásica, las ligas federales del periodo
helenístico sería evocadas como modelo por defensores del federalismo de la época posterior. La democracia perdió gran parte de su
cometido, pasando a significar poco más que la ausencia de tiranía. El papel del ciudadano medio en el gobierno se fue diluyendo
progresivamente, y los asuntos eran manejados entre bastidores por oligarquías aristocráticas.
Atenas y Esparta
En cuanto a Atenas, siguió siendo el centro cultural de Grecia. Con respecto a las grandes tragedias y la mordacidad de las comedias
políticas de la época clásica fueron sustituidas por un género literario más ligero conocido como “comedia nueva”. Un gran exponente
de este género fue Menandro, que trata de reflejar el nuevo ordenamiento político y los intereses de su público de clase alta. En lo
concerniente a la filosofía, hay grandes diferencia entre la clásica y la helenística, ya que la filosofía clásica iba dirigida a varones ricos
que disponían de tiempo libre y estaban interesados en perfeccionar su actividad política en el marco de las polis autónomas. La filosofía
helenística, en cambio, pretendía ayudar a la gente a enfrentarse a un mundo sobre el que ejercían un control muy escaso. En Atenas
florecieron dos de las escuelas más importantes del pensamiento helenístico, el “escepticismo” y el “epicureísmo”. Mientras Grecia
siguió actuando como una especie de imán para los intelectuales, conviene subrayar que el centro de la especulación filosófica se trasladó
durante la época helenística no sólo fuera de Grecia, sino fuera de Grecia general.
En Esparta, se cancelaron las deudas, se realizaron nuevos repartos de tierras, y se restableció el sistema educativo tradicional espartano,
la agoge.
Los Reinos Macedónicos
Los reinos helenísticos eran estado de conquista cuya organización se basaba en dos principios fundamentales: en primer lugar, que,
como país conquistado por la fuerza de las armas, el reino y su población pertenecían al rey; y en segundo lugar, que la administración
de los asuntos del rey y la ejecución de sus obras estaba por delante de cualquier otra consideración. El reino en el que se puede ver esta
aplicación, es en el Ptolemaico (Egipto).
Economía de Egipto
La base de la riqueza de Egipto era la agricultura, y las actividades económicas más importantes eran, el sector textil, la producción de
papiro y aceite, que eran monopolios estatales, cuya finalidad era generar para el rey la mayor cantidad posible de ingresos a través de
tasas e impuestos. La competencia extranjera a los beneficios del comercio egipcio quedó minimizada por el establecimiento de estrictos
controles monetarios y por la limitación de las importaciones. Para garantizar que el labor del rey se llevara a cabo como era debido,
que se pagaran los impuestos, y que el importantísimo sistema de regadío funcionara con eficacia, toda la población adulta, desde el
labrador al soldado emigrante, eran registrados haciéndose constar el lugar de residencia y la función económica de cada uno. Por último,
a la cabeza del sistema estaba el rey. Los monarcas fomentaron la creencia en su carácter divino como medio de legitimar el uso que
hacían del poder absoluto.
En Egipto y en Asia de la época helenística, los templos siguieron desempeñando un papel fundamental en la vida social y económica
de la gente. En Egipto, los sacerdotes utilizaron los nombres de los dioses griegos, equipararon los meses de los calendarios macedonio
y egipcio, y tradujeron al griego la nomenclatura oficial de los soberanos. En cuanto a la organización, el Egipto ptolemaico y el Asia
Seléucida eran autocracias personales. El gobierno estaba formado por el “rey”, y sus camaradas (el sequito personal del rey), y el
ejército.
Alejandría y la Cultura Helenística
Alejandría fue la fundación más famosa y duradera de Alejandro Magno, pero los responsables del embellecimiento fueron los primeros
tres Ptolomeos. Una política liberal de emigración dio lugar a una población multiétnica en la que había macedonios, griegos, egipcios,
y una floreciente comunidad judía. Un monumento emblemático de esta época es el faro (primer rascacielos de la historia).
Nuevos caminos de la Literatura
Con respecto a la literatura, los poetas efectuaron importantes innovaciones. Teócrito introdujo el género “pastoril” en la literatura
occidental. Calímaco inauguró la tradición de la poesía “erudita”. Apolonio de Rodas, revitalizó el viejo género épico con sus agudos
retratos psicológicos de Jasón y Medea en las Argonáuticas. Evémero, propuso una importante teoría nueva acerca de los orígenes de la
mitología: inventó la novela utópica de viajes para exponer en su escritura sagrada la idea de que los dioses eran grandes reyes venerados
después de su muerte por los hombres en agradecimiento por los favores realizados a la humanidad.
Las Artes Plásticas
Con relación a las artes plásticas, en la escultura (grande y pequeña) hay un creciente interés por el individuo como sujeto espacial y
único, no ya como un miembro igual que los demás de una polis democrática. Las figurillas representaban a personajes de todas las
edades, de todas las categorías sociales, e incluso de diversas razas. Hubo un creciente desarrollo del retrato en las monedas y en la
escultura, que fueron frutos del interés individual y de personalidad. El retrato no solo pretendía reproducir los rasgos físicos reales de
un individuo, sino que también era un intento de influir en la percepción del personaje que pudiera tener el espectador.
Los Ptolomeos, fueron muy amigos de utilizar la ingeniería visual como propaganda para ganar apoyo para su monarquía. Y para ello,
autodivinizarse, servía también para legitimar el uso que hacían de su poder absoluto. Los miembros de las dinastías reinantes fueron
representados a menudo en monedas y en esculturas con los atributos epítetos de los dioses y los héroes. Uno de los ejemplos es el
“faro”, que transmite una impresión de la riqueza y el poder de los monarcas y las ciudades que la construyeron
Relaciones Sociales
La demografía helenística llevaba implícito un alto grado de segregación social y cultural. Como la colonización griega fue
fundamentalmente urbana, las zonas rurales se vieron privadas de la influencia griega. Los griegos carecían de derecho de ciudadanía y
en las ciudades de oriente helenístico vivían en barrios separados. En Egipto coexistieron diferentes sistemas jurídicos para griegos,
egipcios y judíos. Había una división entre las sociedades, una griega y la otra no griega. Esto generó graves conflictos, ya que la
población nativa impidió la aparición de cualquier resistencia unificada de ésta a la dominación macedónica. Aunque a comienzos del
periodo helenístico, los matrimonios mixtos entre griegos y no griegos fuero relativamente frecuentes. Otra de las cuestiones importantes
es que hubo oportunidades de progreso tanto para los sacerdotes, como para los magistrados rurales. Éstos últimos podían enriquecerse
mediante de la explotación de su papel de intermediarios entre el gobierno central de lengua griega y sus súbditos egipcios.
Religión Helenística
El paganismo y el politeísmo eran sistemas religiosos flexibles y nada dogmáticos, abiertos a la introducción de nuevas divinidades y a
la remodelación de las antiguas. En Egipto se realizó una variedad helenizada de la religión autóctona. Uno de los ejemplos es la creación
de un nuevo dios (con el fin de convertirlo en el nuevo patrón de la ciudad). Ese nuevo dios, Serapis, era una síntesis de elementos
egipcios y griegos, que combinaba a dioses griegos con dioses egipcios. Las prácticas religiosas autóctonas, como la veneración a
animales y la momificación fueron eliminadas de los nuevos cultos helenizados, mientras que los dioses egipcios adoptaron la identidad
de los homólogos griegos.
También aparece el culto al rey, esto consistía en que los reyes helenísticos y sus nobles fueron elegidos por el propio rey pero para
llevar a cabo con éxito y ante el pueblo tal sistema, insistieron en la idea de la divinidad, es decir, el rey tenía derecho a gobernar y a
elegir la nobleza porque su poder lo había obtenido a través de su linaje divino y porque el mismo era en cierto modo un dios. El culto
al rey había empezado en la figura de Alejandro Magno que fue reconocido como un mortal realizador de grandes hazañas y descendiente
de Heracles (confirmado por el oráculo de Siwa como hijo del propio Zeus-Amón). La divinización de Alejandro en vida le sirvió en
muchas ocasiones como aprobación y reconocimiento legal de su poder. Después de su muerte, las ciudades helenísticas siguieron ese
proceso. Fue necesario crear esta ideología que justificara la dominación de las dinastías de origen macedonio y de cultura griega sobre
toda la población.
Epílogo
El reino Seléucida fue el más vulnerable. Ya antes de que concluyera el s. IV, Seleuco I (311-281) había abandonado sus pretensiones
dinásticas sobre las conquistas de Alejandro en la India a favor de Chandra Gupta (324-300) que había conquistado el norte de la India
y había fundado la dinastía Mauria. Durante el s. III se produjeron nuevas pérdidas territoriales. Mientras los sucesores de Seleuco
luchaban entre sí por el trono, sus enemigos atacaron las fronteras por el este y por el oeste. En occidente, los Atálidas de Pérgamo se
apoderaron de gran parte de Anatolia; en Oriente, los partos (pueblo nómada de lengua irania) y los colonos griegos rebeldes crearon
sus propios reinos en el este de Irán y en Bactria. Los Ptolomeos disfrutaron de mayor seguridad en sus fortalezas. Sin embargo, la
autoridad de Ptolomeo en este país también sufrió debilitamiento significativo durante el s. III. En el sur de Egipto se restauró el gobierno
autóctono durante las últimas décadas del siglo. En el 200 los Ptolomeos dominaban sólo Egipto Bajo y medio. Pero cuando los Seleúcida
y los Ptolomeos quisieron recuperase y consolidar plenamente su autoridad en sus reinos, el desastre volvió a abrirse sobre ellos, esta
vez a traves de los romanos. Aunque las relaciones de Roma con los reinos helenísticos datan de la decada del 270 a.C, los romanos
intervinieron decisivamente en la vida política del Mediterráneo oriental durante los primeros años del s. I a.C. infligiendo severas
derrotas a Filipo V de Macedonia y a Antíoco III. A mediados del s. II, el reino de Macedonia había desaparecido y se había convertido
en una provincia romana. La anexión del reino Seleúcida por los romanos se dio en el 63 a.C. Los Ptolomeos sobrevivieron una
generación más. El debate quedó zanjado en 31 a.C, cuando Octaviano derrotó a Marco Antonio y Cleopatra VII en Accio, al noroeste
de Grecia. Con el suicidio de ambos en 30 a.C, acabó definitivamente la larga serie de sucesores de Alejandro.
El final de Helenismo
A finales del siglo III a.C., la Magna Grecia cayó finalmente bajo la dominación romana tras un siglo de enfrentamientos, ya fuera contra
Pirro de Epiro, o en el ámbito de las guerras Púnicas. Pero fue a principios del S. II a.C. cuando Roma intervino realmente en Oriente.
Primero se enfrentó con Antíoco III (último rey Seléucida) obteniendo la victoria, y después a su victoria, Roma Promovió un lento y
complejo proceso de desgaste sobre todos los reinos helenísticos, con la complicidad de varias ciudades griegas y del reino de Pérgamo,
asegurándose tras dos siglos el completo dominio del Mediterráneo Oriental. El acto final de esta conquista fue la lucha que enfrentó
Octavio (César Augusto) contra Marco Antonio y su aliada, la última soberana de Egipto, Cleopatra VII. Tras ser derrotada en Accio,
ambos se suicidaron ante la inmanente victoria de Octavio (en el año 30 a.C.

T.J. CORNELL: LOS ORÍGENES DE ROMA


CAP I: LOS TESTIMONIOS (CORNELL)
Obras históricas
El testimonio más importante para el estudio de la historia de Roma arcaica es el que nos proporcionan las fuentes literarias, esto es, los
libros escritos durante el periodo clásico y publicados en forma de manuscritos. Los especialistas suelen utilizar el término genérico
"tradición literaria" para englobar la masa de datos que contienen los textos antiguos y que representan lo que los romanos de las épocas
tardos republicanas e imperial sabían o creían saber acerca de su pasado. Los textos más importantes son las obras completas dedicadas
específicamente al pasado más remoto de Roma. Estas pueden dividirse en dos grandes grupos: la de los historiadores, que escribieron
narraciones ordenadas cronológicamente, y las de los anticuaristas, escritores que se dedicaron a recoger información en torno al pasado
en todas sus formas; resulta muy difícil caracterizar a estos curiosos individuos, pero todos ellos tenían en común una erudición
apasionada y a veces obsesiva y decididamente no eran historiadores, se les puede definir como: "el tipo de hombre que se interesa por
los hechos históricos sin estar interesados por la historia".
Los primeros historiadores cuyos textos se han conservado datan del siglo I a.C. El más accesible de ellos y también la fuente más
importante, es de Livio. Tito Livio (59 a.C.-17 d.C), su historia de Roma desde la fundación de la ciudad, se empezó a publicarse a
comienzos de la época de los años veinte a.C y cuando se acabó ascendía a 142 libros. Solo se han conservado 35, pero entre ellos están
los 10 primeros, que tratan del periodo que va desde los orígenes hasta el año 293 a.C. La segunda gran fuente literaria, es, el autor
griego Dionisio de Halicarnaso, erudito y retórico. Su historia antigua de Roma, cubría el periodo que va desde los orígenes a 264 a.C
en veinte libros, pero solo pesemos el texto íntegro de los once primeros. Se cuenta con otras fuentes, como la de Cicerón, con sus dos
obras De Republica, que se basan en dos obras sobre el estado. Otro texto importante, es del autor griego Diodoro Sícula. Durante la
época imperial la primitiva historia de la ciudad dejó de ser objeto de interés primordial para los historiadores serios; los autores que
escribieron sobre la época fueron en su mayoría plumíferos y compiladores que se basaban exclusivamente en Tito Livio, asentado como
historiador oficial. La ultima fuente literaria notable es Plutarco (c. 46-129 d.C), con su obra vidas paralelas, como así también las obras
de Polibio, Tácito, y la obra de Estrabon.
Obras históricas pérdidas
Se trata básicamente de ver cuáles fueron las fuentes que utilizaron nuestras fuentes, ya sea Tito Livio y Dionisio, ya que no se sabe casi
nada de los primeros "historiadores" de la antigua Roma. Lo único que se sabe con seguridad es que tanto Livio como Dionisio fueron
el último eslabón de una larga cadena de historiadores cada uno de los cuales había hablado de la fundación de la ciudad. A esta larga
serie de historiadores se les da convencionalmente el nombre de "la tradición analística" y a sus individualidades se los llama "analistas",
pues seguían una exposición de los acontecimientos por años y en muchos casos pusieron por título a sus obras anales.
La tradición historiográfica latina se remonta a una época anterior a Pisón, considerado el primer analista y que vivió en el siglo II d.C.
El primer romano que escribió una historia de la ciudad fue Q. Fabio Pictor, senador que vivió durante la segunda mitad del siglo III
a.C, pero la noticia que se posee es que escribió su libro en griego. Ello indica que Fabio aplicó conscientemente al pasado de Roma los
cánones y métodos propios de la historiografía griega.
Quinto Ennio (139-169 a.C) compuso en latín un poema narrativo sumamente original en hexámetros (el metro típicamente épico
utilizado en griego por Homero), aunque el tema elegido para él fue la historia del pueblo romano, desde los tiempos de los viales que
emprendió Eneas tras la conquista de Troya hasta su propia época. La obra de Ennio se convirtió en una epopeya nacional, y ejerció una
influencia extraordinaria en la formación de la idea que en torno a su pasado tenían los romanos.
Marco Porcio Catón el Censor (234-149 a.C) fue el primer autor que escribió en latín su obra en prosa, titulada orígenes, contaba de
siete libros , el primero de los cuales trataba de los orígenes del pueblo romano. Cubría no solo los remotos orígenes de la ciudad, sino
también la época de los reyes y los primeros tiempos de la república.
Obras históricas Griegas
Los historiadores griegos fueron una importantísima fuente para Fabio Pictor y sus sucesores; ello se debió al desarrollo del poderío
romano de Italia, que empezó a afectar los intereses políticos de las ciudades griegas en Italia y Sicilia, y posteriormente de las
monarquías helenística; los historiadores griegos centraron su atención en dos aspectos de la historia de Roma: los remotos orígenes de
la ciudad, tema que investigaron a fin de descubrir quiénes eran los romanos y de donde provenían, y su pasado más reciente, cuando
las actividades de Roma empezaron a resultar inquietantes para los intereses griegos. Fue Timeo el que introdujo a Roma en el marco
general de los acontecimientos de los griegos, primero a través de su historia general, y luego a traves de su obra sobre la guerra de
Pirro. Por desgracia poco se sabe sobre el modo en que los historiadores griegos trataron la leyenda de los orígenes de Roma y de dónde
sacaron sus informaciones.
La tradición Familiar
La Roma republicana era una sociedad aristocrática en la que el status del individuo venia determinado a la vez por su nacimiento y por
sus méritos. Los nobles romanos intentaron justificar el dominio de su clase y dar publicidad a las afirmaciones de su propio valor frente
a las de sus iguales cantando las proezas de sus antepasados. En tales circunstancias era inevitable que las grandes familias guardaran
un registro de sus grandes acciones pretéritas y que dispusieron de medios para transmitir la información a las generaciones sucesivas.
A finales del periodo republicano las casas aristocráticas contenían retratos de sus antepasados y cuadros genealógicos pintados en las
paredes, en las que detallaban los triunfos conseguidos y los cargos ocupados pos sus antepasados.
La tradición Oral.
El hecho de que las famosas leyendas relacionadas con la Roma primitiva se transmitieron oralmente no solo es probable en sí misma,
sino que prácticamente está garantizado por la ausencia de cualquier otra alternativa seria. Es asimismo muy verosímil que muchos de
esas leyendas se remonten a una época muy antigua. El ejemplo más sobresaliente es el de la propia leyenda de la fundación; que se
trataba de un mito conocido ya en el periodo arcaico lo que prueba la existencia de la famosa estatua de bronce de la loba, obra maestra
del arte arcaico, anterior probablemente al año 500 a.C. En términos generales, buena parte de la tradición literaria se basaba en último
término en materiales transmitidos oralmente. El tema solo puede abordarse examinando una a una cada leyenda por separado. Es
bastante probable que muchas de las leyendas conservadas en la tradición literaria fueran transmitidas oralmente durante los siglos V y
IV.
Documentos y Archivos
En todas las obras narrativas podemos encontrar el mismo marco básico, consistente en dar al comienzo de cada año los nombres de los
magistrados anuales supremos, los cónsules, junto con otras noticias relacionadas con la vida pública que aparecen de forma más o
menos regular a lo largo de toda la historia de la república. Entre esas noticias, expuestas a menudo sin ningún detalle ornamental, cabe
citar la fundación de colonias, las operaciones militares, los triunfos, los tratados y las alianzas con otras ciudades y pueblos, las
ampliaciones del territorio romano, la concesión de los derechos de ciudadanía y la creación de nuevas tribus, la construcción de nuevos
templos y demás obras públicas, la legislación, las pestes, sequias y escaseces, muerte de un personaje ilustre, los eclipses, los prodigios
y otros acontecimientos de importancia religiosa. La mayoría de los especialistas admiten la autenticidad de las listas de cónsules (fastos),
que se remontan ininterrumpidamente hasta el comienzo mismo de la república. La lista puede reconstruirse gracias a las principales
fuentes literarias, que de vez en cuando presentan algunas discrepancias menores, aunque mayoritariamente coinciden en la identidad y
el orden de los nombres. Como los cónsules eran epónimos (daban nombre al año, y esto sirve para un sistema de datación) la costumbre
de guardar los nombres de los personajes que habían ostentado la máxima magistratura debería remontarse a los primeros años de la
república, y desde luego, podemos tener la seguridad de que se conservaron en forma escrita continuas de nombres.
Los historiadores romanos tuvieron acceso a listas no solo de nombres de los magistrados anuales, sino también de los hechos ocurridos
durante el tiempo que ocuparon su cargo. El estilo árido y escueto de los primeros historiadores romanos fue modelado sobre el que
presentaban las crónicas oficiales llamadas Anales Máximos. Se trata de una referencia importantísima, pues no solo explica la estructura
típica que a todas luces subyace en los relatos literarios conservados, sino que además revela la identidad de un documento oficial que
habría podido proporcionar la mayor parte, si no la totalidad, de los materiales de carácter archivístico. Cicerón a Servio dicen claramente
que los anales máximos eran una crónica realizada por el Potifex Maximus, y que en ellos se registraban, año tras año, todos los
acontecimientos importantes. No podemos olvidar que en Roma republicana quizá existieron otros archivos documentales; los plebeyos,
por ejemplo, tenían su propio archivo en el templo de Ceres y sabemos que los documentos estatales eran guardados en el aerarium del
templo de Saturno, en el tesoro de los ediles en Capitolio, en el atrium Libertatis, y en otros lugares.
La fiabilidad de la tradición analística
La tradición literaria de la época anterior a la fundación de la ciudad es en su totalidad legendaria. Por aquel entonces no existía la
escritura y por lo tanto en imposible que quedara documentada de ningún modo. Estaba además demasiado alejada en el tiempo para
que pudiera sobrevivir en época histórica cualquier tipo de tradición oral. Vale la pena señalar que habría sido muy difícil que existieran
tradiciones orales en torno a los orígenes de Roma antes de que se creara una autoconciencia de comunidad política, esto es, antes de
que se creara la ciudad. Así pues, resulta bastante inverosímil que las leyendas del periodo prerromuleo contengan el menos vestigio de
realidad histórica.
El periodo monárquico parece que generó algún tipo de testimonios documentales y una tradición oral que guardaba cierta relación con
los hechos acontecidos realmente. La historia tradicional de la época republicana es distinta a la del periodo de los reyes en su estructura
formal como por el vigor de su base documental; aquí debemos distinguir entre los primeros cien años de la época republicana, en los
que la documentación es relativamente escasa, y el periodo correspondiente al siglo IV, sobre todo a partir de los cambios de 367 a.C.,
para el que la documentación es cada vez más abundante. Por último, la época de las guerras de conquista (a partir de 335 a.C.,
aproximadamente) es por completo histórica, en el sentido de que quedo ampliamente documentado por medio de los protocolos escritos,
relatos de historiadores griegos y por tradiciones orales de primera mano, pues se hallaban en la memoria viva de las gentes que pudieron
comunicar sus recuerdos a los primeros historiadores romanos.
Los anticuaristas.
Otra de las fuentes con las que contamos, es la de los anticuaristas, es decir, testimonios que nos proporcionan individuos que se
dedicaron a la investigación erudita de numerosas aspectos del pasado de Roma. Entre la enorme variedad de tema que los anticuaristas
eligieron como objeto de sus investigaciones, parece que algunas áreas despertaron en ellos un interés especial. Entre ellas cabe citar las
instituciones jurídicas, políticas y militares, los monumentos y edificios, los textos arcaicos, la cronología, el calendario, la genealogía,
los cultos religiosos, las costumbres sociales, el arte y la tecnología, la vida privada, y una constante curiosidad por la lengua. Fuera cual
fuese el objeto que estuvieran estudiando, los anticuaristas investigaban casi sistemáticamente el significado y los orígenes de los
vocablos técnicos, los nombres propios, los topónimos, las expresiones arcaicas, los giros y frases hechas, las formulas rituales, la
terminología legal, etc... Su primer gran exponente fue L. Elio Estilón, que se interesó por los textos literarios, la gramática y las
etimologías; escribió unos comentarios eruditos en torno a las leyes de las Doce Tablas y el Conrten Saliare.
Los testimonios arqueológicos
Los hallazgos arqueológicos nos proporcionan los únicos datos primarios que tenemos de la historia de la Roma arcaica, no existen más
documentos contemporáneos de aquella época que las inscripciones, que, pese a su importancia, son breves y escasas, y a su vez producto
de excavaciones. Los testimonios disponibles hoy día nos permiten rastrear el desarrollo de las comunidades de la Edad del hierro
existentes en el Lacio desde 900 a.C., aproximadamente, hasta la aparición de ciudades-estados urbanizados durante los siglos VII y VI
a.C. Un hecho significativo relacionado con los testimonios arqueológicos procedentes del Lacio es que la inmensa mayoría de los
hallazgos proceden de contextos funerarios. Las excavaciones más importantes se han llevado a cabo en necrópolis y la mayoría de los
hallazgos han tenido lugar en enterramientos. Los objetos que se pueden estudiar se han conservado porque fueron depósitos
deliberadamente en el interior de las tumbas selladas, que permanecieron intactas hasta el descubrimiento de los arqueólogos.

Cap II: ANTECEDENTES PRERROMANOS.


La Italia primitiva
Antes de ser conquistada por Roma, Italia era un mosaico de pueblos, lenguas y culturas distintas; por desgracia nuestro conocimiento
de estas sociedades prerromanas es muy escaso, y los testimonios de los que disponemos no nos permiten llevar a cabo una
reconstrucción completa de su evolución histórica desde los tiempos prehistóricos. Para el periodo anterior al nacimiento de Roma, los
únicos testimonios directos son los que nos proporciona la arqueología.
Los arqueólogos coinciden en afirmar que el paso de la Edad del Bronce a la Edad del Hierro constituye una etapa decisiva en el
desarrollo cultural de la Italia primitiva. Lo más sorprendente de la Italia de la Edad del Bronce es su uniformidad cultural; esa
uniformidad se hace patente en la cerámica típica de este periodo, una especie de loza bruñida con decoración geométrica incisa,
descubierta a lo largo y ancho de toda la península. Los yacimientos se encuentran asimismo ampliamente repartidos por toda Italia,
pero curiosamente una gran proporción de ellos están situados en la región montañosa del centro de la península; por este motivo , los
arqueólogos han acuñado el término «cultura apenínica» para definir la civilización de la Italia de la Edad del Bronce, cabe destacar
que esta cultura se desarrolló entre los años 1800-1200 a.C., aproximadamente y su aspecto más sobresaliente es que practica la
inhumación, como sistema funerario. La economía primaria, en parte al menos, se basaba en la trashumancia, esto es, un tipo de pastoreo
que supone el traslado estacional de los rebaños a los pastos de altura a comienzos del verano y su regreso a las tierras bajas en otoño.
Durante las últimas fases de la Edad del Bronce, desde el 1200 a.C., los materiales arqueológicos revelan la existencia de cambios
importantes. En primer, tenemos un notable incremento del número de yacimientos y de la cantidad de objetos replantados en cada uno
de ellos, también hay un aumento de las dimensiones de los poblados, de la dimensión demográfica. Ese incremento implica utilización
más intensiva de los recursos disponibles. La cantidad y variedad de herramientas de metal que han sido descubiertas aluden a una
producción agrícola más sofisticada; estos hallazgos dan testimonio asimismo de los progresos alcanzados por las técnicas metalúrgicas
y de un nivel más alto de la producción artesanal. En segundo lugar, se produjo un cambio en los hábitos funerarios, sustituyendo el rito
de la incineración el lugar ocupado por la inhumación en muchos puntos de Italia. El tercer cambio crucial que se produjo a finales de
la Edad del Bronce es la aparición de las claras diferencias culturales entre una región de Italia y otra.
La Edad del Hierro en Italia
Podemos dividir a los habitantes de la Italia de la edad del Hierro en dos grupos: aquellos entre los cuales el principal rito funerario era
la incremación, y aquellos que practicaban la inhumación. Las culturas de incineración de comienzos de la Edad del Hierro se concentran
en el norte de Italia y en las llanuras que bordean el litoral tirrenico, esto es, Etruria, el Lacio y Campana. EL resto de la península estaba
habitado por culturas que practicaban la inhumación. La única excepción es la necrópolis de Fermo, en el Piceno, donde se han
encontrado tumbas de incineración del tipo villanoviano. Estos dos grandes grupos de se pueden subdividir en muchos, por ejemplo en
el norte tenemos la cultura de Golasecca, la cultura del Este y por último, la cultura Villanoviano, establecida al norte de los Apeninos,
en Emilia-Romana, que recibe el nombre de la localidad situada en las cercanías de Bolonia. La cultura villanoviana esta atestiguado
asimismo a lo largo de una vasta zona de la Italia peninsular, en las que todas las culturas de incineración de comienzos de la Edad del
Hierro son variedades locales de la villanoviana. La mayor parte de los testimonios procede de contextos funerarios, y desde luego el
rasgo más característico de la cultura villanoviana es su propio rito funerario. Las cenizas del difunto eran depositadas en una urna
bicónica y cubiertas con una tapa, por lo general un cuenco invertido, aunque a veces adoptaba la forma de casco; después la urna era
colocada en una fosa profunda (pozo) y cubierta de una losa de piedra. En el Lacio se da una variante local, llamada en otro tiempo
"villanoviana meridional", suele llamarse en el actualidad «cultura lacial».
Testimonios literarios.
Las fuentes literarias nos dan alguna información en torno a los orígenes y la historia primitiva de los pueblos de Italia, pero la fiabilidad
y la utilidad de los materiales son cuestionables. Todos los relatos que hablan de ello fueron escritos varios siglos después de que se
produjeron los hechos que pretenden descubrir, y no hay demasiados motivos serios para suponer que se basaran en testimonios
fidedignos. Los historiadores y los anticuaristas fueron los primeros que intentaron hablar de la población nativa de Italia, pero esos
primeros intentos datan del siglo V a.C. El primer autor griego que intentó de una forma que no fuera meramente simbólica descubrir
algún hecho genuino en torno a Italia y los italiotas fue Timeo, a comienzos del siglo III. Pero el hecho de que los historiadores griegos
empezaron a interesarse por los italianos, fue gracias a las conquistas obtenidas por los romanos, y de esta manera la península italiana
empezó a ser objeto de investigación. Un personaje destacado de esta historia fue Catón el Viejo, cuyos orígenes fueron la primera
historia sistemática de Italia que se escribió, basándose en un conocimiento preciso de primera mano de los pueblos de Italia y de sus
tradiciones, de las inscripciones arcaicas y otros vestigios. Pero fue Dionisio de Halicarnaso, quien ofrece un panorama general de lo
que decían los griegos y los latinos anteriores; el propósito de Dionisio era demostrar que los romanos eran griegos y basándose en las
pruebas que presenta consigue hacer una excelente defensa de su tesis. Rastrea las sucesivas oleadas de migraciones griegas a Italia y
las relaciones que fueron establecidas entre intrusos y la población autóctona, a este intento de Dionisio se lo han denominado como
método heleno céntrico.
Las lenguas de Italia
Gracias a los testimonios conservados, los estudiosos han podido identificar unas cuarenta (40) lenguas o dialectos distintos que se
hablaban en Italia antes de que la dominación romana hiciera del latín lengua universal. Algunas de esas lenguas están documentadas
en un numero razonablemente grande de materiales textuales, mientras que otras se conocen solo a traves de una o dos inscripciones
fragmentarias. Convencionalmente suelen distinguirse las lenguas que pertenecen a la familia indoeuropea y a las que no pertenecen a
ella. El indoeuropeo es el término utilizado habitualmente para designar las lenguas habladas en la totalidad de Europa y algunas zonas
del sur y el oeste de Asia. Una de esas ramas sería la de las lenguas habladas en Italia, que constituyen un grupo aparte denominado
lenguas itálicas. Una de esas lenguas itálicas era el latín, hablado originalmente en la pequeña región del lacio, en la parte meridional y
oriental del bajo valle del Tíber. Otras lenguas emparentadas con el latín eran el falisco, el véneto y la sícula. Pero en la península
también había otras variedades de lenguas como fueron: El umbro, el osco, el griego, el etrusco, el ligur y el celta. Cada una de estas
lenguas ocupó un lugar geográfico específico y a la vez estuvo ocupada por varios poblados muy importantes para la historia de Roma,
como fueron los griegos y los etruscos.
Cap III. LOS ALBORES DE ROMA.
La Arqueología En Roma y El Latium Vetus: Naturaleza de los Testimonios
Los primeros asentamientos del latium Vetus se establecieron en pequeñas colinas o altozanos que se extienden desde la zona central
de los Apeninos hasta la llanura costera. La propia Roma, que ocupa una serie de colinas asomadas al Tíber, tiene muchas ventajas
naturales para el establecimiento de un poblado. Situado en una posición de fácil defensa; bien provista de agua Fresca y de un acceso
cómodo al mar, controlaba las principales líneas naturales de comunicación hacia Italia. Los primeros rastros de ocupación permanente
en el emplazamiento de Roma se remontan al año 1000 a.C., aproximadamente, y consiste en un puñado de sepulturas de incineración
halladas en el Foro. Dichos materiales indican la aparición por primera vez de una fase arqueológica característica en el Latium Vetus,
que los arqueólogos han denominado «cultura lacial». La primera fase, que iría de c.1000 a.C., al 900 a.C., corresponde al periodo de la
edad del Bronce en Italia, durante el cual los materiales raciales constituyen una variante local de la cultura protovillanoviana. Durante
sus primeras fases la cultura lacial está documentada únicamente por tumbas y su rasgo más característico es el propio rito funerario
empleado. Se coloca una urna que contenía las cenizas del difunto junto a una serie de objetos de cerámica y de bronce en miniatura
dentro de una gran tinaja circular, y todo ello era enterrado en un pozo. En algunos casos se depositaba incluso una estatuilla humana
toscamente modelada. EL rasgo más curioso es la urna en forma de cabaña, esto es, un recipiente para guardar las cenizas en forma de
casa en miniatura.
Por lo que respecta a los inicios de la Edad del Hierro, el yacimiento más importante es el de la llamada Osteria Dell' Osa, cementerio
situado a orillas del lago Castiglione. Empecemos resumiendo los testimonios funerarios suministrados por la necrópolis Osteria
dell'Osa. Durante la primera parte de la segunda fase lacial (IIA, 900-830 a.C) se practicaban simultáneamente la incineración y la
inhumación. Dicho de otro modo, el rito de la incineración se utilizaba de manera selectiva. Estaba reservados exclusivamente a varones,
pero evidentemente solo a un grupo privilegiado, pues en las tumbas de inhumación aparecen restos de personas de ambos sexos. Por
consiguiente, da la impresión de que los individuos que eran incinerados eran personas de alguna relevancia dentro de la comunidad. El
ajuar fúnebre (corredo), consistente en piezas de cerámica y bronce en miniatura, es prácticamente el mismo en todas las incineraciones,
y constituye un conjunto simbólico claramente definido. Este ajuar típico comprende tres o cuatros recipientes para guardar comida y
bebida, así como copas, cuencos y fuentes. Los bronces consisten en una fíbula, una navaja de afeitar y unas cuantas armas en miniatura,
por lo general una lanza y a veces también una espada. La función simbólica de este conjunto de objetos resulta bastante evidente;
representa el paso del difunto de una vida a otra, proporcionándole el equipo necesario para la existencia cotidiana y para la ejecución
de su papel social dentro de la comunidad. Subraya su condición de guerrero (las armas) y de cabeza de familia (la urna en forma de
cabaña).
Los enterramientos de inhumación son muchos más sencillos, siendo depositados los cadáveres a lo largo en fosas rectangulares. Los
varones llevan generalmente dos o tres objetos de cerámica (de tamaño normal) y una fíbula, pero no armas. También las mujeres eran
enterradas con unos cuantos vasos, algunos adornos personales, como broches, anillos, cuentas de vidrio y ámbar, y por lo general, un
torcedor. Al final de este periodo da la impresión de que la práctica de la incineración desaparece por completo, y la fase IIB (830- 770
a.C) está representada únicamente por tumbas de inhumación. Las tumbas de cremación desaparecen del panorama de los testimonios
arqueológicos a finales de la fase IIa, pero no se ven sustituidas por un incremento del número de inhumación durante la fase IIB. Estos
hechos indican contundentemente que seguía habiendo un rito funerario especial reservado a los hombres de rango elevado existente en
la comunidad.
Carácter De Los Asentamientos.
Los testimonios funerarios nos hablan de la existencia de una forma muy sencilla de estructura social, en la que las diferencias entre los
distintos grupos dependían del parentesco y el estatus del individuo se basaba en la edad, sexo y su papel funcional en el seno de la
familia y de la comunidad. No existen testimonios de que hubiera clases diferenciadas económicamente ni ningún otro tipo de
estratificación social permanente. Existen pocos signos de riqueza y no es muy probable que estas pequeñas comunidades de tipo aldea
pudieran producir un excedente; ya que su economía era básicamente de subsistencia y se basaba en el cultivo de cereales primitivos y
legumbres, en ocasiones era complementario con la cría de ganados. Por lo que podemos apreciar, hay muy pocos testimonios de la
existencia de una división y especialización del trabajo. La cerámica es un simple «impastado» hecho a mano y da la impresión de que
cada familia la fabricaba para su propio uso. El único oficio especializado era la metalúrgica. En este campo es posible que las
necesidades locales de los pequeños poblados de la región fueran satisfechas por artesanos locales que, a su vez, se encargarían de las
relaciones comerciales exigidas por su oficio con las regiones productoras de metales (Etruria y Calabria).
Durante las primeras fases, las comunidades eran pequeñas aldeas; se ha calculado que los habitantes del asentamiento de Osteria
dell'Osa debían ser unos 100. Es posible que en Roma hubiera poblados en varias colinas que rodean el Foro, con toda seguridad en el
palatino y posiblemente también en Capitolia y el Quirinal. Sim embargo, a lo largo de la fase IIB el modelo de asentamiento cambió,
pues los grupos de aldeas empezaron a fusionarse y a formar núcleos más grandes. Por ejemplo, en Roma el área poblada fue ampliándose
desde el Palatino hasta el Capitolio y el Foro: Esquilo se convirtió en la principal necrópolis. Un fenómeno «preurbano» similar se había
producido ya unos cien años antes en Etruria, donde la introducción de la cultura villanoviana vino acompañada de la formación de
grandes asentamientos nucleares en los emplazamientos de las futuras ciudades etruscas. Por lo que podemos apreciar, los nuevos tipos
de asentamientos no trajeron consigo ningún cambio en la estructura social de las comunidades, que deberíamos calificar de
«protourbanos», y no de urbanos. Del mismo modo no se produjo ningún cambio perceptible en la forma de los asentamientos, que
siguieron constituidos por chozas primitivas de paja y adobe, con tejados de paja sostenidos por pilares de madera.
La Tradición Antigua
La mayoría de las fuentes antiguas coinciden en afirmar que la ciudad de Roma fue fundada por Rómulo, miembro de la familia real de
Alba Longa, ciudad mítica de los montes albanos. Como su hermano gemelo, Remo, había nacido de Rea Silvia, hija del rey Numitur.
Este fue derrocado por su hermano, Amulio, que obligó a Rea Silvia a hacerse vastal con el fin de evitar que naciera cualquier posible
pretendiente al trono. La joven, sin embargo, quedo embarazada y dio a luz a dos niños, y Amulio ordeno que los gemelos fueron
ahogados en el Tíber. Las criaturas lograron salvarse y salir del agua al pie del palatino, donde fueron amamantados por una loba y
posteriormente recogidos por unos pastores. Cuando alcanzaron la edad adulta, se pusieron al frente de una banda de pastores guerreros
y durante un tiempo vivieron como bandoleros. Pero, tras descubrir su verdadera identidad, atacaron Alba, derrocaron a Amulio y
restauraron a su abuelo en el trono. Decidieron entonces crear una colonia de Alba y fundar una ciudad en el lugar donde se había
producido la salvación. Así fue como nació Roma, que tomó el nombre de su primer fundador y rey.
El episodio de Rómulo y Remo formaba parte de en realidad de una leyenda más larga. El hecho de que la historia de Roma empezara
mucho antes de Rómulo constituye una famosa paradoja. Los gemelos descendían por línea materna de una larga estirpe de reyes de
Alba, y en ultimo termino de Eneas, el troyano, que había contraído matrimonio con la hija de Latino, rey de los aborígenes, y cuyo hijo
Ascanio (o Julo) había fundado Alba Longa y había dado su nombre a la familia Julia. Del mismo modo que la leyenda no comenzaba
con la salvación de los gemelos, tampoco acababa con la muerte de Remo. El acto de la fundación constituía un proceso bastante
complicado y tuvo largas consecuencias. Fuera cual fuese el destino de la colonia de Evandro, el lugar había sido abandonado en tiempos
de Rómulo, quien se vio obligado a buscar por todas partes colonos para su nueva ciudad. Abrió un refugio en el Capitolio, donde
recibían asilo toda clase de fugitivos, deudores, delincuentes y esclavos prófugos. Como en su mayoría eran varones solteros, para
proporcionarles esposas organizó el rapto de las sabinas. Se desencadenó entonces una guerra contra los sabinos, concluida tras una
alianza entre ambos pueblos, que se fusionaron en una sola comunidad bajo el mando de sus respectivos reyes, Rómulo y Tito Tácito.
A la muerte de este último, Rómulo reinó solo durante muchos años, pero siempre feliz en tiempos de guerra como en tiempos de paz.
Su reinado terminó de forma misteriosa. Las fuentes dan dos versiones de lo sucedido: la Piadosa, según la cual ascendió a los cielos y
se convirtió en dios, y la cínica, según la cual fue asesinado durante la sesión del Senado, llevándose cada senador un trozo de su cuerpo
desmembrado.
Un rasgo sorprendente de la tradición es que la fundación de la ciudad se presenta no como un hecho singular, sino como un proceso
gradual y lento. Roma no fue creada de una vez por Rómulo; por el contrario, el héroe solo inició un largo proceso de formación. Los
romanos creían que el estado fue fruto de este proceso gradual al que contribuyeron todos y cada uno de los reyes. Del mismo, el
crecimiento físico de la ciudad, a partir del modesto poblado de Rómulo en el Palatino, fue también un proceso gradual, a lo largo del
cual cada rey fue ampliando el área urbana y contribuyendo a su desarrollo monumental. La leyenda de la fundación de Roma nos aporta
pruebas ante todo y sobre todo de como los romanos de épocas posteriores decidieron verse a sí mismos y de cómo deseaban que los
vieran los demás. El mito está preñado de un fuerte contenido ideológico. El signo más revelador de este hecho es el modo que tiene de
definir la identidad del pueblo romano como una mezcla de diversos grupos étnicos, y la cultura romana como producto de influencias
extranjeras distintas.
Orígenes de las leyendas
*Rómulo-Remo.
Existen buenas razones para creer que la leyenda corría ya de boca en boca por la Roma Arcaica. La mejor prueba de ello es la magnífica
estatua de bronce de la loba, expuesta en la actualidad en el Palazzo del conservatorio, que es sin duda alguna de época arcaica y
probablemente date del siglo VI a.C. Además sabemos que hacia el año 300 a.C., como muy tarde la leyenda de los gemelos se había
convertido en la versión de los hechos que habitualmente corría por Roma, y que fue oficialmente presentado al mundo entero en 269
a.C., cuando en una de las primeras monedas de plata acunadas en Roma se colocó la efigie de la loba y de los gemelos. Asimismo, es
evidente que el mito contiene elementos propios del cuento popular, reflejados en otras historias y leyendas de numerosas sociedad de
todo el mundo. Dichas leyendas hablan del nacimiento y la infancia de personajes que acaban convirtiéndose en reyes, fundadores,
líderes religiosos, héroes y conquistadores, como es el caso de Ciro de Persia, Sargón de accad, entre otros. Podemos construir un
esquema ideal más o menos en los siguientes términos. La concepción del niño es fruto de una unión anómala, milagrosa o vergonzosa:
de una princesa y un extranjero desconocido o un individuo de clase inferior, de una relación incestuosa o, más comúnmente, de la unión
de un mortal con una divinidad. En muchos casos el padre es un dios y la madre una virgen (Perseo, Jesús, Rómulo y Remo). A
continuación un rey malvado (a menudo su propio padre, su abuelo o su tío) da la orden de matar al niño, tras ser avisado por medio de
un sueño o de un oráculo de que el niño lo matara o lo derrocara. Por lo general, el método elegido es el abandono del niño en un bosque
o en una montaña, aunque en muchas leyendas la criatura es depositada en una caja, en un barco, o en una cesta y arrojada a la deriva al
mar o a un rio. El niño es salvado entonces por un pastor, un hortelano o un pescador, que o bien lo cría el mismo o bien se lo entrega a
su señor, unas veces del país. En muchos de esos cuentos el niño salvado bien a sustituir al hijo muerto al nacer de sus padres adoptivos.
El rasgo más curioso de muchas leyendas, sin embargo, es la intervención de un animal que se encarga de salvar a la criatura y a veces
de amamantarlo. Este elemento de la vida de Rómulo y Remo (loba) se repite también en la de Ciro (perra) y en muchos otros personajes.
Cuando crecen, estos hijos de la fortuna suelen mostrar indicios de su futura grandeza a traves de su precocidad y de un carisma natural.
Se convierten en jefes de su propio grupo de edad (en algunas leyendas, como, por ejemplo, la de Ciro, hacen el papel de rey en el
transcurso de un juego); por fin su verdadera identidad es revelada a través de alguna prueba, prenda, cicatriz, o simplemente por
cumplimiento de la profecía, que a veces se cumple por accidente.
*Eneas y los troyanos
La leyenda de Eneas era de origen griego, y hundía sus raíces en la epopeya. En la Ilíada Eneas es un personaje destacado, aunque muy
poco sugestivo, perteneciente a una rama secundaria de la casa real de Troya. Su importancia deriva del hecho de ser el único de los
grandes héroes troyanos que sobrevive al saqueo de la ciudad. En un famoso pasaje de la Ilíada se profetiza de él y sus descendientes
serán un día los soberanos de todos los troyanos. Los griegos empezaron a especular con la posibilidad de que Eneas se hubiera escapado
de Troya y hubiera establecido una dinastía en algún otro sitio. La leyenda romana resulta asimismo útil para los romanos por cuanto
les proporcionaba una identidad respetable a los ojos del mundo, que además podía ser utilizada en su propio beneficio en sus relaciones
con los griegos. Y no solo con los griegos: la utilidad política de la leyenda se puso de manifiesto por primera vez en 263 a.C., durante
la guerra contra Cartago, cuando los habitantes de la ciudad de Segesta, Sicilia, se aliaron con los romanos debido a su ascendencia
troyana común. También podemos señalar que al afirmar sus orígenes troyanos, los romanos venían a decir que no eran griegos, y en
cierto modo, se definían a sí mismo en contraposición a aquellos. Sin embargo, uno de los rasgos más interesantes de la leyenda de
Eneas es que, aunque al principio fue utilizada para subrayar la hostilidad entre griegos y romanos, en manos de Virgilio y de otros
poetas del siglo I a.C., se convirtió en un medio para reconciliarlos y para hacer más aceptable en el mundo griego la dominación romana.
La leyenda de Eneas y los troyanos era bien conocida en la Etruria del siglo VI. Se han encontrado representaciones de Eneas en varios
yacimientos etruscos, y no solo en vasos griegos de importación, sino también en objetos de fabricación local. La existencia de ciertas
estatuillas de terracota representando a Eneas y Anquises procedentes del santuario de Veyes implica el desarrollo de un culto heroico,
pero la fecha de esos objetos dista mucho de estar clara; los especialistas se inclinan ahora a situarlas en el siglo IV a.C., o incluso más
tarde, esto es, después de la conquista de Veyes 396 a.C. Por lo que respecta a Roma y el Lacio, a veces se ha pretendido afirmar que la
leyenda de Eneas penetró en esta zona a traves de la mediación etrusca, y que empezó a arraigar durante la época de dominación de los
etruscos en el siglo VI. En este sentido, el yacimiento más importante es el de Lavinio (el actual Pratica di Mare), que en época histórica
afirmaba haber sido fundada por Eneas. Lavinio era famosa como centro religioso y lugar de peregrinación de los pueblos latinos,
incluido Roma. Allí estaba situado el culto a los dioses ancestrales del pueblo romano, Los Penates, e incluso durante la época imperial
los grandes sacerdotes y magistrados romanos tenían que asistir personalmente a los actos de culto celebrados anualmente en la ciudad.
Los penates serian identificados en un determinado momento con los misteriosos objetos sagrados que Eneas logró salvar Troya, y que
tan importante papel desempeñaba la leyenda plenamente desarrollada.
*Evandro y Hércules
No tenemos la menor idea de cuando ni por quien fue inventado el mito de Evandro, aunque ya estaba presente en las historias de Roma
más antiguas. Lo modernos especialistas creen que Evandro, héroe arcadio bastante oscuro que aparece fugazmente en Hesíodo, fue
introducido en la leyenda romana a finales del siglo III a.C.
Valor Histórico de las Leyendas
Salvo unas pocas excepciones marginales, todos están de acuerdo en admitir que la leyenda de la fundación de Roma, de Eneas a
Rómulo, Es pura ficción y que no hay motivo para considerarla un relato histórico. El nombre «Rómulo» es un epónimo formado a
partir del nombre de la ciudad y quizá solo signifique romano. Pero la realidad de Eneas, aunque pudiera confirmarse, no ofrecería
ninguna garantía para la leyenda de la migración de troyanos a Italia, que es algo muy distinto. Y ni que decir tiene que las credenciales
de Evandro, Hércules y el resto de héroes prácticamente no existen. Muchos historiadores modernos, quizá la mayoría de ellos se inclinan
a creer que al menos algunas de esas leyendas «reflejan» hechos históricos reales o «son un eco» de ellos. El principal argumento es que
no hay humo sin fuego y de que, de un modo u otro, las leyendas tienen por fuerza que «basarse en hechos». J. Poucet ataca
despiadadamente el enfoque «historizante» ortodoxo, por el contrario, defiende la tesis de que todo el edificio está construido a partir
de unos materiales no históricos.
La tradición sostiene que todas las ciudades del Lacio fueron colonias de Alba Longa y que Roma fue la última de ellas; pero a este
respecto la tradición se ve desmentida por los hechos. La idea, por lo menos bastante extraña, de que Lavinia y Alba eran mucho más
antiguas que Roma probablemente surgiera de una dificultad cronológica. Al haber sido fundada por Eneas y Ascanio, por fuerza debían
ser datadas poco después de la guerra de Troya, que según los cálculos de los eruditos griegos había tenido lugar en torno al 1200 a.C.,
pero los romanos tenían sus propias razones para situar a Rómulo en el siglo VIII. Así pues, los historiadores que se dieron cuenta de la
dificultad, de que era imposible que Rómulo seria hijo o nieto de Eneas, no tuvieron más remedio que admitir un largo intervalo entre
Eneas y Rómulo, intervalo que se rellenó con la dominación de los reyes de Alba.
Deberíamos tener en cuenta que, al plantear de ese modo la cuestión, no estamos utilizando los testimonios arqueológicos con el fin de
confirmar la tradición, sino usando la tradición para interpretar unos testimonios arqueológicos sumamente enigmáticos. En definitiva
es más probable que la primacía de Alba y Lavinio en la tradición derive de su importancia histórica como centros religiosos. La fiesta
tradicional de los pueblos latinos se celebraba cada ano en el monte Cavo, en la cima más alta de los montes Albanos, llamada lacial o
ferias latinas, se celebraba en honor a Júpiter Laciar, identificado en la leyenda con Latino, Antepasado epónimo de los latinos.
Análogamente, Lavinio acogía a los representantes de los pueblos latinos durante las celebraciones del culto de Eneas y los penates. Se
discute asimismo el mito milagroso de la cerda que había parido treinta lechones, que simbolizan los treinta pueblos en que se dividían
los primitivos latinos; según una versión la cerda condujo a Eneas a Lavinio, para su seguida fundación. Pero según Fabio Pictor, la
cerda condujo al fundador a Alba Longa, que tomo su nombre a partir del color del animal (Alba= «blanca»).
Otra de las discusiones que se han planteado los especialistas, es acerca de fundación de la ciudad, y es que la leyenda y la tradición
ubican este hecho en el siglo VIII a.C., en cambio la arqueología nos señala que ya en el siglo X a.C., y es que en cualquier caso, no
sabemos porque los romanos decidieron datar la fundación de la ciudad a mediados del siglo VIII, y existen muchas sospechas de que
probablemente sus razones fueran arbitrarias. Parece claro que las diversas fechas que dan los historiadores (Fabio la sitúa en 748 a.C,
Cincio en 728, Catón en 751, y Varrón en 754) se hallaban situadas a las diversas estimaciones de la duración del periodo monárquico
en genera, y a los cálculos de la fecha de inicio del periodo republicano, que podía fijarse (dentro de unos límites razonables) con ayuda
a los fastos. Lo más probable es que la fecha se fijara sencillamente calculando la duración de siete generaciones de treinta y cinco años:
así, 509 + (7 X 35) da 754, la fecha propuesta por Varrón. No obstante, hay buenas razones para pensar que, a este respecto, la tradición
es perfectamente válida. Aparte de las posibilidades generales, podemos recurrir al testimonio de las Lupercales. La mejor forma de
interpretar esta antigua fiesta, en el transcurso de cual unos jóvenes desnudos llamados luperci corrían al rededor del Palatino, es
considerarla una ceremonia de purificación que originalmente incluía a toda la comunidad. De esta manera es la tradición la que nos
ayuda a interpretar los testimonios arqueológicos, y no al revés.
*Formulas Arcaicas y «Fósiles» Institucionales.
Hay alguna posibilidad de que los textos de los anticuaristas en los que se describen las instituciones arcaicas conserven alguna
información genuina en torno al periodo preurbano. Uno de los textos es la lista que da Plinio el Viejo de los treinta «pueblos albense»
que solían reunirse en los montes Albanos, esto es, los pueblos que solían participar en las ferias latinas. Plinio cita esa lista en el curso
de un discusión sobre la forma en que muchos de los antiguos pueblos del Lacio habían «desaparecido sin dejar rastro» en su propia
época, pero lo llamativo de esa lista es lo que no contiene, es decir, que faltan algunos pueblos de la época histórica, como, por ejemplo,
Tibur, Preneste, Aricia, Lavinio y, sobre todo, Roma, entre otras.
Otro eco de la etapa preurbana se conservó en la fiesta del Septimontium, celebrada anualmente en Roma. Esta antigua ceremonia tenía
lugar el 11 de Diciembre y en ella participaban los habitantes de los «siete montes», que según Festo comprendían las dos cimas del
Palatino (Gemalo y Palacio), la Velia, el Celio y los tres cerros del Esquilio (Opio, Cispio y Fagutal). La mayoría de los especialistas
coinciden en admitir que representa un momento del desarrollo en el que varios cerros estaban ocupados por poblados distintos. Esta
circunstancia implica una separación entre los habitantes de los montes y las colinas, esto es, el Quirinal y el Virimal. Parece que esta
distinción se repetía en otras instituciones y ceremonias de culto que implicaban una oposición entre el Palatino y el Quirinal. El ejemplo
más claro es la división de los salíos, los sacerdotes-guerreros danzantes, en dos corporaciones: los salíos palatinos, asociados con el
Palatino y al servicio del Dios Marte, y los salíos colinos, vinculados al Quirinal y al servicio del dios Quirino.
*Los Sabinos y la Roma Primitiva.
Pero el testimonio más claro que poseemos es sin duda alguna la tradición según la cual la población originaria de Roma fue una mezcla
de elementos romanos y sabinos, leyenda que comienza con el rapto de las sabinas y acaba con la fusión de ambos pueblos bajo el poder
de Rómulo y Tito Tacio. La tradición está impregnada de la idea de que una parte significativa de la población era de origen sabino. De
los primeros cuatro reyes dos fueron latinos (Rómulo y Tulo Hostilio) y dos sabinos (Numa Pompilio y Anco Marcio), o tres si contamos
con Tito Tacio. Es cierto que los partidarios, de algunas teorías, de la tradición son culpables de haber hecho mal uso de ciertos datos
arqueológicos y lingüísticos. Ya que, la arqueología en el territorio sabino se encuentra solo en su infancia, aunque en los últimos anos
se han realizado progresos significativos. Si algo demuestra las investigaciones más recientes, es que los sabinos estaban culturalmente
muy cerca de sus vecinos latinos y faliscos. Ello significa que resultaría difícil establecer una diferencia entre romanos y sabinos
atendiendo únicamente a los descubrimientos materiales.
Por lo que respecta a los testimonios lingüísticos, ha llegado a pensarse que algunas palabras latinas básicas, como, por ejemplo, bos
«buey», lopus «lobo», entre otras, son préstamos sabinos. En vista de las circunstancia parece razonable pensar que esa lengua sea
sabina, indudablemente itálica, aunque no sabemos lo suficiente sobre ella como para llegar a una conclusión definitiva. Los testimonios
lingüísticos no respaldan ni confirman la tradición, más bien cabe decir que la tradición sugiere una posible interpretación de los
testimonios lingüísticos. Es por ello que no existen razones demasiados plausibles para negar la posibilidad de un componente sabino
significativo en la población de la Roma en el periodo monárquico, de la que sabemos que era una sociedad abierta y cosmopolita.
Por ultimo resulta difícil entender por qué los romanos de época posterior sintieron la necesidad de situar la incursión sabina en el siglo
VIII, si recién en el siglo V, es donde empiezan a aparecer familias aristocráticas en Roma, que decían ser sabinos, como los Claudios
y los Valerios. Pero lo que llama la atención es lo sorprendente de constatar que de ese modo habían tenido de crear la leyenda del rapto
de las sabinas. Y es en este punto en donde hay muchas más discusiones; ya que los especialistas se inclinan por varias teorías, como
por ejemplo, algunos afirman que la leyenda del rapto de las sabinas es una versión de un antiguo mito que forma parte de la herencia
indoeuropeo del pueblo romano. En su forma original dicho mito describía la formación dude toda una sociedad de dioses a partir de la
fusión de dos grupos antagónicos, pero incompletos, uno de ellos poseedor de poderes mágicos y de valor, y el otro de riqueza y
fecundidad.
*La Herencia Indoeuropea de Roma.
El estudio comparativo de las estructuras sociales, las creencias religiosas y los relatos míticos de la India, Irán, Escandinavia, Irlanda
y sobre todo Roma, le llevo a concluir a Dumizil,, que todos estos pueblos organizaron sus respectivas sociedades y estructuraron su
mentalidad según el modelo indoeuropeo bien definido. La clave de dicho modelo es la división tripartita de la actividad humana con
arreglo a su función. Las tres funciones de Dumizil se basan en la supuesta división de la primitiva sociedad indoeuropea en tres grupos:
sacerdotes y dirigentes (primera función), guerreros (segunda función) y productores (tercera función). En Roma «la ideología de las
tres funciones» se manifiesta sobre todo en la religión. Las tres funciones aparecen representados por los dioses Júpiter, Marte y Quirino,
que según Dumizil, formaba el núcleo de la religión romana en el estadio más antiguo del desarrollo de la ciudad.
Por lo que a la leyenda de los orígenes de la ciudad se refiere, Dumizil creía que la historia de los primeros reyes se construyó a partir
de los mitos indoeuropeos, y que expresaba la ideología de las tres funciones. Según Dumizil, Rómulo y Numa encarnarían dos aspectos
contrapuestos de la soberanía, y por consiguiente, en conjunto representarían la primera función, Tulo Hostilio naturalmente encarnaría
la segunda función (la guerrera); y por fin a Anco Marcio, aunque no con tanta facilidad, le atribuía las características de la tercera, esta
es, la economía.
Las teorías de Dumizil pueden ser criticadas desde cuatro puntos de vista distintos. En primer lugar, se plantea la simple objeción de
que los modelos míticos indoeuropeos, y sobre todo la ideología de las tres funciones, no siempre resultan tan claras para el observador
corriente como Dumizil y sus seguidores. En pocas palabras, tenemos pruebas de diferenciación funcional en la tradición de la Roma
primitiva, y también tenemos testimonios de la organización tripartita de la sociedad romana. Pero por desgracia, el funcionalismo no
es tripartito, y la tripartición no es funcional. En segundo lugar, deberíamos prestar atención a las tesis de A. Momigliano, y se basa en
decir que, al intentar aislar un modelos indoeuropeo estático y permanente en la base de las instituciones y creencias de los Romanos,
Dumizil y sus seguidores no pueden explicar las importantes realidades históricas relacionadas con la Roma primitiva, que era una
sociedad en desarrollo y constante cambio.
En tercer lugar, resultan problemáticos el mecanismo y las fuentes por medio de los cuales se transmitió la herencia indoeuropea. Según
Dumizil, las leyendas relativas a los orígenes de Roma fueron confeccionadas en el siglo IV a.C., cuando los creadores de la tradición
elaboraron una pseudohistoria a partir de los viejos mitos indoeuropeos. En consecuencia, el marco ideológico siguió ejerciendo su
dominio sobre la mente de los romanos incluso cuando su sociedad se había transformado por completo y había dejado de tener relación
con el supuesto ideas indoeuropeo.
En cuarto lugar, aun admitiendo que las leyendas acerca de los orígenes de Roma fueron expresión de una mitología funcional, ?debemos
concluir necesariamente que son antihistéricos. La alternativa seria suponer que, lejos de historiar los mitos, lo que hicieron los romanos
fue imponer un marco mítico a una tradición histórica. La cuestión fundamental es la siguiente: ¿fueron los romanos los que convirtieron
la mitología indoeuropea en historia, o ha sido Dumizil el que ha convertido la historia de Roma en mitología indoeuropea?

CAP IV: EL NACIMIENTO DE LA CIUDAD-ESTADO.


*Aristócratas, Estirpes y la fase «Orientalizarte».
Durante el s.VI a.C., las comunidades del Latium Vetus experimentaron una transformación gradual. Durante la fase lacial III (770-730
a.C) no se produjo ninguna ruptura radical en el modelo de vida cotidiano. Pero a finales de este periodo, empiezan a haber un incremente
de la población y una consolidación de los asentamientos nucleares, pero el aumento de la cantidad y de la calidad de los materiales
encontrados en la necrópolis del Lacio aluden a una mejora en la riqueza y prosperidad. Debió de darse un incremento de un incremento
de la productiva, debido por una mejora en las técnicas de cultivas; es aquí donde también aparece la policultura, es decir, cultivo de
Vides y Alivos.
Las ultimas décadas del s.VIII fueron testigos de una serie de cambios radicales en la estructura social, que se hicieron aún más
pronunciados durante el periodo orientalizaste (fase lacial IV 730-580 a.C). La aparición en esta época de muestras de riqueza
excepcional en algunas tumbas habla de que estamos en los albores de una estratificación social permanente y de la creación de una
aristocracia permanente. Estos cambios lo podemos obtener mediante los testimonios obtenidos de las necrópolis: Osteria dell'Osa, La
Rustica, Laurentina, la necrópolis del Esquilino en Roma, y sobre todo, la de Castel Di Decima.
Los enterramientos en esta última necrópolis, Castel Di Decima, contienen ricas joyas y tesoros en forma de trípode de bronce, calderos,
armaduras y carros; así también se han encontrado fragmentos de platos de oro y plata. Los datos que nos revelan los arqueólogos sobre
las tumbas halladas en Castel Di Decima, nos muestran a hombres y mujeres con unas grandes riquezas, pero lo que resulta interesante
por cuanto indica que el carro era una señal de rango, y no un mero instrumento de guerra, ya que las mujeres también en sus tumbas
eran enterradas con un carro.
Esta documentación la formación de una aristocracia rica que logro concentrar en sus manos el excedente de la comunidad y perpetuar
su hegemonía a través de la herencia. Un rasgo curioso de la necrópolis de Decima es que algunas tumbas están agrupadas de una manera
que parece deliberada. Se han logrado determinar siete grupos de ese estilo, cada uno de los cuales contiene una media de tres tumbas.
Estos ejemplos pueden considerarse precursores de la tumba de falsa cúpula o de cámara, especie de túmulo familiar en el que se
depositaban sucesivos enterramientos. La finalidad de las tumbas de cámara era poner de relieve y perpetuar la solidaridad familiar, y
su aparición ha sido considerada como una prueba de la importancia que alcanzaron en esta época las familias patriarcales en sentido
latas o estirpes. En época histórica la estirpe (gens) era un grupo familiar de ascendencia patrilineal cuyos miembros (gentiles) afirmaban
descender de un antepasado común. Este antepasado común, ya fuera real o ficticio, quedaba reflejado en el sistema de nomenclatura.
Cada miembro de la gens tenía dos nombres: el nombre propio o prenoten y un nombre de la familia o numen gentilicio.
Veamos aquí los principales puntos en lo que se refiere a la gens. En primer lugar, la institución de la gens no era exclusiva de Roma,
ni siquiera del Lacio. Muchos pueblos itálicos contaban con gentes, entre ellos los etruscos. En segundo lugar, el sistema gentilicio
abarcaba a todas las clases sociales. Todos los romanos de condición libre, independientemente de su rango, poseían un gentilicio, y
parecía que esto era así desde el periodo arcaico. En tercer lugar, sabemos que la gens se convirtió en un rasgo característico de la
estructura social etrusca en el s.VIII a.C, y que se hallaba bien implantada en la región en los años 600 a.C., aproximadamente, y que
esto se dio en paralelo con el proceso de urbanización.
La aparición de las tumbas de cámara a finales del s.VIII, el desarrollo de las estructuras gentilicias, y la concentración de la riqueza en
manos de una clase dirigente constituyen el marco en el que se inscribe un importante movimiento cultural que los arqueólogos han
dado en llamar «orientalizaste», que según los especialistas fue fruto de la influencia griega.
*Colonización griega y sus consecuencias.
El primer asentamiento griego en Italia se estableció en la isla de Ischia, situada en el extremo septentrional del golfo de Nápoles. Los
antiguos la llamaban Pitecusa o Enaria. Allí unos aventureros eubeos establecieron un asentamiento permanente en torno al año 770
a.C. No cabe duda de que el principal motivo de establecer allí la colonia fue la búsqueda de metales, ya que Etruria era un
importantísimo productor de cobre y estaño, y del hierro que abunda en la isla de Elba.
Los historiadores se muestran indecisos a la hora de determinar si el poblado de Pitecusa debe considerarse una colonia o simplemente
una factoría de Eubea. En cualquier caso, Pitecusa preparo el camilo de la colonización griega en el mediterráneo accidental, proceso
que supuso algo más que la mera aventura comercial. Los griegos que participaron del movimiento colonizador buscaban una mejor
vida. Más o menos una generación después de la llegada de los primeros griegos a Pitecusa, se había establecido una colonia en toda
regla en Cumas, en la costa vecina del continente. La nueva fundación floreció y pronto supero a su predecesora; rápidamente siguieron
sus pasos una multitud de nuevas colonias, establecidas por toda la costa del sur de Italia y de Sicilia. En el s.V el sur de Italia se
denominaba ya Magna Grecia. La llegada de los griegos a Italia tuvo profundas repercusiones sobre la vida social, económica y cultural
de los pueblos nativos. La helenización de Etruria, el Lacio y Campania comenzó en el s.VIII y ejerció una influencia fundamental sobre
los cambios estructurales que se produjeron durante el periodo orientalizaste, y en especial sobre la formación del ornamento
aristocrático, que entre los historiadores todavía se discute si la estratificación social fue causa de la influencia griega.
La aristocracia de la Grecia arcaica se caracteriza por sus manifestaciones culturales y so modo de vida. La pertenecía a la clase noble
era una cuestión de rango y de honor, e iba asociado a una serie de valores y actividades bien definidas. El honor y el prestigio se
reafirmaban a traves del mutuo reconocimiento y de una interacción constante. Entre esos mecanismos de afirmación ocupan un papel
primordial el banquete, la hospitalidad y el intercambio de regalos
No cabe duda de que las redes de obligación y hospitalidad eran el nexo que unía a los aristoi de las colonias griegas con sus iguales
nativos, y que la circulación de bienes de prestigio por Italia hubo de producirse por medio del intercambio de regalos. Igualmente
seguro es que los banquetes y simposios constituían un elemento importante de la vida cotidiana de los circuitos nobiliarios. Los objetos
de cerámica que inundan tantas tumbas principescas itálicas no son mera quincallería vieja, sino que pertenecían a un tipo específico de
«utensilios simposios», entre los que se encuentran numerosos recipientes utilizados en los banquetes y simposios.
Por último, en el periodo arcaico, las ideas griegas afectarían a todos los aspectos vitales y en todos los niveles de la sociedad; el arte la
arquitectura y la religión empezaron ya a transformarse durante el periodo orientalizaste. Pero el cambio más profundo se produciría en
la esfera política durante la segundad mitad del s.VIII., ese cambio seria la formación de la ciudad-estado.
*La Urbanización.
Uno de los signos más importantes del desarrollo de las ciudades-estado de la Italia central es el cambio que podemos observar en el
aspecto físico de los asentamientos. Fue este un proceso largo y paulatino que se inició a comienzos de la Edad del Hierro, cuando el
sistema de pequeños poblados situados en las colinas empezó a unificarse y dar paso a asentamientos nucleares, es decir, que los
pequeños poblados en pesaron a formar centros nucleares más grandes, y a crear una necrópolis general, en vez de las numerosas tumbas
halladas por todos lados. En el Lacio la situación no esta tan clara, pero es probable que también se produjera un proceso similar. Así
parece que también ocurrió con Roma a finales de la fase IIB (comienzos del s.VIII a.C.), un poco después Gobios (750) y quizá también
en otros centros como Laviniiiio, Árdea y Ancio.
Hasta mediados del s.VIII a.C., no empiezan a hacerse patente el cambio, ya en ese momento la elite aristocrática empezó a hacer
ostentación de sus riquezas y prestigios con las tumbas de cámara monumentales. Una novedad aún más notable es la aparición en
Etruria de palacios monumentales o «casas Solariegas» en el campo, se han encontrado dos, La villa de Mirlo y la de Acquarossa. En
los principales centros de población el desarrollo de una arquitectura monumental en materiales no perecedero y de una planificación
urbana se produjo un poco más tarde, durante la segunda mitad del s.VIII a.C. Fue también por entonces cuando empezaron a aparecer
las grandes necrópolis planificadas.
Es en Roma donde tenemos los testimonios más claros y más antiguos de desarrollo urbano dentro de la misma zona habitada. Los
testimonios arqueológicos siguen estando bastante dispersos. El primer signo definido de cambio se produjo a mediados del s.VII a.C.,
cuando las cabañas situadas en las inmediaciones de la llamada Vía Sacra y el Equus Domitiani fueron demolidas y en su lugar quedo
una especie de solar. Aquí estuvo el primer Foro. Aproximadamente de esa misma época datan los primeros testimonios que tenemos
de casas construidas con materiales no perecederos, de piedra y con techo de tejas.
El edificio público más antiguo que se ha identificado hasta la fecha es la Regia, misteriosa construcción situado en el extrema oriental
del Foro, que en época republicano era un santuario de Marte y Ops Consiva. En la otra parte del Foro se levantó un edificio en el
extremo norte del Comicios, que data del año 600 a.C., aproximadamente; ha sido identificado de modo poco plausible con la Curia
Hostilio, el primer palacio del Senado, que la tradición atribuye a Tulo Hostilio. Por otra parte, los depósitos votivos constituyen una
importante información para todo este periodo. Los depósitos votivos del Capitolio y el Quirinal corresponden a esta época, atestiguan
asimismo la actividad cultual existente en estos dos lugares. En el Foro Boario fueron demolidos a finales del s.VII unas cabañas y en
su lugar fue fundado un santuario antes del 600 a.C. Todavía son visibles los cimientos de un enorme templo arcaico en el Capitolio. Se
trata del gran templo de Júpiter, Minerva y Juno erigida en la época de los tarquinos y dedicado el primer año de la república.
Considerados globalmente, los testimonios de que disponemos nos ofrecen un cuadro bastante claro del desarrollo de Roma a finales
del S, VII y comienzos del s.VI a.C., que paso de ser un primitivo poblado de cabañas a convertirse en una comunidad verdaderamente
urbana. Las plazas públicas y los santuarios colectivos ocupaban las áreas céntricas de la ciudad, que a medida que se fue progresando,
se vio adornada de edificios público, cada vez más grandes y elegantes. Muchos de esos edificios pasaron por diversas etapas de
construcción a lo largo del s.VI a.C.
*La Ciudad-Estado: problemas teóricos.
Lo que acabamos de desarrollar párrafos arriba, es decir, los cambios que se dan en el s.VII a.C., han sido interpretados como una
«revolución urbana», punto crucial que marca el comienzo de la historia de Roma. Una acreditada versión de esta teoría fue expuesta
por el arqueólogo sueco E. Gjerstad, quien plantea una división en el desarrollo histórico de Roma entre los periodos «preurbano» y
«urbano». Para ello señala que la primera pavimentación del Foro fue en el año 575 a.C., y que la urbanización de dio en esa misma
fecha, y que es allí donde se pueden empezar a situar a los reyes de Roma. Pero, la teoría de la «revolución urbana», ha sido sustituida
por la idea de un proceso gradual de evolución espontanea, que se considera más acorde con los testimonios arqueológicos y más en
consonancia con las ideas del s.XX. La voz que más se ha hecho sentir en favor de este enfoque es del arqueólogo H. Muller-Kerpe, que
compara las viejas leyendas de la fundación de la ciudad con el moderno concepto de desarrollo de la ciudad, Sostenía que Roma
evoluciono gradualmente y paso del núcleo habitado primigenio en lo alto del Palatino a extenderse al resto de las colinas a lo largo de
la Edad del Hierro. Otros en cambio, como A. Guidi, han intentado tratar de demostrar, que lo que ha sucedido en el proceso de
urbanización de Roma, se puede tratar de ver a traves de la teoría de la «revolución urbana» de Gordon Childe, es decir, que trato de
aplicar los diez índices o ítems, que este ha dado para poder ver cuáles son las cualidades que debe de tener una ciudad-estado, para ser
considerados como tal. Pero este modelo resulta inapropiado para el análisis de las ciudades-estado que surgieron en Italia en el s.VI.
Por otra parte, En Roma la formación de la ciudad-estado coincidió con las grandes innovaciones introducidas en la organización del
espacio urbano y en las técnicas arquitectónicas. Todos esos cambios pueden situarse en un espacio de tiempo relativamente breve (en
las décadas inmediatamente anteriores y posteriores al año 625 a.C) y debieron de ser llevadas a cabo deliberadamente. En mi opinión,
tenemos perfecto derecho referirnos a este proceso calificándolo como la fundación de Roma, ya que es en este momento empieza la
verdadera historia de Roma.
*La escritura y sus usos: el calendario de Numa.
La formación de la ciudad-estado vino acompañada de otros cambios sociales y culturales que mantenían una relación de causa efecto
con ella. Una de esas novedades fue el desarrollo de la escritura. El alfabeto accidental fue inventado, probablemente hacia el año 800
a.C., por un genio desconocido que adopto los signos fenicios a la representación de los fonemas griegos. En torno al año 700 a.C., sino
antes, el sistema alfabético se utilizaba ya en Italia para representar los sonidos del etrusco; y las primeras inscripciones latinas podemos
Datarlas en una fecha no muy posterior. Un producto derivado de la escritura es el calendario arcaico, que la tradición atribuye a Numa
Pompilio. Este documento, denominado fasti antiates maiores, suele atribuirse que la escritura básica del calendario prejuliano se
remonta al periodo arcaico, probablemente a la época de los reyes, esta datación se basa en una observación de Mommmsen, segun el
cual los elementos más antiguos están escritos en grandes mayúsculas. El calendario en sí mismo es bastante complejo y ofrece diversos
tipos de información al mismo tiempo. Aparase dispuesto en trece columnas, que representan los doce meses habituales y el mes
«intercalar» añadido un ano si otro no. En cada columna aparecen enumerados los días, cada uno con una letra de la A a la H que
corresponde a su situación en el ciclo nundinal (o semana de ocho días), junto con otra letra o grupo de letras que indican su carácter.
La F (fastus) indica que era un día normal y cotidiano, y la C (comitialis) que era una fecha apta para la celebración de asambleas. En
los días marcados con N (nefastus) estaba prohibido realizar determinados negocios. Las letras EN (endotercisus) indicaban que el día
estaba dividido en tarde que era F, y mañana y noche que eran N. Dos días (el 24 de marzo y el 24 de mayo) estaban marcado QRCF
(quando rex comitivit fas) que significa que el dia era F una vez que el rey disolvía los comicios curiados.
*Santuarios.
Uno de los indicios más sorprendente de la formación de la ciudad-estado en este periodo es el desarrollo de santuarios públicos
colectivos. En Roma tenemos algunos templos tempranos como el de Júpiter Capitolino y el de Castor, el primero a finales del s.VI y
los otros comienzos del s.V. Un yacimiento de Lavinio el santuario al aire libre situado al sur de la ciudad, que se hizo célebre por el
descubrimiento en el a comienzos de los años sesenta de una serie de tres altares de piedra. Probablemente debemos relacionar este
complejo con el culto de los Penates, común en todos los pueblos del Lacio. Esta interpretación nos ayuda a explicar la función de los
santuarios extraurbanos en general. Aunque, segun parece, todo los centros religiosos de la Italia arcaica eran «internacionales», en el
sentido que recibían y estaban dispuestos a aceptar ofrendas de cualquiera que acudiese a ellos (sin duda con la condición de que fuera
gente de Dinero y/o de alto rango, da la impresión de que los santuarios extraurbanos fueron establecidos con la finalidad de atraer a los
extranjeros, sobre todo griegos y fenicios. y a invitar a otras comunidades a participar en celebraciones conjuntas. Otra de las funciones
desempeñada por algunos santuarios extraurbanos era el fomento y la supervisión del comercio internacional. Ese aspecto ha sido
recientemente puesto de manifiesto por los descubrimientos de Gravisca y Pirgos, dos centros situados en la costa de la Etruria
meridional. En Gravisca, puerto de Tarquinia, Se fundó a comienzos del s.VI un santuario de Afrodita, Hera y Deméter, diosas griegas
muy queridas por los números mercaderes helenos que frecuentaban el lugar. Pero su visitante más famoso fue Sostrato de Egina, que
dedico un ancla de piedra a Apolo. Otro puerto comercial internacional del mismo tipo se hallaba en Pirgos, uno de los puertos de Cere,
Excavaciones recientes han sacado a la luz dos grandes templos, de los cuales uno ha sido identificado como un burdel. Esto nos da una
idea, del porqué de los santuarios-puertos comerciales, y es que todos los santuarios que se hallaban en la ruta comercial internacional
(emporia) tienen nombres de diosas, y están relacionadas con la sexualidad.
*instituciones.
Las fuentes nos dicen que la población de la Roma arcaica estaba dividida en tres tribus llamadas Ticies, Ramnes y Luceres, que a su
vez estaban divididas en treinta unidades menores llamadas curias, a razón de diez por cada tribu. Las tribus constituían la base de la
primitiva organización militar del estado: el ejército constaba de trescientos soldados de caballería y tres mil de infantería, aportando
cada tribu cien y mil hombres, respectivamente. Segun la tradición, los Ramnes habían tomado su nombre de Rómulo, y los Ticies de
Tito Tacio. Menos seguridad existe respecto a los Luceres, pero la mayoría de las fuentes afirman que recibieron su nombre de Lucumon,
guerrero etrusco que había ayudado a Rómulo. Esta tradición nos proporciona además una garantía de la moderna tisis de que las tribus
representan tres grupos étnicos distintos, romanos, sabinos y etruscos, que unidos habrían formado la primitiva población de Roma.
Los investigadores modernos se muestran escépticos, y con razón, ante cualquier intento de interpretar las divisiones sociales arcaicas
como grupos de parentesco «naturales» o preexistentes y han llegado a la conclusión de que suelen ser creaciones artificiales típicas de
estados ya organizados. Independientemente de que tenga o no algo de realidad el esquema tradicional que hace de las tribus la base de
las curias y del ejército, no tenemos más remedio que admitir que todas esas instituciones se hallaban relacionados entre sí y que fueron
creadas arterialmente con fines políticos y administrativos. La idea de que tres grupos étnicos distintos formaran diez curias cada uno,
y que el ejército constara de una serie de unidades iguales de romanos, sabinos y etruscos, es absurda. Como senalamos, las treinta curias
eran subdivisiones de las tres tribus, a razón de diez por cada una. Pero a diferencia de las tribus, las curias conservaron ciertas funciones
residuos en la vida pública de la republica romana. Formaban las unidades integrantes de una asamblea, los comicios curiados, que se
reunía para aprobar la ley que confería el imperium (mando militar) a los magistrados superiores (lex curita de imperio), y con otras
finalidades de carácter formal, también eran importantes en la vida religiosa de estado, ya que cada curia realizaba un determinado culto,
y a veces se reunían las tres para realizar el «dia de los locos».
La pertenencia a una curia dependía de la filiación gentilicia; es decir, una persona pertenecía a una determinada curia en virtud de haber
nacido en el seno de una determinada gens. Pero esto no quiere decir, que fuera necesario ser patricio para pertenecer una curia. Cada
curia tenía un jefe llamado curion (curio), que debía tener más de cincuenta años para poder acceder al cargo, que además era vitalicio.
Uno de esos jefes era elegido presidente de todas las curias, con el título de Curio Maximus. Se sabe que este cargo lo ocuparon patricios,
como así también plebeyos.

CAP V. LA HISTORIA TRADICIONAL: REYES, REINAS, ACONTECIMIENTOS Y FECHAS


* Los Siete Reyes
Que la Roma primitiva fue gobernada por reyes es un hecho del que no cabe la menor duda. Pero cuando de los que se trata de reconstruir
la historia del periodo monárquico, de lo único de lo que podemos estar seguros es que la mayor parte de nuestra información tiene un
carácter legendario. Por ejemplo, aunque Rómulo es un personaje legendario, puede demostrarse que las instituciones que se le atribuyen
y estructuras son más fiable que la que se refiere a personas y acontecimientos concretos.
Resulta bastante claro que los reyes de Roma son figuras míticas o semimiticas. Su Primer rey, Rómulo (tradicionalmente 753-717 a.C),
probablemente nunca haya existido. Parece que su nombre es un vulgar epónimo del nombre real de la ciudad; tiene forma de adjetivo
y significa básicamente «romano». Su bibliografía es una compleja mezcla y cuento popular, sazonada con especulaciones de cuño
anticuaristas y componentes políticos. Los sucesores de Rómulo, Numa Pompilio (716-674 a.C) y Tulo Hostilio (673-642), son poco
más que unos estereotipos antitéticos, uno pacífico y devoto, el otro belicoso y fiero. Es de suponer que estos dos personajes son
históricos, aunque las historias que se han conservado de sus respectivos reinados son una mezcla de leyenda y reconstrucción
anticuaristas conscientes. La tradición atribuía a Numa la totalidad de las grandes instituciones religiosas del estado, entre ellas el
calendario y los colegios sacerdotales. El episodio fundamental de la saga de Tulo Hostilio es la guerra contra Alba Longa. Este conflicto
proporciona el escenario del mito de Horacio; una de las leyendas más famosas romanas. El cuarto y el quinto rey, Anco Marcio (641-
617 a.C) y L. Tarquino Prisco («el antiguo» 616-578), son unos personajes más redondos, y quizá más históricos que sus predecesores.
Anco tenia origen sabino y era nieto de Numa. La tradición lo alababa por haber construido el primer puente sobre el Tíber (el puente
Sublicio), por haber extendido el territorio de Roma hasta el mar y por haber fundado Ostia, en la desembocadura del rio. Su sucesor,
L. Tarquino Prisco, era en parte de origen etrusco, y tuvo su reinado feliz como guerrero, fautor de innovaciones constitucionales y
benefactor del pueblo. Aumento el número de senadores y de caballeros, e instituyo juegos públicos. El sexto rey, Servio Tulio (578-
534 a.C), es el más complejo y enigmático de todos. Las versiones tan distantes que se cuentan de sus orígenes y de su educación
constituyen solo una parte del rompecabezas. La forma en que subió al trono y la naturaleza de las grandes reformas que llevo a cabo
resultan igualmente problemáticas. No cabe duda, sin embargo, de que las obras que se le atribuyen: la organización del cuerpo de
ciudadanos, la construcción de templos, edificios públicos y fortificaciones, cuentan con una firme base histórica. En lo que respecta a
su subida al trono Servio Tulio, no subió al trono de forma regular, sino basándose en el apoyo popular. El último rey, L. Tarquino el
Soberbio (534-509 a.C), fue lisa y llanamente un tirano. Hijo de Tarquino prisco, se apodero del trono por la fuerza después de asesinar
a su suegro, Servio Tulio. Era cruel y caprichoso, pero también brillante y un auténtico triunfador. Bajo su reinado, Roma se convirtió
en la potencia dominante de Italia central, cuya prosperidad quedaría reflejada en el desarrollo monumental de la urbe. La obra cumbre
de su reinado fue la edificación del gran templo de Júpiter Capitolino.
* Cronología del periodo monárquico: generalidades.
EL primer paso antes de realizar cualquier intento de verificar las credenciales históricas de este relato tradicional debe ser por fuerza
comparándola con los testimonios arqueológicos. Y al hacerlo, lo primero que nos sorprende es la aparente discrepancia que se da entre
uno y otros en el terreno de la cronología. La tradición dice que el periodo monárquico duro aproximadamente dos siglos y medio, desde
la fundación de la ciudad en 754/753 a.C., hasta la de Tarquino. Sin embargo, como ya hemos visto, los testimonios arqueológicos dan
a entender que la formación de la ciudad-estado se produjo a finales del s.VI. Racionalmente, la lista de los reyes de Roma, se mire
como se mire, tiene que sufrir algún tipo de ajuste. O bien tenemos que suponer que hubo más de siete reyes, o bien tenemos que reducir
la cronología. En realidad, existen buenas razones para hacer las dos cosas; como veremos, la lista de los siete reyes es casi con seguridad
incompleta; y la forma más simple de resolver entre la tradición y los testimonios arqueológicos es datar todos los desarrollos históricos
de la época de la monarquía, incluía los propios reyes (si es que existieron), en el periodo que va del 625 (fundación de la ciudad, datada
con los testimonios) y la caída de los Tarquinos (la tradición).
Otro de los debates entre los especialistas, es acerca del ascenso de los Tarquinos en la monarquía, ya que algunos señalan que es en ese
momento de que Roma, pasa es una aldea, a una ciudad y que fueron estos los que les dieron todas las organizaciones (políticas, religiosas
y culturales) a los ciudadanos de la primitiva Roma. En mi opinión de esto escribe, sin embargo, no cuenta con ningún aval de las fuentes
escritas ni materiales arqueológicos, y constituye uno de los errores más perniciosos que suelen establecerse en el estudio de la Roma
arcaica.
*Cronología del periodo monárquico: la dinastía de los Tarquinos.
En lo que respecta a la dinastía de los tarquinos, es bastante dudoso, ya que es imposible, por ejemplo, que L. Tarquino el soberbio, sea
hijo de Talquino el antiguo, si entre sus posibles reinados, hay un siglo de diferencia, y entre estos reinados solo encontramos a Servio.
Por otra parte, podemos ver como La tradición busco otras maneras para poder relacionar a todos los Tarquinos, que de igual manera,
son reprobados por una cronología más racional y seria.
*Los tarquinos una nueva fase de la historia de Roma
Lo que podemos decir acerca de que a partir de la subida al trono de los traquinos, Roma empieza a hacer mas grande, y que estos reyes
son los más importantes de los siete reyes, es totalmente mentira, lo que la tradición no señala es que Roma, en su proceso de formación
de una ciudad-estado, esta fue gradual y lento. Lo que también nos muestran es que cada rey, contribuyo en algo en ese proceso, es
decir, que cada uno aporto un grano de arena para que se construya Roma.
*¿Quién era Servio Tulio?
Como ya hemos visto, el cambio, se es que se produjo, tuvo lugar con el sexto rey, Servio Tulio. Fue el más que ningún otro el que
transformo la ciudad tanto es su aspecto físico como en su organización política, y a menudo es considerado en segundo fundador de la
ciudad. Segun la tradición nacional romana, Servio Tulio era un esclavo de nacimiento que se crio en el palacio real. Sin embargo, no
tardo en ponerse de manifiesto que no era un chico como los demás, pues se produjo un hecho milagroso. Un dia, mientras dormía, su
cabeza se cubrió de llamas sin motivos aparente y sin sufrir ningún daño. Desde entonces gozo de la protección especial y del favor de
rey Tarquino, y particularmente de la reina Taquinal, que interpreto el portento como un anuncio de su futura grandeza. Cuando llego a
la edad adulta, se convirtió en el lugarteniente más leal de Tarquino, ostentando el mando militar y otros cargos de responsabilidad,
hasta que obtuvo la mano de la hija del rey. A la muerte de Traquino, Tanaquil se las arregló para que el trono pasara a Servio. Pero lo
que llama la atención es el carácter del origen, esclavo, de Servio y también de que dicho origen fuera aceptado, y tolerado por los
romanos. Esto es lo que sería la objeción a la historia nacional romana, pero ya Claudio en s.I d.C., siendo senador, puso en discusión
el origen de Servio, y haciendo alusión a sus fuentes etruscas señalaba que Servio, era en realidad Mastarna amigo de Celio Vivenna, y
que era un bandolera que se hizo del poder de Roma.
*Naturaleza de la monarquía romana.
Podemos concluir en presente capitulo con unas notas en torno a la naturaleza de la monarquía romana, segun nos la presentan nuestras
fuentes, la peculiaridad más evidente de la monarquía romana es que no era hereditaria. Por otra parte, otro rasgo importante de la
monarquía romana es que muchos de sus reyes eran advenedizos; tal es literalmente el caso de Numa y Tarquino el antiguo: el primero
era sabino y el segundo era una mezcla de griego con etrusco. Otro aspecto de interés especial es que los reyes no eran de sangre patricia.
En lo que se respecta al procedimiento de elección del rey era bastante complejo. La institución clave da el interregno. Cuando moría
un rey, los cabezas de familia patricios (patres) se turnaban en el cargo de interés, lo cual duraba un ano, al pasar se pasaba a la elección.
Así pues, en el proceso de nombramiento del nuevo rey participaban los patricios y la asamblea del pueblo. Por consiguiente, el
nombramiento del rey se realizaba «con la autorización de los Patres, por mandato del pueblo». En una palabra, era los patricios los que
legión al rey, aunque también parece seguro que ellos no podían ser elegidos. Ello significa que los patricios eral los que nombraban al
rey. Y la interpretación de que también eran los depositarios, pues eran los guardianes tradicionales de los auspicios.

CAP VI: EL MITO DE LA «ROMA ETRUSCA».


*Etrucscheria»
En lo que respecta al tema hay ciertas discusiones sobre cuál era la relación entre Roma y Etruria, y es que alguno han sostenido de que
Roma fue conquistada por Etruria. Otras de que Roma ascendía del etrusco y otros simplemente de la presencia de etruscos en Roma.
En lo que respecta a la historiografía moderna, sobre los que hablan acerca de los orígenes etruscos, son una mezcla de erudición
anticuaristas con una serie de teorías inverosímil (falso). Estos decían que los etruscos se convirtieron en los creadores de todo el arte,
la literatura, la filosofía y la ciencia: en una palabra, eran los fundadores de la civilización. Esta manifestación recibió el nombre de
Etrucscheria.
*La dominación etrusca del Lacio y la Campania.
Entre los especialistas se discute básicamente hasta qué punto es cierto que Roma estuvo dominada, por casi un siglo por los etruscos.
Dicho análisis se basan en materiales arqueológicos encontrados en Campania. Dichos materiales se hallan escritos en etruscos y datan
del s.VII, aproximadamente, esto hace suponer otras varias teorías. Una es que Etruria se hizo potencia y conquisto todo el Lacio hasta
Campania, por otra parte están los que señalan que Campania fue una colonia etrusca desde siempre. Y por último hay quienes dicen
que la relación Etruria-Campania, fue la una migración de los etruscos en Campania, pero sin una dominación política.
*Los Traquinos y el carácter de la dominación etrusca de Roma.
Segun la leyenda tradicional, dice que Tarquino abandonó Etruria por no ser puramente etrusco, y esto le prohibía tener cargos
importantes. Por esto es que se dirigió a Roma, con su sequito personal, donde lo recibieron bien, y al tiempo se hizo rey de Roma. Esto
entra en conflicto con las teorías de que Tarquino Prisco fue rey por la violencia, es decir, por la fuerza. Por lo que respecta a lo que
sabemos de la Roma primitiva y de la arcaica, es que siempre fue una «ciudad con las puertas abiertas», ya que no tenía problemas en
aceptar personas de otras etnias, ya que en ella residían latinos, itálicos y trucos, por ejemplo. De esta manera, podemos concluir de que
no es que había una dominación etruscas hacia Roma que llevo que los Tarquinos sean reyes, sino más bien fue simplemente una
casualidad de que el rey fuera advenedizos, en este caso de que Tarquino Prisco fuera etrusco.
*La dominación cultural etrusca.
Existen varios especialistas que nos quieren hacer entender que los etruscos fueron los que civilizaron a los romanos, esto es, que fueron
quienes le dieron origen a la ciudad romana. También dicen que los etruscos fueron los que dieron vida cultural a Roma ya sean las
instituciones, el arte y la religión. En simples palabra, Roma fue colonizada culturalmente por los etruscos. Pero esta teoría no tiene
ningún sustento material, por no existir pruebas reales acerca de eso y además de que no se sabe, casi, nada de los orígenes etruscos. Por
otra parte, en lo que señalan algunos especialistas, es que la mima religión romana fue producto de la invención de los etruscos, de que
fueron estos los que dieron la forma a la religión romana, en todos los sentidos ya sea en la forma antropomorfa y la forma del culto a
los dioses en los templos fue, una supuesta, copia a la religión etrusca. Pero esto es prestamente falso, ya que se tienen muchas pruebas
arqueológicas, que datan de anos muy antiguos (incluso antes de la presunta dominación de los reyes etruscos), de que la religión romana
siguió los cañones de la de Grecia, es decir, que fue gracias al contacto directo entre romanos y griegos, de que los primeros dieran
forma a la religión; y de que fueron los etruscos los que inventaron. Esto lo podemos relacionar con las relaciones que hay en el culto a
Hércules, y la similitud de sus divinidades: Hermes-Mercurio latino; Afrodita-Venus latina; Hefesto-vulcano latino.
CAP VII: LAS REFORMAS DE SEVIO TULIO
* Las tribus territoriales.
Servio dividió al pueblo en nuevos tribus, que sustituyeron a la división tripartita, y efectuó el primer censo, institución típicamente
romana por medio de la cual la población ciudadana no era computada, sino además era dividida en grupos definidos por su rango y su
estatus en función de su riqueza y de su hacienda. En realidad, cabe afirmar que Servio Tulio fue el que invento la ciudadanía romana.
Empecemos por examinar las reformas de las tribus. En épocas posteriores las tribus eran divisiones territoriales del pueblo romano, y
pertenencia de un ciudadano a una determinada tribu dependía de su lugar de residencia. Este sistema de tribus territoriales fue la que
sustituyo a las tres tribus «ramaleas» primitivas. Dicha reforma, se basa en la división del territorio romano de Italia en treinta y cinco
tribus, cuatro de las cuales se encontraban en la ciudad de Roma, mientras que las otras 31 constituían el ager romanus.
En lo que respecta a las discusiones sobre el tema, es que hay muchas dudas acerca del número exacto de tribus que se formaron a partir
de la reforma, ya que las fuentes tradiciones no se ponen de acuerdo a datar bien el número y el ano en que las tribus empezaron a ser
más. Ya que algunos señalan que fue recién en el 495 a.C., en que se cree que aparecen ya 21 tribus, y esto nos da a entender de que el
proceso de la creación de las tribus, que además daba al individuo que pertenecía a una tribu, a ser ciudadano, fue ante un proceso
gradual. Gradual en el sentido de que a medida que iban pasando los anos se iba incrementando el número de tribus. Y que a finales de
la república habías más de treinta.
*La organización centuriada.
Se dice que Servio Tulio dividió al pueblo en clases segun su riqueza y que se subdividía cada clase en menores llamadas centurias.
Medida explícitamente militar: Los iuniors por ejemplo debían prestar servicio como soldados de primera línea, y los seniors como
guardia nacional encargada de defender la ciudad, los hombres de cada clase iban equipados con diferentes armas -ofensivas-defensivas-
que refleja el lugar en la jerarquía. Un hombre de clase alta I que tenía 100.000, tenía todas las armas defensivas y ofensivas, en cambio
un hombre de rango inferior clase V, que tenía 11.000, solo llevaba hondas y piedras. La pertenecía a una determinada clase dependido
la estimación del valor se los bienes de la familia; el paterfamilias y todos los varones de condición libre que estuvieran a su cargo eran
incluidos en la clase a la pertenecían. La apreciación del valor de una hacienda se calculaba en ases de bronce (sextantales), y el as
equivalía a una libra de bronce. Este dato fue expuesto por Dionisio, el cual decía que las riquezas se medían a traves de los sextantales,
los cuales son muy discutidos en la actualidad.
*La falange hoplita.
Prácticamente no cabe duda de que la reforma que da la original tuvo un carácter marcadamente militar. Solo por ese motivo es probable
que el primer censo no hiciera distinción alguna entre seniors y iuniors, sino simplemente contara a todos los hombres en edad militar.
Los escasos testimonios con los que contamos confirman razonablemente las necesidades militares de Roma durante la época arcaica,
esto es, que el objeto fundamental del censo era registrar a todos los hombres físicamente aptos y económicamente capaces de equiparse
por su cuenta para el servicio militar, dentro de ese grupo había que dividir a los soldados en infantería pesada y ligera. Las fuentes
anticuaristas nos muestran que una división de este tipo lo hizo Galio, cuando decía que había una sola clase, la clases, y el resto eran
los «que están por vejado de la clase» los infra clase. Es por ello que G. W. Botsford, quien sostiene que la clases comprendía a los
ciudadanos que podían costearse su armadura pesada y a los que le exigió combatir en filas apretadas al modo de los «hoplitas» griegos.
Es por ello que desde hace tiempo se reconoce que las reformas cervinas presuponen la adopción de la estrategia hoplita en Roma. Los
últimos estudios de los testimonios arqueológicos demuestran que este desarrollo en el s.VI y por lo tanto, proporcionan un apoyo
significativo a la fecha de la reforma original.
Podemos resumir el análisis diciendo que la forma más antigua de organización centuriada se basaba en una simple división de los
ciudadanos en dos grupos, las clases, formadas por aquellos que tenían capacidad para costarse su propio armamento hoplítico, y los
infra clase, que servían en la infantería ligera. Dicha organización se mantuvo hasta 406 a.C, cuando fue adaptada por motivos políticos
y fiscales y transformada en un sistema de cinco clases de seniors y iuniors.

CAPITULO VIII: EL PODERIO DE ROMA DURANTE EL SIGLO VI.


A continuación pasaremos a considerar las relaciones de Roma con sus vecinos latinos y la posición de la ciudad en el marco de la
guerra mediterránea.
* Las murallas de Roma.
La cuestión a tratar son las primitivas fortificaciones de Roma. Todavía se conservan importantes restos de la muralla de la ciudad de la
época republicana: la porción más llamativa es la que puede verse en la Piazza del Cinquecento, fuera de la entrada de la estación central,
su longitud tiene en total más de 11 km, abarcan un área de unos 427 hectáreas e incluye las siete colonias tradicionales de Roma. Otro
hecho relevante es que en el punto más débil del perímetro, la sección situada entre el Quirinal y el Esquilo, donde no existe una línea
natural de defensa, la muralla republicana se vio reforzada por un gran terraplén, fortificaciones de tierra, (agger) y un foso (fossa).
Segun parece, las excavaciones del agger demuestran que este era considerablemente más antiguo que la muralla, pero resulta imposible
datarlo con precisión. En estas circunstancias, solo nos quedan argumentos de carácter general. En primer lugar, cabe señalar que se
utilizaron fortificaciones de tierra para defender los puntos vulnerables de otros asentamientos del Lacio situados en lo alto de la colina.
El mayor de estos aggeres (fortificaciones de tierra) media 600 m de largo, 40 m de ancho y 15 de alto.
Los testimonios apuntan hacia dos conclusiones posibles. La primera es que en el siglo VI Roma se hallaba protegida en parte de los
ataques provenientes del noreste por un terraplén y un foso que iban del Esquino al Quirinal; pero que en otras zonas su protección
dependía de las defensas naturales que constituir las propias colinas. La segunda seria que incluso en el siglo VI el agger había formado
parte de un sistema defensivo más general compuesto por todo un perímetro de fortificaciones alrededor de la ciudad. Pero las fuentes
que nos dan estas noticias señalan a Rómulo, Tulo Hostilio, Anco Marcio y los demás como creados de fortificaciones. El hecho es que
cada rey en particular realizo algún añadidura a la ciudad, y en consecuencia, engrandeció el perímetro defensivo. Así por ejemplo,
Dionisio de Halicarnaso y Estrabon señalan que Rómulo fortifico el Palatino, el Aventino y el Capitolia, Tulo incluyo el Celio, y así
sucesivamente. Aunque sus versiones difieren en varios aspectos, Estrabon y Dionisio coincidían en un punto fundamenta, a saber: que
la gran obra de Servio Tulio fue fortificar la Zona de vulnerabilidad que unía Virimal y el Esquino.
* El recinto sagrado y "la ciudad de las cuatro regiones".
EL principal motivo para pensar que fue Servio Tulio quien organizo las fortificaciones de la ciudad es el hecho que la tradición lo alaba
como el hombre que fijo sus límites. La definición de un recinto formal constituye una fase importante del proceso de urbanización y se
trata de un fenómeno que en Roma debió producirse en el siglo VI. Se dice que Servio dividió a la ciudad en cuatros regiones
administrativas, que pasaron a formar parte del sistema formado de tribus, y que además organizo las zonas rurales en distrito. Esta
división del espacio urbano y el espacio rural. También la tradición aporta que se le considera a Servio como el segundo fundador de la
ciudad romana. Pero la expresión más clara de la idea de que Servio fue el segundo Fundador de la ciudad seria la tradición segun la
cual él fue quien definió el pomeruim o recinto sagrado de la ciudad. El pomeruim era el limite religioso trazado por el fundador de una
ciudad, segun cierta tradición etrusca. El pomeruim de Servio Tulio estaba señalado por mojones de piedra que siguieron marcando el
recinto sagrado de la ciudad hasta la época de Sila en un gesto simbólico e ideológico significativo. El Pomeruim serviano comprendía
la "ciudad de las cuatro regiones". Las cuatro regiones se llamaban Suburana, Esquuilina, Colina y Palatina. La ciudad de las cuatros
regiones tenía una extensión de aproximadamente 285 hectáreas. Esto nos muestra que Roma era con mucho la ciudad más grande en
el Lacio en esa época.
*Territorio Y Población.
Los primeros indicios de las dimensiones del territorio romano los encontramos en ciertas fiestas antiguas relacionadas con los limites
(Terminales, las Robigales y las Ambarvales), en las que se celebraba una procesión de sacerdotes que describía una línea de
demarcación alrededor de la ciudad, estas datan que el territorio de Roma se extendía hasta una distancia aproximada de 5 millas romanas
(7 km) y por lo tanto abarcaba un área de entre 150 y 200 km cuadrados.
Estos límites no tardaron en ampliarse. La tradición recuerda que, tras la destrucción de Alba Longa por Tulio Hostilio, los romanos
absorbieron su población y se anexionaron su territorio. Gracias a este tipo de campañas el territorio romano se había engrandecido
considerablemente a finales del siglo VI. El territorio dominado directamente por Roma a finales de la época de los reyes mediría unos
822 km cuadrados, segun la estimación efectuada por Julius Beloch.
Segun la reconstrucción que hacia Beloch de los límites territoriales de las sociedades del Lacio, podemos calcular que las principales
rivales de Roma, Tibur y Preneste tenían unos territorios de 351 y 262,5 km cuadrado respectivamente. Beloch se dio cuenta que los
niveles de población están en función del área y de la productividad de las tierras de cultivo disponibles. Conociendo las dimensiones
del territorio romano en el siglo VI y efectuando una estimación del rendimiento probable de las zonas cultivadas, podemos obtener la
cifra correspondiente a la población máxima. Las estimaciones eruditas basadas en semejante método van desde la cifra que daba el
propio Beloch, de 20. 000-25.000 habitante, muy baja a los 40.000-50.000 de Martino, que es muy alta. Podemos señalar que la cifra
más razonable sea de los 25.000-40.000 habitantes. Segun está hipótesis, Roma será una ciudad-estado bastante grande y poderosa para
los parámetros de la época arcaica, corroborando además la imagen tradicional de lo que se ha venido en llamarse "la grande Roma de
Tarquinii".
* La grande Roma de tarquinii.
Con esta frase "La grande Roma de Tarquinii" hace alusión, si es que Roma en el Siglo VI era un gran ciudad, y los restos arqueológicos
y las fuentes nos señalan que si fue una gran ciudad a finales de dicho siglo. En estas circunstancias no existen ya motivos de peso para
dudar de lo que las fuentes nos relatan acerca de la ambiciosa y triunfal política exterior de los últimos reyes. En particular podemos
considerar un hecho que en tiempos de Tarquino el Soberbio los romanos habían logrado establecer una amplia hegemonía sobre el
Lacio. Se dice que Tarquino organizo a los latinos en una alianza militar encabezada por Roma. Llego incluso a tomar Ponencia por
asalto, logro el control de Galios por medio de una estratagema, colonizo Signia.
*El tratado entre Roma y Cartago.
Polibio cita el tratado como el primero de los diversos pactos romano-cartaginenses conservados en unas tablas de bronce en el archivo
de los ediles en el templo de Júpiter Capotolino. En ese tratado romano y cartaginés acuerdan mantener unas relaciones amistosas, y no
emprender ninguna empresa contraria a sus mutuos intereses. En particular los romanos se avienen a no navegar "más allá del cabo
Hermoso" y a atenerse a determinadas condiciones cuando comercien en Libia y Cárdena. Evidentemente, el tratado considera a Roma
como potencia que domina el Lacio y que controla el sur del litoral hasta Terrecina.

CAPITULO IX: LOS COMIENZOS DE LA REPUBLICA.


* La Expulsión de los Reyes.
Segun la leyenda, Tarquino el Soberbio fue derrocado en 509 a.C por un grupo de aristócratas que establecieron un gobierno republicana
encabezado por dos magistrados elegidos anualmente, los cónsules. El incidente que provoco el golpe de estado fue la violación de
Lucrecia por Sexto Tarquino, el segundo hijo del tirano. La virtuosa Lucrecia se suicidio y el escándalo suscitado por esta tragedia
provoco una rebelión contra la familia real. Curiosamente, los dirigentes de la revuelta estaban estrechamente emparentados con el
tirano. Bruto y Tarquino Colatino fueron los primeros cónsules, Bruto hizo jurar el al pueblo que nunca más toleraría a un rey y que
castigaría con la muerte a cualquiera que intentara restaurar la monarquía. Se ha puesto en duda la cronología de estos hechos, siendo
muchos los estudios que rechazaron la fecha tradicional (509 a.C) del siglo VI en favor de otra más reciente, en torno al año 470 a.C.
Otro han sostenido la tesis de que el paso de la monarquía a la república no fue una revolución repentina, sino más bien un
proceso gradual que duro muchos anos, incluso, siglos y que consistió en el lento ocaso de la vieja monarquía y la introducción
de una serie de formas sucesivas de magistraturas republicanas. Lo que tenemos que resolver es si los testimonios disponibles
justifican o no realmente un escepticismo tan radical y sustitución de la versión tradicional por una historia compuesta por nosotros
mismos. En principio es imposible comprobar directamente las credenciales de la tradición, pues no tenemos modo de saber cómo fue
transmitida a los historiadores romanos, ni que fuentes utilizaron. Todo lo que podemos decir es que tiene la apariencia de una novela
histórica y que constituye una saga perfectamente coherente de leyendas encadenadas: leyendas, de una belleza y un poder
extraordinario. Esta característica nos habla claramente de una tradición oral. Pero no hay motivo alguno para negar que la tradición sea
una versión novedad de unos hechos que sucedieron realmente.
* El Problema de la Cronología.
Los romanos calculaban la fecha del inicio de la república por medio de los fastos consulares, la lista de los magistrados supremos
anualmente, que se remonta al año 500 a.C aproximadamente. Nuestras fuentes ofrecen varias versiones, aunque no son demasiado
distintas, de la lista de cónsules anteriores al año 300 a.C. Pero las discrepancias son menores y lo sorprendente de las listas disponibles
es que muestran un grado de coincidencia bastante grande. Esto se puede seguir ya que los cónsules siempre dieron el nombre al ano en
el que desempeñaron su cargo, y ese sistema de datación epónimo requiere que se guarde una lista de los cónsules que había ocupado el
cargo. Otro de los casos en los que se puede buscar una fecha estimada del origen de la república es a traves del templo de Júpiter
Capitolino, el cual fue dedicado al primer año de la república. Pero la mayoría de los historiadores modernos reconocen que los fastos
son en términos globales bastante fiables y que el comienzo de la lista coincide con la dedicación del templo.
* La Expulsión de los Etruscos.
La opinión habitual que podemos encontrar en la mayoría de las obras modernas es que la expulsión de los reyes marco el final de un
periodo de dominación etrusca sobre Roma. Pero esta idea hoy ya no es sostenida. Lo que se dice, es que los etruscos no habían podido
alcanzar nunca cargos después de la expulsión de los reyes. Lo que se puede ver es que, el derrocamiento de Tarquino no supuso, la
idea, de los etruscos fueran expulsados de la ciudad. En realidad, Las historias tradicionales dicen claramente que solo la gens Tarquina,
la familia de los Tarquinos, fue expulsado de Roma.
* La Nueva República.
Tras deshacerse de Tarquino, los fundadores de la republica sustituyen al monarca por la curiosa institución de una magistratura
colegiada, en la que dos hombres compartían el poder supremo. Eran los pretores, que luego pasarían a llamarse cónsules. Los cónsules
eran elegidos por los comicios centuria dos y permanecen en el cargo durante un año. Tenían el Imperium y heredaron de los reyes
muchas de las insignias del poder. La libertad de acción de los cónsules de hallaba restringido por el carácter anual y colegiado de su
cargo. La norma de que los cargos políticos fueran colegiados y tuvieran una duración limitada se convirtió en un principio básico de la
práctica constitucional romana, y fue aplicada a todas las magistraturas romanas posteriores, con la excepción de la dictadura. La
dictadura era en los casos de emergencia, en donde se nombraba a un dictador, en la cual este actuaba como comandante supremo del
ejército y jefe del estado.

CAP X: PATRICIOS Y PLEBEYOS.


*La Naturaleza del Problema.
La historia de Roma durante los dos primeros siglos de la república está determinada por el conflicto entre patricios y plebeyos. Aunque
las fuentes que se han conservado tienen mucho que contarnos acerca de esta lucha épica, llamada convencionalmente "conflicto de las
ordenes", curiosamente no nos explican cuál fue el verdadero carácter del conflicto, y no nos permiten reconstruirla de manera fidedigna.
El motivo que esta situación tan paradójica es que los principales problemas que provocaron el conflicto fueron resueltos mucho antes
de que nacieran los primeros historiadores de Roma, de modo que incluso ellos tenían una idea muy vaga de los hechos que intentaban
describir.
Uno de los aspectos indudablemente erróneos de los relatos antiguos es su idea preconcebida de que la división del pueblo romano en
dos grupos distintos fue un rasgo original. La tradición ubica que Rómulo dividió al pueblo en patricios y plebeyos, e hizo que los
plebeyos servir como clientes de los patricios... Se trataba, por consiguiente, de un sistema institucionalizado de sometimiento que se
remontaba a los orígenes de la misma historia de Roma. También llego a sostenerse la tesis de que los patricios eran los primitivos
ciudadanos de Roma, organizados en gentes y distribuidos en curias. En cambio, los plebeyos eran una clase inferior privada de derechos
políticos y jurídicos; o bien eran clientes, vinculados a las familias patricias. Otra de las teorías de la historiografía positivista, sostenían
que patricios y plebeyos descendían de grupos étnicos diferentes. Pero esta teoría siguió dos modelos: uno hacia a los patricios los
primitivos habitantes del Lacio e identificaron a los plebeyos como inmigrantes llegados posteriormente, cautivos y clientes extranjeros,
que fueron admitidos en el seno de la comunidad de mal grado y con un rango inferior. Segun otro modelo, los plebeyos eran la población
latina autóctono, que fue sometido al dominio de unos invasores de unos invasores, identificados como sabinos o etruscos, segun los
gustos. Pero el debate acerca del origen de la lucha también recibió aportes, teorías de otras disciplinas, tal es el caso de la arqueología.
Por ejemplo, Giacorao Boni, quien realizo las excavaciones en el Foro, sostenía que los plebeyos eran una raza mediterránea autóctona
de cráneo aplastado que practicaba el rito de la inhumación; en cambio los patricios eran arios y poseían el cráneo alargado, practicaban
la cremación. Otro de los aportes fue el de la antropología social y económica, en la cual se decía que los patricios eran un pueblo
dedicado a los pastoreos y a los plebeyos como un pueblo dedicado a la agricultura. Otros en cambios no dudaban en definir a los
plebeyos como una raza nativa por su organización matriarcal.
Resulta difícil a esta distancia subrayar las insensateces y los peligros inherentes a todas estas teorías, que constituyen todas ellas un
capitulo verdaderamente penoso de la historia de los estudios clásicos. La idea de que la distinción entre patricios y plebeyos era de
origen racial subordinado a todas luces a una teoría preconcebida. Roma era una sociedad dinámica y en constante cambio, con una
población heterogénea y en constante aumento cuya características más sobresalientes era su capacidad de absorber e integrar nuevos
elementos. Pero el avance más importante que consiguieron los especialistas se dio cuenta de que el conflicto de los órdenes fue fruto
de un desarrollo histórico.
* Los patricios, el senado y la caballería.
A mediados del periodo republicano, relativamente bien documentado, los patricios formaban un grupo claramente bien identificado
dentro de la nobleza romana. La condición de patricio era hereditaria. Las principales características de los patricios eran el prestigio y
la posesión de determinado privilegios en el ámbito de la vida política. La tradición sostenía que antiguamente los patricios ejercían en
la práctica un monopolio de los cargos políticos y religiosos. Sabemos que la condición de patricio era un coló exclusivo de determinadas
familias. El hecho de que los patricios pertenecían a determinadas gentes se ve reflejado en la tradición segun la cual el patriciado se
generó paulatinamente durante la época de los reyes. La palabra "patricio" es un adjetivo derivado de páter (padre) y las familias se
llamaban así porque de ellas procedían los patres. Pero que significa el termino patres números historiadores afirman que significa
"senadores". Efectivamente, patres era la forma habitual de designar al senado durante la república y la leyenda tradicional del senado
de Rómulo viene a respaldar la idea de que el patriciado constituía una aristocracia senatorial. Segun está teoría, los patres (senadores)
eran elegidos entre las familias patricias que se llamaban patricias precisamente porque suministraban al patres al senado. Pero los
testimonios nos obligan a llegar a la conclusión de que el termino patres no era un título exclusivo de los senadores patricios.
Naturalmente, los senadores patricios eran patres, porque todos los patricios lo eran.
En cuanto a lo de la orden ecuestre, es decir, que los patricios constituían la clase a la que pertenecían los soldados de caballería. En
general, es bastante probable que cuando Roma se movilizaba para la guerra, los patricios servían a la caballería. La aristocracia suele
guardar una afinidad natural con los caballos.
* Orígenes y naturaleza de los privilegios patricios.
Cuando los hombres expulsaron al rey y se adueñaron del poder supremo durante los primeros años del nuevo régimen intentaron
convertirse en una aristocracia cerrada y arrogarse para sí mismo y para sus descendientes el derecho exclusivo a acceder a los puestos
de poder político y religioso. Este proceso es definido por De Santis como el "atrincheramiento del patriciado". Al postular que la
aristocracia que llevo a cabo esa toma de poder ya había aparecido como elite durante la época de los reyes. Ya que es bastante absurdo
imaginar que el patriciado se formara de la nada a comienzos del periodo republicano, ya que debía de existir en tiempos de los reyes.
La naturaleza religiosa de los privilegios patricios es puesta además de relieve por el hecho de que la totalidad de los cargos sacerdotales
importantes estaba reservada a ellos.
Podemos concluir que durante la monarquía ciertas estirpes obtuvieron el derecho a ostentar los principales oficios sagrados y por ende
controlar la vida religiosa. Pero, cuando la revolución, cuando al fin se produjo, fue un golpe de estado aristocrático contra la monarquía
populista y tiránica, y no cabe duda de que los patricios se pusieron a la cabeza del grupo que se hizo con el poder al comienzo de la
república.
* El atrincheramiento del patriciado.
El proceso en virtud del cual los patricios convirtieron en monopolio el destacado lugar que ocupaban en el reparto de las magistraturas
podríamos denominarlo "atrincheramiento del patriciado". Esto se refiere a la tendencia de los patricios a convertirse en una casta
exclusiva de carácter hereditario, esto se ve reflejado en el momento en donde se impide el matrimonio mixto entre los órdenes.
* La aparición de la plebe.
La formación del patriciado no coincidió con la aparición de la plebe. Esta afirmación es paradójica solo en la medida en que, en sentido
lato, la plebe comprendía a la totalidad de los ciudadanos no patricios de Roma. Naturalmente, segun esta definición negativa, la plebe
surgió tan pronto como el patriciado empezó a aparecer como grupo social especifico. Más bien, los testimonios parecen indicar que la
plebe se originó como grupo específico provisto de una identidad claramente definida y con conciencia de sí mismo a comienzos del
periodo republicano. Al igual que el patriciado, la plebe no se formó por oposición a ningún grupo en particular, sino que tenía una
identidad y un programa propios que la distinguían del resto de la población.
Originalmente, la plebe constituía un grupo organizado, formado conscientemente en una época de crisis. La tradición sitúa este
hecho en el año 494 a.C., cuando un gran número de ciudadanos pobres, oprimidos por las deudas y el trato arbitrario, se
retiraron en masa de la ciudad y ocuparon el monte Sacro, colina situada junto al Tíber. Allí crearon su propia organización,
que constituía una especie de estado alternativo. Formaron su propia asamblea, llamada concilian plebis y eligieron a sus propios
magistrados, los tribunos. Al principio los tribunos eran probablemente dos, lo que indica que fueron creados a los cónsules. Al mismo
tiempo se erigió un templo del culto de Ceres, Liber y Libera en el Laventino. La primera cuestión a la que debemos dar respuesta
respecto a la organización plebeya es la siguiente ¿que era la plebe? La palabra plebs significa "Muchedumbre" y en latín clásico se
utiliza como termino para designar en general para las clases humildes. Sea como fuere, lo que presupone el término plebe y el mensaje
que transmiten los relatos tradicionales es que los plebeyos que protagonizaron La Primera Secesión 494 a.C., como se conoce a la
retirada pertenecían a los estratos más pobres y desprotegidos de la comunidad. Lo más probable es que entre ellos hubiera ambos tipos
de gente y que el movimiento plebeyo organizado estuviera integrado por una masa indiferencia de gente humilde. En este sentido fue
el movimiento plebeyo el que creo a la plebe y no al revés. Aunque no cabe duda que dentro del movimiento había personas pobres,
también cabe resaltar que en su comienzo el movimiento conto con un numero importantes de plebeyos ricos.
La plebe no se oponía solo a los patricios, sino a todos los que tenían un interés personal en mantener el statu quo, entre ellos los
labradores que formaban parte de la falange hoplita, y los ciudadanos ricos que, pese a no ser de condición patricia, lograron acceder al
consulado en los primeros tiempos de la república.
* El estado dentro del estado.
Resulta difícil hasta qué punto la primera secesión constituye un hecho histórico autentico o no. Sera más conveniente resumir los
principales resultados del conflictos diciendo que hacia mediados del siglo V a.C existía ya una organización plebeya desarrollada,
provista de su propia asamblea y sus magistrados y dotada de sus propias modalidades de acción política.
*la tribunos de la plebe: segun una serie de fuentes el número de tribunos va de una cifra a otra. Pero en cualquiera de los caso, a
mediados del siglo V el número de tribunos fue aumentando a diez. La autoridad de los tribunos se basaba en lo que los romanos
denominaban Lex Secreta. Se llamaba así a toda resolución colectiva sancionada por un juramento solemne. Tras elegir a los tribunos,
los plebeyos juraban obedecerlos y defenderlos hasta la muerte. La fórmula sacer esto, se aplicaba a las personas que con su actuación
ofendían a los dioses. Dicha persona se convertía en propiedad de dios en cuestión. La Lex secreta concedía a los tribunos plebeyos
unos poderes bastantes amplios basados en ultimo termino es su inviolabilidad. Podían imponer su voluntad por coerción. Tenían la
facultad de poner multas y ordenar el encarcelamiento o incluso la ejecución de quien desafiara su autoridad o atacase personalmente a
sus personas. Debido a su carácter "sacrosanto", los tribunos podían proteger a los plebeyos e impedir que fueran maltratados por los
ricos y poderosos. La batalla por su reconocimiento y su aceptación legal por parte del estado romano, supuso un capítulo importante
de la lucha de los primeros tiempos y se decidió definitivamente en 449 a.C.
*El cocilium plebis: Uno de las funciones más importantes de los tribunos de la plebe era asistir a las reuniones de la asamblea de los
plebeyos. Dicha asamblea se llamaba Cocilium plebis y en principio estaba abierta a todos los ciudadanos que no fueran patricios. En
471, a raíz de la reforma por el tribuno Voleron Oublinio, el concilium plebis fue reorganizado sobre la base de las tribus de carácter
territorial, a partir de ese momento, las propuestas eran aprobadas a traves de un sistema de voto colectivo (esto es la mayoría de los
votos otorgados en una tribu determinaba el voto de dicha tribu).
Los plebiscitos: Las resoluciones de la plebe, que en época histórica tras la votación por mayoría las propuestas presentadas por los
tribunos, se denominaban plebiscitos. Eran de obligado cumplimiento para la plebe y en medida en que afectaba a su organización no
planteaban ningún problema. Podemos señalar que todos los plebiscitos de comienzos del siglo V fueron resoluciones unilaterales de la
plebe, fundamentalmente en el juramento.
*Reivindicaciones de la plebe: problemas agrarios.
El problema estribaba en que el acceso a las tierras públicas (ager publicus) quedo bajo el control de los ricos y poderosos, que ocuparon
gran cantidad de ellas y pasaron a considerarlas parte integrante de sus posiciones ancestrales, mientras que los pobres se vieron
expulsados y reducidos a la miseria y a una posición de dependencia. La cuestión de las tierras públicas constituyo un punto capital del
debate político durante toda la historia de la república y se convirtió en uno de los principales motivos de protestas de la plebe. Lo que
al parecer exigían los plebeyos era que los terrenos públicos, especialmente las zonas recién conquistadas, fueran repartidos en parcelas
que pudieran convertirse en propiedad de los beneficiarios y que deje de pertenecer al estado, el periodo de esta disputa política va desde
486 al 367 a.C.
CAP XI: LAS DOCE TABLAS:
* El Decenvirato.
El historiador Polibio, cuya obra data de mediados delo siglo II a.C., decía al escribir la constitución romana que era una mezcla de
monarquía, aristocracia y democracia. Este magnífico sistema era furo de un proceso histórico de perfeccionamiento continuo a traves
de la experimentación y el error que llego -a su culminación con las leyes Valerio-Horacio del año 449 a.C. La idea de que los
acontecimientos de 449 a.C supusieron el fin de la fase formativa del desarrollo político de Roma no era una invención de Polibio, sino
que se hallaba bien asentada en la tradición historiográfica latina. Los dramáticos acontecimientos de 451-449 a.C., se produjeron a raíz
de la exigencia de los plebeyos de codificar y publicar las leyes. En el 451 a.C., los dos bandos acordaron suspender las constituciones
y nombrar un grupo de diez magistrados encargados de gobernar el estado con poderes consulares y de redactar un código de leyes.
Durante el año que permanecieron en el cargo estos decenviros (diez magistrados) promulgaron diez "tablas" de leyes. Al año siguiente
(450) fueron añadidos otras dos por un segundo decenviros.
* Las Leyes Valerio- Horacios.
Las leyes Valerio-Horacios consideraron el matrimonio de conveniencia que contrajeron la plebe y el patriciado con el propósito de
quitarse de encima a los decenviros, los cuales segun la tradición quisieron apoderarse y perpetuarse en el poder. Es por ello que se
realizó la segunda secesión de la plebe. Pero las leyes de Valerio-Horacios, van seguir ser tres medidas muy importantes. En primer
lugar la ley reconocía el carácter sacrosanto de los magistrados plebeyos, no solo los tribunos sino también a los ediles. A consecuencia
de dicha le se concedió el reconocimiento de su estatuto a la organización plebeya, lo cual supuso una gran victoria para la plebe.
La caída de los decenviros y la segunda secesión son consideradas en términos generales acontecimientos históricos, la restauración
debió de venir acompañada de algún tipo de pacto. Una segunda ley se refería al derecho de apelación de los ciudadanos. Las propias
fuentes señalan que su finalidad especifica no era conceder el derecho a apelación per se, sino prohibir la creación de magistraturas no
sometidas a apelación. La tercera de las leyes Valerio-Horacios, quizás la más controvertidas de todas, aunque a mi juicio, es la que
resulta más fácil de autenticar. Se dice que la ley otorgaba validez legal a los plebiscitos, decretando que "lo que la plebe reunida por
tribus acordase obligaba a todo el pueblo".
* La Naturaleza del Código.
La leyes presentan la forma de preceptos lacónicos (de poca palabra) o prohibiciones taxativas en un lenguaje simple, aunque a menudo
oscuro. Las formulas se caracterizan por su ambigüedad gramatical, sobre todo debido al empleo de pronombres indefinidos y de los
cambios de sujeto. El vocabulario resulta a menudo oscuro y no solo para nosotros; algunos términos y expresiones resultaban ya
enigmáticos a los expertos romanos del siglo II. Pero los fragmentos conservados nos ofrecen un curioso documento de la sociedad
romana de la época arcaica y un panorama fascinante del primitivo desarrollo del derecho y la practica judicial de Roma.
Cabría señalar que las Doce Tablas no constituyen un código de leyes en el sentid moderno del término. Los decenviros no pretendieron
realizar una compilación sistemática de la totalidad de las leyes. Sus principales temas de interés son los siguiente: la familia, el
matrimonio y el divorcio; la herencia, la propiedad y la transmisión de bienes; los ataques y las agresiones a la persona y a los bienes;
las deudas la esclavitud y el nexum.
* Las leyes: la esclavitud, deudas y "nexum".
La existencia de esclavos queda implicito en numerosos preceptos de las Doce Tablas, pero las Doce Tablas no tenían por objeto
recopilar leyes relativas a la esclavitud, definir lo que era un esclavo, ni especificar como una persona alcanzaba la condición servil. Ya
que probablemente se daba por supuesto la institución de la esclavitud y porque las normas que regían la esclavización y los derechos
de los amos sobre sus esclavos estaban ya fijados. La mayoría de los esclavos probablemente fueran o cautivos o nacidos en casa. Las
personas formaban parte del botín de guerra, sobre todo mujeres y niños que luego serían esclavos. Los esclavos nacidos en casa eran
hijos de las esclavas, estos niños eran inevitablemente de condición servil, independientemente de quien fuera su padre. La manumisión
no es tratada directamente en los fragmentos conservados de las doce tablas, pero la tabla VII alude directamente de ella cuando dispone
que si un esclavo es liberado por el testamento de su amo con la condición de que pague una determinada cantidad al heredero.
Si bien los amos podían liberar a sus esclavos de esta manera indirecta, también es cierto que podían hacerlo directamente, a traves de
unos métodos a saber: o bien inscribiéndolos en el censo como ciudadanos, o bien a traves de la llamada manumisión vindicta que era
una acción legal realizado ante un magistrado.
Parece que en la época de las Doce Tablas estaba ya en vigor la norma de que los ciudadanos romanos no podían ser hechos esclavos
en Roma. La tabla III, expone que si la deuda no era saldada un plaza provisto tras haber sido dictada sentencia por el tribunal en contra
del deudor, el acreedor tenía derecho a venderlo como esclavo, en tierras extrañas al otro lado del Tíber, es decir, que un ciudadano
romano solo podía ser esclavizado fuera de su territorio. Pero si el deudor debe a más de un acreedor, lo que se realizaba es matarlo y
dividirlo en pedazos. En nexum (servidumbre por deudas) era a todas luces distinto de la venta de esclavo, en primer lugar, porque los
nexi (servicios por deudas) conservaban su condición de ciudadanos romanos, y en segundo lugar porque seguían viviendo en Roma.
La Ley especificaba cuidadosamente que era posible concertar previamente un acuerdo antes de que se ejecuta la sentencia. Lo
sorprendente de todo esto es que los prestamistas estuvieran dispuestos a prestar dinero a los campesinos empobrecidos que no tenían
posibilidades serias de devolver la deuda ni más garantía que sus personas. La explicación es que no se trataba de préstamos monetarios,
de "créditos", con el siguiente pago de intereses; se trataba más bien de préstamos que efectuaban los terratenientes ricos y que sin duda
alguna se realizaban a menudo en especie, en forma de semillas o de simples medios de subsistencia. La finalidad del préstamo, que se
hacía con la garantía de la persona del deudor, era precisamente crear la situación de servidumbre.
* Las Leyes: la familia y la propiedad.
La potestad de un padre sobre su hijo nos lleva a hablar de la institución fundamental de la sociedad romana, que además constituyo uno
de los grandes puntos de interés de las Doce Tablas, a saber: la familia. La familia romana estaba formado por todo lo que constituía
una casa, tanto bienes como las personas y se hallaba bajo el control del cabeza de familia, el Paterfamilias, este ejercía una autoridad
prácticamente limitada sobre todas las personas y los viene de la familia. Tal es el caso del dominio del padre en la familia, que si un
varón romano con edad adulta, aunque fuera de alto rango, no podía participar en ninguna transacción legal, no podía manipular un
esclavo, no podía hacer regalos o hacer en testamento, mientras su padre seguía vivo. Pero, la mayoría de los padres daban a sus hijos
dinero con el que vivir y les concedían una dependencia en la vida cotidiana, que sin embargo, carecían de reconocimiento jarico. Los
rasgos más llamativos de la sociedad que presuponen las Doce Tablas, son la familia, la propiedad privada de los bienes y el control
absoluto lo tenía el paterfamilias.
* Las Leyes: implicaciones económicas.
A juzgar por las Doce Tablas, la vida económica de Roma a mediados del siglo V a.C era predominantemente agrícola. En cierto modo
se trata de un hecho que no tiene nada de extraño. Durante la antigüedad casi toda la población en todos los tiempos y lugares estaba
inmersa en una economía de subsistencia y consumía la mayor parte de lo producía. El comercio consistía fundamentalmente ene l
intercambio de productos locales, y la manufactura se limitaba a la atresia de fabricación local.
* Las Leyes: Diferencias sociales.
Una de las diferencias básicas era que existía entre los terratenientes, llamados asidua, capaces de prestar servicio militar, y los proletaria,
que eran los pobres que carecían de tierras y por lo general se les excluía del ejército. La segunda distinción importante mencionadas en
las Doce tablas es ala que se estables entre patrono y cliente. La relación patrono-cliente en la sociedad romana se basaba en una lealtad
informal, y no era una serie de obligaciones jurídicas. Idea de eta ley quizá fuera la de recordar a los patrones la obligación moral que
tenían la proteger a sus clientes, pero sin producir ninguna sanción legal. La relación entre patrones y clientes es de carácter instrumental
y se basan en el mutuo intercambio de favores, beneficios y servicios.

CAPITULO XII: GUERRAS Y RELACIONES EXTERIORES (509-345 A.C).


*Roma y la liga latina.
La guerra entre Roma y los latinos, que llego a su punto culminante en la batalla del lago Regilo en 499 a.C., y en el cual la victoria
cayó del lado de los romanos, conducidos por el dictador A. Postumio Albo, la guerra acabo en 493 con un tratado, llamado
posteriormente Espurio Casio (foedus Caassianum). La cuestión más problemática que plantea esta guerra y sus consecuencias, sin
embargo, es la naturaleza de la coalición de estados latinos que se enfrentaron a Roma y que después construyeron el tratado de Casio.
*El «Foedus Cassianum» y sus consecuencias.
El tratado fue copiado en una columna de bronce erigida en el Foro, donde continuaba en tiempos de Cicerón, y Dionisio nos ofrece una
transcripción de su contenido autentico; el tratado resumido por Dionisio, es un acuerdo bilateral entre los romanos y los latinos. En él
se establece una paz perpetua entre uno y otro bando, y una alianza militar de carácter defensivo en virtud del cual unos debían acudir
en ayuda de los otros en caso de ser atacados. Se acuerda además no prestar ayuda ni dejar paso libre a los enemigos de cualquiera de
las partes. El botín obtenido en una Campania victorioso será repartido equitativamente entre todos. Lo que no señalan las fuentes, es
quien capitaneaba la liga, y además de cómo se llevaba a cabo la elección del mando de las fuerzas. Pero, la alianza permitió a los
romanos y latinos una mayor eficacia en sus campañas contra los enemigos que los hostigaron durante los años inmediatamente
posteriores al tratado de Casio. En el año 486 a.C., los hérnicos también se sumaron a la liga, y fueron aceptados bajo el mismo tratado
que firmaron, años anteriores, los romanos-los latinos.
En lo que respecta al reparto de botín, el cual consistía en bi9enes muebles, ganado esclavos y tierras. Naturalmente, el reparto de las
tierras ganadas por conquista planteaba un problema especial, en particular cuando estaban de por medio los latinos, pues la liga Latina
no constituía un estado unitario, sino más bien una coalición de estados. Y probablemente lo mismo les acorría a los hérnicos. Dividir
un poco de tierra en lotes distintos correspondientes a distintos estados soberanos habría sido impensable. El problema se solucionó con
la institución de las colonias. Mediante este sencillo mecanismo la tierra conquistada se repartía entre los colonos, que fase organizaban
formando una nueva comunidad política e independiente provista de su propia ciudadanía y su propio territorio.
*Primeras colonias latinas.
Conviene subrayar que la denominación «colonia latina» alude únicamente al estatuto jurídico de la comunidad recién fundada, y no
tiene nada que ver ni con el origen étnico de los colonos ni con la forma en que fiera fundada. En toda empresa colonial romana, el
grupo más numeroso de colonos será normalmente originario de Roma. Probablemente Beloch no se equivocara mucho al afirmar que
por regla general el 50 por 100 de los colonos debían ser romanos. Los demás serán latinos y hérnicos. Se puede calcular que en 100
años, se fundaron más de 11 colonias.
*Las incursiones de sabinos, ecuos y volscos.
Hemos señalado que la formación de la alianza militar entre Roma y la liga latina fue respuesta a una amenaza militar externa. Es por
ello que se realizaron algunas colonias en la frontera para fortalecerla, pero a pesar de estas precauciones, la seguridad del Lacio se
hallaba seriamente amenazada a finales de la primera decada del s.V debido a las incursiones de los volsco y los ecuos, que empiezan a
aparecer en esta época, segun la tradición. Podemos pensar que las incursiones de sabinos, ecueos y volcos fueron unas manifestaciones
del proceso migratorio que fueron sucediendo en el s. VI, y que tuvieron una repercusión sobre las llanuras costeras. Así pues, las
principales víctimas de los ataques volscos y ecuos fueron las ciudades latinas más alejadas, que protegían el territorio romano de los
efectos de las acciones enemigas. Pero en el caso de las incursiones sabinas, fue la propia Roma la que se vio afectada directamente. Es
por ello que las guerras contra las tribus de las montañas a comienzos del s.V tuvieran unas repercusiones desastrosas sobre la vida
económica y cultural de Roma y los latinos. La derrota más importante que sufrió Roma a manos de las tribus de la montaña, se produjo
en los años 490-488 a.C., cuando los volscos, al mando del rengo romano Con. Marcio Coriolano, invadieron y devastaron el territorio
latino en dos campanas sucesivas. Tomando una ciudad tras otra, fuerzas de Coriolano siguieron hasta las puertas de la misma de Roma.
El episodio más memorable de las guerras contra los ecuos es la leyenda de L. Quincio Cincinato, al cual encontraron arando en su
campo los encargados de comunicarle que había sido nombrado dictador ante la apurada situación reinante en el año 458. En quince
días Cincinato reunió el ejército, marcho contra los ecuos, los derroto, celebro el triunfo, abandono el cargo y volvió al campo.
*El conflicto entre Roma y Veyes.
Situada a unos 15km al norte de Roma, Veyes era la ciudad etrusca más próxima a los confines del Lacio. Roma y Veyes tenían en
común una línea fronteriza que flanqueaba el margen derecho del Tíber, y no es de extrañar que las fuentes sitúen la realidad entre
ambas ciudades en los comienzos de la historia de Roma. Las guerras del s.V entre Roma y Veyes fueron conflictos organizados entre
dos estados desarrollados, provocados por causa económicas y políticas complejas; ambos bandos tenían objetivos a largo plazo que
iban más allá de la simple adquisición de botín. La prosperidad económica tanto de Veyes como de Roma dependía en gran medida del
control que ejercían sobre las principales líneas naturales de comunicación. Pero la rivalidad entre ambas ciudades surgió a partir del
intento por parte de ambas de controlar las rutas que siguiendo el valle del Tíber se dirigían desde la costa hacia el interior.
Lo más que podemos decir acerca de la primera guerra de Veyes es que quien salió mejor librada fue Veyes. Pero ya en la tercera guerra
de Veyes (406-396) los romanos tomaron la iniciativa y lanzaron un ataque a gran escala contra la propia ciudad de Veyes. Se dice que
el asedio duro diez días, y que acabo con la toma de la ciudad por el dictador M. Furio Camilo.
*La catástrofe de los galos.
En el verano de 390 a.C. una banda de celtas procedentes del valle de po cruzo los apeninos y penetro en el norte de Etruria. Avanzando
hacia el sur por el valle del Tíber llegaron a la puerta de Roma derrotaron a orillas del rio Alía a un ejército romano reclutado
precipitadamente. Unos días después, entraron en la ciudad indefensa y saquearon. Una pequeña guarnición resistió durante algún tiempo
en el Capitolio, pero finalmente se vio obligada a rendirse y a pagar una elevada cantidad de oro.

CAP XIII. LA EMANCIPACION DE LA PLEBE.


*Pablemos económicos y sociales: las tierras Públicas.
Los principales problemas que habían en el siglo IV, eran: las tierras, las deudas y los derechos políticos de los plebeyos. En lo que
respecta a los problemas sobre la tierra, algunos autores modernos presuponen que los relatos tradicionales sobre los disturbios
relacionados con el ager publicus y la servidumbre por deudas fueron ya discutidas en el siglo IV; parece que los esfuerzos de la plebe
respondían esencialmente a una lucha contra la opresión sufrida por una numerosa clase de campesinos pobres que se hallaban sometidos
a los ricos. Conviene subrayar que el poder de la clase dirigente y la opresión que sufría la plebe venían determinadas por la peculiar
forma de posesión de la tierra propia del ager publicus (tierra publica). El descontento de la plebeya venia determinado por el hecho de
que las tierras públicas, de las que dependían para sobrevivir, eran controladas y ocupadas con el carácter permanente por las familias
más ricas y sus clientes. En su afán por imponer las reformas, la plebe planteo su lucha en un doble frente. Por un lado, exigía que las
tierras recién conquistadas fueran repartidas en parcelas que pudieran convertirse en propiedad privada de sus beneficiarios. Por otro
lado, reclamaba que se limitara legalmente la extensión del ager publicus que cada paterfamilias podía ocupar y el número de animales
que podían pacer en él. Estos eran los principales objetivos de las leyes Lexinio-Sextias, y en cuál era la de permitir que los plebeyos
pobres tuvieran algún tipo de acceso al ager publicus. Conviene subrayar que la ley Licio proveía únicamente la imposición de multas
a quienes poseyeran una cantidad de tierras públicas superior al límite establecido, es decir, 500 iugera o yugadas.
* Problemas económicos y sociales: la crisis de las deudas.
Las deudas eran una consecuencia directa de la pobreza y de la escasez de tierras, y provocaron la situación de servidumbre a la que se
vieron sometidos muchos plebeyos. Aunque la compraventa de esclavos existía ya en Roma primitiva y probablemente existiera también
alguna forma de trabajo asalariado, estas dos categorías no podían proporcionar más que una mínima parte de obra necesario. En su
mayoría los terratenientes debían contar con el trabajo de sus subordinados. A medida que el control de las tierras públicas fue
concentrándose en las manos de un pequeño grupo de aristócratas ricos, cada vez fueron más los campesinos que se vieron reducidos a
la servidumbre. Se les negaba la posibilidad de trabajar el ager publicus en su propio beneficio y se veían obligados a explotarlo para
sus patrones ricos. La cuestión de las deudas ocupo un lugar destacado en la lucha por la aprobación de las leyes Licinio.Sextias de 367
a.C., y en la cual la legislación decretaba que en el caso de todas las deudas pendientes de pago se dedujeron del capital de los intereses
pagados y se pagara el resto en tres pazos anuales. Puede que también se promulgaran leyes que aliviaran las condiciones y los términos
de la servidumbre por deudas. Pero esto recién se terminó de consolidar recién en el 326 a.C., y es en ese entonces donde la sed de tierra
por parte de la plebe se había visto ampliamente satisfecha gracias a las guerras de conquistas y el nuevo carácter del estado, es decir,
el de un estado netamente imperialista.
Pero esto trajo una solución y es que a partir de las guerras de conquistas pudieron satisfacer la demanda de esclavos necesarios para el
trabajo; y esto acarreo otra consecuencia y es que le permitía al estado dedicar una gran proporción de la población adulta de sexo
masculino al servicio militar.
* Las "Rogaciones" Licinio-Sextias.
Uno u otra de las leyes que proponían la Lexinio-Sextias, era la que trataba la admisión de los plebeyos en el consulado. Pero este
proyecto de ley iba a tardar diez años en ser sancionado, y de esta manera la crisis concluyo en 367, cuando finalmente las leyes fueron
aprobadas por la plebe y aceptadas por los patricios, la supervisión del compromiso fue encargada al anciano Camilo. Los frutos
producidos por estas medidas fue, que el consulado fue reinstaurado como máxima magistratura anual y quedo abierta a los plebeyos.
Se creó una nueva magistratura, la pretoria, cuyas principales funciones tenían un carácter judicial, aunque el pretor poseía el Imperium,
y en caso de necesidad, podía poseer el mando militar. La pretura solo podía ser ostentada por los patricios, pero en el año 337 a.C., fue
elegido un pretor plebeyo. Otra innovación fue el nombramiento de los ediles curules, el cargo de edil curul fue en un primer momento
para los patricios, pero pronto accedieron a él los plebeyos, por último la corporación de los dos funcionarios encargados de los ritos
sagrados, luego la cifra subió a diez, de los cuales 5 eran patricios y 5 plebeyos.
Pero este sistema en la cual los órdenes compartían el cargado recién empieza a funcionar en el año 342, desde esa fecha hasta la época
de Cesar por lo menos uno de los pretores era plebeyo. Esto es conocido como la ley Genucio, en la cual se le otorgaba a la plebe a
ostentar uno de los consulados, sin especificar una garantía semejante a los patricios, ya que por aquel entonces, se daba por supuesto
el derecho de los patricios en ostentar el puesto del consulado. En lo que respecta al objetivo de Licinio y Sexteo era la de abolir todo
tipo de discriminación de los plebeyos en cuanto tales. Es por ello que la ley fue una victoria para los adilides de la plebe, muchos de
los cuales eran ricos, aspiraban a progresar socialmente y abrigaban ambiciones políticas. Pero en la lucha contra el exclusivismo que
poseían los patricios, este grupo rico de plebeyos, había hecho causa común con los pobres y había utilizado las instituciones del
movimiento plebeyo para tener acceso a la clase dirigente. En cuanto que a los adalides de la plebe fueron admitidos en el seno de la
clase dirigente en pie de igualdad con los patricios, adquirieron todos sus rasgos propios de estos y dejaron de representar los intereses
de la plebe. De esta manera, y siguiendo las alianzas, nació la aristocracia patricio-plebeya, más conocido con la clase nobilitas.
*La aparición de la nobleza.
Algo que caracterizo a las leyes Lexinio-Sextias, fue que el movimiento plebeyo perdiera se identidad revolucionaria y dejara de existir
como el estado dentro del estado. De esta manera los grupos que constituían la nobleza patricia-plebeya no entraron en conflicto, sino
que, al contrario se mantuvieron unidas por peculiares leyes del sistema de reparto del poder. Estas leyes son: La ley Publilias339, la
ley Ogulnia 300 y la queda fin al proceso conocido como la lucha de ordenes la Ley Hortencia 287 a.C.

GÉZA ALFOLDI: LA HISTORIA SOCIAL DE ROMA


CAP I: LA SOCIEDAD ROMANA PRIMITIVA
Fundamentos y comienzos del orden social temprano-romano
El relato de la fundación de Roma por Rómulo es tan antihistórica, como la fecha calculada por Verrón a finales de la República, que
equivaldría al año 753 a.C. En cualquier caso, los comienzos de éste asentamiento en la colina del Palatino, y que puede ser considerado
el núcleo del desarrollo urbano de Roma, se retrotraen, incluso hasta el s. X a.C. Los habitantes de ese poblado eran latinos y formaban
parte del grupo de pueblos latinos faliscos, rama a su vez de invasores indoeuropeos (provenientes de Centroeuropa y los Balcanes) que
se habían establecido en Italia a partir del s. XII y allí vivían del pastoreo y en parte también del cultivo de la tierra. Sobre la colina del
Quirinal, se asentaron los sabinos, que pertenecían al grupo de pueblos osco-umbro de los invasores indoeuropeos.
La “formación de Roma”, un proceso en el que esta comunidad devino en una ciudad-estado, se efectuó como muy tarde a comienzos
del s. VI a.C. Momento en el cual, la ciudad fue adquiriendo instituciones estables, magistrados, un sistema estable de gobierno, la
realeza. Este proceso es inseparable de un importante acontecimiento histórico: la extensión de la dominación etrusca a la ciudad del
Tíber. La comunidad urbana de Roma se modeló bajo el dominio etrusco y a imagen etrusca. Las instituciones y la forma de gobierno
fueron establecidas según el modelo etrusco, y el poder fue ejercido por reyes etruscos. La conversión de roma en una ciudad-estado se
debió a los etruscos.
El poder de los etrusco alcanzó su cénit (cima) en el s. VI a.C. Por el norte se abrieron paso hasta la llanura del Po, donde fundarían
nuevas ciudades; hacia el sur ocuparon el Lacio y Campania, y en el 535 su flota, en alianza con Cartago pudo vencer a los foceos, los
colonizadores griegos de la mitad occidental del Mediterráneo. Su dominio en Roma se mantuvo hasta finales del s. VI. Desde ese
momento, parece que Roma cayó bajo la dominación de otras ciudades (Vulci, Tarquinii y Clusium). La expulsión de los reyes etruscos
(Tarquino) de la ciudad, producida según la leyenda en 508 a.C. Esta expulsión se dio gracias al levantamiento de la nobleza
antimonárquica. Desde entonces, las funciones del monarca, fueron repartidas entre la aristocracia. Ciertamente, las luchas entre
patricios y plebeyos a lo largo de la quinta centuria prepararon e iniciaron el proceso de disolución de la estructura social arcaica. Los
rasgos definitorios de esta estructura social serian: la sociedad estaba marcada fuertemente por la división horizontal, que nacía del papel
central de la familia en la vida social y que llevaba al agrupamiento de las familias sobre las bases del parentesco de sangre en un
complicado sistema de clanes, curias y tribus. La relación vertical era simple, ya que solo existía (primeramente) nobleza y un pueblo
dependiente de ella.
La constitución de la sociedad romana arcaica
La familia romana primitiva constituía una unidad económica, social y de culto. El jefe de familia (páter familias), por razón de su
autoridad, gozaba de poder ilimitado sobre la mujer, los hijos, los esclavos y el peculio familiar. A él incumbía la administración de los
bienes familiares y la administración de los bienes familiares y la dirección de la actividad económica de la familia, en especial, la
explotación de los campos de cultivo. Además, se ocupaba del culto a sus antepasados. Por la ascendencia común, las familias quedaron
agrupadas formando el clan (gens), que, como unión sagrada cuidaba en culto gentilicio, y cuyos miembros, ostentaban el gentilicio
común. Como por ejemplo: la gens Claudia (de aproximadamente 5000 familias). Estas parentelas estaban agrupadas en curiae, reunión
de varones, (curias). Mientras que los clanes carecían de jefe, había a la cabeza de cada curia un curio (curiones, curio máximo). Estas
agrupaciones, junto a sus funciones sagradas constituían la base organizativa de la asamblea popular y, al propio tiempo, del ejército.
La asamblea popular reunida por curia decidía en cuestiones de derecho de familia. En el ejército, según la leyenda, cada curia había de
poner en combate 10 jinetes y 100 infantes. En la época monárquica las curias estaban reunidas en tres tribus gentilicias. Cada tribu
comprendía 10 curias. Los nombres de estas agrupaciones, Titíes, Ramnes, Luceres, son etruscos.
El estrato superior de la sociedad romana en época de los reyes y durante el primer siglo de la republica estaba compuesto por los
patricios, una nobleza de sangre y de la tierra con privilegios estamentales claramente delimitados, los miembros de esta nobleza, en
época arcaica, componían séquito montado del rey. Los caballeros (equites, integraban la caballería), son identificable a todas luces con
los patricios. Los patricios, constituían en Roma un estamento cerrado. También, la vida política estaba totalmente dominado por ellos.
El otro estamento de la sociedad romana era la plebs (muchedumbre), el pueblo llano compuesto por los libres. Los plebeyos disponían
como los patricios del derecho de ciudadanía, pero no poseían los privilegios de aquellos. La lucha organizada contra la nobleza patricia
comenzó poco después del 500, una vez que la plebe se había consolidado como una comunidad aparte con instituciones propias.

Cap. 2: Las Sociedades Romanas desde el inicio de la expansión hasta la segunda Guerra Púnica.
La disolución del Orden social arcaico: la nivelación de las órdenes y la expansión
Desde la caída de la monarquía y el comienzo de la lucha de órdenes, el pueblo comienza a tomar conciencia de identidad y a unirse a
un estamento independiente, logrando una serie de beneficios políticos. Comienzan a haber diferenciación social en cuanto a la propiedad
de la tierra, pero con la conquista de Fidenas (426 a.C) y el sometimiento de Veyes (396) se consiguió aumentar el territorio, pero estas
conquistas no aplacaron el descontento de los pobres, ya que las tierras anexionadas por Roma como botín de guerra no fueron repartida
entre los indigentes, sino entre los hacendados ricos.
Ya en el 387, con la invasión de los galos, muchas familias perdieron sus haciendas, y como consecuencia se vieron reducidos a la
esclavitud por deudas. Pero esto no afectó solamente a los que perdieron sus tierras, sino que también sufrió conmociones el
ordenamiento estatal patricio. A raíz de todo esto, se puso en evidencia la necesidad de reformas, una de ellas es la del 367, denominada
Linicio Sextio, la cual establecía la cancelación de la esclavitud por deudas, y también se acordó que nadie podría ocupar el suelo del
estado una superficie superior a las 500 yugadas. Como consecuencia, los ricos hacendados tuvieron que ceder una parte de sus tierras
para que sean repartidas entre los pobres.
La mayoría de los esfuerzos reformadores estaban encaminados a la plena igualación política de los plebeyos1. El tribuno de la plebe
hizo públicas las formas procesales que garantizaban normas uniformes de procedimiento ante un tribunal. La Lex Valeria de
Provocatione del 300 a.C fortalecía la seguridad del ciudadano ante los magistrados, en virtud de dicha ley, el ciudadano que era
condenado por un magistrado a la pena máxima tenía el derecho de apelar a la asamblea popular, que había de decidir sobre el asunto.
Las principales miras de la cúspide plebeya estuvieron puestas en su admisión en los más elevados cargos del estado, en la paridad con
los patricios también en el senado.
En virtud de la lex Ogulnia del 300 a.C, quedaron abiertos para los representantes de la plebe los altos puestos sacerdotales de pontífice
y augures; quedó estipulado que el senado podía ser renovado con plebeyos acaudalados e influyentes. Al mismo tiempo, los senadores
plebeyos se vieron igualados por esta ley a los patricios, y el pleno derecho a voto. Por otra parte, los derechos del senado sufrieron un
recorte en favor de la asamblea popular, fuertemente influenciada por los plebeyos ricos. A partir de la lex Publilia del 339, las objeciones
que el alto órgano tuviese contra cualquier decisión de los comicios, tenía que expresarse de ante mano en la asamblea popular.
Las lex Hortensia del 287, es considerada como el cierre entre la luchas de órdenes. Esto quiere decir, que tanto patricios como plebeyos
pasaron por alto las tenciones del momento para llegar a un acuerdo general de ley sin el consentimiento del senado. Con esto, se puede

1
Primeros cargos civiles Plebeyos: Quaestor (409 a.C), ayudante de los funcionarios superiores, Pretor (377 a.C), Cónsul (366 a.C),
Dictador (356 a.C), Sensor (351 a.C)
considerar que el triunfo de los plebeyos estaba conseguido. Comportaba este, la superación de las barreras estamentales entre las
órdenes, pero sin dar paso a una sociedad igualitaria, sino se creó una nueva diferenciación social.
Las reformas del sistema social romano por vía legislativa no solo coincidieron cronológicamente con la extensión del dominio de Roma
por Italia, sino que además estuvo orgánicamente unida a ese proceso. Con la concesión de derecho de ciudadanía, Roma abrió a las
distintas tribus y pueblos de Italia la posibilidad de entrar a formar parte de su sistema socio-político.
A merced de la legislación reformadora y como consecuencia de la extensión del dominio romano en Italia tuvo lugar un profundo
cambio en la estructura de la sociedad romana. Los vínculos gentilicios siguieron estando, pero dejaron de funcionar como principio
determínate de división de la sociedad. La posición de la nobleza de sangre patricia fue conservada institucionalmente en la titulación y
en la indumentaria. Surge un nuevo modelo social, la nueva capa alta se componía por los descendientes de la vieja nobleza y de las
familias plebeyas dirigentes, unidos entre sí por lasos familiares. Por debajo de esta capa alta, había diferentes capas de población
articulada en función de la cuantía y naturaleza de su patrimonio: habían campesinos ricos, pequeños artesanos y mercaderes,
agricultores modestos y jornaleros con mayor dependencia de grandes hacendados, libertos (realizaban profesiones urbanas), y esclavos.
El Orden Social Romano en el siglo III
Con las crecientes conquistas territoriales (Sicilia en el 241, Cerdeña y Córcega en el 237) roma activó de forma inevitable su expansión
económica. El signo más claro de ese cambio en la estructura de la economía romana fue la instrucción de la acuñación de moneda.
La sociedad fue dividida según criterios de valoración, en el que influían los privilegios de sangre, aunque también la capacidad personal,
la propiedad fundaría, etc. En correspondencia con este sistema de división había una serie de estratos sociales que iban desde la
aristocracia senatorial hasta los esclavos.
La nobleza senatorial comprendía una minúscula parte del cuerpo ciudadano, pero incluso en el senado había un grupo de cabeza aún
más reducido, la nobilita, que gozaba del máximo prestigio.
La forma establecida de revestir cargos públicos, se tradujo en la constitución en una carrera político-administrativa reglamentada desde
los puestos inferiores hasta la censura y el consulado, esto hizo que el acceso a las magistraturas se convirtiese en un privilegio de la
nobleza.
En las elecciones, los votos eran emitidos por centurias y por tribus, todas las posibilidades de manipulación que cabían en el
ordenamiento centuriado y tribal fueron utilizadas en adelante en perjuicio de las masas. Cada una de las tribus y centurias no estaban
representadas justa y proporcionalmente en el momento de las votaciones.
La nobleza senatorial con sus tradiciones imprimía su sello en la conciencia de identidad del pueblo romano, inculcando al menos a las
capas libres del cuerpo ciudadano la idea de que el estado era sostenido por la sociedad entera. La base espiritual de esta idea del estado
era la religión.
Con la expansión romana, el número de los comerciantes y artesanos, así como la importancia social de tales grupos se acrecentaron.
Las guerras contra Cartago aceleraron considerablemente la consolidación de un amplio estrato de artesanos y hombres de comercio,
roma por no poseer a los comienzos de las guerras púnicas de barcos de guerra, necesitó de grandes cantidades de artesanos para la
construcción naval. Se abrió así paso a un proceso de desarrollo que en el s. II condujo al nacimiento de una capa social muy importante
de empresarios acaudalados, hombres de comercio y buqueros, y que de esta forma contribuyo al nacimiento del orden ecuestre.
En los tiempos de las guerras púnicas, los más pobres agricultores y las masas proletarias de la ciudad pudieron ser provistas en su
mayor parte de campos de cultivo. Este desarrollo fortaleció más a las capas altas y medias del campesinado, fuertemente marcadas ya
por la primera colonización, estos garantizaban la dominación romana en las regiones conquistadas y jugaban el papel decisivo en el
ejército romano.
Tras la desintegración del orden social arcaico la posición más baja en la sociedad romana hasta el Alto Imperio correspondió a los
esclavos. Hubo un aumento de la importancia del comercio de esclavos con otros pueblos y estados, intercambio al que ya en el 348 a.
C. el segundo tratado entre Roma y Cartago prohibía vender como esclavos a los aliados de ambas partes contratantes. A partir de la
época de la segunda guerra púnica aparecen noticias sobre el empleo en masa de esclavos en la economía.

Cap. 3 El cambio de la Estructura del S. II


La segunda guerra púnica marca el comienzo de un proceso de transformación en la estructura de la sociedad romana que acabó con la
una crisis social y política tremenda.
Después de la guerra Roma se convirtió en la potencia dominante del mediterráneo, ya que acabó con Macedonia (171-168) y Cartago
(149-146); debilitó al reino Seleúcida, sometió la mayor parte de la Península Ibérica y ocupó Grecia (146). Todos los territorios
conquistados fueron incorporados al estado romano como provincias.
La posición del individuo resultaba de distintos factores, como el origen, la formación, dinero, la situación jurídica, etc. El ápice de la
sociedad estaba constituido por la aristocracia senatorial. Como segunda elite se constituyeron los caballeros, empresarios, comerciantes
y banqueros. Le seguían los campesinos y proletarios urbanos y los libertos; seguidamente, se encuentra la población provincial, que ni
siquiera disponían de la ciudadanía romana, y sobre ellos pesaba la explotación no sólo de sus propios amos, sino también la del estado
romano. El lugar más bajo en la escala social fue ocupado por las masas de esclavos.
Estratos Superiores
Los cargos más elevados del estado difícilmente estaban al alcance de quienes ascendían socialmente. A partir de la lex Villia annalis
(180 a.C) la carrera política de los magistrados quedó regulada en su totalidad: esta establecía un riguroso orden de escalafón y a una
edad madura para alcanzar la pretura y el consulado. Aun así, para nada se tuvo en consideración esta ley, por ejemplo: cuando Escipión
Emiliano (147 a.C) fue elegido cónsul no tenía el requisito previo de la pretura y edad legal.
El ascenso de los nobilitas condujo al descontento de numerosas familias con aspiraciones a elevarse, ya que eran desplazadas de la vida
política. Había conflictos entre la oligarquía y el círculo senatorial por los intereses de acceso al poder, pero éstos, no habían llegado
jamás a poner en cuestión el sistema mismo de gobierno de la sociedad romana.
Con el florecimiento del comercio, la actividad empresarial y la economía monetaria, aparece un fuerte e importante sector de hombres
de negocios, que comenzaron a agruparse en una orden aparte del estamento ecuestre romano. Ya a partir de la segunda guerra púnica
se hizo notoria la relevancia de esta capa social. Personas acaudaladas constituyeron sociedades empresariales y prestaron su ayuda al
estado romano tomando a su cargo distintos servicios públicos, como el mantenimiento del ejército o de la realización de obras públicas,
el arriendo de la explotación de las minas estatales, el cobro de tasas aduaneras y la recaudación de impuestos. A su mismo estrato social
pertenecían también prestamistas, banqueros, ricos comerciantes y hombres de negocios. La gestación y el fortalecimiento de esta capa
acarrearon nuevas tensiones en la sociedad, pues en las provincias despertaban el odio de la población local.
Estratos inferiores, itálicos y provinciales
Estos estratos se caracterizan por no pertenecer a los sectores enriquecidos del estado, eran mercaderes, artesanos, agricultores tanto de
roma como los provinciales que componían el mayor número de la población.
El proletariado estaba compuesto por artesano, libertos y campesinos, estos últimos, fueron los que más sufrieron en las guerras púnicas,
porque de ellos se reclutaba la milicia romana, que en las victorias cartaginesas llegó a perder ejércitos enteros.
En los años de guerra los pueblos quedaron en ruinas, además, los hacendados hicieron lo que estaba a su poder para apropiarse de las
parcelas del campesinado. Debido a esto muchos campesinos decidieron migrar hacia las ciudades o trabajar temporalmente como
asalariados en las granjas de los ricos. Pero no solo los campesinos fueron víctimas de las guerras, sino también la población itálica,
especialmente las del sur de la península, que además de esto no contentaban con la defensa en la asamblea popular, ni se veían
desfavorecidos en el reparto de botín en las guerras. De la misma manera, los campesinos itálicos deciden marchar hacia roma, pero por
su condición de no-ciudadano era expulsado por fuerza de la capital.
Paralelamente, la esclavitud cobró enorme importancia, debido a la necesidad de mano de obra por las pérdidas del campesinado, pero
estos no solo trabajaban el campo, también se ocupaban de la manufactura y en profesiones liberales, además de servidores y esclavos.
El camino hacia la crisis
 Los conflictos se da por el choques entre la nobilita y quienes ascendían socialmente en el senado
 Entre la oligarquía y los nuevos ricos del orden ecuestre
 Masa proletaria urbana, por la posibilidad de movilidad social
 Las continuas tensiones entre Roma y sus aliados (itálicos)
 El odio de las masas esclavas hacia sus dueños.
 Por la negativa de la nobilita de ceder al senador corriente la magistratura
 Desintegración religiosa de la sociedad romana
 Al mismo tiempo el sistema político se volvió inapropiado, ya que le resultaba imposible mantener un imperio mundial.
 Roma se abrió a las corrientes espirituales del ambiente griego, que implicaba un nivel educativo y un conocimiento del mundo. A
los aristócratas nos les pareció un peligro la filosofía griega, sino una magnífica posibilidad de legitimar mediante un sistema
ideológico acorde con los nuevos tiempos el derecho al dominio del mundo y a su propia posición social dirigente.
 No hubo intentos por parte del grupo dirigente de resolver los problemas sociales, mejorar la situación de los esclavos, integración
de los itálicos al sistema político. Esto llevó inevitablemente a una crisis, en la que solo era posible salir mediante la violencia.
 Las luchas decisivas se dirimieron más bien entre los detentadores del poder, con el apoyo en cada caso de una facción consciente
de sus intereses, bien organizados y armados.

CAP. 4 LA CRISIS DE LA REPÚBLICA Y LA SOCIEDAD ROMANA


Los conflictos de la sociedad romana durante la República tardía (a partir del S. II)
Los conflictos pueden agruparse en 4 tipos principales:
 Los tres primeros pertenecieron a: las guerras serviles (lucha de los esclavos contra sus dueños y el aparato estatal), la resistencia
de los provinciales y la guerra de los itálicos contra Roma, estos últimas intentaban independizarse de roma.
 Lucha de los grupos de interés dentro de la ciudadanía romana, por ejemplo: cuando los Gracos intenta una política reformistas a
favor de las masa proletarias, teniendo para ello que vencer la resistencia del otro bando, el de la oligarquía, y sus seguidores, bandos
que pasaron a denominarse populares y optimates.
A partir de los años 80 y 70 del S. II, estos conflictos fueron extinguiéndose:
Los itálicos alcanzaron su meta en 189 a.C. con la obtención de la ciudadanía romana, en Grecia y en Asia Menor la resistencia contra
Roma había llegado a su fin con la victoria de Sila sobre Mitrídates en el 85 a. C. y con la sangrienta represión del levantamiento de
Espartaco en el 71 a. C.
Levantamientos de los Esclavos, de los Provinciales y de los itálicos (135-71)
La primera rebelión esclava tuvo lugar en Sicilia, entre los 135-132, donde un pequeño grupo de esclavos exageradamente maltratados
formaron bandas incontrolables y conquistaron la ciudad de Enna e hicieron rey a su caudillo. Al principio tuvieron grandes triunfos y
solo pudieron ser aniquilados tras una larga guerra. Un cuarto de siglo después tuvo lugar el segundo levantamiento servil en Sicilia
(104-101 a.C). La rebelión partió otra vez de dos grupos de esclavos, donde los romanos nuevamente tuvieron que mantener una dura
guerra para hacerse dueños de la situación de Sicilia. El levantamiento más peligroso nació en Italia en torno al gladiador tracio Espartaco
(74 al 71 a. C) cuya resistencia sólo sería vencida después de una larga y tornadiza contienda, en la que Roma hubo de poner en pie de
guerra no menos de ocho legiones bajo el mando de Marco Licinio Craso.
Los movimientos partieron de pequeños grupos de esclavos aislados, que eran difíciles de controlar y disponían de armas, su núcleo
estaba integrado básicamente por esclavos de explotaciones agrícolas. En cuanto a los individuos libres e incluso el elemento servil de
las ciudades renunció en todo momento a hacer suya la causa de los sublevados, preferían obtener la libertad mediante la manumisión.
Sus metas eran o la creación de un estado esclavista propio, con los papeles ahora invertidos, o, como en el caso de Espartaco, la huida
de Italia hacia la Galia o Tracia de donde procedían muchos de ellos. Los únicos logros que consiguieron los esclavos fue generar la
idea en los círculos propietarios de que no era recomendable su explotación, en cuanto a los provinciales y los itálicos, consiguieron el
derecho de ciudadanía.
Los conflictos más importantes de la República tardía y sus conexiones sociales
Los conflictos de la república, se dan por la existencia de fricciones dentro de la aristocrática senatoria, sobre todo entre las facciones
de la nobilita dirigente, conflicto que termina con la instauración de la monarquía. Estos problemas llevaron a la solución por medio de
reformas. El primer conflicto abierto fue en el año 133 a. C. llevado por la preocupación de completar las filas del ejército romano,
donde el tribuno de la plebe Tiberio Sempronio Graco, propuso en la asamblea popular la aprobación de una ley agraria con la que se
pretendía revitalizar el campesinado romano. Tomando como base la antigua ley licinio-sextia. Pero, esta reforma ocasionó resistencia
por parte de los ricos. Es por esta razón, que cuando Tiberio Graco intentó hacerse reelegir como tribuno de la plebe para el año siguiente,
a fin de protegerse contra una segura acusación, sus enemigos organizaron un tumulto en el que el tribuno y numerosos de sus partidarios
fueron asesinados.
Entre los años 123 y 122, organizó una serie de reformas, que se tradujo en 17 leyes. Una de ellas era ponerse a cubierto ante sus
partidarios, y para ello hizo que se votase una ley en virtud de la cual un ciudadano romano solo podría ser condenado a muerte por el
pueblo. También, renovó a los ecuestres en los arrendamientos de los impuestos en la provincia de Asia; transfirió a los caballeros la
facultad de integrar los tribunales (encargado de resolver abusos de autoridad). En cuanto a su reforma (la más importante), acerca del
mejoramiento de la población rural se demostró fallida; sin éxito también acabó el otorgamiento de ciudadanía a los latinos y el derecho
de voto en la asamblea a los provinciales.
Con Cayo Mario los conflictos volvieron a aflorarse, ya que Lucio Apuleyo Saturnino (tribuno de la plebe 103-100) realizó nuevamente
una serie de reformas igual a la de los Gracos. Una de las más importantes medidas tomadas por Mario fue en el ejército, donde éste
procedió a completar las filas a base de proletariados carentes de propiedad a quienes armaría el estado.
Ya en los años 91-89, los populares se agruparon en torno al tribuno, (Publilio Sulpicio Rufo y también Mario), y los optimates apostaron
por Lucio Cornelio Sila. Este conflicto culmina con el triunfo de los optimates. Sila, ya dictador (82-79), impone drásticas reformas: el
aumento del senado (300), el poder del tribuno de la plebe sufrió un considerable recorte, los tribunales fueron arrancado de los
caballeros. Con la desintegración del régimen silano comienza el ascenso de dos políticos populares: uno era, Cneo Pompeyo (67-63) y
el otro, Cayo Julio Cesar. La guerra civil entre estos dos rivales (49 a. C.) fue todavía una lucha por decidir qué forma tomaría el estado.
Las consecuencias de la crisis para la sociedad romana
 Destrucción de la republica romana con sus instituciones.
 La escala de riqueza fue distinta, ya que se dieron las condiciones necesarias para que individuos hábiles pudiesen amasar fortunas,
tanto de beneficios empresariales y de expansión, como así también de la repartición de conmociones políticas.
 Los libertos tenían la posibilidad de conseguir no solo dinero, sino influencia y poder.
 Asentamientos de exsoldados en el suelo colonial, formando el estrato superior
 También proletarios de Roma fueron a menudo instalados en las colonias. A su vez, nuevos esclavos venían a ocupar el lugar de
los libertos (prisioneros de guerra, esclavos de pillaje).
 Integración de las sociedades de distintas partes del imperio en un orden social más o menos unitario.
 Los itálicos quedaron plenamente integrados en el sistema social romano.
 Las provincias se dieron los primeros pasos hacia la integración.
 Los estratos de la sociedad fueron agrupados en dos organizaciones estamentales, los hombres nuevos y las familias de la nobleza.
 La opresión de los provinciales disminuyó, y también los esclavos recibieron mejor trato que antes en las últimas décadas de la
República.
 Nace la monarquía de augusto, que dio fin a la sociedad romana, el marco político y también la orientación espiritual que durante
tanto tiempo había buscado.

ENTRE LA REPUBLICA Y LA MONARQUIA JULIO CESAR Y LA CRISIS DE SU TIEMPO (JULIAN GALLEGO Y


GARCIA, CARLOS)
*La crisis de las instituciones republicanas.
Cuando el 12 de enero del 49 Julio Cesar decide cruzar el Rubicon nadie podia predecir que la guerra civil que entonces se desataría
recién finalizaría prácticamente con la derrota de Marco Antonio en Accio casi veinte años después. Pero el tema seria cual iba a hacer
la excusa que utilizaría, la de la defensa tribunicia, o la libertad de Roma que se hallaba ocupada por una "facción". Más allá de la
acusación vertida por Cesar contra sus opositores, a los que descalificaba como un factico que oprimía a Roma, el también encarnaba,
a su vez, un grupo semejante a aquel que el criticaba.
Durante el s.I a.C., Roma empieza el estallido de violencia interna, por ejemplo en el año 91-89 se produce la llamada guerra social, que
enfrenta a Roma con sus aliados itálicos y que se convierte prácticamente en una guerra civil cuya causa solo se resolvió cuando se
extiende el derecho de ciudadano romano al resto de los hombres libres de la península itálica. Pero ya estos problemas internos de
Roma empezaron en el ano13, cuando los hermanos Graco aparecen en la escena política y plantean una reforma agraria. Pero esta
reforma alteraba a los derechos de clase propietaria. Lo que le sucedió a Tiberio Graco fue que lo asesinaron. Pero lo que empieza con
este hecho de Tiberio, son las guerras civiles abiertas, en la medida en que se da inicio al uso sistemático de las practicas políticas
violentas y la movilización de la muchedumbre para garantizar el control de los espacios cívicos. Los sucesivos enfrentamientos que
dieron lugar en el último siglo, entre las facciones, y entre los caudillos, pusieron de manifiesto en estado práctico la progresiva
concentración del poder en los hombres ricos, poderosos e influyentes; que además gozaban de recursos del clientelismo.
Por ultimo cabe hacer mención, que las instituciones republicanas manifiestan así limitaciones inherentes al gobierno de una ciudad-
estado para hacerse cargo de la administración de un imperio, que había adquirido una extensión extraordinaria. Es por ello que las
instituciones republicanas debían afrontar como solución seductoramente probable: la encarnación del estado en una persona que se
convertiría en el patrono principal, que podría significar el final de las luchas por el control del poder.
*Julio Cesar: breve bibliografía política.
Cayo julio Cesar nació nación entre el 102-100, y fue asesinado en el 44. Era hijo de Cayo Cesar Aurelia patricio de gens Iulia. Cesar
obtuvo varias alianzas matrimoniales que lo ubicaron al lado de los populares. En el año 70, alcanzo el rango de Senador, en el 68 fue
cuestor de Hispania Ulterior. Ya en el 65 fue elegido Edil Curul, pero ya en el 63, fue elegido cónsul y en ese mismo años fue elegido
Potifex Maximus, y al año siguiente Pretor. En el 61 fue enviado como propretor a Hispania Ulterior. Cesar tenían varias alianzas con
dos personas muy importante, a saber, Craso y Pompeyo, y en año 59 se presenta al consulado. Pero a partir del 58 se dedicó a conquistar
las galias. Luego obtuvo el cargo de Gobernador de las galias, pero en fue recién en el 50 de que este lugar fue adherido a Roma. Pero
para los años 50-49, la situación entre cesar y Pompeyo, ya no era la misma, y fue en año 49, cuando Cesar decide cruzar el Rio Rubicon,
cuando el senado le otorga el cargo de dictador, para que derrote a Cesar, allí empieza la guerra civil. La guerra civil entre Cesar y
Pompeyo duro dos años, y termino cuando este último murió en manos del faraón, hermano de Cleopatra, Ptolomeo XIII, y a partir de
allí el senado y la republica romano quedaría en manos de Cesar, a quien le dieron, casi todos los cargos de rey.

LA DICTADURA DE CESAR. LA TERCERA ETAPA DE LA GUERRA CIVIL. ANTONIO Y OCTAVIO. (ROZTONZEF


CAP: XII).
Después de la victoria sobre el senado, conseguida en áfrica en el año 46, Cesar se convirtió en jefe del Estado romano y mantuvo su
función directora hasta su muerte en el 44. Su actividad, como máximo dirigente del Estado, duro menos de dos años y fue interrumpido
por la penosa Campania de Empana del 45. Debemos recordar que tampoco había dado por terminaba su tarea militar. Cesar estaba
convencida de que era preciso asegurar las fronteras contra los enemigos de fuera, antes de que se pudieran echar los cimientos
definitivos de un sistema de gobierno. Dada la situación existente, no fue necesario que Cesar encarara de inmediato el problema
fundamental de su relación las fuerzas militares del Estado. Era el jefe del ejército el único jefe que este reconocido como tal, y su
ejército se hallaba todavía en el campo y en vísperas de una campana. Es por ello que Cesar en Roma, solo conservo un pequeño
destacamento de su guardia pretoriana, es decir, de guardias personales que le protegían como portador del poder supremo.
Todos los actos de Cesar prueban que él consideraba a la constitución existente, inútil y anticuada. Su persistente lucha con el senado
mostraba claramente su hospitalidad hacia esa institución. Cesar pensaba hacer reformas radicales en la constitución y aunque nunca
completo sus reformas, sus líneas directrices son inequívocas. Su primera medida fue asegurarse el control supremo sobre todos los
asuntos públicos y hacerlo de tal manera que no se manifiesta exteriormente. Cesar mantuvo los viejos nombres e instituciones
incorporándolos un nuevo elemento que los modifica hasta desfigurarle completamente. Este nuevo elemento era su propio poder, el
poder personal del propio Cesar. Su poder supremo, sin parangón con el de otros magistrados, entro su expresión en el título de "dictador"
que sustento por algún tiempo en el 49 y 47 a.C., ese título, que el senado y el pueblo le otorgaron en el 46 a.C., por un periodo de diez
años, le fue conferido de por vida en el año siguiente. Una permanente era contraria a los principios de la constitución romana. Al ejercer
su simultáneamente el cargo de cónsul en Roma y procónsul en Galia, Cesar introdujo en la vida pública el principio de que un hombre
podia desempeñar varios funciones a la vez. Desde el 48, se lo eligió anualmente cónsul; desde ese año, recibió del pueblo el "poder
tribunicio", es decir, que sin ser tribuno, gozaba de todo todos los derechos de los tribunos, incluso el de la inviolabilidad, que el pueblo
le otorgo en el año 47, por resolución especial. En el año 63 se lo elegido Pontífice Máximo y en el 48 paso a ser miembro de todos los
colegios sacerdotes patricios. La gran acumulación de diversas atribuciones, acompaña por una larga lista de desproporcionados títulos
honoríficos, creo para Cesar una posición enteramente excepcional en el Estado, es por ello que el senado era su consejo. Lo cierto es
que Cesar consideraba que su poder era hereditario. A punto de partir para Oriente, Cesar hizo testamento por el cual adoptaba a su
sobrino Cayo Octavio y le legaba la mayor parte de su fortuna. Tal disposición mostraba claramente que consideraba a Octavio como
sucesor y heredero de su posición.
Las masas romana, a Cesar lo miraban con una especie de temor religiosa. Para ellas, Cesar no solo era el favorito de la fortuna, el genio
militar, sino también un ser superior. Por eso esas masas estaban dispuestas a reconocer a Cesar como un superhombre. Cesar no protesto
cuando en el senado aprobaba decretos que tendían a su reedificación. Así, esa institución creo un colegio sacerdotal especial de Luperci
Julianos, edifico un templo a Cesar y a la diosa Clemencia. Pero Cesar no advirtió una cosa: la fuerza de la clase senatorial, que todavía
no estaba convencida de que ya había llegado a su fin su actividad social y política. Los senadores nobles no habían de renunciar si
batalla alguna a los privilegios que su clase había disfrutado durante largos siglos. Cuando en el 44 un grupo un grupo de senadores
planeo una conspiración, el éxito de esta no fue puramente accidental. El los días 15 de marzo del año 44, Cesar fue asesinado en una
reunión del Senado por una banda de conspiradores encabezados por Marco y Decimo Bruto y por Casio. Tenían de su parte a la mayoría
del Senado, pero no consiguieron la simpatía del ejército y ni del populacho romano. La transferencia automática del poder al Senado,
que evidentemente esperaban los conspiradores de Cesar, no tuvo lugar. El cónsul Antonio y el jefe de la caballería Lapido, poseían
fuerza militar aducía que les permitió suprimir cualquier movimiento amenazador por parte del Senado. Esas gentes habían sido
conquistadas por el legado que Cesar le había dejado un testamento y que Antonio dio publicidad de inmediato. La situación era
aproximadamente la misma que la que se presentó a la muerte de Alejandro Magno. Pero pronto se vio que Antonio tenía más energía
y visión política que ningún otro en Roma. Pero en Italia, los planes de Antonio se vieron frutadas por la aparición de Cayo Octavio.
Este joven aceptado la herencia de Cesar con todas sus obligaciones y ahora pedía a Antonio que devolviera todo el dinero del que se
había apoderado, también pedía como Cayo Julio Cesar Antonio, nombre que llevo después de la adopción, participación en el gobierno
del Estado. Antonio rechazo esas peticiones y Octavio se vio obligado de mostrar que era capaz de defender sus derechos.
La confusión aumento cuando Octavio ofreció sus servicios al Senado en la disputa contra Antonio, el entendimiento entre Octavio y el
Senado recibió el apoyo activo de Cicerón, que se había convertido en el jefe del partido senatorial. Es evidente que Cicerón y su partido
creían que Octavio sería un dócil instrumento en sus manos, y que después de ayudarles a derrotar a Antonio, resultaría fácil eliminarlo.
La aparición del ejército ante las murallas de roma, rompió con toda oposición y Octavio fue elegido cónsul con Quinto Pedio, de esta
manera el sueño del senado de hacerse con el poder se desvaneció para siempre. El choque que todos esperaban entre Octavio y Antonio,
no tuvo lugar. Los tres jefes cesáreos, Antonio, Lepido y Octavio, se reunieron cerca de Bolonia y concluyeron un convenio segun el
cual los tres jefes se encargarían de reorganizar el Estado con poderes ilimitados, a esto se lo conoce como el segundo triunvirato en el
año 43 a.C., dicho triunvirato debía conservar el poder por 5 años. Recién en el año 42 a.C., se encontraron con el fuerte ejército de
Bruto y Casio, y la entereza de los veteranos de Cesar y la maestría militar de Antonio prevalecieron sobre el entusiasmo republicano
de sus antagonistas (opuestos), Bruto y Casio cayeron. Así, la lucha con el senado termino, pero la guerra civil todavía continuaba. Era
evidente que no podia haber tres dueños de los dominios romanos. Sin embargo, la división era incompleta. Italia tenía que ser gobernada
por los tres triunviros conjuntamente y el oriente no estaba incluida en el convenio. El asunto apremiante era contener a los ejércitos que
habían obtenido la victoria, contra Bruto y Casio. Era preciso encontrar dinero y tierras para 110.000 soldados, y los triunviros no tenían
ambas cosas. Además Sexto Pompeyo, sólidamente establecido en Sicilia, interceptaba el trasporte de granos de África a Italia, Se
convenio entonces que Antonio se quedara con Oriente para conseguir fondos y Octavio volviera a Italia para conseguir tierras. Pero
solamente Egipto le ofrecía a Antonio algunas posibilidades. Después de entrevistarse con Cleopatra, reina de Egipto, en lapso, Antonio
o refirió extraer riquezas del país por medios más pacíficos, más que violentos. Contrajo nupcias (casamiento) con la reina, a fin de
obtener riquezas sin utilizar la fuerza. Pero cuando la situación de los triunviros se agravaba los amigos y veteranos de guerra civil,
obligaron a los rivales a encontrase en Brindis, en el 40. Llegaron a un nuevo acuerdo. Se incluyó a Sexto Pompeyo al cual le dieron
Cerdeña, Sicilia y Grecia; Antonio quedo como gobernador en Oriente y Octavio en Occidente, salvo áfrica, que paso a Lepido. Las
condiciones que se fijaron en esos pactos no se cumplieron. La guerra con Pompeyo continúo. Un nuevo pacto, celebrado en Tarento,
confirmo el acuerdo y renovó los poderes de los triunviros por cinco años más.
En el año 37 a.C., los aconteciendo tomaron un sesgo decisivo. Con gran esfuerzo, Octavio infligió una serie de duro de golpes a
Pompeyo y lo obligo a retroceder hasta Asia Menor, donde perdió la vida. Al mismo tiempo quito a Lepido el poder y el ejército. Octavio
había llegado a ser el dueño indiscutible de Occidente. Sus manos quedaron libres y el tiempo de los acuerdos había pasado. Tampoco
Antonio deseaba nuevos convenios; en el 36, rompió con Octavio definitivamente y declaro a Cleopatra como esposa legal. Pero lo que
más los separo todavía fue que Antonio hizo caso a las demandas de Cleopatra, es por ello que Antonio le dio a los hijos de ella unas
provincias romanas de Oriente. Octavio, entre tanto exploto al máximo las equivocaciones y fracaso de su rival. Ingenioso, tenaz y sin
escrúpulos, trato de probar a Italia, a Roma, que Antonio era un miserable esclavo de Cleopatra, un hombre sin voluntad propia, sin
sentido de honor y un traidor a las ideas romanas de las cuales Octavio se proclamaba a si mismo paladín. Las aseveraciones de Octavio
resultaban eficaces; las creían en Italia y, además muchos oficiales y soldados romanos del ejército de Antonio; el Senado se puso
también del lado de Octavio. Ya en el 32, los cónsules partidarios de Antonio, pidieron al senado que los triunviros dimitieron y
prometieron, en nombre de Antonio, el restablecimiento de la vieja constitución. Amenazado de este modo, Octavio hizo un
levantamiento a Italia y a las provincias para que jurasen fidelidad a su persona como jefe de Italia y de todo el Estado contra Cleopatra.
La guerra comenzó el año 32. Ambas partes reunieron numerosas fuerzas. Antonio tenía una flota poderosa y acechaba una oportunidad
para cruzar de Iliria a Italia. Pero Octavio se adelantó. Su enorme flotilla de barcos ligeros le permitió desembarcar un ejército en Accio,
cerca del lugar donde estaban acampando las tropas de Antonio. Para romper el bloqueo y, en caso de victoria, aislar a Octavio en Italia,
Antonio decidió combatir en el mar.
Cuando Octavio estaba cerca, Antonio se suicidio. Cleopatra, después de una tentativa desafortunada de ganar el favor de Octavio,
siguió el ejemplo de Antonio. Cuando el ejército romano tomo Alejandría el año 30 a.C., Octavio quedo solo, dueño único del imperio
Romano.

CAP V: EL ORDEN SOCIAL EN ÉPOCA DEL PRINCIPADO


Viejas y Nuevas condiciones
 Establecimiento de la monarquía imperial
 El emperador pasó a ser la cabeza de la pirámide social
 Integración de las provincias en el sistema social romano (concesión de ciudadanía)
 Hay un auge económico, resultado de la urbanización del mundo provincial bajo las favorables condiciones de la Paz Romana,
especialmente en la mitad occidental del imperio, lo que en algunas regiones de éste hizo posible elevar los rendimientos de la
producción, mediante la introducción en ellas de sistemas más rentables de cultivo y dotadas de fuerza de trabajo especializada.
Este auge también se da porque la mayoría de la población estaba ocupada en el sector agrario.
 Se abrieron nuevas fuentes mineras
 En la artesanía, hubo una fabricación en serie con mano de obra especializada
 Se intensificó el comercio entre las distintas partes del imperio. Este sistema económico, finalmente, se completó con la
generalización de la economía monetaria (una sola moneda) por todo el imperio romano, con las actividades inversoras y prácticas
bancarias.
 Nueva fijación de los estamentos senatoriales y ecuestres.
 Creación de la prefectura del pretorio para la superé lite del estamento ecuestre.
 A la cabeza de las legiones y de las provincias imperiales quedaron los senadores
 Los caballeros quedaron encargados gestión económica y financiera del imperio.
 Entre los esclavos y libertos se instituyó una nueva estructura jerárquica con la creación de un influyente grupo de cabeza, el
constituido por los serví y liberti del emperador
 Los estratos superiores estaba constituida por hacendados ricos, grandes empresarios, comerciantes y banqueros.
 Los estratos inferiores, estaban ocupados en gran mayoría por el sector agrario, mientras que los artesanos urbanos y comerciantes
sólo representaban una pequeña minoría.
El emperador:
 Único prínceps del senado y del pueblo, su posición estaba basada en los principios de poder, prestigio y riqueza.
 Disponía de un poder ilimitado
 Tenía la posesión de la tribunicia potestad (podía en cualquier momento hacer uso de la iniciativa legislativa)
 Era portador del imperium proconsulare maius, gobernaba las llamadas provincias senatoriales en colaboración con los funcionarios
nombrados por el senado
 Era el encargado de repartir los cargos tanto en el estamento senatorial como en el de los caballeros.
 Poseía la más alta dignidad en la sociedad, podía en todo momento apelar a la autoridad de su persona y considerarse superior al
resto de los hombres.
 Era el hombre más rico, disponía de las propiedades de la corona imperial, y aparte de esto contaba con su propia res privata, sus
bienes particulares, que incluían en ambos casos tierras, minas y talleres artesanales principalmente.
 Adoptó el título de páter patriae, todo el imperio quedó bajo su protección «paternal» en el sentido de una relación de clientela.
 Se proclamaba también defensor plebis, sosteniendo a la plebe urbana con entregas de cereal y dinero y con el espectáculo de los
juegos.
La Estratificación Social
Capas altas: cuatro son los criterios para pertenecer a la capa alta: ser rico, tener propiedad fundaría, tener los más altos cargos y sobre
todo, ser parte de un estamento privilegiado organizado corporativamente. Sólo aquel que reuniese estos requisitos se integraba
plenamente en los estratos superiores de la sociedad.
Capas bajas: compuestas por libertos ricos, eslavos e imperiales, soldados, los sectores económicos agrario y urbano
Los escalafones más altos de la administración del imperio, así como el mando de los ejércitos y tropas, estaban reservados a los
senadores y caballeros, de igual manera que la administración de las comunidades ciudadanas lo estaban a las elites locales agrupadas
en distintos ordines decurionum.
Todavía más perceptible resulta la diferenciación entre las capas altas y bajas de la población en lo tocante al prestigio social, ya que
eran tratados con especial respeto por parte de los estratos inferiores, como también por el propio estado; pero si un hombre de la capa
inferior ofendía a cualquiera de la capa superior, este quedaba sujeto a todas las severidades como la tortura o a la pena de muerte por
crucifixión.
Sólo a los ciudadanos privilegiados, les correspondía los derechos imprescindibles, según los criterios romanos, para aspirar a un status
elevado. Otra de las diferencias es la condición jurídica del individuo, consistente en si disfrutaba de libertad personal. El sujeto privado
de libertad se hallaba a menudo expuesto a malos tratamientos, no podía elegir libremente su profesión ni su lugar de residencia, sus
posibilidades de hacerse con riqueza personal estaban de antemano muy limitadas, y se hallaba incapacitado para desempeñar funciones
públicas.
El orden senatorial
Las funciones estatales de los senadores eran todas de una misma índole. Ello se debía, por un lado, a la exigencia de una preparación
como jurista, funcionario de la administración y jefe militar, y, por otro, a su privilegio de poder participar en las deliberaciones del
senado y de influir en las decisiones de este órgano. Los hijos de éstos se formaban en la jurisprudencia, la oratoria y el arte de la guerra
fundamentalmente merced a una instrucción puramente privada. Se inculcaba en la mayoría de los miembros del primer estamento un
modo de pensar y actuar uniforme.
La jerarquía interna del estamento senatorial venía dada por la función del rango atribuido a cada uno de los cargos que el senador podía
ocupar. Normalmente, el senador iniciaba a los 18 o 20 años su carrera como vigintivir en Roma, con 25 años alcanzaba formalmente
la condición de miembro del senado en calidad de quaestor, era después o tribunus plebis y a los 30 se convertía en pretor. Con el rango
de pretor, se podían obtener ciertos destinos dentro del ámbito de competencias del senado, y, en especial, el de procónsul en una
provincia senatorial; muchos cargos, no obstante, entre ellos el de jefe de una legión (legatus legionis) y el de gobernador de una
provincia imperial. A los 40 años o, a los 43, el senador podía verse hecho cónsul. Los puestos más importantes en la administración
del imperio eran confiados a senadores de rango consular.
La estructura en órdenes y estratos
La estructura social de la llamada época del Principado es en forma de una pirámide. Puede afirmarse que la sociedad se descomponía
en dos grupos principales: los estratos superiores y los estratos inferiores. En la primera integraban: La capa dirigente, compuesta por
los titulares de los cargos senatoriales más importantes, así como por el grupo de caballeros con empleos más altos, y decuriones sin
rango ecuestre; incluso con sus mujeres e hijos.
Los estratos inferiores estaban integrados por grupos muy heterogéneos de las masas de población de la ciudad y del campo.

CAP VI: LA CRISIS DEL IMPERIO ROMANO Y EL CAMBIO DE LA EXTRUCTURA SOCIAL


La crisis del Imperium Romanum y la sociedad romana
Pasado más de dos decenios, el imperio romano se hallaba inmerso en una guerra defensiva en las fronteras del norte. La crisis tuvo
distintas repercusiones en cada una de las partes del imperio, por ejemplo: Egipto y áfrica permanecieron ampliamente a salvo de las
irrupciones bárbaras, mientras Hispania y Galia fueron las más afectadas.
La crisis fue total. Con Alejandro severo (222-235) y Maximino Trax (235-238) la crisis fueron creciendo cada vez más, tanto en los
ataques de los germanos y de sus aliados a la frontera renano-Danubio, como en la política de expansión del nuevo imperio persas. La
derrota del emperador Docio (249-251) contra los godos, la captura de Valerio por los persas; las irrupciones bárbaras en Germania,
Galia, Hispania, en los países danubianos, el avance germano hacia Italia bajo Aurelio, señalaron para roma los momentos más graves
de la guerra defensiva. Igual de catastrófica era la política interna: *el estado exigía a sus súbditos una entrega absoluta y reglamentaba
brutalmente sus vidas, *luchas por el trono, *continuas usurpaciones, *nacimiento de un poder independiente en las provincias galo-
germanas. También la vida económica del imperio entró en grave crisis (253): *escasez de los medios de subsistencia, *precios altos,*las
minas estaban agotadas, *la fuerza artesanal se redujo, *falta de campesinos para la agricultura (esto se debe a la reducción progresiva
de la fuerza de trabajo), *el comercio se vio interrumpido, particularmente en las provincias fronterizas en guerra, *por las guerras
decayó el número de habitantes, *catástrofes naturales.
“La crisis del imperio romano ah de atribuirse a una convergencia de causas internas y externas: las invasiones bárbaras se produjeron
cuando las debilidades del imperio comenzaron a hacerse más agudas, y lo golpearon con una dureza para la que no estaban debidamente
preparadas las estructuras internas de Roma”.
Alteraciones en los estratos superiores
Ni una sola capa de la sociedad romana quedó sin ser afectada por la crisis. Aunque, la fortuna y el gran prestigio social de los senadores
se mantuvieron incólumes (inafectadas). Las fuentes principales de sus riquezas era la propiedad fundiaria; además, con las guerras
pudieron agrandar sus latifundios mediante la adquisición de las explotaciones medianas y pequeñas, cuyos propietarios habían sido
más duramente castigados que ellos por la guerra. El estamento senatorial, como institución, se mostró como un obstáculo para la
realización de diferentes objetivos de la política del emperador, entonces, fue ampliamente excluido del acontecer político; en su lugar,
aumentó la relevancia del consilium y la burocracia imperiales. De otro lado, los altos cargos de la administración anteriormente
reservada para los senadores, así como los comandos militares, fueron transferidos a otro círculo de personas, a los caballeros. Esto
sucedió bajo el reinado de Cómodo. Tras derrocamiento de Cómodo y de su sucesor Pértinax, el orden senatorial se desintegró en varias
facciones políticas. Los senadores fueron paulatinamente privados de sus cargos más importantes. Como los generales senatoriales no
podían cumplir con la difícil tarea de defensa del imperio; la única solución, estaba en recurrir a los caballeros para los comandos
importantes, personas con más experiencia militar que el senador medio. Por consiguiente, a partir de Marco Aurelio, comenzaron a
acoger en el orden senatorial a oficiales ecuestres meritorios y transferir a ellos los mandos de las legiones y del ejército. Entonces, la
carrera funcional del senador quedó reducida al desempeño de unos pocos cargos civiles inferiores en Roma, al consulado, a la
gobernación de unas provincias sin ejército y algunos departamentos administrativos. Los caballeros venían a constituir la capa superior
más activa, tanto militar como políticamente, y el sostén más firme del estado. En el militar, la pertenencia al ordo equester era a menudo
de hecho hereditaria, ya que los hijos de los centuriones ecuestres se veían incluidos en ese estamento. No fueron solamente los oficiales
y jefes del ejército distinguidos y den rango ecuestre los que en el s. III gozaron de una posición social encumbrada; también los soldados
por debajo del rango de centurión constituían un grupo social bastante unitario, con influencia política, prestigio, privilegios y una
situación económica favorecida.
Alteraciones en los estratos inferiores
También las capas bajas de la población fueron alcanzadas por el proceso de re-estratificación social. Las auténticas víctimas de la crisis
fueron las masas trabajadoras, tanto en el campo como en la ciudad. La población baja fue la más perjudicada por el sistema de impuestos.
Los habitantes de las ciudades y las aldeas se quejaban de este aparato, ya que a veces, los funcionarios y las fuerzas de policía actuaban
violentamente. Por otro lado, bajo las nuevas condiciones económicas la hasta ahora la siempre lucrativa explotación de esclavos y
libertos se mostró no rentable. La esclavitud sin embargo la esclavitud no desapareció. La decadencia de muchas fincas agrícolas en el
curso de la crisis económica del s. III condujo a la concentración de la propiedad fundiaria en pocas manos, y estos a su vez, condujo a
la expansión del sistema de colonato. Se estableció así la forma en la cual un propietario de tierras y un colono habían de cerrar un
contrato; de acuerdo con ello, el propietario arrendaba la correspondiente parcela de tierra por cinco años, al tiempo que el colono se
comprometía al pago anual de una suma de dinero. En el s. III se dio con frecuencia la sujeción de por vida del arrendatario al trozo de
tierra cedido. En vista de la presión fiscal y de las devastaciones, muchos colonos no estaban en condiciones de cumplir con sus
obligaciones financieras anuales, entonces, estos fueron retenidos (a menudo por violencia) en la finca de los hacendados como fuerza
de trabajo barata. De esta forma, surgió en el campo una capa de población pobre y con frecuencia oprimida, estaba sujeta a los estratos
altos de la sociedad según unos mismos criterios.
El cambio de estructura
El orden social tradicional se desintegró y un nuevo orden fue conformándose paulatinamente. El nacimiento noble siguió siendo algo
apreciado por muchos, pero cosas como la lealtad política, la formación jurídica y especialmente los servicios militares ocupaban ahora
un lugar más señalado que antes. Criterios jurídicos clásicos como los derechos de ciudadanía y la libertad perdieron su importancia.
En el nuevo orden social la división de los estratos superiores carecía de homogeneidad y presentaban rasgos contradictorios. Había un
orden senatorial muy acaudalado y prestigioso, si bien ampliamente privado de poder; había un orden ecuestre, cuya capa dirigente se
caracterizaba por su enorme poder; había un decurionado local, que en virtud de su patrimonio y de su prestigio, pertenecía a las capas
altas, pero por las cargas a la que estaban sometidos, acusaba rasgo de grupo social oprimido. Los soldados también se encontraban en
los estratos elevados de la población.
La alta sociedad se desintegró en capas muy diversamente estructuradas, mientras que los estratos inferiores desarrollaron una estructura
cada vez más unitaria. La crisis y las transformaciones sociales operadas (tales como conflictos) de forma muy variada: tuvieron lugar,
de un lado en el seno de las capas altas y, de otro, entre los distintos grupos de los estratos inferiores y los detentadores del poder. Una
característica común unía a estas confrontaciones: el principal enemigo para todos los grupos era el nuevo estrato dominante, que estaba
formado por los oficiales ecuestres y por los funcionarios de la administración, así como por el elemento militar. Esto generó el desarrollo
de conspiraciones contra la monarquía imperial, con el fin de poner en el trono a un emperador del que cabía un retorno al viejo ideal
de gobierno. La plebe de las ciudades, obligada a prestaciones laborales contra su voluntad y sometida al pago de impuestos con una
mínima formación de capital, se amotinó una y otra vez desde finales del s. II. Los colonos endeudados y también los esclavos se daban
a la fuga repetidamente. Estos fugitivos, aunque también las gentes escapadas de las ciudades y los desertores del ejército, se agavillaban
con frecuencia en bandas de salteadores. Pero, todo tipo de resistencia resultaba prácticamente inútil, por el hecho de que la milicia era
el factor de poder decisivo.
En estos siglos también se alteró el concepto de “soberano”: mientras que Augusto había sido el “primero” entre los ciudadanos y el
“padre” del pueblo, a partir de Séptimo Severo el emperador romano reivindicó oficialmente el título de dominus, teniéndose a si por
un “señor” sobre sus súbditos, como lo era un señor cualquiera sobre su esclavo. Desde los Severos exigió regularmente del ejército y
de los municipios una declaración oficial de adhesión a la devoción en cuerpo y alma a su persona; de Aurelio en adelante reclamó
abiertamente y sin rodeos la adoración como dios.
En este contexto, se expande el cristianismo, que estaba en condiciones de explicar las causas de todos los males mediante una teoría
sistémica. El militar, se vinculó específicamente al culto a Mitra (dios solar), que encarnaba el ideal de la soldadesca; los grupos más
amplios de la población, sobre todo en Oriente y África, se adhirieron al cristianismo; los senadores, se entregaron en muchos casos a
la filosofía neoplatónica. En el caso del cristianismo, este fue reprimido con la brutalidad que caracterizaba el nuevo sistema de
dominación.

CAP. VII: LA SOCIEDAD TARDORROMANA


Presupuestos y caracteres generales
La desintegración del imperio romano occidental supuso un corte sólo en el sentido de que con ella se vino abajo el marco político de
la sociedad romana. En cuanto a lo económico, bajo Diocleciano (284-305) y Constantino el Grande (306-337), la situación económica
del imperio conoció una amplia estabilización. Las dificultades económicas aumentaron a escala gigantesca tras el estallido de la nueva
crisis política resultante de la incipiente migración de pueblos bajo la presión de los hunos (375). Esta crisis condujo a corto plazo a la
demoledora derrota de Roma frente a los godos en Adrianópolis (378). Tras la muerte de Teodosio I (379-395), la porción occidental
del imperio se vio inundada de barbaros, con el resultado de que muchas ciudades fueron destruidas o quedaron en gran parte
despobladas. El carácter despótico de la monarquía imperial se hizo aún más evidente en la época tardorromana que en el s. III. Los
emperadores eran tenidos por “soberanos” de la tierra bajo el sol y señores “victoriosos”, por “señores” de todas las cosas humanas;
había un regido ceremonial de corte; la desobediencia al soberano era considerado un crimen y un sacrilegio. Para los paganos el
soberano seguía apareciéndoles como un dios, mientras que los cristianos veían en él a un monarca por la gracia de Dios. El emperador
era también en la visión cristiana el elegido por la summa divinitas, a quien ésta “confiaba el gobierno de todo lo terrenal”.
Desde el inicio de las migraciones bárbaras el estado se sintió cada vez más impotente para proteger a sus súbditos frente al enemigo
exterior, se debilitó simultáneamente con la presión bárbara, siempre en aumento y a una escala inusitada (increíble), y tras la bipartición
del imperio en el año 395 su desintegración se hizo inevitable. Mientras el imperio Romano de Oriente seguía en pie e iba reformando
su paulatinamente su propio sistema de dominio, el imperio Occidental tocaba a su fin en el s. V. Las repetidas incursiones bárbaras, la
momentánea ocupación de la ciudad de Roma primero por los visigodos (410) y después por los vándalos (455), y sobre todo, la
formación de estado territoriales germánicos en suelo romano, como en el norte de África, Hispania y Galia, pusieron con más nitidez
la endeblez (debilidad) de la parte occidental. El final del viejo orden político estuvo marcado aquí por la destitución en el 476 del último
emperador romano en Occidente, Rómulo Augustulo, a manos del je de mercenarios germano Odoacro.
El prestigio social de que podía gozar la persona dependía, ante todo, de la riqueza poseída, pero también de la amplitud de su parcela
de poder.
Estratos superiores
Constantino el Grande, entre 312-326 hizo entrar en el orden senatorial a los caballeros mejor situados y simultáneamente convirtió en
senatoriales los cargos públicos ecuestres más elevados. Esto significaba el fin del orden ecuestre, si bien este no fue suprimido
formalmente; su lugar fue ocupado en el imperio tardorromano en parte por nuevos grupos particulares del orden senatorial, en parte
por funcionarios y oficiales de rango inferior. A esto se añadió la creación de un segundo senado en la recién creada capital
Constantinopla; y a medida que se iban extinguiendo las familias iba llegando “hombres nuevos”. En Cada uno de los grupos de rango
senatorial estaban libres de las cargas e impuestos usuales entre los grandes propietarios urbanos y en las causas penales no sólo quedaban
eximidos de los castigos más duros, como el tormento, sino que eran juzgados por tribunales propios de su estamento; en materia
financiera estaban obligados a pagar un solo impuesto anual sobre la propiedad fundiaria. De acurdo a las diferencias de posesiones,
Constantino llegó a dividir a los senadores en tres categorías por la cuantía de sus contribuciones rusticas. Las formas definitivas de la
nueva jerarquía fueron fijadas mediante una ley de Valentiniano I en 372: el orden senatorial quedó dividido en los tres grupos de rango
de los illustres, epectabiles y clarissimi.
Se creó una marcada separación entre los senadores de Occidente y los de Oriente: los primeros pertenecían al senado de Roma, los
segundos al de Constantinopla. En cuanto a las ciudades, estas estaban en manos del curator (curial), en tanto que supervisor colocado
por el gobierno de las finanzas urbanas. Estos eran responsables en sus respectivas ciudades del aprovisionamiento de cereal, del orden
ciudadano y de las obras públicas, y al revestir las magistraturas habían de costear los juegos públicos. También les tocaba la recaudación
de impuestos sobre las personas y la tierra, y ciertamente bajo la amenaza de severas penas en caso de negligencia (abandono) y la
prescripción de responsabilidad personal por las recaudaciones. [“Las cargas curiales lejos de repartirse con arreglo a la riqueza,
tendían a caer en cada consejo sobre los decuriones más pobres” (Croix)].
Estratos inferiores
Los distintos estratos de los humillores iban unificándose cada vez más, debido a la merma de libertad de las masas rurales y urbanas,
la cual tenía su razón de ser en las ataduras económicas, sociales y políticas contraídas. La esclavitud había perdido su significación
como institución económica y social. Ya había poco diferencia entre “libres” y “no libres”. Por su atadura a la gleba (tierra) los colonos
se consideraban ya a finales del s. IV como “esclavos de la gleba”. Los derechos de propiedad, a los colonos, les fueron arrebatados lo
mismo que a los esclavos: los colonos tenían el derecho de adquirir bienes, pero no el de enajenarlos (vender-transferir), y aquello que
adquirían, jurídicamente hablando, no les pertenecía a ellos, sino a los señores de la tierra.
Entre la plebe urbana y campesina había diferencias, no sólo en cuanto al lugar de residencia y profesión, sino también en lo tocante a
la posición social. La plebe campesina, satisfacía la correspondiente tributación en productos agrarios, estaban obligados al pago de
impuesto sobre la persona, mientras que la plebe urbana, con Diocleciano, estuvo exenta del impuesto personal; las obligaciones de este
estrato consistía en impuestos apartes, como impuesto sobre el patrimonio que los comerciantes habían de pagar cada cinco años en oro.
Los derechos de los colonos consistían, por contraposición a los del esclavo, en la facultad personal de poseer bienes raíces y en la
capacidad legal de contraer matrimonio, de alistarse en el ejército; pero, dadas sus obligaciones y su limitación de movimientos, en la
práctica vivía en una situación de dependencia mayor que la del esclavo. Diocleciano acabó por institucionalizar en el marco de su
reorganización del sistema fiscal la fijación de los colonos a la gleba. Finalmente, ésta ya no dejó de ser desarrollada.

CAP VIII: LA DECADENCI A Y LA CAIDA DEL IMPERIO ROMANO: UNA EXPLICACIÓN (CROIX)
Intensificación del sometimiento y explotación de las clases bajas durante los primeros tres siglos de la era Cristiana
A lo largo de un proceso comenzado en el s. I de la era Cristiana e institucionalizado con formulación legal explicita durante el s. II y
comienzo del III, los derechos jurídicos de las clases más pobres se vieron reducido cada vez más; tal lo es el derecho de ciudadanía
romana, que pasó a tener menos significado, a medida que fueron desarrollando una nueva serie de distinciones sociales y jurídicas. Ya
en el 212, se consideraba que la ciudadanía era una categoría innecesaria, por lo que se puede pensar en el 212 en su desaparición.
El colapso de gran parte del imperio Romano durante los s. V, VI y VII
Con el asesinato de Severo Alejandro en 235, le siguieron 50 años de desastre, ya que surgió: una serie de guerras civiles entre los
pretendientes rivales a la dignidad imperial, invasiones bárbaras, y una epidemia que estalló en 251. El imperio no logró un largo periodo
hasta el 324, con la victoria de Constantino sobre Licinio y su casa. Las guerras civiles del s. III y IV, como las del I y II, fueron
efectuadas siempre entre los diversos pretendientes y sus ejércitos, es decir, constituyeron primordialmente intentos de individuos y de
facciones de la clase gobernante por conseguir o mantener el control del poder supremo del imperio. Además de esto, se daban
innumerables guerras a lo largo de todas las fronteras y aún más allá de ellas, no sólo contra bárbaros como los germanos y los sármatas
del norte, y en el s. V también contra los huno, así como contra los nómadas del desierto que solían atacar a Egipto, Cirenaica y las
demás provincias del norte de África, también contra los persas, que se convirtieron en una amenaza grave durante el periodo sasánida
a partir de 224. Se gastaron grandes recursos para mantener el ejército en tiempos de guerras. Para abastecer al ejército, Diocleciano
empieza una reforma total del sistema de impuestos, que resultaba más eficaz a la hora de sacar de la población trabajadora los mayores
recursos que se necesitaran para que el gobierno pudiera sostener su máquina militar y administrativa. El funcionariado civil no sólo
extraía un excedente de la población trabajadora, sino que se apropiaba también de una cantidad mucho mayor de lo que podría parecer
dado su número relativamente pequeño. Estos, por muy necesarias que fueran para mantener incólume (salvo) el sistema, ayudaron a
hacer estallar el imperio, pues los aumentos del ejército y del funcionariado civil supusieron la extracción de un excedente aún mayor
de un campesinado que se hallaba ya sobrecargado. Constantino añadió dos impuestos nuevos: uno a los senadores, el follis o collatio
glebalis y el otro, la collatio lustralis o chrysargyron (sobre los negociadores).
Con la adopción del cristianismo como religión oficial del mundo grecorromano, realizada por Constantino y sus sucesores, la economía
tuvo que soportar un cuerpo cada vez más numeroso de clérigos, monjes y monjas. Los ingresos de la iglesia procedían en gran parte de
las dotaciones (servicios) hechas por benefactores, pero también de las contribuciones que hacía el estado y las ofrenda de los creyentes.
En este contexto, la existencia de distintas religiones creó disputas, no sólo dentro del imperio bizantino, sino entre Roma y
Constantinopla. Por más que el estado tratara de proteger al campesinado, por el hecho de que los funcionarios más importantes, en los
que se veía obligado a apoyarse para llevar a la práctica sus órdenes, hacían exacciones ilegales. Aunque los gobernante rara vez tenían
interés por los pobres, pero a veces se daban cuenta de que era necesario conceder a algunos de ellos cierta protección, ya fuera para
evitar que se arruinaran completamente y que se convirtieran así en unos impositores sin utilidad, o bien para conservarlos como reclutas
para el ejército. Sin embargo, los emperadores no tenían más opción que actuar a través de los funcionarios, los miembros de la clase
explotadora.
Según Croix, los hombres verdaderamente ricos, que habían credo deliberadamente ese sistema en su propio beneficio, exprimieron
hasta agotarla la savia de su mundo y destruyeron de ese modo la civilización grecorromana en una gran parte del imperio: en Britania,
Galia, Hispania y el norte de África durante el s. V; en gran parte de Italia y los Balcanes en el VI; y en VII, en Egipto, Siria y
Mesopotamia. Las causas de la decadencia fueron sobre todo económicas y sociales. Las cargas del mantenimiento de la maquinaria
militar y burocrática imperial, así como la iglesia, junto con la clase ociosa, recaían especialmente sobre el campesinado. Estos últimos,
rara vez fueron capaces de rebelarse, y nunca lo hicieron con éxito: la maquina militar velaba por ello. Esto ocasionó que muchos pasaran
al bando de los invasores bárbaros.

CAP XXI: LA CRISIS DEL IMPERIO ROMANO EN EL S. III d.C (ROSTONSEF)


El reinado del emperador Cómodo (180-192), hijo de Marco Aurelio, cierra el periodo del despotismo ilustrado y comienza una nueva
era de matanzas y miseria, cuya característica principal es el poder que posee el ejército para decidir a su antojo el destino del estado.
Como en el año 69´, “el año de los cuatro emperadores”, el éxito de la conspiración llevó a la guerra civil. Los ejércitos provinciales
aprovecharon la muerte de Cómodo para elevar al trono a sus favoritos. El senado eligió a M. Helvio Pértinax para ocupar el trono
vacante, pero éste pronto fue asesinado. Pronto se vendió el trono a un emperador rico, Didio Juliano. Entonces, Séptimo Severo
(comandante del ejército de Pannonia, en el Danubio) se adentró en Roma adelantándose a sus rivales Clodio Albino Pescennio Niger,
que comandaban ejércitos en Britania y Siria; y venciéndolos tomó el poder. Después saldó sus cuentas con todos los que no estaban de
su parte en Roma o en Italia y las provincias, condenándolos a muerte y confiscando todos sus bienes. Llegando a ser el gobernante
indiscutido del imperio. Con sus actos, trazó las líneas de la evolución futura, que despojaría a la clase senatorial de los comandos del
ejército y de los gobiernos provinciales para sustituir por oficiales del ejército. Después de su muerte en el 211, toma el poder su hijo
Caracalla, pero muere seis años más tarde en una guerra contra los partos. Entonces el ejército proclamó a Macrino (comandante de la
guardia pretoriana) como sucesor, quien intentó deshacer el poder del ejército y mermar su paga, pero Julia Mesa (hermana de la esposa
de Séptimo Severo) con sus hijas Soemias y Mamea, ganó el favor de una parte del ejército sirio y con su ayuda derrotó a Macrino.
Entonces, elevaron al trono al hijo de Soemias, Elagábal. Éste como era religioso, introdujo en Roma los modales y costumbre de su
teocracia asiria. Esto provocó en el seno de la clase media y superior repugnancia y horror. Por ello, Elagábal fue asesinado y pusieron
Alexiano, que como emperador tomó el nombre de Severo Alejandro, pero este fue asesinado por sus soldados en el año 235. La muerte
de Alejandro fue seguida por un colapso total. El imperio se convirtió en instrumento de los soldados. Los diferentes ejércitos
proclamaban emperadores a sus comandantes. Entre los años 235 y 282 hubo veintiséis emperadores y sólo uno de ellos murió de muerte
natural. Tal situación interna no era precisamente la más adecuada para que el estado alcanzara victoria sobre enemigos extranjeros. La
frontera fue invadida en casi todos sus puntos. Se formó una fuerte alianza de tribus germanas, con el plan de apoderarse de las provincias
romanas de Europa; los sajones saqueaban las costas de Britania y de Galia; la Galia estaba amenazada por los francos, en el centro, y
por los alemanes en el sur; los marco-manos alarmaban a las provincias del Danubio. Un poderoso reino de godos y sármatas que habían
surgido en el sur de Rusia avanzaban sobre el curso inferior del Danubio. Por último, la dinastía sasánida de Persia.
Cuánto más se agravaba la situación del imperio, más pujante era la presión de los bárbaros en las fronteras. Claudio, apodado Gótico,
reinó del 268 al 270, e infringió una decisiva derrota a los godos. Su sucesor, Aureliano, reinó durante cinco años. Este no sólo defendió
a las provincias del Danubio e Italia contra los germanos, sino que restableció la unidad del imperio mediante un ejército que
momentáneamente unió con férrea disciplina. Después de éste, gobernaron Probo (276-282), Caro y su hijo Carino. Después de la muerte
se Caro el ejército proclamó emperador a Gayo Valerio Aurelio Diocleciano en el año 284.
Los emperadores nombrados por el ejército precisaban de dinero más que otra cosa para triunfar en los conflictos políticos. El único
medio de conseguirlo era aumentar los impuestos, en especial los que pagaban los propietarios de tierra. Los impuestos se elevaron
constantemente en el s. III, y los que estaban a cargo de las ciudades era los que tenían que encargarse. Sobre ellos recaía la obligación
del pago de impuestos.

CAP XXII: LAS REFORMAS DE DIOCLECIANO Y DE CONSTANTINO: EL DESPOTISMO MILITAR DE ORIENTE


La actividad de Diocleciano se dirigió hacia tres objetivos: reforzar el poder del gobernante, reformar los métodos de gobierno y renovar
el ejército. En el s. III todos los emperadores monarcas absoluto; había desaparecido todo rastro de gobierno constitucional; el senado
había descendido a la categoría de consejo municipal de la capital; sólo el ejército, junto al emperador ocupaba la escena en la vida
pública y el emperador continuamente amenazando de abdicación (despido) y muerte, tenía que seguir, a menudo, los dictados de sus
soldados. Pero la insolencia de los soldados fue domada, en cierta medida, por Diocleciano, mediante algunas disposiciones dinásticas,
militares y administrativas. Como era difícil de mantener la unicidad del imperio, varias provincias habían tratado de desprenderse del
estado y hacerse independientes y ser gobernadas por emperadores locales; porque reconocían que un gobernante único no podía
defender la totalidad del imperio ni poner el orden en todo el territorio. Entonces, Diocleciano planeó un sistema por el cual se dividía
el imperio y el poder imperial sin sacrificar la integridad del estado. Transfirió su autoridad sobre la parte occidental del imperio a un
gobernante que él mismo eligió, Valerio Máximo, uno de sus generales. Para asegurar la sucesión cada uno de ellos adoptó a un jefe
militar, capaz de gobernar y proteger al estado. Los hijos adoptivos recibieron el nombre de Caesar y debían suceder a los gobernantes
en caso de muerte o de incapacidad. El imperio se dividió entre los cuatro dirigentes. Cada uno de ellos tenía su propia capital, su propio
ejército, su propio organismo ejecutivo y un jefe ayudante en la persona de un prefecto del pretorio.
El emperador ya no era únicamente uno más, de una vez para siempre, se convirtió en “señor y dios”. La defensa militar del imperio se
convirtió en el asunto de mayor importancia del gobernante y todo lo demás pasaba a segundo término. Con esta finalidad, el ejército
se reformó; los soldados de Diocleciano y de sus sucesores procedían definitivamente de los pueblos más atrasados del imperio. Las
mejores tropas y las más aptas para el servicio solían ser bárbaros mercenarios contratados por Roma que acampaban cerca de las
capitales de los gobernantes, los dos Augustos y los dos Césares. Esa fuerza tenía su origen en la guardia pretoriana y era, en realidad,
una guardia personal. Las guardias y la fuerza expedicionaria no tardaron en empobrecer al antiguo ejército provincial. Este último se
convirtió en una guarnición, compuesta de colonos con una obligación hereditaria de servicio militar; se les llamaba ripenses y más
tarde, limitanei. Su obligación principal era vigilar las fronteras; en la guerra pasaban a segundo plano. Las tribus también
proporcionaban hombres para el ejército, cuyo trabajo se pagaba. Los mejores soldados se reclutaban entre los germanos. Caracalla en
el 212 extendió la ciudadanía a todos, por lo que todos tenían la obligación de prestar servicio militar al estado. Además, esta ley permitía
imponer un nuevo impuesto a sus súbditos: los que aludían el servicio militar, pagaban un impuesto a sus súbditos. Para facilitar la
recaudación de impuestos el imperio se dividió en 101 provincias. Todo esto aumentó los gastos del estado, y todo el peso de estas
cargas recayó sobre la espalda del pueblo. Los tributos estaban a cargo de los decuriones.
Las disposiciones de Diocleciano fracasaron aún antes de que murieran; después de su abdicación, alcanzó a ver una repetición de la
guerra civil entre los Augustos y los Césares que él mismo había nombrado. Constantino fue el vencedor en esa guerra, éste abandonó
la idea de que el emperador era el magistrado supremo del pueblo romano. El trono se hizo hereditario en la familia de Constantino. La
dinastía se apoyaba en la lealtad del ejército por una parte y en la religión, por otra parte. Constantino hizo una tentativa para crear una
única religión del estado y, al mismo tiempo, extraer de ella un fundamento para la autoridad imperial. Su intento se vio coronado por
el éxito.

CAP XXIII: LAS TENDENCIAS RELIGIOSAS DEL IMPERIO DURANTE LOS TRES PRIMEROS SIGLOS
El judaísmo y el cristianismo, que apenas comenzaban a tomar forma regular y a conseguir prosélitos (seguidores) en los primeros
tiempos del imperio, se vieron favorecidas por las condiciones de vida propias de un estado mundial. Junto con los comerciantes y
artesanos de Oriente, esas creencias entraron en casi todos los centros comerciales, en especial en los puertos, y allí formaban sociedades
religiosas exclusivas. Los primeros emperadores prestaron poca atención a la religión, con tal de que no fuera hostil (opuesto) a su propia
supremacía. También con el reclutamiento del ejército de soldados de todas partes, traían consigo sus religiones.
En esos turbios momentos del s. III, el estado estaba lejos de ignorar los movimientos religiosos de la época. En su búsqueda de medios
para ligar al ejército a sus personas, los emperadores procuraban utilizar en beneficio propio las fuerzas ciegas del favor religioso y
encontrar un nexo sólido entre el ejército y el trono. Entre las muchas sociedades religiosas de origen oriental, hubo una que, poco a
poco, fue adquiriendo la supremacía. Era la Iglesia Cristina; que comenzó humildemente con un grupo de discípulos que habían conocido
y recordaban la vida terrenal de Cristo. El apóstol Pablo cambió esa agrupación en una liga de sociedades bien organizadas que se
hallaban dispersas por todo oriente y que logró penetrar incluso en Italia. A partir de las enseñanzas de Cristo, Pablo forjó todo lo que
era indispensable para una iglesia con una misión de alcance mundial; echó los cimientos de la teología, la moral y la escatología
cristiana y, lo que es más importante, asentó sobre sólidas bases la Iglesia universal católica. Las comunidades cristianas pronto
encontraron en conflicto con el poder civil, y entonces, se desencadenaron una serie de persecuciones religiosas. A medida que pasaba
el tiempo, la cristiandad se puso frente al gobierno a consecuencias de la actitud tomada por las autoridades. En el s. II y comienzos del
III presenciaron un lento desarrollo de la nueva religión. El estado no la reconocía, pero tampoco la persiguió en forma sistémica. El s.
III, época de convulsiones religiosas y políticas, señala una crisis en su evolución. Los emperadores Maximino, Decio y Valeriano
abandonaron la actitud de casi completa tolerancia y declararon la guerra abierta contra los cristianos. Continuamente, no sólo
persiguieron a los individuos en particular, sino a toda la sociedad cristiana en la persona de sus jefes y dirigentes. Muchos creyentes
cayeron mártires (victimas) de su fe durante esa persecución, pero la iglesia no quedó destruida.
Diocleciano trató de obligar a la iglesia cristiana, mediante una persecución sistémica, a someterse al estado, como lo habían hecho las
demás fuerzas sociales del imperio, y a confundir su identidad con la del estado. Los cristianos sufrieron grandes pérdidas, pero el estado
perdió la batalla.

CAP XXIV: LA DECADENCIA DE LA CIVILIZACIÓN ANTIGUA


Después de Diocleciano y de Constantino, el imperio Romano continuó existiendo por muchos siglos. Pero ahora se dividía en dos
partes: el imperio de Occidente, con Roma por capital, y el imperio de Oriente, llamado “Bizantino”, porque su capital Constantinopla,
fue fundada por Constantino en el emplazamiento de la antigua Bizancio. Las características principales de la vida de este nuevo imperio
se pueden describir del siguiente modo. El imperio de Occidente se fue desintegrando en sus partes constitutivas, es decir Italia y las
antiguas provincias, y esas partes fueron gobernadas, con el tiempo, por los jefes de las diferentes tribus germánicas que se habían
apoderado de esta o aquella parte del mundo romano. En el imperio de Oriente, el proceso de disolución es mucho más lento y las viejas
tradiciones se conservan con más tenacidad (firmeza). El centro de gravedad del imperio de Oriente se desplaza a la península balcánica
al Asia Menor. Al mismo tiempo, los países que habían sido otrora (antiguamente) los principales centros de la vida civilizada y política
van decayendo poco a poco y el lugar que dejan vacío es ocupado por regiones de Asia y Europa. Otras regiones de Asia y Europa
fueron cobrando importancia decisiva en la historia de la humanidad. Esos países eran el norte de Alemania, el norte de Francia, Gran
Bretaña, los países escandinavos y el centro y norte de Rusia, todos ellos en Europa; Persia, bajo la dinastía sasánida, y los mongoles,
en Asia.
*Las viejas instituciones son reemplazadas por condiciones absolutamente primitivas. En la esfera social, económica e intelectual, hay
una regresión ininterrumpida hacia la barbarie. Es de especial interés un rasgo característico de la situación económica: el cambio
completo de los métodos agrícolas a través del imperio. El cultivo científico se hunde cada vez más, en rutinas más primitivas. A lo
largo y ancho de todo el Imperio, el campo queda en manos del pequeño campesino.
*La decadencia de la industria y del comercio detuvo la marcha de los campesinos hacia las ciudades, y hubo un éxodo de mano de obra
hacia lugares situados fuera del imperio. Las clases laboriosas iban desapareciendo tan rápidamente como las clases superiores y los
vacíos se iban llenando con recién llegados y extranjeros: bárbaros del otro lado del Rin y del Danubio, germanos e iranios, reforzados
más tarde por eslavos.
En el s. IV todavía se erigían esplendidos edificios en Roma, pero en el s. siguiente se inició un proceso gradual de decadencia. La nueva
capital, Bizancio, se convirtió en una capital mundial, pletórica (llena) de lujo y adornada con una imponente y maravillosa arquitectura,
en especial palacios e iglesias. En el trascurso del tiempo, las figuras centrales de la religión cristiana y de su culto, Cristo y la Madre
de Dios, hallaron su expresión típica en formas en que un nuevo impulso artístico y un sentimiento religioso fresco y profundo iluminan
la vieja técnica.

RAMÓN TEJA: HISTORIA DEL CRISTIANISMO


CAP VI: EL CRISTIANISMO Y EL IMPERIO ROMANO
El encuentro del Cristianismo con Roma
Las primeras noticias con las que se cuenta del encuentro de la nueva religión con el poder romano datan del 49 y se sitúan en la propia
capital, durante el reinado de Claudio. Suetonio dice que este año Claudio expulsó de Roma a los judíos, pero en realidad, se trataría de
una medida de orden público para frenar los disturbios que la predicación cristiana provocaba entre los judíos de la capital y las victimas
de estas medidas serían los judíos y los cristianos de forma indiscriminada. En el 64 aparece la llamada “persecución” de Nerón que
afectó exclusivamente a los cristianos. Éste, para acallar los rumores que corrían de que él fue el culpable del gran incendio que se desató
en Roma (en el 64), Nerón presentó como culpables al “pueblo denominado cristiano”. Los escritores cristianos posteriores lo
considerarán como la “primera persecución” y harán de Nerón el perseguidor por antonomasia (por excelencia) y la encarnación del
anticristo. Autores cristianos presentaron a Domiciano como el segundo emperador perseguidor de los cristianos, pero según Teja, no
hay fundamentos para hablar de una persecución decretada por Domiciano, ya que sus víctimas, no sólo cristianos, lo fueron de su
política marcada por la obsesión por afirmar su autoridad ante supuestos o reales complots contra su persona. A pesar, esto contribuyó
a enfrentar a los cristianos con el problema del culto al emperador, al que fueron reacios desde el principio, al igual que los judíos.
Un gobernador llamado Plinio el Joven, durante al reinado de Trajano, consulta a este emperador acerca de si “¿se debe castigar al
nombre de cristiano en sí mismo, aunque no haya cometido delitos, o bien los delitos que acompañan al nombre?”. El emperador le
contesta diciendo: no hay regla general al respecto, salvo que los cristianos no deben ser buscados y no deben ser aceptadas denuncias
anónimas. En el caso de que haya una denuncia en regla y se confirme, se debe castigar a los que se afirmen en su fe. Hacia el 126, el
emperador Adriano, reafirmó la postura de su predecesor pero con alguna garantía mayor para los acusados al tomar nuevas precauciones
frente al odio popular: no deben ser atendidos los clamores populares, las acusaciones deben ser individuales y, si se manifiestan
infundadas, el condenado debe ser el acusador.
La hostilidad social hacia los cristianos
Los romanos tenían profundamente arraigado la idea de que la única religión válida era aquella reconocida por el estado. Para las clases
dirigente romanas sólo los cultos oficiales merecían el nombre de religió, la forma de relacionarse la sociedad y el estado con la
divinidad, las demás religiones eran consideradas superstitio (superstición (brujería)). Los cristianos eran considerados como algo
irracional y potencialmente peligroso. Peligroso, por el exclusivismo cristiano, en cuanto producto de un fanatismo irracional. Los
intelectuales y las masas populares estaban convencido de que esta superstición iba acompañada de la comisión de delitos. Otro peligro
que presentaba era que el cristianismo era una religión individual, que aseguraba la salvación individual, no la comunitaria como era el
caso de la religión greco-romana.
En tiempo de los Severos hay una gran expansión del cristianismo incluso en los niveles más altos de la sociedad y en el seno de la
misma familia imperial. En época de los Severos (193-235) el cristianismo es ya una religión claramente separada del judaísmo, dotada
de una sólida estructura interna centrada en la figura del obispo, con un culto, una liturgia y un sistema de creencias bien definidos. Los
cristianos, aunque aún no están legalmente reconocidos, en la práctica están autorizados a ejercer su culto sin obstáculos. Pero esta
situación cambiará bruscamente en el 249 con la llegada al poder del emperador Docio y el cristianismo pasará, de ser un problema de
orden público, a ser un problema político y religioso.
La literatura cristiana de la época de los Mártires: Actas y Pasiones y el Debate de los Apologetas
En el s. II el cristianismo conoció el nacimiento y desarrollo de una nueva literatura cristiana. Una literatura muy diferente de la
conservada en el Nuevo Testamento y en los llamados Padres Apostólicos y de la que surgió en los debates contra las herejías en el seno
de las comunidades cristianas. Las dos manifestaciones más relevantes son la literatura martirial y la literatura apologética.
*Literatura martirial: nació del deseo de dejar testimonio de las luchas heroicas de los mártires por fidelidad a su fe. Se desarrolló en
dos géneros literarios diferentes: las llamadas Actas de los Mártires y las Pasiones o Martyria. El termino acta, significa la transcripción
fiel de los procesos judiciales que eran sometidos algunos cristianos ante los tribunales de las autoridades romanas. Las Pasiones, son
narraciones de las torturas y muertes sufridas por algunos mártires, redactados por testigos oculares o por personas con información de
primera mano. Para la historiografía moderna, la mayor parte de estos documentos son recreaciones posteriores redactadas para estimular
la piedad de los fieles cristianos, por lo que hay que calificarlas como leyendas. Entre las obras más antiguas y auténticas hay que situar
al Martirio de Policarpo, obispo de Esmirna (entre el 156-157). También, la narración de los Mártires de Lyon del 177.
Las actas sirvieron también para desarrollar el culto a los mártires, pues se considerada que éstos estaban dotados de una influencia
especial ante Dios.
*Literatura apologética: es muestra de la penetración que el cristianismo fue alcanzando ya en el s. II entre las clases más cultas de la
sociedad. Esta literatura se inició con Cuadrato y Arístides, en la época de Adriano. Estas obras tienen en común intentar responder a
las acusaciones por parte de los paganos de ateísmo, y presentar al cristianismo como la religión y la filosofía más adecuada del momento,
garantes de felicidad y bienestar del imperio. Las bases de la filosofía cristiana las da la llamada escuela catequética de Alejandría, con
Clemente de Alejandría y Orígenes. El objetivo inmediato era establecer las bases de una moral cristiana en medio de la sociedad pagana,
sin renunciar a los ideales cristianos, y dar respuesta a problemas como la vida sexual o la riqueza.
Las persecuciones de Docio y Valeriano
Como el imperio estaba en crisis, Decio se propuso restaurar la unidad y la cohesión del imperio mediante la vuelta a los viejos principios
y costumbres que habían marcado la grandeza de Roma. La unidad religiosa en torno a los dioses del panteón romano y del culto imperial
fue considerada un elemento fundamental de esta política y el cristianismo representaba un obstáculo fundamental para alcanzar estos
objetivos. En el 250 Decio promulgó un edicto por el que se ordenaba a todos los habitantes del imperio a realizar un sacrificio público
a los dioses y al emperador. El emperador pretendía debilitar internamente al cristianismo, más que provocar una persecución con
derramamiento de sangre. Se establecía que cada ciudad se realizase estos ritos públicos bajo la vigilancia estrecha de las autoridades
provinciales y locales. A aquellos que cumplían con este deber “cívico-religiosa” se les expedía un certificado para que no volviesen a
ser molestados. En muchas ocasiones el rechazo trajo consigo torturas, cárcel, destierros y en algunos casos la muerte, se aplicó con
rigor a los jefes de las comunidades. Muchos habían obviado la obligación sobornando a las autoridades que debían emitir los certificados
o mediante influencia o amistad. El delito más grave, para los cristianos, era el de aquellos que habían ofrecido formalmente el sacrificio
a los dioses y al emperador.
Una nueva persecución se desencadenó en el reinado de Valeriano. Este intentó acabar con la iglesia descabezando a sus líderes y a los
elementos cristianos más influyentes de la sociedad. El primer edicto (257), obligaba a sacrificar a los dioses todos los clérigos cristianos
y prohibía, bajo pena de muerte, la celebración de cultos. Un segundo edicto del año siguiente endurecía las penas condenado a muerte
no sólo los miembros del clero que rehusasen sacrificar, sino también a los cristianos pertenecientes al orden ecuestre y senatorial. Pero
su persecución fue de corta duración. Su sucesor, Galieno (su hijo) público un edicto de tolerancia para los cristianos con el que no solo
se ponía fin a las persecuciones, sino que se ordenaba restituir a la iglesia todos los bienes y lugares de culto incautado.
De la “pequeña paz” de la Iglesia a la “gran persecución” de Diocleciano
A finales del s. III la iglesia era ya una institución plenamente consolidada y había penetrado en todos los estratos sociales, incluida la
familia imperial. Pero esta situación iba a cambiar pronto, debido a los graves problemas políticos y económicos, que se había ido
agravando con Diocleciano (en el poder desde 284), que creó la tetrarquía. Sin romper la unidad del imperio, cuatro emperadores
compartían el poder, dos en Oriente y dos en Occidente.
Diocleciano instaura un absolutismo teocrático, abandonando la ficción del título de prínceps, para adoptar los de Dominus et Deus. En
el 303 se decretó la persecución general. En este año se sucedieron cuatro edictos contra los cristianos. El primero intentó debilitar la
nueva religión mediante la destrucción o confiscación de sus edificios de culto, sus libros sagrados y la prohibición de las asambleas
cultuales. Nicomedia, la capital de Oriente, fue incendiada, y la culpa cayó nuevamente sobre los cristianos. Esto, hizo que se dictase
un segundo edicto que iba dirigido contra los clérigos cristianos. El tercero permitía someter a tortura a los cristianos que no abjurasen
de su fe. Finalmente, en el 304 se publicó un cuarto edicto, en el que se obligaba a todos los súbditos del imperio a ofrecer sacrificios
en honor de los dioses romanos.
Con todo, la aplicación de los edictos fue desigual en las diversas partes del imperio: mucho más dura en Oriente, donde el cristianismo
estaba más extendido y durará hasta 311, y mucho más suave y breve en Occidente. La persecución en Oriente cesó de manera legal en
el 311. Galerio, gravemente enfermo, publicó antes de morir un edicto de tolerancia por el que se permitía a los cristianos ejercer
libremente su religión y la restitución de los bienes confiscado. Pero tras la muerte de Galerio, por cuestiones de política interna y
rivalidades entre los diversos emperadores, la persecución fue reanudada por Maximiano Daya, hasta 313. Por el contrario, el resultado
de las guerras civiles en Occidente sirvió para consolidar la paz de la iglesia. En el 312 Constantino (hijo del emperador Cloro), vencía
en Roma en la batalla del Puente Milvio a Majencio, que gobernaba en Italia y África, reconocía al dios de los cristianos como
dispensador de su victoria, y obligaba a su colega de Oriente, Licinio, a ratificar formalmente las medidas de tolerancia hacia los
cristianos en el llamado edicto de Milán del 313. Con Constantino, el cristianismo pasará de ser religión perseguida a ser privilegiada y
favorecida por el poder imperial.

DE LA PERSECUCION AL TRIUNFO DE LA IGLESIA: OBISPOS E INSTITUCIONES. (RAMON TEJA).


En el año 325, como acto de clausura del concilio ecuménico de Nicea, el emperador Constantino organizo en el palacio imperial un
gran banquete coincidiendo con la celebración de las Vecennales, sus veinte años de reinado, al que invito a los más de 300 obispos que
habían participado en el concilio. Dicho tema ha preocupado y obsesionado a los cristianos desde mucho tiempo y los historiadores
tratan de explicar, interpretar y describir este hecho. En la época de la reforma Luterana se generalizo una explicación demasiado
simplista. En donde, sé que el mensaje evangélico se habría mantenido en la pureza original y los cristianos estaban dispuestos a dar la
vida por la fe, habría sucedido la llamada «iglesia Constantina» corrupta y mundana que se había perpetuado durante la Edad Media
hasta su época. Por ello Vives, dice que Constantino, al poner la religión cristiana al servicio de su política y calmar de honores y
privilegios a los ministros de la nueva religión, los obispos, habría actuado no como un verdadero y sincero cristiano, sino como un
instrumento del diablo.
La brillante y apasionada exposición de vives simplifica de una manera extrema un proceso histórico de una enorme complejidad: ni la
llamada «iglesia de los mártires», fue unos modelos de cumplimiento de los ideales evangélicos, ni Constantino fue el único responsable
de trasformar a la iglesia en una institución mundana. Pero, como todas las simplificaciones históricas, ha gozado de una enorme difusión
y popularidad, en especial gracias a los novelistas del s.XIX y a las llamadas películas romanas del s.XX. Los románticos del s.XIX
creemos que parten de un planteamiento histórico profundamente erróneo: consideran la acción de Constantino el inicio de una época,
mientras que fue más bien, en cierta medida, la culminación de un largo proceso histórico en la evolución del cristianismo iniciado
mucho antes.
Son muchas las fuentes que reflejan que ya a mediados del s.III, cuando se produce la primera persecución de un emperador romano
contra los cristianos, la de Decio del 250, el episcopado era en la mayor parte del Imperio, y en especial, en las ciudades más importante
una institución que había asimilado y se había configurado sobre el modelo de las instituciones políticas greco-romanas del momento.
Pablo de Samosata es el primer caso que conocemos que compatibilizo su condición de obispo cola de alto funcionario de la
administración imperial, procurador ducenarius, el segundo rango más importante dentro de los procuratorales del orden ecuestre. En
el 268 un concilio de obispos orientales le condeno por sus errores teológicos pero el concilio aprovecho también la condena para
denigrarle por su conducta moral. Las acusaciones contra Pablo de Samosata, aunque sean ciertas, son una buena muestra de las luchas
por el poder que se producían ya dentro de la iglesia y que daban lugar a acusaciones que rezumen en muchas ocasiones odio profundo
entre diversos candidatos al episcopado y las partes enfrentadas.
Otro ejemplo claro de odio teológico se manifiesta en los documentos que se nos han conservado sobre el cisma que se produjo en Roma
recién terminada la persecución de Decio entre dos candidatos rivales a la sede episcopal de la Capital del Imperio. En 251 fue elegido
obispo Cornelio frente a Noviciano, el preisbitero más ilustre y culto de Roma, que encabezo una facción opuesta haciéndose nombrar
también obispo. Es por ello que Cornelio se esfuerza especialmente de calificar de ilegitimo la elección episcopal de Noviciano que dice
que fue llevado a cabo por tres obispos italianos «hombres muy rústicos y simples» a los que hizo traer a Roma engañados y que «a la
hora decima cuando ya se encontraban ebrios y cargados por el vino, les obligo por la fuerza a que mediante una disposición de mano
simulada y vana, le confiesen el episcopado». A mediados del s.III el cargo de obispo era altamente apetecido en el seno de las
comunidades cristianas y que el ser rechazado creaba resentimientos similares a los provocados en las elecciones civiles dando lugar a
stasis, rebeliones y divisiones que en el lenguaje eclesiástico serán denominadas "cismas". El proceso de integración de la iglesia de la
sociedad del s.III no afectaba solo a las formas de vida, mentalidad y costumbres de sus líderes, los obispos, sino también las instituciones
se habían configurado, siguiendo el modelo de las instituciones helenístico-romanas. La iglesia de Roma había adoptado ya para su
funcionamiento no solo las instituciones políticas romanas, sino también el propio vocabulario en que estas se reflejan. Se nos describe
en la carta de una reunión del presbyterium de la iglesia de Roma como si fuese una sesión del senado.
Las acusaciones a pablo de Samosata del que hemos tratado anteriormente creemos que constituye un caso extremo de la profunda
integración que la iglesia había alcanzado en la sociedad romana y hasta qué punto la figura del obispo se había adecuado a la de los
altos magistrados y funcionarios civiles. Un estudioso moderno de la figura de pablo de Samosato, Norris, que rechazaba como nosotros
la hipótesis de Millar, resalta que la carta sinodal contiene una serie de términos y de relaciones de poder que son raros en la literatura
cristiana pre constantiniana, a pesar, dice de los grandes avances que se habían producido ya en las institucionalización del episcopado
monárquico. En sus denuncias de la jerarquía eclesiástico de su época, Orígenes menciona también como un vicio muy extendido el
afán de muchos obispos por ser sucedidos por sus hijos o parientes. El obispado era ya concebido por muchos como una prerrogativa y
un privilegio que se podia transmitir por vía hereditaria como un status civil, las magistraturas, o los sacerdotes paganos. En la primitiva
iglesia de Jerusalén tenemos constancia de que la jefatura de la comunidad judeo-cristiana- seria impropio hablar de obispos- se mantuvo
al menos hasta la época de Trajano en miembros de la familia de Jesús, empezando por el primero de ellos, Santiago, «el hermano del
señor».
El episcopado monárquico desde que se consolido como institución fundamental de la iglesia a lo largo del s. II tuvo carácter vitalicio
y, con mucha frecuencia, también hereditario. Vemos, pues, como el principio y la costumbre del control del control del episcopal dentro
de determinadas familias debió estar ampliamente extendido desde el s. II. Pero habrá que esperar al s. III para que en la pluma y
predicación de Orígenes esta práctica sea condenada como una corrupción en el seno de la iglesia adquiriendo el significado peyorativo
que en tiempos posteriores tendrá el término «nepotismo» (favor). Ello se explica porque en el s. III el ejercicio del poder eclesiástico
comportaba ya importante privilegios sociales y económicos, como hemos visto anteriormente, lo que desataba la lucha por el poder y
los cismas entre comunidades.
Por último, los obispos que se reunieron con el emperador en el concilio de Nicea podían pensar efectivamente que se estaba instaurando
el reinado de Cristo en la tierra; ya que para los cristianos de siglos anteriores será impensado la idea de un emperador y un imperio
cristiano. Pero el gran mérito y visión histórica de Constantino fue el comprender que los obispos y la iglesia cristiana habían alcanzado
un grado tan alto de integración en la sociedad de la época y compartían en tal manera sus ideales que podían constituir la clave de la
bóveda de la nueva concepción del estado romano que quería implantar. Con Constantino se inició una concepción de la Iglesia Y el
Imperio segun el cual la iglesia no es una institución separada del Estado, sino que constituye un elemento de una sociedad cristiana en
el marco de un único imperio al cual en frente estaba un Emperador elegido por Dios, y representante suyo en la tierra.

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