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Expediente N° 118-2019

Esp. Legal: Milagros Sandoval


Cuaderno Principal
Escrito N° 04
Sumilla: Apelación de Sentencia

AL SEÑOR JUEZ DEL 5° JUZGADO CIVIL DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


NORTE:

ANYPSA CORPORATION S.A., en su calidad de Litisconsorte Necesario Activo,


debidamente representada por el abogado que suscribe la presente, en los seguidos
contra la SUNAT, sobre PROCESO DE AMPARO, atentamente decimos lo siguiente:

Que, mediante el sistema de Consultas de Expedientes Judiciales (CEJ) hemos tomado


conocimiento del contenido de la sentencia contenida en la Resolución N° 11, mediante
la cual el Juzgado declaró Improcedente la demanda de Amparo que corre en autos. En
ese sentido, no encontrando conforme a ley dicha sentencia, dentro del plazo legal
interponemos RECURSO DE APELACIÓN contra la misma a fin de que el Superior
Jerárquico la ANULE o REVOQUE, y reformándola declare FUNDADA la demanda en
todos sus extremos, en atención a los fundamentos de hecho y de derecho que se
desarrollan a continuación:

I) FUNDAMENTACIÓN DE AGRAVIOS DEL RECURSO DE APELACIÓN: ERRORES DE


HECHO Y DE DERECHO DE LA SENTENCIA EMITIDA

1. A partir del Considerando Octavo de la sentencia apelada se señala, en líneas


generales, que está probado que con la RTF N° 126-Q-2019, en la cual se declaró
infundada una queja presentada por la empresa ANYPSA PERÚ S.A., se recurrió
al mecanismo del agotamiento de la vía previa, comprobándose así que “no
existe una irreparabilidad en el derecho invocado” ni Tutela Urgente. Por tanto,
a entender del Juzgado, el Recurso de Queja viene a ser más eficaz que el Proceso
de Amparo y que el presente caso estaría inmerso en la causal de improcedencia
del art. 5° inciso 2) del Código Procesal Constitucional.

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2. Ese fue el único sustento por el cual el Juzgado declaró Improcedente la demanda
de Amparo que corre en autos; sin embargo, el Juzgado incurre en serios errores
de hecho y de derecho que a continuación pasaremos a desarrollar:

A) EL JUZGADO SEÑALA, ERRONEAMENTE, QUE EL RECURSO DE QUEJA ES EL


MEDIO MÁS EFICAZ Y EXPEDITIVO PARA ESTE CASO A COMPARACIÓN DEL
PROCESO DE AMPARO:

3. Como hemos señalado, el Juzgado señala – de manera errónea- que el Recurso


de Queja viene a ser un procedimiento (medio instrumental) más eficaz para
resolver la controversia que le incumbe al presente proceso de Amparo; por
ende, a su entender, el recurso de queja es más expeditivo que el Proceso de
Amparo. Sin embargo, ello es incorrecto; ya que, no se puede llegar a dicha
conclusión con solo tomar en cuenta los plazos que allí se manejan para así
señalar que “es más eficaz”. Es cierto, la STC N° 0005-2010-PA/TC (publicada el
23.05.2014), se manifiesta en esos términos, pero hay dos cuestiones
fundamentales que se deben tener en cuenta, pero que el Juzgado no lo hizo:

a) En dicha STC se realiza ese pronunciamiento acerca del Recurso de


Queja, pero respecto a un supuesto vicio de notificación, mas no
sobre la caducidad de medidas cautelares previas. Motivo por el cual,
el criterio y razonamiento seguido por el TC en dicha resolución no
resulta ser aplicable al presente caso, puesto que son causas
totalmente distintas.

b) De manera posterior a dicha STC, se publicaron las STC N° 4082-2012-


PA/TC y N° 4532-2013-PA/TC, en las cuales se dejó establecido que NO
ES EXIGIBLE AGOTAR LA VÍA ADMINISTRATIVA PREVIA DE LA QUEJA
CUANDO ELLO PUDIERA TENER COMO CONSECUENCIA LA
IRREPARABILIDAD DE LA AGRESIÓN.

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4. Deteniendo nuestro análisis respecto a estas STC, podemos apreciar que en ellas
se señala lo siguiente:

 EN LA STC N° 4082-2012-PA/TC

“Agotamiento de la vía administrativa

2. El ad quem manifiesta que la demanda debe declararse improcedente,


en aplicación del artículo 5, inciso 4, del Código Procesal Constitucional,
ya que la Resolución de Ejecución Coactiva 023-006-1085011 pudo
impugnarse en sede administrativa.

3. Este Tribunal Constitucional advierte que dicha resolución, en efecto,


pudo cuestionarse ante el Tribunal Fiscal, a través del recurso de queja
previsto en el artículo 155 del Código Tributario.

4. El artículo 46, inciso 2, del Código Procesal Constitucional señala, sin


embargo, que no resulta exigible el agotamiento de la vía previa cuando
ello pudiera tener como consecuencia la irreparabilidad de la agresión.

5. Al respecto, cabe recordar que el procedimiento coactivo se suspende


exclusivamente al concurrir una de las causales previstas en el artículo
119 del Código Tributario, entre las que no figura la presentación del
recurso de queja.

6. Así, si la recurrente hubiera impugnado la Resolución Coactiva 023-006-


1085011 ante el Tribunal Fiscal, el procedimiento que la origina hubiera
continuado tramitándose, pudiendo el ejecutor coactivo trabar medidas
cautelares y proceder a liquidar la deuda a través del embargo, la
tasación y el remate de los bienes de la actora.

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7. Por tanto, este Tribunal Constitucional considera que se configura el
supuesto previsto en el artículo 46, inciso 2, del Código Procesal
Constitucional. No cabe, pues, declarar improcedente la demanda en
aplicación del artículo 5, inciso 4, del Código Procesal Constitucional.”
(Resaltado y subrayado es nuestro)

 EN LA STC N° 4532-2013-PA/TC

“Agotamiento de la vía administrativa

7. La demandada refiere que la recurrente debió interponer recurso de


queja luego de vencido el plazo legal previsto para que el Tribunal Fiscal
resuelva su recurso de apelación. Es decir, cuestiona que la parte
demandante no haya agotado los recursos previstos en sede
administrativa.

8. Al respecto, este Tribunal advierte que, en efecto, pudo cuestionarse la


demora del Tribunal Fiscal en la resolución del recurso de apelación ante
el Ministerio de Economía y Finanzas tal y como lo prevén los artículos 144
y 155, literal b, del Código Tributario. Sin embargo, ello no hubiera
significado la suspensión del cobro de los intereses moratorios, dado
que el procedimiento coactivo se suspende exclusivamente al concurrir
alguna de las causales previstas en el artículo 119 del Código Tributario,
entre las que no figura el recurso de queja.

9. Por tanto, el Tribunal Constitucional considera que se configura el


supuesto previsto en el artículo 46, inciso 2, del Código Procesal
Constitucional, pues por el agotamiento de la vía previa, la agresión
podría devenir en irreparable. No cabe, consecuentemente, declarar
improcedente la demanda en aplicación del artículo 5° inciso 4 del Código
Procesal Constitucional.” (Resaltado y subrayado es nuestro)

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5. Como se puede apreciar, de manera posterior a la STC N° 0005-2010-PA/TC, el
propio Tribunal Constitucional dejó plenamente establecido que no es exigible el
agotamiento del Recurso de Queja CUANDO ELLO PUDIERA TRAER COMO
CONSECUENCIA LA IRREPARABILIDAD DE LA AGRESIÓN DEL DERECHO (esto lo
señala la STC N° 4082-2012-PA/TC) y, además de ello, tomando en cuenta de que
EL PROCEDIMIENTO COACTIVO SE SUSPENDE EXCLUSIVAMENTE AL
CONCURRIR ALGUNA DE LAS CAUSALES PREVISTAS EN EL ARTÍCULO 119° DEL
CÓDIGO TRIBUTARIO, ENTRE LAS QUE NO FIGURA EL RECURSO DE QUEJA, y por
tanto EL PROCEDIMIENTO COACTIVO PUEDE CONTINUAR TRAMITÁNDOSE,
pudiendo el ejecutor coactivo trabar medidas cautelares y proceder a liquidar la
deuda a través del embargo, la tasación y EL REMATE DE LOS BIENES (esto lo
señala la STC N° 4082-2012-PA/TC y N° 4532-2013-PA/TC).

6. Esto quiere decir que el criterio del plazo del procedimiento de queja frente al
Proceso de Amparo, en el sentido de que el de aquel es más expeditivo que el de
este, ya fue dejado de lado, ya no es la regla aplicable, caso contrario la STC N°
4082-2012-PA/TC y N° 4532-2013-PA/TC hubiesen declarado improcedentes las
demandas respectivas aludiendo que el plazo del Recurso de Queja es más
expeditivo y eficaz. En efecto, el criterio del plazo para resolver no es la regla, y
más bien se debe analizar si hay la probabilidad/posibilidad de que se dé la
irreparabilidad de la agresión y tomando en cuenta que el procedimiento
coactivo sigue tramitándose pudiendo el ejecutor coactivo continuar hasta
rematar los bienes afectados con embargo; ya que, el Recurso de Queja no es
una causal – de acuerdo al artículo 119° del Código Tributario- que suspende el
procedimiento coactivo. Recordemos, nuevamente, lo que señala la STC N° 4082-
2012-PA/TC:

“4. El artículo 46, inciso 2, del Código Procesal Constitucional señala, sin
embargo, que no resulta exigible el agotamiento de la vía previa cuando
ello pudiera tener como consecuencia la irreparabilidad de la agresión.

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5. Al respecto, cabe recordar que el procedimiento coactivo se suspende
exclusivamente al concurrir una de las causales previstas en el artículo
119 del Código Tributario, entre las que no figura la presentación del
recurso de queja.

6. Así, si la recurrente hubiera impugnado la Resolución Coactiva 023-006-


1085011 ante el Tribunal Fiscal, el procedimiento que la origina hubiera
continuado tramitándose, pudiendo el ejecutor coactivo trabar medidas
cautelares y proceder a liquidar la deuda a través del embargo, la
tasación y el remate de los bienes de la actora. (Resaltado y subrayado
es nuestro)

7. Nótese que el Tribunal Constitucional es sumamente claro al señalar que “no


resulta exigible el agotamiento de la vía previa cuando ello PUDIERA tener como
consecuencia la irreparabilidad de la agresión”. ¿Y ello qué significa? Pues que
basta con que exista una probabilidad (por eso señala el término “pudiera”, el
cual significa o hace referencia a una posibilidad de hacer o que ocurra algo) de
que se pueda dar una irreparabilidad de la agresión al derecho constitucional
invocado para que no sea exigible el acudir al Recurso de Queja. Por tanto,
teniendo en cuenta ello, podemos concluir que el acudir o no, o el que se haya
acudido o no al Recurso de Queja, resulta ser un hecho impertinente, pues si se
llega a verificar que hay una probabilidad o posibilidad de que se dé una
irreparabilidad de la agresión al derecho invocado, entonces EL AMPARO DEBE
PROCEDER.

8. Siendo así las cosas, el Juzgado tenía pleno conocimiento que el Expediente
Coactivo N° 0110060054790 y el Expediente Coactivo N° 0110060054957, en los
que se habían convertido a definitivas las medidas cautelares previas que ya
habían caducado de pleno derecho con anterioridad (aquí ya existe la
probabilidad de irreparabilidad), se encontraban en trámite. Es más, también era
de conocimiento del Juzgado (inclusive también en el Cuaderno Cautelar) que la

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SUNAT había emitido una Resolución Coactiva en la que PONIA EN
CONOCIMIENTO QUE SE PROSEGUÍA CON EL PROCEDIMIENTO COACTIVO
CONTRA EL INMUEBLE INSCRITO EN LA PARTIDA N° 43325140 DEL REGISTRO
DE PROPIEDAD INMUEBLE DE LIMA PARA EL FUTURO REMATE; es decir, ya se
daba pie a que se ingrese a las etapas que incumben al Remate de nuestro
inmueble, Y CON LO CUAL EXISTE UNA ALTA PROBABILIDAD/POSIBILIDAD DE
QUE LA AGRESIÓN CONTRA EL DERECHO CONSTITUCIONAL DE PROPIEDAD
RESPECTO A ESE BIEN SE TORNE EN IRREPARABLE.

9. Veamos a continuación una reproducción de dicha Resolución Coactiva, que obra


numerada con el N° 0110070144499:

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10. Como se puede apreciar, (i) YA SE APROBÓ LA TASACIÓN DEL INMUEBLE DE
NUESTRA PROPIEDAD y (ii) SE DISPONE PROSEGUIR A LA ETAPA DE REMATE DE
DICHO INMUEBLE. Con esto, ¿acaso no existe una alta probabilidad y posibilidad
de irreparabilidad de la agresión contra el Derecho de Propiedad? LA RESPUESTA
ES SÍ.

11. Y, esto es justamente lo que pretende tutelar el Amparo (del cual se desprende
y se sustenta la Urgencia del mismo), pero lastimosamente el Juzgado no analizó
todos estos aspectos tan pertinentes que demuestran que desde que se inició el
presente proceso de Amparo, pasando inclusive por la etapa en la que se nos
incluyó como Litisconsorcio Necesario Activo, YA EXISTÍA UNA ALTA
PROBABILIDAD Y POSIBILIDAD DE QUE SE TORNE EN IRREPARABLE EL DERECHO
INVOCADO DE PROPIEDAD.

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12. Siendo ello así, no solo se comprueba de que no resultaba ser exigible si se había
acudido o no al Recurso de Queja, sino también que SÍ HABÍA UNA URGENCIA
DE TUTELA EN EL PRESENTE PROCESO DE AMPARO, justamente por la presencia
de esa alta probabilidad/posibilidad de que se vuelva en irreparable el derecho
invocado, incurriéndose así en un error de análisis por parte del Juzgado al
aseverar que no existe una Urgencia en este proceso.

13. Lo dicho en los párrafos precedentes, señor Juez, ha sido señalado en autos; sin
embargo, el juzgado no lo analizó debidamente, ocasionándose una afectación a
nuestro derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales. Y, en el
peor de los casos no hubiesen sido alegados dichos extremos de las STC N° 4082-
2012-PA/TC y N° 4532-2013-PA/TC antes citadas, vuestro respetable Despacho
igual tenía el deber legal de analizarlas puesto que se tratan de resoluciones
expedidas por el Tribunal Constitucional que se manifiestan sobre la no
exigibilidad del agotamiento del Recurso de Queja, siendo plenamente claras en
cuanto a este extremo que es aplicable en autos, para así declarar que el
presente Amparo sí era procedente y no se encontraba inmerso en ninguna
causal de improcedencia establecida en el Código Procesal Constitucional.

B) EL JUZGADO SEÑALA, ERRÓNEAMENTE, QUE NO EXISTE PELIGRO PARA LA


IRREPARABILIDAD DEL DERECHO INVOCADO (PROPIEDAD) NI TAMPOCO
TUTELA URGENTE:

14. Como bien ya indicamos, sí existe peligro para la irreparabilidad del derecho
invocado (Derecho Constitucional de Propiedad), lo cual se refleja en la alta
probabilidad y posibilidad de que se configure dicha irreparabilidad.

15. En efecto, el Tribunal Constitucional en su STC N° 4082-2012-PA/TC es


sumamente claro al señalar que “no resulta exigible el agotamiento de la vía
previa cuando ello PUDIERA tener como consecuencia la irreparabilidad de la
agresión”, lo cual significa que basta con que exista una probabilidad (por eso
señala el término “pudiera”, el cual significa o hace referencia a una posibilidad

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de hacer o que ocurra algo) de que se pueda dar una irreparabilidad de la
agresión al derecho constitucional invocado para que no sea exigible el acudir al
Recurso de Queja. Por tanto, teniendo en cuenta ello, podemos concluir que el
acudir o no, o el que se haya acudido o no al Recurso de Queja, resulta ser un
hecho impertinente, pues si se llega a verificar que hay una probabilidad o
posibilidad de que se dé una irreparabilidad de la agresión al derecho invocado,
entonces EL AMPARO DEBE PROCEDER.

16. Una vez más lo indicamos, el Juzgado tenía pleno conocimiento que el
Expediente Coactivo N° 0110060054790 y el Expediente Coactivo N°
0110060054957, en los que se habían convertido a definitivas las medidas
cautelares previas que ya habían caducado de pleno derecho con anterioridad
(desde aquí ya existe la probabilidad de irreparabilidad), se encontraban en
trámite. Es más, también era de conocimiento del Juzgado (inclusive también en
el Cuaderno Cautelar) que la SUNAT había emitido una Resolución Coactiva en la
que PONIA EN CONOCIMIENTO QUE SE PROSEGUÍA CON EL PROCEDIMIENTO
COACTIVO CONTRA EL INMUEBLE INSCRITO EN LA PARTIDA N° 43325140 DEL
REGISTRO DE PROPIEDAD INMUEBLE DE LIMA PARA EL FUTURO REMATE; es
decir, ya se daba pie a que se ingrese a las etapas que incumben al Remate de
nuestro inmueble, Y CON LO CUAL EXISTE UNA ALTA
PROBABILIDAD/POSIBILIDAD DE QUE LA AGRESIÓN CONTRA EL DERECHO
CONSTITUCIONAL DE PROPIEDAD RESPECTO A ESE BIEN SE TORNE EN
IRREPARABLE.

17. Reiteramos además que mediante Resolución Coactiva N° 0110070144499, (i) LA


SUNAT APROBÓ LA TASACIÓN DEL INMUEBLE DE NUESTRA PROPIEDAD y (ii)
DISPUSO PROSEGUIR A LA ETAPA DE REMATE DE DICHO INMUEBLE. Con esto,
lógicamente, tenemos más elementos que permiten acreditar que existe una alta
probabilidad y posibilidad de que se vuelva en irreparable la agresión contra el
Derecho de Propiedad.

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18. Teniendo en claro ello, tenemos que todos estos argumentos no solo permiten
acreditar que existe una alta probabilidad y posibilidad de que se vuelva en
irreparable la agresión contra el Derecho de Propiedad (peligro de
irreparabilidad del derecho constitucional), sino también la URGENCIA DE LA
TUTELA EN ESTE PROCESO DE AMPARO, sustentada en ese peligro de
irreparabilidad. Todo lo cual, lastimosamente el Juzgado no analizó
debidamente, afectándose así nuestro derecho a una debida motivación de las
resoluciones judiciales, pese a que desde que se inició el presente proceso de
Amparo, pasando inclusive por la etapa en la que se nos incluyó como
Litisconsorcio Necesario Activo, YA EXISTÍA UNA ALTA PROBABILIDAD Y
POSIBILIDAD DE QUE SE TORNE EN IRREPARABLE EL DERECHO INVOCADO DE
PROPIEDAD.

C) EL JUZGADO NO ANALIZÓ, NI MUCHO MENOS ADVIRTIÓ, QUE EL RECURSO DE


QUEJA INTERPUESTO POR ANYPSA PERÚ S.A. SOLAMENTE LA VINCULA A ELLA,
MAS NO A ANYPSA CORPORATION S.A.

19. Un hecho determinante que no analizó debidamente el Juzgado fue el siguiente:


Bien es sabido que mediante la lectura de la sentencia apelada, el Juzgado señala,
como principal argumento para declarar Improcedente la demanda de Amparo
que corre en autos, que ya se expidió una RTF N° 126-Q-2019, mediante el cual
el Tribunal Fiscal resolvió un Recurso de Queja interpuesto por ANYPSA PERÚ S.A.
Valga la pena señalar que esa empresa era la única que podía interponer dicho
Recurso de Queja, puesto que la misma debe ser interpuesta por el
CONTRIBUYENTE -que se encuentra inmerso en un procedimiento de cobranza
coactiva- contra el Ejecutor Coactivo, por lo ocurrido en el Expediente Coactivo
en el que dicha empresa es la única que forma parte, los cuales son los
Expedientes Coactivos N° 0110060054790 y N° 0110060054957.

20. Ahora bien, teniendo en claro ello, ANYPSA CORPORATION S.A. no podía
interponer el remedio procedimental del Recurso de Queja por lo ocurrido en
dichos expedientes coactivos; ya que, ANYPSA PERÚ S.A. es el contribuyente que

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se encuentra inmerso en dichos procedimientos coactivos. Mucho menos
podíamos cuestionar los embargos ante el Tribunal Fiscal; ya que, nuevamente,
no tenemos la calidad de contribuyente en dichos procedimientos coactivos.

21. ¿Todo ello, entonces, qué quiere decir? Que los efectos de la RTF N° 126-Q-2019,
mediante el cual el Tribunal Fiscal resolvió un Recurso de Queja interpuesto por
ANYPSA PERÚ S.A., SOLAMENTE LE ALCANZAN A ESTA, MAS NO A ANYPSA
CORPORATION S.A.; Y, POR TANTO, NO SE LE PODÍA EXIGIR A NUESTRA
EMPRESA LA INTERPOSICIÓN DE UN RECURSO DE QUEJA ANTE EL TRIBUNAL
FISCAL “para así agotar la vía administrativa previa” (sino estaríamos ante un
“imposible jurídico”) para cuestionar las medidas cautelares previas que ya
habían caducado antes de su conversión a definitiva, ello sin perjuicio de
nuestros argumentos antes expuestos que sustentan el hecho de que el Recurso
de Queja no es una vía administrativa previa a la que se deba acudir cuando
existe la probabilidad/posibilidad de que se vuelva en irreparable el derecho
constitucional invocado.

22. Es más, de la lectura de la sentencia apelada se puede apreciar que el Juzgado


solamente analiza ese Recurso de Queja presentado por ANYPSA PERÚ S.A.,
como si sus efectos también vinculasen a ANYPSA CORPORATION S.A., lo cual es
absolutamente errado, justamente por la eficacia relativa que goza dicha RTF; sin
embargo, en lo absoluto el Juzgado realiza un análisis acerca de que a ANYPSA
CORPORATION S.A. no le alcanzan los efectos de dicha RTF, ni mucho menos de
que esta empresa no podía interponer Recurso de Queja alguno ante el Tribunal
Fiscal, puesto que las medidas cautelares previas que caducaron antes de su
conversión a definitivas, fueron dictadas y se encuentran en los procedimientos
coactivos que la SUNAT sigue contra ANYPSA PERÚ S.A., los cuales son los
Expedientes Coactivos N° 0110060054790 y N° 0110060054957, en los cuales
ANYPSA CORPORATION S.A. NO ES PARTE NI TAMPOCO CONTRIBUYENTE.

23. Siendo ello así, ¿CÓMO SE VA A EXIGIR INTERPONER UN RECURSO DE QUEJA


CONTRA LOS ACTOS DICTADOS EN UN EXPEDIENTE COACTIVO EN EL QUE NO

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SE ES PARTE?. La respuesta es lógica: NO PUEDE EXIGIRSE ELLO, pero este
aspecto no fue analizado por el Juzgado al emitir su sentencia. Todo lo cual
significa que se ha incurrido en un vicio de MOTIVACIÓN APARENTE E
INSUFICIENTE, que conlleva a que se declare la nulidad de la apelada.

D) POR MOTIVO DE LOS ERRORES ANTERIORMENTE EXPUESTOS, EL JUZGADO NO


ANALIZÓ QUE LA CADUCIDAD DE LAS MEDIDAS CAUTELARES PREVIAS YA
HABÍA OPERADO DE PLENO DERECHO CON ANTERIORIDAD A SU CONVERSIÓN
A DEFINITIVA PARA SU ACTUAL EJECUCIÓN (PROCEDIMIENTO DE REMATE)

24. Con fecha 02 de noviembre del 2018, nuestra empresa celebró un contrato de
compraventa de bien inmueble perteneciente a la empresa ANYPSA PERÚ S.A.
inscrito en la Partida Electrónica N° 43325140 del Registro de Propiedad
Inmueble de Lima. Es menester señalar que, en la compraventa celebrada,
declaramos que teníamos conocimiento de que dicho bien padecía de embargos
y por ese motivo es que se determinó pagar un precio por debajo del valor del
marcado, pues se encontraban inscritos embargos en forma de inscripción por
parte de SUNAT. Sin embargo, también tomamos conocimiento de que la medida
cautelar previa (embargo previo dictado por SUNAT) que sustentaba el embargo
definitivo que obra inscrito en la Partida Registral N° 43325140, ya había
caducado desde antes de que se disponga su ampliación por dos años
adicionales; es decir, tomamos conocimiento de que el embargo dictado por
SUNAT y que aparecía en los registros públicos, era contrario a derecho. Ese
embargo previo no debía mantenerse, ni tampoco convertirse a “definitivo”
porque ya había caducado con anterioridad; vale decir, la SUNAT, a pesar de que
tenía conocimiento de que dicho embargo previo ya había caducado, decidió
mantenerlo y más bien dispuso convertirlo ilegalmente en definitivo, pese a que
ya no existía jurídicamente hablando (efecto práctico legal de la caducidad que
se configura de pleno derecho por el cumplimiento del plazo).

25. Aun así, celebramos el contrato de compraventa, porque habían razones


suficientes que sustentaban el hecho de que dicho embargo previo, como ya

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estaba caduco, ya no debía seguir afectando al bien transferido a pesar que
ilegalmente se había dispuesto su conversión a definitivo (lo cual refleja un
actuar contrario a derecho de parte de SUNAT). Es por ello que ANYPSA PERÚ
S.A., como era parte del procedimiento tributario frente a SUNAT y por tanto
esta empresa era la única que manejaba las resoluciones coactivas y otras
resoluciones que sirven como fundamento para probar el cumplimiento de los
plazos de caducidad de las medidas cautelares previas (las mismas que hemos
tomado conocimiento que obran en el expediente principal), procedió a iniciar
la respectiva demanda de Amparo que en el presente proceso se discute.

26. Por tal motivo, ANYPSA PERÚ S.A., como ella únicamente contaba con toda la
documentaria que sustentaba la caducidad de la medida cautelar previa que
ilegalmente fue convertida a definitiva por SUNAT y que corre inscrita en la
partida registral del bien antes descrito, procedió a iniciar un proceso de Amparo
a fin de sustentar ello.

27. Ahora bien, veamos a continuación las razones jurídicas que sustentan que se
configuró la CADUDICAD de la medida cautelar previa dictada por SUNAT que
recaía sobre el bien inmueble inscrito en la Partida N° 43325140, y que a pesar
de ello, la SUNAT decidió convertirla a definitiva, pese a que ya había operado de
pleno derecho la caducidad de dicho embargo previo.

28. Nótese que son dos tipos de medidas cautelares o embargos distintos, de
diferente naturaleza jurídica, los cuales son los siguientes:

(i) MEDIDA CAUTELAR PREVIA (embargo dictado de manera previa al


procedimiento de ejecución coactiva) y,

(ii) Medida cautelar o embargo definitivo (se dicta dentro del


procedimiento de ejecución coactiva).

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29. El artículo 56° y 57° del T.U.O. del Código Tributario señala lo siguiente
respecto a las Medidas Cautelares Previas:

“Artículo 56.- MEDIDAS CAUTELARES PREVIAS AL PROCEDIMIENTO


DE COBRANZA COACTIVA

Excepcionalmente, cuando por el comportamiento del deudor


tributario sea indispensable o, existan razones que permitan presumir
que la cobranza podría devenir en infructuosa, antes de iniciado el
Procedimiento de Cobranza Coactiva, la Administración a fin de
asegurar el pago de la deuda tributaria, y de acuerdo a las normas del
presente Código Tributario, podrá trabar medidas cautelares por la
suma que baste para satisfacer dicha deuda, inclusive cuando ésta no
sea exigible coactivamente.”

“Artículo 57°.- PLAZOS APLICABLES A LAS MEDIDAS CAUTELARES


PREVIAS1

En relación a las medidas cautelares señaladas en el artículo anterior,


deberá considerarse, además, lo siguiente:

1. Tratándose de deudas que no sean exigibles coactivamente:

La medida cautelar se mantendrá durante un (1) año, computado


desde la fecha en que fue trabada y si existiera resolución
desestimando la reclamación del deudor tributario, dicha medida se
mantendrá por dos años adicionales. En los casos en que la medida
cautelar se trabe en base a una resolución que desestima una
reclamación, la medida cautelar tendrá el plazo de duración de un (1)
año, pero se mantendrá por dos (2) años adicionales. Vencido los

1
Artículo sustituido por el Artículo 25° del Decreto Legislativo Nº 953, publicado el 5 de febrero de 2004.

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plazos antes citados, sin necesidad de una declaración expresa, la
medida cautelar caducará, estando obligada la Administración
Tributaria a ordenar su levantamiento, no pudiendo trabar
nuevamente la medida cautelar, salvo que se trate de una deuda
tributaria distinta.2

Si el deudor tributario, obtuviera resolución favorable con anterioridad


al vencimiento de los plazos señalados en el párrafo anterior, la
Administración Tributaria levantará la medida cautelar, devolviendo
los bienes afectados, de ser el caso.

En el caso que la deuda tributaria se torne exigible coactivamente de


acuerdo a lo señalado en el Artículo 115° antes del vencimiento de los
plazos máximos a que se refiere el primer párrafo del presente
numeral, se iniciará el Procedimiento de Cobranza Coactiva
convirtiéndose la medida cautelar a definitiva.

El deudor tributario podrá solicitar el levantamiento de la medida si


otorga carta fianza bancaria o financiera que cubra el monto por el
cual se trabó la medida, por un período de doce (12) meses, debiendo
renovarse sucesivamente por dos períodos de doce (12) meses dentro
del plazo que señale la Administración.

La carta fianza será ejecutada en el Procedimiento de Cobranza


Coactiva que inicie la Administración Tributaria, o cuando el deudor
tributario no cumpla con renovarla dentro del plazo señalado en el
párrafo anterior. En este último caso, el producto de la ejecución será
depositado en una Institución Bancaria para garantizar el pago de la
deuda dentro del Procedimiento de Cobranza Coactiva.

2
Primer párrafo modificado por el Artículo 3° del Decreto Legislativo N° 1263, publicado el 10 diciembre
2016.

16
Excepcionalmente, la Administración Tributaria levantará la medida si
el deudor tributario presenta alguna otra garantía que, a criterio de la
Administración, sea suficiente para garantizar el monto por el cual se
trabó la medida.

Las condiciones para el otorgamiento de las garantías a que se refiere


el presente artículo así como el procedimiento para su presentación
serán establecidas por la Administración Tributaria mediante
Resolución de Superintendencia o norma de rango similar.

2. Tratándose de deudas exigibles coactivamente:

La Resolución de Ejecución Coactiva, deberá notificarse dentro de los


cuarenta y cinco (45) días hábiles de trabadas las medidas cautelares.
De mediar causa justificada este término podrá prorrogarse por veinte
(20) días hábiles más.”

30. Por su parte, el artículo 118° del T.U.O. del Código Tributario señala, respecto
a las Medidas Cautelares dictadas dentro de un procedimiento de cobranza
coactiva (es decir, no son de naturaleza “previa”), lo siguiente:

“Artículo 118.- MEDIDAS CAUTELARES - MEDIDA CAUTELAR


GENÉRICA

a) Vencido el plazo de siete (7) días, el Ejecutor Coactivo podrá disponer


se trabe las medidas cautelares previstas en el presente artículo, que
considere necesarias. Además, podrá adoptar otras medidas no
contempladas en el presente artículo, siempre que asegure de la forma
más adecuada el pago de la deuda tributaria materia de la cobranza.
Para efecto de lo señalado en el párrafo anterior notificará las medidas
cautelares, las que surtirán sus efectos desde el momento de su

17
recepción y señalara cualesquiera de los bienes y/o derechos del
deudor tributario, aun cuando se encuentren en poder de un tercero.
(…)
c) Sin perjuicio de lo señalado en los Artículos 56 al 58, las medidas
cautelares trabadas al amparo del presente artículo no están sujetas a
plazo de caducidad [esta no caducidad se aplica sólo a las medidas
cautelares dictadas dentro de un procedimiento de cobranza coactiva,
a las previas, las cuales sí tienen un plazo de caducidad de acuerdo al
art. 57° del Código Tributario].”

31. Siendo ello así, en el caso que nos ocupa NO ESTAMOS CUESTIONANDO
EMBARGOS QUE SE HAN DICTADO DENTRO DE UN PROCEDIMIENTO DE
COBRANZA COACTIVA (que es lo que regula el artículo 118° antes
mencionado), SINO MÁS BIEN LAS MEDIDAS CAUTELARES PREVIAS
DICTADAS POR SUNAT (Embargos previos dictados antes del inicio del
procedimiento de cobranza coactiva) QUE HABÍAN CADUCADO DE PLENO
DERECHO ANTES DE SU CONVERSIÓN A DEFINITIVAS E INCLUSIVE ANTES DE
QUE SE DISPONGA E INSCRIBA SU PRÓRROGA DE DOS (02) AÑOS
ADICIONALES, en la respectiva partida registral.

32. Más adelante, y con mayor detalle, desarrollaremos lo que ocurrió en la


Partida Electrónica N° 43325140, en donde vamos a poder apreciar que
estamos ante una MEDIDA CAUTELAR DICTADA DE MANERA PREVIA AL
INICIO DE ALGÚN PROCEDIMIENTO DE COBRANZA COACTIVA, y por tanto
se les aplicaba el plazo de caducidad establecido en el art. 57° del T.U.O. del
Código Tributario, mas no el artículo 118° de dicho cuerpo legal.

33. Siendo ello así, tendríamos que en el caso de las medidas cautelares
dispuestas antes del inicio del procedimiento de cobranza coactiva
(medidas cautelares previas o embargos previos), estas tienen un plazo de
caducidad de UN AÑO desde que fueron trabadas. Y, en el caso que se
hubiera expedido la resolución de Intendencia por parte de la SUNAT,

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mediante la cual desestima la reclamación del deudor tributario, se puede
disponer que la medida cautelar se mantenga vigente por un plazo adicional
de DOS AÑOS.

34. Pues bien, continuando con nuestro análisis, recordemos que las medidas
cautelares previas son aquellas que se dictan de manera anterior al
procedimiento de cobranza coactiva. Pero ello no solo se agota ahí, sino que
además dichas medidas cautelares previas deben ser convertidas a
definitivas (con inscripción en los registros) para así poder ejecutarlas. En ese
sentido, la SUNAT procede a inscribir en los Registros Públicos no solo la
Medida Cautelar Previa, sino también su prórroga (de dos años adicionales
de acuerdo al art. 57° del Código Tributario) y su conversión a definitiva
(cuando se encuentra en trámite un procedimiento coactivo); ya que, esas
fechas de inscripción son pertinentes para así determinar si se cumplieron o
no los plazos de caducidad que establece el artículo 57° del Código Tributario.
Más adelante desarrollaremos este punto, pero lo que sí debemos
manifestar de plano es que antes de que se disponga la prórroga de dos (02)
años adicionales, la medida cautelar previa que corre inscrita en la partida
registral YA HABÍA CADUCADO DE PLENO DERECHO PUES SE HABÍA
CUMPLIDO CON EL PLAZO INICIAL DE UN (01) AÑO.

35. Recordemos que la caducidad opera de manera automática sin necesidad de


una resolución (judicial o administrativa) que la constituya como tal, debido
a que LAS NORMAS DE CADUCIDAD SON DE ORDEN PÚBLICO. Por esta razón
es que la emisión de la resolución coactiva por parte de SUNAT que dispuso
la prórroga de dos años adicionales y la conversión de la medida cautelar
previa (YA CADUCADA) en definitiva, estaría viciada de nulidad conforme a
lo establecido en el Artículo V del Título Preliminar3 del Código Civil, pues se
estaría pretendiendo “prorrogar” e inclusive también “convertir” a definitivo
(lo cual se realizó de manera posterior por parte de la SUNAT) un hecho que

3
CÓDIGO CIVIL. “Artículo V. - Orden público, buenas costumbres y nulidad del acto jurídico. - Es nulo el
acto jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o a las buenas costumbres.”

19
ya había caducado, que ya no existía a nivel jurídico, y al realizar ello también
se estaría afectando el Derecho Constitucional de Propiedad y el Principio
Constitucional de Seguridad Jurídica, lo cual no puede ser permitido por el
ordenamiento jurídico ni mucho menos por vuestro Despacho.

36. Como bien ya indicamos, estamos ante una MEDIDA CAUTELAR PREVIA que
si bien fue prorrogada y convertida mucho tiempo después en definitiva, ésta
ya había CADUCADO DENTRO DE SU PLAZO INICIAL DE UN AÑO; ES DECIR,
ANTES DE QUE SE NOTIFIQUE LA RESOLUCIÓN COACTIVA QUE DUSPUSO LA
PRÓRROGA, E INCLUSIVE ANTES DE QUE ESTA SE INGRESE E INSCRIBA EN
LA PARTIDA REGISTRAL DEL BIEN GRAVADO CON LA MEDIDA CAUTELAR
PREVIA. Por ello es que se establecen los plazos de caducidad que operan de
PLENO DERECHO y que están establecidos en el art. 57° del Código Tributario
para el caso de Medidas Cautelares Previas (como es el que corresponde el
presente caso), para ser cumplidos por ser de orden público.

37. En el presente caso, como podremos apreciar en las siguientes líneas, en la


Partida N° 43325140 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima, EL PLAZO
DE CADUCIDAD DE LA MEDIDA CAUTELAR PREVIA DICTADA POR SUNAT SE
CONFIGURÓ ANTES DE QUE SE DISPONGA LA PRÓRROGA DE DOS AÑOS
ADICIONALES; ES DECIR, CADUCÓ EN EL PRIMER PLAZO DE CADUCIDAD
ESTABLECIDO EN EL ART. 57° DEL CÓDIGO TRIBUTARIO, EL CUAL ES DE UN
(01) AÑO.

38. Por tanto, dicha medida cautelar PREVIA (embargo previo) ya había caducado
de pleno derecho y no debía (o ya no debe) seguir surtiendo efectos pese a
que fue prorrogado y convertido ilegalmente a definitivo, justamente porque
la SUNAT decidió convertir esa medida cautelar previa YA CADUCADA a
definitiva, lo cual lógicamente atenta contra nuestros derechos
constitucionales de Propiedad y Seguridad Jurídica.

39. El amparar dicho actuar ilegal de la SUNAT no solo sería desconocer la figura
jurídica de la CADUCIDAD, cuyos cumplimiento de plazos reflejado en las

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normas respectivas es de Orden Público, sino también lo dispuesto por el
propio ordenamiento jurídico, el Derecho Constitucional de Propiedad y
Seguridad Jurídica.

40. Sin embargo, todo ello no fue analizado por el Juzgado, justamente por los
errores de hecho y de derecho antes desarrollados; motivo por el cual, se
incurrió en una afectación a nuestro derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales.

D.1. SOBRE EL ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 57° DEL T.U.O. DEL CÓDIGO TRIBUTARIO:
INICIO DEL CÓMPUTO DEL PLAZO INICIAL DE UN AÑO Y CUÁNDO OPERA SU
CADUCIDAD

41. En los párrafos precedentes hemos hecho referencia al art. 57° del Código
Tributario, así como también su contenido normativo. En ese sentido,
procederemos a analizar detalladamente lo que quiere dar a conocer esa
norma, la cual es aplicable al caso que nos ocupa, puesto que estamos ante
Medidas Cautelares dictadas de manera PREVIA.

42. El artículo 57° del Código Tributario expresa que “Vencidos los plazos antes
citados [Es decir, el plazo de uno (antes de la prórroga) o de dos años
adicionales (debido a la prórroga)], sin necesidad de una declaración
expresa, la medida cautelar caducará (…)” (Resaltado y subrayado es
nuestro).

43. Como se puede apreciar, y realizando una interpretación literal de la norma,


NO SE NECESITA DE UNA DECLARACIÓN EXPRESA PARA QUE OPERE LA
CADUCIDAD, LO CUAL LÓGICAMENTE SIGNIFICA QUE, CUMPLIDOS LOS
PLAZOS SEÑALADOS (UNO Y/O LOS DOS AÑOS ADICIONALES DE
PRÓRROGA), EL EMBARGO PREVIO CADUCA DE PLENO DERECHO.

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44. Ahora bien, el plazo de caducidad inicial de un año inicia con la fecha en la
que se traba la MCP (ingreso de título e inscripción -de la Resolución Coactiva
que dispone el embargo previo- en la partida registral del bien que se
pretende gravar), y caduca cuando se dispone, mediante una Resolución
Coactiva emitida por la propia SUNAT representada por su Ejecutor Coactivo,
expresamente su prórroga de dos años adicionales.

45. Para sustentar jurídicamente el momento en el cual se traba la medida


cautelar (previa o definitiva), citamos el artículo 19° del REGLAMENTO DEL
PROCEDIMIENTO DE COBRANZA COACTIVA DE LA SUNAT, aprobado por
Resolución de Superintendencia N° 216-2004/SUNAT, el cual no fue
analizado por el Juzgado en su sentencia emitida, pero que sí es de pleno
conocimiento de SUNAT:

“Artículo 19°.- EMBARGO EN FORMA DE INSCRIPCIÓN


(…)
En el embargo en forma de inscripción se observará lo siguiente:
(…)
b) El embargo será notificado al Deudor después de haber sido
inscrito en el registro pertinente.” (Resaltado y subrayado es nuestro)

46. Como se puede apreciar, el propio Reglamento de Procedimiento de


Cobranza Coactiva de la SUNAT, en lo que se refiere al embargo en forma de
inscripción (artículo 19°), le otorga especial relevancia a la INSCRIPCIÓN
REGISTRAL, con lo cual se puede concluir que si la notificación de la
resolución coactiva que dispone el embargo (ya sea mediante una medida
cautelar previa o una definitiva dentro de un expediente de cobranza
coactiva) se realiza de manera posterior a la inscripción en los Registros
Públicos, quiere decir que DICHA MEDIDA CAUTELAR PREVIA O EMBARGO
PREVIO SE CONSIDERA TRABADA DESDE LA INSCRIPCIÓN REGISTRAL EN LA
PARTIDA CORRESPONDIENTE. Lógicamente, no se podría considerar que se

22
trabó la medida cautelar con la emisión de la resolución coactiva que la
dispone, pues la mera emisión de la misma no goza de efectos jurídicos.

47. En conclusión, para el caso de embargos en forma de inscripción como es el


que incumbe al presente caso, DESDE LA FECHA DE INSCRIPCIÓN DE LA
RESOLUCIÓN COACTIVA QUE DISPONE EL EMBARGO O MEDIDA CAUTELAR
(YA SEA PREVIA O DEFINITIVA) EN LA PARTIDA REGISTRAL
CORRESPONDIENTE DE LOS REGISTROS PÚBLICOS, ES QUE SE CONSIDERA
COMO TRABADA DICHA MEDIDA.

48. Teniendo en claro ello, vale la pena señalar que la resolución coactiva que
disponga la prórroga de dos años adicionales de la vigencia de la medida
cautelar previa, así como su ingreso e inscripción en los Registros Públicos,
debe ser realizada dentro de ese plazo inicial de caducidad de un año
(artículo 57° del Código Tributario), porque si se diese pasado ese plazo,
lógicamente la Medida Cautelar Previa ya habría caducado de pleno derecho,
lo cual es justamente lo que ocurrió en el presente caso como bien podremos
apreciar más adelante.

49. Ahora pasemos a analizar las normas que regulan la figura jurídica de la
Caducidad, la cual se encuentra regulada en líneas generales en el Código
Civil, para así entender sus características, consecuencias, funcionalidad y
operatividad.

D.2. SOBRE LA APLICACIÓN DE LAS NORMAS DEL CÓDIGO CIVIL SOBRE LA


CADUCIDAD:

50. Para desarrollar este punto, debemos remitirnos a lo regulado por el Código
Civil en cuanto a la naturaleza, plazos y efectos de la caducidad, lo cual
lógicamente se aplica en la integridad del sistema jurídico por ser una norma
de orden público y de estricto cumplimiento para todos los operadores
jurídicos.

23
51. En primer lugar, comencemos por el artículo 2003° del Código Civil. Este
señala que “La caducidad extingue el derecho y la acción correspondiente”.
La norma citada quiere decir que no solo el derecho o la titularidad de un
derecho determinado, que se encuentra dentro de la esfera jurídica de un
sujeto (persona natural o jurídica), ya no existe más en el mundo jurídico,
sino que también deja de existir la posibilidad de que el mismo sea ejercido
o reclamado ante un tercero.

52. Ahora bien, qué ocurre en el presente caso, pues que la SUNAT trabó
medidas cautelares previas (MCP) de embargo en forma de inscripción en los
partidas registrales de inmuebles antes descritos, pero que a la fecha en que
se pretendió convertirlos a definitivos ya había transcurrido el plazo
establecido en el artículo 57° del Código Tributario; ES DECIR, YA HABÍAN
CADUCADO DICHAS MCP. Siendo ello así, hubo un derecho por parte de
SUNAT (derecho de embargo), pero que caducó por el transcurrir del tiempo
de acuerdo a lo establecido en dicha norma.

53. Ello, lastimosamente, no fue advertido correctamente por el registrador ni


por el Tribunal Registral pese a que lo señalamos en sede administrativa.

54. En segundo lugar, tenemos el artículo 2004° del Código Civil, el cual expresa
lo siguiente: “Los plazos de caducidad los fija la ley, sin admitir pacto
contrario”. La presente norma regula el principio de reserva de ley de la
figura de la caducidad; es decir, se determina que la ley es la única fuente
para fijar los plazos de caducidad. Siendo ello así, en el caso que nos ocupa,
dicha fuente legal es el Código Tributario, pero de manera más precisa es el
artículo 57° del mismo (plazo de uno o dos años adicionales, según
corresponda). Dichos plazos se cumplieron en su integridad desde antes que
la SUNAT pretenda convertir en definitiva la medida cautelar previa que
dictó; es decir, pretendió la conversión de una medida cautelar previa YA
CADUCA.

24
55. En tercer lugar, el artículo 2005° del Código Civil señala que “La caducidad
no admite interrupción ni suspensión, salvo el caso previsto en el artículo
1994°, inciso 8”, y finalmente tenemos lo regulado en los artículos 2006° y
2007° del mismo cuerpo legal, los cuales señalan lo siguiente: “La caducidad
puede ser declarada de oficio o a petición de parte”; y “La caducidad se
produce transcurrido el último día del plazo, aunque éste sea inhábil”. Como
se puede apreciar, el artículo 2006° advierte que la caducidad puede ser
declarada de oficio o mediante solicitud de parte, lo cual quiere dar a conocer
que la CADUCIDAD YA HABÍA OPERADO DE PLENO DERECHO.

56. Recordemos que si una figura o situación jurídica “puede ser declarada por
una autoridad judicial o administrativa”, ello quiere decir que aquella ya se
configuró en sí en el mundo jurídico. En efecto, la declaración se realiza sobre
un aspecto que ya existe, que ya se dio, confirmando así su mera existencia
o configuración en el plano jurídico, y si se señala que la caducidad puede ser
declarada, esto quiere decir que dicha caducidad ya operó en la realidad.

57. Por esa razón es que el artículo 2006° señala el término “declarada”,
justamente porque la caducidad ya había operado en el mundo jurídico.
Recordemos que se declara lo pre existente, lo que ya se configuró en el
ámbito jurídico (piénsese, por ejemplo, en la configuración de la prescripción
adquisitiva de dominio, la cual opera de pleno derecho y que la sentencia
judicial es meramente declarativa), y no se necesita de ningún
pronunciamiento judicial o administrativo para que se constituya como tal.

58. Todo ello quiere decir que el propio Código Civil acepta la configuración
automática, de pleno derecho, de la caducidad, en el momento en que se
cumple el plazo fijado por ley (artículo 2007°, en concordancia con el artículo
57° del Código Tributario), y no se requiere de ningún pronunciamiento
judicial o administrativo que la configure o constituya.

25
D.3. SOBRE LO OCURRIDO EN LA PARTIDA N° 43325140 DEL REGISTRO DE
PROPIEDAD INMUEBLE DE LIMA:

59. En el Asiento D0004 de dicha partida, se señala que:

“Por Resolución Coactiva N° 0110070114032 de fecha 12 de diciembre


del 2015 expedida por el Ejecutor Coactivo (…) se ordena el embargo
del inmueble inscrito en esta partida, sobre las acciones y derechos que
corresponden al deudor tributario ANYPSA PERÚ S.A. hasta por la suma
de (…). En el proceso seguido por la SUNAT con el mencionado
obligado. Expediente Coactivo [se refiere al Expediente de Medidas
Cautelares Previas] N° 0011009000015. El título fue presentado el 17
de diciembre del 2015 a las (…). LIMA, 21 de diciembre del 2015.”

60. Nótese que el expediente al que se hace referencia es el N° 0011009000015,


el cual no es el expediente coactivo donde se traban embargos definitivos,
sino que es el EXPEDIENTE DE MEDIDAS CAUTELARES PREVIAS, DONDE
ESTÁN DICTADOS LOS EMBARGOS DE ESA NATURALEZA. Además de ello,
téngase en cuenta que la Resolución Coactiva que dispone el embargo es del
12 de diciembre del 2015, el ingreso del título de dicha Medida Cautelar
Previa es del 17 de diciembre del 2015 y con inscripción el 21 de diciembre
del mismo año.

61. Por otro lado, es importante señalar que la SUNAT dispuso la ampliación por
dos años más de la medida cautelar previa (embargo previo), tal y como se
detalla a continuación en el Asiento D00005 de dicha partida:

“Mediante Resolución Administrativa N° 0110070119603 del 30 de


diciembre del 2016 de la ejecutoria coactiva de la Intendencia de
Principales Contribuyentes Nacionales de la SUNAT, suscrita por el
Ejecutor Coactivo (…), se ordena prorrogar el embargo en forma de
inscripción inscrito en el Asiento D0004 de la presente partida por el

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plazo de dos años. En el procedimiento coactivo seguido por la SUNAT
contra ANYPSA PERÚ S.A., sobre pago de deuda tributaria (Exp. N°
0011009000015). El título fue presentado el 09 de enero del 2017 (…).
LIMA, 11 de enero del 2017”.

62. Llámese la atención que la Resolución Coactiva que dispuso la prórroga es


del 30 de diciembre del 2016, el título de la prórroga es de fecha 09 de enero
del 2017 y con inscripción el 11 de enero del mismo año (todo ello realizado
de manera posterior a la fecha en que se cumplió el primer año de
caducidad).

63. Finalmente, la SUNAT dispuso convertir en definitiva la Medida Cautelar


Previa de embargo en forma de inscripción, tal y como se detalla a
continuación en el Asiento D00006 de la partida de la referencia:

“Embargo Coactivo.- Mediante Resolución Coactiva N°


0110070134214 de fecha 10 de abril de 2018 expedida por el Ejecutor
Coactivo de Principales Contribuyentes Nacionales (…) se ha resuelto
anotar en la presente partida la conversión en definitiva de la medida
cautelar previa de embargo en forma de inscripción, ordenada
mediante Resolución Coactiva N° 0110070114032 (…) El título fue
presentado el 27 de abril del 2018 (…). LIMA, 2 de mayo del 2018”.

64. De dicho asiento se desprende que el título de conversión a definitiva de la


medida cautelar previa de embargo en forma de inscripción fue ingresado el
27 de abril del 2018 y con inscripción del 02 de mayo del mismo año.

65. Ahora bien, como hemos podido verificar, el art. 57° del Código Tributario
señala que cumplido el plazo de caducidad de un (01) año, la medida cautelar
previa CADUCARÁ sin necesidad de realizar alguna declaración expresa o una
solicitud para obtener tal fin, si es que no se dicta e inscribe la prórroga o la

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conversión a definitiva del embargo; es decir, la CADUCIDAD OPERA DE
PLENO DERECHO.

66. Estando a ello, teniendo en cuenta lo señalado hasta este momento,


podemos sustraer los siguientes datos:

(i) Resolución Coactiva N° 0110070114032, mediante la cual se dictó


Medida Cautelar Previa de embargo en forma de inscripción, cuya
fecha de emisión es 12 de diciembre del 2015.

(ii) Ingreso del título a Registros Públicos de lo dictado en la Resolución


Coactiva N° 0110070114032: 17 de diciembre del 2015.

(iii) Inscripción de la medida cautelar previa (MCP) de embargo en


forma de inscripción dictada por la Resolución Coactiva N°
0110070114032: 21 de diciembre del 2015.

(iv) Resolución Coactiva N° 0110070119603, mediante la cual se


prorroga por un plazo de dos (02) años adicionales la vigencia de
dicha medida cautelar previa de embargo en forma de inscripción,
cuya fecha de emisión es 30 de diciembre de 2016.

(v) Ingreso de título a Registros Públicos de lo dictado en la Resolución


Coactiva N° 0110070119603 (prórroga de dos años adicionales): 09
de enero del 2017.

(vi) Inscripción de la Resolución Coactiva N° 0110070119603 (prórroga


de dos años adicionales): 11 de enero del 2017.

67. Conforme a ello, se puede observar que la Resolución Coactiva que dictó la
Medida Cautelar Previa es del 12 de diciembre del 2015, el ingreso del título
a Registros Públicos es del 17 de diciembre del 2015 y con inscripción del 21
de diciembre del 2015; mientras que, la Resolución Coactiva que dispuso la

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prórroga de dos años adicionales de dicha Medida Cautelar Previa fue del 30
de diciembre del 2016, el ingreso del título a Registros Públicos es del 09 de
enero del 2017 y con inscripción del 11 de enero del 2017.

68. Esto quiere decir que EL PLAZO DE CADUCIDAD DE UN (01) AÑO YA SE HABÍA
CUMPLIDO ANTES DE QUE LA SUNAT DISPONGA SU PRÓRROGA POR DOS
AÑOS ADICIONALES; es decir, se buscaba prorrogar una Medida Cautelar
Previa YA CADUCADA, lo cual no puede ser admitido por el ordenamiento
jurídico, pero que a pesar de ello la SUNAT dispuso su prórroga y
posteriormente decidió convertirla a definitiva para así ejecutarla. Tómese
en cuenta que aquí estamos frente a Medidas Cautelares Previas (embargos
previos) y no ante embargos definitivos dictados dentro de un procedimiento
coactivo. En efecto, LA CADUCIDAD OPERÓ CUANDO SE ENCONTRABA EN
TRÁMITE LA MEDIDA CAUTELAR PREVIA y no en una dictada dentro de un
expediente de cobranza coactiva, y por ese motivo es que se le aplica lo
dispuesto por el artículo 57° del Código Tributario.

69. En conclusión, antes de que se dicte e inscriba en los registros públicos la


prórroga por dos años adicionales, e inclusive antes de que se disponga la
conversión de previa a definitiva, dicha Medida Cautelar Previa ya había
caducado por la sola naturaleza jurídica y operatividad automática y de
pleno derecho de la CADUCIDAD; es decir, dejó de tener existencia jurídica
desde antes de que se dicte e inscriba en los registros públicos la prórroga
por dos años adicionales e inclusive desde antes que se dicte e inscriba la
conversión a definitiva dentro de su respectivo Expediente Coactivo.

70. En ese escenario, nos preguntamos ¿cómo se va a prorrogar y/o convertir a


definitivo algo que ya no existe jurídicamente hablando?). Es como si se
pretendiese prorrogar o convertir en definitiva un aspecto que ya no tiene
existencia, que ya no tiene razón de ser en el mundo jurídico. Y,
efectivamente, como la CADUCIDAD de la Medida Cautelar Previa inscrita en
la partida registral antes señalada, operó desde antes de que se dicte e

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inscriba su prórroga por dos años adicionales, entonces la consecuencia
lógica es que esa MCP debió ser levantada y ya no afectar al inmueble inscrito
en esa partida registral, pues dicha MCP ya había CADUCADO con
anterioridad.

71. Admitir lo contrario sería atentar contra el Principio Constitucional de


Seguridad Jurídica y Derecho de Propiedad; ya que, si se ampara el actuar de
la SUNAT, se estaría desconociendo la figura de la CADUCIDAD, su naturaleza
jurídica y sus efectos prácticos reconocidos por el propio Código Civil.

72. Sin embargo, como bien volvemos a mencionar, por motivo de los errores de
hecho y de derecho antes desarrollados, este aspecto de fondo no fue
analizado por el Juzgado, afectando así nuestro derecho a la debida
motivación de las resoluciones judiciales, debido proceso y tutela
jurisdiccional efectiva.

II) NATURALEZA DEL AGRAVIO:

La resolución impugnada nos causa agravio, pues ha sido emitida en base a


errores de hecho y de derecho, y además porque no se tomaron en cuenta dos
sentencias pertinentes expedidas por el Tribunal Constitucional, dándose así que
la motivación expuesta en la sentencia apelada resulta ser insuficiente y
aparente, lo cual conlleva a que el superior jerárquico declare su anulación o
revocación.

Todo lo cual significa una vulneración a nuestro Derecho de Acción, Acceso a la


Justicia, Debido Proceso y Tutela Jurisdiccional Efectiva, consagrados en el
artículo 139° de la Constitución Política del Perú, además de poder obtener una
decisión por parte del órgano Jurisdiccional conforme a Derecho.

III) FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA DEL AGRAVIO:

30
Amparo el presente recurso de apelación en lo dispuesto en los artículos 57° del
Código Tributario; artículo 19° del Reglamento de Procedimiento de Cobranza
Coactiva de la SUNAT, aprobado por Resolución de Superintendencia N° 216-
2004/SUNAT; artículos 2003°, 2004°, 2005°, 2006° y 2007° del Código Civil;
artículo 364°, 365° inciso 2), 366° y siguientes del Código Procesal Civil; y,
además. eel artículo 57° y 58° del Código Procesal Constitucional.

POR TANTO:
Al Juzgado solicitamos resolver conforme a ley.

OTROSÍ DECIMOS: Que, en calidad de Anexo “A” adjuntamos la copia de la Resolución


Coactiva N° 0110070144499.

Lima, 26 de agosto de 2019

31

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