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Seis reglas de oro para enseñar al niño a compartir

Para los niños de dos años, todo les pertenece y lo suyo es suyo y de nadie más. No es
egoísmo, sino una fase de su desarrollo. Tienen que aprender a compartir. Te damos seis
reglas de oro que siempre funcionan.
El problema es que el niño de dos años aún no sabe muy bien dónde están los límites.
Para él, desprenderse del trenecito rojo, la pelota hinchable o el oso de peluche significa perder una
parte de él mismo. ¡Imposible hacerlo tan fácilmente!
Además, a los dos años, lo que no está no existe : por eso le cuesta tanto comprender que las
cosas que se prestan vuelven más tarde a su dueño. Y ponerse en el lugar del otro tampoco es
su punto fuerte.

¿Cómo les enseñamos a compartir con los demás?


La labor de los padres es ayudar al niño a comprender que prestar no es lo mismo que perder,
que algunas cosas son suyas pero otras no, y enseñarle (poco a poco y con paciencia)
a ponerse en el lugar de los demás.
Cuando aparecen otros niños en la vida de nuestro hijo (en el cole, en el parque, con sus primos…),
elsentimiento de propiedad cobra todo su sentido y se refuerza.
Los sermones -«Tienes que compartir», «Debes ser generoso»- no sirven. Lo ideal es aprovechar
las situaciones y transformarlas en lecciones prácticas: «Llevas mucho rato jugando con el cubo,
ahora le toca a Mario, ¿no crees?».
Es bueno dejar pasar un tiempo para que sea el propio niño quien ceda su juguete al que espera.
Pasado un rato nos encargaremos de que el cubo vaya de vuelta: «Ahora te toca a ti otra vez».
Ejercer la diplomacia entre dos niños que juegan les ayuda a respetarse y a conocer ciertas reglas,
pero ¡ojo!: a veces hay que dejarles resolver solos sus disputas o, simplemente, aceptar su negativa
a compartir: cada niño tiene sus pertenencias favoritas a las que se siente emocionalmente ligado y
es lógico que las defienda con uñas y dientes.

¿Y ENTRE HERMANOS? PELEAS FAMILIARES


Para que no haya trifulcas entre hermanos, el primer paso es garantizar que todos tengan
derechos sobre sus cosas. A veces les cuesta compartir porque no se sienten seguros de sus
posesiones. Tener en casajuguetes propios (si quieren, los dejan y, si no quieren, no) y juguetes
comunes (se comparten por turnos) puede evitar problemas.
Si las peleas son constantes, se puede recurrir a estrategias como asignar un color a cada niño si se
trata de objetos semejantes -la pelota roja para María y la verde para Pablo- o poner una alarma que
suene cuando toque intercambiar los juguetes.
6 reglas de oro para enseñar a tu hijo a ser generoso

1.- Jugar con otros niños. En la interacción con los demás, el pequeño aprende que a veces hay
que ceder, y así se da cuenta de que compartir no es tan malo.
2.- Dar ejemplo. Ser generosos entre nosotros y verbalizarlo: «Un caramelo para mamá, otro para
papá y otro para ti» (luego él repetirá esta escena con otros niños). Acostumbrarnos a negociar y a
intercambiar en vez de imponer.
3.- Expresar lo que siente. Los sentimientos del niño a veces necesitan nuestra traducción: «Sé
que estás enfadada porque Eva ha cogido tu lápiz morado, a las dos os encanta ese color, pero
puedes pintar con el resto; cuando ella acabe, te lo dejará».
4.- No criticarle. Recriminarle con calificativos negativos («Eres un egoísta», «Sólo piensas en ti»,
«Eres un niño muy malo»...) sólo conduce a que la etiqueta y la conducta le acompañen tristemente
durante años.
5.- Distinguir. Dejar claro qué cosas son de todos: el columpio, el sofá, la comida... y qué cosas
tienen dueño: las suyas son suyas.
6.- Respetar sus cosas. Hay ciertas cosas que no querrá dejar a nadie y está en su derecho.
Nosotros hacemos lo mismo.
Por: Violeta Alcocer, psicóloga.

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