Sie sind auf Seite 1von 42

UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA

Facultad de Ingeniería Industrial y de Sistemas

TRANSTORNOS DE LA
PERSONALIDAD

.-INTEGRANTES-.
Marcial Enrique Vásquez Rubio
Diego Antonio Amaya Abanto
Rolando Joseph Riquelme Monge
Kevin Ochoa Bustamante
Chi Jon Lau Ma
---------------------- PSICOLOGÍA SISTÉMICA ----------------------
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

INTRODUCCIÓN

Durante muchos años el término “trastorno de personalidad“, ha estado asociado a


características negativas como degeneración moral, intratabilidad y conflictividad.
Los trastornos de personalidad han sido descritos como patrones estables e inflexibles de
experiencias internas y conductas desadaptativas, que se asocian de forma significativa a
múltiples dificultades para responder adecuadamente a las demandas del entorno. Las
características más destacadas de los trastornos de personalidad son su inicio temprano
(adolescencia o principio de la edad adulta), estabilidad y cronicidad de sus
manifestaciones, y afectación de todos los ámbitos de la vida del sujeto (personal, familiar,
social, académico y laboral).
En la última década se ha producido un avance considerable en la comprensión y
tratamiento de los trastornos de personalidad. Este progreso ha sido gracias a los
múltiples estudios realizados desde distintas disciplinas, como la psiquiatría,
la psicología de la personalidad, la psicología cognitiva, la genética y la psicología
evolutiva.
Entre los principales objetivos de este trabajo es que cualquier tipo de manifestación
esencial de un trastorno de la personalidad se pueda distinguir como es un patrón
duradero de conductas y experiencias internas, que se desvía marcadamente de lo que
culturalmente se espera del individuo, y que va más allá de lo habitual en la mayoría de
las personas. Es de suma importancia que se tenga en cuenta que los sujetos con
trastornos de la personalidad generalmente no son conscientes de que su
comportamiento o sus patrones de pensamiento son inapropiados, por lo contrario a
menudo creen que sus patrones son normales y correctos.
En contrastes los sujetos con trastornos de la personalidad son tan rígidos que no pueden
adaptarse a la realidad, lo cual debilita su capacidad operacional.
Las expectativa de desarrollar un trastorno de la personalidad a lo largo de la vida está
en torno al 5% y la prevalecía, es decir, el número de casos encontrados oscila entre el
10.3% y el 13%.
El origen de los trastornos de la personalidad continua siendo desconocido. No obstante,
en la actualidad existe gran consenso a la hora de afirmar que la personalidad se
desarrolla a partir de la interacción de un conjunto de disposiciones hereditarias y de
influencias ambientales.
Es necesario realizar más investigaciones para aclarar los factores psicológicos y
biológicos que causan el trastorno de la personalidad.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

ÍNDICE
1. Definición
2. Posibles causas generales de los trastornos de
personalidad
3. Diagnóstico de los trastornos de personalidad
4. Tratamiento de los trastornos de personalidad
5. Consecuencias de los trastornos de
personalidad a la dinámica familiar interna y
externa
6. Clasificación de los trastornos psicológicos de la
personalidad
6.1. GRUPO A
6.1.1. Paranoide
6.1.2. Esquizoide
6.1.3. Esquizotípico
6.2. GRUPO B
6.2.1. Antisocial
6.2.2. Narcisista
6.2.3. Límite
6.2.4. Histriónico
6.3. GRUPO C
6.3.1. Evitativo
6.3.2. Dependiente
6.3.3. Obsesivo
7. Casos clínicos de trastornos de personalidad
8. Conclusiones
9. Bibliografía
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

DEFINICIÓN
Los trastornos de personalidad están formados por ciertas afecciones mentales donde
una persona tiene un patrón de comportamientos, emociones y pensamientos
completamente diferentes a las expectativas de su cultura. Estos comportamientos
interfieren a la hora de que la persona se relaciones de manera adecuada con sus
iguales, en su trabajo, pareja u en otros contextos. Estos trastornos son considerados
como graves debido a que no solo afectan a la persona que los padece, sino que también
afectan al entorno.

Los individuos que sufren algún tipo de trastorno de personalidad, suelen tener problemas
en distintas áreas de la vida, incluyendo el funcionamiento social y laboral, y suelen tener
habilidades de afrontamiento pobres y dificultades para formar relaciones sanas.

Los trastornos de personalidad suelen surgir en la adolescencia y continúan en la edad


adulta. Pueden ser leves, moderados o graves, y es posible que estas personas puedan
tener períodos de remisión en el que funcionan relativamente bien.

A pesar de que las causas no están del todo claras, los trastornos de la personalidad
pueden estar asociados a factores genéticos y ambientales. Respecto a estos últimos, las
experiencias de angustia, estrés o miedo durante la infancia, así como el maltrato, el
abuso o la negligencia emocional, pueden causar futuro desarrollo de dichos trastornos.
Otro importante problema respecto a los trastornos de personalidad, es que,
generalmente, son poco conocidos por los profesionales de la salud. Que, a veces,
presentan dificultades para tratar con estos pacientes. Por lo tanto, es de vital importancia
conocer qué tipos de trastornos de personalidad existen, en que consiste cada uno, y
cómo se clasifican.

POSIBLES CAUSAS GENERALES DE LOS


TRANSTORNOS DE PERSONALIDAD
Las causas de los trastornos de personalidad se desconocen a ciencia cierta. Pero se
cree que los factores genéticos y ambientales están relacionados con su desarrollo.
La personalidad es la combinación de pensamientos, emociones y conductas que nos
hacen únicos. Es el modo en el que ves, comprendes y te relacionas con el mundo
exterior, así como el modo en el que te ves a ti mismo. La personalidad se forma durante
la infancia y en ella incide la interacción de lo siguiente
 Los genes. Es posible que determinados rasgos de la personalidad se transmitan
de padres a hijos mediante los genes heredados. A veces, estos rasgos se llaman
tu temperamento. La genética y la estructura biológica del cerebro podrían
considerarse las causas principales. No obstante, estas causas pueden jugar tan
solo un papel predisponente; es decir, predisponen al individuo a padecer un
determinado trastorno pero son los factores ambientales e influencias externas y
de aprendizaje los que determinan su aparición.
Por otra parte, la influencia de la genética depende del tipo de trastorno. En
algunos, como el trastorno antisocial de la personalidad, la genética parece jugar
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

un papel importante, mientras que en otros casos, como el trastorno por


dependencia, parece que el ambiente ejerce una mayor influencia. No obstante, en
general, suele existir una interacción entre ambos factores (genéticos y
ambientales).
 Traumas infantiles
El maltrato, abuso o negligencia emocional en la infancia parecen jugar un papel
especialmente importante en el desarrollo de diversos trastornos de personalidad.
En particular, entre las personas con trastorno límite, el 55% ha sido víctima de
abuso sexual. Esto no significa necesariamente que el abuso sexual sea la causa,
sino más bien puede implicar que, en una personalidad con cierta predisposición,
el trauma del abuso actuó como desencadenante.
La negligencia emocional es otro aspecto importante a tener en cuenta en la
aparición de este tipo de trastornos.
Consiste en ignorar o no prestar atención a las necesidades emocionales de los
niños.
En algunos casos, la personalidad de un niño puede ser (por motivos genéticos)
tan difícil de manejar que los padres no sepan cómo hacerlo y acaben
respondiendo con abuso o negligencia, agravando los problemas del niño y
propiciando la aparición del trastorno. El abuso verbal puede tener también un
impacto. En un estudio realizado con 793 madres, los investigadores les
preguntaron si habían gritado a sus hijos y les habían dicho que no los querían o
amenazado con echarlos. Los niños que habían experimentado este tipo de abuso
verbal tenían el triple de probabilidades de desarrollar trastorno de personalidad
límite, narcisista, obsesivo-compulsivo o paranoide en la edad adulta.
 Amistades, personas significativas, experiencias
Incluso los compañeros, profesores u otras personas significativas pueden ejercer
un impacto, tanto positivo como negativo. Un niño con una predisposición a
desarrollar un trastorno de personalidad, puede no desarrollarlo nunca si se
encuentra en un ambiente sano y protector, pero si se encuentra en situación de
maltrato o abuso es muy probable que acabe padeciendo el trastorno.
Las experiencias vitales también juegan un papel importante. Por ejemplo, explica
Judith Beck, directora del Beck Institute for Cognitive Therapy and Research, un
niño con tendencias obsesivo-compulsivas que tiene padres alcohólicos puede
asumir la responsabilidad de cuidar de sus hermanos menores, lo que puede
ampliar su propensión hasta que aparece el trastorno. Como vemos, la genética
puede hacer que tengas una predisposición pero el ambiente y experiencias que
vives pueden influir, para bien o para mal, tanto en el desarrollo del trastorno como
en su manejo y tratamiento, siendo siempre posible el cambio.
 Aprendizaje
Conforme los niños crecen, van aprendiendo de las experiencias que viven. No
obstante, este aprendizaje puede verse afectado de un modo perjudicial por
factores ambientales como los siguientes:
1. Experiencias frecuentes que crean ansiedad pueden minar los
sentimientos de seguridad y acaban provocando estilos de comportamientos y
modos de afrontar esas experiencias que no son sanos. Por ejemplo, los hijos de
padres alcohólicos pueden aprender que los demás son imprevisibles y no son de
fiar, lo que influirá en su comportamiento con los demás.
2. Experiencias que no crean malestar emocional pero que llevan a
comportamientos perjudiciales. Por ejemplo, un niño al que le consienten todo y
jamás recibe un “no” por respuesta, puede aprender a esperar que todo el mundo
se comporte así con él o ella.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

3. La falta de determinadas experiencias puede hacer que no se aprendan


ciertos comportamientos necesarios para tener un buen funcionamiento. Por
ejemplo, el niño que se cría prácticamente solo porque sus padres nunca están en
casa aprende a no esperar nada de los demás.

Se piensa que los trastornos de la personalidad son provocados por una combinación de
estas influencias genéticas y del entorno. Es posible que los genes te hagan vulnerable a
desarrollar un trastorno de la personalidad, y una situación de la vida puede
desencadenar el desarrollo.

Factores de riesgo
Si bien no se conoce la causa precisa de los trastornos de la personalidad, ciertos
factores parecen aumentar el riesgo de desarrollar o desencadenar estos trastornos, entre
ellos, los siguientes:

 Antecedentes familiares de trastornos de personalidad u otras enfermedades


mentales

 Vida familiar abusiva, inestable o caótica durante la niñez

 Diagnóstico de trastorno de la conducta en la niñez

 Variaciones en la química y en la estructura del cerebro

DIAGNÓSTICO DE LOS TRASTORNOS DE


PERSONALIDAD

Cada trastorno de personalidad tiene su propio conjunto de criterios de diagnóstico. Sin


embargo, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales
(Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM-5), generalmente el
diagnóstico de un trastorno de personalidad incluye una desviación marcada a largo plazo
de las expectativas culturales que genera angustia o impedimentos significativos en, al
menos, dos de los siguientes puntos:

● La manera en que te percibes e interpretas a ti mismo, a otras personas y a los


acontecimientos: al mundo.
● La adecuación de tus respuestas emocionales
● Tu desempeño para tratar con otras personas y en las relaciones
● El control o falta de control de tus impulsos
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

A veces puede ser difícil determinar el tipo de trastorno de personalidad, dado que
algunos trastornos de personalidad comparten síntomas similares y que pueden
presentarse más de un tipo. Otros trastornos, tales como depresión, ansiedad o abuso de
sustancias pueden complicar más el diagnóstico. Pero vale la pena el tiempo y el esfuerzo
tener un diagnóstico preciso para que puedas tener el tratamiento adecuado.

Formas de Diagnóstico:

Si el médico sospecha que el paciente padece de un trastorno de la


personalidad, podrá determinar el diagnóstico a través de las siguientes
formas:

1. Exploración física: consiste en la realización de un análisis física del


paciente donde involucra también preguntas minuciosas acerca de su
salud. Ya que en algunos casos los síntomas pueden estar vinculados
con un problema de salud física que no haya sido diagnosticado. Puede
incluir en la evaluación análisis de laboratorio y pruebas para la
detección del consumo de alcohol y drogas.

2. Evaluación psiquiátrica: esta evaluación consiste en una


conversación acerca de los pensamientos, sentimientos y los
comportamientos del paciente, además se puede incluir un cuestionario
que permita establecer un diagnóstico. El paciente también puede
brindar información de familiares u otras personas que pueden resultar
útil en la evaluación.

3. Criterios de diagnóstico del Manual DSM-5: una vez que se conoce


los síntomas del paciente, el médico puede compararlos con los
criterios establecidos en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental
Disorders DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales DSM-5), publicado por la American Psychiatric Association
(Asociación Estadounidense de Psiquiatría), donde se podría concluir
con un posible trastorno de personalidad.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE


PERSONALIDAD

El mejor tratamiento para ti depende de tu trastorno de la personalidad en particular, su


gravedad y la situación de tu vida. Por lo general, es necesario el enfoque de un equipo
para asegurarse de que todas tus necesidades psiquiátricas, médicas y sociales sean
satisfechas. Debido a que los trastornos de la personalidad permanecen por largo tiempo,
el tratamiento puede requerir meses o años.

El equipo de tu tratamiento puede incluir a tu médico de cabecera o a otros profesionales


de atención médica primaria como así también a:

● Psiquiatras
● Psicólogos u otros terapistas
● Personal de enfermería psiquiátrica
● Farmacéutico
● Asistente social

Si el paciente cuenta con síntomas suaves que se pueden controlar bien, es posible que
necesites tratamiento solamente por parte de su médico de cabecera, un psiquiatra u otro
terapista. Si es posible, es recomendable buscar a un profesional de la salud mental con
experiencia en tratamientos de trastornos de la personalidad.

Psicoterapia

La psicoterapia, también llamada terapia conversacional, es el principal


tratamiento para los trastornos de la personalidad. Durante la psicoterapia con un
profesional de la salud mental, el paciente puede aprender sobre la afección y
hablar sobre su estado de ánimo, sentimientos, pensamientos y conductas.
También a sobrellevar el estrés y controlar mejor el trastorno que padece.

La psicoterapia se puede ofrecer en sesiones individuales, en grupos de terapia o


sesiones que incluyen a la familia e incluso a los amigos. Existen muchos tipos de
psicoterapia, el profesional de la salud mental podrá determinar cuál es la mejor
para ti. Es posible que también el paciente reciba entrenamiento para las
habilidades sociales. Durante ello, el paciente puede utilizar las perspectivas y el
conocimiento que se ha logrado al aprender formas saludables de controlar sus
síntomas y reducir las conductas que interfieren con su desempeño y sus
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

relaciones. La terapia familiar proporciona apoyo y educación a las familias que


tienen un familiar con un trastorno de la personalidad.

Medicamentos

No existen medicamentos específicamente aprobados por la Administración de


Alimentos y Medicamentos para tratar los trastornos de la personalidad. Sin
embargo, existen distintos tipos de medicamentos psiquiátricos que pueden
ayudar con varios síntomas del trastorno de la personalidad.

 Antidepresivos: Los antidepresivos pueden ser efectivos si el paciente se siente


depresivo, con ira, impulsivo, irritable o desesperanzado, lo que puede asociarse
con los trastornos de la personalidad.

 Estabilizadores del estado de ánimo: Como su nombre lo sugiere, los


estabilizadores del estado de ánimo pueden suavizar los cambios de humor o
reducir la irritabilidad, la impulsividad y la agresión.

 Medicamentos antipsicóticos: Llamados también neurolépticos, pueden ser


efectivos si los síntomas incluyen la pérdida del contacto con la realidad (psicosis)
o en ciertos casos, problemas de ansiedad o ira.

 Ansiolíticos: Pueden ayudar si el paciente tiene ansiedad, nerviosismo o


insomnio. Pero en algunos casos, pueden aumentar el comportamiento impulsivo,
por lo que se evitan para ciertos tipos de trastornos de la personalidad.

Programas de tratamiento en el hospital y domiciliario

En algunos casos, un trastorno de personalidad puede ser tan grave que es


necesario internarse en un hospital para recibir atención psiquiátrica. Por lo
general, esto se recomienda solamente cuando el paciente no es capaz de cuidar
adecuadamente a sí mismo o cuando está en riesgo inminente de hacerse daño o
a otra persona. Después de que el paciente se estabilice en el hospital, es posible
que el médico recomiende un programa de hospital de día, un programa
domiciliario o tratamiento ambulatorio.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

Estilo de vida y remedios caseros

Junto al plan profesional de tratamiento, el paciente debe considerar estas


estrategias de estilo de vida y autocuidado.
● Participar activamente de tu cuidado. Esto puede ayudar al paciente a
controlar su trastorno. El paciente debe evitar no asistir las sesiones de
terapia, incluso si no tienes ganas de ir. Este debe pensar sobre los
objetivos de su tratamiento y debe trabajar para lograrlos.

● Tomar los medicamentos según lo indicado: Incluso si el paciente se


sientes bien, no debe saltarse sus medicamentos. Ya que al realizarlo los
síntomas del trastorno podrían regresar. También podría experimentar
síntomas parecidos a los de la abstinencia debido a una suspensión de
medicación demasiado pronto.

● Obtener información acerca de tu afección: La educación sobre la afección


puede brindar al paciente, control y motivación para seguir estrictamente el
plan de tratamiento.

● Mantenerse activo: La actividad física puede ayudar al paciente a controlar


muchos síntomas, como la depresión, el estrés y la ansiedad. La actividad
también puede contrarrestar los efectos de algunos medicamentos
psiquiátricos que pueden causar el aumento de peso. Considera caminar,
correr, nadar, trabajar en el jardín u otra actividad que disfrute.
● Evitar las drogas y el alcohol: el alcohol y las drogas pueden empeorar los
síntomas del trastorno de la personalidad o la interacción con
medicamentos.

● Obtener atención médica de rutina. El paciente no debe evitar los controles


o consultas con su médico, especialmente si no se siente bien. Es posible
que el paciente tenga un nuevo problema de salud que necesite ser
atendido o que experimente efectos secundarios de los medicamentos.

Estrategias de afrontamiento y apoyo


Tener un trastorno de personalidad dificulta participar en comportamientos y
actividades que pueden ayudar a que te sientas mejor. El médico o terapeuta debe
brindarle formas para mejorar la capacidad de enfrentar desafíos o situaciones.
También se puede buscar un apoyo familiar, quienes deben determinar cómo
pueden ofrecer apoyo y ayuda de forma eficaz. El paciente debe resolver las
angustias que tiene con un profesional de salud mental para que ayude a crear
límites y estrategias de autocuidado, siendo posible el disfrute y éxito en la vida.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

CONSECUENCIAS DE LOS TP A LA DINÁMICA FAMILIAR


INTERNA Y EXTERNA
La enfermedad mental afecta no solo al paciente sino también a su familia, dificulta la
comunicación intrafamiliar, puede generar patologías adicionales en los familiares y todo
ello empeorar la evolución del trastorno.

Comportamiento ideal en su entorno interno:

 Lo primero y más importante que puede hacer es ayudar a que su amigo o familiar
reciba el diagnóstico y tratamiento correctos
 Alentarlo a permanecer en tratamiento o a buscar otro tratamiento si los síntomas
parecen no mejorar con el tratamiento actual.
 Ofrecer apoyo emocional, ser paciente, comprensivo y animarlo; el cambio puede
ser difícil y aterrador para personas con el trastorno límite de la personalidad, pero
es posible para ellos mejorar con el tiempo
 Aprender sobre los trastornos mentales, incluyendo el trastorno límite de la
personalidad, para poder entender lo que está viviendo su amigo o familiar
 aprendizaje de habilidades de resolución de problemas y afrontamiento de
conflictos, que la continuada convivencia con la enfermedad puede generar

Comportamiento común real:


Durante el Diagnostico:

Resistirse a aceptar que algo no va bien y negar el trastorno/desarrollar conductas de


hipervigilancia, sobreprotección y/o codependencia sobre el paciente.

Además, el trastorno puede generar otro tipo de patologías en la familia: desgaste


emocional, cuadros depresivos, problemas de pareja, violencia doméstica, etc.

Durante el tratamiento:

Podemos encontrarnos con tres tipos de resistencias en la familia:

a) Resistencia al diagnóstico. Enfrentarse a un diagnóstico de enfermedad mental no es


fácil, es frecuente las familias se resistan a aceptar la etiqueta de trastorno.

b) Resistencia a implicarse en el tratamiento. No es infrecuente encontrarnos que los


miembros de la familia se involucran en diferente grado (ej: mayor implicación de la madre
y menor del padre). Si uno de los padres se involucra más que el otro en el tratamiento
pueden surgir conflictos importantes, lo más idóneo es lograr que ambos tomen partido en
el tratamiento pero, si no es posible, es aconsejable trabajar con el miembro interesado
por separado.

c) Resistencia del paciente a que la familia se involucre. En ocasiones es el propio


paciente quien puede negarse o mostrar desconfianza ante la intervención familiar. Si el
paciente se muestra reacio a que su familia participe en el tratamiento, debemos explorar
los motivos de esta negativa, ya que a menudo tiene que ver con el miedo a no ser
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

comprendido, miedo al rechazo, a la soledad, o a la existencia de hechos traumáticos


previos relacionados con algún miembro de la familia.

d) También tener en cuenta los comportamientos modifiquen la atribución del "rolde


enfermo", de modo que puedan comunicarse con "la parte sana" del paciente y hablen
con normalidad de otros temas ajenos al trastorno. Mirar a un enfermo como "enfermo" es
"potencialmente enfermante" y este hecho impide ver una "virtualidad sana" que existe
siempre por más enferma que esté una persona.

Frente a las crisis


Pueden oscilar entre las "llamadas de atención" o "intentos de manipulación" que no
tienen una finalidad autolítica y el "deseo real de quitarse la vida". No es aconsejable que
la familia cuestione los sentimientos del paciente en ese momento ni juzgue los motivos
por lo que quiere suicidarse.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS PSICOLÓGICOS


DE LA PERSONALIDAD

Hay muchas formas de clasificar los trastornos de personalidad siguiendo diversas teorías
y manuales. Pero en este artículo vamos a clasificar los tipos de trastorno de personalidad
según el manual DSMV-TR. Que propone su clasificación en 3 grupos.

1. Grupo A: Excéntricos extraños (paranoide, esquizoide y esquizotípico).

2. Grupo B: Dramáticos y erráticos (antisocial, Limite, histriónico y narcisista).

3. Grupo C: Ansiosos inhibidos (evitativo, dependiente y obsesivo).

TRASTORNOS DE PERSONALIDAD DEL GRUPO A

Trastorno de la personalidad paranoica

Estos pacientes presentan una desconfianza persistente de todo lo que les


rodea: Incluyendo pareja, familia, amigos… Pueden sentirse vigilados y, muchas veces,
creen en las teorías conspiratorias.
Las personas que padecen un trastorno de personalidad paranoide, poseen un habla
cerrada y realizan preguntas constantemente. Suelen encontrarse muy retraídos, debido a
que padecen una preocupación constante. Son personas extremadamente sensibles y se
enfadan fácilmente mostrando rencor. Tienden a atacar si se sienten señalados.
Cabe destacar una diferencia significativa entre el trastorno de personalidad paranoide y
la esquizofrenia (cómo ayudar a una persona esquizofrénica). El trastorno de
personalidad paranoide tiene una base real donde no existen delirios. Si existieran delirios
no se clasificaría como trastorno de personalidad paranoide.
El Tratamiento que se suele emplear con los trastornos paranoides, es mediante la
reestructuración cognitiva, entrenamiento en habilidades sociales, talleres de terapia
ocupacional, aproximaciones sucesivas a las personas o lugares que les generan
desconfianza y entrenamiento en el control de estrés.
En terapia es muy importante saber medir las palabras que utilizamos con las personas
que sufren personalidad paranoide, y no hacerles ver que dudamos de lo que dicen, o que
sospechamos de algo sobre ellos, ya que les creará desconfianza y hará que no quieran
acudir a consulta. Suelen tener una tasa alta de abandonos y cambiar regularmente de
terapeutas.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

Determinantes psicológicos o causas:

Tiene tres variantes:

1. Paranoide-narcisista:

 Sobrevaloración e indulgencia parentales

 Falta de control parental

 Rechazo interpersonal seguido de aislamiento y fantasía

2. Paranoide-antisocial:

 Trato parental desagradable

 Tensiones interpersonales por anticipación de posibles ataques y arrogancia

 El estrés puede llevar a abandonar el contacto social y alejarse de la realidad

3. Paranoide-compulsivo:

 Igual que compulsivos salvo el estilo de afrontamiento

Síntomas y trastornos asociados. Los sujetos con trastorno paranoide de la


personalidad son personas con las que generalmente es difícil llevarse bien y suelen tener
problemas en las relaciones personales. Su suspicacia y hostilidad excesivas pueden
expresarse mediante las protestas directas, las quejas recurrentes o por un
distanciamiento silencioso claramente hostil. Puesto que están excesivamente atentos a
las posibles amenazas, pueden comportarse de una forma cautelosa, reservada o
tortuosa y aparentan ser «fríos» y no tener sentimientos de compasión. Aunque a veces
parecen objetivos, racionales y no emotivos, con mayor frecuencia muestran una gama
afectiva lábil en la que predominan las expresiones de hostilidad, obstinación y sarcasmo.
Su naturaleza combativa y suspicaz puede provocar en los demás una respuesta hostil,
que, a su vez, sirve para confirmar al sujeto sus expectativas iniciales.

Como los individuos con trastorno paranoide de la personalidad no confían en los demás,
tienen una necesidad excesiva de ser autosuficientes y un fuerte sentido de autonomía.
También necesitan contar con un alto grado de control sobre quienes les rodean. A
menudo son rígidos, críticos con los demás e incapaces de colaborar, aunque tienen
muchas dificultades para aceptar las críticas. Son capaces de culpar a los demás de sus
propios errores. Debido a su rapidez para contraatacar en respuesta a las amenazas que
perciben a su alrededor, pueden ser litigantes y frecuentemente se ven envueltos en
pleitos legales. Los sujetos con este trastorno tratan de confirmar sus concepciones
negativas preconcebidas respecto a la gente o las situaciones que les rodean atribuyendo
malas intenciones a los demás que son proyecciones de sus propios miedos. Pueden
mostrar fantasías de grandiosidad no realistas y escasamente disimuladas, suelen estar
pendientes de los temas de poder y jerarquía y tienden a desarrollar estereotipos
negativos de los otros, en especial de los grupos de población distintos del suyo propio.
Se sienten atraídos por las formulaciones simplistas del mundo y frecuentemente recelan
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

de las situaciones ambiguas. Pueden ser vistos como «fanáticos» y formar parte de
grupos de «culto» fuertemente cohesionados, junto a otros que comparten su sistema de
creencias paranoides.

El trastorno paranoide de la personalidad puede manifestarse por primera vez en la


infancia o la adolescencia a través de actitudes y comportamientos solitarias, relaciones
escasas con los compañeros, ansiedad social, bajo rendimiento escolar, hipersensibilidad,
pensamiento y lenguaje peculiares y fantasías idiosincrásicas. Estos niños pueden
parecer «raros» o «excéntricos» y atraer las burlas de los otros. En la población clínica
parece que se diagnostica con más frecuencia en varones.

Prevalencia. Es del 0,5-2,5% en la población general, del 10-20% en los hospitales


psiquiátricos y del 2-10% en los pacientes psiquiátricos ambulatorios.

Patrón familiar. Existen algunos datos que apuntan hacia un aumento de la prevalencia
del trastorno paranoide de la personalidad en los familiares con esquizofrenia crónica y
hacia una relación familiar más específica con el trastorno delirante, tipo persecutorio.

Trastorno esquizoide de la personalidad

Las personas que sufren el trastorno de tipo esquizoide, se caracterizan por aislarse y
evitar las interacciones personales y actividades sociales.
El trastorno de tipo esquizoide es muy parecido a tener una psicosis o una esquizofrenia.
Es raro que estos pacientes soliciten tratamiento terapéutico debido a que no son
conscientes de la gravedad de su problema, ya que no les supone dificultades
importantes en su vida.

Sin embargo, los rasgos esquizoides muestran un completo aislamiento del entorno social
que resulta patológico. Los pacientes con este tipo de trastorno de personalidad no
presentan ningún tipo de paranoia, de distorsiones cognitivas y de distorsiones
perceptuales.

El tratamiento en el trastorno de personalidad de tipo esquizoide es complicado ya que la


psicoterapia no resulta del todo efectiva. Un método bastante utilizado, consiste en poner
menos exigencias para la intimidad emocional del paciente. Es importante reforzar
relaciones que se enfoquen al trabajo, las actividades intelectuales o las expectativas, ya
que no suponen de mucha afección emocional.

Determinante psicológico o posible causa:

Atmósfera familiar formal o rígida. Las familias se caracterizan por ser reservadas,
superficiales o formales a nivel interpersonal o presentan falta de calidez interpersonal.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

Síntomas y trastornos asociados. Los sujetos con trastorno esquizoide de la


personalidad pueden tener dificultades especiales para expresar la ira, incluso en
respuesta a la provocación directa, lo que contribuye a la impresión de que no tienen
emociones. A veces, sus vidas parecen no ir a ninguna parte y dejan sus objetivos a
merced del azar. Estos individuos suelen reaccionar pasivamente ante las circunstancias
adversas y tienen dificultades en responder adecuadamente a los acontecimientos vitales
importantes. Debido a su falta de habilidades sociales y a la falta de deseo de
experiencias sexuales, los sujetos con este trastorno tienen pocas amistades, es poco
frecuente que salgan con alguien y no suelen casarse. La actividad laboral puede estar
deteriorada, sobre todo si se requiere una implicación interpersonal, aunque los sujetos
con este trastorno pueden desenvolverse bien cuando trabajan en condiciones de
aislamiento social. Los individuos con este trastorno pueden experimentar episodios
psicóticos muy breves (que duran minutos u horas), especialmente, en respuesta al
estrés. En algunos casos el trastorno esquizoide de la personalidad puede aparecer como
el antecedente premórbido del trastorno delirante o la esquizofrenia. Algunas veces, los
sujetos con este trastorno presentan un trastorno depresivo mayor. El trastorno esquizoide
de la personalidad se observa con más frecuencia simultáneamente con los trastornos de
la personalidad, esquizotípico, paranoide y por evitación.

Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo. Sujetos de varios tipos de


entornos culturales pueden mostrar comportamientos defensivos y estilos interpersonales
que pueden ser calificados erróneamente como esquizoides. Por ejemplo, las personas
que han cambiado de un entorno rural a uno urbano pueden reaccionar con un
«enfriamiento emocional» que puede durar varios meses y manifestarse por actividades
solitarias, afectividad restringida y otros déficits en la comunicación. Los inmigrantes de
otros países son vistos a veces erróneamente como fríos, hostiles o indiferentes.

El trastorno esquizoide de la personalidad puede hacerse patente por primera vez en la


infancia o la adolescencia a través de actitudes y comportamientos solitarios, pobres
relaciones con los compañeros y bajo rendimiento escolar, lo que señala como diferentes
a estos niños o adolescentes y les hace sujetos de burlas.

Prevalencia. El trastorno esquizoide de la personalidad es poco frecuente en el entorno


clínico.

Patrón familiar. El trastorno esquizoide de la personalidad puede ser más prevalente en


los familiares de los sujetos con esquizofrenia o con trastorno esquizotípico de la
personalidad.

Trastorno esquizotípico de la personalidad


UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

Las personas que padecen un trastorno de tipo esquizotípico se caracterizan


por presentar rarezas tanto en la apariencia, comportamiento, forma de pensar, etc… Son
personas muy excéntricas, que poseen un pensamiento mágico e ideas de referencia.
Su habla es muy extraña, y en muchas ocasiones no se consigue entender lo que quieren
trasmitir. Solo en algunos casos las alucinaciones llegan a ser de tipo paranoide pero no
es lo normal.

No presentan dificultades para relacionarse socialmente. Normalmente, cuando acuden a


terapia es debido a que terceras personas les han animado a ello. Las personas con
personalidad esquizotípica, no consideran tener problema alguno ni con su forma de vida,
ni con sus alucinaciones, viven con ellas de forma tranquila.
El tratamiento adecuado para este tipo de trastorno se basa en diversas técnicas. Por un
lado, para tratar las alucinaciones se utiliza la técnica de diátesis-estrés. Por otro lado, el
tratamiento en habilidades sociales aporta gran ayuda en estos casos. Es necesaria la
administración de antipsicóticos para que el paciente se encuentre más estable a la hora
de realizar una psicoterapia y poder llevar a cabo el tratamiento de forma más eficiente.

Determinantes psicológicos o causas:

Hay dos variantes:

1. Trastorno esquizotípico-esquizoide:

 marcado déficit de estímulos durante los primeros años de vida

2. Trastorno esquizotípico por evitación:

 presencia de parientes aprehensivos o con problemas cognitivos

 tensión y rechazo parental

 hipersensibilidad a la estimulación externa

 desaprobación parental y humillación de los hermanos o compañeros

Síntomas y trastornos asociados. Los individuos con trastorno esquizotípico de la


personalidad suelen buscar tratamiento para los síntomas asociados de ansiedad,
depresión u otros estados de ánimo disfóricos, más que para las características del
trastorno de la personalidad per se. Los sujetos con este trastorno de la personalidad
pueden experimentar episodios psicóticos transitorios (que duran minutos u horas),
especialmente en respuesta al estrés, aunque en general son de una duración insuficiente
para merecer el diagnóstico adicional de un trastorno psicótico breve o un trastorno
esquizofreniforme. En algunos casos se presentan síntomas psicóticos significativos que
cumplen los criterios para un trastorno psicótico breve, un trastorno esquizofreniforme, un
trastorno delirante o una esquizofrenia. Más de la mitad tienen historia de al menos un
episodio depresivo mayor. Entre el 30 y el 50% de las personas diagnosticadas de este
trastorno reciben un diagnóstico concurrente de trastorno depresivo mayor cuando son
admitidos en un centro clínico. El trastorno esquizotípico de la personalidad se presenta
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

con más frecuencia simultáneamente con los trastornos de la personalidad esquizoide,


paranoide, por evitación y límite.

Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo. El trastorno esquizotípico de


la personalidad puede hacerse patente por primera vez en la infancia o la adolescencia a
través de actividades y comportamientos solitarios, una pobre relación con los
compañeros, ansiedad social, bajo rendimiento escolar, hipersensibilidad, pensamiento y
lenguaje peculiares y fantasías extrañas. Estos niños pueden parecer «raros» o
«excéntricos» y atraer las burlas. El trastorno esquizotípico de la personalidad es un poco
más frecuente en los varones.

Prevalencia. Se observa aproximadamente en el 3% de la población general.

Curso. El trastorno esquizotípico de la personalidad tiene un curso relativamente estable


y únicamente un pequeño número de sujetos desarrollan una esquizofrenia u otro
trastorno psicótico.

Patrón familiar. Es de incidencia familiar y más prevalente en los familiares de primer


grado de los individuos con esquizofrenia que en la población general.

TRASTORNOS DE PERSONALIDAD DEL GRUPO B

Trastorno de la personalidad antisocial

Este trastorno de personalidad tiene muchos componentes ya que de este trastorno se


derivan otro tipo de patologías que se señalarán brevemente más adelante.
Las personas con trastorno de personalidad antisocial violan los derechos de los demás,
imponiéndose al orden judicial y a las fuerzas de seguridad del estado. No tienen en
cuenta las obligaciones ni normas sociales.

Realizan diversas actividades antisociales como pueden ser la agresión a otros o a


elementos públicos. Tienen grandes dificultades para mostrar empatía, son arrogantes,
explotadores y agresivos, sobre todo si en su historia de aprendizaje han presentado
trastornos de conducta anteriores.
Existen dos subtipos de este trastorno.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

 Trastorno de personalidad antisocial tipo I: Caracterizado por un BIS muy alto.


Estos pacientes son fríos y calculadores, presentan una alteración orgánica,
ausencia de emociones y puede ser que no presenten comportamientos agresivos.
Sus conductas están orientadas al poder sin tener ninguna consideración sobre qué
hacer para llegar a lo más alto.

 Trastorno de personalidad antisocial tipo II: A diferencia del anterior, aquí se


muestra un BAS alto donde buscan conductas peligrosas para ellos y para los
demás. Reaccionan de manera agresiva mediante impulsos, sin pensar en las
consecuencias de sus acciones. No poseen una alteración orgánica pero si
presentan emociones aunque con alta reactividad. Es muy complicado en consulta
tratar con estos pacientes ya que no tienen ningún problema en ser agresivos
también con los terapeutas, y no miden el grado de consecuencias de sus actos. No
suelen acudir a terapia por voluntad propia suelen venir obligados, lo que dificulta
aún más el poder trabajar con ellos.

En este trastorno de personalidad el tratamiento necesario es: explicarle la formación de


su problema, los esquemas que están en la base y como se desarrollan y reestructuración
cognitiva.

Determinantes psicológicos o causas:

 hostilidad parental

 modelos parentales deficientes

 conducta vengativa aprendida

Síntomas y trastornos asociados. Los sujetos con trastorno antisocial de la


personalidad frecuentemente carecen de empatía y tienden a ser insensibles, cínicos y a
menospreciar los sentimientos, derechos y penalidades de los demás. Pueden tener un
concepto de sí mismos engreído y arrogante (pensar que el trabajo normal no está a su
altura, o no tener una preocupación realista por sus problemas actuales o futuros) y
pueden ser excesivamente tercos, autosuficientes o fanfarrones. Pueden mostrar labia y
encanto superficial y ser muy volubles y de verbo fácil (por ejemplo, utilizan términos
técnicos o una jerga que puede impresionar a alguien que no esté familiarizado con el
tema). La falta de empatía, el engreimiento y el encanto superficial son características que
normalmente han sido incluidas en las concepciones tradicionales de la psicopatía y
pueden ser especialmente distintivos del trastorno antisocial de la personalidad en el
medio carcelario o forense, en el que los actos delictivos, de delincuencia o agresivos
probablemente son inespecíficos. Pueden tener una historia de muchos acompañantes
sexuales y no haber tenido nunca una relación monógama duradera. Pueden ser
irresponsables como padres, como lo demuestra la malnutrición de un hijo, una
enfermedad de un hijo a consecuencia de una falta de higiene mínima, el que la
alimentación o el amparo de un hijo dependa de vecinos o familiares, el no procurar que
alguna persona cuide del niño pequeño cuando el sujeto está fuera de casa o el derroche
reiterado del dinero que se requiere para las necesidades domésticas. Pueden no ser
autosuficientes, empobrecerse e incluso llegar a vivir en la calle o pueden pasar muchos
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

años en prisión. Los sujetos con trastorno antisocial de la personalidad tienen más
probabilidades que la población general de morir prematuramente por causas violentas
(por ejemplo: suicidio, accidentes y homicidios).

Estos individuos también pueden experimentar disforia, incluidas quejas de tensión,


incapacidad para tolerar el aburrimiento y estado de ánimo depresivo. Pueden presentar
de forma asociada trastornos de ansiedad, trastornos depresivos, trastornos relacionados
con sustancias, trastorno de somatización, juego patológico y otros trastornos del control
de los impulsos. Los sujetos con trastorno antisocial de la personalidad también tienen
frecuentemente rasgos de personalidad que cumplen los criterios para otros trastornos de
la personalidad, en especial los trastornos límite, histriónico y narcisista. Las
probabilidades de desarrollar un trastorno antisocial de la personalidad en la vida adulta
aumentan si el sujeto presenta un trastorno temprano disocial (antes de los 10 años) y un
trastorno por déficit de atención con hiperactividad asociado. El maltrato o el abandono en
la infancia, el comportamiento inestable o variable de los padres o la inconsistencia en la
disciplina por parte de los padres aumentan las probabilidades de que un trastorno
disocial evolucione hasta un trastorno antisocial de la personalidad.

Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo. El trastorno antisocial de la


personalidad se presenta asociado a un bajo status socioeconómico y al medio urbano.
Se ha llamado la atención acerca de que, a veces, el diagnóstico puede ser aplicado
erróneamente a sujetos de un medio en el que un comportamiento del tipo antisocial
forma parte de una estrategia protectora de supervivencia. Al evaluar los rasgos
antisociales, al clínico le será útil tener en cuenta el contexto social y económico en el que
ocurren estos comportamientos.

Por definición, la personalidad antisocial no se puede diagnosticar antes de los 18 años.


El trastorno antisocial de la personalidad es mucho más frecuente en los varones que en
las mujeres. Ha habido un cierto interés en considerar si el trastorno antisocial de la
personalidad podría infradiagnosticarse en las mujeres, sobre todo por el hecho de que en
la definición del trastorno disocial se insiste de manera especial en los ítems de
agresividad.

Prevalencia. En la población general es aproximadamente del 3% en los varones y del


1% en las mujeres. Las estimaciones de la prevalencia en poblaciones clínicas han
variado entre el 3 y el 30%, dependiendo de las características predominantes de las
muestras. En los lugares de tratamiento de abuso de sustancias y en la cárcel o en el
marco forense, se han encontrado cifras de prevalencia incluso más elevadas.

Curso. El trastorno antisocial de la personalidad tiene un curso crónico, pero puede


hacerse menos manifiesto o remitir a medida que el sujeto se va haciendo mayor,
especialmente hacia la cuarta década de la vida. Si bien esta remisión suele ser más clara
por lo que respecta a involucrarse en comportamientos delictivos, es probable que se
produzca un descenso en el espectro completo de comportamientos antisociales y de
consumo de sustancias.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

Patrón familiar. El trastorno antisocial de la personalidad es más frecuente en los


familiares de primer grado de quienes tienen el trastorno que en la población general. El
riesgo de los parientes biológicos de las mujeres con el trastorno tiende a ser superior al
riesgo de los parientes biológicos de los varones con el trastorno. Los niños adoptados se
parecen a sus padres biológicos más que a sus padres adoptivos, aunque el entorno de la
familia de adopción influye en el riesgo de presentar un trastorno de la personalidad y la
psicopatología relacionada.

Trastorno de personalidad narcisista

Las personas que presentan un trastorno de personalidad de tipo narcisista,


poseen un sentido grandioso de autoimportancia, no son autocríticos, se sienten únicos
en el mundo, tienden a presumir de su atractivo y éxitos. Sus preocupaciones están
abocadas al éxito que es su primera meta en la vida.
Presentan una necesidad excesiva de admiración lo que les lleva a tener muchos
problemas de relaciones interpersonales. Otra de sus características es la poca ética que
presentan al ser capaces de explotar las cualidades de los demás en beneficio propio,
esto va anclado a su falta de empatía con el resto de personas.
El tratamiento de este trastorno de personalidad se centra en el tratamiento de su
autoimagen grandiosa, exposiciones a situaciones que el ve como grandiosas en sí
mismo, empatía y asertividad. En ocasiones, es recomendable tratar con la familia para
dar pautas de psicoeducación de la enfermedad y explicarles cómo pueden ayudar al
paciente y de qué forma le están o pueden perjudicarlo.
Determinantes psicológicos o causas:

 Indulgencia parental y sobrevaloración

 Conductas explotadoras aprendidas

 Estatus de hijo único

Síntomas y trastornos asociados. La vulnerabilidad de la autoestima hace al sujeto con


trastorno narcisista de la personalidad muy sensible al «ultraje» de la crítica o la
frustración. Aunque tal vez no lo demuestren abiertamente, las críticas pueden obsesionar
a estos sujetos y hacer que se sientan humillados, degradados, hundidos y vacíos.
Pueden reaccionar con desdén, rabia o contraatacando de forma desafiante. Estas
experiencias suelen conducir al retraimiento social o a una apariencia de humildad que
puede enmascarar y proteger la grandiosidad. Las relaciones interpersonales están
típicamente deterioradas debido a los problemas derivados de su pretenciosidad,
necesidad de admiración y de la relativa falta de interés por la sensibilidad de los demás.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

Algunas veces el rendimiento profesional es muy bajo, reflejando una renuncia a asumir
un riesgo en la competición o en otras circunstancias en las que es posible la frustración.
Sentimientos persistentes de vergüenza o humillación y la autocrítica inherente pueden
estar asociados a retraimiento social, estado de ánimo depresivo y trastorno depresivo
mayor o distímico. Por el contrario, los períodos persistentes de grandiosidad pueden ir
asociados a un estado de ánimo hipomaníaco. El trastorno narcisista de la personalidad
se asocia también con la anorexia nerviosa y los trastornos relacionados con sustancias
(especialmente los relacionados con la cocaína).

Prevalencia. El 50-70% de los sujetos que reciben el diagnóstico de trastorno narcisista


de la personalidad son varones. Se encuentra entre el 2 y el 16% en la población clínica
y son menos del 1% en la población general.

Trastorno límite de la personalidad

Se incluyen en este trastorno de personalidad aquellas personas que tratan de buscar


sensaciones placenteras que les aporten felicidad sin contabilizar los riesgos que corren.
Son personas con relaciones sociales muy inestables, que presentan una alteración de la
identidad, con una alta impulsividad que les lleva a tener intentos autolíticos o a realizar
amenazas. Pueden abusar de las drogas, tener conductas sexuales desconcertantes,
agredir a otras personas si piensan que se incumplen sus valores y provocarse daño
físico a ellos mismos como forma de reducir el malestar.
Se deben realizar unos esfuerzos frenéticos en la terapia para evitar el abandono de estas
personas ya que en cuanto dejan de sentirse mal desaparecen, abandonando la terapia a
medias y volviendo cuando sus vidas han vuelto a hundirse. En algunos terapeutas puede
producir rechazo o frustración ya que no son nada colaboradores, por ello es de gran
importancia empatizar y darse cuenta de la gravedad de la situación y de cómo se
encuentra el paciente realmente. Para que estos pacientes mejoren deben estar
motivados.
En los trastornos de personalidad Límite, la terapia que más éxito ha tenido es la
dialéctica conductual de Lineham. Siempre debe tratarse mediante la aceptación y la
valoración.

Determinantes psicológicos o causas:

Hay tres variantes:

1. Límite-independiente:

 Número desproporcionadamente elevado de familiares blandos y faltos de energía

 Calidez y sobreprotección parental ante el comportamiento triste y lastimero del niño

 Normalmente son rechazados por aquellos de los que dependen

2. Límite histriónico:
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

 Son expuestos a altos niveles de estimulación

 El control parental puede haberse desarrollado mediante un refuerzo contingente y


con una frecuencia variable

3. Límite pasivo-agresivo:

 Inconsistencia parental en su educación

 Expuestos a una alternancia entre el afecto exagerado y el maltrato verbal y físico

Síntomas y trastornos asociados. Los sujetos con trastorno límite de la personalidad


pueden presentar un patrón de infravaloración de sí mismos en el momento en que están
a punto de lograr un objetivo (por ejemplo: dejar los estudios justo antes de graduarse,
presentar una grave regresión después de haber estado hablando de los progresos de la
terapia, destruir una buena relación en el momento en que parece claro que la relación
podía tener continuidad). Como resultado del comportamiento de autoinflingirse malos
tratos o por los intentos de suicidio fallidos, se puede producir alguna minusvalía física.
Son frecuentes las pérdidas repetidas de trabajo, las interrupciones de los estudios y las
rupturas matrimoniales. En las historias de la infancia de los sujetos con trastorno límite
de la personalidad son frecuentes los malos tratos físicos y sexuales, la negligencia en su
cuidado, los conflictos hostiles y la pérdida temprana o la separación parental. Los
trastornos que se presentan simultáneamente con más frecuencia son los trastornos del
estado de ánimo, los trastornos relacionados con sustancias, los trastornos de la conducta
alimentaria (especialmente la bulimia), el trastorno por estrés postraumático y los
trastornos por déficit de atención con hiperactividad. El trastorno límite de la personalidad
también se da con frecuencia en simultaneidad con otros trastornos de la personalidad.

Prevalencia. Se diagnostica con preferencia en mujeres (alrededor del 75%). La


prevalencia del trastorno límite de la personalidad es de alrededor del 2% de la población
general, aproximadamente del 10% entre los sujetos vistos en los centros ambulatorios de
salud mental y en torno al 20% entre los pacientes psiquiátricos ingresados. En las
poblaciones clínicas con trastornos de la personalidad se sitúa entre el 30 y el 60%.

Curso. El patrón más habitual es una inestabilidad crónica en el principio de la edad


adulta, con episodios de grave descontrol afectivo e impulsivo y altos niveles de utilización
de los recursos de salud mental y general. El deterioro causado por el trastorno y el riesgo
de suicidio son mayores en los primeros años de la edad adulta y van desapareciendo
gradualmente con la edad. Durante la cuarta y quinta décadas de la vida, la mayoría de
los sujetos con este trastorno logran una mayor estabilidad en sus relaciones y su
actividad profesional.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

Patrón familiar. El trastorno límite de la personalidad es unas cinco veces más frecuente
en los familiares de primer grado de quienes tienen el trastorno que en la población
general. También hay un riesgo familiar aumentado para los trastornos relacionados con
sustancias, el trastorno antisocial de la personalidad y los trastornos del estado de ánimo.

Trastorno histriónico de la personalidad


La principal característica que presentan los pacientes con un trastorno de personalidad
histriónico, es el querer ser el centro de atención a toda costa.
Son personas seductoras, llamativas a la hora de vestir, teatrales y que intentan agradar
por encima de todas las cosas. Consideran las relaciones con cualquier persona como
muy íntimas, y se sienten decepcionados y defraudados con facilidad.
Parecen poco sinceros y son directivos en la terapia. Viven las cosas con mucha
intensidad y se sienten lastimados por cosas muy simples. Por tanto, es bueno con ellos
en sesión seguirles el juego siempre que se desvalúen comportamientos inadecuados.
El tratamiento recomendado con estas personas se basa en técnicas de asertividad,
habilidades sociales, realización de registros para cotejarlos en terapia, reestructuración
cognitiva y entrenamiento en resolución de problemas.

Determinantes psicológicos o causas:

 refuerzo parental de las conductas histriónicas

 modelos parentales histriónicos

 aprendizaje de conductas manipulativas

Síntomas y trastornos asociados. Los sujetos con trastorno histriónico de la


personalidad pueden tener dificultades para alcanzar la intimidad emocional en las
relaciones románticas o sexuales. Sin ser conscientes de ello, frecuentemente están
haciendo un papel (por ejemplo, de «víctima» o de «princesa») en sus relaciones con los
demás. Pueden tratar de ejercer un control sobre su compañero mediante la manipulación
emocional o la seducción, por una parte, en tanto que, por otra, demuestran una notable
dependencia de él. Los sujetos con este trastorno suelen tener unas relaciones
deterioradas con los amigos de su mismo sexo debido a que su estilo interpersonal
sexualmente provocativo puede ser visto como una amenaza para las relaciones de
aquéllos. Buscan la novedad, la estimulación y la excitación, y tienen tendencia a
aburrirse con su rutina habitual. Suelen ser poco tolerantes o sentirse frustrados en las
situaciones en las que se retrasa la gratificación, y sus actos suelen estar dirigidos a
obtener una gratificación inmediata. Si bien es frecuente que empiecen un trabajo o hagan
proyectos con mucho entusiasmo, su interés se desvanece rápidamente. Pueden
descuidar las relaciones a largo plazo para dedicarse a la excitación de las nuevas
relaciones.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

No se conoce el riesgo real de suicidio, pero la experiencia clínica sugiere que los
individuos con este trastorno tienen un riesgo elevado para los intentos y las amenazas
suicidas con el fin de llamar la atención y coaccionar mejor a quienes se ocupan de ellos.

Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo. Algunos estudios que utilizan


evaluaciones estructuradas refieren una prevalencia parecida en varones y en mujeres.
La expresión comportamental del trastorno histriónico de la personalidad puede estar
influida por las estereotipias en el rol sexual. Por ejemplo, un varón con este trastorno
puede vestirse y comportarse de una forma que suele identificarse como «a lo macho» y
puede tratar de ser el centro de atención alardeando de sus capacidades atléticas, en
tanto que una mujer, por ejemplo, puede escoger ropas muy femeninas y hablar sobre lo
mucho que ha impresionado a su profesor de danza.

Prevalencia. En la población general sugieren una prevalencia del trastorno histriónico de


la personalidad aproximadamente del 2-3%. Utilizando evaluaciones estructuradas, se
han señalado tasas del 10-15% en centros de salud mental tanto hospitalarios como
ambulatorios.

TRASTORNOS DE PERSONALIDAD DEL GRUPO C

Trastorno evitativo de la personalidad

Las personas que sufren un trastorno de personalidad por evitación no pueden dejar de
pensar en sus limitaciones. Son tímidas y muy sensibles al rechazo, por lo que tratan de
entablar relaciones interpersonales únicamente con aquellas personas con las que creen
que no serán rechazadas. Se sienten profundamente heridas cuando otros las critican o
desaprueba. La pérdida y el rechazo son tan dolorosos que las personas que sufren un
trastorno por evitación, prefieren estar solas antes que arriesgarse a tratar de conectarse
con otros.
En ocasiones, el trastorno de personalidad por evitación, tiende a confundirse con una
fobia social generalizada, pero se diferencia en que la persona con personalidad evitativa
no sólo evita las áreas sociales, evita todo tipo de situaciones en las que se pueda sentir
que hace el ridículo. Presenta sentimientos de inferioridad y es esquivo a relacionarse con
gente nueva.
Este trastorno, junto con el resto de trastornos que forman el grupo C, son los casos de
trastornos de personalidad que más acuden a terapia. En la clínica se debe controlar las
tareas que se les ordenan ya que tienden a no hacerlas. En ocasiones, ocultan
información sobre su problema por miedo a las críticas y a sentirse juzgados. Es
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

importante manejar bien con este tipo de pacientes las conductas de huida y no ser
exigentes ni rápidos con las terapias.
El tratamiento por excelencia que más efecto causa en los pacientes con personalidad
evitativa, es el tratamiento de la ansiedad, la exposición, la reestructuración cognitiva y las
habilidades sociales.

Trastorno de personalidad por evitación

 rechazo parental

 rechazo del grupo de compañeros

Síntomas y trastornos asociados. Los mayores problemas asociados a este trastorno


se presentan en la actividad social y laboral. La baja autoestima y la hipersensibilidad al
rechazo están asociadas a la restricción de contactos interpersonales. Estos sujetos
llegan a estar relativamente aislados y normalmente no tienen una gran red de apoyo
social que les ayude en los momentos de crisis. Desean afecto y aceptación y pueden
tener fantasías sobre relaciones idealizadas con otros. Los comportamientos de evitación
también afectan adversamente la actividad laboral, porque estas personas tratan de eludir
los tipos de situaciones que pueden ser importantes para alcanzar las demandas básicas
de trabajo o para promocionarse.

Otros trastornos que normalmente se diagnostican asociados al trastorno de la


personalidad por evitación son los trastornos del estado de ánimo y de ansiedad
(especialmente la fobia social de tipo generalizado). El trastorno de la personalidad por
evitación se diagnostica a menudo junto con el trastorno de la personalidad por
dependencia, porque los sujetos con trastorno de la personalidad por evitación acaban
estando muy ligados y siendo muy dependientes de las personas de quienes son amigos.

Prevalencia. El trastorno de la personalidad por evitación parece ser tan frecuente en


varones como en mujeres. En la población general está entre el 0,5 y el 1%. El trastorno
de la personalidad por evitación se ha descrito en el 10% de los pacientes ambulatorios
vistos en las clínicas de salud mental.

Curso. El comportamiento de evitación suele comenzar en la infancia o la niñez con


vergüenza, aislamiento y temor a los extraños y a las situaciones nuevas. Aunque la
vergüenza en la niñez sea un precursor habitual del trastorno de la personalidad por
evitación, en muchos sujetos tiende a desaparecer gradualmente a medida que se hacen
mayores. Por el contrario, los individuos que van a desarrollar trastorno de la personalidad
por evitación se vuelven cada vez más vergonzosos y evitadores a lo largo de la
adolescencia y el principio de la edad adulta, cuando las relaciones sociales con gente
nueva se hacen especialmente importantes. Hay algunas pruebas de que el trastorno de
la personalidad por evitación en los adultos tiende a hacerse menos evidente o a remitir
con la edad.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

Trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo

Las personas que presentan un trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo tienen


tres necesidades básicas que son: el control, la seguridad y la aprobación.
Para conseguir el control necesitan planificar y revisar todo lo que hacen. Para sentir
seguridad realizan comprobaciones de tipo social y presentan dificultades para tomar
decisiones. Para sentirse aprobados por el entorno tienen que agradar a los demás.
Otra de sus principales características es la búsqueda del perfeccionismo.

Son personas rumiadoras, controladoras, rígidas y exigentes. Continuamente sienten un


rechazo de las emociones negativas, debaten todo lo que hay a su alrededor, presentan
reaseguraciones y tienden a justificar todo lo que hacen.

En terapia nos encontramos con unos pacientes muy resistentes al cambio que buscan
impacientes resultados positivos en un corto periodo de tiempo. Una de las preguntas que
suelen hacer es acerca de los conocimientos del terapeuta ya que dudan de su
competencia.
Con los pacientes que presentan este trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo
el tratamiento debe estar fijado en la estructuración de las tareas y del proceso
terapéutico, utilizar la técnica de resolución de problemas, actividades agradables,
técnicas de relajación y respiración, control de rumiaciones y pensamientos obsesivos y
tareas con gradualidad.

Obsesivo-compulsivo

 Sobre control parental

 Comportamiento compulsivo aprendido de la situación familiar

 Aprendizaje de profundo sentido de la responsabilidad

Síntomas y trastornos asociados. Cuando las normas y los protocolos establecidos no


dictan la respuesta correcta, la toma de decisiones se convierte en un proceso de larga
duración y a menudo doloroso. Los sujetos con trastorno obsesivo-compulsivo de la
personalidad tienen tantas dificultades para decidir qué tareas son prioritarias o cuál es la
mejor forma de hacer alguna cosa concreta, que puede ser que nunca empiecen a hacer
nada. Tienen tendencia a trastornarse o enfadarse en las situaciones en las que no son
capaces de mantener el control de su entorno físico o interpersonal, si bien es típico que
la ira no se exprese de manera abierta. Por ejemplo, una persona puede enfadarse si el
servicio de un restaurante es malo, pero, en lugar de quejarse a la dirección, meditará
sobre cuánto va a dejar de propina. En otras ocasiones, la ira puede expresarse con una
indignación justiciera por lo que aparenta ser una cuestión secundaria. Las personas con
este trastorno están especialmente atentas a su status respecto a las relaciones de
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

dominio-sumisión y muestran una deferencia exagerada a una autoridad a la que respetan


y una resistencia exagerada a una autoridad que no respetan.

Los individuos con este trastorno suelen expresar afecto de forma muy controlada o muy
ampulosa y se sienten muy incómodos en presencia de otras personas emocionalmente
expresivas. Sus relaciones cotidianas son serias y formales, y pueden estar serios en
situaciones en que los demás ríen y están contentos (por ejemplo, al dar la bienvenida a
la novia en el aeropuerto). Se contienen cautelosamente hasta estar seguros de que lo
que van a decir es perfecto. Pueden estar preocupados por lo lógico y lo intelectual y ser
intolerantes con el comportamiento afectivo de los demás. Es frecuente que les cueste
expresar sentimientos de ternura y es raro que hagan halagos. Los sujetos con este
trastorno pueden experimentar dificultades y malestar laborales, especialmente al
enfrentarse a situaciones nuevas que exijan flexibilidad y transigencia.

Aunque algunos estudios sugieren una asociación con el trastorno obsesivo-compulsivo,


parece que la mayoría de las personas con un trastorno obsesivo-compulsivo no tienen un
patrón de comportamiento que cumpla los criterios para el trastorno obsesivo-compulsivo
de la personalidad. Muchos de los rasgos del trastorno obsesivo-compulsivo de la
personalidad se solapan con las características de la personalidad «tipo A» (por ejemplo:
hostilidad, competitividad y sensación de urgencia), y estas características pueden darse
en la gente con riesgo de sufrir un infarto de miocardio. Puede haber una asociación entre
el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad y los trastornos del estado de ánimo y
de ansiedad.

Prevalencia. Los estudios que han utilizado evaluaciones sistemáticas sugieren una
prevalencia estimada del trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad
aproximadamente del 1% en las muestras de población general y del 3-10% en los
individuos que acuden a clínicas de salud mental.

Trastorno de la personalidad dependiente

En las personas que sufren trastorno de personalidad dependiente aparece


una minusvaloración del sujeto hacia cosas que realiza de forma adecuada, y aparecen
sentimientos derrotistas en donde la persona siente incapacitado para realizar
sola muchas actividades.

Siempre que realiza un logro se lo adjudica a terceros como si él no hubiera tenido nada
que ver, a pesar, de que el logro sea suyo.
Con estos pacientes en muy importante reforzar las cosas que valla logrando. Se deben
evitar tomar decisiones por ellos y poner fecha de terapia con sesiones muy distantes en
el tiempo para que no genere dependencia al terapeuta.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

Es importante que exista un contacto telefónico tras el alta ya que si recae no lo


sabremos. Los pacientes que presentan este trastorno de personalidad funcionan muy
bien en grupos.

El tratamiento por excelencia para pacientes con trastorno de personalidad por


dependencia es entrenamiento en técnicas de asertividad, aumentar autoeficacia y
autoconfianza, establecer metas claras y específicas, toma de decisiones, habilidades
sociales y resolución de problemas.

Trastorno de personalidad por dependencia

 Sobreprotección parental

 Deficiencia en competir

Síntomas y trastornos asociados. Los sujetos con trastorno de la personalidad por


dependencia se caracterizan por el pesimismo y la inseguridad en sí mismos, tienden a
minimizar sus capacidades y sus valores y pueden referirse constantemente a sí mismos
como «estúpidos». Toman las críticas y la desaprobación como pruebas de su inutilidad y
pierden la fe en sí mismos... Las relaciones sociales tienden a limitarse a las pocas
personas de quienes el sujeto es dependiente. Puede haber un riesgo elevado de
trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad y trastornos adaptativos. El
trastorno de la personalidad por dependencia se asocia frecuentemente a otros trastornos
de la personalidad, en especial a los trastornos de la personalidad límite, por evitación e
histriónico. Puede predisponer a desarrollar este trastorno el que el sujeto haya
presentado una enfermedad médica crónica o un trastorno de ansiedad por separación en
la infancia o la adolescencia.

Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo. El grado en que los


comportamientos dependientes se consideran adecuados varía sustancialmente según la
edad y los grupos socioculturales. La edad y los factores culturales han de ser tenidos en
cuenta para evaluar el umbral diagnóstico de cada criterio. El comportamiento
dependiente sólo debe considerarse característico del trastorno cuando sea claramente
excesivo para las normas culturales del sujeto o refleje preocupaciones no realistas. En
algunas sociedades es característico poner énfasis en la pasividad, la cortesía y el trato
respetuoso, lo que puede ser malinterpretado como rasgos de trastorno de la
personalidad por dependencia. Del mismo modo, la sociedad puede promover o
desalentar el comportamiento dependiente de una forma diferente en varones y mujeres.
En los niños y adolescentes este diagnóstico debe utilizarse con precaución, si es que se
utiliza, ya que el comportamiento dependiente puede ser apropiado en el proceso de
desarrollo. En el marco clínico, el trastorno se ha diagnosticado con mayor frecuencia en
mujeres; sin embargo, la proporción según el sexo de este trastorno no es
significativamente diferente que la proporción en el marco clínico. Por otra parte, algunos
estudios que han utilizado evaluaciones estructuradas describen unas tasas de
prevalencia similares en varones y mujeres.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

Prevalencia. El trastorno de la personalidad por dependencia está entre los trastornos de


la personalidad encontrados con más frecuencia en las clínicas de salud mental.

CASOS CLÍNICOS DE TRASTORNOS DE PERSONALIDAD

Un Caso Complejo de Trastorno Límite de Personalidad (visto por


Alfonso Martínez-Taboas)

El Caso de Camilo

(NOTA: El nombre de Camilo es un pseudónimo. Asimismo, Camilo autorizó la publicación


de este relato clínico).

Camilo es un adulto de 22 años de edad, quien estaba terminando su bachillerato en


contabilidad. Al momento de entrar a terapia no contaba con un empleo estable. Sus
padres le daban sustento económico. En la primera cita Camilo relató que él era una
persona muy ansiosa, insegura, hipersensible a la crítica, con una autoestima muy baja y
deprimida. Me indicó que él era gay. Relató que yo era el cuarto psicólogo que acudía y
que en el 2015 había tenido una hospitalización parcial. No estaba tomando ningún
psicotrópico.

Algo que resaltó de inmediato en esta primera sesión fue su cuestionamiento respecto a
mi enfoque hacia la homosexualidad. Su inquietud se basaba en el hecho de que su
último psicólogo, con el cual estuvo 14 meses en terapia, utilizó con él una “terapia
reparativa”. Estos enfoques se basan en la premisa de que la homosexualidad es un
pecado, que es dañina, y que hay que “convertir” al homosexual en heterosexual. Al
preguntarle sobre lo que se hacía en esas terapias, indicó que su psicólogo oraba con él,
invocaban a Dios para la remoción de sus pecados, y pedían por su “curación” de la
homosexualidad. Su psicólogo le aseguraba que la homosexualidad era dañina y que
tenía que erradicarla para que él fuera feliz y funcional. Las terapias fueron muy intensas
y catárticas, pero luego de 14 meses, Camilo aún tenía su identidad y orientación gay
intacta. En ese momento, y al no sentir que dichas terapias le ayudaban, Camilo decidió
retirarse. Me relató que terminó las terapias sintiéndose que Dios no lo aceptaba, que
había defraudado al psicólogo y percibiéndose como sucio y pecaminoso. Me dijo: “Esas
terapias hicieron que yo empeorara”. Esta declaración de él no me sorprendió ya que las
terapias “reparativas” ya han sido señaladas como inefectivas y potencialmente dañinas
(Santiago-Hernández & Toro-Alfonso, 2016).

Camilo relató también que en la actualidad compartía con un compañero (Alexis), pero
que dicha relación era inestable y tumultuosa. Le pregunté entonces cuáles eran sus
metas terapéuticas: Me indicó: 1) “aceptarme quien soy; 2) no criticarme tanto; 3) no ser
tan agresivo conmigo”. Añadió, para ejemplificarme lo que pensaba de sí mismo: “soy un
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

estúpido, no valgo nada, soy un miedoso, y me veo como un nene chiquito que no puede
con el mundo”. Para concluir esta primera sesión le di de asignación que me escribiera un
ensayo explicándome quién él quería ser.

Como presentaré a continuación, las siguientes sesiones de psicoterapia tuvieron una


duración de unos seis (6) meses. Para efectos de este artículo, estoy dividiendo las
intervenciones en tres fases. La primera fase tuvo como meta el estabilizar sus síntomas
psiquiátricos y auscultar factores de riesgo. La segunda fase se enfocó
predominantemente en intervenciones psicológicas de corte más cognitiva. La tercera
fase tuvo como meta resumir los alcances de sus logros y ofrecer sugerencias y
recomendaciones una vez Camilo viajara fuera de Puerto Rico.

Primera Fase

La primera fase de la terapia, la cual definimos como el trabajo que se realizó para
estabilizar sus síntomas psiquiátricos, tuvo una duración de dos meses. El énfasis estuvo
en tres áreas: 1) tomar decisiones sobre su relación con Alexis; 2) minimizar sus
arranques de coraje; 3) buscar opciones sobre el coraje que sentía con él mismo. Como
se documenta más adelante, para lograr dichas metas utilizamos terapia cognitiva-
conductual basada en esquemas y terapia afirmativa gay. Debe mencionarse que, en este
estudio de caso clínico, las impresiones diagnósticas se basan en historial, fenomenología
clínica y el uso de diagnósticos basados en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental
Disorders (DSM-5; American Psychiatric Association, 2013).

Sobre su relación con Alexis, de inmediato surgieron los estilos disfuncionales y


confrontativos que él tenía con su pareja. Un ejemplo de esto surgió en la segunda sesión
cuando Camilo relató que Alexis acudió a una fiesta de su trabajo. Estando en su casa,
Camilo comenzó a sentirse desesperado y desarrolla la idea (muy recurrente) de que
Alexis pronto lo abandonaría. Esto lo llevó a llamar a Alexis por teléfono unas 20 veces.
Me dijo: “Me sentí desesperado. Pensé me iba a abandonar”. Al preguntarle sobre este
aspecto, Camilo abundó y explicó que este tema de que las personas lo abandonaran se
daba con familiares, amistades y parejas. Explicó: “Pienso que al conocerme ya no me
apreciarán y que me abandonarán. Creo ya no me van a querer y mucho menos incluir en
su vida”.

El tema recurrente de ser abandonado es una de las características medulares del TLP y
una que en muchos pacientes los coloca proclives de conductas compensatorias, tales
como hacer llamadas excesivas y pedir diariamente que la persona les asegure que los
ama y que no los abandonarán. Estas conductas compensatorias muchas veces tienen
una consecuencia paradójica, pues algunas personas se irritan con los pedidos excesivos
y las llamadas insistentes.

Sobre este aspecto, comenzamos a trabajar el tema de la construcción que hacía Camilo
de sí mismo. Resultaba obvio que él endosaba como cierto que era una persona inferior a
los demás. Esta concepción interna se basaba en experiencias que tuvo en su casa de
muy joven. Nos relató que su madre era muy crítica con él: le decía bruto, y otras palabras
ofensivas. Asimismo, su madre en muchas ocasiones le gritaba y desplazaba sus corajes
con él. Su padre fue pastor de una iglesia, y estaba mucho tiempo ausente pues viajaba
mucho. El recordaba que tanto su padre como su madre no le aceptaban su
homosexualidad. También nos relató que una niñera de manera recurrente abusó de él
físicamente y que lo aterrorizaba. En ese sentido se sentía rechazado, abandonado y
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

poco amado. Esto se agudizó con experiencias de “bullying” en la escuela, las cuales
lesionaron también su auto-estima.

En la tercera sesión se le asignó que le escribiese una carta a su yo “viejo”, desde el


punto de vista de un “yo nuevo”. La metáfora de un “yo nuevo” se utiliza para crear un
espacio y un alivio de un yo desgastado por la crítica y los innumerables conflictos
interpersonales. El yo nuevo buscará ser más balanceado, justo, buscará evidencia de
sus pensamientos principales, y no recurrirá a las conductas compensatorias viejas que
son dañinas.

La carta que me entregó Camilo fue extensa y detallada. Ponemos unos extractos aquí:

Te conozco desde hace mucho tiempo, tal vez mejor que cualquiera. Sé por lo que has
pasado, lo que has vivido y por lo que estás viviendo…. Escucho tus frustraciones y te
comprendo completamente. No es fácil, pero quiero que sepas algo: confío que podrás
salir de este círculo vicioso… Tomará mucho tiempo en desatar estas dudas,
pensamientos desastrosos y tendencias que peligran con tu bienestar, pero estoy
contigo…. Has llorado mucho por tu pasado, inclusive te golpeas y comienzas a
considerar el suicidio. El abuso de tu niñera dejó un gran hoyo en ti. Te hizo pensar que
tus padres no estaban ahí para rescatarte y protegerte… Sientes rencor con tus padres…
El bullying que recibiste durante tus años de escuela, los insultos y peleas son cosas que
no has dejado ir… No sabes quién eres o donde quieres ir.
En esta parte del escrito queda de manera clara lo lastimado que se siente Camilo por los
abusos y maltratos a través de su vida. Además, pone de manifiesto lo cansado y
extenuado que se siente en este momento de su vida. Más adelante, Camilo desarrolla en
su escrito, unas líneas de optimismo. Cito:

Todo va a pasar y todo caerá en su lugar. Todo lo que sientes y piensas es normal dentro
de un chico de tu edad. Lo importante es crear de esto algo hermoso. Debes romper lo
malo y crear otra obra de arte. Todas esas dudas, todas esas incertidumbres debemos
romperlas y crear una obra merecedora de ti. Tal vez no quede como lo esperabas, pero
así debe ser la vida, misteriosa y hermosa, orgánica y libre. Sigue adelante Camilo. No te
coloques una mochila que sabes que no te servirá o te hundirá al fondo del Atlántico. Todo
esto es normal…. Y todo estará bien. Tengo fe de que seguirás adelante… No es tu culpa
que a veces no sepamos qué hacer con todas estas piezas tiradas. Es parte de la
aventura, recuerda eso. Confío en que serás una persona renovada y con una historia
para inspirar.
Esta carta, la cual discutimos en terapia, fue el inicio de buscar un Camilo que reconociera
su valor y fortaleza como ser humano. Asimismo, que pudiera entender las razones que lo
llevaron a desarrollar el Camilo Viejo.

Prontamente comenzamos a discutir su orientación e identidad sexual. Resultaba claro


que Camilo era gay. Por lo tanto, dedicamos en varias sesiones a normalizar su
aceptación de su identidad sexual. El psicólogo anterior, basándose en una terapia
desacreditada y potencialmente dañina (terapia reparativa) había casi convencido a
Camilo de que su identidad homosexual era repugnante y mala. En su terapia conmigo,
por primera vez, Camilo tenía un terapeuta con quien podía hablar de sus preferencias
sexuales sin ser juzgado ni criticado. El psicólogo anterior no pareció darse cuenta que su
actitud y enfoque era muy parecida a la de sus padres; o sea, una de no aceptación. En
su terapia conmigo, concluimos que ser gay es una opción de vida, que no es una
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

patología y que su meta era reconocerlo y aceptarlo. En ese sentido, utilicé un enfoque
basado en terapias afirmativas gay (Paul, 2017).

En la próxima sesión, Camilo comenzó diciendo que había notado que su Yo Nuevo había
influido en su semana. Nos dio de ejemplo, que Alexis había decidido ir a un lugar que a
Camilo no le gustaba. De inmediato esto trajo coraje y desesperación, pero en esta
ocasión se detuvo y comenzó un auto-diálogo en donde se dijo: “No tengo que
desesperarme. Alexis tiene el derecho de disentir. Esto no es un abandono”. Esto lo
tranquilizó.

En la próxima sesión, Camilo nos contó, decepcionado de sí mismo, cómo el tema de


abandono seguía interfiriendo en su vida. En esta ocasión salió con Alexis y una amiga.
Camilo se irritó mucho al percibir que Alexis hablaba mucho con su amiga. Para él esto
era cónsono con no ser importante en la vida de Alexis. Más tarde, Camilo llamaría a
Alexis y le formaría una garata verbal por este asunto. Al respecto, Alexis le pidió a Camilo
que bajara la intensidad de los celos y las peleas. Si esto no cambiaba, Alexis decidiría si
deseaba continuar o no. En esa sesión ya me resultaba patente que Camilo presentaba el
perfil clásico de un paciente con un TLP. Decidí compartir con él mi diagnóstico. Utilizando
los 9 criterios del DSM-5, cumplía con 7 de ellos, por lo que excedía los criterios
requeridos. Al respecto, utilicé un libro con láminas en donde se explica el perfil clásico de
TLP. Esto ayudó a Camilo a identificarse y a sentirse que él no estaba sólo. Hay miles y
miles de personas que tienen características idénticas a las de él. Su asignación era que
leyera en el internet, de lugares profesionales, información sobre este trastorno de
personalidad.

En esencia, el TLP es caracterizado por personas relativamente jóvenes (de 18 a 40


años), con un historial extenso de abusos interpersonales que muchas veces comienzan
en la niñez. Los hogares de estos pacientes típicamente se caracterizan por trifulcas,
abusos verbales y físicos, y en no pocas ocasiones, por abuso sexual. Muchos de estos
pacientes advierten que en su hogar no se les escuchaba o hasta se les invalidaba lo que
decían. Ya de adultos poseen una característica paradigmática: han desarrollado una
extrema sensibilidad a no ser queridos, a no ser amados y a ser abandonados. Los
manuales internacionales de diagnóstico identifican ciertas características sintomáticas:
inestabilidad anímica e interpersonal; iras frecuentes e intensas; intentos recurrentes de
suicidio; mutilaciones corporales; impulsividad auto-destructiva; y un yo interno hueco,
vacío y sin propósito.

Cuando Camilo leyó sobre el TLP se percató de que él cumplía a plenitud dicho perfil. La
pregunta ahora era: ¿qué hacemos para ayudar a Camilo? En las próximas sesiones
decidí utilizar terapia cognitiva, pero enfocada en identificar sus esquemas mentales
disfuncionales (Arntz & Jabob, 2013; Beck, Davis, & Freeman, 2015). La terapia cognitiva,
según aplicada a trastornos de personalidad, tiene como agenda medular realizar las
siguientes facetas: 1) identificar y modificar creencias anquilosadas que se originaron en
los primeros estadios del desarrollo del paciente. Una vez éstas se identifican y se retan,
se construyen maneras alternas, mucho más balanceadas, de percibir el mundo, la gente
y el yo-interno; 2) se profundiza en los esquemas del cliente, que no son otra cosa que
mapas mentales que guían al paciente en su devenir por su vida. En el caso de los
trastornos de personalidad, estos esquemas o mapas mentales han sido trastocados por
experiencias de maltrato, abuso, negligencia e invisibilización dentro y fuera de la familia.
El resultado es un yo-interno inseguro, sensitivo, y en el caso de los TPL, marcado por
temores de abandono y soledad.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

Segunda Fase

En esta segunda fase, la cual nos ocupó varios meses intensos, Camilo comenzó a
practicar con terapia cognitiva y terapia de esquemas. Debido a que Camilo es un joven
brillante, desde el inicio comenzó a reconocer que esta terapia le brindaba un
entendimiento único de las raíces de su malestar con la gente y consigo mismo. En esta
modalidad terapéutica se utilizan mucho las asignaciones para que el paciente ponga en
práctica las destrezas que esta terapia trae consigo. Entre los muchos ejemplos que trajo,
seleccionaré uno como mero ejemplo de lo que se hacía en terapia. Para el mes de
noviembre, Camilo recibe una carta donde lo invitan a solicitar una beca para sus estudios
en Colombia. De inmediato, su reacción fue: “no vale la pena”, “no me aceptarán”,
“fracasaré”. Esta reacción la re-interpretamos dentro de sus esquemas de fracaso y
abandono. Por ejemplo, al recibir una carta que lo felicitaba por haber sido seleccionado
para recibir la beca, realizamos el siguiente ejercicio:

EVENTO ACTIVADOR: Recibí carta de aceptación.

PENSAMIENTOS INMEDIATOS: Esto no va a salir bien; soy inmaduro; me voy a perder


allá; no podré con ese ambiente; voy a fracasar si acepto; voy a perder el dinero.

CONSECUENCIAS: Me puse ansioso; lloré un rato; me di puños en mi cara.

DEBATIR LOS PENSAMIENTOS: No tengo evidencia de que fracasaré. Al contrario, mi


promedio académico es alto y nunca he tenido dificultades en esa área. Además, competí
con mucha gente y me seleccionaron porque resalté.

PENSAMIENTO BALANCEADO: Esta experiencia será un reto en mi vida, pero tengo el


ánimo, energía y conocimientos para aceptar el reto y estar optimista de que podré
hacerlo exitosamente. Competí con mucha otra gente, y me aceptaron porque tengo las
cualidades que ellos buscan.

Cinco meses luego de comenzar la terapia, ya Camilo estaba manejando varios asuntos
de una manera diferente y más adaptativa. Por ejemplo, Camilo comenzó a darse cuenta
de lo que llamamos en terapia “un ciclo interpersonal desadaptativo”, en el sentido de que
tendía a repetir con sus amistades y amantes los temas de sensibilidad y abandono. Por
primera vez, Camilo verbaliza estar más estable. Dio como ejemplo el hecho de que la
relación con Alexis había terminado. Sin embargo, su relación con Alexis era más madura
y distante. Podía hablar con él sin desesperarse y aceptando que Alexis ya no era su
pareja. Ya no había reclamos, llantos ni ruegos. Por otro lado, al ser aceptado en el
programa de EEUU, se desarrolló un optimismo de su ejecución allá. En vez de
sabotearse, esta vez comenzó a organizarse. Asimismo, cuando se sentía solo o frustrado
ya no se golpeaba a sí mismo en la cara.

Unas semanas más tarde y una vez se había desarrollado una alianza terapéutica bien
cimentada, Camilo indica que desea traer un tema muy incómodo para él. El mismo
consistía que él entendía que era adicto al sexo interpersonal. Esto lo angustiaba mucho.
Sin embargo, había reconocido que muchas personas con un TLP también practican un
sexo desenfrenado. Al hablar del tema, indicó que había practicado sexo oral con
desconocidos unas 15 veces en el último año. Eran personas de unos 30-45 años y era
sexo impersonal. Camilo indicó que estas conductas iban contra sus valores y su ideal de
ser un hombre gay estable. Al preguntarle, ¿por qué lo hacía?, contestó que en esos
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

momentos aliviaba su dolor del abandono y pensaba que en ese momento alguien lo
acariciaba y lo quería.

El tema de su sexualidad lo abordamos dentro de sus esquemas disfuncionales, en donde


permeaban pensamientos de que él no valía nada, que nadie lo quería y de que estaba
vacío. Este aspecto se discutió en las próximas sesiones de terapia, con un compromiso
de Camilo de que tales conductas en realidad no abonaban nada a su vida, y perpetuaban
su yo-viejo con los temores que lo circundaban.

Tercera Fase

Dos meses más tarde, Camilo me informa que pronto se irá a EEUU para proseguir sus
estudios. Al preguntarle cómo se sentía con los cambios venideros, nos indicó que estaba
50% positivo (antes era 0% positivo). Sus exámenes finales los pasó con notas
sobresalientes y su promedio final era de 4.00. En ese punto me da una noticia
halagadora. Obtuvo información que de todos los que aplicaron a la beca, él fue el
candidato # 1. Este evento, que le trajo júbilo, lo utilizamos como un buen ejemplo de
cómo antes él mancillaba sus recursos y se saboteaba. Su actitud ahora era diferente:
podía reconocer sus destrezas y fortalezas. Así lo indicó: “Siento que tengo más
herramientas y que ahora sé bregar con las adversidades”. Repasamos también el tema
de Alexis. Se lo había encontrado varias veces y hablaron tranquilos y de manera
amistosa. Otro cambio sustancial.

Reconoció que su familia fue tóxica con él y que las relaciones y estilos que aprendió en
ese entorno le habían perjudicado mucho. En este punto trajo un ejemplo interesante. Una
semana antes una amiga (Coralys) le cuestionó su decisión de ir a EEUU. En el estilo
viejo de Camilo, esto instigaba pensamientos de rechazo, abandono y desconfianza. Su
estilo viejo hubiera sido insultarla y gritarle. Pero esta vez, mucho más balanceado y con
deseos de no repetir sus viejos estilos, decidió escribirle una carta a su amiga en donde,
de una manera asertiva, le indicaba que no le agradaron sus comentarios. Coralys lo
llamó y volvieron a re-conectarse, esta vez sin lacerar una relación de amistad que era
importante para él.

En la última cita, ya días antes de ir a EEUU, Camilo me expresó los cambios que había
logrado: un nuevo estilo de analizar las adversidades; más balanceado anímicamente; un
yo-interno más centrado en éxitos y retos; y menos sensitivo al rechazo. Además, se
sentía más cómodo con su nueva herramienta de ser asertivo. Asimismo, contrastó la
psicoterapia cristiana anterior con la actual. La anterior mancilló y humilló lo que él era. No
había respeto ni admiración; sólo recibió frustraciones y reprimendas. En el espacio
conmigo Camilo al fin se reconoció sin tapujos; identificó sus vulnerabilidades; obtuvo
herramientas alternas de lidiar con gente difícil; y comprendió que él era un joven
talentoso que no tenía que tener temores de ser abandonado.

Al terminar la terapia le recomendé a Camilo que siguiera buscando ayuda en los EEUU.
Había trabajo clínico todavía por hacer. Asimismo, le recomendé que buscara un
psicólogo/a que tuviera un enfoque parecido al que habíamos utilizado con él.

Cuatro Meses Más Tarde

Pasados cuatro meses, tuve un intercambio por internet con Camilo. Deseaba conocer
cómo le iba y también preguntarle si me autorizaba a escribir su caso clínico. En su carta
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

me indicó que su viaje a EEUU “ha sido de mucho crecimiento y aprendizaje”. Relató que
tuvo un incidente que lo desbalanceó por un rato y aclara que “no siento que he
retrocedido luego de mis avances con usted en la terapia, pero esta experiencia ha sido
un gran reto para mí y una buena oportunidad para poner en práctica todo lo que aprendí
e identifiqué en las terapias… Creciendo, batallando y aprendiendo”.

Reflexión de Sobre los Enfoques Terapéuticos Utilizados

El caso de Camilo pone de relieve la necesidad de utilizar enfoques amplios y diversos


para ayudar a personas que, en síntesis, muestran dificultades en regulación emocional,
en la construcción del yo-interno y en mantener relaciones interpersonales saludables.
Precisamente, las psicoterapias que al día de hoy han demostrado eficacia, suelen
atender, con diferentes énfasis, dichas áreas medulares (Sneed et al., 2012). Las
intervenciones tuvieron impacto en las tres áreas. Se utilizó terapia cognitiva y de
esquemas para lograr una re-conceptuación de su yo-interno. Precisamente, estos
enfoques cognitivos tienen como meta de-construir esquemas viejos y anquilosados,
basados en experiencias de maltrato y abuso, y substituirlos por esquemas y mapas
mentales que les hagan justicia a las potencialidades del cliente. El área interpersonal y el
tema del abandono fue materia de mucha discusión en terapia. Fue de mucha ayuda que
él comprendiera que estos temores son endémicos en un trastorno limítrofe de
personalidad y que esto no es inusual cuando una persona pasa por maltratos y
adversidades temprano en la vida (Zanarini & Wedig, 2014). El enfoque al respecto fue
ofrecer psico-educación, retar activamente sus patrones interpersonales viejos, y
substituirlos por unos más adecuados, justos y balanceados. Al respecto, el
fortalecimiento en el área conductual y de nuevas habilidades sociales fue de ayuda.
Finalmente, dentro de la conceptuación de caso, entendimos que el área de
desregulación emocional mostraría mejorías una vez Camilo desarrollara una visión
interna más robusta, balanceada y justa con todas sus potencialidades. Sus arranques de
pegarse a sí mismo y de corajes desenfrenados se redujeron marcadamente, una vez
Camilo comenzó a abandonar sus luchas internas. No debo pasar por alto, que en su
caso también se utilizó lo que se conoce como terapia afirmativa gay. Estas
intervenciones toman como premisa empoderar a la persona gay, recalcando en la
normalización de dicha identidad, y ofreciendo un apoyo incondicional durante este
proceso de revelación personal (Goldblum, Pflum, Skinta, Evans, & Balsam, 2017).

Discusión

Los estudios de caso, a pesar de no tener una rigurosidad científica, proveen una ventana
amplia y detallada de conocer el impacto de nuestras intervenciones en las vidas únicas y
particulares de nuestros pacientes (Martínez-Taboas & Bernal, 2014). El caso de Camilo
nos permite trazar los avances logrados en una terapia que tuvo una duración de unos
seis meses. El caso de Camilo, de inicio, no era fácil. Camilo presentaba un historial de
maltrato, bullyingescolar, un sentido del yo muy lesionado y un estilo interpersonal
destructivo. Sin embargo, casos como el de Camilo trazan un camino de esperanza. En
las sesiones Camilo estuvo motivado para el cambio; estaba deseoso de cambiar sus
estilos disfuncionales y anquilosados. Asimismo, fue vital el desarrollo de una alianza
terapéutica en donde él se sintió validado, escuchado y comprendido por un terapeuta
que desde un inicio le brindó ese espacio que él necesitaba de hablar de su pasado y
presente sin ser vapuleado, juzgado y criticado. Además, al entender que su perfil se
configuraba con un TLP, comprendió al fin que no estaba solo; muchas personas
desarrollan síntomas e interacciones negativas cuando ya de inicio en la vida lo que
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

encuentran son el maltrato y el acoso. Paradójicamente, su psicólogo cristiano retomó el


papel de vapulearlo, esta vez con un discurso pseudo-psicológico basado en sus
prejuicios dogmáticos religiosos.

En la revisión que realizaron Martínez-Taboas y Cordero-Soto (2015) quedó ampliamente


documentado que los pacientes con un TLP pueden tener un pronóstico relativamente
bueno si reciben psicoterapias basadas en la evidencia y si se remueven de ambientes
tóxicos. En el caso de Camilo, el enfoque tomó como base las terapias cognitivas y las de
esquemas cognitivos, las cuales han demostrado efectividad en ensayos clínicos abiertos
y controlados. La intervención terapéutica con Camilo incluyó: la creación de un vínculo y
una alianza terapéutica; identificar, retar y sustituir sus estilos de interpretación; descifrar
sus esquemas cognitivos y sustituirlos por unos más balanceados; conductas de
asertividad; terapia afirmativa gay; y la utilización de metáforas y dibujos para la creación
de su Yo-Nuevo.

En términos generales, el impacto que tuvieron estas intervenciones fue notable. A


nuestras sesiones llegó un Camilo frágil, que se golpeaba a sí mismo, que renegaba su
identidad gay, que se enfurecía a menudo, repleto de culpas y que no soportaba la idea
de abandono. Todo esto repercutía en estados recurrentes de depresión clínica. Al
finalizar las intervenciones terapéuticas Camilo mostraba cambios y fortalezas: reconocía
su identidad de hombre gay, superó sus luchas espirituales, mostraba un mejor manejo de
dificultades interpersonales, mejoró su relación con sus padres, sus conductas auto-
destructivas se habían minimizado y tenía un conocimiento más amplio de su condición
de trastorno límite de personalidad. Este conocimiento lo empoderaba para comprenderse
a sí mismo y fortalecer áreas de flaqueza psicológica.

En la última sesión con Camilo, discutimos sobre su necesidad de continuar en EEUU con
su terapia psicológica; en especial una con un enfoque basado en terapias cognitivas.
Aunque Camilo había hecho progresos, todavía era necesario fortalecer unas áreas que
apenas se robustecían. Esperamos que Camilo eventualmente siga esa recomendación.

Al final de su terapia, Camilo me entregó un dibujo en donde plasmaba su transformación


personal. Se pueden apreciar sus fortalezas (amor, valentía, perseverancia, salud, auto-
aceptación, paz, etc.) y también cómo su nuevo yo va en proceso de reconstruirse.

¿Qué se puede aprender y recomendar de un caso como el de Camilo? Primeramente,


Camilo fue lastimado considerablemente por intervenciones que tienen una dudosa y
maltrecha reputación (terapias reparativas). Esto levanta inquietudes sobre la preparación
clínica y ética de colegas que actualmente utilizan como estrategias terapéuticas
intervenciones que no tienen una buena base en la evidencia. Por lo tanto, una
recomendación ineludible para colegas y estudiantes graduados es afianzar nuestras
intervenciones tomando como base lo que son los tres pilares de las prácticas
psicológicas basadas en la evidencia. En primer lugar, utilizar enfoques y modelos
teóricos que están siendo sustentados por la mejor investigación clínica internacional. En
segundo lugar, las intervenciones están ancladas en las preferencias, prácticas y valores
de nuestros clientes o comunidades. En tercer lugar, las intervenciones tienen como base
sustantiva una conceptualización teórica rigurosa y apropiada que a su vez compagina
con mi experiencia clínica. Es obvio que las terapias reparativas no cumplirían con
ninguno de los tres parámetros en el caso de Camilo.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

Otra recomendación que se desprende del caso de Camilo se relaciona a la necesidad de


auscultar la posible presencia de trastornos de personalidad en casos crónicos y severos
como el de Camilo. Debido a que los trastornos de personalidad son más sutiles y más
complejos para diagnosticar, sucede que los clínicos basan sus intervenciones y
conceptuación de caso en síntomas de depresión, ansiedad o somatización. Al
escapárseles un trastorno como el limítrofe de personalidad, pierden la oportunidad de
ofrecer un servicio clínico más completo, abarcador y efectivo.

Al reflexionar sobre los puntos fuertes de la publicación de este caso, puedo argumentar
resumiendo que casos como el de Camilo, que aparentan ser intratables, polisintomáticos,
y con historiales severos de maltrato, pueden ser tratados de manera exitosa. Por lo tanto,
una de las principales lecciones de este caso, es que debemos mantener cierto optimismo
terapéutico cuando nos enfrentamos con casos complejos como el de Camilo. Casos
como el de Camilo ponen de manifiesto la resiliencia humana ante las adversidades y el
deseo de superar las mismas. La principal limitación de este caso fue la partida de Camilo
a otro país cuando aún no se habían concluido ciertas facetas de la terapia. Entendemos
que, si Camilo hubiese permanecido unos meses adicionales en Puerto Rico, su TLP
hubiera sido manejado de una manera más abarcadora. Otra limitación de la presentación
de este caso clínico, es que a través del curso de tratamiento no se utilizó ninguna prueba
estructurada, sino que se utilizó el diagnóstico clínico basado en criterios del DSM-5.

Finalmente, este estudio de caso refleja mi optimismo y pasión para trabajar clínicamente
con pacientes que aún al día de hoy algunos clínicos perciben como intratables. Casos
como estos demuestran que con perseverancia y en un ambiente idóneo puede haber
crecimiento y sabiduría naciente.

CONCLUSIONES
Los trastornos de personalidad son una categoría de diagnóstico de trastornos
psiquiátricos que afectan a aproximadamente el 10% de la población (Torgersen, 2005).
Dado que todos tienen una personalidad, pero no todos tienen un trastorno de
personalidad, estos trastornos se consideran una forma variante de personalidad normal y
saludable. Este grupo de trastornos se caracteriza por patrones de pensamiento
problemáticos; problemas con la regulación emocional; y dificultad para lograr un
equilibrio entre la espontaneidad y el control de los impulsos. Sin embargo, la
característica más significativa y definitoria de los trastornos de la personalidad es el
efecto negativo que tienen estos trastornos en las relaciones interpersonales. Las
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

personas con trastornos de personalidad tienden a responder a diferentes situaciones y


demandas con una constelación de pensamientos, sentimientos y comportamientos
característicamente rígidos. Esta inflexibilidad y dificultad para formar respuestas
matizadas, representan la principal diferencia entre personalidades sanas y
desordenadas.

El diagnóstico de los trastornos de la personalidad suele ser muy complejo, ya que estos
trastornos con frecuencia ocurren entre ellos y con otras categorías psiquiátricas de
trastornos. El sistema de diagnóstico actual del DSM-5 (APA, 2013) se basa en un
enfoque categórico. Se presentó y discutió una alternativa al enfoque de diagnóstico
categórico, llamado enfoque dimensional. Ambos métodos fueron comparados y
contrastados.

La causa exacta de los trastornos de la personalidad sigue siendo incierta. Sin embargo,
está claro que hay factores tanto biológicos como psicosociales que influyen en el
desarrollo de la personalidad y los trastornos de la personalidad. Varias teorías
psicológicas de los trastornos de la personalidad intentan explicar los orígenes
psicosociales de los trastornos de la personalidad. Se revisaron las siguientes teorías
psicológicas de los trastornos de la personalidad: la teoría de las relaciones de objeto, la
teoría del apego (incluida la mentalización) y la teoría cognitivo-conductual (incluida la
teoría de la conducta dialéctica y la teoría de esquemas). Además de estas teorías
específicas del trastorno de la personalidad, se analizó el Análisis estructural del
comportamiento social (SASB) que codifica las interacciones sociales y se aplica a la
comprensión de los trastornos de la personalidad. Las contribuciones de la neurociencia
también fueron discutidas.

En un momento dado, se pensaba que los trastornos de personalidad eran intratables.


Este ya no es el caso. Ahora hay varios tratamientos altamente efectivos para los
trastornos de la personalidad que se derivan de las mismas teorías psicológicas revisadas
anteriormente.

En conclusión, los avances tecnológicos recientes y las mejoras en las metodologías de


diagnóstico han permitido a los investigadores estudiar la personalidad y los trastornos de
la personalidad como nunca antes. Como resultado, ahora tenemos una comprensión
mucho mayor de estos trastornos. Además, las investigaciones han facilitado el desarrollo
de varios tratamientos altamente efectivos para los trastornos de la personalidad que se
basan en la evidencia. A medida que la investigación continúa, estos enfoques de
tratamiento serán refinados aún más. Por lo tanto, podemos afirmar con confianza que
hay esperanza y alivio para las personas afectadas por estos trastornos, incluidos los
miembros de su familia y sus seres queridos.

BIBLIOGRAFÍA

1. Mª José Fernández Guerrero. Mecanismos de defensa en el trastorno límite de la


personalidad. REVISTA Nº4 ALAI-TP, Facultad de Psicología, Universidad
Pontificia de Salamanca. Disponible en:
https://www.trastornolimite.com/tlp/mecanismos-de-defensa-en-el-trastorno-limite-
de-la-personalidad
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

2. Irene Gilpérez López. Personalidad antisocial. CRIMINA(Centro para el estudio y


prevención de la delincuencia) Disponible en: http://crimina.es/crimipedia/wp-
content/uploads/2015/07/Personalidad-antisocial.pdf
3. Lois Choi-Kain, MD, Assistant Professor of Psychiatry. Trastornos de la
personalidad. Harvard Medical School; Medical and Program Director, Gunderson
Residence of McLean Hospital; Director, McLean Borderline Personality Disorder
Training Institute, 2016. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es-
pe/professional/trastornos-psiqui%C3%a1tricos/trastornos-de-la-
personalidad/trastorno-obsesivo-compulsivo-de-la-personalidad-toc
4. Dávila Pontón, Yolanda, Guzmán Jiménez, Alfonsina del Rocío. Funcionamiento
familiar y los trastornos de personalidad. Estudio comparativo con los estudiantes
de la carrera de Orientación Familiar de la Universidad de Cuenca. Ed.
Universidad del Azuay. 2016. Disponible en:
http://dspace.uazuay.edu.ec/handle/datos/5805
5. Instituto Nacional de la Salud Mental, Departamento de Salud y Servicios
Humanos de los Estados Unidos. Trastorno Límite de la Personalidad, 2010.
Disponible en: http://ipsi.uprrp.edu/opp/pdf/materiales/limite_personalidad.pdf
6. Causas de un trastorno de la personalidad (TP), Pensum, clínica de psicoterapia y
personalidad, 2018. Disponible en:
https://psicologosoviedo.com/especialidades/trastornos-personalidad/causas/
7. Ana Muñoz, ¿Cuál es la causa de los trastornos de personalidad?, artículo en
AboutEspañol, 2018. Disponible en: https://www.aboutespanol.com/cual-es-la-
causa-de-los-trastornos-de-personalidad-2396162
8. Trastornos de la personalidad, Mayo Clinic, Rochester, Minn. 17 de agosto de
2016. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-
conditions/personality-disorders/symptoms-causes/syc-20354463
9. Noemí De La Cruz Belerda, Trastornos de personalidad: Qué son, definición,
tipos, causas, diagnóstico, consejos y ejemplos. Cognifit: Salud, cerebro y
Neurociencia, 2018. Disponible en: https://blog.cognifit.com/es/trastornos-
personalidad/
10. Linares, Juan Luis. (2007). La personalidad y sus trastornos desde una
perspectiva sistémica. Clínica y Salud, 18(3), 381-399. Recuperado en 22 de junio
de 2019, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?Script=sci_arttext&pid=S1130-
52742007000300008&lng=es&tlng=pt.
11. Gálvez Herrer, Macarena, Mingote Adán, José Carlos, & Moreno Jiménez,
Bernardo. (2010). El paciente que padece un trastorno de personalidad en el
trabajo. Medicina y Seguridad del Trabajo, 56(220), 226-247. Recuperado en 22 de
junio de 2019, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?Script=sci_arttext&pid=S0465-
546X2010000300005&lng=es&tlng=es.
12. Marqués-Reyes, D. (2014). La pasión sobre la razón: Formación de un caso clínico
en la terapia dialéctica conductual para el trastorno de personalidad limítrofe. En A
Martínez-Taboas & G. Bernal (Eds.), Estudio de casos clínicos: Contribuciones a la
psicología en Puerto Rico (pp. 149-168). Hato Rey, PR: Publicaciones
Puertorriqueñas.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA PSICOLOGÍA SISTÉMICA

13. Martínez-Taboas, A., & Bernal, G. (Eds.) (2014). Estudio de casos clínicos. Hato
Rey, PR: Publicaciones Puertorriqueñas.
14. Martínez-Taboas, A., & Cordero-Soto, M. (2015). Estudios longitudinales sobre el
trastorno de personalidad limítrofe: ¿Qué nos están señalando? Revista
Puertorriqueña de Psicología, 26, 56-70.
15. Santiago- Hernández, M., & Toro-Alfonso, J. (2016). Una cura fraudulenta: Una
mirada crítica a las terapias reparativas de la orientación sexual. En M. Vázquez-
Rivera, A. Martínez-Taboas, M. Francia-Martínez, & J. Toro-Alfonso (Eds.), LGBT
101: Una mirada introductoria al colectivo (pp. 366-383). Hato Rey, PR:
Publicaciones Puertorriqueñas.
16. American Psychiatric Association. Personality disorders. Diagnostic and Statistical
Manual of Mental Disorders. 5th.ed. Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
2013:645-685.
17. Blais MA, Smallwood P, Groves JE, Rivas-Vazquez RA, Hopwood CJ. Personality
and personality disorders. In: Stern
18. Rodríguez Moya Laura, Peláez José Carlos. Terapia familiar en los trastornos de
personalidad. Acción psicol. [Internet]. 2013 Jun [citado 2019 Jun 22]; 10(1):
75-84. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?
Script=sci_arttext&pid=S1578-908X2013000100008&lng=es.
Http://dx.doi.org/10.5944/ap.10.1.7035.

Das könnte Ihnen auch gefallen