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ESCUELA NORMAL SUPERIOR EN LENGUAS VIVAS

SOFÍA B. DE SPANGENBERG

Profesorado de Educación Superior en Inglés

Seminario de nuevos escenarios: cultura, tecnología y subjetividad

Profesor: Lic. Daniel Gentile

Alumna: Rosa Peralta

Año: 2019
Consignas:

Pensar en el contexto socio histórico actual y su influencia/aparición en su práctica


educativa presente -o futura en algunos casos particulares-, desde el texto de Perrenoud
“Diez nuevas competencias a enseñar” (en formato digital, y que lo contextualizamos a
otra unidad de nuestro seminario), de forma tal que pueda ponerse CLARAMENTE en
cada una a favor de las afirmaciones allí expuestas; o por el contrario, si hay otras en que
no coincide pueda expresarse con su opinión contraria, según justificaciones
EXPLICITADAS (máximo 3 páginas).

1. Las Situaciones de Aprendizaje


Es fundamental que el ejercicio de la docencia evolucione a fin de conseguir docentes
que puedan abarcar un sinnúmero de situaciones que pueden darse en el aula. Es decir
que ya no solo pensemos en un docente que da clases magistrales o que se basa
únicamente en la resolución de ejercicios, sino que pensemos en la necesidad de tener un
docente que incorpore las mejores situaciones didácticas para un grupo en un momento
determinado. De esta manera, el docente deberá no solo conocer el currículum a enseñar,
el curriculum oculto y la ubicación de la disciplina que se enseña dentro del ámbito
educativo y en la sociedad, sino que también deberá conocer a sus alumnos, que
motivaciones intrínsecas y extrínsecas poseen y que saberes traen de años anteriores o de
otras materias o incluso, de su propia experiencia. El docente debe enseñar que se aprende
de los errores y que no hay que tener ningún temor en cometerlos. (En este punto toma
mucha relevancia el vínculo afectivo que el docente logre establecer con el alumno). En
la práctica, hoy vemos como los maestros manejan sistemas de programación y robótica
y de a poco lo incorporan en sus clases, o vemos que en las clases de ciencias sociales
enseñan contenidos procedimentales como la confección de mapas mentales y diagramas.
Otros enseñan sobre la alimentación saludable en la clase de inglés y relaciones de
convivencia en educación física. La realidad también nos lleva a prestar atención a
aquellos niños que tienen un ritmo diferente al resto y necesitan de un acompañamiento
más cercano, en el cual el docente prepara adaptaciones curriculares o metodológicas e
incluso físico ambientales y de comunicación. También vemos como ante cierta realidad
social o cultural el docente lleva los temas a la escuela y a su clase para debatir y/o
profundizar sobre los mismos. En Argentina, en 2018, se dio un debate muy interesante
en torno a la despenalización del aborto que de alguna manera u otra obligó a la discusión
informada en la escuela.
2. Gestionar la Progresión de los Aprendizajes.
Este punto es de suma importancia y considero que cada docente debería llevar la
progresión individualizada de cada uno de sus alumnos. Aunque es una tarea que requiere
de mucho trabajo y esfuerzo por parte del docente, es fundamental llevarla a cabo para
conseguir resultados a largo plazo. Sin embargo, más allá de que la escolaridad primaria
y secundaria en nuestro país está dividida en ciclos, los docentes pueden verse limitados
por la necesidad de cumplir con el curriculum durante un tiempo determinado,
condicionando la confección de un itinerario diferente para cada estudiante. Por ello, la
enseñanza debería ser estratégica, el docente tendría que darle al alumno la posibilidad
de resolver un problema, plantear el mismo, investigar y buscar hipótesis, y llegar a una
resolución del mismo que se encuentre dentro de una zona próxima y alcanzable para el
alumno (Vygotsky, 1978). Así, podemos referirnos a un modelo constructivista del
aprendizaje, en donde el docente sigue el proceso de cada estudiante y en donde el error
también forma parte del mismo. De esta manera, Jean Pierre Astolfi dice: “Vuestros
errores me interesan”, parece pensar el profesor, ya que están en el mismo centro del
proceso de aprendizaje que se quiere conseguir e indican los progresos conceptuales que
deben obtenerse”. Relacionado también al enfoque constructivista y particularmente a
esta competencia, podemos mencionar la teoría del “andamiaje” de Jerome Bruner (1978)
quien define a este proceso como un proceso de transferencia de habilidades, por medio
del cual el docente apoya y guía al niño en el aprendizaje. Este apoyo tiene diferentes
instancias en donde en principio será mayor y se ira retirando a medida que consiga los
objetivos propuestos para ese estudiante.
3. La Diferenciación.
El docente debe ser consciente de la heterogeneidad de sus alumnos y por consiguiente
debe aprovechar esta situación en función del aprendizaje de la totalidad del alumnado.
El trabajo en grupos o en equipo, en los cuales unos reciban ayuda y aprendan de los otros
resulta un desafío que vale la pena tomar. En cierta manera, también se prepara a los
alumnos a la vida en sociedad y en el trabajo, lugares en donde es necesario desarrollar
habilidades sociales para mantener una buena y fructífera relación con los pares. Philippe
Meireu plantea que la pedagogía diferenciada es intentar poner en práctica en el sistema
escolar diferentes procesos de enseñanza-aprendizaje, de recursos y de herramientas que
permitan desarrollar el concepto de heterogeneidad, sin excluir a ningún alumno del
sistema educativo teniendo en cuenta las características personales de cada uno de los
alumnos. BUENOS APORTES
4. La motivación.
El docente tiene que estar formado de manera tal que no solo sea un cúmulo de
conocimientos sino que también sepa motivar a sus alumnos. Para ello, el docente debe
poder articular diferentes estrategias que sirvan de motivación al alumno. Desde las
inteligencias múltiples de Gardner hasta la procedencia de sus alumnos, todo resulta ser
conocimiento que el docente debe tomar, analizar y reestructurar para saber cómo
motivar. Jean Jacques Rousseau decía sobre la motivación y el niño: “Haced al niño
atento a los fenómenos de la naturaleza y pronto despertará en él la curiosidad.
Planteadle interrogantes a su alcance y dejad que los resuelva de forma que no sepa
nada por lo que le digáis, sino por lo que comprenda por sí mismo: no que aprenda la
ciencia, sino que la invente.” Ausubel agrega que “el objeto de aprendizaje debe ser
funcional, integrable, potencialmente significativo e internamente coherente, mientras
que el sujeto que aprende debe disponer de las estructuras cognitivas necesarias que le
permitan establecer relaciones con el nuevo conocimiento, es decir conocimientos
previos y presentar una actitud favorable frente al nuevo aprendizaje” de modo tal que
la motivación resulta fundamental para que estudiante aprenda. MB
5. El trabajo en equipo.
Comencemos por decir que el docente es el facilitador dentro de su clase, siendo un
integrante más de un grupo de trabajo. Así, el docente tiene que estar preparado para
trabajar en equipo, poder mediar, liderar, aunar criterios, colaborar con otros, etc. Es
fundamental que con el paso del tiempo y a medida que adquiere más experiencia y
expertise en la profesión, su trabajo sea llevado a otros ámbitos fuera del aula, por ejemplo
en reuniones con asesores, con familias de su establecimiento o en proyectos
institucionales. Podemos citar entonces, lo que Vygotsy llamo la Zona de desarrollo
próximo y que define como "la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado
por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo
potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto
o en colaboración con otro compañero más capaz" (Vigotsky, 1988). De esta manera,
tanto el docente como un par más apto serán quienes, por medio del trabajo en equipo,
podrán ayudar a aquel estudiante que lo requiera y tomar del otro aquello de lo que carece
o bien lo enriquezca. Es indispensable la planificación por parte de docente para que el
aprendizaje realmente ocurra, teniendo en cuenta los saberes previos del estudiante
(Ausubel, 1968) como así también las inteligencias múltiples. (Gardner, 1983).

6. La gestión de la escuela.
Conocer el funcionamiento interno de un establecimiento educativo brinda a los docentes
una mirada más amplia y profunda de la realidad en la que se desempeña diariamente.
Podemos decir que se comienza a ver la “cocina” de la escuela, se comprende los porqués
de la toma de determinadas decisiones, el procedimiento que se debe llevar a cabo en
ciertas circunstancias, etc. Asimismo, se logra ampliar la mirada fuera de la escuela y
abrirse a la comunidad, por ejemplo por medio de las Asociaciones de Padres o la
Asociación cooperadora. Podemos agregar, que en la gestión de la escuela, tanto docentes
como directivos tienen negociar y trabajar en conjunto en la realización de proyectos
institucionales en los que hay ciertos aspectos que se deben respetar y en los cuales se
pide motivación, innovación y creatividad. Se deben administrar los recursos con los que
cuenta la institución de manera tal que el grupo docente no sienta que las medidas son
tomadas en contra de ellos sino a su favor. Por último, darle tanto al equipo docente como
al alumnado la posibilidad de expresarse y en función de las posibilidades, modificar o
ampliar los pedidos de los mismos, resulta un medio efectivo y tranquilizador en la
gestión de la escuela.
7. La relación con los padres.
En este punto difiero con la postura que plantea Perrenoud. Pretender tener encuentros
colaborativos con las familias resulta un tanto utópico. Obviamente el docente puede
escuchar sugerencias por parte de las familias pero considero que en muchas ocasiones
las familias vienen cargadas de preconceptos y muchas veces de intolerancia. La escuela
no solo educa a los niños, sino que indirectamente educa a las familias. Y aunque creo
que también ocurre a la inversa, la colaboración de las familias es deseable aunque no
siempre y dependerá del tema, es recomendable. Sin embargo, Tatiana Bacigalupe (2013)
considera que “Durante nuestra formación docente, nos incentivan y enseñan la
importancia del trabajo con la familia, planteándonos como objetivo fundamental el
involucrar a padres y apoderados en el proceso de enseñanza y aprendizaje de sus hijos.
La idea principal es que no sólo los involucremos en las actividades formales como
reuniones, sino que creemos momentos que nos permitan construir una relación más
estrecha” Tal vez sea en esta última parte en la que si estoy de acuerdo, ya que muchas
veces los docentes podemos planificar actividades en las cuales los padres puedan
acercarse a la escuela y construir los aprendizajes de sus hijos conjuntamente a los
docentes. DE ACUERDO
8. Las nuevas tecnologías.
El uso de las nuevas tecnologías es un requisito fundamental para la docencia actual y sin
dudas, es un elemento didáctico que enriquece el dictado de clases. Sin embargo, el mal
uso de las tecnologías puede llevar al fracaso cualquier clase. Es deber del docente
mantenerse actualizado en el uso de las nuevas tecnologías como así también conocer los
riesgos que el uso de las mismas conlleva. Es dable decir, que siempre se debe tener un
plan “B” en caso que estas tecnologías por algún motivo no estén disponibles.
9. Los dilemas sociales.
El docente es el ejemplo o modelo a seguir dentro del aula. Su comportamiento, su forma
de expresarse, su intencionalidad en el decir y en el omitir, todo enseña algo. Por ello, en
primera instancia el docente debe estar consciente de esta situación y debe inculcar
valores éticos y morales. La defensa de la no violencia, la no discriminación, el respeto a
las diferencias, la mutua colaboración y aceptación, la tolerancia al distinto, la inclusión
real, etc, son solo algunos de los puntos que el docente debe conocer y defender, más allá
de que muchas veces la sociedad o comunidad en la que vive no refleje este pensamiento.
10. La formación continua.
Es un deber fundamental que el docente tenga formación continua. Ya sea mientras está
cursando su carrera como una vez que ha finalizado la misma, el análisis, formación y
evaluación de su desempeño docente es un requisito esencial para el ejercicio de la
docencia. Además, según la Ley Nacional de Educación (Ley N° 26.206) tenemos como
deber y obligación formarnos continuamente en nuestras prácticas pedagógicas. También
vemos como en forma reiterada aparecen nuevos escenarios en los cuales el docente debe
meterse, investigar, analizar, opinar, descartar e implementar. Es así, que no muchos años
atrás los docentes no enseñaban Educación sexual en las escuelas y actualmente se enseña
hasta en idioma extranjero. Más allá de la obligación legal y moral que el docente tiene
de formarse, es una obligación personal que nunca deberíamos perder.
1- Se deberá detectar una problemática elegida por c/u propia del campo del
seminario, observada en el contexto escolar; o derivada de las lecturas obligatorias
del curso –otro disparador puede ser el texto del profesor Gentile “El
conocimiento en esta postmodernidad” (EN fotocopiadora o digital), y desarrollar
un escrito desde cualquiera de estos dos organizadores:

- Análisis de un caso pasado (lo sucedido con X grupo, docente, alumno,


familia…), o
- Análisis de experiencia educativa + (la respuesta a un problema, un
proyecto/propuesta…)

¿Cómo enfrenta la escuela el maltrato y abuso infantil?

El maltrato infantil es un mal que azota los hogares en nuestro país y por ende, resulta
fundamental que si la escuela se anoticia de algún hecho de violencia infantil, la misma
sepa cómo actuar. Así, nos preguntamos, ¿qué hace la escuela en estos casos? ¿Actúa
diligentemente? En este trabajo analizaremos las acciones que las Instituciones
Educativas en la Ciudad de Buenos Aires deben llevar a cabo al momento de encontrarse
con un caso de maltrato infantil. Para tal fin, analizaremos un caso de abuso sexual en
una escuela del ámbito privado de esta ciudad y comprobaremos la actuación diligente o
no de la misma. Por último, analizaremos que ocurre con el niño en cuestión una vez
finalizado el protocolo procedimental.

El maltrato infantil y el abuso sexual intrafamiliar.

Comencemos por definir qué es y en que consiste - el maltrato infantil. La Organización


Mundial de la Salud (OMS) dispone que “El maltrato infantil se define como los abusos
y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de
maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación
comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o
dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de
responsabilidad, confianza o poder. La Clínica Mayo nos dice que “cualquier daño o
maltrato intencional infligido a niños menores de 18 años se considera maltrato infantil”
El maltrato infantil adopta distintas formas, que suelen presentarse al mismo tiempo.

 Maltrato físico. El maltrato físico infantil se produce cuando alguna persona, de


manera deliberada, daña o pone en riesgo la integridad física de un niño.

 Abuso sexual. El abuso sexual infantil es toda actividad sexual con un niño, como
tocar, tener contacto oral-genital, mantener relaciones sexuales, explotarlo
sexualmente o exponerlo a material pornográfico.

 Maltrato emocional. El maltrato emocional infantil supone atacar la autoestima o


el bienestar emocional del niño. Comprende los ataques verbales y emocionales,
como desvalorizar y reprender continuamente al niño, al igual que aislarlo, ignorarlo
o rechazarlo.

 Maltrato médico. El maltrato médico infantil se produce cuando alguien brinda


información falsa sobre una enfermedad en el niño que requiera atención médica,
sometiéndolo a un riesgo de sufrir lesiones y recibir atención médica innecesaria.

 Abandono. El abandono infantil consiste en no proporcionar alimentos, refugio,


afecto, supervisión, educación o atención médica o dental adecuados.

MB.

De acuerdo a lo dispuesto por nuestra Constitución Nacional, la Convención sobre los


derechos del niño, firmada en 1989, es un Tratado de derechos humanos que en nuestro
país adquirió jerarquía constitucional por medio de la reforma realizada en 1994, en donde
se dispuso que los Tratados de Derechos Humanos pasarían a formar parte de nuestra ley
suprema. La misma dispone en el Articulo 75, inc. 22: “La Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre;…la Convención sobre los Derechos del Niño; en
las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional…”Dicha convención
establece en su art. 19 que:” Los Estados Partes adoptarán todas las medidas
legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño
contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos
tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la
custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga
a su cargo.” De esta manera, Argentina está obligada a proteger a los menores en los
casos de maltrato infantil, situación que resulta ser un grave problema social que se da en
familias de cualquier nivel económico y educativo.

Según el Programa Nacional por los derechos de los niños y del adolescente del
Ministerio de Cultura y Educación de la Nación “el Abuso Sexual, consiste en obligar o
persuadir a un niño/a para que participe en actividades sexuales adultas, frente a las que
no puede dar un consentimiento informado” y agrega que el Maltrato Emocional
“acompaña a todas las otras, pero que puede ejercerse independientemente de las demás
por ejemplo, mediante amenazas aterrorizantes, descalificaciones, desvalorizaciones y/o
ausencia de expresiones cariñosas.”
Estos tipos de maltrato vulneran los derechos fundamentales de los niños y a su vez genera
obligaciones de parte de los actores en el sistema. Así, la escuela juega un rol
importantísimo en la prevención y detección, en la acción al momento de tomar
conocimiento del hecho y en el seguimiento del mismo. Pero, en la práctica, ¿se cumplen
estas obligaciones?

El caso “Xi”: mi familia es horrible.

Para ver la actuación de la escuela en casos de maltrato, vamos a analizar un caso real. El
niño en cuestión es un varón que en la actualidad tiene 9 años y en este trabajo lo
llamaremos “Xi” para reguardar su identidad. Xi es un niño de nacionalidad China, que
frecuentemente viaja su país para visitar a sus familiares y que vive en la Ciudad de
Buenos Aires desde el año 2017, año en el cual desembarcan en nuestro país Xi, su madre,
su padre y su abuelo materno. Se instalaron en el barrio de Almagro y al contar con una
buena posición económica, deciden que Xi asista a una escuela privada de doble jornada.
La inmersión del niño en la institución no fue fácil ya que no hablaba mucho el idioma
castellano y sus padres se comunicaban con menos recursos que su hijo. Otra madre de
nacionalidad china serviría de traductora en reuniones con maestros y en situaciones en
las que necesitaban los interlocutores comunicarse en forma clara y fehaciente. Así, Xi
termina su primer año en la mencionada institución pasando a 3er grado.
Una vez comenzado el año escolar, Xi se manifiesta molesto y triste en reiteradas
oportunidades. El niño no manifestaba razones para sentirse de esa manera pero daba
indicios de no estar cómodo. La primera alerta se da en el ámbito de clase cuando una de
sus docentes plantea la discusión sobre las familias. Así, una alumna y Xi se acercan a la
docente y la alumna le dice:
Alumna: “A mí me gusta mucho mi familia”
Docente: “¿Si? ¿Por qué?
Alumna: “No sé, mi familia es linda y me quieren mucho y yo los quiero”
Xi: “A mí no me gusta mi familia. Mi familia es horrible”
La docente escuchó con atención lo que Xi le dijo y lo llevo a conversar apartado del
resto. En la charla no surgió otro dato que pudiera hacer ver alguna situación dañina para
el menor, pero la docente sabía que había algo que no funcionaba bien. Comenzaba
entonces la comunicación y preocupación con los directivos de la institución. Pasaron
unos meses y en la escuela se realiza una jornada de Educación Sexual Integral, tras la
cual, Xi se acerca a la docente y le dice directamente “Yo me quiero suicidar”.
Inmediatamente la docente llama a otra docente para que se quedé con el niño así ella
puede pedir asistencia a los directivos. Es en ese momento en el cual Xi, cuando le
pregunta la segunda docente porque decía eso, porque se sentía así, manifiesta que no le
“gusta que su abuelo lo bañe”. Y luego agrega que “mi abuelo me toca el pito cuando
me voy a dormir porque no tengo pijama, porque estoy gordo”
Las docentes a cargo tomaron acción inmediata e instaron a los directivos a actuar. La
conmoción era muy grande, la desesperación y dolor por tener que enfrentar un momento
de tal gravedad era aún mayor. “Ahora, hay que seguir el protocolo para casos de
maltrato” dijo una de las directoras del establecimiento.

El deber de accionar

El abuso sexual es una agresión sexual violenta que atenta contra la libertad sexual de la
persona y su derecho a elegir la actividad sexual que quiere realizar -O LA
INACTIVIDAD POR SER UNA NIÑA/O INOCENTE Y SIN BÚSQUEDAS AL
RESPECTO-. Si es cometido contra un menor afecta además su desarrollo personal en su
sexualidad. En nuestro país es un delito y como tal, cuando una persona toma
conocimiento del mismo, tiene la obligación de denunciarlo. En el caso de las
Instituciones Educativas, al igual que los Centros Médicos de Salud, la obligación es aún
mayor.
Así, el artículo 237 del Código Procesal Penal, impone a los empleados o funcionarios de
la administración pública, el deber de realizar la denuncia. En esa categoría se halla
incluido el personal docente y no docente de las escuelas públicas, así como también los
médicos, enfermeras, psicólogos y asistentes sociales que trabajan en instituciones
estatales. El incumplimiento de estas normas, implica incurrir en las responsabilidades
que establece el Código Procesal Penal por delito de encubrimiento. Además, la ley
24.417 de Protección contra la Violencia Familiar, promulgada en Diciembre de 1994 y
reglamentada por Decreto 235/96 de marzo de 1996, establece los casos en los cuales la
denuncia es obligatoria y debe realizarse dentro del plazo de 72 hs. En su artículo 2º
dispone: “Cuando los damnificados fuesen menores o incapaces, ancianos o
discapacitados, los hechos deberán ser denunciados por sus representantes legales y/o
el ministerio público. También estarán obligados a efectuar la denuncia los servicios
asistenciales sociales o educativos, públicos o privados, los profesionales de la salud y
todo funcionario público en razón de su labor”. Teniendo en cuenta todas estas normas,
comprobamos el cumplimiento por parte del personal docente del protocolo a seguir, ya
que inmediatamente conocido el hecho, lo refirieron al equipo directivo. A continuación,
el equipo directivo de la escuela de Xi se comunicó inmediatamente con el Equipo
Técnico Interdisciplinario y labraron el acta ad hoc correspondiente. En todo momento se
resguardó la confidencialidad de los hechos y se cuidó emocionalmente al niño. El
protocolo dispone que las primeras acciones que deben tomarse son internas, dentro de
la institución. Luego, es el equipo directivo quien informará a los Inspectores y a la
Dirección Nacional de Escuelas. La asesoría legal es la que indica el rumbo a seguir a
partir de ese momento. Se procede a realizar la denuncia conforme a lo establecido por la
ley. El tiempo en realizar la denuncia también es clave. La denuncia debe efectuarse ante
los jueces de familia y en su defecto en los Juzgados Civiles. Se requiere la presencia del
SAME para que traslade al menor a una dependencia hospitalaria pública en donde el
niño sea examinado y se cumpla con el Protocolo de Abuso Sexual Infanto-Juvenil para
la atención integral de niños/as y adolescentes víctimas de cualquier forma de abuso
sexual, que tiene la finalidad de evitar prácticas revictimizantes y brindar a través de los
Hospitales Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, la atención requerida para estos casos.
De esta manera, el equipo directivo solicitó la asistencia del SAME quienes trasladaron a
Xi en ambulancia al “Hospital General de Agudos Carlos G. Durand” sito en el barrio de
Caballito a fin de ser examinado tanto psicológica como físicamente.
Al llegar a la dependencia hospitalaria, Xi es sometido a varios exámenes. Se encontraban
acompañándolo todo el equipo directivo de la escuela y luego su madre y padre se
apersonaron en el lugar. Ambos fueron entrevistados por los profesionales pero el idioma
es un obstáculo a la hora de comunicarse. Horas más tarde Xi y su familia volverían a su
hogar.
El proceso sigue su curso, decretando el juez la exclusión de la vivienda del abuelo de Xi
por el plazo de 90 días. En el Art. 4º La ley de Protección contra la Violencia Familiar
señala que el juez puede tomar medidas para proteger la integridad del menor y podrá
ordenar la exclusión del autor de maltrato, de la vivienda donde habita el grupo familiar,
prohibiendo el acceso de éste al domicilio del damnificado. El papel de la Institución
educativa hasta este momento es bastante acertada y prolija.

¿Todo vuelve a comenzar?

2019. Primer día de clase. Xi ya está en 4to grado. La docente lo despide con un beso
para entregárselo a su mamá o papá. Alguno de los dos pasaría a buscarlo. Pero no. Para
sorpresa e indignación de la docente y de todos los allí presentes que tenían conocimiento
de la situación atravesada por Xi, la persona que vino a buscarlo fue su “abuelo” o su
“abusador” para ser más exactos. ¿Cómo es posible que el abuelo este de nuevo viviendo
con el niño al que lastimó? Tras innumerables llamados telefónicos con abogados,
directivos y especialistas se llegó a la dolorosa conclusión de que ya no existía ninguna
razón legal que pudiera impedir que el niño fuera retirado por su abusador. Y así fue, Al
otro día, la madre en un castellano muy rudimentario dijo: “ya está, ya terminó”. La
realidad es que la exclusión del hogar fue la que caducó pero el proceso sigue su curso.
Cada una de las personas que intervinieron en este largo proceso, pensaron en la injusticia
de la situación, sintiendo impotencia y frustración. Meses más tarde sería el mismo Xi
quien contaría en la escuela que su abuelo regresaba a China, y que “no vuelve más”.
Hoy, Xi sigue luchando con su carácter y sus emociones pero la escuela lo sigue
acompañando en su vida diaria. Sus maestros están atentos a sus cambios de humor y a
sus manifestaciones. Se le exigió a su familia que QUE BUENO ESTO!! por lo menos el
niño inicie un tratamiento psicológico y que le permita a la escuela articular una
comunicación directa con el especialista. El alumno cuenta con la escuela, la que lo
contiene en su interior para resguardarlo de los males que tiene a su alrededor.

Conclusión.
Para un maestro ver sufrir a uno de sus alumnos es casi como ver sufrir a un hijo. Se
comparte la vida con los alumnos en forma diaria y muchas veces son muchas las horas
juntos. Xi no resultó una excepción y la escuela articuló todos los medios necesarios para
contenerlo y ayudarlo. Tal vez ahora sea el momento de redoblar la apuesta y tomar un
rol más activo en el seguimiento del niño por parte de las autoridades de la institución o
incluso del gabinete profesional. En lo demás, se ve como una escuela, cuando quiere,
acompaña y puede conseguir cambios que les cambia la vida a las personas.

Bibliografía: MUY BIEN

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