HISTORIAS MÍNIMAS
GRAMÁTICA PARDA
Metafísica
Aitor Lázpita
Profesor de Enseñanza Secundaria.
alazpita@gmail.com / @alazpita
L as musas deben encontrarte trabajando, dicen quienes no
ven contradicción entre genialidad y constancia. Leo en
Relojes de Einstein, mapas de Poincaré, del historiador de la
ciencia Peter Galison, autor acostumbrado a huir de ideas
recibidas, que tal expresión es, cuando menos, confusa y con-
formista. A no ser que ahondemos en el significado de la pa-
labra trabajo.
Para Galison, profesor en Harvard, los gestos contempla-
tivos, sociópatas y tecnófobos deben espantar a las musas,
porque lo que encuentran las diosas cuando vienen a so-
correr al pensador en apuros es a alguien manipulando co-
sas, trasteando objetos, negociando significados y utilizan-
do aparatos.
BORN TO BE QUEER
Cuerpos, cuerpos, cuerpos
Yera Moreno Sainz-Ezquerra
Artista y educadora.
yeramoreno@hotmail.com
H ace un par de semanas, dentro de Las Lindes, el grupo
de investigación sobre arte y educación al que perte-
nezco, organizamos con val flores un taller sobre erótica
escritural para la disidencia pedagógica. Valeria, feminista,
lesbiana, maestra y escritora, nos propuso distintos textos
sobre los que estuvimos trabajando. Uno de ellos era de bell
hooks, «Eros, erotismo y proceso pedagógico», publicado en
su libro Teaching to Transgress (1993). En él hooks habla
sobre como en las aulas, y especialmente desde nuestra po-
sición como docentes, hemos aceptado esa separación tan
cartesiana (y dicho sea de paso tan occidental y patriarcal)
entre el cuerpo y la mente. Y como desde esa tradición he-
redada, parece que cuando entramos en el aula sólo estamos
presentes en tanto que mentes. Esta tradición dualista bien-
8 FEBRERO 2018 486 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA
Pensar viene a ser algo más manual que cerebral y siempre involucra
un sinfín de gadgets, desde las tablas y las bibliotecas hasta los orde-
nadores. En nuestro medio —hablo de la docencia— se sigue des-
cribiendo la cultura como una logomaquia, una especie de exudación
cerebral de la que han desaparecido todos los instrumentos. Galison
viene a decirnos que hay mucha tecnología detrás de cada teoría, es
decir, que el pensamiento es inseparable de los instrumentos que
utilizamos, de los que nos ayudamos para pensar. Separar pensamien-
to y tecnología no deja de ser, pues, una idealización. Peor aún, se-
parar nuestras ideas de las máquinas con las que las producimos y
movilizamos equivale a no querer aceptar el mundo que habitamos.
El debate en torno a la presencia de la tecnología en la Escuela (me
refiero sobre todo a los terminales conectados a Internet) es de lo más
insustancial. En nuestra sociedad hace mucho que las máquinas están
presentes en todos los ámbitos. Pretender que la Escuela sea una especie
de cielo platónico de las ideas me parece absurdo, además de imposible.
Las dos últimas líneas del libro que he citado lo expresan con
contundencia: «Encontramos metafísica en las máquinas, y má-
quinas en la metafísica».
pensante atraviesa no sólo la forma hegemónica de entender
la educación, sino que articula una manera de entender el
pensamiento y el conocimiento que ha desechado y despres-
tigiado todo lo que tiene que ver con los cuerpos. Así, el
aula, ese espacio lleno de cuerpos, parece que debe ser un
espacio en el que queden fuera, precisamente, los cuerpos
y, con ello, las emociones, las necesidades corporales, los
afectos, los malestares físicos, especialmente los nuestros.
En esos mismos días escucho una conversación desoladora
entre unas compañeras del centro en el que trabajo. En ella
hablan de la corrección que debemos tener las profesoras al
vestir, del cumplimiento con una vestimenta adecuada para
nuestro papel de profesoras (y sí, sólo hablan en femenino,
porque ya se sabe que si hay cuerpos que controlar y sobre
los que hablar públicamente son los de las mujeres). La con-
versación me enfada, pero sobre todo me hace sentir triste
y sola. Y entonces pienso en el texto de hooks, y en su deseo
de reivindicarnos como cuerpos sintientes también en las
aulas, en ese estar de los cuerpos dentro de la disidencia pe-
dagógica de la que habla val flores. Y me siento acompaña-
da, ojalá ciertas lecturas fueran obligatorias.
HISTORIAS MÍNIMAS
GRAMÁTICA PARDA
Fragmentos del diario de las estrellas
Aitor Lázpita
Profesor de Enseñanza Secundaria.
alazpita@gmail.com / @alazpita
T ras la oscura Era del Caos, que se extendió durante miles
de años sobre las civilizaciones terráqueas, no quedaron
apenas recuerdos de las culturas preatómicas. Varios de los
objetos encontrados en las sucesivas excavaciones realizadas
en la Tierra, conocidos en la literatura científica como «pa-
peles», o «papyr», nos han revelado importantes datos, al
tiempo que nos han sugerido profundos enigmas.
Las recientes investigaciones sobre la mítica institución llama-
da «Es-kuela» (nos acogemos a las transcripciones de la Aso-
ciación Marciana de Paleografía) arrojan dudas sobre las in-
terpretaciones vigentes acerca del culto al «Tex-to». Lejos de
tratarse de un fenómeno marginal, estaba extendido por todo
el planeta y exigía constantes sacrificios de cerebros jóvenes.
BORN TO BE QUEER
Un cuarto propio
Yera Moreno Sainz-Ezquerra
Artista y educadora.
yeramoreno@hotmail.com
E n 1929, Virginia Woolf escribía Un cuarto propio, un
ensayo que se convertiría en esencial para entender la
situación de subalternidad e invisibilidad que han ocupa-
do las mujeres dentro de la historia de la literatura. Invi-
tada a dar una serie de conferencias sobre las mujeres y la
novela, Virginia Woolf reseñaba la ausencia de mujeres
en las estanterías de las bibliotecas más prestigiosas, a la
vez que encontraba su sobrerrepresentación como objeto
de estudio en un sinfín de ensayos y libros escritos por va-
rones. Este desequilibrio, que opera entre la falta de reco-
nocimiento y visibilidad de las mujeres como creadoras y
su sobrerrepresentación en la posición de objeto dentro
de casi cualquier disciplina de la producción cultural, po-
dría hacernos recordar a la famosa frase lanzada por las
8 OCTUBRE 2017 482 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA
«Tex-to» era, además, considerado un dios cruel e insaciable.
Temido y seguido masivamente por los sacerdotes del culto, los
llamados «magistri»; este ídolo se convirtió en omnipresente y
quienes osaron dudar de su infalibilidad sufrieron el ostracismo.
Relacionado con este ancestral mito de la «Es-kuela» aparece el
enigmático «Curric-Ulum» (seguimos la transcripción indicada
más arriba). En las «Notas sobre el hombre del Neogeno», del
ilustre L. Bar –catedrático de Historia Preatómica– a «Curric-
Ulum» se le atribuía una existencia sobrenatural, lo que le con-
vertía en inalterable. Además, según afirma la corriente citada,
los intentos de refutar este dogma eran severamente castigados,
especialmente bajo la dinastía de los «Inspectors».
Lo que me resulta enormemente extraño, y me hace dudar
de todo el edificio conceptual que hemos construido en tor-
no a este mito de la «Es-kuela», es la mención que se hace a
la educación en uno de los vestigios desenterrados reciente-
mente entre las ruinas de un lugar dedicado a este culto. La
relación entre el aprendizaje y el culto desarrollado en la «Es-
kuela» sigue siendo un misterio.
Guerrilla Girls muchos años después sobre la ausencia de
las mujeres artistas en los museos de arte moderno. Demos
otro salto temporal y situémonos en abril de 2017. Junto
con mis alumnas de ese curso, participamos en una acti-
vidad en la biblioteca del centro que consistía en una lec-
tura continuada en homenaje a Gloria Fuertes. Recordan-
do el ensayo de Virginia Woolf, decidimos hacer nuestro
propio ejercicio exploratorio: ir a la biblioteca y buscar
entre sus estanterías todos los libros escritos por mujeres
con el objetivo de recuperar aquellos textos que más nos
gustasen para la lectura. Y lo descorazonador fue encontrar
que, a día de hoy, el ensayo de Virginia Woolf sigue te-
niendo la misma vigencia. Por ello, aprovechando que
estamos en los inicios de curso y que andamos con energías
renovadas y buenas intenciones, me gustaría invitarles a
que el libro de Woolf deje de ser una radiografía del pre-
sente y se convierta en un documento de archivo de nues-
tro pasado. El gesto es sencillo, simplemente vayan a sus
bibliotecas y busquen, comparen y llenen, llenen de nom-
bres de escritoras esas estanterías que siguen situándonos
en los márgenes de la historia.
HISTORIAS MÍNIMAS
GRAMÁTICA P ARDA
Como un héroe
Aitor Lázpita
P rofesor de Enseñanza S ecundaria.
alazpita@gmail.com / @alazpita
P . entra en una clase de un instituto cualquiera en un pue-
blo cualquiera. Nadie le mira, ni siquiera los treinta pares
de ojos que podrían hacerlo. No hay peligro mortal, no hay
momento climático, nada excitante para el público.
P. tiene la impresión de ocupar el extremo de un tubo gigan-
tesco que estuviera ocupado por un mundo irreal. En ese
mundo irreal se promulgan leyes educativas que exhortan a
P. a dar la palabra a su alumnado, que le proponen dejar de
ser el transmisor del saber. En ese mundo P. es un extraño.
Se siente como Joseph K. ante el tribunal que le va a juzgar.
No conoce sus leyes y, además, las teme. En su mundo, todo
es más sencillo. Él solo en su trabajo, sin aspavientos. No hace
nada que pueda interesar a alguien que esté fuera de la litur-
BORN TO BE QUEER
Un cuarto propio
Yera Moreno S ainz-Ezquerra
Artista y educadora.
yeramoreno@hotmail.com
C asi siempre, iniciado el curso, llego a un centro en el
que me topo con un libro de texto (o más bien varios),
con los que tengo que trabajar, porque así se ha decidido.
Casi como un ejercicio que ha llegado a divertirme, trato
de buscar el nombre de la persona que ha escrito ese ma-
terial con el que voy a tener que trabajar. Su nombre no
suele aparecer en portada, es un dato insignificante, como
si ese libro no hubiese sido escrito por nadie o, lo que me
parece más preocupante, como si hubiera sido escrito por
un abstracto «todos» que cuenta una historia verdadera
que otro «todos» abstracto debe conocer. Y en esa cadena
entre un todos y otro, yo soy supuestamente la experta
transmisora. No hay sujeto situado, que diría Haraway, que
desvele el lugar concreto que se ocupa cuando se realiza ese
8 NOVIEMBRE 2017 483 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA
gia. P. desconfía de los cambios, de las mudanzas. El oficio es
antiguo y la burocracia y el exceso de normativa –a su juicio–
lo enfangan. P. se siente abandonado por todos, incluso por
algunos de sus compañeros, que dudan de los dogmas de la
profesión y desean innovar, creando más confusión y deján-
dole sumido en el vacío, lejos de un mundo que no alcanza.
Se siente como el indígena que ha sido engañado una y otra
vez por el «hombre blanco», que viene de fuera con su traje
impoluto a venderle baratijas como si fueran joyas, a conven-
cerle de que tiene que cambiar de vida, porque la anterior
está equivocada. Que viene, en definitiva, a decirle que ha
sido un infeliz hasta ahora, que su mundo está obsoleto. Le
parece inaceptable.
P. piensa en las ovaciones, en la espectacularidad, en el gesto
grandilocuente, en todos los elementos que se asocian con el
heroísmo en los medios de comunicación (y en nuestro incons-
ciente) y que él relaciona con los docentes innovadores.
Para P. el verdadero heroísmo consiste en soportar el tedio
minuto a minuto. P. entra en su aula. Solo. Como un héroe.
ejercicio narrativo tan poderoso que es escribir un libro de
texto que estructura lo que será la realidad –simbólica, so-
cial y política– que compartiremos durante todo un curso
y que denominamos con términos como programa y con-
tenidos. Sé que al llegar a clase me presentaré e intentaré
ser explícita sobre el lugar desde el que voy a hablar (femi-
nista, mujer, blanca, no heterosexual, europea de clase me-
dia, vegetariana, y podríamos seguir). Y también sé que este
desvelamiento, por considerarse extraño ante un conoci-
miento y un saber que sigue presentándose como único,
neutro y objetivo y, por tanto, que no necesita desvelar sus
posiciones –es lo que tiene ser hegemónico–, generará mu-
chas resistencias y enfados. Como si yo, al igual que otras
muchas, estuviéramos empeñadas en marcar nuestra dife-
rencia, nuestra supuesta condición de minorías frente a ese
todos que, supuestamente, tiene que incluirnos a todos. Y
mientras, volveré al libro, y a esos autores que marcan la
historia del saber, cuyos nombres sí aparecen, y que siguen
estudiándose ad infinitum. Y continuaré buscando otros
nombres que siguen sin aparecer, y otras historias que no
nos han contado.

¿NADA IMPORTA?
¡Y LUEGO DICEN QUE LA ESCUELA
PÚBLICA NO FUNCIONA!
Fernando Hernández y Hernández (Coordinador)
Octaedr, Barcelona, 2017, 304 pp.
Correo: octaedro@octaedro.com
P
arece una verdad de Pero Grullo aquella que rela-
ciona el aprendizaje con la escuela. Sin embargo, en
la práctica no está tan claro. Cualquiera que frecuen-
te las aulas (es decir, un experto de verdad) sabe que,
a grosso modo, se puede dividir el alumnado en dos: el que está
interesado y el que no lo está. Podemos discutir los motivos
de ese interés, pero está claro que sin motivación no hay nada.
La pedagogía empieza después del interés. Para despertarlo,
debemos comprender qué significa aprender, cómo se apren-
de. No solo dentro de la Escuela. La primera verdad, el primer
principio, el axioma de la práctica educativa debería ser: « in-
teresar al alumnado» (formúlese como se quiera: comprometer,
apasionar, atraer...). Nada importa, si no les importa.
La obra « ¡Y luego dicen que la Escuela Pública no funciona!» se
propone nada menos hacer que sean los propios jóvenes, los
aprendices, los protagonistas de una investigación etnográfica
sobre cómo se produce el aprendizaje dentro y fuera del insti-
tuto. Durante ese proceso, que tan certeramente nos cuenta
este libro, se produjeron evidencias (narraciones, entrevistas,
observaciones) que luego fueron compartidas por los estudian-
tes como resultado final de su investigación. La investigación
que se ofrece al lector demuestra que el curriculum, en el siglo
XXI, debería verse más bien como una conversación, un dis-
curso en varias direcciones, en el que el aprendizaje que ocurre
fuera de los muros de la Escuela estuviera también presente.
El divorcio entre realidad y deseo que observamos a diario en
las aulas hace que sea casi imprescindible llevar al instituto un
paquete de pañuelos. Se generan muchas frustraciones cuando
chocan dos visiones de la realidad. El libro coordinado por Fer-
nando Hernández pone de manifiesto que ambas visiones (la
del profesorado y la del alumnado) se pueden conjugar con éxi-
to. Lo han demostrado los autores de la investigación sobre el
aprendizaje, los propios estudiantes. La Escuela Pública sí fun-
ciona. Solo hay que dejar que el aprendizaje sea una experien-
cia que tenga sentido para los aprendices. Solo hay que hacer
que les importe.
Aitor Lázpita
#HIPERTEXTOS ENSAYO
BAJO LA PIEL DEL LOBO. ACOMPAÑAR
LAS EMOCIONES CON LOS CUENTOS
TRADICIONALES
Martínez Pardo, Eva
Graó, Barcelona, 2017, 138 pp.
Los cuentos tradicionales son pequeños tesoros de la litera-
tura y de la esencia humana. Y, sin embargo, algunas versio-
nes adulteradas (y edulcoradas) hacen perder de vista el sen-
tido profundo que guardan estos relatos. A partir de una
mirada sobre las emociones y su acompañamiento educativo,
estas páginas invitan a descubrir todo aquello que estas na-
rraciones permiten transitar y elaborar. La autora se adentra
en las entrañas de diversos cuentos y muestra diversos cami-
nos de acompañamiento emocional a la luz de estas historias.
EDUCAR ENTRE DOS
Guembe, Pilar; Goñi, Carlos
Desclée de Brouwer, Bilbao, 2017, 240 pp.
Educar es sacar de cada hijo su mejor yo. Una definición
poética pero real, porque los padres, más que moldear a los
hijos, deben intentar sacar de cada uno lo mejor que puede
llegar a ser. El libro, escrito por unos padres que llevan más
de 25 años dedicados a la enseñanza, destaca que no se trata
de repartir las tareas, sino de compartir entre los dos un mis-
mo criterio que contemple la exigencia y el cariño. Reivin-
dican así la importancia de la unión que se establece entre
los padres, porque la educación de los hijos depende de la
buena relación de la pareja.
FAMILIA, ESCUELA Y COMUNIDAD EN LAS
SOCIEDADES DEL SIGLO XXI
Vila, Ignasi; Esteban-Guitart, Moisès
ICE-Horsori, Barcelona, 2017, 162 pp
Este libro se ocupa principalmente de estudiar las relaciones
que se establecen entre la familia, los medios de comunica-
ción, los grupos de amigos, Internet, los móviles, los vide-
ojuegos o un sinfín de agentes comunitarios. Y lo hace a
partir del análisis de las prácticas educativas familiares, el
estudio de la influencia que pueden ejercer los medios de co-
municación, el impacto que tienen los dispositivos digitales
y su carácter transformador o la consideración del entorno
social como contexto educativo. Sin olvidar el papel trans-
formador de la escuela en relación con dichas prácticas y
contextos de vida.
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