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Facultad de Ciencias Humanas y Sociales

Programa de Psicología
Curso: Psicología del desarrollo, infancia y adolescencia

Formato
Plan de intervención: prevención de las complicaciones en el parto

Nombre de los integrantes Angie Julieth Mendez Cordoba


ID: 635120
Jessenia Martinez Prieto
ID:673310

Complicación del parto 1. Complicaciones con el líquido Amniótico


a la que apunta el 2. Sangrado
proceso 3. Embarazo ectópico
4. Aborto espontáneo o perdida de feto
5. Complicaciones placentarias
6. Desprendimiento prematuro de la placenta
7. Placenta previa
8. Preeclampsia o eclampsia

La mayor parte de las siguientes complicaciones


son evidentes antes del inicio del trabajo de parto:

9. Embarazo multifetal
10. Embarazo postérmino
11. Rotura prematura de membranas
12. Presentación fetal anormal

Algunas de las siguientes complicaciones se


desarrollan o se hacen evidentes durante el
trabajo de parto o el parto:

13. Embolia de líquido amniótico


14. Distocia de hombro
15. Desproporción feto pelviana
16. Trabajo de parto pretérmino
17. Trabajo de parto prolongado
18. Prolapso del cordón umbilical
19. Rotura uterina (rara)

Explicación de la complicación del parto, causas por las cuales se puede


presentar la dificultad, consecuencias que puede generar para la madre,
consecuencias que puede generar para el bebé, estrategias para la
prevención de la complicación a lo largo del parto

 1. Complicaciones con el líquido amniótico. Demasiado o muy poco líquido


amniótico en el saco que contiene al feto puede significar un problema para el
embarazo. Demasiado líquido puede causar una presión excesiva en el útero de
la madre, lo que provocaría un parto prematuro. También puede presionar el
diafragma de la madre, lo que le causaría dificultades respiratorias. Los líquidos
tienden a acumularse en casos de diabetes no controlada, embarazo múltiple,
grupos sanguíneos incompatibles o defectos de nacimiento. La presencia
escasa de líquido puede ser un signo de defectos de nacimiento, retardo en el
crecimiento o mortinato.
 2. Sangrado. El sangrado durante la última etapa del embarazo puede acarrear
complicaciones en la placenta, una infección vaginal o de cuello del útero, o un
parto prematuro. Las mujeres que sangran durante la última etapa del embarazo
pueden tener un mayor riesgo de perder el feto y sufrir hemorragias (sangrado
excesivo). Deberá informar inmediatamente a su doctor sobre cualquier tipo de
sangrado que ocurra durante el embarazo.
 3. Embarazo ectópico. Un embarazo ectópico es el desarrollo del feto fuera del
útero. Esto puede ocurrir en las trompas de Falopio, el canal del cuello del útero
o la cavidad pélvica o abdominal (vientre). La causa de un embarazo ectópico
generalmente es el tejido cicatricial de la trompa de Falopio a raíz de una
infección o una enfermedad. El riesgo de embarazo ectópico aumenta en
mujeres que se sometieron a procedimientos para ligar las trompas,
especialmente en aquellas que tenían menos de 30 años al momento de la
ligadura.
Los embarazos ectópicos ocurren aproximadamente en 1 de cada 50
embarazos, y pueden poner en riesgo la vida de la madre. Los síntomas pueden
incluir sangrado vaginal ligero y cólico. Cuanto más dure el embarazo ectópico,
mayor será la posibilidad de que se rompa una trompa de Falopio. Para
confirmar el diagnóstico, se pueden llevar a cabo análisis de sangre y
ecografías. El tratamiento para el embarazo ectópico puede incluir medicación o
la remoción quirúrgica del feto.
 4. Aborto espontáneo o pérdida del feto. Un aborto espontáneo es la pérdida
del embarazo que ocurre hasta las 20 semanas de gestación. La mayoría ocurre
antes de las 12 semanas. Los abortos espontáneos suceden en alrededor del 15
% al 20 % de los embarazos, y generalmente se deben a anormalidades
genéticas o cromosómicas.
Usualmente, ocurren luego de la aparición de sangrado vaginal ligero y cólicos
fuertes.
Para confirmar un aborto espontáneo, pueden realizarse análisis de sangre y
ecografías. A menudo, el feto y el contenido del útero se expulsan naturalmente.
Si esto no sucede, será necesario un procedimiento llamado "dilatación y
raspado". Este procedimiento se realiza con instrumentos especiales para quitar
el embarazo anormal.
Puede haber una pérdida del feto durante el segundo trimestre, si el cuello del
útero es débil y se abre muy prematuramente. A esto se lo denomina "cuello
incompetente". En algunos casos de cuello incompetente, el médico puede
ayudar a prevenir la pérdida del embarazo al suturar el cuello y mantenerlo
cerrado hasta el momento del parto.
 5. Complicaciones placentarias. Bajo circunstancias normales, la placenta se
adhiere a la pared uterina. Sin embargo, pueden producirse dos tipos de
complicaciones placentarias, que incluyen:
o 6. Desprendimiento prematuro de la placenta. Algunas veces, la placenta se
separa de la pared uterina en forma prematura o demasiado pronta. A esto se lo
denomina "desprendimiento prematuro de la placenta" y puede ocasionar
sangrado y menor cantidad de oxígeno y nutrientes enviados al feto. La
separación puede ser total o parcial, y usualmente se desconoce la causa del
desprendimiento prematuro de la placenta. Este desprendimiento ocurre
aproximadamente en 1 de cada 120 nacidos vivos.
El desprendimiento prematuro de la placenta es más común en mujeres
fumadoras, mujeres con hipertensión, embarazo múltiple y/o mujeres que ya
hayan tenido hijos o con antecedentes de desprendimiento prematuro de la
placenta.
Los síntomas y tratamientos para esta complicación dependen del grado de
separación. Los síntomas pueden incluir sangrado, cólicos y sensibilidad
abdominal. El diagnóstico generalmente se confirma a través de un examen
físico completo y una ecografía. Las mujeres que padecen de esta condición
usualmente necesitan internación y podrían tener que dar a luz en forma
prematura.
o 7. Placenta previa. Normalmente, la placenta se encuentra en la parte superior
del útero. La placenta previa es una condición en la que la placenta se
encuentra adherida cerca del cuello del útero (la apertura hacia el útero) o lo
cubre.
Este tipo de complicación placentaria se produce aproximadamente en 1 cada
200 partos, con una incidencia mayor en mujeres con cicatrices por embarazos
anteriores, con fibromas u otros problemas en el útero, o con cirugías uterinas
anteriores.
Los síntomas pueden incluir sangrado vaginal claramente rojo que no esté
acompañado de sensibilidad abdominal (vientre) o dolor. El diagnóstico se
confirma a través de un examen físico completo y una ecografía. Según la
severidad del problema y la etapa del embarazo, puede requerirse un cambio en
las actividades diarias o reposo en cama. Generalmente, el bebé debe nacer a
través de cesárea para evitar que la placenta se separe prematuramente e
impida que el bebé reciba oxígeno durante el parto.
 8. Preeclampsia o eclampsia. La preeclampsia, también conocida como
toxemia, se caracteriza por la hipertensión inducida durante el embarazo,
elevados niveles de proteína en la orina e hinchazón debido a la retención de
líquidos. La eclampsia es la forma más grave de este problema, que puede
ocasionar convulsiones, coma e incluso la muerte.
Se desconoce la causa de la preeclampsia, pero es más común en embarazos
primerizos. Afecta a alrededor del 7 % al 10 % de mujeres embarazadas. Otros
factores de riesgo para la preeclampsia incluyen:
o Mujeres gestando fetos múltiples.
o Madres adolescentes.
o Mujeres mayores de 40 años.
o Mujeres con hipertensión, diabetes y/o enfermedades renales presentes antes
del embarazo.
Los síntomas pueden incluir hinchazón severa de las manos y la cara,
hipertensión, jaqueca, mareos, irritabilidad, menor diuresis, dolor abdominal (del
vientre) y visión borrosa. El tratamiento variará de acuerdo con la severidad de
la condición y la etapa del embarazo. El tratamiento puede incluir la internación,
reposo en cama, medicación para bajar la hipertensión y chequeos más
seguidos tanto del feto como de la madre.

9. El embarazo multifetal

Un embarazo multifetal (múltiple) ocurre en 1 de 70 a 80 partos. Factores de


riesgo incluyen

 Estimulación ovárica (en general, con clomifeno o gonadotropinas)


 Reproducción asistida (p. ej., fertilización in vitro)
 Embarazo multifetal previo
 Edad materna avanzada
El útero sobredistendido tiende a estimular el trabajo de parto temprano y
provoca un parto pretérmino (el promedio de las gestaciones es de 35 a 36
semanas con gemelos, 32 semanas trillizos y 30 semanas con cuatrillizos). La
presentación fetal puede ser anormal. El útero puede contraerse después del
parto del primer bebé, desprendiendo la placenta y aumentando el riesgo para
los fetos remanentes. A veces, la distensión uterina empeora la contracción
uterina posparto y produce atonía y hemorragia materna.

Complicaciones
El embarazo multifetal aumenta el riesgo de pre eclampsia, diabetes
gestacional, hemorragia posparto, cesárea, parto pre término y restricción del
crecimiento.

Algunas de las complicaciones se desarrollan solo en los embarazos


multifetales. Un ejemplo es el síndrome de transfusión gemelo-gemelar (cuando
los gemelos comparten la misma placenta, leste síndrome determina una
comunicación vascular entre los dos, lo que puede conducir a una desigual
distribución de la sangre).

10. El embarazo postérmino

Es una gestación que dura ≥ 42 semanas. La vigilancia prenatal se debe


considerar a las 41 semanas. La inducción del trabajo de parto debe
considerarse después de las 41 semanas y se recomienda después de las 42
semanas.

La precisión de la estimación de la edad gestacional es esencial para el


diagnóstico de embarazo postérmino. En mujeres con ciclos menstruales
normales, la edad gestacional puede estimarse basándose en el primer día del
último período menstrual normal. Si la edad gestacional es incierta o
inconsistente con la fecha de la última menstruación, la ecografía en la primera
mitad del embarazo (hasta las 20 semanas) es el método más exacto, con una
variación aceptada de +/− 7 días. Más adelante en la gestación, la variación
aumenta +/− 14 días para las 20 o 30 semanas y +/− 21 días después de las 30
semanas.

El embarazo postérmino aumenta los riesgos para la mujer y el feto. Los riesgos
incluyen

 Crecimiento fetal anormal (macrosomía y síndrome de posmadurez fetal)


 Oligohidramnios
 Líquido amniótico meconial
 Resultados preocupantes en las pruebas fetales
 Muerte fetal y neonatal
 Necesidad de cuidados intensivos neonatales
 Dyistocia (trabajo de parto difícil o anormal)
 Cesárea
 Laceraciones perineales
 Hemorragia posparto

La posmadurez se refiere a la condición del feto que se produce cuando la


placenta ya no puede mantener un medio ambiente saludable para el
crecimiento y el desarrollo, por lo general debido a que el embarazo ha durado
demasiado. El feto puede tener piel seca con descamación, uñas demasiado
largas, una gran cantidad de pelo en el cuero cabelludo, pliegues marcados en
palmas y plantas, falta de depósito de grasa y la piel teñida de color verde o
amarillo por la presencia de meconio. Existe riesgo de aspiración de meconio.

El control prenatal se debe considerar a los 41 sem; abarca uno de los


siguientes:

 Prueba sin estrés


 Perfil biofísico modificado (monitorización sin estrés y evaluación del
volumen de líquido amniótico)
 Perfil biofísico completo (evaluación del volumen de líquido amniótico y
los movimientos fetales, el tono, la respiración y la frecuencia cardíaca)

11. Rotura de Membranas

La rotura de membranas antes del inicio del trabajo de parto se considera


prematura. El diagnóstico es clínico. El parto se recomienda cuando la edad
gestacional es ≥ 34 semanas y generalmente está indicado cuando hay
infección o compromiso fetal en forma independiente de la edad gestacional.

La rotura prematura de membranas puede ocurrir a término (≥ 37 semanas) o


antes (llamada rotura prematura de membranas pretérmino si ocurre 37
semanas).

El intervalo entre la rotura prematura de membranas y el inicio del trabajo de


parto espontáneo (período latente) y el parto varía inversamente con la edad
gestacional. A término, > 90% de las mujeres con rotura prematura de
membranas comienzan con el trabajo de parto dentro de las 24 h; entre las 32 y
las 34 semanas, el promedio del período de latencia es de 4 días.

Se realiza un examen con espéculo estéril para verificar la rotura prematura de


membranas, estimar la dilatación cervical, recoger líquido amniótico para
pruebas de madurez pulmonar fetal y obtener muestras de cultivos cervicales. El
tacto vaginal, especialmente repetido, aumenta el riesgo de infección y es mejor
evitarlo a menos que se anticipe un parto inminente.

.
Distocia fetal
La distocia fetal es un tamaño anormalmente grande o una posición que
dificultan el parto. El diagnóstico se realiza mediante el examen, la ecografía o la
respuesta al trabajo de parto. El tratamiento se realiza mediante maniobras
físicas de reposicionamiento del feto, parto operatorio por vía vaginal o cesárea.

La distocia fetal puede producirse cuando el feto es demasiado grande para el


estrecho de la pelvis (desproporción feto pelviana) o está mal posicionado (p.
ej., presentación podálica o de nalgas). La presentación fetal normal es de
vértice, con el occipucio hacia adelante.

Desproporción feto pelviana


El diagnóstico se sugiere por las estimaciones clínicas prenatales de
las dimensiones pélvicas, la ecografía y la presencia de un trabajo de parto
prolongado.

Si el trabajo de parto restablece el progreso normal y el peso fetal es de 5.000 g


en una mujer sin diabetes o 4.500 g en una con diabetes, el parto puede
continuar con seguridad.

Si el progreso es más lento que el esperado en la segunda etapa del trabajo de


parto, la mujer debe ser revaluada para determinar si se requiere un parto
operatorio (con fórceps o extractor por vacío) es seguro y apropiado.

Presentación con occipucio posterior


La presentación más común anormal es la de occipucio posterior.

En general, el cuello fetal está un poco deflexionado; así, un diámetro mayor de


cabeza debe pasar por el canal de la pelvis.

La mayoría de las presentaciones de occipucio posterior requieren un parto


vaginal operatorio o una cesárea.

Presentación de frente o de rostro


En la presentación de rostro, la cabeza está hiperextendida, y la posición es
designada por el mentón. Cuando el mentón está en posición posterior, es
menos probable que la cabeza rote y el parto se haga por vía vaginal, por lo que
se requiere una cesárea.

Por lo general, la presentación de frente se convierte espontáneamente en una


de vértice o una de rostro.

Presentación podálica o de nalgas


La segunda presentación anormal más común es la podálica o de nalgas. Hay
varios tipos:

 Presentación pelviana franca: las caderas del feto están flexionadas y


las rodillas extendidas (posición de carpa).
 Presentación pelviana completa: el feto parece estar sentado con las
caderas y las rodillas flexionadas.
 Presentación de uno o ambos pies: una o ambas piernas están
completamente extendidas y aparecen antes que las nalgas.

La presentación podálica es un problema principalmente porque la parte de


presentación es una mala cuña de dilatación y puede hacer que la cabeza, la
cual le sigue, quede atrapada durante el parto y comprima el cordón umbilical.

Cómo realizar un parto en pelviana


La compresión del cordón umbilical puede causar hipoxemia fetal. La cabeza
fetal puede comprimir el cordón umbilical si el ombligo es visible en el introito,
especialmente en primíparas cuyos tejidos pelvianos no han sido dilatados por
partos previos.

Los factores predisponentes para la presentación de nalgas incluyen

 Trabajo de parto pretérmino


 Anomalías uterinas
 Anomalías fetales

Si el parto es por vía vaginal, la presentación pelviana puede aumentar el riesgo


de

Cómo hacer versión cefálica externa


 Traumatismo obstétrico
 Distocia
 Muerte perinatal

Prevenir las complicaciones es más efectivo y simple que tratarlas, por lo que
las presentaciones anormales deben identificarse antes del parto. En general, la
cesárea se realiza a las 39 semanas o cuando la mujer consulta con trabajo de
parto, aunque la versión cefálica externa a veces puede mover el feto hacia una
presentación de vértice antes del trabajo de parto, en general a las 37 o 38
semanas. Esta técnica implica una suave compresión del abdomen materno
para reposicionar al feto. Una dosis de un tocolítico de acción corta (terbutalina,
0,25 mg SC) puede ayudar en algunas mujeres. La tasa de éxitso es del 50 al
75%.

Posición transversa
La posición fetal es transversal, con el eje largo del feto oblicuo o perpendicular
en lugar de paralelo al eje largo de la madre. La posición de hombros requiere
una cesárea a menos que el feto sea un segundo gemelo.

Distocia de hombro
En una condición infrecuente, la presentación es de vértice pero el hombro fetal
anterior queda atascado detrás de la sínfisis pubiana después de la salida de la
cabeza, impidiendo el parto vaginal. La distocia de hombro se reconoce cuando
la cabeza del feto se encuentra en el periné pero parece ser empujada hacia
atrás contra el suelo perineal (signo de la tortuga).

Los factores de riesgo incluyen un feto grande, obesidad materna, diabetes


mellitus, distocia de hombro previa, parto vaginal operatorio, trabajo de parto
precipitado y también prolongado. Los riesgos de morbilidad (p. ej., lesión del
plexo braquial, fracturas óseas) y la mortalidad neonatal aumentan.

Cómo realizar un parto con distocia de hombros


Una vez reconocida la distocia de hombro, debe pedirse la ayuda de más
personal en la sala de partos e intentarse varias maniobras secuencialmente
para desencajar el hombro anterior:

 Los muslos de la mujer se hiperflexionan para abrir el estrecho inferior


(maniobra de Mc Robert), y se aplica compresión suprapúbica para rotar
y desencajar el hombro anterior. La presión fúndica debe evitarse porque
puede empeorar la condición o causar una rotura uterina.
 El obstetra introduce una mano en la cara posterior de la vagina y
comprime el hombro posterior para rotar al feto en la dirección que resulte
más fácil (maniobra de Wood o en tirabuzón).
 El obstetra introduce una mano, flexiona el hombro posterior y engancha
el brazo sobre el pecho del feto para extraer todo el brazo posterior del
bebé.

Estas maniobras aumentan los riesgos de fractura del húmero o la clavícula. A


veces, la clavícula se fractura intencionalmente en una dirección lejos de los
pulmones fetales para desencajar el hombro. Puede realizarse una episiotomía
en cualquier momento para facilitar las maniobras.

Si todas las maniobras resultan ineficaces, el obstetra flexiona la cabeza del


bebé y revierte los movimientos cardinales del trabajo de parto, recolocando la
cabeza en la vagina o el útero; luego, el bebé se extrae por cesárea (maniobra
de Zavanelli)

La embolia de líquido amniótico


es un síndrome clínico de hipoxia, hipotensión y coagulopatía que resulta
de la entrada de antígenos fetales en la circulación materna.

La embolia de líquido amniótico es una emergencia obstétrica rara, que se


estima que ocurre en 2 a 6/100.000 embarazos. Por lo general ocurre al final del
embarazo, pero puede ocurrir durante la interrupción de un embarazo en el
primero o el segundo trimestre.

Aunque las estimaciones de mortalidad varían ampliamente (de


aproximadamente 20 a 90%), el síndrome plantea claramente un riesgo
significativo, y en las mujeres que mueren repentinamente durante el parto, la
embolia de líquido amniótico es una de las causas más probables (1). La
supervivencia depende del reconocimiento temprano y la inmediata institución
del tratamiento.

Factores de riesgo
Hay muchos factores que se asocian con un mayor riesgo, pero la evidencia es
inconstante. Al igual que con la exposición a antígenos fetales, muchos de los
factores de riesgo son comunes o por lo menos mucho más probables que la
embolia de líquido amniótico, y no se comprende bien en términos
fisiopatológicos por qué solo unas pocas mujeres con factores de riesgo
desarrollan el síndrome. Sin embargo, se piensa generalmente que el riesgo
para estar aumentado por los siguientes:

 Cesárea
 Edad materna avanzada
 Embarazo multifetal
 Desprendimiento prematuro de placenta
 Traumatismo abdominal
 Placenta previa
 Rotura uterina
 Laceraciones cervicales
 Parto con fórceps
 Polihidramnios
 Inducción del trabajo de parto

La hipoperfusión uterina provoca atonía uterina y sufrimiento fetal.

TRABAJO DE PARTO PRETERMINO

El trabajo de parto pretérmino puede ser desencadenado por

 Rotura prematura de membranas


 Corioamnionitis
 Otra infección uterina ascendente (comúnmente debido a estreptococos
del grupo B)
 Embarazo multifetal
 Anomalías fetales o placentarias
 Anomalías uterinas
 Pielonefritis
 Algunas enfermedades de transmisión sexual (ETS)

Puede no evidenciarse una causa.

Los partos pretérmino previos y la incompetencia cervical aumentan el riesgo.

El trabajo de parto prematuro puede aumentar el riesgo de hemorragia


intraventricular en los recién nacidos; esta puede provocar una discapacidad en
el desarrollo neurológico (p. ej., parálisis cerebral).

TRABAJO DE PARTO PROLONGADO


El trabajo de parto prolongado es una dilatación cervical o un descenso fetal
anormalmente lentos durante el trabajo de parto. El diagnóstico es clínico. El
tratamiento se realiza con oxitocina, parto vaginal operatorio o cesárea.

Una vez que el cuello se dilata ≥ 4 cm, en general se produce un trabajo de


parto activo. Normalmente, la dilatación cervical y el descenso de la cabeza en
la pelvis se producen a una velocidad de al menos1 cm/h y con mayor rapidez
en las mujeres multíparas.

PROLAPSO DE CORDON UMBILICAL


El prolapso del cordón umbilical es la posición anormal del cordón por delante
de la parte de presentación fetal, de manera que el feto comprime el cordón
durante el trabajo de parto y provoca una hipoxemia fetal.

El prolapso del cordón umbilical puede ser

 Oculto: Contenido dentro del útero


 Manifiesto: que sobresale por la vagina

Ambas son raras.

Prolapso oculto
En los prolapsos ocultos, el cordón a menudo es comprimido por el hombro o la
cabeza del feto. Un patrón de frecuencia cardíaca fetal (ver monitorización Fetal)
que sugiera una compresión del cordón y la progresión hacia la hipoxemia (p.
ej., bradicardia intensa, desaceleraciones variables graves) pueden ser la única
pista.

Los cambios en la posición de la mujer pueden aliviar la compresión del cordón;


sin embargo, si el patrón de la frecuencia cardíaca fetal persiste, se requiere una
cesárea inmediata.

Prolapso evidente
Los prolapsos evidentes ocurren en la rotura de membranas y es más común
con las presentaciones podálicas (pelvianas) o transversas. El prolapso evidente
también puede producirse en la presentación de vértice, en especial si se
produce una rotura de membranas (espontánea o yatrógena) antes de que la
cabeza esté encajada.

El tratamiento del prolapso franco comienza con la elevación de la parte fetal


visible y su alejamiento del cordón umbilical prolapsado para restablecer el flujo
de sangre fetal mientras se inicia una cesárea inmediata. Colocar a la mujer en
posición genupectoral (rodilla-tórax) y la administración de terbutalina 0,25 mg
IV 1 sola vez puede ayudar a reducir las contracciones.

ROTURA UTERINA
La rotura uterina espontánea es el desgarro del útero que puede dar lugar a que
el feto sea expulsado en la cavidad peritoneal.

La rotura uterina es rara. Puede ocurrir durante la última etapa del embarazo o
el trabajo de parto activo.

La rotura uterina ocurre más frecuentemente a lo largo de la línea cicatrizal en


mujeres con cesáreas previas. Otros factores predisponentes incluyen
anomalías uterinas congénitas, traumatismos y otros procedimientos
quirúrgicos, y otros procedimientos quirúrgicos como la miomectomía o la
cirugía fetal abierta.

Las causas de rotura uterina incluye

 Sobre distensión uterina (embarazo múltiple, polihidramnios, anomalías


fetales)
 Versión fetal externa o interna
 Perforación iatrogénica
 Uso excesivo de uterotónicos
 Falta de reconocimiento de la distocia del trabajo de parto con las
contracciones uterinas excesivas contra un anillo de restricción uterino
inferior
Si las mujeres que han tenido una cesárea previa desean intentar un parto
vaginal, las prostaglandinas no deben utilizarse, ya que aumentan el riesgo de
rotura uterina.

Tratamiento de la complicación a partir de las consecuencias


que puede afrontar el bebé

Estrategias Estrategias médicas Estrategias


desde la mamá desde la psicología
y el entorno social
 Contar con el
 Acudir a los cursos personal médico
profilácticos que suficiente para  Acompañamiento
ofrecen las EPS. cualquier a la futura mamá
 Acompañamiento situación. durante el periodo
y educación a la de gestación.
familia, sobre la
peri natalidad.

Tratamiento de la complicación a partir de las consecuencias


que puede afrontar el la mamá

Estrategias Estrategias médicas Estrategias


desde la mamá desde la psicología
y el entorno social
 Acompañamiento
médico recurrente  Continuar con los
 Educar a la familia para evaluar el controles
sobre los cuidados estado de salud de Psicológicos para
del pos parto y el las madre y el evaluar y
recién nacido. recién nacido. Diagnosticar
cualquier tipo de
trastorno ocurrido
después del parto.
Referencia

 https://www.merckmanuals.com/es-pr/professional/ginecolog%C3%ADa-y-
obstetricia/anomal%C3%ADas-y-complicaciones-del-trabajo-de-parto-y-el-
parto/introducci%C3%B3n-a-las-anomal%C3%ADas-y-complicaciones-del-
trabajo-de-parto-y-el-parto
 https://www.youtube.com/watch?v=DdJvQkYSWL0
 https://201965.aulasuniminuto.edu.co/mod/url/view.php?id=613341

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