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Luz y Verdad y la esfera masónica en el

Tandil de fines del siglo XIX y principios


del XX.
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
DEPARTAMENTO DE HISTORIA – TANDIL

Tesis de Licenciatura: “Luz y Verdad y la esfera masónica en el Tandil de fines del


siglo XIX y principios del XX”

Tesista: Prof. Paola Garrido


paolag84@hotmail.com

Director: Dr. Ricardo Pasolini

Mayo 2016

-1-
Agradecimientos

El desarrollo de una tesis de licenciatura, para los que nos iniciamos en el


campo de la investigación, termina siendo un trabajo arduo y lleno de dificultades; e
implica un considerable compromiso que concentra gran parte de nuestro tiempo.
No obstante, una tesis no es sólo mérito de quien la escribe, es finalmente la
materialización de todos los aportes realizados por muchas personas que a lo largo de
estos años acompañaron y apoyaron. Sin su ayuda hubiese sido imposible finalizarla.
Ante todo, debo agradecerle al Dr. Ricardo Pasolini que, como Director de esta
investigación, me ha orientado, alentado y corregido en mi labor con un interés que ha
superado todas las expectativas que, como alumna, había depositado en su persona.
Gracias por compartir sus conocimientos, por su calidez y comprensión.
Agradezco al personal de los archivos y bibliotecas, que hacen que el trabajo
del investigador se vuelva menos dificultoso.
A las nietas de José Antonio Cabral por su predisposición y amabilidad. Por
abrirme las puertas de su casa desinteresadamente, sólo con la finalidad de contribuir
a la construcción de la historia local. Invaluables son los documentos, anécdotas y
datos inéditos aportados. Gracias inmensas.
Para mis amigas que han compartido conmigo las angustias y alegrías vividas a
lo largo de estos años. Vero, amiga del alma y hermana de corazón, por siempre
escucharme y ser parte de mi vida desde hace más de 25 años. Ale, por tu
comprensión, amistad, y afecto. Ejemplo de honradez y compromiso. Noe, por todos
los momentos de diversión, por tu amistad y ejemplo de perseverancia. Y, Andre, por
tu integridad, tu humor y todos los momentos de distracción y alegría compartidos.
A Lucky, Cele, Agus, Lola y Majo, mis amigos y compañeros de la carrera. Creo
que de ellos he aprendido y aprendo continuamente en lo profesional y personal. Me
brindaron sus ánimos y consejos. Gracias a ellos la etapa universitaria se hizo
divertida y llena de experiencias enriquecedoras.

-2-
A mis compañeros de trabajo por tolerar mis vaivenes anímicos y escuchar con
paciencia los avances y retrocesos de la investigación. Les agradezco por hacer que mi
jornada laboral sea de risas y amena.
El agradecimiento más profundo y sentido va para mi familia. Sin su apoyo,
colaboración e inspiración hubiera sido imposible llevar a cabo este trabajo. A mis
papás, Liliana y Carlos, por su ejemplo de lucha y honestidad; a mi hermana Chia por
su compañerismo, paciencia y cariño; a mi hermana Naty por su constancia, amistad y
alegría, y a mi hermano Andrés por su risa, capacidad y amor…por ellos y para ellos!
Y, por supuesto, creo que mis palabras no bastarán para agradecerle a mi amor,
pareja, y compañero Nacho, por estar en aquellos momentos en que el estudio ocupó
mi tiempo y esfuerzo. Gracias por darme fuerzas para alcanzar el equilibrio que me
permite persistir y dar todo de mí, por ser parte significativa en el logro de mis metas
profesionales.
Paola, mayo de 2016

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Índice
-INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................................- 5 -

-CAPÍTULO I
La Logia Luz del Sud Nº 39 y la implantación del asociacionismo ..................................... - 17 -

-El surgimiento y expansión de la vida asociativa ................................................................. - 20 -


-La masonería, mecanismo de politización ............................................................................... - 22 -
-Radicalismo y masonería: vínculos compartidos ................................................................. - 29 -
-Expansión de la logia hacia otros espacios.............................................................................. - 37 -
-Requisitos para los iniciados a la Logia .................................................................................... - 44 -
-Recapitulación .................................................................................................................................... - 46 -

-CAPÍTULO II
La prensa masónica: el semanario Luz y Verdad...................................................................... - 48 -

-Laicismo y religión ........................................................................................................................... - 58 -


-Monopolio de la educación pública- .......................................................................................... - 60 -
-La Iglesia acaparadora de la beneficencia-............................................................................. - 64 -
-El cura, el matrimonio, la mujer y los hijos-............................................................................ - 66 -
-Creencia y “religión” masónica .................................................................................................... - 75 -
-Recapitulación .................................................................................................................................... - 80 -

-CAPÍTULO III
José Antonio Cabral, de resero a masón letrado........................................................................ - 83 -

-Su llegada a Tandil en 1872 .......................................................................................................... - 85 -


-Masón y radical intransigente ...................................................................................................... - 87 -
-Apariencia de José Antonio Cabral ............................................................................................. - 94 -
-Recapitulación .................................................................................................................................... - 95 -

-CONCLUSIONES ................................................................................................................................. - 97 -

-FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA ................................................................................ - 104 -

-4-
Introducción

-5-
Planteo del problema

(…) La Logia Luz del Sud del Tandil acaba de izar con brazo fuerte el estandarte
glorioso de las legiones salvadoras, poniéndose de un salto en las primeras
filas de las falanges intrépidas de la idea, sostenida por un núcleo de cerebros
moldeados en la escuela de la filosofía científica é inspirados por el altruismo
sacrosanto del TRABAJO.
(…) Consciente de su noble misión, ha comprendido que ella no podía llenarse
mejor que haciendo conocer del mundo profano las bellezas de las doctrinas
masónicas, no titubeando en abrir las puertas de su taller á las Tenidas
Blancas, llevando así el fecundo limo del estudio y meditación, á fertilizar los
arenales del medio ambiente. El que la rodea, no obstante, le es propicio, pues
en el Tandil existen inteligencias que asimilan asombrosa y rápidamente, las
nuevas ideas.1

La cita forma parte de la transcripción que realiza Luz y Verdad de una columna
de la revista Rivadavia de la ciudad de Dolores en el año 1903. La misma nos invitó a
pensar algunas cuestiones –entre otras- ¿quiénes eran los “cerebros moldeados en la
escuela científica”? ¿Cuál era su “noble misión”? ¿Por qué sentían el interés o la
necesidad de abrir las puertas de “su taller á las Tenidas Blancas”? Aquel que “la rodea
le es propicio” ¿por qué? ¿Cuáles eran “las nuevas ideas” que aquellas “inteligencias”
asimilaban con rapidez? Incentivados por estas inquietudes nuestro interés comenzó
a reposar sobre un gran problema que originó el planteo central de esta tesis:
observar qué lugar ocupaba la Masonería en la sociedad tandilense.
Tandil, como el resto de la región pampeana, se encontraba todavía para la
segunda mitad del siglo XIX carente de instituciones. La inestabilidad política y los
enfrentamientos armados eran moneda corriente en aquella época. El censo nacional
de 1869 registra menos de dos millones de personas en todo el territorio nacional, un
mercado interno pequeño casi inexistente, y escasez de mano de obra, entre otras
cuestiones que se convertían en trabas para el avance de la economía.

1 Semanario Luz y Verdad, [En adelante LV]: “Ecos del día”, 17/03/1903, Nº 15.

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Sin embargo, a partir de 1880; y hasta 1914, la coyuntura económica, política y
social, dio un giro. Las tierras fértiles, la necesidad de mano de obra, y la llegada al
poder de una generación de hombres que pusieron en práctica políticas “progresistas”
fueron importantes factores que se fusionaron para incentivar el cambio social.
Como consecuencia de la inmigración, la segunda mitad del siglo XIX fue
protagonista de la tasa de crecimiento demográfica más alta de su historia. Su impacto
fue muy fuerte, modificando todas las dimensiones de la sociedad. Se modernizó e
intensificó la actividad productiva, se alteraron los ritmos de trabajo, disminuyó la
tasa de analfabetismo, y se transformó la composición de los estratos sociales, los
estilos de vida, costumbres, hábitos, y mentalidades. Cambios que generaron
tensiones entre los nuevos y viejos pobladores.
Las transformaciones se dieron también en el campo político-institucional.
Durante la presidencia de Roca se incorporaron tierras quitadas a los aborígenes, se
federalizó Buenos Aires, se unificó la moneda y se suprimieron las milicias
provinciales. De esa forma, las administraciones autonomistas lograron con rapidez
consolidar la anhelada unidad nacional.
Los nuevos gobiernos se abocaron a ejercer funciones que eran realizadas en
aquel entonces por otras instituciones2, y ambicionaron un país moderno y liberal
basado en formas contractuales de organización social. Es que todos esos cambios
habían traído aparejados el surgimiento de nuevas formas de sociabilidad que se
legitimaban ya no en la costumbre, la familia y la comunidad sino en el acto voluntario
de sus asociados. Como consecuencia los vínculos eran ahora teóricamente
igualitarios y revocables.3
En este contexto socio-político, las logias masónicas ofrecieron un tipo de
asociación que compatibilizaba, por un lado, con las nuevas formas de sociabilidad y;
por el otro, con el pretendido modelo de sociedad moderna. Las organizaciones laicas
de este tipo, dedicadas a la beneficencia y a la educación se convirtieron en ámbitos de

2 Este tema será desarrollado en el apartado Expansión de la logia hacia otros espacios -capítulo I-, y
Laicismo y religión -capítulo II- de la presente investigación.
3 Francois Xavier Guerra, “Hacia una nueva historia política. Actores sociales y actores políticos”.

Anuario IEHS, Nº4, 1989. p. 251.

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preferencia para determinados grupos sociales –sobre todo sectores dirigentes- y en
algunos casos fueron utilizadas como efectivas vías de acceso al poder.
Fue a partir de la caída de Juan Manuel de Rosas que se dio un importante
avance territorial y social de las logias en toda la provincia de Buenos Aires, y más allá
también, atrayendo a iniciarse en la Institución a hombres de una vasta franja social
desde figuras públicas a comerciantes, artesanos y trabajadores calificados. De esa
forma, la masonería local se enmarcaba en un movimiento expansivo y general que
permitiría, a los que formaban parte de ese mundo, dominar diferentes espacios,
despojando a antiguos sectores o posiblemente uniéndose a las redes de sociabilidad
ya establecidas.
Partiendo de este marco general nuestra hipótesis principal apunta a sostener
que a través de la masonería un definido grupo social logra posicionarse
políticamente en Tandil, creando redes y vínculos sociales que influyeron en la
trasformación económica, política y cultural de la sociedad tandilense.
Reconstruyendo la esfera masónica, analizando sus ámbitos y actividades, y
conociendo los intereses que la gobernaron podremos pensar y complejizar el estudio
sobre esa sociedad, y asimismo aprender sobre una Institución que a lo largo de la
historia se ha mantenido oculta y secreta pero que sin embargo constituyó una parte
fundamental de la sociedad civil. En suma, todo ello nos permitirá no solo dilucidar el
funcionamiento de la red de vínculos masónicos sino también abrir interrogantes
acerca de quiénes integraban la logia, cuáles eran los mecanismos de vinculación
entre ellos, de qué manera se relacionaban con otros sectores, con qué fines se
iniciaron en la masonería, cuán importante fueron estos vínculos en una sociedad aún
pequeña donde el pensamiento católico estaba fuertemente arraigado, entre otros.
Enfocados en las mencionadas conjeturas, tomaremos como objeto de estudio
el semanario masónico Luz y Verdad publicado entre 1900 y 1904. El análisis de dicho
semanario se caracterizará por ser a la vez objeto de conocimiento y punto de partida
material de esta investigación. Su lectura nos permitirá aislarlo como objeto de su

-8-
contexto de producción4 con el fin de acercarnos a su funcionamiento autónomo, y
posteriormente recontextualizarlo. De ese modo, la reconstrucción de este contexto de
producción; es decir, de las condiciones materiales específicas culturales y sociales de
elaboración de los textos; que distingue todos aquellos datos y elementos que tienen
relación con la fabricación del objeto, financiación, reuniones de grupo, proyecto
intelectual detrás de la publicación, circuitos del papel, polémicas de la época, entre
otros; nos aproximará a dilucidar el funcionamiento de las redes de sociabilidad que
imperaban entre las instituciones, asociaciones y actores.

Estado de la cuestión
Es innegable que la Masonería es una institución que resulta difícil de estudiar,
y constituye todo un desafío para el historiador. Ello se relaciona a que desde sus
orígenes, fue iniciática, teniendo entre una de sus principales características la
transmisión oral de los conocimientos entre sus miembros. Es así que la tradición
verbal constituye una importante fuente de información, una fuente que implica
dificultades para quienes la estudiamos. En primer lugar, porque por sí sola dicha
tradición pierde parte de los contenidos que se transfieren. Y en segundo, porque el

4 El concepto de contexto de producción ha sido desarrollado por la académica Annick Louis –


especialista en los textos de Borges-. Parte de la idea de que la noción de contexto resulta
particularmente productiva si es considerada en plural, diferenciándolos en cuatro tipos de contextos:
contexto de publicación (se refiere a los elementos materiales más inmediatos, pero no solamente al
objeto en sí, sino al movimiento que consiste en la puesta en página del texto, y toma en cuenta los
elementos siguientes: cohabitación de textos, tipografías, ilustraciones, etc.), contexto de edición
(designa aspectos más extensos, como el conjunto total de la publicación, y sus especificidades
materiales), contexto de producción (designa las condiciones materiales específicas, culturales y
sociales, de producción de los textos) y contexto de lectura (tal como se inscriben en los aspectos
materiales de las publicaciones. Es necesario diferenciar el concepto del de contexto de recepción, que
concierne la forma en que son efectivamente recibidos los textos, e implica una investigación de otro
tipo, aunque igualmente necesaria para comprender el impacto de un medio en una cultura. Aquello de
lo que se ocupa el contexto de lectura es de la lectura propuesta por las formas, y no de la recepción
efectiva). Ver: Annick Louis, “Las revistas literarias como objeto de estudio”, disponible en:
https://www.revistas-culturales.de/es/buchseite/annick-louis-las-revistas-literarias-como-objeto-de-
estudio

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relato masónico accesible al investigador resulta incompleto si éste no forma parte de
ese complejo mundo.
Afortunadamente, en los últimos años los estudios sobre la masonería han
tomado un gran impulso generando espacios de debates e intercambios; en parte
como consecuencia del surgimiento de nuevas perspectivas locales y regionales. Dicha
renovación académica se evidenció en la ampliación de la producción historiográfica,
permitiéndonos una comprensión más profunda del tema.
Si bien podemos generalizar conceptualmente a la masonería como una
institución iniciática, no religiosa, filantrópica, simbólica, filosófica, fundada en el
sentimiento de fraternidad que se propone la búsqueda de la verdad a través de la
razón, el fomento del desarrollo intelectual y moral del individuo, y el progreso social,
no podemos hablar de una unívoca masonería. Es un error pensar a la masonería en
un sentido homogéneo, ya que además de existir dentro de ella muchas masonerías
independientes, y dentro de estas muchos ritos (en nuestro país los masones se
organizan en talleres o logias que se agrupan en la Gran Logia de Libres y Aceptados
Masones con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en ningún caso responde
a la autoridad de otros países), la institución se ha adaptado a los cambiantes
contextos sociopolíticos de cada país.
En esta línea, que ubica a la masonería como una realidad cambiante adaptada
a cada contexto político y social, la historiografía contemporánea latinoamericana se
ha replanteado el papel cumplido por las logias masónicas durante el siglo XIX
caracterizándolas como sociedades de ideas, como modelos asociativos definidos por
formas contractuales modernas vinculadas a redes de sociabilidad y de poder. En este
sentido hallamos una variada bibliografía que ha analizado la influencia de las logias
masónicas en el pensamiento liberal estudiando a la Institución como un tipo
específico de asociación.
Hilda Sábato5 enmarca a las formas asociativas -incluyendo a la masonería-, en
un movimiento progresivo que iba más allá de sus objetivos específicos, y que

5 Hilda Sábato, “De las cofradías a las organizaciones de la sociedad civil. Historia de la iniciativa
asociativa en Argentina. 1776-1990”, en Roberto Di Stefano Estado y sociedad civil, Buenos Aires,
Edilab, 2002, pp. 99-166.

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calificaban al asociacionismo como propuesta civilizatoria. La historiadora plantea
que fueron una manera de concebir la organización social y las caracteriza de manera
general diciendo que:
-se dieron entre sectores muy diversos tanto social como culturalmente,
definiéndose en términos estrictos de clase.
-la mayor predisposición para asociarse se encontraba entre los sectores
ubicados en los niveles intermedios de la pirámide social, de zonas urbanas de la
región pampeana.
-compartían la organización interna de cada institución, definida por estatutos
o reglamentos donde se establecían objetivos y formas de gobierno, deliberación y
funcionamiento. Las asambleas y elecciones cumplían un rol importante, pues se
suponía que estas entidades se manejaban democráticamente. La igualdad de
derechos no impidió, por cierto, la cristalización de jerarquías.
-construían dirigencias en el interior de cada nucleamiento, y frecuentemente
se daban conflictos entre grupos que aspiraban a ocupar ese lugar.
-usaban el espacio de la prensa periódica como materialización de la “opinión
pública”.
Sábato considera que el desarrollo de la vida asociativa fue una forma de
sociabilidad que predominó el escenario político y social a partir de 1860. Esta idea
había sido desarrollada años antes por Pilar González Bernaldo de Quirós6, quien
sostuvo que el asociacionismo fue el discurso utilizado por las elites políticas y
culturales para pensar el lazo social. Fue, según la autora, una forma de pedagogía
cívica. Con el fin del gobierno de Rosas, los hombres se unieron formando redes de
poder, fundadas no sólo en la autoridad social y económica de los individuos que las
componían, así como en la extensión e institucionalización de los vínculos, sino
también en el poder representativo que se introducía en ese espacio intermedio entre
el individuo y el Estado. En este punto la historiadora local Yolanda Paz de Trueba
expresa que “(…) dado que el Estado en sus diversos niveles, no contaba aun a fines

6 Pilar González Bernaldo de Quirós, Civilidad y política en los orígenes de la Nación Argentina. Las
sociabilidades en Buenos Aires, 1829-1862. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2000.

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del siglo XIX con un aparato destinado a atender las demandas que los actores sociales
del momento ponían de manifiesto, cobran mayor significancia las acciones de las
instituciones de la sociedad civil destinadas a la atención de múltiples necesidades de
la población. Dichas instituciones, desarrollaron una relación de complementariedad
con el poder local, tanto las vinculadas a la Iglesia católica como a las Logias
masónicas que desplegaron su labor en el período que nos ocupa. (…)”.7 Paz de Trueba
relativiza la rivalidad entre la Iglesia y la Masonería afirmando que si bien hubo
conflictos existió una complementariedad y articulación en el trabajo de ambas, y el
cruce de actores fue constante. Suponiendo que así fue, las redes masónicas pudieron
adquirir dimensiones institucionales que se diferenciaron, por decirlo de algún modo,
de las “redes católicas”, proyectándose políticamente, creando una gama de vínculos y
solidaridades que impactaron en el interior de las tramas jurisdiccionales, incidiendo
en la conformación de las identidades ciudadanas. Así lo apunta Marta Bonaudo8
exponiendo que las logias masónicas rápidamente se diferenciaron de otras tramas
asociativas.
Los conceptos definidos por las autoras como las hipótesis esbozadas y las
conclusiones arribadas constituyeron elementos necesarios que nos permitirán
entender las redes de sociabilidad surgidas en Tandil; como así también nos
conducirán a nuevos replanteos e inquietudes.
Es ineludible hacer una aclaración sobre el criterio de selección del material
bibliográfico. Tratándose de una investigación que analiza a la masonería como
espacio de sociabilidad, construcción de vínculos y espacio anhelado para quienes
aspiraban acceder al poder, hemos incluido bibliografía que si bien no trabaja
específicamente la temática analizada ha favorecido a los objetivos e hipótesis
planteados. Fue el caso de los estudios que vinculan a la prensa decimonónica con el
poder político y la masonería, analizando el papel jugado por las entidades

7 Yolanda Paz de Trueba, “Masonería y Sociabilidad en el centro y sur de la campaña bonaerense. Fines
del siglo XIX-principios del XX”, disponible en: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1851-
95042011000200001&script=sci_arttext#2
8 Marta Bonaudo, (2007). “Liberales, masones ¿subversivos?” Revista de Indias, volúmen LXVII, número

240, pp. 403-432.

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periodísticas como espacios de sociabilidad, construcción de la “opinión pública” y
ámbito de politización. Esto se encuentra en el centro de las indagaciones abordadas
por Paula Alonso, quien analiza los debates que se dieron entre los importantes
periódicos partidarios de fin de siglo, todos vinculados a grupos políticos que los
utilizaban como herramienta en sus pugnas. Esta vinculación fue una fuente
imprescindible para comprender y analizar los discursos y representaciones que
llevaron adelante las disputas partidarias.9
La bibliografía manejada nos permitió vislumbrar una sociedad más rica,
compleja y dinámica, facilitando el conocimiento de los principios, valores, símbolos,
prácticas relacionales, entre otras cuestiones, de las redes masónicas. Y motivaron la
reflexión en torno a los problemas que intentaremos desarrollar en esta tesis. Se
tratará a partir de las producciones recientes y de las fuentes a disposición dar cuenta
del escenario y dinámica de la masonería en Tandil en el período elegido, para de ese
modo arribar a inéditas conclusiones.
Asimismo, consideramos importante subrayar que no se han realizado hasta el
momento estudios que tomen como objeto de estudio la prensa masónica tandilense en
el período elegido.

9 Paula Alonso, “Introducción”, en Paula Alonso (comp.), Construcciones impresas panfletos, diarios y
revistas en la formación de los estados nacionales en América Latina, 1820-1920, Buenos Aires, Fondo de
Cultura Económica, 2003. pp. 1-6. Asimismo sobre el tema se puede ver: Miguel Ángel De Marco,
“Historia del periodismo argentino: desde los orígenes hasta el centenario de Mayo”, disponible en
http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/libros/historia-periodismo-argentino-desde-
origenes.pdf; Tulio Halperín Dongui, José Hernández y sus mundos. Buenos Aires, Debolsillo, 2006; Alicia
Megías, “La prensa y formación de la opinión pública en Rosario a mediados del S. XIX”, disponible en:
http://www.historiapolitica.com. Fabio Wasserman, “La libertad de imprenta y sus límites: prensa y
poder político en el Estado de Buenos Aires durante la década de 1850”, disponible en:
http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/prensaxix_wasserman.pdf; Eduardo Zimmermann: “La
prensa y la oposición política en la Argentina de comienzos de siglo: el caso de “La Nación” y el Partido
Republicano”, disponible en:
http://www.historiapolitica.com/datos/biblioteca/prensaxix_zimmermann.pdf;

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Archivos documentales
La reconstrucción de los procesos abordados fue realizada gracias a la consulta
de diversos y heterogéneos documentos ubicados en archivos públicos y privados de
Tandil y Azul, los cuales nos proporcionaron un caudal de información de muchísimo
valor.
Nos sumergimos en la esfera masónica local tomando como fuente principal el
semanario Luz y Verdad resguardado en la Hemeroteca de la Biblioteca Rivadavia de
Tandil. La exploración del mismo constituyó la columna vertebral de la primera etapa
heurística y de la investigación en su totalidad.
Para avanzar en los debates, discusiones e intereses del período consultamos el
diario El Eco del Tandil. Su lectura enriqueció nuestro análisis con respecto a algunos
procesos pudiendo observar otras perspectivas sobre determinadas cuestiones
sociales y políticas. Asimismo, el Archivo Histórico Municipal de Tandil –con una
importante cantidad de acervo documental –correspondencias, copiadores,
ordenanzas, decretos, registros oficiales, mapas, leyes provinciales, etc.- nos permitió
el descubrimiento de material en relación al vínculo de algunos de los masones
estudiados con el poder local.
La Hemeroteca Ronco de la ciudad de Azul nos amplió las fuentes consultadas
brindándonos un posible parámetro comparativo entre las masonerías de ambas
localidades.
Por último, muchas de las relevantes fuentes inéditas –cartas, telegramas,
denuncias- que hemos utilizado fueron cedidas de forma generosa y desinteresada
por la Familia Cabral. Este tipo de acervo documental familiar proporcionó una rica
información permitiéndonos conocer formas de vida, pensamientos, valores, y
costumbres, como asimismo las diversas vinculaciones que tuvo José Antonio Cabral
con personalidades destacadas de la política local y nacional. Sin dichos documentos
no hubiésemos logrado revelar algunas de las cuestiones planteadas.
En la elaboración de un trabajo de investigación no es posible volcar todo el
material bibliográfico y de fuentes conseguidos. Pero sin embargo, es gracias a que
pudimos acceder a ellos lo que nos ha permitido un conocimiento mayor acerca del

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periodo y de la sociedad en cuestión, y fundamentalmente sobre las redes de
sociabilidad masónicas.
En el primer capítulo de esta tesis delinearemos el contexto en que se produce
la expansión de la masonería en el interior de la provincia de Buenos Aires, y el
desenvolvimiento económico, social y político experimentado en Tandil, para de ese
modo advertir la explosión de la vida asociativa y la fundación de la masonería en esta
localidad con el propósito de comprender las redes de sociabilidad, la esfera
masónica, la expansión de las actividades de la logia, sus posturas político-ideológicas,
como también los requisitos en los ingresos.
En el segundo capítulo indagaremos la prensa masónica basándonos en el
semanario Luz y Verdad con la intención de que nos permita descubrir, entre otras
cosas, la visión que sobre la sociedad construían los masones, las intenciones del
semanario, el discurso propagado. Centrarnos en la prensa como instrumento político
de los masones del Tandil utilizado para conseguir determinados propósitos como
pudo ser ascenso social y/o político, la vinculación con otros grupos, como medio de
expresión ideológica, etc.
En el último capítulo tomaremos la figura de José A. Cabral no considerándolo
simplemente como hombre en su figuración exterior; es decir como al político que
conquistara determinada posición pública, porque ello reduciría el horizonte de la
investigación, sino interesándonos también en su estilo de vida, carácter, empeño,
conducta y constancia, admitiendo que fue por su carisma, sus conocimientos y sus
capacidades para entender la dinámica del sistema político y porque supo como
vincularse e insertarse en la red de sociabilidad masónica, lo que le permitió ascender
socialmente y llegar a ocupar importantes cargos a nivel local, provincial y nacional.
No resulta nada fácil escribir una tesis, sobre todo cuando los miedos se
apoderan de nosotros y nos hacen pensar que es poco probable finalizarla. Con este
pensamiento recorriendo nuestra mente hubo un escrito que nos estimuló a
continuar, “porque todo es cuestión de práctica y tiempo”. En Luz y Verdad un tal Feliz
Elnuma decía:

- 15 -
Más de una vez en presencia del blanco y mudo papel me he interrogado; ¿me
faltan ideas, genio, originalidad para escribir? Y no es modestia, mis queridos
lectores; he sentido bullir por los rincones del cerebro un tropel de
pensamientos que como hacienda alzada, dijeran mis paisanos, se atropellaban
buscando una salida; pero, un temor me detenía. No me animaba a largar la
mano, y á cada plumada sentía deseos de detenerme para leer y reeleer (sic) lo
que escribía, y hoy todavía, necesito examinar ó correjir (sic), temo á la crítica,
y anticipándome, me la hago yo mismo.
Comprendiendo que de este modo no llegaré nunca á escribir, pues estoy con
mis escritos tan temeroso como al jovencito de dieciséis años, que no se anima
á decirle nada á la muger (sic) que quiere, he resuelto dar rienda suelta a la
imaginación sin preocuparme si escribo bien ó mal, sin fijarme si los párrafos
salen largos ó cortos, y sobre todo, si diserto para no decir nada.
Este es mi primer ensayo y como salió, lo largo. Creo que no será el único, pues
me propongo escribir una serie. Ignoro sobre que temas, pero ellos no me
faltarán.
No aliento pretensiones, pero, quiero creer que perderé el temor para escribir,
sin leer lo que escribo, del mismo modo que hace mucho tiempo que perdí la
cortedad de hablar con las damas.
Todo es cuestión de práctica y de tiempo.10

Dejando a un lado los temores intentaremos realizar un acercamiento inicial


dando el primer paso de una investigación que pretendemos profundizar. Por lo
pronto, esperamos que esta aproximación sirva como un aporte a la construcción de
las redes de sociabilidad locales y a su articulación con los procesos regionales y
nacionales, dejando planteadas algunas cuestiones sabiendo que en este trabajo no
serán todas resueltas, aunque haremos el esfuerzo.

10 LV: “Alentándome”, 21/05/ 1901, Nº 56.

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CAPÍTULO I

La Logia Luz del Sud Nº 39 y la


implantación del asociacionismo

- 17 -
Independientemente de las asociaciones permanentes creadas por la ley bajo el nombre
de municipios, de ciudades y de condados hay muchas otras que no deben su
nacimiento y su desarrollo más que a voluntades individuales.11

El inicio de la década del ochenta dejaba atrás viejas costumbres y modalidades


“¿cómo serán los que vienen? Se habrán preguntado los viejos de entonces, un tanto
recelosos del progreso y un tanto escépticos con respecto a las nuevas corrientes”.12
Se apagaba una época y se encendía otra, de la aldea a la ciudad. Los esfuerzos de
generaciones pasadas y la llegada de nuevos pobladores promovieron una manifiesta
modernización que indudablemente significaría el recorrido de un arduo y largo
camino para Tandil.
Varios fueron los sucesos decisivos que dieron comienzo, a fines del siglo XIX, a
un conjunto de iniciativas políticas, institucionales y económicas que afectarían
profundamente la vida social de la región bonaerense.
A partir de la cesión de la ciudad de Buenos Aires a la nación en 1880 los
gobiernos de turno llevaron adelante una reconfiguración política y territorial de la
provincia, poniéndola en el centro del proyecto de modernización. Una de las
características de este proyecto fue la organización de espacios de cultura. Fundación
de escuelas, museos, bibliotecas y universidades formaron parte del planeamiento de
las administraciones con el objetivo de promover el desenvolvimiento de una
sociedad moderna.
La extensión de la frontera militar, consecuencia de la Campaña al Desierto al
mando del General Roca, hizo del pequeño caserío tandilense; con manzanas a medio
poblar, edificaciones con materiales primitivos, como ripia, adobe y paja, pocas
construcciones de material, zanjas en las calles y pastizales, un pueblo con una
dinámica que pronto lo convertirían en un centro económico regional.
A la Campaña del Desierto le siguió estabilidad y desarrollo urbano lo que
facilitó el afianzamiento de los grupos sociales locales confiados en promover los

11 Alexis de Tocqueville, La Democracia en América, México, Fondo de Cultura Económica. 2009, p. 481.
12 Nueva Era. XXV Aniversario 1919-1° de Octubre-1944, p. 80.

- 18 -
nuevos modos de sociabilización, costumbres y hábitos en una frontera caracterizada
por formas de vida rurales.
Influenciados por el espíritu positivista, motor de las propuestas políticas e
institucionales de la elite gobernante, la educación laica del ciudadano y la
institucionalización de la ciencia y su difusión aparecían como instrumentos propios
del progreso, al igual que el ferrocarril y la inmigración. En la localidad las
colectividades venidas de Europa alteraron y dieron origen a una nueva sociedad,
consiguiendo que de 1854 a 1914 pase de tener 2.900 habitantes a 34.061, de los
cuales 12.730 fueran extranjeros.
Al importante proceso inmigratorio, se sumó la llegada del Ferrocarril del Sud.
En 1883 durante la intendencia del Dr. Eduardo Fidanza un ramal proveniente de
Ayacucho unió Tandil al sistema ferroviario provincial. El ferrocarril, con su línea
troncal a Dolores, facilitó el transporte desde y hacia la ciudad de Buenos Aires,
representando un colosal crecimiento de la industria de la piedra. No sólo se
comercializaba en toda la provincia sino que también el adoquín era utilizado para
cubrir las antiguas calles de polvo.
Una década antes de la llegada del ferrocarril se había instalado en el pueblo el
alumbrado público, la oficina de telégrafos, la sucursal del Banco de la Provincia de
Buenos Aires y se había ordenado el trazado de calles y veredas para una mejor
diagramación urbana.
No obstante, más allá de todos los progresos materiales, la vida diaria aún se
encontraba limitada para los pobladores. Por ejemplo recién a partir de la década de
1910 y 1920 la colocación del empedrado se expandió del centro hacia otras zonas del
pueblo. Hasta esa fecha la falta de calles empedradas y veredas hacían que el barro se
acumulara y las vuelva intransitable.

No nos determinamos a hacer ningún pedido al señor Intendente porque casi sería
una aberración; no le diremos por el momento que cumpla con lo prometido, es
decir, de ordenar la macadamnización con pedregullo de las calles no empedradas
del municipio.
Pero en oportunidad se lo recordaremos, no tenga duda.

- 19 -
(…) Lo que le decímos deveras, señor Intendente, es que el contratista del barrido no
barre, y es cierto que no barre; para convencerse que esto es verdad, no hay más que
mirar una calle empedrada, cualquiera que ella sea, y verán lo menos 3 pulgadas de
barro sobre el adoquinado, lo que trae necesariamente sus molestias al transeúnte,
que es anti-higiénico y que acusa un poco de desidia (…).13

Las quejas, expresadas en oportunidades a través de la prensa, dieron cuenta


no sólo de demandas sociales hasta entonces desconocidas, sino también de otro
aspecto muy importante dentro del progreso cultural: el surgimiento de la prensa
periódica y de las imprentas en las distintas localidades de la provincia. Espacios que
fueron muy importantes en la construcción de una esfera pública, constituida por la
expansión de la prensa escrita y la aparición de un público lector que traspasaba el
marco social de la elite intelectual y política.14 Este fenómeno convivió con el
incremento de la vida asociativa, un atributo muy vinculado a las comunidades de
inmigrantes. Si bien la región contaba con muchas de estas instituciones voluntarias
antes de la década de 1880, luego del arribo de éstas se impulsaron y difundieron en
niveles desconocidos.

El surgimiento y expansión de la vida asociativa


La explosión de la vida asociativa llevada a cabo en numerosas instituciones,
entre ellas la masonería, tuvo que ver con todos estos cambios económicos, sociales,
políticos y culturales que atravesaron a Tandil y a la región a partir de mediados de
siglo hasta la Gran Guerra.
En el marco de la formación de un estado-Nación representativo, federal y
republicano los vínculos asociacionistas cumplieron un rol fundamental. Las prácticas
relacionales que se establecieron dentro de las numerosas asociaciones fueron
consideradas por los diferentes gobiernos de turno, y por la mayoría de la sociedad,
como baluarte de civilización debido a que en ellas predominaban valores basados en
la igualdad, libertad y democracia.

LV: “Gentes y cosas. Picotazos”, 03/07/1900, N° 10.


13
14
Ricardo Pasolini, Tandil en la Argentina del Bicentenario. Vida cotidiana y sociedad. 1823-2010, Tandil,
Municipio de Tandil, 2010, p. 141.

- 20 -
Las asociaciones surgían con fines específicos como construir lazos de
pertenencia y solidaridad, representar y defender intereses sectoriales, desarrollar
actividades recreativas, festivas y culturales;15 y al mismo tiempo como espacios
propicios para el diálogo, la sociabilidad, la opinión, el intercambio y la igualdad entre
pares independientemente de la profesión, oficio o estatus social. De ese modo,
formaban parte de la sociedad civil como un entramado de redes y prácticas sociales
civilizatorias16 que compartían características comunes como la organización a partir
de formas contractuales e igualitarias, nociones de individuo moderno, desarrollo de
lazos asociacionistas específicos, manejo interno democrático y el uso del espacio de
la prensa escrita como medio de expresión, considerándoselas muy importantes en la
vida y opinión pública a nivel local, provincial y nacional.
Fue a partir de Caseros un período de surgimiento de asociaciones que se
relacionaron a los diversos ámbitos de la sociedad. Iniciativas que incluían desde
clubes deportivos y culturales a logias masónicas. En ese marco, el aparecimiento y
expansión de las logias masónicas17 fue caracterizada como una forma específica de

15 Hilda Sábato, ob. cit. 2002, p. 106.


16 Compartimos con Hilda Sábato que “las formas asociativas aspiraban a inscribirse en el movimiento
progresivo que suponía el asociacionismo como propuesta civilizatoria. Representaban una manera de
concebir la organización social que gozaba de gran predicamento entre vastos sectores de la población
del país”.
17 Gruber describe a fines del siglo XIX la estructura de las logias masónicas: “La característica distintiva

de organización de la Masonería especulativa es el sistema de la Gran Logia fundado en 1717. Cada


Gran Logia regular o Consejo Supremo en el sistema escocés, o Gran Oriente en el sistema mixto,
constituye una organización soberana e independiente con poderes legislativo, judicial y ejecutivo. Se
compone de las logias u organizaciones inferiores de su jurisdicción o de sus representantes reunidos
de modo regular y de los grandes oficiales elegidos. Una logia debidamente constituida ejerce la misma
autoridad, pero en una esfera más restringida. Los oficiales indispensables de una logia son el Maestro
Adorador, el Guardián Mayor y Menor, y el Tejador. El maestro y los guardianes son normalmente
auxiliados por dos diáconos y dos mayordomos para el trabajo ceremonial y social y por un tesorero y
un secretario. Muchas logias tienen un Capellán para las ceremonias y discursos religiosos. Los mismos
oficiales en mayores cantidades y con rimbombante títulos (Gran Maestro Muy Adorador, Soberano
Gran Comandante, etc.) existen en las Grandes Logias. Como los gastos de los miembros son fuertes,
sólo personas ricas pueden permitirse el pertenecer a la fraternidad. Se restringe además el número de
candidatos por prescripciones con relación a sus cualidades morales, intelectuales, sociales y físicas, y
por una reglamentación que exige la unanimidad de votos secretos para su admisión. Así que,
contrariamente a su pretendida universalidad, La Francmasonería parece ser una sociedad muy
exclusiva, tanto así que es una sociedad secreta, cerrada al mundo profano del común de los mortales”
Hermann Gruber, “Masonería (Francomasonería)”, disponible en
http://www.mercaba.org/FICHAS/Enciclopedia/F/masoneria.htm

- 21 -
asociación18. La Gran Logia de Libres y Aceptados Masones se funda en Buenos Aires
en el año 1857. A partir de esa fecha comenzaron a establecerse logias en todo el
interior de la provincia. Luego de la caída de Rosas, la constitución de la Gran Logia
dio organicidad a las diversas logias uniendo a las que actuaban en Buenos Aires y
luego a éstas con las del interior del país, teniendo como uno de sus objetivos hacer
conocer sus ideales, su humanitaria misión y los valores sostenidos. Decía Luz y
Verdad: “Nuestra divisa: ciencia, justicia, trabajo, simboliza nuestro programa; ella encarna
por sí sola nuestra acción en la civilización moderna, y nos pone de manifiesto la manera de
luchar para alcanzar completo éxito en la jornada”.19.

La masonería, mecanismo de politización


En Tandil la Logia Luz del Sud Nº 39 fue reconocida e inscripta en el libro de la
Orden el 30 de enero de 187320, gracias a la iniciativa de Ramón Santamarina
(Tesorero) -que ya había sido iniciado en la Logia Estrella del Sud Nº 25 de la ciudad
de Azul- Eugenio Iriarte (Presidente), Bernardo Sabatte Laplace (Vicepresidente 1º),
Carlos Díaz (Vicepresidente 2º), Julián Arabehety (Secretario), Eustaquio Herrera
(Hospitalario), Pedro Pereyra, Nicanor Elejalde, Miguel Méndez, Luis Arabehety y
Manuel Suárez Buyo (oradores), a los pocos meses de los acontecimientos de extrema
violencia sucedidos el 1 de enero de ese año, a los cuales denominaron las matanzas
de Tata Dios (Gerónimo de Solané un curandero principalmente relacionado con las
autoridades locales utilizado como chivo expiatorio para los fines de los
inculpadores)21 El episodio implicó el asesinato de varias decenas de inmigrantes en

18 Es importante aclarar que el término asociación se diferencia de la noción de sociabilidad, que remite,
en principio, a cualquier tipo de intercambio social, formal o informal, sin que deba corresponder
necesariamente a una forma elevada de relación. La sociabilidad es el “principio de las relaciones entre
las personas” (González Bernaldo de Quirós, 2000), mientras que la asociación puede entenderse como
la sociabilidad formalizada en una institución.
19 LV: “Lo que deben hacer los masones”, 14/04/1903, N°154.
20 A treinta días del mes de enero de 1873 la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones

resolvió a través de una Carta Constitutiva otorgarle a la Augusta y Respetable Logia Luz del Sud bajo el
N° 39 facultad para conferir los tres grados simbólicos conforme a las disposiciones de la Constitución
Reglamentos Generales y disposiciones que adoptara la Gran Logia dentro de los Antiguos Límites de la
Fraternidad.
21 Sobre el tema ver: Juan Carlos Torre, “Los crímenes de Tandil”, en Todo es Historia, N°4, 1967, pp. 4-

40. Hugo Nario, Tata Dios. El mesías de la Última Montonera, Tandil, Plus Ultra, 1976. Eduardo Míguez,

- 22 -
manos de pobladores criollos. Autores sostienen que esta reacción xenófoba fue
resultado de los cambios que se estaban dando en las condiciones sociales y
productivas pampeanas dentro del contexto del proceso de modernización que
atravesaba la Nación. El católico Aníbal Rottjer escribía que “en el drama gauchesco
“Solané” de Francisco Hernández, secretario de Urquiza, se repite esta critica a los
liberales que querían imponer su ideario masónico a punta de lanza y fusil de
repetición. El literato entrerriano hace justicia al sentimiento nacional, que se debate a
muerte con el liberalismo extranjerizante de los “puebleros cajetillas de Güenos
Aires”, que querían acabar con el patriciado provinciano para substituírlo (sic) con su
politiquerismo venal. El drama toma como argumento la histórica matanza de los
“gringos” del Tandil en 1872, organizada por Tata Dios Solané con sus gauchos
fanatizados, a los cuales les había prometido la salvación si derramaban la sangre de
los enemigos de la religión”.22
Así, quienes inauguraron la logia operativa23 pudieron encontrar una
justificación en la causa de hacer justicia y defenderse ante posibles nuevos ataques.
En su interior congregó a grupos de extranjeros de diversas nacionalidades e
ideologías, y se autodenominó como la primera institución liberal, mutualista e
iniciadora de las primeras sociedades en fomentar la beneficencia. Cincuenta y un
años después de la instauración decía José Antonio Cabral:

(…) durante el lapso de tiempo que abarca tres cuartos de siglo de la vida tandilense,
no hay iniciativa noble, ni ningún movimiento de este pueblo que no haya nacido o
repercutido generosamente entre las columnas de la benemérita Logia. Hizo el bien,
por amor al bien mismo, no impuso credos, ni dispuso de otros recursos que los

“Política, Participación y Poder. Los inmigrantes en las tierras nuevas de la Provincia de Buenos Aires
en la segunda mitad del siglo XIX”, en Estudios Migratorios Latinoamericanos (6-7), Buenos Aires:
CEMLA, 1987. John Lynch, Masacre en Las Pampas. La matanza de inmigrantes en Tandil, 1872, Buenos
Aires, Emecé, 2001. Lorenzo Macagno, Apocalipsis al sur: una protesta contra inmigrantes en el
“desierto” argentino, Buenos Aires, Biblos, 2002. Juan José Santos, El Tata Dios. Milenarismo y xenofobia
en las pampas, Buenos Aires, Sudamericana, 2008. Daniel Pérez, “Tata Dios”, Tiempos Tandilenses, Año
XV, 2010.
22 Anibal A. Rottjer, La Masonería en la Argentina y en el Mundo, Buenos Aires, Editorial Nuevo Orden,

1959, p. 323.
23 La diferencia entre las logias operativas y especulativas es que las primeras son eminentemente

políticas; y las segundas de formación espiritual y cultural.

- 23 -
exclusivamente suyos, formados por el generoso aporte de sus afiliados. Hoy en
forma difusa, pero eficiente, se practica su apostolado de justicia, labor y fraternidad
entre los hombres. Muchos vecinos que se han destacado en Tandil, en las diferentes
manifestaciones de su vida útil, pertenecieron a la Logia y algunos de ellos fueron
después aplaudidos y hasta honrados por la misma Iglesia, su tradicional adversaria
que rindió tributo a la justicia.24

24 Nueva Era, Suplemento extraordinario en Homenaje al 1er. Centenario de Tandil, 1923, p. 75.

- 24 -
Carta Constitutiva de la Logia Luz del Sud N° 39 del Valle del Tandil.

- 25 -
Si bien la institución masónica pudo haber sido fundada con la intención de
proteger y garantizar la seguridad a un grupo particular y reducido de la sociedad
tandilense; asimismo, como afirma Hugo Nario,25 también fue una manera de
encauzar los propósitos políticos de los mismos. Luego de la matanza el sector
tradicional, representado por el Juez de Paz Figueroa, fue vinculado como sospechoso
de los asesinatos. Los inmigrantes que sobrevivieron, enfurecidos, aterrados y, al
mismo tiempo, con ansias de alcanzar un lugar relevante en espacios hasta entonces
relegados para ellos, acudieron al gobierno provincial para exigir la renuncia de
Figueroa. El gobierno provincial había sido ocupado por el Autonomismo, liderado por
Alsina, lo que la sucesión de estos acontecimientos fueron un motivo para apartar del
poder a Figueroa, Gómez, Jurado y Machado vinculados a los mitristas. De esa forma el
viejo sector perdió representación, y el nuevo grupo social comenzó un camino de
ascenso en la política municipal. Sin embargo, este recambio no significó una elite
política totalmente diferenciada a la anterior. Creemos que para llegar a posicionarse
el nuevo grupo debió crear vínculos de algún tipo con los ya insertos para ascender en
la carrera política. Por ejemplo, recién mencionábamos a Machado, un coronel
mitrista que tenía a su primo hermano Don Alejo Machado casado en segundas
nupcias con Marcelina Gómez –hermana de José Ignacio y Ramón Gómez-. Uno de los
hijos de Ramón Gómez, José Ciriaco, se había casado por primera vez con Ángela
Machado y por segunda vez con la hermana de Ángela, Rosaura Machado, ambas hijas
del Cnel. Benito Machado. A su vez, los Gómez y los Machado estaban emparentados
con Raimundo Piñero a través de su esposa, Rudecinda Casado, hija de Josefa Gómez
de Casado -hermana de José Ignacio y Ramón Gómez-, y sobrina política de Alejo
Machado.26 Las relaciones matrimoniales y parentales cumplieron un papel muy
importante en la formación y mantenimiento de las redes y alianzas.
Así, la masonería en Tandil es fundada con varios fines entre ellos el de
protección pero principalmente el de posicionar políticamente a un grupo social
25Hugo Nario, ob. cit., p. 86.
26Andrea Reguera, "Formar y transmitir el patrimonio en la pampa bonaerense del siglo XIX. El caso de
Hipólito Piñero: vicisitudes de una familia para continuar". En Anuario del Centro de Estudios Históricos
"Prof. Carlos S. A. Segreti". N°2-3, 2002-2003, pp. 17-40.

- 26 -
concreto. Este grupo formaba parte del movimiento expansivo de la Institución a
nivel nacional. Recordemos que a partir del año 1857 se produce un florecimiento
territorial y social de las logias en toda la provincia de Buenos Aires, y en el país, que
reclutó a miembros de una vasta franja social, desde figuras públicas a comerciantes,
artesanos y trabajadores calificados.27
En un contexto políticamente relegado para algunos fue a través de la
masonería una de las maneras que se sirvieron para canalizar proyectos políticos y
sociales, y así fortalecer lazos fraternos en el interior del grupo y fuera de él. La
inexistencia de canales partidarios de participación política (en este período de
análisis los partidos políticos se formaban de manera efímera época electoral y no
tenían la organización orgánica que hoy conocemos como espacios estables de
construcción y medio de transmisión de una ideología afín entre sus afiliados que
aspiran a ejercer el poder para desarrollar su programa político), no significó la
ausencia de mecanismos que fuesen capaces de transmitir la ideología e intereses de
este sector.28Al contrario, si bien los partidos políticos tenían una corta vida, naciendo
y muriendo en épocas electorales, la actividad política se adaptó a otros espacios de
sociabilidad que brindarían, a quienes formaban parte de los mismos, un conjunto de
herramientas organizativas.29 Luz del Sud ofreció un canal de politización de gran
fuerza estratégica que se adecuó perfectamente a la época. Y la pertenencia a la
institución facilitaría la posibilidad de crear nuevas redes favoreciendo la relación con
el poder.
En Tandil esas redes se dieron a través de prácticas asociativas, de una esfera
de opinión pública moderna, de un lugar de encuentro, de intercambios y de
relaciones, tal como lo plantea Pilar González Bernaldo de Quirós. La autora se centra
en la ciudad de Buenos Aires para estudiar las surgidas y modernas formas
contractuales y de sociabilidad como núcleo de la política como práctica social que
vehiculizó una representación de sociedad. Ello nos llevó a repensar en si las prácticas

27 Hilda Sábato, ob. cit. p. 127.


28 Eduardo Míguez, ob. cit. p. 346.
29 Francisco Reyes, “A todos los correligionarios y a los que adhieran a las ideas del partido. Política de

comité y construcción identitaria en los orígenes de la Unión Cívica Radical”, en V Congreso Regional de
Historia e Historiografía, Santa Fe, Universidad Nacional del Litoral, 2013.

- 27 -
relacionales pudieron ser similares -o haberse desenvuelto de la misma manera- en
una ciudad como Buenos Aires, que según el Segundo Censo Nacional para el año
1895 contaba con 664.000 habitantes y Tandil que para ese mismo año había llegado
tan sólo a los 7.088.30 Seguramente en el pueblo todos se conocían entre sí, y los
imaginarios, las concepciones y la vida cotidiana de los grupos familiares se concebían
y construían dentro de una dinámica de pueblo chico. Las dimensiones de los espacios
socio-urbanos deben ser tenidas en cuenta en este trabajo por la influencia que
pudieron ejercer en la edificación de las redes de sociabilidad.
Dijimos que uno de los espacios que brindó posibilidades de vínculos fue la
masonería permitiendo a través del ingreso la permanencia en un círculo social
dirigente. No obstante, el hecho de formar parte de una misma asociación como grupo
no supuso la armonía entre ellos. Desfavorablemente, ésta estuvo atravesada por
crisis generadas por rivalidades entre sus miembros, en general relacionadas a
cuestiones que tocaban intereses políticos. Si bien la prensa masónica tandilense
intentaba mostrar estabilidad y solidez con el fin de realzar los valores masónicos y
fortalecer a la institución, las disidencias de opiniones entre los miembros acaecieron,
sobre todo durante el período que va desde 1873 a 1914 donde la masonería
argentina estuvo sacudida por inestabilidades internas y rupturas, sufriendo graves
problemas.31

La Franc-masonería argentina, después de las peligrosas escisiones que la han


dividido por las ambiciones de algunos de sus adeptos, que pretendiendo servirse de
ella para satisfacer aspiraciones personales olvidaron su carácter induciendo la
anarquía en la institución. Los buenos, que son la mayoría, han prevalecido en la
contienda.32

30 Segundo Censo Nacional, 1895. Disponible en


www.deie.mendoza.gov.ar/tematicas/censos/censos_digitalizados/Censos%20Digitalizados/index.ht
ml
31 Carlos Mayo, “La Masonería en crisis (1902-1922)”, en Conflictos y procesos de la Historia Argentina

Contemporánea, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1988.


32 LV: “Pseudoliberales”, 30/09/1902, N°127.

- 28 -
Radicalismo y masonería: vínculos compartidos
La “cultura política” –hábitos y tradiciones heredadas- tuvo una influencia
relevante en los procesos institucionales de Argentina. Para el período estudiado se
observan dos aspectos de la misma. Por un lado, la gran influencia del personalismo.
El apoyo a los grandes líderes o caudillos, por arriba de los programas políticos o
agrupaciones, fue una manera de identificación política. Por otro lado, se nota una
ausencia en la alternancia del ejercicio del poder.33
Ahora bien, teniendo en cuenta ello veremos lo que se registra en Tandil.
¿Quiénes eran los masones del siglo XIX? Los cambios en la política nacional tuvieron
repercusión en la localidad. Conformando una oposición al gobierno nacional; al
“unicato” de Juárez Celman, en 1890 en el marco de una crisis económica y de la
planeada Revolución del Parque, en Tandil un grupo de hombres independientes y
ambiciosos, entre ellos Ramón Gómez, Leonardo Pereyra, Bartolomé Vivot, Florencio
Méndez, Felipe de la Canal, Toribio Díaz, Benito Rojido, Luis Arabehety (h.), Pedro
Duffau, José Fuschini, Francisco Bellini (Director en ese momento del periódico El Eco
del Tandil), Ernesto Richieri, entre otros, integraron el Comité de la Unión Cívica con la
intención de dirigir trabajos políticos.

En 1890, la ciudad se estremecía convulcionada (sic) por una revolución que fue el
jalón de su futura vida política.34

Sucedido el acuerdo entre la Unión Cívica de Mitre con el Partido Autonomista


Nacional (P.A.N.) de Roca, algunos disconformes con dicha decisión se unieron a las
filas de Leandro Alem35 formando parte de la recién nacida Unión Cívica Radical
(U.C.R). Entre ellos se encontraban Raimundo Piñero, Juan y Daniel de la Canal,

33 Ezequiel Gallo, La República en ciernes. Surgimiento de la vida política y social pampeana, 1850-1930,
p. 58, Buenos Aires, Siglo XXI, 2013.
34 Nueva Era, Bodas de Oro 1919-1969, p. 17.
35 Leandro Alem fue iniciado masón en la Logia Constancia N° 7 el 17 de octubre de 1871. Dos años

después fue su Venerable Maestro (Presidente). Participó luego en la fundación de la Logia Docente
(1881). Acompañó como Pro Gran Maestre (Vicepresidente) la gestión de Domingo Faustino Sarmiento
al frente de la Masonería Argentina y lo sucedió en 1883 cuando aquel presentó su renuncia para
abocarse al desarrollo de las ideas que cimentaron la sanción de la Ley 1420 de enseñanza común,
obligatoria y laica.

- 29 -
Mariano y Juan A. Dhers, Domingo Argúas, José Antonio Cabral y Francisco Sampaul. El
horizonte político tandilense se veía inestable, fragmentado y en constante lucha.
Francisco Bellini36 expresaba:

Ambos partidos en lucha, acuerdistas y radicales se disputan la supremacía y ámbos


a uno dicen: “yo soy el más fuerte” y por consiguiente el triunfo estará con nosotros.
¿A quiénes creer? ¿Á los acuerdistas? ¿á los radicales?
Sin embargo, analizado, uno y otro partido en lucha es casi seguro que del juicio
imparcial resultará con más elementos el partido acuerdista y por consiguiente al
que llevará al poder al General Mitre y al Dr. Uriburu.
(…) Por otra parte, después de la proclamación solemne hecha por la Convención
cívica radical, ¿qué significación puede tener ese propósito?.37

Como lo anunciaba Bellini las elecciones de 1892 dieron el triunfo a los


acuerdistas. Claramente el resultado generó indignación en los radicales, quienes en
1893 formaron una Junta Revolucionaria y tomaron la Municipalidad, argumentando
que el gobierno de Julio Costa era arbitrario y fraudulento, sumándose a la aguda
crisis económica que atravesaba al país.38

(…) Costa será gobernador, porque sí y porque así conviene á los intereses del
partidos pacista. (…) De manera que nadie querrá presentarse á hacer oposición
porque el resultado será negativo. (…) Que se proclame la candidatura de Costa, en
buena hora, que tenga todo el apoyo de los pueblos y del Gobierno, pero cuando el

36Antimasónico que ante la fragmentación de la Unión Cívica y formación de la U.C.R (masónica desde
sus inicios), decide continuar formando parte de la primera. En 1889 publicaba en El Eco “Indúcenos a
ocuparnos de esta hermandad, -Si es que de tal puede calificarse á un grupo de personas que se unen
con el fin de imponer voluntades a los pueblos- un artículo que con el título “La Liga del Sud” ha visto la
luz pública en el papel local, órgano de intereses puramente personales. (…) Resulta pues que la liga es
bajo el punto de vista que se la mire, contraproducente para el vecindario y sus aspiraciones, pues una
congregación de personas que buscan el triunfo por los medios ilegales que ella emplea, como consta a
todos, imponiéndose por medios hóstiles condenables, no puede ser benefactora, como es de fácil
penetración. (…) Desengáñese el organillo, inútil que se afane por demostrar lo contrario de lo que
piensa porque el público bien convencido está de que la liga no pretende más que hacer presión para
obtener un éxito en las elecciones próximas éxito, que está muy lejos de alcanzar”.
37 El Eco del Tandil, “Política”, 27/08/1891.
38 Leonardo Fuentes, Radicalismo Tandilense, Tesis de Licenciatura inédita, Tandil, Universidad

Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, 2002.

- 30 -
momento llegue que haga ver á los mismos que lo han sostenido que no han
depositado su confianza en un hombre ambicioso y déspota. 39

La Junta Revolucionaria gobernó hasta que el gobierno provincial convocó a


elecciones para regularizar la situación. Las urnas se abrieron en 1895, año bisagra
para los radicales, con la presentación de dos listas: la Unión Cívica Radical y la Unión
Cívica Nacional, dando como resultado el triunfo de la radical. A partir de allí, el
Concejo quedó constituido por seis radicales -Eduardo Frers, Ramón Gómez, Juan
Bautista de la Canal, José López Osornio, Juan Dhers y Jorge Dhal-, un candidato
común -Florencio Méndez- y un Cívico Nacional -Julián Dufau-.40
Desde entonces y hasta 1904 los radicales ocuparon el gobierno municipal.
Basándonos en el cuadro realizado por Leonardo Fuentes41 sobre la dirigencia radical
que ocupó el poder entre 1895 y 1904 pudimos constatar que muchos eran masones.
Masones-Radicales funcionarios (1895-1904)
Nombre Ocupación Cargo
Dhal Jorge Farmacéutico Concejal
Dhers Juan A Comerciante Intendente-Concejal-Consejero
Dhers Juan María Comerciante Concejal-Consejero
Lisarraguirre Bernardo Comerciante Concejal
López Osornio Eulalio Hacendado Consejero
Nigoul Antonio Rematador/Periodista Concejal
Plazas Higinio Relojero/Platero Concejal
Riviere Alfonso Comerciante Consejero
Riviere Luciano Escribano Concejal
Sampaul Francisco Comerciante Consejero
Suárez Gordillo Manuel Rematador/Procurador Concejal

39 El Eco del Tandil, “Proclamaciones”, 14/04/1889.


40 Leonardo Fuentes, “Política y relaciones sociales en Tandil a principios del siglo XX: el caso de
Raimundo Piñero”, en IV Jornadas de Historia Política, Bahía Blanca, 2009.
41 Leonardo Fuentes, ob. cit., 2002, p. 33.

- 31 -
Es sabido que en este periodo los ámbitos municipales se caracterizaban por el
liderazgo de los caudillos, jueces de paz o comisarios. En Tandil los masones se
agruparon alrededor de caudillos42 - radicales carismáticos. Masones y radicales
compartían espacios sociales y de poder. Durante el período analizado la figura
sobresaliente fue Raimundo Piñero,

(…) Lo conocimos, asi, á la distancia, el año 93, cuando rodeado de un grupo de ocho
jóvenes que hoy se han aumentado á quien sabe cuantos cientos, y encaramado en la
tribuna popular, con su palabra cálida, vibrante fundida al calor del patriotismo mas
sincero, estigmatizaba aquél gobierno oprobioso de luctuosa recordación,
acaudillado por Julio Costa; mas tarde su nombre simpático á las multitudes que se
habían condensado á su alrededor con tensiones de viril entusiasmo, salvó los límites
de este pueblo que lo cuenta entre sus mejores hijos, y llegó hasta el escenario de la
política provincial, para ser pronunciado por muchos hombres espectables (sic) del
país que quisieron conocerlo, y que cuando lo conocieron apreciaron su sencillez y
admiraron su inteligencia, honrándose con su amistad.
Hoy, el muchacho como lo llaman los que no comulgan con ese crédito político que él
ha sabido sustentar contra todas las borrascas, es el prestigioso ciudadano que
condensa en sí los anhelos de toda la juventud del Tandil (…).43

Nos atrae el entorno sociopolítico de Don Raimundo. Nacido en Tandil, nieto de


Hipólito Piñero y Josefa de Montes de Oca, e hijo de Raimundo Piñero y Rudencinda
Casado (sobrina política de Pilar López de Osornio y de Alejo Machado, quien fue
nombrado administrador de la estancia de Raimundo a partir de 1848). Perteneciente
a una familia de acomodados hacendados, participó activamente en las diversas
asociaciones de la localidad. No era masón. No obstante, se casa con Ana Dhers, hija de
Juan María Dhers, quien era masón y propietario del Hotel “La Piedra Movediza”, lugar
donde habitualmente se reunían los masones-radicales a debatir cuestiones políticas.

42 Coincidimos con Leonardo Fuentes cuando afirma que “(…) el caudillo local, cuya figura se hallaba
superpuesta a la del intendente, tenía como principal capital político su capacidad de manipulación y el
conocimiento del padrón electoral municipal que le permitía dominar la situación comunal”. Ver:
Leonardo Fuentes, ob. cit., 2002, p. 6.
43 LV: “Siluetas locales, Raimundo Piñero”, 18/02/1902, N°95.

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(…) el 1° de Mayo tuvo lugar en el “Hotel de la Piedra Movediza” el momento del
lunch, con que la redacción de nuestro semanario obsequió á sus amigos y demás
personas que simpatizan con el liberalismo y su causa (…)”. Entre las personas
presentes estaban los señores Juan M. Dhers, Manuel S. Gordillo padre e hijo, Antonio
Nigoul, Juan A. Dhers, Mariano Dhers, José S. Gordillo, José Antonio Cabral, Francisco
Gordillo, Carlos A. Dhers, entre otros.

Raimundo Piñero ocupó por muchos años la presidencia del Comité Radical y
en dos períodos el gobierno municipal (1899-1900 y 1902-1904), creando a su
alrededor redes que lo vincularon, junto a su grupo, en la esfera de los notables.

El voto del elector de la Lista Única debe haber resonado con vibraciones, que en
este apartado rincón de la provincia argentina, existe una agrupación de hombres
presididos por un hijo de Tandil, de espíritu sereno y corazón patriota, el señor
Raimundo Piñero, que no tiene mas ambición que el bien colectivo, sin mas ideales
que la felicidad del pueblo, sin más aspiración que el progreso de la Patria. 44

Hipólito Josefa de
Piñero Montes
de Oca José Gómez
Ignacio
Macedonio Gómez
Víctor Marcelina Alejo
Facundo Gómez Machado
Jacinto ¿?
Josefa Gómez
Anacleto Casado
Domingo
Dorotea
Buenaventura Ramón
Rudencinda Pilar Benito
Raimundo Gómez ¿?
Casado López de Machado
Osornio

¿? Juan María
Dhers José Ángela
Ciriaco Machado

Rosaura
Machado
Ana
Dhers Raimundo
Piñero
Primeras Nupcias

Segundas Nupcias
Primos -Hermanos
44 LV: “El Comité Radical del Tandil”, 11/02/1902, N°94.
Sobrinos - Políticos
- 33 -
El diagrama muestra la red familiar de Piñero, que emparenta al caudillo
radical con algunas personalidades que tenían que ver con el sector más tradicional,
como los Machado y los Gómez; y lo relaciona también al grupo más “liberal-masón”
como los Dhers.
Al observar esta red configuramos una esfera a su alrededor que vincula a los
diferentes grupos familiares, sean éstos conservadores o radicales. Hasta podríamos
suponer que los sospechosos de provocar la matanza de Tata Dios ante el fracaso del
plan debieron –además de renunciar a sus cargos- ampliar la red de sociabilidad y
vincularse a un sector más heterogéneo en su base social, económica y política. Y
aunque existiesen hostilidades y “diferencias” en las posturas ideológicas el pueblo
chico los obligó a entablar redes y sociabilidades entre los diversos grupos sociales.
Aunque el florecimiento de instituciones, producto del aumento poblacional, había
sido significativo no lo fue tanto como para no compartir espacios. Desvincularse no
resultaba conveniente en Tandil para aquellos que quisieran formar parte de la
dirigencia. “Los vínculos son el tejido conectivo que permite comprender la trama
social y el funcionamiento de ciertos comportamientos”.45 Si “la tierra vinculó, separó
y hasta enfrentó a miembros de un aparente mismo grupo social” 46 imaginamos que
por el poder sucedería lo mismo.
El semanario Luz y Verdad destinó páginas enteras a los ideales de la
Revolución de 1890, así como a los hombres que lucharon por la causa radical. Esto
nos hizo pensar que si bien pudieron adherir convencidos a las doctrinas radicales, tal
vez existió un sustento por parte del gobierno local a la publicación masónica, ya que
quienes administraban los recursos municipales eran los mismos masones que
escribían.

Piñero, en su Comité, sentado en la Presidencia, que ocupa desde que aquél se fundó,
es algo que atrae, que sugestiona, por su figura altiva, por su mirar de fuego, por su
palabra de patriota y convencido; rodeado de sus buenos y numerosos amigos que él
con exquisito tacto y habilidad ha sabido mantener unidos, y por lo tanto

45 Andrea Reguera, ob. cit., p. 16.


46 Ídem p. 19.

- 34 -
invencibles, es algo así como un hermano, como un padre, que con el consejo de su
serena razón y el cariño en que rebosa su alma, guía a sus hijos por la senda del bien
y del progreso, para felicidad de la sociedad, en que actúan, Piñero en su Comité, es
el alma de ese cuerpo orgánico cuyas partículas las constituyen sus correligionarios,
es el cerebro pensante en cuyas concavidades se agitan ideas cultas (…).47

Piñero alternaba el gobierno con otro radical, Federico Demarchi. De origen


italiano y tipógrafo de profesión, quien editó en 1893 el periódico El Centinela. Aparte
de ocupar funciones en el gobierno desempeñó diferentes cargos dentro del Comité
Radical. Su administración sucedió en un momento presupuestariamente difícil. Al
finalizar el mandato de Piñero, en 1901 fue elegido intendente por el Honorable
Concejo Deliberante, y Piñero presidente del mismo. En una nota publicada en el
semanario se intenta justificar o advertir que en las condiciones económicas en que
asumía el nuevo intendente la dirección surgirían complicaciones si no existía una
amplia colaboración.

El H. C. Deliberante interpretando las aspiraciones populares y cometiendo un acto


de reconocida y sana justicia, ha elegido para desempeñar el cargo de Intendente
Municipal, al Sr. Federico Demarchi.
Nuestro organismo municipal tan lleno de resortes, que según la ley tienden al
mejoramiento de las instituciones, pero que con la mayor facilidad pueden ser
desnaturalizados y hacerlos servir de agentes de ambición, encontrará en el señor
Demarchi una eficaz fuerza propulsora y una mano sabia y enérgica para su
dirección, condiciones reveladas ya por él, en el pasado ejercicio48.
Entonces, como ahora, tendrá que luchar contra la escasez de recursos, y como
consecuencia de esto, contra la abundancia de egresos; pero el mal no reside ahí
precisamente: el vicio que descompone y corroe la máquina administrativa, no está
arraigado en el hecho de que los presupuestos sean deficientes y autoricen mas
salidas que las entradas que pueda tener el tesoro comunal; el cálculo de recursos es

47LV: “Raimundo Piñero”, 18/02/1902. N°95.


48Federico Demarchi en 1897 y 1899 fue Vicepresidente primero del Concejo Deliberante y Defensor
de Menores. En 1898 fue Vicepresidente segundo y participó de la Comisión de Instrucción Pública y
Policía. En 1899 fue Presidente del Concejo Deliberante. En 1902 fue nuevamente Presidente del
Concejo Deliberante y en 1903 Defensor de Menores. En 1900-1901 y 1904 fue Intendente Municipal.

- 35 -
sabio y está formulado sobre causas y circunstancias reales y positivas; el mal pende
tan solamente en la forma en que se efectúa la percepción de la renta.
Por causas que son demasiado conocidas para detallarlas aquí, el presupuesto de
recursos de nuestra comuna, comparado con la percepción efectiva anual, ofrece una
notable diferencia, un déficit que da margen a la descomposición del régimen
municipal, y pone al Departamento Ejecutivo en la triste situación de no poder
cumplir debidamente con las obligaciones que contrae, -Y ya hemos dicho que el
presupuesto aludido esta dentro de lo cierto; es decir, no están calculados recursos
imaginarios.
Entonces, ¿cuál es la causa?
Sencillamente: No se activa en forma el cobro de los impuestos en general.
Este vicio orgánico, que año tras año va acrecentando las deudas, y por consiguiente
los intereses que se convierten en prejuicios, es del conocimiento del señor
Demarchi, quien ha podido palparlo en su pasada administración.
Conociendo entonces la causa del mal, le será fácil subsanarlo, con un poco de
energía y buena voluntad por su parte, y por la de los empleados a sus órdenes.
El pueblo no pide obras magnas ni actos extraordinarios de administración, porque
demasiado comprende que en las circunstancias en que actualmente se encuentra el
tesoro de la comuna, pedir peras al olmo.
Lo único que solicita es una sabia dirección de los negocios actuales y una
provechosa administración, deseos que á no dudarlo, sabrá llenar cumplidamente el
señor Demarchi, contando como cuenta, con el beneplácito y la ayuda de la opinión
sensata del Tandil.49

La década controlada por los radicales estaba llegando a su fin. Dentro del
propio Partido habían surgido conflictos como acusaciones al intendente por
malversación de fondos públicos y de violencia en la jornada electoral de 1904, donde
los hombres de Piñero habrían obligado a los concejales a votar por su candidato el Sr.
Demarchi. Mediante una posible ofensiva a Raimundo Piñero y sus adeptos durante
ese año electoral la hegemonía radical se desmoronó, iniciándose un periodo
gobernado por los conservadores. El semanario ante el hecho dejó de publicarse.

49 LV: “El Intendente Municipal”, 8/01/1901, N° 37.

- 36 -
Según el diario Nueva Era, el robustecimiento radical en Tandil inquietó al gobernador
Ugarte, quien el 27 de abril de 1904 envió al inspector Rufino Pereyra con personal
policial para destituir al intendente de sus funciones reemplazándolo por el
comisionado Emilio Vivot.50 José Antonio Cabral expresaba:

(…) La caída del Partido Radical del gobierno municipal de Tandil, trajo aparejadas
nuevas persecuciones políticas a quienes habían pertenecido a dicha agrupación. El
señor Piñero fue conducido detenido a Bahía Blanca, acusado de sedición, y otros
radicales permanentemente hostigados por la policía local.
Además, las elecciones municipales sólo eran fraudes que imposibilitaban el acceso
de los radicales al gobierno comunal. Tras el fallido intento revolucionario de 1905,
la persecución se acentuó y varios de los luchadores del partido fueron detenidos
nuevamente, entre ellos Pablo Casetti, José A. Cabral e Ignacio Salas. Don Raimundo
Piñero, miembro también del Comité Nacional, pudo evitar la detención
permaneciendo oculto, pese a que su figura ya trascendía en todo el ámbito político
provincial.51

Expansión de la logia hacia otros espacios


Advertimos que la masonería fue un tipo de asociación estrechamente
vinculada a la política local desde sus inicios teniendo como misión, de acuerdo a su
discurso, terminar con el error y el fanatismo religioso a través de la verdad y la
ciencia positiva, adjudicándose el establecimiento de las primeras asociaciones
florecientes y el fomento de la beneficencia en la localidad. La masonería actuó como
un canal de comunicación entre lo privado y lo público, procurando influir en la
dirección de la sociedad, apropiándose de espacios que iban más allá de las tenidas52

50 Nueva Era, Bodas de Oro 1919-1969, p. 67.


51 Ídem.
52 Se disciernen tres tipos de tenidas: TENIDA: Galicismo que designa una sesión de trabajo (ordinaria,

extraordinaria o solemne) realizada por masones, con arreglo al método o rito que practiquen y en un
grado también determinado (1°, 2° o 3°, en las Logias simbólicas). Los masones de grado inferior a la
Tenida no pueden asistir a ella por no conocer la temática y las características del grado. Por la misma
razón, tampoco pueden asistir “profanos” (personas no iniciadas en el trabajo masónico). TENIDA
BLANCA: es una Tenida a la que tiene acceso algún profano para ilustrar a los masones sobre un tema o
temas de interés específico (generalmente científico o cultural). TENIDA FÚNEBRE: es una Tenida
dedicada a recordar y honrar la memoria de un Hermano de Logia pasado al Oriente Eterno (fallecido).

- 37 -
en el templo. Existió, de ese modo, un propósito de abarcar otras esferas, como por
ejemplo el de la opinión pública, la cultura, la beneficencia y, como percibimos, el de la
política, ya que los iniciados en la masonería supieron crear vínculos relacionales que
fueron aprovechados para la obtención de cargos políticos. Y una vez ejerciendo en
ellos tuvieron el poder suficiente y la influencia para erigir o vincularse a instituciones
culturales y filantrópicas que respondieran a las demandas de la sociedad, demandas
que el Estado aún no suplía.
Corría el año 1880 cuando los masones impulsados por las iniciativas del Dr.
Eduardo Fidanza -quien ocupó la Intendencia entre 1883 y 1885- y su cuñado el Dr.
José Fuschini fundaron el primer hospital de Tandil, el cual reemplazó a la Casa de
Sanidad implantada en 1875.53 Denominado Asilo San Juan, ubicado en calle Río
Bamba (hoy calle Alem54) entre Maipú y 25 de Mayo; en 1888 pasa a ser el Hospital
Municipal, presidiéndolo Fuschini55, quien llevó adelante este proyecto destinado a los
enfermos necesitados.
Las relaciones sociales y políticas les permitieron a ambos médicos concretar
tan anhelado sueño e implementar políticas relacionadas a la higiene y salud pública,
influenciados por la concepción de “orden y progreso”. No obstante, la compra por
parte de la Municipalidad del Asilo San Juan en el año 1888 irritó a muchos opositores.
La dirigencia fue criticada en el diario El Eco que en 1889 publicaba:

Reiteramos y reiteraremos una y mil veces más hasta conseguir una solución, la
pregunta que hicimos en nuestro anterior numero: ¿De quién es el hospital que
indebidamente se titula municipal? ¿Porque ya que se ha propuesto la venta y
acordado la compra no se estendieron (sic) las escrituras?

También puede celebrarse una “ceremonia fúnebre”, a la que asisten los familiares y amigos del
Hermano fallecido.
53 Karina Carreño, Noches alegres, muchachas tristes: la prostitución legal en Tandil, 1870-1910, Tandil,

Dirección de Cultura, 2005.


54 Esta calle integró la primera delineación de Tandil en 1858, designada con el nombre de Río Bamba.

A partir del 20 de julio de 1918 su denominación definitiva fue Leandro N. Alem. Libro de Actas N°
1260, Archivo Histórico Municipal de Tandil.
55 El Doctor José Fuschini presidió la Logia Luz del Sud N° 39 entre 1875 y 1876. Alcibíades Lappas, La

masonería argentina a través de sus hombres, Buenos Aires, Edición propia, 1966, p. 199.

- 38 -
No lo sabemos, pero se vislumbra en esto una tendencia poco favorable para la
municipalidad y por consiguiente para el pueblo.
Han transcurrido muchos meses desde el día que se propuso la venta del dichoso
“Asilo” y casi otros tantos desde que se aceptó (…)
Se están haciendo refacciones de consideración en el hospital, refacciones que
costarán un fuerte desembolso a la exhauta (sic) caja, por exigirlo así las pésimas
condiciones en que se encontraba cuando se adquirió.
Ahora bien: es justo, es lógico que la municipalidad haga esos sacrificios en una casa
que aún no le pertenece y sabe Dios solamente si llegará á pertenecerle? (…)
Hay que ser inexhorables (sic) con aquellos que quieren vivir a costa de los dineros
del pueblo. Pero también hay que ser intransigentes con los que desean negocios
ilícitos que perjudican a cada uno en particular y al público en general.
¿Qué ha sacado en limpio la municipalidad de esta dichosa venta? (…)
Y en resumen, ¿qué beneficios tendrá? (…)
Ínterin el pueblo presencia estos escándalos sin nombre, hijos de caprichos vanos ó
de ideas insidiosas y malignas, otros habrá que día a día al acordarse de la cosa se
reirán á sabor, tildando a cada uno con su verdadero nombre. (…).56

Supeditada al Hospital Municipal los masones fundaron la Sociedad


Cosmopolita de Socorros Mutuos. Las esposas y hermanas de masones, amparadas
por éstos, habían fundado años atrás la Sociedad Hermanas de los Pobres que cumplía
un rol importante en la atención de las necesidades de los sectores más pobres. Dicha
Sociedad dependiente de la Logia no llegó a tener más de veinte años de vida,
factiblemente por contrariedades internas. Estas mujeres cumplieron un rol sólido en
la beneficencia, formando parte de la red asociativa.

(…) La misión de aquellas damas generosas, no erá otra cosa que proteger y auxiliar
al desvalido; trabajar incesantemente para aliviar sus males, cubrir sus míseras,
calmar sus dolencias, mitigar su hambre y su sed. -Donde la miseria tendría su
lúgubre manto, una mano caritativa, una hermana de los pobres, golpeaba la puerta
de esa mísera vivienda para alcanzar al necesitado lo que le hacía falta.

56 El Eco del Tandil: “En qué quedamos”, 18/02/1889.

- 39 -
(…) En fin. Durante el tiempo que esá benemérita asociación se sostuvo, supo
cumplir en todas sus partes la misión que generosamente se impuso. –y el día que
ese núcleo de damas bien intencionadas se vieron imposibilitadas para seguir
adelante con su honrosa tarea, se encontraron con que en el balance, la sociedad no
era dueña ni de una miserable silla! Nos diréis, amables lectores, porque siendo una
sociedad de fines tan filantrópicos, se encontró tan sumamente pobre á su
disolución?
No es un enigma indescifrable; es sencillamente lo siguiente: No estamos
acostumbrados á proteger sociedades ó congregaciones que no den resultados
pecuniarios bastante satisfactorios, á los “desinteresados protectores”! Eso es todo
(…).57

En su momento la Sociedad Hermana de los Pobres58 había colaborado en la


administración del Asilo San Juan.59 Ahora, el intendente Piñero les encomendaba a
aquellas mujeres la tarea de ejercer la caridad mediante la Sociedad Cosmopolita de
Socorros Mutuos acercando a la familia del paciente vestido y alimentación. Luz y
Verdad anunciaba:

Los que suscriben invitan á todas las personas que simpaticen con la idea de formar
una Institución de Socorros Mutuos y dé Beneficencia, con la base del actual Hospital
Municipal, -á suscribir el acta de adhesión que está en poder de Don Pedro Barbé,
calle 9 de Julio Nro. 506.
Joaquín Rivera. – Raimundo Piñero. –Horacio Cavenago. –Alberto Speroni. –Santiago
Serigós. –Francesico Iglesias. –Carlos Linne. –Blas P. Grothe. –Pedro Barbé. 60

El Hospital podría hacerse cargo de esta asociación, sosteniéndose con los


fondos obtenidos de la cuota mensual de los asociados. Piñero había evaluado la
imperiosa necesidad de establecer una institución de socorros mutos diciendo que:

57 LV: “Siempre los frailes”, 22/05/1900, N° 3.


58 La Presidenta fundadora de la Sociedad Hermana de los Pobres, institución surgida el 6 de enero de
1888, fue la Sra. Josefa M. de Venegas esposa del masón José Venegas.
59 El Eco del Tandil, 6/04/1888.
60 LV: “Al Vecindario”, 16/10/1900, N° 25.

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(…) el actual Hospital no respondía a las necesidades públicas, á pesar de los
inmensos esfuerzos que hacía para su sostén la autoridad edilicia (…). Que á cortar
de raíz estos males, propendía la formación de la nueva sociedad, que teniendo por
base el Hospital Municipal, calcándola en la organización de las asociaciones
semejantes establecidas en los pueblos cultos de la República y del extrangero (sic),
y contando con las subvenciones del Estado y con el apoyo moral y pecuniario que
se hallaban dispuestos á prestarle las personas pudientes y caracterizadas de este
pueblo (…)61

En un proyecto orgánico los masones, sus mujeres y su entorno fueron más allá
de la beneficencia privada y pública abarcando espacios que tenían que ver con la
cultura y la educación. La Sociedad Belgrano Amigos de la Educación de carácter
educacional no tenía el objetivo de hacer caridad sino proporcionar ropa y calzado a
los niños para que puedan concurrir de manera decente a la escuela. La asociación
estableció un Estatuto que expuso en su artículo primero que,

La Sociedad actuara con el objeto de propender á que la educación se difunda


abundantemente por entre todas las clases sociales, promoviendo para ello, la mayor
afluencia de niños á las aulas escolares y organizando conferencias públicas y
emprendiendo la publicación de una revista periódica, en las cuales se diserte sobre
temas sociales, científicos, etc., que tengan atinencia (sic) con la educación popular, y
coadyuvará, así mismo según el artículo 2. con su influencia moral y pecuniaria, á la
edificación y refacción de edificios para escuelas, y constituirá becas para formar un
magisterio propio es decir, para ayudar con cuotas mensuales y mientras duren sus
estudios, á los que nacidos en esta localidad y siendo pobres, tengan aptitudes y
vocación para el ejercicio de la carrera del profesorado.62

La Asociación fue renovando sus autoridades. En los primeros años de la


década de 1900 la dirección estuvo a cargo de los masones Juan María Dhers, Enrique
Lamy y J. S. Riva, quienes reformularon su Estatuto.

61 LV: “La Nueva Asociación”, 9/10/1900, N° 24.


62 LV: “Astucia clerical”, 2/04/1901, N° 49.

- 41 -
(…) Afortunadamente, todo pasa, y la crisis que sufre hoy la benemérita asociación,
ha de desaparecer en breve, merced á la recta intención de los hoy sus miembros.
Y tiene que suceder asi. –El fin para que fué creada, cuenta con las simpatías de
todas las personas sensatas, porque es un fin, noble, digno de ser llevado á feliz
término; y si bien es cierto que hasta hoy han dejado mucho que desear los medios
empleados, la conducta de unos pocos tampoco puede perjudicar al conjunto, y
desnaturalizar el propósito sano que siempre ha ganado a la mayoría de los
miembros: Hacer que la “Sociedad Belgrano”, cumpla con su hermosa misión. 63

La Sociedad compraba calzado y ropa a través de llamado a licitación a los


comercios de la ciudad. La compra era distribuída a los niños inscriptos en la
asociación, que cumpliesen con el requisito de ser pobre y encontrarse en edad
escolar. Además de la cuota mensual aportada por sus miembros, se realizaban
actividades recreativas y culturales para recaudar fondos.
La sociabilidad masónica se caracterizó como una red compleja. Quienes
integraban la logia, y las asociaciones que dependían directamente de ella; formaban
parte también de otras entidades de la ciudad. La pertenencia a diferentes ámbitos
formaba los vínculos y expandía y reproducía la red.
Tomando una muestra de dieciocho hombres -catorce masones y cuatro no
masones- formamos un cuadro que nos grafique la comunicación que existía entre
ellos, más allá de que no todos concurriesen a los mismos espacios ni compartieran
una postura ideológica.64

63 LV: “La Sociedad Belgrano”, 12/03/1901. N° 46.


64 El cuadro está basado en el semanario Luz y Verdad, Diarios Nueva Era y El Eco del Tandil. Sin dudas
la red es mucho más amplia, nosotros hemos tomado sólo dieciocho hombres vinculados de alguna u
otra manera a seis instituciones establecidas en la localidad. Hemos dejado a un lado –por no ser eje de
la investigación- los espacios dirigidos por las mujeres. Ellas jugaron un rol fundamental en las redes
vinculares.

- 42 -
Sociedad
Cosmopolita

Sociedad
José Fuschini Española

Juan María Dhers


Juan José Zabala
Juan Setzes
Francisco Amespil
Manuel Gordillo

José Antonio Cabral


Logia Luz
del Sud N°
Bernardo Sabatte Laplace Manuel Vogelius
39
Higinio Plazas

Julián Duffau

Sociedad de Luis Rivas


Socorros Mutuos-
Sadi Carnot Francisco Sampaul Municipalidad
Eduardo Fidanza

Antonio Nigoul

Partido
Radical
Federico Demarchi

Raimundo Piñero

Juan Bautista Arabehety

Podríamos mencionar un ejemplo de la comunicación que existía entre los


asociados de las diferentes instituciones. Un 25 de septiembre de 1901 cuando los
masones inauguraron “El Centro Bernardino Rivadavia”, con el objeto de que tenga la
trascendencia que merecía eligieron realizar el festival en el espacioso edificio de la
Sociedad Italiana. Aunque el el Centro respondiese a una iniciativa intelectual,
íntimamente relacionada a los intereses masónicos. El Dr. Pablo Barrenechea,

- 43 -
vinculado a un periódico de una ciudad vecina, dirigió una carta al Director de Luz y
Verdad diciendo:

Mi querido amigo: Veo por su valiente e ilustrada “Luz y Verdad” que no pierden el
tiempo.
El Centro “Bernardino Rivadavia” es por su tendencia y su significado, una gallarda
prueba de energía y de labor.
Mis felicitaciones, y mis saludos a todos.
Su affmo. Y S. S.65

Requisitos para los iniciados a la Logia


La Logia mantuvo un funcionamiento y una política interna que exigieron
determinados requisitos para los ingresantes. Definida como esencialmente iniciática,
“podríamos intentar definir la iniciación como la ceremonia por la cual un
determinado individuo, libre de prejuicios y de ánimo critico, decide entrar a una
sociedad que ha sido constituida conforme a determinadas tradiciones, y es conducido
por un miembro de ella, que a su vez ha sido iniciado regularmente en esa sociedad,
constituyendo una serie ininterrumpida de iniciaciones, todo ello para aprender un
arte o una filosofía determinadas que servirán tanto para el mundo externo como para
el interno de cada sujeto, igualándose gracias a esta ceremonia con sus futuros pares,
ya que todos han pasado por ella”.66
La renovación en el interior de la logia, en la década del noventa, significó una
flexibilización en las iniciaciones. La clasificación socio-ocupacional de los masones
perfilaba la organización de las logias.67 Los primeros integrantes, fundadores de la
masonería en Tandil, pertenecieron al sector socioeconómico más encumbrado de la
sociedad, como fue el caso de Ramón Santamarina (hijo del inmigrante). Con los años
el perfil de los iniciados se adaptó a los nuevos tiempos, permitiendo la iniciación de
los sectores medios, hijos de inmigrantes o descendientes de importantes familias, en

65 LV: “Centro Bernardino Rivadavia”, 20/09/1903, N° 177.


66 Pablo Mateo Tesíja, Masonería, Conspiración y Poder. De la iniciación a la revolución, pp. 7-8, Buenos
Aires, Kier, 2009.
67 Emilio J. Corbiere, La masonería. Política y sociedades secretas, Buenos Aires: Sudamericana, 1998.

- 44 -
su mayoría profesionales y comerciantes, influyendo el nivel cultural y la capacidad de
lograr la pertenencia al círculo, a través de un amigo, familiar o conocido lo que les
abría las puertas de esa esfera:

Aquí reina un ambiente de amistad franca y sincera; aquí el hombre se vincula al


hombre para prestarse mutua ayuda en la jornada de la vida; pero, aquí también
hay que luchar sin mas armas que el pensamiento ni mas broquel que la conciencia,
porque la vida es lucha y el individuo que se acobarda para emprenderla con
decisión y energía, es una víctima de su propia incapacidad. Nuestra institución
exige que se ejerciten las energías, que se levante el pensamiento, que la mente se
ilumine con la aureola de la verdad, para que enviando sus rayos diamantinos á las
masas sociales que gimen en la ignorancia, les indique el sendero de su propia
regeneración.68

Los iniciados conformaron la elite letrada. Una elite que incluía a la mayor
parte de la “inteligencia”.69 Si bien “el secreto iniciático masónico” era una experiencia
que no se podía explicar; y solo se entendía vivenciándolo, lo que lo hacía
intransferible, los masones procuraron abrir las puertas de la logia a la ciudad en
lugar de ocultarse,

Los miembros de la Logia “Luz del Sud” de esta ciudad preparan un hermoso festival
masónico para el día viernes del corriente a las 8 p. m.; el que tendrá lugar en la calle
General Rodríguez N° 364, y con el que se conmemorará al 30° aniversario de la
fundación de aquella.
Se verificará una tenida blanca ó ceremonia de adopción de niños, hijos de masones,
lo que servirá para poner de manifiesto ante los profanos que concurran, todas las
bellezas de la Orden Franc-Masónica (…).70

68 LV: “Lo que deben hacer los masones”, 14/04/ 1903, N° 154.
69 Eduardo Míguez, ob. cit., p. 342.
70 LV: “A nuestros lectores”, 20/01/1903, N° 142.

- 45 -
Recapitulación
En este primer capítulo delineamos el contexto en que se produce la expansión
de la masonería en el interior de la provincia de Buenos Aires, y el desenvolvimiento
económico, social y político experimentado en Tandil, advirtiendo que estos cambios
impulsaron la explosión de la vida asociativa.
En este sentido, la logia Luz del Sud se adecuó perfectamente a las exigencias
del período. Organizada a partir de formas contractuales e igualitarias, con un manejo
interno democrático y el uso de la prensa escrita como medio de expresión, se
propuso concretar un proyecto orgánico que abarcó esferas como la política,
beneficencia, cultura y educación, procurando influir en la dirección de la sociedad en
un contexto en el que el Estado aún no cubría las demandas de la sociedad.
Más allá de plantearse el objetivo de difundir su humanitaria misión, los ideales
y valores masónicos, la logia fue instaurada con la intención de defender los intereses
de un grupo particular y reducido de la sociedad tandilense; y también encauzar sus
propósitos políticos.
En la década del noventa, coincidentemente con el surgimiento del radicalismo,
vimos una “renovación” en las iniciaciones, flexibilizándose y adaptándose a los
nuevos tiempos admitiendo a sectores medios (en su mayoría profesionales y
comerciantes). La capacidad de formar y mantener las redes de sociabilidad y el nivel
de instrucción, les abrió las puertas de la esfera. Estos ingresos no significaron un
recambio en la conformación del grupo, porque para posicionarse necesariamente
tuvieron que crear vínculos previos con los ya insertos para formar parte de la red
social.
Lo mismo sucedería con la política local. En este sentido, las redes familiares –
como el caso visto de los Piñero- y los vínculos creados a partir de las diversas
asociaciones , incluida la masonería (cuadro 3) nos mostraron que las diferencias
ideológicas se matizaban en espacios socio-urbanos que respondían a dinámicas de
una ciudad chica en la que todos se conocían entre sí. Ello nos llevó a repensar las
prácticas relacionales, donde las dimensiones de dichos espacios ejercieron influencia
en la construcción de las redes de sociabilidad.

- 46 -
Pudimos ver que los masones, en su mayoría fueron simpatizantes, y algunos
fieles seguidores, del radicalismo -representado en figuras carismáticas como
Raimundo Piñero- y supusimos que dicha adhesión tuvo que ver con un sustento
económico por parte del gobierno a las actividades llevadas a cabo por la masonería
(como la publicación del semanario Luz y Verdad).
La pertenencia a la logia les facilitó la posibilidad de crear nuevos contactos y
favorecer su relación con el poder. Fue no sólo un canal de politización, sino un
espacio de opinión moderna, un lugar de encuentros sociales y prácticas asociativas.
Los que se iniciaron en este período formaron una elite letrada que se propuso abrir
las puertas de la logia y no ocultarse, como también expresarse usando la prensa
masónica. En ello nos centraremos en el próximo capítulo.

- 47 -
CAPÍTULO II

La prensa masónica: el semanario Luz y


Verdad

- 48 -
En todas partes ha prestado y presta grandes servicios a los países, porque es el
verdadero reflejo de la opinión misma, encarnada en un nuevo poder que
aunque carece de medios coercitivos, se impone y domina como voluntad
popular por constituir una parte del engranaje en la maquina gubernativa.71

¿Podríamos explicar el surgimiento y consolidación de figuras, grupos o


movimientos políticos, sin tener en cuenta el poder de la prensa como mediadora en la
política? ¿Comprenderíamos el declinar de viejas formas y el surgimiento de nuevos
perfiles de participación política sin pensar en la influencia de los periódicos?
En el siglo XIX la prensa fue considerada un canal esencial de legitimación del
orden democrático y republicano, comparándosela en importancia con la educación
pública en el “progreso” y desarrollo de las sociedades.

Noble y elevada es la misión educadora de la prensa. Ella puede contribuir al par que
las escuelas á la educación del pueblo y á la cultura de las sociedades, á tal punto que
puede ser la medida de su desarrollo moral, intelectual e industrial.
(…) Uno es el faro que ilumina durante una existencia. El otro es luz que aumenta la
intensidad del primero conforme las causas y los tiempos lo determinan.72

En el presente capítulo indagaremos el semanario masónico Luz y Verdad con


la intención de que nos permita descubrir, entre otras cosas, las posturas ideológico-
políticas y la visión que sobre la sociedad construían los masones.
La libertad de expresión fue el marco dentro del cual se dieron los conflictos sin
desequilibrar a la sociedad y sus instituciones. Fue un mecanismo esencial para
mantener el adecuado balance entre la estabilidad y el cambio. Fueron aquellos
periódicos los que se caracterizaron por contener y expresar luchas políticas con el fin
de proteger los derechos y libertades civiles de los ciudadanos, como asimismo
resguardar los intereses de un determinado sector político. Una prensa política que,
siguiendo el análisis de Zimmermann73, cumplía dos funciones. Por una parte, servía

71 LV: “La Prensa”, 14/05/1901, Nº 55.


72 El Eco del Tandil: “El Magisterio y el Periodismo”, 8/01/1889.
73 Eduardo Zimmermann, ob. cit. P. 3 y 4.

49
como herramienta de propaganda de una determinada facción política para alcanzar
resultados políticos. Propaganda que dependía en la mayoría de los casos del sustento
económico de una agrupación, y que por esta razón opinaba a favor de ésta sea cual
fuere su pensamiento. Y, por otro lado, como una nueva forma de expresión de una
sociabilidad política.
El espacio físico de los periódicos funcionó como ámbito de discusión,
elaboración de propuestas políticas y formación de una opinión pública. Claramente,
el objetivo de éstos no fue el de informar, aunque también lo hacían, sino el de opinar
utilizando un vocabulario político apasionado. Un nuevo poder de la opinión que en
ocasiones legitimaba la acción de los gobernantes, de los gobiernos y de la política en
su conjunto, como también –en otros casos- criticaba despiadadamente su accionar.
“(…) Discutir fue el objetivo de la prensa del siglo XIX. Decir que esta prensa era
política, de opinión o partidaria sería una redundancia. Aunque informara, ésa distaba
de ser su meta. La prensa irrumpió con fuerza en América Latina con los conflictos
políticos e ideológicos que rodearon la Independencia y continuó siendo a lo largo del
siglo, y aún entrando en el siguiente, uno de los principales ámbitos de discusión
pública y una de las principales formas de hacer política (…)”.74
Con explicita intencionalidad la prensa difundía valores, ideas, plataformas
políticas, anhelos sociales, iniciativas de progreso inquietudes cívicas, e integraba un
componente fundamental e indispensable del periodo; que no sólo creaba una imagen
pública de la facción representada, sino que también les otorgaba una voz, una
identidad, al tiempo que canalizaba intereses personales.75
Quienes llevaron adelante el oficio de diaristas lo hacían a la par de otras
actividades económicas. El periodismo no brindaba el sustento suficiente como para
dedicarle tiempo completo. Alicia Megías estudia la prensa y la formación de la
opinión pública en Rosario a mediados del siglo XIX y plantea que los promotores de
la prensa local fueron abogados, educadores, militares y al mismo tiempo funcionarios
públicos y diaristas activos no únicamente por vocación, que sin duda la tuvieron. Este

74Paula Alonso, ob. cit., 2003, p. 2.


75Paula Alonso, Entre la Revolución y las urnas. Los orígenes de la Unión Cívica Radical y la política
argentina en los años noventa, Buenos Aires, Sudamericana, 1994.

50
tipo de acercamiento a la actividad periodística originó un tipo de prensa como
instrumento político más que un órgano de expresión literaria. Estos hombres
pusieron sus energías en el ámbito político antes que en el de las imprentas que
fueron predominantemente sus herramientas políticas.
La prensa como medio de expresión y legitimación. Desde ese punto de vista
analizaremos el semanario masónico teniendo siempre como eje que el periodismo
fue un instrumento que los masones pudieron utilizar para el desarrollo de su carrera
o para relacionarse con el sistema político; y asimismo, a través de él, muchos de los
que estaban fuera de la esfera política podrían descubrir una manera de canalizar sus
reivindicaciones. Ver en este grupo social la manipulación de la prensa de forma
interesada para el logro y construcción de un proyecto orgánico en el cual ellos
formaran parte tanto de la educación, como de la cultura, la beneficencia y la política.
El semanario masónico Luz y Verdad fue creado por Manuel S. Gordillo (h.) y
Antonio Nigoul en la ciudad de Tandil en mayo de 1900. Su nombre coincide con la
primera logia fundada en la ciudad de La Plata denominada Luz y Verdad, incluso la
primera publicación del semanario fue un primero de mayo cinco años después de
que se fundara esta logia: el 1 de mayo del año 1885 la Gran Logia de Argentina le
otorgaba el 79 a la Logia Luz y Verdad de La Plata como número de orden
correspondiente. 76
La publicación tandilense fue de “corta vida, pequeña tirada, lenguaje violento
y apasionado, producido por quienes hacían política, además, con la pluma”.77 El
programa del semanario quedó planteado en la columna principal del primer martes
de mayo:

(…) no queremos encerrar nuestro programa en un circulo doctrinario. Juzgaremos


sobre el terreno de los hechos, que por su naturaleza y variedad no están sujetos a
reglas fijas ni apreciaciones determinadas.
Sin embargo, he aquí nuestra norma. Si os parece llamadle programa: Combatir el
error, sea cual fuera la forma en que se presente. Si erramos, agradecemos al que nos

76 Martín Epeloa, “La Plata, la masonería y el desafío de la ciudad racional”, en Nueva Historia de las
Redes Masónicas Atlánticas, Dévrig Mollés (Compilador), La Plata, Edulp, 2012.
77 Paula Alonso, ob. cit. 2003, p. 8.

51
lo demuestre. No aspiramos á mayor satisfacción que la del bien cumplido, y no nos
entusiasmarán los aplausos, ni nos arredrarán los silbidos.
La existencia de Dios y la doctrina del Cristo, es nuestra bandera. Nuestro escudo, la
luz y la verdad! 78

Si bien admitió en su primera hoja no encerrarse en un círculo doctrinario y


juzgar sobre el terreno de los hechos hay que tener en cuenta las características de
esta prensa ya señaladas en los párrafos precedentes. Una prensa política que fue el
medio por el cual los masones de Luz y Verdad expusieron su adhesión a las ideas del
Partido Radical. El cuerpo de redactores utilizó el papel como canal de transmisión
ideológica de esta agrupación política; y por otro lado, como expresión de una
sociabilidad y legitimización de las acciones e ideas masónicas. Estos propósitos
formaron parte de los ejes centrales del semanario.

La prensa es medio convincente de comunicación de masas y forjadora de la opinión


pública. Los partidos poseían “su” publicación y en ellas volcaron el fervor político.
Con espíritu civilista, defendieron sus ideales en fogosos artículos en los difíciles
tiempos en que los hombres luchaban por sus derechos y contra ellos se estrellaban
la tiranía y la reacción. En el choque estaba la fuerza y en la perentoria necesidad de
sostener la libertad de expresión. Para aplaudir las grandes causas y para condenar
la injusticia, la corrupción, el engaño.79

Explícitamente la política y el periodismo estaban estrechamente unidos. Fue


un vehículo de la política y una de las maneras en que los masones se vincularon a la
sociedad, una nueva forma de sociabilidad que tuvo que ver con la consolidación de la
opinión pública y la aparición de la figura del “lector”.80 Maurice Fara –antimasón-
expresaba que

78 LV: “El matrimonio”, 8/05/1900, Nº 2.


79 Nueva Era, Bodas de Oro 1919-1969, p. 25.
80 Ricardo Pasolini, ob. cit. pp. 141-142.

52
(…) la masonería ha comprendido hace mucho tiempo la importancia de este gran
factor de la vida moderna. Acaparando la prensa los masones han sabido, con una
predigiosa paciencia, gracias, sobre todo al periódico, modificar la mentalidad de la
democracia y, por decirlo así, crear la historia. Esta nueva mentalidad, útil a la
masonería, se moldea con la deformación de los hechos, con su interpretación
tendenciosa, silenciando ciertos acontecimientos o mintiendo descaradamente.
De esta manera la masonería crea la llamada “opinión pública” que, a su vez, ejerce
presión sobre los poderes públicos en el sentido que a la secta le conviene.
Nada más lejos de mi ánimo que acusar de venalidad y de falsedad a todos los
representantes de la prensa.81

En Tandil, al igual que en otras partes del país, “en mutua alimentación, prensa
y opinión pública habían aparecido y se estaban afirmando, un proceso que fue
paradigmático”. 82

De acuerdo con nuestras ideas haremos nuestras deducciones, y no nos detendrán


los centavos, porque no hemos creado nuestra hoja para hacer de ella un medio de
vida. Somos de los que calificamos la prensa con el justo nombre de: faro de la
civilización; somos de los que entienden que ella es el baluarte del progreso, la luz
precursora llamada a destruir los humos de la ignorancia, que ella es y debe ser la
portadora de la verdad.83

La masonería a través de la prensa procuraría influir en la dirección de la


sociedad. El hecho de querer abarcar otras esferas suponemos que tuvo que ver con la
construcción y legitimación del poder político que incluía a los masones dirigentes y a
quienes aspiraban a serlo. De ese modo, en las columnas de Luz y Verdad defendieron
“las grandes causas y a los que lucharon por ellas”, transmitiendo el sentir de los
hombres que hacían política con la prensa. Dispuesta a respaldar al joven Partido
Radical y a sus miembros no se privó de mostrar sus actividades políticas. Anualmente

81 Maurice Fara, La Masonería al descubierto, pp. 96-97, Buenos Aires, La Hoja de Roble, 1960.
82 Alicia Megías, “La prensa y formación de la opinión pública en Rosario a mediados del S. XIX”,
disponible en: http://www.historiapolitica.com
83 LV: “La gran prensa”, 18/06/1901, Nº 60.

53
los 26 de Julio eran recordados en la primera página del semanario. Redactaban las
fiestas radicales y las masónicas como una forma de plasmar su vida diaria en las
hojas del periódico; y también como aunando a ambos en una misma y única causa.
Destacaban las virtudes de uno y otra, y con ellas se autoidentificaban. En el número
170 del año 1903 la redacción dedicaba una columna a las revoluciones de 1890 y
1893. Su mensaje iba más allá de una conmemoración dando a entender que las
nuevas generaciones dentro del Radicalismo conferirían a los ciudadanos la plena
democracia para ejercer la verdadera conciencia de sus derechos:

Magna y sublime era la causa, poderosos los motivos, y grandiosos los fines, bellos
los ideales; por ello el sacrificio realizado fue inmenso; por eso, aquellas revoluciones
históricas del 90 y 93, fueron la balumba avasalladora de tutelajes vergonzosos y de
nepotismos tiránicos.
(…) La Revolución del 90, obra exclusivamente del sentimiento colectivo desgarrado
en sus más caras afecciones nacionales por la brutalidad insaciable de los bandidos
de levita, de los tiranos autócratas suficientemente cínicos para ostentar en sus
pechos la banda republicana, ha producido en nuestra vida política una de esas
situaciones que peculiarizan a los momentos álgidos de la lucha constante y eterna
entre el pueblo franco para el combate y las habilidades equilibristas de los
mandones para poder seguir bailando sobre la cuerda floja del poder y del mando, y
es de allí, que partiendo en alerta á las generaciones del futuro, él congregó á los
hombres jóvenes, porqué la juventud es la fuerza, para crear el partido político de
más corta, pero de más honrosa tradición (…).
Tras un aislamiento austero y catoniano, hasta el que no pudieron llegar ni las
lisonjas de las promesas ni los halagos del poder, y que los mismos hombres de viril
actuación ayer, buscaran hoy como para poder meditar en aquél retiro las
necesidades de la revancha; tras un largo período de diez años que hizo predecir á
los contrarios la desaparición completa del civismo y del ardor patriótico,
llevándoles en cambio la alegría de su afianzamiento en las poltronas de los
representantes del pueblo, surjen (sic) de nuevo á la liza las generaciones que
parecían poseídas de sueño letal, para rendir no solo el pleito homenaje que se debe
á los mártires de julio, sino también para hacer nueva profesión de fé, para afirmar

54
una y otra vez su programa para la lucha, y mas que todo, para apercibir, para en día
no lejano á los viles usurpadores!.84

Las necesidades que el siglo imponía, con la fuerte influencia de las ideas
liberales y positivistas a favor de la investigación y en oposición a la tradición y el
dogma, fueron absorbidas por la generación del 80 que apreciaba a la prensa como
“faro de la civilización”. Fieles a estos ideales y a los de la Revolución Francesa; los
masones estaban convencidos de que para emprender una política de gobierno
civilizadora era necesario un Estado que aplique leyes laicas. Con un enfoque
progresista debatían en el periódico sobre política, educación y religión,
comprometidos con la causa masónica que se basaba en la libertad, igualdad y
fraternidad.

(…) es evidente que la masonería se cuida muy bien de guardar sus secretos, lo que
permite decir al P. Deschamps: La Masonería tiene, por lo tanto, muchas cosas que
ocultar, muchos secretos que repugnarían a la opinión y que no se pueden ser
revelados, y Ch. Nicoullanud exclama con sobrada razón: ¡Así es cómo los masones
justifican sus pretensiones de iluminadores de la humanidad! Quieren alumbrar al
mundo ocultándose en la sombra. ¿A qué ruines menesteres se dedican cuando no
sólo se esfuerzan en ocultarlos, sino que además se avergüenzan de confesar su
filiación sectaria, escondiéndose como malhechores?85

Durante el período que abarcamos en la investigación los masones no se


ocultaron. No sentían vergüenza de pertenecer a la Institución. Por el contrario, como
vimos en el capítulo I el hecho de formar parte de tan simbólica e histórica asociación
los realzaba como grupo social. Los ilustrados posteriores a Caseros publicaban en la
prensa de manera recurrente lo que significaba para ellos ser masones “liberales”.
Hasta sentían indignación por aquellos que aparentaban serlo pero que resultaban
pseudoliberales. Tanta indignación que no vacilaban en publicarlo en su periódico:

84 LV: “1890-1893”, 29/07/1903, Nº 170.


85 Maurice Fara, ob. cit., p. 29.

55
Estos caballeros son de una familia dentro del género liberal, que examinados con
propiedad, no son ni liberales ni indiferentes, ni clericales, pues lo son de todo y no
son nada.
Esta noche en una conferencia anti-Católica, ó en una logia masónica oyendo la
predica incausable (sic), de los buenos obreros a favor de la ciencia y de la tolerancia,
y mañana a las diez prosternados ante las imágenes de palo adorando la que
representa á María cuya virginidad hace reir á carcajadas según Tito, y enviando á la
doctrina mentida y falaz á todos sus hijos para que hagan de monaguillos ó se
instruyan en el error y la intolerancia.
Pero ante la reacción actual, los vamos conociendo, y mal que les pese han de tener
que desenmascararse, porque, divididas y señaladas las fuerzas con que cuentan uno
y otro bando, no podrían hacer menos que plegarse al que los llame su conciencia
hoy equilibrista.
Al proclamar lo que son, pues! No es posible en la batalla pasarse á cada rato para
hacer fuego á los amigos y ayudar á los enemigos de ayer.86

Seguramente aquel que era señalado como pseudoliberal no era más que un
católico moderado y liberal, desconcertado y presionado entre sus convicciones y la
doctrina de la Iglesia, que condenaba la libertad de pensamiento y de imprenta.87
Todos estos liberales que en el discurso político aseguraban ser antireligiosos habían
sido educados en hogares donde la religión atravesaba su vida, y los valores
cristianos, inculcados por sus madres y esposas, influenciaban su quehacer diario e
inquietaban su conciencia si no las respetaban. Esto, y el hecho de que las mujeres no
estaban bien vistas si no eran devotas, condicionaban el comportamiento social.
Entonces, esencialmente el liberalismo aquí era la lucha encarnizada contra el
catolicismo, sobre todo la separación del Estado de la religión. Al hablar de este
período de nuestra historia, decía Atilio García Mellid -otro antimasón-, después de
Caseros y Pavón se inició la ofensiva destinada a abatir las substancias católicas de
nuestra vida; programa compacto de abatimiento de nuestras bases religiosas. El
liberalismo asimiló los principios naturalistas y positivistas, constituyéndose en una

86LV: “Pseudo-liberales”, 30/09/1902, Nº 127.


87Lucía Gálvez, ¿Cómo Dios manda? Iglesia, Masonería y Estado en la Argentina, Buenos Aires, Grupo
Editorial Norma, 2006, p. 195.

56
verdadera filosofía que negaba al ser y a la nacionalidad y a todo el conjunto de sus
valores espirituales.88
Los adeptos a la religión de la ciencia pura coincidían en el rechazo de una
visión católica del mundo, pretendiendo implantar un modelo de sociedad laica.
Aquellas pretensiones quedaban manifestadas en las cuestiones expresadas en Luz y
Verdad, y las controversias entre distintos grupos se resolvían en las páginas de los
diarios, y ya no -como tiempo atrás- en el campo de batalla. Desde ámbitos como la
prensa se fueron delineando una serie de conceptos o nociones –el honor asociado a la
virtud; la respetabilidad definida por la honestidad y el culto al trabajo- que fueron
activamente reapropiadas por los actores sociales, especialmente por aquellos que
experimentaban la movilidad social ascendente, para retratar y legitimar sus
trayectorias sociales.89
La regeneración moral ocupó un lugar destacado en la agenda del poder
público. Así, en el intento de crear una aristocracia que sea el sector que guíe a la
sociedad por el camino del “progreso” según sus propios parámetros, éstos se basaban
no sólo en la posición social sino en la supremacía del espíritu que para ellos eran las
buenas maneras, el buen gusto,90 y el culto a la sociabilidad -consideradas como
virtudes que enaltecían a la sociedad- los masones publicaban:

Es de gran necesidad que los elementos sociales tandilenses reaccionen en contra de


una pasividad que dá al período invernal aspecto de desoladora desanimación. Hace
mucha falta que nuestras familias se decidan á organizar durante la estación
propicia, las amenas reuniones familiares donde el culto a la sociabilidad reciba el
necesario impulso educador y adquiera el prestigio indispensable que luego
comunica á la colectividad social su sello. Propio que la realiza.
Hoy á las familias distinguidas les toca la iniciación (…) No alago [sic], por una
tendencia aristocrática y escluyente [sic], que estaría fuera de lugar y llenaría entre
nosotros el aire de una pretensión absurda e insoportable, desde que no hay

88 García Mellid, Atilio, Proceso al liberalismo argentino, Buenos Aires, Ed. Theoría, 1957, p. 519 y 547.
89 Leandro Losada, “Suntuosidad y respetabilidad. El estilo de vida y la imagen pública de la elite
porteña en el cambio del siglo XIX al XX”, en Anuario Centro de Estudios Históricos “Prof. Carlos A.
Segreti”, Vol. 5, Nº 15, pp. 225-242, 2005.
90 Ricardo Pasolini, ob. cit., p. 119.

57
abolengo estirpe selecta en la formación de nuestros respetables hogares, sino
honradez y virtud en el origen que arranca del trabajo noble y esforzado.
Hace muchísima falta establecer la unión y la armonía de los buenos elementos
sociales, confundiéndolos y estrechándolos con el grato comercio y ejercicios de la
sociedad, á la que preciso acordar más convección y decisión proporcionando las
manifestaciones indicadas en uso en todos los centros donde es objeto de atención el
ejercicio social y la educación relevante que aporta.

Y continuaban:

Los tiempos pasados, dejáronnos [sic] recuerdos gratísimos de sociabilidad, que los
hemos trocado por una inacción que no tiene nombre. Y es porque cuando surge tal
ó cual fiesta, no es digna mas que de tales ó cuales hombres, lo que dá por resultado
que los iniciadores se estrellen contra el desánimo é indiferencia de los invitados.
Hace falta pues, que los iniciadores ante dicho, no hallen rigurosas preferencias
destinadas a purificar hasta lo absoluto el núcleo de concurrentes, porque las fiestas
resultarán lánguidas á más no poder.
Hace falta que desaparezca para siempre y bien de todos esa distinción sensible
sufrida por lazos que en otros tiempos unían los elementos de nuestros primeros
círculos, practicando la cortesía verdadera que vive permanente en la sociedad
argentina (…). El hombre de buena sociedad es indulgente, modesto, cortes,
generoso, es en fin, un verdadero hombre honrado.91

Laicismo y religión
A los masones les inquietaba en la prensa el tema de la religión. No existió
ningún número del semanario que no contenga alguna columna dirigida a la Iglesia.
¿Por qué escribían sobre ideas religiosas? Creemos que en la crítica a la Institución
Eclesiástica se reunía el conjunto de ideas masónicas y los intereses que se habían
propuesto como grupo. En su afán de elevar el nivel intelectual y social de la
humanidad la masonería trabajó para demostrar los principios corrompidos y la
codicia de la Iglesia Católica. Ahora, si la masonería se definía a sí misma como una

91 LV: “Algo que hace falta”, 4/06/1901, Nº 58.

58
institución basada en la ciencia y en la razón que rechazaba toda verdad que sea fruto
de la revelación divina, de la que no creía, este frío racionalismo pareciera ser
totalmente incompatible con la religión católica. Cabe preguntarnos entonces ¿era
realmente así? Muchos eclesiásticos eran masones, y como sugiere Yolanda Paz de
Trueba debemos relativizar las afirmaciones que las colocan como tipos de
sociabilidades contrapuestas sino más bien pensarlas en un contexto de articulación
de relaciones modernas y tradicionales.92 Más allá de esto los masones no cesaron en
su lucha antirreligiosa. Esta lucha tenía que ver con una vieja y constante disputa
histórica por el ejercicio del poder. Es que la más fecunda realización de la Masonería
especulativa fue el lazo que creó entre hombres de situaciones diferentes en un
espíritu fraternal que no admitió mujeres en su seno comprometiendo a guardar el
secreto. Una Francmasonería así entendida merecía la reprobación de la Iglesia.93
En el año 1899 Carlos Suparo y E. D. Parodi describieron la situación que
estaba atravesando la Masonería:

(…) En estos últimos tiempos, y merced á los trabajos constantes de los que sin
comprenderla, son sus opositores, la idea masónica ha caído envuelta en una serie de
acusaciones injustas. Los falsos apóstoles de una religión de verdad, pero
desnaturalizada en aras del interés de secta, han pretendido presentar como una
asociación de elementos disolventes, inmorales y contraria á la verdadera religión, á
la religión de la conciencia. En el púlpito, en la cátedra sagrada, en los parlamentos,
en la escuela, en la plaza pública, y hasta en el confesionario, que debiera ser pacífico
asilo de las almas penitentes, se la ha calumniado, y tratado de desvirtuarla por todos
los medios. Nada más injusto sin embargo. La masonería es religión de amor, y el
amor siempre es puro, noble, desinteresado, y grande en sus manifestaciones y en
sus alcances.94

La intolerancia de la Iglesia Católica hacia determinadas cuestiones, en


particular la libertad de prensa y de expresión –manifestada en decretos y bulas

92 Yolanda Paz de Trueba, ob. cit., 2011, p. 12.


93 Allec Mellor, El secreto masónico pp. 313-314, España, Editorial AHR, 1968.
94 Supparo, Carlos y Parodi, E. D., La Masonería ante la historia y el progreso, Buenos Aires, Imprenta de

P. Gadola, 1899, p. 13.

59
papales- provocó que la masonería se revistiese de un resentido anticlericalismo. Aquí
la cuestión tenía que ver con que la masonería para la Iglesia era la encarnación del
mal que corrompía lo bueno del mundo. Era a los católicos a quienes se les prohibía
ser masones y no al revés. Esta intolerancia fue tomada por la masonería –institución
que se define como todo lo contrario- como un instrumento de lucha contra el clero.
Entonces, como indica Gálvez: “No se trataba de discutir la fe religiosa sino de
proponer una menor injerencia del clero y autoridades eclesiásticas en la vida
política”.95 Bajo ningún punto de vista entendían que el Estado debiera fomentar y
sostener a la Iglesia, porque este hecho constituía un insulto a la diversidad de ideas y
de creencias que primaban en aquella sociedad en materia religiosa. Y si bien las leyes
que se habían promulgado parecían ser liberales, como la Ley de Educación 1420, en
la práctica ello no resultaba.
En los siguientes apartados analizaremos las críticas formuladas en Luz y
Verdad a la Iglesia Católica.

-Monopolio de la educación pública-


Vimos que la tendencia en el siglo XIX fue la del liberalismo. Un pensamiento
que concebía como fundamental que la Iglesia se desvinculara de la educación, y que
ésta se convierta en laica. La escuela del Estado debía tener en su programa de moral
la obligación de despertar en el niño todos los buenos sentimientos: la caridad, la
amistad, el patriotismo, la fuerza de voluntad, la práctica del bien y la virtud.
La escuela era considerada como el punto de partida de todo el progreso, pero
también podía serlo de todo el retroceso. Ello dependía, según Luz y Verdad, del
espíritu que la formara. Al tener la escuela una influencia muy fuerte en la sociedad, y
ser quien decidiera el futuro de ésta y las naciones era un arma cuyos efectos, según
las manos de quien la manejara, era malhechora o bienhechora. La posesión de este
instrumento resultaba de vital importancia para los que quisieran conducir la
sociedad. La rivalidad con la Iglesia se centraba básicamente en esta tenencia. Si
carecían de ella no asistirían al triunfo de la razón en las conciencias.

95 Lucía Gálvez, ob. cit., 2006, p. 173.

60
La Iglesia apoderada de la educación desde tiempos remotos no resignaría
abandonar el liderazgo en la educación porque en ella tenía su fuerza. Los
progresistas reconocían que la escuela debía ser neutral en negocios de conciencia y
fe, y que la dirección espiritual del alma de los menores debía estar a cargo de los
padres. Planteaban separar la función del maestro de la del cura. El primero, debía
formar hombres dignos de su tiempo, estimular la inteligencia de la juventud,
prepararlos para relacionarse con los hombres, llevar la verdad a las conciencias. El
segundo, sólo debía limitarse en formar creyentes y nada más. Decían:

(…) Hay que ir decididamente á la conquista de la escuela: á arrancar de manos de la


Iglesia el monopolio de la enseñanza. (…) Pasaron los tiempos en que la Iglesia podía,
sin que ello implicara la muerte inmediata de las naciones, cuidar de la dirección
intelectual de la humanidad. Hoy las cosas han cambiado, pues otros son el medio y
las circunstancias. Hoy no es posible, sin resignarse á perecer, confiar á la Iglesia la
misión de educar á la juventud. Los progresos de la ciencia y las modernas
orientaciones filosóficas pugnan con la verdad revelada, la moral católica y las
entelequias metafísicas del padre un tiempo de la filosofía, el doctor Angélico.
Empeñarse en estos tiempos de investigación y de ciencia, en vivir dentro del
estrecho círculo de la fé católica, que niega la libertad, que niega el progreso, que
niega la civilización y afirma el absolutismo, el error, la ciega creencia en un dogma
que ya hizo su camino, es renunciar á la vida, incapacitarse para figurar al lado de las
naciones civilizadas.96

Por lo tanto, la escuela fue concebida como el medio para encauzar a la


sociedad en el camino civilizatorio y alcanzar orden político a favor de la construcción
de un país moderno en el contexto de transformación social -producto del crecimiento
de la población signado por la inmigración. Empapados en el positivismo o la “cultura
científica” señalaban que:

La fé no puede entrar á mezclarse con los conocimientos de la historia, de la


geografía o de las matemáticas porque serían dos fuerzas que en perenne lucha,

96 LV: “La escuela”, 14/07/1903), Nº 168.

61
concluirían por deshacerse mutuamente, o acabarían por la derrota de la más
necesaria para la vida práctica: por eso, la escuela primaria que por sus principios
constitutivos es la escuela enciclopédica que proporciona al niño aunque elemental,
variada instrucción, no debe dar cabida en sus aulas á la propagación de una doctrina
relijiosa (sic) cualquiera, mucho menos la católica, que en completa contradicción
con la verdad representada por la ciencia, concluiría por hacer del alumno una
máquina en vez de un hombre libre (…).
Un factor importantísimo que propenderá en el futuro al progreso de esta tierra, está
constituido por la formación del carácter del niño, para llegar á la formación del
carácter nacional. –El cumplimiento de este medio es resorte exclusivo de la
enseñanza primaria. 97

Creían y apostaban en las figuras del maestro y los padres como educadores de
la conciencia de los aprendices. Ambos factores desterrarían de las aulas la doctrina
religiosa, y enseñarían el verdadero valor de la religión:

El clero católico, cercado por todos lados por las doctrinas liberales que van
impertérritas en su marcha triunfal volteando errores y prejuicios seculares, acaba
de hacer un otro supremo esfuerzo para no soltar la presa que se le escurre de entre
sus afiliadas garras: merced á la influencia de que goza en las alturas oficiales, ha
conseguido introducirse en las escuelas laicas de nuestra provincia, á fin de propagar
en ellas su doctrina malsana y desgraciada.
Al hacerlo, tiene razón: está á la altura de sus negros antecedentes, que lo muestran
en todas las épocas como el gran tirano de la conciencia humana. Lo que da grima es
que los encargados de proporcionar al pueblo elementos de cultura y civilización,
conviertan los sagrados templos del saber, la Escuela, en antros de oscurantismos y
de mentiras. Ellos serán, empero, responsables del porvenir intelectual de nuestros
pueblos.
Hay algo que consuela en medio de este desquicio educacional: es esa pléyade de
valientes maestros, soldados de la ciencia, y la conciencia que el pueblo se vá
formando acerca de lo que es y de lo que vale la religión que en breve empezará á
enseñarse en las escuelas laicas. Gracias á estos dos factores, maestros y padres,

97 LV: “Virtudes laicas y virtudes religiosas”, 14/01/1902, Nº 90.

62
esperamos que las aulas escolares se verán desiertas durante las clases de la
doctrina católica.
A ello lo incitamos: Si aman á sus alumnos é hijos, no pueden consentir que el
sacerdote mentido é infame sea el director de la conciencia y de la razón de esas
criaturas, que á la sombra del clero se criarán raquíticos y pobre de espíritu, pero
fuertes de inteligencia si se les da el pan de la ciencia.98

Los “liberales” criticaban a la comitiva de religiosos locales e inversamente a lo


que pregonaban por escrito enviaban a sus hijos a colegios religiosos. Su discurso no
se condecía con la práctica.

Entre la flamante superiora del colegio del sagrado Corazón y una niña perteneciente
á una familia conocida y de posición desahogada:
-Buen día hermana superiora.
-Buen día hijita, cómo estás?
-Muy bien hermana.
-Y…..papá y mamá cómo están?
-Bien hermana
-Y…..dime mamá tiene muchas gallinas, pollos…etc. etc.
-Si hermana muchas…..
-Y…..papá no ha carneado algún cerdo?
-Si hermana uno muy grande y muy gordo.
-Ah!....no sabes que el dos de Agosto es mi cumpleaños?
-No hermana, no sabía.
-Bueno dale muchos recuerdos á tu papá y mamá…..oyes?
-Si hermana….
Estas preguntas debieran ser muy bien interpretadas por la niña, porque los papás
de ésta al día siguiente, justamente el del cumpleaños de la superiora, le mandarán á
la cariñosa hermana: 2 jamones, 16 chorizos, 6 gallinas, 4 juntos de pollos y otras
frioleras por el estilo.-
Como saben las caritativas hermanas, enterarse por la salud del prójimo!!.99

98 LV: “El clericalismo”, 20/11/1900, Nº 30.


99 LV: “El diezmo moderno”, 5/08/1902, Nº 119.

63
-La Iglesia acaparadora de la beneficencia-
La preocupación por la “cuestión social” producto de los cambios acarreados
por la inmigración, modernización y urbanización así como lo que ello traía aparejado
como la pobreza y una mayor cantidad de niños no escolarizados, llevó a los
“progresistas” –hombres y mujeres- a fundar asociaciones como la “Sociedad Belgrano
Amigos de la Educación”100 con el fin de dar respuesta a la cuestión educacional.
Vinculado por un lado a la mencionada “cuestión social” y; por otro, a la
importancia del ejercicio de la beneficencia los masones reconocían la caridad como
un deber y una virtud propia de la institución que representaban. Quienes formaron
parte de la logia pusieron en práctica dicha virtud mediante una comisión de
beneficencia que se encargaba de donar la contribución que los hermanos realizaban
asiduamente al finalizar la tenida. Esta práctica se acostumbraba en distintas logias de
la época en nuestro país y el exterior.101 Para el masón la caridad se asociaba a un
valor que lo enaltecía, a la grandeza y el desinterés del hombre hacia su prójimo.

Se recogió después como es de práctica en toda asamblea masónica, el óbolo para los
pobres, el que produjo setenta pesos con veinte centavos que fueron entregados para
los fines consiguientes á las distinguidas Sras. María R. de Sabatté, Laura B. de
Vogelius, é Inés U. de Acosta.102

Como dijimos en el capítulo I las mujeres de los masones ejercieron una


poderosa influencia en lo que respecta a la caridad. Practicaban la filantropía laica en
espacios compartidos con la religiosa al tiempo que sus esposos, cuñados, hermanos
y/o padres masones escribían en Luz y Verdad criticando a “la limosna que denigra”
cuando se referían a la beneficencia proveniente de la Iglesia. Si bien es real lo
planteado por la investigadora Yolanda Paz de Trueba que debemos relativizar las
divisiones y más bien centrarnos en un juego de interrelaciones entre la caridad
religiosa y católica, -dando por sentado el hecho de que pertenecer a un mismo grupo

100 Ver capítulo I.


101 Francoise Randouyer, “Beneficencia Masónica: teoría y práctica”, en J. A. Benimeli (coord.),
Masonería, Política y Sociedad. Actas del III Symposium de Metodología aplicada a la Historia de la
Masonería Española, Vol. I, Zaragoza, 1989, pp. 501-507.
102 LV: “El gran festival del viernes”, 3/02/1903, Nº 144.

64
los vinculaba socialmente- hay datos en Luz y Verdad que exteriorizan una crítica
enérgica al accionar católico. Muestra de ello es una de las columnas dedicadas a la
caridad de la Iglesia:

Cuando Cristo dijo: dad de modo que no sepa la izquierda lo que la derecha otorga,
estableció con su máxima una de las bases sobre que debían descansar las
proyecciones de la justicia distributiva, de esa virtud cuya teoría predispone el alma
para la realización de actos que enaltecen y dignifican, y cuya práctica debe originar
la tranquilidad aportada por las suaves y dulces emociones que proporcionan
aquellos mismos actos.
Ayudar á que se levante el caído en la ruda lucha de la vida, con el único prurito de
que el nombre del benefactor resuene por todos los ámbitos, no es propio de
corazones magnánimos (…).
La teoría de la fraternidad humana, que tanto camino se ha abierto ya en la
conciencia de lo hombres y tan ancho campo tiene por delante para producir
profícuos resultado, se corona admirablemente por la beneficencia como con su más
delicado atributo; pero la beneficencia debe ser remedio aplicado continuo al
sufrimiento, para que la herida que se cicatriza no sea baldón de ignominia en vez de
eficaz escuela para curar imperfecciones; en otras palabras, ejercido el socorro sea
ludibrio de las gentes, es de efectos funestos por los odios que concentra y viven
siempre pronto a estallar.
Por eso, creemos que no están bien esas listas descomunales que por intérvalos dán
á luz a los órganos de la prensa, revelando al público los nombres de los donantes á
tal ó cual institución de caridad; las damas que componen la Comisión Directiva del
Asilo de Huérfanas (fundado por las católicas Damas de Caridad) de esta ciudad, que
se hallan en consecuencia en éste caso deben evitar en lo sucesivo publicaciones de
la índole de la que apareció el domingo en “El Eco del Tandil”, porque eso no es
caridad que enaltece, sinó limosna que denigra!.103

Evidente tensión entre laicos y católicos, aunque fuesen parte del mismo grupo
social y compartiesen espacios socio-urbanos. La convivencia de una mentalidad

103 LV: “Caridad que deprime”, 13/01/1903, Nº 141.

65
tradicional y una “moderna” fue característica en ellos. Es que el desenvolvimiento de
asociaciones de corte más moderno laico no podríamos desvincularlo de las más
tradicionales católicas, porque las primeras surgen a partir de redes de sociabilidad
construidas y conectadas con las segundas. Pues si bien convivían ambas
mentalidades, la progresista -más allá de sus expresas críticas- tuvo que adaptarse a
su tiempo, simpatizar y actuar en una sociedad aún conservadora.

-El cura, el matrimonio, la mujer y los hijos-


Encontramos en el periódico irritación cuando pronuncian al cura como
representante religioso. Viviendo en el siglo del positivismo consideraban en su
concepción cientificista que las doctrinas de la Iglesia eran falsas y retrogradas.
Quienes seguían detrás de esa farsa eran considerados por la redacción del semanario
como ignorantes. La figura del cura estaba colmada de connotaciones negativas en
todos los aspectos. Nada bueno veían en él, propagador de una religión que
estigmatizaba al hombre de ciencia. Sostenían que velaba sólo por sus propios
intereses y obstruía el progreso de las ideas liberales: “Los que propagan esas falsas
doctrinas es porque quieren ver perseguidas toda reforma, castigada toda innovación en la
ciencia, y que los hombres y los pueblos desde su infancia se acostumbren á mirar esa farsa
con estúpido respeto!”.104
Los frailes ocuparon un importante espacio en la redacción del semanario. Sin
miedos se expresaron sobre el confesionario, las congregaciones religiosas, el celibato
y la educación de la mujer –que se relacionaba directamente con la educación religiosa
y el rol del cura dentro del hogar- y el matrimonio. Temas que quedaban englobados
en una opinión coherente sobre la Iglesia y su lugar en la sociedad moderna.
Las congregaciones fueron marcadas como casas de la vida contemplativa de
donde brotaban las doctrinas que conmovían las bases más sólidas de muchas
instituciones. Allí era donde se tramaban horribles maquinaciones contra individuos
que no pensaban como ellos. Era el lugar donde se negaba el progreso de la
humanidad. Los masones juzgaron a las instituciones religiosas y a los clérigos por no

104 LV: “Siempre los frailes”, 15/05/1900, Nº 3.

66
aportar ningún bien a la sociedad; sino todo lo contario: vivir a expensas del prójimo,
no cultivar la tierra, no generar alguna industria o comercio, y solo ocuparse de
confesar, comer, dormir y pedir limosnas. No podían creer en una persona que dejara
de cumplir con la tarea que le imponía la propia naturaleza, la tarea de sentir el amor
transformado en hecho. Reprimir los deseos los llevaría a canalizarlos en forma
maligna.
Sostenían que eran injustos los dogmas católicos que entregaban al niño-
hombre a una larga sotana que lo esclavizaba toda la vida. Pensaban en los pobres
jóvenes que encerrados en claustros debían estudiar escritos dirigidos por la Iglesia.
Acerca del celibato pronunciaban que los inexpertos no eran consientes de lo que
significaba perder la libertad, y que la voluntad de los hombres no podía anular la ley
de dios que era la ley de la naturaleza. La Iglesia vedaba el amor del sacerdote para
servirse mejor de él prohibiéndole formar un hogar y una familia. Los masones
argumentaban que los frailes “no podían ser pastores de almas porque no tenían
rebaños propios que cuidar”. Al no poder formar su propia familia invadía la de los
demás. Tildado como el “vampiro de la civilización” el clericalismo a título de
“protector” de dentro de la familia lograba su influencia a través de la mujer.
Ofreciendo peligros para la sociedad con sus doctrinas situadas en la
inmovilidad de lo absoluto y eterno, fomentando una intolerancia fanática, apartando
a los creyentes de todo estudio científico y reflexión filosófica en el campo de la
investigación, esa era la naturaleza y tendencia del poder clerical para los liberales.
En Luz y Verdad se percibe un anhelo por emancipar a la mujer de la influencia
del cura. Convencidos de que ella se entregaba a esos hombres extraños, sin familia,
sin patria; cuyo corazón no albergaba el amor del hogar. Si alguno de los sacerdotes
resultaba bueno y virtuoso no tenía que ver con que fuese fraile, obispo o sacerdote;
era porque más allá de eso era un humano aún no dominado por el odio sectario de la
religión.
Las instituciones liberales –asociaciones- debían ser las encargadas de atraer a
la mujer y alejarla de la Iglesia, ésta usaba buenos mecanismos de persuasión como el
confesionario. Contra éste sitio corrompido peleaban los masones donde el confesor y

67
el penitente rodaban abrazados al abismo. No combatían al religioso sino al sistema
que le exigía a ese hombre hacer el mal.
Contrarios al sistema eclesiástico se oponían al matrimonio impuesto desde la
Iglesia. No era la Iglesia la que sostenía al Estado sino viceversa, y si ésta tiene sus
cánones dentro del Estado es porque se lo permite amparándola. Es la Iglesia la que
tiene la obligación de respetar las leyes, siendo muy impertinente que los curas y
creyentes tuvieran el derecho de desacatarlas. De ese modo, la novia pasaba a ser
esposa tomando el nombre de Señora cuando se comprometía civilmente, aún sin
sellar su matrimonio con el sacramento. El avance de las leyes laicas había instaurado
en 1889 el Matrimonio Civil como el único legal, excluyendo por completo al religioso.
Para los liberales el único matrimonio válido era el celebrado en el Registro Civil. Los
demás eran costumbres y moda. Pero en la pequeña localidad romper la tradición no
era sencillo:

Se nos informa de muy buena fuente que el Sr. Schultz la señorita de Eyarch,
contraerán matrimonio solamente por el Registro Civil rompiendo así, con la
tradición rutinaria que no todos tenemos la suficiente fuerza de voluntad para
omitirla, aún cuando la juzguemos innecesaria.
Si es así, lo que no podemos asegurar hasta el momento en que escribimos estas
líneas, tendremos un ejemplo digno de imitar, pues los novios demostraran a nuestra
creme social q´ basta y sobra las leyes argentinas para constituir el vinculo
matrimonial y q´ son innecesarios los canones de la Iglesia, sostenedora del
sacramento por los centavos que le reporta, los que si bien no pasan de dos pesos
según prescripciones de la misma Iglesia, la hacen los curas estensivas (sic), a 50,
100 y 200 pesos.
Ya se acerca el tiempo en que si desea la Iglesia Romana conservar la moda, tendrá
que casar y bautizar gratis, porque no se esplica (sic) como puede ser instituido por
Dios el casamiento y el bautismo solo para los que pagan.
Si Dios es amigo de los pobres, como á dicho, no es concebible que para ellos, no
pueda la Iglesia concederle sus bondades, viendo que según los casos.

68
También se dice que los novios darán a los pobres lo que debieran dar al Cesar. –Es
una acertada idea y puede asegurarse que con este procedimiento, recibirán más
bendiciones y mejor que los falsos ministros de Jesús.105

El contrato civil daba a la mujer un rango de igualdad de condiciones con el


hombre. En este punto los masones tenían una mirada “avanzada” pero cautelosa. El
rol que a la mujer correspondiera tener en la sociedad llenó considerables páginas del
semanario. A la mujer había que educarla para que huya del confesionario,
aprendiendo la nueva doctrina del progreso, del librepensamiento. A ella le
concederían una participación en ese progreso. Los hombres debían abandonar el
egoísmo y darle a su compañera los elementos necesarios para hacerla capaz de
cumplir con la misión que le asignaba la ciencia: el hogar y la escuela. Ahí es donde
estaba su tarea de educadora, para que se haga institutriz en las enseñanzas de la
verdad. Como si esta tarea fuese otorgada por la naturaleza los masones terminaron
poniendo límites al desempeño de la mujer en otros espacios que no fueran el hogar y
la escuela. No la concebían distrayéndose con carreras liberales, ni en el arte u oficio:

¿Porqué, pués, empeñarse en desalojar á la mujer de su centro verdadero, el hogar,


santuario en que el hombre le rinde culto por sus virtudes?
Podrá la mujer tener tan lucido y clarovidente (sic) intelecto cual el hombre, pero es
indiscutible é indispensable reconocer que la moral impone que ante la sociedad la
mujer no debe ultrapasar cierto limite, porque al hacerlo olvidaría sus sagrados
deberes resintiendo grandemente su integridad moral y su virtud.
No olvidemos que todas las cosas animadas é inanimadas están sujetas á una ley
invariable é ineludible, y recordemos también que para que la mujer y el hombre se
identifiquen, científica, moral y políticamente, forzoso es que ante todo no exista la
diferencia de sexos: de otra manera, dejemos que cada cual desempeñe ante el
mundo la misión que la naturaleza le ha confiado.106

105 LV: “Rompiendo la tradición”, 1/10/1901, Nº 75.


106 LV: “La mujer”, 9/09/1903, Nº 176.

69
Esta cita, escrita por la redacción, resume la representación que sobre la mujer
tenían aquellos hombres. Pese a que la condicionaba al ámbito de la familia y la
enseñanza la importancia de las damas –como vimos- fue mucho mayor que el
asumido en el discurso.
El debate sobre el matrimonio civil y la ley de divorcio cruzaron la mayor parte
de la publicación. “Es digno de notar que cuando surge un acontecimiento que puede
ser desfavorable a la religión, la masonería aparece complicada en él, si no es que ella
misma lo ha provocado”.107La cuestión del divorcio fue tema de aquellos días en
varios países, incluyendo el nuestro. El proyecto de ley presentado en 1901 por el
diputado Carlos Olivera108 dividió a la sociedad en dos. En Tandil aquellos que
apoyaron la iniciativa fueron ni más ni menos que los masones progresistas:

El próximo domingo se dará una conferencia en pró del proyecto de divorcio


presentado á la Cámara de diputados de la Nación, por uno de sus miembros el Sr.
Carlos Olivera, en la que tomarán parte los Sres. Manuel S. Gordillo, Francisco S. Riva
y Antonio Nigoul.
En los pueblos que marchan á la par de la civilización, las conferencias son el pan de
cada día, ellas ilustran á las masas sobre los problemas, más trascendentales.
Pero aquí muy rara vez se dan conferencias, como si en la República Argentina no
hubiera nada de importancia que tratar, ó no le importara al pueblo las sanciones de
las Cámaras, ni las cuestiones sociales ó científicas que puedan sucitarse (sic).
Dignos de encomio son los iniciadores de tan buena idea, y no dudamos que el
pueblo y las familias, darán aliento con su presencia á los jóvenes conferenciantes,
que se proponen dar a conocer bajo todos los aspectos posibles, los beneficios que
traería á la sociedad, la sanción del proyecto mencionado. 109

Significando un adelanto para la sociedad el divorcio simbolizaría la evolución,


el triunfo liberal. Distribuiría iguales derechos y deberes en el seno matrimonial. Los

107 Maurice Fara, ob. cit., 1960, p. 49.


108 Brillante intelectual nacido en 1858. Políticamente adhería al Partido Autonomista Nacional (P.A.N).
Liberal, positivista, descreído, anticlerical y masón, esto último a punto tal que fue la masonería la
impulsora principal de su candidatura a diputado.
109 LV: “Conferencia”, 15/07/1902, Nº 116.

70
pro-divorcistas lo consideraban beneficioso para el orden social y necesario para su
mejor funcionamiento. Expresaban que el matrimonio era un contrato sui géneris, que
a diferencia de los demás intervenían para su formación elementos como el amor, el
afecto, el honor, el odio. Esos sentimientos no estaban regidos por las leyes humanas
sino por la propia naturaleza del hombre y la mujer. No se debían coartar por una ley
civil. Era preciso darle su curso natural. Con la sanción de la ley de divorcio tanto el
hombre como la mujer tendrían la seguridad de que cualquiera de ellos puede
abandonar el hogar el día que no encontrasen en él la satisfacción debida. Existiendo
el divorcio se terminarían los matrimonios basados en negocios. El hogar conyugal
debía ser una mansión de placeres y armonía para constituir una familia en la forma
exigida por la sociedad. Si un hombre representante de las autoridades civiles ó
religiosas tenía el derecho a unirlos, debía haber otro hombre que con el mismo
consentimiento tenga el deber de desunirlos.
La posición que sobre la disolución del matrimonio a través de una ley civil
contrajeron los masones se contrapuso radicalmente a la postura de la Iglesia. En el
semanario escribían que:

(…) La actual ley de divorcio estableciendo la indisolubilidad del vinculo


matrimonial, es tan tiránica como contraria a los progresos de la civilización.
Es la formula teológica restringida, porque mientras la iglesia con su chorrera de
impedimentos permitía en nuestro país la separación de los esposos y dejaba una
puerta a la trampa y al oro, la actual ley de divorcio otro medio expedito que el
crimen, pues solo con la muerte se disuelve el vinculo matrimonial.
(…) El derecho natural y no el derecho teológico conviene a estos pueblos Sud-
Americanos. Así cuando los teólogos invocando las prescripciones de tal o cual
hombre de la iglesia, nos hablen de la indisolubilidad del matrimonio, nosotros
debemos contestarle con los verdaderos mandamientos de la ley de Dios: Queremos
el divorcio porque está en armonía con la naturaleza humana, porque Dios no puede
imponernos ser criminales, ni pasar una vida odiosa en eterna unión con un ser

71
indigno y depravado nada más, porque haber equivocado la elección o por no haber
conocido antes el defecto de nuestro cónyugue.110

Lamentablemente para los liberales el proyecto de ley presentado por Olivera


fue rechazado por dos votos.

Por fin votó la cámara de diputados la discutida ley de divorcio que dio ocasión a los
espíritus batalladores de la cámara joven para lucir los recursos de su dialéctica.
El debate llegó a su fin completamente agotado, lanzando los últimos chizpazos (sic)
los diputados doctor Juan A. Argerich y doctor Juan Balestra, ex ministro de
instrucción pública y de justicia.
La Ley fue rechazada por 50 votos contra 48, notándose entre los antidivorcistas
todos militares que tienen asiento en el recinto.
El resultado no era el esperado, pues los divorcistas contaban con una mayoría
asegurada, pero algo así como la influenza parece que raleó sus filas en el momento
decisivo.
Se contaban los votos que faltaban y parecía increíble a muchos que una enfermedad
súbita impidiera el acceso al congreso en momento tan solemne.
La ley Olivera no ha pasado este año, pero el autor del proyecto la renovará en el
entrante, tratando de que se vote cuando reine una temperatura menos enfermiza.
Para entonces veremos si algunos de los abstinentes del día lo son meramente por
razones de salud.111

Como indica Caras y Caretas, los pro-divorcitas creyeron tener el triunfo


asegurado en la aprobación de la ley. En Tandil daban por sentado el éxito del
proyecto:

Indudablemente que el grandioso éxito obtenido por los liberales del Tandil, con
motivo de la última conferencia pro-divorcio, ha causado una tremenda roncha en la
epidermis archi-sensible de los católicos romanos, pero donde con más fuerza ha
repercutido el triunfo, ha sido entre los mismos directores del rebaño, el que presa

110 LV: “El divorcio”, 21/05/ 1901, Nº 56.


111 Revista Caras y Caretas, 13/09/1902.

72
del estupor y del desengaño, no sabe que resolución tomar: si permanecer fiel á la
vencida bandera, ó pasarse á las filas enemigas; muchos de ellos están ya pronto para
disparar (…).
Como es natural, no han escapado al ardor de nuestros clérigos, las hojas liberales
que aquí se publican: El Tandil y LUZ y VERDAD (…).112

Las polémicas puestas por escrito en Luz y Verdad incomodaron a más de un


católico. Según el periódico masónico el cura párroco aprovechaba la misa de los
domingos para calumniar e injuriar al grupo de liberales:

Se susurra que nuestro cura párroco indignado contra la propaganda liberal y


sensata que vienen sosteniendo los que quieren libertad de conciencia, los que
siguen las doctrinas cristianas, tan torpemente adulteradas por esa iglesia
retrógrada y oscurantista, pronunció un discurso saturado de insultos é improperios,
repartiendo á diestra y siniestra, anatemas á todos los que no piensan con él.
Cuando tenga que abrir una válvula, para dar escape á su indignación, hágalo en
términos que no ofendan la delicadeza y dignidad de las distinguidas damas de
nuestra sociedad que acuden al Templo, no á escuchar injurias, sino creyendo que
van a oír de sus labios la inspirada palabra del filósofo, hijo de Galilea”.113
(…) y ofrecen el espectáculo bochornoso o de insultar con palabras soeces á los que
no creen como ellos, al pié mismo del altar donde está colocada la imagen del
Redentor, todo bondad y misericordia.
No se nos podrá argüir que somos nosotros los que mentimos: 1°. Porque en cuanto á
los insultos propinados por los curas católicos á los que injustamente llaman ateos,
tenemos la prueba de todos los creyentes ó no creyentes que asisten al templo
parroquial de nuestra ciudad, los domingos, a la misa de 10, en las más de las cuales
se descarga en un intermezzo de la función un fuego graneado de injurias y calumnias
contra los liberales en general y contra los colaboradores de este semanarios en
particular, como si injuriar y calumniar fuera la misión encomendada por Jesús á sus
discípulos.114

112 LV: “Respirando por la herida”, 7/07/1903, Nº 167.


113 LV: “Se susurra”, 25/09/1900, Nº 22.
114 LV: “Los conflictos con el clero Argentino”, 16/10/1900, Nº 25.

73
La indignación y la antipática propaganda transmitida por el sacerdote en
contra de los “progresistas” inquietaban también a las mujeres católicas, muchas de
ellas esposas o familiares directas de los propios masones que escribían en el
periódico. Estimamos que no había alguna mujer dentro de este grupo que no
practicara la religión católica. Es que todos formaban parte de una misma red,
quedando explícito en las fuentes cuando la esposa de un masón recibe la visita de
otra católica muy preocupada por las publicaciones de Luz y Verdad. Aprovechando la
visita el esposo masón redactó lo que pensaba:

No era esto lo que había prometido al Señor Director; otro era el tema elegido para
mi artículo, pero, una coincidencia que voy á contar al correr la pluma, me hizo variar
de pensamiento.
Me había acomodado regularmente en el escritorio de mi casa, para dedicarme á
cumplir con lo prometido, cuando oí la agradable voz de una señora que preguntaba
si la mía estaba en casa. Mi mente, reconcentrada el objeto de mi artículo, quedó en
suspenso por un rato por la charla juguetona de la importuna visita. Me di cuenta de
que no iba a poder escribir, y tomé un libro para dedicarme a la lectura; derrepente
(sic) hiere mi oído el nombre de una dama que interesa á nuestra propaganda por su
intransigencia clerical y por la posición social que ocupa, y entonces abandone el
libro sin más trámite y me dediqué a oír lo que hablaba. Mucho se dijo, especialmente
por la visita, llegando hasta lamentarse de que LUZ Y VERDAD se publicara. Desde
aquí, no escuché más y esta es la razón que me hizo cambiar de tema.
Comprendí que se trataba de una católica desesperada por el progreso de este
semanario, y que andaba buscando adherentes para la defensa de la causa que
nosotros combatimos, y entonces me sujirió (sic) el deseo de dedicar dos palabras á
esas señoras que mucho mejor harían en dedicarse á los quehaceres de su sexo y á la
atención de sus hogares, que estoy seguro necesitarán algunos de atención, y
esmerada, y no convertirse en porta-voz ó propagandistas de esas doctrinas que á
ellas mismas les son hasta perjudiciales. He aquí las líneas que la volved
propagandista me ha inspirado.
Yo se que con esto no voy á conseguir que os divorciéis de vuestras creencias, porqué
tal vez en ellas encontráis quien os absuelva de vuestras faltas si las tenéis (…).

74
Eso lo sé, como también la gravedad é importancia que tiene para vosotras, el acto de
la figuración. (…) Se que entre vosotras mismas no existe armonía, puesto que no
desperdiciáis oportunidad para poner en ridículo á vuestra aliada y hasta á vuestra
amiga.
Yo sé que sois religiosas, como yo fraile, yo sé que os golpeáis el pecho é inclináis la
cabeza ante el cádiz como demostración de respeto; se que usáis devocionario, que
lleváis con más ó menos elegancia un rosario colgado de la mano, que vais con
puntualidad á la hora de la misa; si, pero todo eso hacéis vosotras, por imitación, por
coquetería, por lujo, nunca por convencimiento, jamás por fé.
Vais a la Iglesia, teatro de la moda, porque aquella ó esta modista tuvo mucho gusto
en la confección de vuestro traje, y entonces, escojeis (sic) el sitio predilecto para
poder lucirlo; á eso vais á la Iglesia.
(…) Queremos, por vuestro propio decoro, alejaros de esa farsa, y es aes la razón de
nuestra propaganda, y si en nosotros predomina el sentimiento d ela civilización, yo
sé que eso lo conseguiremos.
(…) La señora que me ha sugerido estas líneas, me disculpará, pero ella conoce mi
franqueza, sabe mi modo de pensar, y no debe de extrañarle que le diga que en mi
casa no tiene sitio destinado para sus buenos consejos, y que por lo tanto, le será
mejor que en adelante no emplee su tiempo con tan poco provecho.115

Reconocemos la valentía de estos escritores al manifestar su pensamiento


sobre la Iglesia, la mujer y el cura. Sin embargo, propio de un pueblo pequeño en
donde se sabía quiénes eran los que publicaban en Luz y Verdad, ante los posibles
prejuicios, los colaboradores firmaban los apartados con pseudónimos. Osiris, Blanca
Martins, Telémaco, Claudio, Demófilo, Un librepensador, Feliz Elnuma, Un liberal, entre
otros.

-Creencia y “religión” masónica


Entonces, si criticaban a la Iglesia Católica y su pensamiento se enmarcaba
dentro de un modelo liberal, cientificista y anticatólico, en el cual el Estado debía ser

115 LV: “A las católicas”, 30/09/1903, Nº 179.

75
laico para garantizar un orden social, nos interesa saber si aquellos masones creían en
alguna religión.
Ellos decían que la Franc-masonería tenía por principio la existencia de Dios, la
inmortalidad del alma y la solidaridad humana. Estimaban la libertad de conciencia
como un derecho propio de cada hombre y no excluían a nadie por sus creencias;
todas las decisiones se tomaban invocando al Gran Arquitecto del Universo. La lectura
de las fuentes nos hizo pensar que cuando mencionaban al G. A. U. lo hacían
refiriéndose al Dios creador. Un Dios cristiano pero no católico. Creían en que Jesús no
había sido el fundador de dogmas ni institutor de símbolos, y que tampoco había
buscado riquezas ni honores.

(…) Cuántos discípulos tiene hoy Cristo? Muchos quizá, pero no lo son seguramente
los que ornamentan la casa sagrada con cirios y con oro; no son los predicadores de
su doctrina los que desde el púlpito sacrílego y desde el confesionario corruptor, se
proclaman á si solos verdaderos apóstoles de la moral cristiana; si Jesús volviera hoy
al mundo, reconocería por sus discípulos a los que llaman “Filósofo Hermano”, y no á
los que ponen en su mente la audaz idea de creerse “Hijo de Dios” (…).
El verdadero cristiano, concluirá por imponerse al espíritu sectario del
catolicismo.116

Coherente con sus creencias sostenían que Jesucristo había fundado una
religión en la que sólo se adoraría a Dios en espíritu, habiendo lugar para el culto a las
imágenes. La atribución a las imágenes religiosas de efectos sobrenaturales la veían
ridícula y contraria al verdadero cristianismo.
La idea que tenían sobre dios o el Gran Arquitecto del Universo no concedía a la
Iglesia Católica un lugar relevante en la sociedad moderna. Y ello creemos que tuvo
que ver con la imagen que se habían formado de la Iglesia y la constante e histórica
rivalidad; y también con la libertad de culto que se admitía en el seno de las logias. La
idea del dios era la misma para todos independientemente de la religión que
practicaran.

116 LV: “Cristianismo y catolicismo”, 25/03/1902, Nº100.

76
(…) La religión en el siglo XX es secundaria. –tanto más cuanto la religión no es la
idea de Dios, no; la religión es la forma de adorarle; es la forma de cumplir esos
mandatos de sus improvisados sacerdotes.
Si tenemos la idea de Dios, de un principio creador, ¿qué nos importa que los chinos
le llamen Bram, que los Indus le digan nukulun-kulo, que los hotentotes lo designen
con el nombre heitsitcibib, si estamos convencidos que cada uno de esos pueblos
rinde tributo al Creador, con todo el respeto y sumisión de que son capaces.
(…) –Pues entonces, nada más lógico que dejar a un lado esas retrógradas ideas, con
sus misales, con sus sotanas, con sus diáconos y con sus ceremonias, para proyectar
las fulguraciones de la luz liberal, por medio del estudio y de la investigación de la
ciencia.117

Durante la ceremonia de iniciación -condición de recepción en el seno de una


sociedad en la que se persigue la iniciación mediante el trabajo personal en
fraternidad- el aspirante debía exponer qué es lo que se esperaba que hiciera,
pidiéndole que declare, mediante juramento, si estaba dispuesto a unirse a quienes
estaban siguiendo el mismo camino que él deseaba emprender.118 El semanario hacía
pública las iniciaciones, o mejor dicho el rito de iniciación. “Un rito es un conjunto de
reglas que fijan el desarrollo y las formas del trabajo en logia (…). Cada logia sigue un
rito que suele ser el original con el que se formó en sus principios, por razones
históricas o prácticas, pero de ninguna manera cambia lo esencial, el proceso de
iniciación de la persona”.119 La cita que a continuación copiamos exterioriza una
filosofía, la masonería como medio para llegar al fin:

Publicamos á continuación los Compromisos de Alianza suscriptos por los dos


profanos que en la semana próxima pasada se iniciaron masones en la Logia “Luz del
Sud” de esta ciudad:
PRIMERA CUESTIÓN

117 LV: “El liberalismo”, 7/01/1902, Nº 89.


118 Amado Hurtado, Nosotros los Masones, España, EDAF, 2005, p. 131.
119 Fernando Setién, “Entrevista a un masón”, disponible en: www.entrevistamason.es

77
El Gran Arquitecto del Universo, es una Esencia, una Forma, una Virtualidad ¿es la
vida?
Primera Respuesta
Estudio y admiro las leyes que rigen en todo el orden de la Natura (…). Pienso que la
vida misma y no esa esencia-forma del misticismo, es lo que constituye el Gran
Arquitecto del Universo. La vida es quien hace y deshace. Mi Dios es la vida!
Segunda Respuesta
Mucho se ha escrito acerca de la existencia de Dios. Hay quienes lo niegan, pero la
mayor parte lo acatan con religioso sentimiento, creyendo que las infinitas
combinaciones de nuestra compleja vida y los fenómenos físicos son manifestaciones
de su voluntad.
(…) Cada jalón mareado por la ciencia en su constante proceso, implica otro jalón de
retroceso de la idea de Dios, y después de indagar, de investigar, he llegado a pensar
que el Gran Arquitecto del Universo fuera una virtualidad, es decir el conjunto de
nuestra vida y de la naturaleza.
SEGUNDA CUESTIÓN
¿Reconocéis derechos y deberes fundamentales para el ser humano, respecto de la
conservación y perfeccionamiento de su vida personal, y en consecuencia reconocéis
que su felicidad posible obedece necesariamente a esas condiciones causales?
Primera Respuesta
El progreso colectivo obedece necesariamente al progreso individual; el organismo
“humanidad” no puede gozar ni de bienestar ni de felicidad, si sus órganos, los seres
humanos, no hacen por su conservación y perfeccionamiento.
En consecuencia, si el individuo se conserva y perfecciona, se convierte en elemento
sano para propender a la civilización general, y además, por lo que a el toca
personalmente, conquista condiciones superiores que le darán facilidades para la
lucha por la existencia.
Su derecho no puede ser violado por el de ningún otro, y tiene también el deber del
de respetar el de los demás. Sobre este justo equilibrio reposa la justicia.
Segunda Respuesta
Vivo en una sociedad culta donde no es posible negar ni poner en duda los derechos
y obligaciones y que corresponden a cada uno de los individuos que la componen.

78
La humanidad hase (sic) formado con derechos naturales, y estos son inalienables. A
medida que marcha hacia elevados ideales, los deberes mutuos nacen como
consecuencia lógica de la cultura de sus sentimientos.
El respeto, pues, y el cumplimiento de esos deberes son la base de la felicidad
personal, y la piedra de toque de la felicidad personal y de la fraternidad humana.
TERCERA CUESTIÓN
¿El hombre es parte del mecanismo social, y como tal, posee derechos y le incumben
deberes respecto de la comunidad?
Primera Respuesta
La respuesta no puede ser más que afirmativa: El hombre es parte del mecanismo
social y como tal le incumbe deberes y posee derechos respecto de la comunidad.
Esos derechos y deberes pueden traducirse en las formulas “no hagas a otros lo que
no queréis que te hagan a i” y “has por los otros lo que quieres que hagan por ti”, o
con otras palabras, podemos sintetizarlo con la de justicia y caridad.
Segunda Respuesta
El hombre individualmente considerado, es apenas una molécula de la gran masa
humana. Solo, sería igual a un grano de arena en el desierto. Por esto, debe y es su
destino natural, asociarse para formar conjunto, unión, que es fuerza. Y así como
cada una de las partículas de una fórmula química tiene su volumen y objeto, así el
hombre tiene derechos y le incumben obligaciones respecto de la comunidad. No se
concibe el hombre sin derechos en un pueblo libre como este, ni es posible que exista
sin obligaciones.
CUARTA CUESTIÓN
¿Es necesario dar una educación científica e integral a la mujer, especializándola en
las dos fundaciones de institutriz y madre?
Primera Respuesta
La mujer ¡Oh! La mujer futura me atrevo a decirlo y a proclamarlo: única
regeneradora del mundo! Arranquémosla a la superstición, al error, a esa enseñanza
casuista, irracional de la escuela del dogma de hierro! Nutrámosle su mente de
verdades científicas, de máximas tolerantes de justicia, de altruismo! Hagámosla
humana, hagámosla mujer! Que sea la vestal guardadora del honor del hogar; que sea
madre cariñosa; que sea también la primera y la que diga siempre a sus hijos, que en
la ciencia, la justicia y el trabajo, reside la felicidad del género humano.

79
Si queremos progresar no olvidemos a la mujer, es, si se me permite la figura, la
palanca que Arquímedes pedía para levantar el mundo.
Entonces, démosle fuerza pero fuerza en la mente, fuerza en el cerebro.
Segunda Respuesta
Creo que debe educarse científicamente a la mujer. Su objeto en el hogar debe ser
llenar las funciones de madre e institutriz. A ella esta confiada, primero que a nadie,
nuestra existencia y educación, luego es necesario pensar que es imprescindible
prepararla para tan elevada e importante misión, tanto más cuanto que hoy su
educación se reduce a un conjunto de formulas religiosas y supersticiones estúpidas,
solo dignas de generaciones atrasadas.

La anterior transcripción, revela a las claras el concepto que presidió a la ceremonia


de la iniciación que nos ocupa: científico e intelectual.120

La creencia en un dios fue un requisito excluyente en el ingreso a la Masonería.


Eso fue así en todas las logias de aquella época –y aún en la actualidad tal requisito
continúa respetándose.

(…) Una cosa es investigar las causas de fenómenos que nos son familiares y que
merced al estudio pueden descubrirse, y otras las que existiendo, como causas
necesarias escapan á la sagacidad del estudioso y á los esfuerzos del genio.
Preguntado un sabio, si Dios existía, contestó creo que existe pues si no existiere
sería menester crearlo, -bella síntesis que revela á Dios al través del denso velo de la
ignorancia humana (…).121

Recapitulación
Indagando el semanario Luz y Verdad pudimos ver que fue herramienta de
propaganda de un grupo social que formaba parte de la masonería y además adhería a
la postura ideológica del partido Radical.

120 LV: “Las iniciaciones masónicas”, 30/06/1903, Nº 166.


121 Carlos Supparo y E. D. Parodi, ob. cit., p. 11.

80
Asimismo, fue una nueva forma de expresión de una sociabilidad política,
otorgando una voz, una identidad y canalizando intereses grupales y personales. La
actividad periodística fue para la mayoría de los masones un instrumento político que
usaron para el ascenso en su carrera o para relacionarse a una red; y para muchos que
estaban fuera de la esfera política descubrir una manera de canalizar sus
reivindicaciones.
La prensa fue utilizada para llevar adelante y dirigir un proyecto masónico
orgánico, en el cual ellos formaran parte tanto de la educación, como de la cultura, la
beneficencia y la política.
Entonces el cuerpo de redactores utilizó el papel como canal de transmisión
ideológica de una agrupación política como expresión de una sociabilidad y también
legitimización de las acciones e ideas masónicas. Estos propósitos formaron parte de
los ejes centrales del semanario. A su vez, las hojas del semanario plasmaron la vida
diaria de los masones de Tandil. En la redacción sobre las fiestas radicales y las
masónicas encontraron la forma de aunar propósitos e ideales en una misma y única
causa.
En el análisis de los distintos temas –diferenciados en apartados- observamos
una manifiesta y enérgica crítica a la Iglesia. Si bien debemos relativizar las
contrariedades entre liberales y católicos, la tensión existente entre ambos grupos fue
evidente, aunque fuesen parte de la misma red de sociabilidades y compartiesen
espacios socio-urbanos. Una mentalidad tradicional y una “moderna” no se opusieron,
y ello pudo haberse relacionado con que el desenvolvimiento de asociaciones de corte
más moderno laico no surgió de la nada, sino que se gestó de la interconexión con las
tradicionales católicas, surgiendo las primeras a partir de redes de sociabilidad
construidas y conectadas con las segundas. Pues si bien convivían ambas
mentalidades, la progresista -más allá de sus expresas críticas- tuvo que adaptarse a
su tiempo, simpatizar y actuar en una sociedad aún conservadora. Este aspecto quedó
manifiesto en la posición tomada con la mujer. Su rol estaba en el hogar y en la
educación, y no así en las profesiones liberales, que seguían siendo un campo ocupado
por los hombres.

81
Hallamos un semanario que redacta posturas definidas con respecto a la figura
del cura, del confesionario, de las congregaciones, de la ley de matrimonio civil y de
divorcio, de la mujer, de la educación laica, del radicalismo, de la prensa, de la
Francmasonería y de sus creencias.

82
Capítulo III

José Antonio Cabral, de resero a masón


letrado

83
Mariquita:- ¡Pero Olegario!... ¿qué te ha hecho el pobre muchacho pa que le estés
tomando tanta inquina?
¡Parece que no fuera tu hijo!... ¡Todo el día rezongando! ¡Todo el día hablando mal de
él!...
¡Tras que apenas lo vemos un mes al año!
Olegario:- ¡Más valiera que se quedara allá!... ¡Sí ha de venir avergonzarse de sus
padres, a mostrarnos la mala educación que aprende en el pueblo!...
Jesusa:- Padrino ¿en qué lo avergüenza?...Julio tiene otras costumbres…en la ciudad se
vive de otra manera…pero por eso no ha dejado de querernos…
Olegario:- ¡Sí!...A las mañas le llaman ahora costumbres…Viene a mirarnos por encima
del hombro, a tratarnos como si fuera más que uno, a reírse de mis barbas, de lo que
digo y de lo que hago, como si fuera yo quien debe respetarlo y él no quien…122

A principio del siglo XX ciertamente la formación profesional se convirtió, para


muchos, en una estrategia de ascenso social, como elemento de distinción, como una
necesidad de ser respetado y diferenciado entre los miembros de la sociedad.
Ocupar una posición de gravitación en la cultura o incluso en la política no
supuso necesariamente formar parte de los sectores dominantes (en el sentido de
aquellos que incidían activamente en los rumbos del país). En estos años advertimos
que los criollos tuvieron que compartir espacios con los inmigrantes e hijos de éstos.
En un encuentro con la nieta de José Antonio Cabral nos expresó que su abuelo
nunca había pertenecido a una familia adinerada y que todo lo que había logrado
había sido gracias al esfuerzo del trabajo y estudio. No hay dudas de que realmente
eso fue así. Sin embargo, su abuelo llegó más lejos que cualquier otro inmigrante que
viniese con entusiasmo de progresar. ¿Fue una cuestión de mera “suerte”? Claro que
no.
En este capítulo nos centraremos en la figura de José A. Cabral suponiendo que
fue gracias a su carisma, a sus conocimientos, a sus capacidades para entender la
dinámica del sistema político y a porque supo como vincularse e insertarse a la red de
sociabilidades masónicas-que como vimos se conformó por sectores “liberales” y

122Florencio Sánchez, M´Hijo el Doctor, Escena III: Dichos y el Gurí. Obra estrenada en el Teatro
Comedia de Buenos Aires el 13 de agosto de 1903 por la compañía de Jerónimo Podestá, 1903.

84
conservadores, mayormente inmigrantes luego de la masiva llegada a la localidad-, lo
que le permitió ascender socialmente y llegar a ocupar importantes cargos a nivel
local, provincial y nacional. No considerando al político solamente en su figuración
exterior, o al hombre que conquistara determinada posición social, ya que ello
achicaría el horizonte, sino interesándonos en el estilo de vida de un hombre que se
inició como masón, y que con su carácter, conducta y obstinación consiguió un
destacado lugar en la sociedad tandilense.

Su llegada a Tandil en 1872


El año en que Tandil sufría el peor episodio de su historia “la Matanza de Tata
Dios”123 en 1872, nacía en la ciudad de Buenos Aires José Antonio Cabral. Su madre
Victorina Couget, uruguaya con descendencia francesa directa, se había casado con
Pedro Cabral el 9 de agosto de 1871 en la Iglesia de Balvanera. Lamentablemente la
muerte acechó a don Pedro antes de que pueda conocer a su hijo, quien nace el 25 de
agosto de 1872. Victorina, atravesando el duro momento toma la decisión de migrar a
Tandil ese mismo año. Un Tandil que aún era una aldea, y que estaba viendo indicios
de modernización recién en esa década. La decisión de venir a un pueblo del interior
fue motivada por el hecho de que aquí estaba asentada la colonia francesa, con la cual
Victorina había entablado lazos.
José era su único hijo, su tesoro más preciado, su única familia. En el año 1896
ante la posibilidad de que lo llamen para el Servicio Militar redacta una carta a la
Junta:

Señor Presidente de la Junta:


Victorina C. de Cabral me presento al Señor Presidente y por su intermedio a sus
honorables colegas de Comisión y digo:
Me ocupo a solicitar la completa esxepción (sic) al Servicio Militar a favor de mi hijo
José Antonio Cabral.
Soy viuda –Señor: para comprobarle acompaño la partida de mi casamiento con D.
Pedro Cabral y la de defunción de Este.

123 VER: capítulo I

85
José Antonio es mi único hijo y el que atiende mi subsistencia y en excepción (sic)
está expresamente determinada en el inciso 6° del art° 3° de la Ley de Enrolamiento
de 5 de junio de 1865.
La verdad de lo dicho, además de que se compruebe con las partidas que acompaño,
puedo justificarlo con testigos. Si esa Junta lo cree necesario – Fuera el Señor
Presidente resolver de conformidad- dictando las disposiciones del caso – para que
la esxepción (sic) sea práctica.
Dios guíe al Señor Presidente-
Victorina C de Cabral.124

Con la ayuda y protección de los vascos como la familia Iriani, José en su


adolescencia trabajó como resero y tambero en aquellas llanuras fértiles. De espíritu
inquieto, a la vez que se dedicaba a su trabajo en el campo por las noches leía y
estudiaba para cultivar su mente. “La letra de Cabral es pulcra, con esa pulcritud de
quien ha perfeccionado con paciencia la caligrafía en sus noches de peón rural, pero es
personal, definida, característica. Las eles y las efes se empinan y destacan con el
mismo empaque de su figura ciudadana (…)”.125 La pasión por saber, fue la raíz misma
de su triunfo. Se engendró con él y dominó su mente, siempre alerta al estímulo
intelectual.
El trabajo en el campo forjó su físico pero aún más modelaron su personalidad.
En ella quedó grabado el precio del esfuerzo sin frutos, lo que fue un incentivo para
aprender, leer, conocer para defenderse y defender.
Las actividades en la ciudad y las personas con las que entabló relaciones
cotidianas le permitieron vincularse a otras esferas. El primero de estos trabajos fue
en la panadería de Setzes126, coterráneo de Victorina, perteneciente como ella a la
colonia francesa, y quien lo adopta como a un hijo. Creemos que por el vínculo forjado
con el francés pudo haber sido quien lo sugiriese para ingresar en la Logia. Gracias al
trato cotidiano con éste aprende a hablar francés fluidamente. El hecho de tratar con
inmigrantes diariamente facilitaba aprender diferentes idiomas. José hablaba francés

124 Archivo Familia Cabral, (1896), Carta de Victorina Couget de Cabral al Presidente de la Junta.
125 Archivo Familia Cabral, (S.F.), Semblanza de José A. Cabral, Carta de un correligionario al hijo de José
Antonio Cabral.
126 Al masón Setzes lo ubicamos en la red de sociabilidades graficada en el cuadro del capítulo I.

86
e italiano casi a la perfección. “Mientras muchos iban a perder el tiempo en bares y
boliches, en largas veladas nocturnas, él iba a la biblioteca”.127
Trabajando en la panadería conoció a su futura esposa y madre de su hijo,
llamado también José Antonio (nacido el 14 de julio de 1907), Alice Aboal “la paloma”,
y también al Sr. Francisco Amespil, quien era muy amigo de Setzes. Amespil admirado
por la vocación del joven le ofreció trabajo como tipógrafo en el diario El Eco del
Tandil128. Con esta profesión se sintió realmente a gusto. Fue su primer encuentro con
el periodismo. El dueño del diario descubre en él a un redactor despierto e inteligente
que estaba dispuesto a dejar todo por el progreso cultural de la sociedad. Su espíritu
inquieto, sus ideas y posturas ideológicas ¿a dónde lo llevarían?

Masón y radical intransigente


José Antonio Cabral constituyó la segunda generación del radicalismo en
Tandil, después del grupo fundador. Totalmente fiel a la doctrina impulsada por
Leandro Alem e Hipólito Yrigoyen, se involucró afiliándose al Comité, militando sus
ideales y uniéndose a caudillos como Piñero y Demarchi. Nueva Era expresa sobre
Cabral:

Don Raimundo Piñero, caudillo en todo lo positivo y solemne del término, es en la


ciudad, figura principalísima del radicalismo que brota por 1893 en la casa de De la
Canal y Dhers. Lo forma a su lado y solo se aparta del conductor, cuando él mismo lo
es. La disidencia de opiniones, en dos personalidades de fuerza, solo admite la
separación. Y ambos continuaron sus rumbos en un radicalismo agrietado. La línea
juvenil, que comanda Cabral auspicia la concurrencia a elecciones en 1912, y triunfa
en el seno de una asamblea del Comité local.129

Siempre dispuesto a luchar por el triunfo de las ideas radicales que


representaban el espíritu republicano, lo grande, justo y noble. Cabral encontró en el

127 Archivo Familia Cabral, Semblanza de…, óp., cit. p. 2.


128 José Antonio Cabral se desempeña como tipógrafo en el diario El Eco del Tandil cuando ya éste había
sido adquirido por el Sr. Francisco Amespil. Su anterior dueño había sido Francisco Bellini.
129 Nueva Era, Bodas de Oro 1919-1969, p. 249.

87
radicalismo “la mejor garantía no sólo de la integridad de las libertades públicas, sino
también del progreso y del bienestar de la Nación”130
Desde joven cultivó el árbol de la civilidad. Es que Cabral fue un civilista
convencido, porque para él era la raíz que nutriría a las sociedades. En este aspecto,
Rivadavia fue su ejemplo a seguir, la figura rectora que guió su conducta intachable. El
espíritu rivadaviano se percibe en Luz y Verdad –sobre todo después de que Cabral se
hace cargo de la Dirección a partir de 1902- dándole vigencia a su militancia.

…lo hace con la conciencia de que sabrá cumplir en un todo con las obligaciones que
se impone, trabajando sin desfallecimientos ni claudicaciones por el triunfo de las
ideas liberales que son la piedra de toque de la felicidad y glorioso porvenir de la
patria argentina! Luz y Verdad al entrar en lo que puede llamarse su segunda época,
jura anotar en el cuadro de sus protectores y en primera línea, el nombre de los que
la dieron a luz…131

Las columnas dedicadas a Rivadavia redundan en la molestia que le causa el


olvido patrio de un hombre virtuoso, que combatió sin tregua y sin descanso por el
ideal honroso como lema de su vida: el engrandecimiento de la patria.

(…) Lo cierto es que Rivadavia yace casi olvidado, este olvido es un crimen de lesa
humanidad.
(…) Quizá la nación argentina, su inmensa mayoría, no han profundizado aún la vida
de Rivadavia. Por eso, para rehabilitarlo ante ella, deba de ser preciso enseñarle lo
que Rivadavia fue.
“Luz y Verdad”, que alimenta como uno de sus más caros ideales la construcción de
un monumento que importe un justo y merecido tributo de justicia al “padre de la
patria” como lo llamó Vélez Sarfield empezará a publicar desde el próximo número
una hermosa biografía del gran hombre que nos ocupa (…).132

130 Archivo Familia Cabral, Carta de Marcelo T. de Alvear a José Antonio Cabral, 11/02/1936.
131 LV: “Segunda Época”. 7/01/1902, Nº 89.
132 LV: “Bernardino Rivadavia”. 21/10/1902, Nº 130.

88
Para cuando debe responsabilizarse de Luz y Verdad José Antonio ya había sido
iniciado meses antes, en diciembre de 1901, con 29 años, en la logia Luz del Sud. La
masonería era sinónimo de civilidad, de verdad científica y de anti-religión, pero no de
anti-creencia. Los símbolos empleados en las tenidas eran considerados por él como
procedimiento de enseñanza gráfica para los luvatones133, que tras la escuadra
encontraban la rectitud y la precisión, tras el compás la lógica y la justicia, tras el
mallete la autoridad razonable y leal, después de la regla la armonía que reina en toda
la naturaleza, cuyo colorario era del trabajo fecundo para los hombres y los pueblos
sobre la base de una fraternidad sabia en la distribución de los derechos y
obligaciones.
De ello era partidario, de todo lo que cooperara poderosamente a moldear en el
joven virtudes que puedan enaltecerlo y dignificarlo. No veía en los símbolos
masónicos la superficialidad, sino un método pedagógico.
El ingreso a la masonería lo insertó en el sector “iluminado” de la localidad,
quienes gobernados por la pasión civilizadora rechazaron la pereza literaria y
desconfiaron de lo que no tenía que ver con el “progreso”.
Estando dentro de la Institución amplió su horizonte relacional. Claro que
cuando pensamos en las relaciones creadas en una ciudad pequeña como lo era
Tandil, y cuando observamos que la mayoría de elite letrada formaba parte de la
masonería y de muchas otras asociaciones en común –como lo demostramos en el
cuadro 3 del capítulo I- damos por sentado que sostenían en la prensa un discurso
combativo y que en la práctica no era tan así. Seguramente esto fue cierto, pero no
para el caso que estamos analizando. Cabral no mantendría nunca una buena relación
con los sectores conservadores, y así fue coherente con su discurso. Su nieta comenta
que por ejemplo con la familia Santamarina no tenía más que un trato cordial, porque
ideológicamente no coincidían. Ello nos indica que si bien compartieron espacios

133 Luvetón es el nombre que reciben los hijos de los masones que son adoptados por una logia. La
adopción, en este caso, significa protección de los males, iniciándolo en la vida de la inteligencia,
llevando su espíritu con el amor al estudio, la inspiración de la virtud y de la fraternidad. La edad que se
propone para los luvetones va de los 7 a los 17 años, porque se pretende que sean seres conscientes y
no meramente conducido a ello. El niño es apadrinado en la ceremonia por uno o dos maestros
masones.

89
socio-urbanos no necesariamente existían amistades o simpatías entre ellos, aunque
todos estuviesen de algún modo vinculados entre sí.
La doctrina del progreso indefinido sólo tenía dos enemigos: el obscurantismo
y la ignorancia. Contra ellos era la pelea encarnizada. Convencido de que la razón
estaba reemplazando a la idolatría irracional, José A. Cabral actuaba coherentemente
ante la Iglesia y sus séquitos. Inseparable de sus principios liberales no acompañaba a
su esposa a la Iglesia, quien acudía todos los domingos a la misa de la diez en
Santísimo Sacramento. En una ocasión la nuera de Cabral -Sra. Leonor Diez- con sus
dos hijas “Chacha” y “Copete” participaron de una ceremonia, y el cura blasfemó en el
púlpito en contra José Antonio, quien al enterarse no tuvo decoros en iniciarle juicio al
párroco y ganárselo. Cabral tenía bien claro que había que persuadir con el ejemplo.
En un pasaje publicado en Luz y Verdad el 3 de febrero de 1903 describe a la
masonería en acción y el significado que tenía para él dicha Institución:

Los esfuerzos hechos por los masones del Tandil para la celebración de la tenida
blanca de adopción de niños que tuvo lugar en la Logia “Luz del Sud” el viernes
treinta del corriente en celebración del 29° aniversario de su fundación, se vieron
coronados por el éxito más brillante que pudieron haber deseado sus organizadores.
Aquello fue grandioso.
El salón que resultó reducido para la concurrencia que asistió en número de tres
cientas personas más o menos, se hallaba arreglado con arte y sencillez (…).
En el fondo, la mesa del Presidente y la de adopción, cubiertas con paños blancos y
con los símbolos masónicos, y colocadas sobre un tablado en el que se veían también
varias sillas para los niños a adoptarse y sus padrinos, y dos mesitas triangulares
para el orador y secretario de la logia; sobre la pared del fondo, la representación del
sol y la luna, que alumbrados convenientemente lanzaban destellos poderosos como
focos de vida fecunda y provechosa; la iluminación á giorno del salón, servida por
numerosas lámparas Daneyrouze de alcohol carburado; las paredes laterales orladas
con verdes guirnaldas de hiedra matizada con flores frescas que embalsamaban el
ambiente con sus fragancias exquisitas, y ostentando el retrato del General San
Martín, la apoteosis de Garibaldi, la Libertad, y un hermoso cuadro en el que se

90
hallaban representados la ciencia, la justicia y el trabajo, como “indisoluble
fraternidad de la vida social” (…).
La hermosa doctrina encerrada en las pajinas (sic) del ritual respectivo, obra del
esclarecido sociólogo argentino, del viejo luchador, y viril paladín de la verdad, el Dr.
Francisco F. Fernández, fue toda una simpática revelación para los concurrentes; el
noble ideal perseguido por la institución masónica irradio ante ellos en todo su
esplendor y magnitud, llevándoles en la palabra persuasiva, culta y serena de los que
ella hicieron uso, la convicción profunda sobre las bellezas de la Masonería, de esa
asociación tan injustamente calumniada y perseguida en todas las épocas por los
mandones civiles y por los mandones sectario-relijiosos (sic).134

El periodo de publicación del semanario Luz y Verdad coincide con los años que
Cabral fue designado de empleado del Juzgado de Paz a Secretario del mismo. Durante
esos cuatro años de ejercicio surgieron algunos inconvenientes. Su nieta nos
expresaba que siempre su abuelo decía “si la sospecha te roza debes irte”. Así actuaba,
prefiriendo retirarse de los cargos políticos y disipar las acusaciones a través de la
justicia.

La Suprema Corte de Justicia de la Provincia, haciendo obra de justicia, acaba de


reponer en el cargo de secretario del Juzgado de Paz local al señor José A. Cabral, que
por un exceso ó por u n error, había sido exonerado.
El alto tribunal de justicia ha procedido cuerdamente en esta emergencia, rodeando
así al caballero de la justa fama que todo el mundo le reconoce por su laboriosidad y
honradez en el puesto que va á volver á desempeñar con el aplauso general de
siempre; si bien es cierto que nunca pudo quitársela con la medida que tomó, no por
eso habrán faltado cándidos y también conscientes, que la interpretaran
caprichosamente con pretensiones de arrojar sombras sobre el empleado modelo.
Para éste, nuestras congratulaciones.135

En 1905, Cabral participó de la revolución radical que intenta despojar al


gobierno conservador. La revolución no tuvo éxito, y fue detenido junto con Federico

134 LV: “El gran festival del viernes”, 3/02/1903, Nº 144.


135 LV: “Miscelánea. Justiciera reposición”, 29/07/1903, Nº 170.

91
Demarchi, Ignacio Salas y Pablo Casetti -Raimundo Piñero pudo evitar la detención
permaneciendo oculto-. “La primera prisión la sufre en 1905; muchas otras dejarán
imborrables huellas en su temple. Mas no doblegarán su frente ni paralizarán su
acción”.136
El espíritu inquieto lo llevó a graduarse de escribano en 1906. Su culto a las
leyes escritas y su pragmatismo filosófico de origen comtiano, fundado en el
interrumpible desarrollo social venían de la formación cultural de la juventud vivida
en esa época en la que terminaba un siglo agitado, y se entraba en el XX lleno e
augurios para la civilización.137
La aparición de un público lector y el incremento de la vida social como
elementos de la esfera pública fueron acompañados de iniciativas como la fundación
de bibliotecas –entre otros espacios culturales-. Hacía ya varios años que se había
fundado la Biblioteca Mitre en la Municipalidad. Vergonzosamente fue abandonada y
destruida. No obstante, actuando como como Secretario del Intendente Demarchi,
Cabral sugiere ampliarla y recuperarla. Despojados de sus cargos se produce el caos
cultural: la biblioteca muere.
Ante la situación no puede permanecer indiferente, reuniendo a un grupo de
personas que ambicionaban el mismo proyecto se piensa en una biblioteca laica y
popular. La primera base que redacta propone el nombre de Bernardino Rivadavia:

La biblioteca se denominará Bernardino Rivadavia como un homenaje al gran


estadista; al primer presidente argentino, al fundador de la primera universidad y de
la primera biblioteca en esta república y al ciudadano que más hizo por la educación
durante el dificil nacimiento de nuestra nacionalidad.138

Abrió sus puertas el 2 de junio de 1908. Los primeros años fueron de trabajo
paciente, había que hacerla conocer entre los vecinos, atraer a los jóvenes, celebrar
veladas culturales, incorporar libros y, dice Nueva Era “demostrar su neutralidad ante

136
Nueva Era, Bodas de Oro 1919-1969, p. 249.
137 Archivo Familia Cabral, Semblanza de... óp., cit. p. 1.
138
Nueva Era, Bodas de Oro 1919-1969, p. 249.

92
cualquier corriente de simpatías personales, pareceres políticos o predilecciones
ideológicas”.
Sin dudas José Antonio Cabral fue un destacado en la localidad. Ascendió social
y políticamente, no por poseer una posición económica alta, sino porque además de
saber vincularse a personalidades que le abrieron las puertas de un círculo social
letrado, perseveró en la concreción de proyectos culturales relevantes para la
localidad. Esos logros no hubiesen sido posibles sin sus dominantes iniciativas y
aspiraciones personales que lo llevaron a instruirse para continuar en la lucha contra
la injusticia, la Iglesia absorbente, los gobernantes infractores de la libertad, el
prejuicio, la inmoralidad.
Siendo esencialmente evolucionista con convicciones profundas, Cabral formó
parte de diversas instituciones de Tandil como el Partido Radical, la Sociedad
Española, la Logia Luz del Sud y la Municipalidad, logrando ampliar su esfera de
acción. Aún más a través de la prensa, la cual ocupaba –como observamos- un lugar
primordial en la sociedad moderna.

Sin desconocer lo mucho bueno que han realizado los que la dirigieran y redactaran
antes que nosotros, pues en el éxodo perseguido por LUZ Y VERDAD desde su
fundación, se descubren triunfos y victorias alcanzadas después de recia lucha, desde
el momento que nos hicimos cargo de ella, y recordando las palabras de la
plataforma primera –“combatiremos la injusticia y el error en cualquiera fase que se
opere”- nos impusimos el pensamiento de ampliar la esfera de acción en que hasta
entonces se había movido este semanario, dirigiendo así la visual a todos los campos
de la actividad humana donde pudiera caber la censura.
Sistematizar la propaganda pura y exclusivamente á las cuestiones religiosas, nos
parecía y aún nos parece concretarla á un detalle del complejo problema social; y así,
abarcando el movimiento humano en su mayor amplitud posible, hemos ensanchado
nuestra esfera de acción.139

139 LV: “Nuestra misión”, 21/04/1903, Nº 155.

93
No estaría bien decir que Cabral fue una destacada figura sólo a nivel local, ya
que su extensa trayectoria, que empezó sí en una pequeña localidad desde abajo y con
mucho esfuerzo, traspasó los límites llegando a ser reconocido en espacios
provinciales y nacionales. La inteligencia, la conducta ejemplar y la capacidad para
entender la dinámica de las redes de sociabilidad lo vincularon a esferas que le
abrieron las puertas a su accionar.

Apariencia de José Antonio Cabral


A través de la vestimenta podemos dar cuenta de procesos socioculturales
complejos. Según Martín Porta, toda práctica cotidiana que se puede presentar como
naturalizada a vistas del sentido común o la época, esconde fenómenos
interconectados entre lo cultural, lo comunicacional, lo político y lo social. La moda y
el vestir nos indican signos de identidades sociales, pero siempre puestas en relación
con un contexto sociocultural, una posición social, un habitus (como estructura de
percepción y de acción) y a una biografía personal como trayectoria social.140
En este período fue adquiriendo importancia la mediación y estetización de la
vida cotidiana, los modos en que los sujetos se apropiaron de los bienes y
construyeron en ese proceso de apropiación sentidos sobre prácticas, usos y objetos
que les permitieron irrumpir en la escena social a través de procesos de
diferenciación o igualación, de presencia o ausencia, de inclusión o exclusión.141
La forma de vestir es un sistema de comunicación social que habla sobre
nuestra identidad social, de lo que somos o de lo que parecemos ante otros sujetos
sociales. La práctica “naturalizada” como lo es el vestir pone al descubierto una
compleja red de relaciones sociales.
Detrás de cada estilo de vestimenta se esconde una idea o un pensamiento. La
manera de vestir de Cabral pudo tener relación con sus principios y valores de
civilidad. Con la mano derecha sostenía el bastón llevado con soltura, o colgado del

140. Martín Emilio Porta, “Comunicación, prácticas culturales y prácticas del vestir: algunas reflexiones
teóricas para vincular procesos socioculturales y abordajes interdisciplinares”, disponible en:
http://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/question/article/view/2277, pp. 145-159.
141 Ídem., p. 154.

94
antebrazo de la izquierda, que le daba un aire de ciudadano de distinción, pero su
andar y hasta sus comunes actitudes eran de criollo. Con su mediana estatura siempre
iba pulcramente vestido. El traje bien planchado y los botines lustrados. Pero las que
daban característica propia de su figura eran la corbata y el sombrero; aquella se
resolvía en un moño breve y juvenil, y éste en chambergo civilista. Cabral respetaba
mucho a Mitre y quizá imitara la intención civil del chambergo de Don Bartolo. Decía
un correligionario en una carta al hijo de José Antonio Cabral:

“(…) el chambergo de Mitre tuvo un sentido civil, que su hijo el ingeniero Emilio
Mitre, al donarlo al museo, definió en una carta que habla de ese sentido en
discutibles conceptos: “El pueblo que no analiza –decía Emilio Mitre- pero que
comprende (por sentimiento, por intuición adivinatoria) había apreciado todo el
valor de este símbolo (el chambergo). Por eso en el chambergo histórico está más
acentuada la personalidad de Mitre que en ninguno de sus atributos militares.
Porque si fué un guerrero victorioso, eclipsó su propia gloria con sus virtudes de
repúblico e hizo desaparecer sus trofeos conseguidos en la guerra, bajo los laureles
cosechados en la paz, siguiendo las inspiraciones del civismo. Por eso al lado de la
espada y del uniforme militar, que cubre su féretro, puse también su chambergo, el
último que cubriera su cabeza querida y verenada”. La comparación no es exagerada
en cuanto al sentido de símbolo con el sombrero de Cabral, porque corresponde
decir, también, que Cabral fue un civilista convencido en la justa acepción del
término, no como una actitud contra lo militar, sino como una preeminencia del
hombre y del ciudadano (…)”142

Recapitulación
En este último capítulo vimos la figura de José A. Cabral como causante –por su
carisma, conocimientos, capacidades para entender la dinámica del sistema político y
a porque supo como vincularse e insertarse a la red de sociabilidad- de su ascenso
social y político. Se trató de no considerar sólo al político en su figuración exterior,

142 Archivo Familia Cabral, Semblanza de... óp., cit. p. 1.

95
sino interesarnos en el estilo de vida de un hombre, en su carácter y empeño, su
conducta y constancia.
Cabral logró vincularse al sector dirigente, regido por una pasión civilizadora
propia de una generación de “iluminados”. Supo expandir redes de sociabilidades
vinculándose a diversas asociaciones de la localidad –entre ellas la masonería. Luz y
Verdad fue una de las herramientas fundamentales para expresar su discurso liberal,
que fue coherente con la práctica cotidiana, persuadiendo con el ejemplo.
Su forma de vestir descubre un cuerpo portador de diferenciación y distinción
social como poder sobre los diferentes grupos sociales; y como una forma de querer
pertenecer a la elite letrada. Consiguió ascender social y políticamente, no por poseer
una posición económica cómoda, sino porque supo vincularse a personalidades que le
abrieron las puertas de un círculo social letrado como Setzes, Dhers, Piñero, entre
otros. No obstante, ello no hubiese sido posible sin sus dominantes iniciativas y
aspiraciones personales que lo llevarían a instruirse para concretar sus proyectos
personales y anhelos sociales.

96
Conclusiones

97
Siguiendo los esquemas propuestos por Fortunato Mallimaci143, años más tarde
retomados por Roberto Di Stefano144, acerca de una periodización para la
interpretación del proceso de secularización y laicización145 argentino, podemos
ajustar el espacio que estudiamos en esta tesis en el segundo umbral de secularización,
el cual se caracteriza por el auge del laicismo, que para principios de siglo XX
comienza a debilitarse. En ese sentido, tomando dicha teoría, podemos decir que los
masones de Tandil formaron parte del sector dirigente y letrado de la sociedad que
fue atravesado por el empuje secularizador y laicista. La masonería relacionándose
directamente con el poder local limitó el accionar de la Iglesia, o al menos lo intentó, a
través de la creación de instituciones laicas como las mencionadas Sociedad Belgrano
Amigos de la Educación, la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos, entre otras.
Con todo, la laicización no fue totalmente independiente de la intervención de
la Iglesia. Esto pudo haber sido así por varias razones. Por un lado, de acuerdo a la
bibliografía leída, el Estado no estaba en condiciones de asumir la tarea por si solo –
recordemos que estaba en un momento de cimentación- por ello los espacios
religiosos pudieron servir para mantener el “orden”. Asimismo, la sociedad era
hondamente católica lo que resultaba difícil concretar las voluntades de los grupos
liberales, que eran una minoría dentro del conjunto. Y otra cuestión a tener en cuenta
son las redes familiares y de sociabilidad. Dichas redes comunicaban a los distintos
sectores, sean éstos liberales o conservadores. Entonces, la complementariedad entre
ellos fue una necesidad.
De ese modo, debemos advertir que ambos grupos al estar entrelazados
debieron aceptar en determinados momentos la preeminencia de uno sobre otro. Un
ejemplo de ello se pudo haber dado con los episodios del Tata Dios. El esquema

143 Fortunato Mallimaci, “Catolicismo y liberalismo: las etapas del enfrentamiento por la definición de la
modernidad religiosa en América Latina”, en J. P. Bastian (Coord.), La modernidad religiosa. Europa
latina y América Latina en perspectiva comparada, México, Fondo de Cultura Económica, 2004.
144 Roberto Di Stefano, “Por una historia de la secularización y de la laicidad en la Argentina”, en Quinto

Sol, Vol 15, N° 1, 2011.


145 Roberto Di Stefano nos aclara los conceptos de “secularización” y “laicización”. El primero implica el

que los comportamientos de la sociedad o de un sector de ella han ganado autonomía respecto de la
autoridad religiosa, y también la permanente recreación de las identidades religiosas que ese tránsito
ha puesto en movimiento. El segundo concepto se relaciona a la sustracción de la autoridad religiosa
sobre instituciones y funciones que pasan a la órbita del Estado, constituye entonces un aspecto del
proceso mayor y más complejo, que es el de la secularización.

98
familiar de Piñero nos mostró que existió una conexión importante entre el grupo que
se vio obligado a dejar el poder y los que lo ocuparon. ¿Por qué no pensar en un
acuerdo entre ellos en lugar de analizarlo como un arrebato? Las dimensiones de los
espacios socio-urbanos en una aldea que se estaba convirtiendo en ciudad nos llevan a
pensar estas cuestiones. Así como también el fuerte peso de las redes sociales en este
contexto. Un contexto de advenimiento de la modernidad donde los sectores más
conservadores también tuvieron que adaptarse a los cambios, y aceptar el ascenso de
aquellos inmigrantes o hijos de inmigrantes que pudieron vincularse al círculo.
En ese sentido pudimos observar una flexibilización en los ingresos a la logia
en la década del noventa, como también la inserción de destacadas y excepcionales
personalidades como la de José Antonio Cabral, quien fue analizado como una figura
carismática que supo entender las redes de sociabilidad, manteniéndose firme en sus
convicciones políticas y filosóficas.
Intentamos dar cuenta, a partir del estudio de la prensa, de que la masonería
fue un medio para posicionar políticamente a un sector, y también resultó un ámbito
donde se creó una esfera que interconectó diferentes intereses que tuvieron que ver
con aspectos educativos y filantrópicos.
La reconstrucción de dicha esfera nos permitió dilucidar el funcionamiento de
los vínculos, y el uso del semanario como canal que vehiculizó y dio a conocer un
proyecto orgánico. Deseaban tener alcurnia, porque al tiempo que predican igualdad
por otra parte separaban a los “iniciados” como una minoría merecedora de tales
privilegios por su superioridad moral e intelectual.
No obstante, teniendo en cuenta lo dicho en los párrafos precedentes, a partir
de Luz y Verdad pudimos ver que los masones accionaron desde el discurso y la
practica en contra de la Iglesia, aspirando a limitarla sólo a cuestiones de fe. En este
sentido, discutiendo sobre la educación, la beneficencia, el rol de la mujer, el
matrimonio civil, las congregaciones y el cura, situaron jurídicamente al Estado por
encima de la Iglesia.

(…) 1° Siendo la Iglesia y el estado dos personas jurídicas que se rijen (sic) por sus
respectivas leyes, para solucionar el punto, hay que establecer cual de ellas á la otra,

99
que legislación predomina en el país, y la de que persona tenemos obligación de
actar, reconocer y respetar en caso de, un conflicto entre ámbas legislaciones. -¿La de
la Iglesia o la del Estado?
2° Si una debe reconoce la lejislacion (sic) de la otra.
3° Si en nuestro país las leyes obligan ó no á su cumplimiento á todos los habitantes,
sean nacionales o extranjeros, y que delito comete el que no se sujeta á la lejislación
(sic) del país en que vive.
Respecto á la 1° cuestión, el punto es sumamente claro. Toda vez que no es la Iglesia
la que contiene al Estado, sino el Estado el que contiene á la Iglesia. –Si este tiene su
lejislacion (sic) ó sus caciones (sic), dentro del Estado, es porque se lo permite este, á
cuyo amparo vive y se desarrolla. Entonces si ella, como principal tiene obligación de
respetar las leyes del Estado, seria ridículo que sus dependencias, v. g. los curas y los
creyentes, tuviéramos los derechos de desacatarlas, dando preferencia en caso de
conflicto á la legislación secundaria, que en este caso es la Iglesia.
Esto resuelve la segunda cuestión por la afirmativa. Todo vez que no hay colisión de
derechos y que donde princia (sic) uno, es porque concluye el otro. –Asi pues, si el
estado sostiene el matrimonio Civil, de hecho han quedado derogadas todas las leyes
que se opngan, sean eclesiásticas ó de cualquier otra naturaleza, y el matrimonio se
consuma, desde el mismo acto que han firmado los novios y demás personas que
intervienen en la formación del contrato.
(…) El otro punto es indiscutible, como suprema ley del Estado prescribe que sus
leyes son obligatorias para todos los habitantes del país, sean nacionales ó
extranjeros, y el que no las ocata (sic), respeta ó estimule á violarlas, se hace reo de
desacato, sublevación, etc. según la naturaleza del delito. (…)146

El análisis de Luz y Verdad nos abrió las puertas al mundo masónico tandilense
al no investigarlo sólo como medio de comunicación y expresión, sino como espacio
de sociabilidad y disputa, como conquista de la opinión pública, herramienta de
combate y politización. Pusieron mucha energía en inculcar el pensamiento liberal en
la sociedad, a través de la prensa, las asociaciones que dirigían, y la actividad
partidaria.

146 LV: “Señora y no señorita”, 30/07/1901, N° 60.

100
Los puntos de análisis que Paula Alonso realiza para la prensa roquista pueden
compararse con la prensa masónica adepta al radicalismo en Tandil del XX. La autora
rescata la función del periódico como: -ideología difundida por el gobierno con el
objeto específico de lograr apoyo a sus políticas y legitimidad a su acción, -donde el
lenguaje constituía un elemento esencial del mundo político, –la fuente elegida para
rastrear dicha ideología es de fundamental importancia, ya que la función que el
roquismo le adjudicaba a su periódico era la de crear y difundir una ideología para la
nueva era; y –porque después de todo, el esfuerzo por imponer una representación
determinada de la sociedad compitiendo con representaciones rivales, formaba parte
esencial de los mecanismos de lucha entre distintos grupos.
La expresión de las posturas ideológico-políticas y la visión que sobre la
sociedad construían los masones, fueron plasmadas en las hojas de aquel semanario.
¿Fue un discurso no llevado a la práctica? Cuando criticaban a los pseudoliberales, tal
vez se criticaban a ellos mismos por sentir una inevitable contradicción interna sobre
el “ser liberal” o el “ser católico”, sobre todo rodeados de la influencia de la mujer en la
familia, quien jugó un rol muy importante en la conformación de las redes de
sociabilidad. Pero, sin embargo, en el capítulo III pudimos ver que hubo un masón que
mantuvo el discurso en la práctica. José Antonio Cabral de conducta intachable fusionó
en su figura los principios de la masonería y la defensa de los ideales de Alem e
Yrigoyen, consiguiendo formar parte del tejido de conexiones sociales y políticas. Su
ideología libró batalla en diversos campos: prensa, política, asociaciones culturales,
militancia.

Luz y Verdad precisamente titulase un diario de la masonería aparecido en Tandil en


1901, en el que se comprueba al recorrer sus páginas, una cohesión de ideas
expuestas en un lenguaje combativo. No es difícil ver en ellas el artículo meduloso, la
prosa de calidad. Es evidente que en él colaboraban las mejores plumas y se
expresaban las ideas más avanzadas de su tiempo que militaban dentro del
movimiento. Tampoco es difícil establecer las relaciones con los intelectuales más
destacados de otras ciudades y especialmente de la Capital, que publicaban sendas
colaboraciones, en el mismo tono combativo, e inspirados en idéntica doctrina.

101
En un número especial publicado en 1903, con motivo de su aniversario, Luz y
Verdad de Tandil publica colaboraciones de las cabezas mas esclarecidas, entre ellas
las de los profesores Víctor Mercante y Rodolfo Senet, pedagogos y psicólogos de
renombre; de Estanislao Zeballos, figura argentina de relieve e internacionalista de
nota que representó al país en diversas conferencias internacionales; de Enrique del
Valle Iberlucea, enjundios o pensador que llegó a senador por el Partido Socialista, y
cuyo desafuero al definirse por la idea internacionalista del socialismo argentino,
motivó un capitulo escandaloso en la historia de la política nacional, quien escribió
en ese número un articulo contra la omninosa ley de Residencia; del profesor Ramón
Melgar, figura patriarcal en el rectorado del Colegio Nacional de Dolores; de Rodolfo
González Pacheco, tandilero, ardiente luchador por los ideales libertarios, que llegara
a ser autor teatral de justificado renombre, y que en el periódico publicaba
encendidos versos a Zola o a Darwin. La simple enumeración de temas y autores
definen su orientación sociológica y su enrolamiento en las ideas avanzadas de la
época. Para esas ideas en general la ciencia vencerá la religión, y a la vez hace una
religión de la ciencia. Los pensamientos están expuestos con valentía y hoy, al leerlos
después de medio siglo, se percibe un orgullo exagerado, pero de limpia estirpe; una
calidad indudable, pero de vuelo bajo. Ciencia y Verdad –así con mayúsculas empieza
un artículo en su número del 21 de octubre de 1902 –son la religión del futuro, y por
su imperio ya han empezado a trabajar los hombres. Y después de esta profesión de
fe tajante, de confianza en el porvenir, la nota agrega más adelante: “y es que la vida
debe vivirse así: sin encajarla en los moldes del misticismo y cumpliendo con las
obligaciones que nos impone y gozando con los derechos que nos acuerda, sin más
temores de castigo que las transgresiones y violaciones, que nos pueda infligir la
conciencia propia y la posterioridad humana”. Este claro pensamiento rector guía a
los iniciados y fortalece a los militantes. Con la lanza en ristre y la adarga al brazo,
estos quijotes del antiquijotismo positivista avanzan al combate contra las tinieblas –
y estas palabras son muy de su agrado- del dogma religioso.147

En esta tesis, intentamos explorar una sociedad compleja tratando de dar


cuenta de algunos aspectos en la medida de nuestras posibilidades. Algunos planteos
no han podido desarrollarse en profundidad. Ello debe ser un estimulo para la

147 Archivo Familia Cabral, ob. cit., p. 3.

102
formulación de nuevos interrogantes que nos permitan ampliar nuestra investigación.
Así por ejemplo, no hemos ahondado en el funcionamiento interno de las asociaciones
creadas por los masones, cómo intentaron dar solución a la “cuestión social” que tanto
les preocupó, como tampoco nos centramos en las mujeres que consideramos que
fueron una pieza clave en la formación de las redes y en la interconexión de los
espacios católicos y “laicos”. Estos temas y otros -como los lazos que pudieron existir
entre el grupo de masones de Tandil y los de la región- han quedado fuera de la
investigación pero tenemos la intención de resolverlos en las próximas instancias. Por
ahora intentamos ofrecer un horizonte sobre un tema que ha sido poco estudiado para
Tandil entre fines del XIX y principios del XX.

103
Fuentes y bibliografía utilizada
FUENTES INÉDITAS

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-Libros de Actas. Archivo Histórico Municipal de Tandil.
-Cartas de José Antonio Cabral. Archivo Familia Cabral.
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