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Resumen
Los Clubs de Lectura son espacios de encuentro entre diferentes personas que comparten
lecturas. En el ámbito escolar, han ido proliferando poco a poco, consiguiendo iniciar, potenciar
y/o afianzar el hábito lector en la infancia, además de mejorar la competencia lectora y
promover la educación en valores del alumnado. En el artículo se recoge una investigación
sobre un club de lectura escolar concreto en el que se ha hecho hincapié en la última cuestión
referida. El artículo ofrece las principales conclusiones al respecto, destacando la importancia
de la formación de los coordinadores de los clubs de lectura para ligar la formación lectora y la
ciudadana.
Palabras clave: Club de Lectura, educación en valores, estudio de caso, competencia lectora.
Abstract
The Book Clubs are spaces of meeting between different persons who share readings. In the
school, they have been proliferating, managing to initiate, to promote and/or to guarantee the
reading habit in the infancy, beside improving the reading competition and promoting the
education in values of the students. In the article a research is gathered on a concrete club of
school reading in the one that has been emphasized in the last above-mentioned question. The
article offers the principal conclusions in the matter, emphasizing the importance of the
formation of the coordinators of the clubs of reading to tie the reading formation and the citizen.
Keywords:Book Club, education in values, case study, reading competence.
Las investigaciones que han abordado el análisis de los clubes de lectura estiman
que los primeros se iniciaron en el ámbito anglosajónen la época victoriana. La
principal razón que los ha hecho perdurar hasta nuestros días ha sido su enorme
capacidad para favorecer el gusto por la lectura, mejorar la competencia
literariaydesarrollar hábitos lectores en los participantes. Pese a las notables diferencias
que existen hoy en día entre las múltiples experiencias de clubs de lectura
desarrolladas, tanto en el panorama nacional como en el internacional, los estudios
realizados han venido destacando una y otra vez sus enormes posibilidades en la
creación, desarrollo y potenciación del hábito lector (Calvo, 2007; Aranda y Galindo,
2009).
Los primeros clubs de lectura en España surgieron a mediados de los años ochenta
y se han desarrollado en bibliotecas públicas, dirigiéndose mayoritariamente a personas
adultas (Mata, 2009: 82) y las primeras investigaciones dedicadas a ellos se remontan a
los años noventa. En toda la investigación desarrollada al respecto se comprobó una y
otra vez el éxito de los clubs de lectura para contribuir a desarrollar hábitos lectores. La
positiva valoración recibida por los implicados en los mismos (bibliotecarios y
usuarios, generalmente) ha generado un contexto favorable, propicio a que los mismos
fueran creciendo y diversificándose con el paso del tiempo, hasta el punto de que se
han creado clubs de lectura en otros marcos espaciales y temporales diferentes a los
inicialmente planteados: escuelas de adultos, centros educativos de Educación Infantil
y Primaria, centros penitenciarios, asociaciones, empresas privadas, etc., estos se han
ocupado de temáticas generales o especializadas y han tenido carácter presencial o
virtual (Domingo y Sola, 2005).
Un club de lectura bien organizado presenta una serie de elementos entre los que
podemos señalar como más pertinentes el proceso de argumentación y consenso que se
sigue para la selección de la obra objeto de lectura, que inicialmente solía ser propuesta
por el bibliotecario como experto, pero que en la actualidad suele surgir del acuerdo de
los participantes, la lectura generalmente individual de la misma y el comentario
conjunto entre los socios del club en una o varias reuniones específicamente pactadas
para tal fin. Mata (2009: 82) ha escrito: “frente a la lectura solitaria, íntima y
silenciosa, que es en este tiempo, la modalidad más habitual de lectura, surgen aquí y
allá espacios de encuentro de lectores unidos por la voluntad de hablar de libros. Eso
es, en esencia, un club de lectura: una ocasión de leer con los demás, un deseo de
compartir lecturas, un modo dialogal de extender la mirada y afinar los oídos”.
Con el paso del tiempo los clubs de lectura han ido saliendo de las bibliotecas,
diversificándose, y propiciando el desarrollo del hábito lector en personas de todas las
edades y en todos los contextos, especialmente los educativos. Así, por ejemplo, cabe
destacar los clubs de lectura llevados a cabo en el ámbito universitario, como
asignaturas transversales, o una variante muy interesante, en la que nos detendremos,
que son los clubs de lectura escolares, que se proponen favorecer el gusto de la infancia
y/o sus familias por la literatura, desde la escuela y especialmente, desde su biblioteca.
Los clubs de lectura desarrollados en las diferentes escuelas españolas se caracterizan
por su enorme diversidad: edad/es a las que se dirigen, participación o no de familias,
selección de las obras, tiempos dirigidos a reunirse, etc. En función de la ambición del
proyecto, la formación de los mediadores, la implicación del profesorado, el interés de
la escuela, etc. caben muchas posibilidades. Algunas de las experiencias más
destacadas de estos clubs de lectura escolares realizadas en el marco de la Educación
Primaria y Secundaria se encuentran recogidas en Mata (2009: 82-85). Muchas de
ellas, además, están disponibles en la red, a través de páginas web, blogs y otros
sistemas virtuales, que contribuyen a difundir la amplia tarea de animación a la lectura
En la investigación que sustenta este trabajo nuestro objetivo ha sido analizar cómo
se pueden favorecer estas cuatro finalidades deseadas en un club de lectura escolar, en
línea con las aportaciones teóricas actuales de la didáctica de la lengua y la literatura
desarrolladas por Cerrillo, Cassany, Chambers, Lage, Tejerina, Sánchez y Yubero,
entre otros, para lo cual llevamos a cabo una investigación durante un curso
académico, siguiendo el desarrollo de un club de lectura escolar concreto, en el marco
de la Educación Primaria. Nos centraremos, no obstante en las dos últimas finalidades,
la educativa y la cívica social, pues la exploración de todas las dimensiones señaladas
implicaría el desarrollo de un trabajo cuyos límites pueden resultar excesivos, y porque
además, estas dos constituyen por sí mismas un campo con interés, en tanto que
vinculan dos grandes campos: el de la literatura y el de la formación ciudadana,
relacionando el proceso de lectura y de construcción de valores. En este sentido
estamos de acuerdo con lo afirmado por Abril (2000: 7): “el fenómeno de leer para
discutir y discutir para conocerse evidencia tanto la necesidad de cohesión social
como ofrece la posibilidad de favorecer la convivencia”.
Algunas investigaciones realizadas desde la pedagogía sobre educación en valores
(dentro y fuera del marco escolar) apuntan que la lectura puede ser una aliada en el
proceso de formación del sujeto (Puig Rovira, 1995; Buxarrais, 1997; Camps y otros,
1998; Navarro, 2000; Escámez, 2003; Martínez y Hoyos, 2006; Bolívar, 2007). Los
Observatorios de la convivencia escolar plantean incesantemente entre sus objetivos la
necesidad de fomentar la lectura en tiempo de ocio, favorecer la participación familiar
en los centros escolares, la prevención del acoso escolar, etc. También hay
investigaciones desde la literatura que manifiestan cómo la lectura contribuye a
desarrollar a los sujetos desde el punto de vista axiológico, destacándose al respecto,
generalmente, la relevancia de propiciar un proceso de diálogo sobre las lecturas
realizadas (Chambers, 2007; Patte, 2008; Gutiérrez y Rodríguez, 2008; Tejerina,
2008;Martos y Rösing, 2009; Mata, 2009; Meyer, 2010). Como afirma García (2005:
47), hoy día la escuela reconoce y fomenta las posibilidades de la literatura infantil
para una verdadera formación integral de los alumnos.
moral, etc. sobre la base de la autonomía de la conciencia de los seres humanos, como
producto de las relaciones de igualdad entre los individuos y las relaciones dialógicas.
Como puede apreciarse, discrepa del modelo de valores absolutos en el grado de
autonomía que tiene el sujeto para construir sus procesos valorativos y normas morales
a través del ejercicio de una racionalidad comunicativa. A su vez, también se distancia
del modelo de valores relativos al reconocer que a través de la razón y el diálogo es
posible fundamentar ciertos principios y valores universales.
En este sentido, un club de lectura escolar constituye un marco excepcional para
favorecer la educación en valores, en tanto que los niños se están poniendo en contacto
con los valores que muestran las obras y con la interpretación que dan a las mismas sus
compañeros y las personas adultas que estén implicadas en el club: hablando y
pensando a partir de una misma lectura (Lynch, 2009; Blum y otros, 2010). El proceso,
esquemáticamente, podríamos decir que es el siguiente:
Valores en la infancia Puesta en relación con los valores implícitos y explícitos de la obra
(generalmente los autores de literatura infantil y juvenil, a través de las acciones de los
protagonistas del libro tratan de modelar la conducta del lector) Afirmación/modificación de
valores Crecimiento axiológico infantil Puesta en relación de los nuevos valores del niño
con la interpretación que hace un grupo de iguales y personas adultas (mediadores, familiares,
etc.)sobre los valores de la obra Afirmación/modificación de valores Nuevo crecimiento
axiológico en el niño.
Imagen 1. Proceso de construcción de valores en un club de lectura escolar. (Elaboración
propia).
Hoy día está aceptado que todos los temas tienen interés para la infancia sin son
tratados a un nivel que los niños lo puedan entender (Tejerina, 1997: 281; Patte, 2008:
110). Los textos literarios dirigidos a la infancia, de una u otra manera, suelen cumplir
una función ejemplarizante, proponiendo modelos positivos o negativos de conducta,
“casos que pueden servir de ejemplos o contraejemplos” (Senís, 2006: 85). En todo
caso, hay una amplia diversidad literaria en lo relativo a valores:
Libros clásicos, libros de autores clásicos y clásicos adaptados, que
generalmente están plagados de valores. Como plantea Tejerina (2008: 67), “la
gran literatura aporta valores (…), los buenos libros hacen interrogarse”.
Libros con clara función moralizante, creados específicamente para abordar un
tema controvertido (la homosexualidad, el maltrato, las adopciones, etc.). Esta
literatura transversal, para Tejerina (2008: 68), no siempre logra sus objetivos,
en tanto que el tratamiento de los temas se hace de modo “forzado y
adoctrinante”.
En vista de esto, con cualquier tipo de libro, un club de lectura escolar, puede
contribuir a potenciar la elaboración de juicios valorativos en sus tertulias:
“necesitamos enseñar a analizar sin restricciones una obra, elaborar juicios críticos
perspicaces, realizar inferencias, hacer valoraciones éticas” (Mata, 2009: 184). Si
bien en el proceso de lectura individual los niños se suelen identificar con los
protagonistas de las aventuras literarias (Patte, 2008: 78), en el proceso de lectura
colectivo, en la tertulia, tienen la oportunidad de tomar la palabra y aportar sus valores
a la lectura (Cerrillo y García, 1996: 17; Peña y Barboza, 2002: 170; Chambers, 2007:
22). Como ha afirmado Ostria (2005: 8), “aprender a leer es aprender a construir los
sentidos posibles entre varios y aprender a confrontar sus construcciones con las de
otros”. Así se educan el sentido estético, la dimensión ética y las emociones (Camps,
2011).
Metodología
Puede investigarse el aporte que hace un club de lectura escolar a la formación en
valores del alumnado de muchas formas. En nuestro caso hemos realizado un estudio
de caso en un club de lectura escolar de un centro público de una ciudad española
siguiendo un proceso de investigación-acción liderado por una de las autoras de este
artículo, con un proceso sistemático de recogida de datos. La potencialidad más grande
de este método de investigación, el estudio de caso, es sin duda, la de ofrecer la
posibilidad de conocer profundamente una realidad educativa para comprenderla y así,
tratar de mejorarla (Álvarez y San Fabián, 2012), lo que a su vez, puede ser de utilidad
para otros casos, ya sean éstos más o menos afines. Para ello se elige una muestra
pequeña (un caso o varios), pero significativa (relevante, con interés) y se profundiza
en él mediante técnicas de recogida de información variadas (tanto cuantitativas como
cualitativas), que garanticen el rigor (triangulación, saturación, etc.). La potencia y
justificación investigadora de un estudio de caso se basa en el supuesto de que lo
global se refleja en lo local, es decir, en la naturaleza holográfica de la realidad,
describiendo cualquier proceso de una unidad de vida en sus diversas interrelaciones
con su escenario cultural.
En el curso en el que se llevó a cabo la investigación (el curso 2009-2010)
intervinieron en el mismo 25 alumnos y alumnas de tercer ciclo: 10 niños y 15 niñas y
se leyeron cinco libros de literatura infantil y juvenil seleccionados por los
coordinadores atendiendo a criterios didácticos y literarios. Los coordinadores durante
ese curso fueron una profesora universitaria externa al centro (que previamente había
desarrollado en él su tesis doctoral) y un alumno de la Facultad de Pedagogía. La
profesora universitaria había participado en ediciones anteriores del club de lectura
(primero como participante y en los dos años siguientes en calidad de coordinadora
colaborando con un profesor del centro). El reto de afrontar la coordinación del club de
lectura escolar citado en toda su responsabilidad supuso un estímulo para el desarrollo
de un proceso de investigación-acción ligado a su propio trabajo.
La investigación-acción tiene un especial interés por su concepción del docente
como un investigador, y presenta enfoques y experiencias muy variadas, y en algunos
casos, contradictorias (Stenhouse, 1987; Kemmis, 1992; Elliot, 1993; Carr, 2007;
Whitehead, 2009). En nuestro caso, entendemos la investigación-acción como una
metodología de investigación cuyo interés es conocer y entender los problemas
cotidianos reales que vive el profesorado, con el objetivo de analizar la propia práctica
para conocerla, comprenderla y tratar de transformarla y mejorarla, desarrollándose así
profesionalmente el profesorado, que se va emancipando a medida que va llevando a
efecto estos procesos.
La experiencia del club de lectura escolar del caso objeto de estudio se inició en el
curso 2003-2004, creándose un club para familias en el que se implicaron también
algunos profesores del centro. Desde el curso 2006-2007 hubo además interés por parte
de un importante número de alumnos de crear un club de lectura para ellos también,
consolidándose desde este curso dos clubes de lectura diferenciados: uno para adultos y
otro para alumnado del tercer ciclo de Educación Primaria.
En el club de lectura estábamos seguros de que muchos aspectos eran susceptibles
de mejora, de modo que nos propusimos hacer un trabajo de revisión de la práctica
sistematizado en soporte escrito para dar mayor rigor a las observaciones que habíamos
ido anotando y a través de las que podíamos dar cuenta de las ideas que manejábamos
previamente a cada reunión de planificación, durante la misma, en el proceso de acción
y tras ésta, en la reflexión.
El objetivo general de la investigación ha sido profundizar en el conocimiento del
proceso del Club de Lectura a lo largo del curso y favorecer, en este marco, nuestro
propio crecimiento profesional como docentes. Para ello llevamos a cabo diferentes
estrategias a lo largo de todo el curso en el que implementamos la investigación sobre
la innovación, dirigidas sobre todo a registrar las reuniones mantenidas (en el curso
investigado se realizaron seis reuniones del Club de Lectura de entre 55 y 70 minutos
de duración cada una: una de presentación y cinco más dirigidas a comentar los cinco
libros seleccionados). En estas reuniones se explicaban en un primer momento
cuestiones organizativas que afectaban a las reuniones. Seguidamente se abría una
ronda de intervenciones (dando la palabra a todas las personas que la pidieran) para
opinar sobre la lectura, procurando que ésta fuera seguida de razones y argumentos.
Tras ella, se abría otra ronda para destacar los momentos más
destacados/curiosos/interesantes del libro, participando el alumnado muy activamente.
Finalmente se abría otra ronda de intervenciones para participar estableciendo
relaciones entre el contenido del libro y la vida cotidiana. La reunión concluía con el
sorteo de un ejemplar del libro leído entre los participantes.
En el proceso de investigación hemos generado variados documentos escritos
(trascripciones, correos electrónicos, notas diversas), grabaciones en audio de todas las
reuniones y en vídeo de dos de ellas, notas de campo durante y a posteriori de cada
En este artículo nos centraremos en el examen de uno de los objetivos del club de
lectura: la educación en valores del alumnado participante, en coherencia con uno de
los objetivos de la investigación, que comentaremos a continuación: conocer cómo se
puede educar en valores a través de un club de lectura escolar.
Nuestra hipótesis de partida puede resumirse en los siguientes términos: “un club de
lectura puede contribuir a la educación en valores del alumnado participante a través de
la puesta en relación de los valores del lector y los valores que transmite la lectura en
solitario de la obra y de la puesta en relación de los valores de la obra y de los
compañeros, expuestas en las tertulias que se hacen”.
En este pasaje, a partir del momento de la obra que destaca el niño, la coordinadora
trata de despertar en él el espíritu crítico en el alumno interrogándole por el sentido que
tiene que en la historia aparezca una persona que ayuda al inmigrante.
A continuación reproducimos otro breve fragmento de nuestra tertulia donde
hablamos de la dureza de la inmigración ilegal (páginas 119-125).
- Coordinadora. Os voy a leer un trocito del libro que a mí me impresionó
mucho. Es cuando va viajando el padre en el cayuco y lo cuenta en la cena
que celebran con sus amigos senegaleses. Les dice a los que estaban en la
mesa, en la tertulia: “Un viaje de más de mil kilómetros, en un barco tan
cargado de gente que ni se podían mover. Casi sin agua y sin comida, sin
tener siquiera espacio para tumbarse, durante cinco días eternos, con el mar y
el cielo como único paisaje. Al tercer día empezamos a ver un montón de
cadáveres flotando en el agua, personas como nosotros arrastradas por las
corrientes: hombres la mayoría, pero también mujeres y algún niño. Un poco
más allá descubrimos los restos de otro cayuco semejante al nuestro. Algún
golpe de mar parecía haberlo tronzado por la mitad. Paramos el motor y
dimos varias vueltas por la zona para ver si había supervivientes, pero no
encontramos a nadie vivo. Podríamos haber sido nosotros los ahogados.
En este caso, al releer la coordinadora del club de lectura un fragmento del libro, se
está ofreciendo a los niños la posibilidad de repensar ese pasaje. En la conversación
mantenida entre el alumno que pide la palabra y la coordinadora surgen ideas y matices
que el grupo siguió con atención, estimulando su pensamiento sobre las dificultades
por las que atraviesan las personas inmigrantes para venir a España.
Conclusiones
Todos estos breves ejemplos constituyen pequeñas muestras de debates más
amplios producidos en los encuentros regulares mensuales de un club de lectura
escolar, donde se liga el estímulo del hábito lector y la formación ciudadana. Dar la
opinión sobre una lectura y debatir sobre algunos de sus momentos no sólo contribuye
a impulsar el hábito lector, sino a desarrollar el pensamiento divergente y el espíritu
crítico. Sánchez y Yubero (2004, p. 91), entre otros, consideran que “al hablar de la
lectura debemos señalar el fortalecimiento de un espíritu crítico capaz de rechazar
normas y valores sin sentido.”.
Referencias bibliográficas
ABRIL, M. (2000). Lectura y valores. Puertas a la lectura, 9-10, 8-12.
ÁLVAREZ, C. (2010). Un club de lectura para mayores y pequeños. Cuadernos de
Pedagogía, 402, 28-30.
ÁLVAREZ, C. (2011). La animación a la lectura en la Educación Primaria: una
innovación posible. Abareque: Revista digital de bibliotecas escolares de la
Consejería de Educación del Principado de Asturias, 3. Puede descargarse en:
http://web.educastur.princast.es/proyectos/abareque/[Consultado: 21-1-12].