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Universidad Da Vinci De Guatemala

Facultad De Enfermería y Ciencias del Cuidado De La Salud

Técnico en fisioterapia

Quinto Semestre

Curso: Terapia Respiratoria

LICDA Ivonne Reyes

Nombre: Claudia María Quiná Arana

Numero de carné: 201720329

Fecha: 13/04/2019
Bronquitis Crónica

La bronquitis crónica es una enfermedad inflamatoria de los bronquios de los pulmones.


Forma parte, junto con el enfisema pulmonar, de una enfermedad más amplia:
la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida por su acrónimo de EPOC.

Objetivos:

 No presente signos de infección evidenciado por la no aparición de fiebre,


escalofríos o aumento de la frecuencia respiratorias

Causas:

 Tabaquismo
 Exposición a humo de cigarro de segunda mano
 La contaminación del aire, las infecciones y las alergias agravan los síntomas de la
bronquitis

Factores de riesgo:

Fumar cigarros es el único factor de riesgo más grande para desarrollar bronquitis crónica.
Entre más fume y entre más tiempo lo haga, es mayor su riesgo de desarrollar bronquitis
crónica. Fumar de manera frecuente y a largo plazo también incrementa el riesgo de que la
bronquitis crónica sea severa.

Los siguientes factores también podrían incrementar su probabilidad de desarrollar


bronquitis crónica:

 Exposición a largo plazo a químicos, polvo, y otras sustancias que hayan sido inhaladas
 Fumar a largo plazo puros o marihuana
 Incontrolada asma
 Exposición a largo plazo a contaminación del aire

Síntomas:

 Escupir mucosa
 Escupir mucosa con partes de sangre
 Falta de aliento o dificultad para respirar, especialmente después de actividad ligera o
ejercicio
 Infecciones respiratorias repetidas que causan que empeoren los síntomas
 Sibilancia al respirar
 Fatiga
 Inflamación de los tobillos, pies, y piernas de ambos lados
 Dolores de cabeza

Diagnósticos

El diagnóstico de bronquitis aguda o de exacerbación aguda de bronquitis crónica, se hace


con el examen físico, por lo tanto ante la sospecha se debe acudir inmediatamente al
médico. Una radiografía de tórax podría servir para descartar otra enfermedad que
produzca síntomas parecidos Ej. Neumonía.

Para diagnosticar bronquitis crónica, los síntomas de tos productiva deben haber estado
presentes por tres o más meses en al menos dos años consecutivos, y no haber sido
causados por otra condición. El médico le preguntará acerca de sus síntomas y
antecedentes clínicos, y le realizará un examen físico. Las pruebas pueden incluir:

 Exámenes de respiración para revisar la función pulmonar


 Exámenes de gas en sangre arterial
 Radiografía torácica : un examen que usa radiación para tomar una imagen de las
estructuras internas del tórax
 Exámenes de sangre para determinar el conteo sanguíneo completo y la saturación de
oxígeno en la sangre
 Prueba de esfuerzo por ejercicio para evaluar la función pulmonar
 Tomografía computarizada del pecho: un tipo de radiografía que usa una computadora
para tomar imágenes de las estructuras internas del pecho

Tratamiento:

El tratamiento de la bronquitis crónica conlleva cuatro partes:

1. Dejar de fumar
2. Medicamentos
3. Fisioterapia respiratoria
4. Oxigenoterapia en domicilio
Vamos a verlos, uno a uno…

Dejar de fumar
No hay nada más frustrante (y más peligroso) que ver a una persona con bronquitis crónica
que tiene que llevar al lado la bombona de oxígeno para que éste llegue a sus alveolos y
que está fumando a la vez. Por desgracia esto es frecuente.

El tabaco hay que desterrarlo siempre. Pero si ya se padece de bronquitis crónica


es imprescindible dejar de fumar si queremos respirar. Así de claro.
Medicamentos
Para ayudarnos a respirar mejor y a toser menos el médico nos prescribirá medicamentos:

 Inhaladores de agonistas beta y de anticolinérgicos, que son el tratamiento principal.


 Corticoides inhalados (no en pastillas).

Fisioterapia respiratoria
También puede enseñarnos a hacer fisioterapia respiratoria, para movilizar mejor el moco
que se acumula dentro de nuestros pulmones.
A veces necesitaremos que una persona nos ayude a ello, diciéndonos qué posturas hemos
de adoptar e incluso dándonos pequeños golpes en la pared del tórax para ayudar a
movilizar ese moco intrapulmonar.

Oxigenoterapia en domicilio
Y si ya nuestro oxígeno en sangre está en cifras insuficientes cuando estamos
respirando aire ambiente, el médico nos prescribirá oxigenoterapia 16 o 24 horas al día. Lo
de ir con la bombona de oxígeno y las gafas nasales por casa y a veces por la calle.
Como la bronquitis crónica no la podemos curar lo mejor es dejar de fumar para no
padecerla.
Y si la padecemos, hemos de llevar a cabo los tratamientos que nos prescriba el médico
para poder tener una vida lo más normal posible. En nuestra mano está.
Neumonía

Es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Los sacos aéreos
se pueden llenar de líquido o pus (material purulento), lo que provoca tos con flema o
pus, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. Diversos microrganismos, como
bacterias, virus y hongos, pueden provocar neumonía.

La neumonía puede variar en gravedad desde suave a potencialmente mortal. Es más


grave en bebés y niños pequeños, personas mayores a 65 años, y personas con problemas
de salud o sistemas inmunitarios debilitados.

Objetivos
 Valorar al usuario por medio de la aplicación de diferentes métodos y técnicas de recolección de
datos.
 Formular los diagnósticos de enfermería de acuerdo a los problemas de salud detectados.

 Planificar las acciones de enfermería que contribuyan a solucionar o a disminuir los problemas de
salud detectados.

 Ejecutar las acciones de enfermería planificadas.

Causas:
Las bacterias y los virus respiratorios son los microorganismos más frecuentes que pueden
infectar el pulmón y causar neumonía. Estas infecciones se pueden contraer por:

Bacterias y virus respiratorios que viven en las fosas nasales (nariz), los senos paranasales
y la boca que pueden propagarse hacia los pulmones.

Inhalación de microorganismos que pueden estar en el medio ambiente o que se pueden


transmitir al inhalar gotitas en el aire, después de toser o estornudar una persona infectada.

Aspiración de alimentos, vómitos o secreciones desde la boca y que llegan hacia los
pulmones

Factores de riesgo

 La neumonía puede ocurrir a cualquier edad, sin embargo:

 Es más frecuente en personas mayores (mayores 65 años) y niños pequeños


(menores de 5 años).

 En personas que tienen enfermedades pulmonares crónicas, diabetes, mala


nutrición, abuso de consumo de alcohol, dificultad para deglutir, otros problemas
de salud crónicos o problemas del sistema inmunológico.

 En personas que fuman y aquellas expuestas al humo del tabaco.

 En personas que no han recibido la vacuna antigripal y o la antineumocócica, tienen


más riesgo de contraer una neumonía

Síntomas:

Los síntomas más frecuentes de la neumonía son:


 Tos que puede producir una expectoración de tipo mucosa purulenta

(amarillenta/verdosa).
 Fiebre o escalofríos.
 Dificultad para respirar.
 Dolor torácico (aumenta con los movimientos de la respiración).
 Malestar general y falta de apetito.
 A veces una persona puede presentar náuseas, vómitos y diarrea.

 Es posible tener neumonía sin tos o fiebre, sobre todo, en pacientes ancianos. Sin
embargo, la forma de presentación varía, considerablemente, de unos pacientes a
otros. En personas mayores no siempre se ven estos síntomas y pueden presentar
otros inespecíficos como falta de apetito, disminución del nivel de conciencia,
aparición de incontinencia urinaria o de respiración rápida (taquipnea). Los
síntomas, en general, pueden aparecer escalonadamente en dos o tres días o de
forma muy rápida en pocas horas.

Diagnósticos:

El diagnóstico de la neumonía se basa en:

Exploración física. Para el diagnóstico de la neumonía deben evaluarse de manera


cuidadosa los síntomas como tos, fiebre, producción de esputo, dolor torácico pleurítico y
una auscultación pulmonar anómala que pueden indicar neumonía.

Radiografía simple de tórax. En la neumonía, los alvéolos, que deberían estar llenos de
aire, se llenan de líquido o tejido inflamatorio, por lo que en una radiografía esto se
observa de color blanco, mientras que el espacio lleno de aire aparece de color oscuro. La
presencia de este color blanco confirma el diagnóstico de la infección.

En algunos casos, es necesario complementar la radiografía con un TC. Esta prueba de


imagen informa sobre la localización de la neumonía, su extensión, las posibles
complicaciones (presencia de líquido en el pulmón o derrame pleural; presencia de
cavidades o cavernas), existencia de enfermedades pulmonares asociadas y otros posibles
diagnósticos alternativos. También, ayuda a confirmar su evolución hacia la progresión o
la curación.

Analítica de sangre. Informa sobre el estado del paciente y la gravedad de la neumonía.

Saturación de Oxígeno. La comprobación de la saturación de oxígeno también es un


componente importante para determinar el estado del paciente.

Pruebas microbiológicas. Son necesarias y muy importantes porque permiten determinar


cuál puede ser el microorganismo causante de la neumonía y su epidemiología. Además,
permite saber las posibles resistencias antibióticas de estos microorganismos, lo que
ayuda a seleccionar un tratamiento antibiótico adecuado.
 Cultivo de esputo. Examen microscópico del esputo que sale de las vías
respiratorias cuando se tose profundamente.
 Antígenos microbianos en orina (neumococo y legionella).
 Hemocultivo. Es un cultivo de su una muestra de sangre para determinar si hay
algún microorganismo en ella.
 Frotis nasofaríngeo para virus respiratorios. Es un frotis en la nariz y la faringe con
un escobillón fino que permite detectar virus.
 Estudios serológicos para la detección de bacterias atípicas.
 Cultivo de líquido pleural (solo en caso de tener un derrame pleurítico).
 Cultivo de broncoaspirado (indicado en casos de pacientes con ventilación
mecánica y neumonía grave).

Complicaciones

Incluso habiendo recibido tratamiento, algunas personas que tienen neumonía,


especialmente aquellos que se encuentran en los grupos de alto riesgo, pueden
experimentar complicaciones, incluidas las siguientes:

 Bacterias en el torrente sanguíneo (bacteriemia). Las bacterias que ingresan en el


torrente sanguíneo desde los pulmones pueden propagar la infección a otros órganos
y, potencialmente, provocar una insuficiencia orgánica.

 Dificultad para respirar. Si la neumonía es grave o si tienes enfermedades pulmonares


crónicas ocultas, posiblemente tengas problemas para obtener suficiente oxígeno al
respirar. Es posible que debas hospitalizarte y utilizar un respirador
artificial (ventilador) hasta que tus pulmones sanen.

 Acumulación de líquido alrededor de los pulmones (derrame pleural). La neumonía


puede causar la acumulación de líquido en el fino espacio que hay entre las capas de
tejido que recubren los pulmones y la cavidad torácica (pleura). Si el fluido se infecta,
es posible que deban drenarlo a través de una sonda pleural o extraerlo mediante una
cirugía.

 Absceso pulmonar. Un absceso tiene lugar si se forma pus en una cavidad en el


pulmón. Normalmente, los abscesos se tratan con antibióticos. A veces, se necesita
una cirugía o un drenaje con una aguja larga o una sonda que se coloca en el absceso
para extraer el pus.

Prevención
Para contribuir a prevenir la neumonía:

 Vacúnate. Existen vacunas para prevenir algunos tipos de neumonía y la gripe. Habla
con el médico sobre estas y otras vacunas. Las pautas de vacunación han cambiado
con el tiempo; por lo tanto, asegúrate de revisar el estado de tus vacunas con tu
médico incluso si recuerdas haberte vacunado anteriormente contra la neumonía.

 Asegúrate de que los niños se vacunen. Los médicos recomiendan una vacuna para
la neumonía diferente para niños menores de 2 años y para niños de 2 a 5 años que
son particularmente propensos a contraer la enfermedad neumocócica. Los niños que
concurren a una guardería grupal también deben recibir la vacuna. Los médicos
además recomiendan la vacuna contra la influenza para niños menores de 6 meses.

 Practica una buena higiene. Para protegerte de las infecciones respiratorias que a
menudo derivan en neumonía, lávate las manos regularmente o usa un desinfectante
para las manos a base de alcohol.

 No fumes. El tabaquismo daña las defensas naturales que protegen a tus pulmones
de las infecciones respiratorias.

 Mantén fuerte tu sistema inmunitario. Duerme lo suficiente, ejercítate regularmente


y lleva una dieta saludable.

TRATAMIENTO

Oxigenoterapia: se administra cuando los resultados de la oximetría o de la gasometría


arterial muestran hipoxemia. Se debe tener una consideración especial con los pacientes
que presentan retención crónica de CO2 (normalmente la respiración se estimula por los
valores crecientes de PaCO2. Por tanto, en presencia de altas concentraciones de oxígeno,
en estos pacientes el estímulo respiratorio puede resultar deprimido). al principio, el
oxígeno se administra en concentraciones bajas y los valores de la oximetría y de la
gasometría arterial se debe observar cuidadosamente. si la saturación de O2 o la PaO2 no
aumenta hasta concentraciones aceptables.

Fármacos antibióticos: Se prescriben empíricamente según los signos y síntomas presentes,


los hallazgos clínicos y los resultados de las radiografías de tórax, hasta que se disponga de
los resultados de los cultivos de esputo y de sangre.

Hidratación: Puede ser necesaria la administración de líquidos intravenosos para


reemplazar las pérdidas insensibles ejemplo (debido a taquipnea, diaforesis, fiebre) y
disminuir la ingestión oral.
Percusión y drenaje postural: indicados si las respiraciones profundas y la tos son ineficaces
para movilizar secreciones.

TRATAMIENTO EN UCI

OXIGENOTERAPIA:
- Mantener la saturación por encima del 90%
- Administración de alto flujo.

FARMACOLOGÍA
Antiinflamatorios:
Glucocorticoides, inhalados son el tratamiento preventivo más efectivo, mejoran síntomas
y la función pulmonar. Inhibiendo la migración de células inflamatorias de las citoquinas y
bloquean la formación de los leucotrienos.

Budesonida (IDM): 50 a 250ug dos veces en la noche, dos vece en la mañana.

ASPIRACIÓN DE SECRECIONES
Pacientes con intubación

Objetivo:
-Mantener la permeabilidad de la vía aérea.
-Favorecer la respiración ventilatoria

Indicaciones:
Cuando el paciente no puede expectorar por sí mismo las secreciones

Contraindicaciones:
-Edema o espasmos laríngeos

-Cirugía traqueal
TRATAMIENTO EN HOSPITALIZACIÓN

Técnicas Anglosajonas
Se refiere a la utilización de diferentes posiciones, en las que el segmento a drenar se coloca
en una posición elevada para que la gravedad favorece, el desplazamiento de las
secreciones.

Objetivo: Eliminar secreciones bronquiales de las zonas periféricas y llevarlas hacia la zona
central, por empleo de acción de la gravedad

Indicaciones:
Personas hipersecretoras.

Contraindicado:
 Insuficiencia cardiaca congestiva
 Edema agudo del pulmón
 Infarto agudo de miocardio
Percusión: Son ondas de choque mecánico sobre la pared del tórax en la región
correspondiente en donde se encuentre la alteración en la auscultación. Se busca con la
perfusión deformación de las secreciones y su eliminación.
Objetivo:
-Realizar el desprendimiento de las secreciones adheridas en las vías aéreas

Contraindicación
 Torax inestable

 Fracturas vertebrales

TOS INDUCIDA (pacientes que presentan inmunodeprecion)


Objetivo:
-Asistir os sustituir a los músculos respiratorios.

TRATAMIENTO EN CONSULTA EXTERNA

2. Ejercicios respiratorios: Orientados para mejorar la función respiratoria


 Que sea activo
 Realizado por el paciente
Fase 1 Ejercicios diafragmáticos
Reeducar el patrón diafragmático en el paciente
Fase 2 Ejercicios respiratorios no específicos (sobrecarga)
E-grafía

https://www.medicinapedia.com/bronquitis-cronica/
https://www.ecured.cu/Bronquitis_cr%C3%B3nica
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/pneumonia/symptoms-
causes/syc-20354204
https://portal.hospitalclinic.org/enfermedades/neumonia/tratamiento

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