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Unidades de Formación Virtual

Módulo 2: Estrategias de promoción de lectura

Unidad 1: La lectura en voz alta: primeros


acercamientos

Objetivo:

Ofrecer a los lectores un panorama de la lectura en voz alta,


por medio de su definición, la clasificación de los materiales
de lectura y la lectura literaria.

Introducción

“Uno de mis seres inolvidables, es la maestra que me enseñó a leer a los cinco años. Era
una muchacha bella y sabía que no pretendía saber más de lo que podía, y era además
tan joven que con el tiempo ha terminado por ser menor que yo. Fue ella quien nos leía
en clase los primeros poemas que me pudrieron el seso para siempre”.

Esta cita de Gabriel García Márquez, de su ensayo Por un país al alcance de los niños,
contempla los aspectos que vamos a abordar en esta unidad. El primero, gira en torno
a la lectura en voz alta, que es quizá la acción más importante concedida a los
mediadores de lectura. Leer en voz alta es una manera eficiente de vivir con el otro en
las historias, es un ingrediente que da música a las palabras y enriquece su uso cotidiano.
Quizá, en el recuerdo de García Márquez, la voz y los gestos de la maestra agregaron
fuerza a la poesía que les leía en clase.

Ese recuerdo de la lectura de poemas y que García Márquez recrea como: “me pudrieron
el seso para siempre”, nos remite a la lectura de literatura y por ende a la importancia
de que los mediadores tengan su “corpus literario”, esos textos que son tan significativos
que en definitiva quisieran compartir con alguien y que al hacerlo resulta imposible no
reflejar gusto y así unir la emoción de la voz a la intensión literaria.

Empecemos

Desde los inicios de la humanidad, la voz ha sido el instrumento para comunicar y


expresar. El sonido nos permitió manifestar emociones, alertar a otros sobre los
Elaborada por: Laura Rico
Revisó: Angie Cardozo
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peligros, cortejar, etc. Luego, con el desarrollo del lenguaje, expresar ideas sobre el
mundo, el pasado y el futuro, dio lugar a las historias, y con ellas, a la escucha atenta y
la creación desde la palabra hablada. Con el tiempo, las historias quedaron plasmadas
en las rocas y el papel y se anclaron a la memoria de las personas.

Durante gran parte de la historia de la humanidad, las historias circulaban a viva voz. El
tiempo y tecnologías como la imprenta y la escritura congelaron en el tiempo los relatos
a través de los libros, de modo que se multiplicaron, se compartieron voz a voz, página
tras página. Los juglares, por ejemplo, en la edad media, ponían al alcance niños, jóvenes
y adultos los cantos épicos, la música y las biografías. Muchos de estos escuchas eran
artesanos o campesinos que no sabían leer ni escribir, por lo que la voz del juglar era el
puente entre el relato y el lector. Del mismo modo, leer en voz alta hoy implica invitar a
los lectores-escucha a encontrarse con las voces de los autores, con la conversación y el
diálogo.

Solo hasta el año 383 se tiene el primer registro occidental de la lectura a solas, en
silencio. San Agustín, escribe en sus Confesiones su reacción al ver a Ambrosio, obispo
de Milán, y dice: “Cuando leía sus ojos recorrían las páginas y su corazón entendía su
mensaje, pero su voz y su lengua quedaban quietas”. A pesar del asombro que produjo
en su momento el encuentro íntimo con el libro, leer a solas, sin pronunciar palabra, se
convirtió en un referente del libro y la lectura. En las escuelas y las casas, resultará
siempre más natural tener un libro en el regazo con la mirada hacia adentro que leerle
a otros.

Bajo lo anterior, leer en voz alta teje hilos con el mundo, la palabra y el libro, una triada
especial para conversar con los demás. Esta unidad invita a los mediadores a crear
escenarios donde los lectores-escucha se abran al universo del lenguaje, al mundo con
sus símbolos en forma de sonido, palabra o imagen. Con ellas también se aprende a
cantar y a conversar para comunicarse con el mundo desde la posibilidad de decir, de
expresar y de encontrarse con otros, pues con nuestra voz imprimimos intenciones
comunicativas a las palabras: alegría, molestia, tristeza, euforia, etc. Por ello, resulta
fundamental acompañar a los lectores desde los primeros años con la lectura en voz
alta, la narración de historias, los arrullos o las canciones.

Elaborada por: Laura Rico


Revisó: Angie Cardozo
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También, leer en voz alta se convierte en una forma


efectiva para que pequeños y grandes se familiaricen Los ojos y oídos se abren, la
con los libros y las palabras. Con los más pequeños es mente despierta para captar toda
palabra que salga de la boca de
quizá la estrategia más eficaz para que el objeto libro,
quien lee en voz alta. Las
ese que inicialmente se usa para jugar manejándolo emociones surgen al escuchar el
al antojo, quizá a mordiscos, como pilar de una texto que nos presenta y, poco a
construcción o como almohada, tome otro sentido y poco, vamos dejándonos envolver
por el relato y la información. A
se convierta en el objeto de las historias, de los
los niños, jóvenes y adultos nos
mundos por descubrir o en los cuales mirarse y une el placer de escuchar una
encontrarse con otros a través de la palabra. Para los buena lectura en voz alta. Como
jóvenes y los adultos, por su lado, escuchar y leer en mediadores de la lectura es
necesario que asumamos este
voz alta puede dar lugar a propiciar relaciones
papel, y que nos preparemos a
cercanas con los libros y la lectura, lejos de los regalarla a quienes nos rodean.
miedos escolares y, en consecuencia, detonar (Tomado del libro A viva voz,
Ministerio de educación de Chile)
acercamientos a la palabra desde el disfrute y la
interacción con el otro que hace de su voz un puente
para acercar las palabras al oído.

Aun cuando compartir lecturas en voz alta tiene un principio de gusto y vínculo entre el
lector y el lector-escucha, es una acción intencionada y planeada. Por ello, es necesario
haber leído el texto muchas veces para encontrar en las frases los ritmos y las
intensidades de la historia. Al respecto, existe gran cantidad de bibliografía que compila
unos cuantos consejos. Consulta los documentos que encuentras en la sección lecturas.

"El libro, en este preciso momento, gana un significado


que antes no tenía. Hasta ahora solo ha sido un objeto
más para observar y coger, un juguete. Pero gracias a la
mirada conjunta se transforma en un dispositivo que
permite una acción diferente además de la
manipulación, le permite indicar al otro que le lea. La
pelota o el sonajero no son lo mismo, están hechos para
otra cosa, en cambio el libro está para contar algo que
pasa o para identificar y nombrar su mundo: todo lo
cercano y que él reconoce allí en las páginas, al
mismotiempo está afuera como su tetero, su juguete, su
cuna". (CERLALC)

Elaborada por: Laura Rico


Revisó: Angie Cardozo
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Si encontramos nuestro propio ritmo y tono, la lectura en voz alta se convierte en un


momento especial en el que la voz del que lee, viaja con el sonido y los gestos corporales
hacia quien lo escucha. Por supuesto, también está la lectura en silencio, el encontrarse
a solas con el texto y saborearlo, a tal punto que se es capaz de imaginar el color de las
voces y de seguir de manera interna los acentos. En el caso de la primera infancia, ese
silencio se configura en el uso del objeto libro, en el sentir sus texturas y maravillarse
con los colores. Aun así, leer para los otros ofrece, en los dos sentidos, la oportunidad
de habitar el lenguaje. En palabras de Enrique Vila-Matas: “La propia vida no existe por
sí misma, pues si no se cuenta, esa vida es algo que transcurre, pero nada más”.1

Leer historias en voz alta nos arroja al lenguaje, nos da la capacidad de encontrar un
reflejo y de reconocer que hay otros fuera de nosotros, de saber que todo tiene un
nombre y en definitiva ayuda a configurar la propia voz al escuchar la voz de quien lee.
Este encontrar la propia voz, significa también, encontrar el yo, reconocerse en el
mundo, lo que no es más que desarrollar la capacidad reflexiva.

“Este tipo de operación [de proceso] se realiza en toda lengua, y está discretamente presente
cada vez que cantamos, recitamos, leemos o contamos historias a los niños. Estos fenómenos
son posibles porque el lenguaje es la memoria y la matriz simbólica de la constitución del sujeto.
La música, la literatura, la poesía no son simples complementos, son parámetros constitutivos
del alma humana. ¡La psiquis que careciera de estos elementos sería como un pájaro al que le
cortaron las alas! La estructura constitutiva de la psiquis nos permite así comprender por qué la
literatura que encanta a los bebés será siempre muy grata para los adultos”.
Tomado de: Música y literatura infantil colombiana.
Biblioteca Nacional de Colombia, 2008

Tres claves para la lectura en voz alta:

El tono
Se trata de modular la intensidad del sonido, qué tan alto o qué tan bajo suena nuestra
voz. En la lectura en voz alta, esto se relaciona más directamente con la cualidad sonora
de las historias. ¿Hay cadencia en las palabras? ¿Cómo es la musicalidad de las palabras?

1 Vila-Matas, Enrique, citado por Fresán, Rodrigo (2006). La velocidad de las cosas. Buenos Aires: Debolsillo.Pág.15.

Elaborada por: Laura Rico


Revisó: Angie Cardozo
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No se trata solo de alzar la voz


para que escuchen, los susurros
son vitales, la suavidad también lo
es; por ejemplo, que
encontraríamos en la voz de la
abuela de Caperucita Roja, o
¿acaso será una voz gruesa que
podríamos confundir con la del
lobo feroz?

Se recomienda no exagerar los tonos, a tal punto que nuestra garganta se esfuerce
demasiado y caigamos más en la parodia de un personaje que en su cualidad literaria. A
este respecto, leer con un buen tono de voz, es un balance entre su intensidad y la
identificación de la voz de los personajes. A veces, la preocupación del lector en voz alta
gira hacía la imitación de voces o sonidos de animales, un ejercicio que fuerza el tono
literario del texto y aleja los lectores del mundo literario que nos plantea el libro. No es
necesario montar representaciones complejas sino jugar con el tono que construimos
desde nuestra lectura del texto, lo que estamos sintiendo y lo que este nos comunica.

El ritmo

Al igual que el tono, conocer el ritmo de una historia, es algo que se da luego de varias
lecturas. En ellas podemos identificar los momentos de pausa (cuando hay suspenso,
cuando hay espera, cuando quiero detenerme para mostrar las ilustraciones) y los
momentos para leer más a prisa (cuando los personajes enumeran objetos, cuando hay
angustia o acción). El ritmo se complementa con el tono, y estos dos son cualidades que
se aprovechan en los textos literarios.

El cuerpo

La comodidad del cuerpo al leer en voz alta es indispensable, podemos hacerlo sentados
o de pie. De cualquier modo, importa que el uso del cuerpo sea suficiente para lograr
que nuestros movimientos hablen también de las lecturas que hacemos. Mirar a los ojos
de los oyentes, modular las manos o los gestos de nuestra cara se convierten en otra
forma de relatar y de decirles a los otros la manera en que también disfrutamos el libro.
Acá pasamos por una cualidad que todo mediador de lectura debe tener: ser un
devorador de libros, puesto que así logra una mejor selección de materiales de lectura
y, sobre todo, encontrar cada vez más libros que le encanten y se conviertan en regalos
para los otros.
Elaborada por: Laura Rico
Revisó: Angie Cardozo
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Veamos estos videos que circulan en redes sociales y que, por su diversidad,
encontramos muchas formas de leer en voz alta. Mientras disfrutamos de las historias,
pensemos en las diferencias que hay en las tonalidades y ritmos. ¿Cuál nos gusta más?
¿Cuál no nos agrada? ¿Por qué? ¿Reconozco en mí una manera particular de leer en
voz alta? (También encontrarás estos vídeos en la sección de multimedia)

Elaborada por: Laura Rico


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Las lecturas literarias

La literatura es entonces la oportunidad del asombro y


la entrada al lenguaje poético, las palabras que se hilan
y que dan sentido a las historias, están allí como factor
de entrada a lo estético. En este sentido, resulta
importante ser cuidadosos con la selección de los libros,
pues aunque hoy en día se publica mucho material para
niños, no todos cuentan con la calidad literaria que
aporte de manera significativa al universo simbólico de
la primera infancia. Por ello, como mediadores de
lectura, tenemos nuestro corpus literario, nuestras
lecturas imprescindibles, que pueden o no pueden ser
infantiles, pero que acunamos como regalos de mucho
valor.

Durante la infancia se posee una gran capacidad simbólica que se explota de manera
primaria con el juego y que se potencia con la literatura, pues esta supone también un
símbolo. Se juega a retratar la realidad al tiempo que se ficcionaliza, hasta el punto de
dejar más inquietudes que certezas. La literatura es un lenguaje artístico, y sabemos que
como tal busca conmover, ¿se han preguntado por qué a un niño le gusta escuchar
tantas veces la misa historia? Quizá preguntarle esto resultaría impertinente, leamos a
Gadamer:

“El que la presencia de la palabra poética esté, constantemente, como recién

Elaborada por: Laura Rico


Revisó: Angie Cardozo
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llegada es lo que nos hace encontrarnos plenamente en casa. En efecto,


hablamos de saberse una poesía de memoria y también de sabérsela
interiormente, y esto es el estar en casa, el habitar en algún sitio que, por lo
demás, hace posible también la superación de la extrañeza. […] Toda nuestra
experiencia es lectura, e-lección de aquello sobre lo que nos concentramos y
estar familiarizados, por la re-lectura, con la totalidad así articulada. También la
lectura que nos familiariza con la poesía permite que la existencia se vuelva
habitable”. (1998)

La literatura, los libros, nos dan la oportunidad de habitar


otros mundos, de verlos como en un espejo, para reflejarse
en esas historias o poesía que escuchamos. Es una manera
divertida de viajar y de entrar en el mundo de lo posible
imaginado.

La literatura posee elementos estructurales que ejercitan la


capacidad de pensamiento, narraciones que suponen
acciones en secuencia (algo pasa) y personajes (le pasa a
alguien). De ahí en adelante se abre todo un mundo de
imaginación, que a diferencia del texto informativo que
recopila datos sobre parámetros reales, cuestiona y reta al
lector sobre ese mundo cotidiano que lo rodea. Dice Michèle Petit: “Los escritores nos
ayudan a ponerle un nombre a los estados de ánimo por los que pasamos, a
apaciguarlos, a conocerlos mejor, a compartirlos. Gracias a sus historias, nosotros
escribimos las nuestra entre líneas” (1999).

Veamos el siguiente video:

Elaborada por: Laura Rico


Revisó: Angie Cardozo
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Cerremos pensando en la relación que tiene la lectura en voz alta, la selección de


materiales y el leer literatura, en la implementación de actividades de promoción de
lectura. ¿No son acaso tres ingredientes a tener en cuenta cada vez que desarrollamos
actividades de lectura? ¿No es acaso la literatura la oportunidad perfecta para navegar
el mundo libremente? Tantos interrogantes quedan abiertos, son una puerta para
reflexionar sobre la práctica y darnos la oportunidad de seguir aprendiendo.

Orientaciones pedagógicas
En el foro:

Ingresa al foro y has tus aportes de acuerdo con la siguiente consigna:

Según tu experiencia, ¿Por qué es importante la lectura en voz alta en las actividades de
promoción de lectura? ¿Qué otros aspectos son importantes a la hora de leer en voz alta?

Luego de elaborar tu respuesta, comenta por lo menos a uno de tus compañeros.

Referencias:

Bibliotecas escolares CRA (2013). A viva voz, lectura en voz alta. Santiago de Chile.
Ediciones Ministerio de educación.

Fresán, Rodrigo (2006). La velocidad de las cosas. Buenos Aires: De bolsillo.

Gadamer, Hans-Georg. (1998) Arte y verdad de la palabra. Barcelona: Paidós.

Música y literatura infantil colombiana. Biblioteca Nacional de Colombia 2008

Petit, Michele. (1999) Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura. México D.F: Fondo
de cultura económico.

Elaborada por: Laura Rico


Revisó: Angie Cardozo

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