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7 FORMAS PARA 

PREVENIR/DETENER EL MAL
COMPORTAMIENTO DE TU HIJO

POR
CLAUDIA ZERTUCHE
7 Formas para Prevenir/Detener
el Mal Comportamiento de tu Hijo

Los niños actúan motivados por una necesidad… es por eso que en Disciplina
Positiva decimos que el comportamiento de un niño es como un iceberg, lo que
vemos (su comportamiento) en la punta del iceberg, pero debajo de su
comportamiento hay sentimientos y creencias que ha ido formando acerca de sí
mismo, de los demás y del mundo, y de lo que necesita hacer para sobrevivir o para
prosperar en la vida. Esto surge a partir de su propia percepción e interpretación de
las experiencias que va viviendo día a día, y de acuerdo a ello es la forma en la que
se comporta. 

Esta necesidad que motiva al niño a comportarse como lo hace es un Sentido de


Pertenencia y Trascendencia, dentro de las cuales se encuentran otras necesidades
como sentirse visto, amado, aceptado, conectado, valioso, comprendido, escuchado,
empoderado y capaz, útil, que puede ayudar, contribuir y sentirse parte de, entre
otras.

Sin embargo, los papás y maestros muchas veces desconocemos estas necesidades,
y la Disciplina Positiva nos ayuda a ir descubriéndolas para atenderlas, pues
requieren ser cubiertas de manera adecuada para ayudar a un niño a modificar su
mal comportamiento.

A continuación describo 7 razones por las que los niños se portan de manera
inadecuada y algunas sugerencias que te ayudarán a redirigirlas de manera
positiva. 

Razón # 1: Necesidad de Conexión


Una fuerte conexión es lo que da una influencia positiva con nuestros niños. Si esa
conexión está tensa o lastimada, es más probable que se portan mal. Pero incluso, si
tu vínculo con tu hijo se encuentra así, siempre hay forma de poder repararlo,
fortalecerlo y sanarlo, y esto ayudará a detener su mal comportamiento.

Aquí te comparto algunas formas para prevenir/detener el mal comportamiento y


fortalecer su relación:

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1. Asegúrate de que se sienta amado, aceptado, visto.
Asegúrate de abrazarlo, besarlo, hacerle cosquillas, tocarlo (tocar su brazo, su
hombro, su cabeza). Pues para los niños el contacto físico es una de las principales
formas en que se sienten amados, ya que la piel es el órgano más grande que
tenemos, y los niños son principalmente “cuerpo y emoción”, es decir que sienten
por medio del cuerpo y las emociones, y éstas pueden ser muy intensas, porque las
tienen a flor de piel, por eso la importancia de validar sus sentimientos (que
detallaré en un punto más adelante). Sin embargo, si a tu hijo no le gusta el contacto
físico, entonces respétalo, y busca otras formas en las que él (o ella) se sienta
amado.

El Dr. Dr. Gary Chapman nos habla en su libro “Los 5 lenguajes del amor de los
niños” de 5 formas en que los niños se pueden sentir amados y puedes descubrir
cuál es el lenguaje del amor primario de tu hijo que te ayudará a llenar su tanque
emocional de manera asertiva.

2. Pasa tiempo especial con tu hijo.


Para crear esta conexión es fundamental que juegues con tu hijo, que se rían, que
canten o que bailen juntos, o que hagan la actividad que más disfrutan juntos (ej.
preparar un pastel, galletas, hot cakes). Los niños se sienten valiosos cuando sus
padres pasan tiempo de calidad con ellos. 

Trata de entrar en su mundo y permite que él dirija el juego. Si por alguna razón no
te es posible, entonces mantente presente en esos momentos que pasan juntos en
el coche, a la hora de comer, a la hora de acostarlos, etc. Con estar presente me
refiero a estar ahí con tus 5 sentidos (sin distracciones de tele, celulares, ipad, etc). 

3. Acepta y valida los sentimientos de tu hijo, no los minimices ni los juzgues (es
decir, no los califiques como buenos o malos, los sentimientos no son ni buenos ni
malos, simplemente son). Permite a tu hijo que los sienta y demuestra empatía,
acepta sus sentimientos con una palabra o con pocas palabras, por ejemplo:
“Veo que te sientes triste”.
Para validar los sentimientos necesitas “escuchar” detrás del comportamiento, es
decir, observar sus gestos, su postura.
Se pueden validar sentimientos incluso cuando se tiene que hacer lo que requiere la
situación, por ejemplo: “Entiendo que estés molesto porque te estabas divirtiendo y
quisieras quedarte viendo otra rato la tele… pero ya se acabó el tiempo”.

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4. Tu hijo también tiene la necesidad de tener conexión consigo mismo y con el
mundo. Por lo tanto, permite que tu hijo tenga su propio tiempo para realizar
actividades que disfrute, mientras juega su juego favorito, observa una hormiguita
en el pasto, una gota que cae en la ventana, que pueda explorar un objeto, un
juguete, una mascota. A veces tenemos tanta prisas que pocas veces les permitimos
“sentir o vivir” esos momentos tan valiosos para ellos. 

Razón # 2: Necesidad de Atención


Tu hijo necesita de tu atención, y tu niño se dará cuenta de qué manera lo ves o le
prestas atención, y si es por medio del mal comportamiento, lo seguirá repitiendo
(de manera inconsciente) porque para él se vuelve un lugar en donde están solos
mamá y él, y por lo tanto, el comportamiento se ve alimentado.

Me gusta mucho la comparación que escuché de una colega de Disciplina Positiva


que citó del Dr. Carlos González, que dice algo así: Si vemos a un niño que necesita
atención ¿Por qué no se la damos? ¿Por qué no le ayudamos a cubrir esta
necesidad? Un niño que quiere atención es como un niño que tiene hambre, si no le
damos de comer, el hambre no se le va a quitar. Es por esto que necesitamos saber
cómo poder cubrir esta necesidad de manera positiva. 

Por otro lado, si tú le das atención de manera amorosa y positiva, no necesitará


portarse mal para obtenerla. Entonces, en lugar de actuar en esos comportamientos
inadecuados de manera reactiva, te invito a que actúes de manera proactiva, para
que así tu hijo se sienta visto por tí.

Si sospechas que tu hijo se porta mal para llamar tu atención, intenta lo siguiente:

1. Regálale tiempo especial contigo (ver más en el punto anterior "Pasa Tiempo
Especial").

2. Practica la escucha activa cuando puedas:


Si tu hijo te habla, detén por un momento lo que estás haciendo, velo a los ojos y
escucha con la intención de entenderle. Si en ese momento no puedes hacerlo,
puedes decirle “Me interesa mucho lo que me quieres contar, dame 5 minutos y
ahorita estoy contigo”.

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3. Cuando tu hijo se está portando de manera adecuada (está ayudando,
cooperando, siendo amable) ofrece una retroalimentación de manera natural:
"Gracias por ser paciente mientras hablaba por teléfono". "Noté que me pudiste
esperar, y te lo agradezco”. Observa los avances (por pequeños que sean) de tu hijo:
“Sé que te cuesta trabajo tender tu cama y hoy vi que lo hiciste”.

4. Si tienes más de un hijo, sabrás que pueden competir entre sí por tener tu
atención: Trata de solucionarlo al pasar un tiempo especial con cada uno de ellos
por separado. Este tiempo no tiene que durar demasiado, dedica 15 minutos al día
(o al menos 3 veces a la semana) y esto puede tener un gran impacto positivo en el
comportamiento de tu hijo o hijos.

5. Hazle saber a cada uno lo especial que es para ti, cuéntale sobre las cualidades
únicas que tiene y porqué lo aprecias.

Razón # 3:Necesidad de Autonomía/Control


Aproximadamente a partir de los 2 años de edad en los niños va creciendo la
necesidad de sentir que tienen cierto “control” de las cosas que tienen que ver con
ellos. Por eso los niños pequeños empiezan a responder con frecuencia “No”, “Yo
solito”, “Yo puedo” o “Yo lo hago”, “Tú no, yo”. Y esta necesidad irá en aumento
conforme tu hijo crece, sabemos que los niños necesitan de la guía de los adultos, y
tú puedes ayudarles con eso. 

Entonces, ¿cómo puedes detener el mal comportamiento causado por una


necesidad de control? Intenta lo siguiente:

1. Conoce cuando o en qué sí puedes ceder y ofrece opciones limitadas:


Por ejemplo si batallas a la hra. de meterse a bañar puedes preguntarle a tu hijo:
¿Qué prefieres bañarte ahorita o en 5 minutos?, ¿Prefieres cenar primero y bañarte
después? De esta manera le ayudas a tu hijo a tener la ilusión de que él tiene el
control, sin embargo, tú lo estás guiando. Además, estas pequeñas dosis de
autonomía, son un entrenamiento que los ayudará a tomar decisiones más adelante
conforme van creciendo y sobre todo cuando sean grandes.

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2. Conoce lo que no es negociable, decide lo que harás y sé claro cuando lo
dices: Actúa amable pero firme cuando no hay opción, y no caigas en una lucha de
poder. Sólo hay lucha de poder cuando hay dos personas arriba del ring, así que no
te subas al ring. En su lugar, decide lo que tú harás y comunícalo de manera clara,
por ejemplo: Si le pediste a tu hijo que recogiera sus juguetes y no lo hizo,
tranquilamente tómalo de la mano y llévalo hasta los juguetes, y dile: “Ya es hora de
recoger tus juguetes”. Pongo más mi cuerpo que mi voz, mi cuerpo firme y seguro,
es importante que te sienta segura(o). Otro ejemplo: "Yo sólo pondré el lunch en la
lonchera que esté sobre la mesa". "Yo sólo lavaré la ropa que esté dentro del cesto".
Y sé consecuente, es decir, lleva a cabo lo que dices, permite que experimentes las
consecuencias de sus acciones, siendo firme y amable a la vez, no tienes que gritar,
ni regañar, ni trates de rescatar, ya que así les enviamos mensajes incongruentes de
lo que decimos y hacemos, y no les ayudamos a volverse responsables.  

3. Enseña a tu hijo a decir “No” de manera respetuosa:


Es importante enseñarle y permitirle a tu hijo decir "No", ésta es una manera de
enseñarle a poner límites, que le será de gran utilidad para su vida. Para esto
necesitamos hacer un cambio en nuestro chip mental, y sentirse bien al recibir un
“no” de su parte. Esta será una habilidad muy importante para la vida de tu hijo, hay
niños a los que decir "no" les sale fácil, pero hay otros a los que les cuesta trabajo y
para ellos es muy importante enseñarles esta habilidad, para que allá afuera o en la
escuela sean capaces de decir "no" o poner límites, defenderse y poder decir con
confianza qué les gusta y qué no les gusta. 

Razón # 4: Necesidad de tener modelos


y aprender de otros
Debido a que somos seres sociales, aprendemos de otros y con otros, observando e
imitando a otros. Por lo tanto, los niños todo el tiempo están buscando modelos, a
quienes seguir e imitar. Y además de seguirte a tí también buscará seguir a sus
pares, a sus compañeros y amigos, pues también en su escuela y amigos están
buscando pertenecer.

Esto puede ayudarte a prevenir/detener ese comportamiento que surge por


imitación:
1. Date cuenta que algún comportamiento de imitación es normal:
Es parte de crecer y aprender. Mantente coherente y consistente con las reglas de tu
hogar.

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2. Minimizar la exposición a la influencia de ese mal comportamiento: 
Por ejemplo, ese programa de televisión del cual está imitando, etc.

3. Establece junto con tu hijo reglas claras sobre un lenguaje respetuoso y


elimina palabras que lastiman a otros:
Si tu hijo empieza a tomar un lenguaje negativo, establece reglas claras sobre el
lenguaje respetuoso y ayúdale a expresarse de una manera asertiva. Por ejemplo:
"Cuando le dices tonto a tu hermano, le duele". Hacerle saber que las palabras que
lastiman no se permiten en casa, si está molesto o enojado con su hermano permite
que se lo diga, pero no permitas que le diga apodos o etiquetas como "tonto" o
"malo". Para modelar y enseñar esto es necesario que nosotros nos comuniquemos
con ellos de la misma forma, por medio de una comunicación asertiva y que no
escuchen de nosotros decir apodos o etiquetas, ni hacia ellos ni hacia los demás. 

Razón # 5: Tener cubiertas
sus necesidades básicas

Los niños tienen necesidad de comer, descansar, divertirse, moverse, etc. Por lo
tanto, el hambre, el cansancio, el aburrimiento, la falta de actividad física y la
nutrición pueden conducir a un mal comportamiento. Con una planeación
cuidadosa, este tipo de mal comportamiento normalmente se puede prevenir. Pero
si ocurre ese comportamiento, muestra empatía e intenta satisfacer la necesidad tan
pronto como sea posible.

Aquí te comparto algunas sugerencias:

1. Rutinas y ritmos: Recuerda la importancia de contar con rutinas, esto les ayuda
mucho a los niños a saber qué esperar y les da seguridad y les ayuda también a la
autorregulación emocional, sobre todo a los niños a quienes les cuestan trabajo los
cambios de una actividad a otra. Para esto asegúrate de tener un buen ritmo, que la
transición entre actividades sea fluida y no brusca, puedes avisarle con anticipación
cuánto tiempo falta para terminar tal actividad, pueden tener una canción para
cantar cuando sea momento de pasar de una actividad a otra, etc.

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2. Asegúrate de que tu hijo cuente con tiempo libre para recreación y movimiento,
pero también un tiempo de descanso durante el día: En la actualidad muchos niños
se sienten abrumados con tantas actividades programadas después de la escuela y esto
puede generarles más estrés, agotamiento y por lo tanto generar un mal
comportamiento. Asegúrate que cuente con actividades de "ir hacia afuera" y de "ir
hacia adentro". Ejemplos de actividades de "ir hacia afuera": recreación, movimiento,
ejercicio, correr, brincar, pero también que cuente con actividades de "ir hacia adentro":
descanso o actividades tranquilas que le permitan relajarse como pintar, dibujar, etc. 

Razón # 6: Falta de habilidades


sociales/emocionales
A veces el comportamiento inadecuado simplemente se debe a la falta de habilidades
con las que cuenta el niño, esto en ocasiones puede deberse a la etapa de desarrollo en
la que se encuentra o porque no se lo han enseñado. Por ejemplo: Un niño de 5 años no
puede autorregularse debido a que no se lo han modelado o enseñado, o no puede
hacer su tarea de escritura por la falta de madurez motriz o tal vez hable sin ver a los
ojos debido a que no cuenta con la seguridad para hacerlo.

Entonces hay que enseñarle con paciencia las habilidades que necesitan para ayudarlo
a sentirse confiado y seguro:

1. Enseña y modela una comunicación positiva para que tu niño pueda expresarse
asertivamente.

2. Enseña y modela la regulación de las emociones para que pueda manejar sus
sentimientos.

3. Si a tu hijo se le complica seguir o terminar las rutinas del día, puedes utilizar
imágenes visuales para ayudarlo a conocer la actividad que sigue. Por ejemplo, en una
cartulina pueden pegar las fotos de los pasos  (numerados) que necesita hacer antes de
irse a dormir y la colocan en la habitación del niño. Lo cual consiste en involucrar a tu
hijo en la creación de su rutina, para que se sienta parte de ella.

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4. Si tu hijo se resiste a terminar una tarea que sabes que es capaz de hacer, tal vez
se sienta inadecuado o siente mucha presión porque es perfeccionista. Hazle saber
que está bien equivocarse y que aprender e intentarlo es más importante que
hacerlo perfecto.

5. Divide las tareas en pasos más pequeños, para que sienta que puede ir
logrando un paso a la vez. Esto le ayuda a ir ganando mayor seguridad para hacerlo
y a ir fomentando la confianza en sí mismo al ir aprendiendo habilidades y darse
cuenta de que puede realizar sus tareas.

Razón # 7: Inmadurez emocional


 

A veces el comportamiento inadecuado de un niño se debe a la inmadurez de su


cerebro. Ya que su cerebro es como una casa en construcción y termina de
construirse aproximadamente entre los 21 y 25 años de edad. Por esto, es que los
adultos tenemos el rol principal de cómo el cerebro de nuestros hijos y niños se
moldeará, si la parte reflexiva o reactiva de su cerebro. Por lo tanto, se requiere de
mucha paciencia y conocimiento de las etapas de desarrollo de los niños, lo que nos
da una pauta para saber lo que es una mala conducta versus lo que es un
comportamiento adecuado a la edad. Por ejemplo, la etapa de los berrinches, el
saber que es una etapa importante en su desarrollo, nos podrá ayudar a
comprender y por lo tanto a responder de maneras más asertivas, en lugar de
reaccionar negativamente. Esto no significa que no lo corrijas o que no pongas
límites, pero intentar hacerlo sin lastimar su autoestima es mucho más sano. 

Si la el comportamiento inadecuado de tu hijo se debe a la falta de madurez o si se


debe a un comportamiento adecuado a la edad, intenta esto:

1. Piensa que es una etapa por la que está pasando y que es temporal: 
Si bien es adecuado guiarlo o corregir estos comportamientos, prestar demasiada
atención a ellos puede generar que se estén reforzando y que se repitan aún más.
Redirige a tu niño hacia acciones que sí puede hacer, ofrécele situaciones u objetos
que sí puede explorar, conocer, tocar, o espacios en donde sí puede brincar, correr,
gritar, etc.

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2. Fomenta la Inteligencia Emocional: Enseña a tu hijo a reconocer y manejar sus
emociones, a expresarlas/sacarlas. 

3. Practica la Disciplina Positiva: Esta forma de disciplina llega al centro de


aprendizaje de tu hijo en lugar de activar la respuesta al miedo en su cerebro. 

Deseo que estas ideas y sugerencias te ayuden a fomentar entre tú y


tu hijo una mayor conexión, que generen en ambos un sentimiento de pertenencia,
hacia la convivencia, la cooperación, sentirse vistos, escuchados, valiosos, que tanto
tus necesidades como las de ellos son tomadas en cuenta… pues los papás también
quieren pertenecer y los niños también les ayudan a eso, pero son los padres
quienes necesitan dar el primer paso para involucrar a sus hijos y fomentar este
sentimiento en casa.

Con cariño,
Claudia Zertuche
Fundadora de Niños Felices y Capaces

Bibliografía:
Eanes, Rebecca (2015). 7 Ways to Stop Misbehavior. Obtenido de:
http://www.creativechild.com/articles/view/7-ways-to-stop-misbehavior
Nelsen, Jane (2009 [1981]). Disciplina Positiva, Estado de México: Empresas Ruz.
Núñez, Gigliola (2015). Educando con Propósito, San Bernardino, CA.
Lott, Lynn, Jane, Nelsen, (2008 [1988]). Manual para el Facilitador: Disciplina Positiva
para padres.
Cuaderno de Ejercicios de Comunicación Inteligente en la Familia (CIF) por Instituto
Prekop México.
Siegel, Daniel, Payne, Tina (2015). Disciplina sin lágrimas (Original No drama
discipline). Ediciones B.
Faber, Adele, Mazlish, Elaine (2011 [1980]). Cómo hablar para que los niños escuchen
y cómo escuchar para que los niños hablen. Editorial Diana.

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