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UNIVERSIDAD NACIONAL

DEL CENTRO DEL PERÚ


FACULTAD DE ZOOTECNIA

INFORME:

“CARGA GANADERA (UNIDAD VACUNO) Y SU EQUIVALENCIA


POR CATEGORIAS”

ALUMNO:
-QUISPE POMA YUBALY
DOCENTE:
- AQUILES CASAS SEAS

HUANCAYO, AGOSTO DEL 2018

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RESUMEN
En la actualidad la producción ganadera tradicional se caracteriza por realizar el
pastoreo en la ganadería a nivel nacional. Sin embargo el acceso a nuevas técnicas ha
permitido la optimización de los espacios de pastoreo con la cual se ha dado una
tendencia a la disminución de la densidad ganadera.
La Carga de Ganado Vacuno se entiende como la proporción de unidad ganadera
vacuna por hectárea bajo explotación, así la Unidad Ganadera (UG) es la cantidad en
peso específico de un animal bovino comúnmente de 400 kg de peso vivo el cual
representa universalmente una unidad ganadera. Por ejemplo: un toro representa 1,25
UG, una vaca 0,90, la vaquilla 0.70, un ternero 0,40, el ternero para la ceba 0,70, y el
torete joven (una) Unidad Ganadera por Hectárea. Por otro lado la carga animal es la
disponibilidad o asignación de forraje para el animal bovino o por kg de peso vivo del
animal. La definición de esta es una de las principales estrategias de manejo para el
incremento de la producción y la buena utilización de las pasturas.
En este mismo sentido es importante conocer la información para realizar una buena
producción leche y hato que la Capacidad de Carga es la capacidad que tiene una
pastura para sostener a un bovino sano, en buenas condiciones y mantener al mismo
tiempo su productividad, adaptación al medio y su renovación o recuperación.
Palabras clave: producción, ganadería, unidad, vacuno, carga, hectárea.

SUMMARY
Currently, traditional livestock production is characterized by grazing livestock at the
national level. However, the access to new techniques has allowed the optimization of
the grazing spaces with which there has been a tendency to decrease the density of
livestock. The load of Cattle Vacuno is understood as the proportion of cattle unit vaccine
per hectare under exploitation, so the Livestock Unit (UG) is the specific weight amount
of a bovine animal commonly of 400 kg of live weight which universally represents a
livestock unit. For example: a bull represents 1.25 UG, a cow 0.90, a heifer 0.70, a calf
0.40, a calf for fattening 0.70, and a young bull (a) Livestock Unit per Hectare. On the
other hand the animal load is the availability or allocation of forage for the bovine animal
or per kg of live weight of the animal. The definition of this is one of the main management
strategies for the increase of the production and the good use of the pastures. In this
same sense it is important to know that the Load Capacity is the capacity that has a
pasture to sustain a healthy bovine, in good conditions and at the same time maintain its
productivity, adaptation to the environment and its renewal or recovery.
Key words: production, livestock, unit, cattle, load, hectare.

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INTRODUCCCIÓN
La producción del ganado vacuno en el mundo es indispensable para la
alimentación humana, durante muchos años se fue desarrollando técnicas para
establecer numéricamente el aporte del animal y un establo de gran población
se utiliza la unidad ganadera de lo cual se compone por la cuantificación de la
carga ganadera localizada puede ser una herramienta muy útil para estudiar los
patrones de distribución del ganado y sus efectos sobre el ecosistema. En
sistemas con ganadería extensiva, la presión de pastoreo puede ser muy
variable, incluso dentro de un mismo potrero (Bailey 1995; Barnes et al. 2008), y
determina en gran medida los patrones de distribución de la vegetación y la biota
asociada (Adler et al. 2001; Fuhlendorf & Engle 2001; Cingolani et al. 2008). Para
estimar las cargas localizadas en distintas áreas de un mismo potrero se puede
apelar al conteo directo de animales (Senft et al. 1983; Bailey 1995), o más
recientemente a la ayuda de dispositivos de geoposicionamiento adosados a los
animales (Bertiller & Ares 2008; Swain et al. 2011). Estas metodologías permiten
conocer muy bien la heterogeneidad en la distribución del ganado pero exigen
mucho tiempo y esfuerzo de trabajo a campo o bien son muy costosas, y se
pueden utilizar en un número reducido de animales. También es posible inferir
patrones de distribución de los herbívoros mediante indicadores indirectos como
las deposiciones fecales sobre el suelo (Cingolani et al. 2002; Tate et al. 2003).
Si bien estos indicadores hasta el momento no han sido utilizados para
cuantificar cargas localizadas, han servido para categorizar el uso espacial de
ambientes dentro de un potrero (Teich et al. 2005; Kohler et al. 2006).
Las deposiciones de los herbívoros se descomponen a una tasa relativamente
baja debido a su contenido elevado de fibra y lignina (van Soest 1994; Aerts
1997) y, por lo tanto, permanecen sobre el suelo durante períodos de tiempo
prolongados (Tate et al. 2003). En regiones de clima templado o frío, las
deposiciones son fácilmente identificables en el suelo hasta uno o dos años
después de ser deyectadas (Cingolani et al. 2002; Dimander et al. 2003; Vaieretti
2010). Esto permite que a medida que transcurre el tiempo se vayan acumulando
sobre el suelo. Es por ello que la cantidad de heces detectables en un
determinado momento obedece a un balance entre la tasa de deyección (que
depende de la carga localizada) y la tasa de descomposición. Bajo un mismo
clima se puede asumir que la tasa de descomposición de heces no varía de
manera substancial entre sitios, dado que se trata siempre del mismo material
(Swift et al. 1979). Si bien la aplicación de antiparasitarios comerciales puede
afectar tanto la tasa de deyección como la de descomposición de heces
(Sommer & Bibby 2002), en general se aplican de manera similar a todos los
animales de una región (comunicación personal de veterinarios y productores).
Es de esperar, entonces, que las deposiciones presentes en el suelo den una
idea clara de la presión de pastoreo localizada de un determinado lugar y durante
un período de tiempo previo (Cingolani et al. 2002; Teich et al. 2005). En línea
con esto, White et al. (2001) encontraron que la abundancia de las deposiciones
en sistemas de pastoreo intensivo está muy correlacionada con la proporción de
tiempo que los animales permanecen en un área determinada.

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Por esta razón, la combinación de una metodología de cuantificar las
deposiciones en el suelo con la observación directa del ganado a campo (o el
uso de dispositivos de geo-posicionamiento) permite ajustar modelos
matemáticos para estimar -de manera indirecta- la carga ganadera localizada de
un cierto período de tiempo previo. El uso de la abundancia de deposiciones
como indicador de presión de pastoreo localizada se ha aplicado con buenos
resultados en diferentes estudios. Senft et al. (1983) modelaron los patrones
espaciales de distribución del ganado bovino en las Planicies Centrales de
Colorado a través del seguimiento de animales, y validaron luego los modelos
mediante el uso de la densidad de deposiciones fecales. En la Sierra Nevada de
California se identificaron y modelaron los factores asociados a los patrones de
distribución del pastoreo bovino mediante la evaluación estacional de la
deposiciones fecales (Tate et al. 2003). En los pastizales de Tierra del Fuego,
Cingolani et al. (2002), a través de la intensidad de deposiciones, determinaron
la selectividad de ovinos por paisajes en los que predominan los céspedes de
pastoreo. En las Sierras Grandes de Córdoba, una primera aproximación en el
tema fue realizada por Teich et al. (2005), quienes utilizaron tanto la observación
directa de animales como la frecuencia de deposiciones para diferenciar sitios
con alta y baja carga. Sin embargo, en ninguno de estos trabajos se estableció
una relación cuantitativa entre la abundancia de deposiciones y la carga
ganadera localizada.
En general, los estudios que consideran la intensidad de uso ganadero (carga o
presión ganadera) como un factor determinante de respuestas ecosistémicas,
utilizan una estimación cualitativa de la presión de uso. Por ejemplo, dos, tres, o
a lo sumo cuatro situaciones diferentes de presión ganadera (Teich et al. 2005;
Cingolani et al. 2005; Kemp& Michalk 2007). Además, a menudo en este tipo de
estudios se supone que la carga ganadera presente en un determinado potrero
se traduce en una presión de pastoreo homogénea sobre toda su superficie. Sin
embargo, la distribución de los animales dentro de un potrero suele ser muy
heterogénea, lo cual resulta en diferente intensidad de carga/uso en diferentes
áreas del potrero (Adler et al. 2001; Fuhlendorf& Engle 2001; von Müller 2011)
El objetivo general de este trabajo fue ajustar una metodología indirecta de
estimación de carga ganadera bovina a partir de la frecuencia de deposiciones
fecales presentes en el suelo.
Para ello nos propusimos los siguientes objetivos específicos:
1) detectar cuáles son los períodos de carga ganadera previa localizada que
mejor se reflejan en las deposiciones presentes en un momento dado,
2) obtener uno o más modelos estimativos de carga ganadera localizada a partir
de una metodología estándar que integren un determinado período de tiempo
previo al momento de la evaluación, y
3) validar dichos modelos para otras áreas y/o fechas, en la misma región, y
seleccionar el más adecuado.

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MARCO TEÓRICO
ANTECEDENTES
BATH, DICKINSON, TUCKER Y APPLEMAN. (1986), señalan que el número de vacas
por hectárea (carga animal) determina la producción de leche obtenida por hectárea y
el nivel de producción por vacas. Dentro de ciertos límites, la carga animal incrementa
en general la leche total por hectárea, pero reduce la leche por vaca. Como hay más
vacas por 13 hectáreas, existe mayor utilización de los forrajes disponibles, pero se
reduce la calidad de los pastos, lo que hace que disminuya la producción por vaca. El
índice más económico de carga animal esta entre la producción máxima de leche por
hectárea de pradera pastoreada y la producción máxima de leche por vaca. Los índices
excesivos de carga animal resultan en un sobrepastoreo que con el tiempo, hace que
se dañen los pastos y reduzca su vida útil. El pastoreo de rotación, de bandas y
selectivo, es útil para evitar los efectos perjudiciales de sobre pastoreo, en comparación
con el pastoreo continuo, porque los pastos tienen periodos para la recuperación y
crecimiento.
UNCHUPAICO, BAZAN, ARAUCO, Y GRANADOS (2000), en la estación experimental
de la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP), evaluaron parámetros
reproductivos en vacas cruzadas bajo sistema extensivo, los resultados obtenidos
fueron los siguientes: promedios generales y desviación estándar para: Intervalo parto
primer servicio (IPPS) 90.4 +/- 37.2 días; intervalo parto concepción (IPC) 152.3 +/- 70.7
días; intervalo entre 2 servicios consecutivos 67.4 +/-39.9 días, y periodo de gestación
(PG) 282.5 +/- 6.6 días.
ECHEVARRIA, HUANCA Y DELGADO (2001), nos dicen que el comportamiento
reproductivo del ganado vacuno lechero tiene gran importancia porque es uno de los
factores necesarios para conseguir productividad animal. Aunque el vacuno no es
influenciado por el fotoperiodo, otros componentes del clima afectan su producción,
especialmente al ganado lechero europeo. Estos animales tienen su temperatura
termoneural de 13°C a 18°C y en la zona de Lima, durante el verano se usual una
temperatura de 28°C con 80% de humedad relativa, lo que significa que el ganado
lechero se encontraría en un índice mayor a 72 THI (índice de temperatura ambiental y
humedad relativa). Esta situación causa un estrés térmico en las vacas, lo que origina
un comportamiento reproductivo deficiente, especialmente en animales en servicio.
Estos autores determinaron en establos de la ciudad de Lima las limitantes de la
eficiencia de las vacas lecheras en los siguientes 16 parámetros: intervalo primera
ovulación (IPPO), fue de 45 +/- 19.9 días (X +/- DS) (n=65), hecho en efecto significativo
de condición corporal al parto, estación de parto y establo. El parto primer servicio (PPS)
en todos los animales fue de 81.1 +/- 35 días (X +/- DS) (n=552). El intervalo parto
concepción (IPC) fue 113 +/- 61 días (X +/- DS) (n=249) los factores con efecto
significativo fueron época de parto, periodo de estudio.

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SITUACION DE LA GANADERIA BOVINA EN EL PERU:
INEI, CENAGRO (2012), La ganadería bovina en el Perú es una actividad importante en
la producción agropecuaria. De un total de 2 260,973 unidades agropecuarias, 881,920
se dedican a la crianza de ganado vacuno, lo cual involucra a una población de
4’500,000 hab. En el Perú, el sector pecuario es significativo, pues, aporta el 40.2% del
PBI 19 agropecuario y del sector pecuario el sector ganadero aporta el 30.08%. El 80%
del ganado bovino se encuentra mayormente en propiedad de pequeños ganaderos y
comunidades campesinas donde predomina el vacuno de raza criolla y cruces. La
población bovina es de 5’101,895 cabezas, que producen 1’115,045 tm de leche y
135,854 tm de carne.
La producción de leche tuvo un crecimiento sostenido desde 1993 hasta 2001 a razón
de 4.2% por año; y la producción de carne mostró un estancamiento en el mismo
período. En relación a la actividad pecuaria, entre 1961 y 2012, la población de vacunos
creció en 62%, siendo la región amazónica donde se produjo el mayor crecimiento
porcentual (92%). En relación al último censo, el ganado vacuno creció en 12% (de 4
495 263 pasó a 5 037 499). No obstante, sigue siendo la sierra donde se concentra más
este tipo de ganado (74%), seguido de la selva (15%) y de la costa 12%). Asimismo, los
departamentos de Cajamarca, Puno, Ayacucho y Cusco abarcan al 42% de cabezas de
ganado vacuno de todo el país. La producción de leche fresca cruda en el Perú
experimentó un crecimiento sostenido en los últimos años al haberse incrementado de
830,146 toneladas en 1994 a 1’705,719 toneladas en el año 2008, lo que representa un
aumento de 106% en este período y una tasa de expansión anual de 5.07%. Según las
estadísticas, la actividad lechera participa con el 4.6% del valor bruto de la producción
agropecuaria, la cual sumó el año pasado S/.864.8 millones. La producción de leche en
el Perú se realiza en los 24 departamentos del país, en diferentes proporciones; sin
embargo, no todas las regiones del Perú poseen un potencial ganadero, como sí ocurre
en zonas como Arequipa y Cajamarca, donde existe una gran tradición ganadera
lechera. Los principales departamentos productores de leche fresca son: (a) Arequipa
con 379,884Tm/año, (b) Cajamarca con 277,887Tm/año y (c) Lima con 272,994tm/año.
Estas tres regiones concentran, históricamente, el 55% de la producción total en el
ámbito nacional. Debido a los grandes 20 volúmenes de producción en los tres
departamentos mencionados, las industrias lácteas se han posicionado en esas
regiones. De este modo, la empresa Gloria S.A. tiene presencia en las tres regiones,
Nestle S.A. posee una fuerte presencia en Cajamarca y Lima, y Laive S.A. está afincada
en Lima y Arequipa. Debido a que la producción de leche no satisface la demanda
interna, el Perú importa 368,254tm de productos lácteos. El consumo per cápita de leche
es 56,1lt/Hab/año que es un valor que está por debajo del mínimo recomendado por la
FAO 120lt/Hab/año.
La problemática de la ganadería bovina está referida principalmente a la baja producción
y productividad acompañada de una reducida rentabilidad de la actividad. Las
principales causas según análisis de la cadena productiva, son: la estacionalidad de la
producción, baja cantidad y calidad de pastos y forrajes, escaso desarrollo de técnicas
de conservación, sub utilización de forrajes y residuos de cosecha, baja calidad genética
de ganado ( 90% son criollos y cruzados) bajos índices reproductivos, altas tasas de
mortalidad en la recría de remplazo, altos costos de producción de las ganaderías
intensivas, escases y alto precio de vientres, baja calidad de la leche y carne, retraso y
poco o mal uso de la tecnología reproductiva bovina.

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SOPORTABILIDAD DE LAS AREAS DE PASTOREO
La Soportabilidad de áreas de pastoreos va de 0.5 a 1 cabeza de ganado por hectárea
o de 2 terneros por hectárea. En el estudio realizado tenemos 625 Hectáreas que
alimentan 923 cabezas de ganado siendo de estos 317 terneros.
SOPORTABILIDAD DE LAS AREAS DE PASTOREO – PARDO MIGUEL

CLASES N° DE VACUNOS SOPORTABILIDAD MÍNIMA EN HAS.


ADULTOS 606 606
TERNEROS 317 158.5
TOTAL 923 764.5

Fuente: encuesta de ganaderos del distrito de Pardo Miguel


En la tabla podemos observar que para alimentar 923 cabezas de ganado necesitamos
tener a disposición para pastoreo de estos como mínimo 764.5 hectáreas; en este
contexto en Pardo Miguel encontramos un déficit de 112.5 hectáreas. Algunos
ganaderos siembran actualmente pastos mejorados en pequeñas áreas para luego
picarlos con máquina y darle a su ganado para así aprovechar la caña de los pastos que
se desperdicia cuando los animales pastan en potreros o amarrados en estacas.
Además esta actividad permite mejorar la alimentación, la producción en épocas de
verano.
El distrito de Pardo Miguel presenta dos estaciones bien marcados durante el año, en
los meses Diciembre a Abril, épocas de lluvia, en esta época existe gran abundancia de
pastos, paralelamente muchas veces la excesivas precipitaciones causan estragos ya
que los animales maltratan las pasturas en los terrenos muy húmedos se forman
charcos que dificulta el restablecimiento de las pasturas. Los meses de Mayo a
Noviembre es donde las precipitaciones están menos presentes, en estas épocas
muchas veces el pasto crece o su retoño es muy prolongado, es ahí donde los
productores se ven obligados a arrendar pasturas de otras personas particulares, este
problema ocasiona le venta del ganado a precios bajos ocasionando descontento y
desanimo para continuar con la actividad ganadera.
UNA UNIDAD GANADERA O UG ES EQUIVALENTE A UNA CABEZA DE GANADO
DE REFERENCIA (URUGUAY)
En Uruguay una unidad ganadera representa los requerimientos de una vaca de 380 kg
de peso vivo en mantenimiento (Crempien 1982). Los trabajos de sistematización y
adecuación que en materia de nutrición de rumiantes fueron desarrollados en el
Ministerio de Ganadería y Agricultura (1973) fueron los primeros realizados en Uruguay
en la materia, estableciendo entonces la unidad ganadera mensual equivalente (UGM).
En esta investigación se expresaba el total de nutrientes digeribles requeridos por
distintos niveles de producción, categorías y pesos de ganado, siendo la unidad de ese
estudio el requerimiento mensual para mantener una vaca adulta de 380 kg en pastoreo.
A su vez, es de uso generalizado un sistema de equivalencias que adjudica a cada
categoría un coeficiente que representa el consumo relativo de la misma con respecto
al consumo de una vaca de cría adulta (Cuadro 1). A esta unidad estándar se le ha
denominado unidad ganadera y se ha establecido convencionalmente su equivalencia
con el consumo de 5 ovinos adultos (Aguirrezabala 1989). El origen de esta relación no

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es claro y no se conoce el modelo conceptual o la interpretación biológica que sirva de
fundamento a la misma.

BOVINOS UG
150 - 250 Kg 0.6
250 - 350 Kg 0.8
350 - 450 Kg 1.0
450 - 550 Kg 1.2
Valores de equivalencias utilizados en Uruguay.
A su vez, tampoco existe concordancia en alternativas a la equivalencia 5:1, usándose
en la actualidad distintas relaciones. En el caso de la cartilla de divulgación de Instituto
Plan Agropecuario (FPTA 181 INIA-IPA de título “Carga animal y adopción de
tecnología: herramientas para la difusión”).
CATEGORÍAS DE VACUNOS UG
Toros 1.2
Vacas de cría (primavera, ternero menor de 2 meses). 1.1
Vacas de cría (primavera, ternero de 3 a 6 meses). 1.3
Vacas de cría (otoño, destetadas). 1
Vacas de cría (invierno, preñadas). 0.8
Vaquillonas más de 2 años. 1
Vaquillonas 1 a 2 años. 0.7
Toretes más de 3 años. 1
Toretes de 2 a 3 años. 1
Toretes de 1 a 2 años. 0.7
terneros/as 0.4

EQUIVALENCIA GANADERAS
Las equivalencias ganaderas que presentamos para utilizar en los establecimientos
ganaderos, son un resumen simplificado de los trabajos originales más detallados y
complejos. Sean calculados a partir de los requerimientos nutricionales de los animales
en pastoreo según el peso, nivel de producción y la eficiencia del alimento para cada
proceso productivo, y se han elaborado las tablas que transcribimos más adelante, en
las que es posible hallar los requerimientos para todos los vacunos según categoría,
estado fisiológico y ritmo de ganancia de peso.
La unidad vaca o equivalente vaca (E.V.) es el promedio anual de los requerimientos de
una vaca de 400 kg de peso, que gesta y cría un ternero hasta el destete a los 6 meses
de edad con 160 kg de peso, incluido el forraje consumido por el ternero. Equivale a los
requerimientos de un novillo de 410 kg de peso que aumenta 500 g diarios. Un E.V.
representa en términos de energía 18,54 Mcal de Energía Metabolizable.
La unidad oveja o equivalente oveja (E.O.) representa el promedio anual de los
requerimientos de una oveja de 50 kg de peso que gesta y cría un cordero hasta el
destete a los 3 meses de edad, incluido el forraje consumido por el cordero.

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La relación entre equivalente vaca (E.V.) y equivalente oveja (E.O.) es:

Esta relación no significa que se pueden reemplazar 6,3 ovejas por una vaca dada la
menor aptitud del vacuno para utilizar pastos cortos y duros. Esta relación entre ambos
equivalentes se utiliza para expresar la carga animal total de vacunos más lanares en
un campo.
Como ejemplo: partiendo de 100 vacas en servicio, con un porcentaje de preñez del
90%, quedan 90 vacas preñadas y 10 vacías. Si de estas vacas preñadas, se produce
hasta la parición un 6% de pérdidas de terneros, quedarán 85 vacas paridas y 5 vacas
que al mal parir o no parir irá a refugo. Si a su vez se descarta el 6 % por vejez, quedarán
80 vacas a las que habrá que restar unas 3 vacas por mortandad. Quedarán entonces
77 vacas en el rodeo y será necesario para mantener el rodeo estable, es decir, con el
mismo número de vientres, que se incorporen 23 vaquillonas de reposición.
Las 10 vacas vacías, las 5 que perdieron su ternero durante la preñez, o que no parieron
y las 5 vacas viejas constituirán el "refugo" de 20 vacas que en lo posible, se engordarán
e irán a venta. Este rodeo con 100 vientres estará conformado por 4 toros, 77 vacas, 23
vaquillonas de 2 a 3 años, 24 de 1 a 2 y 24 terneras de destete a un año. El cálculo de
E.V. considerando:
a) el valor promedio anual de la vaca;
b) que las terneras de destete a un año estarán sólo 6 meses en esa categoría en
el campo y
c) que las 20 vacas de refugo permanecen un promedio de 2 meses para su
recuperación antes de la venta, se tendrá la siguiente carga animal, expresada
sobre porcentajes:

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Sumando todos estos valores se obtienen una carga de prácticamente 1,28 EV. Es
decir, que para un rodeo de 100 vientres, compuesto por 77 vacas con su reposición,
esa sería la carga promedio anual.
El dato de carga animal permite la comparación de distintos establecimientos con rodeos
de composición muy diferente y la planificación del uso de los recursos forrajeros, o lo
que es lo mismo, saber de antemano y con cierta aproximación si los requerimientos del
rodeo en determinado momento, pueden o no ser cubiertos con los recursos con que se
cuenta. Para ello se deberá conocer en cada zona y para cada tipo de recurso forrajero
la receptividad mensual expresada en Equivalente Vaca.
Por otra parte, es necesario calcular la capacidad de los distintos alimentos disponibles
para cubrir las necesidades de los E.V. Es decir, que con una determinada cantidad de
un determinado alimento, cuántos animales y de qué tipo y con qué ganancia diaria se
pueden alimentar.
Esto nos lleva a la definición de ración, que es la cantidad de alimento que satisface los
requerimientos de 1 E.V./día.
Los conceptos de E.V. y de ración están estrechamente relacionados, siendo su
diferencia conceptual, pues mientras E.V. mide los requerimientos de los animales,
ración indica la capacidad del alimento para satisfacer esas necesidades.
Las raciones que aportan algunos de los alimentos más comunes, sobre todo granos,
henos y silajes, se encuentran tabuladas. En cambio, pasturas, verdeos, rastrojos y
diferidos no lo están, ya que están relacionados con la zona, tipo de suelo, manejo,
clima, etc., que hace que en cada caso se obtengan valores diferentes. Más adelante
presentamos varias tablas indicando en cada una a qué zona corresponde o quién la
obtuvo. Pueden o no ser extrapolables a otras zonas, o pueden ser usadas como base
para ir corrigiéndolas en varios años con los datos obtenidos en cada campo o zona.
Si bien el sistema de E.V. y ración es de gran confiabilidad para realizar planificaciones
forrajeras, en el momento de asignar los potreros a la hacienda hay que tener presente
la calidad necesaria para cada categoría, en función de la digestibilidad del alimento y
la capacidad de consumo de cada animal.
En estas tablas simplificadas, para el rodeo de cría, se presentan distintas alternativas
según se realice el destete principal del rodeo a los 7, 8 y 9 meses de iniciada la parición.
El servicio está estacionado en tres meses y la parición se produce siguiendo una
distribución teórica del 50%, 30% y 20% mensual. El peso promedio de las vacas es de
400 kg, excluyendo el incremento por preñez. Los terneros al pie de la madre ganan
peso a razón de 700 g/día-1 desde nacimiento a destete y la vaca seca mantiene su
peso vivo, excepto en un caso especial donde se la hace perder peso después del
destete.
En la Reserva 6 de la EEA Balcarce se trabaja con la adaptación del sistema
Equivalente vaca de Coop (1965) y los valores establecidos, no tan exactos pero sí
prácticos y sencillos, son los siguientes para cada categoría:

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Consumo por vaca
Se define la unidad ganadera (UG) como una vaca que pesa 380 kg y gesta y desteta
un ternero. Asignamos a esta vaca un consumo equivalente al 2% de su peso vivo, por
lo tanto consumirá diariamente 7,6 kg de MS. De la producción total de forraje calculada
para el periodo considerado (150 días) se supone que la vaca consumirá un 60% del
mismo. Se considera este valor, en esta situación particular de forraje escaso, ya que
normalmente la cantidad de forraje desaparecido en nuestras condiciones de carga
continua durante todo el año es del 50%. En la situación 1 el crecimiento del forraje en
los meses de otoño e invierno alcanza a 645 kgMS, mientras que el consumo alcanza a
los 1100 kgMS (desde comienzos de abril a fines de agosto). Separando ambas
estaciones, durante el otoño se necesitará menos superficie por animal que durante el
invierno, requiriéndose en promedio para el período considerado 1,8 ha para alimentar
a una vaca; por lo tanto la dotación será de 0,55 UG/ha. En la situación 2, con
crecimiento mínimo en invierno, el total producido alcanzará los 500 kgMS,
manteniéndose la cantidad calculada para alimentar a la vaca. Por lo tanto, la superficie
para que pueda cosechar la cantidad de forraje necesaria será de 2,8 ha, es decir una
dotación de 0,36 UG. En la situación 3, con un otoño de crecimiento escaso y un invierno
con crecimiento promedio, que estará en función de las temperaturas principalmente, y
también de las condiciones hídricas, la cantidad de forraje producida será de 510 kg/MS,
siendo necesarias 2,2 ha, lo que corresponde a una dotación de 0,45 UG/ha. En la
situación 4, la de crecimiento mínimo, la cantidad de forraje producida por el campo de
Basalto será de 370 kgMS/ha, para un mismo consumo, por lo tanto se necesitarán 3,2
ha, es decir una dotación de 0,31 UG/ha. Estos cálculos están basados en un forraje
disponible muy bajo, inferior a los 500kg, o sea con 2 - 3 cm de altura. En esta situación
los animales tendrán que recorrer grandes distancias para poder completar su ración
diaria de pasto, con el consiguiente gasto energético. En los casos que se superen los

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1000 kgMS disponibles, las dotaciones podrían ser algo mayores a las consideradas en
las situaciones anteriores.
Normalmente durante el invierno la alimentación de los animales está asegurada por el
pasto acumulado de estaciones anteriores, siempre que la dotación haya sido la
adecuada. El diferimiento de forraje es la manera mediante la cual se puede mantener
una carga relativamente constante a lo largo de todo el año, aunque en situaciones
como la actual, en la que se acumulan varios meses con deficiencias hídricas esa
posibilidad no se ha dado, lo que determina que se esté ingresando al invierno con una
disponibilidad forrajera muy baja, que obliga a una adecuación de la dotación del campo.
Se considera que la vaca definida como unidad ganadera es equivalente a seis ovejas.
Es decir que, en la primera situación, tendríamos la posibilidad de mantener
aproximadamente media vaca o tres ovejas por hectárea. En el caso de mínimo
crecimiento tendríamos dos ovejas por hectárea. Hasta ciertos límites, las subdivisiones
de los campos facilitan el manejo en situaciones de bajo crecimiento de forraje porque
permiten tener algún potrero con mayor cantidad de pasto que ayuda a solucionar en
parte estos inconvenientes. Pero es básico determinar la dotación adecuada al potencial
productivo de las pasturas, porque de lo contrario ningún sistema de pastoreo será
capaz de borrar estos errores. Teniendo en cuenta nuestra variabilidad climática es
difícil determinar una dotación que se adapte a la misma; por lo tanto debe planificarse
lo más aproximadamente posible la dotación y tratar de ajustarla a las fluctuaciones
estacionales de producción de forraje, lo que no es posible cuando ocurren estos
eventos de sequía que pueden tener consecuencias económicas muy negativas para la
empresa pecuaria. Para la conservación de nuestras pasturas naturales debemos
prestarles gran atención a su estado en las distintas estaciones, porque por lo general,
lo que ocurre en una de ellas es el resultado de lo acontecido en las dos anteriores. Esto
exige un seguimiento continuo, como el que se hace con los animales, siendo el estado
de los mismos un buen indicador de la cantidad y calidad del forraje disponible en el
campo.
Las consecuencias socio-económicas, territoriales y medioambientales que se pudieran
derivar de la aplicación de los programas comunitarios en las áreas marginales de la
Europa mediterránea, van a venir condicionadas por las cargas ganaderas admisibles
en los territorios.
Se define Carga Ganadera, como la relación entrela cantidad de animales y la superficie
ganadera que ocupan en un tiempo determinado.
Es muy importante para los productores de explotaciones ganaderas con varias
especies animales conocer la equivalencia en UGM (Unidades de Ganado Mayor, de
aquí en adelante) de las diferentes especies, ya que es muy frecuente que convivan en
el caso de los rumiantes, en un mismo código de explotación Vacuno, Ovino y Caprino.
Además de cumplir normativas para acceder a las ayudas, la carga ganadera tiene un
objetivo práctico para el productor, lograr una relación óptima entre la oferta de forraje y
la demanda, según las distintas categorías.

12
El sector vacuno representa el 5,8% de la Producción Final Agraria de
España. Y es el tercer sector ganadero en importancia (tras el sector porcino y el sector
lácteo), representando el 15,35% de la Producción Final Ganadera, y ocupando el quinto
puesto europeo en importancia productiva. Por comunidades autónomas, Andalucía
ocupa el quinto puesto con un 9% del censo nacional.
En el vacuno de carne se suelen considerar dos subsectores; el cebo y la nodriza, con
localización y métodos de producción claramente diferenciados entre sí.

MANEJO DE POTREROS
Calculo de potreros
Para una buena planificación y cálculo de potreros se debe conocer:

 Población total de ganado.


 Unidades animal total.
 Número de lotes.
 Unidades animales por lote.
 Sistema de pastoreo.
 Número de potreros. 5.2.
¿A qué equivale una unidad animal?
Bajo condiciones de ganado cruzado en zonas tropicales es equivalente a un animal de
400 KG. 18 Realizaremos un caso ejemplo con un ganadero con 50 vacas de leche y
un total de 129 animales en el fundo, distribuyendo los animales por unidades animales
y por categorías.

13
Entonces tenemos que los 129 animales equivalen a 89 unidades animales.
Área total requerida
De acuerdo al manejo que le demos a las pasturas, la calidad de suelo, la rotación, la
calidad de pastos, y el sistema de pastoreo a escoger, determinamos el área:

 Total de Unidades animal : 89


 Receptividad: Define el área necesaria
 Caso 1: 2.0 UA/Ha/Año 89 UA/2.0 = 44.5 Has
 Caso 2: 2.5 UA/Ha/Año 89UA/2.5 =35.6 Has
 Caso 3: 3,0 UA/Ha/Año 19 89 UA/3.0 = 29.66 Has

Separación por lotes


Siempre dentro de un manejo racional es necesario separar por lotes a los animales,
tomando en cuenta la receptividad del primer cas (2 UA/Ha), separamos en 4 lotes:
LOTE 1: Vacas en producción y Toros (43 UA)
Determinación de Hectáreas necesarias
UA /Receptividad: 43/2 =21.5 Has
Extensión y número de potreros

14
LOTE 2: Terneros (8 UA)
Determinación de Hectáreas necesarias
UA /Receptividad: 8/2 =4 Has
Extensión y número de potreros.

LOTE 3: Vacas Secas, Vaquillas y Vaquillonas 24.5 UA


Determinación de Hectáreas necesarias 20
UA /Receptividad: 24.5/2 =12.25 HAS
Extensión y número de potreros

LOTE 4: Toretes 13.5 UA


Determinación de Hectáreas necesarias
UA /Receptividad: 13.5/2 =6.75 Has
Extensión y número de potreros

15
Luego de terminar el número de potreros, el área de cada uno, y el tiempo de pastoreo,
el manejo de los potreros va rotando. 1 2 3 4 Estos cálculos son aplicables a todo
formato que deseemos implementar.
CONSUMO DE UNA VACA
Se define la unidad ganadera (UG) como una vaca que pesa 380 kg y gesta y desteta
un ternero. Asignamos a esta vaca un consumo equivalente al 2% de su peso vivo, por
lo tanto consumirá diariamente 7,6 kg de MS. De la producción total de forraje calculada
para el periodo considerado (150 días) se supone que la vaca consumirá un 60% del
mismo. Se considera este valor, en esta situación particular de forraje escaso, ya que
normalmente la cantidad de forraje desaparecido en nuestras condiciones de carga
continua durante todo el año es del 50%. En la situación 1 el crecimiento del forraje en
los meses de otoño e invierno alcanza a 645 kgMS, mientras que el consumo alcanza a
los 1100 kgMS (desde comienzos de abril a fines de agosto). Separando ambas
estaciones, durante el otoño se necesitará menos superficie por animal que durante el
invierno, requiriéndose en promedio para el período considerado 1,8 ha para alimentar
a una vaca; por lo tanto la dotación será de 0,55 UG/ha. En la situación 2, con
crecimiento mínimo en invierno, el total producido alcanzará los 500 kgMS,
manteniéndose la cantidad calculada para alimentar a la vaca. Por lo tanto, la superficie
para que pueda cosechar la cantidad de forraje necesaria será de 2,8 ha, es decir una
dotación de 0,36 UG. En la situación 3, con un otoño de crecimiento escaso y un invierno
con crecimiento promedio, que estará en función de las temperaturas principalmente, y
también de las condiciones hídricas, la cantidad de forraje producida será de 510 kg/MS,
siendo necesarias 2,2 ha, lo que corresponde a una dotación de 0,45 UG/ha. En la
situación 4, la de crecimiento mínimo, la cantidad de forraje producida por el campo de
Basalto será de 370 kgMS/ha, para un mismo consumo, por lo tanto se necesitarán 3,2
ha, es decir una dotación de 0,31 UG/ha. Estos cálculos están basados en un forraje
disponible muy bajo, inferior a los 500kg, o sea con 2 - 3 cm de altura. En esta situación
los animales tendrán que recorrer grandes distancias para poder completar su ración
diaria de pasto, con el consiguiente gasto energético. En los casos que se superen los
1000 kgMS disponibles, las dotaciones podrían ser algo mayores a las consideradas en
las situaciones anteriores. Normalmente durante el invierno la alimentación de los
animales está asegurada por el pasto acumulado de estaciones anteriores, siempre que
la dotación haya sido la adecuada. El diferimiento de forraje es la manera mediante la
cual se puede mantener una carga relativamente constante a lo largo de todo el año,
aunque en situaciones como la actual, en la que se acumulan varios meses con
deficiencias hídricas esa posibilidad no se ha dado, lo que determina que se esté
ingresando al invierno con una disponibilidad forrajera muy baja, que obliga a una
adecuación de la dotación del campo. Se considera que la vaca definida como unidad
ganadera es equivalente a seis ovejas. Es decir que, en la primera situación, tendríamos
la posibilidad de mantener aproximadamente media vaca o tres ovejas por hectárea.

16
Fuente: ING. AGR. ELBIO BERRETTA (INIA)

RECOMENDACIONES

 Realice sus propias pruebas de capacidad de carga de sus potreros, de


hecho podrán demorar un poco en el tiempo pero con constancia y
disciplina, Ud. podrá obtener los mejores resultados y optimización de sus
campos y producción de sus animales. Conozca a sus animales, revise
regularmente su condición corporal y en las lactantes, mida y registre su
producción de leche. Establezca un sistema de registros (de animales, de
pastos, de producción, etc.), lo cual le permitirá en un futuro, tomar las
mejores decisiones.

 La aplicación del análisis de la unidad ganadera es para determinar los


componentes importantes que determinan la variabilidad de las
características del vacuno lechero ha sido una herramienta muy eficaz
para determinar los tipos de productor ganadero.

 La superficie de hectáreas equivalente, cabezas de bovino equivalente,


nivel de producción y tecnología son variables y factores suficientes para
identificar a los diferentes tipos de ganado vacuno lechero.

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ANEXOS:

Vacas (UV) 0,90 UG

Toro (UV) 1.25 UG

Ternero (UV) 0.40 UG.

18
VACAS DE MANTARO

POBLACION TOTAL =AREA TOTAL DE


PASTOREO

Vaca (UV) 1,2 UG

Vaquillas (UV) 0.8 UG

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REFERENCIA BIBLIOGRAFICA:
 Aguirrezabala, M. (1989). Modelo de simulación del consumo de ovinos y
bovinos en condiciones de pastoreo. Análisis de componentes y síntesis del
modelo. Universidad de la República, Facultad de Agronomía.

 http://www.miambiente.gob.pa/images/stories/atlas_tierras_secas/files/assets/d
ownloads/page0056.pdf

 https://www.agrobanco.com.pe/data/uploads/ctecnica/034-c-pasturas.pdf

 http://albeitar.portalveterinaria.com/noticia/3354/articulos-otros-temas-
archivo/equivalencias-ganaderas.html

 https://inta.gob.ar/sites/default/files/script-tmp-
evolucin_de_la_carga_animal_en_la_provincia_de_la_pam.pdf

 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1667-
782X2012000300003

 https://www.agrobanco.com.pe/data/uploads/ctecnica/034-c-pasturas.pdf

 Elaborado por varias instituciones de Uruguay (2010); “Revisión y análisis de las


bases históricas y científicas del uso de la equivalencia ovino/bovino”.
http://www.ainfo.inia.uy/digital/bitstream/item/1262/1/18429191112090958.pdf

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