Nombre: María Fernanda Marín Ruiz

Los sentidos
El cuerpo humano es una increíble máquina misteriosa exquisita en su gama de sentidos. La capa
que recubre a esta misteriosa maquina es la piel, el órgano más grande del cuerpo humano y uno
de los más importantes, ya que gracias a ella podemos mantener una temperatura corporal
adecuada y sentir variaciones en el exterior. En ella encontramos más de 72 km de nervios, lo
cuales se concentran en lugares como los labios, las manos y los pies. Dependiendo de la
temperatura externa, la piel reacciona, en caso de calor extremo genera sudor y en caso de frío la
piel se pone “de gallina”.

La vista es uno de los sentidos más vitales, y en cuestión de microsegundos permite distinguir y
enfocar desde objetos hasta objetos que se mueven a grandes velocidades. El órgano que nos
permite acceder a la vista son los ojos, este proceso consiste en que inicialmente la luz golpea la
córnea, luego entra por medio de la pupila, pasa por el cristalino, por el humor vítreo y finalmente
llega a la retina, donde se encuentras los conos y los botones, que son fotoreceptores. A partir de
allí se genera una transducción para convertir señal lumínica en un impulso nervioso, y finalmente
llega la información al cerebro y vemos una imagen.
Los oídos no solo nos permiten oír, sino que también nos proporcionan el equilibrio. Los oídos nos
permiten escuchar, ya que a ellos ingresan ondas por el conducto auditivo, éstas ondas llegan al
tímpano, el cual vibra y genera movimiento en 3 huesos (martillo, yunque y estribo) que se
encargan de amplificar las vibraciones, éstas vibraciones generan que un líquido almacenado en la
cóclea se mueva y estimulen a unos vellitos que se encuentran dentro, allí se produce la
transducción y se envía un impulso al cerebro.

La nariz es una cavidad por donde generalmente respiran los seres humanos, en ella se
encuentran unos vellitos los cuales filtran el aire y permiten que el aire que entra sea más limpio.
Con cada respiración podemos distinguir diversos olores, tanto agradables como molestos. El
fenómeno de oler se da por medio de unos receptores que se encuentran en nuestra nariz, en el
momento que la sustancia química llega a estos receptores se envía una señal eléctrica hacia el
cerebro.
Cuando comemos estamos absorbiendo la mayor cantidad de energía posible. Esta comida genera
un sabor en nuestra boca, este sabor se detecta por medio de las papilas gustativas, que cada una
de ellas se compone por 50 células receptoras que están conectadas a ramificaciones nerviosas
que informan al cerebro el sabor de lo que estamos comiendo.