Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
La didáctica tiene que considerar seis elementos fundamentales que son con
referencia a su campo de actividades:
Modelos De la Didáctica.
Modelo Didácticos.
Los procesos instructivos-formativos son complejos y requieren de esquemas
fáciles para conocerlos y actuar creativa y coherentemente. Los modelos didácticos
son las representaciones valiosas y clarificadoras de los procesos de enseñanza-
aprendizaje, que facilitan su conocimiento y propician la mejora de la
práctica, al seleccionar los elementos más pertinentes y descubrir la relación de
interdependencia que se da entre ellos. Estos modelos son aportaciones estimables para
anticipar la adecuación y calidad
de la práctica-educativa, la pertinencia del aprendizaje y la representatividad
de la comunicación transformadora del docente, que en su conjunto
evidencian la posibilidad de una nueva visión acerca del poder motivador de las
opciones docentes-discentes.
Los modelos didácticos son tanto la anticipación a las teorías y paradigmas
de aquellos que en la historia de la Didáctica han supuesto un cambio esencial
para las concepciones y prácticas del proceso de enseñanza-aprendizaje, en especial
alguno de ellos, caso del socrático y activo-situado, incidencia en el medio
contextual, ambiental-envolvente y el colaborativo, de superación y
complementariedad de los anteriores. Desde ellos ha de abordarse el modelo
que cada profesor/a debiera holística y comprensivamente diseñar y asumir transformar
la docencia facilitándole la comprensión de la tarea práctico-reflexiva
y la elección de las opciones más valiosas.
Modelo Sócrates.
Fase de ejercitación:
– Invita y estimula a los estudiantes – Ejecución insegura
a desarrollar las tareas – Ejecución fluida
– Corrige las tareas – Recuperación inmediata
– Recuperación lenta
Fase de control:
– Plantea una prueba global – Ejecución con dificultad
– Ejecución con facilidad
Modelo contextual-ecológico.
El docente dispone de una rica pluralidad, ante la que ha de actuar desde una
aceptación crítica de su justificada identidad cultural, complementada con la
apertura, tolerancia y conocimiento de las más genuinas y ricas identidades plurales
de las otras culturas con sus discursos y poderes simbólico-interactivos, en
una nueva micro-meso sociedad: la escuela intercultural para la paz.
Esta escuela requiere emerger y completar el modelo socio-comunicativo con
los más amplios y expresivos modelos ecológico-contextuales, que parten del
papel del medio en la acción que en él y desde él desarrollan los seres humanos.
En uno de los modelos ligados al análisis de tareas y a los procesos dialéctico constructivos,
cuya visión es que el papel de las escuelas y de las comunidades
educativas es el de ofrecer un «ecosistema cultural emancipador», que reconozca
la visión de los agentes y aplique modelos totalizadores innovadores, conscientes
de su compromiso transformador.
La vida en el aula y la interrelación entre los participantes es la base de la comunicación
y se ha de partir de los valores, relaciones y modos de intercambio
entre la totalidad de los participantes, procurando interpretar en su globalidad
las acciones y reacciones, así como su incidencia en la mejora del proceso de enseñanza-
aprendizaje.
Un planteamiento ecológico ligado al principio de globalización y al desa -
rollo integral y humano, con gran respeto al entorno local, se consolida en numerosos
trabajos, entre ellos Domínguez y cols. (1996), Medina y cols. (1999,
2000, 2008), evidencian que la mejora cultural y el apoyo interactivo de la comunidad
local inciden en la transformación del centro y aula.
Modelo colaborativo.