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LA CONSEJERIA BIBLICA

La labor de consejería bíblica es una de las funciones pastorales, pero no exclusiva de los
pastores; es un servicio que Dios no llama a realizar a todos dentro del cuerpo de Cristo.

Se llama “bíblica” porque el consejero cristiano a diferencia del secular, no aconseja basado
en sus conceptos, ni se apoya en sus criterios, ni establece sus principios con base en sus
experiencias; todo esto puede enriquecer su labor, pero no son el fundamento de su
consejo. Tampoco se deja influir por las corrientes filosóficas que imperan en el ambiente,
ya sea humanista, liberal, legalista, etc. Su consejo siempre tendrá sus raíces profundas en
la palabra de Dios y sus palabras serán siempre paralelas a las sagradas escrituras. 2ª
Timoteo 3:17

En este pasaje se nos muestra claramente cuál es la función de la palabra de Dios en el


creyente, ella instruye, corrige, enseña… todo con el fin de que el creyente alcance el
propósito de Dios. Efesios 2:10.

Esta es la condición óptima de cada creyente, y la palabra de Dios tiene el propósito de


producir en nosotros esta condición. Proverbios 4:22.

La palabra produce salud emocional, física y espiritual; es la palabra viva que imparte y
produce vida. Por lo tanto, el consejero cristiano, siempre guiará al aconsejado a
alimentarse, a nutrirse de ella, para que vaya creciendo y madurando. Es así como, la
consejería bíblica es una labor pastoral, que busca la salud integral, del creyente.

¿A QUIÉN ESTÁ ENCOMENDADA ESTA TAREA?

Muchos miembros de la Iglesia quieren ser consejeros pero no se sienten ni aptos, ni


seguros; otros desean hacerlo pero creen que es una labor muy especializada. No
podemos negar que es una labor muy delicada y de gran responsabilidad, pues estamos
trabajando con vidas humanas. Por tanto un descuido en su atención puede ocasionar
serios problemas en su salud espiritual, física, emocional (ej: enfermo-mal dictamen).

La consejería es una labor encomendada principalmente a nosotros como líderes y


maestros; demanda de nuestro esfuerzo, paciencia, dedicación, amor, integridad, tolerancia,
oración y discernimiento; lo más importante es que no estamos solos sino que el Espíritu
Santo está para ayudarnos y guiarnos. Romanos 15:14; Gálatas 6:1-2.

¿A QUIÉN VA DIRIGIDA ESTA TAREA?

A todo aquel que necesite ayuda y básicamente la consejería bíblica está dirigida al
creyente; porque el creyente tiene o debe tener, como norma de vida los principios
establecidos en la palabra de Dios, es mediante ella que nuestro carácter y conducta de
vida es cambiada para el proceso de ser una nueva criatura, en obediencia a Dios. La
consejería bíblica es la mejor herramienta en este proceso. El inconverso de igual modo es
ayudado y bendecido a través de la consejería. Mateo 5:15-16; Mateo 6:33.
PROPÓSITO DE LA CONSEJERÍA

Hebreos 13:16; Mateo 22:37-39.

El principal propósito de la consejería bíblica, es restaurar al creyente, para su desempeño


correcto en el cuerpo de Cristo, es decir que madure en su fe y que pueda vivir en
obediencia a Dios y en servicio a sus hermanos, esto es crecimiento integral, así el creyente
sano se encuentra en buena relación con Dios, consigo mismo y con su prójimo. Efesios
4:12-14.

Nuestra labor como consejeros es colaborar con el Espíritu Santo en su obra de


perfeccionar la iglesia de Cristo.

El consejero debe tener clara su meta, porque existen algunos factores que pueden
desviarnos del proceso:

a) IDENTIFICACIÓN SENTIMENTAL: Puede ser que el consejero haya vivido una


situación similar a la del aconsejado y eso le impida ser objetivo y realista a la hora
de enfrentar una situación en particular.

b) PECADO: Es difícil poder ser recto, en nuestro consejo y propósito, si nosotros


mismos estamos violando los principios de la palabra, podemos volvernos permisivos
con el pecado ajeno.

c) TIEMPO: Cuando queremos correr en el proceso nos apresuramos tomando


caminos equivocados, es necesario dar tiempo al proceso, y sobre todo a la obra del
Espíritu Santo en el aconsejado.

CARACTERISTICAS DE UN BUEN CONSEJERO

Cuando vamos a consultar un médico buscamos alguien que cuente con un título
que acredite su labor, también tomamos en cuenta sus referencias personales y otro
aspecto importante es su carácter, esperamos que sea amable, confiable y que sea
compresible en su comunicación. De igual modo las características personales del
consejero son parte integral del proceso, su carácter, ética, su filosofía de la vida y
su diario vivir, serán tan importantes como su consejo y por lo tanto representan una
herramienta eficaz en su labor.

I. CARACTERISTICAS ESPIRITUALES

A) DEBE SER UNA PERSONA CONVERTIDA Y TRANSFORMADA POR EL


PODER DEL ESPIRITU SANTO: Hechos 13:47.
Sólo alguien que ha experimentado una genuina salvación, tiene la luz del
evangelio. El conocimiento sin Cristo, nunca es sinónimo de sabiduría.
Proverbios 10:14 (“la mente de Cristo”).
B) DEBE SER ALGUIEN QUE PERMANEZCA EN COMUNIÓN CON DIOS EN
ORACIÓN: Santiago 5:13-16. Sólo Dios es capaz de transformar las vidas.
Santiago 3:17.

C) DEBE SER ESPIRITUAL: Gálatas 5:22-23; 6: 1-2. El consejero que anda en el


Espíritu manifiesta los frutos del Espíritu, los cuales muestran el carácter de
Dios.

El fruto del Espíritu provee al consejero la motivación correcta y necesaria para


identificarse con aconsejado (“llorar con los que lloran…”) también el mejor
ambiente y una buena comunicación, genuino interés

D) UN BUEN CONSEJERO CONOCE Y ESCUDRIÑA LAS ESCRITURAS: 2


Timoteo 3:16; Hechos 17:10-11. Debemos ser estudiosos de la palabra de Dios,
prepararnos mediante el estudio personal y también aprovechar todos los
recursos que la iglesia nos brinde: talleres, escuelas seminario, etc.

II. CARACTERISTICAS MORALES

Un consejero tiene autoridad moral para aconsejar porque ha resuelto sus propios
conflictos internos, cuando no es así, esto nos puede llevar a identificarme con el
conflicto de modo que no confronto al aconsejado y termino justificándolo en su error
o puedo llegar a desplazar mi culpa sobre él y convertirme en severo juez, no siendo
honesto. 1 Timoteo 4:16; Mateo 7:3-5.

III. CARACTERISTICAS SOCIALES

Debe tener buena disposición con respecto a las relaciones sociales, debe ser una
persona social y amigable; conocer el mundo que lo rodea; conflictos y valores.
Romanos 12:2, es difícil ser consejeros si desconocemos la realidad que nos rodea.

IV. CARACTERISTICAS FISICAS

Un buen consejero debe ser una persona que administra bien su salud, física y
emocional, porque entiende que la parte física del ser humano es importante y debe
ser cuidada y atendida. Santiago 2:15-17.

Debe ser sabio al impartir criterios personales en caso de enfermedad del


aconsejado. Ej: “falta de fe”; “pecado oculto”. Y brindar misericordia y ayuda; estar
preparado para dar el consejo apropiado a la circunstancia.
LOS PRINCIPIOS BÁSICOS DE UNA CONSEJERÍA

1. RESPETO CON EL ACONSEJADO:


Todas las relaciones deben establecerse bajo un marco de respeto mutuo, que
permite la confianza y buena comunicación.
-No usar expresiones que ofendan o menosprecien a quien nos pide consejo;
“pobrecito”,”bruto”,”carnal”, etc.
-No mostrarnos superiores o “espiritualmente”. Filipenses 2:3.
-Brindar tiempo adecuado y disposición, esto le dará confianza y tranquilidad.
-Mostrar real interés por su problema.

2. CREAR UN AMBIENTE DE ACEPTACIÓN:


Aceptar a una persona incondicionalmente no quiere decir que nos parezca bien
lo que hace o dice.
El consejero no debe manifestar sorpresa, ni sentirse ofendido por sus palabras e
ideas. Sebe ser prudente al emitir juicios.

3. ESCUCHAR CON INTERES REAL: Juan 2:23-25 Jesús nos dio ejemplo.
Escuchar es un arte que debemos aprender para lograr así una comunicación
profunda.
-Prestar atención a las palabras pero también a los gestos, estados de ánimo,
carácter, etc. Esto nos da más claridad sobre el problema que nos comunican.
-Permitir que el aconsejado se exprese con libertad y aceptación, que no se
sienta criticado, ridiculizado o juzgado.
-Escuchar con real interés es “ponerse en lugar de otro”

4. AMPLIA EL MARCO DE REFERENCIA:


-conocer sobre su vida y entorno o contexto.
-ampliar la información de tal manera que nos permita comprender mejor la
situación real (mecanismos de defensa).

5. CLARIFICAR EL PROBLEMA:
-Encontrar el verdadero problema y no la excusa que se utiliza generalmente.
-asegurarnos de tener claro el problema en sí y no hacer conjeturas o
especulación

6. DIRIGIR AL ACONSEJADO A ENCONTRAR LA SOLUCIÓN A SU


PROBLEMA:
-Debemos guiarlo a formular alternativas y a tomar sus propias decisiones,
asumiendo responsabilidades; sólo de esta manera podrá crecer, madurar en su
relación con Dios y sus semejantes.
-No tomemos decisiones por ellos.
7. GUARDAR LAS CONFIDENCIAS Y SER CONFIABLE:
Santiago 3:16
-El consejero debe guardar herméticamente lo que le confían sus aconsejados
por respeto y responsabilidad con este; en un caso extremo donde otros se ven
afectados debes comunicarlo a la persona indicada y si es posible con el permiso
del asesorado.

8. CONFRONTAR: 1 JUAN 1:9.


La confrontación no es para condenar; no todos los casos de consejería tienen
como factor común el pecado. Algunos tienen que ver con aspectos cotidianos
de la vida, relaciones familiares, económicas, laborales. En el caso de que así
sea, y la persona no lo ve con la sinceridad y arrepentimiento que se requiere,
debe ser confrontada con el pecado de una manera clara y directa.

9. REMITIR:
Hay situaciones que pueden salirse de nuestra capacidad y es necesario pedir
ayuda a remitir. Debemos explicarlo al aconsejado y contar con su aprobación
para remitir; pero continuar mostrando apoyo e interés de nuestra parte.

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