REUNIÓN GENERAL DEL CLERO

Parroquia Todos los Santos de Catedral

Calabozo, 22 de enero de 2019

INDICACIONES LITÚRGICO-PASTORALES
SOBRE LOS MINISTERIOS
Con el fin de corregir y prevenir ciertos abusos litúrgicos respecto a las
competencias de los ministros laicos, los seminaristas u otras personas, me permito
recordar algunas normas, en espera de poder publicar un Directorio más completo
sobre esta materia en oportunidad próxima.
1. ACCIONES PROPIAS DE LOS MINISTROS SAGRADOS
(PRESBÍTEROS Y DIÁCONOS).
 Llevar el Evangeliario en la procesión de entrada en las misas solemnes,
cuando sea menester.
 Proclamar del Evangelio. Si preside el Obispo, tanto el presbítero como el
diácono piden la bendición. Si preside un presbítero, sólo el diácono pide
la bendición.
 Tener la homilía en las celebraciones propiamente litúrgicas.
 Preparar el altar para el ofertorio: extender el corporal, colocar la patena y
el copón y servir el vino y el agua en el cáliz.
 Asistir al altar en la celebración eucarística.
 Exposición solemne del Santísimo Sacramento y bendición con el
Santísimo.
 Bendiciones de sacramentales (imágenes, escapularios, medallas, agua,
palma del Domingo de Ramos).
2. ACCIONES PROPIAS DE LOS ACÓLITOS INSTITUIDOS
 Ayudar a los ministros sagrados en la liturgia: llevar los ciriales y la cruz
procesional; portar el incensario y la naveta; llevar las insignias pontificales
en las misas del Obispo; llevar al altar lo necesario para las ofrendas; servir
el agua del lavabo; recoger la colecta; tocar la campanilla; sostener la
bandeja para la comunión; asistir en general al sacerdote o al diácono en
los diversos momentos de la celebración. En todos estos menesteres el
Acólito puede ser suplido por los seminaristas, los monaguillos o
ministrantes, o por otras personas no instituidas.
 Buscar la reserva de la Eucaristía y luego llevarla de nuevo al Sagrario.
 Administrar la sagrada comunión, cuando el ministro sagrado lo juzgue
necesario.

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  Purificar los vasos sagrados después de la comunión.
3. ACCIONES PROPIAS DE LOS MINISTROS EXTRAORDINARIOS
DE LA SAGRADA COMUNIÓN
 Los ministros extraordinarios de la sagrada comunión pueden ayudar a los
ministros sagrados en la liturgia, en el mismo papel de suplencia de los
Acólitos, como ya se dijo, menos en lo que es propio de éstos.
 Pueden ayudar a la distribución de la comunión, en caso de gran afluencia
de fieles.
 Pueden llevar la comunión a enfermos y ancianos. Procúrese, sin embargo,
que en este ministerio tengan el primer lugar los ministros sagrados
(presbíteros y diáconos), pues no conviene que sean suplidos en todos los
casos por ministros extraordinarios. Debe observarse siempre el ritual
previsto para esta comunión.
4. ACCIONES PROPIAS DE LOS MINISTROS DE LA PALABRA Y DE
LA SAGRADA COMUNIÓN.
 Las personas autorizadas como ministros de la Palabra y de la sagrada
comunión pueden realizar las acciones mencionadas en el numeral anterior.
 Pueden también presidir celebraciones en ausencia del sacerdote, por
ejemplo en caseríos de difícil acceso o en las capillas de las parroquias más
extensas. Esto reviste especial importancia en los domingos, en la novena
de Navidad y en Semana Santa. Para esto deben observar el Ritual
existente, y no imitar las actitudes de los ministros sagrados en aquello que
no les corresponde.
 A estas personas se asimilan los seminaristas, principalmente los Teólogos
y los que han sido instituidos como lectores. También pueden ejercer estos
menesteres las religiosas y religiosos profesos.
5. DELEGACIONES EN CASOS ESPECIALES.
 El Obispo o el Vicario General, en casos especiales, puede delegar a
seminaristas, ministros, religiosos, religiosas y laicos en general para la
realización de actos litúrgicos como el Bautismo, las exequias y otros.
NOTA: Es especialmente delicado que el sacerdote obligue a los seminaristas y a otros
laicos a asumir funciones que no les corresponden. Por una parte, se quebranta la
disciplina eclesiástica en un aspecto tan importante como es la Sagrada Liturgia, lo
cual es sumamente perjudicial sobre todo para quien está en período de formación.
Por otra parte, se abre el camino para que esas u otras personas realicen por su cuenta
acciones reservadas a los ministros sagrados, con la consiguiente confusión y
escándalo de los fieles, como lamentablemente se ha observado en otros lugares.