Ventanas de Overton: ¿Aceptación forzosa de la homosexualidad?

En la actual sociedad de la tolerancia, que no tiene ideales fijos y, como resultado,

tampoco una clara división entre el bien y el mal, existe una técnica que permite cambiar la
actitud popular hacia conceptos considerados totalmente inaceptables.

Esta técnica se llama “La ventana Overton”, su creador es Joseph Overton (1960-
2003) quien fue Vice presidente del mayor instituto de investigaciones en política de
Estados Unidos, el Mackinac Center for Public Policy ubicado en Michigan. Consiste en una
secuencia concreta de acciones con el fin de conseguir un resultado, sobre todo político;
específico deseado, que según el columnista ruso Evgueni Gorzhaltsán “puede ser más
eficaz que la carga nuclear como arma para destruir comunidades humanas”.

Este método ha sido utilizado por el marxismo cultural para normalizar y hacer
aceptable la homosexualidad por una imposición imperceptible, pero obligatoria y
dictatorial.

¿Cómo nos llevaron a este estado en que se impone desde la tierna infancia a los
párvulos un modelo sexual de vida que les hace creer que la sexualidad es de libre elección?
La ventana de Overton consiste básicamente en un lavado de cerebro sistemático de la
sociedad que permite que cualquier aberración como la homosexualidad, la eutanasia en
enfermos y ancianos o el consumo de drogas “recreativas” sea normalizado y legalizado.
Estas son las etapas que ha llevado a cabo la agenda antes mencionada:

1ra. Ventana

De lo impensable a lo radical

Hace unos cuarenta años, la homosexualidad se encontraba en el nivel más bajo de

la aceptación moral en la mente de los ciudadanos, normalizarlo era un absurdo o mas bien,
un tabú. De manera que comienza a hablarse del tema a través de los medios con un
lenguaje científico que abrume el razonamiento de los espectadores, bajo esta premisa
organizar simposio que hablen del tema desde un punto de vista histórico, así el público se
volverá más receptivo al tema, también se puede nombrar esos grupos exóticos como los
piratas en altamar que al no navegar mujeres abordo de repente las costumbres morales
de tierra firme son muy lejanas. Luego en los años 60 se crearon los grupos de apoyo en
Nueva York luego de un atentado que sufriera un bar frecuentado por homosexuales en esa
ciudad, luego en San Francisco, etc. Así lograron que el tema dejara de ser un tabú y se
volvió tema de discusión.
2da. Ventana

De lo radical a lo aceptable

En esta etapa, allá por los 70s siguieron citando científicos argumentando que la
sociedad no puede hacerse el desentendido ante la realidad en cuestión, hay homosexuales
entre nosotros y negarse a reconocerlo se hace acreedor del mote de hipócrita intolerante,
al condenar la intolerancia se hizo necesario crear eufemismos como “homofóbico”, etc.
También, a través del neo-lenguaje se camufló la realidad llamándole “elección libre”,
“género asignado” o “género elegido”, etc. Luego, siempre en los 70s y principio de los 80s
empezó a citarse ejemplos históricos de la práctica, enfatizando a los grandes genios
renacentistas y su tendencia homosexual, mitología de diferentes culturas en que sus
personajes eran homosexuales, Safo de Lesbos, los escuderos espartanos, etc. para usarlo
como prueba de que la homosexualidad estuvo con la humanidad desde siempre, otra
táctica utilizada fue cambiar la palabra sexo por género para desligar las características
físicas que diferencian entre hombre y mujer para introducir la idea de que tal diferencia
existe únicamente en el albedrío del individuo.

3ra. Ventana

De lo aceptable a lo sensato

En este punto que marcó los 90s se vertieron ideas al público que justificaban la
práctica, la necesidad de aparearse en un entorno totalmente masculino o femenino como
las cárceles o el de los piratas o marineros que mencionamos anteriormente, fue aquí
cuando empezamos a escuchar ideas “científicas” como: “la homosexualidad es una
tendencia genéticamente justificada”, también se usó una más exótica: “a veces alguien
normal siente necesidad o tendencia o gusto por personas del mismo sexo y esto es normal”
Fue en este punto en que empezó a usarse el neologismo “homofobia” como la intolerancia,
se orquestó el asesinato de Gianni Versace y otros conocidos homosexuales para mostrarlos
como “mártires de una causa”.

En este punto empezó a barajarse la intolerancia como agresión a la libertad de

elección de una “minoría oprimida”. Ya en los años del 2000 al 2010, la prensa y los medios
masivos empezaron el bombardeo constante del alegato de que la homosexualidad estuvo
con la humanidad desde el principio. También fue en este punto en que comenzó a
venderse la idea de que los que se oponen al cambio era porque tenían una capacidad
intelectual menor cuando en realidad es todo lo contrario, los que se oponen a tales
cambios lo hacen porque no han sido manipulados y no han cedido ni negociado su moral
y sus convicciones no han sido removidas y la fortaleza de su mente no ha sucumbido ante
el lavado de cerebros.
4ta. Ventana

De lo sensato a lo popular

Del 2010 al presente. En este punto, personas de la farándula y del ámbito político
empezaron a hablar del tema abiertamente, los programas televisivos mostraban en
promedio dos personajes homosexuales que hasta entonces eran bufonescos y, en muchos
casos, ridículos comenzaron a mostrarse más reflexivos y “normalizados” muchos famosos
“salieron del closet” y se declararon abiertamente homosexuales como es el caso de Ricky
Martin, muchas estrellas de los medios masivos que eran y son heterosexuales dijeron
públicamente que tendrían relaciones homosexuales con ciertas celebridades y se toma
como aceptable. Asé el tema en este punto se ha vuelto popular y de total aceptación.

Paralelamente se muestra a los colectivos como víctimas de la sociedad y de los

cánones criminalizando los estatutos morales básicos que rigieron el orden y la moral desde
tiempos antiguos sobre los cuales se sentaron las bases del desarrollo de la humanidad y
como especie. Esta etapa es donde se pretendió arrancar el aspecto espiritual del ser
humano poniéndolo como un ser instintivo, incapaz de vencer sus pasiones y sojuzgar sus
deseos convirtiéndole en un animal involutivo.

5ta. Ventana

De lo popular a lo político

Es aquí donde empezó a prepararse el terreno legal para “legitimar” la

homosexualidad, la legalización de los “matrimonios” gay es el gran tema de discusión por
parte de los legisladores entre los cuales encuentran en la izquierda su principal apoyo, la
derecha entibiada por la abrumadora avalancha mediática acabó cediendo en la mayoría
de países no solo en cuanto al “matrimonio” gay sino que yendo más allá, incorporar su
ideología en las escuelas desde el nivel parvulario. Los grupos de apoyo se han consolidado
en el poder y publican encuestas amañadas que “certifican” y “legitiman” sus aberraciones
con el fin de legalizar sus prácticas y criminalizar a los detractores y opositores, así se
establece un nuevo dogma social, prohibir o censurar la homosexualidad está prohibido.
Esta técnica es muy usada por el liberalismo para la proscripción y criminalización de los
tabúes.

En esta parte la sociedad ha sufrido ya una ruptura debido a que las normas que
regían la moral han sido sustituidas por normas nuevas opuestas a las tradicionales de
manera que los que apoyan las normas tradicionales mantendrán una férrea oposición a
aquellos que apoyan cambiarlas, estos, a su vez alegan que los cambios son sinónimo de
progreso sin darse cuenta que son la decadencia no natural sino impuesta y que han sido
utilizados como carne de cañón de un experimento de cambio social.
 El método de las ventanas de Overton puede utilizarse para conseguir que se
acepten aberraciones que en la actualidad la sociedad aun es firme en rechazarlas, por
ejemplo: la pedofilia, el canibalismo, el incesto, la práctica abierta del satanismo y los
sacrificios humanos. El éxito de este sistema viene dado principalmente por la falta de
valores firmes en la sociedad que es débil en sus principios, carente de determinación, frágil
en su estructura moral, ausencia de altos ideales y principalmente vulnerable ante la
sutileza de la manipulación.