SIEMPRE VIVO, UN RECUERDO excelsa, ni que perdure por los tiempos, solo se trata de escribir primero por el
placer de hacerlo desde una visión distinta, donde seguramente se van a mezclar
Manuel J. Mamani
A mis hermanos, a nuestras esposas,
a los sobrinos, y a todos aquellos
que conocieron al personaje
y a otros, que deberían haberlo conocido.
Introducción
Esta propuesta de lectura no tiene la ambición de que sea un texto literario y que
sea mencionado en otros escritos como una referencia, si así se realiza en buena
hora, puede significar que tiene trascendencia, o en las tertulias de los que dicen
profesar la cultura, solo pretendo de que se haga mención y se transmita en el
boca a boca, que es la mejor forma de darle a conocer y que perdure, que surja en
las reuniones de la familia como una forma de homenaje y el vivo recuerdo de
cada uno de los que lo conocimos al personaje central y que además sirva para
agregar detalles de aquel recuerdo, de modo que pretendo que sea un texto
abierto, vivo. Tampoco me interesa que responda a los cánones de la escritura
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y difícil de separar, los sentimientos por un lado y la crónica desnuda por el otro,
por ello en algunas frases se trasunta esa forma de interpretar, pero asimismo, de
alguien que no es escritor de estos tipos de textos, muy lejanos a mi experiencia
de escribir, solo lo técnico y científico, segundo, con la esperanza de que las
generaciones que están y vienen sepan cual ha sido su origen. Solo apuesto, mi
máxima expectativa, que la tercera generación en nuestra línea descendiente sepa
y valore la historia de quienes nos precedieron, luego ellos son los dueños del
futuro, lo transferirán? ese es su compromiso. En esto de pasar por este mundo y
tener no solo los bienes materiales, sino también el respeto por lo que fue, por lo
que hizo, estoy seguro que nada se hace por generación espontánea, todo
significa un esfuerzo, pero también hay tiempo para ver tu vida y de los que te
rodean, de poner de manifiesto los talentos que nos dieron en prestamos y que
debemos compartirlo, porque esa es la obligación, desde una forma de mirar, un
comportamiento etc., y tratar de lograrlo desde de lo que fue, lo que es, de un ser
humano que conocí desde siempre y sin temor lo seguiré conociendo hasta el
final de mis días. Dicen los grandes escritores que en las historias, las narraciones
y la literatura en general los personajes son creados a propósito de esa historia, en
este caso no es así esto es alguien que existió de carne y hueso con quien hemos
compartido horas, días y años, que paso por esta vida dejando su impronta, con
sus debilidades y fortalezas, un ser humano. Siendo este mi objetivo, ojala se
consiga la transferencia pretendida que ya escapa a mis deseos inmediatos, pero
quizás apelo también a los compromisos que deben afrontar los que nos siguen,
los que deberían generar su propia historia, pero nutridos del pasado, de los que
posibilitaron que estén donde están, nada sale por generación espontánea lo repito
a proposito, siempre hay una causa y un causante, seria justicia recordar.
Los inicios
Siempre hay una pregunta concurrente que es realizada en determinadas
circunstancias, en especial cuando ocurre lo inevitable que es la muerte de algún
ser querido o conocido o no o que desaparece en algún instante por cualquier
razón, por ende no me puedo escapar de hacer igual pregunta, pero siento que
esta justificada por ser un integrante mas de esa comunidad cercana que ha visto
fenecer a una de aquellas personas con quienes me unió un afecto importante, con
la diferencia de aquellos que están allí, en ese evento de lo inevitable, hablando
bajito, buscando las virtudes mas evidentes del que se fue y perdonando los
errores, en esa reunión de afectos y de recuerdos me siento participe necesario
por los varios momentos y los hechos que transcurrieron en mis tiempos de vida,
cercana a aquel que ya no estará entre nosotros. De modo que yo también me
involucro y asumo un derecho de que puedo hacerme esa pregunta, que me
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inquieta desde hace mucho tiempo, ahora madurada para buscar una respuesta y
tratar de entenderla y desde este texto pretendo poner las circunstancias y conocer
mas acerca de quien lo recuerdo. La pregunta que me hago es porque la historia
comienza cuando se muere alguien, y sobretodo cual es el punto de arranque,
desde el instante que nos deja para siempre pareciera que se desnudan los
recuerdos, favorecido por la concurrencia a aquel sitio, donde se desarrolla el
evento concurrente de la desaparición, es desde allí cuando comienzan a aflorar
desde la memoria los momentos que compartimos, se aúnan los recuerdos, se
correlacionan los mismos, con aquel que no esta, enumerar las travesuras, las
bondades, además de los clásicos “que bueno que fue” pero los detalles que se
nos escapan o no tenemos en cuenta en esos momentos, nadie en esa reunión
forzada, pero obligatoria por el respeto, nos preguntamos de donde provienen
esos recuerdos, si hay una historia que conllevo a esa muerte, si fue fatalismo o
solo responde al camino final que todos los tenemos, no en una línea recta sino en
una banda donde se pueden inscribir los avatares de una vida, si nos acercamos a
un profesional analista seguramente nos dirá que ellos provienen desde la época
de la gestación donde ya se esta haciendo una forma de vida, un comportamiento
según las circunstancias, una psicología en el tratamiento de las cosas y hechos
por venir en el transcurso de la vida terrenal, en esa tesitura considero que es
necesario bucear cual es la huella que dejo aquel que nos congrego en este sitio,
para tratar de entenderlo, no estudiarlo, solo describirlo en lo era. En esa reunión
forzada donde hay tristeza, pero en este caso también nos reímos de los hechos
que pasaron, esto debería servir para entender luego como es o como fue, si
decimos fácilmente que bueno o malo que era, o que “burlisto” que era, o porque
le gustaba esto o lo otro, el porque...esa es la primera pregunta que me hago y en
ese abono de los hechos se enriquecen las conversaciones.
Otro interrogante que surge rápidamente en esa reunión doliente, es el porque se
tuvo que morir, los creyentes dirán y quizás con sus razones que es obra de Dios,
frase que muchas veces se escucha y lo justifican, “esta en manos de Dios”, de
modo que pareciera que lo hacemos responsable a ese ser Superior de lo que
puede ocurrir y agregan mas “ lo llamó...” y otros poéticamente dirán, al haberlo
conocido un poco mas, debe ser que Dios necesitaba alguien que lo haga reír
contando sus visiones, sus anecdotarios y hacia falta que alguien sentado a los
pies, dándole la espalda, le indique señalando con el dedo índice, en este caso no
acusador, que se fije en tal o cual defecto o virtud de los aun caminan por la
tierra, y también ayudarlo en lo que se pueda, describir las características o
comportamientos que son observables y que les hace merecedor del sobrenombre
colocado en ese momento, y desde arriba de la tierra, colocar los “justos”
sobrenombres y con el objetivo de intentar de que Dios salga de esa seriedad que
nos lo presentan, como es posible ver reflejada en la pintura de un Miguel Ángel,
Dios debe reírse de algún modo, si no fuera así como es posible que nosotros no
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tengamos ese atributo de la alegría contagiosa, la risa es la mejor evidencia y a
Aquel no lo vemos en las representaciones terrenales, pero si somos iguales o por
lo menos semejantes al Creador, preguntarle a un técnico de las llamadas ciencias
duras dirá lógicamente “debe ser así”, “es lógico” de otra forma no cierra la
ecuación aunque de deidades se trata no debería seguir forzosamente algo
matemático, pero claro no será que estos picaros que ponen sobrenombres y
Aquel lo sabe, que tampoco a ellos, les gusta que se burlen de sus defectos no
reconocidos y con sus modos de pensar o ser, ellos son las figuras, y al comenzar
a declinar en vez de aumentar, como debe ser, sus habilidades por su condición
de algún mal que lo aqueja, por ejemplo, lo predispone a la respuesta inmediata,
al recurso de su experiencia, etc. y como ya no es el mismo de siempre, dirá, “lo
traigo conmigo”.
Este personaje que haremos mención se resiste a ser tratado de igual forma por
los que lo rodean, sin embargo las respuestas tenues de los demás siempre son
inferiores en la categoría que aquel milita, aunque igual llegan. Su respuesta es
callar y mordisquearse la lengua esperando su momento, casi un ladino para
desquitarse, debe pensar que no es conveniente hacerlo, denotaría una debilidad y
el haber acertado la burla, decía un personaje ya grande de edad y experimentado
en estas lides populares, hay que buscar el día la hora y el momento para
responder, tratar de encontrarlo “sin perros” y allí golpear. De modo que de
nuevo retornamos a que es necesario tener en cuenta su historia, su camino
transitado, su huella y más aun sus recuerdos.
El se lo busco para llegar a este instante? Es un interrogante de los que en ese
momento estamos acompañando, es designio de Dios? o así lo quiso él mismo,
no significa, que esa búsqueda, si así fuera, sea a propósito, mas bien lo hizo por
ignorancia de las consecuencias?, porque nadie se lo dijo, o por inocencia o no
saber?, o es posible que llega a esta instancia buscando una solución que sabia de
antemano que llegaría? y saber o pensar que ya no hay nadie que lo ayude, nadie
que lo contenga, o en algún instante dijo para que seguir viviendo de esa forma,
no soy yo, no puedo hacer lo que hice siempre, lo que mejor se hacer es ser feliz
y hacer feliz a los me rodean, es transfiriendo alegría con la risa contagiosa, y me
voy a otro sitio donde seguramente me aceptaran así como soy, en realidad como
estoy y pueda proseguir con mi forma de ver la vida pero desde mi desaparición
de la tierra. Creo que también es una opción de porque se murió, lo que
quedamos decimos “como es posible que nos haga esto” y tratamos en la
reuniones de acordarnos lo que hacia y decía, pero solo son frases aisladas no son
continuidades en el tiempo, por ello los que estuvimos mas cerca podamos
abonar la historia con nuestros recuerdos, con nuestras vivencias.
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Como creo que la historia que lo llevo a esta situación de dejarnos es importante
cualquiera sea la respuesta de las anteriores preguntas, esa ambición propia de
quien lo extraña de sobremanera, de tratar de ver porque llego a ese desenlace,
veamos quien era el personaje del que hablamos y lo mas instructivo es comenzar
con la descripción física. Como era? Petison, (creo que propio de la ascendencia)
morrudo, corajudo y casi pendenciero, hijo de emigrantes vallistos del interior
provincial, pero sobre todo burlisto, no muy buen jugador de fútbol, se imponía
por su fiereza, decían, yo no lo vi, que era capaz de reventar una goma de un
vehiculo si le dejaban patear como el sabia en un tiro libre, creo que era una
exageración, talvez el lo dijo en esa forma de burlarse y se lo creyeron en una de
esas reuniones o así era, yo no vi hacer esa proeza. En aquellos tiempos en que no
habían los números que ahora identifican a una estrategia de posicionamiento de
los jugadores en el campo de juego, solo era el arquero, dos al centro, otros dos a
los costados que tenían la orden dada por nadie, solo eran usos y costumbres de
aquellas épocas, que podían dejar pasar a la pelota pero al hombre nunca, como
debían los “entrenadores” de aquellos tiempos “solo uno debe pasar” el jugador o
el balón. Se proseguía con un compañero del equipo puesto al medio del campo,
dos mas adelantados (inside) y tres delanteros, los mas rápidos a los extremos,
con la condición de la gambeta larga por la orilla y centro atrás para que el
grandote o el mas hábil o el mas oportunista del medio la metiera al arco
contrario. Allí en un equipo de esa característica jugaba y donde un tipo de esa
medida, es indudable, debía ser back derecho, los tiros libres era obligación que
el lo tirara, no lo vi meter tampoco nunca un gol. Estaba para romper y no para
jugar, firme en su posición, fiero en la mirada, medias bajas, ya era un personaje,
eso si, de lo que se vanagloriaba, en su aspecto visible era su peinado ensortijado,
nunca descuidado, en un hábitat donde la mayoría familiar, los cabellos
apuntaban hacia el cielo, rebeldes a acostarse sobre el cráneo. Le gustaba los
adornos finos, anillo, cadena al cuello y pulsera de oro, buen perfume, generoso
hasta en los tiempos malos, así fue conocido, así los recordamos.
También tuvo su apoyo incondicional, es necesario de que exista un contradanza
de los personajes para dar validez y referenciar al otro, lo vamos a ver luego,
siempre fue así, quien era? el mas cercano, el padre como siempre, actuó así de
esa forma por ser el primogénito que gustaba del fútbol?, tampoco, es verdad,
había otro deporte que fuera barato y donde participen mas de uno y conglomere
a las hinchadas que conformaban una comunidad barrial de propios y adversarios,
y creo que la intención fue que debía tener un representante en esos eventos,
entre esos recuerdos también están los afanes de mi madre para que haga otras
cosas, según ella, mas importantes de lo que estaba haciendo, como estudiar, no
lo logro, en cambio el otro solo perseguía que fuera una buena persona.
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Se reflejaba en aquel primogénito lo que le hubiese gustado ser?, creo que si,
tuvieron una gran y extensa relación, desde cuando era un chico y hasta que uno
de ellos nos dejo, capaz que lo siguen siendo aun, vaya a saber uno donde, a
ambos les gustaba la buena comida, la música, el ruido armonioso de los
instrumentos musicales de los amigos y de los conocidos, algo de eso herede pero
en la ínfima cantidad. Le recuerdo a mis hijos y deben saberlo quienes lean estos
recuerdos, de que al mayor de esos personajes le gustaba tanto la música, esto lo
supongo, aun encuentro a compañeros de trabajo que lo recuerdan como aquel
que tenia afanes de ser un interprete de la música, un instrumentista, nunca lo
logro, por ello ayudaba a aquel que era o lo consideraba su seguidor?. Sus afanes
por la música, mas bien por el ritmo de aquellos ruidos armoniosos, llegaba hasta
hacerles participes a los vecinos, quizás alguno de ellos no convencido totalmente
de compartir, sin quererlo a aquellos ruidos, también es de tener en cuenta que la
densidad de las viviendas en ese barrio que recuerdo era mínima, casas
desperdigadas, todos conocidos, aunque a algunos no tanto, pero nadie esbozo
una queja que yo lo sepa. Tan es así que solía colocar las antiguas “bocinas”
(parlantes) arriba del techo de la vivienda y los antiguos tocadiscos necesitaban
que le den cuerda y que la púa, para extraer el sonido de aquellos discos de pasta,
estuviera en buenas condiciones, y quien se encargaba de afilarlas era el hijo
dilecto, gratis no lo hacia, pero era un motivo y justificación ante la madre para
recibir algún beneficio, algo de esas indulgencias escasamente yo las ligaba.
También, a este ultimo, el mayor, ya viviendo en otro sitio, cuando los otros
integrantes de la familia tenían algún evento los fines de semana, por alguna
invitación, se colocaba el anillo dorado con una piedra roja, en dos minutos se
preparaba, emperifollado con abundante Glostora y siempre estaba preparado
para que alguno de los hijos, lo invitara, o sino se hacia invitar por insistencia.
También tenia por costumbre cuando viajaba o estaba con ganas de ver a alguien
se aparecía en los lugares de trabajo de algún descendiente invocando “soy el
padre de…”, o “vengo a ver a…” como si eso fuera un salvoconducto que le
habría cualquier puerta, tenia suerte, le dejaban pasar para sorpresa de quien
quería visitar o tendría algún carisma que lo hacia creíble.
Entre las primeras anécdotas de la niñez del personaje principal que nos convoca,
la madre sabia contar en reuniones de familia y por cierto con asombro, de que
en una ocasión de concurrir a la fiesta religiosa del Señor de Sumalao, (un óleo
de Jesús que según dicen los historiadores, llego del Cuzco) en la primera semana
del mes de junio, 35 km al sur de la ciudad de Salta, (enciclopedia on line de la
prov. de salta) donde llegábamos en la mañana normalmente fría y recuerdo
nítidamente que el arroyo que pasaba cercano a la iglesia, transcurría despidiendo
el vapor del agua denotando la mayor temperatura de la misma, volví mucho
tiempo después, la manifestada modernidad todo lo cambió. Este sitio donde se
juntaba un conglomerado de gentes creyentes que se llegan para rezar y
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agradecer, era un paso obligado en los tiempos de la colonia y camino hacia el
virreinato del Río de La Plata, lugar de trueque y donde concurren no solo los
fieles sino también vendedores de comida y bebida, con fondas y puestos de
venta de diversos artículos; nos contaba la madre de que dejo al cuidado del niño
a un vendedora de empanadas, no eran los tiempos actuales de los peligros que
acechan a los niños, decía que el encargo era de que le convide, a pagar luego
cuando se produzca el regreso, con dos de ellos así estaría bien, pero craso error,
el niño había comido mas de media docena de aquella deliciosa comida, era el
preanuncio de su rebeldía de las ordenes recibida? allí en ese acto tan simple, que
le había dejado un recuerdo imborrable a la madre, manifestaba su destino de ir
hacia al otro lado de lo mas correcto?, sin dudas el análisis psicológico es para un
especialista lejos de mi formación pero el hecho es rescatable y quedo en el
recuerdo de la madre y en el mío.
Retornando a aquellas vivencias y ya en la edad de la escuela primaria nos
anotaron en la institución mas cercana, que estaba a 12 cuadras aproximadas de
nuestro hogar, en el trayecto es donde se suceden algunas anécdotas, algunas de
ellas graciosas otras dramáticas, el viaje consistía en ir y volver por una calle de
tierra, donde zapatillas y delantales blancos no duraban nada, había que cruzar
luego el llamado camino nacional como se lo identificaba a las rutas actuales, que
era la principal vía que unía la ciudad con los pueblos o parajes vecinos, pero
tenia un solo costado para caminar, el otro pertenecía a un campo del ejercito,
cercado con muy poca banquina lo que hacia imposible ir por allí. Debido a estos
viajes diarios a la escuela, se formaba una caravana singular, grupos de varones y
otros de chicas, era ir acompañados de toda la chiquilinada del barrio y otros
barrios cercanos, y este personaje del cual hablamos que siempre fue bromista no
tenia mejores ideas que practicar sus burlas con las chicas, yo era un observador,
pero que me veía involucrado forzosamente, no en la pelea pero si en la huida,
siempre fue así, yo lo perseguía, quizás ese fue mi marca, mi destino, seguirlo, y
por ello cuando ya no esta lo extraño, lo necesito, para reírme de aquellas cosas, y
ya grandes contaba con detalles de lo ocurrido en aquellos días, tenia una
memoria prodigiosa para acordarse de las tropelías, de las otras no tanto, nadie se
salvaba de las ironías, y si no las encontraba, las inventaba, buscaba y hacia el
motivo para el enojo del otro, luego cuando los demás le preguntaban que hizo,
decía “ no se, nada hice”, mas ofendía a los enojados, llego el caso de que le
quitaron el llamado por varios días, pero no lo vi preocupado por ello, sabia que
iba a ser perdonado y quizás, según él, comprendido.
Volvamos al ideólogo, al formador, al padre, lo vi practicar al fútbol no en un
partido por los puntos, de numero 4, gordito, corría con las extremidades abiertas
tipo diez y diez, malo, terriblemente malo para jugar, y entonces pícaro él dijo si
no puedo jugar bien me dedico a ser dirigente de un club y así formó un club de
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barrio, (Primero de Mayo) junto con otros vecinos, un almacenero, Caraguay lo
decían por el color de la piel, (especie de gran tamaño, llegan a medir mas de
50cm. de cuerpo robusto, cabeza ancha y extremidades cortas, posee un tono
colorado en su lomo llegando a anaranjado en el vientre y cubierto con manchas
negras y blancas que dibujan su cuerpo cilíndrico. (extraído de Iguana, animales
exóticos), el hijo de aquel, y otros habitantes del barrio, y como ocurría con los
clubes de fomento para sostenerse había que hacer algo para conseguir fondos,
para las pelotas, las camisetas, algunos pantalones cortos etc. Lo mas fácil y
convocante de los barrios era el de realizar los clásicos bailes públicos, o
concursos, las reuniones en un terreno vacío, en la misma cuadra, se lo limpiaba
y se lo usaba para múltiples actividades, entre ellos el juego de lo niños, carrera
de embolsados, subir al palo enjabonado etc., se cubrían los costados con lonas,
un baño que era una letrina, donde se vendía bebidas, cervezas, vino morado (hoy
tinto), gaseosas y sándwich etc. durante aquellas reuniones siempre estaba en la
organización, se encargaba de toda la indumentaria de los jugadores, de risa fácil,
de comprensión y paciencia de lo que escuchaba, aunque luego en la intimidad
defenestraba aquellas anécdotas, pero lo mas importante es que tenia “orejas”
para escuchar. Un viejo adagio dice que “cuando se cambia de querencia se
atrasa en la parición”, la transpolacion de un sitio originario a otro desconocido
en las idiosincrasias de ese lugar le toco soportar, pero rápidamente de adapto a
aquello, con suerte diversa. Esos cambios de razones políticas y mas que técnicas
nunca fueron buenos los resultados. Pero también lo recuerdo como un personaje
muy respetado, con anécdotas en su sitio laboral que aun profesionales a quien lo
conocieron lo recuerdan, y es un orgullo escuchar cuando lo cuentan. Ya volveré
sobre estos eventos.
En el camino a la escuela, había cauces secos que descargaban agua provenientes
de las lluvias tormentosas de verano y por un bajo nivel se atravesaba el camino
nacional; en la descarga del agua se formaba un pequeño llano donde se hacían
los “picados” de los jóvenes y de otros no tanto, y estaba ubicado prácticamente a
medio camino hasta la casa, pienso ahora y trato de interpretar, si se venia
burlando desde la salida de la escuela, haciendo bromas, el sitio descrito
anteriormente era un buen lugar para arreglar las cuentas, es cierto que
normalmente puede ocurrir que son los varones que hacían esos arreglos casi
violentos, pero en este caso lo extraño era que el personaje se enfrentaba con dos
o tres chicas de la misma o parecida edad, pero como era pendenciero y se sabia
que contaba con algo mas que los otros, se armaba la pelea, en primera instancia
el ataque rápido, certero, la sorpresa la tenia siempre hasta en las bromas, pero en
determinados instantes se emparejaba la lucha y había que huir, yo allí estaba, no
me dejaba que yo me meta, ese sentido de la protección lo llevo en toda su vida,
en mi caso vamos a ver luego que hasta cuidaba de mis hijos cuando viajaba por
razones de trabajo, también la casa en épocas de vacaciones pero eso ya tenia un
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costo que luego lo vamos a comentar, tampoco yo era peleador de modo que me
refugiaba siempre en aquel, llegaba ese instante de lo parejo, golpes van y golpes
vienen, el guardapolvo un desastre, había que correr hasta la casa, pero en cada
año escolar cuatro o cinco veces hacia esta trifulca, aquellas chicas, tampoco eran
una bendición, y se prendían a la lucha, cuando perdían se quejaban, en el otro
caso lo gozaban.
Otro caso, en el camino de regreso de la escuela a veces se nos ocurría ir por la
calle llamada 20 de febrero, en un jardín de una vivienda, que aun se encuentra
vigente, un poco cambiado pero cuando paso por allí, en estos tiempos, me
asaltan los recuerdos, había un perro color gris, grande, no tenia mejor idea de
gritarle de repente y sin que nadie lo esperara!!!!chorizo verdeeee¡¡¡¡ el animal ya
condicionado por ese grito saltaba la verja y nos corría por detrás hasta llegar a la
esquina donde había una bomba manual para cargar combustibles, gente conocida
por el padre, el propietario era de origen yugoslavo, de nombre Yarco, al menos
así se lo conocía, que hacia el transporte de áridos para las construcciones
barriales, de allí lo conocido del padre, llegábamos a ese sitio sin aire en los
pulmones, así y así por varias veces durante la época de las clases. Ahora lo
pienso creo el que animal al verlo lo esperaba a que lo grite y preparado para
corrernos, un juego entre ellos? !!! que cosa ¡¡¡.
Si nos situamos en esos momentos, trascendieron tantos estas situaciones, que era
necesario emigrar, “les recomendaban” a nuestros padres que hagan lo posible
para que emigremos, y así fue ¡!!!, el adelante y yo por detrás, a otra escuela y
nada menos que al centro, nos íbamos en un ómnibus de la empresa donde
trabajaba el padre junto con los empleados, eso atempero los ánimos de todos, no
tengo buenos recuerdos de aquello, creo que el personaje tampoco los tenia, la
idiosincrasia de los compañeros era muy distinta de lo ocurría en el barrio, no era
de hablar de aquellos años, yo tampoco, se borraron de mi memoria esa época, en
acuerdo con la mente que quiere eliminar lo no agradable ocurrió al final,
terminamos la etapa de la primaria como fuera, yo mas aliviado pero ya se
visualizaba que no iba a durar en esta paz.
Donde proseguía con su forma habitual era en el barrio, se juntaba con personas
mayores, recuerdo un narigón, de mote “manguera” se lo reconocía mas por este
sobrenombre que por su apellido, tremendo para jugar, duro, creo que violento,
sin mala fe, era así, para colmo lo hacia y prefería la posición del medio (hoy 5)
no se animaban a pasar, lo recuerdo bien porque tenia una bicicleta con el
manubrio dado vuelta, hacia arriba los puños, ¡los golpes que se habrá dado!,
luego adquirió una moto pequeña, 50 cc, si de patadas de dar estaba él. Otro
notable, que le habían puesto el mote de “gallina negra” que no era por que tenia
preferencias por un club de Buenos Aires, su aspecto así lo decía, no se quien le
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puso este alias, morocho, abundante melena, jugaba bien, y otros de
características similares, que lo habían adoptado al personaje como de su entorno,
entonces recibía lecciones de las buenas y de las que había que analizarlas antes
si eran buenas, entre estas los bailes, el padre, permisivo, autorizaba a que asista,
menor de edad, recuerdo uno de ellos, venia Enrique Rodríguez con una orquesta
inmensa, se iba a presentar en el club Central Norte, esto fue una discusión
grande en los padres, la pregunta es porque el padre permitía esas salidas?,
seguramente porque transfirió en este personaje lo que no pudo hacer él, entonces
se veía reflejado y sin saber lo permitía, lo alentaba no lo creo, estaba por otro
lado la mirada vigilante de la madre, seria, pocas risas, así fue hasta su muerte, se
daba cuenta de que no era ese el camino, pero quien sabe a esa edad cual es el
camino, se va “haciendo al andar”, ya grande era el único que estaba autorizado
hacerle bromas a la madre, y que tampoco se salvaba de la burla eso si con
mucho respeto, una mirada firme de la madre calmaba los afanes de buscar la
risa, si no había calma, estaba colgado en el picaporte de la puerta de la cocina,
un látigo trenzado con mango que era un caño de bronce que era o se entendía
como el largo brazo de la justicia materna, allí había que rendirse, pareciera que
había ganado la lucha y ese camino que no era ella lo que quería sin embargo la
conformaba.
Una actitud de la madre lo pinta en forma indirecta, a toda costa quería que
estuviera fijo y controlado en algún lugar y que mejor que podría ser en las
escuelas manejadas y organizada por sacerdotes, (curas, en aquel lenguaje), lo
intentó con los salesianos, con los dominicos, pero la petición siempre llegaba
tarde, no había vacantes, lo mas cercano estuvo en un colegio de la localidad de
Vaqueros, a 10 km de la ciudad, quería que se quede como pupilo, tenia, creo yo,
la secreta esperanza de que “enderiece” en la vida según lo que ella entendía por
esa palabra, ese seria el camino que alguien superior le tenia trazado?, otro era su
destino?. Esta “suerte” de que no encontraba lugar para quedarse nos servia para
responder a alguna pulla suya, decíamos que aun estaba en “lista de espera” y que
lo están buscando aun.
Yo también ya mas grande 16 - 17 años participaba en aquellos juegos, los
“campeonatos relámpagos” eran así llamados, aun se hacen pero no en la misma
medida y exigencia de aquellos años, perdías y quedabas eliminado, hoy se
vuelven a anotar pagando de nuevo la inscripción, de modo que no termina
nunca, el cambio mas notable es la forma de los que lo rodean, hoy es un buen
pretexto para reunirse a libar vino con gaseosas, para mi gusto horrible, pero el
paladar se acostumbra a ello, yo no. En el caso del que nos convoca, también
participaba, por aparte de los campeonatos oficiales, pero no continuó en aquellas
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reuniones de los campeonatos porque cambiaron las condiciones de su vida en los
sitios originales.
Pero sigamos con la marca de su huella, a veces hacia travesuras que merecían el
enojo de la madre, en la casa paterna había un árbol grande de nogal y por allí se
trepaba, y se quedaba esperando que el padre volviera del trabajo, una hora, dos
horas no accedía a los reclamos de “bajá, no te voy a hacer nada”, estos
personajes desarrollan una intuición que los pone a reparos de los castigos.
Mientras transcurría su adolescencia fue juntando amigos que los frecuento luego
en las etapas de mayor edad, cuando volvía de visita a aquel barrio, ya cambiado
por al aumento en la cantidad de habitantes y casas, había un personaje que tenia
por sobrenombre Moncho, creo que muy pocos sabían de su verdadero nombre,
yo no, era el “monchito” para los amigos, originario del litoral, era el encargado
para toda ayuda en el club del barrio, también se encargaba de acompañar a los
amigos en las horas de festejo respetado por todos, chicos y grandes, yo lo
definiría con un “puntero” no político sino de la diversión; otro amigo que lo
frecuentaba, tenia por apellido Sidany, viéndolo su presencia física no había
dudas que tenia bien merecido el apodo de “turco”, locutor de los bailes de los
carnavales, y de cuanto festejo se hacia en el barrio, aglutinador de amigos y no
para analizar algún articulo científico; otro el “flaco” Vujovich, que por alguna
razón tenia una mueca fija de sus labios hacia la izquierda, el apelativo
encontrado era “bocachueca”, un bohemio, jugador, prestaba su casa para los
festejos ya sea por haber ganado un campeonato o para un cumpleaños o
simplemente para escuchar una guitarra y a un cantor, en estos no faltaba algún
atrevido que pasaba raudamente en una bicicleta y a grito pelado lo nombraba por
su apodo, allí mostraba su enojo con aquel, también estaba ese cantor de
madrugadas H.C.Marin, “cariyegua” yo lo conocí así desde siempre, será por que
tenia un rostro ahuesado, cantor de tangos, folclore y de todo tipo de música, muy
recordado porque se reconocía la voz en las madrugadas cuando reinaba
mayormente el silencio y el canto trascendía los aires del barrio, ganador de
varios concursos de canto pero su destino era como muchos de estos artistas
anónimos de buena voz, que eligieron permanecer en su habitat, no irse del sitio,
quedarse allí y buscando su destino luego del canto, también fue mi amigo, a
pesar de que veo y me gusta eso de mirar programas televisivos (los otros ya no
son observables) donde hay concursos de bailes (malambos) nunca vi a alguien
hacer lo que se conocía en aquellos sitios “la doma” pararse en puntas de pie,
arquear el cuerpo para equilibrar y no caerse, yo conociendo algo mas ahora,
seguramente, sin saberlo mantenía la gravedad vertical, y así seguía el ritmo, un
maestro.
La evolución
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Estimo que de haber llegado al colegio de Vaqueros, no iba a ser lo mejor, esto
tendrá que ver con lo que anteriormente mencione?, lo interpreto de la siguiente
forma, aquellos curas participaban de los campeonatos, se arremangaban la
sotana y jugaban de igual a igual con los adversarios, y hasta insultos se
cruzaban, por ende patadas mal habidas, quizás tenían un permiso especial “de
arriba” para ser como los demás, yo me imagino que de haber estado allí, quizás
se hubiera visto sometido y contenido en las aulas, la disciplina y todo lo demás,
pero en la cancha era igual que sus maestros y se armaba en cuanto podía, no se
si lo hubieran permitido, estimo a la primer trifulca, ya lo echaban, no iba a
cambiar su filosofía de vida, al igual que en cualquier internado, lo mas doloroso
era el fracaso de la madre, no lo consiguió, no pudo torcer ese destino de andador,
de rebelde a las ordenes, de gracioso con las anécdotas y con la debilidades de los
demás, un personaje de aquellos, no hay de esas personas en estos tiempos, el
humor cambio, todo esta asociado a la tecnología, a lo enlatado.
Los domingos, aun muy chicos, a la hora de matinée nos permitían ir al cine
Balcarce, cercano a la estación del ferrocarril, lleno de vida en aquellos tiempos,
cuando volvíamos pasábamos, de regreso, por una esquina, 12 de Octubre y 20 de
Febrero, costado noreste, había un bar al paso (eufemístico el nombre, todos los
parroquianos asistentes se quedaban hasta el final) allí escuchábamos los minutos
finales de los partidos, se hizo hincha de Boca, pero la anécdota es del padre, era
hincha de River (se repite la contradanza) solo para hacerle la contra, pero nos
costaba llegar a la aprobación del cine, debíamos limpiar los muebles, lavar los
pisos y superar la auditoria estricta de la madre, que a veces no lo aprobaba y de
nuevo otra vez otra vez a comenzar, allí pagaba las culpas de lo que hacia este
personaje.
En aquellos tiempos y creo que aun en el interior de la provincia, se acostumbra
que familias tengan una imagen que representaban a un santo o una virgen que
los trasladaban, un día del año, hacia los templos para honrarlos con una misa, en
ese trayecto iban precedidos por banderas amarillas y nacionales colocadas en
largas cañas, alguien que tocaba un bombo repitiendo la misma melodía, un
violín o un erque (larga caña con un cuerno en el extremo) haciendo sonar con un
sonido grueso profundo (frecuencia) y con gran penetración en el espacio, de esa
forma se enteraban de que venia la imagen. En el camino los vecinos se acercan
al trayecto y llevan a sus niños a recibir los favores del santo, y para ello se
colocaban bajo el altar donde era transportado por aquellos caminos y los que lo
así lo hacían por pedidos de los padres asentaban en las cabezas de los niños por
un instante, los padres acercaban la limosna a las alcancías ya instaladas y con
ello se pensaba que esos niños iban a ser preservados de cualquier mal y que
serian mas buenos, por lo visto luego no alcanzo con los aquellas “pisadas” (así
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se llamaban a ese acto) para marcar un destino tranquilo en su vida, en este caso
se trataba de San Roque que venia de la localidad de San Lorenzo, el 16 de
agosto donde nuestros padres solían llevarnos.
Luego de terminar la primaria en la escuela J.J. de Urquiza, a duras penas,
“cambiar de caballo en medio del río no es conveniente”, volvió a cumplirse
aquel viejo adagio y pasar de una escuela del barrio hasta otra del centro,
estábamos desubicados, no era el ámbito donde podríamos desarrollarnos, me
mato este personaje!!!, al final salimos y a partir de allí tuvimos ocasión de ir al
Colegio Nacional, tiernos pibes del centro, alguno que otros tenia la maldad en su
sangre, había muy poca relación con los compañeros, eran de distancia lejana en
esos tiempos, además por la debilidad nuestra de entablar amistad con aquellos,
de modo que había que agregársela solo en los trabajos prácticos, (deberes, en
aquellos tiempos), en el estudio, no era esto para él ni para mi tampoco, fue un
fiasco, de allí que no separamos por un tiempo, yo cambie de colegio no me fue
bien, al personaje tampoco, pero era evidente que se preparaba un cambio
notable.
Entonces ya estamos en la etapa de debía producirse otro hecho trascendente en
la vida de aquel, creo que ya no daba para mas seguir con ese ritmo de vida y
cual era la solución irse del barrio, dejar de hacer renegar a mi madre, ya no
podía siempre proteger el padre al hijo y había que irse, si irse, buscando otros
aires, ya estaba muy espeso el ambiente en esos sitios habituales, cual fue la
opción ¡!!la marina argentina!!!, había convocatorias anuales, los representantes
de aquella institución iban a las provincias y hacían selección de quienes querían
ir a conocer el mar, te pintaban un mundo hermoso, que ibas a conocer el mundo
en barco, etc, y este amigo se copo, allá fue, pero solo llego a BA, estaba en el
puerto de Río Santiago, luego del tiempo de adiestramiento o digo yo
adoctrinamiento lo enviaban a un barco, pero si este creía que iba al la fragata
Libertad, cuan equivocado estaba, fue a un Rastreador El Chiriguano, que tenia
lugar para “fondear” en el mismo sitio, y allí nomás, en su cercanía como todo
puerto, lugar peligroso de maleantes, de mujeres amigas de lo rápido, y bares, allí
fue, por lo que supo contarme se hizo de muchos amigos, no eran por seguro
pupilos de colegios católicos, seguro que no eran bebes de pecho, pero me
imagino que allí estaba a gusto, libre, con algo de plata, característico, luego de
cada viaje llegaba al puerto y salía de franco, no había muchos lugares donde ir,
no creo que haya cambiado su forma de ser, esto ya es mi propia interpretación, y
Figura. 1: Recuerdos de su pasado por la Marina, donde recaló por un tiempo, hasta que se
sabiendo que luego de esa etapa siguió siendo pendenciero, tiene que haber convenció o lo convencieron de que era mejor estar cerca de la familia, pocas anécdotas
conocidas solo las por él contadas
tenido muchas situaciones de esa índole, eso si me contó mas pasaba castigado y
privado de salida, sin embargo ya se estaba cansando. En esta idea de reconstruir el camino de Ramón al que llamamos hasta ahora “el
personaje” (ahora lo identificamos) con la justificación que este supero al
nombre, ya que esto ultimo fue circunstancial, y lo otro una historia de vida, que

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estimo deja mas huellas que el mismo nombre. Cuando se fue a la Marina y
estábamos en Salta, sitio de origen de esta narración, a la primer licencia que
tuvo, volvió mas aplomado, con un lenguaje que era extraño para nosotros los
que nos quedamos por allá, medio porteño, las erres estiradas, hoy lo entendemos
perfectamente, eran los tiempos de la llegaba a la gran capital del “aluvión
salvaje” tan groseramente descrito por una elite conservadora, "portadores de
cara", del "cabecita negra" y hábilmente, seguro que así considero, que era mejor
mimetizarse con el vocabulario, en el modo de hablar, confundirse con todos y
así no era reconocido o poco el origen.
En esto puedo hablar con conocimiento de causa, me toco también la obligación
de ir a cumplir “el servicio militar” (era mas bien un servicio a los militares) en
la Base de Puerto Belgrano, un conglomerado de provincianos, diferentes voces y
tonadas, que a veces se transformaba en una Babel, la pase bien, conclusión se
vivía mas fácil si se estudiaba algo, cuando regrese ya Ramón estaba en
Mendoza, en otra vida, en otra etapa, y allí puedo dar fe de su generosidad,
mucho me ayudo, la voluntad la puse, si puedo decir que con el botón de
arranque que me permitió Ramón logre arrimarme a los objetivos de mi vida, se
habrá cansado de que yo vaya por detrás?, habrá pensado que es hora que de
vuele solo, que consiga y trace mi futuro?, nunca le pregunte.
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Como ocurre en estos tiempos, en tierras extrañas se busca al paisano, para
recordar el pago, las reminiscencias, Ramón también lo hizo, encontró a un
amigo, sastre, bajito, inquieto, redondo casi, numero ocho en un equipo de fútbol,
le adjudicaron el sobrenombre de “arbolito” López, nada mas justo que eso.
También había otro, al igual que López estaban “enganchados” en la marina.
Hicieron punto de encuentro en la vivienda de una tía por parte del padre, (Tía
Manuela en Olivos BA), que le dio contención, y algo le habrá dicho para que
luego a su regreso a la vida civil, haya cambiado bastante, no es su totalidad,
conservó los valores mas humanos, los respetos, el reconocimiento y la
persistencia de otros valores que otros seres humanos lo tenían. Allí se hizo de
otros amigos, pero nunca olvido los que dejo en su tierra, con un viejo Kaiser
Carabela, retornamos una vez a Salta, yo de acompañante, plantas de olmos en el
techo, hace tiempo que fueron extraídas del sitio que aquel mismo las plantó, no
entendí el porque de haber sufrido esa mutilación a los recuerdos. Era un deleite
ver a estos dos mayores discutiendo, y solo por llevar la contra, aquel padre se
transformo en critico, le decía cuando contaba del trabajo que hacia en la
institución donde estaba cumpliendo servicios que lo que manejaba era una
“chorbita” (tren chico, pequeña maquina de vapor que hacia de tranvía rural, que
tenían los ferrocarriles para el mantenimiento de las vías) “era una pava”, se
enfurecía, al igual que el mismo, el otro lo gozaba, siguió con los gustos de la
música, de su generosidad a todo limite debo dar cuenta, anécdotas que
mostraban su lado mas bueno, no le gustaban que le cuenten, se iba al centro o a
algún boliche cercano (no los de ahora) y siempre con el correr de los tiempos
hubo chicos con necesidades y como eran muchos, me dijeron, los hacia formar
fila, (recuerdos de su paso por la marina) y metía la mano al bolsillo y
desparramaba monedas de todos los valores, sin que esto signifique una burla,
sino que pretendía que se adueñe el mas hábil, el mas rápido, que era lo que
animaba?, no lo se.
Me gustaba tener vinos de muchos sitios a los cuales viajaba, y los que adquiría
cuando lo podía hacer, como corresponde, lo dejaba de cuidador de la casa en las
épocas de las vacaciones, el tema es que cumplían esa función junto con el padre,
hacían los almuerzos en casa, pero yo creo que mas bien era para brindar con
vino de la vinoteca, pero con tan mala intención de estos dos personajes, dejaban
las botellas acostados y con el fondo visible, de modo que no me daba cuenta si
había sido consumido, cuando iba a buscar el lleno, creso error era una botella
vacía¡¡¡¡, había en casa un perrito petiso, malo con todos, hasta con el dueño,
excepto con el tío Gordito, le podía hacer lo que quisiera y no se enojaba, pero
con nadie mas, que simbiosis se habrá generado entre ellos? Cual era la amistad
que se brindaban, vaya uno a saberlo, si yo veía las consecuencias, conclusión
eran los dos mayores buenos cuidadores, aunque tenia su costo.
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No se si catalogarlo de bueno o de regular, siempre tuvo inquina por los
inmigrantes de países vecino, en especial por uno de ellos, ubicado al Norte del
país, en aquellos tiempos era general esta situación, formaban comunidades de
pocas familias, a veces las burlas se tornaban violentas, y crueles, y no escapaban
a los comentarios los modos de decir las cosas, una mezcla del idioma español,
con los del origen, no llegaban a discriminarlos pero si a imitarlos en las mezclas
de los dichos, poco a poco se fueron integrando a las familias nativas y creo que
hoy en día, es una tarea titánica descubrir una familia de solo raíces locales. El
principal personaje de este escrito no podía estar fuera de ello, frases como
“chancao manito” estaban siempre a disposición para la imitación, las “s”
exageradas de aquellos, las costumbres no entendibles, toda una idiosincrasia
trasladada a nuestro país, se prestaba para el asombro y porque no a veces la
burla cruel.
Aparece “el tío gordito”
Regresó de la incursión en la Marina, ya la familia estaba establecida en otra
provincia, con las carencias y las incertidumbres que eso significó, producto de
los iniciales intentos de privatizar todo en el país, cerrar los lugares de trabajo, sin
embargo Ramón siguió siendo el preferido de todos, siguió encarnando lo que el
padre le hubiese gustado ser, tuvo un bandoneón, intento aprender a tocarlo, algo
lo hizo, no lo pudo terminar, ya los otros hermanos crecieron con sus ideas, yo TIO GORDITO, esa ya es otra historia, distinta, menos traumática, mas sufrida,
me fui a estudiar, iba de vez en cuando a verme, siempre estuve con los “bolsillos con el final ya contado no por eso cayo en el olvido.
flacos”, su generosidad no tenia limites, me ayudo, me sostuvo y creo que no le
falle, alguna vez me lo dijo estaba orgulloso de lo que llegue a ser y quizás diría
lo mismo de lo que soy ahora, lamento que no vio lo que paso después y no
tenerlo para que me siga contando sus historias, al igual que el padre que también
tenia las propias, a alguien tenia que salir Ramón, quizás en una versión
mejorada, pero básicamente tenia cosas de su mentor, aquel era fabulador, desde
los caballos que tenia, nunca lo vimos alguno, hasta las fotos con un bandoneón
en las rodillas, cual fuellista renombrado, le pedía a un compañero de trabajo que
le enseñara tocar el “bandoneón” aun lo encuentro caminando como un vecino y
cada vez que nos encontramos en el trayecto trae una anécdota nueva, pero para
que el insistir en aprender y que yo sepa nunca pudo tocar una tecla, si le
encantaba la música, a veces exagerado, siempre contaba que fue muy amigo de
Ramón Burgos, un albañil “de mi pueblo” como lo recordaba un poeta, autor de
un tema musical memorable, eran otros tiempos, otras sociedades, honor también
para mi padre, y respeto enorme para mi madre y agradecimiento para mi
HERMANO RAMON.

Los hermanos formamos familia, él fue el primero, como siempre, hasta en eso
nos “primerio”, allí aparecieron los primeros sobrinos y nace un nuevo apelativo,

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 Figura 2: Los dos mayores de la familia, solo uno de ellos entendía del manejo de los
instrumentos, el otro solo presencia, si, bien puesto, un artista de la palabra, sobretodo cuando de
convencer se trataba. Uno de ellos un aprendiz, con algunos temas sabidos, el otro ni eso. De traje
como para ilustrar algún folleto.

Mas humana, sin embargo con un fin no deseado, se nos fueron los mentores de
la familia en este transcurrir, quedamos sin ellos, Ramón siguió siendo el
paternalista, ahora con todos, hermanos, sobrinos, e hijas, yo lo recuerdo y lo
venero, ojala que todos quienes lo hemos conocido y supimos de su generosidad
no lo olvidemos.

La otra etapa que comenzó con el nuevo sobrenombre, es otra historia, pero hay
que tener en cuenta que el diminutivo ya indica el cariño que todos lo tuvimos y
los que aun lo tienen, debemos hacernos cargo de los que estábamos obligados a
sostenerlo en su sufrimiento, de contenerlo unos mas y otros menos, unos con
mas derechos y obligaciones y otros con mas obligaciones, siempre los pesares
vienen luego, ya no hay solución, a todos los ayudó, a unos con mas
compromisos y obligaciones, a otros con solo mas compromisos, a unos les
ayudo a crecer a otros los hizo crecer, se acordaran? al menos con una oración
cristiana de vez en cuando, que ayude a su eterno descanso?.

Manuel

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ADENDAS
Como muestra dejó algunos sobrenombres que aun perduran, se burlaba de las
actividades y costumbres de los conocidos, mas cercanos y los por conocer.
Había uno de ellos que parece que no se porque influencia, seria también del
padre?, se le ocurrió aprender bailar folclore ya con unos cuantos años encima,
pero luego lo dejo no sabemos el porque, la interpretación del tío Gordito fue, “
como tiene los brazos cortitos, no le alcanzaba para chasquear los dedos cuando
bailaba un ritmo como la chacarera”, y el ritmo lo dejo. Este conocido fue el que
tuvo que irse por razones ajenas y dolorosas a esta historia a a colonizar Buenos
Aires quizás como un rebeldía se colocaba, en aquella gran ciudad, una alforja
campesina en los hombros, de jopo rebelde, (era espectacular como lo imitaba),
verlo caminar en su fase de burlisto, con las manos detrás, a cada rato se daba una
cachetada para domar a aquel mechón de cabellos pero nada de eso ocurrió, a
veces un poco encorvado, decía el tío Gordito era para darse mas corte por eso
caminaba con los brazos por detrás y manos entrecruzadas, y en esa posición de
caminar mirando el piso era para que los demás digan “esta pensando” en los
veranos utilizaba un pantalón corto, comentaba sin que aquel escuchara que tenia
dudas, hubiera sido trágico, si era un pantalón corto o short largo o se le achico
con la primer lavada.
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También tenia que soportar burlas de los contertulios, en una ocasión no se
porque extraño designio, alguien le dijo que debía teñir su cabello que pintaba
canas a un color casi rojo, le habrán dicho que esa era la fuente de la Juvencio?,
rejuveneció?, para nada, fue el centro de las burlas de todos, a partir de allí no lo
vimos con ese forzoso cambio, creo que la razón por el rechazo significaba que
así no era el tío Gordito, el otro era el autentico, con sus virtudes y también los
defectos pero así era.
Había otro conocido cercano y mimado por él, que sabiamente le puso el
sobrenombre de Marcos Polo, imitando los viajes de aquel que lo hizo por el
mundo y que nos lo cuentan los libros de la historia, aunque este fue hacia el
oriente, el otro, por él mencionado, se aparecía por cualquier lugar de la
geografía, de pronto estaba en Nueva York, en la puna, en Salta, en Chile, un
trashumante de aquellos y por todos los demás sitios, aún es así, eso si nunca
trajo una especie nueva para sazonar las comidas, se hablaban por teléfono
asiduamente, excepto cuando sobrepasaba la burla y se quedaba sin noticias por
varios días, y allí llegaba la queja a todos los demás diciendo que “no entendía el
porque se enojo aquel”. Pero era perdonado y se reanudaba el dialogo hasta otra
oportunidad en que volvía por los mismos caminos.
Otro que iba a misa todos los domingos, especial este, si alguien se estaba
muriendo, postrado en las ultimas te influía una voz de aliento, pero que por
seguro no era suficiente, amante de la medicina alotrópica, creía que con ello no
había mal que se le resista, este ultimo, te decía, “no te aflijas te vas a sanar, todo
va a pasar”, una especie de pastor de buena onda, no prometía el cielo, solo que
te ibas a curar y se iban a arreglar tus cosas, aunque ya estaban agonizantes, con
yuyos todo se arregla decía y dice aun, en verdad no vi resultados, tampoco
sanaciones, pero supongo que el tío Gordito algo le veía, lo que no se es si le
creía.
Era el “peregrino” de la historia, iba a misa todos los domingos a las 8 de la
mañana y regresaba a las 12 y pasadas, el personaje pensó que esa demora era
debido a que cumplía penitencia y se vendría de rodillas o se castigaba, aun no lo
sabemos pero era imposible contar con él en la mañana del día domingo, buen
contador de votos en las épocas de las elecciones, votos, pero ajenos, de la
oposición. Otro que quiso ser músico, llego a tocar el bombo, pero lo dejo, el
bombo a él.
Otro que se burlaba por lo que viajaba siempre al mismo sitio, por razones
laborales pero lo entendía como que tenia un abono para hacer ese viaje, se
burlaba de un “chulo” que tenia y usaba para los sitios de mucho frío, asimismo
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de un sombrero gaucho pero no entendía esa razón, solo servia para la burla de
aquel, si era el receptor de los porque del enojo de los mas cercanos.
Otros que le daban y le dan razón al mote de tío Gordito, muy querido por ellos,
espero sinceramente que no se olviden de lo que recibieron, para eso estaremos,
mientras estemos hacerles recordar que muchas cosas son y han ocurrido porque
fueron depositarios de su generosidad, de todo tipo, incluido el cariño y la
contención.
Otros personajes de aquellos tiempos originarios, Don Bolivar así era reconocido,
Don Banda, hinchas furiosos de los equipos de fútbol del barrio, los Garnica con
su magnifico pesebre mecánico, era la delicia verlo todos los días en la época de
los Reyes Magos, los Choque, oriundos de Susques en el Noroeste de Jujuy,
Teofilo, Agustín, Celso, que como traían unos gruesos chalecos bien tejidos,
coloridos, pensaban que era menester lucirlos y se los colocaban en pleno verano,
esta realidad quedo en el recuerdo del tío Gordito y siempre recordaba ese tema
con burla, por supuesto. Otro el “negro” Pino ya desaparecido, recordaba que
ante el fallecimiento de un amigo común, frente a la fosa y en compañía de todos
los colegas trasnochadores, no paraba de llorar, ya era que todos querían irse, y
ante la sola amenaza de empujarlo adentro del “metro ochenta” se calmo, pero lo
contaba !!!con tantos detalles¡¡¡ con vivencias que lograba que los que
escuchábamos nos sitiamos en ese lugar, así como estas anécdotas eran
interminables las otras.
Gringo Quinteros, numero dos, rudo, excelente marcador central, había un
jugador ya mayor que jugaba con los pies desnudos, !si con los pies desnudos¡,
de numero nueve, terrible pateador, goleador en los campeonatos, no se que habrá
sido de su vida, de su destino. Chacho V., enamoradizo, me dicen que aun lo es,
gran amigo, mejor depositario de la historia del barrio, don Olivera y con don
Caro, benefactor de la comunidad, bicicletero pero que cumplía funciones como
presidente, secretario, delegado, etc., de todo deporte.
“Garrote” Tolaba, un bailarín de rock inimitable, numero 9, Chueco Flores, que
nunca le vi errar un penal, en los campeonatos relámpagos, en los empates era el
encargado de patear lo penales, ganábamos seguro siempre. Había otro muy
amigo de Ramón, y de quien tenía numerosas anécdotas Florencio Aldana
Alemán cantor de todos los ritmos y de todos los temas de la música, un poli
rubro del canto. Desgranaba su talento en los espacios vacíos que había en el
barrio, se hacían los festivales donde los cantores barriales, probaban suerte y así
y así tantas personas como recuerdos tenía mi hermano, de cada uno de ellos
tenia una anécdota, un instante, recordaba los detalles hasta lo mas mínimo, sin
embargo poco de las virtudes de aquellos si de lo que podría significar una burla.
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No hay que creer que solo ponía sobrenombres a los mas antiguos cercanos, los
nuevos allegados también eran pasibles de soportar las burlas, pasaba de una
alabanza total a una critica dura cuando había algún olvido que podría
ocasionarle soportar bromas de los demás, recuerdo uno de esos días en que se
reúne la familia en esas fiestas de fin del año, se hacían las reuniones de forma tal
donde todos cooperaban para pasarla bien, ya disminuido en su caminar, por el
acoso del mal que lo aquejaba, encargaba a alguien que trajera su contribución, y
en esa ocasión se olvidaron de ponerla sobre la mesa, no faltaba quien le decía,
“que trajiste para la mesa?” todo con la mala intención de ver su actitud, para
que…se olvido de las palabras diplomáticas, de la alabanza y paso a otras
recordando las burlas personalizadas, una risa general de todos lo calmo, quedo
para el anecdotario de la familia y en cuanta reunión que hay lo recordamos.
Había otro que según lo manifestaba, tenia veinte oficios y cuarenta necesidades,
el contacto con él no duro mucho, la familia se quedo con las incógnitas del caso.
A aquel ya mencionado anteriormente y dueño de mil anécdotas, en cada viaje al
terruño lo visitaba y se quedaba horas con aquel, Iván, pero no era el terrible de la
historia, era el depositario de cuanta cosa y hecho pasaba en el barrio, como decía
alguien, si no lo sabia era porque no ocurrió, el del defecto facial, que lo
acosaban con el sobrenombre referido a esa dificultad, muy amigo, albañil y todo
otro oficio, prestaba su casa para las celebraciones, algunas de ellas con causas
otras por si nomás, se oían cantos desafinados mayormente aunque algunos de
ellos daba gusto escucharlos, mostrar sus dotes de canto, ruidos de guitarras,
voces cansadas al amanecer, desde la vecindad era un juego adivinar de quien se
trataba el que contaba, aunque ya eran voces conocidas.

Mil gracias por todo “tio” Gordito, hasta que la vida me diga basta te recordare, y
quizás, quien te lo dice, nos podremos encontrar allá en el infinito, y seguiremos
riéndonos de las cosas que nos ocurrieron en esta etapa terrenal, de la felicidad de
haber tenido a alguien que supo de darme todo el espacio, lo que tengo y lo que
tienen. Por allí también quizas lo encontremos al músico frustrado, el que pedía
“tocame una piecita”, el que salía a tomar fresco en pleno invierno, con
temperaturas bajo cero, el amigo.

Figura 3: Quizás no debería haber incluido esta imagen, pero con ello trato responder a algunos
de mis interrogantes que tengo en el texto,; que ocurrió?, sabia que esto no era bueno y sin
embargo insistía con ello, difícil de que atienda las recomendaciones, faltó comprensión?, estuvo
escaso de contención?; llevo la rebeldía a estos limites? y/o ya intuía su final.

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 Figura 4: Buena pinta, ya insinuaba como seria conocido, (tío Gordito), siempre en pose de
artista, se estaría escapando de algo o de alguien?, de la madre quizás? .

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Figura 5: imagen que ilustra los festejos del carnaval en el norte, atrás de ella una carpa, de las
clásicas de aquellas fiestas. En cuclillas abajo a la izquierda el personaje, luego un amigo
conocido como Kubala, (BAC) recordando a aquel gran jugador, centrodelantero, y molesto
cuando de molestar se trataba, pescador “de madrugadas”, creo, numero 9 de diez goles posibles
erraba nueve; HCMarin guitarrero, gran cantor de trasnoches, bailarín de malambo, sobretodo a lo
que llamaba “la doma” tratar de pararse en puntas de pie mientras sonaba la música, uno que se
quedo a pesar del talento que tenia superior a muchos de los que se escuchan actualmente; el
Cabezón (LV), gran amigo, seguidor de la noche, buen paladar, jugador de fútbol con la posición
de tres, estos últimos formaron una banda de alegres amigos, yo participe algunas de ellas, puedo
dar fe. Los de pie, comedidos que siempre se prestaban para adornar cualquier fotografía que los
inmortalizara. Figura 6: Fotografías de la época cuando andaba por Buenos Aires, es interesante la lectura del
reverso de una de ellas, donde manifiesta como extraña a su familia y en especial a la madre y
asegura que pronto va a regresar.

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SIEMPRE VIVO, UN RECUERDO

Manuel J. Mamani

2015

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