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El conflicto ha estado, está y continuara estando en todos los ámbitos de la vida de cada
individuo y grupo. Por este motivo también se encuentra presente en las universidades.
Preocupadas por dichos conflictos cotidianos, que cada día aumentan entre los alumnos,
alumnos y profesores y en términos generales entre toda la comunidad educativa como: peleas,
agresiones, maltrato, malos modales, irrespeto, intolerancia, entre otros; se debe realizar un
análisis de que tanto conocemos de conflictos y resolución de los mismos, reflexionando si en
verdad estamos preparados para resolverlos de la mejor manera.
Los conflicto que se presentan en la educación son graves, debido a que por lo general pasan
desapercibidos y no se les da la importancia, ante la falta de atención de la comunidad educativa
frente a este problema; que de no ser bien manejado puede afectar no solo a los implicados,
sino a toda la comunidad, generando un conflicto de violencia porque la(s) persona(s) no saben
manejar y solucionar de forma adecuada los problemas presentados.
Aun que los conflictos traen consecuencias negativas como: originar descontento, disolver
vínculos, retardar la comunicación, disminuir la eficacia de un grupo, reducir la unión del grupo
o la destrucción del mismo. También tiene unos factores positivos como: la posibilidad de un
cambio, favorecer la unión grupal o generar grupos más constructivos y creativos.
Es claro que todos estamos expuestos a tener un conflicto en cualquier momento, lo importante
no es darle largas o hacer caso omiso, sino por el contrario enfrentarlo de la mejor manera.
Existen varias formas de afrontar un conflicto: la evasión: que radica en no darle importancia,
evitando el dialogo y la falta de comunicación, por el temor de perder o no saber confrontar la
situación, todo esto genera resentimientos que luego ocasionan mayores conflictos; la
confrontación: es cuando hay comunicación, pero se utiliza el poder, la fuerza, el irrespeto, que
lleva a la violencia, porque se pierden los limites frente a la otra persona, lo cual aumenta el
conflicto; acudir a una instancia de autoridad: es cuando se permite la intervención de un
tercero (profesor, director, etc.), debido a que no hay la intención de dialogar y esta otra persona
es la que toma la decisión de cómo resolver el conflicto, esto no quiere decir que se ha llegado
al fin de dicha situación; un tercero facilitador: sucede cuando ambas partes desean solucionar
el problema de una manera respetuosa y rápida, es allí donde interviene el mediador buscando
en grupo una posible(s) solución(es) satisfactoria(s); arreglo directo: se asume con respeto y
conciencia, las responsabilidades y consecuencias de los actos realizados poniéndose en el lugar
de la otra persona, buscando mejorar las relaciones de ambas partes.
El aprender a solucionar los conflictos de la mejor forma, siempre permitirá mejorar cada día y
dará las bases de saber afrontar cada obstáculo que se presente durante toda la vida.
Además es muy importante concientizar que si bien es tarea del docente transmitir
conocimiento, seleccionar y secuenciar los contenidos, estableciendo sus estrategias didácticas
al momento de desarrollar las actividades, es también deber de él incentivar la puesta en común
en la realización de tareas complementando una formación integral de sus alumnos, generando
un clima abierto a discusiones, a nuevas ideas y a la tolerancia procurando mejorar las relaciones
interpersonales entre un grupo de estudiantes, así mismo se debe reforzar los conocimientos
de los docentes para manejar conflictos entre: estudiante-estudiante, docente - estudiante y
docente-docente .
Fuente: http://conflictoscatedra2012.blogspot.com/