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PERUANO
Por: arturo zapata18:10Enviar Comentarios
1. DEFINICIÓN DE OBLIGACIONES.
Etimológicamente, deriva de la palabra latina “Obligare” que recoge los vocablos “ob” (delante, a causa de, junto o cerca
de, alrededor de) y “ligatio” (ligar o atar).
La obligación supone sujeción, sometimiento, ligamen, atadura, de algo que limita a la persona sujeta a ella. Presupone la
existencia de un vínculo que sujeta a una persona a dar, hacer o abstenerse de hacer algo, establecido por ley, por
voluntario otorgamiento o derivación de ciertos actos.
Doctrinariamente existen múltiples conceptos que tratan definir a las obligaciones ligándolas a los
derechos patrimoniales. Nosotros la entendemos como aquella relación jurídica establecida entre dos
o más sujetos orientada a producir efectos jurídicos. Al decir de algunos juristas el término “Vínculo”
no es conveniente por estar referido a “Debitum” (Deuda), debiéndose utilizar el termino “Relación
Jurídica” que es más amplio y comprensivo, por incluir el concepto “Creditum” (Crédito), si el deudor
no cumple con la prestación, entonces responderá con sus bienes.
El Código Civil Peruano de 1984 no suministra el concepto de obligaciones, dejando dicha labor a la doctrina; pero si se
limita a enumerar su contenido. Sin embargo, y para fines académicos entendemos a las obligaciones como aquellas
relaciones jurídicas que vinculan a dos o más sujetos sea que estas se deriven de la voluntad entre las partes o se
establezcan de acuerdo a una norma jurídica.
Siguiendo a Varchi[1], entendemos por relación jurídica a todo vínculo establecido entre dos o más personas (relación
intersubjetiva) como vehículo para realizar determinados fines que son dignos de tutela por el ordenamiento jurídico.
En este caso la relación jurídica está dirigida a permitir el intercambio de bienes y servicios; es decir, tiene una finalidad
económica. A esta relación se le conoce como relación obligatoria.
El maestro FELIPE OSTERLING considera que: ”la obligación constituye una relación jurídica
existente por lo menos entre dos personas llamadas deudor y acreedor, es decir entre un sujeto activo
y un sujeto pasivo“.
Dentro de esta relación jurídica, corresponde a aquel o aquellos que ostenten la calidad de acreedor
o acreedores el poder o derecho de exigir la prestación. Si el deudor o los deudores vinculados en tal
forma, no cumplen la prestación, o la cumplen defectuosamente por razones imputables a él o ellos si
es que fueren varios los deudores, responden con sus bienes por dicho incumplimiento, en razón del
elemento coercitivo previsto por la ley.
Como podemos constatar de lo antes dicho, el concepto de obligación determina que, es indispensable
que existan tanto un crédito como una deuda, es imposible concebir una obligación sin estas calidades.
Más aún, forzosamente hay en una obligación un sujeto activo y uno pasivo, es decir un acreedor y
un deudor, tal y como se desprende de los diferentes conceptos de obligación enunciados
anteriormente.
Es más, el mismo Código Civil, sin mencionarlo expresamente, parece del contexto de sus normas
relativas a las obligaciones, tratar de decirnos que en efecto, es vital para la existencia de una relación
obligacional que concurran tanto la presencia de un deudor como la de un acreedor. Por ejemplo, en
lo relativo a las obligaciones de dar, el artículo 1132º CC señala que: El acreedor de bien cierto no
puede ser obligado...“, y el siguiente, el artículo 1133º CC expresa: “El obligado a dar un conjunto de
bienes ciertos...“; así como el artículo 1206º CC en lo relativo a la cesión de derechos,
que expresamente señala la presencia de un cedente (acreedor), y un deudor, aparte del cesionario.
En fin, es innegable el hecho de que para que exista una relación obligacional, es imperativo que a su
vez coexistan un acreedor y un deudor.
Diez Picazo señala que lo que distingue a la relación obligatoria de las demás relaciones jurídicas es
que por ellas buscan los particulares realizar entre ellos una colaboración social y dirigida a que una
de ellas obtenga determinados bienes o servicios mediante una recíproca colaboración.
A. EL VÍNCULO OBLIGACIONAL.
Es el deber y derecho del sujeto activo a reclamar una prestación. La obligación implica una relación
jurídica que liga, ata, constriñe o limita la voluntad de la persona, pues ésta queda obligada a dar,
hacer o no hacer alguna cosa en provecho de otra. Pero el vínculo por sí solo no constituye una
obligación. Es indispensable que esté sancionado por ley positiva. Si no existiera esta relación jurídica,
el acreedor no tendría acción contra el deudor para compelerlo a realizar la prestación.
La relación jurídica obligacional es siempre de naturaleza intersubjetiva, es decir que vincula o une a
dos o más sujetos de derecho entendidos como aquellos entes con la capacidad jurídica para asumir
y ser titulares de derechos, deberes y obligaciones.Dicha relación jurídica tiene, por lo menos, dos
partes (la palabra parte es más acertada que sujeto) plenamente diferenciadas y opuestas:
El objeto de la obligación no es una cosa o un bien. Es una prestación traducido en una acción u
omisión que el deudor debe realizar en provecho del acreedor. Dicha prestación puede consistir en un
dar (que comprende entregar un bien. Ej: en el caso de la compra venta, donación, arrendamiento,
etc.), un hacer (que consiste en realizar un servicio. Ej: contrato de locación de servicio, contrato de
obra, etc.) o en un no hacer alguna cosa (lo cual importa una abstención o limitación. Ej: el dueño de
un inmueble acuerda con su vecino que éste último no construirá un segundo piso en su predio por un
tiempo de cuatro años).
No toda prestación puede ser objeto de una obligación. Se requiere que ésta sea idónea jurídicamente
y para ello debe reunir las siguientes características:
Utilidad. No pueden considerarse válidas las obligaciones en que no exista un interés a favor de la
persona en cuyo provecho debe realizarse la prestación. Se entiende que quien realiza una prestación
en calidad de deudor a favor del acreedor, éste último debe tener una causa o razón para intentar
obligar a otro en el cumplimiento de una prestación, la cual, se entiende debe serle de algún tipo de
utilidad. Dicha utilidad puede basarse en un interés objetivo de orden patrimonial o un interés extra
patrimonial de afecto o de cariño hacia algo.
No debe quedar enteramente al arbitrio del deudor. Si la prestación quedase enteramente al arbitrio
del deudor ello equivaldría a no obligarse. Debe, pues, señalarse la prestación.
A un nivel doctrinario, algunos autores le aumentan un elemento adicional: una causa o finalidad, en
su doble acepción, es decir, una causa eficiente o fuente de la obligación, y una causa legal o causa
final, que responde esencialmente al porque se ha asumido una obligación. Sin embargo, otro sector
doctrinario señala que estos conceptos más bien pueden subsumirse en algunas de las características
ya enunciadas como la utilidad, la posibilidad o la licitud.
4. EVOLUCIÓN DE LA CODIFICACIÓN CIVIL PERUANA SOBRE DERECHO DE LAS OBLIGACIONES.-
Es así que la regulación jurídica sobre el Derecho de las Obligaciones dentro de nuestra codificación
civil ha sufrido cambios a través del tiempo, veamos a continuación su evolución:
CIVIL
Titulo Final
5. SISTEMÁTICA DEL LIBRO VI DEL CÓDIGO CIVIL PERUANO DE 1984.
Al iniciar el estudio del Código Civil de 1984 respecto al Libro VI que considera el régimen jurídico de Obligaciones desde
los arts. 1132° a 1350° divididas en dos secciones, a saber:
6. CLASES DE OBLIGACIONES.
Doctrinariamente, son numerosas las clasificaciones que los estudiosos del derecho hacen respecto
de las Obligaciones. Sin embargo, atendiendo a la sistemática del Código Civil vigente, contenida en
el Libro VI, hablaremos por tanto de una clasificación legal: