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La panadería vegana y gluten free propone elaborar masas sin gluten con harinas poco habituales, elaboradas a partir de verduras, frutas,
semillas o raíces. Estas harinas son menos calóricas y están libres de aditivos.
DESCUBRE ALTERNATIVAS
1. Hueso de aguacate
Contiene compuestos que regulan el colesterol. Además es antiinflamatoria y antimicrobiana, según la Universidad de Pensilvania.
SUBSTITUCIONES SANAS
2. Tocosh
Se obtiene de la pulpa de patata fermentada. Es un antibiótico natural que no perjudica sino que beneficia a la flora y fortalece la
inmunidad.
SUBSTITUCIONES SANAS
6. Ñame
Es muy rica en hidratos de carbono resistentes que benefician a la flora y se le atribuyenpropiedades depurativas.
7. Berenjena
No tiene grasa y es muy rica en fibra y en potasio. En general es adecuada para dietas de adelgazamiento y para hipertensos.
COCINA RÁPIDA
8. Arrurruz
Con un 7% de proteína, procede del tubérculo del mismo nombre. Es de fácil digestión y añade ligereza y esponjosidad a las recetas.
9. Chufa
La chufa es un pequeño tubérculo dulce, rico en almidón resistente, minerales y vitaminas, famoso por ser el ingrediente principal de las
horchatas. Su harina contiene enzimas que evitan las flatulencias.
La familia de las harinas sin gluten ya no se limita a los cereales "sin" y las legumbres. Ahora se obtienen harinas de semillas, raíces,
frutas y hortalizas porque ha aumentado la demanda de productos que no tengan este tipo de proteína, y que además sean saludables y
aporten sabor.
Aparte de los celiacos (el 1% de la población, pero con un incremento anual del 15%), los sensibles al gluten (10%) y los alérgicos al trigo,
se unen al gluten free aquellos que siguen una dieta terapéutica que lo excluye, como la cetogénica, la anticándida, la anticáncer o la dieta
para enfermedad de Crohn.
Y sus acompañantes que, cuando comparten menú, quieren elaboraciones con calidad y creatividad.
También las que siguen una dieta para perder peso pueden preferir harinas menos calóricas que las de los cereales con gluten (trigo,
centeno, espelta, kamut, avena y cebada).
SIN PROCESADOS
Para las personas que sufren patologías gastrointestinales asociadas, como intestino permeable o inflamación intestinal, estos almidones y
aditivos suponen una cierta amenaza.
Por ejemplo, a las harinas sin gluten se les suele añadir goma xantana, un polisacárido que fermenta en el intestino y produce gases y
distensión abdominal.
Los pesticidas y otros aditivos, presentes en las harinas no ecológicas, también producen efectos indeseables.
Algunas de estas moliendas exóticas nacen a partir del "aprovechamiento alimentario", un concepto relacionado con la dieta sostenible.
COCINA DE APROVECHAMIENTO
¿Cuántos huesos de aguacate has tirado a la basura? Pues con ellos podrías haber elaborado masas con más sabor y más propiedades.
Es una harina rica en nutrientes, con sabor cítrico, que en 2015 empezó a colarse en recetas dulces y saladas de distintos establecimientos
de Estados Unidos. Tiene cafeína, pero bastante menos que una taza de café.
SIN GLUTEN
El arrurruz cuenta igualmente con una larga tradición medicinal y culinaria: es antidiarreico y puede sustituir a la maicena. ¡Acaba de
abrirse un camino para recuperar y conocer mejor una gran cantidad de alimentos!
Para poner un ejemplo, un nuevo producto es la pasta elaborada por la Universidad de Brasilia con la popular harina de plátano macho,
muy arraigada en Brasil, que fue un éxito desde su lanzamiento.
Procedentes de Perú, Brasil o Venezuela, y algunas de Asia, estas nuevas harinas tambiénvienen cargadas de poderes antioxidantes –por
ejemplo la harina de cáscara y de semilla de mango–, medicinales –la de plátano verde–, o diuréticos –la de berenjena–.
Muchas triunfan como suplementos funcionales dentro y fuera de la cocina, pues son auténticos superalimentos.
No solo sirven para panificar, sino que enriquecen batidos, helados, yogures y smoothies, porque además se elaboran con prensado en frío,
y este proceso garantiza la conservación de todos sus nutrientes y las hace aún mejores de sabor.
REVITALIZANTES
Marluce Copati es amante del desperdicio cero. Empezó ella misma a "deshidratar hojas de hortalizas, tubérculos, raíces, verduras y frutas,
hasta su cáscara, para no tirar a la basura lo que ya sabía que tenía un aporte nutricional especial", nos cuenta.
Convirtió su cocina en un pequeño laboratorio hasta que en un viaje a Brasil encontró una marca que hacía este trabajo.
Hoy la búsqueda de Marluce consiste en afinar al máximo las recetas y extraer todas las posibilidades que ofrecen estas harinas. Afirma
que los resultados en panes, bizcochos y pastas sin gluten son extraordinarios, y hasta más gustosos que los que contienen gluten.
REPOSTERÍA "SIN"
Galletas sin gluten, ¡hazlas en casa!
A pesar de su novedad, cree que pueden ser un buen complemento de especialidades tradicionales como el roscón o sustitutos de
ingredientes arraigados como el pimiento, la cebolla o el ajo.
Entre las de setas deshidratadas, las de rebozuelo y trompeta amarilla se reparten el gusto con las de perrochico, senderilla, colmenilla o la
oronja. ¡Y ya conocemos el potencial inmunitario de las setas, gracias a sus polisacáridos!
GLUTATIÓN Y ERGOTIONEÍNA
Otros cocineros investigadores elaboran las suyas, como el chef Iván Domínguez (Alborada, A Coruña), con faba seca de Lourenzá, u
Óscar García (Baluarte, Soria), que obtiene una harina de tomates deshidratados y triturados en la Thermomix para hornear bizcochos
salados.
Solo hay que deshidratar los productos que creamos que más nos puedan aportar sensorial y nutricionalmente. Por poder, podemos
deshidratar prácticamente cualquier alimentopara luego molerlo (en un molinillo de café o de cereales).
Un candidato podría ser el grelo gallego, con el que podríamos emular la popular harina de col brasileña.
Otra posibilidad son las harinas elaboradas a partir de distintos arroces mediterráneoscomo el Sénia, muy absorbente y similar a los
glutinosos, habituales en Asia.
Al eliminar el agua se aumenta la concentración de nutrientes y se multiplican los efectos beneficiosos sobre la salud. Además se evita
que se desarrollen microorganismos.
PAN CRUDIVEGANO
Los panes crudos, a base de cereales germinados, semillas y frutos secos, son una alternativa saludable, antioxidante y energética a los panes
cocinados tradicionales. Son también alimentos excelentes para iniciarse en la "alimentación viva". En lugar de harinas obtenidas de los
cereales, se utilizan diferentes semillas germinadas y otros ingredientes molidos. Y en vez de hornear la masa, se deshidrata.
Es el pan imprescindible en la cocina "raw", crudivegana o "alimentación viva", un sistema dietético íntegramente vegetariano (sin
productos de origen animal como los lácteos o la miel), donde no se cocinan los alimentos, aunque se pueden calentar o deshidratar a
temperaturas que no superen los 40 ºC para conseguir la textura esponjosa del pan o la crujiente de galletas y crackers.
Una «alimentación viva» correcta se basa en alimentos de origen vegetal crudos –hojas, verduras, frutas, brotes y germinados, setas, algas,
semillas y frutos secos activados– y descarta aquellos que no pueden consumirse en este estado, como el pan convencional horneado. A las
personas acostumbradas a consumir pan en sus comidas les cuesta abandonarlo por la costumbre adquirida y mantenida durante toda la vida.
Y también porque al digerir los cereales con gluten, base de cualquier pan cocinado, se forman exorfinas, sustancias opiáceas que, según
algunos autores, pueden ser responsables de la adicción a los panificados y otros preparados farináceos. Estos péptidos generan apatía,
lentitud y adormecimiento y, a nivel intestinal, favorecen el estreñimiento e incrementan la permeabilidad que favorece procesos
inflamatorios.
Alternativas al horneado
Al elaborar panes con la filosofía de la «alimentación viva» también se recurre a los cereales, pero se tratan de otra manera en la cocina. Los
granos contienen almidón, sustancia que solo la fisiología de los seres granívoros –los pájaros– puede digerir en crudo. El ser humano es
incapaz de asimilarlo debido a su estructura cristalina. Es más, el almidón crudo es una sustancia tóxica y nociva para nosotros.
Para consumir cualquier alimento con almidón se requiere cocinarlo hasta que se transforma en azúcares asimilables por nuestro organismo.
Pero esta transformación también se produce al activarse la fase de crecimiento del grano. El proceso de germinación, por tanto,
transforma igualmente los almidones en azúcares asimilables y dota a los germinados de más compuestos antioxidantes que la semilla sin
germinar.
RECETAS CRUDIVEGANAS