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Identidad y Encuentro

Juan Camilo Robles Villarreal

TRANSFORMACIÓN HUMANA COLOMBIA


FORMACION EN GESTALT / CONSTELACIONES FAMILIARES Y SISTEMICAS
ESCUELA DE GESTALT CLAUDIO NARANJO
Bogotá, Colombia
2019
Identidad y Encuentro

Juan Camilo Robles Villarreal

Tesis o trabajo de investigación presentada(o) como requisito parcial para optar al título
de:
Terapeuta Gestalt

Director (a):
Baru Tovar Riaño, Psicólogo y Terapeuta Gestalt

Línea de Investigación:
Espiritualidad y Gestalt integrativa

TRANSFORMACIÓN HUMANA COLOMBIA


FORMACION EN GESTALT / CONSTELACIONES FAMILIARES Y SISTEMICAS
ESCUELA DE GESTALT CLAUDIO NARANJO
Bogotá, Colombia
2019

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¿Viene, va?

¿Qué quieres, que buscas de mí?

¿Qué haces conmigo cuando me pierdo y me atrapa tu ensueño de inflación cósmica?

Me sumerges, me suspendes de un hilo revelando otro modo. ¿Acaso se trata de un truco, un


artificio absurdo creado por mi mente? estaré demente ¿o será mi razón ausente? Cualquiera
que sea debo decir de frente, sin lente y sin verte, ente, que no sería mi vida una hermosa
aventura, no devendrías para mí serpenteante, escamada y de brillante piel. Me atrevo a
cruzar tus divinos reflejos, soy en tu gracia una y otra vez hasta que entienda la finalidad de
un juego luminoso.

Me atrevo así a soltarte capricho, amor injusto, desciendo mi cabeza y me entrego a ti, destino
no escrito, sorprendente y sensible, siento tu presencia, siento el calor de tu compañía.

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Agradecimientos

A mis padres por ser mis primeros maestros y a mis maestros por enseñarme a vivir.

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Resumen

Los seres humanos experimentamos una hermosa y efímera existencia, tan maravillosa
como abrumadora. La identificación con mente y cuerpo, saberse uno mismo, trunca una
infinidad de posibles destinos formulando una insubstancial cantidad de preguntas; La
condición humana es un constructo diminuto en comparación a la vastedad de la existencia.
Las preguntas que se hace la mente condicionada nos enfrentan a la muerte y al amor, en
un baile que alterna miseria y fortuna, su descomunal tamaño nos encoge, desamparados,
habitamos un enorme universo que parece indiferente a nuestras necesidades.

Esta precaria situación nos deja bajo el asedio de la angustia existencial, una sensación de
profunda inseguridad y vaga aprensión que remplaza la natural confianza básica, como lo
dijera Karen Horney en su libro Neurosis y Madurez: “Es la sensación de estar aislado y
solo en un mundo potencialmente hostil” y continúa diciendo “La presión de esta angustia
básica evita que el niño se relacione con los demás desde la espontaneidad de sus
sentimientos, le obliga a hallar formas de hacerles frente”. Así describe las etapas iniciales
de formación de la Neurosis y por ende la identificación con el Ego.

Aunque la mente racional es una herramienta útil para el análisis y la resolución de


problemas prácticos, su capacidad para dar respuesta a la infinidad de variables que
componen nuestra existencia es tan limitada, como los libros para hablar de verdad, justicia
o amor. Confinar nuestra experiencia de vida a un compendio de creencias y juicios, es la
manera más segura de arrojarnos del paraíso de la pertenencia a los sinuosos caminos de
idear o crear nuestro lugar en el mundo.

El carácter dual de la mente permite procesar información solo desde el paradigma de un


objeto que es conocido y un sujeto que conoce, excluyendo así la experiencia de la
totalidad. Esta es la forma en que se presenta la Realidad Objetiva, cuando hay atención

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plena, un estado natural, provisto de unas características definidas y que resulta del
encuentro con nuestra identidad última, nuestro origen común con la totalidad.

La mente conceptual y analítica nos asigna una identidad y, en consecuencia, de manera


accidental, nos separa de la experiencia de no juicio, no mente. La ruptura interfiere con la
intimidad del encuentro que aflora cuando hay conciencia del origen común y podemos
apreciarnos en el rostro de todo, así como la confianza que permite el accionar de nuestra
identidad más profunda a través nuestro, experimentada como la espontaneidad de
nuestros actos. Intimidad y Espontaneidad son según A.H. Almaas características de la
manera en que se presenta la Realidad Objetiva. Es tan frívolo negar el silencio de la mirada
donde ocurre el encuentro de los amantes, como el silencio de la mente cuando ocurre la
acción precisa de un deportista. En el momento que esos silencios, la experiencia de
atención plena, se convierte en experiencia pura, saboreamos el magnífico y característico
despliegue de la vida.

Experimentar la base sensible avivada en el encuentro, bajo la antesala de la meditación y


la indicación de que ocurra desde un lugar de no juicio, es la experiencia reveladora a la
que convidamos a un grupo de voluntarios. La práctica de atención plena en conjunto
permite proyectar la experiencia del aquí y ahora sobre una mirada, darle un rostro a este
universo que es nuestra identidad más profunda y su tono de sublime compasión, intimidad
y gozo.

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Contenido

Agradecimientos .................................................................................................................. 4
Resumen ............................................................................................................................... 5
Contenido .............................................................................................................................. 7
Introducción .......................................................................................................................... 8
Marco Teórico..................................................................................................................... 12
La verdadera identidad y el fin de la angustia existencial ....................................... 12
Presencia y Encuentro Terapéutico ............................................................................ 19
Aspectos Metodológicos ................................................................................................... 22
Descripción y Análisis de Datos. ..................................................................................... 26
Conclusiones ...................................................................................................................... 27
Bibliografía .......................................................................................................................... 29
Anexo I. Instrumento Investigativo 2.0 ........................................................................... 31
Anexo II. Recolección de datos ....................................................................................... 33

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Introducción

Cuando tenía 12 años mi profesora de inglés nos puso como trabajo de fin de bimestre
hacer un escrito de elección libre, mi texto estaba lleno de descripciones, en ellas agrupaba
las distintas cuadrillas de mi salón de clase, evaluando sus factores comunes, diferencias
y particularidades con asombrosa perspicacia. Se puede decir que desde entonces me
acompañaba una mente saturada con juicios de valor.

Esa tendencia a valorar los contextos sociales respondía a una estrategia de supervivencia,
solía adaptarme para buscar protección y aceptación, comprando amor con gracias, trucos
o dinero. Era la sombra maleable que se proyectaba al menor antojo y así renuncié a mis
verdaderos deseos, me adiestré.

El día de mi grado en Ingeniería Mecánica la realidad colapso, eso marco el inicio de un


trabajo diligente por encontrar mi verdadera identidad. Estando en la terraza del
apartamento de mis padres, durante el brindis, amargas lágrimas se hicieron paso entre las
grietas de esa mascara con la que no podía seguir adornando mi vergüenza. Sin entender
porque, irrumpí en un llanto profundo y sincero, en ese momento no podía explicarlo, hoy
lo veo con claridad, el alma se rompe en mil pedazos, el mundo se derrumba.

A partir de entonces inicié un arduo camino de reconocimiento, tuve que desmontar una y
otra vez fantasías, tomos de historias que se apilaban sobre anaqueles de lo que había sido
mi farsa. Refundido entre sueños de gloria, me apuraba a reinventar una y otra vez,
negándome aceptar esta nueva e incómoda situación. No lograba asir una verdad que me
diera tranquilidad, sin tierra firme donde apoyar mis pies, mi vida transcurría en un constante
ahogo.

Las terapias y talleres me ayudaban a entender el trasfondo de mi enajenación y me


acercaban a una visión más actual de mí mismo, sin embargo, la desconfianza y la

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inconformidad me espoleaban a reivindicar esta imagen caída, esta identidad abandonada
y ahora desterrada por el tiempo perdido. El desprecio hacia mí mismo fue acrecentándose
a medida que esta nueva visión se desplegaba y una compulsiva actitud de auto sabotaje
emergió. Consumido por la angustia y sin poder definir un rumbo, fui presa de una parálisis
que se hacía cada vez más fuerte, manifestándose en síntomas de apatía y depresión.

Mi lucha constante era por encontrar la verdad ¿Que sería la libertad? ¿Dónde está el
amor? ¿Cuál era en fin mi deseo genuino? ¿Mis verdaderas emociones?

El Dzogchen llegó a mí de la mano del asombro, insospechado y a la vez una obra del
ineludible destino. La práctica de meditación me ayudo a restarle poder a una tiránica mente
que me asediaba con sus imperativos y necesidades de gloria. A través de la contemplación
empecé a observar el automatismo de mi mente, la fabricación de las ideas, eso me condujo
a cuestionar su validez. Inspirado en la enseñanza no dual y apoyado en la experiencia
vivencial durante las sesiones de meditación, tuve la fortuna de ser encontrado un día por
la cognición de la Verdad Santa y la Santa Perfección, características de la manera en que
se presenta el ahora como totalidad, la unicidad y la perfección inherente. Desde entonces
entrego poco a poco mi libre albedrío, inicié el camino de soltar mis caprichos por el
reconfortante refugio de la aceptación, entendí mi destino, tal cual es, como una obra
perfecta en medio de sus irremediables derrotas, dejé de ser engranaje para permitir que
opere el reloj. Lo que por sí solo es imperfecto, se vuelve perfecto cuando es visto como un
todo, una visión unificada en la que cada pieza encaja de manera armoniosa. Visto de esa
manera somos plenitud.

Un sencillo ejercicio nos puede ilustrar el tono de la Realidad Objetiva, al resaltar una de
sus características: La intimidad. Estudios recientes llevados a cabo en la universidad de
Sussex proponen que la experiencia a la que llamamos “conciencia” (haciendo un uso
limitado de la palabra) es en realidad la proyección de un universo holográfico, predictivo y
simulado por nuestro cerebro. El Dr Seth describe de este modo la experiencia de la
realidad: “Imagina ser un cerebro encerrado en un cráneo, no hay luz allí adentro, no hay
sonido tampoco, lo único que está ocurriendo son corrientes de impulsos eléctricos que
están relacionados de manera indirecta con lo que hay en el mundo exterior, lo que quiera
que eso sea…” y sigue “La percepción debe ser un proceso de predicción informada, en la
que el cerebro combina estas señales sensoriales con sus expectativas y creencias

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previas…”. Nuestro cerebro es entonces una poderosa máquina predictiva que genera un
mundo proyectado, pasado por el tamizaje del mundo interno. ¡El mundo es una proyección
holográfica que se construye en nuestro interior! Imagina por un instante el acontecer de
esta experiencia en ti, el ordenador, las páginas, las paredes, el suelo, el mismo aire que te
rodea es una proyección, un holograma ubicado en tu cerebro, una realidad virtual que
ocurre dentro de ti, derritiendo las fronteras. Ahora lo abarcas todo, todo está dentro de ti.

¿Cómo se siente eso? ¿Qué ocurre cuando todo lo que es, eres? ¿Es acaso eludible una
sensación de intimidad, proximidad por todo lo que te rodea? Saber que todo somos y a
todo nos debemos.

Había vivido en la verdad siempre y en todo momento, cada acto y cada decisión habían
sido completamente genuinos y verdaderos, hacían parte de lo que es, eso lo hace
inevitable y por tanto irrefutable. Una sensación de certeza empezó a acompañar mis días
y dejé de cuestionar el porqué de los acontecimientos, empezó a emerger sentido en
remplazo de control. Lo que antes había estado oculto por acción de mi mente, oscurecido
por elaboradas fantasías, poco a poco se hizo evidente.

El no juicio y la confianza en el presente empezaron a dibujar un camino, el mundo antes


muerto empezó a latir, manifestando toda suerte de personajes y situaciones en la
búsqueda de facilitar mis sueños, mi vida. La atención plena es una tarea que requiere
diligencia, hoy en día paso más tiempo despistado que despierto, sin embargo, la confianza,
el solo hecho básico de confiar en lo que la vida te da, agradecer y honrarlo, buscando
hacer con ello lo mejor que puedas, con la convicción de que es justo y la entrega a su
voluntad, eso, a pesar de andar despistado, abrió el camino hacia la verdad. Entendí que
la intimidad, la certeza y la acción correcta se encuentran en la presencia, a la que se
accede desde la atención plena, cuando nos permitimos decantar toda la confusión, la
maraña mental. Creció en mí una renovada fé en la vida, la separación quedó resuelta con
el encuentro de la sensación de ser, mi identidad más profunda, la totalidad.

Desde entonces pregunto menos y vivo más, ya no me da miedo el futuro pues tengo la
convicción absoluta de que pase lo que pase ocurrirá como debe ser. Cuando me pierdo
basta con volver a la presencia y sentir la confianza, la intimidad que nunca abandona el

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momento presente. Afinar el compás interno, acostumbrarse a escucharlo y recibirlo desde
el silencio del corazón.

He decidido hacer este trabajo sobre identidad porque siento que es una comprensión clave
en el arte de vivir y en terapia. Mientras sigamos buscando respuestas usando la mente es
menos probable que lleguemos a ser veraces, la confusión y la duda pueden ser resueltas,
la solución está a la mano, el acceso directo a la experiencia de la totalidad, una manera
de percibir la realidad que solo requiere quietud y diligencia para realizarse.

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Marco Teórico

La identidad profunda y el fin de la angustia existencial

Ser humano, atravesar día a día una avalancha de sucesos y decisiones, conscientes o
inconscientes, un número incontable de variables atendidas y uno infinito de ellas que
pasan desapercibidas, nos exceden, aunque nos genere vértigo reconocerlo, estamos
colgando en el vacío. En nuestra limitada condición buscamos atender los asuntos más
apremiantes a este punto de inmersión en la existencia, nuestro cuerpo y mente. Afirmamos
nuestra existencia identificándonos con un nombre y así tomamos distancia de un mundo
que parece separado, alzamos la barrera de un personaje, la personalidad escindida de la
abrumadora existencia.

Esa idea, nuestra separación de la totalidad, la ruptura entre este universo y nosotros,
etiquetados y con limites definidos, separados, es la cuestión fundamental a la que se han
dirigido los grandes maestros espirituales de la historia. En palabras del filósofo Enrique
Martínez: “Aunque redescubierta (la no-dualidad) pertenece al núcleo de la sabiduría
perene de todos los tiempos, tanto de la mística de Oriente y de Occidente, es un contenido
elemental que las constituye como denominador común, se encuentra en todas las
tradiciones sapienciales y espirituales de la humanidad”.

El Sabio Nissargadata lo expondría de este modo en su Libro I am That: “De la misma


manera en que cada flor tiene su propio color, aunque todos los colores son causados por
la misma luz, así muchos experimentadores aparecen en la presenciación indivisa e
indivisible, cada uno separado en la memoria, idéntico en la esencia. Esta esencia es la
raíz, el fundamento, la posibilidad atemporal y aespacial de toda experiencia”.

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¿Recuerdan lo que mencioné anteriormente del neurólogo y profesor de la universidad de
Sussex Anil Seth? Él nos recuerda la naturaleza holográfica de la experiencia, la predicción
y reproducción del mundo en nuestros cerebros, un universo que no conoce distancias, una
proyección inmersiva de nuestro entorno en la que somos la imagen y el proyector, pues
ocurre en nuestra “Cabeza”. Una de las características de la Realidad Objetiva, como la
llama el profesor A.H. Almaas, discípulo de Claudio Naranjo y en cuyas ideas sustento esta
tesis, es la idea de la Verdad Santa. En palabras de otro de sus mentores, Oscar Ichazo:

“[La verdad Santa es] La consciencia de que el cosmos objetivamente existe en este
momento; de que su existencia es su propia definición, y de que prosigue, lo comprenda o
no el individuo; y de que el individuo experimenta la verdad de la Realidad de un modo más
completo cuando ve cada momento de un modo fresco, sin preconcepciones sobre lo que
deba suceder”

Almaas propone el concepto de “Ideas Santas” en su libro “Facetas de la Unidad”, una obra
que estudia las características de la realidad cuando surge desde la percepción no-dual.
Pero ¿Cómo cambia eso la circunstancia penosa de la angustia existencial? En realidad,
no hay mucho que hacer mientras se mantenga la identificación con un personaje y la propia
individualidad. Hay que primero rendir la ilusión del libre albedrío para soltar el apego a un
“yo” separado de la totalidad.

Respecto al libre albedrío, el Dr Manuel de Vega, Medico Neurólogo del Centro de estudio
en neurociencia cognitiva de la Universidad de Boloña, plantea una manera interesante de
entenderlo. Según el Dr de Vega existe una red neurológica que antecede la red de la
percepción, nuestros cerebros estarían según su estudio tomando decisiones 200
milisegundos antes que lo sepamos, siguiendo un plan maestro programado en nuestro
inconsciente, el “historial” de cada quien. El control sobre nuestra existencia es pues una
ilusión, en el sentido más literal. Si lo queremos ver desde la perspectiva puramente
materialista, nuestras decisiones son tomadas por una afinada programación interna, un
sistema que se construye minuto a minuto por la experiencia, el hombre-máquina al que
hace alusión Gurdjieff en su obra Views from the real world.

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Aunque esto no resuelve la desolación y miseria de la condición humana, nos da algunas
luces acerca de los límites que nos flanquean. El miedo a la muerte, el anhelo de amar y la
necesidad de sentido se mantienen, entonces ¿En qué manera podemos hacerle frente a
ese vacío, a la total falta de control que tenemos sobre nuestro entorno y nuestras acciones
pre programadas? No es posible evadir nuestra falta de dominio, lo ingobernable de esta
preciosa joya, el regalo de la vida. No hay otro camino más que aceptar su única ley, la ley
del cambio, como anunciado por Kirshnamurti, el maestro budista del siglo XX: "Para el que
sabe ver, todo es transitorio; para el que sabe amar, todo es perdonable". Aceptar el vacío
que produce estar provistos de una mente limitada, equipada de una visión estrecha y
entender que el verdadero sabio, tal como lo dijo Sócrates hace más de 2000 años, es
quien entiende que nada sabe, nada puede saber, y así encuentra como lo señaló Gurdjieff
que: “El hombre nace, vive, muere, construye casas, escribe libros, no como él quiere
hacerlo, sino como buenamente sucede. Todo sucede. El hombre no ama, no odia, no
desea. Todo esto sucede en el hombre sin que el hombre se dé cuenta de ello.”

Una primera comprensión surge de esta abrumadora realidad, la ruptura radical con la
ilusión de libertad de la mente, entonces comienza el arduo camino de autoconocimiento,
desprogramación que en el fondo resulta en una reprogramación, beneficiosa cuando la
conducta se sincroniza con los propios deseos y sentimientos, a la vez incompleta pues no
resuelve nuestra sensación de fragilidad y orfandad. Ciegos a conceptos no objetivables
como la verdad, la justicia y el amor, consagrados a mantener una constante supervisión
mientras pasa el tiempo, que todo lo cambia y así mismo hará que este nuevo programa
eventualmente requiera una actualización.

La segunda comprensión es más radical y concierne lo que maestros no-duales de todas


las corrientes místicas afirman: Nuestra identidad más profunda es la totalidad, la
separación, la individuación, es tan solo una ilusión. En palabras de Jesucristo (Juan, 4:2)
“El padre y yo somos uno”, reitera (Juan, 4:4), “El que me ve a mí está viendo al padre” y
una vez más en el evangelio apócrifo de Tomas “Yo soy todas las cosas”. En la misma línea
de la tradición cristiana, en el siglo XIII el maestro místico cristiano Henry Susón decía: “El
alma puede llegar a envolverse en la divina esencia de modo que no se distinga ya de dios”
y encontramos eco en las palabras de Margarita Porete, mística francesa quemada durante
la inquisición en la hoguera: “Él es y yo no soy en absoluto, solamente soy lo que dios es
en mí y no otra cosa”. Entre los muchos Maestros Dzogchen, Yogis libres, Vagabundos

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errantes inundados de compasión, hombres santos de las montañas tibetanas, palabras
como las de Lama Shabkar, autor del poema El Vuelo de la Garuda, apuntan claramente al
tema: “Nosotros, los seres no iluminados, no entendimos que la naturaleza de las
apariencias, espontáneamente originadas, era nuestro propio resplandor natural”, verso en
el que alude a la unión entre nuestra ilusoria individualidad y la base del ser, la naturaleza
de las apariencias presentada como una espaciosa matriz que contiene y manifiesta todo
aquello que existe en nuestro universo.

La identificación con esta matriz innombrable, más allá de los límites de la mente racional,
es un regreso a casa, un tono cálido en el corazón que contrasta con el estado ecléctico de
la percepción dualista y su manifestación más notoria, la angustia existencial. En palabras
de Demócrito, ese filosofo presocrático conocido en la Atenas de entonces como “El
Filósofo que ríe”: “Toda la tierra está al alcance del sabio, ya que la patria de un alma
elevada es el universo”. Su filosofía inspiraría la escuela escéptica que más adelante
construiría sobre el concepto de “Ataraxia”, estado de serenidad y gozo que se obtiene
cuando hay ausencia de juicios. En palabras de uno de sus exponentes, Empedocles de
Agrigento: “Estos elementos nunca cesan de cambiar de lugar continuamente, ahora son
todos unidos por amor en uno, ahora cada uno aparte por el odio engendrado en luchas,
hasta que se reúnan en la unidad del todo y sea conforme a él”.

La experiencia no condicionada que regatea el paradigma objeto – sujeto y es por lo tanto


inaccesible a la conceptualización, la experiencia mística, vivencial, intuición que antecede
pensamientos y emociones, presencia que resulta en respuesta a todas las preguntas
porque puede pasar de los juicios sobre la condición humana, reemplaza el miedo por
confianza adamantina de ser la vida misma y en consecuencia ser plenitud manifestándose.
Ser el universo entero al que nada podría agregarse o substraerse. En palabras del Profesor
Martínez: “Si en lugar de pensarme me atiendo, la mente se calla, yo soy todas las cosas y
lo digo sin ningún orgullo, sin ningún atisbo de orgullo, porque te das cuenta que, lo que
eres, no es este yo pequeñito que se engordaría, lo que eres, es lo que somos todos”. Esta
perspectiva nos dispone a vivir inmersos en el momento que transcurre, escuchando,
atendiendo un camino que se despliega frente a nosotros con un cierto sentido y dirección,
la lucha por llevar el curso cesa en la siguiente comprensión; nuestro corazón reposa en la
existencia, que, a su vez, conoce a profundidad nuestro deseo genuino, más que nuestra
caprichosa mente. Lo equivalente sería decir que la existencia reposa en nuestro corazón.

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Puede parecer confuso en principio este concepto de no-dualidad, totalidad. La mente no
puede abarcarlo ¿Cómo conocer un objeto si no existe otro punto de referencia desde
donde conocerlo aparte del mismo objeto? La mente no puede imaginar la totalidad porque
no existe nada fuera de la totalidad que pueda investigarla, entonces ¿De qué sirve esto en
la práctica? ¿Cómo podría aportar sosiego, tranquilidad, confianza la identificación con la
totalidad? El autor A.H. Almaas en su libro Facetas de la Unidad explora algunas
características de la “aparición de la Realidad Objetiva”, manera en que denomina a la
percepción No-Dual; Un estado de conciencia en que la realidad se presenta estando en la
identificación con el origen de la totalidad. En su trabajo, Almaas utiliza el Eneagrama como
herramienta para ilustrar dichas características, nos habla de 9 Ideas Santas, cada una con
implicaciones muy contundentes sobre cómo nos percibimos cuando somos algo más que
esta recolección de cuerpo y mente, al llegar a la comprensión de nuestro origen más
profundo. Somos la fuente de un universo holográfico que emerge segundo a segundo y
que converge en nuestra identidad más profunda.

Como recalca Almaas en su libro:

“Cada Idea Santa constituye cierta forma en que la Realidad Objetiva se presenta a sí
misma a nuestra experiencia. Estamos utilizando el termino realidad objetiva en contraste
con la Realidad Subjetiva, que constituye la realidad vista a través de nuestros propios filtros
mentales que están conformados por nuestro condicionamiento pasado. La realidad
objetiva es el modo en que las cosas realmente son. Aunque es posible percibir
objetivamente, no podemos tomar la totalidad de la realidad y decir algo sobre ella; solo
podemos señalar a alguna de sus características.”

Concluyendo más adelante,

“Las ideas santas son facetas de la misma percepción”

Al examinar las facetas de la Realidad Objetiva, cuando hay presencia y percepción no-
dual, entendemos que el resultado natural es la disolución del Ego y por lo tanto la
intrascendencia de la angustia existencial, liberando de manera espontánea cualquier
atadura en la experiencia pura del ahora. Una primera característica de esta nueva forma

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en que se presenta la realidad es la entrega del libre albedrío y es expuesta en la idea de
la Santa Voluntad. La Santa Voluntad parte del supuesto que somos la totalidad y como tal
tenemos un sentido, fuerza y dirección particulares. Al identificarnos como totalidad surge
la comprensión de una inevitable conexión entre todo, en consecuencia, mana una voluntad
de la totalidad, un sentido y forma en la que se despliega el presente. Momento a momento
se realiza la voluntad de la totalidad que lo abarca todo, traspasándonos, dejamos de ser
individualidades con agendas propias. Rendir la fantasía del libre albedrío y abrir paso al
reconocimiento de un diseño inteligente que proviene de nuestra esencia más profunda es
parte del proceso de rencontrarnos con nuestra verdadera identidad.

Al percibirnos como totalidad entendemos nuestra historia y el devenir de cada evento, sea
cual fuere su naturaleza, es nuestra voluntad más profunda y no difiere de la voluntad de la
totalidad, por consiguiente, preguntas como: ¿Tomé o no la decisión correcta? ¿Es esta
situación conveniente o no? ¿Por qué ocurre una cosa o la otra? se desvanecen. El
arrepentimiento, la incertidumbre, las dudas sobre nuestro presente se tornan de manera
inmediata insustanciales. Es según nuestra voluntad como todo ocurre a cada instante, no
hay punto en cuestionarla. Por supuesto, pueden surgir preguntas incomodas como: ¿Es la
guerra nuestra voluntad? ¿El hambre? ¿La enfermedad? Vistas desde la perspectiva
individual son tragedias y se desenvuelven ante nuestros ojos como penosos castigos, pero
desde la perspectiva de la totalidad estas circunstancias no son rechazadas, hacen parte
del todo y justamente lo completan. Son eximidas de juicio. Los juicios del hombre, por más
que denuncien la indignación y el horror, no pueden manchar la obra de la existencia que
rebasa al hombre.

Esto no significa que horrores como la guerra y el hambre deban permanecer desatendidos,
en la percepción no-dual surge de manera espontánea “una dicha de bondad pura” en
palabras de Almaas al referirse a la faceta dilucidada en la Idea del Amor Santo. El Amor
Santo es una celebración de la verdad, el gozo compasivo del Dzogchempa, la experiencia
mística del Cristiano, la Ataraxia del Griego, la belleza de todo es revelada y su motivo la
gratuidad del mundo, la experiencia de invaluable dignidad, todo obtiene su sentido y
plenitud porque no necesita ser para nada ni para nadie en la suspensión del juicio. En la
percepción no-dual el mundo es habitado en la comprensión de estar completo y en
consecuencia ser perfecto, la idea de la Santa Verdad se realiza cuando hay comprensión
de que somos “una presencia cósmica indiferenciada de la que nada está separado” y la

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idea de la Santa Perfección es la comprensión de que “todo es como se supone debe ser,
todo es inherentemente perfecto”, entonces el Amor Santo es como lo diría Oscar Ichazo
“La conciencia que piensa que las leyes que gobiernan la realidad son justas y no frías,
puesto que conducen a la creación de vida orgánica y satisfacen un propósito cósmico”.

El Amor Santo no es la sensación de amor, es amor a la verdad. Es el sobrecogimiento que


surge al presenciarnos como plenitud que emerge a cada instante, libre y rebosante de
dignidad. Sobrecogidos por nosotros mismos, irremediablemente involucrados, genera en
nuestros corazones sentimientos de amor, aprecio y valor por todo aquello que somos. Si
bien no podemos cuestionar la perfección de la obra universal, la mente en su afán de existir
hace el trabajo de disociarnos y ponernos en oposición siguiendo la ambiciosa contienda
por la supervivencia. Cuando buscamos respuestas en la misma mente damos una y otra
vez con el mismo callejón sin salida: Creemos ser individuos velando por lo que
ilusoriamente consideramos nos define.

Existe una manera diametralmente distinta de abordar nuestra identidad, con repercusiones
tangibles en la forma como se presenta la realidad. Una perspectiva que no alimenta el
hambre de control de la mente, una existencia donde nos encontramos sostenidos por una
realidad intrínsecamente justa, sensible y compasiva, donde podemos privilegiar el impulso
sobre la premeditación de la mente, soltando la interferencia de nuestro “Programa” y
permitiéndonos atestiguar la manifestación de nuestra identidad más profunda.

El impulso que sucede como respuesta a la cognición intuitiva, la espontaneidad, es otra


de las caracteristicas de la percepción no-dual y Almaas la presenta en su Idea del Trabajo
Santo. En esta idea Almaas refiere todo lo que tiene que ver con funcionar cuando se está
en la perspectiva no-dual, en palabras del autor “Al saber que las cosas se despliegan
según cierto diseño, no necesitamos tener nuestros propios planes… Si podemos darnos
cuenta de esto -simplemente permitirnos confiar y estar en el presente- hagamos lo que
hagamos, ello constituye el trabajo santo.” y continúa diciendo “podemos definir el Trabajo
Santo como trabajo que se hace totalmente en el presente… si estamos realmente en el
presente, no estamos en nuestra mente planificadora, por lo que las cosas son
espontaneas… abandonando nuestros propios planes y nuestra propia manipulación,
hacemos el trabajo en el proceso y fluyendo con él”. Esta idea resuena con el Wu wei, un
aspecto fundamental de la filosofía Taoista que hace referencia a la no-acción, entendida

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como la acción en el momento justo, nacida del impulso. Dicho por Lao Tse: “Deja de pensar
y termina con tus problemas”. Cuando soltamos la interferencia de la mente y nos
permitimos actuar desde la espontaneidad del momento, sin juicio, surge de manera natural
y sin esfuerzo la acción correcta.

Así pues, comprometidos sin reparo con el momento actual, entregados a presenciar el
aquí y ahora, abiertos, plenamente atentos, se realiza está visión que da libertad a nuestras
opresivas mentes, las inexorables cargas de la condición humana son radicalmente
abandonadas, se abre espacio a un abordaje distinto de la realidad. Un nuevo universo se
presenta ante nosotros compasivo, pleno, correcto y sensible, nos responde de manera
espontánea y está más informado que nosotros de nuestros más íntimos deseos pues
comparte con nuestro corazón la verdad de nuestro origen, convergimos en nuestra
identidad más profunda. Esta percepción que solo requiere presencia y confianza para
abrirse, como un fuego salvaje acaba las diferencias, desaparece la angustia existencial
poniendo fin a sus interminables cuestionamientos, haciéndonos partícipes de una
experiencia cargada de confianza e intimidad.

El encuentro presente, apartado del juicio, es un vehículo poderoso para experimentar la


percepción no-dual. Cuando nos ponemos frente al otro, permitiendo que ocurra el
encuentro desde la atención plena, surge de manera espontánea intimidad, espontaneidad,
reconocimiento y confianza, todas características de la percepción no-dual, quedan en
relieve al darle un rostro a esta misteriosa totalidad que somos y dejarnos sentir su textura,
su tonalidad, su innombrable sabor. El encuentro con la totalidad es el fin último, el
reconocimiento de su voz y su existencia. En su ausencia bien pueden ser unos ojos la
puerta hacía la base de la experiencia, nuestra identidad profunda.

Presencia y Encuentro Terapéutico

La psicología Gestalt hace uso de 3 pilares para, desde el acompañamiento, ayudar al


consultante a posicionarse frente a un conflicto: Conciencia, Presencia y Responsabilidad.
Uno se hace inevitable consecuencia de los otros dos cuando existe Atención Plena, la
presencia en particular es un vehículo que los Terapeutas Gestálticos entrenamos, usando
la respiración o empleando el cuerpo y en algunos casos mediante el vehículo

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contemplativo. Buscamos centrarnos en el aquí y ahora, así como traer a nuestros
consultantes al aquí y ahora, facilitando que experimenten sus necesidades genuinas,
abriendo espacio para que se manifieste el conflicto y su resolución. El acto de estar
presente es el único verdadero requisito para la terapia, en su dimensión más simple es la
escucha activa, en su dimensión más amplia la experiencia de nuestra identidad profunda.

El darse cuenta solo puede ocurrir en el aquí y el ahora, la presencia es en ese sentido,
junto a la conciencia, un requisito primordial del acompañamiento terapéutico. Fritz Perls
decía que “…Una persona neurótica es aquella incapaz de ver lo que es obvio…”, la
presencia que permite, mediante la supresión del juicio resaltar lo que es obvio, hace
posible el encuentro, atravesando constructos y fantasías elaborados por la mente. En igual
medida Perls consideraba la presencia un medio efectivo para tratar la angustia,
expresiones como “La angustia siempre es el resultado del alejarse del ahora” o “La
angustia es la brecha entre el ahora y el después”, sugieren el empleo de la presencia como
una herramienta efectiva para disipar la angustia.

El tono característico que emerge de manera espontánea en el encuentro presente con el


otro, una transmisión directa de confianza y compasión, es la verdadera fuerza sanadora.
Es la sensación de intimidad, reconocimiento y verdad que surgen en el encuentro presente
y recuerdan la confianza básica perdida lo que nutre al consultante. El vacío desolador de
la condición humana del que todos huimos disfrazados, ataviados de fantasías gloriosas
acerca de nosotros mismos, el origen del sufrimiento y en todas sus presentaciones. Karen
Horney lo llamó en su libro Neurosis y Madurez, la “búsqueda de Gloria”, y en su obra lo
describe del siguiente modo: “el individuo enajenado de sí necesita algo que le sirva de
apoyo, una sensación de identidad… crea en su mente una imagen idealizada de sí,
dotándose de poderes ilimitados y excelsas facultades”. Auto idealización que viene
acompañada del afán de perfección, la ambición neurótica y la necesidad de triunfo
vindicativo, elementos atravesados por exigencias neuróticas que nos torturan hasta el auto
desprecio. Este “ser” condicionado no es útil al restaurar la confianza de nuestros
consultantes, el análisis y la técnica aportan herramientas que se hacen un arte con el pasar
de los años, no obstante, la espontaneidad, la apertura y disposición a lo que hay, es una
condición incontestable para la terapia Gestalt, sin la cual no hay encuentro con el otro, no
hay intimidad.

20
Solo hay intimidad desde la presencia y solo hay presencia en la espontaneidad, la
espontaneidad es fundamental en el encuentro con el otro. Cuando hay una agenda se dan
juegos de rol, se ubica cada parte en una postura determinada, ya sea la carencia, la
indiferencia, la oposición, la seducción, transferencia y contratransferencia quedan
liberados en el encuentro sin juicio. El intercambio desde un lugar presente es nutritivo para
un consultante por sí solo, al proyectar sobre el otro la experiencia de la base del ser, se
resaltan características de compasión, confianza, certidumbre y pertenencia, ecos de las
características de la Realidad Objetiva, la forma en que se manifiesta el presente desde la
percepción no-dual.

Aunque la presencia en el encuentro terapéutico es necesaria, existen distintos grados de


atención cuando se está en el acompañamiento, como terapeuta he sentido el vértigo de
esa doble acción entre la escucha activa y el pensamiento, el análisis discreto de la postura
de mi consultante, el recuerdo de alguna conducta indicativa, armando un rompecabezas
de la persona que está frente a mí. Sí bien es un ejercicio de utilidad, como esperamos
validar en el perfilamiento del instrumento investigativo, en mi ejercicio como terapeuta, he
descubierto que el amor, la paciencia, el compromiso profundo de ayudar al otro, su
reconocimiento, es lo que finalmente sana el dolor y la angustia. Entonces, en mitad del
vértigo, permitirse no saber y aventurarse a lo desconocido, premiar una sensación en la
tripa, un impulso que antecede o diverge de la idea original, dejar que la espontaneidad
actúe atendiendo lo que necesita el momento, la mano invisible que guía este y todo
proceso, libre de obrar a través nuestro. En palabras de Perls: “no seas perfeccionista. El
perfeccionismo es una maldición y un esfuerzo. Es perfecto si te dejas estar y ser”.

21
Aspectos Metodológicos

Originalmente el instrumento investigativo fue concebido para medir cual “canal” de


información es más veraz entre la razón, la emoción o la intuición. Fue difícil elaborar la
idea y presionado por la necesidad de producir datos en la investigación, diseñe este
experimento buscando ilustrar el concepto de verdad desde la percepción no-dual. El
intento resulto inútil, a lo menos pretencioso, pues no se puede asir la verdad con la razón.
Ahora reconozco con claridad esa sensación que me llevó a cambiarlo por completo, la
ausencia de certidumbre y verdad. Luego de aplicar las pruebas encontré lo que en realidad
estaba evaluando en esta Tesis, el encuentro presente como coagente para la experiencia
de la base del ser. Entonces tomé la decisión de escribirla de nuevo desde ceros.

El instrumento investigativo original fue diseñado para ilustrar la siguiente hipótesis: La


verdad es conocida desde la intuición y la obviedad. La prueba consiste en medir cuan
acertados son un grupo de voluntarios en elaborar el perfil de una persona de prueba, en
base a rasgos, respondiendo a la incógnita valiéndose de tres fuentes de información
distintas: Una serie de datos, un relato cargado de simbología que aluda a la emoción y
finalmente la obviedad de un encuentro presente.

A medida que avanzaban las pruebas se hacía más claro que el instrumento no estaba
diseñado para tal fin, entre las observaciones más perspicaces hubo una voluntaria que
señalo el carácter espontaneo de la transmisión intuitiva, en contraste a los límites que el
perfilamiento por rasgos supone. Ella reportó haber sentido claramente algunos rasgos de
la persona al llenar la encuesta, mientras en otros había tenido que recurrir a la mente,
porque no había recibido información al respecto. También me percate que los relatos de
los voluntarios excedían las posibilidades de un sencillo cuestionario con 20 rasgos, la
intuición aparecía en formas imposibles de anticipar que requerían de un medio más

22
expresivo para revelarse, tal fue el caso de personas que reportaron sensaciones,
imágenes y emociones como resultado del encuentro.
Es por ello que el análisis y conclusiones de este estudio se enfocan sobre todo en las
entrevistas realizadas al finalizar los encuentros presentes y en segundo plano los
resultados del perfilamiento que hicieron los voluntarios usando las 3 fuentes de
información.

Lo que reportaron los voluntarios me dio un atisbo de lo que podría ser una técnica para
experimentar el tono característico de la base del ser, sus cualidades amplificadas, a través
de la presencia de un sujeto sobre el cual proyectarlas. En las conclusiones propongo un
2ndo Instrumento Investigativo con el cual buscaré evaluar estos indicios y validar el
encuentro presente como herramienta terapéutica.

Incógnita Planteada

Cuál fuente de información es más veraz: ¿La mente, la emoción o la intuición?

Población Objetivo

10 Terapeutas Gestalt.

Metodología

Los 8 voluntarios tendrán que elaborar el perfil de la persona seleccionada usando las 3
fuentes de datos mencionadas, a continuación, presentó el contenido de estas fuentes de
información. La información pertenece a Claudia Villarreal Bernal, persona con quien se
realizaron todos los encuentros presentes.

Para la elaboración del primer perfil los participantes contarán con los siguientes datos:
Edad: 60 Hobbies: Golf
Género: Femenino Película: Lo que el tiempo se llevó
Lugar de nacimiento: Bogotá Género musical: Tropical
Estado Civil: Casada Color: Azul
Profesión: Odontóloga Miedo: Ratones

23
Sueños: Ayudar a otros Valores: Generosidad y Perdón
Comida: Ajiaco Aversiones: Cocinar
Parte del cuerpo: Ojos Aroma: Rosas

Para la elaboración del segundo perfil los participantes recibirán un relato de un suceso
significativo de la persona de prueba. El relato será construido de manera que tenga una
connotación emocional particular y de fuerte influencia. A continuación, presento el relato:

“Una luz tenue entra por su ventana, levemente cruza el pálido velo, proyectando sobre su
cama los primeros rayos del amanecer. Ella estaba despierta, acostumbrada a tener su
cuarto en perfecto orden antes que pase la ruta escolar, el hábito de madrugar está impreso
profundamente en su rutina, incluso un domingo cualquiera es impulsada a mantener el
orden, a cumplir con los deberes y siempre ser ese ángel de rectitud como su madre le
había inculcado.
Echa un vistazo a sus hermanas mientras atraviesa el pasillo hacía el baño, ellas duermen
plácidamente entre cobijas revueltas, almohadas y ropa sucia. Sus habitaciones asemejan
una montaña de texturas y colores que contrasta con el impecable orden de la suya. Luego
de la ducha arregla con cuidado su cabello rizado, se envuelve en un vestido blanco
impecable, calza los zapatos de charol nacarado y se dirige a sus padres para pedir permiso
de ir a la misa.
El domingo es su día favorito, es la oportunidad de cumplir con la cita más importante de la
semana, un encuentro con su compás que le garantiza acertar en hacer lo correcto.
Sonriente da un paso fuera de la casa y mira al cielo, el día está despejado, una suave brisa
acaricia su piel inmaculada de niña, ella es una hija de dios y su pastor siempre la
acompaña.”

Para la elaboración del tercer perfil los participantes no contarán con ninguna información
previa. Daremos inicio a una meditación colectiva que les permita incrementar su nivel de
presencia y les pediremos que hagan una transmisión directa que afecte el campo
fenomenológico a través del contacto visual. El perfil de las parejas será construido a partir
del conocimiento intuitivo exclusivamente.

Evaluación de Resultados

24
Los perfiles en cada caso se elaborarán a partir de la selección del siguiente grupo de
rasgos:

Introvertido:
Extravertido:
Racional:
Emocional:
Decidido:
Competitivo:
Exigente:
Sociable:
Indiscreto:
Persuasivo:
Confiable:
Emocionalmente Estable:
Rencoroso:
Disciplinado:
Perfeccionista:
Tímido:

Al finalizar las pruebas mediremos cuan acertados fueron los voluntarios en definir los
rasgos de la persona de prueba, comparando los resultados de cada perfil con el perfil que
elaboró la persona de prueba

25
Descripción y Análisis de Datos.

A continuación, presento una tabla con los resultados del perfilamiento realizado por los 10
participantes.

Voluntarios Perfil 1 Perfil 2 Perfil 3 Promedio


1 63% 38% 44% 48%
2 50% 31% 50% 44%
3 56% 63% 81% 67%
4 81% 56% 63% 67%
5 75% 38% 63% 58%
6 56% 50% 69% 58%
7 63% 69% 0% 44%
8 56% 38% 50% 48%
9 63% 38% 0% 34%
10 50% 38% 38% 42%
61% 46% 57%

En la tabla se aprecia el porcentaje de rasgos acertados para cada perfil elaborado por los
10 voluntarios. Según los resultados el perfil elaborado con datos tiene un porcentaje mayor
de aciertos que los perfiles elaborados desde lo emocional y lo intuitivo, aunque este último
está cerca con un 57% de aciertos.

Es notoria la influencia del contenido emocional dentro del perfilamiento, como podemos
apreciar en la siguiente tabla:
Rasgos Perfil 1 Perfil 2 Perfil 3 Promedio
Introvertida 60% 20% 13% 31%
Extravertida 60% 30% 13% 34%
Racional 30% 80% 63% 58%
Emocional 100% 60% 100% 87%
Decidida 60% 10% 25% 32%
Persuasiva
Emocionalmente 60% 40% 50% 50%
Estable 70% 70% 75% 72%
Perfeccionista 10% 0% 38% 16%
Competitiva 50% 40% 88% 59%
Sociable 100% 30% 75% 68%
Rencorosa 40% 50% 63% 51%
Disciplinada 20% 10% 38% 23%
Exigente 80% 100% 75% 85%
Discreta 80% 100% 75% 85%
Confiable 90% 50% 100% 80%
Timida 70% 40% 25% 45%
61% 46% 57%

Se evidencia la divergencia de 3 rasgos en el perfilamiento desde el relato emocional, la


soledad, la perfección y la racionalidad fueron elementos que están presentes en el relato,
insinuados desde adjetivos como “inmaculada” o “impecable.

Así mismo notamos 5 rasgos que tienen una proporción de acierto alta a través de los 3
perfiles elaborados: Emocional, Estable, Exigente, Discreta y Confiable.

26
Conclusiones

Uno de los voluntarios lo enunció de manera rotunda en los comentarios de la encuesta


inicial, tras completar el primer perfil: “Claramente proyecté a alguien, no hay modo de no
hacerlo… Este instrumento responde a mis proyecciones más que a la realidad de la
persona”. Es imposible conocer al otro desde la mente, en definitiva, todo lo que se
hacemos es proyectar nuestra historia. Se puede ser consciente de la proyección, sin
embargo, no podemos entrar en contacto íntimo con el otro desde la propia ideación, la
conceptualización.

La alternativa es el encuentro presente. El encuentro presente borra los límites de la


conceptualización y nos permite sentir el corazón del otro, reemplazando la proyección de
creencias por la experiencia veraz del momento, dando paso al surgimiento de una
constelación de cualidades benévolas, entre ellas la intimidad, el reconocimiento y la
espontaneidad, que hacen del encuentro una experiencia reconstituyente.

Luego de finalizar el primer Encuentro Presente surgió de manera espontánea una charla
acerca de la vivencia; lo sentido y experimentado durante el encuentro. Asombrosamente
el voluntario que había participado tenía el semblante distinto, se veía energizado, activo y
puesto a la vez. Recibió la experiencia con gratitud, como si se hubiera tratado de algo
nutritivo, constructivo, actitud que note en adelante en el resto de voluntarios que salían
felices y puestos, algunos incluso reportando haber llegado abatidos y sentirse
revigorizados. He aquí lo que escribió en su encuesta uno de ellos acerca del encuentro:

“Sentí bastante energía positiva cuando conectamos miradas, sentí un campo que me
rodeaba y gran empatía.”

Otra voluntaria habló de recuperar la confianza durante el ejercicio, luego de experimentar


el encuentro en ausencia de juicio. Sus palabras fueron las siguientes:

27
“Me gustó mucho. Me cuesta clasificar por rasgos, pero si no pienso es fácil. Siento cercanía
y poca necesidad de intervenir. Solo apertura en el corazón. ¡Gracias!”, más adelante
durante nuestra entrevista ella reitero: “Lo que más me impacto fue la sensación de que en
una sesión, estar frente al otro y abrir el corazón al otro, ya es un montón”

Uno de los voluntarios dejó implícitas nociones de la idea de la Santa Verdad en su


encuesta, este fue su comentario: “Me siento en una agradable compañía, sostenido y con
una sensación agradable de fondo”, otra de las voluntarias escribió: “Una caída de mi
juicio que me permitió ir a un vínculo más sencillo con la existencia” y otro más comentó
acerca del encuentro: “me sentí invadido por la energía, por los pensamientos de otros,
como si se manifestaran en sensaciones e ideas que llegan a mí”.

También hubo 3 participantes que reportaron haber tenido imágenes, palabras y


sensaciones como manifestación de la intuición, una de ellas escribió: “Cuando escuché a
la persona acercarse empezó a vibrar mi cuerpo, luego la imaginé con sus ojos azules y
cabello rubio, era tal cual como esa persona”. Esta condición hace que sea necesario
ampliar el recurso que tienen los voluntarios para capturar las manifestaciones intuitivas.

Finalmente fue notorio el cambio de estado de los voluntarios, la experiencia pareció tener
un efecto reconstituyente en los participantes que reportaron cambios en su estado de
ánimo, uno de ellos comentaba al finalizar la sesión: “Me quité un peso de encima, me
siento ligero, dispuesto. ¡Gracias!” y otro decía también al concluir la prueba: “Me siento
tranquilo, cerré el encuentro y no quedó nada, no quedó remanente de necesidad, me voy
de acá sin ningún juicio”

La sorpresa de encontrar una experiencia con el tono común de intimidad, confianza y


espontaneidad fue el principal hallazgo de las pruebas. Si bien hubo una corta meditación
previa a estos encuentros, alrededor de 10 minutos, ¿Qué ocurrió para obtener este efecto
inmediato y generalizado, este apaciguamiento y gratificación? Las coincidencias entre las
cualidades del tono subyacente y las características de la Realidad Objetiva me impulsaron
a plantear un nuevo instrumento investigativo que adjunto en el ANEXO I.

28
Bibliografía

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 Enrique Martinez Lozano. (2013) Vida en Plenitud, Editorial: PPC. Madrid.

 Sri Nisargadatta Maharaj. (2003). Yo soy Eso, Editorial: Sirio. Málaga.

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Cognitive Sciences.

 Anil Seth. (2017). Your brain Hallucinates your conscious reality, Ted Talk.
https://www.youtube.com/watch?v=lyu7v7nWzfo

 Oscar Ichazo. (1972). The AricaPsycho-Catalyzers/Holy Ideas/Mind Catalyzers,


Folleto con las definiciones de las Ideas Santas. Editorial: Dobbs Ferry. New York
Arica Institute.

 Paracampo, Riccardo & Montemurro, Mirella & Vega, Manuel & Avenanti, Alessio.
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 Jiddu Krishnamurti. (1996). La libertad primera y última. Editorial: Kairos. Barcelona.

 Heinrich Susón. (1982). El libro de la eterna sabiduría. Editorial: Hastinapura.


Buenos Aires.

 Marguerite Porete. (2015). El espejo de las Almas Simples. Editorial: Siruela.


Madrid.

 Keith Dowman. (2016). El vuelo de la Gaurda. Editorial: La llave. Barcelona.

29
 Indro Montanelli. (2009). Historia de los griegos. Editorial: Random House
Mondadori. Bogotá.

 Enrique Martinez Lozano. (2017). No dualidad: ver en Profundidad y vivir en


plenitud. https://www.youtube.com/watch?v=yxABjfTj534&t=512s

 Lao Tse. (2019). Wen Tzu. Editorial: Edaf. Madrid.

 Fritz Perls. (2001). El enfoque Gestaltico y Testigos de terapia. Editorial: Cuatro


Vientos. Madrid.

 Karen Horney. (1997). Neurosis y Madurez. Editorial: Psique. Buenos Aires.

30
Anexo I. Instrumento Investigativo 2.0
Incógnita Planteada

¿En qué medida se experimenta Armonía, Autenticidad, Gozo, Compasión, Intimidad,


Reconocimiento y Espontaneidad en el encuentro, para ambas partes voluntario y persona de
prueba, durante el encuentro presente y el encuentro analítico?

¿Qué similitudes tiene el encuentro desde el no juicio, en contraste a las similitudes que tiene el
encuentro desde la evaluación?

¿Cuán coherentes resultan las visiones o sensaciones intuitivas que tienen los voluntarios de la
persona de prueba? ¿Qué percepciones del voluntario tiene la persona de prueba?

¿Ocurre algún cambio luego del encuentro presente? ¿y del encuentro analítico?

Población Objetivo

10 Terapeutas Gestalt.

Metodología

Los 10 terapeutas serán divididos por azar en 2 grupos.

El primer grupo realizará la experiencia de encuentro analítico. Les encargaremos la labor de


descifrar el eneatipo de la persona de prueba y para ello contará con información que le
suministramos previamente y una entrevista de 10 minutos. La información que les enviamos son
datos generales y un relato que infiere, desde el tono emocional, información que permitan se elabore
un juicio previo. La entrevista se realizará en un consultorio terapéutico, el énfasis del estudio está
puesto en la experiencia vivida en el encuentro, por lo cual luego de la entrevista se tendrá una charla
con los voluntarios, pidiéndoles que califiquen el encuentro en términos de las siguientes
características:

31
Autenticidad, Gozo, Compasión, Intimidad, Reconocimiento y Espontaneidad

De igual modo luego de cada encuentro, la persona de prueba registrará sus impresiones del
encuentro, a manera de asegurar que la evaluación sea objetiva, pues no debería divergir lo vivido
por la persona y el voluntario. También se tomará registro de cualquier percepción adicional de la
persona de prueba acerca de los voluntarios, así como la respuesta de estos al Eneatipo y Subtipo
de la persona de prueba.

El segundo grupo llevará a cabo la experiencia de encuentro presente. No recibirán información


previa, la experiencia se llevará a cabo en un consultorio terapéutico y consiste en un encuentro sin
juicio. El voluntario es guiado a través de una meditación, luego de diez minutos la persona de prueba
entra y tomar el lugar del terapeuta que está guiando la experiencia, este mantiene la indicación de
identificar pensamientos, en particular juicios, y soltarlos, buscando experimentar el tono base que
antecede pensamientos y emociones. Al hacerse contacto visual se exhorta al voluntario a reconocer
las etiquetas que su mente activamente pone sobre la persona de prueba, suavizando la mirada al
permitirse desdibujar al compañero y sentirlo, sentir y confiar en la intuición para conocer al otro.

Una vez culminado y cerrado el encuentro de 10 minutos, se le presenta al voluntario una hoja en
blanco y marcadores para que expresen las cogniciones recibidas en el encuentro intuitivo, cerrando
la actividad pidiéndoles que califiquen el encuentro en busca de las características mencionadas
anteriormente. Así mismo la persona de prueba registrará sus impresiones del encuentro,
nuevamente corroborando que el tono emocional base haya sido experimentado por ambas partes
en el encuentro, buscando restarle subjetividad a la valoración.

Evaluación de Resultados

Finalmente estudiaremos los registros obtenidos de la experiencia, tanto de la persona de prueba


como de los voluntarios, buscando evaluar de manera cualitativa el nivel reconstituyente del
encuentro, midiendo la intensidad de las 6 características base en el encuentro (Autenticidad, Gozo,
Compasión, Intimidad, Reconocimiento y Espontaneidad).

32
Anexo II. Recolección de datos

Perfil 1
Nombre y Apellidos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Introvertida No Si Si No No No Si No Si No
Extravertida Si No No Si Si Si Si Si No No
Racional No Si Si No No Si No No No No
Emocional Si Si Si Si Si Si Si Si Si Si
Decidida No No No Si No Si No Si No Si
Persuasiva Si No No Si Si Si Si No Si No
Emocionalmente Estable Si Si Si Si No Si No No Si Si
Perfeccionista Si Si Si Si No Si Si Si Si Si
Competitiva Si Si No No No Si Si Si No No
Sociable Si Si Si Si Si Si Si Si Si Si
Rencorosa Si Si Si No Si Si No No No Si
Disciplinada Si Si Si No Si Si Si Si Si No
Exigente Si Si Si Si Si Si Si Si No No
Indiscreta No No No No No Si No No No Si
Confiable Si Si Si Si Si No Si Si Si Si
Timida Si Si Si No No No No No No No

Perfil 2
Nombre y Apellidos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Introvertida Si Si No Si Si No Si Si Si Si
Extravertida No No Si No No Si Si No No No
Racional Si No Si No Si Si Si Si Si Si
Emocional No Si Si Si Si No Si No No Si
Decidida Si Si Si No Si Si Si Si Si Si
Persuasiva No Si No No No Si Si No No Si
Emocionalmente Estable Si Si Si No Si Si Si No No Si
Perfeccionista Si Si Si Si Si Si Si Si Si Si
Competitiva Si Si No No Si Si No No Si Si
Sociable No No No Si No No Si No Si No
Rencorosa No Si Si No Si Si No No No Si
Disciplinada Si Si Si No Si Si Si Si Si Si
Exigente Si Si Si Si Si Si Si Si Si Si
Indiscreta No No No No No No No No No No
Confiable Si No Si Si No No No Si Si No
Timida Si Si No Si No No No Si Si Si

33
Perfil 3
Nombre y Apellidos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Introvertida Si Si No Si Si Si Si Si
Extravertida No No Si No No No No No
Racional Si No No No No No Si Si
Emocional Si Si Si Si Si Si Si Si
Decidida Si No Si Si Si Si No Si
Persuasiva No No Si Si No Si Si No
Emocionalmente Estable Si Si Si No Si Si No Si
Perfeccionista No No Si Si Si No Si Si
Competitiva No No No No No No No Si
Sociable No No Si Si Si Si Si Si
Rencorosa Si Si No No No No No Si
Disciplinada Si No Si No Si No Si Si
Exigente Si No Si Si Si No Si Si
Indiscreta No Si No No No No Si No
Confiable Si Si Si Si Si Si Si Si
Timida Si Si No Si No Si Si Si

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