MINISTERIO DE EDUCACIÓN

SUBSISTEMA DE EDUCACIÓN REGULAR

Especialidad en Educación Primaria Comunitaria Vocacional en el
Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo

ENSAYO

“Dificultades en el aprendizaje
Unificación de criterios diagnósticos”
Juan Francisco Romero Pérez
Rocío Lavigne Cerván

FACILITADORA : Lic. Norma Quispe

PARTICIPANTE : Prof. Julio David Mamani Rodriguez

CPT :1

COCHABAMBA 31 DE AGOSTO DEL 2019

 DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE

Los maestros somos testigos directos de la realidad educativa porque cada día en
nuestro trabajo docente observamos el tipo de desenvolvimiento por parte de los
niños. Frente a esto, hoy en día los profesionales en pedagogía presenciamos y nos
damos cuenta de que es más frecuente escuchar a padres y colegas maestros
preocupados porque los niños no avanzan en sus procesos de aprendizaje o con
un ritmo de trabajo lento y, pese a los esfuerzos realizados por ambos es muy poco
lo que se observa de progreso. No se explica cómo a pesar de estar en un siglo de
tantos avances tecnológicos, técnicos y del conocimiento, llegando a realizarnos
una pregunta que muchas veces no encontramos respuesta alguna: ¿qué hacer
para ayudar a estos niños con dificultades de aprendizaje en la escuela?

Cuando estamos frente a un niño con problemas de conducta usualmente los

padres creen que el solo lo imita, además agregando que se suele creen que en el
desarrollo evolutivo del pequeño es común detectar ciertas conductas agresivas,
así como desafiantes, de oposición o conductas desafiantes, hay veces que los
padres pasan por alto todas estas señales por considerar que a medida que el niño
crezca cambiara su conducta, pero vemos que esto no se da en todos los casos.

Los trastornos de aprendizaje han sido descritos desde el siglo XIX, sin embargo,
es a partir de la segunda década del siglo XX cuando el trabajo científico dedicado
a la comprensión de estos problemas toma relevancia. Actualmente existe un
constante y abundante intercambio de información entre los estudiosos del tema,
no obstante, pocos son los volúmenes en español dirigidos a estudiantes,
profesionales, maestros y padres de familia.

Actualmente, muchos profesores cometemos el error de pensar que los niños

necesitan una atención personalizada solamente cuando presentan alguna
discapacidad física, pero no nos damos cuenta que aparte de alguna deficiencia
física que impide el normal desarrollo en el proceso enseñanza aprendizaje, existen
otras dificultades en el aprendizaje que impiden ese normal desarrollo académico
en los niños como ser las dificultades específicas en el aprendizaje (DEA), las
cuales implican déficits en el aprendizaje y la ejecución de la lectura, la escritura (no
la caligrafía sino la expresión escrita) y el cálculo. Las personas con trastornos del
aprendizaje presentan también normalmente un trastorno de la comunicación o de
las habilidades motoras, quizás otros síntomas de disfunción cortical, problemas
emocionales y motivacionales, o quizá trastornos psiquiátricos asociados.

Así también, podemos observar en nuestras aulas a niños que presentan problemas
escolares (PE), Bajo rendimiento escolar (BRE) Trastorno de déficit de atención con
hiperactividad (TDAH) o a niños con una discapacidad intelectual límite (DIL), pero
todos ellos se presentan como un mundo diferente a los cuales debemos brindar la
ayuda necesaria actuando adecuadamente en busca de soluciones y estrategias
para lograr los objetivos propuestos apoyados a evaluaciones psicopedagógica las
cuales nos darán pautas necesarias para dar una atención adecuada a esos niños
que lo necesitan.

Estos trastornos están definidos de manera que quedan excluidos aquellos

individuos cuya lentitud en el aprendizaje queda explicada por falta de
oportunidades educativas, escasa inteligencia, deficiencias motoras o sensoriales
(visuales o auditivas) o problemas neurológicos. Con frecuencia, la evaluación
psicopedagógica se realiza durante el período escolar. Durante los primeros años
escolares, las habilidades básicas, atención y motivación construyen pilares para el
aprendizaje subsiguiente. Los deterioros importantes en estas funciones se
identifican en la necesidad de un abordaje precoz.

Pero lo resaltante que es que si no corregimos al niño en una edad temprana, no

logramos erradicar estos comportamientos se tomaran más tediosos y complicados
de lo que podrían ser si detectábamos el problema a tiempo. En el área escolar se
ha acentúa este problema y es aquí donde gran parte de los padres se dan cuenta
de la situación actual del niño, pues atrae problemas en su desempeño escolar y su
conducta. Lo que alguna vez fue tomado como juego ahora tiene repercusiones
negativas en el desarrollo del aprendizaje del niño. Ante esto lo recomendable
podría haber sido la intervención temprana de parte de los padres, así como la
ayuda de psicólogos infantiles en los casos más graves, pueden ayudar a prevenir
que un problema de conducta infantil evolucione hacia trastornos más graves en la
adolescencia, etapa en la que modificar la conducta sería más complicado y largo
comparada que en la etapa de la niñez donde podemos tener resultados a mediano
plazo.

Es importante mencionar que el problema no solo radica en la crianza de los padres

y la educación del niño, el ambiente donde el niño haya pasado sus primeros años
de vida, así como sus primeros modelos y todos aquellos factores intervinientes en
su desarrollo afectan de gran manera al niño, las conductas que tome, así como su
forma de ver el mundo, sus comportamiento y personalidad se va moldeando en los
primeros años.

Si queremos lograr en el niño un comportamiento adecuado ¿Cómo

comenzaríamos? Aquí podemos resaltar la importancia de crear en el conjunto con
el niño conductas que se adecuen a sus necesidades, así como el mantenimiento
de un buen vínculo afectivo con los padres es pieza clave para que el avance que
tenga en el niño no sólo se quede en terapia, sino que también sea reforzado en
casa y se tengan claros los límites que se tomaran respecto al niño, pues es
importante poner límite a sus demandas desde muy pequeños y mantenerse firme
en ellos, esto podrá tomarse complicado en un principio, pero esta práctica es una
de las mejores formas de establecer unos hábitos de conducta adecuados para el
niño, el mismo que el niño usara como referente en su comportamiento posterior,
asi también prestar atención al niño cuando se comporta bien y viceversa. Uno de
los puntos clave en este proceso es que todos estén involucrados, necesitamos que
todos los miembros de la familia, y todos los que compongan el entorno del niño
actúen con responsabilidad frente a él, aplicar las mismas pautas a la hora de
enseñar al pequeño buenos hábitos de conducta, siguiendo lograremos un avance
en el niño que será el inicio para que su cambio de conducta.

En este sentido, los maestros con convertimos en mediadores directos para brindar
una ayuda adecuada a los niños quienes son un mundo diferente que vienen de
contextos diferentes y no podemos dejarlos desamparados porque ellos están ahí
en nuestras aulas y no podemos ni tenemos que quedarnos con los manos
cruzadas, debemos buscar diversas maneras para cumplir las metas que estos
niños sueñan tener y quienes confían ciegamente en nuestro trabajo como
maestros.