Sie sind auf Seite 1von 7

Dipositiva 1

Para llegar al concepto de retórica subalterna consideramos los planteamientos


epistémicos que fundan la modernidad. Así como también los planteamientos teórico-
críticos constramodernos, los que es posible agrupar dentro de amplio espectro de la crítica
cultural.

La modernidad: Considerando los planteamientos de Walter Migñolo, Anibal Quijano,


Herbert Marcuse, Enrique Dussel entre otros. Consideramos la modernidad como un relato
eurocentrado, sutentado en un sustrato de dominio que se traduce epistémicamente en la
idea de un sujeto de la tradición humanista occidental androcéntrico y racional. Y
paradigmas de pensamientos duales y jerárquicos. Cuya oposición fundante es la que
produce y reproduce la diferencia sexual. Con sus categorías hombre/mujer y genéricas
masculino/ femenino. (hacne inteligible la identidad y el Deseo Butler)

En este sentido planteamos que el proyecto decolonial de Quijano, la transmodernidad


de Dussel, el postcolonialismo teorizado Spivack, los estudios subalternos liderados por
Bhabha y las teorías feministas con su intervención crítica de la composición del saber y el
sistema sexo-género1, entre otros constructos teóricos, contienen un sustrato
contramoderno desestabilizador del sustrato de dominio egológicas y sus concepciones
fundamentales.

Atendiendo lo anterior planteamos que la crítica literaria contemporánea, influida


por los postulados de dichas corrientes de pensamiento, entiende la exégesis literaria como
la búsqueda de aquellas zonas donde comienzan a desestabilizarse las categorizaciones
identitarias fijas y unitarias, desplegando con ello un coeficiente minoritario y subversivo,
lectura crítica que nosotros hemos denominado como retórica subalterna.

En este sentido la Retórica subalterna es análisis critico que busca hacer confluir las
dimensiones estéticas y políticas presentes en la narrativa iberoamericana. Planteando de
la premisa que la literatura del continente no ha podido o no ha querido abandonar su
vocación política.

En este contexto neocolonial la categorías de la mujer y lo femenino se nos presenta a partir


de su devaluación histórica, también a partir de los dichos de Irigaray, Butler, Witting entre
otras, como signos subversivos y /o desestabilizadores las jerarquías duales del episteme
occidental.
Considerando lo anterior afirmamos que la exégesis literaria debe situarse en esa
zona de transgresión del lenguaje, la que decimos radica tanto en las figuras retórica

1
Entenderemos sistema sexo-género a partir de las aportaciones de Gayle Rubin (1986) quien señala que “un
sistema sexo-género, es el conjunto de disposiciones por el que la sociedad transforma la sexualidad biológica
en productos de la actividad humana, y en el cual se satisfacen esas necesidades humanas transformadas (p.97).
en general metáforas y metonimias. Entendido estas a partir de concepciones
modernas de las mismas que enfatizan en el “exedente de sentido” que según
Ricoeur implíca desbordar desbordar las denotaciones del signo lingüístico y los
significados semánticos (1995, p.58).

Lenguaje.

Las concepciones teórico críticas contramodernas ponen énfasis en las estructuras


discursivas implicadas en la conformación de las categorías consideradas tradicionalmente
como prediscursivas, como el sexo y el cuerpo.

Luce Irigaray (2007, p.53), denomina especularización al mecanismo mediante el


cual el sujeto universal se constituye en una imagen donde se refleja únicamente el
Logos masculino. Propone la necesidad de subevertir las dicotomías epístemicas
en favor de lo femenino.

En este sentido Butler plantea el concepto de generización (Butler 1995) afirmando que el
sexo y el género son entidades materiales cuya inteligibilidad se construye en el discurso de
la heterosexualidad obligatoria, generando zonas de Exclusión: en palabras de Butler: “
Cuerpos impensables, inteligibles, abyectos, excluidos” (Butler, 1995, p. 13). Propone
desestablizar y las categorías del sistema sexo-género en favor de una indeterminación e
inclasificación.

Nosotros proponemos un análisis crítico centrado en las figuras metónicas y metáfora que
configuran que de acuerdo a Homi Bhabha configuran las representaciones
identitarias como “imágenes liminares”. Al respecto señalamos que centrar en
análisis en las operaciones metafóricas y metonímicas de las obras permite dar
cuenta de una ampliación o desplazamiento de los significados canónicos

Lo anterior sguiento los planteamientos de Ricoeur quien considera que las operaciones
retóricas ocasionan un giro de la palabra, provocando una extensión en el significado
a partir de una contradicción, es decir, un absurdo o impertinencia semántica
(Ricoeur, 1995, p.163)

Consideraciones sobre la retórica subalterna

Paul de Man (1990) las figuras retóricas, tanto la metáfora como la metonimia, bajo las
concepciones contemporáneas de la retórica implican la suspensión radical de la lógica que
abre posibilidades de “aberración referencial” (p.23).
Los pensadores antiguos vieron en estas figuras un ornamento del discurso, útil para
cumplir finalidades persuasivas, pero no consideraron la ampliación de sentido que los
pensadores modernos exaltan como su atributo fundamental.

error calculado, que reúne cosas que no van juntas y que, por medio de este aparente
malentendido, hace que brote una nueva relación de sentido, no observada hasta ese
momento, entre dos términos que sistemas de clasificación habían ignorado o no habían
permitido. ( Ricoeur, 1995, p.64)

“un útero es del tamaño de un puño”

En la obra en análisis creemos esta presente la intención de visibilizar la operación


que subyace bajo la categoría mujer, cuya metonimia fundante es la del útero, a
partir de la cual lo femenino queda reducido a materialidad intrascendente. En este
sentido creemos evidenciar que en el poema que da título a la obra, la enumeración
de elementos que “caben” en el espacio uterino le connotan como vacío primordial.
El útero es entonces un significante que dentro de la discursividad hegemónica
funda lo femenino como ausencia ontológica a partir de la relación metonímica del
útero y lo femenino como receptáculo

Planteamos que en los versos anteriores médicos, sillas, capillas, bancos,


hostias y crucifijos se presentan como sinécdoques de la narrativa patriarcal la cual
naturaliza la dominación de las mujeres. Así creemos se expresa en los versos
antes citados en tanto la voz lírica se refiere al útero como ese espacio de
receptividad en el que “caben” un sinnúmero de elementos- cosas y discursos que
inscriben lo femenino dentro una cadena semántica de subordinación conformada
por las categorías mujer-madre-vientre-nodriza. En este sentido planteamos que
desde el mismo título de la obra se da cuenta de los anclajes materiales y
discursivos que conforman las categorías de la diferencia sexual, en tanto se alude
al “tamaño” del órgano-útero, refiriendo con ello a su dimensión biológica, y así
mismo en un juego connotativo el puño despliega un sentido que alude a la lucha y
a la resistencia. Lo femenino se presenta entonces dentro del espacio poético en
una doble dimensión, es decir como construcción ideológica en tanto mito que
sustenta la diferencia sexual y como categoría política de deconstrucción
significante, esto último creemos se lleva a cabo través asociaciones semánticas
inusuales que desestabilizan las connotaciones hegemónicas del signo mujer. En
este sentido la voz lírica se propone desnudar los cimientos de la edificación
discursiva logocéntrica-heterosexual, así creemos evidenciar en los versos
siguientes del poema “Una mujer es una construcción”:
Conforme a ello decimos en el poemario se busca dar cuenta de la no siempre

explícita relación metonímica que subyace a la edificación de las categorías

sexuales, donde la imagen del receptáculo tiene larga data como sitio de la

materialidad devaluada que se hace corresponder con la mujer y lo femenino 2.

Intrascendencia a la que hablante lírica refiere como uniformidad de conjunto

habitacional y construcción con ladrillos a la vista, dando cuenta con ello de la

precaria condición ontológica que constituye el significante devaluado de la

narrativa logocéntrica. Respecto de lo anterior Butler plantea que la cosmogonía

platónica lo femenino como receptáculo configura el sitio lingüístico necesario para

todas las demás inscripciones de otredad y la coherencia misma del discurso

metafísico (Butler p. 80)3. Este exterior constitutivo de la narración metafísica, al

que refiere Butler, en la obra en análisis se presenta a través de la enumeración de

cosas que caben dentro de la cavidad uterina. Y también a través de la incorreción

ontológica de una construcción deficiente y mal acabada como se expresa en los

versos antes citado en que se afirma “la mujer es una construcción con demasiados

agujeros/ filtra…” (p.51). Ahora bien, planteamos también que un Útero se da cuenta

2 Judith Butler, señala que la economía discursiva de Platón priva a lo femenino de una forma,
porque, como receptáculo lo femenino es una no cosa permanente y, por lo tanto, carente de vida y
de forma, que no puede nombrarse. Y como nodriza, madre, vientre, útero, lo femenino se reduce,
apelando a una sinécdoque, a un conjunto de funciones representativas. En este sentido el discurso
de Platón sobre la materialidad (…) es un discurso que no permite la noción del cuerpo femenino
como una forma humana (p. 92).
3
Cabe señalar que donde Irigaray pone el acento en la imagen del receptáculo como dimensión
material que refleja formas esenciales a modo de espejo, carente por ello de condición ontológica
en un juego de espejos que actúa a través de las oposiciones dicotómicas forma/materia, ser/no
ser, etc. (Irigaray p. 154). Butler lo hace en la prohibición heterosexual de penetración, con ello lo
masculino se hace corresponder con la Forma impenetrable, en tanto lo femenino, figurado como
receptáculo, se hace corresponder con la Materia invariablemente penetrada (88). A partir de lo
anterior, la primera de estas autoras sostiene que es necesario subvertir la devaluación de lo
femenino dentro de las categorías duales del pensamiento occidental. En tanto Butler, en un acto si
se quiere más radical, hace presente la necesidad de socavar las categorías de los femenino/
masculino, hombre/mujer, forma /materia etc.
de como a categoría de lo femenimo sigue siendo penetrada discursivamente a

partir de significados de devaluación ontológica que lo fijan en la materialidad

instracendente. Así creemos ocurre a través en el acápite correspondiente a “ tres

poemas con ayuda de google” en que la voz poética connota el signo mujer a partir

de los resultados arrojados por el famoso buscador:

la mujer quiere ser amada


la mujer quiere un tipo con plata
la mujer quiere conquistar un hombre
la mujer quiere un hombre
la mujer quiere sexo
(…)
la mujer quiere un macho que la mande
la mujer se quiere casar (p.84).

De este modo creemos evidenciar el espacio poético de El útero es del

tamaño de un puño hace presente la prevalencia que opera en la configuración del

significante mujer- el mismo atribuido por la metafísica clásica en tanto receptáculo

y perpetuado por el sicoanálisis como carencia fálica- en tanto ella quiere ser

amada, quiere sexo, quiere ser mandada y se quiere casar, con un hombre, uno con

plata si es posible, según afirma la voz poética le ha revelado el conocido sitio virtual.

De acuerdo a lo antes planteados decimos en el poemario de Freitas se visibiliza la

metonimia oculta tras la devaluación de lo femenino, dicha metonimia

correspondiente al útero, la cual opera mediante la lógica parte-todo que configura

discursivamente la subordinación de la mujer como destino biológico y material4. En

este sentido afirmamos en la obra analizada no solo se busca desmontar los

4
Respecto de lo anterior Witting afirma la mujer en cuanto mito se sustenta en que el origen y la
causa de su dominación se encuentra dentro de ellas (p.38)
mecanismos retóricos mediante el cual se ha naturalizado la alteridad femenina sino

que también la voz lírica busca activamente desplazar los significantes que

configuran dicha subordinación. Lo anterior, pensamos se desarrolla a través del

establecimiento de relaciones semánticas normalmente irreconciliables con las

connotaciones hegemónicas de las categorías sexuales, creando imágenes

inusuales que desestabilizan estas categorías, como ocurre a través de la presencia

de en el poema “Alcaucil” donde Amelia “la mujer de verdad” se fuga con la mujer

barbuda del circo:

Amelia que era la mujer de verdad


se fugó con la mujer barbuda
una barbaridad (p. 29).

Como es posible evidenciar en los versos antes citados el signo mujer se

asocia semánticamente a elementos que bajo la discursividad hegemónica

normalmente no le acompañan. A partir de la impropiedad significante que presenta

a una mujer de verdad en fuga con la mujer barbuda creemos se impugna

irónicamente el mandato heterosexual de la narrativa patriarcal desestabilizando

con ello los atributos canónicos de los signos masculino/femenino. En este sentido

decimos por medio de una operación retórica, que presentan las protagonistas del

poema se amplia el sentido de los binarimos sexuale, en tanto reúne irónicamente

elementos ininteligibles para la categoría mujer y femenino.

De este modo en la obra en análisis planteamos se produce un desplazamiento de los signos


mujer/ en tanto se rompe la cadenas semánticas que asocian dicho signo al útero-y con ello
a la materialidad reproductiva y sexua- ampliando los sentido a través de la emergencia de
una serie de imágenes inusuales que resignifican irónicamente lo femenino.
A modo de conclusión

La Retórica subalterna es análisis critico que busca hacer confluir las dimensiones estéticas
y políticas presentes en la narrativa iberoamericana. Planteando de la premisa que la
literatura del continente no ha podido o no ha querido abandonar su vocación política.

Es una exégesis literaria que busca situarse en aquellas zonas donde comienzan a
desestabilizarse las categorizaciones identitarias fijas y unitarias, desplegando con ello un
coeficiente minoritario y subversivo

en la obra en análisis planteamos se produce un desplazamiento de los signos mujer/ en


tanto se rompe la cadenas semánticas que asocian dicho signo al útero-y con ello a la
materialidad reproductiva y sexua- ampliando los sentido a través de la emergencia de una
serie de imágenes inusuales que resignifican irónicamente lo femenino significa lo femenino
a través del desplazamiento hacia significantes “impropios”.

Con ello decimos en el espacio poético se busca desestabilizar inteligiubilidad de las


identidades fundadas en los binarismos sexuales, resignificando las categorías de lo
femenino.

Das könnte Ihnen auch gefallen