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SIGNIFICADO ECOLÓGICO DE LOS PROBLEMAS CULTURALES

(Relación: Cultura – Ecología)

Problemas Culturales Cuestiones Ecológicas


(Fenómenos culturales) (Visiones negativas de la naturaleza)
visión materialista - mercantilista de la
1. Cultura de masas naturaleza

‘ecología profunda’ y la divinización de


2. New Age la naturaleza

3. Violencia en las culturas visión de la naturaleza como enemiga del


hombre
visión consumista de la naturaleza
4. Sociedad de consumo (antigénesis: depredación de la
masivo naturaleza)

fenómeno de la des-naturalización de la
naturaleza (vaciamiento de su propio
5. Industria cultural significado para presentarlo como una
mercancía)

6. Manipulación de las sobre-explotación de la naturaleza


emociones
PROBLEMAS ECOCULTURALES
(Relación: Cultura – Ecología)

Problema Cultural Cuestión Ecológica


Visión materialista - mercantilista de
1. Cultura de masas la naturaleza

Visión materialista y mercantilista de Visión Sapiencial de la Naturaleza


la naturaleza Génesis Bíblico
Antigénesis Dimensiones que integra:
Características:  Poética
 En la naturaleza se ve cosas (aisladas)  Estética
sobre las que se tiene un dominio  Religiosa
absoluto.  Simbólica
 Cosificación de los seres de la Vs.  Matemática: científica y
naturaleza. Animales, plantas son tecnológica.
cosas para usarlas y desecharlas. Características:
 Todo (aire, agua, tierra) tiene un  Origen en la obra creadora de Dios.
precio monetario. Todo es  Desarrollo de la creación bajo la
susceptible de convertirse en una responsabilidad del ser humano.
mercancía. De todo se puede sacar un  Plenitud de la creación – su regreso a
rédito y con todo se puede lucrar. Dios.
 Es una visión reduccionista y
utilitarista de la naturaleza.

TEXTO DE REFLEXIÓN

ANTIGÉNESIS
Emilio L. Mazariegos

... Al final de los tiempos existía la tierra, rica y hermosa.


El hombre vivió en los campos y en las praderas con los árboles de la tierra.
El hombre dijo:
"Hagamos nuestras residencias en estos lugares tan bonitos"
Y construyó, pues, ciudades de cemento armado y de acero. Y las praderas desaparecieron.
El hombre vio que eso era bueno.

El segundo día, el hombre contempló el agua de la tierra


y dijo: "arrojemos nuestros desperdicios y basuras al agua
para deshacernos de la suciedad"
Y el hombre lo hizo así.
Y las aguas poco a poco aparecieron sucios y con el olor fétido.
Y el hombre vio que eso era bueno.

El tercer día, el hombre se fijó en los bosques de la tierra.


Y dijo: "cortemos los árboles para construir cosas
y convirtámoslos en pasta para hacer diarios"
Y lo hizo así los paisajes dejaron de ser verdes
y los árboles dejaron de existir.
Y el hombre vio que eso era bueno.

El cuarto día, el hombre advirtió que había muchos animales


y que las crías jugaban al sol y corrían por las praderas.
Y el hombre dijo: "Pongamos estos animales en jaulas
para divertirnos y juguemos a matarlos".
Y así lo hizo.
Y no hubo más animales sobre la capa de la tierra.
Y el hombre vio que todo eso era bueno.

El quinto día, el hombre respiró (agradablemente) el aire de la tierra.


Y dijo: "lancemos al aire los gases de las fábricas y el viento los llevará".
El aire se cargó de polvo y todas las criaturas vivas murieron asfixiadas o carbonizados.
El hombre vio que eso era bueno.

El sexto día, el hombre se fijó en sí mismo y,


viendo la diversidad de lenguas y de idiomas de la tierra,
tuvo miedo y se puso a quitarlos.
Y dijo: "construyamos armas poderosas y destruyamos a los otros
antes de que los otros nos destruyan".
El hombre construyó extraños artefactos
y la tierra terminó calcinada por las grandes guerras.
Y el hombre vio que era bueno que ocurriera así.

El séptimo día el hombre descansó de tanto trabajo hecho


y lo tierra quedó tranquila.
Porque el hombre no habitaba ya en la tierra.
Y esto resultó bueno.

Guía de reflexión grupal:

1. Realicen una presentación del texto de reflexión trabajado


2. ¿Qué faceta negativa del hombre revela el texto?

3. ¿Qué antivalores ecológicos que revela el texto?

4. ¿Por qué el título de ‘antigénesis’?


5. ¿Qué significan estas dos visiones?

6. ¿Cuál de ellas es más importante para la vida?

7. ¿Estados visiones, necesariamente son contradictorias o pueden complementarse?


PROBLEMAS ECOCULTURALES
(Relación: Cultura – Ecología)

Problemas Culturales Cuestiones Ecológicas


‘Ecología profunda’ y la
2. New Age divinización de la naturaleza

ECOLOGÍA DEL NEW AGE ECOLOGÍA CRISTIANA


Ecología Profunda: - Critica: El pecado en el ecologismo radical es
- Se niega la diferencia entre la existencia divinizar la naturaleza. Negar la importancia
humana y la no-humana. del ser humano como custodio de lo creado, y
- Igualdad biocéntrica: una montaña, una flor o en olvidar a Dios como autor de la naturaleza y
una tortuga tendrían el mismo derecho a la del hombre.
realización propia que un hombre. - El ecologismo radical olvida la trascendencia
- El hombre es un intruso, una maldición para el divina y coloca al hombre al mismo nivel o por
cosmos. debajo de la naturaleza.
- Movimiento radical ‘verde’: presión a los - Tres modelos de la relación entre Dios, el
gobiernos para una legislación que disminuya la hombre y la creación.
población humana y limite el desarrollo - Modelo «icónico»: del cristianismo oriental,
tecnológico para sanar al planeta. reconoce las huellas de Dios en la creación, el
pecado como factor desequilibrante de esta
Divinización de la Naturaleza: relación.
Se fomenta el culto religioso a la naturaleza o a la - Modelo de cuidado de la creación: lo creado
madre-tierra como si fuera una realidad divina. pertenece a Dios y por este motivo debemos
- El cosmos está animado por un espíritu único, cuidarlo; una mirada equilibrada sobre la
guiado por una conciencia universal. creación, no sólo como don, sino también como
- Se concibe a la creación como una fuerza deber responsable.
divina impersonal que es todo y que está en todo - Modelo «crístico»: san Francisco de Asís,
(Panteísmo). relación de hermandad entre el ser humano y la
- No un Dios personal, distinto y superior al naturaleza.
mundo creado. - Estos modelos muestran que el pecado se
manifiesta cuando se desequilibra la relación
entre Dios creador --hombre custodio-- y
naturaleza creada.

TEXTO DE REFLEXIÓN

ECOLOGÍA PROFUNDA: BIOCENTRISMO Vs. ANTROPOCENTRISMO


Corriente de Opinión es una publicación de Fundación Chile Unido

FUNDAMENTACIÓN FILOSÓFICA
Las tesis de reducción de la población, como una de las fórmulas para solucionar los problemas
ambientales, son promovidas principalmente por los grupos que señalan tener una visión
“biocéntrica”. Ella se presenta en contraposición a lo que se considera como visión “antropocéntrica”,
propia de la cultura occidental y en particular de la antropología cristiana, que en términos éticos y
filosóficos se traduce en los humanismos hasta ahora conocidos.
Estos grupos han tratado de imponer el argumento de que el problema medioambiental es la explosión
demográfica, y que no se superará la crisis si no se asume este hecho. Jonathan Porrit, uno de los
ideólogos de esta tesis, afirmó que “vivir es contaminar”.
La expresión ideológica de esta corriente se conoce como “ecología profunda”. Esta se define a sí
misma como tal, por considerar que es profunda al promover un giro copernicano, revirtiendo la forma
de entender el mundo al promover una igualdad intrínseca de todos los seres, incluidos los humanos.
Por lo mismo, rechaza lo que considera una de las causas de la crisis medioambiental: la superioridad
del hombre por sobre la naturaleza surgida del mandato bíblico.
El gran giro de esta corriente, por lo tanto, consiste en desplazar a la persona humana como centro de
la creación en función de otras especies de la naturaleza. Y por deducción lógica, sus partidarios
concluyen que, dado que la naturaleza ha sido dañada por la acción del hombre, es necesario ahora
compensar esta situación permitiendo el florecimiento de otras especies. El documento de la
plataforma de la ecología profunda señala en su número 4 que “El florecimiento de la vida y de la
cultura humana es compatible con una reducción substancial de la población humana. El florecimiento
de la vida no humana requiere una reducción de esta índole”.

Para abordar las propuestas de esta corriente sobre el tema de la población es interesante detenerse en
el libro “Deep Ecology for the 21st Century”. Esta obra, compendio de los más importantes y
representativos exponentes de esta corriente, nos da una visión bastante gráfica de dichas
proposiciones. Además, este libro tiene una relación con nuestra realidad nacional, por el hecho de que
su publicación fue financiada por la Foundation for Deep Ecology, del ecologista norteamericano
Douglas Tompkins, quien en nuestro país se ha convertido en un actor importante en esta discusión.

El creador de la ecología profunda, el noruego Arne Naess, señaló en una entrevista en este libro que
“tenemos el objetivo no sólo de estabilizar la población humana, sino también de reducirla a un
mínimo sostenible”. En la misma entrevista afirma: “Pienso que no necesitaríamos tener más de mil
millones de personas para tener la variedad de culturas que teníamos hace 100 años”. Otro exponente
de esta corriente, Gary Snyder en la misma obra señala: “Ahora existen demasiados seres humanos y
el problema se está empeorando rápidamente. Es potencialmente desastroso, no sólo para la raza
humana, sino para la mayoría de las otras formas de vida”. Andrew McLauglin, otro representativo
exponente de esta corriente, construye la hipótesis a partir del ya mencionado número 4 de la
plataforma, donde se afirma que “Una vez que se reconocen otras formas de vida, entonces nos damos
cuenta que los humanos ya somos demasiados”.

Por su parte, la Fundación Bosque Pumalín, propietaria de lo que se conoce como Parque Pumalín en
la X región y que también tiene como presidente y financista al ecologista Douglas Tompkins, cuya
declaración de principios reconoce a la ecología profunda como su base ética, sostiene que “sobre el
problema de la población tenemos la intención de expresar claramente y sustentar una visión de un
mundo con menos gente de la que existe en el presente; definir los beneficios de la economía, la
política, lo social, y medioambiente con un mundo menos poblado.

MECANISMOS PARA REDUCIR LA POBLACIÓN

Las fórmulas para promover una reducción de la población son muchas, algunas bastante conocidas,
como la planificación familiar basada en la anticoncepción y la esterilización masiva de mujeres,
principalmente de zonas rurales o países africanos. Pero es interesante conocer, por ejemplo, algunos
de los caminos que proponen representantes de esta corriente: “Un esfuerzo masivo para convencer a
los gobiernos y líderes del mundo de que el problema es severo”. Respecto a quienes fomentan
aumentar los alimentos como solución a este problema, agregan que esto, aunque bien
intencionado “elimina la única solución real: reducir la población”. Añaden los autores de la ecología
profunda que es necesario “demandas de participación inmediata de todos los países en los programas
para legalizar el aborto”. Y que “hay que fomentar la vasectomía y esterilización (en clínicas
gratuitas), la inserción gratuita de dispositivos intrauterinos, intentar corregir las actitudes culturales
que tienden a forzar a la mujer a tener hijos”.
Pero lo más novedoso es que apuntan también a reformar las convicciones valóricas que pudieran
permitir oponerse a estas concepciones. Snyder exhorta a “explorar otras estructuras sociales y formas
de matrimonio como el matrimonio grupal y poliándrico, que proporciona la vida en familia, pero
muchos menos hijos”. Y agrega que “debemos esperar que ninguna mujer tenga más de un (¿dos?)
hijo, durante este período de crisis”. Para lograr este objetivo ellos proponen alianzas culturales
obvias. Señalan que “respecto a esto las alianzas entre los ecologistas profundos y los ecofeministas
pueden ser muy útiles”. Agrega que “la lucha mundial para que las mujeres puedan decidir cuántos
hijos quieren tener ayudará al menos a disminuir el crecimiento de la población humana. Tal
derecho incluye la potestad de elegir las parejas sexuales y manejar la fertilidad a voluntad,
asegurando la opción del aborto seguro. Las ecofeministas tienen mucho que contribuir tanto teórica
como prácticamente para el éxito de esta lucha”.

El fundamento ético de esta reducción, según Snyder, es que “ya existen demasiados seres humanos”,
y para ellos “la solución a largo plazo es disminuir constantemente la tasa de crecimiento. Área por
área del globo, el criterio de población óptima se debería basar en el sentido de salud ecológica total
para la región, incluyendo las poblaciones de vida silvestre florecientes”. Agrega Snyder que el
objetivo sería “la mitad de la población mundial actual”.

Como podemos apreciar, la protección de la naturaleza para los grupos ecologistas va ligada
estrechamente a lograr una disminución drástica de la población. Del cuerpo conceptual descrito, se
han derivado una cantidad de propuestas, unas más insólitas que otras. Tenemos desde el ecologista
profundo que señaló que la epidemia del SIDA era bienvenida por su contribución a la disminución de
la población, pasando por la crítica a la ayuda humanitaria a Etiopía, hasta el artículo de antología
publicado en la revista Wild Earth, firmado con el seudónimo de Miss Antrophy, que planteaba una
extinción voluntaria de la población para salvar la naturaleza: “La extinción del homo sapiens
significaría la supervivencia de millones de especies que habitan en la tierra... El retiro progresivo de
la raza humana resolverá cada problema que existe en la tierra, ya sea social o ambiental”.

Todos estos autores pueden hacer las afirmaciones que hemos visto, fundamentándose en las premisas
de esta corriente, que señala una igualdad intrínseca del ser humano con las otras especies de la
naturaleza. Por lo tanto, el crecimiento de una de éstas afectaría a las otras, de lo cual se deriva que
debe reducirse su expansión.

Esta visión conlleva un desprecio por la dignidad de la persona humana, y más allá de la antropología
cristiana, que considera al ser humano como la máxima expresión de la creación, borra de un plumazo
toda la antropología de la modernidad, básicamente antropocéntrica.

CONCLUSIÓN

Una visión ecológica que tenga en cuenta a la persona humana y su dignidad no puede promover su
reducción, sino que debe buscar por medio de las capacidades de la ciencia la preservación del
ambiente natural, sin hacernos olvidar que más grave aún es la falta de cuidado por el ambiente
humano, aquello que ha sido denominado “ecología humana”.

Una ética ambiental antropocéntrica no puede compartir posiciones que impliquen un desprecio por la
dignidad de la persona humana, promoviendo una drástica reducción de la población. Se trata de
poner todo el empeño posible, con todos los recursos disponibles, en el desarrollo de políticas
medioambientales que contemplen las necesidades de las personas concretas, especialmente de los más
pobres. Promoviendo un desarrollo con justicia y equidad, satisfaciendo las necesidades de millones de
personas que requieren educación, salud y bienestar general, y asegurando una adecuada protección
del medioambiente, para ésta y las próximas generaciones

Guía de reflexión grupal:


1. ¿De qué trata el texto de reflexión?
2. ¿Qué plantea el biocentrismo a diferencia del antropocentrismo?
3. ¿Es razonable el planteamiento del biocentrismo? ¿Por qué?

4. ¿Es una auténtica solución la planteada por el ecologismo?

5. ¿Qué plantea la ecología cristiana?

6. ¿La postura de la ecología cristiana es antropocéntrica? ¿Por qué?

PROBLEMAS ECOCULTURALES
(Relación: Cultura – Ecología)

Problemas Culturales Cuestiones Ecológicas


3. Violencia en las culturas Visión de la naturaleza como
enemiga del hombre

La naturaleza como enemiga del hombre La naturaleza, hermana del hombre

- Sí hay enemistad entre los hombres, también la Cántico de las criaturas


naturaleza se torno enemiga del hombre (San Francisco de Asís)
[……]
- La naturaleza no es una madre sabia y Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,
protectora, sino un terreno que alberga a seres de especialmente el señor hermano sol, el cual es
dudosa bondad que se comen unos a otros día y por el cual nos alumbras.
Y él es bello y radiante con gran esplendor; de
- Las hormigas se quedan quietas sobre una ti, Altísimo, lleva significación.
brizna de hierba y, si el viento las tira, vuelven a
subir hasta que un pájaro las engulle. Y hay ratas Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y
que se lanzan sobre sus depredadores y mueren. las estrellas; en el cielo las has formado
claras, y preciosas, y bellas.
- La naturaleza es cruel, violenta y manipuladora
hasta límites increíbles. Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,
y por el aire, y el nublado, y el sereno, y todo
- Esas selvas llenas de alimañas, mosquitos y tiempo, por el cual a tus criaturas das sustento.
fieras salvajes, no es un lugar digno para el
hombre. Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,
- Terremotos, tsunamis, tornados, sequías, la cual es muy útil, y humilde, y preciosa, y
granizadas, aguaceros torrenciales, erupciones casta.
volcánicas, riadas, inundaciones, etc. ¿Qué clase
de madre cariñosa es la naturaleza? Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual alumbras la noche:
- La naturaleza es un depósito de recursos a la y él es bello, y alegre, y robusto, y fuerte.
que hay que explotarla sin medida. Es para eso,
no tiene otro fin. Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana
- La naturaleza se resiste, esconde sus riquezas, la madre tierra, la cual nos sustenta y gobierna
es ‘salvaje’ pero hay aplicar tecnologías y produce diversos frutos con coloridas flores y
poderosas para vencerla. Al final de cuentas, hierbas.
¿quién es superior, el hombre o la naturaleza? [……]

TEXTO DE REFLEXIÓN

La naturaleza es nuestra enemiga

Investigador y profesor de biología evolutiva en la Universidad barcelonesa Pompeu Fabra, Arcadi Navarro
publica Contra Natura, obra finalista del Premio Europeo de Divulgación Científica Estudio General. Revisa en
su ensayo las ideas y prejuicios sobre el universo viviente, desmonta la imagen de una madre naturaleza sabia y
protectora, y presenta un mundo de seres de dudosa bondad que sólo cooperan por egoísmo.

–Algunas hormigas se quedan quietas sobre una brizna de hierba y, si el viento las tira, vuelven a subir hasta
que un pájaro las engulle. Y hay ratas que se lanzan sobre sus depredadores y mueren. ¿Tendencias suicidas?

–Sí, producidas por parásitos que las infectan y luego necesitan pasar al sistema digestivo de otros animales
para reproducirse, por lo que manejan el cerebro de sus víctimas para convertirlas en presas fáciles. La
naturaleza es cruel, violenta y manipuladora hasta límites increíbles.

–¿Pero no era una madre protectora, sabia y armoniosa? Su afirmación contradice la mayoría de las creencias de
nuestro ideario básico sobre la naturaleza.

–Es triste, pero cierto. A mí también me gustaría vivir en un mundo armonioso con una naturaleza sabia. Pero
no es así, lo que tampoco la convierte en un ogro malo o una bruja con verrugas. Las cosas son como son, más
complicadas de lo que pensamos. Si queremos entender el mundo para integrarnos bien en él tenemos que
desmontar nuestros mitos y demostrar cómo funciona. En el fondo, la ciencia es la historia de la humanidad
contra sus prejuicios. Y la lucha sigue, porque la única herramienta para progresar es la combinación de razón y
evidencia.

–Y es por eso por lo que usted, harto de mitos y leyendas sobre la naturaleza, ha decidido escribir Contra
Natura, donde nos pasa revista a algunos de nuestros prejuicios más arraigados.

–¡Es el fruto de quince años de irritación sostenida! Circula una serie de tópicos políticamente correctos que
hacen que suene horrible negar a la naturaleza como una madre protectora y bondadosa. Incluso científicos
consagrados de otros ámbitos defienden esta visión que, simplemente, no se sostiene por ningún lado. Mantener
creencias falsas hace que la gente no esté bien preparada para interactuar con la realidad y entenderla. Generan
impotencia personal y colectiva. Por otro lado, el hecho de que estas ideas estén tan arraigadas en la cultura
dominante es un tapón para la investigación.

–Entonces, los humanos vivimos engañados en un mundo edulcorado que nosotros mismos hemos inventado.

–Las explicaciones religiosas del mundo y los mitos, en general, se han abordado durante mucho tiempo desde
un punto de vista histórico y antropológico. Pero desde hace poco ya se empiezan a contemplar como lo que
son, fenómenos biológicos particulares de una especie, el ser humano, que se pueden estudiar, como se hace con
otros rasgos, desde un punto de vista neurológico y evolutivo. Los humanos necesitamos explicar el mundo.
Nuestra especie, al fin y al cabo, ha triunfado gracias a que somos máquinas de entender, encontrar
correlaciones y averiguar relaciones causa-efecto. Estos mecanismos acaban saliéndose de madre y hacen que
atribuyamos a la naturaleza cierta intencionalidad, ganas de hacer daño o hacer el bien. Hemos adoptado la idea
de la naturaleza como un refugio al que tenemos que volver, en oposición a las prácticas humanas que
consideramos más horribles.

–¿Qué mentiras nos contamos sobre la naturaleza?

–Por ejemplo, que se recicla y se comporta de manera sostenible. O que el ser humano es el único animal que
mata por placer. Rotundamente no. En muchas especies de primates, como los gorilas, cuando llega un nuevo
macho dominante al grupo lo primero que hace es cometer un infanticidio sistemático que haría palidecer a
Herodes.
–En su libro acusa a la naturaleza de ser una “ludópata malgastadora”. ¿Por qué?

–A pesar de que hay entidades biológicas especializadas en el ahorro, también hay un despilfarro increíble. Es
fascinante comparar cómo camina un coyote y cómo lo hace un perro bien alimentado que sale a pasear con su
amo. La mascota no tiene por qué reparar en gastos, salta, va y viene. En cambio, el coyote camina en línea
recta, pone las patas una delante de otra con precisión para minimizar el consumo de energía. También se dan
casos de un gasto suntuario totalmente innecesario para hacer reclamos sexuales, como en los pavos reales. El
macho tiene una cola inmensa que sólo le sirve para atraer a las hembras y le puede suponer un problema al huir
de un depredador. En muchos aspectos, la naturaleza se comporta como un partido político en campaña
electoral. En el Amazonas, por ejemplo, los árboles compiten en altura por el sol. Han empleado cantidades
enormes de energía para ser altísimos y, no obstante, todos tienen la misma cantidad de luz que tendrían si
fueran más bajos. Lo mismo ocurre cuando los partidos cuentan a sus electores que intentarán hacer un gasto
electoral moderado, pero lo cierto es que invierten todo lo que pueden para acabar teniendo exactamente el
mismo nivel de atención que hubieran tenido con menos despilfarro. En este sentido, la naturaleza es incluso
más derrochadora que los humanos.

–¿Instinto de supervivencia?

–Este instinto toma formas muy diferentes, desde la competición salvaje hasta el altruismo más sacrificado.
Como en la guerra, en la naturaleza puedes tener enemigos y aliados. La cooperación se da como una estrategia
para triunfar que produce recompensas, aunque tiene un coste: hay que hacer sacrificios. Todos somos el
producto de la colaboración entre muchas células que se han puesto de acuerdo con un objetivo común –
construir una persona– y han delegado la reproducción, que es la necesidad primaria de todo ser vivo, en unas
cuantas células privilegiadas. Cooperan unos genes con otros, unas células con otras, unas especies con otras y
unos individuos con otros.

–¿No se producen rebeliones?

–¡Claro! Continuamente. Y se crean estructuras especializadas en la vigilancia de los que no cooperan. Hay
células que se rebelan, se dividen y producen cáncer. En las colmenas de abejas, algunas obreras intentan poner
huevos al margen de la reina. Por eso hay patrullas que recorren el panal, como si fueran miembros de una
policía política, y detectan y se comen los huevos de las rebeldes. La reina también tiene un papel opresor:
segrega feromonas que impiden que los ovarios de las obreras funcionen, aunque en una colonia de 30.000
abejas puede haber tres o cuatro transgresoras. En nuestra sociedad también hay individuos que se especializan
en castigar a los no cooperadores, como los policías y los jueces. Y en este sentido, los genes tienen mucho que
ver, más de lo que pensábamos.

Guía de reflexión grupal:

1. ¿De qué trata el texto de reflexión?


2. ¿Qué significan estas dos visiones sobre la naturaleza?
3. ¿Cuál es la denuncia ecológica del Cantico de las Criaturas de San Francisco para el tiempo
presente?
4. ¿Qué clase de personas son las que conciben la naturaleza como su enemiga?
5. Señalen las ideas principales del texto La naturaleza es nuestra enemiga (Arcadi Navarro)
6. El grupo da la razón o cuestiona las ideas de Arcadi Navarro
PROBLEMAS ECOCULTURALES
(Relación: Cultura – Ecología)

Problemas Culturales Cuestiones Ecológicas


4. Sociedad de consumo masivo Visión depredadora de la
naturaleza

Visión depredadora de la naturaleza Visión protectora de la naturaleza

- Los seres de la naturaleza son simples ‘cosas’, - Varón y mujer son imagen de Dios siempre y
‘objetos’ disponibles para que un espíritu, el cuando preserven con Él, la casa de la vida.
hombre, las consuma sin restricciones. - El dominio sobre la tierra no puede ser
- La naturaleza fue creada para la satisfacción del entendido como explotación u opresión.
hombre. - La autoridad del hombre sobre la naturaleza
- Hay que reemplazar una agricultura de la consiste en hacer justicia sobre todo para los
subsistencia por una economía de acumulación. pobres y el cuidado de los más débiles.
- Hay mecanizar totalmente la producción. - Cada hombre está llamada a proteger la vida
- El hombre es el señor de la naturaleza: debe de todo el planeta y sus condiciones
dominarla, tiene la misión de conquistarla y fundamentales.
someterla. - Dios le da el encargo al hombre para que le
- Hay que esclavizarla y arrebatarle sus riquezas colabore en la obra de la creación. Dios no
y secretos, tanto para el desarrollo de las ciencias termina con todo el proceso de la creación, la
como para el avance de la técnica y la inicia pero es el hombre que debe continuarla
producción. hasta su plenitud, por eso es imagen de Dios.

TEXTO DE REFLEXIÓN

Génesis Cap. 1

Dios crea esta tierra y su cielo y todas las formas de vida en seis días — Se describen los hechos de
cada día de la Creación — Dios crea al hombre, varón y hembra, a Su propia imagen — Se da dominio
al hombre sobre todas las cosas, y se le manda multiplicarse y henchir la tierra.

26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga
dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos, y sobre las bestias, y sobre toda la
tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

28 Y los bendijo Dios y les dijo Dios: Fructificad y multiplicaos; y henchid la tierra y sojuzgadla; y
tened dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos y sobre todas las bestias que se
mueven sobre la tierra.

¿Es cristiano “dominar la tierra”?

A menudo la cultura judeocristiana ha sido acusada de ser agresiva contra la naturaleza. Muchos
occidentales que profesan seguir creencias de raíz bíblica se han conducido como auténticos enemigos
de la naturaleza. No han tenido consideración con la armonía cósmica. No han respetado las leyes
naturales. Han contaminado aire y ríos, desertizado suelos, extinguido especies, deforestado a
mansalva… Incluso han contribuido al presente cambio climático que favorece hasta el cambio del eje
de la Tierra.

Desde luego, esa imputación no cabe hacérsela a la Biblia misma. Para empezar, el precepto de
“dominar la tierra” es dado antes de la Caída. Ausente la pecaminosidad en el corazón humano, no
había, no podía haber, relaciones de dominación tal como ahora las entendemos. Mucho menos en una
línea agresiva y destructiva. ¿Cómo iba a pedirnos Dios semejante actitud contra su propia creación,
de la cual insiste una y otra vez que “era buena” (Génesis 1)? ¿Qué sentido tendría que Dios crease un
mundo hermoso y fructífero y que luego nos ordenase maltratarlo, saquearlo, afearlo…? Al contrario,
en las Escrituras, empezando por el propio Génesis, encontramos qué quería decir “dominar la tierra”:

–Según Génesis 2:15, deberían “cultivarla” y “guardarla”. Esto se dice en relación con el huerto del
Edén, pero parece legítimo hacer extensivo el principio correspondiente a la tierra en su conjunto.
Guardar, cuidar… implica conservar, lo opuesto a destruir.

–Dios crea los animales como parte de la “ayuda idónea” para el hombre (Gén. 2:18-20; “ayuda a su
medida”). Le pide a Adán que vaya dando nombre a cada especie (¿a cada ejemplar?). Esa
individualización revela cuidado y ternura. El Creador desea que la criatura principal, capaz de una
afectividad más consciente, se familiarice con las demás. Es un planteamiento cooperativo y cuidador.
Estos principios, aunque dados antes de la Caída, habrían de tener sentido también después.

–La dieta original era vegetariana (Gén. 1:29). Así lo era igualmente para los animales (1:30). Esto
también descarta violencia de ningún tipo para obtener el sustento (las plantas, por su naturaleza,
estaban preparadas para proveer fruto y alimento sobreviviendo a la vez).

–Es cierto que, con la Caída, la naturaleza se vuelve en buena medida hostil al hombre (cf. Gén. 3:17-
19). Ahí es quizá donde adquiere sentido el verbo “dominar” tal como hoy lo entendemos, pero nunca
en la versión más destructiva del mismo, ya que eso contraviene la filosofía bíblica básica. En
consonancia con esta, se ordena por ejemplo permitir el descanso de los suelos de cultivo (hay un
sábado también para la tierra: Lev. 25:4). Sin duda es preciso explotarla para obtener los productos
agrarios, pero sin sobreexplotarla.

–En Romanos 8:19-23 queda claro el rechazo divino del sufrimiento de la creación entera. Ya antes, en
su pacto con Noé, Dios pacta a la vez “con todo ser viviente”, como repite una y otra vez (Gén. 9:8-
17). Concretamente, el amor del Creador por sus animales se revela a menudo en las Escrituras (un
ejemplo es el final del libro de Jonás). La naturaleza entera será salvada, por eso se habla de una
“nueva tierra” (Apo. 21:1).

–Además, de manera explícita, Dios condena a los que “destruyen la tierra” (Apo. 11:18). A través del
afán de lucro, por ejemplo, que es “raíz de todos los males” (1 Tim. 6:10).

–Por último, no es baladí señalar que la dominación jamás puede ser entre iguales. Jesús la proscribe
entre seres humanos (Mat. 20:25-28), reemplazándola por la actitud de servicio mutuo. Dominar la
tierra, y nunca de manera asoladora, se refiere a reinar amorosamente sobre los demás seres vivientes
y además solo como mayordomos o siervos de Dios ante quien habrán de dar cuentas (Gén. 2:15; cf.
Mat. 21:33-44; 25:14-30.

Guía de reflexión grupal:

1. ¿De qué trata el texto de reflexión?


2. ¿Qué significa la visión depredadora de la naturaleza?
3. ¿Cómo se debe interpretarse Gn. 1, 26 - 28?
4. Presente las ideas principales del texto: ¿Es cristiano “dominar la tierra”?
5. El grupo está de acuerdo o desacuerdo con el texto de reflexión? ¿Por qué?

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