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Diencéfalo: Características,

Partes y Funciones (con


Imágenes)
Por
Marcel Gratacós

El diencéfalo es una de las principales regiones del cerebro. Se ubica justo


por debajo del telencéfalo (región más superior del encéfalo) y justo por
encima del mesencéfalo o cerebro medio.

El diencéfalo destaca por contener en su interior algunas de las estructuras


más importantes del cerebro humano, como por ejemplo el tálamo o
el hipotálamo.


En este sentido, esta región cerebral presenta una ubicación central dentro
del encéfalo, se localiza entre los hemisferios cerebrales y el tronco del
encéfalo y, a través de ella, viajan la mayoría de fibras que se dirigen a
la corteza cerebral.

Anatómicamente, el diencéfalo destaca por representar únicamente un 2%


del peso total del sistema nervioso central. No obstante, las conexiones que
establece esta estructura encefálica resulta vital para el desempeño de una
gran variedad de funciones cerebrales.

Las más importantes parecen ser el establecimiento de las vías sensoriales y


las vías motoras, por lo que el diencéfalo resulta una estructura básica a la
hora de conectar las estructuras superiores con las estructuras inferiores del
cerebro, y dar lugar a tales actividades.

Así mismo, el diencéfalo desarrolla un papel principal en el sistema límbico


del cerebro, y parece estar también involucrado en las vías viscerales y el
sistema endocrino.

El objetivo de este artículo consiste en exponer las principales características


del diencéfalo. Explicar las estructuras y las regiones que la conforman, y
revisar las funciones que desempeña esta región del cerebro.

Características del diencéfalo


El diencéfalo es un conjunto de núcleos de sustancia gris. Es decir, constituye
una serie de estructuras cerebrales que se caracterizan por contener núcleos
de neuronas en su interior.

De este modo, cuando se habla de diencéfalo no se hace referencia a una


única estructura cerebral, sino más bien a una región del cerebro que engloba
una gran cantidad de núcleos y estructuras diferentes.
Por otro lado, el diencéfalo también contiene fascículos de sustancia blanca
que se encargan de establecer múltiples conexiones con distintas regiones
del cerebro. Por este motivo, resulta una región que se encuentra
directamente relacionada con prácticamente todas las estructuras
cerebrales. Las más importantes son: la corteza cerebral, los núcleos
cerebrales, el tronco del encéfalo, la médula espinal y la glándula hipófisis.

Las principales funciones del diencéfalo se relacionan con el control de la vida


emocional, debido a su elevada implicación en el sistema límbico, así como
la transmisión y el procesamiento de información instintiva (captada por los
instintos) y vegetativa (generada en el propio organismo).

Esta región del cerebro resulta la continuación del mesencéfalo (cerebro


medio) ya que se ubica justo por encima de este. Y establece la conexión
entre las estructuras más inferiores del cerebro (metencéfalo y mielencéfalo)
con las más superiores (corteza cerebral).

Anatómicamente, el diencéfalo se caracteriza por contener seis estructuras


principales en su interior. De arriba abajo estas son: hipotálamo, epitálamo,
tálamo, subtálamo, tálamo y tercer ventrículo.

A diferencia del tronco del encéfalo que está más aislado y se ve


exteriormente en casi toda su extensión, el diencéfalo está incrustado entre
los dos hemisferios cerebrales por lo que, sin practicar cortes al encéfalo,
sólo se puede observar la cara posteroinferior y el vértice que pertenece al
hipotálamo.

Anatomía macroscópica del diencéfalo


El diencéfalo es una amplia región del cerebro que contiene en su interior


una gran variedad de estructuras y regiones.

En este sentido, a la hora de delimitar sus propiedades anatómicas se pueden


llevar a cabo diferentes organizaciones y divisiones estructurales.

La configuración macroscópica externa del diencéfalo (sin tener en cuenta


las estructuras microscópicas) se caracteriza principalmente por la presencia
del quiasma óptico y el espacio interpeduncular del mesencéfalo.

Concretamente, el vértice o infundíbulo de esta región cerebral se relaciona


con la hipófisis y el quiasma óptico. En su cara posteroinferior en cambio, el
diencéfalo se encuentra conectado con el espacio interpeduncular del
mesencéfalo.

En medio de estas dos conexiones, se hallan dos estructuras diencéfalicas


importantes: los cuerpos mamilares y el tuber cinereum. Esta última
estructura se encarga de prolongar inferiormente con el infundíbulo, el cual
a su vez continua con el tallo hipofisario y con la hipófisis.
Para poder visualizar la configuración macroscópica interna es necesario
realizar tallos en el diencéfalo.

Mediante un tallo frontal en la estructura se observa que la cara latera está


limitada por una gruesa lámina de sustancia blanca conocida como cápsula
interna. Esta cápsula se extiende desde los pedúnculos del mesencéfalo y,
desde el tálamo, alcanza la corteza cerebral.

La cápsula interna del diencéfalo resulta una estructura importante ya que


contiene las vías descendentes y ascendentes que provienen del tronco del
encéfalo y las vías talamocorticales.

Medialmente, el diencéfalo presenta la cavidad ependimaria, el tercer


ventrículo y la continuación del acueductos de Silvio (referente al
mesencéfalo).

Por la región superior, el diencéfalo se ve limitado por los ventrículos laterales


de los hemisferios cerebrales. En estos ventrículos desemboca el tercer
ventrículo a través de los orificios de Monro.

Finalmente, mediante un corte sagital, se observa la vía por la que transcurre


el tercer ventrículo y la cara medial, la cual está recubierta de epitelio
ependimario. En el corte horizontal en cambio, se observa la cara superior
en toda su extensión, con el tercer ventrículo en su parte media.

Tercer ventrículo
El tercer ventrículo es una de las estructuras importantes del diencéfalo.
Resulta una cavidad con forma triangular que se encarga principalmente de
amortiguar cualquier tipo de traumatismo sobre todas las estructuras de esta
región del encéfalo.
El tercer ventrículo presenta un vértice inferior muy marcado que se
denomina receso infundíbular. La pared lateral del ventrículo en cambio es
más extensa y contiene el surco hipotalámico o limitante, así como la
adhesión intertalámica, la cual atraviesa de un lado a otro el ventrículo.

Por lo que respecta su pared posteroinferior, se halla un borde que origina la


desembocadura del acueducto de Silvio, los pedúnculos del mesencéfalo, los
tubérculos mamilares y el tuber cinereum.

La pared posterior del tercer ventrículo también es muy estrecha y contiene


la comisura blanca anterior, un haz de fibras que une ambos hemisferios
cerebrales. En su interior también se observa la lámina terminal, la cual se
relaciona con el quiasma óptico y la eminencia medial del tuber cinereum que
se sitúa en la parte anterior del infundíbulo.

Finalmente, la pared superior del tercer ventrículo es una región que se


encuentra incurvada y que contiene los orificios interventriculares de Monro,
los plexos coroideos, la habénula, la glándula pineal y la comisura blanca
posterior.

Núcleos del diencéfalo


El diencéfalo está formado por cuatro componentes principales que bordean


el tercer ventrículo, el cual se encarga de dividir el diencéfalo en dos mitades
simétricas.

En este sentido, los núcleos principales de esta región cerebral son: el


tálamo, el hipotálamo, el subtálamo y el epitálamo.

Tálamo

El tálamo destaca por ser la estructura más voluminosa del diencéfalo. Se


ubica justo en medio del cerebro, por encima del hipotálamo y separado de
este a través de un surco hipotalámico de Monroe.

Su función principal radica en transmitir los estímulos sensoriales que llegan


al cerebro, con excepción del olfato (ya que las vías olfatorias se desarrollan
en el embrión antes que el tálamo y el olfato es el único sentido que llega
directamente a la corteza cerebral).
En este sentido, para que cualquier sentido pueda ser procesado e
interpretado por el cerebro (por la corteza), estos deben pasar previamente
por el tálamo, región encargada de transmitir cada estímulo sensitivo a la
región cerebral pertinente.

El tálamo es un derivado conformado por 80 núcleos neuronales diferentes,


los cuales se encuentran agrupados en distintos territorios. Los principales
núcleos del tálamo son: el núcleo ventrolateral, el núcleo anterior, el núcleo
interno y las zonas talámicas.

 Núcleo ventrolateral: es una estructura que se divide entre una


porción ventral y una porción lateral. En la porción ventral llegan
fibras del lemnisco medial y los fascículos espinotalámicos, y se
observa el cuerpo geniculado lateral y el cuerpo geniculado medial.
La porción lateral en cambio, recibe abundantes fibras del pedúnculo
talámico anterior y fibras de proyección que establecen la vías
sensitiva hacia la corteza.

 Núcleo anterior: este núcleo se sitúa debajo del tubérculo anterior


(territorio anterior del tálamo). Se caracteriza por recibir fibras
mamilotalámicas y establece conexión con el núcleo interno y los
núcleos de la línea media.

 Núcleo interno: esta estructura recibe las fibras de proyección


aferentes de la corteza cerebral y de otros núcleos talámicos
(tálamo ventrolateral e hipotálamo). Se encarga de llevar a cabo
sinapsis que regulan las actividades viscerales, así como de conectar
el lóbulo frontal cortical para desarrollar la experiencia emocional
del ser humano.

 Zonas talámicas: estas regiones permiten dividir el tálamo en


distintos territorios. Los principales son: territorio anterior (que
contiene el núcleo anterior), territorio ventral (que contiene el
núcleo ventral anterior, el núcleo ventral lateral y el núcleo ventral
posterior), el territorio posterior (que contiene los núcleos
geniculados) el territorio medial (que contiene el núcleo
medianodorsal y el núcleo contromedial) y el territorio dorsal (que
contiene el núcleo lateral dorsal y el núcleo lateral posterior).

Hipotálamo

Hipotálamo
El hipotálamo es la segunda gran estructura del diencéfalo. Resulta una
región nuclear del cerebro que se sitúa justo por debajo del tálamo.

Esta estructura es la región del cerebro más importante para la coordinación


de conductas esenciales, vinculadas al mantenimiento de la especie. Así
mismo, destaca por su estrecha relación con las hormonas de la hipófisis, las
cuales se encuentran reguladas por el hipotálamo.

En este sentido, esta estructura del diencéfalo también desarrolla un papel


importante en la organización de conductas como la alimentación, la ingesta
de líquidos, el apareamiento o la agresión. Así como la regulación de
funciones viscerales autónomas y endocrinas.

Anatómicamente, el hipotálamo se caracteriza por contener en su interior


múltiples núcleos de sustancia gris. Estructuralmente, limita por delante con
la lámina terminal, por detrás con un plano frontal que pasa por detrás de
los tubérculos mamilares del fórnix, lateralmente con las cápsulas internas e
inferiormente con el quiasma óptico.

Otra característica importante del hipotálamo es que este contiene dos tipos
de neuronas distintas en su interior: las neuronas parvocelulares y las
neuronas magnocelulares.

 Las neuronas parvocelulares se encargan de liberar hormonas


peptídicas conocidas como factores hipofisiotrópicos en el plexo
primario de la eminencia media. A través de este lugar viajan hasta
la adenohipófisis para estimular la secreción de otras hormonas
tales como la hormona estimuladora del crecimiento o la hormona
liberadora de prolactina.

 Por su parte, las neuronas magnocelulares son los tipos de células


mayoritarias en el hipotálamo, son más grandes que las
parvocelulares y se encargan de producir hormonas
neurohipofisarias de naturaleza peptídica, las cuales viajan hacía la
neurohipófisis.

Finalmente, cabe destacar que el hipotálamo presenta una gran cantidad de


núcleos en su interior. Cada uno de ellos contiene tanto neuronas
parvocelulares como neuronas magnocelulares y desarrollan funciones
específicas:

1. Núcleos laterales: son estructuras hipotalámicas relacionadas con


los procesos fisiológicos del hambre.
2. Núcleo preóptico: es un pequeño núcleo que se encarga de la
función parasimpática.

3. Núcleo supraóptico: destaca por la producción de la hormona


antidiurética ADH.

4. Núcleo paraventricular: es un núcleo que se encarga de


generar oxitocina.

5. Núcleo supraquiasmático: es una de las estructuras del hipotálamo


más importantes. Se encarga de regular el ciclo circadiano.

6. Núcleo ventromedial: es considerado como el centro de la saciedad.

7. Núcleo arcuato: interviene en la conducta emocional y en la


actividad endocrina. Se encarga de liberar la hormona GnRH.

8. Núcleo mamilar: es una región hipotalámica que se ve involucrada


en procesos de memoria.

9. Núcleo hipotalámico posterior: parece jugar una papel fundamental


en la regulación de la temperatura corporal.

10. Núcleo hipotalámico anterior: se encarga de regular la


temperatura la sudoración, así como inhibir la producción de
tirotropina.
11. Subtálamo.

El subtálamo es una pequeña estructura del diencéfalo que se localiza por


debajo y lateralmente al tálamo. Anatómicamente representa la continuación
del mesencéfalo dentro del diencéfalo.

Se caracteriza por contener en su interior estructuras como la sustancia


negra o el núcleo rojo. Así mismo, contiene sustancia gris, lugar donde se
localiza el núcleo subtalámico.
La función de esta región del cerebro consiste en coordinar las actividades
motoras, por lo que se encuentra conectada con los núcleos basales a través
del fascículo subtalámico.

Otra parte importante del subtálamo es la zona incierta, un núcleo que se


encarga de conectar el diencéfalo con el mesencéfalo con el objetivo de
coordinar la visión durante los actos motores.

Epitálamo

El epitálamo es una pequeña estructura que se encuentra justo por delante


del tálamo. En su interior alberga elementos importantes como la glándula
pineal, los núcleos habenulares y las estrías medulares.

El epitálamo destaca también por resultar una estructura perteneciente al


sistema límbico, por lo que desempeña un papel importante en el desarrollo
de conductas instintivas y en la elaboración de sensaciones de placer y/o
recompensa.

La principal características del epitálamo es que contiene en su interior una


de las glándulas neuroendocrinas más importantes, la hipófisis. Esta se halla
entre los colículos superiores, colgando de la parte posterior envuelta por
piamadre.

La glándula pineal es una estructura que contiene neuronas, células glía y


células secretoras especializadas llamadas pienalocitos. Estos últimos
sintetizan una hormona altamente importante como es la melatonina.

La melatonina es una hormona que se genera a partir de la serotonina y que


regular el ciclo de sueño vigilia. La producción de esta hormona aumenta por
la noche y ayuda al descanso del organismo.
A medida que avanza el día y las horas sin descanso se prolongan, la
secreción de melatonina va disminuyendo. Cuando las cantidades de
melatonina a nivel cerebral son escasas, el organismo responde con
sensaciones de cansancio y sueño.

Así pues, el epitálamo es una estructura principal en la regulación de los


procesos del sueño, ya que contiene la glándula pineal en su interior.

Las otras partes anatómicas de esta región del diencéfalo son: la estrías
medulares, los núcleos habenulares, las estrías habenulares, el techo epitelial
del tercer ventrículo y el trígono de la habénula.

Esta última región es posiblemente la más importante de todas. Constituye


una estructura que contiene en su interior dos núcleos habenulares: uno
medial y otro lateral.

Los núcleos habenulares se encargan de recibir aferencias de los núcleos


septales y proyecta eferencias el núcleo interpeduncular, por lo que son
regiones involucradas en el sistema límbico

Estructura funcional
El diencéfalo es una región del cerebro que desempeña una gran cantidad
de funciones.

La funcionalidad de esta región depende principalmente de las actividades


que desempeña cada una de las estructuras de su interior y de las relaciones
que estas establecen con otros zonas del cerebro.

En este sentido, la actividad del diencéfalo puede dividirse en función de


distintos elementos. Los más importantes son: tálamo, conexión hipotálamo-
hipófisis y relación epitálamo-epífisis.
Tálamo

Funcionalmente, el tálamo se caracteriza por contener la sustancia gris, la


cual está formada por cuatro grupos de núcleos: los primarios, los
secundarios, los asociativos y los reticulares.

Los núcleos talámicos primarios se encarga de recibir las conexiones de las


vías ópticas, acústicas y los fascículos ascendentes procedentes de la médula
espinal y del tronco del encéfalo.

Posteriormente, las neuronas de estos núcleos envían sus axones por la


cápsula interna hacia las áreas primarias de la corteza cerebral.

Funcionalmente, otra área importante es el núcleo ventral posterolateral.


Esta región recibe toda la sensibilidad somática del organismo (excepto de
la cabeza) y la información visceral simpática procedente de la médula
espinal.

En este sentido, el tálamo también se encarga de recibir toda la sensibilidad


somática del cuerpo, así como de recibir la información visual (a través del
núcleo geniculado lateral) y la información acústica (a través del núcleo
geniculado medial).

Los núcleos talámicos asociativos por su parte, se encargan de integrar


información procedente de otros núcleos primarios y de la corteza cerebral.

Finalmente, los núcleos reticulares conectan con la formación reticular del


tronco del encéfalo para desempeñar la actividad bioeléctrica de los propios
núcleos diencefálicos y de la corteza cerebral.

Conexión hipotálamo-hipófisis

Hipotálamo
El hipotálamo destaca por desarrollar un funcionamiento estrechamente
relacionado con su conexión con la glándula pineal.

En este sentido, el diencéfalo se encarga también de regular una gran


variedad de actividades fisiológicas a través de la conexión entre el
hipotálamo y la hipófisis. Las funciones más importantes son: las emociones,
el hambre, la temperatura y el sueño.

El hipotálamo es una región responsable del control de la expresión fisiológica


de la emoción. Esta actividad la lleva a cabo a través de la regulación de
la función del sistema nervioso autónomo, mediante su influencia sobre el
tronco del encéfalo.

Por otro lado, el hipotálamo se encarga de regular el hambre ya que modula


la liberación de hormonas y péptidos como la colecistoquinina, el nivel de
glucosa o los ácidos grasos en sangre.

Finalmente, el hipotálamo regula la temperatura corporal motivando un


incremento o un decremento de la frecuencia respiratorio y la sudoración.

Conexión epitálamo-epífisis

El epitálamo es una estructura del diencéfalo que tiene conexiones con la vía
olfativa e interviene en el control de funciones vegetativas y emocionales.
Así mismo, parece tener una especial importancia en la regulación de la
actividad sexual de las personas.

El desempeño de tales funciones se lleva a cabo principalmente a través de


la conexión de esta estructura con la glándula pineal.

En este sentido, el diencéfalo interviene en la regulación del ciclo sueño-


vigilia, ya que el epitálamo modula la actividad de la hipófisis a la hora de
liberar la hormona melatonina, la cual es la principal responsable de llevar a
cabo tales funciones.

Finalmente, el diencéfalo destaca por su amplia implicación en el sistema


límbico, el cual se encarga de regular las respuestas fisiológicas frente a
determinados estímulos.
Entre tales actividades destaca el desarrollo de la memoria involuntaria, el
funcionamiento de la atención, la elaboración de la emociones y la
constitución de elementos como la personalidad o el patrón conductual de
las personas.

Estas acciones parecen ser desarrolladas por el diencéfalo, principalmente, a


través de la conexión entre el núcleo de habénula (epitálamo) y el cerebro
límbico.

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