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UNIDAD I: Derecho Electoral.

Generalidades. Concepto. Autonomía científica, didáctica y jurisdiccional. (Art. 273 de la C.N).


Principios inspiradores del Derecho Electoral. Principio de impedimento de falsear la voluntad
popular, de calendarización, conservación del acto electoral o in dubio pro voto, unidad del proceso
electoral. Fuentes del Derecho Electoral. Relaciones con otras ramas del derecho.

Concepto.
Sentido estricto: Derecho subjetivo del individuo de elegir y ser elegido.
Derecho de votar (sufragio activo).
Derecho a ser votado (sufragio pasivo)

En sentido amplio.
Es una rama del Derecho Público integrado por un conjunto de normas y principios que regulan la
participación de los ciudadanos en la formación de las autoridades de origen popular, los derechos
emergentes de dicha participación, la formación del funcionamiento de los sujetos colectivos electorales,
y las tenciones aplicables a las infracciones contenidas durante el proceso electoral.

Es un conjunto de normas y principio jurídicos que forman parte del Derecho Público, que regula el
proceso electoral.

Anatomía científica, didáctica y jurisdiccional:


Una norma o sector del orden jurídico tiene autonomía científica, cuando la materia que integra su
contenido es susceptible de una sistematización orgánica que ofrezca la posibilidad de un estudio
homogéneo es decir contando no solo con reglas y principios técnicos propios, sino también con
una legislación propia donde se aplican sus disposiciones y principios.
Las distintas normas del derecho adquieren autonomía didáctica por su extensión teórica, practica y su
codificación de fondo y de forma y el Derecho Electoral cumple con esos requisitos.
Autonomía Jurisdiccional; los conflictos electorales son sometidos a un órgano especializado son
competencia de la justicia electoral que se organiza en todo el territorio nacional, en cuya cúspide
se encuentra el Superior Tribunal de Justicia Electoral, los Tribunales y los Juzgados en las distintas
circunscripciones judiciales del país.
N Art. 273 C.N.
Reconoce a la justica electoral como órgano encargado de la Convocatoria de Juzgamiento, la
organización, la dirección, la suspensión y la vigilancia de los actos y cuestiones derivadas de las
elecciones generales, departamentales y municipales, así como los derechos y títulos de quienes estén
elegidos, son igualmente de competencia las cuestiones provenientes de todo tipo de consulta popular y
como asimismo lo relativo a elecciones y al funcionamiento de los partidos y movimientos políticos.

El reconocimiento de la autonomía de la Justicia Electoral no lo hace la Constitución Nacional, sino la


Ley que la reglamenta. Art. 1º de la Ley 635/95.
Artículo 1º.- Naturaleza y composición. La Justicia Electoral goza de autarquía administrativa y autonomía
jurisdiccional dentro de los límites establecidos en la presente Ley.
Está compuesta de los siguientes organismos
a) El Tribunal Superior de Justicia Electoral;
b) Los Tribunales Electorales;
c) Los Juzgados Electorales,
d) Las Fiscalías Electorales;
e) La Dirección del Registro Electoral: y;
f) Los Organismos Electorales Auxiliares.
Principios inspiradores del Derecho Electoral.
El ordenamiento jurídico electoral al igual que todo ordenamiento jurídico, está compuesto no solo por
disposiciones escritas sino también por principios. Los principios electorales tienen doble finalidad, para
interpretar normas y también para alcanzar una proyección normativa. Los directivos u
organizaciones generales en que se inspira cada ordenamiento electoral muchos de estos son comunes a
la legislación electoral internacional, estos responden a las circunstancias políticas y sociales de cada país.
Principio de impedimento de falsear la voluntad popular.
Este principio, por derivar directamente del principio democrático que informa todo el Derecho Electoral,
tiene prelación sobre todos los demás. En esencia, postula que la voluntad libremente expresada de
los electores no se puede sustituir. El falseamiento de la voluntad popular constituye una suerte
de corrupción electoral, es decir, todo acto y procedimiento que atenta contra el legítimo y libre ejercicio
del derecho de sufragio.
El sufragio, más allá de erigirse como derecho político individual de primera generación, es también el
mecanismo jurídico por medio del cual el pueblo ejercita la soberanía en el Estado democrático moderno y, por
ello, es otorgado en igualdad de condiciones a todos los ciudadanos. De allí se deriva, como corolario necesario,
la prohibición para vulnerar o anular cualquier voto que haya sido válidamente emitido.
Los comicios electorales deben ser el resultado de la libre expresión de la voluntad del pueblo, por lo que, ante
la concurrencia de vicios en el proceso electoral que alteren el resultado de la votación al punto de no conocerse
lo realmente querido por los electores, conlleva naturalmente a la anulación de la respectiva elección.
Sin embargo, para considerar estos vicios como invalidantes, deben ser de tal gravedad que alteren
efectivamente la voluntad mayoritaria de los electores. Simples vicios formales que impliquen, a lo sumo, la
anulación de algunos pocos votos o el resultado de la votación en algunas mesas electorales no pueden llegar a
restringir o menoscabar el derecho libremente expresado por la mayoría de los electores, de hacer valer su
voluntad política en una elección determinada.
Relacionando este principio con el de interés jurídico tutelado, se concluye que, si en la nueva elección que
deba llevarse a cabo como consecuencia de la declaración de nulidad (art. 238 C.E.), la parte reclamante tiene
escasa posibilidad de triunfar, es obvio que debe estarse por el mantenimiento del acto electoral.
La previsión expresa de este principio ha sido aparentemente desregulada por la legislación vigente, pues el
anterior Código Electoral (ley nº 1/90) en su artículo 245 sí lo enunciaba en los siguientes términos: "Si se
dedujeren recursos contra la decisión de la Junta Electoral Central o la Junta Municipal, se elevarán los
antecedentes al Tribunal Electoral, el que sin más trámite, examinará si la cuestión impugnada puede alterar o
no el resultado de la elección. Si la misma no altera, declarará clausurado el procedimiento sin más trámite."
No obstante, la parte final del art. 4to. del actual Código Electoral dispone como regla de interpretación: "…En
caso de duda en la interpretación de este Código, se estará siempre a lo que sea favorable a la validez del
voto, a la vigencia del régimen democrático representativo, participativo y pluralista en el que está
inspirado y a asegurar la expresión auténtica de la voluntad popular".
A más de ello, el artículo 308 del mismo cuerpo legal autoriza expresamente la declaración de nulidad de todo
el acto eleccionario, cuando la cantidad de mesas con votación nula represente el 20% del total de electores.
Varias de las conductas que atentan contra este principio, sea que provengan de particulares como de los mismos
funcionarios encargados de llevar adelante el acto de votación, están tipificadas en nuestro Derecho positivo
como delitos o faltas, en la idea de preservar lo más que se pueda la decisión asumida por el cuerpo electoral
de determinada elección.
Principio de Calendarización.
Una de las características del moderno Derecho Electoral es la brevedad y preclusividad de sus plazos, es
decir, los procesos electorales se realizan siempre dentro de plazos cortos.
Mientras dura el proceso electoral, una pluralidad importante de sujetos e intereses son afectados, lo cual hace
necesario que todas sus etapas estén claramente delimitadas y precisadas en el tiempo. Los procesos
electorales afectan, en pocas palabras, directa o indirectamente, la vida política del país.
Por ello, la secuencia de actos que constituye actividad electoral debe estar regulada por el ordenamiento
jurídico, en atención al objetivo del acto electoral que no es otro que el de obtener una representación política
de la sociedad ante los órganos de dirección del Estado.
De acuerdo con esto, puede distinguirse tres etapas dentro de los procesos electorales:
La etapa preparatoria;
La constitutiva; y
La integrativa de la eficacia.

El principio de unidad del acto electoral


Pretende evitar su interrupción innecesaria. Iniciado el acto, éste no puede interrumpirse sino por motivos
de fuerza mayor. Con el principio citado se trata de evitar que las urnas, es decir, su contenido, sea objeto
de manipulación y, por tanto, exponer a que el resultado de la votación sufra falseamiento.

Relaciones con otras ramas del Derecho


Derecho Electoral y Derecho Constitucional se relacionan por cuanto el lugar preponderante como
marco de todo el sistema jurídico que ocupa este último. Precisamente, la Constitución establece las bases
de las instituciones que luego son desarrolladas en los cuerpos normativos que integran el Derecho
Electoral. Dentro del principio de prelación de las leyes, figuran en primer lugar las disposiciones
constitucionales, a las cuales deben ajustarse las demás leyes (art. Esto significa que las normas del Código
Electoral, de la ley que reglamenta la Justicia Electoral, y las resoluciones dictadas por los órganos y
Tribunales Electorales deben ajustarse a los preceptos establecidos por las disposiciones establecidas en
la Ley Fundamental.
Derecho Político, del cual le viene dado un importante número de principios, como el reconocimiento de
la soberanía popular como origen de la voluntad política (democracia), la teoría de la representación
política, el sufragio, el origen y la importancia de los partidos políticos como pilares de la democracia,
etc.
Derecho Administrativo tiene relación nuestra disciplina ya que un sinnúmero de actos electorales son
actos administrativos a los cuales se aplican los principios del Derecho público, mientras aquellos no
requieran principios propios. Ejemplo: la inscripción de los ciudadanos en el padrón nacional, o la
oposición a la inscripción de cierta nucleación como partido político. De hecho, la mayoría de
las funciones que la CN reconoce a la Justicia Electoral en su art. 273 son administrativas.
Derecho Penal, el vínculo surge de la necesidad que tiene el Derecho Electoral de aplicar algunos criterios
en cuanto a tipificar como delitos y como faltas aquellas conductas cometidas durante el proceso electoral
que lesionan los bienes jurídicos tutelados por el Derecho Electoral. Art. 275 C.P. Art. 317. C.E.

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