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San Agustín tomo en cuenta la teoría de los escépticos donde afirmaban “que no podemos
conocer la verdad con certeza” él consideraba que se podía superar esa afirmación a través de la
autoconciencia donde es la autorrealización del ser humano, por lo tanto es necesario buscar en el
interior del alma para llegar a las verdades eternas (DIOS) es la verdad suprema; es decir que
Dios ilumina nuestro intelecto para conocer las verdades eternas. Es decir que la Fe y la razón
son complementarias. San Agustín deja claro que la filosofía no es una ciencia sino una sabiduría
que llega por una iluminación por parte de Dios, todas estas ideas son tomadas de la filosofía
San Agustin considera que el mundo fue creado a partir de la nada. Las cosas del mundo no
pueden haberse hecho por sí mismas ya que creeríamos que esas cosas tendrían que existir antes
de existir, lo cual es un absurdo. Por lo tanto, existe un ser eterno que no cambia y que es
principio de todo así pues, el mundo es el desbordamiento de la bondad divina, una creación sin
el tiempo, que no existe por ser una forma de conocer el alma, una fabricación humana.
San Agustín considera que Dios es una esencia intacta es decir plena y total con características
específicas tales como perfección y amor son concebido como un Ser trascendente al mundo y al
hombre. Dios es, para él, el concepto del Ser platónico por excelencia, la máxima idea. Las
demás ideas, como realidad suprema, están en la mente de Dios (incluido el hombre). Por eso
Dios es principio de verdad para todo lo que el hombre haga: “Como Ser nos crea, como verdad
nos ilumina y como amor nos atrae”. Dios, al crear el mundo, impregna en su creación un
dinamismo. La materia está predispuesta a recibir actualizaciones, pero los seremos seres
humanos viven de las situaciones momentáneas. Para poder entender lo anterior debemos
acercarnos a la teoría de la creación donde se establece que todo apareció de la nada tomando
como base los modelos o ideas de las cosas que están en su mente, tardando siete días pero no lo
dejo terminado con algunas cosas que quedaron en su principio y que poco a poco se irían
desarrollando.
San Agustín consideraba que la forma de conocer a Dios era por la vía negativa que la positiva
diciendo que a Dios solo se le puede conocer mejor negando en él las propiedades de las cosas
que afirmando de él algo positivo. La preferencia de la vía negativo conllevo a resaltar la forma
divina. el universo como creación libre de Dios a partir de la nada. San Agustín consiguió el
concepto de creación, el cual le permitió obtener la base de la cosmología del que hablaba Platón,
según el cual el mundo fue creado libremente por Dios a partir de la nada es decir sin materia
preexistente. el universo, creación libre pero racional. si la creación es libre, de acto radical y
mundo inteligible son formas eternas e inmutables de las cosas creadas, de forma que el mundo
creado es un reflejo de tales ideas divinas ejemplares. Otro ejemplo de la poderosa influencia
ejercida en su obra por el neoplatonismo. platón había sostenido que las ideas ejemplares y las
interpretaron las ideas platónicas como pensamientos de Dios, su primera hipótesis. El carácter
sentido de que el universo tenía un comienzo temporal y de que había existido solo durante un
periodo de tiempo finito para evitar las paradojas del comienzo temporal, sostuvo que el tiempo
no es previo a la creación del mundo si no que ha sido creado a la vez que el tiempo porque el
tiempo es una propiedad de las cosas creadas y por tanto no existía antes que ellas si no que con
ellas fue creado. esta vinculación entre la idea de universo creado y de finitud temporal que este
no nace acabado como resultado de un acto divino de creación, sino que el universo viene a ser el
termino final de una acción creadora que se despliega en el tiempo. razones seminales, las
semillas o gérmenes de todas las cosas se van desarrollando en el tiempo hasta configurarse el
bíblica.
Por otro lado, santo tomas fundamenta su filosofía más racionalmente el cristianismo desde el
un sistema que abarcó la totalidad del saber de su época en una misma estructura racional,
intelectual al servicio de la Iglesia. A diferencia de San Agustín, será un académico puro que
el siglo XIII. Recoge el pensamiento de los teólogos anteriores en una síntesis comprensiva, que
creación como producto, esto es, desde la cualidad que tienen las cosas creadas, a la creación
como acto, que pertenece a Dios, pues así se entiende mejor la relación desde su adecuado
relación de razón, mientras que en la pasiva es relación real. Santo Tomás demuestra que la nada
no es algo preexistente a la acción de Dios, y que Dios no necesita algo distinto de sí para crear.
Asimismo, determina la naturaleza del acto creador y prueba que sólo compete a Dios. Además,
trata el tema del comienzo en el tiempo y la controvertida posible eternidad del mundo. Hay
dificultades explicativas en cuanto a los textos de Tomás sobre la creación. Solamente así tendría
sentido plantearse el problema del estatuto existente de la creación en sentido pasivo o por parte
producción, debe aceptarse por la fe, pero no por la razón. Por eso no se puede demostrar
racionalmente que el mundo no es eterno. Así, la creación debe tomarse sólo como una
consecuencia de la creación activa, y como una relación que se encuentra realmente en las cosas
que dependen de otra en cuanto al ser. Por parte de la creatura, entonces, la creación es una
relación, y no una mutación ni, por consiguiente, una pasión. Pero ¿qué tipo de ser tiene esta
relación? Primeramente, es la presencia de algo real en la creatura. De aquí que este «algo real»
es la dependencia que guarda el ser creado con respecto al Ser creador. Además, esta relación
tiene un ser de accidente existente. Junto con un detallado estudio existente de la creación, santo
libertad del Creador frente a su creación. Dios creó las cosas no por necesidad de hacerlas, sino
con libertad. Por lo tanto se puede concluir que San Agustín trata de conciliar la idea cristiana de
creación con el platonismo o neoplatonismo. En cambio, Santo Tomás dialoga más bien con el
eternidad del mundo, ya que puede haber un mundo que exista desde la eternidad y que, sin