Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
ASIGNATURA:
DOCENTE:
Delly Sagastegui
ALUMNA:
Trujillo, 2019
PRESENTACIÓN
La enfermería es muy versátil, las áreas en las que puede desarrollar su trabajo son muchas
y no se ciñen únicamente al entorno hospitalario, sino también a centros de atención
primaria, clínicas, escuelas, centros deportivos, residencias de ancianos, guarderías y una
larga lista. Sin embargo, es cierto que los hospitales son donde se concentra un gran
número de estos profesionales ya que son necesarios en todas las unidades.
Uno de los lugares donde el ser enfermera/o resulta altamente imprescindible es en los
quirófanos. Muestra de esta importancia fue la reciente creación de la especialidad
enfermería médico – quirúrgica que reconocía la necesidad de una especialidad oficial en
este campo.
La labor principal de este tipo de enfermeros es administrar los cuidados necesarios a los
pacientes que necesitan una intervención diagnóstica y/o terapéutica de tipo médico –
quirúrgico tanto antes, como durante y después de la misma. Aquí, el enfermero forma
parte de un equipo multidisciplinar y su labor es tan relevante como la del cirujano y el
anestesista. Para llevar a cabo con éxito su trabajo, el enfermero necesita tener las mismas
cualidades básicas que cualquier otro enfermero, pero además ha de hacer gala de una gran
atención por el detalle, ser muy preciso, tener una alta capacidad de concentración, así
como saber trabajar y reaccionar bajo presión.
A lo largo de la experiencia quirúrgica la enfermera actúa como defensora del enfermo. Los
objetivos e intereses de sus labores asistenciales abarcan desde el momento en que se
prepara y orienta al paciente sobre la operación próxima y continúan durante el
preoperatorio inmediato, la fase transoperatoria, la recuperación de la conciencia y la
convalecencia. La operación suele ser una experiencia única en la vida del enfermo, por lo
que necesita saber que alguien protege sus interese en ese lapso y mientras esta anestesiado.
Una vez que la persona llega al quirófano están preparados para su asistencia tres grupos
-el cirujano y sus asistentes que se están lavando en preparación para la operación que
ejecutaran
La enfermera circulante dirige las actividades del quirófano, protege la seguridad del
paciente y se encarga de que se cubran sus necesidades mediante la monitorización de las
actividades de los miembros del equipo quirúrgico y la revisión constante de las
condiciones que prevalecen e el quirófano. Sus principales responsabilidades incluyen
garantizar la asepsia, temperatura, humedad e iluminación apropiadas; funcionamiento
adecuado del instrumental, y disponibilidad del equipo y material. La enfermera circulante
también verifica las prácticas de asepsia para evitar violaciones al respecto, al tiempo que
coordina el movimiento del personal externo al quirófano (médico, rayos x y de
laboratorio) y esta pendiente del paciente a lo largo de la intervención quirúrgica para
garantizar su seguridad y bienestar.
• Asegurar que el paciente que va a ser intervenido llegue en las condiciones ideales para
tal fin (físicas y psicológicas)
- sueroterapia adecuada
- profilaxis antibiótica
- sondajes
Todo esto precisa conocimientos precisos de los principios de asepsia, anatomía y manejo
de tejidos, conciencia de los objetivos de la operación¸ conocimiento y habilidad para
preveer necesidades y actuar como un miembro experto del personal, y capacidad para
resolver cualquier situación de urgencia en el quirófano.
Funciones y actividades:
10. Controlar el uso de gasas y compresas en el campo operatorio, verificando que sean
radiopacas, y efectuar su recuento con la enfermera circulante.
11. Colaborar en la desinfección final y colocación de apósitos.
12. Retirará las hojas de bisturí, agujas y demás objetos cortantes y punzantes.
14. Recoger y revisar los instrumentos utilizados, así como disponer lo necesario para su
lavado, desinfección y esterilización.
15. Colaborará con el resto del equipo en dejar la sala perfectamente preparada.
INVESTIGACIÓN COMPLEMENTARIA
Humanización de la Atención
DE ENFERMERÍA EN EL QUIRÓFANO
Resumen
Introducción
La comunicación sólo puede ser establecida entre cliente y profesional cuando hay interés y
apertura por ambas partes. El profesional debería estimular al cliente a verbalizar, exponer
sus sentimientos y temores. Al mismo tiempo debería estar dispuesto a escuchar con
atención y respeto. Algunas veces se hace necesario romper la resistencia y una manera de
hacerlo sería presentándose al paciente, es importante que la persona sepa con quién está
hablando y quiénes son los responsables de lo que está pasando. Para Brunner y Suddarth,
las interrupciones en la comunicación pueden preocupar y confundir al paciente o dejarlo
incapaz de escuchar efectivamente.
Participantes y método
La muestra elegida estuvo compuesta por quince profesionales de enfermería, todos ellos
eran de sexo femenino y, sus edades se encontraban entre los treinta y cincuenta años. La
muestra de pacientes constaba de ochenta y sus edades eran muy dispares.
La metodología que se utilizó fue la recogida de información a través del contacto directo
con el personal en los intervalos entre las jornadas de trabajo y con los pacientes que
acababan de someterse a una intervención quirúrgica. Una vez recopilada, se procedió al
análisis para realizar una aproximación a lo que representaba la humanización para los
profesionales de enfermería de quirófano y su relación con la satisfacción del paciente. Por
último, se realizó la selección de la información en función de la contundencia y
originalidad con respecto a las impresiones en materia de humanización.
Resultados y discusión
Una vez realizada la recogida y análisis, los resultados hallados entre todos los datos
obtenidos nos permitieron establecer algunas de las características de la atención
humanizada en el quirófano. De todas ellas, solamente, se ha querido destacar la que más
llamaba la atención y además era referida por la mayoría de los profesionales sanitarios y
los pacientes de esta unidad.
En primer lugar, una cuestión importante que se detectó a través del contacto directo con
los pacientes, fue el desconocimiento del nombre del profesional de enfermería que les
atendía. Todos los entrevistados reconocían que el personal que les prestaba asistencia era
muy acogedor, pero no conocían sus nombres. De ahí se deduce que los sanitarios eran muy
acogedores, pero no solían decir su nombre. Esta cuestión debería ser trabajada pues el
propio nombre es un medio por el cual podría aminorarse la ansiedad del paciente
quirúrgico. La forma en que los pacientes transmitían esta constante de los profesionales
sanitarios era mediante frases tales como: "La recepción fue buena, la enfermera conversó
conmigo, me ha tranquilizado" (B.G.S., 44 años); "Mejor imposible. Todos son muy
amables" (A. S. N., 84 años); "Estoy muy feliz. Sólo Jesucristo puede ayudarlos. Estoy
alegre mismo, muy bien recibida" ( M. P. F., 82 años); "Son todos muy atentos. La
enfermera me orientó" (E.F.S., 30 años); "Nota mil para el quirófano" (R.H.A., 46 años);
"Una señora me ha recibido muy bien. El nombre de ella, no lo sé, pero es enfermera"
(V.M.R., 69 años).
Naturalmente, solemos confiar más en una persona cuyo nombre conocemos, a través
nuestro propio nombre podemos establecer una relación de mayor proximidad. Además,
decir el nombre significa afirmar nuestra identidad, afirmarnos como personas, tenemos
más confianza en nosotros mismos y podemos desarrollar de forma más efectiva nuestra
labor profesional, requisito esencial para el profesional de enfermería.
Conclusión
El ofrecer una atención humanizada, ética y digna necesitaría, antes de cualquier otro tipo
de formación, humanizar a los profesionales sanitarios. Esta humanización podría llevarse a
cabo a través del conocimiento de los conceptos básicos que la integran y el cultivo de
nuevas costumbres y posturas.
Para humanizar a los profesionales sería necesario considerar los límites, potencial y
necesidades de cada uno de ellos. De esta manera, tanto los clientes como la propia
institución, tampoco deberían ignorar las preferencias y particularidades del personal
sanitario, pues es imposible desarrollar un ambiente humanizado si el personal que imparte
la asistencia está insatisfecho; los profesionales sanitarios también deben ser vistos como
seres humanos.
Smeltzer, S. C., Brunner, L. S., Suddarth., & Bare, B. G. (2002). Brunner y Suddarth.
Tratado de enfermería medicoquirúrgica (9ʹ edición.). Madrid: McGraw-Hill.
Heluy, C.; Faria, T.; Felipe, R.& Castello, M. (2004). Humanización de la atención de
enfermería en el quirófano. Scielo. Recuperado de:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-
12962004000100004